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i MMADRID

EL MUNDO. MIÉRCOLES 18 DE MARZO DE 2015

FÁTIMA ELIDRISSI MADRID Todo empezó un sábado de noviembre de 1979 en Bre-da, Barcelona. Allí Joan Gràcia, Paco Mir y Carles Sans realizaron su primera actuación. Escogieron el nombre de Tricicle por lla-

marse de alguna manera y siempre recordarán lo que cobraron en especie: una cena de conejo con caraco-les. Treinta y cinco años más tarde, Tricicle sigue sa-

boreando el éxito siendo la única compañía teatral de España en la que sus funda-dores continúan en activo ejerciendo de actores, crea-dores y lo que se tercie tan-to tiempo después. Algo que Mir se tomó a guasa en

la presentación de su actual espectáculo, Bits, que repre-sentan en el Teatro Compac Gran Vía (Gran Vía, 66) hasta el 29 de marzo: «De-be de ser muy importante

este secreto porque última-mente a los periodistas les preocupa más qué hacemos para estar juntos que lo que hacemos».

«Nosotros hacemos es-pectáculos sobre la vida, so-bre el ser humano, no sobre la noticia de hoy. En este ca-so Bits es una sucesión de situaciones que son conteni-dos a través de internet», contó Gràcia. Y utilizando como excusa el escenario digital el trío cambia de sketches, personajes y deco-rados a golpe de clic. Así, pasan de ser dos excursio-nistas pescando a unas mu-jeres haciendo la compra, un expresivo entrenador de fútbol o un policía y un ma-nifestante con pinta de pe-rroflauta. ¿El objetivo siem-pre? Conseguir la mayor densidad de risas por show.

«Tenemos una obsesión por hacer reír constante-mente», confesaba Mir, al-go que Sans corroboró y explicó. «Tal es nuestra ob-sesión que una vez pusi-mos a un regidor con papel y bolígrafo a que hiciera palotes cada vez que el pú-blico se reía», reveló. Y de ahí su lema «Una risa cada 10 segundos», «que ya es falso porque provocamos una cada ocho o cada siete segundos», defendió Mir.

El cómico explicó su constante renovación y de-fendió su misma profesión hablando de una clásica di-cotomía. «Qué es más difí-cil, ¿el humor o el drama? Es más difícil hacer humor. Porque, si tienes un día malo y haces cualquier co-sa dramática, el resultado lo tendrás al final. Pero en

el humor tienes una prue-ba cada 10 segundos en nuestro caso. Si no te ríen un gag es como un puñal. Y tienes 300 puñales en un espectáculo dispuestos a clavarse en tu cuerpo. Y no lo puedes permitir, tienes que estar buscando esta ri-sa. Es una travesía de montañas y de picos que hay que ir superando constantemente. Esta es la dificultad del humor», sen-tenció Mir.

Desde su estreno en mayo de 2012 en Alicante, los Bits de Tri-cicle han recorrido media España y han sido vistos por unos 400.000 especta-dores, cumpliendo sus 500 representaciones estos días en la capital. En este tiem-po, el espectáculo ha creci-do –aumentando su dura-ción en 10 minutos– y se ha pulido, ya que sus espectá-culos, dijeron, siempre van mejorando hasta el último día. Pero a falta de año y medio para finalizar esta gira (representan cada es-pectáculo unos cuatro años), Tricicle dice adiós. Más o menos.

«Bits es una despedida entre comillas de la crea-ción de espectáculos. Cuan-do acabemos queremos hacer un recopilatorio con los 40 años de la compañía como ya hici-mos con nuestro 20 aniversario. Que, claro, co-mo tenemos tantas cosas buenas, durará dos o tres días», bromeó Mir.

Porque quién iba a decir a este matrimonio de tres lo que el futuro les guar-daba cuando comenzaron. Desde sus primeros pasos en el Institut del Teatre de

Barcelona hasta su primer espectáculo en 1982, Ma-nicomic. Y el definitivo salto a la fama con uno de sus sketches, Soy un truhán soy un señor, en el Un, dos, tres de Televisión Española. «Nos parecía muy comercial pero, si gustábamos, gustaríamos a 22 millones de personas. Y dijimos que sí. Dos se-manas o tres antes estába-

mos actuando en Sabadell en el hall de un teatro para 14 personas.

Después llenamos ese mismo teatro y había mi-les de personas esperan-do», contó Gràcia, a lo que Mir añadió: «pasamos de ser teatro intelectual a ser teatro comercial al día si-guiente».

Desde entonces han re-corrido países como Fran-cia, Finlandia, Inglaterra, Italia, Estados Unidos o Ja-pón. Y salvo ciertas con-venciones culturales, afir-maron que su teatro ges-tual se entiende en todo el mundo haciendo siempre lo que les ha venido en ga-na. «No nos han censurado nada porque, según qué co-sas de religión o de sexo, no nos gusta ir por ahí. Yo diría que somos mucho

más ingenuos y nosotros nos au-tocensuramos», explicó Gràcia.

Quizá por eso sus espectácu-los sean capa-ces de reunir a miembros de tres generacio-nes, un valor del que dicen estar muy satisfe-chos. Aunque

Gràcia matice: «No hace-mos teatro familiar, pero gusta a toda la familia». En definitiva, un espectáculo para todos donde las risas están aseguradas.

Escena de la representación de ‘Bits’, el espectáculo que Tricicle ofrece en el Teatro Compac Gran Vía. ANTONIO MORENO

LUIS LAPUENTE MADRID James Taylor (Boston, 1948) acaba de cumplir 67 años cuando aterriza en Madrid para repasar medio siglo de una carrera excep-

cional, ecléctica, turbulenta, don-

de abundan las canciones mágicas, las adicciones peli-grosas y una especial sensi-bilidad. De ese modo ha lle-

gado a conectar con varias generaciones de aficiona-dos, que han crecido arru-llados por su voz en clásicos como You’ve Got A Friend, original de su amiga Carole King, Country Road, Fire And Rain, Mud Slide Slim, Carolina In My Mind y Ma-chine Gun Kelly, modélicas en su elegante sencillez, ca-nónicas en su explosiva be-lleza multicolor.

Taylor conoció en prime-ra persona las luces y las sombras de los años 60, des-de la fascinación por el pop luminoso hasta el infierno de la heroína y el alcohol, drogas que le han atenaza-

do durante largos períodos de su vida, manteniéndole alejado de los escenarios y los estudios de grabación.

Flamante poseedor de los máximos galardones cultu-rales de Estados Unidos (Medalla Nacional de las Artes en 2011) y Francia (Caballero de la Orden de las Artes y las Letras en 2012), ha ganado cinco pre-mios Grammy y es autor de al menos media docena de álbumes magistrales: James Taylor (1968), Sweet Baby James (1970), Mud Slide Slim And The Blue Horizon (1971), Dad Loves His Work (1981), October Road

(2002) y Live At The Trou-badour (2010). Participante activo en la campaña de re-elección del presidente Ba-rack Obama, James Taylor ultimaba la grabación de su próximo disco cuando inició la gira europea que le trae de nuevo a nuestros escena-rios al frente de una banda capitaneada por los históri-cos Steve Gadd, Larry Gol-dings y Michael Landau, con quienes repasa los pun-tos cardinales de su exquisi-to legado musical.

Será esta noche en el Tea-tro Nuevo Apolo (Plaza de Tirso de Molina, 1), a partir de las 21.00 horas.

James Taylor, el cantautor exquisito

JOAN, PACO Y CARLESTRICICLE

HUMOR

MÚS I C A

«No hacemos teatro familiar, pero gusta a toda la familia»

La promesa de sacar una risa al espectador cada siete segundos

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lii

tr(o c6mico duradero nos da un consejo matrimonial nos habla de japoneses, trogloditas, Ronaldo... iy Julio Iglesias!

~Qu~ ingrediente espec~l ~iene Bl’r~’.Pues el sketch, el cjacj. Est~ relleno de gags portodes parses, es el espect~culo con rrk~s ga(js quehemos hecho nunca.Entonces, ~h~b~Js conseguido s~c~rte el p,~blicoI~ mayor DGMP ~densidad de G~ga pot minutoposible) como os propus~st~is?Estamos cerca de conseguirlo. Pero cada dla es unr~cord, buscamos batir uno nuevo cada d[a.Si la clave para acjuantar 35 afiosju.tos es serun trio en vez de una pere’ja, ~1o deberfan probartodos los matrimonios?S~, ya de hecho hay muchos mat~monios que sinsaberlo son tres... O cuatro, ~ajaja. Pero en cualquJercaso, cuando se obst~c~liza una cosa por culpa deun problema, el dos a uno ayuda mucho.Desde hace tiempo os tom,is 2-3 meses el afiode vacaciones y desconexi6n total, ~qu~ hac~isen ese periodo en el que nadie sabe nada devosotros? Si es que se puede contar...Bueno, cada uno hace cosas muy distintas. Joanno para de trabajar, est~ todo el tiempo en unrestaurante de cabaret porque le gasta mucho estarrodeado de mujeres yes pinche de cocina.,./~Qui~n es de los tres el que siempre sabra losmom~ntos de risa cont~gios~ o cuando se osolvide el gui6n?Paco. Paco sin dud~. T~ne que hacerJo cualquieraque tenga un momento de lucidez. No nospasa mucho, pero hay momentos de Iocvra queempezamos a improvisar y que es un desmadre, yentonces hate felta alguno que reconduzca el gui6n.~QuJ~n es el feo. qui~n el bueno y qui~n es elmelo de los tins?Paco es el feo ac~ualmente [tiene un derram~ en elojo], Jean es el (jordo, que no est~ dentro del leo, nidel bueno ni del malo, y Caries el bellez6n.iCon qu~ se r[e Tricide?A Caries le (justa que le sorprendan, que es alcjoque cada vez es r~is dif~cJl. Le cjusta cuando al(jole I1ama la etenci6n porgae ~1 tree que ~os tirosvan air por un ~clo y result~ que no, que hay un(jiro inesperado. A Paco le cjus~a mucho la ironla.por Io que le encanta Pepin Tre, que es un rey dela sorpresa y de la ironie. ¥ Joan se r~e retomandopel[c~las antiguas, retornando cosas antiguas con las

que no se hab[a re[do mucho y que ahora le hacenmucha ~ gracia.~Cu~l es el gmpo c6mico que m~s ideelizadoh~b~is t~nido?Tenemos va~os, pero Monty F~hon est~n porencima, Tambi~n hay un colectivo en el que estabaRowan Atkinson que hizo un pro(jrama que seIlamaha Esto no son I~s notJcias de/as nueve, queinduso nos marc6 m~s que ellos.~Cu~l es ese gag infalible que nunca falla?Una ca[da bien hecha. El primer (jag de lahumanidad, c~Bndo un tro(jlodita tropez6 y elo~o se ri6. Si(jue funcionando. O e~ el que acabe

empiezas a descubrir el teatro tienes unas influenciaso espect~culos que te han (justado, y los que vireosten[an una tendencia al gasto, a la danza...LAIguna vez h~b~is intent~do vacilar a alguiencontestando con gestos como si de verded nosupi~sais hablar?No, pero s~que pe~odi~as nos han pedido queles respendamos una emrevis~a con gestos. Perorealme~te es muy diffcil dar un mensaje.Hace ya una d,~,cade, en el 25+25 del Palau SantJordi, participaron e~ vuestr,o espect~culodeportistas como Indurain, Angel Nieto, oRonaldinho. ZLe pedir~ais a Cristiano Ronaldo

pag~ndola el que no Io merece, como cuandoCar~es escape a Paco pero no le day le acabadando a Joan que no ten[a nada que ver.Hab~is viajade por un mont6n de lugams.,.~c6mo se ffen los japoneses?Pues es raro, porque se 6en y son acjr~decJdos perose 6en tap~ndose ~a boca de una forma extrafia.Sabes ~o te gusta creer) que se es~dn descoionandopero no Io puedes vet porque se ~apan.~Qui~n se6a una persona digna de set el cuartomiembro de Tricide?Pues as[ divertidos Dani Rovir~ que estd de mode.0 Bradley Cooper. as[ a Io grande. Buenafuenteha actuado alguna vez con nosotros y ha sidodivertldo. Berto tambi~n... Y ya si nos ponemosintemacionaJes pues me (justar~a Rick,/~ervais,aunque Joan dice que ni hablar j~ja]a. Adem~s, noseclipsar~a y ser~a ’Ricky Gervais m~s Tricicle’...~A qu~ dedi~is el tiempo libra?Paco al macr~rn~, Joan a hacer ratatouille, que¯ qu~ en Esp~fia se llama escelib~da y Cades escribopadrenuestros en (jrani~os de~.’Y Io del teatro mudo surge por innovar o porquesi abdais la boca no ten[ais ni pufietera gracia?No, sur(je porque en el momento en el que

que rompiese el silencio con su grit~o?Jaj~]a, NO. Tendr~an que ser los 2s afio$ de As o deh4arca. Y tomando partJdo, creo que Cristiano tienemuy poco sentido del humor, o sea, su Jmagen tienecero sentido del humor.Lo de las canas. ~es elgo identificativo? ~0 es queos da pereza tefiiros?Es que es la vida, jajaja, hay que aceptada.Aprovechando vuestro exitoso sketch. ~a clui~n leponddais el tffulo de Truh~n y a qui~n el de Sefioren estos rnomentos?Truh~n Io ha sJdo tod~ la vida JulJo Iglesias. y sefiores

/~Es factible que vuestro .’.ltimo sspect~uJo detodos ~antes de retiraros) hici~seis un n~rnerocon voz? LPor der la sorpresa?Pues no. porque ~a verdad es que no tenemosprep~r~ci6n de voz. no c~eo que fu~semos tan

tenemos ~ necesidad. SJ la tuv~semos Io ha6amos.peru no Io hemos encont~ado como n~rvaci6n, nitenemos ganas de hacerlo ~a verdad.

BITS estar~ ha~a el29 de matzo en el TearroComp~c Gran Vfa (h4adrid~

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1 Marzo, 2015

36 EL PAÍS, jueves 5 de marzo de 2015

cultura

El tren vuelve a ponerse enmarcha. Vuel-vo a ver al niño pelirrojo contemplandoel mundo a través de los árboles, desdesu balcón de la calle Álvarez de Castro;escucho las voces llenas de amor de sumadre y su abuela, las dos Carolas, y veola claridad de aquel abril de 1931, y derepente la luz mortecina de la posguerra,y el afán empecinado por salir adelante,por “ser alguien” en el cine y el teatro.Estupenda noticia: El tiempo amarillo, las

formidables memorias de Fernán-Gó-mez, ya están de nuevo en las librerías,por gentileza de Capitán Swing, que recu-pera la reedición, ampliada y en un solotomo, de Debate en 1988.

He vuelto a ver y a sentir todo eso, lacrónica de un país y el relato del niño queacabará convirtiéndose en el mejor actorde su época, y luego será director y escri-tor, y ha vuelto a sorprenderme, como laprimera vez, esa suerte de pudor a la horade hablar de sus obras, como si no estuvie-ran a la altura de sus expectativas. O queno mencione cotas tan insólitas en la tele-visión de los setenta como su trabajo enLa última cinta, de Beckett, que deslumbróa quienes la vieron. O que pase casi depuntillas sobre el episodio de su firma enla famosa carta a Fraga sobre la represiónen Asturias: Rabal y él fueron los dos úni-cos cómicos que se atrevieron a jugarsesus carreras. Echo demenos todo eso, por-que para mí las memorias de Fernán-Gó-

mez deberían tener dos mil páginas, peroel libro sigue siendo oro puro, oro amari-llo, de cabo a rabo.

Echo de menos lo mismo que le faltabaal volumen de Debate: un índice de nom-bres, libros, funciones y películas. Y a laespera de la segunda edición, sugiero quese recupere la cita inicial de Miguel Her-nández (“Pero yo sé que algún día / se pon-drá el tiempo amarillo / sobre mi fotogra-fía”) y que se eliminen dos erratas singula-res: en la página 51 aparece “cripta deRombo” (en vez de Pombo) y, esta es glorio-sa, El tío Manta (página 421) en vez de Eltío Vania. Menudencias que anoto, pero seborran ante un regalo añadido: el prólogo,extenso y sin desperdicio, de Luis Alegre,que conoció al personajazo, todavía “lúci-do, explosivo, imbatible, magnético”, enlos años noventa. Vayan abriendo boca:Nochebuena de 1991, tres de la madruga-da. Juan Diego invita a Alegre y a DavidTrueba a plantarse en la fiesta anual de

Fernán-Gómez y Emma Cohen en su pisode la Castellana, y les presenta como doscantantes callejeros de Zaragoza, a los quedice haber conocido en la calle. Para pas-mo de ambos, anuncia que cantarán y élpasará la gorra. Dicho y hecho: Alegre selanza a cantar Te lo juro yo, al estilo deMiguel deMolina, y Trueba hace los coros.Mejor entrada, imposible.

Luis Alegre cuenta muchas historias,tan estupendas como esa. Historias de fies-tas, de rodajes, de comidas y cenas, de con-versaciones inagotables, que luego daríanpie al documental La silla de Fernando.Una hermosa amistad que duró 15 años,hasta el otoño de 2007, cuandoDavid True-ba y Ariadna Gil intentaron rodar en sucasa, porque Fernán-Gómez apenas podíacaminar ya,La palabra y la cosa, la funciónde Jean-Claude Carrière, que les había en-tusiasmado en París. No pudo ser: el gigan-temurió unmesmás tarde. Pero aquí vuel-ve a estar, vivísimo, de nuevo.

MARCOSORDÓÑEZ

Entre los poemas visuales deJoan Brossa y el Un, dos, tres...responda otra vez de ChichoIbáñez Serrador existe un largocamino de apariencia antípodacuyo vértice puede traducirse enuna palabra: Tricicle. Hay una ex-plicación. “Nos habíamos apunta-do al festival de Sitges y allí, apar-tados en una carpa, no nos iba aver niDios”.Hasta queundía apa-reció por allí Brossa con otros in-telectuales. “Se fijó ennosotros, leentusiasmó y acabaron dándonosun accésit”, comenta Carles Sans,con la ayuda de Paco Mir y JoanGràcia. Fue hace casi 35 años, losmismos que llevan campandopor ahí —ahora, durante dos me-ses en Madrid, en el Compac

Gran Vía, con su espectáculoBits— sin emitir un vocablo másallá de sonidos guturales por todoel mundo.

Entonces, a finales de los seten-ta, cuando había que pasar la go-rra o contentarse con 1.000 pese-tas (seis euros) por barba cada no-che, exploraban el teatromímico,pero nomayoritario, sino alterna-tivo. Callejero en sus orígenes, enfiestas mayores, plazas de puebloo destinado a pequeñas tribus deminorías. Hasta que llamó a supuerta Chicho Ibáñez y les invitóa presentarse en el programa queveía todo el país en familia.

No sabe uno lo que queda enla memoria de quienes los cono-cieron en circuitos off o mientrasse empezaba a hablar de ellos enteatros como el Villarroel, de Bar-

celona. Pero lo que resulta claroes que aquella aproximación ges-tual a Julio Iglesias al ritmo deSoy un truhán, soy un señor se fijóen la memoria de los 22 millonesde españoles que cada viernes sepegaban al concurso.

Aquello fue su salto a la famainstantáneo y la introducciónma-siva a un mundo de sugerenciadibujada con mueca, de humorcon colores amables, de matemá-tico trazo en varias dimensiones.Lamarca Tricicle: tan inclasifica-ble, tan espontáneamente porta-dora de felicidad, absurdo del quereírse y espejo cotidiano. Hastahoy ha durado llenando teatros abase de una ristra de espectácu-los comoManicomic, Slastic, Exit,Terrrific, Sit, Garrick o ahoraBits.

Y eso es mérito de un respetoa tres bandas. “Complicado por-que en nuestro código hay reglasirrompibles: no podemos emitirpalabras, la tensión debe llevar auna risa constante, como unamúsica que no se rompa, y nohacemos nunca algo con lo queuno de nosotros no se encuentrea gusto”, relata Gràcia. “Lo solu-cionamos a base de largas discu-siones creativas, pero, a medidaque pasan los años, tenemos me-

nos paciencia. La gente se creeque debe ser muy divertido ver-nos ensayar, pero es un coñazo,la verdad”.

Las ideas parten de situacio-nes cotidianas, complicidades deamigos: “De ese codazo que te dascuando algo te hace gracia, por

ejemplo”, agrega Carles Sans. Aveces empiezan dibujándolo, des-vela Paco Mir. Cada vez cuestamás encajar ritmos, golpes deefecto, el explosivo relato de losgags, en definitiva. “En esta épo-ca, las redes sociales desvelan to-do en el momento y han dañadobastante el efecto sorpresa”, di-

cen. “Pero cada vez observamos,pese a ello, una especie de fuertevoluntad interior en los especta-dores abierta a reír”.

De Brossa volvieron a sabermás adelante. “En Exit quisimoshacer un sketch sobre el fregolis-mo, un arte que tiene que ver conla actuación a toda velocidad. Sa-bíamos que a él le entusiasmabay fuimos a visitarlo. Recuerdoque entramos en su casa y pisa-mos sobre una montaña de pape-les. Nos dijo: ‘Creo que tengo algopor aquí’. Y de un rincón agarróun saco de carpetas. Vivía en mi-tad de un desorden perfectamen-te controlado dentro de su propiocaos”, rememora Mir.

También se acuerda del gestocambiado de algunos de sus ad-miradores primeros desde queaparecieron en pantalla: “¿Sabesqué? Eran algunos de aquellosque decían no ver la tele, peroque casualmente, debían pasarpor el salón el día que salimos”.

El público se masificó, lasfronteras se abrieron. Empeza-ron a triunfar en Italia, en Fran-cia, por toda Europa… Supieronsacar partido a un lenguaje uni-versal del cuento sin palabras yla acción sin exclamaciones. Suidioma: el cuerpo, la cara, unarica escuela que ha bebido deMarcel Marceau —“nos lo me-tían en vena en clase”, afirman—pero también de Chaplin, de Bus-ter Keaton, Lubitsch, Billy Wil-der, Cary Grant, confiesan, o losdibujos animados: “Sí, hay mu-cho de La Pantera Rosa en noso-tros”, asegura Paco Mir.

Referencias, curiosidades queles iban construyendo sin darsecuenta comoactores encomenda-dos al gesto y el alfabeto de susarticulaciones en pleno movi-miento. No habían pensado sercómicos. “Yo estudiaba Derecho”,afirma Sans; “Joan se dedicaba ala banca y Paco se había metidoen Bellas Artes”.

Con el tiempo construyeronun estilo propio, tan especial, tancomplejo en su directa sencillez,que apenas ha creado escuelamás allá de la que identifican enlos madrileños del grupo Yllana.Son dueños de un campo que de-sarrollan con maestría y sin ape-nas herederos: “Más ahora, cuan-do en el humor se ha implantadoy domina el monólogo…”.

En eso y en lo demás, Triciclesigue sin tener nada que decir,pero todo que contar con muchomimo.

Tricicle, el arte decontar con mimoLa compañía catalana cumple 35 añosen los escenarios con ‘Bits’ en cartel

JESÚS RUIZ MANTILLA, Madrid

Desde la izquierda, Paco Mir, Joan Gràcia y Carles Sans, los integrantes de Tricicle, en el teatro Compac Gran Vía. / claudio álvarez

teatro

EL HOMBRE QUE FUE JUEVES

El río de oro

La marca del tríode cómicos esinclasificable yportadora de felicidad

El grupo ha creadoun mundo desugerencia dibujadacon mueca

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