Los Calendarios Mesoamericanos

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Rafael-Villasenor - Tesis- Villaseñor Montiel Rafael

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  • UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONMA DE MXICO

    FACULTAD DE FILOSOFA Y LETRAS INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOLGICAS

    POSGRADO EN ESTUDIOS MESOAMERICANOS

    LOS CALENDARIOS MESOAMERICANOS ANALIZADOS DESDE UNA PERSPECTIVA INTERDISCIPLINARIA

    T E S I S Q U E P A R A O P T A R P O R E L G R A D O D E MAESTRO EN ESTUDIOS MESOAMERICANOS

    P R E S E N T A RAFAEL EDUARDO VILLASEOR MONTIEL

    D I R E C T O R A D E T E S I S: DRA. JOHANNA BRODA

    MXICO 2007

  • Agradecimientos Iniciar un nuevo proyecto en la vida no es cosa fcil, sobre todo cuando ya se ha andado la

    mitad del camino y si ese nuevo proyecto significa dar un giro significativo a la direccin

    por la que se ha transitado. Pero cuando se cuenta con el apoyo y la gua de aquellos que le

    anteceden a uno, el camino resulta menos agreste, pues ellos lo han allanado con su paso,

    haciendo que ste sea fcilmente transitable. Esa es la labor de nuestros maestros, a los que

    agradezco por su paciencia y dedicacin, y que con sabidura me han tomado de la mano

    para conducirme por senderos antes desconocidos para m.

    Quiero aqu expresar mi profunda gratitud, en primer lugar, a Johanna Broda por la

    gua, apoyo y direccin que me ha brindado en el transcurso de esta investigacin y hasta

    llegar al momento presente en el que concluyo esta tesis. Le agradezco, pues siendo yo un

    perfecto desconocido y sin ningn antecedente acadmico en el tema, me recibi

    amablemente en su cubculo del Instituto de Investigaciones Histricas. En esa primera

    ocasin me ha de haber brindado por lo menos unas dos o tres horas de su tiempo para

    escuchar el proyecto de maestra que estara presentando para mi ingreso al programa del

    posgrado en Estudios Mesoamericanos. Esto pudiera parecer irrelevante, pero cuando

    posteriormente me enter que estaba, en esos momentos, dirigiendo unas treinta tesis de

    posgrado, adems de conducir su taller en la ENAH y sus actividades propias de

    investigacin que le impone su posicin en la UNAM, cada minuto es importante, y

    dedicarme todo ese tiempo no slo me caus asombro sino una profunda admiracin por

    ella. Pero eso fue slo el principio, pues a partir de all, y por supuesto, de muchas lecturas

    que me dej de tarea, en cada ocasin que nos reunamos para revisar mis avances, yo era

    su centro de atencin y su tiempo estaba ah para m, sin medirlo y sin contar las horas que

    me dedic en todas esas reuniones.

    A lo largo de estos aos de trabajo en la maestra, siempre supo llevarme, aun por

    senderos que, de acuerdo con mi limitado conocimiento, en un principio cre que no

    aportaran mucho a mi proyecto, pero sorpresa! Las horas en su taller y en los

    seminarios a los que invita a sus alumnos a asistir, resultaron ser de suma importancia para

    mi investigacin, pues me dieron una perspectiva y conocimiento que de otra manera no

    habra obtenido. De igual manera, por momentos me llegu a sentir abrumado con la

    cantidad de lecturas que me impona, pero todas ellas, adems de interesantes,

  • contribuyeron de distintas maneras a este trabajo. Podra citar muchos otros ejemplos que

    por espacio omito, pues con este breve relato basta para destacar la calidad, no slo como

    maestra, investigadora, tutora, sino como persona. Por todo ello gracias Johanna!

    Otra persona que tambin marc de manera significativa este trabajo, y ahora mi vida,

    fue Maricela Ayala, quien de manera semejante, con paciencia, dedicacin y sabidura supo

    guiarme en el transcurso de esta investigacin. Si bien, oficialmente no fungi como

    directora de esta tesis, en lo personal para m s contribuy de manera significativa en sta.

    Una pltica por aqu, otra ms por all, y un comentario por acull, adems de la

    informacin en su curso de Epigrafa maya y de los comentarios y recomendaciones en el

    Seminario que dirige, fueron moldeando este trabajo. La seriedad de su trabajo y su

    profesionalismo destacan, amn de las aportaciones que ha realizado en el campo de la

    epigrafa maya, todo lo cual difunde entre sus alumnos y colaboradores. Y ni qu decir de

    su amistad, pues de igual manera se brinda a sus alumnos y amigos. La entrega es su

    caracterstica y sta se hizo patente en la revisin de esta tesis, lo que ya haba

    experimentado en las revisiones de otros trabajos. Su revisin de esta tesis, muy puntual y

    certera, me oblig a hacer trabajo adicional, valioso pues me llev a profundizar en mis

    opiniones y me ayud a tener muy claras las ideas que aqu quiero transmitir. Por todo

    esto, gracias Maricela!

    Dar agradecimientos puede resultar ms difcil que la propia redaccin de la tesis,

    pues se corre el riesgo de omitir, por error, el nombre de alguien a quien realmente uno s

    quisiera incluir. Por cuestiones de espacio no me es posible describir aqu las aportaciones

    y las razones que tengo para agradecer a todos y cada uno de aquellos que me brindaron su

    apoyo y que gracias a ellos esta tesis es lo que es. A pesar de ese riesgo, quiero expresar mi

    agradecimiento a mis maestros, algunos por tan slo un semestre y otros por ms, entre

    ellos puedo nombrar a Alfredo Lpez Austin, quien adems me recomendara platicar con

    Johanna Broda para que me guiara en mi investigacin. Tambin agradezco a Martha Ilia

    Njera, quien, entre muchas otras cosas, en alguna ocasin me dijo que debera utilizar mis

    conocimientos y experiencia como ingeniero para aportar a los estudios mesoamericanos;

    recomendacin que en ese momento no comprend a cabalidad cmo hacerlo, pero que

    ahora, al paso del tiempo me queda ms claro, y por supuesto, tengo presente. Gracias

    tambin a Michel Oudijk, quien no slo hace amena su ctedra y con quien es un placer

  • intercambiar puntos de vista, aun cuando las opiniones sean encontradas, pues en todos los

    casos, lo invita a uno a reflexionar en lo que uno hace y cmo lo hace. Gracias Michel,

    siempre tendr presente tu recomendacin de no hacer enojar a mis lectores.

    Y tratndose de mis lectores, no quiero dejar pasar la ocasin de agradecer a los otros

    lectores de la tesis y sinodales de esta maestra, Arturo Ponce de Len y Susana Ramrez, a

    quienes agradezco por sus atinadas observaciones, comentarios y recomendaciones que

    hicieron y que contribuyeron a mejorar la calidad de este trabajo. Aprecio el tiempo y la

    dedicacin que le dedicaron a mi favor, pues implic la distraccin de sus actividades

    normales y por tanto un esfuerzo extra a sus muchas otras ocupaciones y responsabilidades.

    Finalmente quiero expresar mi gratitud a otros maestros, que de una u otra manera me

    han ido formando en las ciencias sociales, como la maestra Carmen Luna, con quien llevara

    la clase de Historiografa de Mxico (sensacional!), durante los prerrequisitos necesarios

    para ingresar a este posgrado. A Ann Cyphers, por haber tomado el relevo en el curso de

    Arqueologa de Mesoamrica al fallecimiento de otro queridsimo maestro Jaime Litvak a

    quien llegu a apreciar en el corto espacio de tiempo que curs con l esa materia.

    Estos agradecimientos se quedaran cortos si no incluyera a todos mis compaeros

    con los que he cursado esta maestra. Tanto en el Taller de la ENAH, como en los cursos y

    seminarios en la UNAM, sus observaciones a mis trabajos y presentaciones, siempre han

    sido de utilidad. Tambin los comentarios de sus propias presentaciones y exposiciones

    han sido un factor importante en mi desarrollo y en el trabajo realizado en esta

    investigacin.

    Gracias Rafael E. Villaseor M. Diciembre 2007

  • El templo de la Ciencia es una multiforme construccin. Los hombres y las fuerzas espirituales que lo frecuentan son muy diversos. Unos tienen la sensacin gozosa de ejercitar su fuerza intelectual; la Ciencia es para ellos slo el deporte ms apto para saciar sus energas vitales y satisfacer su ambicin. Otros entran all dispuestos a ofrendar su materia gris al servicio de metas utilitarias []. Qu los condujo al Templo? La respuesta no es fcil, ni puede ser la misma para todos. Discurso de Albert Einstein en el 60 cumpleaos de Max Planck (Einstein 2002, p. 129).

  • ndice

    NDICE Introduccin..................................................................................................................... 1

    1. Antecedentes.................................................................................................................... 8 1.1. La interdisciplinaridad......................................................................................... 9

    Historia y etnohistoria................................................................................. 11 Arqueologa ................................................................................................. 11 Epigrafa...................................................................................................... 12 Arqueoastronoma ....................................................................................... 12 Arquitectura................................................................................................. 12 Geografa..................................................................................................... 13

    1.2. Mesoamrica la razn de diferentes calendarios ............................................... 14 1.2.1. Marco histrico............................................................................................ 17

    1.3. Breve historia de las investigaciones sobre la calendrica ................................ 21 1.3.1. Las primeras investigaciones....................................................................... 23

    Gemelli ........................................................................................................ 26 Boturini........................................................................................................ 26 Veytia ........................................................................................................... 27 Clavijero ...................................................................................................... 28 Len y Gama................................................................................................ 28 Orozco y Berra ............................................................................................ 30

    1.3.2. Las investigaciones recientes....................................................................... 31 1.4. Las regiones de los calendarios ......................................................................... 34

    1.4.1. Listado de calendarios en referencias bibliogrficas................................... 35 1.4.2. Los calendarios por regiones ....................................................................... 36 1.4.3. Lista de das y veintenas.............................................................................. 38

    2. La Cuenta de los Das.................................................................................................... 42 2.1. Estructura de la cuenta de los das..................................................................... 43

    2.1.1. Descripcin de los signos de los das .......................................................... 43 2.1.2. Asociaciones de los das .............................................................................. 47

    Comparacin de las asociaciones entre los das nahuas y mayas .............. 49 Reflexiones sobre la comparacin de los das nahuas y mayas .................. 53

    2.1.3. Las trecenas ................................................................................................. 54 Los patronos de las trecenas ....................................................................... 55 Las trecenas en los cdices pictogrficos ................................................... 56

    2.2. Seores y acompaantes.................................................................................... 57 2.2.1. Los Seores de los Das y voltiles que los acompaan ............................. 58

    Son los Oxlahn Tik mayas Seores de los Das?................................... 60 2.2.2. Los Seores de la Noche ............................................................................. 61

    Hay comparacin de los Seores de la Noche nahuas con los mayas? .... 62 2.3. Otras divisiones del tonalpohualli ..................................................................... 65

    2.3.1. Cuatro periodos de 65 das .......................................................................... 65 2.3.2. Cinco periodos de 52 das............................................................................ 67 2.3.3. Diez periodos de 26 das entre los mayas.................................................... 69

    3. El calendario de 365 das............................................................................................... 71 3.1. Las veintenas ..................................................................................................... 71 3.2. El inicio del ao................................................................................................. 74

  • ndice

    3.3. Correlaciones entre los calendarios ................................................................... 77 3.4. El bisiesto .......................................................................................................... 80 3.5. La cuenta de los aos......................................................................................... 83

    3.5.1. La construccin de los aos......................................................................... 90 3.6. Las fiestas de las veintenas.............................................................................. 100

    4. La Cuenta Larga y otras particularidades de los calendarios mayas ........................... 107 4.1. La Cuenta Larga .............................................................................................. 109

    4.1.1. Representacin de los periodos ................................................................. 111 4.1.2. La Cuenta Larga y su relacin con la Rueda de Calendario...................... 114

    Determinacin del tzolkin........................................................................ 115 Determinacin del haab ........................................................................... 116 Relaciones entre los das del haab y del tzolkin ..................................... 119

    4.1.3. Uso de los nmeros distancia .................................................................... 120 Nmeros distancia en monumentos ........................................................... 120 Nmeros distancia en cdices ................................................................... 121

    4.2. La serie suplementaria y serie lunar ................................................................ 123 4.2.1. Glifos G y F ............................................................................................... 123 4.2.2. La serie lunar ............................................................................................. 127

    Glifos E y D ............................................................................................... 127 Glifos C y A ............................................................................................... 129 Glifos X y B................................................................................................ 135

    4.3. La rueda de katunes ......................................................................................... 135 4.3.1. Cuentas de fin de periodo .......................................................................... 136 4.3.2. La cuenta corta .......................................................................................... 137 4.3.3. Katunes ajaw, versus ahaukatunes ............................................................ 139

    4.4. Correlacin con el calendario cristiano ........................................................... 143 4.4.1. Requerimientos para establecer la correlacin .......................................... 144 4.4.2. Correlaciones sobre bases astronmicas.................................................... 145

    Investigaciones astronmicas en inscripciones del Clsico maya............ 146 Investigaciones astronmicas en los cdices ............................................ 147

    5. Reflexiones sobre un anlisis comparativo ................................................................. 150 5.1. Origen y desarrollo ...................................................................................... 151

    5.1.1. El marco arqueolgico............................................................................... 152 5.1.2. Los registros calendricos ms antiguos ................................................... 153

    Los registros zapotecos ............................................................................. 155 Los registros olmecas ................................................................................ 160

    5.1.3. Manifestaciones tempranas de la estructura calendrica........................... 164 Arquitectura calendrica temprana en Oaxaca ........................................ 165 Arquitectura calendrica temprana en sitios del altiplano central .......... 166 Arquitectura calendrica temprana en rea maya.................................... 171

    5.1.4. Algunos puntos de reflexin...................................................................... 173 Evolucin posterior de los calendarios ..................................................... 175 La designacin de los cargadores de aos................................................ 175

    5.2. Sobre la cuenta de 260 das ............................................................................. 179 5.3. Observaciones sobre los distintos ciclos ......................................................... 182

  • ndice

    5.4. A manera de conclusin .................................................................................. 185 5.4.1. Problemas no resueltos .............................................................................. 185

    La sincrona con el ao trpico................................................................. 186 El inicio del ao y el da epnimo ............................................................. 187 Las correlaciones entre calendarios ......................................................... 187

    5.4.2. Perspectiva para futuras investigaciones ................................................... 189 5.5. Una reflexin final........................................................................................... 191 Figuras ......................................................................................................................... 193 Abreviaturas ................................................................................................................ 229 Bibliografa.................................................................................................................. 230

  • Introduccin

    Introduccin Si se intentase tener un conocimiento certero y profundo a la vez, de la calendrica

    mesoamericana, se hace necesario conocer los aspectos generales y particulares de los

    diversos calendarios que existieron en las distintas regiones de Mesoamrica. Se requiere

    integrar a dicho conocimiento sus caractersticas particulares y su estructura, las

    correlaciones que existieron entre las variantes de los calendarios prehispnicos, as como

    con el calendario cristiano, sus aplicaciones en las festividades autctonas, celebracin de

    rituales y ceremonias varias, sobre todo en lo relativo a las actividades agrcolas, pero

    tambin con relacin a otras actividades de su vida cotidiana. Tambin se necesita entender

    su relacin e identificacin con las varias deidades y cmo stas se corresponden con los

    fenmenos astronmicos y de la naturaleza, y el impacto que esto lleg a tener en la

    construccin misma y la ubicacin de sus centros ceremoniales y sus propias ciudades.

    Opino que llevar a cabo una tarea de tal magnitud, con amplitud y profundidad,

    requiere de un espacio mucho mayor del que pueda destinarse a una investigacin de

    Maestra. No obstante, tambin considero que es necesario realizar un estudio que permita

    tener un conocimiento general, no en el sentido de vaguedad, sino en el sentido de inclusin

    de la mayor cantidad de tpicos posibles, que sienten las bases para investigaciones

    puntuales sobre stos. Principalmente, que incluyan los conceptos de la calendrica que

    distinguieron a los diferentes pueblos que conformaron Mesoamrica, pues aun cuando se

    trata de una superrea cultural, se conforma de mltiples reas de grupos con caractersticas

    particulares de pensamiento y de diferencias en la conformacin de sus sociedades.

    Por esa razn, he decidido llevar a cabo este trabajo de investigacin, con una

    perspectiva interdisciplinaria, de tal manera que permita tener una visin general, haciendo

    anlisis comparativos entre los calendarios de distintos pueblos mesoamericanos. Estoy

    convencido que el estudio de este elemento cultural, no se puede abstraer del contexto de

    toda la superrea. Si bien es posible hacer una investigacin, por ejemplo, del calendario

    maya o del mexica; entenderlo plenamente implica necesariamente analizarlos en la

    perspectiva de un desarrollo multicultural que se llev a cabo durante largos periodos de

    tiempo, con influencias y aportaciones de distintas entidades culturales, algunas por

    consenso, otras por importacin y otras ms por imposicin. Asimismo, ciertas

    caractersticas del sistema calendrico pueden resultar extraas en el mbito de un grupo

    1

  • Introduccin

    cultural, que al analizarlas en torno a las influencias y contribuciones que otros hubiesen

    hecho, podrn comprenderse con mayor claridad.

    Es por ello que, el propsito de este trabajo es sentar las bases para futuras

    investigaciones puntuales. En ste se da una descripcin que ayuda a entender no slo la

    estructura calendrica general y comn en toda Mesoamrica, sino algunas particularidades

    que fueron caractersticas de ciertos pueblos. Tambin se hacen comparaciones entre esas

    particularidades, para tener una visin ms amplia de las influencias y del proceso de

    generacin y desarrollo de este sistema calendrico. Del mismo modo, se presentan

    algunas hiptesis de por qu y para qu este sistema pudo haberse diseado de la manera

    que finalmente conocemos, tan particular y exclusivo de esta regin.

    Existen diversos estudios sobre la calendrica mesoamericana, algunos que

    contemplan los de una sola cultura, como por ejemplo El antiguo calendario totonaco y

    sus probables vnculos con el de Teotihuacan (Stresser-Pan 2003), otros que consideran

    un tema particular como El bisiesto nhuatl (Castillo 1971), otros ms con un enfoque

    especfico, digamos historiogrfico como El calendario mexica y la cronografa (Tena

    1987). Tambin existen otros estudios ms incluyentes, en el sentido que abarcan

    informacin sobre varias culturas, quiz centrados en una en particular pero estableciendo

    comparaciones con otras, adems de incorporar los varios aspectos de la estructura

    calendrica, el desarrollo de las investigaciones, etctera. En esa calidad, existen trabajos

    como Los calendarios prehispnicos de Alfonso Caso (1967), The Mexican Calendar: as

    Compared to other Mesoamerican Systems de Johanna Broda (1969), o Sistemas

    calendricos mesoamericanos. El libro del ao solar de Munro Edmonson (1995).

    Adems, existe informacin de primera mano, como los manuscritos preparados

    por los cronistas de los siglos XVI y XVII, que describieron el sistema calendrico en la

    medida de sus posibilidades, con las limitaciones que la comprensin del pensamiento

    mesoamericano les impona a unos, o con la influencia europea que les gravaba a otros.

    Tambin existen documentos, stos s de primera mano, algunos en papel de amate, otros

    en piel de venado, otros ms labrados en piedras que dan cuenta de los registros

    calendricos que llevaron a cabo en su tiempo. Toca a los investigadores comprender la

    manera como se hicieron tales registros, descifrarlos, entenderlos y explicarlos, es por ello

    que stos han sido, por aos, las fuentes dnde abrevar para su estudio.

    2

  • Introduccin

    Entre los investigadores modernos y esas fuentes de primera mano, prehispnicas y

    coloniales, existi un nutrido grupo de estudiosos, que en el afn de entender, o de

    conservar el conocimiento de los antiguos pobladores, dieron inicio a los primeros estudios

    serios y sistematizados en torno al tema. No obstante, las limitaciones del conocimiento de

    estos pueblos, les impidi llegar a tener una comprensin certera de ste, aunque

    efectivamente se lograron avances sorprendentes. Por otro lado, esas limitaciones les

    llevaron a proponer algunas explicaciones, si bien plausibles, no dejaron de ser

    especulativas, y as surgieron explicaciones diversas, como por ejemplo, sobre la correccin

    del calendario para mantenerlo en sincrona con el ao trpico. Algunas de ellas, oscilaron

    entre la ausencia de correccin alguna, hasta la de una incorporacin de 25 das cada 104

    aos, pasando por el bisiesto cada cuatro o 13 das cada 52 aos (Gemelli 1976; Veytia

    1944; Clavijero 2003; Len y Gama 1978).

    Deducciones o propuestas de esta naturaleza, aunque estimables, algunas de ellas

    permitieron ms, tener una explicacin propia del fenmeno en trminos del conocimiento

    occidental, que de hecho explicar la realidad de ste. Debido a ello, opino que es

    importante buscar aquellos elementos que permitan dar las explicaciones pertinentes, de

    conformidad con el pensamiento prehispnico y no para ajustarse a ideas preconcebidas.

    Por esa razn, este trabajo se hace desde una perspectiva interdisciplinaria, por un lado,

    abarcando la mayor cantidad de elementos de la calendrica posibles, e incorporando un

    mtodo comparativo. De esta manera se ofrecen amplias posibilidades de solucin,

    analizadas desde las distintas disciplinas, lo que permitir acercarnos con mayor exactitud a

    las explicaciones de la verdad.

    En la primera parte de este trabajo he decidido dar consideracin a aquellas fuentes

    documentales a las que es posible acceder para recabar informacin que suministre un

    acercamiento al tema. En primera instancia, me aproximo a las investigaciones antiguas y

    recientes puesto que stas proporcionan el punto de partida sobre el cual construir nuevas

    hiptesis, a continuacin abordo el tema con un tratamiento temtico, en el que se describen

    las caractersticas principales de los diversos calendarios, para concluir con algunas

    reflexiones, resultado de anlisis comparativos de algunos puntos que juzgo conveniente

    tener presentes para investigaciones posteriores.

    3

  • Introduccin

    El trabajo se conforma de cinco captulos, iniciando con una serie de antecedentes que

    tienen como objetivo principal sentar las bases para los tratamientos que se dan en los

    siguientes captulos. Se inicia con una breve consideracin sobre la interdisciplinaridad y

    la manera en que sta se utiliza a lo largo de esta tesis. A continuacin se presenta un

    marco histrico que explica cmo el fenmeno cultural de Mesoamrica es la razn para la

    diversidad de calendarios que comprenden un mismo, o similar sistema calendrico.

    Posteriormente se presenta una breve historia de las investigaciones sobre la calendrica,

    partiendo de los primeros estudiosos que recabaron informacin al respecto, ya con cierta

    intencionalidad, desde el siglo XVII, hasta llegar a las investigaciones ms recientes, y

    cuales han sido sus aportaciones ms significativas. Para concluir con ese primer captulo,

    se da una breve descripcin de la calendrica mesoamericana, y cmo est presente en

    distintas regiones, cada una de las cuales le confiere caractersticas exclusivas, lo que

    propicia la necesidad de estudios comparativos sobre el tema.

    En la siguiente parte, que comprende los subsecuentes tres captulos, se proporciona

    informacin de las diversas estructuras que conforman este sistema calendrico. Esta

    porcin resulta ser un tanto cuanto ms historiogrfica, ya que en cada captulo se explican

    los tpicos considerados a partir de las fuentes del siglo XVI, de cdices prehispnicos y

    algunos ya de la poca colonial, y se analizan desde la perspectiva de lo que han dicho

    investigadores modernos, presentando en cada caso comparaciones pertinentes entre

    calendarios de distintas regiones, sobre todo mexicas y mayas. El captulo dos constituye la

    temtica de la cuenta de 260 das, su estructura, sus divisiones en ciclos de menor duracin

    y sus relaciones, sobre todo con las deidades mesoamericanas. El captulo tres hace lo

    correspondiente al calendario solar de 365 das, en el que se da tratamiento a los ciclos de

    las veintenas, aquella que da inicio al ao, las correlaciones entre distintos calendarios, unas

    breves consideraciones sobre el tema del corrimiento con relacin al ao trpico y sus

    posibles mtodos de correccin, y la estructura en la conformacin de los aos, sus

    nombres y ciclos de mayor duracin. Este ltimo tema nos dirige a reparar en las fiestas de

    las veintenas, que caracterizaron a la cultura mexica, sobre todo en funcin de las

    actividades que estaban sujetas a los ciclos de la naturaleza. En el captulo cuatro se hace el

    tratamiento de la Cuenta Larga y otras particularidades de los calendarios mayas. Se

    describen y se hace un sucinto anlisis de la Serie Inicial, incluyendo las Series

    4

  • Introduccin

    Suplementaria y Lunar; por supuesto, se comprenden las relaciones de sta con el tzolkin y

    el haab. Tambin se da consideracin al desarrollo y evolucin del registro calendrico

    desde el Clsico hasta la Colonia, haciendo mencin de los cambios y las implicaciones de

    stos. Por ltimo se hace el tratamiento de la correlacin con el calendario cristiano, lo que

    forzosamente requiere de hacer anlisis desde el punto de vista astronmico.

    El ltimo captulo se ha dedicado a hacer un anlisis comparativo entre diversos

    calendarios, sobre todo el mexica y el maya, con referencias al calendario zapoteco y de

    datos sobre otras regiones. El objetivo en este captulo es presentar algunas reflexiones

    importantes, a partir de dichas comparaciones, principalmente tocante a tres puntos de la

    calendrica, su origen y desarrollo, el por qu de una cuenta de 260 das y algunas

    consideraciones finales sobre el calendario como elemento cultural. Los anlisis del

    sistema calendrico y las consecuentes reflexiones, se realizan desde las perspectivas

    arqueolgica, epigrfica, arqueoastronmica, geogrfica y arquitectnica, tamizadas con un

    enfoque antropolgico social y simblico. Esto se hace de tal manera que permita ofrecer

    explicaciones de ste fenmeno cultural, como elemento que rigi todos los aspectos de la

    vida, fuera religiosa-ceremonial, ritual, agrcola, poltica y social, o personal y familiar de

    los antiguos pobladores de Mesoamrica. El objeto de esto no slo es explicarnos cmo

    oper este sistema de registro y contabilizacin del tiempo, sino la manera en que sus

    usuarios lo utilizaron como un medio que les permiti explicarse a s mismos la naturaleza

    del cosmos y el universo en el que habitaban, estableciendo ntimas relaciones entre el

    tiempo y el espacio.

    En la parte final de este ltimo captulo, se presentan algunas consideraciones en

    torno a los problemas no resueltos del calendario. Este punto, as como cuestiones que

    surgieron a lo largo de la investigacin, me han permitido hacer una serie de propuestas

    para futuras investigaciones. El objetivo de esta tesis, como ya se apunt, es la de sentar las

    bases para investigaciones futuras, sobre temas puntuales de la calendrica mesoamericana,

    partiendo de una visin amplia pero detallada de aspectos de ste rasgo cultural. Es por esa

    razn que, despus de suministrar los datos duros del tema en los captulos previos, se

    concluye con dichas propuestas, que por supuesto incluyen la invitacin a investigar con

    mayor profundidad aquellos problemas an no resueltos.

    5

  • Introduccin

    En este trabajo de tesis, se ha realizado un esfuerzo por comparar sistemticamente el

    calendario maya con el mexica, en mayor grado a lo que haban hecho Caso (1967), Broda

    (1969) y Edmonson (1995). Para ello, en cada tema que se considera en las distintas

    secciones de cada captulo, se hacen algunas reflexiones pertinentes sobre los puntos

    concretos analizados. Para llevar a cabo tales comparaciones sistemticas, hago uso de los

    ms recientes avances en el conocimiento de la epigrafa maya, y en su caso de la escritura

    jeroglfica zapoteca. Estas comparaciones me han permitido identificar a manera de

    conclusin expuesta en la seccin 5.4, uno de los principales objetivos de esta

    investigacin, que es tener un panorama actualizado del estado de la cuestin en el estudio

    de los calendarios mesoamericanos, lo que nos ayuda a identificar puntos no resueltos de la

    calendrica como la sincrona con el ao trpico, el inicio del ao y el da que le otorga su

    nombre, y las correlaciones entre diferentes calendarios.

    De la misma manera, el proceso de este trabajo, me permiti determinar algunas

    posibles lneas para investigaciones futuras que resultan necesarias atender. Tal es el caso

    de estudios comparativos entre cdices prehispnicos y de la Colonia, estudios

    comparativos confrontando con datos etnogrficos de distintas regiones, profundizar en los

    estudios de la calendrica en otras regiones mesoamericanas no consideradas, as como la

    comparacin y vinculacin con Aridamrica y Oasisamrica. Otra posible lnea para

    investigacin futura es la identificacin del significado simblico de los signos de los das,

    al momento de su incorporacin como elemento del calendario, en el mbito de una

    Mesoamrica amplia y no de cada una de las reas que la conforman.

    Puesto que el calendario es un registro que resulta de la observacin sistemtica de los

    fenmenos de la naturaleza, en estrecha relacin con el movimiento de los astros, y que

    permite, por medio de dicho registro, predecir los acontecimientos que se sucedern, opino

    que el calendario solar deba cumplir con dicha funcin, aunque no de manera exclusiva.

    Es por ello que un tema adicional que resulta de particular inters para futuras

    investigaciones, es el relativo al trabajo arqueoastronmico y del conocimiento astronmico

    que se refleja en monumentos y centros ceremoniales, as como en los cdices, tanto del

    altiplano central como del rea maya. Como se explica en la seccin 5.1, durante la poca

    prehispnica se realizaron obras arquitectnicas que vincularon estrechamente el espacio

    con el tiempo. Los recientes estudios arqueoastronmicos dan cuenta de tales relaciones, y

    6

  • Introduccin

    por otra parte los conocimientos alcanzados, abren la posibilidad a otras vertientes de

    estudio, adems de los alineamientos de estructuras y posiciones del Sol en el horizonte.

    Tal sera el caso para otras lneas de investigacin, particularmente relacionadas con el

    cielo nocturno, como el estudio de la Luna y la posicin de los planetas, entre otras muchas

    posibilidades ms.

    7

  • Captulo 1 Antecedentes

    1. Antecedentes Se ha definido al calendario como un sistema de divisin del tiempo en das, semanas y

    meses a lo largo del ao y es utilizado como un medio que nos permite regir las actividades

    laborales y festivas, as como programarlas en un orden cronolgico sobre esta base. En

    estrecha relacin con ste, est el almanaque que se concibe como un cuadro, registro o

    catlogo impreso, que comprende dichas divisiones y puede contener indicaciones

    adicionales como las relativas a fenmenos astronmicos, meteorolgicos, o festividades

    civiles o religiosas, entre otras ms. En este sentido, los antiguos pobladores de

    Mesoamrica crearon una manera muy particular de hacer esta divisin y contabilizacin

    del tiempo, que de manera similar a los otros pueblos de la tierra1, basaron en la

    observacin del Sol, pero no slo ste, sino que se apoyaron en observaciones de otros

    astros, lo que dio como consecuencia un concepto del tiempo cclico.

    La estructura bsica que le dieron a su calendario incluye un ciclo de 365 das, al que

    dividieron en 18 periodos de veinte das, al final del cual agregaron cinco das

    complementarios; tambin formularon otra cuenta de das, conformada por veinte periodos

    de trece das, para crear un ciclo de 260 das que se repite ininterrumpidamente, y otro ms,

    inscrito en estos dos, de tan slo nueve das. Ahora bien, con estos dos ciclos base 260 y

    365 das generaron uno adicional de 52 aos de 365 das, y por otro lado tambin

    subdividieron esos ciclos en periodos de veintenas y trecenas, o los espacios de 260 das

    que fueron subdivididos en lapsos de 52 o 65 das; esto es, una cuarta parte o una quinta

    parte. Adicionalmente a todos estos ciclos, como fieles observadores de la naturaleza y en

    particular de los fenmenos astronmicos, incluyeron llevar la cuenta de las revoluciones

    sindicas de la Luna y planetas como Venus y Marte.

    En sus almanaques registraron estos lapsos de tiempo y en ciertos intervalos

    realizaron actividades fielmente calendarizadas como las fiestas de las veintenas, y otras

    ms a las que Sahagn (2000, T. I, Lib. II. Cap. XIX, pp. 170-175) denomina fiestas

    movibles. Una caracterstica ms de la calendrica mesoamericana es la estrecha relacin

    que existi entre estos periodos y las concepciones religiosas, las cuales los llevaron a

    considerar a algunas de sus deidades como patronas de ciertos periodos y de ah la

    1 Algunos utilizan calendarios solares, esto es, registros del paso del tiempo con base en el ciclo del Sol; otros los usan lunares, con base en una determinada cantidad de lunaciones, por lo general cercanas al ciclo solar.

    8

  • Captulo 1 Antecedentes

    influencia que stas ejercieron en la mntica de las actividades regidas calendricamente,

    as como de los periodos particulares o de la ocurrencia de sucesos que se valuaban de

    conformidad con el da en que surgan.

    Por lo anterior, a lo largo de este trabajo, considero para el estudio de la calendrica

    mesoamericana la inclusin de los varios elementos que constituyen su forma de

    contabilizar el tiempo. Estos van ms all de un simple registro del ciclo solar, el que

    ciertamente jug un papel preponderante pero no exclusivo, sino incluyente de los otros

    ciclos adicionales, todos los cuales conformaron una y diversas maneras de registrar y

    contar el tiempo. A su vez, estos registros del tiempo, se encuentran imbricados con su

    cosmovisin y por tanto no slo se utilizaron en cuestiones adivinatorias, o para imponer el

    nombre al recin nacido, o ms an, para controlar el inicio y fin de las actividades de

    subsistencia como las agrcolas, de cacera y pago de tributos. Debido a la importancia que

    implica esta estrecha interrelacin de los varios componentes de la cosmovisin

    mesoamericana, los elementos integrantes de los calendarios tambin fueron representados

    de diversas maneras por medio de cosmogramas, o de alguna otra forma, tanto en la

    plstica como en la arquitectura y la urbanstica, principalmente de sus centros

    ceremoniales. Estas son algunas de las razones por las que he decidido realizar un estudio

    del calendario desde una perspectiva interdisciplinaria.

    1.1. La interdisciplinaridad En primer lugar considero conveniente atender el uso del trmino interdisciplinario que

    se encuentra incorporado en el ttulo, puesto que ste pretende vincular los conceptos de

    pluridisciplinaridad la cual se caracteriza por la profundizacin del tema de estudio, en el

    que se incorporan otros tpicos directamente relacionados y que proporcionan un amplio

    panorama sobre su acontecer y de multidisciplinaridad en cuyo estudio se introducen

    materias afines. En el caso particular de la interdisciplinaridad, dicha vinculacin

    implica imbricar las metodologas de las diferentes materias, lo que involucra todo un

    mtodo epistemolgico, no una simple super-imposicin de las materias, sino una estrecha

    relacin entre todas las implicadas, de tal manera que cada una de ellas no slo aporta los

    conocimientos y el anlisis que es caracterstico de su especialidad. En este caso, sus

    resultados se ven confrontados con las deducciones de las varias disciplinas que se hayan

    incluido en el anlisis del fenmeno en cuestin, de tal manera que en la descripcin final

    9

  • Captulo 1 Antecedentes

    de los fenmenos estudiados se incorporan los productos de cada ciencia participante, no

    como datos aislados sino como una sola unidad con diversos elementos coherentes y

    estructurados entre s.

    Para lograr lo anterior se hace necesaria la participacin natural de las varias

    asignaturas requeridas, sea esto por medio de individuos especialistas de cada una de ellas,

    siempre coordinados por el especialista de aquella que llevar la direccin y la

    coordinacin general del proyecto interdisciplinario. Cuando se trata de un slo individuo

    que realiza el trabajo, utiliza para ello los elementos de anlisis y estudio de cada una de las

    disciplinas que esgrimir para llevar a cabo la labor deseada, manteniendo siempre la

    direccin que le suministra una de las materias que ser la rectora a lo largo de todo el

    proyecto interdisciplinario. De no ocurrir esto, el proyecto corre el riesgo de simplemente

    ser el estudio pluridisciplinario de un tema en particular con enfoques diferentes, sin

    cohesin alguna, en la que los resultados aportados por cada especialidad se presentan

    como datos aislados sin ninguna interrelacin con los suministrados por las dems

    disciplinas participantes. Esto ltimo servir para explicar el fenmeno estudiado desde sus

    varios ngulos, pero no para dar una comprensin ms cercana y profunda de la realidad

    estudiada.

    En virtud de la necesidad obvia de un coordinador o una disciplina rectora para la

    elaboracin de un proyecto interdisciplinario, es imperativo que ste est capacitado con un

    conocimiento general mnimo de las materias contribuyentes, a fin de poder dar la direccin

    apropiada al proyecto de investigacin, pero no slo eso, sino que tambin deber tener

    muy claros los objetivos del problema y el rumbo a seguir. Adicionalmente es el

    responsable de dar coherencia a los datos obtenidos por cada uno de los colaboradores, por

    supuesto con el apoyo continuo de cada uno de los integrantes, tanto de manera individual

    al integrar los datos suministrados por cada uno de ellos, as como con la participacin de

    todo el grupo en su conjunto, de tal manera que al incorporar todos los datos no se

    presenten contradicciones entre los mismos.

    En relacin con la investigacin del tema que nos atae en este trabajo, he decidido

    considerar las teoras y mtodos epistemolgicos de las disciplinas antropolgicas las que

    habr de utilizar como rectoras en la integracin y anlisis de los datos y resultados

    aportados por cada una de las otras asignaturas, en virtud de que sta

    10

  • Captulo 1 Antecedentes

    enfatiza el contexto cultural de los conceptos astronmicos y calendricos [y porque la antropologa] en vez de aislar el estudio de un aspecto nico de la vida social, relaciona las diferentes esferas de ella y busca una comprensin global en la cual la vida material, la sociedad y la ideologa son abarcados como una totalidad interactuante (Broda 1992, p. 23-28).

    Broda destaca que, en su mayor parte, los estudios del pasado sobre la calendrica

    mesoamericana se han centrado en su estructura interna, ms que en los conocimientos que

    permitieron hacer las observaciones que llevaron a la concepcin de estos calendarios. Es

    en este sentido que la incorporacin de la arqueoastronoma, en conjunto con la geografa,

    arquitectura, arqueologa, epigrafa, historia, etnohistoria, etnoastronoma, etnografa y la

    antropologa, un enfoque netamente interdisciplinario, nos auxilian a llevar a cabo los

    estudios necesarios que permitirn entender el pensamiento y los procesos que llevaron a

    los antiguos pueblos prehispnicos a tales conocimientos, as como a explicar su cultura.

    As pues, siguiendo el enfoque propuesto por Broda (1986, 1992, 2000b), he decidido

    utilizar una perspectiva interdisciplinaria, apoyndome en las materias que a continuacin

    expongo y cmo cada una de ellas aporta informacin pertinente:

    Historia y etnohistoria Parto de un estudio de las fuentes que encontramos en la historiografa de Mxico,

    particularmente aquellas escritas durante los siglos XVI y XVII por los cronistas espaoles

    y mestizos que dan cuenta de los hechos, forma de vida y cultura de los antiguos

    pobladores mesoamericanos al momento del contacto, que se complementa con el estudio

    de los cdices prehispnicos. La etnohistoria con su carcter epistemolgico permite

    combinar el mtodo de la historia con las interpretaciones y enfoques de la antropologa, lo

    que la lleva a trascender los estudios monogrficos de la primera y por consiguiente emitir

    interpretaciones ms amplias sobre los procesos histrico-culturales (Broda 1992, p.32).

    Arqueologa Es una de las disciplinas que proporciona datos de primera mano para el estudio del pasado,

    puesto que sta permite determinar, entre otras cosas, la cronologa de las construcciones y

    asentamientos poblacionales, adems de ser la responsable del descubrimiento de los

    centros ceremoniales y sus estructuras y monumentos, que habrn de analizarse desde otras

    perspectivas siempre teniendo en cuenta el contexto de tiempo, desarrollo, relaciones de

    11

  • Captulo 1 Antecedentes

    intercambio y dems factores que la arqueologa proporciona, tales como el estudio

    epigrfico o arqueoastronmico.

    Epigrafa Los recientes avances en el estudio de las escrituras prehispnicas en particular la

    jeroglfica maya, aunque tambin habr que agregar la de los avances en otras escrituras

    como la zapoteca, la istmea y la nahua permiten tener acercamientos al estudio de las

    culturas prehispnicas desde otros ngulos. De esta manera, se hace posible confirmar

    hiptesis elaboradas con anterioridad, y ms importante, tener un conocimiento de primera

    mano sobre el acontecer de la historia registrada en monumentos, as como en documentos

    elaborados por los antiguos mesoamericanos.

    Arqueoastronoma Estos estudios tienen como fundamento el conocimiento astronmico, aunque en su mtodo

    destaca el trabajo de campo con mediciones de los cuerpos celestes en su relacin con la

    latitud geogrfica en estudio, que fueron observados a simple vista por los antiguos

    mesoamericanos. El resultado de los estudios y mediciones se confronta con las posiciones

    astronmicas en el cielo, en aquellos momentos, lo que nos lleva a plantear algunas

    hiptesis sobre lo observado en relacin con los fenmenos naturales y cmo stos

    pudieron dar paso a una cierta ideologa y pensamiento, que contribuy a la generacin de

    elementos culturales como la calendrica que estamos estudiando. El simple conocimiento

    de la astronoma occidental no permite llegar a estas conclusiones, si stos no son

    comparados y pasados a travs del tamiz de las ciencias antropolgicas.

    Arquitectura Por otra parte, los estudios arqueoastronmicos resultan ser fuentes para una parte del

    anlisis arquitectnico de los centros ceremoniales, ya que desde la perspectiva de las

    observaciones astronmicas, es posible comparar las orientaciones de las estructuras, amn

    de los estudios de la iconografa encontrada en stas. De esa manera se puede determinar si

    estas orientaciones tuvieron alguna intencionalidad como marcadores de algn fenmeno

    celeste en cierta fecha especfica del ao, que fuera significativa o estuviera relacionada con

    las prcticas rituales. Por su parte, la arquitectura permite establecer, como ya se dijo, las

    orientaciones de estructuras y centros ceremoniales, pero va mucho ms all de esto, ya que

    12

  • Captulo 1 Antecedentes

    tambin nos auxilia en la identificacin de los espacios y la distribucin relativa de las

    diversas estructuras dentro de un mismo complejo. Inclusive, ayuda a analizar las

    caractersticas de las propias estructuras o edificios, que operan como marcadores de

    tiempo (cfr. Ponce de Len, 2006).

    Geografa Otra de las disciplinas que se relaciona ntimamente con la arqueoastronoma es la

    geografa, ya que esta ltima nos permite determinar cmo rigen algunos principios

    ordenadores en la integracin de los centros ceremoniales o de sus estructuras con el

    ambiente circundante. Esta disciplina resulta til para explicar la integracin del entorno,

    sea que en ste se encuentren otros asentamientos, o en su posicin relativa con puntos

    prominentes, o que de alguna forma destaquen en el horizonte, realizando as la funcin de

    marcadores, en un sentido similar a lo expresado en el prrafo anterior. Para esto se

    requiere de un ejercicio sistemtico de medicin de orientaciones y de la ubicacin relativa

    de los diversos emplazamientos poblacionales, informacin que ha de confrontarse con las

    mediciones astronmicas calculadas a la poca en la que los sitios se erigieron (cfr. Tichy

    1991).

    Todas estas materias, como se ha visto, aportan informacin desde sus particulares

    campos de estudio, que en conjunto pueden ofrecer una perspectiva ms completa de la

    concepcin mesoamericana del tiempo, de cmo lo representaron, cmo fue utilizado y qu

    elementos fenmenos naturales o cuerpos celestes son los que contribuyeron a la

    elaboracin de lo que aqu denominamos, los calendarios mesoamericanos. Por lo anterior,

    se ve la importancia que tiene hacer un anlisis interdisciplinario de la calendrica

    mesoamericana, en el que cada una de estas asignaturas aporta informacin de la siguiente

    manera: 1) Los estudios basados en fuentes historiogrficas servirn de base a la

    investigacin y por tanto sujetos de ser corroborados por las aportaciones de las otras

    disciplinas. Esta informacin suministra descripciones, ciertos elementos que permiten

    determinar la estructura y los significados de los varios periodos que componen la

    calendrica mesoamericana, pero en sta tambin se hallan fuentes de discrepancia en

    diversos puntos que conforman los calendarios. Al confrontar estas divergencias, en

    ocasiones resulta imposible conciliarlas y por consiguiente se hace necesario el apoyo de

    las otras disciplinas. 2) La informacin arqueolgica ser til en varios sentidos, como el

    13

  • Captulo 1 Antecedentes

    fechamiento de monumentos y el suministro de datos del contexto arqueolgico en el que

    stos se encontraron, para poder rastrear el desarrollo del calendario. Tambin auxiliar en

    gran medida, en el anlisis e interpretacin de los trabajos de epigrafa y arqueoastronoma,

    as como de los datos recabados por esta va. 3) La informacin epigrfica permitir

    obtener datos registrados grficamente sobre fechas, glifos que identifican das u otros tipos

    de periodos, as como a partir de un anlisis estilstico de los mismos, poder proponer y

    confirmar pocas de tiempo en el que ciertos registros fueron elaborados. Esta disciplina

    tambin nos auxilia en la lectura de fechas y eventos, histricos, de fenmenos naturales o

    astronmicos, registrados en ellas, lo que permite contextualizar la informacin y

    sistematizarla para una mejor comprensin e identificacin de las estructuras de los

    calendarios. 4) El trabajo arqueoastronmico consistir en la confrontacin de algunos

    fenmenos astronmicos de la poca estudiada con informacin arqueolgica e

    historiogrfica, para posteriormente examinarla a la luz de las obras arquitectnicas, en

    particular de las edificaciones y el urbanismo de centros ceremoniales. Estos se analizarn

    desde la perspectiva de sus orientaciones, de su posicin relativa dentro de la misma ciudad

    o de su posicin relativa con el paisaje, este ltimo relacionado con el llamado calendario

    de horizonte, o con algunos otros elementos de la geografa regional.

    1.2. Mesoamrica la razn de diferentes calendarios Una de las caractersticas de la calendrica mesoamericana en su conjunto, como se expres

    con anterioridad, es la similitud en las estructuras bsicas de sus distintos elementos

    componentes los ciclos de 260 y 365 das y sus divisiones, y su combinacin para

    conformar los periodos de mayor duracin, as como la exclusividad de estas estructuras

    que slo se encuentran en Mesoamrica. No obstante, adems de que estas estructuras

    calendricas tienen una serie de elementos bsicos comunes, tambin hay presentes ciertas

    diferencias entre los calendarios de una regin y otra. Todo esto en su conjunto es parte de

    las caractersticas que determinan, desde la perspectiva cultural, lo que es Mesoamrica.

    Por eso, una de las razones para realizar este estudio parte desde la mismsima descripcin

    que se da para definir a Mesoamrica como una unidad geogrfico-cultural sobre la que se

    desarroll una cultura con caractersticas comunes, que considera ciertos elementos

    existentes en esta rea pero que no estn presentes en las regiones fuera de los lmites

    mencionados.

    14

  • Captulo 1 Antecedentes

    Definir el fenmeno Mesoamrica implica entender que sta no es simplemente una

    regin territorial, ni una cultura con una serie de elementos comunes, ya que, en palabras de

    Lpez Austin Mesoamrica fue una realidad histrica, producto de muy variadas

    interrelaciones (de intercambio, polticas, blicas, religiosas, etc.) que integran diversas

    clases de sistemas; y debido a sus caractersticas y criterios para precisarla, an continua

    en proceso de definicin. En tanto que sta fue una realidad histrica, tambin se hace

    necesario establecer los lmites temporales que marcan esta tradicin cultural autnoma, la

    cual inicia hacia el 2500 a.C., con los primeros pueblos agricultores, sedentarios que

    descienden de los nmadas recolectores y cazadores que inicialmente habitaron este

    territorio, para concluir, como tradicin cultural autnoma, a partir del ao 1521 d.C.

    (Lpez Austin y Lpez Lujn 2001, pp. 63, 64).

    Territorialmente, Mesoamrica consiste de un espacio con fronteras que variaron en

    sus latitudes en las diversas pocas de su historia, y que comprenden una sola regin

    geogrfica, conformada por cinco reas principales: costa del Golfo, altiplano central,

    regin oaxaquea, regin maya y occidente de Mxico (Matos 2000, pp. 116-118), a la cual

    Lpez Austin y Lpez Lujn le agregan la sexta, el rea norte (ver figura 1.1). Cada una de

    estas reas, adems cuenta con caractersticas geogrficas distintivas, lo que tiene su

    impacto en el tipo de suelos, clima, flora y fauna, afectando tambin el desarrollo

    particular. De la misma manera, en lo individual, estas regiones se caracterizaron por tener

    sus propias particularidades histricas, tnicas, lingsticas y culturales.

    A pesar de que la conformacin de cada una de estas reas se dio paulatinamente, con

    desarrollos ms o menos paralelos en el tiempo, cada una tuvo sus propios procesos, a su

    propio tiempo y con sus propias particularidades. Esto le confiri a cada una de ellas

    caractersticas especficas, sin que por ello dejaran de compartir muchos elementos, que

    como se ha expresado, son estos rasgos comunes los que definen a esta superrea. Para la

    poca de la Conquista, Mesoamrica estaba limitada al norte por los ros Sinaloa, Lerma,

    Tula, Moctezuma y Pnuco y al sur limitada por la parte noreste de Honduras y el extremo

    Occidental de Nicaragua y Costa Rica. La frontera septentrional de esta rea geogrfica se

    expandi hacia el norte en la poca de florecimiento de la cultura mesoamericana y

    posteriormente se contrajo hacia el sur (Lpez Austin y Lpez Lujn 2001, pp. 71-79).

    15

  • Captulo 1 Antecedentes

    En su investigacin para caracterizar lo que es Mesoamrica, Kirchhoff (2002, pp. 48,

    49) encontr que existan tres grupos de distribucin de elementos culturales: 1) elementos

    exclusiva o tpicamente mesoamericanos, 2) aquellos comunes a Mesoamrica y a otras

    superreas culturales de Amrica, y 3) aquellos que son significativos por no encontrarse en

    Mesoamrica. Aqu quiero destacar esta distincin, puesto que permite entender que las

    fronteras no son fijas ni absolutas, sino que hablan, en palabras de Kirchhoff, de una

    difusin cultural, y por tanto es posible encontrar factores fuera de esta superrea que

    hayan tenido su influencia o hayan sido influenciados por las culturas aqu contenidas.

    Dentro de los rasgos del primer grupo se encuentran el cultivo del cacao, el maguey, las

    chinampas, el nixtamal y la tortilla, la espada de doble filo a base de madera con navajas de

    obsidiana, la camisa protectora de algodn, las pirmides escalonadas, el juego de pelota, la

    escritura jeroglfica, los cdices, los calendarios de 365 das, de 18 meses con 20 das ms 5

    das nefastos, el almanaque adivinatorio de 260 das, la rueda calendrica de 52 aos,

    fiestas calendricas, rdenes militares, las guerras floridas, los sacrificios, los mercados, las

    clases sociales, su cosmovisin particular, que incluye su muy peculiar concepcin del

    inframundo, la numerologa y otros (Kirchhoff 1992, p. 37; cfr. Kirchhoff 2002, pp. 43-54;

    Lpez Austin y Lpez Lujn 2001, p. 59).

    Esta tradicin, como unidad cultural, se fundament en las relaciones de un

    conjunto heterogneo de pueblos con diferentes niveles de desarrollo y sociedades de

    desigual grado de complejidad, lo que ocasion que existieran diferencias en el proceso de

    desarrollo de esta unidad cultural, tanto en el tiempo como de un rea a otra (Lpez

    Austin y Lpez Lujn 2001, pp. 67-69). El calendario, en sus diversas modalidades, es

    entre otras, uno ms de los componentes que definen a esta tradicin y parte de los

    elementos que le confieren esa caracterstica de unidad cultural, siempre teniendo presente

    las diferencias existentes. Por estas razones opino que, en el estudio de la calendrica

    mesoamericana, no se pueden abstraer calendarios de una u otras regiones; considero que es

    conveniente realizar un estudio que incluya un anlisis comparativo de stos, que permita

    entender las diferentes implicaciones que tuvieron en los diversos aspectos de la vida de

    todos los pueblos mesoamericanos, tanto para su gente de lite como para los pobladores

    ms sencillos. Este estudio comparativo debe tener presente las similitudes y

    16

  • Captulo 1 Antecedentes

    desigualdades, as como el desarrollo diferenciado de los pueblos en distintas pocas y por

    razones de distribucin geogrfica y territorial.

    1.2.1. Marco histrico De acuerdo a excavaciones realizadas en el rancho la Amapola, el Cedral, de 1977 a 1984,

    y sus consiguientes estudios radiomtricos 14C, se estima que la ocupacin humana ms

    temprana, de cazadores y recolectores en este territorio de Mesoamrica, ocurri

    aproximadamente hace unos 38,000 aos (Mirambel 2000, p. 239). Posteriormente, estos

    grupos nmadas, en el proceso de desarrollo de sus sociedades, comienzan a establecerse

    durante periodos de mayor duracin, aunque continan habitando en campamentos abiertos

    y abrigos, si bien con mayor diversidad de sitios especializados para la explotacin y

    preparacin de ciertos recursos. Es en estos casos, en los que se aprecia, por la existencia

    de implementos de molienda, la evidencia de actividades de cultivo limitado a ciertas

    plantas, lo cual ocurre hacia los aos 5500 - 3400 a.C., convirtindose as en sociedades no

    slo cazadoras y recolectoras, sino tambin en cultivadoras, an sin evidencia de

    estructuras habitacionales. Despus, hacia el 3000 a.C., segn se observa con el aumento

    gradual de alimentos cultivados como mtodo de subsistencia, aparecen ya los primeros

    sitios en los que se da cuenta de estructuras habitacionales, tal es el caso en el Valle de

    Tehuacan (McClung 2000, pp. 270, 271).

    En el nomadismo de estos primeros pobladores mesoamericanos, su andar no era

    incierto, sino que deba haber observado un patrn bastante definido que les permitiera

    llegar a lugares especficos en determinada poca del ao, en la que saban con certeza que

    encontraran el alimento esperado. Cmo sabran cul era el momento oportuno de partir

    o de llegar a la siguiente estacin? Seguramente por medio de la observacin, ya sea que

    sta fuera de la naturaleza y sus cambios en el sentido de modificaciones climatolgicas,

    comportamiento animal y variabilidades en la flora, o quiz del cielo y el movimiento de

    los astros. Muy probablemente en un principio pudo haber sido la simple vigilancia del

    orto o el ocaso del Sol, al observar cuando ste saliera o se pusiera en determinado punto

    del horizonte oriental u occidental, segn el caso, y por supuesto de acuerdo con la

    temporada del ao. En un epiciclo solar, ste se levanta por el mismo punto del horizonte

    en dos fechas distintas; sin embargo, una ocurre durante el viaje hacia el norte y el otro en

    sentido inverso, lo que conlleva tambin distintas caractersticas climatolgicas. Estas

    17

  • Captulo 1 Antecedentes

    deducciones seguramente no fueron de gran dificultad para esos primeros pobladores, y en

    ese caso tal vez, sin que en un principio mediara registro de alguna clase, ya tendran un

    control cronolgico del tiempo para sus travesas.

    Al paso del tiempo, seguramente estos grupos fueron desarrollando una manera de

    registrar los tiempos, a la vez que fueron introduciendo elementos adicionales que les

    permitieran calendarizar otros aspectos de su vida. Esto sucede particularmente, cuando

    por fin se establecen como sociedades sedentarias, y como consecuencia de ello, ahora su

    sistema de subsistencia se basa cada vez ms en cultivos efectuados por ellos mismos, al

    convertirse en sociedades agrcolas. Un corolario de este proceso de sedentarizacin, es la

    modificacin en la estructura social, que va de una sociedad tribal igualitaria a una sociedad

    cacical o tribal jerrquica en una primera instancia, hasta llegar a convertirse en una

    sociedad de clases hacia la poca del Preclsico (Sarmiento 2000, pp. 333, ss).

    Como parte de este proceso, se incorporan otros elementos sobre todo de ndole

    religiosa que permiten a los primeros lderes, entre otras cosas, legitimar su jerarqua,

    adems de elaborar su pensamiento religioso, razn por la cual surgen de manera paralela la

    escritura y el uso del calendario. Segn lo sealan Lpez Austin y Lpez Lujn (2001, p.

    83), los primeros registros de escritura para consignar asuntos de historia, mito y

    propaganda poltica aparecen hacia el 600 a.C. En el caso de las notaciones calendricas

    ms antiguas que se han encontrado, estn las del monumento 3 de San Jos Mogote en el

    Valle de Oaxaca un personaje con nombre calendrico 1 Temblor, fechado hacia el 600

    a.C., ver figura 1.2, las lpidas llamadas de los danzantes y las Estelas 12 y 13 de

    Monte Albn que muestran fechas de los calendarios de 260 y 365 das, datadas entre el

    500-400 a.C., ver figura 1.3 (cfr. Marcus 1992, p.35, ss; 2000, p. 13; Marcus y Flannery

    1996, pp. 159-161)2. Al respecto, Edmonson (1995, p. 36) propone como el registro ms

    antiguo uno correspondiente a la cultura Olmeca, en Cuicuilco, con una fecha 2 seor, en el

    ao 679 a.C. (ver figura 1.4). Una afirmacin interesante que hace es que: En unas de

    estas obras estn registradas fechas del calendario adivinatorio de 260 das; en otras hay,

    adems, cargadores y signos de aos, y, posiblemente, nombres de veintenas, lo que hara

    referencia al ao de 365 das. Esto hace suponer que para la poca del Preclsico en

    Mesoamrica, las sociedades sedentarias ya contaban con un calendario lo suficientemente

    2 Sobre este punto ver la informacin que se describe con detalle en el captulo 5.

    18

  • Captulo 1 Antecedentes

    elaborado que debi haber tenido su origen en tiempos primordiales y de los cuales, hoy

    por hoy, el registro arqueolgico no da cuenta.

    Con el correr del tiempo, muchos de estos pueblos se transforman, de sociedades

    estratificadas hasta convertirse en sociedades tipo estado, hacia el periodo del Clsico y

    contina de esta manera con sus variaciones, cadas y subidas al poder de diferentes

    ciudades estado o grupos tnicos, durante el Posclsico hasta el tiempo de la Conquista.

    Para ese entonces, el uso de los calendarios era una prctica comn en la mayor parte de

    Mesoamrica, ya que no slo servira para las actividades agrcolas, sino que tambin era

    ampliamente utilizado con fines religiosos, para efectos de adivinacin, para consignar

    sucesos, para la celebracin de festividades religiosas, e inclusive se utiliz en la asignacin

    de nombres, en particular a los miembros de la lite.

    Al respecto, se aprecia con toda claridad el uso de nombres calendricos en los grupos

    mixtecos y zapotecos. Por ejemplo, en el Cdice Nuttall, en la pgina 33 (ver figura 1.5) se

    muestra la descendencia de uno de los gobernantes de Zaachila y su esposa, l llamado

    Atado de Pedernales y ella Quetzalcatl, de los cuales tambin se suministran sus nombres

    calendricos, 2 perro y 6 caa respectivamente esquina superior derecha. Como se

    puede ver por toda la pgina, y de hecho por todo el cdice, en las genealogas que ah se

    describen, se dan los nombres calendricos de todos los personajes. Sin embargo, en la

    informacin que se tiene del altiplano central, no se proporcionan los nombres calendricos

    de los gobernantes, desconocindose en la actualidad dichos nombres de todos los que se

    encuentran en la lista de Seores mexicas, tal vez por considerarse un nombre secreto. En

    la regin intermedia entre estas dos, se presenta una situacin, que tambin se podra definir

    como intermedia, ya que en los documentos de la mixteca alta, se muestran personajes a los

    que se les identifica con su nombre calendrico, dibujando exclusivamente el signo de

    dicho nombre sin sealar el numeral que le corresponda. De esto se desprende que existan

    variaciones en la cultura entre los distintos pueblos, aun dentro del mismo concepto

    cultural, como lo era este uso de elementos del calendario.

    Vemos pues entonces, que el desarrollo de la cultura se realiz de maneras diferentes,

    aunque con muchas similitudes, en las diversas regiones de Mesoamrica. En ese sentido,

    hablando de los calendarios, en su forma ms general, por toda Mesoamrica es comn el

    calendario adivinatorio de 260 das y el solar de 365, as como la combinacin de ambos,

    19

  • Captulo 1 Antecedentes

    denominada rueda calendrica. En contraste, hacia la regin del sureste se tiene el llamado

    calendario de Cuenta Larga, caracterstico de la cultura maya y tambin presente en la

    olmeca, pero no en ninguna otra parte.

    Por supuesto, todo este desarrollo se dio de manera gradual. No obstante las

    diferencias, las similitudes existentes desde los tiempos ms remotos, en los que se aprecian

    algunos rasgos calendricos, permiten inferir que el desarrollo no fue exclusivo de un

    pueblo que luego lo impuso o lo export a los dems. Opino que muy probablemente, se

    dio un desarrollo paralelo en el que diversos pueblos aportaron elementos distintivos que

    permitieron conformar los diferentes calendarios y posteriormente cada uno le dio la forma

    particular que utiliz y a la que hemos tenido acceso. Parece razonable el pensamiento

    anterior, ya que desde los tiempos pretritos, en el Preclsico Temprano, la aparicin de

    distintas maneras de mejoramiento del terreno para fines agrcolas, as como de tcnicas de

    control de aguas y el perfeccionamiento de la cermica en las distintas regiones de

    Mesoamrica (Lpez Austin y Lpez Lujn 2001, p. 69), dan cuenta de la influencia, o

    mejor dicho, del intercambio de ideas entre los diferentes pueblos. Ms an, est el hecho

    mencionado por Matos Moctezuma (2000, p. 112) quien escribe lo siguiente respecto de los

    olmecas: La aparicin de los Olmecas se da ya con plena presencia dentro del mundo mesoamericano. Si intentramos hacer mapas de la evolucin espacial de Mesoamrica a partir de este momento [1400 a.C.], veramos que la sociedad olmeca y su rea de control se extenda por partes de Veracruz y Tabasco, con una fuerte presencia en Guerrero y Morelos. La influencia de esta sociedad se plasmara tambin en el altiplano y en otras regiones como Oaxaca y Chiapas.

    As pues, es posible concluir que, desde la presencia ms remota de pobladores, en lo

    que se conoce como Mesoamrica, hubo la necesidad de contabilizar el tiempo; seguida

    sta de un desarrollo del sistema calendrico para muchos y variados fines. Asimismo, se

    puede decir que en toda esta superrea, se dio dicho desarrollo como consecuencia de la

    influencia o participacin de los diferentes pueblos, as como debido a intercambios

    comerciales, pero tambin culturales; hecho que se muestra, entre otras cosas, por la

    similitud existente en los calendarios. Tambin es posible decir que existieron calendarios

    en prcticamente todas las reas de Mesoamrica, y a pesar de las diferencias entre stos,

    caractersticas de las diferentes regiones, existi un tipo de correlacin entre ellos, muy

    20

  • Captulo 1 Antecedentes

    probablemente por motivo de la necesidad de conocer los tiempos para los intercambios,

    ciclos de produccin y pago de tributos que caracterizaron a los pueblos prehispnicos.

    Ya en el periodo Colonial, se encuentra que fuentes de esa poca dan cuenta de la

    manera que los indgenas tenan de contar su tiempo. Para tal efecto existen algunos

    ejemplos como la Relacin de las cosas de Yucatn escrita por fray Diego de Landa para la

    regin maya, as como los escritos de fray Bernardino de Sahagn en su Historia de las

    cosas de Nueva Espaa y de fray Diego Durn en Historia de las indias de Nueva Espaa e

    islas de tierra firme entre otros, que proporcionan abundante informacin sobre los

    calendarios de los mexicas en la poca de la Conquista. A partir del estudio de dichas

    fuentes se pueden notar cambios que sufri la calendrica mesoamericana, tanto en sus usos

    como en sus estructuras; por ejemplo, en este tipo de fuentes se puede apreciar cmo el

    calendario maya evolucion de una llamada Cuenta Larga a una Cuenta Corta3, lo que

    permiti simplificar considerablemente la manera de llevar el registro calendrico.

    1.3. Breve historia de las investigaciones sobre la calendrica Como consecuencia del contacto, ya en el proceso que se conoci como la pacificacin de

    las indias, uno de los objetivos principales que durante la evangelizacin persiguieron los

    frailes espaoles que llegaron a la Nueva Espaa, fue la de desterrar la idolatra. Para

    realizar esta labor, fue imperativo tener conocimiento de todas aquellas prcticas de los

    indgenas que pudieran relacionarse de algn modo con su religin pagana. Pudiera

    decirse que era un hecho que todos o casi todos los elementos culturales de los pobladores

    precolombinos estaban imbricados de tal manera que sera sumamente difcil separar una

    prctica comn o cotidiana de conceptos religiosos. En particular esto fue un hecho real en

    lo tocante a la calendrica, puesto que era a travs de los das, o mejor an de los distintos

    periodos o ciclos que se hacan presentes las influencias de los dioses. Esto propiciaba que

    para que el hombre comn pudiera enfrentar con xito tales influencias, se haca necesaria

    la mediacin y el auxilio de los sacerdotes (Lpez Austin 1996, pp. 493-495).

    Por estas razones, los primeros evangelizadores llevaron a cabo exhaustivas

    investigaciones tendientes a identificar los rasgos idoltricos que acompaaron a los

    calendarios de los indgenas. Como consecuencia de lo anterior, en sus relatos se

    encuentran descripciones de stos, algunas ms detalladas y otras de mayor simpleza. Sin 3 Este tema se trata con detalle en el captulo 4.

    21

  • Captulo 1 Antecedentes

    embargo, estas informaciones, que son las que se encuentran en los registros de los

    primeros cronistas, no tenan como propsito hacer un anlisis exhaustivo del sistema

    calendrico mesoamericano, sino simplemente dejar constancia de su existencia y la

    manera como se le daba aplicacin para poder hacer frente a las prcticas idoltricas y as

    poder cumplir con su objetivo de erradicacin.

    Tanto esta manera de recabar la informacin, como los objetivos que se perseguan

    con ello, generaron una serie de problemas para aquellos investigadores que posteriormente

    quisieron acercarse al estudio de los calendarios puesto que los relatos de estos primeros

    cronistas contemplan una buena dosis de incongruencias y contradicciones, algunas de las

    cuales inclusive se hacen patentes en el mismo autor4. Por ejemplo, al respecto Veytia

    (19445, p. 68), en alusin a una explicacin de Torquemada sobre el orden de las trecenas,

    dice que hace esta referencia para que se vea el origen de tanta oscuridad y confusin en

    esta materia, que no ha sido otro que no haber llegado a comprender el exquisito primor

    con que estas gentes ordenaron sus cmputos. Se ve entonces que en las primeras noticias

    sobre los calendarios prehispnicos, la informacin es confusa, por lo que no es sino hasta

    que otros investigadores, con objetivos diferentes, al acercarse a esta temtica buscan

    esclarecer las incongruencias y contradicciones.

    Las investigaciones sobre los diversos temas de la vida de los pobladores

    mesoamericanos van adquiriendo distintos intereses al transcurrir el tiempo, y en el caso de

    la investigacin sobre temas del calendario, en cierto modo se pudiera trazar una lnea que

    parte de los registros de los primeros cronistas, como ya se ha indicado, a los primeros

    estudiosos de estos tpicos. Son muchos los cronistas que suministran informacin de los

    calendarios6 y lo mismo ocurre con los primeros investigadores, as que al hablar de una

    lnea que se pudiera seguir, en este caso me refiero a aquella que da inicio con Carlos de

    Sigenza y Gngora (1645-1700), pasando por Lorenzo Boturini (1702-1751) y otros para

    llegar a concluirla con Manuel Orozco y Berra (1816-1881). En la siguiente seccin

    presento una breve resea de esta lnea de desarrollo e investigacin sobre la calendrica

    mesoamericana, sin que por ello quiera decir que no existieron otros que tambin hicieron 4 Sobre este asunto, hay un ejemplo claro respecto el manejo de un bisiesto en la seccin 3.4. 5 Para obras antiguas que cito, la referencia en el texto indica la fecha de la edicin consultada. En las referencias bibliogrficas he incluido entre corchetes la fecha de la primera edicin en la lengua original, lo que permite ubicarnos en el contexto temporal del autor. 6 Sobre la informacin de temas del calendario que proporcionan los cronistas, se presenta informacin en los captulos 2 y 3.

    22

  • Captulo 1 Antecedentes

    importantes aportaciones sobre el tema, y en la seccin posterior doy continuidad a esta

    lnea, exponiendo las principales aportaciones que han realizado investigadores

    modernos.

    1.3.1. Las primeras investigaciones Antes de describir esas primeras investigaciones, conviene sealar muy brevemente las

    caractersticas generales que componen a los calendarios mesoamericanos, con el fin de

    comprender mejor las dificultades que enfrentaron esos primeros estudiosos. La estructura

    de los calendarios mesoamericanos se establece por dos ciclos bsicos, una cuenta de 260

    das y un calendario de 365 das. La primera se conforma de la permutacin de veinte

    signos y 13 numerales, y la segunda de 18 meses de veinte das ms cinco das al

    finalizar la ltima veintena. La primera, la cuenta de los das marcha de manera continua

    con los primeros trece das acompaados de los guarismos del 1 al 13. Para el

    decimocuarto signo, los numerales vuelven a dar inicio, as, este da se asociar con el

    nmero uno, el decimoquinto signo con el nmero dos y as sucesivamente hasta completar

    todas las combinaciones posibles; esto es, 260 vid infra secc. 2.1. El primer da del

    ao solar, de 365 das, da inicio con un da determinado de la cuenta de 260 das. Debido a

    las propiedades combinatorias de estos periodos, el inicio de cada ao solar subsiguiente ir

    acompaado de un signo de los das que est corrido cinco das con respecto al previo y con

    el incremento de uno en el numeral. Ahora bien, cada uno de los aos solares, recibe un

    nombre que se determina por el da asociado, de esta cuenta de los das, el cual puede

    determinarse por el primer da del ao o por el ltimo de la ltima veintena vid infra

    secc. 3.5. Al combinar ambos ciclos, se generan otros de mayor duracin, de 52 aos de

    365 das.

    Estas caractersticas combinatorias, sus resultados y la propia estructura calendrica

    que surge de ello, ocasionaron discrepancias en el entendimiento de los diferentes

    estudiosos, aun desde los mismsimos cronistas del siglo XVI. Otro de los elementos

    calendricos que gener conflictos y problemas de interpretacin fue el manejo de un da

    que permitiera la sincronizacin del calendario de 365 das con el ao trpico, conocido

    como el bisiesto. Por lo anterior, es necesario tener presente que a lo largo de los

    estudios llevados a cabo por estos hombres, como se ver a continuacin, surgen ideas

    encontradas y polmicas entre ellos, algunas de ellas producto de su imaginacin, otras

    23

  • Captulo 1 Antecedentes

    debido a su influencia occidental, y otras ms, trascendieron como avances serios resultado

    de sus pesquisas.

    El inicio de estas primeras investigaciones comienza con Carlos de Sigenza y

    Gngora (1645-1700), descrito como poeta, matemtico, historiador y gegrafo, adems de

    sacerdote Jesuita. Empieza con una recoleccin de documentos, al parecer de Juan de Alva

    Corts, hijo de Fernando de Alva Ixtlilxchitl, los cuales forman el corazn de la coleccin

    que inicia Sigenza. A su muerte en 1700, sta queda en manos de los Jesuitas, y es all

    donde Lorenzo Boturini Benaduci (1702-1751) al estudiar una buena cantidad de

    manuscritos hacia 1736-1744 tiene contacto con los documentos de Sigenza. Por otra

    parte, Giovanni Francesco Gemelli Careri (1651-1725), viajero italiano, tambin entra en

    contacto con Sigenza, y es principalmente a travs de ste, por medio del libro VI de su

    obra Giro del Mondo que se dan a conocer al mundo exterior estas antigedades

    mexicanas. La obra se publica entre 1699 y 1700, aunque Viaggi per Europa se public

    como tal en 1693. El libro VI corresponde casi enteramente al Viaje a la Nueva Espaa

    publicado en 1700 y muy probablemente la informacin de los calendarios que ah

    suministra la haya tomado directamente de Sigenza. Boturini por su parte manifiesta

    asombro de que Gemelli, a pesar de haber conocido personalmente a Sigenza, haya cado

    en graves errores en relacin con el calendario mexicano (Burrus 1959, p.65; cfr. Perujo

    1976, pp. LXIX-LXXVII, XCVII, XCXIX).

    Mariano Fernndez de Echeverra y Veytia (1718-1780), hombre aventurero, criollo

    de segunda generacin y fiel a la Corona, se integra al cuerpo de abogados de la corte real y

    posteriormente se interesa por la historia precolombina. Ante los infortunios del milans

    Boturini le ofrece su hospitalidad, la que ve recompensada pues se inicia en el estudio de

    los manuscritos mexicanos y reconoce que de l recibi las primeras luces que le guiaron

    posteriormente. Como discpulo de Boturini y a la muerte de aquel, decide escribir su

    Historia antigua de Mxico que finalmente fuera publicada en 1836 (Roulet 1997, pp 406,

    407; Moreno 1971, p. 255). Por ser estudioso de los temas precolombinos, fue consultado

    epistolarmente por Francisco Javier Clavijero (1731-1787), sacerdote jesuita que estudiara

    letras y filosofa, con una aficin intelectual por la historia, particularmente de su pas natal,

    y una inclinacin natural hacia los indgenas. Este inters y su lugar dentro de la orden le

    permitieron acercarse y consultar la coleccin de Sigenza en 1759, as como la de Boturini

    24

  • Captulo 1 Antecedentes

    entre muchas otras obras preparadas desde el siglo XVI (Clavijero 2003, pp. XXV-

    XXXVII), para finalmente escribir su Storia Antica del Messico, publicada en 1780. Otro

    que recurri a las colecciones de Sigenza y Boturini, que se apoy en los escritos de

    Veytia, as como en otras fuentes anteriores, fue Antonio de Len y Gama (1735-1802),

    astrnomo y fsico que en 1792 escribi las Descripcin histrica y cronolgica de las dos

    piedras que se hallaron en la plaza principal de Mxico, en la que da una pormenorizada

    descripcin del sistema calendrico mesoamericano, a fin de poder explicar el significado

    de dichas piedras La piedra del Sol Azteca y la Gran Coatlicue (Burrus 1959, p.70;

    Moreno 1971, pp. 259, 260; Len y Gama 1978, p. 8; Cuevas 2003, pp. X, XI).

    Para concluir con esta breve resea de historiadores, ahora en el siglo XIX es

    menester considerar a Manuel Orozco y Berra (1818-1881), historiador e ingeniero

    topgrafo, que estudi jurisprudencia e imparti la ctedra de geografa e historia en el

    Colegio Militar. Se dedic a los estudios cientficos por lo que se le reconoci como una

    autoridad en la historia de Mxico. Una de sus clebres obras es la Historia antigua y de la

    Conquista de Mxico, publicada en 1880, en cuyo libro IV del tomo II hace una amplia

    consideracin de los calendarios prehispnicos, con una actitud netamente cientificista

    decimonnica, que trata con gran seriedad temas prehispnicos como la escritura y el

    calendario, haciendo mltiples referencias y utilizando como eje de su discusin a los

    autores, ya citados, que le precedieron (Len-Portilla 1960, pp. XXX, ss).

    Como se mencion, los trabajos de estos estudiosos tienen objetivos distintos a

    aquellos de los primeros cronistas, por lo que su manera de abordar el tema tiene alcances

    diferentes. Por ejemplo, Lorenzo Boturini, se vale del esquema propuesto por Giambattista

    Vico en su obra Scienza Nuova, utilizando su metodologa y principios como un

    instrumento que permite comprender las realidades de culturas diferentes. As, al tratar la

    cuestin de los planetas, gracias al uso de este mtodo, y que se acerca con criterio amplio a

    la historia indgena, se jacta de ser el primero en ofrecer una explicacin de su pensamiento

    (Len-Portilla 1974, pp. XLIX, L, LIII; cfr. Len-Portilla 1960, pp. XXXIV-XXXVII).

    Veamos pues a continuacin algunas de las explicaciones o interpretaciones, relativas a la

    calendrica mesoamericana, que resultaron de los estudios de estos hombres.

    25

  • Captulo 1 Antecedentes

    Gemelli (1651-1725) Explica que todos los das del ao, incluyendo los nemontemi son nombrados con los

    signos de los das y por tanto no todos los aos dan inicio con 1 cipactli, sino que inician

    con cipactli, miquiztli, ozomatli y cozcacuauhtli, acompaando de esta manera a los aos

    llamados tochtli, acatl, tecpatl y calli respectivamente, modificando su numeral segn

    corresponda al da de la trecena. Por otra parte propone que no intercalaban un da cada

    cuatro aos para conformar un bisiesto como lo hacan en Europa, sino que dejaban que se

    corrieran los das. Al trmino del siglo de 52 aos, adicionaban 13 das para que el

    primer ao del nuevo siglo, y as para todos, diera inicio el 10 de abril, con lo que

    mantenan la correspondencia con el ao trpico. Hace notar que esos trece das que se

    agregaban al final del ltimo ao eran enteramente dedicados a fiestas (Gemelli 1976, pp.

    51, 55).

    Boturini (1702-1751) Refiere que a los meses les denominaban meztli, a pesar de ser de 20 das, por lo que no

    medan el periodo de una lunacin, sino que stas se medan a travs de dos trecenas

    sucesivas. Al respecto critica a Gemelli y lo corrige en sus aseveraciones sobre los rumbos

    csmicos asignados a los aos, as como en la relacin que hace de los aos con las cuatro

    estaciones del ao y con los cuatro elementos, tierra, agua, aire y fuego concepciones

    totalmente europeas. Identifica a cipactli como el primer signo de los das del ao, lo

    cual hace pensar en el ao de 365 das, aunque en realidad se refiere al ciclo de 260 das.

    Esto se deduce, ya que posteriormente, parece contradecirse puesto que afirma que los das

    de inicio del ao, en este caso s refirindose al de 365 das, son los que le dan su nombre.

    En una crtica sobre este punto a los argumentos de Gemelli, en los que ste afirma que los

    das con los que inicia el ao son Cipactli, Miquiztli, Ozomatli y Cozcacuauhtli, Boturini

    dice: se niega que por estos smbolos se empiece ningn da del ao, ya que para l, cada

    ao de 365 das da comienzo con el da del nombre del ao; esto es, tochtli, acatl, tecpatl y

    calli (Boturini 1974, pp. 53, 56-58).

    Sobre otras particularidades de los calendarios, expresa que los Seores de la Noche

    van en secuencia, a