Literatura de costa rica

25
LAS CLASIFICACIONES DE LA LITERATURA COSTARRICENSE La literatura costarricense carece de una historia completa y sistemática de sus creadores y por lo tanto de su producción literaria como tal. Fue en el año de 1957 cuando don Abelardo Bonilla Baldares publicó su Historia de la Literatura Costarricense1 . Es obvio señalar que hoy se presenta, por sus años de existencia, incompleta. Por ello y otras razones que tendremos oportunidad de fundamentar, afirmamos que es insuficiente. Antes de don Abelardo Bonilla Baldares, don Rogelio Sotela escribió su obra Valores Literarios de Costa Rica, en 1921, Escritores de Costa Rica, en 1923, Escritores y Poetas de Costa Rica, en 1923 y Literatura Costarricense: Antología y Biografías, en 1932. En 1942, Francisco Núñez, publicó un ensayito titulado Itinerario de la novela costarricense. También aparecieron sendos artículos de Joaquín Gutiérrez Mangel ¿Hay una literatura costarricense contemporánea? Notas para un ensayo y Napoleón Quesada y Rogelio Sotela Reseña de historia literaria de Costa Rica, ambos publicados en Repertorio Americano, el primero, en 1947 y el segundo, en 1937. También Emilio Abreu Gómez publicó una obra titulada Escritores de Costa Rica, en 1950. Antes, de 1949 a 1950, José Fabio Garnier, publicó, en el periódico La Nación, un estudio que llamó Cien novelas costarricenses. Estos son los antecedentes a la clásica Historia de la literatura costarricense de don Abelardo Bonilla Baldares. Con base en ello, para comprender mejor los intentos por clasificar la literatura costarricense, podemos hablar de tres momentos: antes de don Abelardo, con don Abelardo y después de don Abelardo.

description

 

Transcript of Literatura de costa rica

Page 1: Literatura de costa rica

LAS CLASIFICACIONES DE LA LITERATURA COSTARRICENSE

   La literatura costarricense carece de una historia completa y sistemática de sus creadores y por lo tanto de su producción literaria como tal. Fue en el año de 1957 cuando  don Abelardo Bonilla Baldares publicó su Historia de la Literatura Costarricense1. Es obvio señalar que hoy se presenta, por sus años de existencia, incompleta. Por ello y otras razones que tendremos  oportunidad  de fundamentar, afirmamos que es insuficiente. Antes de don Abelardo Bonilla Baldares, don Rogelio Sotela  escribió su obra Valores Literarios de Costa Rica, en 1921, Escritores de Costa Rica, en 1923, Escritores y Poetas de Costa Rica, en 1923 y Literatura Costarricense: Antología y Biografías, en 1932. En 1942, Francisco Núñez, publicó un ensayito titulado Itinerario de la novela costarricense. También aparecieron sendos artículos de Joaquín Gutiérrez Mangel ¿Hay una literatura costarricense contemporánea? Notas para un ensayo y Napoleón Quesada  y Rogelio Sotela Reseña  de historia literaria de Costa Rica, ambos publicados en Repertorio Americano, el primero, en 1947 y el segundo, en 1937. También  Emilio Abreu Gómez publicó  una obra titulada Escritores de Costa Rica, en 1950. Antes, de 1949 a 1950, José Fabio Garnier, publicó, en el periódico La Nación, un estudio que llamó Cien novelas costarricenses. Estos son los antecedentes a la clásica Historia de la literatura costarricense de don Abelardo Bonilla Baldares. Con base en ello, para comprender mejor los intentos por clasificar la literatura costarricense, podemos hablar de tres momentos: antes de don Abelardo, con don Abelardo y después de don Abelardo. El primero tiene inicio en 1920 con la publicación de Rogelio Sotela Valores Literarios. El segundo se lo damos a la obra escrita de don Abelardo BonillaHistoria de la literatura costarricense, y termina en 1950 con la obra de José Fabio Garnier Cien  novelas costarricenses, publicada en 1957. El tercero y último, corresponde a una serie de estudios posteriores a la Historia de la literatura costarricense de don Abelardo y llega hasta nuestros días. Este grupo está configurado por trabajos que, en un inicio siguió los pasos de su maestro y que hizo un aporte importante, sobre todo bibliográfico pero que careció de iniciativa propia en lo que respecta a la metodología empleada. En 1964, aparece el trabajo titulado El cuento en Costa Rica de Elizabeth Portugués de Bolaños y en 1966, El costumbrismo en Costa Rica, de Margarita  Castro Rawson. En la década  de los años setenta se publicaron nuevos trabajos, tales como, la Narrativacontemporánea de Costa Rica, en 1975 de Alfonso Chase Brenes; Puertas adentro, puertas afuera de León Pacheco, en 1976. Resumen de literatura costarricense de Virginia Sandoval de Fonseca, en 1978  Rebelión  y sumisión de la literatura de los años 40, en 1979, de Quince Duncan Moodie. En 1979, Carlos Duverrán, publica Notas para una reseña de la literatura costarricense y ese mismo año

Page 2: Literatura de costa rica

se publica, quizás una de las obras más ambiciosas de ese momento: Para una nueva interpretación de la literatura costarricense de Jorge Valdeperas. En los años ochentas se han publicado algunos ensayos, casi todos de carácter preliminar. Sus mismos títulos así lo indican: Resumen, notas, aportes,aproximaciones, deslindes, acercamientos, etc. El más ambicioso y de gran importancia es el de don Álvaro Quesada Soto, titulado, La formación de la narrativa nacional costarricense 1890-1810. Enfoque histórico-social, publicado en 1986. Sólo estudia un lapso de tiempo  inicial y un género específico: la narrativa. Hemos  revisado las tesis que realizaron los estudiantes de Filología en la  Universidadde Costa Rica y en la Universidad Nacional y no encontramos ninguna que abarque el tema de la historia de la literatura costarricense y sus clasificaciones. Casi todas tratan de un autor o una novela en particular y aplican, por regla general, el método descriptivo estructuralista. Las investigaciones  que se han realizado en las universidades son las que más  se ajustan  a un estudio integral de la literatura costarricense. La escuela de Literatura  y Ciencias del Lenguaje de la Universidad Nacional  realizó, a través de la profesora  Sonia Marta Mora  y otros investigadores, un trabajo importante sobre la novela que titularon La novela del agro, aún no se ha publicado y recientemente, en 1997, se publicó Cien años de literatura costarricense de las investigadoras Flora Ovares y Margarita Rojas González. En 1993, Flora Ovares y otros investigadores publicaron la investigación La casa paterna, obra importante para el conocimiento de la literatura costarricense y posteriormente en 1998, se publicó la obra del recién fallecido Álvaro Quesada SotoUno y los otros. Es el último estudio de importancia que conocemos. Por supuesto no hacemos referencia a estudios importantes sobre autores particulares que se han publicado y no en escasas ocasiones. Tanto los trabajos pequeños  y menos ambiciosos, así como los más extensos, han dividido  y clasificado las obras y a veces los autores. Todos, sin excepción, han sentido la necesidad  imprescindible de ubicarlos en el tiempo. No todos siguen la misma metodología pero sí acuden a las clasificaciones. Es imposible  prescindir del tiempo en la historia. Nuestro interés, en este apartado, es sistematizar las clasificaciones,  buscar sus rasgos comunes, su paradigma, su conceptualización, sus puntos de partida explícitos o no. Al final confrontaremos lo hecho, con la teoría de las generaciones aquí expuesta. Sacaremos las conclusiones necesarias. Este trabajo se hizo a través de las obras que utilizan esta temática, más sobresalientes,  publicados hasta el presente. Rogelio Sotela publicó, en 1942, Escritores de Costa Rica. Divide este libro en: 1.   Los precursores. 2.   Cuatro generaciones: primera, segunda, tercera y cuarta. 3.   Los jóvenes. Como fácilmente se desprende de esta división, utiliza el método  histórico de las generaciones, explícitamente. De igual manera lo hizo en su obra anterior Valores literarios de Costa Rica, que publicó en 1920.

Page 3: Literatura de costa rica

 Rogelio Sotela no distingue épocas y períodos. No realiza la metodología de las generaciones para obtenerlas y por ello mezcla, autores de unas, con otras, como si fueran de una misma. No hay duda de que conocía aspectos teóricos sobre este método pero se limitó a fijar lapsos de tiempo alrededor de una fecha cualquiera y luego introdujo los autores que nacieron alrededor de esa fecha. Por ejemplo 1860. Aellos llamó primera generación, los nacidos alrededor de 1865, quince años después, llamó la segunda generación; los nacidos hacia 1885, diez años después, tercera generación; los nacidos entre 1895 y 1900, la cuarta generación y por último, se refirió, brevemente, a los jóvenes, nacidos después de 1900. Su trabajo más parece una lista de autores, con sus biografías y algunos juicios de valor sobre sus obras, que una historia  de la literatura. Está muy lejos  de ser un trabajo  sobre las generaciones literarias de la literatura costarricense. Nunca presentó  una descripción  conceptual de su metodología. Aprovechó las generaciones para agrupar a los escritores y nada más. Francisco María Núñez publicó en 1946 un libro  que tituló Itinerario de la novela costarricense. Establece dos épocas, la primera es la de 1900. En ella agrupa 

"La cosecha del 89 a principios del nuevo siglo" y  "1940 para catalogar el movimiento que  llega hasta nuestros días"1.

 En cada época, que no define, establece etapas. La primera estaría comprendida entre el año 1887 y 1900 (tres años)2. La  segunda etapa empieza a partir de 1900, llamados los novecentistas3 y la subdivide  en dos tendencias: los de corte europeo y los nacionalistas. Estos conceptos los encontraremos utilizados por muchos autores posteriores. Entre los  años treintas y cuarentas ubican  este nuevo movimiento que llega hasta 1940 (año en que se celebró  un concurso sobre la mejor novela latinoamericana)4. A partir del  año 1940 establece la  segunda etapa  hasta el año de 1947, que es cuando publica este trabajo. Núñez funda su clasificación, de los novelistas costarricenses en dos "momentos"5bien claros: 1900 y 1940. Esta clasificación se seguirá utilizando hasta hoy. Unos la han llamado  épocas, otros períodos y los más, generaciones. Ahora que  acaba de morir  Fabián Dobles Rodríguez, los periódicos encabezaron algunos títulos así: 

"Ha muerto una de las mejores plumas de la generación del 40"6. Por  último, Núñez hace  una lista  de los novelistas estrictamente cronológica y realiza algunos comentarios sobre el autor y sus novelas, generalmente de tipo temático.Joaquín Gutiérrez  Mangel, novelista costarricense de mucho prestigio, se refiere en su ensayo ¿Hay una literatura costarricense contemporánea? Notas para un ensayo, de 1947, concretamente  a la generación del 40. Comenta algunas de las novelas y tipifica  esa generación  como la vanguardia  de la literatura costarricense. Otro  tanto hacen  Napoleón Quesada  y Rogelio Sotela en su ensayo Reseña  de historia  literaria de Costa Rica. Afirman  los autores, que la verdadera literatura patria  comienza a mediados del siglo XIX y dan una lista de los cultivadores de literatura más destacados. La inician con Manuel Argüello Mora. Hablan de una última

Page 4: Literatura de costa rica

generación, la de Marín Cañas y otros, y de un grupo intelectual  al que perteneció Francisco Soler. Podemos resumir este primer momento, que intenta clasificar la literatura costarricense así: 1.   Los historiadores o críticos de la literatura, fijan dos lapsos de tiempo, más o menos grandes y desiguales. A ellos unos llamaron épocas, otros, períodos y algunos, generaciones. Cronológicamente los ubican, el primero a finales del siglo XIX, de1889 a 1900, y el segundo de 1900 en adelante.

 2.   En la primera época, o período, o etapa, establecen la generación de los precursores, los iniciadores, sin precisar, claro está ¿qué entendían por generación, época, período o etapa? Fue  una necesidad meramente cronológica. En la segunda "época", tipifican dos "períodos" o momentos diferentes: De 1900 a 1930, que serían los fundadores de la literatura costarricense y que dividen  en nacionalistas y europeístas. Una segunda "generación" la establecen  a partir de 1930. Más bien es una década  que va de ese año a 1940, año que marca  el inicio de los "jóvenes" y que después llamaron  "generación del 40". 3.   Si bien, en general, clasifican  a los autores por algo parecido  a generaciones, lo cierto es que el año de la publicación de las obras juega un papel decisivo en sus clasificaciones. 4.   Por  último, cave advertir que en  todos  los trabajos,  realizan listados de autores en estricto orden cronológico, comentan aspectos biográficos  y se refieren  a los temas o contenidos de las obras. Son trabajos temático-estilísticos. A partir de 1957, con la aparición de la obra de don Abelardo Bonilla Baldares,Historia de la literatura costarricense,1 da inicio, en Costa Rica, una serie  de trabajos  muy importantes, sobre crítica literaria  de la literatura costarricense que  de una,  u otra forma,  clasifican  históricamente  y por generaciones nuestras letras. Sin lugar a equivocarnos, podemos  afirmar  que la obra  de don Abelardo Bonilla Baldares es hasta hoy la única historia importante  sobre la literatura costarricense. Hay varias razones  que fundamentan esta afirmación. 1.   La obra abarca  no sólo la literatura  costarricense  desde sus inicios (finales de siglo XIX)2, sino que se convierte en un estudio general de la cultura costarricense. Comprende  aspectos,  tan variados, como periodismo, historia, derecho, ensayo, teatro, poesía, etc. 2.   Inicia su trabajo desde la Colonia  y establece  ahí la primera generación, la de 1889 y concluye en la  generación  de los jóvenes que vivían  la década  del 40 al 50. Su fin fue:

 "Comprender el Alma Nacional e interpretar las obras literarias".3 

3.   Don  Abelardo manifiesta su postura metodológica e ideológica. Afirma que utilizará la doctrina de las generaciones de Julius, así como Ortega y Gasset. Tendremos ocasión de revisar su apego o no a esta teoría, más adelante. 

Page 5: Literatura de costa rica

4.   Su propósito  fue realizar una Historia de la Cultura Costarricense al estilo de Francisco  de Santis o Gustavo Lanson. Es un proyecto de gran envergadura y a fe que lo consigue. La obra de don Abelardo está estructurada de la siguiente manera: 1.   Una introducción. En ella, fija las cuatro  épocas en que divide su libro: a.   Época Colonial: 

 "Comprende desde el descubrimiento  de América hasta 1840, incluyendo en ella, los primeros años de vida independiente, que no se diferenciaron esencialmente de los anteriores".1 

b.   Época de formación y consolidación  del Estado: de 1840 a 1900: 

 "en que las letras estuvieron al servicio de la idea política y en que predominaron el  Derecho,  la Historia y las Ciencias Políticas".2

 c.   Época realista: 

"Abarca las tres primeras décadas del siglo XX  y fue de florecimiento literario por el desarrollo de la novela, el cuento, los cuadros de costumbres en prosa y del Modernismo de la Poesía".3 

d.   Época contemporánea: 

 "Se caracteriza como síntesis de las anteriores y asimilación de las corrientes universales".

 Y agrega:

 "Ya veremos que a esta época corresponden cuatro períodos lingüísticos".4

Cronológicamente dividió  la obra así: Época colonial: 1502 a 1840. Época de formación y consolidación del Estado: 1840 a 1900. Época realista en prosa y modernista en Poesía: 1900 a 1930. Época contemporánea: 1930 a 19575  Observemos que para él, época, período, así como, a veces, generación, son lo mismo. 

Page 6: Literatura de costa rica

 Dice:  

"La obra realizada  en los finales del siglo por los hombres de la llamada generación de 1889 fue densa y brillante, al menos en el campo de la educación, de la historia, y de la política, y  su espíritu ha trascendido en tal forma que para muchos costarricense los de cierta edad, ese período fue una época de oro".1

  En cada una de las  "épocas" establece diferentes partes. En ellas comenta los hechos históricos que sucedieron, las principales figuras destacadas en ellas, y va obteniendo sus conclusiones. Por ejemplo el "período" o "época" de formación lo clasifica  así: El siglo XIX, desde su independencia, El Positivismo, La Historia, El Derecho, El Periodismo, y una breve síntesis. En cada parte destaca las figuras más importantes por su aporte a las letras nacionales.

 El siglo XX  lo divide  en cuatro décadas. Parte de 1900 y llega hasta 1940. Se refiere  a las novelas de Manuel Argüello Mora, anteriores al siglo XX y luego establece  un capítulo aparte  para Joaquín García Monge, otro para la tradición académica y europea: Alejandro Alvarado Quirós, Rafael Ángel Troyo, José Fabio Garnier Ugalde y Francisco Soler. Pasa luego a Manuel González Zeledón, la escuela del Costumbrismo: Carlos Gagini Chavarría, Manuel de Jesús Jiménez Oreamuno, Teodoro Quirós y Claudio González Rucavado.

 Destaca otro grupo de escritores: Jenaro Carmona Valverde, Carmen Lyra, Gonzalo Sánchez Bonilla y algunos guanacastecos, un tanto desconocidos. A ellos  los califica de realistas. Después se refiere al que llama grupo  de La estilización del realismo.Aquí nombra  a Luis Dobles Segreda, Max Jiménez Huete, Manuel Segura Méndez y Gonzalo Chacón Trejos. Tipifica  algunas novelas ajenas al Costumbrismo como las de María Fernández de Tinoco, Diego Povedano, Moisés Vincenzi Pacheco, Arturo Castro Esquivel, Emmanuel Thompson Thompson, Román Jugo Lamieg  y otros. Los demás capítulos los dedica a los restantes géneros: poesía, teatro, ensayo, derecho, historia, ciencias económicas y políticas y el periodismo. Así termina esa época. La cuarta "época" la titula  La literatura contemporánea. Para él comienza con la llamada generación del 40. Así  inicia  cronológicamente este "período",  "época" o "generación". Hace énfasis en  los novelistas José Marín Cañas2, Carlos Luis Fallas, Fabián Dobles Rodríguez, Joaquín Gutiérrez Mangel, Yolanda Oreamuno y Carlos Salazar Herrera. En los últimos capítulos estudia La Lírica y El Ensayo Contemporáneo: 1940 a1957. Podemos concluir lo siguiente: 

Page 7: Literatura de costa rica

1.   El autor confunde época con períodos y, a veces, con generación. 2.   Las cuatro  "épocas" o "períodos" son muy desiguales en  tiempo. Se deja llevar por lo temático y, por la preponderancia de una disciplina o campo intelectual. 3.   Con respecto al surgimiento de la literatura  y su formación, establece las mismas generaciones de don Rogelio Sotela: generación de 1889, correspondiente al siglo XIX y que escasamente produjo literatura y generación de 1900. A pesar de  que  no lo explica, sí se desprende de su clasificación y estudio, que el año de 1900 es clave, sobre todo por la aparición de la novela (para muchos) El Moto de Joaquín García Monge y desde luego por ser inicio de siglo. Comenta  sobre la  temática empleada por algunos escritores y  como Francisco María Núñez, diferencia a nacionalistas y europeístas, y se refiere, con alguna consideración al Costumbrismo. Por último,  se detiene en la llamada  generación del 40, que en nuestro estudio corresponde  ageneración de 1942. Rogelio Sotela lo había señalado: es propiamente la primera generación de la literatura costarricense. La producción significativa de  novelas, el famoso concurso sobre las novelas y la afinidad ideológica de un grupo de ellos, hicieron  posible  que los críticos, en general, se refieran con interés  a esta generación. Tendremos oportunidad de comentar,  con más amplitud, a estos  novelistas costarricenses, más adelante. 4.   Como puede desprenderse fácilmente, de estas observaciones, la obra de don Abelardo Bonilla Baldares, no sólo reunió una visión  de la cultura costarricense, sino que abarcó y concretó los más variados juicios de los teóricos de  ese entonces y antes de él. Y lo que es más importante, creó la obra Historia de la literatura costarricense de mayor relevancia en su momento y hasta hoy. Es el trabajo más citado y conocido por los estudiosos posteriores  a don Abelardo Bonilla Baldares. A partir de los años setenta comienzan a publicarse algunos estudios dignos  de consideración, menos ambiciosos pero muy importantes. El tercer momento de los estudios  literarios formales, sobre la literatura costarricense, comienza con algunos trabajos hechos por discípulos de don Abelardo, tales como El cuento en Costa Rica, 1964 de Elizabeth Portugués de Bolaños y El costumbrismo en Costa Rica, 1966 de Margarita Castro Rawson1. Son obras de enorme importancia sobre los temas tratados pero que para nuestros objetivos, en esta investigación, no agregan nada nuevo ya que siguieron al maestro fielmente. En 1975, Alfonso Chase Brenes, novelista costarricense, publica un trabajo que es fruto de una investigación realizada en la Escuela de Literatura y Ciencias del Lenguaje de la Universidad Nacional y que tituló Narrativa contemporánea  de Costa Rica.2 Alfonso Chase Brenes parte, para su estudio, también  de dos momentos históricos que son básicamente los mismos establecidos por los críticos anteriores, sólo que él señala la importancia del gobierno de don Rafael Iglesias (1861-1924) que gobierna el país de  1894 a 1902. Según su opinión.

Page 8: Literatura de costa rica

Segundo reportaje Literatura costarricense

 

 Difusión

 Costa Rica vive una fuerte dinamización  a nivel de producción de libros. Se imprimen unos 2000 títulos por año, entre obras literarias y otros títulos editoriales. En el campo editorial hay varias tendencias. Por un lado, editoriales estatales que protegen e impulsan la producción endógena y desempeñan un papel importante en el desarrollo cultural y educativo. Por el otro, editoriales independientes que han ido desarrollándose en gran parte por el conflicto entre los escritores que desean publicar y las editoriales estatales que no pueden hacerlo y gracias al surgimiento de ciertos nichos específicos de lectores. Se ha dado además una aceleración de puntos de venta de libros y una Librería Universitaria que expone permanentemente unos 3000 títulos de autores costarricenses. Centros culturales como el Instituto México, el Centro Cultural Español y el Centro Cultural de Chile que brindan sus espacios cada noche para presentaciones de libros y otras actividades culturales. Hay también una Feria Internacional del Libro que se celebra anualmente en Costa Rica desde el año 1984, así como talleres literarios en diversos centros y universidades, premios en diversas ramas, suplementos y revistas literarias. Hay demás varias asociaciones de autores, entre ellas una de escritoras. Sin embargo, el costo de los medios de transporte (aéreo, marítimo y terrestre), que tienen los envíos pequeños de libros, hace que la mayor parte de su producción editorial circule mayoritariamente en el área metropolitana. El país invierte $19 millones anuales en la importación de libros, contra una exportación de sólo $1.4 millones. Un 60% de esta exportación de textos corresponde a material didáctico de índole técnico, producido por las universidades estatales. La narrativa y sus antecedentes

 La narrativa costarricense fija desde finales del siglo XIX la imagen del “concho” costarricense descrito como labriego y sencillo. Al igual que el “gaucho” argentino, el llanero venezolano, el jíbaro puertorriqueño o el “charro” mexicano, este campesino se expresa en un habla regional plena de sabiduría, sencillez y humor, tanto en las Concherías (término derivado de la palabra “concho”, una designación despectiva del campesino), de Aquileo Echeverría (1905), como en los cuentos de Manuel González Zeledón (Magón). Esta literatura se sitúa en la ciudad rural costarricense concentrada en los pintorescos valles de la meseta central (hábitat de la oligarquía cafetalera). Además de esta corriente costumbrista o nacionalista surgió, en esa misma época, otra cosmopolita o modernista, arraigada en los ideales de una recién arribada cultura europea, con gran influencia parisiense. Fue introducida al país por Ricardo Fernández Guardia en su libro de cuentos Hojarasca, y por otros más. Surge así una polémica entre un nacionalismo literario que incorpora elementos propios de la cultura costarricense, y una identificación con los patrones de la modernidad occidental, concebidos como formas universales de civilización y cultura. La revista Repertorio Americano (1919 a 1959), editada por Joaquín García Monge, se constituyó en un punto de encuentro para intelectuales hispanoamericanos muy valiosos. Su editor Joaquín García Monge publica la primera novela costarricense: El Moto, que narra la explotación y la marginación de los débiles.En las décadas del 20 al 30 surge la obra de María Isabel Carvajal (1889-1949), quien bajo el seudónimo de Carmen Lyra, escribe cuentos, novelas y ensayos que hablan de la lucha de clases, de las condiciones de trabajo en las bananeras y de la situación de la mujer en el marco de los conflictos sociales nacionales e internacionales. Más adelante, el enclave bananero de la United Fruit Company, el entorno caribeño, la constitución étnica de sus pobladores y la gran huelga de trabajadores bananeros de 1934, inspiraron al trabajador bananero y líder sindical Carlos Luis Fallas, a escribir su novela Mamita Yunai (1940).

Page 9: Literatura de costa rica

 Max Jiménez, poeta, novelista, pintor y escultor, incorpora procedimientos de vanguardia a la literatura nacional en libros como El Jaul (1937), interpretado por algunos críticos como una parodia del costumbrismo tradicional. Al igual que en Jiménez; las novelas de José Marín Cañas como El infierno verde (1935), o Pedro Arnáez (1942), apuntan hacia una ruptura, tanto estilística como de contenido con el costumbrismo.Algunos novelistas de la década de los cuarenta son: Fabián Dobles, quien escribe sobre temas sociales como el despojo de las tierras a campesinos. Joaquín Gutiérrez (Premio casa de las Américas por su novela Te acordás hermano, 1978), a la vez que recorre nuevos espacios de la geografía costarricense, como la costa caribeña, se adentra en los procesos internos de sus personajes. Con el libro Cocorí (1947), Gutiérrez ingresa el tema de los descendientes de afrocaribeños a la literatura costarricense. Tema que es abordado por Quince Duncan en 1970 con el cuento Una canción en la madrugada, la novela Hombres curtidos (1971), El Negro en Costa Rica (1972), ensayo escrito en coautoría con César Meléndez y varias obras más. Es retomado por Abel Pacheco en Más debajo de la piel en 1975. Más adelante en 1996 la escritora Tatiana Lobo escribe Calypso (1996), y Blancos y negros todo mezclado   (1997); la novelista Ana Cristina Rossi publica Limón Blues (2002) y la mexicana radicada en Costa Rica, Jazmín Ross La pasión por el Caribe. Volviendo a la década de los cuarenta, podemos señalar que destaca muy especialmente la novela La ruta de su evasión (1949) de Yolanda Oreamuno. Centrándose en la ciudad y la casa, narra la violencia familiar y el proceso de crecimiento del personaje femenino. Ana Cristina Rossi, en  María en la noche(1985), retoma esta vena intimista y de maduración de un personaje femenino.Carmen Naranjo da cuenta del surgimiento de nuevos personajes citadinos de clase media y de los efectos que la organización burocrática tiene sobre los individuos. Esta temática de alienación será retomada en la década de los noventa por Rodolfo Arias en su novela El emperador Tertuliano y la legión de los superlimpios (1991), narrada con un gran dominio del lenguaje popular actual. El cuento y la novelística más recientes muestran un alto grado de denuncia. Fernando Durán Ayanegui, Myrian Bustos mezcla ciertas claves que peculiarizan sus cuentos: la omnipresencia de unas fronteras permeables entre lo humano y lo animal, la escisión del cuento en una temporalidad aparentemente real y en otra regida por un mundo fantástico, y la alianza de ironía y crítica social. El novelista Fernando Contreras, en Única mirando al mar   (1993) cuestiona irónicamente el problema urbano de la basura. Otros autores como Carlos Cortés, Uriel Quesada, Rodrigo Soto y Jorge Ramírez  se centran en personajes derrotados que deambulan en un mundo hostil y violento. En el libro de cuentos La cigarra autista, de Linda Berrón abundan también los seres marginados, solitarios y con dificultad para integrarse a una sociedad que los rechaza por diferentes. Otra línea muy importante de la novelística costarricense, ha sido la novela histórica  escrita por narradores contemporáneos como Alfonso Chase, Tatiana Lobo, Daniel Gallegos, Marjorie Ross y muchos más que me sería demasiado extenso citar aquí. Ensayos, teatro y poesía

 El país destaca asimismo por tener importantes dramaturgos, traducidos en otros idiomas, que han obtenido premios en el exterior y presentado sus obras en países como España, México y Argentina. Entre ellos, los dramaturgos Daniel Gallegos, Ana Istarú y Claudia Barrionuevo... En 1890 se publicó la primera Antología de poesía de Costa Rica. Ha partir de entonces los poetas han ido desde el modernismo hasta la experimentación vanguardista, pasando por las utopías, el desencanto, la poesía intimista y los paisajes familiares. Muchos de ellos han realizado recitales en el exterior. Algunos han obtenido premios importantes en España y otros países. Gracia a la publicación del libro Poesía Costarricense del siglo XX   editado por Carlos Cortés y publicado por Patiño /Unión Latina en 1997, podemos leer en francés poemas de grandes autores como Jorge Debravo, Eunice Odio, Jorge Charpantier, Ana Antillón, Ana Istarú, Alfonso Chase entre otros. Estos últimos años, la poesía de numerosos poetas jovenes ha sido notaria, autores como Luis Chaves, Mauricio Molina, Alejandra Castro, Guillermo Fernández et Osvaldo Sauma, entre otros, con nuevos puntos de vista experimentales y de avanguardia, recibieron multiples distincciones. 

Page 10: Literatura de costa rica

Para tener más informaciones, consulte la Biblioteca Nacional y la Biblioteca de la Embajada de Costa Rica en Francia que está a su disposición, y el sitio web:

BIBLIOTECA NACIONAL   MIGUEL OBREGÓN LIZANO   DE   COSTA   RICA    Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano.  E-mail: [email protected]. Tlf.: (506) 257-4814. Fax: (506) 223-5510  www.abinia.org/ costarica  -   www: zzsibdi.bldt.ucr.ac.cr

 

TERCER REPORTAJE

Literatura de Costa RicaLa literatura de Costa Rica tiene antecedentes en la colonia y marcada influencia europea.

Al ser Costa Rica un país joven, su literatura también lo es, y se puede iniciar su historia hacia finales del siglo

XIX. Además ha tenido poca influencia más allá de las fronteras y, con algunas excepciones, ha carecido de

estudios suficientes.

PeriodizaciónLa periodización de la literatura ha provocado confusión en algunos casos, debido a los criterios usados para definir

los periodos y los nombres que se han utilizado. Para este artículo se ha tratado de hacer coincidir los mismos

nombres dados por distintos estudiosos (entre ellos Carlos Francisco Monge, Rogelio Sotela, Carlos Rafael

Duverrán), esto con el fin de lograr armonía entre los criterios.

Actualmente, la periodización de la literatura costarricense que tiene mayor vigencia es la propuesta por el profesor

Álvaro Quesada Soto. Según este autor, desde las primeras publicaciones literarias hechas en Costa Rica a finales

del siglo XIX, hasta la actualidad, pueden reconocerse cinco periodos, a los cuales tradicionalmente se les conoce

con el nombre de generaciones', aunque, en el sentido estricto, dichas agrupaciones no constituyen una generación

en el sentido que en literatura se le ha dado a este término.

Debe tenerse en cuenta que los distintos movimientos literarios en el mundo hispano llegan a Costa Rica

tardíamente, para prolongarse aun cuando estos habían sido superados en el resto de América; también se traslapan

con las nuevas modas y es común que un mismo escritor participe en varios de ellos.

Así pues, los periodos de la literatura costarricense son los siguientes:

Page 11: Literatura de costa rica

1. La generación del Olimpo o Generación del 900 (1890-1920)Así se suele llamar por muchos estudiosos, al grupo de literatos de finales del siglo XIX y principios del XX. Dicho

periodo corresponde al periodo de apogeo liberal y oligárquico, que provocó cambios importantes en las estructuras

sociales y laborales.

A pesar de que esta narrativa coexiste durante el modernismo, escritores como Carlos Gagini y otros proponen una

narrativa de carácter, forma y contenido opuesto: con un fuerte carácter nacionalista (anti-imperialista), no busca

paisajes remotos, ni personajes de fábula y su contenido las convierte en las primeras obras de denuncia social,

contra la actitud moral y ética de los viejos valores del periodo oligarca y los nuevos valores importados por los

empresarios, especialmente estadounidenses, y el 'entreguismo' de los gobernantes locales, que comienzan a

sentirse en aquel entonces. Toda esta crítica no llega, sin embargo a tomar el cuerpo de oposición política.

Debe decirse que la literatura de esta época participa en el proceso de formación y consolidación de una conciencia

nacional.

Podemos señalar ejemplos claros como: "Las hijas del campo (1900)" y "El moto (1900)" de Joaquín García

Monge, novelas en las que se despelleja la vieja sociedad rural y oligárquica de gamonales; "El árbol enfermo" y

"La caída del águila" de Carlos Gagini, que advierte sobre el peligro de la influencia extranjera y vaticina su fin.

Manuel Argüello Mora

Manuel de Jesús Jiménez

Pío Víquez

Roberto Brenes Mesén

Aquileo Echeverría

Ricardo Fernández Guardia

Carlos Gagini

Manuel González Zeledón

Joaquín García Monge

2. La generación del Repertorio Americano o Vanguardia (1920-1940)

Page 12: Literatura de costa rica

Denominada de esta forma por encontrarse ligada a la revista Repertorio Americano de Joaquín García Monge.

Durante este período se da la crisis del régimen oligárquico liberal, por eso la literatura de esta época se

caracteriza por presentar nuevas formas discursivas, como el estilo grotesco, el humor feroz y corrosivo, la parodia

y la sátira.

También es durante este periodo, hacia los años '30 y '40, que una nueva generación de escritores, sobre todo

poetas, marcará nuevos rumbos para las letras. Tal es el caso de los poetas Isaac Felipe Azofeifa y Eunice Odio. En

general la crítica sobre las letras hispanoamericanas habían desconocido el hecho de que también en Costa Rica

hubo un movimiento de vanguardia, si bien de menor alcance que los de otras latitudes y de escasa influencia

internacional. Junto a los nombres de Azofeifa y Odio se encuentran también algunos nombres de importancia: Max

Jiménez, José Marín Cañas, Francisco Amighett, entre otros más. Coincide su producción literaria con el

vanguardismo en las artes visuales, llevado adelante por artistas como Francisco Zúñiga, el mismo Amighetti, Juan

Manuel Sánchez, Juan Rafael Chacón.

Joaquín García Monge

Omar Dengo

Carmen Lyra

Mario Sancho

Max Jiménez

José Marín Cañas

Francisco Amighetti

Isaac Felipe Azofeifa

Eunice Odio

3. La generación del 40 (1940-1960)Durante esta época, se implanta la socialdemocracia en Costa Rica. Se crea el capítulo de "Las Garantías Sociales"

por Manuel Mora Valverde. Es una época de cuestionamientos y renovaciones, de importantes reformas sociales y

de un nuevo concepto de Estado. Los principales temas que tratan las obras literarias de este tiempo son la

problemática social, la distribución de la tierra y la dependencia de las compañías transnacionales.

El realismo será la consigna de estos escritores. Entre ellos vale la pena mencionar a Joaquín Gutiérrez (Puerto

Limón, Muramonos Federico, Te acordás hermano), Carlos Luis Fallas (Mamita Yunai), León Pacheco (Los

pantanos del infierno), José Marín Cañas (El infierno verde).

José Basileo Acuña

Isaac Felipe Azofeifa

Page 13: Literatura de costa rica

Fabián Dobles

Carlos Luis Fallas

Joaquín Gutiérrez

Julián Marchena

Yolanda Oreamuno

José Marín Cañas

Carlos Luis Sáenz

Carlos Salazar Herrera

Moisés Vincenzi

4. La generación urbana (1960-1980)Durante este tiempo se concreta en Costa Rica un proceso de modernización e industrialización. En la literatura de

esta época aparece como temática predominante la ciudad.

EL Cículo de poetas turrialbeños, fue fundado por los poetas de la ciudad de Turrialba Jorge Debravo, Marco

Aguilar y Laureano Albán, a inicios de los años 60. Luego cambiaron su nombre aCírculo de poetas

costarricenses. Este grupo de poetas publicó el poco célebre, Manifiesto trascendentalista (1977), firmado por

Laureano Albán, Julieta Dobles, Carlos Francisco Monge y Ronald Bonilla. Sobre este mismo tema, Carlos

Francisco Monge escribió el ensayo "Un manifiesto veinte años después"(1997), incluido en su libro La rama de

fresno (1999). Dicho manifiesto propone un alejamiento de la poesía social, que tanto caracteriza a Jorge Debravo;

a cambio de una forma más ligera, abstracta y plena de metáforas; además se atreve a proponer el papel que debe

seguir el poeta. La puesta en práctica del método trascendentalista no ha logrado influir la literatura fuera del grupo

que la propuso, aun así este documento tiene el mérito de ser el primero de su tipo publicado en nuestro país. El

Círculo de poetas costarricenses sigue activo hasta la fecha.

B. En la década de los años 70, un grupo de novelistas criticaron el agotamiento del proyecto político llevado

adelante tras la fundación de la Segunda República que siguió al fin de la guerra civil de 1948. En algunos libros

este grupo de escritores es mentado como generación de los 70, e incluye a autores como:

Carmen Naranjo

Gerardo César Hurtado

Quince Duncan

Alfonso Chase

Alberto Cañas Escalante

Jorge Charpentier

Daniel Gallegos

Page 14: Literatura de costa rica

Virginia Grütter

Eunice Odio

Samuel Rovinski

José León Sánchez

Laureano Albán

Julieta Dobles

Jorge Debravo

Francisco Zúñiga Díaz

5. La generación del desencanto o Posmodernidad (1980-act.)A partir de los años ochenta, surge un nuevo periodo en la literatura costarricense. Durante esta época se produce

un alejamiento de las tendencias que han caracterizado la literatura de Costa Rica desde sus inicios, en particular, se

abandona el realismo, lo cual repercute en la aparición de nuevas formas de escritura. Esto ha provocado que la

literatura costarricense actual presente una pluralidad de estilos, tiempos y espacios. Sin embargo, como la temática

de las obras parece enmarcase dentro de un mismo contexto: el desencanto con el modelo de Estado promovido por

los políticos costarricenses. Además los cambios políticos en el orbe han provocado cambios en la temática de

fondo, por llamarlo así. En esta literatura predomina el ambiente urbano, pero ya no plantea soluciones políticas ni

sociales, como lo hiciera el realismo social durante la época de la Guerra Fría. Dentro de los principales textos y

temas encontramos el deseo de exteriorizar el mundo interior y hacer el mundo exterior. Vemos una preocupación

por las minorías. Los “parias” de la sociedad costarricense (burócratas arruinados, criminales, homosexuales y

prostitutas), se hacen dueños de la narrativa de autores importantes.

Entre los escritores nacidos antes de 1965 que han publicado obras después de 1990 se encuentran Jorge

Arturo, Tatiana Lobo, Adriano Corrales Arias, Anacristina Rossi, Francisco Rodríguez, Osvaldo

Sauma, Guillermo Fernández Álvarez, Rodrigo Soto, Carlos Cortés, Vernor Muñoz, Uriel Quesada, Ana

Istarú, Fernando Contreras Castro, José María Zonta, Hugo Rivas(fallecido), José Ricardo Chaves, Dorelia

Barahona y Alexánder Obando. Un narrador importante es Rodolfo Arias Formoso, que destaca con un estilo

superior e innovador y con temas centrados en los problemas, las expectativas de la clase media

costarricense.

Por otro lado, tenemos escritores nacidos después de 1965, y que han publicado con posterioridad a 1990.

Entre ellos se incluyen los siguientes poetas: Mauricio Molina Delgado, Luis Chaves, Melvyn Aguilar, Gustavo

Solórzano Alfaro, Alfredo Trejos, Joan Bernal, Mauricio Vargas Ortega, Alejandra Castro, Paula Piedra, Laura

Page 15: Literatura de costa rica

Fuentes, Camila Schumaher, David Cruz,Alejandro Cordero, Vivian Cruz, William Eduarte y Luis Chacón.

Dentro del grupo de narradores nacidos con posterioridad a 1965 se puede mencionar a: Heriberto

Rodríguez, Mauricio Ventanas, Catalina Murillo, Manuel Marín, Alí Víquez Jiménez, Marco Castro, Mario

León, Guillermo Barquero, Antonio Chamu, Jesús Vargas Garita, Gustavo Adolfo Chaves, Carlos

Alvarado,Albán Mora.

Historia

IniciosTal y como afirma el teórico literario Álvaro Quesada: "La formación de una literatura nacional en Costa Rica se

asemeja, en líneas generales, a la formación de otras literaturas nacionales en los países latinoamericanos y

particularmente los centroamericanos. Ese proceso forma parte de un esfuerzo más amplio, la construcción o

invención de la 'nación', como una 'comunidad imaginada' más que una realidad sustantiva: esfuerzo que a su vez,

responde a un proyecto de unificación y centralización del poder económico, político e ideológico, alrededor de un

grupo hegemónico criollo ligado a la exportación de productos agrícolas para el mercado internacional." (Uno y los

otros, San José: EUCR, 1998: 17.) Según esto, entonces, la conformación de la literatura costarricense fue similar a

la del resto de América Latina, especialmente la de Centroamérica. Y si bien ya desde el siglo XIX hay ejemplos de

autores que aún hoy gozan de reconocimiento, específicamente aquellos pertenecientes a la "Lira costarricense"

(recopilada por Máxximo Fernández entre 1890-1891), como Aquileo J. Echeverría o Lisímaco Chavarría; o los de

la "generación del Olimpo", como Carlos Gagini y Ricardo Fernández Guardia, no es sino hasta el siglo XX que se

puede hablar de una literatura más coherente y consolidada.

Durante el periodo colonial es poco lo que puede recopilarse de la literatura en aquel tiempo, la mayoría de los

textos no pasan de un mero carácter epistolar y prosa administrativa. En este colonial, por decreto de Felipe II se le

prohibió a los habitantes de las Indias Occidentales escribir sobre cualquier materia relacionada con la vida en la

colonia. Más tarde Carlos V, en 1543 censuró la lectura de "libros de romances, que traten de materias profanas

fabulosas, e historias fingidas, porque se siguen muchos inconvenientes"

Siglo XIX

Actividad intelectualLas primeras apariciones serias de actividad literaria aparecen en 1813 cuando se funda la Casa de Enseñanza Santo

Tomás, cuyo primer rector, el nicaragüense, José Francisco Osejo, crea el primer periódico manuscrito en 1824.

También en este periodo aparecen los primeros textos de enseñanza escritos en el país.

Page 16: Literatura de costa rica

En 1830, varios años después de la independencia, llega la primera imprenta y aparecen los periódicos: El

Noticioso Universal y La Tertulia. Con la actividad universitaria en 1844, se incrementó la importación de libros y

15 años después San José contaba con dos librerías.

Se publican las obras de ficción de Manuel Argüello Mora (1834-1902), precursor de la narrativa costarricense.

Escribió varias novelas: Un hombre honrado, Un drama en el presidio de San Lucas, Las dos gemelas del Mojón

(1860) y El amor a un leproso (1900). En estas novelas intentó aprovechar la realidad histórica.

La polémicaA finales del siglo XIX es posible encontrar, aunque escasa, literatura costumbrista, anécdotas pintorescas, crónicas

y poemas sentimentalistas de tendencia romántica. Algunos poemas fueron recopilados en el libro la "Lira

costarricense" (1890-1891) compilada por Máximo Fernández.

En 1894, se desarrolla en Costa Rica una polémica sobre la identidad de la literatura costarricense, conocida como

"la polémica sobre el nacionalismo en literatura". Ricardo Fernández Guardia consideraba que los temas de los

escritores ticos bien podían estar inspirados en la tradición extranjera, básicamente europea; mientras que Carlos

Gagini consideraba que la literatura "tica" debía enfocar asuntos propios de los costarricenses.

El costumbrismoEste movimiento estará vigente en este país desde mediados del siglo XIX y se prolongará hasta varias décadas del

XX. Inicialmente los escritores de aquella época, harán una narrativa descriptiva y focosa sobre sus vecinos y la

vida agrícola; esto debido a que la región central donde está ubicada la capital, no es un centro urbano e industrial,

sino una serie de pequeños barrios rodeados de solares y plantaciones de café. Luego el costumbrismo mostrará más

madurez con obras como "La propia" de Manuel González Zeledón (Magón) y "El moto" de Joaquín García

Monge. Esta última logra amalgamar el realismo con el costumbrismo, la elegancia del lenguaje literario con el

lenguaje local de los campesinos.

Siglo XXA principios del pasado siglo la literatura costarricense tendrá un nuevo y fuerte empuje del modernismo, que

convivirá con el viejo costumbrismo y realismo. Terminado ese periodo, continuará influenciada por la literatura

europea y suramericana (Chile y Argentina).

El modernismoLa literatura de inicios de siglo marcará una nueva etapa en la producción costarricense. En este momento, la

influencia modernista no fue muy fuerte a pesar de la estadía de Rubén Darío en el país, donde trabajó, escribió

Page 17: Literatura de costa rica

poemas destacados y publicó artículos en la prensa local. El modernismo no fue tan determinante como en otros

países latinoamericanos; en todo caso, llegó con atraso especialmente en la poesía. El modernismo se percibe

mezclado con temas nacionalistas tanto en escritores que estaban en favor del modernismo (Fernández Guardia)

como en los que estaban en contra (Gagini y Magón por ejemplo). Es posible notar un giro en el discurso de la

literatura modernista de Costa Rica a partir de los años '20, cuando los nuevos escritores dejan de lado la

idealización de un mundo europeaizado, que predicó la generación anterior y se centran en una realidada más

inmediata e interiorista. Así inicia el "post modernismo" o "modernismo tardío". Esto da como resultado que cada

vez sea más difícil encontrar ambientes y personajes la mitología grecoromana, germánica, etc., que anteriormente

fueron tan comunes. Los nuevos modernistas (post modernistas) continuaron usando el consabido estilo preciosista,

esta vez con otro contenido. Sobresalen en este periodo poetas como Roberto Brenes Mesén, Rogelio

Sotela,Lisímaco Chavarría, Rafael Cardona, Rafael Estrada, Carlos Luis Sáenz y Julián Marchena. Este último uno

de los más recordados a pesar de haber escrito un único libro, llamado "Alas en fuga", publicado en 1941 y

reeditado en 1965, cuando el modernismo había perdido vigencia en el resto de países hispanos.

Autores destacadosEn la literatura costarricense destacan entre otros,

Roberto Brenes Mesén , con sus poemas de En el silencio

Carmen Lyra , escritora de Cuentos de mi Tía Panchita, En una silla de ruedas

Carlos Luis Fallas Sibaja , con novelas como Mamita Yunai y Marcos Ramírez

Fabián Dobles , con la novela El sitio de las abras

Joaquín Gutiérrez , con novelas como Puerto Limón, Muramonos, Federico y Te acordás, hermano

Yolanda Oreamuno con su novela La ruta de su evasión

Carlos Salazar Herrera , con Cuentos de angustias y paisajes

Eunice Odio , con su poemario Tránsito de fuego

Isaac Felipe Azofeifa , con Cima del gozo

Julián Marchena con su poemario único Alas en fuga

José León Sánchez , con varias novelas, entre ellas La isla de los hombres solos

Jorge Debravo con poemarios como Nosotros los hombres

y Laureano Albán con textos como Herencia del otoño.

De los autores cuyas obras empiezan a aparecer entre los setentas y los ochentas, destacan algunos como:

Rodrigo Quirós (1944-1997)

Anacristina Rossi