Luis Alonso Schókel

10

Transcript of Luis Alonso Schókel

Page 1: Luis Alonso Schókel
Page 2: Luis Alonso Schókel

Luis Alonso Schókel

Biblia del

Peregrino

Nuevo Testamento Edición de Estudio

TOMO III

EGA - MENSAJERO VERBO DIVINO

Page 3: Luis Alonso Schókel

Quedan prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo las sanciones

establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento informático,

y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos, así como la exportación

o importación de esos ejemplares para su distribución en venta fuera del ámbito de la Unión Europea

Ia Edición: Abril de 1996 2a Edición: Febrero de 1997

Con las debidas licencias de la

Conferencia Episcopal Española

© Luis Alonso Schokel

© Ediciones Mensajero, S.A. Sancho de Azpeitia, 2 - 48014 Bilbao

Apartado 73 - 48080 Bilbao Tomo III. ISBN: 84-271-2002-8

Obra completa. ISBN: 84-271-2009-5

© Ediciones Ega Juan de Garay, 15 - 48003 Bilbao

Apartado 1.164 - 48080 Bilbao Tomo III. ISBN: 84-7726-148-2

Obra completa. ISBN: 84-7726-157-1

© Editorial Verbo Divino Avda. de Pamplona, 41 - 31200 Estella (Navarra)

Apartado 34 - 31200 Estella (Navarra) Tomo III. ISBN: 84-8169-089-9

Obra completa. ISBN: 84-8169-142-9

Depósito Legal: BI-9-97 Impreso por Grafo, S.A.

Avda. de Cervantes, 59 (Denac) Ariz-Basauri (Vizcaya)

Page 4: Luis Alonso Schókel

índice general

Prólogo 11 Vocabulario de Notas temáticas del Nuevo Testamento 15

Evangelios 39 Mapa de Palestina en tiempo de Jesús 40

Mateo (Mt) 41 Marcos (Me) 103 Lucas (Le) 151

Juan(Jn) 229

Hechos de los Apóstoles (Hch) 297

Cartas 375 Mapa de los Viajes de San Pablo 376

Romanos (Rom) 377 1 Corintios (1 Cor) 413 2 Corintios (2 Cor) 447 Gálatas(Gal) 469 Efesios(Ef) 483 Filipenses (Flp) 497 Colosenses (Col) 507 1 Tesalonicenses (1 Tes) 517 2 Tesalonicenses (2 Tes) 527 1 Timoteo (1 Tim) 534 2 Timoteo (2 Tim) 544 Tito(Tit) 550 Filemón (Flm) 555 Hebreos (Heb) '. 557 Santiago (Sant) 579 1 Pedro (1 Pe) 591 2 Pedro (2 Pe) 603 1 Juan (1 Jn) 611 2 Juan (2 Jn) 624 3 Juan (3 Jn) 626 Judas (Jds) 627

Apocalipsis (Ap) 633

Page 5: Luis Alonso Schókel

índice alfabético

Apocalipsis (Ap) 633 Colosenses (Col) 507 1 Corintios (1 Cor) 413 2 Corintios (2 Cor) 447 Efesios(Ef) 483 Filemón (Flm) 555 Filipenses (FIp) 497 Garatas (Gal) 469 Hebreos (Heb) 557 Hechos de los Apóstoles (Hch) 297 Juan(Jn) 229 1 Juan (1 Jn) 611 2 Juan (2 Jn) 624 3 Juan (3 Jn) 626 Judas (Jds) 627 Lucas (Le) 151 Marcos (Me) 103 Mateo (Mt) 41 1 Pedro (1 Pe) 591 2 Pedro (2 Pe) 603 Romanos (Rom) 377 Santiago (Sant) 579 1 Tesalonicenses (1 Tes) 517 2 Tesalonicenses (2 Tes) 527 1 Timoteo (1 Tim) 534 2 Timoteo (2 Tim) 544 Tito(Tit) 550

Page 6: Luis Alonso Schókel

9

Colaboradores

José María Pérez Escobar (1 Cor y 2 Cor)

Observaciones

Notas

Las notas a pie de página están escritas con una doble intención: exegética y teológico-pastoral. Así pues, partiendo de la comprensión cxegética, que aclara la comprensión del texto, se abren a la interpretación teológico-pastoral en la que no falta el eco del Antiguo Testamento, unas veces para ilustrar el tema y otras para contrastarlo.

Las alternativas de traducción son recogidas en las mismas notas.

Paralelos

Hay lugares paralelos de perícopa (en paréntesis después de cada título o sección del texto) o de versículo (incluidos dentro de las notas a pie de página).

Numeración

La numeración de las páginas del volumen va en la cabecera del libro, en su parte inte­rior (al lomo).

La numeración del texto bíblico está colocada en las dos partes externas de la cabecera (a la salida): a la izquierda -página par-, primer capítulo y versículo de dicha página; a la dere­cha -página impar-, el último capítulo y versículo de dicha página. Por ejemplo:

5,29 EVANGELIO SEGÚN MATEO 50 51 EVANGELIO SEGÚN MATEO 6,14

Page 7: Luis Alonso Schókel

Prólogo

Me alegra confesar que este comentario no viene a llenar un vacío.

Gracias a los trabajos originales y a traducciones, el lector español dis­

pone de comentarios bíblicos variados y competentes. Ciñéndonos a

comentarios de conjunto, a toda la Biblia, habría que citar de la BAC el

comentario de profesores de Salamanca y el de profesores de la

Compañía de Jesús. Ambos, amplios, bien informados, juiciosos, con las

ventajas e inconvenientes de obras en colaboración. Se publican en la

década de los años sesenta. En bastantes libros bíblicos han quedado

algo anticuados. La mayoría de los lectores preferirán la serie reciente,

publicada por La Casa de la Biblia, titulada el Mensaje delATy el Mensaje

del NT (Estella 1989). Es obra de muchos colaboradores, competente y

actual. Su nivel es de alta divulgación con aportaciones o formulaciones

originales. Están publicados los nueve volúmenes del NT y más de la

mitad de los veintiuno que forman el AT. La editorial Verbo Divino publica

una serie muy útil, traducida del francés, Cuadernos Bíblicos. Más que

exégesis detallada del texto, ofrecen muy buenas introducciones, esque­

mas, material de trabajo. Siguen teniendo gran difusión.

Entre los comentarios que abarcan sólo una parte, para el AT se

puede citar la serie Los Libros Sagrados, que publicó Ediciones

Cristiandad. Eran 18 tomitos con un total de unas cinco mil páginas. De

autor único, daban preferencia a la forma literaria y al mensaje teológi­

co de los textos; por lo cual no han quedado anticuados. La mayoría de

los volúmenes están agotados; una parte de sus notas han pasado a la

presente edición. Para el NT preparó Juan Mateos un comentario breve

y completo en el que despliega, entre otras cosas, su dominio de la len­

gua griega y su maestría en el análisis formal. Obra homogénea, como

de autor único. Lo publicó Ediciones Cristiandad en 1987. La editorial

Herder publicó una traducción del alemán de comentarios al NT, titula­

da El NT y su mensaje (años setenta y ochenta): sin ser técnicos en la

presentación, son científicos en la información, con acento personal y

en lenguaje asequible. Muchos de los volúmenes mantienen su vigen­

cia por la precisión exegética y la riqueza teológica y espiritual.

Creo que éstas son las series más apreciables y conocidas. Me

bastan para probar que mi comentario no aspira a llenar un vacío. Me

Page 8: Luis Alonso Schókel

PROLOGO 12

subo al tren e inquiero cortésmente: ¿queda un puesto libre7 -No fal­

taba más; junto al pasillo y en dirección de la marcha. -Gracias.

Mi comentario viene sencillamente a ocupar un puesto en un tren hace tiempo en marcha. No es muy voluminoso, porque no desarrolla las explicaciones y está redactado en estilo conciso. Ex-plicar equiva­le a des-plegar una sábana desplegada ocupa mas centímetros cua­drados que una plegada. Y yo le dejo al lector el trabajo de desplegar Otros comentaristas disponen de más espacio y pueden discutir opi­niones y aclarar sin prisas A mí me han asignado pocas páginas tengo que ofrecer material abundante sin desarrollarlo, enunciar bas­tantes opiniones sin discutirlas. Lo mismo digo del estilo En nuestros días la gente del Primer Mundo se somete a curas o dietas para adel­gazar, casi obsesivamente Yo he controlado a mi criatura y la he sometido a una dieta rigurosa de palabras. De este modo el comenta­rio resulta como un disquete de alta densidad, como un disco com­pacto en el que caben vanas sinfonías de Bruckner.

Desde luego que eso dificulta la tarea del lector; pero es que el libro no es para un lector, sino para un estudiante o estudioso El titu­lo lo dice Edición de estudio No es libro de lectura, ofrece material abundante a quien quiera trabajar También es libro de consulta, al menos de primera consulta Presenta el texto bíblico con el comenta­rio de modo que avancen por railes paralelos- desde la Genealogía de Jesucristo hasta el Ven, Señor Jesús del Apocalipsis También es libro de meditación- al usuario devoto le ofrece su resonancia personal, amplifica sus sugerencias, compone variaciones sobre sus temas

Digamos algo del contenido. Una gran cantidad de datos de este comentario, la mayoría, son compartidos. Los exegetas de profesión habitan un territorio nacional por el que discurren sin acotar propieda­des privadas Podrá variar la selección de datos, el énfasis o acento, la formulación Sin ponerse de acuerdo muchos comentarios coinci­den, porque los autores estaban de acuerdo, antes de escribir Mi comentario avanza con la corriente general, en el cauce ya trazado por muchos Concretamente, por una zona media o moderada Mi mentor, colocándose en el lugar de un lector medio, me ha recomendado evi­tar hipótesis mas audaces o chocantes. Lo confieso para tranquilidad de muchos lectores, pero más aún para no desautorizar a otros comentaristas que aceptan el nesgo de las hipótesis por el deseo de avanzar en la comprensión. No siendo yo especialista del NT ni de cualquiera de sus libros, me he sentido más dependiente de otros comentaristas en los contenidos, aunque libre en la formulación

Esa limitación mía confesada es lo que define el perfil de este comentario Soy y he sido muchos años especialista del AT, profesor de teología bíblica, es decir, de temas sintéticos, y autor de comenta­rios amplios a bastantes libros del AT Como habitante espiritual del AT, a lo ancho y a lo largo, he releído, meditado, estudiado el NT, y creo haber encontrado en el algunas resonancias no señaladas por

Page 9: Luis Alonso Schókel

PRÓLOGO

otros: patrones o estructuras, imágenes y símbolos, instituciones, con­

ceptos, expresiones semíticas.

Mi presupuesto hermenéutico es que los autores del NT tenían

como patria espiritual los libros que nosotros llamamos Antiguo

Testamento, que ellos llamaban Escritura, o Ley y Profetas o designa­

ban con los nombres de Moisés, David, etc. Las citas expresas son la

manifestación palpable de esa nacionalidad bíblica. En la constitución

conciliar Del Verbum se describe el Antiguo Testamento como prepa­

ración, profecía y prefiguración. Las citas del AT en el Nuevo demues­

tran con qué amplitud de criterio consideraban los autores la profecía

y la prefiguración. Esa libertad nos orienta, nos alecciona, nos invita a

ampliar el radio de correspondencias. Lo que ellos hacían inspirados

nosotros lo hacemos con modestia y confianza.

No menos importante es el lenguaje en que toma forma comuni­

cable el anuncio y la reflexión sobre el acontecimiento de Jesucristo,

su persona, obra y doctrina. Entre las "preparaciones" del AT, una

muy importante fue preparar un lenguaje para expresar la nueva reve­

lación. Pues bien, un escritor de ordinario no es reflejamente cons­

ciente de influjos o reminiscencias. Lo que tiene asimilado, a lo largo

de su vida y carrera, puede emerger en un punto sin que él se dé

cuenta. Le preguntamos, si lo tenemos al alcance: -Y usted ¿pensó

en ello cuando escribía esa página? -Pues no; pero lo conocía, y

ahora que usted me lo señala, creo que tiene razón, que actuó la

reminiscencia. Para escuchar ese timbre o acento particular, del

Antiguo Testamento en el Nuevo, hace falta familiaridad y entrena­

miento: es lo que he querido aportar.

Otros se fijan más en la mediación de las versiones parafrásticas

-targumes- o en los comentarios midrásicos. Es legítimo, pero los

autores del NT citan directamente de la versión griega corriente -los

Setenta- y algunos muestran conocer el original hebreo. Otros comen­

taristas dan gran cabida a paralelos de la comunidad de Qumrán, de

escritos rabínicos y griegos, incluso del gnosticismo incipiente. Es útil

todo cuanto aclare, aunque no haya dependencia. Yo pido un espacio

más ancho para colocar el NT en el contexto del AT: unas veces para

explicar, otras para ilustrar o para contrastar. Lo que no puedo es

someter cada caso al análisis, ni siquiera puedo aducir el texto íntegro

de los pasajes aludidos. Esta será una de las tareas del usuario, con

la cual irá descubriendo personalmente la unidad ideal de los dos tes­

tamentos, la culminación del Antiguo en el Nuevo.

Las introducciones a cada obra son relativamente amplias: sirven

para colocar aproximadamente cada obra en su contexto histórico; o

para recoger sobre ello algunas hipótesis pertinentes. He conservado

en esta edición las A/oías temáticas o Vocabulario teológico, como ins­

trumento para ir conociendo la mentalidad y el lenguaje de los autores

bíblicos.

Page 10: Luis Alonso Schókel

PRÓLOGO 14

En cuanto al modo más frecuente de exposición, adelanto una visión global de la perícopa o sección, en la cual doy la orientación sustancial. Dentro de esa unidad menor me detengo cuando algún verso reclama una aclaración particular o cuando nos ofrece algo sus­tancioso en que detenernos. Cuando el lector desliza su mirada por la página, esas líneas escuetas le dan un tironcito de la manga: "fíjese usted en lo que dice este verso", y a lo mejor el lector da las gracias porque le ayudaron a detenerse. Y lo que importa no es la línea del comentario, sino la frase bíblica que la nota señala con el dedo.

El momento mejor del comentario es cuando el lector lo deja en

el piso inferior de la página para entenderse a solas con el texto. Es la

hora de la verdad y de la vida.

Luis Alonso Sch'ókel