LUCIANA Y SU VESTIDO NO QUIEREN CRECER

Luciana tiene diferentes vestidos y de muchas clases: largos y cortos, con y sin mangas, con muchos colores o de un solo tono, de telas livianas o gruesas. Pero para ella sólo existe un vestido, el que lleva puesto. Fue el primer vestido que tuvo en su vida y el único que le interesa. * Se lo hizo con mucho cariño su abuela Chola para su cumpleaños del año pasado, con una tela floreada que eligieron juntas.La abuela Chola ya no está entre las personas vivas. Luciana la extraña y sabe que nunca más su abuela va a volver a hacerle un vestido.**A Luciana le gusta tanto su vestido que es el único que usa. Su mamá se lo lava cada vez que se le ensucia, y cuando se seca, enseguida se lo vuelve a poner. Pero un día, su mamá le dijo que las telas se gastan cuando se lavan tanto, así que Luciana trata que se le ensucie lo menos posible. Cuando se lo pone casi no juega, ni corre, ni deja que su perra Carmín se le acerque, para poder mantener limpio su vestido.A veces Luciana piensa que tendría que dejar de respirar. Porque cuando respira el pecho se le infla y como el vestido le queda un poco ajustado pareciera que en cualquier momento, el vestido se va a romper. Pero sabe que es imposible dejar de respirar.

Hace un momento, Luciana suspiró y cuando soltó el aire ocurrió lo que tanto temía, la tela floreada se reventó y voló convertida en minúsculos pedacitos por todos lados. En un instante, el patio de la casa se transformó en un jardín rebosante de flores, iguales a las de la tela, pero de verdad.Luciana comenzó a mirar el jardín y se alegró de ver tantas flores nuevas, y al oler el aroma de las flores decidió que podía empezar a usar sus otros vestidos, porque el perfume de cada flor le decía:“La vida está llena de cambios y hay que aceptarlos con alegría”.Adaptación de Luciana y su vestido no quieren crecer.Adela Basch. El gato de hojalata.