Llega la navidad

Llega la navidad repleta de silencios que cada vez más ocultan hechos estremecedores en no

pocas familias cercanas, que esperan que un día les llegue su momento y puedan comer, sin

necesidad de tener que rebuscar en los malditos contenedores, cada vez más vacios.

Vendrá el discurso de su Majestad el Rey llamando al pueblo a seguir haciendo sacrificios. A que

tengamos fe en quienes trabajan para salvarnos de la crisis: en el gobierno, en los banqueros,

en la corona, en los empresarios, etc.

Pondrá un rostro de cándido, “de como si no hubiera roto nunca un plato”. Todo para hacerse

de creer por el pueblo y para que la plebe se olvide de sus cacerías y las juegas que se mete.

Que la plebe se olvide de que él es especialmente atendido en clínicas, cada vez más

inaccesibles para ellas.

Es por ello que he decidido enviarle esta carta:

Carta a su Majestad el Rey, Juan Carlos primero, rey de España.

Mire Ud. su Majestad, con todos los respetos, le voy a decir en su cara, que ya no le creo… que

cada año nos dice lo mismo… y cada año vamos a peor.

Su majestad, Ud. no tiene derecho, por mucho rey que sea, a menospreciar nuestra inteligencia

haciéndonos creer que es el representante legitimo de nuestro pueblo. Pues que sepa de una

vez, que no lo es. Nosotros no le hemos votado.

Tiene una sola posibilidad para salir bien parado de esta situación, si es que quiere demostrar al

pueblo que algo pinta en todo este meollo:

PRIMERO-. Eliminar los recortes acordados por sus gobiernos y devolver las viviendas

desahuciadas.

SEGUNDO-. Hacer que estos golfos devuelvan toda la pasta que se han llevado a los paraísos

fiscales.

TERCERO-. Hacer que se devuelva todo el dinero público que entregado a los bancos.

CUARTO-. Eliminar las injustas reformas laborales aprobadas por el gobierno de Rajoy y de

Zapatero.

Además de todo ello, su Majestad deberá abandonar su reinado y favorecer la llegada de la III

República. De esta manera los españoles seremos más felices y tendremos el gran recuerdo de

un Rey que fue justo en los últimos años de su vida.

Feliz Navidad y que lo pase bien con sus seres más queridos, nosotros mientras tanto,

seguiremos solidarizándonos los unos a los otros, para ir trampeando la difícil situación que

tenemos en nuestras familias.

Espero respuesta, gracias.