deberes fiduciarios y deberes legales. visión transatlántica
Los Deberes Escolares - Alicia Esperon
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Los deberes escolares
Alicia Esperón; orientadora de Centro Educativo Galén.
Nunca cuestionamos que durante la etapa de educación infantil los únicos
deberes que los niños y las niñas deben llevar para casa sean los mensajes
o colaboraciones que los maestros les soliciten. Investigar sobre las
estrellas de mar y que recuerden llevar todo lo que encuentren en casa
sobre ellas… cuentos, juguetes, dibujos o preparar un disfraz de oruga y
que les digan a los papás que tienen que venir vestidos de color de
marrón. A través de ellos trabajarán la atención, la autonomía y la
responsabilidad, que en definitiva son la antesala de unos buenos hábitos
de estudio. En esta etapa el tiempo dedicado al juego será fundamental
porque a través de él realizarán la mayor parte de sus aprendizajes.
Al iniciar la etapa de Primaria hacemos un planteamiento diferente, y sin
embargo entre los seis y los doce años solo son necesarios los deberes en
la medida que sirvan para la creación de unos hábitos de estudio que
irremediablemente necesitarán cuando lleguen a la ESO. Los deberes
propiamente dichos y me refiero fundamentalmente a aquellos deberes
que hacen trabajar a los niños durante horas en casa después de una larga
jornada escolar, con la disculpa de reforzar lo aprendido no tendrán
sentido. Tampoco tendrá sentido el hacerlos deprisa y corriendo, o en el
autobús, o entre clase y clase, o por la noche, o solo los días que nos lo
ponen...o adelantarlos, o dejarlos para el fin de semana o delegarlos a si
tenemos o no actividades extraescolares.
Los hábitos de estudio deberán iniciarse paulatinamente desde primero
de primaria, al principio una tarea cortita una vez a la semana para
después ir alargando tiempos hasta casi todos los días en sexto de
primaria. En cualquier caso lo importante será que se vayan
incrementando poco a poco los tiempos de dedicación a los deberes hasta
que en sexto de primaria no exceda de una hora. Es fundamental dedicar
un tiempo al juego y al descanso también en esta etapa.
Al inicio de la ESO las tareas serán todos los días y se irán alargando los
tiempos hasta más o menos las dos horas diarias al final de la etapa y el
Bachillerato.
Es importante saber que a partir del ciclo medio de primaria, las tareas de
casa no solo serán los deberes sino que haya un ratito dedicado al
estudio. El conocimiento del medio será la asignatura más propicia para
ensayar las técnicas de estudio. Es importante enseñarles que se estudia
comprendiendo y no chapando. El chapado les lleva el doble de tiempo y
es mucho menos eficaz.
Nunca relegaremos los hábitos de estudio a las actividades
extraescolares. Debemos enseñarles que lo primero es lo primero, y lo
segundo solo tiene sentido si la responsabilidad primera está cumplida,
aunque la actividad sea deportiva y consideremos que es muy beneficiosa
para su desarrollo. Tampoco utilizaremos aquellas actividades que
consideramos fundamentales para el desarrollo de nuestros hijos como
moneda de cambio, siempre habrá un tiempo para cada cosa, si los
tiempos están bien repartidos.
Otra contradicción habitual es el mensaje verbal que desde el cole a veces
se les envía para fomentar el estudio diario. Se les dice que no solo
cuenta el examen en la nota de la evaluación sino también los deberes de
casa, la atención en clase…para que comprendan que el trabajo diario es
fundamental. Sin embargo después se les pone la nota de la media de los
exámenes que han realizado en cada una de las evaluaciones sin tener en
cuenta el resto. Cuando lo descubren, esto les conduce inevitablemente
a solo estudiar antes del examen, pues saben que los hábitos de trabajo
diario no son valorados. Y cuando crecen y no les llega con solo estudiar
el día anterior, ya no estarán a tiempo de forjar un método de estudio
eficaz. Es únicamente el valor del trabajo y el esfuerzo lo que hace que
nuestros alumnos y alumnas puedan cumplir sus metas.
El papel de los padres será guiarles y ayudarles cuando lo necesiten pero
nunca estudiar por ellos. Los padres estarán ahí desde el principio para
apoyar, pero nunca para resolver. Sería conveniente no sentarse a su lado
todo el rato porque deben de entender no solo que la responsabilidad es
de ellos sino también que pueden resolver solos, y debemos esperar a que
resuelvan aunque después revisemos. Ellos deberán iniciar las tareas con
lo que los profes les han explicado porque sino disminuirán la atención n
clase al saber que después se lo explicarán en casa. Los niños necesitan
atención y sentirse queridos por sus padres, y los padres deben asegurarse
de que su amor les llega. Sino buscarán la forma de que estos estén
pendientes de ellos recurriendo a cuestiones como negarse a comer o a
no hacer las tareas del colegio. Es frecuente que los padres teman que los
profesores piensen que no se preocupan de sus hijos si les dejan ir con los
deberes sin hacer. Pero ayudan más a sus hijos si permiten que estos
asuman sus responsabilidades y las consecuencias que se deriven de ellas.
Y los profesores deberán saber aquello en que cada niño falla para
volvérselo a explicar, si las tareas van perfectas ambos pierden esa
oportunidad.
Los deberes no deberían ocupar a los niños más de 10 minutos por día en
el primer curso de primaria, 20 minutos en el segundo curso, 30 en
tercero, y así sucesivamente hasta un máximo de dos horas más o menos
que necesitarán al día al final de la secundaria y el BAC.
Las vacaciones, si han cumplido durante el resto del tiempo y no tienen
asignaturas pendientes, estarán hechas para descansar. Todos los
miembros de la familia deben disfrutar de ellas y será tiempo de juego,
de bañarse en la playa o en la piscina, compartir actividades con la familia,
acostarse tarde, leer mucho, disfrutar y divertirse con actividades
diferentes a las del resto del año. Estos serán los mejores deberes del
tiempo de vacaciones. Los niños y las niñas necesitan también romper
con la rutina del colegio. Los padres no suelen llevarse trabajo a casa
durante las vacaciones pero muchos consideran que sus hijos deberían
continuar con alguna tarea escolar durante este período con el objetivo
de reforzar lo aprendido durante el año, preparar algunas asignaturas para
el curso siguiente o simplemente tenerlos ocupados durante algunas
horas del día. Pero si el niño ha aprobado el curso y desde el cole no le
han marcado ningún trabajo para reforzar ningún área no tendrá
problemas cuando regrese en septiembre. Hay que tener en cuenta que
un niño que ha cumplido durante el curso escolar y aprovecha el verano
para relajarse, jugar y compartir actividades con sus padres y amigos
estará en mejor disposición para empezar el nuevo curso que otro que
viva estos meses como una tortura y agobiado por los deberes.
Si los trabajos de refuerzo son imprescindibles, deben ser lo más lúdicos
posibles en la primeras etapas.
Iker estudiaba 3º de ESO y había suspendido 4 asignaturas en la primera
evaluación. Le costaba entender que es lo que le había pasado para
haciendo lo mismo que siempre las cosas le salieran tan mal. Nunca había
estudiado demasiado, aprovechaba más o menos el tiempo de clase,
estudiaba el día antes de los exámenes y hacia los deberes todos los días
en los ratos libres del cole para tener después tiempo libre cuando
acababa la jornada escolar. Desde primero de ESO sus notas habían ido
bajando paulatinamente…pero nunca había suspendido ninguna. No sabía
que es lo que le estaba pasando ahora. Su tutor le había explicado a sus
padres que tenía buenas capacidades pero no estudiaba lo suficiente y lo
que antes eran notables por la carencia de hábitos de trabajo se habían
convertido gradualmente en suspensos. Que hasta ahora con su
inteligencia y alguna atención en clase había logrado tapar la falta de
trabajo, pero que a partir de ahora esto ya no sería suficiente. Que lo que
realmente le haría salir adelante sería la adquisición de unos hábitos de
trabajo diarios. Pero tanto Iker como sus padres sabían que al no haberlos
adquirido antes, ahora serían difíciles de conseguir.