LUZ Periódico - No. 345

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SEMANARIO DE LUZ SÉPTIMA ÉPOCA AÑO 6 / No. 345 RPPLUZ 2003/01/001 www.luz.edu.ve Maracaibo, del 21 al 27 de diciembre de 2008 Fotos: Moraima Andrade/CNP 6552/Prensaluz Espléndidamente, cada 25 de diciembre, la fiesta de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo llega para recordarnos la im- portancia de santificar nuestros hogares día a día con el cariño de un auténtico am- biente cristiano de entrega, solidaridad y amor por el prójimo. La gran familia universitaria suma de- seos, voluntades y esperanzas para que en estas fiestas navideñas y de fin de año Venezuela se distinga inmensamente co- mo un país de hogares unidos, solidarios y liberados de las penas del antagonismo, del egoísmo materialista y la hostilidad política. La familia es el bien más valioso de la humanidad. Es así como el domingo si- guiente a la conmemoración del naci- miento de nuestro Señor, la Iglesia cele- bra la fiesta de la Sagrada Familia para re- novar en los hogares la sencilla doctrina de vida que guió los primeros años de existencia del Mesías y que lo prepararon, con infinito amor y fe, a asumir la dura tarea de redimir a la humanidad con su pasión, muerte y resurrección. En esta edición especial de Navidad y con la guía espiritual del presbítero Ovi- dio Duarte, párroco de la Iglesia Padre Claret, en Maracaibo, ahondaremos en las valiosas enseñanzas que la Sagrada Fami- lia nos ha legado y que destacan con ex- traordinaria pureza durante las fiestas na- videñas. La sabiduría y el ejemplo de vida de San José, la Virgen y el Niño contrastan en un mundo de afanes personalistas que ha de- jado a un lado los valores de la cristian- dad, en especial el nuevo mandamiento que nos dejó Jesús: amaos los unos a los otros. El milagro de la navidad es precisa- mente el prodigio de la entrega, de hacer a otros felices y compartir esa dicha con los semejantes. Por ventura, los milagros reales, esos que nos sorprenden por la ca- pacidad de sacrificio y abnegación que tienen algunas personas, se siguen mani- festando en nuestros tiempos y en todas partes. No obstante esos milagros de amor no logran borrar ni anteponerse a la ola de consumismo frenético, individualismo y egoísmo que estremece al mundo entero y que avanza como una carga de indiferen- cia que hace cada vez más insensible a la humanidad y la aleja de los valores funda- mentales de la doctrina cristina como la piedad y el amor por el prójimo. En Navidad también el consumismo eleva su grosera presencia y distorsiona ese principio de compartir con una reta- híla de contradicciones. No se regala por amor sino por compromiso. Las familias discuten para decidir en dónde y con quién pasar estos días de regocijo y lejos de compartir participan en una suerte de contienda desmedida que impone el con- sumo y la envidia. Inclusive hasta el me- nú navideño es centro de diatribas. Pero ese “lado oscuro” de la Navidad tristemente está en los celebrantes y es ajeno al sentido más puro de las fiestas de la Natividad. Al contrario, la Navidad exige que sa- quemos lo mejor de nosotros. Una buena fiesta requiere esfuerzo, esmero y dedi- cación pero sobre todo mucho amor. Necesitamos en esta celebración entregar nuestros mejores presentes como un acto gratificante y no como una obligación agobiante, de trámites y sobre todo de dinero malgastado. Navidad es tiempo de buenas nuevas y todos anhelamos recibirlas, en especial nuestros pequeños que esperan la llegada del Niño Dios. Es el cumpleaños del Cris- to Rey y paradójicamente el festejado no recibe los regalos sino que los entrega sin reservas, porque el sentido más profundo de la Navidad, su verdadero valor, no es recibir sino compartir y si lo hacemos en familia el gozo se hace mayor. En este tiempo de Adviento tanto adul- tos como niños deben hacer un esfuerzo de cumplir metas muy puntuales: ser más cordiales, no decir mentiras ni imprope- rios, ser más honestos, de querer más a la gente y tratarlos con más cariño, no ne- garles al menos una sonrisa. Esos deseos que se convierten en compromiso consti- tuyen el mejor de los regalos para Dios, en especial el que nos compromete a amar a nuestros semejantes como a nosotros mismos. En navidad, la concesión de amar se ha- ce ilimitada y así debe ser todo el año porque sólo del amor nace la vida y gra- cias al amor la humanidad podrá librarse de una vida de miseria. Es propicia esta fecha para invitarlos a abrir sus corazones y sus hogares y refle- xionar sobre la necesidad que tiene el pueblo de Venezuela de fomentar una ma- yor unión, fraternidad y amor durante el venidero año que se avizora difícil y de muchas vicisitudes para la humanidad. Las exigencias de los tiempos futuros nos alientan a ser más profundos y celosos en nuestras creencias para mantenernos fir- mes ante el cumplimiento de los princi- pios de la cristiandad. Amémonos más y avivemos ese afecto en nuestras familias y semejantes. Deje- mos a un lado las desavenencias y bus- quemos las coincidencias poniendo me- nos énfasis en nuestras ambiciones y ma- yor atención en el bien común. Acerquémonos más a nuestros hijos. No los dejemos solos y compartamos con ellos sus éxitos y desalientos para que ellos sepan transmitir esa solidaridad con sus semejantes. Intentemos en 2009 romper ese aisla- miento que la sofisticación tecnológica nos ha impuesto a padres e hijos. Reduz- camos esas largas jornadas de horas frente al computador o una pantalla de televisión para convertirlas en tiempo de compartir en familia. Que sea esta una promesa de año nuevo que todos nos empeñemos en cumplir. Les deseamos lo mejor para estas fies- tas . Que en navidad todos reciban un regalo invaluable: el amor que sólo se vive en familia. Comisión Reestructura de la Dirección General de Comunicación de LUZ Padre, celebramos la Navidad, El día en que tu Hijo, por amor a nosotros, se hizo hombre y nació de una mujer, la Virgen María. Ese Niño nos reúne, alrededor de la mesa que vamos a compartir llenos de alegría, de esperanza, de amor y de paz, porque Él nos hace sentir más que nunca, familia. Por eso te pedimos que nos bendigas y bendigas el pan que tu Amor nos ofrece. Y te pedimos por aquellos que no tiene pan, que no tienen casa, que no tienen trabajo, por aquellos que no tienen familia, que no tienen paz, porque les faltas Tú. Te rogamos porque renueves nuestros corazones y nos brindes tu paz… Nos fortalezcas para que nuestra unidad sea indestructible… Que nos permitas tener cerca de nuestro corazón a nuestros amigos y familiares ausentes… Para que nos impulses como Iglesia, a renovar nuestra patria a través del matrimonio y la familia… Te bendecimos, Señor! Amén. Oración de Navidad En Navidad y durante todo el año Renovemos el edificante legado de la Sagrada Familia Ruego a la Virgen Por mediación de María, tu Madre y nuestra Madre, te rogamos que el corazón de cada venezolano sea un humilde pesebre, donde Jesús pueda nacer. Y así, superando todo lo que nos divide, seamos capaces de construir una patria de hermanos.

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Periódico de la Universidad del Zulia.

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SEMANARIO DE LUZ u SÉPTIMA ÉPOCA u AÑO 6 / No. 345 RPPLUZ 2003/01/001 www.luz.edu.veMaracaibo, del 21 al 27 de diciembre de 2008

Fotos: Moraima Andrade/CNP 6552/Prensaluz

Espléndidamente, cada 25 de diciembre,la fiesta de la Natividad de Nuestro SeñorJesucristo llega para recordarnos la im-portancia de santificar nuestros hogaresdía a día con el cariño de un auténtico am-biente cristiano de entrega, solidaridad yamor por el prójimo.

La gran familia universitaria suma de-seos, voluntades y esperanzas para que enestas fiestas navideñas y de fin de añoVenezuela se distinga inmensamente co-mo un país de hogares unidos, solidariosy liberados de las penas del antagonismo,del egoísmo materialista y la hostilidadpolítica.

La familia es el bien más valioso de lahumanidad. Es así como el domingo si-guiente a la conmemoración del naci-miento de nuestro Señor, la Iglesia cele-bra la fiesta de la Sagrada Familia para re-novar en los hogares la sencilla doctrinade vida que guió los primeros años deexistencia del Mesías y que lo prepararon,con infinito amor y fe, a asumir la duratarea de redimir a la humanidad con supasión, muerte y resurrección.

En esta edición especial de Navidad ycon la guía espiritual del presbítero Ovi-dio Duarte, párroco de la Iglesia PadreClaret, en Maracaibo, ahondaremos en lasvaliosas enseñanzas que la Sagrada Fami-lia nos ha legado y que destacan con ex-traordinaria pureza durante las fiestas na-videñas.

La sabiduría y el ejemplo de vida de SanJosé, la Virgen y el Niño contrastan en unmundo de afanes personalistas que ha de-jado a un lado los valores de la cristian-dad, en especial el nuevo mandamientoque nos dejó Jesús: amaos los unos a losotros.

El milagro de la navidad es precisa-mente el prodigio de la entrega, de hacera otros felices y compartir esa dicha conlos semejantes. Por ventura, los milagrosreales, esos que nos sorprenden por la ca-pacidad de sacrificio y abnegación quetienen algunas personas, se siguen mani-festando en nuestros tiempos y en todaspartes.

No obstante esos milagros de amor nologran borrar ni anteponerse a la ola deconsumismo frenético, individualismo yegoísmo que estremece al mundo entero yque avanza como una carga de indiferen-cia que hace cada vez más insensible a lahumanidad y la aleja de los valores funda-mentales de la doctrina cristina como lapiedad y el amor por el prójimo.

En Navidad también el consumismoeleva su grosera presencia y distorsionaese principio de compartir con una reta-híla de contradicciones. No se regala poramor sino por compromiso. Las familiasdiscuten para decidir en dónde y conquién pasar estos días de regocijo y lejosde compartir participan en una suerte decontienda desmedida que impone el con-

sumo y la envidia. Inclusive hasta el me-nú navideño es centro de diatribas.

Pero ese “lado oscuro” de la Navidadtristemente está en los celebrantes y esajeno al sentido más puro de las fiestas de

la Natividad. Al contrario, la Navidad exige que sa-

quemos lo mejor de nosotros. Una buenafiesta requiere esfuerzo, esmero y dedi-cación pero sobre todo mucho amor.

Necesitamos en esta celebración entregarnuestros mejores presentes como un actogratificante y no como una obligaciónagobiante, de trámites y sobre todo dedinero malgastado.

Navidad es tiempo de buenas nuevas ytodos anhelamos recibirlas, en especialnuestros pequeños que esperan la llegadadel Niño Dios. Es el cumpleaños del Cris-to Rey y paradójicamente el festejado norecibe los regalos sino que los entrega sinreservas, porque el sentido más profundode la Navidad, su verdadero valor, no esrecibir sino compartir y si lo hacemos enfamilia el gozo se hace mayor.

En este tiempo de Adviento tanto adul-tos como niños deben hacer un esfuerzode cumplir metas muy puntuales: ser máscordiales, no decir mentiras ni imprope-rios, ser más honestos, de querer más a lagente y tratarlos con más cariño, no ne-garles al menos una sonrisa. Esos deseosque se convierten en compromiso consti-tuyen el mejor de los regalos para Dios,en especial el que nos compromete a amara nuestros semejantes como a nosotrosmismos.

En navidad, la concesión de amar se ha-ce ilimitada y así debe ser todo el añoporque sólo del amor nace la vida y gra-cias al amor la humanidad podrá librarsede una vida de miseria.

Es propicia esta fecha para invitarlos aabrir sus corazones y sus hogares y refle-xionar sobre la necesidad que tiene elpueblo de Venezuela de fomentar una ma-yor unión, fraternidad y amor durante elvenidero año que se avizora difícil y demuchas vicisitudes para la humanidad.Las exigencias de los tiempos futuros nosalientan a ser más profundos y celosos ennuestras creencias para mantenernos fir-mes ante el cumplimiento de los princi-pios de la cristiandad.

Amémonos más y avivemos ese afectoen nuestras familias y semejantes. Deje-mos a un lado las desavenencias y bus-quemos las coincidencias poniendo me-nos énfasis en nuestras ambiciones y ma-yor atención en el bien común.

Acerquémonos más a nuestros hijos. Nolos dejemos solos y compartamos conellos sus éxitos y desalientos para queellos sepan transmitir esa solidaridad consus semejantes.

Intentemos en 2009 romper ese aisla-miento que la sofisticación tecnológicanos ha impuesto a padres e hijos. Reduz-camos esas largas jornadas de horas frenteal computador o una pantalla de televisiónpara convertirlas en tiempo de compartiren familia. Que sea esta una promesa deaño nuevo que todos nos empeñemos encumplir.

Les deseamos lo mejor para estas fies-tas . Que en navidad todos reciban unregalo invaluable: el amor que sólo sevive en familia.

Comisión Reestructura de la DirecciónGeneral de Comunicación de LUZ

Padre, celebramos laNavidad,El día en que tu Hijo,por amor a nosotros,se hizo hombre y nació deuna mujer,la Virgen María.Ese Niño nos reúne,alrededor de la mesa quevamos a compartirllenos de alegría, de esperanza,de amor y de paz,porque Él nos hace sentirmás que nunca, familia.Por eso te pedimos que nos bendigasy bendigas el pan que tu Amor nos ofrece.Y te pedimos por aquellosque no tiene pan,que no tienen casa,que no tienen trabajo,

por aquellos que no tienenfamilia, que no tienen paz,porque les faltas Tú.Te rogamos porquerenueves nuestros corazones y nos brindes tu paz…Nos fortalezcas para quenuestra unidad sea indestructible…Que nos permitas tenercerca de nuestro corazón a nuestros amigos yfamiliares ausentes…Para que nos impulsescomo Iglesia, a renovarnuestra patria a través delmatrimonio y la familia…

Te bendecimos, Señor!Amén.

Oración de Navidad

En Navidad y durante todo el año

Renovemos el edificante legado de la Sagrada Familia

Ruego a la

Virgen

Por mediación de María,tu Madre y nuestra Madre,te rogamos que el corazón de cada venezolanosea un humilde pesebre,donde Jesús pueda nacer.Y así, superando todo lo que nos divide,seamos capaces de construiruna patria de hermanos.

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2SEMANARIO DE LUZ u SÉPTIMA ÉPOCA u AÑO 6 / No. 345

SEMANARIO DE LUZPublicación fundada por el rectorFrancisco Eugenio Bustamante

en 1898

Deposito Legal pp. 76-1721

AUTORIDADES RECTORALES

RectorJORGE PALENCIA PIÑA

Vicerrectora AcadémicaJUDITH AULAR DE DURÁN

Vicerrectora AdministrativaMARÍA GUADALUPE NÚÑEZ

Secretaria encargadaMARÍA JOSÉ FERRER

DIRECCIÓN GENERAL DE COMUNICACIÓN

Margarita Sánchez Ferrer Coordinadora General

María Rincón de González Magaly RamosLizyllén FernándezMiembros

Departamento de [email protected]

Coordinadora de PublicaciónLILIANA MATA-DÍ[email protected]

Jefa de FotografíaMORAIMA [email protected]

Reportero GráficoALEXANDER MARTÍ[email protected]@hotmail.com

Diseño y MontajeNELSON E. PORTILLO [email protected]

RedactoresMARLY MUÑOZ [email protected]

NAYARITH GUTIÉ[email protected]

Corrección y ediciónCÉSAR EDUARDO PÉ[email protected]

Dirección General de Comunicación (DGC) Nueva sede rectoral de LUZ. Piso 10 Apartado 526 Maracaibo, estado Zulia (Venezuela) Teléfonos: (0261) 7598370 / 7504125. Fax: (0261) 7598370 web: www.luz.edu.ve Impresión y distribución: Diario La Verdad

Liliana Mata-Díaz/CNP 6090/PrensaluzFoto: Moraima Andrade/CNP 6552/Prensaluz

En el año 1223 San Francisco de Asísdio origen a los pesebres o nacimientosque actualmente conocemos, populari-zando entre los laicos una costumbreque hasta ese momento era del clero.

“El primero que hizo un nacimiento deJesús en el siglo XII fue sin duda SanFrancisco de Asís. A partir de entoncesla iglesia escenificó el nacimiento comoun producto de la fe cristiana y de su de-voción por el humilde pesebre donde na-ció el Salvador”, explicó el padre LaudiZambrano, estudioso de la Biblia y men-tor del Centro de Estudios Bíblicos San-to Tomás Moro.

Gracias a la iniciativa de San Fran-cisco la costumbre de construir los naci-mientos o belenes se hizo popular.

La experiencia del santo de Asís fuevivamente descrita por Juan de Greccio,quien por su amor a Cristo había aban-donado la milicia. “Tres años antes de sumuerte, se dispuso Francisco a celebrar,con la mayor solemnidad posible, lamemoria del nacimiento del Niño Jesús,a fin de excitar la devoción de los fieles.Mas para que dicha celebración no pu-diera ser tachada de extraña novedad,pidió antes licencia al sumo pontífice; y,habiéndola obtenido, hizo preparar unpesebre con el heno correspondiente ymandó traer al lugar un buey y un asno.Son convocados los hermanos, llega lagente, el bosque resuena de voces, yaquella noche bendita, esmaltada pro-fusamente de claras luces y con sonorosconciertos de voces de alabanza, se con-vierte en esplendorosa y solemne”.

Francisco celebró sobre el mismo pe-sebre la misa solemne y predicó des-pués al pueblo allí presente sobre el na-cimiento del Rey Pobre a quien llamaNiño de Bethlehem.

Una costumbre que mantiene su fervor

Lamentablemente la agitada vida enlas ciudades ha conspirado no sólo con-tra el pesebre, sino también con otrascostumbres como las parrandas, las

misas de aguinaldo y los nacimientos vi-vientes en las escuelas.

Hoy queremos obsequiarle a las fami-lias zulianas una hermosa oración paraser rezada en familia, alrededor del pe-sebre en la Noche Buena.

Oración del pesebreLa Virgen da hoy a luz al Eterno.Y la tierra ofrece una gruta al Inaccesi-ble.Los ángeles y los pastores le alaban,y los magos avanzan con la estrella.Porque Tú has nacido para nosotros,Niño pequeño, ¡Dios eterno!Sólo hoy será Navidad si en ti y en tufamilia nace de María el Señor Jesús.

Todos santiguándose dicen:En el nombre del Padre, del Hijo y del

Espíritu Santo. Amén.

Luego el padre de familia dice:Señor Dios, Padre nuestro,que tanto amaste al mundoque nos entregaste a tu Hijo úniconacido de María la Virgen,dígnate bendecir este nacimientoy a la familia cristianaque está aquí presente,para que las imágenes de este Belénnos ayuden a profundizar en la fe.Te lo pedimos por Jesús, tu Hijo amado,que vive y reina por los siglos de los si-glos.

Asimismo podemos ofrecerle al SeñorJesús una prueba de fe concreta hacien-do caridad con nuestros hermanos máspobres.

El pesebre: altar de estirpe santa

Prensa CCEFoto: Prensa CCE

La Coordinación de Extensión (CCE) dela Universidad de Zulia (LUZ) en vís-peras de Navidad y cumpliendo con laresponsabilidad social de la instituciónrealizará este 22 de diciembre una impor-tante donación de juguetes a las fundacio-nes Innocens y Amigos del Niño conCáncer, del municipio Maracaibo.

La profesora Carmen Montes Williams,a cargo de la Coordinación Central de Ex-tensión de LUZ informó que gracias a lasdonaciones de los trabajadores de LUZ, sehará entrega de los juguetes a estas funda-ciones que velan por el bienestar de los ni-ños con cáncer y sida.

También informó que el próximo año laCoordinación de Extensión de LUZ bus-cará traspasar fronteras y llevará su manoamiga a diferentes comunidades de la re-gión y del occidente venezolano.

Evento en la GuajiraEl pasado 11 de diciembre, la Coor-

dinación Central de Extensión visitó portercer año consecutivo la comunidad de

Alitasía, en el municipio Mara, con la fi-nalidad de organizar actividades recreati-vas para la comunidad, así como la do-nación de juguetes y alimentos para losniños de la región.

La titular de la CCE, expresó con muchasatisfacción que este evento denominadoUna Sonrisa para los Niños y NiñasWayúu logró sembrar con amor y alegríauna transformación en esos pequeños de-satendidos y en muchos casos en condi-ciones de pobreza extrema.

De igual forma resaltó el apoyo y lacolaboración institucional de la Direcciónde Servicios Generales, la Dirección deDesarrollo y Servicios Estudiantiles (Did-se), la Facultad Experimental de Ciencias(FEC), el Vicerrectorado Administrativo(VAD), la Dirección de Cultura (Grupo deTíteres Chímpete-Chámpata), así comotambién el respaldo de los estudiantes dela Universidad del Zulia, de la Universi-dad Experimental “Francisco de Miran-da” y el Instituto Politécnico “SantiagoMariño”, junto con los patrocinantes:Fundacite-Zulia, BOD, Banco Central deVenezuela, Jospin, Lácteos Sur del lago,Pastelitos Monserrate, Polar y Pepsi.

Coordinación deExtensión entregajuguetes a FundaciónInnocens y a Amigos del Niño con Cáncer

Después de la lectura de la Oración del Pesebre se canta “Noche de Paz”, mientras el menor de la familiacoloca al niño en el nacimiento.

Entrega de juguetes por parte de la Coordinación Central de Extensión en Alitasía.

I. Primera Lectura: Col 3, 12-17Lectura de la carta a los Colosenses:Dios los ama a ustedes y los ha escogido paraque pertenezcan a su pueblo. Vivan puesrevestidos de verdadera compasión, bondad,humildad, mansedumbre y paciencia. Tenganpaciencia unos con otros, y perdónense sialguno tiene queja contra otro. Así como elSeñor los perdonó, perdonen también uste-des. Sobre todo revístanse de amor, que es elperfecto lazo de unión. Yque la paz de Cristodirija sus corazones,porque con este pro-pósito los llamó Dios aformar un solo cuerpo.Y sean agradecidos.Que el mensaje deCristo esté siempre ensus corazones. Instrú-yanse y anímenseunos a otros con todasabiduría. Y todo loque hagan o digan, há-ganlo en el nombre delSeñor Jesús, dandogracias a Dios Padre,por medio de Él.Palabra de Dios.Todos: Te alabamos,Señor.

II. Segunda Lectura: Lc 2, 15-19Lectura del Santo Evangelio de San Lucas:El día del nacimiento de Jesús, los pastoresque habían escuchado el mensaje del ángelcomenzaron decirse unos a otros: –Vamos,pues, a Belén a ver esto que ha sucedido yque el Señor nos ha anunciado.Fueron de prisa y encontraron a María y aJosé, y al niño acostado en el establo.Cuando lo vieron se pusieron a contar lo queel ángel les había dicho acerca del niño, ytodos los que lo oyeron se admiraban de lo

que decían los pastores.María guardaba todo esto en su corazón, y lotenía muy presente.Palabra de Dios.Todos: Te alabamos, Señor.

III. Plegaria de consagración.Padre Celestial, que has preparado el hogarde José y María para la llegada de tu Hijo,

Jesucristo, nosotros (decirlos nombres de todoslos miembros de lafamilia) queremosconsagrar nuestra fa-milia a la Sagrada Fa-milia de Nazareth.Queremos que ennuestro hogar nosempeñemos en reali-zar el plan que hastrazado para nuestrasvidas.Danos la gracia deesforzarnos en prac-ticar en nuestra vidadiaria los valores ylas virtudes que sonnecesarios para hacerque: - el amor venza nues-tra tendencia al egoís-mo;

- la cooperación y lasolidaridad venzan nuestra

tendencia a competir entre nosotros.

Concédenos que nos esforcemos en serresponsables en el trabajo, en el estudio, en elcumplimiento de nuestros deberes como per-sonas y como familia.Queremos que, según el ejemplo de Jesús, deMaría y de José, tengamos en cuenta lo queTú quieres de nosotros, al tomar nuestrasdecisiones.

Consagración de los hogares a la SagradaFamilia de Nazareth

Parroquia UniversitariaFoto: Moraima Andrade/CNP 6552/Prensaluz

Este domingo, a pocos días del naci-miento del Mesías, vivimos a plenitud elAdviento. La familia se reúne en torno ala Corona en la que brillan los cuatrocirios encendidos como una fogata queaviva nuestros corazones ante la inmi-nente llegada de Nuestro Señor.

Este domingo también los seguidoresde la Nueva Era (New Age) seguro cele-brarán la llegada del Espíritu de la Navi-dad, una tradición tomada del paganis-mo. No obstante sin Jesús no hay Espí-ritu de la Navidad. Él es la única luz ysalvación.

El 21 de diciembre no llega ningúnEspíritu de la Navidad. La luz es Jesús ysólo tenemos que abrir los corazones, nolas puertas de la casa, para que entre ennuestras vidas y nos traiga paz y salva-ción.

La Navidad es renovación de esa fe yesperanza. Todo niño que nace es sím-bolo de la confianza de Dios en el hom-bre y es una confirmación, al menos im-plícita, de la esperanza que el hombrealberga en un futuro abierto a la eter-nidad de Dios. A esta esperanza delhombre respondió Dios naciendo en eltiempo como un ser humano pequeño.San Agustín escribió: “de no haberse tuverbo hecho carne y habitado entre no-sotros, hubiéramos podido juzgarloapartado de la naturaleza humana y de-sesperar de nosotros”

En realidad, si falta Dios, falla la espe-ranza. Todo pierde sentido. Es como sifaltara la dimensión de profundidad ytodas las cosas se oscurecieran, privadasde su valor simbólico; como si no desta-caran de la mera materialidad. Está enjuego la relación entre existencia aquí yahora y lo que llamamos el más allá. Elmás allá no es un lugar donde acabare-mos después de la muerte, sino la reali-

dad de Dios, la plenitud de vida a la quetodo ser humano, por decirlo así, tiende.A esta respuesta del hombre Dios ha res-pondido en Cristo con el don de la espe-ranza.

Este 25 de diciembre de nuevo llegaJesús espléndido y con muchos regalos:salvación, paz, alegría, bienestar fami-liar y personal. En las postrimerías deeste tiempo de Adviento sería bueno quecada creyente también se planteará un

reto: qué regalo le daré yo a mi Señorque está celebrando su nacimiento. Apocos días del 25 de diciembre invita-mos a nuestros lectores a reflexionar y adecidir el mejor regalo que puedan ha-cerle como individuos, como familia,como ciudadanía, a nuestro Señor en es-ta importante fecha.

La alegría, la paz y el amor de Cristo,que viene a salvarnos, esté con todosustedes.

Se enciende el cuartocirio… ¡Alegraos, ha llegado nuestro Dios!

Mañana 22 de diciembre

En este cuarto domingo de Adviento, celebramos el nacimiento del Hijo de Dios.

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3SEMANARIO DE LUZ u SÉPTIMA ÉPOCA u AÑO 6 / No. 345

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Meditación extraída de la colección Una cita conDios, Adviento y Navidad, por Pablo Cardona. Lacolección puede adquirirse en www.beityala.com.

Después que se marcharon, unángel del Señor se apareció en sue-ños a José y le dijo: Levántate, to-ma al niño y a su madre, huye aEgipto y estate allí hasta que yo tediga, porque Herodes va a buscar alniño para matarlo. Él se levantó, to-mó de noche al niño y a su madre,y huyó a Egipto. Allí permanecióhasta la muerte de Herodes, paraque se cumpliera lo que dijo el Se-ñor por medio del Profeta: DeEgipto llamé a mi hijo.

“José, el líder de la familia, obe-dece los planes divinos sin rechis-tar, con una fidelidad exquisita y laMadre, María, cómo debió sufrir lanoche de la huida a Egipto pues elNiño era muy pequeño y el viajemuy largo. Había que escoger –deentre los enseres familiares– sólo loimprescindible. Además, estabanpersiguiendo a Jesús... ¡Para matar-lo! Pero no salió de tu boca ni unamueca de enfado, ni una palabra derebeldía. Tu sonrisa calmada y elsilencio de Jesús –que dormía plá-cidamente– llenaba aquel hogar depaz, de alegría, de luz, en medio deaquella oscura noche.

Al pensar en los hogares cristia-nos, me gusta imaginarlos lumino-sos y alegres, como fue el de laSagrada Familia. El mensaje de laNavidad resuena con toda fuerza:gloria a Dios en lo más alto de loscielos, y paz en la tierra a los hom-bres de buena voluntad . Que la pazde Cristo triunfe en vuestros cora-zones, escribe el apóstol . La paz desabernos amados por nuestro PadreDios, incorporados a Cristo, prote-gidos por la Virgen Santa María,amparados por San José. Esa es lagran luz que ilumina nuestras vidasy que, entre las dificultades y mise-rias personales, nos impulsa a pro-seguir adelante animosos. Cada ho-gar cristiano debería ser un reman-so de serenidad, en el que, por enci-ma de las pequeñas contradicciones

diarias, se percibiera un cariño hon-do y sincero, una tranquilidad pro-funda, fruto de una fe real y vivida.

El matrimonio no es, para un cris-tiano, una simple institución social,ni mucho menos un remedio paralas debilidades humanas: es unaauténtica vocación sobrenatural.Sacramento grande en Cristo y enla Iglesia, dice San Pablo, y, a lavez e inseparablemente, contratoque un hombre y una mujer hacenpara siempre, porque –queramos ono– el matrimonio instituido porJesucristo es indisoluble: signo sa-grado que santifica, acción de Je-sús, que invade el alma de los quese casan y los invita a seguirle,transformando toda la vida matri-monial en un andar divino en latierra. Los casados están llamadosa santificar su matrimonio y a san-tificarse en esa unión; cometeríanpor eso un grave error, si edificaransu conducta espiritual a espaldas yal margen de su hogar. La vidafamiliar, las relaciones conyugales,el cuidado y la educación de loshijos, el esfuerzo por sacar econó-micamente adelante a la familia ypor asegurarla y mejorarla, el tratocon las otras personas que consti-tuyen la comunidad social, todo esoson situaciones humanas y corrien-tes que los esposos cristianos debensobrenaturalizar.

La fe y la esperanza se han demanifestar en el sosiego con que seenfocan los problemas, pequeños ograndes, que en todos los hogaresocurren, en la ilusión con que sepersevera en el cumplimiento delpropio deber. La caridad lo llenaráasí todo, y llevará a compartir lasalegrías y los posibles sinsabores; asaber sonreír, olvidándose de laspropias preocupaciones para aten-der a los demás; a escuchar al otrocónyuge o a los hijos, mostrándolesque de verdad se les quiere y com-prende; a pasar por alto menudosroces sin importancia que el egoís-mo podría convertir en montañas; aponer un gran amor en los peque-ños servicios de que está compues-ta la convivencia diaria”.

En honor de la Bienaventurada Familia

¿Qué valores transmite la SagradaFamilia a los núcleos familiares de hoy?Liliana Mata-Díaz/CNP 6090/PrensaluzDigitalización: Moraima Andrade/CNP6552

Por sus características, la familia deJesús en su tiempo fue muy atípica. Seasemejaba más bien a una familia euro-pea o norteamericana de hoy, con ape-nas un hijo. Su conformación no fue lamás idónea y tuvo que eludir no pocosobstáculos. Primero, el líder de la fami-lia, San José, ignoraba el prodigio de laconcepción inmaculada de María porobra y gracia del Espíritu Santo. Esehecho indiscutiblemente generó friccio-nes entre la pareja y la amenaza del re-pudio se mantuvo latente hasta la inter-vención del ángel enviado de Dios queevita la ruptura.

“Sin embargo, desde su singularidad,son muchos los valores que transmite ala humanidad este grupo familiar. Tene-mos el ejemplo de José y su madurez alaceptar esa situación extraordinaria ge-nerada por la inmaculada concepción deMaría. Y Ella, una adolescente de ape-nas 13 o 14 años, con un gran sentido deresponsabilidad y compromiso, aceptaesa colosal misión sólo guiada por la fe:hágase en mi según tu palabra. Aceptósu designio con la mayor sensatez”, ex-plica el presbítero Ovidio Duarte, párro-co de la Iglesia Padre Claret de Mara-caibo.

“Y Jesús, el Hijo de la Sagrada Familiatambién es ejemplo de humildad porquesiendo el Mesías, siendo Dios, estuvosiempre sujeto y obediente a sus pa-dres”.

Todos esos valores insertos en lafamilia de Jesús es necesario traducirlosal tiempo moderno. “Esa comprensión ymadurez de José para resolver un dilematan grande en su vida como el embarazode María contrasta hoy con la actitud detantos padres de hoy que apelan a la vio-lencia para resolver problemas cotidia-nos e irrelevantes. Resalta también laresponsabilidad estoica con la cual la jo-ven María asumió su maternidad extra-ordinaria y que es digna referencia paratantos adolescentes que asumen el em-barazo de manera irresponsable. Otrosvalores fundamentales de la Sagrada Fa-milia son la obediencia y el respeto de

Jesús hacia sus padres, un ejemplo paralos niños y jóvenes de hoy.

Familia en la buenas y malasNo fue fácil para una familia tan para-

dójica, tan disímil como la de nuestroSeñor Jesucristo superar momentos tanconvulsos y sortear un sinnúmero deadversidades y de pruebas tan apremian-tes como la huída a Egipto. Cada miem-bro de esta familia, de esta sagradaunión, cumplió un papel en su tiempo yesa trayectoria sigue proyectándosesobre una humanidad altamente tecnifi-cada, dominada por el consumismo y elindividualismo y desprovista de cuali-dades elementales como la solidaridad yla piedad por el ser.

“¿No valdría la pena copiar conscien-temente el modelo de la familia de Na-zareth?, se auto interpela el presbíteroDuarte. “En especial cuando la mayoríade los hogares copian modelos familia-res distorsionados que difunden irres-ponsablemente las grandes cadenas demedios. Estos modelos, con muchísimafrecuencia, son dañinos, porque condu-cen a rupturas de la convivencia”.

Por supuesto imitar las virtudes del ho-gar de Nazareth en el contexto de hoy nosignifica recrear las condiciones de vidade los tiempos de Jesús. “Se trata de vi-vir hoy esos valores tan importantes enla relación familiar, como la honestidad,la compresión, la sinceridad, la madu-rez, la obediencia, la comunicación, elcariño, entre otros, que nunca se vuelvenanticuados porque no envejecen”.

Son valores tan necesarios hoy comoen los tiempos de Cristo. “Consagrarnuestros hogares y familias a los valoresque marcaron la existencia de Jesús,José y María significa moldear nuestrasvidas con las virtudes precisas para le-vantar una familia verdaderamente cris-tiana”.

Recomendamos a las familias a moti-varse cada día y a prepararse espiritual-mente mediante los sacramentos de laReconciliación y la Eucaristía. “Quedestinen espacio para compartir en fa-milia y tiempo de paz y recogimiento enla fe”.

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4SEMANARIO DE LUZ u SÉPTIMA ÉPOCA u AÑO 6 / No. 345

5www.luz.edu.ve

La gran crisis de la familia es quesimultáneamente no hay un creci-miento en el amor de pareja y en larelación de ésta con Dios. “Ese de-terioro tiene como principal conse-cuencia el rompimiento de la co-municación entre la pareja y porconsiguiente entre los hijos. La fa-milia entra en crisis, no hay diálogoy se sustituye en muchos casos lascomunicaciones por la violencia ylos insultos. Ese camino sólo con-duce a la ruptura”.

“Hay un televisor por cada habi-tación o por cada hijo. En nuestraépoca había un solo aparato en elcentro de la sala y en su derredor sereunía la familia. Hoy por hoy, estamisma sociedad se ha encargado dedisgregar o dispersar a la familia.Por ejemplo, hoy no podemos al-morzar juntos porque todos losmiembros del grupo familiar tienenhorarios diferentes y difícilmentepadres e hijos coinciden en las co-midas. Entonces, ¿cómo bendicenlos alimentos?, ¿cómo se bendice lamesa en ese hogar?

Tampoco se han estimulado en lossitios de trabajos y empresas princi-pios que estimulen a los padres aser más responsables con sus hijosy a pasar más tiempo con ellos.“Prevalece la productividad de lasorganizaciones sobre el bienestardel trabajador y de su familia”.

Tal vez en Venezuela por apatíapolítica hemos permitido que lospadres y las madres trabajadoraspierdan sus derechos y sean vistosen el seno de las organizaciones co-mo poco productivos al tener com-promisos familiares que cumplir.“Es importante que los movimien-tos sociales a favor de los padres,

de las madres, de las familias, sehagan sentir con mayor peso en lasinstancias de poder como la Asam-blea Nacional”.

En el hogar se construye lanueva humanidad

Para el padre Ovidio Duarte lahumanidad ha venido transformán-dose con la influencia de una moralperniciosa, de miedo, impuesta poruna sociedad altamente individua-lista y no colectiva. “Hay una mo-ral del miedo que se opone a la mo-ral de valores. Frente a una socie-dad excesivamente egoísta se im-pone una moral de actitudes que nose ha profundizado y expresado enlos jóvenes. Más bien se ha tratadode imponer un estilo de vida llenode presiones por destacar en lo in-dividual dejando por fuera valoresfundamentales como el respeto alos demás y la solidaridad”.

En la conformación de esa moralde valores, el padre Duarte consi-dera que la formación en el hogar,en el seno familiar, tiene mayor pe-so que la que reciben los niños y jó-venes en las escuelas. “El grueso dela responsabilidad corresponde alas familias, a papá y mamá en lacasa”.

Realmente una familia es aquellaque independientemente del niveleconómico, social y de que sea sóloel padre o la madre la referencia,ofrezca una seguridad y un conti-nuo afecto a sus hijos. Que les im-parta valores, con una educaciónasertiva y un reparto justo de res-ponsabilidades personales y fami-liares.

Ya San Josémaría Escrivá, en su

obra Es Cristo que Pasa, nos adver-tía la importancia de proteger, depreservar la unidad de la familia através de su cuidado diario con es-mero. “Santificar el hogar día a día,crear, con el cariño, un auténticoambiente de familia: de eso se tra-ta”.

Para el padre Ovidio Duarte la fa-milia es nuestra primera escuela de

fe y sobre sus bases se construye elfuturo de la humanidad. “Allí nosinculcan los primeros valores queorientarán nuestra existencia. Allíaprendemos a ser honestos y res-ponsables; a ser fieles y actuar conjusticia, generosidad, paciencia ybondad”.

Lamentablemente a esas cualida-des se imponen los llamado antiva-lores que nos alejan de Dios. “Lahumanidad enfrenta su carga nega-tiva y el efecto de factores contra-producentes como la desunión, elegoísmo, el hedonismo y del goceindividual desenfrenado que desen-cadena problemas crónicos en elmundo como el mayor número dedivorcios, alcoholismo y la droga-dicción, factores que afectan pri-mordialmente a la población másjoven”.

Asegura que en medio del dete-rioro social se impone el rescate dela familia como escuela de virtudes“y como fuente de bienestar y detradiciones”.

Para Duarte toda familia tiene co-mo principal misión hacer feliz asus miembros. “Ese es su plan prin-cipal y cada uno de sus integrantesdebe esforzarse en lograrlo conamor y con virtudes como la gene-rosidad, la lealtad y el respeto”.

El hogar es la institución que pro-vee una educación moral a los hi-jos. “Se cree que la única institu-ción donde pueden recibir educa-ción son las escuelas pero definiti-vamente es en el hogar donde semoldea la personalidad de hombres

y mujeres”.En las escuelas se imparten mu-

chos conocimientos en Matemáti-ca, Química, Lenguaje y otras asig-naturas pero esas enseñanzas real-mente no van a forjar directamentelos alumnos como personas. “Hacefalta más enseñanzas que se traduz-can en humanidad. La educación enVenezuela se ha quedado en lo téc-nico y necesita ahondar en la for-mación humanista pues la educa-ción, tal como se viene advirtiendodesde el Concilio Vaticano II, seviene secularizando y poco a pocose va alejando de Dios, se va des-humanizando”.

Reencuentro con DiosFrente a la decadencia de la insti-

tución familiar no se puede asumiruna actitud fatalista. “La enormecantidad de matrimonios que seseparan, el incremento de jóvenesque optan por vivir en pareja lejosde Dios, sin unirse en matrimonio ytambién el alto porcentaje de matri-monios que aunque siguen unidoshan perdido su condición de casa-dos, no puede hacernos pensar quela humanidad está indefectible-mente perdida”, asegura el padreOvidio Duarte, párroco de la iglesiaPadre Claret.

“Nos hemos acostumbrado, últi-mamente, a escuchar hablar de lacrisis de la familia como institucióny frente a esa realidad la iglesia nopuede ser indiferente sino activaruna serie de programas y alternati-vas para llegar con éxito a las jóve-nes parejas y reconciliar a las fami-lias que se han distanciado de lapalabra de Dios y de sus enseñan-zas”.

“Mientras se mantenga el amorque todo lo puede, como decía elapóstol Pablo y la fe en el Señor, lafamilia se fortalece. Sólo el amor yla fe dan sentido a la vida porque endefinitiva la familia es una conse-cuencia del amor de un hombre yuna mujer y a partir de esta circuns-tancia los seres humanos se inte-gran para sentirse amados, protegi-dos, comprendidos y apoyados,dándose entonces las condicionesideales para una vida digna y satis-factoria y un adecuado crecimientoe integración a la sociedad en con-cordancia con los principios de lacristiandad”.

Lo triste, agrega el presbíteroDuarte, es que la ruta signada por elmaterialismo y de espaldas al Señorsólo conduce a la insatisfacción ysepara a hombres y mujeres de lo-grar lo más ansiado en la vida: lafelicidad.

“A las familias en crisis, a losmatrimonios en ruptura, se abre elcamino del reencuentro con elSeñor. Es un camino de santidadque no falla y se apoya con la fuer-za de la fe en Cristo”.

La formación de valores en la familia empieza desde las enseñanazas que los padres transmiten a los hijos.El padre Duarte asegura que la formación de valores en el hogar es más importante que la de la escuela.

Liliana Mata-Díaz/CNP 6552/PrensaluzMoraima Andrade/CNP 6552/PrensaluzFotos: Moraima Andrade/CNP 6552/Prensaluz

Matrimonios cada vez más efíme-ros, paternidad y maternidad irres-ponsable, embarazo precoz, violen-cia doméstica, delincuencia juve-nil, son algunas huellas de la grancrisis que afecta a la principal célu-la social: la familia.

De hecho el modelo tradicionalde familia, con un padre, madre ehijos, pasa actualmente por un pro-ceso de desestructuración en elmundo occidental. Ahora son mu-chos los hogares con padres separa-dos, con niños en continuo vaivén,sin la referencia paterna o maternaen su domicilio cotidiano.

Cómo inculcar en los jóvenes dehoy, provenientes en un alto por-centaje de esos hogares disfuncio-nales, con unos padres cada vezmás ausentes del hogar, la sabiduríanecesaria para establecer exitosa-mente los núcleos familiares del fu-turo y evitar que cometan los mis-mos errores que han vivido en elseno de sus hogares rotos. “Ese estal vez uno de los mayores retosque tiene la iglesia y las institucio-nes fundamentales para sacar de lacrisis al núcleo social más preciadoe importante de la humanidad: lafamilia”, asegura el presbíteroOvidio Duarte, párroco de la Igle-sia Padre Claret, enclavada en lacalle 78 (Dr. Portillo) con avenida3E, en Maracaibo.

En esta parroquia se desarrollaactualmente un interesante progra-ma de preparación al matrimonio

que tiene como guías a parejas conuna larga experiencia en el matri-monio, algunas con más de 20 añosde casadas. “Este programa se esta-bleció previamente en Bogotá y loestamos impartiendo en Maracaiboa los jóvenes quienes además derecibir la enseñanza cristiana cono-cen de viva voz la experiencia in-valorable de estas parejas”, explicael presbítero Ovidio Duarte.

Esta especie de interacción conmatrimonios experimentados lesmuestra a los más jóvenes cómo esposible alejar los riesgos del divor-cio y la disolución al asumir una se-xualidad más responsable y un ma-yor acercamiento de las parejas yfamilia a la orientación espiritual yenseñanzas cristianas, dándole unnuevo rumbo a sus noviazgos y ma-trimonios.

“En nuestra parroquia ese progra-ma ha dado excelentes resultadosque pueden extenderse hacia otrascomunidades organizadas. Los jó-venes, en esta suerte de laboratoriovivencial, aprenden la trascenden-cia de formar hogar y lo más im-portante de preservar la unión en eltiempo con calidad de vida en la re-lación de pareja”.

En cada taller participan de 15 a20 parejas que en principio, en es-pecial los hombres, son reacios ymuestran dudas pero al finalizar laexperiencia quedan gratamentecomprometidos a mejorar gracias alos consejos y vivencias que reci-ben en cada sesión.

“Si pudiéramos multiplicar estetipo de actividad en todas la ciudad,en todo el país, con los jóvenes quedesean formar sus familias o salvar

sus matrimonios creo que estaría-mos haciendo una gran labor socialporque la tasa de divorcios entrematrimonios jóvenes es alarman-te”.

Del 27 al 29 de octubre, la Parro-quia Padre Claret, organizó el forotitulado ¡Familia feliz o te devolve-mos el valor! “Contamos con po-nentes de talla internacion como elpresbítero Gilberto Gómez, quienvino desde Bogotá, de Caracas Ma-nuel Barroso, el presbítero Alejan-dro Moreno, los licenciados Mari-sol Montiel Cristalino, José Gre-gorio Morales, Margarita Uzcáte-gui y los esposos Maxula y HéctorRodríguez, profesores de la Uni-versidad Católica Andrés Bello(Ucab).

En el foro se analizaron y discu-tieron temas tan importantes comoel ser padres en momentos de cri-sis, el ser y quehacer de la pastoralfamiliar y los factores que amena-zan a la familia hoy.

“Al final el día 29 se realizó unprograma de televisión que se gra-bó con la periodista Idania Chirinosen donde quedó clara la necesidadque tiene la sociedad en general deemprender acciones ante el gravedesgaste y desmejora de la institu-ción familiar”.

Familia: núcleo en riesgo social“En Maracaibo a las familias no se

les ofrece ni sitios ni espacios pararecuperarse, para emerger de suscrisis. Por eso desde nuestra parro-quia quisimos abordar el tema fa-miliar, sus principales problemas ylos escenarios o alternativas de so-lución que pueden ofrecerse a lasfamilias para su fortalecimiento ydefensa ante los problemas y pre-siones del día a día que tanto ero-sionan a la unidad familiar”, asegu-ra Duarte.

La familia en los tiempos moder-nos ha sufrido quizá como ningunaotra institución la acometida de lastransformaciones amplias, profun-das y rápidas de la sociedad y de lacultura.

“Tiene que haber más amor en lafamilia, menos castigo, menos pre-sión y más amor. Dejar que los chi-cos y chicas se rían o lloren cuandotengan que hacerlo. Que expresensus sentimientos sin cortapisas.También es preciso rescatar la co-municación con los hijos, hablarcon ellos, aconsejarlos permanente-mente, abrazarlos, besarlos”, reco-mienda el padre Duarte.

“En Venezuela es difícil que unpadre bese a sus hijos o que los hi-jos besen a su padre. Después quelos chicos alcanzan cierta edad esosgestos de cariño se pierden por cau-sa de modelos impuestos que obje-tan esas gestos de ternura”

Pero el problema más grave es eldistanciamiento que se estableceentre padres e hijos al ser cada vezmenos el tiempo de interacción en-tre ambos. “Los padres se han deja-do imponer la presión de la rutina yno se dedica el tiempo suficientepara cultivar en los hijos valorestan básicos como el respeto, la soli-

daridad familiar y el amor hacia lossuyos y al resto de la comunidad”.“El problema es que no hay comu-

nicación, no hay diálogo con loshijos. Hoy el principal interlocutorcon los jóvenes es internet, el face-book, el teléfono celular, la tele-visión, la radio, el dvd, el ipod, esdecir los adelantos tecnológicosdominan la rutina de los hijos y handesplazado la voz cantante del papáy de la mamá”.

Ruptura familiarEl nivel de oportunidad o estatus

social y educativo no necesaria-mente libra a las familias del me-noscabo y la disolución. Inclusiveuna familia ciñéndose a una estruc-tura esperada: padre, madre, hijos ytambién abuelos puede carecer delos valores que realmente denotanel verdadero sentido de la unidad yalianza familiar: convivencia, hora-rios comunes, empatía, afectividad,

solidaridad. En muchas familias loúnico común es el techo bajo el queduermen. Esas son familias en cri-sis.

“Lo que comienza como un no-viazgo bellísimo se pierde con larutina matrimonial y no se man-tiene el respeto y el amor en la pa-reja que termina maltratándose. Deallí a la ruptura hay un paso”.

Otro factor que influye en el rom-pimiento y crisis familiar es la faltade una práctica religiosa constante.“Las parejas se alejan de Dios.Luego del matrimonio eclesiásticoy de hacer votos de fidelidad ante elSeñor, la pareja no regresa a la igle-sia. Cada vez es más distanciada suvisita al templo y su relación conDios. Sólo vuelven como pareja pa-ra el bautizo del primer hijo y luegocuando el chico hace la primera co-munión. De manera que es un con-tacto con Dios demasiado esporádi-co”.

La misión de la familia es hacer feliz a sus miembros, señala el presbítero Ovidio Duarte.

El Padre Ovidio Duarte, párroco de la Iglesia Padre Claret y un ardoroso impulsor de la pastoral familiar.

Para el padre Duarte, los padres se han dejado imponer la presión de la rutina y descuidan los valores.La familia es el núcleo más preciado del la humanidad.

“La familia es nuestra primera escuela de fe”Presbítero Ovidio Duarte:

“La humanidad necesita fortalecer una nuevamoral que nazca de los valores fundamentales delhogar: amor y respeto. Una moral sin represionesni amenazas, que se refuerce en la escuela, en launiversidad, en la iglesia y a través de los mediosde comunicación social”, asegura el párroco de laiglesia Padre Claret de Maracaibo.

Con Jesús, María y José tenemos el mejor ejemplo de familia.

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San José que estás en Belén, enséña-nos cómo estar sin molestar; cómoavanzar sin pisotear; cómo colaborarsin imponer; cómo amar sin reclamar;cómo luchar frente a tanta desesperan-za.Dinos, José que estás en Belén, cómose vive siendo la “sombra del Padre”;cómo se hacen cosas fenomenalesdesde un segundo puesto; cómo sesirve sin mirar a quien; cómo se sueña

sin más tarde dudar; cómo morir anosotros mismos; cómo cerrar losojos, igual que vos, en los brazos deMaría. Explícanos, José que estás enBelén, cómo se es grande sin exhi-birse, cómo se triunfa sin aplausos,cómo se progresa sin publicidad,cómo se alcanza la gloria desde elsilencio. Vos, que estás en Belén, buenJosé, ¡enséñanos a adorar!

Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina, bendito seasentre todos los hombres y bendito es Jesús, el fruto de tu virginalesposa. San José, destinado a ser padre del hijo de Dios, ruega pornosotros en nuestras necesidades; dígnate socorrernos ahora y enla hora de nuestra muerte. Amén.Salve, José, hombre justo, esposo de María y padrevirginal de Jesús. Tú eres bendito entre los hombres, y bendito esel Hijo de Dios que a ti fue confiado.San José, padre de la gran familia de Dios, ruega pornosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén

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6SEMANARIO DE LUZ u SÉPTIMA ÉPOCA u AÑO 6 / No. 345

Adoración a San JoséEn honor de San José

Enseñanza de San José para la vida cristiana

Patrón de la Iglesia, jefe de la Sagrada Familia, te elijopor padre y protector en todo peligro y en toda necesi-dad.Descubre a mi alma la pureza de tu corazón, tu santidadpara que la imite y tu amor para agradecerte y corres-ponderte.Enséñame a orar, tu que eres maestro de oración y al-cánzame de Jesús por María la gracia de vivir y morirsantamente.

Amén.

Oración a San José

Versión: Liliana Mata-Díaz/CNP 6090/Prensaluz(Tomado de la obra San José, un ejemplo paratodo padre)Fotos: Moraima Andrade/CNP 6552/Prensaluz

La figura de San José, esposo de laVirgen María, puede pasar desapercibi-da en el texto de la Sagrada Escritura,sin embargo, su ejemplo constituye unparadigma claro de santidad para todoslos cristianos.

“José y su serena actuación se con-trapone ante tanta violencia familiar deestos tiempos y contrasta con el ma-chismo, esa rémora impuesta por unasociedad matricentral que levanta a sushijos con la misma mentalidad machistade sus padres y abuelos”, advierte el pa-dre Ovidio Duarte, párroco de la iglesiaPadre Claret.

Para el presbítero Duarte es propiciohacer un proceso de diagnóstico y debúsqueda de caminos más edificantesen la formación familiar. “La sociedadde hoy realmente necesita de un San Jo-sé y de una Virgen María más concien-tes de su rol como padres. Hemos deja-do por muchos siglos, por mucho tiem-po que en la sociedad el hombre sigacumpliendo su rol de macho y que nosea un caballero sino más bien un factorde violencia doméstica”.

Meditación para la vidaImaginemos por un instante el sufri-

miento de José ante la duda que lo ator-mentaba al ver a María, su amada es-posa embarazada, sin poder compren-der con la razón lo que había sucedido.Y sin embargo, aceptó la misión de pa-dre adoptivo del Señor, sin protestar,misión que supo cumplir a cabalidadhasta el final de sus días. José, con suacatamiento generoso y valiente de lavoluntad de Dios, es el modelo inago-table de todos los esposos y padres cris-tianos, al aceptar con discreción, pa-ciencia y amor infinito su misión de es-poso de María y padre adoptivo de Je-sús, dándoles así el hogar digno que Ély Ella necesitaban.

Señor Jesús, José tuvo que sufrir eltormento de las dudas, pero las enfren-tó anteponiendo a sus naturales impul-sos el respeto y la consideración que

debía a la mujer buena que era su es-posa. Y con paciencia, amor, generosi-dad y valentía asumió su paternidad apesar de sus propios sufrimientos.

OraciónSan José ayúdanos a todos los padres

de familia a asumir las dificultades,desprendimientos y sacrificios que con-llevan nuestra misión de esposos y pa-dres para unirlos a tu cruz redentora.Danos generosidad, responsabilidad,prudencia y perseverancia, para nuncaclaudicar en nuestra misión de espososy padres, a pesar de las angustias, res-ponsabilidades, dudas y desvelos quenuestra familia pueda ocasionarnos. Pe-ro especialmente te pedimos que nosayudes a aceptar, tal como San José,con valentía, la voluntad de nuestroPadre celestial. Amén.

Muerte de JoséJesús fue aprendiz de José y, después

de él, fue artesano en Nazaret. José mu-rió seguramente antes de que Jesús ini-ciara su vida pública. De hecho losevangelistas no vuelven a mencionarlo.De María el texto dice que “guardabafielmente en su corazón todos esosrecuerdos”. Lo que parece indicar queElla ya se encontraba sola con Jesús.

Es razonable pensar que, al llegar elmomento de su muerte, José contabacon la presencia amorosa de su Hijo yde su Esposa. Hay muchas formas demorir, pero ésta es sin duda la más en-vidiable. Por esa razón la tradición cris-tiana ha consagrado a José como el Pa-trono de la buena muerte.

Meditemos en la profunda tristeza queexperimentó María al despedirse de suesposo, el varón justo y prudente queestuvo a su lado en sus momentos másdifíciles y le dio todo su apoyo y suamor para poder cumplir la misión queDios Padre le señaló: dar a luz al Hijode Dios y velar por Él durante su infan-cia y juventud.

Y al mismo tiempo pensemos en latristeza de Jesús al haber perdido a supadre, quien aunque no le dio la vidabiológica, sí le dio vida con su amor yentrega de jefe de hogar y padre respon-sable. Si la muerte de Lázaro el amigo

provocó el llanto de Jesús, con cuántamayor razón lloraría Jesús ante la tum-ba del varón bueno y justo que lo acom-pañó por varios años y estuvo dispuestoa enormes sacrificios para protegerle suvida.

Virtudes de San JoséFe

Es una virtud sobrenatural que nosinclina a creer todo lo que Dios ha re-velado y la Iglesia nos propone. Es lavirtud sobre la que se apoyan todas lasdemás virtudes, pues sin ella no partici-pamos de la vida de la gracia. San Josécreyó con una fe tan viva que sólo la

Santísima Virgen pudo aventajarlo. To-da su vida fue verdaderamente una vidade fe, un acto continuo de fe.

FervorLa prontitud de la voluntad en el ser-

vicio de Dios. San José, siervo bueno yfiel, siempre vivió y trabajó por hacercon perfección y diligencia la voluntadde Dios, aunque le ocasionara grandessacrificios. Los que aman como San Jo-sé están dispuestos a sacrificar todocuanto el Señor les pida.

Amor al prójimoEl amor con que amamos a Dios y el

amor con que amamos al prójimo es unsolo amor: son dos ramas de una mismaraíz porque si al prójimo no le amamospor Dios y con Dios no le amamos conamor verdadero. El amor de San José aDios es el mayor que se puede encon-trar después de la Virgen María; suamor al prójimo, por tanto, es tambiénel mayor después del de la Reina delCielo.

PrudenciaEs la virtud que dirige todas las cosas

a buen fin. Ninguna virtud obra sin queella le ordene el modo y el tiempo enque debe hacerlo. La prudencia sirvióde guía a san José para llevar a cabofelizmente la misión del Señor de sercustodio de Jesús y esposo de María, apesar de los grandes trabajos y contra-dicciones que halló a su paso.

FortalezaEs una firmeza de ánimo, una presen-

cia de espíritu, contra todos los males ycontrariedades. La vida de San José,después de la de Jesús y María, fue laque mayores contradicciones experi-mentó; debía ser también varón fuerte.Belén, Nazaret, Egipto, demostraron el

heroísmo de la fortaleza del Santo, quesufrió con constancia todos los doloresy trabajos de su vida.

PurezaSan José fue custodio de Cristo Jesús,

y verdadero esposo de la más pura cria-tura, María Madre de Dios. San Joséapareció a los ojos de Dios adornadocon tanta pureza que el Señor le confiósus más grandes tesoros.

Pobreza Bienaventurados son los pobres de

Cristo, que viven desprendidos de losbienes de este mundo y dan a sus her-manos aún de lo preciso. San José teníaante sí el ejemplo de María y el ejem-plo de Jesús, hijo de Dios, que para pre-dicar el desprendimiento y amor a lapobreza se hizo pobre, teniendo por cu-na un pesebre en su nacimiento. Viviópobre San José y dio de su pobreza a losmás necesitados.

Paciencia Es esta una virtud que nos hace so-

brellevar con alegría y paz todos losmales de la vida por amor de Dios. Esnecesaria la paciencia para alcanzar elcielo; y no hay virtud de más frecuenteejercicio desde que existe el pecado. Enla vida de San José hubo muchas penaspero él padeció con paz, con alegría ycompletamente resignado a la voluntadde Dios.

Conformidad con la voluntad de DiosTodos tenemos absoluta necesidad de

esta santa virtud, pues con ella nuestravida se hace un cielo y sin ella se vuel-ve un infierno. San José, modelo acaba-do de todas las virtudes, lo es especial-mente de la conformidad con la volun-tad de Dios. Toda su vida sembrada dealegrías y de penas, es escogido porDios Padre para que hiciese sus vecesen la Sagrada Familia, asociado a lasuerte de Jesús y de María, practicóconstantemente esta virtud.

Juan Pablo II y San José El domingo 17 de marzo de 2002,

durante el Angelus en la Ciudad delVaticano, el pontífice Juan Pablo IIdestacó la extremada discreción de SanJosé, esposo de la Virgen María, y pa-trón de la Iglesia universal. “Siempreestuvo a la escucha del Señor, tratandode comprender su voluntad, para obe-decerla con todo el corazón y con todassus fuerzas. Por este motivo, el evange-lio lo define como hombre justo (Mateo1, 19). El justo, de hecho, es una perso-na que reza, vive de fe, y trata de hacerel bien en toda circunstancia concretade la vida”.

“La fe, alimentada por la oración: estees el tesoro más precioso que nos trans-mite san José. En su senda se han pues-to generaciones de padres que, con elejemplo de una vida sencilla y laborio-sa, han impreso en el espíritu de sushijos el valor inestimable de la fe, sin elcual cualquier otro bien corre el riesgode ser vano. Ya desde ahora quiero ase-gurar una oración especial a todos lospapás, en su día: pido a Dios que seanhombres de robusta vida interior paracumplir de manera ejemplar su misiónen la familia y en la sociedad”, finali-zaba el Papa Juan Pablo II, recordadocomo El Peregrino.

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Versión Liliana Mata-Díaz/CNP 6090/Prensaluz(Tomado de la obra Madre de Dios y Madre nues-tra ¿Por qué?)Fotos: Moraima Andrade/CNP 6552/Prensaluz

Los católicos sentimos un especial cariñoy veneración por la Virgen María. Es muyimportante conocer el motivo del Culto aMaría, para realizarlo de manera cons-ciente y madura y poder dar testimonio conél de nuestra fe en Cristo y del deseo deimitar las virtudes vividas por nuestra Ma-dre del cielo.

En el mes de diciembre la Iglesia celebrados grandes fiestas dedicadas a la VirgenMaría: La Inmaculada Concepción, el día8 y la Virgen de Guadalupe, el día 12.

La primera, de la Inmaculada Concep-ción, es una fiesta que se originó con elhecho de la aceptación del Dogma delmismo nombre.

“La Virgen asumió su Inmaculada Con-cepción como lo que fue: una bendición yno como una carga. En los tiempos en quevivió la Virgen uno de los aspectos mástristes y más dolorosos para una mujer erael no poder concebir un hijo. Las viudas ylos huérfanos no contaban para nada en lasociedad judía de entonces, eran poco me-nos que unos parias, al igual que las es-tériles que eran relegadas y rechazadas. Encontraste, la concepción era digna de ad-miración y regocijo por ser una bendiciónde Dios. Tener un hijo significaba que Dioshabía posado sus ojos en esa mujer. El em-barazo, desde el punto de vista social, eraadmirado, aceptado y celebrado”, explicael padre Ovidio Duarte, párroco de la igle-sia Padre Claret.

La única razón de rechazo del embarazoera que el mismo se consumara fuera delmatrimonio y ese fue el caso específico deMaría. “Sin embargo, José actuó muy res-ponsablemente y con un gran sentido detrascendencia. Él vio mucho más allá de sutiempo y la intervención divina lo hizoaceptar el significado de esa concepción yla llegada del Mesías prometido”.

La fiesta del 12 de diciembre (La Virgende Guadalupe) merece de parte de los ca-tólicos latinoamericanos un lugar especial.María ha escogido sólo tres lugares en elmundo para manifestarse físicamente yuno de ellos es México.

El culto a MaríaEs el amor que sentimos por la Virgen

María. Este amor, nace de la admiraciónque le tenemos por ser “la llena de gracia”;este título fue dado a María en la “Anun-ciación”, Evangelio de San Lucas, Capí-tulo 1, vers. 26-38. Su vida de obediencia,de fe y de fidelidad nos impulsa a desearimitarla, también nos anima, pues siendoella humana, logró la meta que todos per-seguimos: por Jesucristo, con el EspírituSanto, volver a la casa del Padre Celestial.

En la Sagrada Escritura, San Lucas poneen palabras de la misma María, Madre deJesús, el anuncio de la forma en que loshombres la veríamos: “Celebra todo mi serla grandeza del Señor y mi espíritu se ale-gra en el Dios que me salva porque quiso

mirar la condición humilde de su esclava,en adelante, pues, todas las generacionesme llamarán bienaventurada” (Lc. 1,46-48).

Vemos en este texto que se anuncia cómoen adelante la figura de María, sería impor-tante para “todas las generaciones”. Es elmotivo por el que los cristianos le rendi-mos un culto especial que se llama deVeneración. El cuidado y protección deMaría se ha hecho sentir en la Iglesia desdesus comienzos, cuando el día de Pente-costés, ella se encontraba en medio de losapóstoles temerosos, rezando con ellos yanimándolos en espera del Espíritu Santo.Desde entonces los hombres se sientenqueridos y protegidos por una Madre amo-rosa que intercede por nosotros ante Dios yque nos guía con su ejemplo de vida paraseguir a Jesucristo su Hijo hasta nuestrodestino eterno.

Veneración de la VirgenDesde los tiempos más antiguos se ve-

nera a la Santísima Virgen con el título de“Madre de Dios” y “Madre de la Iglesia”,bajo cuya protección se acogen los fielesen todos sus peligros y necesidades. María,con cualquiera de los nombres o advoca-ciones que le llamemos, es la misma Vir-gen María, Madre de Dios y MadreNuestra.

El culto que se dedica a María se llamade veneración y es total y esencialmentediferente al culto de adoración que se da a

Jesús, al Padre y al Espíritu Santo. Lapiedad popular y las diferentes fiestas litúr-gicas dedicadas a la Madre de Dios han defavorecer la fe y la adoración que debemosa Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Los cristianos creemos que ella ademásintercede por nosotros como lo hizo en las“Bodas de Caná” (Jn. 2, 1-12). Ante nues-tras necesidades María pide ayuda a Jesúsen nuestro nombre, pero sobre todo nos in-vita, como lo hizo entonces: “Hagan lo queél les mande”. María, con su ejemplo, nosimpulsa a seguir a Jesús, a obedecer la vo-luntad del Padre y a ser dóciles a la accióndel Espíritu Santo.

Modelo de feAl anuncio de que ella dará a luz al “Hijo

del Altísimo” sin conocer varón, por la vir-tud del Espíritu Santo, María respondiópor la obediencia de la fe (Rm. 1,5). Se-gura de que nada hay imposible para Diosdice: “He aquí la esclava del Señor: hágaseen mí según tu palabra” (Lc. 1, 37-38).María aceptó la voluntad divina de Sal-vación, sin que ningún pecado se lo impi-diera, se entregó a sí misma por entero a lapersona y obra de su Hijo, para servir porla gracia de Dios al misterio de la Reden-ción. (Cf. Concilio Vaticano II, LG 56).

Por su total adhesión a la voluntad delPadre, a la obra redentora de su Hijo, atoda moción del Espíritu Santo, la VirgenMaría es para la Iglesia el modelo de la fey de la caridad. Por eso es “miembro muy

eminente y del todo singular de la Iglesia,incluso constituye la figura de la Iglesia”.(Cf. LG 53. 63).

Advocaciones María se representa de diferentes formas,

con imágenes y vestidos distintos y connombres también muy variados. A estas re-presentaciones se les llama advocaciones odedicaciones por los diferentes atributosque tiene María y por los lugares en dondehan tenido lugar sus apariciones, o en don-de se la venera. María, la Inmaculada, laMadre de Dios, es una sola: la Virgen Ma-ría. No hay que confundirse pensando quese trata de varias personas, aunque la lla-memos, María de Guadalupe, Fátima, Vir-gen del Carmen, Auxiliadora, del Rosario,Lourdes, etcétera.

Ninguna advocación es “más milagrosa”que otra, ni puede interceder de mejormanera por nosotros. Nuestra devoción eshacia la única Virgen María que cuida eintercede por sus hijos con su amor deMadre y espera de nosotros que seamosfieles seguidores de su Hijo, Jesucristo.

Apariciones La Virgen María se ha hecho visible en

algunas ocasiones por personas de distin-tos lugares, sin embargo, no todas sus re-presentaciones se deben a una aparición.

Hay imágenes de María que han surgidode la imaginación de alguien que le tieneespecial devoción; otras se atribuyen a sue-ños o visiones de hombres santos quedesean compartir con los demás su admi-ración por la Virgen; hay pinturas y escul-turas de artistas famosos que representan aMaría, ya sea como Madre, ya como dis-cípula fiel de Jesús, o como Hija del Padreen actitud de oración, o resaltando cual-quiera de sus virtudes. Todas las represen-taciones de María son hermosas; sin em-bargo, hay tres imágenes de las que sepuede asegurar que son producto de unavisión real de alguien elegido por ella paradarse a conocer físicamente: son las imá-genes de las tres veces que María se haaparecido, de manera comprobada, a lolargo de la historia de la Iglesia.

Hasta ahora la Iglesia reconoce oficial-mente tres apariciones de la Virgen María:La Virgen de Guadalupe, en México, en di-ciembre de 1531 a Juan Diego. La Virgende Lourdes, en Francia, entre febrero yjulio de 1858 a Bernardette Soubirous. LaVirgen de Fátima, en Portugal, entre mayoy octubre de 1917 a Lucía, Francisco y Ja-cinta.

En las tres apariciones la Virgen Maríahabla del amor que como Madre tiene a to-dos los hombres y sobre todo recomiendaque confiemos en Dios Padre y que sea-mos fieles a las enseñanzas de Jesucristo.Pide la conversión y la oración constante ymuestra su gran preocupación por la sal-vación de todos los hombres.

Como vemos, la principal preocupaciónde María es interceder por los hombres ylograr de nosotros aquella invitación quehizo en las bodas de Caná: “Hagan lo queÉl les mande” (Jn. 2, 5).

La Santísima Virgen María:modelo extraordinario de fe, caridad y unión con Cristo

Santísima Virgen, yo creo y confieso vuestra Santa e Inmaculada Concepciónpura y sin mancha.¡Oh Purísima Virgen!,por vuestra pureza virginal,vuestra Inmaculada Concepción yvuestra gloriosa cualidad de Madre de Dios,alcanzadme de vuestro amado Hijola humildad, la caridad, una gran pureza de corazón,de cuerpo y de espíritu,una santa perseverancia en el bien,el don de oración,una buena vida y una santa muerte.

Amén

La fe católica nos propone cuatro dog-mas acerca de la Virgen María:

Maternidad Divina: La Iglesia confiesaque María es verdaderamente la Madre deDios. Este dogma fue proclamado desde elsiglo V, en el Concilio de Éfeso. María esaclamada bajo el impulso del EspírituSanto como “la madre de mi Señor”, des-de antes del nacimiento de su Hijo (Cf. Lc1,43). Es Madre de Dios por haber engen-drado por obra del Espíritu Santo y dado aluz a Jesucristo. No en cuanto a su natura-leza divina, sino por su naturaleza huma-na, asumió en la Encarnación.

Inmaculada Concepción: La Iglesia re-conoce que María, llena de Gracia porDios, fue preservada sin mancha de peca-do original desde su concepción, por unasingular gracia y privilegio de Dios Omni-potente, y por estar predestinada a ser laMadre de Dios. Esto es lo que confiesa eldogma de la Inmaculada Concepción, pro-clamado en 1854 por el Papa Pio IX.

La Asunción de María: La Virgen Inma-culada, preservada libre de toda manchade pecado original, terminado el curso desu vida en la tierra, “fue llevada a la gloriadel cielo y elevada al trono por el Señorcomo Reina del universo”. (Cf. LG 59).Este dogma fue proclamado por el PapaPío XII en 1950.

La Asunción de la Santísima Virgenconstituye una participación singular en laResurrección de su Hijo y una anticipa-ción de la resurrección de los demás cris-tianos.

La Perpetua Virginidad: Otro dogmaacerca de María es que Ella es siempre vir-gen. La Iglesia ha confesado esta verdaddesde las primeras formulaciones de fe:“Jesús fue concebido en el seno de la Vir-gen María únicamente por el poder delEspíritu Santo”, afirmando también el as-pecto corporal de este suceso, “Jesús fueconcebido sin elemento humano, por obradel Espíritu Santo” (Concilio de Letrán,año 649).

Los Dogmas de María

Aunque sus advocaciones son múltiple, la Virgen María es una sola.

Oración a laInmaculadaVirgen María

Page 7: LUZ Periódico - No. 345

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8SEMANARIO DE LUZ u SÉPTIMA ÉPOCA u AÑO 6 / No. 344

Versión Liliana Mata-Díaz/CNP 6090/Prensaluz(Tomado y adaptado del libro Las crisis de Cristo, G. CampbellMorgan, Ediciones Hebrón - Desarrollo Cristiano)Fotos: Moraima Andrade/CNP 6090/Prensaluz

En consonancia con la luminosidad de su ser, Jesús deNazaret reúne tantos títulos como lo admite la trascenden-cia de su existencia: es el Hijo del Hombre, Cristo, El Me-sías, el Niño Dios de Belén, el Redentor, el Divino Niño.

Su divina concepción abre el camino a la existencia mássingular y gloriosa de la humanidad: la vida y obra redento-ra de Cristo. El influjo sobrenatural del Espíritu Santo se ex-tendió al nacimiento de Jesucristo preservando la virginidadde María y derramándose sobre el mundo.

“En el sexto mes fue enviado el ángel Gabriel de parte deDios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgendesposada con un varón de nombre José, de la Casa de Da-vid; el nombre de la virgen era María. Y presentándose aElla, le dijo: Salve, llena de gracia, el Señor es contigo. Ellase turbó al oír estas palabras y discurría qué podría sig-nificar aquella salutación. El ángel le dijo: No temas, María,porque has hallado la gracia ante Dios, y concebirás en tuseno y darás a luz a un hijo, al que pondrás de nombreJesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y ledará Dios el trono de David, su padre, y reinará en la casade Jacob por los siglos...” (L 1-26,33)

En verdad, los cristianos nunca vamos a conocer el día yel mes exacto del nacimiento del Mesías pero cada 25 dediciembre, fecha litúrgica mas no histórica, recordaremosque encarnó entre nosotros para establecer una nueva alian-za: todos podemos salvarnos.

“Jesús nació en Belén de Judá y no sabemos ni el día, niel mes sino aproximadamente el año de su nacimiento. Esuna confirmación histórica que Herodes El Grande murió el4 AC –entre los meses de marzo y abril–. Mateo en su evan-gelio dice que Herodes persiguió a los niños de dos años pa-ra abajo lo que no podría indicar que Jesús tendría máximounos dos años de edad y eso nos remontaría su nacimientoal año VI AC”, explica el padre Laudi Zambrano, estudiosode las escrituras bíblicas.

Los especialistas fijan el nacimiento de Jesús entre el añoVI y el año VII antes de nuestra era. De manera que Jesúsno murió de 33 años como lo afirma la Iglesia tradicionalsino más bien cuando murió tendría entre 36 a 37 años.Las fiestas del nacimiento de Jesús van a generar un perío-

do litúrgico muy especial y los cristianos católicos comen-zamos el año litúrgico con el tiempo de Adviento, es decirlos cuatro domingos antes del 25 de diciembre en los cualeslos cristianos nos preparamos para celebrar la Navidad yalimentamos la fe con textos bíblicos que anuncian la veni-da del Mesías: los textos proféticos del antiguo testamento.

Según el evangelio de Mateo, Jesús de Nazaret es parientede la Casa Real de David a través de José. El evangelistahace un salto con la genealogía de José:.....”Y Jacoboengendró a José, el esposo de María de la que nació Jesúsllamado Cristo”.

El padre Laudi Zambrano, del Centro de Estudios Bíbli-cos Santo Tomás Moro, explica cómo en José se rompe lagenealogía para indicar la relación matrimonial entre José yMaría haciendo hincapié en la maternidad de María y no enla paternidad de José, defendiendo de esta manera el miste-rio de la encarnación: Jesús no es hijo de hombre sino deDios.

“Así pues según el profeta Miqueas, en el capítulo V,verso primero, El Mesías tendría que nacer en Belén deJudá, en el sur de Palestina, a diez kilómetros de Jerusalénporque David había nacido en Belén. Si Jesús es de la Casade David tenía que nacer en Belén”.

Concepción virginalNo puede haber duda respecto a la enseñanza de la Iglesia

ni respecto a la existencia de una primitiva tradición cris-tiana que mantiene la virginidad perpetua de Nuestra Se-ñora y consiguientemente el nacimiento virginal de Jesu-cristo. El misterio de la concepción virginal es además en-señado por el tercer Evangelio y confirmado por el primero.Según San Lucas (1, 34-35), “María respondió al ángel:¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón? El ángel lerespondió: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder delAltísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha denacer será santo y será llamado Hijo de Dios”. La relación(sexual) con el hombre se excluyó en la concepción deNuestro Señor. Según San Mateo, a San José, cuando esta-ba perplejo por el embarazo de María, le dijo el ángel: “Notemas tomar contigo a María tu esposa, porque lo conce-bido en ella viene del Espíritu Santo” (1, 20).

Por eso al dar gracias a Dios que nos ha dado a su Hijo,debemos dar gracias también a la Virgen María y a SanJosé. Con su “Sí”, tanto el de María, como el asentimiento,obediencia confianza y humildad de José dan una gran lec-ción al mundo porque abren no sólo sus oídos a la palabradel Señor sino que sus corazones están dispuestos a escu-char y obedecer sin titubeos la palabra del Altísimo y con-vertirse en humildes instrumentos de su inmensa gracia.

Cristo, de niño a hombreCumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le

pusieron por nombre Jesús, el cual le había sido puesto porel ángel antes de que fuese concebido (Lc. 2,21).

En exacto cumplimiento de las demandas de la ley hebrea,Jesús fue circuncidado a los ocho días de edad. De este mo-

do, quedó incorporado exteriormente a su relación con elpacto que Dios tenía con Israel. El segundo hecho corres-ponde a su presentación en el templo y dedicación comoprimogénito de su madre al propósito y servicio de Dios. Eltercer hecho registra la huida a Egipto; y el cuarto, el regre-so a su propia tierra y pueblo. «Y cuando se cumplieron losdías de la purificación de ellos, conforme a la ley deMoisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor»(Lc 2.22).

«Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señorapareció en sueños a José y dijo: Levántate, y toma al niñoy a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta queyo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niñopara matarlo. Y él, despertando, tomó de noche al niño y asu madre, y se fue a Egipto, y estuvo allá hasta la muerte deHerodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor pormedio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo»(Mt 2.13–15).

«Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel delSeñor apareció en sueños a José en Egipto, diciendo: Le-vántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel,porque han muerto los que procuraban la muerte del niño.Entonces él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y vinoa tierra de Israel. Pero oyendo que Arquelao reinaba en Ju-dea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; peroavisado por revelación en sueños, se fue a la región de Ga-lilea, y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, paraque se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que ha-bría de ser llamado nazareno» (Mt 2.19–23).

En el libro, Las crisis de Cristo, de G. Campbell Morgan,se reconocen elementos claves en la historia de la infanciade Jesús. “El primero es la identificación de Jesús con elpueblo de Dios bajo el pacto, y esto se puede apreciar pormedio del símbolo de separación y pureza. El segundohecho es su dedicación a una obra especial y específica, lacual se percibe a través de su presentación en el templo. Eltercer acontecimiento es el traslado a Egipto como parte deun programa divino para proteger a Aquel que Dios habíaseparado para sí mismo. Y el cuarto hecho es el regreso aNazaret para experimentar esa vida humana que progresaríade la inocencia hasta la santidad. Este sería el lugar de laprobación normal que acontece al hombre y que era nece-saria para su desarrollo”.

Con respecto a la niñez de Jesús, todos los hechos regis-trados se encuentran en el Evangelio según Lucas: «Y elniño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y lagracia de Dios era sobre él» (Lc. 2, 40).

Finalmente el bautismo del Hijo de Dios simbolizó latransición de su vida privada a la pública para así continuarcon el plan divino de la redención. En el bautismo, Jesús seentregó a sí mismo como sacrificio y ofrenda. Los cielosabiertos, la paloma que descendió y la voz viviente, cadasímbolo y su propio significado, se unieron para declarar laperfección de Aquél que se sometió a la fase más impor-tante en el propósito de Dios: la redención por sacrificio.

Pastoral Familiar de Bogotá. Texto preparado por Claudia Naranjo de Duque yrevisado por el Pbro. Gilberto Gómez

Para Jesús, el camino de la cruz comenzóantes de que Él naciera. La sombra de la cruzse proyectó sobre su vida durante todos losdías de su paso por la tierra. Jesús, Hijo deDios hecho hombre, había venido a redimir alos seres humanos y para eso quiso revestirsede nuestra carne mortal, para habitar entrenosotros y poder así compartir con nosotrosnuestras miserias y sufrimientos.Vivamos este viacrucis como familia y enfamilia.

Por la señal de la Santa Cruz ..Acto de contrición... Jesús mi Señor y miRedentor....

1ª Estación: La duda atormenta a José.V/ (Padre o Madre de familia) Te adoramos,oh Cristo, y te bendecimos.R/ (Todos contestan) Pues por tu Santa Cruzredimiste al mundo.

“El nacimiento de Jesús fue así: Su madre,María, estaba comprometida con José. Pero,antes de que vivieran juntos, quedó esperando

por obra del Espíritu Santo. José, su esposo,era un hombre correcto, y no queriendo desa-creditarla, pensó firmarle privadamente un ac-ta de divorcio. Estaba pensando en esto, cuan-do el Angel del Señor se le apareció en sueñosy le dijo: “José, descendiente de David, no te-mas llevar a tu casa a María, tu esposa, porquela criatura que espera es obra del Espíritu San-to. Y dará a luz un hijo, al que pondrás el nom-bre de Jesús, porque él salvará a su pueblo desus pecados”.

Palabra de DiosPadre Nuestro.... Dios te salve María.... Gloriaal Padre....

2ª Estación: No encontraron alojamiento enBelén.V/ Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.R/ Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo

“En esos días, el emperador dictó una ley queordenaba hacer un censo en todo el imperio.Este primer censo se hizo cuando Quirino eragobernador de Siria. Todos iban a inscribirse asus respectivas ciudades. También José, comoera descendiente de David, salió de la ciudadde Nazaret de Galilea y subió a Judea, a la ciu-

dad de David, llamada Belén, para inscribirsecon María, su esposa, que estaba embarazada.Cuando estaban en Belén, le llegó el día enque debía tener su hijo. Y dio a luz a su pri-mogénito, lo envolvió en pañales y lo acostóen una pesebrera, porque no habían halladolugar en la posada.”

Palabra de DiosPadre Nuestro.... Dios te salve, María... Gloriaal Padre...

3ª Estación: El bebé Jesús es condenado amuerte por Herodes y parte al exilio.V/ Te adoramos oh Cristo, y te bendecimos.R/ Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

“Después que partieron los magos, el Ángeldel Señor se le apareció en sueños a José y ledijo:-Levántate, toma al niño y a su madre, y huyea Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise;porque Herodes buscará al niño para matarlo.José se levantó, tomó de noche al niño y a sumadre y se retiró a Egipto. Permaneció allíhasta la muerte de Herodes. De este modo secumplió lo que había dicho el Señór por bocadel profeta: “Yo llamé de Egipto a mi hijo.”

Entre tanto Herodes, al ver que los Magos lohabían engañado, se enojó muchísimo ymandó matar a todos los niños menores de dosaños que había en Belén y sus alrededores, deacuerdo con los datos que le habían propor-cionado los Magos”.

Palabra de DiosPadre Nuestro.... Dios te salve, María... Gloriaal Padre...

4ª Estación: María y José sufren por la pér-dida de Jesús.V/ Te adoramos oh Cristo, y te bendecimosR/ Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Los padres de Jesús iban todos los años aJerusalén para la fiesta de la Pascua y cuandocumplió 12 años fue también con ellos paracumplir con este precepto. Al terminar los díasde la Fiesta, mientras ellos regresaban, el niñoJesús se quedó en Jerusalén sin que sus padreslo notaran. Creyendo que se hallaba en elgrupo de los que partían, caminaron todo undía, y después se pusieron a buscarlo entretodos sus parientes y conocidos. Pero como nolo hallaron, prosiguiendo su búsqueda, volvie-ron a Jerusalén.

Después de tres días lo hallaron en el Tem-plo, sentado en medio de los maestros de laLey, escuchándolos y haciéndoles preguntas.Todos los que lo oían quedaban asombradosde su inteligencia y de sus respuestas. Alencontrarlo, se emocionaron mucho y sumadre le dijo: “ Hijo, ¿por qué te has portadoasí? Tu padre y yo te buscábamos muy preocu-pados.” El les contestó: “¿Y por qué me bus-caban? ¿No saben que tengo que estar dondemi Padre?” .

Palabra de Dios.Padre Nuestro.... Dios te salve, María... Gloriaal Padre...

5ª Estación: María y Jesús sufren por lamuerte de José.V/ Te adoramos oh Cristo, y te bendecimos.R/ Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Volvió con ellos a Nazaret, donde vivió obede-ciéndoles. Su madre guardaba fielmente en sucorazón todos estos recuerdos. Mientras tanto,Jesús crecía y se iba haciendo hombre hecho yderecho, tanto para Dios como para los hom-bres.Palabra de Dios

Viacrucis de la Sagrada Familia

Jesús deNazaret,

la existenciamás luminosa

y trascendentaldel universo