Los Genitores Invisibles

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Los genitores invisibles Están ahí, en el trafico, en los portones de las escuelas, los kindergarten, las secundarias, algunos preparan puré de frutas mientras corrigen un texto, otros cambian un pañal con heces pestíferas al momento de poner en orden las ideas para una entrevista con un canal cultural; lo están entre los ensayos de Federico Campbell y el canal de televisión infantil Nickelodeon, esperando a que los descendientes se duerman para poder escribir tres líneas a media noche. Son padres y escritores a la vez, son la memoria de sus hijos, el fantasma de su futuro, ese quimérico museo de formas inconstantes, el montón de espejos rotos que es ser padre. Le he preguntado a cuatro autores la manera en cómo se balancea esa vida de ser padre y escritor al unísono, entre editoriales y guarderías nos explican cuál es la formula secreta de este cocktail. Jaime Mesa Escritor mexicano, Jaime Mesa publicó Rabia, su primera novela, en el año 2008, logrando una buena acogida de la crítica. Mesa ha colaborado con revistas como Crítica, Laberinto y Hoja por hoja. Además, también ha coordinado varios talleres literarios, tanto de cuento como de novela. ¿Cómo balanceas esa vida entre padre y escritor? De entrada, mal. Mi hijo tiene un año y ocho meses. Digo mal porque al ser padre primerizo la llegada del huracán de la paternidad me dejó arrumbado en una isla desierta al lado de mi mujer. Me explico. Pasé casi un año y cinco meses sin escribir una sola línea de ficción. Recién hace dos meses empecé de nuevo e inicié mi nueva novela. Durante el primer año de vida de mi hijo casi no leí. Si antes podía leer de tres a cuatro libros (a veces más) a la semana, mi promedio pasó a un libro cada tres meses. A lo mucho. Como escritor y lector hice una pausa. Quizá no me llegó la desolación porque al mes de nacido mi hijo se publicó mi segunda novela. Así que entre las entrevistas, los nuevos lectores, el interés por esa publicación, la verdad de "no estás escribiendo" lograba ocultarse. Con el

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Entrevista con diversos autores mexicanos que a su vez, son padres de familia.

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Los genitores invisibles

Estn ah, en el trafico, en los portones de las escuelas, los kindergarten, las secundarias, algunos preparan pur de frutas mientras corrigen un texto, otros cambian un paal con heces pestferas al momento de poner en orden las ideas para una entrevista con un canal cultural; lo estn entre los ensayos de Federico Campbell y el canal de televisin infantil Nickelodeon, esperando a que los descendientes se duerman para poder escribir tres lneas a media noche. Son padres y escritores a la vez, son la memoria de sus hijos, el fantasma de su futuro, ese quimrico museo de formas inconstantes, el montn de espejos rotos que es ser padre. Le he preguntado a cuatro autores la manera en cmo se balancea esa vida de ser padre y escritor al unsono, entre editoriales y guarderas nos explican cul es la formula secreta de este cocktail.

Jaime Mesa

Escritor mexicano, Jaime Mesa public Rabia, su primera novela, en el ao 2008, logrando una buena acogida de la crtica. Mesa ha colaborado con revistas como Crtica, Laberinto y Hoja por hoja. Adems, tambin ha coordinado varios talleres literarios, tanto de cuento como de novela.

Cmo balanceas esa vida entre padre y escritor?

De entrada, mal. Mi hijo tiene un ao y ocho meses. Digo mal porque al ser padre primerizo la llegada del huracn de la paternidad me dej arrumbado en una isla desierta al lado de mi mujer. Me explico. Pas casi un ao y cinco meses sin escribir una sola lnea de ficcin. Recin hace dos meses empec de nuevo e inici mi nueva novela. Durante el primer ao de vida de mi hijo casi no le. Si antes poda leer de tres a cuatro libros (a veces ms) a la semana, mi promedio pas a un libro cada tres meses. A lo mucho. Como escritor y lector hice una pausa. Quiz no me lleg la desolacin porque al mes de nacido mi hijo se public mi segunda novela. As que entre las entrevistas, los nuevos lectores, el inters por esa publicacin, la verdad de "no ests escribiendo" lograba ocultarse. Con el tiempo, aprend o entend que ese periodo de no escritura me haba servido. No as el periodo de no lectura que estuvo a punto de volverme loco.Como hombre, quiero decir, me fue bien. La alegra (aunque el cansancio sea un infierno y no me queden ganas de tener ms hijos) de la paternidad me ha hecho una persona feliz y satisfecha.Ahora bien, si el inicio fue una bomba atmica sobre mi trabajo como escritor, esta meseta en la que vivo ahora (est por ir a la escuela, ya duerme de corrido en las noches, etc.) ha venido a hacer ms provechoso el tiempo que le dedico a escribir. Si antes, quiz necesitaba siete o seis horas libres para escribir, y tomar caf, y hacer rituales, y ver Internet, y leer algo para reforzar la voz narrativa, y un largo etctera, ahora las dos horas al da en las que escribo son eso: dos horas de completa y llana concentracin para la escritura. Como ya duerme temprano, ya puedo leer en las noches. Creo que justo ahora, a unos meses de que mi hijo cumple dos aos, comienzo a entender el equilibrio y el balance necesarios para ser padre y ser escritor.

Qu piensa tu familia, tus hijos acerca de tu profesin?

Dante, mi hijo, an no tiene una posicin al respecto sobre mi profesin. Y eso es bueno, ser terrible saber qu piensa al respecto. "Pap, por qu escribiste eso, por dios? En qu estabas pensando? Lo sabe mam?", o algo as. Caray.A mi mujer le encantan mis libros. Es ms, la novela nueva que se publica en abril tuvo su visto bueno sin el que no habra sido posible. Ella es mi primera lectora y, como es guionista, me ayuda a quitarme la tendencia a rizar el rizo y enfocarme en contar lo realmente importante.

Carlos Bortoni

Carlos Bortoni vive con su mujer y sus dos hijos en una casa con perro. Intenta escribir a diario en cuanto su familia se duerme pero rara vez lo logra. Cuando lo hace escribe poco. Ha colaborado con algunas publicaciones peridicas participado en dos antologas de cuento y publicado un libro de relatos titulado El imperio soy yo y otro de minificcin llamado Tormentas en vasos de agua, su ms reciente libro es Perro viejo y cansado. De nueve a seis de la tarde casi todos los das de la semana cumple un horario de oficina.

No balanceo la vida de padre y escritor... slo soy padre... que en ocasiones escribe. Ellos -mis hijos y mujer- lo saben... y saben que no tengo ningn problema en dejar un texto para acompaarlos. La prioridad es clara y no tengo ninguna suerte de conflicto con ello. En ocasiones le robo un poco de tiempo cuando ellos estn haciendo otras cosas... pero es tiempo a medias... porque s que en cualquier momento ser interrumpido. Por eso busco la tranquilidad de la noche... por eso y por mi naturaleza nocturna. Uno no debe de ir en contra de su propio cuerpo. Si trabajas mejor por la maana... trabaja por la maana. Si trabajas mejor por la noche... trabaja por la noche. Mi disciplina se reduce a lo que mi cuerpo puede y no puede hacer. Eso y un mnimo de esfuerzo.Qu piensa mi familia de todo esto? No estoy seguro. A mi mujer debe resultarle cansado que insista en escribir. Pero tampoco se opone a ello. Mis hijos son felices con que les cuente una historia inventada al momento de ir a la cama. El libro (Perro viejo y cansado) lo ven como algo natural. Cosa que me agrada.

Daniel Herrera

(Torren 1978) es escritor, profesor y periodista. Es autor de Con las piernas ligeramente separadas (Instituto Coahuilense de Cultura, 2005) y Polvo Rojo (Ficticia 2009).

Cmo balanceas la vida de padre y escritor?Simplemente no lo hago, jams me alcanza el tiempo para cubrir todas las actividades diarias. En un da comn de la semana, debo llevar a mis hijos a sus respectivas escuelas, trabajar para mantenerlos, preparar comida, entre mi mujer y yo darles de comer, comer nosotros, a veces tomar un pequesimo descanso, llevar a mi hija a sus clases de danza, realizar pendientes domsticos, volver por la nia, regresar a la casa, poner a mi hija a hacer la tarea, baarlos, darles de cenar, escribir, contestar mails, dormirlos, leer aunque sea un poco y dormir. Y todava me dicen que debo educar a mis hijos? A la mierda, la vida se me va y siento que apenas ayer tena 30 aos y que perd seis aos en apenas un par de das. Lo sorprendente es que siga escribiendo, no entiendo cmo lo logro, supongo que utilizo cualquier momento libre que tengo. He aprendido a escribir casi en cualquier lugar y a cualquier hora. El ruido exterior prcticamente no me molesta y he desarrollado cierta concentracin a pesar de todo lo que me rodea... excepto cuando llega a joder mi hijo de dos aos. Entonces, me encantara balancear todo como si fuera pelcula hollywoodense pero es imposible. Hasta que fui padre entend porqu los escritores suelen no tener hijos. Estoy esperando con ansias a que crezcan y se vayan a estudiar fuera de la ciudad. Hijos mos, los amo, pero es momento de que se vayan, vamos, vamos, no miren atrs.

Qu piensa tu familia, tus hijos acerca de tu profesin?Pues mi hija como apenas lo va procesando, noto cierto orgullo pero tampoco parece muy interesada en lo que hago. Eso es muy de nuestra tierra, los escritores no le importamos a nadie ac. Mi mujer me apoya, aunque est tan ocupada con todo lo dems que la escritura no suele ser un tema de conversacin. El ms pequeo lo nico que quiere es que juegue con l y deje en paz la laptop. Casi no tengo amigos del gremio en Torren as que estoy bastante slo respecto a este oficio. Tal vez sea mejor as.

Juan Gerardo Aguilar(Zacatecas, 1977. Narrador)

Cmo balanceas la vida de padre y escritor?

En mi caso, el ejercicio profesional de la escritura comenz casi al mismo tiempo que la paternidad. Mi hija mayor tiene diecisis aos; la menor, catorce. Desde entonces, mantener el equilibrio entre la labor creativa y los deberes como padre ha sido posible gracias a que jamas he olvidado que soy padre y escritor todo el tiempo. Con los aos, ellas han aprendido que mi profesin es una labor solitaria, que requiere tiempo cuando me encuentro metido en algn proyecto. Pero tambin saben que siempre estoy ah para ellas; que cuando no leo, escribo o estoy haciendo algo para que la pensin alimenticia llegue a tiempo a su destino. Qu piensa tu familia, tus hijos acerca de tu profesin?

Muchas veces me he puesto en el lugar de mis hijas y creo que tambin tardara en dimensionar y digerir la idea de que mi padre es escritor. Ellas mismas me lo han dicho. Durante su infancia, les causaba una especie de desconcierto, porque crean que no era ni haca nada, pues, contrario a los padres de sus amigos, gran parte del da me vean leer o escribir en casa. Ahora, su perspectiva ha cambiado y muestran gran agrado, pero, sobre todo, un profundo respeto por mi profesin. Tenemos charlas interminables acerca de muchos temas. Creo que verlas crecer y adquirir una postura propia con respecto al mundo y a la vida me ha hecho ver que, definitivamente, hice lo correcto cuando decidir ser padre y escritor al mismo tiempo.