LOS "GUSANOS GItISF.S"

Con este nombre, y con el de "rosquillas","dormillón", "cuc dormidor" (en Levante) ;"lobillos", "malduerme", etc., se conoce a nu-merosas especies de orugas, que pertenecentodas al gran grupo de las mariposas noctur-nas y a la familia Noctuidos. La más frecuen-te es Ag^rotis se^etis Hbn., que puede ir acom-pañada por otras especies más o menos afinesy de eostumbres análogas.

Atacan los "gusanos grises" no sólo a laremolacha, sino a otras muchas plantas, y suimportancia económica es considerable, sien-do una de las plagas más frecuentes en lashuertas. Está muy extendida por España, ysu área geográfica ocupa toda Europa, Asiay Afríca, íncluso la ecuatorial y antártica.En el norte de Africa es muy frecuente enlos cultivos de huex-ta e industriales; en elT^urquestán es muy perjudicial al algodón, yen Persia, según Rekach (1933), es de losnoctuidos más dañosos, causando su primerageneración verdad^eros estragos en los cam-

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pos de sésamo. TamUiéu en Alémania, Ingla-terra, Europa central y Itusi^i causa daí[^osimportantes.

DESCRIPCICíN.-Las orugas de todas Ias es-pecies de "gusanos gríses" tienen de común

Fig. 25.-Los "gusanos grises" suelen tronchar por el cuc-llo a las plantas jóvenes.

el color gris, sem^ejante a la tierra, en la cualse guarecen durante el día; miden de tres acinco centí^metros de longitud ; s011 cilíndri-cas, de piel lisa, y se arrollan sofJre sí mis-mas en forma de espiral, de donde toman elnombre vulgar de "rosquillas" con que se lasconoce en algunas provincias.

Las mariposas, lo mismo que las oru^,ras,ofrecen caracteres diferenciales de unas es-pecies a otras; generalmente., tienen ]as alas

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delxntel ^•ls de color gris, y blannuecinas lasposteriores; las primeras suelen estar cruza-das por cuatro o cinco líneas sinuosas e irre-^ulares, y presentan dos manchas c^lracterís-

Fig. 26.-F{atz de remolacha comlda por "gusanosgrises". (Appel.)

ticas : una recionda, en el centro del ala, yotra más próxima al borde, de mayor diáme-tro que la anterior y de forma de riñón. Du-rante el reposo repliegan las alas sobre su

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cuerpu, y cuu ellas exte^ididxs alcanran ^malongitud de tx•es a seis centímetrus.

Btoc;RAr•ía.--Nu es posible h^^cer una er^,u-sición gen^ra] del ciclo e^'olutivo de los "gu-

Figa. 27 y 24. --Mariposa y orugae de Agrotisycqetis Hbn. ("gusanoe grises").

sanos gris^s", porque en las diversas especiesvaría mucho la duración de los diferentes es-tados o fases (huevo, oruga, crisálida y mari-

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posa) . Además, la época de la aparición sueleser distinta de uno a otro año.

En general, comienzan a verse las maripo-sas en primavera, las cuales efectúan la pues-ta formando montones de huevos, que deposi-tan en las hojas, o en ]as malas hierbas, o enel suelo, al pie de la planta de la cual han denutrirse las nuevas orugas. Es muy variableel número de huevos; hay puestas que no lle-gan a un centenar, y otras, en cambio, pasande los ?00.

La época de efectuar la puesta de esta pri-mera gengración suele ser en el mes de abril,aunque a veces se retrasa hasta ya entradoel verano. Las mariposas, lo mismo que lasorugas, tienen costumbres nocturnas : raravez se ]as ve durante el día, y al anocheceracuden a chupar el néctar de las flores ; laluz las atrae y revolotean a su alrededor.

A1 cabo de una docena de días de efectuadala puesta avivan los huevecillos. Las ]arvaspasan el día guarecidas bajo tierra, arrolla-das en espiral, esperando la noche para ali-mentarse. Después de un m^2s próximamente,profundizan en el suelo, donde se fabricanuna celda de tierra, en cuyo interior se trans-forman en crisálida, y transcurridas unas dossemanas sale la mariposa. Sin e^rnbargo, hayesp^ecies en q^ue la larva, después de haberseencerrado en la cápsula terrosa, no se trans-forma inmediatamente en crisálida y perma-nece vaz'ios días inactiva, retrasándose de

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este modo 1a apal'ic1Ón de los adultas, qucpueden tardar en emer^,rer más de un mesdesde que la orug•x se hunde en ]a tíerra.

En ]os meses de junio, julia y agosto escuando suele aparecer esta segunda genera-ción de mariposas, que reproducen el cicloevo^utivo.

Es distinta la forma de pasar el invierno,según las especies. Ceneralmente, lo hacenen el estado d^e orugas a medio desarrollar, ycrisalidan hacia el mes de abril ; pero tam-bién pueden pasar el invierno en el estado dehuevo, q^ue no aviva hasta la pximavera si-guiente. Otras especies lo hacen en el estadode crisálida, o incluso en el de mariposa.

DAÑOS.-Son muy variables de unos añosa otros; pero cuando la plaga encuentra con-diciones favorables para su propagación haceverdaderos estragos. En las plantas jóvenesroen el cuello de la rafz; es frecuente verp.lantitas secas c:tídas en el suelo, o que searrancan a] men^or esfuerzo. Escarbando asu alrededoi• se encontrará bajo tierra al cau-sante del daño, descansando de su labor des-tructora arrollado sobre sí ^rnismo en espiral.Hay veces, cuando el ataque es intenso, queobliga a resembrar dos y tres veces, sin q^uepor ello se tenga la seguridad del éxito.

En la remolacha crecida devaran la raíz,abriendo galerías que facilitan la putrefac-ción posteríor.

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Otrus "gusanos grises" ti•epan pc^r las plxn-tas, cuyas hojas roen. Esta labor la efecttíansiempre de noche, y durxnte el día permane-cen ocultos bajo tiierra.

Cuando la plaga es muy nunterosa apareceruído todo lo que es verde y j ugoso, y en es-tos años hay especies que marchan en ban-dadas, causando considerables daños.

MEDIOS DE LUCHA. I,aLores c2r,lGu^rales. Erttodos los campos que hayan sufrido el ata-que de los gusanos grises debe darse, al prin-cipío deI otoño, ^una labor profunda con ara-do de vertedera. Las orugas que invernan ylos huevos se encuentran en la superficie delterreno, y al quedar enterrados a gran pro-fundidad, perecen en buen núme-ro. Interesaque la labor sea lo más profunda posible,para evitar que las orugas puedan salir denuevo.

Esta labor debe completarse con la destruc-ciún a mano de las orugas que queden en lasuperficie del suelo, lo q^ue puede hacerse conmujeres o chicos que caminen detrás delarado.

Después de la recolección deberán retirarselos restos de la coaecha con todas las malashierbas, formar con ellos ^un montón y que-marlo, para lo cual puede convenír rociarlopreviamente con gasolina; con ello se des-tr•uirán las hueveciIlos que las mariposas hu-bieran puesto.

Cebus eu vc ►a^na,clus.-l^:s ei rernedio gene-ralmente usado, y el más eficaz. Consiste encolocar, repartidas por la finca, sustanciasenvenenadas, de las c^ue los gusanos grises semueatran mu,y ávidus, con preferencia a lasplantas q,ue usualm^ente atacan. Por la noche,al salir las orug^s de la tierra, devoran loscebos, encontrándoselas muertas a los pocosdías, bien en la superficie del suelo o enterra-clas en sus albergues.

Un cebo eficaz y fácil de preparar es el si-^*uiente:

Salvado ....... ................................... 25 ki:os.Verde de Paria ....... ....................... 1 "Melaza ............................................ 4 litr^s.Agua .......... ... . , ................................ l0

Para prepararlo se comienza por mezclaren seco, en un recipiente, el salvado y el ve,-neno, removieudo bien hasta hc^cer una mez-cla homogénea. En una vasija apar^e se di-luye la melaza en agua, y este líquido se vavertiendo poco a poco sobre la mezcla de sal-vado y veneno, removiendo constantemente.Es interesante que la mezcla sea lo más ho-mogénea posible y el salvado quede bien hu-medecido, con el fin de que el veneno se adhie-ra a todas las partf culas. Teniendo la hu7ne-dad suficiente, el cebo se consei-va apetecibley no se endurece con el sol; por eao deberáañadirse el líquido poco a poco, hasta formarun amasijo húmedo, ain que tenga agua en

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exceso, lo que haría se estrupease más rápi-damente; la mezcla, apretada entre los dedos,deberá quedar suclta y sin escurrir agua.

Fn vez del ve^'de de Pairís (acetoarsen;tode cobre) puede empl^earse el arsénico blanco(anhídrido arsenioso), que es más barato;pero el primero tiene la ventaja sobre éstede que por su color permite ver si la mezclaestá bien hecha. También puede utilizarse elarsenito sódico, que en este caso se disuelveen el agua, y melaza, con cuya solución se ro-cía el salvado.

De la fórmula anterior puede suprimirsela melaza; no conviene, sin embargo, prescin,-dir de ella, porque hace el cebo más atracti-vo, y además le conserva fresco durante mástiempo. Con el fin de hacerle más apeteci,-ble, suele añadirse a la solución arsenical50 gramos de tc^•^tccto ^le ^x.milo. También seemplean en su lugar diez o doce naranjas olimones, cuyo jugo se exprime sobre el aguay melaza, a ia cual se añade la pulpa y la pieicortadas en pequeños trozos. Este agua, con]a melaza y las naranjas o limones, se viertesobre la mezcla de salvado y vende de Parrís,en la forma ya indi^cada.

El cebo debe extenderse en las entrelíneasde la remolacha de una manera uniforme,empleando una cantidad de unos 15 kilogra-mos de salvado envenenado por hectárea.

Cuando los gusanos grises son muy n,ume-rosos y avanzan en bandadas, se colocará el

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cebo delante de ellos, furmando una barreraque los in^pid^t seguir adelante.

Fa intere^,nnte que el cebo se extienda des-pués de la pu^esta del sol, para que se encuen-tre en el ^mejor estado posible cuando los gu-sanos sal^,ran de la tierra para comer. No de-ben tttiliraese los cebos en días cálidos, por-que se desecarían rápidamente.

También se recomienda colocar pequeñosmanojos de alguna planta jugosa que apete^-can los gusanos grises, como eI trébol, Ia oualse habrá sumet•gido previamente en una so-lución de verde de París (30 gramos en uncubo de agua) .,

Los manojós se repartit•án por toda la tie-rra, y a suficiente proximidad unos de otros,para que pt•otejan la plantación; se debenemp.lear desde que aparecen las prim^rasorugas simultáneamente con el salvado enve-nenado y, lo mismo que para éste, deb^^ránrepartirse después de la puesta del sol, paraque no se hayan marchitado cuando salganlos "gusanos".

Zwnjus p^r^tectarccs. - I'or regla general,cuando los "gusanos grises" se ponen en mar-cha, lo que suele suceder cuando se px•esentanen número extraordinario, ya han alca,nzadogran tamaño y, natuY•almente, son muy vo-races. Para detener la invasión ya hemos di-cho conviene poncr delante una línea de ceboenvenenado; se pue^?e, además dificultar la

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marcha de las orujas haciendo un surco eíuelas impida el paso y defienda los cultivos res-tantes. En el fondo de la zanja caen gran nú-mero de orugas, que pueden aplastarse mecá-nicamente. También pueden hacerse en el fon-do del surco hoyos, de ^unos 30 centímetrosde profundidad, cada cuatro o cinco metros,en los cua^es caen por centenares los "gusa-nos grises", que pueden matarse después fá-cíimente aplastándolos con medios mecánicos.