LYONS_Lengua y Sociedad

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LYONS, J. – Lengua y sociedad, en Introducción al lenguaje y a la lingüística, Ed. Teide, Barcelona. Acento, dialecto e idiolecto Acento: este término se aplica solo a variedades de pronunciación. Dialecto: comprende, además de la pronunciación, diferencias de gramática y vocabulario. Todas las personas hablan en uno u otro dialecto, del mismo modos que todas las personas hablan con uno u otro acento. Y cabe la posibilidad de que distintas personas hablen un mismo dialecto con acentos muy diferenciados. En consecuencia, los términos “acento” y “dialecto” no son complementarios. Los miembros de una determinada comunidad lingüística a menudo reaccionan igual ante diferencias subfonémicas o fonémicas de pronunciación que ante indicios de procedencia regional o social del hablante. Por esta razón, las diferencias subfonémicas resultan socialmente significativas, aunque no lo sean descriptivamente. La sociedad puede estigmatizar ciertas diferencias fonéticas entre acentos, tal como sucede entre dialectos con cierta diferencias léxicas o gramaticales. A menudo, padres y educadores procran evitar todo lo que denota condición social inferior o regionalismo. Desempeñan así su parte en la perpetuación de la creencia, dentro de la comunidad lingüística en general, de que tal o cual pronunciación denuncia una cierta inferioridad social o educacional. El acento y el dialecto individuales varían sistemáticamente con la formalidad o informalidad de la situación. Cuando se trata de situaciones solemnes, se ha hallado que los hablantes de la clase media baja muestran una mayor preocupación (por expresarse acorde a lo considerado culto o correcto), consecuencia de una mayor sensibilización de los socialmente menos seguros y más ambiciosos. Especialmente interesante resulta el descubrimiento de que, tanto en América como en Gran Bretaña (Trudgill, 1978) las mujeres tienden a adoptar más que los hombres el acento o dialecto que en general se considera propio de niveles socialmente más altos.

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LYONS, J. Lengua y sociedad, en Introduccin al lenguaje y a la lingstica, Ed. Teide, Barcelona.

Acento, dialecto e idiolecto

Acento: este trmino se aplica solo a variedades de pronunciacin. Dialecto: comprende, adems de la pronunciacin, diferencias de gramtica y vocabulario.

Todas las personas hablan en uno u otro dialecto, del mismo modos que todas las personas hablan con uno u otro acento. Y cabe la posibilidad de que distintas personas hablen un mismo dialecto con acentos muy diferenciados. En consecuencia, los trminos acento y dialecto no son complementarios.

Los miembros de una determinada comunidad lingstica a menudo reaccionan igual ante diferencias subfonmicas o fonmicas de pronunciacin que ante indicios de procedencia regional o social del hablante. Por esta razn, las diferencias subfonmicas resultan socialmente significativas, aunque no lo sean descriptivamente.

La sociedad puede estigmatizar ciertas diferencias fonticas entre acentos, tal como sucede entre dialectos con cierta diferencias lxicas o gramaticales. A menudo, padres y educadores procran evitar todo lo que denota condicin social inferior o regionalismo. Desempean as su parte en la perpetuacin de la creencia, dentro de la comunidad lingstica en general, de que tal o cual pronunciacin denuncia una cierta inferioridad social o educacional.

El acento y el dialecto individuales varan sistemticamente con la formalidad o informalidad de la situacin. Cuando se trata de situaciones solemnes, se ha hallado que los hablantes de la clase media baja muestran una mayor preocupacin (por expresarse acorde a lo considerado culto o correcto), consecuencia de una mayor sensibilizacin de los socialmente menos seguros y ms ambiciosos. Especialmente interesante resulta el descubrimiento de que, tanto en Amrica como en Gran Bretaa (Trudgill, 1978) las mujeres tienden a adoptar ms que los hombres el acento o dialecto que en general se considera propio de niveles socialmente ms altos.

Cada individuo es capaz de modificar y ampliar sus idiolectos a lo largo de su vida, si bien menos fcilmente a medida que se vuelve viejo. Ms importante resulta an el hecho de que un individuo puede disponer de un repertorio de variantes dialectales y pasar de una a otra segn la situacin en que se encuentra.

Con todo, generalmente se asocia un cierto acento o dialecto, o hasta la cualidad de la voz, con un determinado rasgo de personalidad (inteligencia, simpata, virilidad, etc.), y juzgarlo con referencia al estereotipo. Y an en ciertos casos, los miembros de un grupo social estigmatizado parecen admitir la validez del estereotipo que les atribuyen los miembros de grupos socialmente dominantes.

Las implicaciones que derivan de este prejuicio lingstico para la educacin y las perspectivas de futuro profesional son bien evidentes, dado que la personalidad resulta ser, al menos en parte, producto de la socializacin, esto es, del proceso por el cual nos convertimos en miembros de una sociedad y partcipes de la cultura que la caracteriza.

Estndar y vernculo

Desde el punto de vista histrico e dialecto estndar de una lengua (si lo hay) no ofrece diferencias cualitativas con respecto a los dems dialectos no estndares.

Con el trmino vernculo aludimos a los dialectos no estndares de una lengua dada y a los dialectos sin relacin gentica entre s y que en ciertos pases guardan la misma relacin funcional con respecto del estndar. La estandarizacin de un determinado dialecto en relacin con los vernculos no es consecuencia forzosa de una accin poltica premeditada (sino que generalmente se da de manera paulatina, histricamente).

En todos los casos, la lengua escrita tiende a ser mucho ms estandarizada que el habla correspondiente de quienes la utilizan Cuando decimos que alguien habla espaol estndar queremos decir que el dialecto que emplea en situaciones formales es ms o menos idntico en gramtica y vocabulario, al estndar escrito. En situaciones menos formales, sin embargo, puede muy bien recurrir a un vernculo ms o menos local o socialmente ms restringido.La estandarizacin de un dialecto dado para cometidos oficiales es ventajosa, especialmente en un estado democrtico moderno que se imponga el ideal de la educacin para todos. A esto hay que aadir la fuerza de la asociacin histrica entre lengua y nacionalidad, y aun etnicidad. La desventaja es que se sita a los hablantes de dicho vernculo en una posicin de favor, poltica y socialmente, frene a los hablantes de los dems.

Los trminos lengua estndar, lengua nacional y lengua oficial no son sinnimos. Su conexin reside en que la lengua que aceptan los hablantes como smbolo de nacionalidad (en decir, de identidad poltica y cultural) o que queda designada por el gobierno para el uso oficial tender a estandarizarse, quirase o no, como condicin previa o como consecuencia del mismo hecho. El camino inverso, en cambio, no se da.

Tenemos por otro lado los pidgins y criollos. Los pidgins se forman por contacto entre pueblos con lenguas no comunes. Parten de la gramtica y el vocabulario de un dialecto, y a veces tambin de su estructura fonolgica, como por ejemplo del ingls utilizado por traficantes y misioneros en Amrica para comunicarse con pueblos que no compartan su lengua. Se trata en general de lenguas mezcladas o combinadas, aun cuando es difcil averiguar su origen o la proporcin de los componentes. Se empelan, al menos al principio, para una gama de cometidos muy restringida, con una gramtica y vocabulario tambin muy restringidos. Sin embargo, algunos pidgins han llegado a llegado a cubrir necesidades ms amplias y a desarrollarse gramatical y lxicamente, hasta el punto de poder ser considerados como sistemas lingsticos plenos.

Cuando los nios aprenden un pidgin como lengua nativa estamos ante un criollo.

Actualmente ya no se conciben los procesos de pidginizacin y criollizacin como factores marginales en el desarrollo de las lenguas y los dialectos. Hoy se entiende que un dialecto vernculo debe muchos de sus rasgos estructurales a los criollos.