¿QUE ES UN BARRIO?

FORO “EL LUGAR DE LOS BARRIOS EN LA NUEVA ORGANIZACION TERRITORIAL SEGÚN LA CONSTITUCION DEL 2008”,

FUNDACION EL UNIVERSO

12 DE FEBRERO 2008

Gaitán Villavicencio.

I.- ANTECEDENTES

En el art. 248 de la C.P 2008 se señala que “Se reconocen las comunidades, comunas, recintos, barrios y parroquias urbanas. La ley regulará su existencia con la finalidad de que sean consideradas como unidades básicas de participación en los gobiernos autónomos descentralizados y en el sistema nacional de planificación”.

Vale señalar, que por primera vez hay un reconocimiento constitucional de estas dos unidades territoriales del nivel cantonal.

Y como señala la CONBADE, en una resolución de su penúltimo Congreso Ordinario, “como inicio de un proceso de fortalecimiento de la identidad y organización popular, e impulsar un proceso nacional en dicho sentido”.

A partir de lo reseñado, se debe proponer por parte de las organizaciones poblacionales del Ecuador al Estado Nacional un reconocimiento legal y reglamentario de estas instancias territoriales reales y efectivas, de acuerdo a la nueva C.P del 2008.

Al respecto, proponemos algunos criterios que apoyen el debate ciudadano a nivel nacional entre los diferentes actores de la ciudad para la formulación y promulgación de los proyectos de ley.

Algunos Referentes Investigativos

Originalmente, los estudios sobre las comunidades, donde se incluyen a los barrios, fueron desarrollados por la antropología y la etnología.

Posteriormente, es asumido por la historiografía y por al análisis social, se destacan el aporte de Federico Engels como del estadístico Ketelet y sus célebres monografías.

Pero va a ser la sociología alemana a través de los trabajos de Max Weber cuando introduce el debate entre comunidad y comunión, en lo relacionado a la integración y cohesión social, cuando adquiere partida de nacimiento las investigaciones sobre las pequeñas unidades vecinales.

Posteriormente, estos aportes son retomados y reprocesados por la escuela estructural - funcionalista norteamericana. Cuyos avances sirven hasta la actualidad.

En esta perspectiva, en los estudios de la micro-sociología se deben destacar los análisis basados en los principios de vecindad e identidad, lo que nos lleva al referente de integración y participación en un grupo asentado en un territorio definido.

En base de estos elementos veremos qué es un barrio en general desde el enfoque sociológico y cultural y su aplicación en el proceso histórico de urbanización de una ciudad como Guayaquil.

EL BARRIO

Por definición, el barrio es un área de suelo urbano que se caracteriza por tener un denominador común, o varios elementos referenciales interrelacionados, que puede ser: arquitectónico, toponímico, social, simbólico o cultural. Su origen puede ser debido a una decisión administrativa, a una iniciativa urbanística, o simplemente a un sentido común de pertenencia de sus habitantes basado en la proximidad, o también por actividades económicas u ocupacionales.

Es el barrio el lugar donde se desarrolla la vida cotidiana de una gran parte de la población, es donde la política urbana debe actuar favoreciendo la cohesión social y la integración social.

La valoración del barrio como espacio público y de uso colectivo, sus fiestas y tradiciones, su vida asociativa es fundamental para la revalorización de la vida urbana, ya que es en los barrios donde se expresan los proyectos y demandas urbanísticas, los conflictos de valores e intereses como la lucha por la convivencia en la ciudad.

Así, para Wiesenfield “las zonas de barrios”: Es un sector o área geográfica segregado de los servicios

urbanos, en el que un grupo de familias, cuyos ingresos son insuficientes para acceder al mercado inmobiliario formal, se apropian de un terreno en el que se realizan actividades constructivas, y desarrollan procesos psicosociales, producto de las actividades e interacciones de los pobladores entre sí y con el entorno circundante, que conducen a transformaciones personales, sociales y ambientales. El barrio incluye, entonces, las personas, las viviendas, los servicios, los espacios comunes, las experiencias y relaciones de los pobladores entre sí y con otros agentes (proveedores: sector comercial; y reguladores: sector gubernamental) y las relaciones del sector con otros sectores de la ciudad (1997, 68).

Planteamos intencionalmente esta definición para destacar sus aspectos contradictorios, los barrios como tales no existen solamente en las áreas de ocupación o de pobreza, sino que también existen para las clases medias y adineradas.

Lo que cambian entre las primeras y las otras son los referentes clasistas, de segregación socio-residencial y los imaginarios sociales.

La Evolución de los Barrios en la Historia Urbana de Guayaquil Las ciudades en América Latina y en Ecuador

reprodujeron los contenidos espaciales, políticos y socio-culturales de las ciudades Ibérica, principalmente del Sur de España.

Los barrios del período colonial perduraron hasta fines del siglo XIX y se conformaron siguiendo la localización de las iglesias, actividades económicas y ocupacionales y culturales-vernáculas, casos de los barrios de la Ciudad Vieja y del Astillero

En la primera mitad del siglo XX influyen en su constitución la diversificación de las funciones urbanas de la ciudad, el aparecimiento de los nuevos servicios públicos como de las edificaciones. En esta ciudad pequeña van asumir un rol muy importante en los barrios los grupos juveniles, principalmente influenciados por las nuevas actividades deportivas y de esparcimiento. Los casos más emblemáticos son los del Barrio del Astillero y la conformación del Club Barcelona y de la localización de la Empresa Eléctrica, en la calle de la Industria, y la Fundación del Club Emelec.

En la segunda mitad del siglo XX van a influir en la conformación de los barrios y los nombres de las calles: el desarrollo de las organizaciones barriales impulsadas por los nuevos liderazgos políticos, como el de Asiclo Garay o Guevara Moreno con la CFP, que basados en mecanismos clientelares buscaba satisfacer la demanda social urbana de los inmigrantes. Gran papel de las ocupaciones de tierras urbanas periféricas y el rol de las galladas.

La última etapa, desde 1980 cuando en la Ley de Régimen Municipal vigente en ese momento quitó el reconocimiento legal de la Junta Parroquial Urbana y, por ende, al barrio, como elementos asesores de la Municipalidad hasta la actualidad.

En estas tres décadas se han producido profundas mutaciones en la conformación de los barrios y en sus contenidos, como lo señala acertadamente Caroline Moser. Intervienen las crisis económicas nacionales de 1.982 y 1.999 con sus secuelas de empobrecimiento, emigración internacional, protagonismo de las sectas evangélicas, cambios en los núcleos familiares y permanente crisis en la administración Municipal (Hasta 1.992)

EL GRAN RETOEL GRAN RETO

La construcción de una Sociedad Local con igualdad de oportunidades para todos, en lo económico, social, político, cultural, ambiental y territorial, en lo relacionado a las parroquias urbanas y los barrios para una cohesión social y convivencia citadina.

La planificación urbana y el barrio

Es reconocido el rezago de esta disciplina en el tratamiento de las zonas de barrios, particularmente de los suburbanos. Es relativamente reciente su reconocimiento oficial como un tipo de asentamiento que requiere una política específica, tal como lo reconocen varios estudios y prácticas institucionales.

Luego de muchos años disfrazando u ocultando la existencia de zonas de suburbios en los planes reguladores de las ciudades, la Ley reconoció no sólo su existencia, sino la necesidad de asignar recursos y desarrollar planes especiales de inversión para su incorporación a la estructura urbana formal de las ciudades.

En el caso de las zonas de barrios es necesario un compromiso colectivo de apoyo a los lineamientos de política que giren alrededor de un conjunto de ideas básicas claras. Como sostiene Cilento Sarli:“… el desalojo compulsivo de los barrios está siendo sustituido por programas de habilitación y de aseguramiento de la tenencia de la tierra para lo cual se requiere de un enfoque integral y de carácter estructural en los programas de habilitación que garantice, de manera definitiva o permanente, la plena integración de los barrios pobres a las redes y tramas de la ciudad”.

El problema del déficit habitacional no se resuelve sólo con acciones como las que involucra la habilitación física de zonas de barrios, o sólo urbanizando tierras, o construyendo nuevas viviendas populares.

Se logra a través de una combinación de las mismas, es decir, de todos las demás medidas que contemplan la ley y los diferentes programas del Estado, como los financieros, de innovación y desarrollo y de gestión, entre otros.

Para llevar a cabo el proceso de habilitación física en zonas de barrios además de los recursos y de la experticia técnica, se incorporó al proyecto de mejoramiento integral concebido a la propia comunidad, ya que lo más importante es la transformación de los residentes en sujetos activos de su propio desarrollo social.

Es un proceso donde se conjuga el brazo técnico, el social, la comunidad y lo más importante: se hacen llegar los recursos al ente ejecutor o la comunidad organizada previa evaluación de los proyectos presentados.

Construcción de una Ciudadanía BarrialALGUNAS APROXIMACIONES CONCEPTUALES:

La ciudadanía es el derecho a tener una familia, una casa, pertenecer a una sociedad y vivir dentro de normas. Poder expresar ideas y aprender a opinar

La ciudadanía se construye siempre en grupos, nunca solos

Es pertenecer a una comunidad y vivir en ella.

Se relaciona con los derechos y obligaciones, como el de la educación y el estudio, el derecho a trabajar y la obligación de ser responsables y respetuosos de leyes y normas.

PARTICIPACIÓN/ RESPONSABILIDAD:

La participación es la forma de construir ciudadanía

La participación ciudadana es un proceso mediante el cual el ciudadano, individual o colectivamente, se integra en virtud de su capacidad de intervención en la toma de decisiones, fiscalización, control y ejecución de las acciones públicas, en los asuntos políticos que lo afectan, ya sea del orden económico, social, cultural o ambiental.

La ciudadanía debe empezar, y cultivarse, desde el barrio; participando en las diferentes actividades que se impulsen colectivamente. Ya que esto fortalece las redes y el capital social y coadyuva a una adecuada convivencia e integración en la ciudad y en el Estado Nacional.