Ludmer, J. - Héroes Hispanoamericanos de La Violencia Popular (Moreira)

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Héroes hispanoamericanos de la violencia popular: construcción y trayectorias (Para una historia de los criminales populares en América Latina) Por Josefina Ludmer, Universidad de Yale www.elortiba.org 1879. Les voy a presentar un personaje latinoamericano que muy rara vez sale al exterior. Se llama Juan Moreira y es el héroe de la violencia y de la justicia popular en Argentina. Vivió y murió en la realidad, pasó a la novela de folletín en 1879, entró en el circo en 1884 y fundó el teatro nacional en 1886. El criminal Juan Moreira de la literatura apareció en 1879 con el proceso de modernización e inmigración, en el momento mismo del fin de las guerras civiles, de la aniquilación de los indi- os, de la unificación política y jurídica del estado liberal, y en el momento mismo en que la Argentina alcanzaba el punto más alto del capitalismo para un país latinoamericano: la entrada en el mercado mundial. Juan Moreira es el héroe popular de ese ciclo específico, el del salto modernizador de fin de siglo XIX: una modernización latinoamericana por internacionalización de la economía. La con- junción de saltos modernizadores, estados liberales, y entrada de las economías regionales en el mercado mundial constituye en América Latina un proceso donde se puede leer ciertos cambios de posiciones en la cultura y en la literatura. En Argentina aparecen nuevas representaciones literarias que recortan nítidamente lo 'popu- lar' (criollo) de lo 'alto' o 'culto' (europeo y científico), y los institucionalizan en lugares especí- ficos. En la apertura misma de ese ciclo, en el mismo año de 1879, nacen dos héroes popula- res: el gaucho pacífico y el gaucho violento. Aparecen simultáneamente en la literatura para mostrar las dos caras del salto modernizador, los dos discursos sobre 'lo popular' del salto mo- dernizador, porque hablan nada más que del uso de la fuerza o del cuerpo para la economía y para la violencia. De un modo más general, quiero decir que los héroes populares latinoamericanos se relacio-

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"Para una historia de los criminales populares en América Latina". Comparación de Juan Moreira con Martín Fierro

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  • Hroes hispanoamericanos de la violencia popular:construccin y trayectorias

    (Para una historia de los criminales populares en Amrica Latina)

    Por Josefina Ludmer, Universidad de Yalewww.elortiba.org

    1879. Les voy a presentar un personaje latinoamericano que muy rara vez sale al exterior. Sellama Juan Moreira y es el hroe de la violencia y de la justicia popular en Argentina. Vivi ymuri en la realidad, pas a la novela de folletn en 1879, entr en el circo en 1884 y fund elteatro nacional en 1886.

    El criminal Juan Moreira de la literatura apareci en 1879 con el proceso de modernizacin einmigracin, en el momento mismo del fin de las guerras civiles, de la aniquilacin de los indi-os, de la unificacin poltica y jurdica del estado liberal, y en el momento mismo en que laArgentina alcanzaba el punto ms alto del capitalismo para un pas latinoamericano: la entradaen el mercado mundial.

    Juan Moreira es el hroe popular de ese ciclo especfico, el del salto modernizador de fin desiglo XIX: una modernizacin latinoamericana por internacionalizacin de la economa. La con-juncin de saltos modernizadores, estados liberales, y entrada de las economas regionales enel mercado mundial constituye en Amrica Latina un proceso donde se puede leer ciertoscambios de posiciones en la cultura y en la literatura.

    En Argentina aparecen nuevas representaciones literarias que recortan ntidamente lo 'popu-lar' (criollo) de lo 'alto' o 'culto' (europeo y cientfico), y los institucionalizan en lugares espec-ficos. En la apertura misma de ese ciclo, en el mismo ao de 1879, nacen dos hroes popula-res: el gaucho pacfico y el gaucho violento. Aparecen simultneamente en la literatura paramostrar las dos caras del salto modernizador, los dos discursos sobre 'lo popular' del salto mo-dernizador, porque hablan nada ms que del uso de la fuerza o del cuerpo para la economa ypara la violencia.

    De un modo ms general, quiero decir que los hroes populares latinoamericanos se relacio-

  • nan entre s y forman redes y contraposiciones: cada uno encarna una posicin especfica en eldiscurso de una cultura, en un momento preciso. Moreira no apareci solo en 1879 sinoacompaado del viejo pacfico de La vuelta de Martn Fierro, de Jos Hernndez. El gauchopacfico y el violento nacen al mismo tiempo y no pueden sino leerse juntos. Los dos son lacontinuacin de El gaucho Martn Fierro, de 1872, y por lo tanto las versiones posibles para loque viene despus de la confrontacin, la violencia y el exilio con que se cierra el primer Mar-tn Fierro.

    La primera cara es la de La vuelta de Martn Fierro, que cierra el esquema de Hernndez: en1879 el hroe popular es un padre que vuelve del exilio, se dirige a sus hijos y les canta, enversos gauchescos tradicionales, el olvido de la justicia oral de la confrontacin: el olvido de laviolencia popular. Usa los proverbios del anciano para recomendar la pacificacin y la integra-cin a la ley por el trabajo, y con ese tono y ese pacto cierra el gnero gauchesco.La voz del gaucho es casi la voz del estado liberal triunfante, la voz oficial.La otra cara es la novela Juan Moreira de Eduardo Gutirrez, que apareci en 1879 en formade folletn en el peridico La Patria Argentina.

    All nace otro hroe para llevar la confrontacin y la violencia hasta el fin y para imponer lajusticia popular. El hroe violento es casi un sujeto anti-estatal; la voz de la oposicin polticaen el interior del liberalismo.

    El hroe pacifista y el violento, las dos caras y los dos extremos del salto modernizador, surgenjuntos en la literatura desde escrituras, gneros, tecnologas y temporalidades diversas, yabren procesos centrales para la cultura nacional en Argentina. Procesos con intensos debatesque culminaron en el teatro, que entonces era el lugar de la pera, el espacio de la culturamoderna 'alta', liberal, cientfica y europea de fin de siglo, y tambin, al mismo tiempo, con elcirco y el teatro criollo, el espacio de la cultura nacional y popular. A fin de siglo, con el saltomodernizador, la divisin de la cultura se formula en el espacio de la representacin: en unteatro Lugones europeiza a Martn Fierro y en otro se dramatiza y nacionaliza a Juan Moreira.Los destinos de los nuevos sujetos populares de la modernizacin eran previsibles. Con Lavuelta de Martn Fierro el viejo gaucho de Hernndez queda legalizado en 1879 como el traba-jador de la riqueza de la Argentina agroexportadora. Martn Fierro pasa por Ricardo Rojas, quefunda la institucin de la historia de la literatura argentina, y culmina en 1911 con las confe-rencias de Leopoldo Lugones en el teatro Oden, ante el presidente de la Repblica. MartnFierro, nuestro payador nacional, es el bardo homrico de la poesa pica, dice la voz del poetaoficial Lugones en el teatro, oficiando la ceremonia final de nacionalizacin y de canonizacin,que consisti en europeizar y por lo tanto universalizar al gaucho cantor. En el teatro, y en1911, Martn Fierro nace otra vez como poema pico y como smbolo exportable de identidadnacional.

    Mientras que Juan Moreira, que nunca fue europeizado (cmo se podra canonizar a un cri-minal, a un hroe de la violencia?), fund la institucin del teatro nacional popular en Argenti-na. Se convirti en un fundador que pudo transformarse y volver a escribirse, hasta hoy, engneros, textualidades y medios diferentes. En el teatro que fund, el violento Juan Moreiraabri al infinito su cadena de representaciones.

    Juan Moreira es la visibilidad de la violencia Juan Moreira naci y muri no solo en la realidadsino en la novela seriada de 1879-80. El folletn de Eduardo Gutirrez, que apareci en un pe-ridico de la oposicin liberal mitrista, quita la voz, el verso y la primera persona al gaucho delgnero gauchesco, y la reemplaza totalmente por la voz del narrador, un periodista 'moderno',que 'investiga' la vida del personaje real para escribir una biografa de los dos ltimos aos desu vida. Los dos aos finales de esta 'biografa' son 1873 y 1874, los aos en que el primer Mar-

  • tn Fierro, violento y potico, est en el exilio entre los indios. Moreira es el hroe popular dela era de la prensa, del melodrama y de la modernizacin tecnolgica y cultural, un personaje'realista' y realmente existente, muerto, cuya vida y hazaas cuenta el periodista que cita tes-tigos y usa nombres verdaderos. El nuevo sujeto antiestatal del liberalismo, que contina laconfrontacin hasta el fin, es una construccin de la modernizacin latinoamericana que surgecon el periodismo moderno y con sus tecnologas de la verdad: pruebas, investigacin, testi-gos, nombres y lugares reales, fechas exactas, enunciados cientficos.

    A Martn Fierro se lo oye cantar y a Moreira se lo ve: la lgica de la verdad del periodismo mo-derno se liga con la visibilidad del realismo para representar al moderno Juan Moreira como unhroe de cine. Es un hombre de 'hermosa cabeza', con ojos y nariz hermosos, con 'una tupidacabellera negra' de 'magnficos rizos' hasta los hombros, con una barba 'magnfica' y sedosa.Lleva en el dedo meique 'un brillante de gran valor', y en el pecho le brilla 'una gruesa cadenade oro' que sujeta 'un reloj remontoir'} El periodismo literario de fin de siglo inventa un gneropara el hroe de la violencia: Moreira es un gaucho lujoso, 'de clase alta', casado y con un hiji-to. Es viril, bello y feliz y tambin un honesto trabajador independiente que lleva con sus carre-tas los productos del campo al tren que va a la ciudad. Moreira se constituye de entrada comomediacin porque se sita en la cadena de los transportes de la produccin agropecuaria (elmomento anterior a la exportacin), para servir de conexin entre la cultura rural y la culturaurbana. Ese es el lugar exacto del hroe popular de la violencia en 1879. Los transportes y latecnologa del periodismo ligan las dos culturas y los dos nuevos sujetos para producir la msextrema violencia visible.

    Porque desde ese lugar de conexin y mediacin que son las carretas que van al tren, JuanMoreira va a representar la continuacin ms radical de la tradicin gauchesca de la confron-tacin y la violencia. Contina La ida de Martn Fierro con la lucha hasta el fin, y la radicaliza auna posicin nueva, anarquista y nacionalista a la vez, porque el anarquismo de ese momentoes el de los inmigrantes extranjeros.

    La violencia se desencadena porque Moreira fue ofendido dos veces en su honor: por un pro-blema econmico primero, y despus por una injusticia. Sardetti era el dueo de la pulpera obar rural y le deba a Moreira 10.000$. Neg la deuda ante la autoridad, no reconoci el pactooral, de palabra de honor, y no le devolvi el dinero. Moreira lo mata en su misma pulpera, yese asesinato es 'justo' segn la ley oral campesina. As se lo dice el anciano padre de su mujer,el tata viejo de la familia: fuiste ofendido en tu honor, has matado a Sardetti en buena ley, hashecho justicia, eres inocente.

    Uno de los problemas del salto modernizador es qu hacer con el pasado y con las nuevas ma-sas inmigrantes. Moreira elimina de entrada al representante del pacto econmico, que tieneapellido italiano, de inmigrante, y define una alianza nacional que explota, desde el populismoliberal, la xenofobia popular. Mata a uno de ellos y es inocente.Y despus mata violentamente, tambin en 'buena ley', al representante del estado (o del pac-to con la ley). El teniente alcalde don Francisco le dio la razn a Sardetti y lo puso en el cepo, elaparato de tortura de la polica en ese momento, porque deseaba a su mujer. El teniente al-calde que tortura a los hombres y desea a las mujeres representa la autoridad de la polica y laley del estado. El justiciero Moreira lo mata en su propia casa, el rancho donde antes viva felizcon su mujer.

    Con esas dos muertes 'justas', por una injusticia econmica y por una injusticia policial, delpoder, el gaucho Moreira encarna la violencia popular en su estado puro, dirigida violenta-mente a la opresin: sus vctimas son los enemigos del pueblo. Y hace la travesa necesaria deljusticiero popular: el pasaje de la legalidad a la ilegalidad por una injusticia.

  • El hroe violento en Argentina produce un cambio en la poltica de la lengua y en la poltica dela muerte en relacin con la del viejo hroe pacfico, que es su otra cara. La poltica de la len-gua: Juan Moreira no es un gaucho cantor de proverbios como Martn Fierro, porque la tecno-loga de la prensa impone otra lengua y otro gnero, y en el nico momento en que se lo re-presenta cantando en la novela no canta en versos gauchescos sino en los del espaol del Qui-jote, una cancin titulada 'Ven muerte, tan escondida'. Despus de pasar a la ilegalidad, y deperder a su mujer y a su hijo, Juan Moreira termina con la espalda acribillada por la polica enla pared de un prostbulo; el hroe muerto no aparece en Martin Fierro. De la tortura inicial ala muerte final: el cuerpo de Moreira en manos de la ley no solo encarna la violencia de la jus-ticia popular, sino tambin la violencia del estado contra ella. Y su muerte marca, cada vez quese la representa, el triunfo inexorable de la violencia estatal. La conflagracin final se convirti,en muchas de las versiones posteriores, en el momento de la verdad y la realidad, porque lapared 'real' contra la que muri el folletinesco Juan Moreira se transform en sitio de peregri-nacin al santuario del mrtir popular de la justicia, y el nombre real del que lo mat, el sar-gento Chirino, se convirti en el legado golpista del ejrcito violento en Argentina.

    Para sintetizar. Uno de los problemas culturales de los saltos modernizadores es qu hacer conel pasado y con la guerra anterior, con sus discursos y sus tonos. En 1879 las continuaciones deLa ida de Martn Fierro usan las dos posiciones de la cultura popular en ese momento, las dosrepresentaciones posibles del gaucho. La posicin pacfica y con pacto econmico aparece enun libro de versos tradicionales, en una voz criolla y popular, que viene del pasado. La posicinde oposicin y confrontacin aparece como una biografa realista, moderna, novelada y seria-da, donde el hroe criminal rompe el pacto econmico y ataca directamente al poder.

    Pero esa voz gaucha se canta y se escribe en el espaol del Quijote y muere en manos de laley. Como se ve, el moderno hroe popular latinoamericano de la violencia se liga con la tecno-loga de los transportes, con la lengua espaola escrita y con la verdad-realidad del periodis-mo.

    El hroe y mrtir popular de la justicia es la amenaza 'real' de una violencia extrema, y eso porla visibilidad de su representacin.

    Hasta aqu, el esquema del folletn de oposicin no hace sino repetir la leyenda del criminalheroico llevado a una vida de delito por una injusticia o por cometer un acto que el estado,pero no la comunidad, considera criminal. Quiero decir que hasta aqu, Moreira podra ser unBilly the Kid o un Jesse James, que tambin aparecen en Estados Unidos en la dcada de 1870,en momentos de descontento rural con la nueva poltica econmica, y junto con organizacio-nes polticas agrarias que se definan como populistas.

    Moreira representa todas las violencias posibles Pero ocurre que el hroe Juan Moreira no vadirectamente de las carretas a la desgracia de las dos muertes justas, de all a la ilegalidad, a laprdida de todo y a la pared del prostbulo con la bala final de la ley, sino que vive un tiempoen la ilegalidad y en situaciones lmites, de vida o muerte. En esas situaciones de sobrevivenciay salvacin se definen ciertos hroes populares latinoamericanos, porque all se representanotras violencias, y no solo la popular contra los opresores ni la del ferrocarril contra las carre-tas. En la ilegalidad, y antes de morir en manos de la ley, Juan Moreira muestra otros usos delcuerpo violento hasta llegar a ocupar todas las posiciones posibles en el interior de la violenciaen ese momento: para encarnar todas las violencias de la modernizacin latinoamericana.

    Moreira muestra que los caminos de la legalidad y la ilegalidad son reversibles en la violencia.Porque en la ilegalidad, despus de pelear valientemente contra la partida, pasa a pelear conla partida como sargento, contra los ilegales, y al fin salva la vida del sargento Navarro, que

  • mandaba la partida contra l mismo. Moreira mata de uno y otro lado de la violencia legal. Ymuestra tambin que son reversibles los caminos de la poltica, porque mata de uno y otrolado de la violencia poltica.

    Porque en la legalidad y en la ilegalidad, tiene 'patrones' polticos a quienes protege de la vio-lencia. Dice 'patrn' solamente a los jefes polticos reales y contemporneos como Alsina ocomo el juez Maran, y no al dueo utpico de la estancia, como Martn Fierro. (El texto nosolo se escribe para continuar la confrontacin hasta la muerte y representar los usos posiblesdel cuerpo violento, sino para cambiar las alianzas 'nacionales' y 'populares'.) Primero, cuandoera legal, fue el guardaespaldas del patrn Alsina y l, en retribucin, le dio la daga y el caballo,que son sus 'armas'. Alsina lo arm caballero valiente. Despus, en la ilegalidad, salv al patrnMaran de morir en un atentado violento. Alsina y Maran son lderes de los grupos polti-cos enemigos en ese momento. El cuerpo violento de Moreira no solo cambia de posicin le-gal, porque pasa de la legalidad a la ilegalidad, sino que cambia tambin de bando poltico: essiempre, cada vez, reversible. En la ilegalidad Moreira tiene dos caras para representar el ca-rcter reversible de todas las violencias.

    El hroe popular de la violencia est armado como un juego de posiciones contrapuestas. Tie-ne dos caras, una identidad doble, legal y poltica, y tambin tiene una doble identidad socialen el captulo 'El guapo Juan Blanco'. All Juan Moreira aparece en Salto disfrazado de JuanBlanco, un rico y elegante hacendado que hace negocios con campos. Ahora es un bello dandyrural vestido de cuero y tachas que, en una serie de actuaciones, hace justicia en el pueblo deSalto y se consagra ante el pblico popular, que sigue sus hazaas con suspensos, miedos, risasy aplausos, como hroe popular del valor viril. Aplica la stira, la humillacin y unos golpes alteniente alcalde mientras le quita su mujer en el baile del velorio. Todo el pueblo lo ve y se rede la autoridad. Y en los billares mata al poderoso Rico Romero, despus de jugar con l yhacerle trampas, ante la mirada de pavor de los otros jugadores. Moreira como Blanco mata alRico, y reproduce, en el interior de la novela y segn la lgica del espectculo y de la represen-tacin: como 'simulacin', mscara, treta y disfraz social, el juego de la violencia popular, eljuego de la economa entre los hacendados, y tambin el juego de las identidades dobles de laliteratura alta y oficial del mismo perodo (y uno de los rasgos frecuentes de la cultura de lossaltos modernizadores).

    Blanco, el hacendado valiente del pacto populista, es la primera representacin moderna ylujosa de Moreira, su paso por el teatro de Salto, que lo lleva al pinculo de la fama.Todas las violencias, la violencia. El cuerpo de Moreira es confrontacin pura en cada una desus caras sociales, econmicas, polticas y legales. El criminal popular del salto modernizadorsera esa pura fuerza de oposicin y confrontacin, porque combina violencia con posicionescontrapuestas.

    La historia de Moreira puede leerse como una teora de la convergencia de la violencia popu-lar, de la violencia poltica, de la violencia econmica y de la violencia del estado, durante elsalto modernizador y con la tecnologa de la prensa, que trataba al crimen como 'realidad' y ala vez como entretenimiento popular.

    La otra cara del cuerpo violento: el cuerpo sexuado La doble identidad legal, social, y polticade Moreira, se acompaa de una casi doble identidad de gnero sexual. Los hroes popularesson configuradores de gneros literarios, como Moreira con el folletn y el drama. Y tambinson configuradores de gneros sexuales, porque ocupan una serie de posiciones masculinas ydefinen las femeninas.

    Moreira es siempre un articulador, como los transportes, porque en la cadena de jerarquas

  • masculinas de padres y patrones, aparece y habla ante el patrn y el padre, de abajo haciaarriba, y tambin aparece y habla como patrn y padre, de arriba hacia abajo. Su cuerpo y sudiscurso tienen dos direcciones. Necesita dos direcciones, dos actos y una doble faz para poderser el hroe popular de la violencia de fin de siglo y configurar un gnero masculino con suslmites. Como pen salva valientemente, protege por amor a los patrones polticos, y ellos lodeclaran 'bueno' o inocente. Como patrn tiene a Julin, que fue su amigo hasta el fin, hasta elcementerio mismo; a l le dej su legado de fidelidad, el perro cuzquito, como nica herencia.Pero Julin es fiel en el folletn porque aparece, frente al enjoyado Juan Moreira, como unpaisano 'pobremente empilchado' que le dice: 'Mande como si fuera su pen, amigo Moreira'.Y cuando se encuentran en la ilegalidad, el cuerpo violento de Moreira se transforma en uncuerpo sexuado y el narrador del folletn dice: 'se besaron en la boca como dos amantes, se-llando con aquel beso apasionado la amistad leal y sincera que se haban profesado desdepequeos'.2 Como patrn, Moreira toca el como del otro gnero.

    En la jerarqua tradicional, social y econmica de los patrones, las dos posiciones amorosas deMoreira marcan un gnero masculino posible: una configuracin con sus lmites. Como pen,la valenta de la salvacin del patrn; como patrn, el beso como de amantes al pen fiel, en elborde de otro gnero. Los dos cuerpos, el violento y el sexuado, configuran los lmites de ungnero masculino, que se define por las relaciones jerrquicas de los hombres entre s, haciaarriba y hacia abajo.

    Lo mismo ocurre en la cadena de los padres: Moreira aparece ante el tata viejo, y como tatitapara su hijo Juancito: 'lo contempl a la plida luz de la vela con una ternura casi maternal yvolvi a cubrirlo de besos como si quisiera pagarse, con aquel placer supremo, todas las des-venturas'.i Hacia abajo, como padre y como patrn, se sita en el lmite del gnero, en el comoo el casi. Como si en ese lmite fuera capaz tambin del otro gnero, de lo mejor del otro gne-ro. Esa masculinidad total, que es una suerte de doble identidad genrica, se ve ntidamenteen el folletn y se borra en el drama popular.

    A propsito de cuerpos sexuados, y de fidelidades y gneros, ha llegado el momento de pre-sentarles a la mujer de Moreira y con ella a las infieles.

    La linda Vicenta tiene algo especial que suscita el deseo del poder, del representante de la ley:es una mujer sexuada. Los tenientes alcalde la quieren para s, y hablo en plural porque sondos en el folletn, como para subrayar esa posicin o ese atributo femenino de la mujer delhroe que toca la sexualidad del poder. Cuando Moreira pasa a la ilegalidad, la polica torturaal tata viejo y lo mata. Vicenta queda a merced del teniente alcalde y tiene que definirse comoherona popular, y no solamente como cuerpo sexuado. Por lo tanto, resiste al deseo del podery la ley hasta llegar a una situacin lmite con su hijito, la situacin de vida o muerte, que esdonde se definen muchas heronas populares latinoamericanas. En ese momento preciso llegael compadre Gimnez, que es el amigo ms cercano de Moreira. Fue padrino de boda de Mo-reira, y cuando Moreira pas a la ilegalidad le dio dos revlveres para protegerse.

    Gimnez llega efectivamente para proteger y para salvar a Vicenta, como le prometi a Morei-ra. Llega en ese momento lmite, le dice que Moreira muri y le ofrece alimento, para ella y suhijo, a cambio de ser su mujer.

    El traidor le miente, la salva y la protege a cambio de su cuerpo sexuado.Cuando Moreira va a su rancho despus de salvar a Maran y ser salvado por l, descubre asu mujer con el infiel compadre Gimnez, que huye cobardemente. Vicenta arrodillada le diceque no saba que l estaba vivo y le pide a Moreira que la declare inocente y que la mate comoun perro, como mataron al Joseph K de Kafka al fin del Proceso. Que es precisamente lo que le

  • ocurre al mismo Moreira en lo que queda del drama: fue declarado inocente por su patrn ypor el sargento, y despus matado como un perro en el prostbulo. Moreira le perdona la vida,la 'salva', pero como madre de su hijo. La salva y en ese mismo momento la abandona y latransforma en una subjetividad culpable. Las mujeres no se dividen en fieles e infieles como losamigos, sino en infieles sin saberlo, como Edipo con el incesto, o en infieles profesionales, queson las prostitutas. Moreira deja a una y pasa a la otra. La partida final lo encuentra en el pros-tbulo con su fiel Julin y sus amigas las infieles; el cuerpo violento, la muerte y el sexo se fun-den en una sola imagen.

    La posicin de Vicenta, que es un cuerpo femenino sexuado, y por lo tanto una traidora o infielsin saberlo, est muy marcada en el folletn, porque el narrador le aade otro nombre desdeque vive con el compadre: la llama Vicenta-Andrea. Esa posicin se mantiene ntegramente enel circo y en el drama popular: sa es, a fin de siglo, la compaera sexuada del hroe popularde la violencia.

    De las dos caras a las dos cartulas: la fundacin del teatro nacional en Argentina En 1884,cuatro aos despus de muerto en el folletn, Juan Moreira renace en el circo criollo en formade pantomima; pasa por el mutismo y el cuerpo en movimiento para poder salir de la novela yentrar con su voz en el drama popular. En el proceso de cambio de gnero y de espacio, que esel proceso de supresin del narrador, el hroe del folletn pierde la voz y toma un volumen:aparece en persona y se mueve. Despus de dos aos de pantomima, en 1886, Eduardo Guti-rrez y Jos Podest, el autor del folletn y el actor que representaba a Juan Moreira, escriben laprimera obra del teatro nacional argentino, que nace en el circo, como teatro popular. Inven-tan otra vez, en la ciudad, al hroe popular de la confrontacin y la violencia.

    El drama es personas, voces y cuerpos en situaciones determinadas. La representacin deljusticiero en el circo es una fiesta popular que contiene fiestas populares en su interior, concantos y bailes criollos. El texto simplifica la novela y da a leer sus movimientos precisos. Mo-reira en el circo cambia de clase y de gnero, es un pobre gaucho con una voz ms criolla, y yano se besa con su amigo Julin ni aparece como Blanco.

    Tiene dos actos y dos caras polticas y legales, pero no tiene dos caras sexuales y sociales. En elprimer acto mata a Sardetti y al teniente alcalde por odio a los opresores, en el segundo matapor amor a los patrones: para salvar al juez Maran y al sargento Navarro, que lo legalizan ylo declaran bueno. Al fin, es matado por la polica en el prostbulo. En el circo y en la ciudad esdonde Moreira se consagr como hroe popular de la justicia.

    El populismo liberal y el nacionalismo son asuntos de hombres. La cultura masculina alta fue laque nacionaliz a Moreira en 1890, en sus escapadas al circo. Solo los hombres distinguidosiban a las representaciones del circo, un lugar 'bajo', a mezclarse con la bulliciosa alegra popu-lar. Con sus mujeres, iban a la pera. Esa alianza nacional de la clase alta masculina con la cul-tura popular en Argentina, en su sitio mismo, se reprodujo en el tango, que tambin fue con-sagrado y nacionalizado de ese modo: los hombres de la oligarqua iban a los prostbulos don-de se lo bailaba y de all lo llevaron a todos los espacios.

    Jos Podest, el que represent a Juan Moreira en el circo, cita en sus Memorias una nota del'Sud-Amrica', el peridico oficial, del 11 noviembre de 1890. 'En fin, no acabaramos si fura-mos a nombrar a todas los personas espectables que van diariamente al circo, que ha tenido lavirtud de interesar con sus espectculos a la sociedad masculina de Buenos Aires'.

    El circo 'sitio de reunin hasta ayer de una cierta y determinada clase social, se ve hoy noche anoche invadido por lo ms distinguido que tiene Buenos Aires [...] se ven sentados, ya en aten-

  • ta y emocionada actitud, ya dueos de un excelente buen humor manifestado bajo la forma defrancas y expansivas carcajadas, a personas cuya vida social es un mito y a las cuales sin em-bargo las hazaas casi fantsticas del hroe de Navarro han tenido la virtud de sacar de sutranquilo alejamiento para confundirlos en las bulliciosas alegras de un circo donde la urbani-dad, la correccin y el orden son pura metafsica'.4 El Sud-Amrica dice a continuacin queJuan Moreira es un hroe porque representa el valor en grado supremo, porque representa'una raza donde el valor es innato'. La lectura racial y gentica de Juan Moreira 10 que hace elSud-Amrica, para darle el ttulo de hroe del valor, es la misma con que se nacionalizaron y selegalizaron los gauchos 'delincuentes', por su valenta en las guerras de independencia. Fueroncriminales y despus hroes, cuando sus cuerpos se usaron para la violencia de la guerra. As,en el momento mismo del nacionalismo liberal y antiinmigratorio del salto modernizador, JuanMoreira se transform de justiciero popular en el valiente hroe nacional y popular, en sumismo espacio de representacin. Y a partir de entonces conoci mil fundaciones y reencarna-ciones.

    Las mil reencarnaciones El criminal del salto modernizador de fin de siglo, que hace posible lavisibilidad de la violencia, puede leerse como un artefacto cultural y como un instrumento dedelimitacin y periodizacin.

    Cada vez que aparece marca ciertos movimientos de fundacin en la literatura argentina: delteatro, de la novela americana, del manifiesto de vanguardia , de la poesa gay. Y cada vez queaparece, desencadena guerras de sentido o por la interpretacin donde se delimitan diferenteslneas de la cultura argentina. Periodiza la historia de los populismos y de los progresismos, ytambin periodiza cierta historia de los gneros sexuales. Y el modo en que aparece sealantidamente el cambio de tecnologas masivas, porque cada vez lo hace en medios diferentes(este ao apareci en un video que acompa una revista de oposicin poltica al estado neo-liberal). Moreira como instrumento criminal, como un artefacto cultural hecho de doble iden-tidad y violencia, configura ciclos para hacer ese trabajo de demarcaciones, fundaciones y de-limitaciones.

    Veamos algunos ejemplos del primer ciclo y de las ltimas dcadas. En el primer ciclo, y paralos modernistas de fin de siglo, Moreira significa fundaciones literarias. Rubn Daro escribe ensu Espaa Contempornea: 'el primer novelista americano, o el nico hasta hoy, ha sido elprimer novelista argentino: Eduardo Gutirrez. Ese brbaro folletn espeluznante, esa confu-sin de la leyenda y de la historia nacional en una escritura desenfadada y a la criolla, forman,en lo copioso de la obra, la seal de una poca en nuestras letras. Esa literatura gaucha es lonico que hasta hoy puede atraer la curiosidad de Europa: ella es un producto natural, autc-tono, en su salvaje fiereza y poesa va el alma de la tierra'.5 Para Daro, en plena moderniza-cin de la literatura, y en plena globalizacin, la ficcin de Moreira es fundacional, latinoameri-cana y exportable. Y lo sigue siendo en 1914, cuando el escritor uruguayo Juan Jos de SoizaReilly escribe la novela La ciudad de los locos, cuyo subttulo es 'Aventuras de Tartarn Morei-ra'. Lo inventa para otra fundacin, porque Tartarn Moreira funda Locpolis, la ciudad de loslocos o la utopa del deseo. Para una literatura que quiso cambiar la literatura, Moreira fue unlugar comn: en adelante Lugones salv literariamente a Gutirrez y despus vino la canoniza-cin de Borges y sus textos sobre el valor criollo y la violencia.

    Para la cultura progresista y modernizadora, en cambio, Moreira signific la barbarie criolla ydelimit otra lnea de la cultura nacional.

    En 1910 (cuando Martn Fierro est a punto de ser unlversalizado como poema pico) apare-cen dos Moreiras diferentes: el de Jos Ingenieros en la Sociedad de Psicologa, y el de RobertoPayr en la novela, para abrir la discusin sobre los hroes nacionales y el culto al valor.

  • Jos Ingenieros (filsofo, mdico, criminalista, psiquiatra, uno de los fundadores de la culturaprogresista argentina moderna), dio una conferencia en la Sociedad de Psicologa de BuenosAires en octubre de 1910, titulada 'Psicologa de Juan Moreira'.7 Ingenieros dice que va a deve-lar al verdadero Juan Moreira, a su identidad real, por detrs de las ficciones argentinas, y quetiene todos los documentos en la mano. En suma, dice Ingenieros, despus de haber demos-trado que serva al mejor postor electoral, como muchos delincuentes, y que era ladrn y quecareca del sentimiento de nacionalidad, 'Moreira fue un amoral congnito, es decir, un delin-cuente nato, con las caractersticas impresas al tipo por el ambiente gaucho'. Tal sujeto no es,pues, un exponente de las cualidades psicolgicas del criollo, sino ms bien su anttesis, diceIngenieros. 'Es funesto para nuestra moral colectiva el culto de semejante personaje.Sera preferible educar en el pueblo el culto del valor en formas menos atvicas; porque hayms valor en el maestro que ensea, en el trabajador que produce, en el sabio que estudia yen la mujer que sabe ser madre, que en la fiera humana solamente adiestrada para saciarse enla sangre de sus semejantes'.

    En ese mismo ao de 1910, Moreira se reencarna en otra novela y en sus nietos: Divertidasaventuras del nieto de Juan Moreira (escrito por Roberto J. Payr en Bruselas, en 1910). Elnieto Gmez Herrera desciende del Moreira poltico, el de los patrones opuestos, y funda conellos otra institucin literaria nacional, el moreirismo poltico o la 'poltica criolla'.

    El 'moreirismo' es ignorancia, caudillismo y uso de la violencia, de la corrupcin, del fraude ydel cinismo en la poltica: es el atraso y la barbarie poltica latinoamericana.El nieto de Moreira es: Tan ignorante y tan dominador como el abuelo, naci en un rincn deprovincia, y creci en l sin aprender otra cosa que el amor de su persona y la adoracin de suspropios vicios.

    Tuvo de su abuelo el atavismo al revs, y as como aqul pele contra la partida, muchas vecessin razn, ste pelea siempre sin razn, con la partida, contra todo lo dems. Hered de supadre el caudillaje, y vistiendo la ropa del civilizado, fue, desde criatura, la esencia del gaucho ydel compadrito, despojado con el chirip y el poncho de todas las que pudieran parecer virtu-des [...] es sonada la hora de acabar con el gauchismo y el compadraje, de no rendir culto aesos fantasmas del pasado, de respetar la cultura en sus mejores formas, y de preferir el mri-to modesto al exitismo a todo trance [...] Que el nieto de Juan Moreira nos represente enEuropa!

    Por qu no hacer, entonces, que nos gobierne Facundo, que era lo mismo que l?Basta de gauchismo nacionalista y de barbarie, dicen Ingenieros y Payr en 1910, en el cierremismo del ciclo, y definen un lado 'antinacional' (y 'antipopular'), el lado Sarmiento de esemomento. Moreira (por exclusin), delimita otra cultura, la socialista, progresista y moderni-zadora.

    Eso, en cuanto al fin de siglo, al momento fundacional de Moreira.En adelante, cada vez que aparece Moreira se juega otra vez la civilizacin y la barbarie nacio-nal.

    Vayamos al presente, y a las ltimas dcadas, para ver otras fundaciones, delimitaciones, cam-bios de medios y de gneros literarios y sexuales. Los cambios en la poltica de la muerte (en larepresentacin de la muerte del justiciero), y los cambios en la poltica de la lengua modulanlas transformaciones ms recientes. Aparece el Moreira vanguardista y marxista, el Moreiradel populismo peronista, el Moreira torturado, la familia Moreira de desaparecidos. Porque la

  • muerte de Moreira y su legado es uno de los puntos que ms trabaj la literatura y el cine quese quiso ligada con lo popular y su violencia.

    En los aos 70, trabaj de modos opuestos la muerte y el legado, delimitando ntidamente lasdiferencias entre el populismo y la vanguardia literaria. En el Moreira de Csar Aira,8 un librosecreto, otra fundacin, porque se trata de un manifiesto literario, el gaucho 'malo' y su vio-lencia es el signo de la vanguardia literaria y de la revolucin, y la muerte en el prostbulo elmomento socrtico del texto, el momento de la verdad literaria, poltica y psicoanaltica. Diceel narrador: 'Vuelve en esta novela el mas clebre de los sujetos malos. Rodeado por sus disc-pulos, Juan Moreira aguarda el advenimiento de la muerte; mientras tanto, discuten sobre lainmortalidad de la produccin. (Moreira dice siempre la verdad).' Moreira exhorta: 'Seanmarxistas' (p. 61) y se es su legado. Mientras tanto Felisa, la prostituta final, habla por telfo-no en alemn para citar a Freud: 'Wo es war, sol Ich werden'. Y traducir: 'Si va ella, no voy yo'(p. 76). Moreira vence como a 400 soldados, que se dispersan al fin, primero en 'partidas',luego en 'hordas'.

    En ese mismo momento, en 1973, y en un cine que se quiso totalmente popular y peronistacomo el de Leonardo Favio, la muerte de Moreira enmarca el film, pero aparece personificadapara anunciar la muerte de Juancito, su hijo; Moreira no deja herederos ni legados. Favio de-fendi y a la vez conden al Moreira gaucho de la poltica liberal de fin de siglo, justo en elmomento de la violencia poltica en Argentina y desde el populismo peronista. Su Moreira esuna vctima de la injusticia, pero tambin un violento y un asesino poltico.

    Pero el fundador Moreira puede periodizar tambin la historia de los gneros sexuales. Y es laposicin de Vicenta la que sufre verdaderos cambios en las configuraciones genricas delhroe de la violencia. Cuando entra en el cine argentino, es decir, cuando Moreira cambia demedio y ya no solo de gnero, Vicenta se transforma en otra y arrastra en su transformacin lavida de Juancito. El director Leonardo Favio corrigi el escndalo literario de las esposas trai-doras de fin de siglo (que tambin se encontraba en la literatura alta en ese mismo momento),y represent a Vicenta sin sexo, como una santita popular rodeada de velas, despus de haber-le matado al hijo. Juancito muere de viruela mientras Moreira est ausente. Y Vicenta, con unamanta negra, de luto eterno como las mujeres sicilianas, es nicamente la madre que reza ysufre. Solo la prostituta con la que muere Moreira tiene sexo y cuerpo.

    Mientras que en los 70 Moreira es signo de la vanguardia literaria y su legado revolucionariomarxista por un lado, y por otro, en el cine peronista y populista, es signo de la violencia polti-ca sin legado, en los 80 y en la poesa cambia bruscamente de sentido. La lengua y la muerteson otras.

    Moreira y Julin, los amigos amantes del folletn censurados en el drama, necesitan exacta-mente un siglo para reaparecer con sus besos, en 1987, en el epgrafe del poema "Moreira" deNstor Perlongher, incluido en su libro Alambres, de 1987. El gaucho cambia otra vez de gne-ro, literario y sexual, y aparece, con Julin, como un torturado a quien le han quitado la lengua.El hroe popular en 1980 es a la vez, en el gnero potico, el mrtir de la violencia del estado yel amante de su amigo Julin. Perlongher le restituye el verso para enunciar un legado total-mente pardico y una doble identidad.9 Y veinte aos despus del cine y un siglo despus deldrama, en 1994, Moreira, Vicenta y Juancito dan una vuelta completa y vuelven al teatro.

    Gerardo Pensavalle, actor y director de una puesta independiente de Juan Moreira en el teatroEl Colonial y en plazas porteas, dijo en 1994: 'Decid ser lo ms fiel posible al espritu, la aven-tura, y agregarle a los conflictos fundamentales cierta actualidad. Por ejemplo, a Vicenta la

  • matan y al hijo lo desaparecen'.10 Por fin le lleg a Vicenta la purificacin y la politizacin de lamuerte.

    Tanto ella como Juancito alcanzan la misma altura porque hombres, mujeres y chicos son, enel Juan Moreira de 1994, los hroes populares y las vctimas de la violencia del estado queinvent a Moreira.

    Y si el ao pasado los Moreira eran una familia de desaparecidos en un teatro y en las plazas,este ao reaparece en forma de video: la pelcula de Favio de 1972 acompaa una revistamensual de la cultura progresista, Pgina 30. Reaparece otra vez el hroe violento que no dejalegado, en el momento en que liberalismo, peronismo y estado son lo mismo.

    NOTAS Eduardo Gutirrez, Juan Moreira (Buenos Aires: Central Editor de Amrica Latina,1987), pp. 12 y 13.Juan Moreira, p. 113.Juan Moreira, pp. 158 y 173."La crtica levanta bandera blanca", en Jos J. Podest, Medio siglo de farndula (Memorias)(Buenos Aires: Ro de la Plata, 1930), p. 65.Rubn Daro, "La novela americana en Espaa", en Espaa contempornea (Paris: Garmer, s/f),p. 336. Son artculos de 1898-1900.Juan Jos de Soiza Reilly, La ciudad de los locos. (Aventuras de Tartarn Moreira). Novela Su-damericana {Barcelona: Casa Editorial Maucci, 1914).Apareci en Anales de Psicologa, Vol II, Buenos Aires, 1911 (trabajos de 1910), 149-150, comoun resumen de la comunicacin oral. El mismo resumen en Archivos de Criminologa, Vol IX,1910, p. 630.Csar Aira, Moreira (Buenos Aires: Achval Solo, 1975). El texto tiene fecha al final, 31 diciem-bre 1972. En la contratapa tiene una inscripcin que puede ser significativa: 'Vuelve en estanovela el mas clebre de los sujetos malos. Rodeado por sus discpulos, Juan Moreira aguardael advenimiento de la muerte; mientras tanto, discuten sobre la inmortalidad de la produccin.(Moreira dice siempre la verdad.) La novela se desliza y transfigura sobre escenas multiplica-das, pero los telones de la Madre Naturaleza impiden ver su desenlace'.Nstor Perlongher, "Moreira", en Alambres (Buenos Aires: Ediciones ltimo Reino, 1987). Ellegado a Julin: 'a vos te dejo -dijo -el pauelo celeste con que me at las bolas/ cuando mehiri ese cholo, en la frontera; y el zaino amarronado;/ y los lunares que vos creas tener quetengo yo...' 'y te dejo tambin esos tiovivos, con sus caballos de cartn que/ruedan empanta-nados en el barro'; 'y tambin esos pastos engrasados donde perd ese prendedor, de/ plata, silo encontrs es tuyo'."La vigencia de Juan Moreira", en Primer Plano, Suplemento de Cultura de Pgina 12, BuenosAires, 2 de octubre de 1994.

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