Los siete habitos de los adolescentes altamente efectivos

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ENSAYO Integrantes: Milagros Albarracín Génesis Amésquita Natalia Bárcena Rocío Figueroa Henry Laura Área: Lenguaje Docente Claudia Dávalos Facultad: Ciencias de la Salud

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ENSAYOIntegrantes: Milagros Albarracín

Génesis AmésquitaNatalia BárcenaRocío Figueroa

Henry Laura

Área: Lenguaje

Docente Claudia Dávalos

Facultad: Ciencias de la Salud

TACNA - PERÚ

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Los siete hábitos de los ADOLESCENTES altamente efectivos

Juventud, divino tesoro dijo Rubén Darío. Alejándonos de lo que el príncipe de las letras castellanas quiso expresar en su poema, sabemos bien que surgen diversas opiniones acerca de esta etapa tan complicada para algunos y amada por otros. Unos la llaman la generación perdida, y los más optimistas hablan de ella como el futuro de la ciudad, del país e inclusive del mundo. Y ¿Qué es juventud? La juventud es aquella etapa de la vida en la cual se presentan varios conflictos tanto internos como externos; por un lado se siente las fuerzas interiores para ir y tomar el mundo teniendo como única arma nuestras manos, con ese sentimiento de creerse invencible, de estar convencido de tener todas las respuestas, pero al mismo tiempo darse cuenta de las limitaciones que impone la sociedad por la edad que uno posee. También es el momento de tomar decisiones, acceder a la voluntad de tus padres, decidir qué carrera estudiar, pensar y seguir pensando en que serás mañana, pero finalmente no nos queda mayor alternativa que cumplir órdenes dictadas por personas que inexplicablemente saben que cosa te conviene y que no.

Cultivar el hábito de afirmar a la gente, de darles a conocer con frecuencia y con sinceridad que creemos en ellos —sobre todo si son adolescentes que están pasando por su segunda crisis de identidad— es sumamente importante. Es una inversión relativamente pequeña que produce unos resultados incalculables e increíbles. STEPHEN COVEY

Es indudable que los hábitos en los seres humanos siempre han existido y se han ido originando desde que nacemos hasta que nos vamos desarrollando en la vida, influenciados por distintas situaciones que se nos presentan tanto negativas como positivas, estos pueden guiar cada una de nuestras acciones ya que son compañeros constantes de nuestro actuar y depende de nosotros si los convertimos en grandes ayudas para nuestro proceder o cargas pesadas en las situaciones malas.

Adquirir un hábito puede hacer o deshacer nuestras acciones, y actualmente nosotros los jóvenes nos vemos sumergidos en un entorno que ha cambiado mucho desde la época de nuestros padres, que se ha visto revolucionada por sucesos que han marcado la vida en el mundo y para cada uno de sus habitantes.Entonces podemos decir que estamos viviendo en una jungla, donde la supervivencia del más apto, nos hará destacar de otros y nos brindara la energía para navegar por rutas que a pesar de ser desconocidas, tendrán una meta beneficiosa.

Como adolescentes, tenemos una serie de limitaciones físicas y mentales que se demuestran a diario en diversos fracasos que tenemos en la vida, pero la vida consiste

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precisamente en ello, en fracasar para aprender de los errores, del dolor y de las penas, porque solo así podremos triunfar en nuestra vida familiar y laboral, ya que solo las caídas nos llevan al éxito.

Constantemente nos vemos sumergidos en cuestiones que tratan de acabar con nuestra autoestima o motivación para realizar nuestras obligaciones.Nos planteamos limitaciones diversas como el tener mucho que hacer y no poder acomodar nuestro horario para lograrlo, el no adaptarnos a nuestro medio y pensar solamente en el ser popular y destacar entre los demás, el culpar a nuestra familia de todos nuestros problemas y culparlos también de nuestras carencias y manera de comportarnos entre otras.

Entonces pensando de esta manera, jamás conseguiremos nuestros objetivos ya que lo que pensamos se ve reflejado en nuestra manera de actuar, en la manera en la que nos ven los demás y por ende en la manera en la que nos vemos nosotros.

Algunos grandes malos hábitos que tenemos a los largos de nuestra vida son por ejemplo el reaccionar que adquirimos al no pensar cómo podemos hacer sentir al resto, no tomando responsabilidades en nuestra vida o iniciar algo y jamás terminarlo porque en el momento de idealizar una meta, la vemos como un sueño lejano que dejamos pasar a la ligera, pensar que nos valemos de nosotros mismos y somos perfectos y a la vez autosuficientes por ende desgastarnos al máximo sin aprender nada en el proceso.

Y todo esto se da porque los adolescentes estamos sumergidos en paradigmas que rigen nuestra vida día a día, que desafortunadamente no son nada acertados y nos crean todas las limitaciones antes mencionadas, y esto no es algo que ocurra solo en la actualidad, muchas grandes y conocidas personas, han pasado por lo mismo, metiéndose en un laberinto sin salida, entonces los paradigmas nos hacen actuar como personas cortas de vista, que necesitamos anteojos para poder ver y solo con estos vemos la verdadera belleza que tiene la vida y nos sabemos lo mal que podemos estar viendo la cosas hasta que la realidad está ante nuestras narices.

Es necesario entonces, cambiar seguido nuestros anteojos por unos que nos permitan ver el lado SOY IMPORTANTE y PUEDO HACERLO de la vida pero para esto no podemos estar solos en el camino, necesitamos siempre de personas que nos apoyen y nos brinden palabras de ayuda cuando las necesitemos como son nuestra familia y amigos verdaderos que te dirán la verdad por más dolorosa que esta pueda ser.

Los paradigmas que tenemos, suelen centrar nuestra vida en torno a situaciones o contextos que deberían interesarnos pero no ser lo más importante para nosotros.Es común entonces centrarnos en nuestros amigos, que nos volvemos tan

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dependientes de ellos que no nos damos cuenta que llegará el día en que los amigos se irán de tu vida para emprender su propio destino; centrarnos en las cosas materiales, que a la larga se acabarán y todo lo que juntemos en nuestra vida no podrá acompañarnos después de esta; centrarnos en nuestras parejas, lo cual crea un círculo vicioso de dependencia que a la larga puede generar una necesidad imperiosa de tener a alguien a lado y obsesionarse con ello; centrarnos en la escuela, dedicándonos por completo en sacar buenas calificaciones no solo aquí sino también en la universidad y diversas clases que tomemos, olvidándonos de ser sociables y compartir tiempo con el resto; centrándonos en nuestros padres y dejando que ellos lleven las riendas de nuestra vida, haciendo todo lo posible por congraciarlos; y por último centrándonos en nosotros mismos sin importarnos lo que ocurre más allá de ‘‘nuestro’’ mundo.

Es por ello que es mejor tratar de buscar siempre aferrarnos a nuestros principios como la honestidad el respeto o la gratitud y girar nuestros pensamientos e ideas en torno a ellas, pero todo se empieza poco a poco y los cambios no podemos lograrlos en un abrir y cerrar los ojos sino que es necesario dar pasos pequeños que nos lleven a la meta que deseamos obtener, pensando de manera positiva o haciendo cosas que contradigan nuestros paradigmas damos pequeños avances que se convertirán en raíces para nuestro crecimiento personal.

Hasta ahora hemos analizado solo el lado negativo de los hábitos y paradigmas que poseemos pero existe otro lado de la moneda, aquel que nos guía hacia una victoria privada, hacia una victoria pública y hacia una renovación.

En primer lugar nuestra victoria privada empieza conociéndonos a nosotros mismos y siendo conscientes de que todo cambio inicia desde nuestro interior. Aquella persona que nunca en su vida se impulsa a cumplir sus metas y pone su esfuerzo en ello nunca llegara a su verdadero potencial pues nuestros enemigos no son nuestros familiares, nuestros colegas o nuestros compañeros, nuestro mas gran enemigo y obstáculo somos nosotros mismos.

Somos como cuentas de un banco personal, llenas de cheques y ahorros que vamos renovando y creando en el transcurso de nuestra existencia, así como podemos tener cuentas que nos generan nuevos ingresos también están aquellas que nos producen severas pérdidas económicas, y depende mucho la manera en la que nos dejamos o no sucumbir ante nuestras presiones, ante nuestros sentimientos o arrogancias.Como todos esperamos siempre tener depósitos en nuestro banco pero es a veces más común tener retiros por ello es necesario enrumbar nuestra cuenta hacia la toma correcta de decisiones, que se generan cuando cumplimos todas las promesas que nos hacemos a nosotros mismos y cumplimos aquellas metas que quizás guardamos

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celosamente pero que anhelamos alcanzar y para ello ponemos todo nuestro empeño; que crece con cada gesto bueno que tenemos hacia el prójimo mostrando nuestros valores personales como la honestidad y que se aprovecha cuando sacamos a relucir nuestras habilidades y talentos, que pueden cambiar la manera en la que los demás nos ven pues todos como seres sociales buscamos en cierta parte el reconocimientos, lo cual no es malo porque eleva nuestra autoestima y nuestro autoconocimiento.

El que fracase o el que tenga éxito, no será obra de nadie más que mía. ELAINE MAXWELL

El primer hábito que debemos adquirir y desarrollar es el volvernos proactivos, no podremos desarrollar los demás sin este porque es como tratar de aprender a correr sin antes aprender a gatear, toda experiencia necesita de práctica previa.Las personas proactivas son aquellas que toman decisiones de acuerdo a sus valores sin dejarse guiar por sus impulsos como las personas impulsivas o reactivas.Todos nosotros tomamos diferentes responsabilidades en nuestra vida y acciones, la manera en la que respondamos definirán nuestros logros.Si deseamos alcanzar la felicidad, debemos saber que sólo depende de cada uno el conducir su destino, ya que el destino no viene escrito para nadie sino que lo creamos con cada acción buena o mala que tomamos, entonces tampoco existe la suerte, porque somos nosotros los arquitectos de nuestro actuar y nuestra vida.El escuchar nuestro propio lenguaje nos vuelve edificadores desde el inicio hasta la meta de lo que ansiamos alcanzar, y el intentar nunca traerá fracasos sino solo experiencias que nos harán comenzar a vernos poco a poco de manera diferente, dejemos atrás aquellas reacciones de víctimas, y no nos sentemos a ver qué pasará salgamos a asumir los grandes retos que se nos presentan, también dejemos de lado aquellas cicatrices que tuvimos que pasar porque solo estancan nuestro presente y truncan el futuro que podemos lograr. Somos personas capaces de conseguir muchas cosas si las buscamos, necesitamos únicamente de herramientas que sirvan de apoyo para llegar al fin, el autoconocimiento, la conciencia, la imaginación y la voluntad, deben convertirse en semillas que germinemos en nuestro crecimiento espiritual. Los desafíos no están para pasarlos de lado, sino para cruzarlos por encima, para dar lo mejor y llegar a grandes cambios.

La buena madera no crece fácilmente, mientras ms fuerte sea el viento, más fuerte es el árbol. DOUGLAS MALLOCH

El segundo hábito que debemos tratar de desarrollar es el controlar nuestro destino teniendo siempre un fin en nuestra mente para cada acción que nos vayamos a proponer.Muchas veces nosotros los jóvenes, iniciamos algo con emoción, ganas y fuerza, pero

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poco a poco nos damos cuenta que las cosas no salen como queremos y nos rendimos o nos vamos quedando en el camino, esto nos ocurre porque no tenemos clara la meta que queremos alcanzar al final del recorrido, no vemos más allá del presente, lo cual a nuestra edad es sumamente importante porque estamos a unos pocos pasos de convertirnos en adultos, donde tendremos que ser capaces de decidir qué es lo que queremos hacer con nuestra vida, la carrera que deseamos seguir, los amigos que anhelamos conseguir o el trabajo que adquiriremos por nuestros logros.No existe un mapa mágico que nos diga hacia donde debemos seguir o cuantos pasos tomara llegar al final, tampoco es factible el seguir como ovejas a alguna persona, son nuestros propios valores y educación los que se encargarán de ayudarnos en estas decisiones tan importantes para nuestros proceder adecuado.Las influencias pueden actuar a nuestro favor o a nuestra contra en esta etapa de nuestra vida, el tener amigos y familiares que te apoyan y te permiten cumplir tus sueños sin truncarlos, lograran en ti crear una confianza infinita, pero también existen aquellas malas influencias por parte de nuestro alrededor, que pueden llevarnos hacia la toma mala de decisiones, hacer cosas que en verdad no nos gustan, lo cual nos convertirá en personas seguidoras y no líderes, en personas frustradas y mediocres que nadie jamás les dijo que el verdadero límite es el cielo.Es común también que lleguemos a confundir la libertad de elegir con el libertinaje; el primero nos llevará a elegir entre lo bueno y lo mejor para nosotros mientras que el libertinaje solo nos llevara por senderos llenos de vicios y problemas.Pero todos tenemos una misión personal, aquella que nos indica lo que llegaremos a ser en nuestro futuro, descubriendo en el camino aquellos recursos que nos ayudarán, que son nuestros talentos y dejando de lado todo aquello que interfiere como los prejuicios que nos hacemos, recordemos siempre que la meta quizás es difícil de alcanzar, tiene un costo caro y a veces no es más que un deseo, pero no olvidemos tampoco que todo deseo puede llegar a materializarse solo necesitamos verdadero compromiso; la vida no es una carrera, es una misión y por ende es nuestra causa, hagamos no grandes cosas pero si pequeñas cosas de una forma simplemente grandiosa.

No es una montaña lo que conquistamos, somos nosotros mismos. EDMUND HILLARY

El tercer hábito para nuestra victoria privada, es saber priorizar todas las obligaciones que se nos dejan, el tener el poder para discernir entre lo importante y lo urgente en esta vida.A todos nos ha pasado, que tenemos la costumbre de dejar todo para el final, apilándose en nuestro hacer una larga lista de cosas, algunas importantes que no podemos dejar pasar, que son nuestras metas y nuestras misiones y otras que dejamos retrasándose hasta que se vuelven urgentes y tenemos que realizarlas sin

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poder esperar.El adolescente que sabe lo que es importante, fija sus metas bien claras y se organiza para no tener después cosas urgentes por hacer, ya que se marca prioridades y no somos aquellos jóvenes morosos flojos o sumisos que le dan importancia primero a los superfluo que no contribuye mayormente en su vida y solo les trae un rato de diversión pero a la larga se convierte en retrasos para lo verdaderamente esencial.Vivimos en una sociedad que es adicta a la urgencia, y aprendemos de ella. Existen muchas cosas que acortan nuestro tiempo y son como atajos que nos sirven para llegar al final, pero no por eso son buenos o malos, simplemente es mejor tratar de dejar la presión de ‘‘el que hacer’’ el último día y evocarnos a hacer las cosas a penas sepamos cómo hacerlas.La planificación será una habilidad que nos ayudará a cumplir con este hábito, el identificar lo que debe ir primero y último, acortará definitivamente el tiempo que nos veremos ocupados, pero se nos hace difícil porque no nos sentimos cómodos haciendo las cosas que no nos gustan o atraen, ya que nos mentalizamos tanto con ciertas acciones que quizás no son primordiales, que al querer hacer las cosas importantes, nuestros temores nos dominan y las dudas nos pueden traicionar.Pero para ganar, es necesario caer un millón de veces antes y levantarse sintiéndonos mejor cada caída, porque nos indica que nos acercamos cada vez más a la meta, porque la fortaleza que demostremos en nuestra maduración nos hará conquistarnos como seres humanos, evitar la presión y alcanzar a pasos agigantados el verdadero éxito.

En segundo lugar debemos entender que las victorias personales nos enaltecen, pero también debemos hacer hincapié en aquellas victorias públicas que se van a encargar de las relaciones que tengamos con los demás.La vida está hecha de personas imperfectas, pero estas personas imperfectas, son las que lograrán con esfuerzo y dedicación grandes logros y avances en el mundo, jamás debemos olvidar que lo más importante para el éxito, es uno mismo.A veces dejamos de lado a los demás, no centramos en nuestros logros, nuestros éxitos, nuestros méritos y esa burbuja del Yo, que claro que es importante e imprescindible pero definitivamente, todo tiene cierto límite, cabe recalcar entonces lo necesario que son las personas que forman parte de nuestra existencia, aquellas que conocemos por circunstancias de la vida, que llegan a formar o no aquella pequeña zona en la que nos sentimos como en el hogar.Pero todo tiene que tener ciertos compromisos y obligaciones, la amistad y las relaciones, deben ser algo recíproco, porque no está bien esperar solamente el recibir, sino también que debemos dar algo a cambio para poder así mantener un equilibrio en nuestras relaciones.

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El cumplir promesas, ser generosos, cumplir actos de lealtad y la escucha, serán capaces de mantener los cimientos de una buena victoria pública.

El orgullo no obtiene placer por poseer algo, sino por tener más que el prójimo. C.S. LEWIS

Comenzando con los hábitos para la victoria pública, tendremos aquel que será la base de ésta, el cuarto nos pide pensar en Ganar y Ganar, que es esencial para nuestro crecimiento personal.En más de una oportunidad, nos hemos visto contentos ante las fallas o deficiencias de otros, y es normal porque es parte de nuestra aspiración por tratar de ser los mejores, y es que quien no quiere ser reconocido por ser el mejor en algo que los demás no pueden hacer.A veces tratamos de vivir en una competencia constante, y no nos percatamos de las personas que pisoteamos en el proceso siendo a veces estas nuestras propias amistades, que se dejan vencer por amor hacia nosotros y confundimos entonces el compañerismo con la dejadez, que ocasiona que una de las partes se aproveche y tome ventaja de otra.Podemos ser de los adolescentes que siempre buscan ganar, que el egoísmo los enceguece y buscan siempre el trozo más grande del pastel, pero también podemos estar viviendo en el caso de ser las personas sumisas que se dejan aprovechar por otras, no confundamos nuestro papel de amigas con el de tapetes, y esto solo nos llevará a una serie de eventos en los que nuestra autoestima se ira debilitando y la caída simplemente será muy dolorosa.Pero existe el lado en el que todos Ganan, aquel camino en el que encuentras la verdadera felicidad, ayudando al prójimo y dejándote ayudar por él. Todo comienza desde nuestro interior, sabiendo que somos capaces de muchas cosas y merecedoras de grandes logros y que las competencias solo deben hacer que aflore lo mejor de nosotros y no el engaño o el embuste, sintiéndonos menos siendo comparados con otros.Por eso es necesario recordar que la confianza traerá autoestima, amor propio y ganas de ser el mejor sin perjudicar al resto, y en esto se basará nuestra identidad y la manera en la que encaremos el futuro hacia el éxito y la satisfacción, así como el crecimiento personal.

Antes de ponerme los zapatos de otro, primero debo quitarme los míos. ANONIMO.

El quinto hábito necesario para nuestro crecimiento, es el entender para ser entendido, a nuestra corta edad y poca experiencia en la vida, es común que hagamos de oídos sordos antes las cosas que no creemos tienen relevancia para nuestro proceder.

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Nos gusta ser escuchados, que nos presten atención y nos hagan sentir especiales pero a veces olvidamos que al resto le gusta exactamente lo mismo que a nosotros.Es por ello que frecuentemente peleamos con nuestros amigos o familiares, al sentirse victimas de nuestro egoísmo. Ser conscientes que para entender, es necesario escuchar sin distraernos, fingir o juzgar al otro sino tratando de ser empáticos y comprenderlos genuinamente, sin desviarnos por las ramas que no pueden llevar a convertirnos en personas egocéntricas o prejuiciosas.Para escuchar necesitamos tres cosas, hacerlo con los ojos, con el corazón y con los oídos, nos quejamos constantemente de que nadie nos entiende, pero la verdad es que nosotros ocasionamos esto, aislándonos de la verdadera comunicación, una profunda y no superficial como la que solemos tener con nuestros padres, mucho influye la diferencia de edades, pues llegamos a pensar que sólo a nosotros nos pasan las cosas y jamás nadie ha pasado por experiencias similares.Entonces necesitamos de confianza y de valentía para hablar con los demás, y contarles lo que tenemos en la cabeza pero también demostrar que tenemos la suficiente madurez para escucharlos brindando nuestro apoyo y consejo.

Solos podemos hacer muy poco, juntos podemos hacer mucho. HELLEN KELLER

Entrando ya casi a la recta final llegamos al sexto hábito que nos habla sobre sinergizar, la sinergia la logramos cuando trabajamos en equipo, logrando recompensas y poniendo en práctica todos los demás hábitos. No buscamos egoístamente el vernos solo nosotros beneficiados sino que buscamos el cooperar entre todos para llegar a un fin y es algo que vemos seguido en el mundo animal, al recordar a las aves que vuelan en forma de v para mantenerse unidas y lograr la cooperación de todos los miembros, así como en los procesos de simbiosis que relacionan a animales de manera inimaginable, los cocodrilos y las gaviotas por ejemplo.Pero a nuestra edad esto no es algo que ocurre muy seguido porque no se nos hace factible depositar tanta confianza hacia el resto, para ello se necesita un proceso previo de conocimiento, entendimiento y comprensión, que consiste en aprender a celebrar las diferencias y los rasgos que nos hacen únicos. No tolerar o evitar a aquellos que físicamente o mentalmente no comparten lo mismo que nosotros, nos demuestra nada más un grado alto de falda de madurez, una deficiencia de autocrítica y un bajo nivel de estima propia.Todos tenemos nuestras maneras propias de ver las cosas, tomamos diferentes decisiones y somos participes de diversas situaciones, pero esto nos hace irrepetibles entre los demás más no por eso superiores porque nuestras características y personalidades nos distinguen. Somos como diamantes que necesitan ser limpiados y pulidos, que nos encontramos en el mundo de manera insegura y desprotegida pero que con el tiempo aprendemos a amar y respetar nuestras cualidades y debilidades.

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La belleza entonces de cada persona radica en las imperfecciones que los hacen distintos a otros.

En tercer y último lugar vamos a tener después de las victorias públicas y privadas, el camino libre para llegar a la renovación interna y externa.

No permitas que nadie pase por tu vida sin dejarte mejor y más feliz, sé la expresión viviente de la generosidad de Dios: generosidad en tu rostro, generosidad en tus ojos y generosidad en tu sonrisa. MADRE TERESA DE CALCUTA

El séptimo hábito, afilar la sierra, nos guía hacia ese momento esperado, NUESTRO MOMENTO, aquel en el que somos capaces de plasmar en nuestros actos y palabras lo que somos capaces de hacer. Recuperarnos de los tropiezos, nos convierte en personas poderosas, capaces y felices, y todo adolescente es capaz de hacerle frente hasta al más grande obstáculo que tenga, al más difícil laberinto y a la peor encrucijada, todo este poder para lograrlo no está en otro lugar más que en nuestro interior.Renovarnos como personas, nos quitará las barreras de enfrente y nos dará lentes de aumento para ver la realidad de la que no éramos partícipes pero merecemos serlo.Querer es poder y para ello necesitamos aprender a reírnos de los problemas entonces: PIENSA, CREE, SUEÑA Y ATREVETE, son las claves para triunfar en la vida, no te quedes en ninguno de los escalones, puedes llegar a la cima y demostrarte a ti mismo y al resto tu capacidad.

Para concluir, es necesario, recordar que el ser adolescente no es más una etapa de nuestra vida que debemos pasar, es una etapa donde todo parece posible, donde el infinito es factible, donde la palabra imposible provoca risa y la palabra difícil es simplemente un lastre que tenemos que sobrellevar con la seguridad de sobrepasar sin mayores dificultades; es la etapa con que la vida nos premia permitiéndonos soñar y alcanzando nuestras metas.Cada uno de los hábitos que necesitamos en nuestros días como adolescentes, permitirán sacar provecho de todos los obstáculos que se presenten en nuestra vida.Nadie nos dijo que fuéramos, nadie nos dijo que lo intentáramos y nadie nos dijo que sería fácil, pero si tú mismo no crees en ti, nadie jamás lo hará.

Todo comienza con un solo paso. “SEAN COVEY