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MANEJO INTEGRADO DE ARVENSES EN CAFÉ CON CRITERIOS DE SOSTENIBILIDAD

José Horacio Rivera Posada∗∗∗∗

RESUMEN En el presente trabajo se dan los conceptos de plantas arvenses, interferencia, arvenses “nobles”, y su valor como práctica de conservación de suelos. Se habla del manejo integrado de las arvenses y el uso seguro de los herbicidas en caso de ser necesario dentro del manejo integrado, para no causar impacto negativo al medio ambiente ni producir toxicidad al hombre y a los cultivos. Se dan a conocer además resultados de producción utilizando el manejo integrado de arvenses en la rotación de cultivos semestrales intercalados con café renovado por zocas (tronco o tocón que queda después de cortar la planta de café a una altura de 20 a 30 cm aproximadamente, para obtener rebrotes nuevos) Lo anterior se hace mediante el uso del equipo selector de coberturas “nobles”

1. INTRODUCCIÓN La sostenibilidad de la productividad busca complacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.(Brutland (Comisión mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo, 1988; Gómez y Rivera, 1993) De ahí que la conservación de los recursos suelo y agua deben ser preocupación principal de todos los habitantes de un país y ningún ciudadano debe destruirlos, aún cuando hagan parte de su patrimonio, pues las generaciones futras también tienen derecho a disfrutar del suelo, como bien social que es). La causa principal que conduce a la insostenibilidad de los recursos suelo y agua, son la erosión acelerada de los suelos y la pérdida del agua por escorrentía en zonas de ladera, debido principalmente a los sistemas de desyerba con azadón, maquinaria agrícola y los herbicidas desnudando totalmente los suelos, y en el caso de la maquinaria agrícola destruyendo la bioestructura natural, dejándolos totalmente mullidos y expuestos al impacto y arrastre fácil por las lluvias. Las arvenses debido a la forma tradicional de manejo de los cultivos, han sido consideradas como el obstáculo mayor al desarrollo de los sistemas de agricultura sostenible. Por tanto, para que estos sistemas lleguen realmente a ser sostenibles, deben estar basados en tecnologías derivadas del manejo armónico de todas las especies presentes (Holt, 1994; Wyse, 1994). ∗ Ing. Agrónomo, Ph.D, MSc y Especialista en Conservación de Suelos y Control de Erosión Investigador Científico, Centro de Investigación para Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria (CIPAV). Carrera 2ª Oeste No. 11-54 Santa Teresita. Teléfono: 8930898. Cali Valle Colombia. Residencia: Calle 68 Nº 28-30 T5 Apto. 1202, Teléfono (0968) 871712, Manizales, Caldas Colombia. E-mail: [email protected] Celular: 315 5415772. Trabajo presentado por el autor en el XI Congreso Venezolano de Malezas, Universidad Nacional Experimental del Tachira, San Cristóbal, Venezuela. 2 al 5 de Noviembre de 2004.

Manejo integrado de arvenses con criterios de sostenibilidad de los Recursos Suelo y Agua. XI Congreso Venezolano de Malezas. Universidad Nacional Experimental del Táchira, San Cristóbal 02-05 de Noviembre de 2004

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Las prácticas preventivas de conservación de suelos recomendadas producto de la investigación, no han sido adoptadas por los agricultores ya que las consideran erróneamente un costo adicional a los costos de producción. A partir de 1970, en la Zona Cafetera Colombiana se introdujo el uso de herbicidas preemergentes aplicados luego de las desyerbas con azadón y otros posemergentes de amplio espectro de control, asperjados indiscriminadamente en las plantaciones de café y sobre todo tipo de coberturas vegetales, afectando la biodiversidad de flora y fauna. Esto condujo a una erosión acelerada de los suelos, a la pérdida del agua por escorrentía y la contaminación de las aguas con el arrastre de sedimentos producidos por la erosión. Estudios edafológicos han demostrado que la formación de un centímetro de suelo en condiciones naturales y sin intervención del hombre, tarda entre 120 a 400 años. Con el uso del azadón y de los herbicidas indiscriminadamente, se pierden hasta 3 centímetros de espesor en un sólo año, es decir, las pérdidas son mayores a la formación natural de los suelos, lo que conlleva a una agricultura no sostenible en el tiempo y en el espacio (Rivera 1996). En 1982 como consecuencia de la degradación alta de los suelos por erosión, debido al mal uso de los herbicidas en muchas plantaciones de café en la zona cafetera central Colombiana, se inició en el Centro Nacional de Investigaciones de Café (Cenicafé) un proyecto de investigación sobre manejo integrado de arvenses (vegetación que invade y convive con los cultivos, pastos y prados artificiales, (Gómez y Rivera,1995). Se investigó la utilización en forma oportuna y conveniente de los métodos manuales (el machete, la guadañadora) y los herbicidas aplicados racionalmente, con el fin de hacer selectividad de coberturas “nobles” o arvenses “nobles”, que no compiten económicamente con los cultivos, protegen el suelo de la erosión y regulan las aguas de escorrentía. En investigaciones anteriores de Cenicafé se encontró que una cobertura densa es la práctica más eficiente de conservación de suelos y agua (Suárez de Castro y Rodríguez, 1962; Uribe, 1971). De igual forma se investigaban los sistemas y equipos de aplicación apropiados de herbicidas, las dosis y frecuencias, las presiones y boquillas; también cuales de los herbicidas causan menos impacto en el medio y daban mayor seguridad para el operario y los seres vivos. Había la necesidad de desarrollar un equipo para aplicar herbicidas, que reuniera una serie de ventajas y eliminara las desventajas de los equipos de aspersión usados tradicionalmente y así lograr éxito en un programa de manejo integrado de arvenses con aplicaciones bajas de herbicidas (Gómez et al, 1987; Gómez y Rivera, 1994a, 1994b, Rivera 1994, 1997b). Rivera 1994, 1997b, desarrolló el equipo selector de coberturas “nobles”, facilitando el manejo integrado de arvenses en los cultivos de ladera, con aplicaciones bajas de herbicidas, con disminución de los costos de las desyerbas hasta en un 85% lo que puede


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inducir a los agricultores de esta forma en la protección de los recursos suelo, agua, fauna y flora (Rivera 2000; Rivera 1999).

2. PLANTAS ARVENSES Desde el punto de vista ecológico, las especies de la vegetación nativa o silvestre que conviven con los cultivos, los pastos, los prados artificiales, se denominan arvenses. Unas 250 plantas de arvenses interfieren en diferente grado con las especies cultivadas afectando su producción en cantidad y calidad, ya que compiten por agua, nutrimentos, luz y espacio vital o por los efectos negativos alelopáticos que provocan. Estas especies han sido llamadas tradicionalmente "malezas", término mal interpretado desde el punto de vista de su manejo, por ello el hombre las está destruyendo indiscriminadamente con el criterio de control total, sin pensar en su valor para el medio y para el hombre. El estudio de las arvenses está avanzando actualmente hacia una era de cambio, la cual ha sido estimulada por una serie de presiones económicas, ambientales y sociales, que tienen origen en la presencia de la competencia mundial por los costos de producción y los factores ambientales tales como: la erosión de los suelos, la degradación de la calidad del agua y la calidad de la vida rural (Abernathy y Bridges, 1994; Bridges, 1994; Coble 1994; Hess, 1994; Zimdahl, 1994). Hay un número considerable de arvenses que poseen características que las hacen útiles por su uso económico, alimenticio, forrajero, medicinal y apícola. Juegan también un papel ecológico importante como protectoras del suelo contra la erosión como ocurre con las arvenses “nobles”; las cuales facilitan el manejo y la conservación del agua al hacer parte de la foresta protectora y favorecen los nichos ecológicos de organismos benéficos (Rivera y Gómez, 1992). Hay otras arvenses que tienen principios tóxicos y alergénicos para las personas y animales. Hay especies arvenses hospedantes de insectos plagas, hongos, bacterias, virus y nemátodos que causan daños a las plantaciones cultivadas. Gómez y Rivera (1987, 1995), describieron 170 especies de arvenses de ocurrencia frecuente en plantaciones de café en Colombia, localizadas a altitudes entre 1.000 y 1.800 m, con temperaturas regionales entre 17,5 y 23 ºC. El 45% de estas arvenses interfieren en grado alto al cafeto, 35% en grado medio, 5% en grado bajo y 15% interfieren en grado muy bajo, a este último se les ha llamado "arvenses nobles" o "coberturas nobles" de protección (Gómez, 1990). Las familias de las arvenses descritas por estos autores con mayor número de especies son: Gramineae (17,65%), Compositae (16,47%), Euphorbiaceae (4,70%), Amaranthaceae (4,12%) y Rubiaceae (4,12%).


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Se destaca la investigación y experiencia de Gómez y Rivera (1995, 1987) con 25 especies de arvenses "nobles", como coberturas de protección del suelo dentro de las plantaciones perennes, con eficiencia de prevención del suelo contra la erosión del 95 al 97%. Las coberturas "nobles" tienen grado muy bajo de interferencia debido a su crecimiento reducido en altura, por su sistema radical ralo y superficial o pivotante profundo y por su capacidad de cubrimiento y dominancia poblacional, si se manejan convenientemente y se hace selectividad de las arvenses mediante el manejo integrado de ellas dentro de las plantaciones (Rivera, 1997a, 1997b). Ejemplos de coberturas de protección son: el botoncillo (Richardia scabra), la golondrina (Drymaria cordata), la siempreviva (Commelina diffusa), hierba de coneja ó ilusión (Panicum trichoides), y la hierba de sapo (Hyptis atrorubens).

3. ARVENSES E INTERFERENCIA A LAS PLANTAS PERENNES EN LA ZONA CAFETERA

Las arvenses pueden interferir en grado alto, medio o bajo a las plantas perennes, dependiendo de su efecto detrimental en su desarrollo y producción en calidad y cantidad, con efecto económico para el agricultor. Las arvenses que interfieren a las plantas perennes pueden hacerlo en todas las etapas del cultivo si no se hace un buen manejo de ellas. Como en toda planta, los cultivos perennes tienen períodos críticos de crecimiento y desarrollo en los cuales la interferencia de las arvenses pueden producir efectos drásticos en la producción. Estas etapas son: Vivero o almácigo, los primeros dos a tres años de desarrollo y crecimiento de las plantas en el campo y durante sus etapas de producción (formación del grano y llenado del mismo). Las condiciones de la zona cafetera colombiana, tales como la fertilidad de los suelos, la precipitación media y frecuencia alta, humedad relativa alta y la temperatura (18-22 ºC) favorecen el crecimiento de las arvenses. La incidencia de la luz en los primeros 12 a 14 meses de siembra de los cafetos en las plantaciones que se desarrollan a libre exposición solar, contribuyen en el aumento del nivel de infestación y del desarrollo vigoroso de las arvenses haciendo necesario un número mayor de desyerbas por año, en comparación con los cultivos tradicionales a la sombra. Dentro de los costos totales de producción del cultivo del café, el control tradicional de arvenses representa del 16 al 17% de éstos (Rivera, 1994). Las casas comerciales, mediante propaganda intensiva, tratan de demostrar a los caficultores la importancia y beneficios de los herbicidas para el control de las arvenses en los cafetales. Enfatizan en la disminución de los costos de las desyerbas. Algunas ofrecen


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una tecnología que en ocasiones no es apropiada para las condiciones de la zona cafetera, de acuerdo con lo encontrado en las investigaciones realizadas por Gómez et al (1987), además, causan impactos negativos sobre el ambiente y pueden traer problemas de salud a los operarios cuando no se toman precauciones serias sobre el uso y manejo de estos productos. Se corre el riesgo de contaminar las aguas por aplicaciones de herbicidas cercanas a éstas o por lavado de las aspersoras (equipos) en las fuentes de agua. También, cuando se arrojan los envases o recipientes de estos productos a las quebradas y a los ríos. Muchos caficultores han adoptado el control de arvenses total con herbicidas, con una tecnología no apropiada en la zona cafetera; no obstante que ésta se generó con la investigación en Cenicafé en forma apropiada y conveniente y con el criterio de manejo de arvenses, no de control total. Las investigaciones sobre control de arvense en cafetales siempre han estado enfocadas a los problemas ecológicos, técnicos, económicos y de salud humana, de ahí salió la investigación sobre el manejo integrado de arvenses en los cafetales. En investigaciones realizadas en Cenicafé por Uribe, Gómez y Rivera en predios de escorrentía, sobre diferentes modalidades de manejo de cafetales a plena exposición solar y a la sombra, en los cuales se han determinado las pérdidas de suelo por erosión, se ha encontrado:

- Los dos primeros años de establecimiento de los cafetos son críticos desde el punto de vista de la erosión, ya que se requiere un control de arvenses más frecuente para que las plantas puedan desarrollarse normalmente. Los cafetales al sol requieren más desyerbas en los primeros años por la mayor incidencia de las arvenses que los cafetales a la sombra.

- También se encontró que si se hacen desyerbas selectivas en el cultivo, las pérdidas

de suelo por erosión se reducen considerablemente por la presencia de coberturas "nobles" ya que no queda el suelo totalmente desnudo.

- La eliminación total de las arvenses puede causar desequilibrio ecológico con

consecuencias difíciles de predecir, tales son los casos de los gusanos anilladores y el gusano medidor en el departamento del Quindío en plantaciones de café. También se pueden producir pérdidas de biodiversidad y de suelo por erosión.

Gómez et al., en las investigaciones sobre el manejo integrado de arvenses en el cultivo del café, han evaluando las pérdidas de suelo por erosión, la producción de café y los costos de desyerbas. El sistema de manejo integrado ha arrojado resultados muy positivos ya que permite obtener producciones altas, disminuye los costos de desyerbas, y la erosión se presenta cerca o por debajo de los niveles de tolerancia; la mayoría de las veces es menor de 1 t ha-1


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año-1 valor equivalente al 10% del nivel de tolerancia internacional para suelos derivados de cenizas volcánicas (Andisoles).

4. MANEJO DE ARVENSES El concepto de "control de malezas" que tradicionalmente se venía haciendo, se ha revaluado, siendo más conveniente hablar de manejo integrado de arvenses con umbrales de control de éstas. Cuando se cultiva una planta, se deben crear condiciones en el ambiente y en el suelo que sean favorables para el crecimiento del cultivo y no para las arvenses. Esto implica el empleo integrado de una serie de prácticas tanto de cultivo como de medidas de manejo, para que se beneficien los cultivos y no las arvenses. Además, se deben tener medidas preventivas de manejo del cultivo con riesgo muy bajo de erosión en los suelos, que no sobrepase los niveles críticos establecidos, para conseguir un sistema de producción sostenible. Se entiende por manejo integrado de arvenses el medio utilizado para limitar el desarrollo y la infestación de las arvenses que interfieren principalmente en grado alto y medio a las plantas del cultivo afectando su producción. Se deben conservar las arvenses "nobles" que protegen el suelo de la erosión y producen interferencia baja, a muy baja. En la eficiencia del método de manejo de arvenses se deben tener en cuenta los efectos sobre el medio tales como la erosión de los suelos, contaminaciones ambientales, acumulación de sustancias tóxicas en los productos y residuos de cosecha, alteraciones en los microorganismos del suelo, desequilibrio en el balance biológico, daños al suelo y a los cultivos asociados y el desarrollo y dominancia de otras arvenses existentes que a la larga pueden constituir un problema de difícil solución, como también los peligros de toxicidad para los operarios y contaminación de las aguas. La contaminación del hombre, el suelo, las plantas, del agua y animales por los herbicidas requiere una investigación integral, compleja y costosa. La prevención de una infestación crítica de arvenses en un cultivo es lo más seguro y económico, debe ser la primera práctica en un programa de manejo de arvenses. La selección del método de manejo de arvenses que se debe aplicar en un caso específico, depende de varios factores: tipo de cultivo, complejo de arvenses, condiciones ambientales, suelo, clima, topografía del área, costos, etc. 4.1 Prevención de la infestación de arvenses La prevención de arvenses consiste en evitar la introducción, establecimiento y diseminación de éstas en áreas donde normalmente no se presentan. La prevención puede ser de región a región o dentro de los lotes de una finca. El manejo preventivo abarca todas


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las medidas para impedir la introducción y diseminación de arvenses, sobre todo nuevas en el área. En un programa de prevención son fundamentales las prácticas de cultivo, buena limpieza de herramientas, maquinaria y equipos; utilización de semillas y materiales vegetales limpios, certificados, libres de semillas de arvenses, de plagas y enfermedades. 4.2 Manejo de arvenses con prácticas de cultivo Incluye todas aquellas prácticas de cultivo que manejadas eficientemente, aseguran el desarrollo vigoroso de plantaciones en tal forma que puedan competir favorablemente con las arvenses. Las bases para un manejo de arvenses con prácticas de cultivo son:

- Uso de semilla o material vegetal certificado libre de arvenses.

- Uso de variedades mejoradas para una condición ecológica dada.

- Preparación adecuada del sitio de siembra.

- Esparcir apropiadamente los residuos de cosecha (ramillas, hojarasca) en el área libre de cultivo (mulch).

- Buena humedad que asegure el establecimiento del cultivo en forma rápida y

vigorosa en tal forma que cubra bien el suelo y domine poblacionalmente.

- Manejo integrado y conveniente de plagas y enfermedades.

- Aplicación adecuada y oportuna de fertilizantes químicos y abonos orgánicos (manejo integrado de la fertilidad del suelo).

- Densidades de siembra acorde con la variedad y las condiciones ecológicas.

- Cubrimiento de áreas libres de cultivo con coberturas “nobles”.

4.3 Manejo de arvenses en la etapa de establecimiento de una plantación de

cultivos perennes Los dos o tres primeros años de establecimiento de las plantas perennes, son críticos desde el punto de vista de manejo de las arvenses. Para que las plantas puedan desarrollarse normalmente en la etapa de levante principalmente, la zona de raíces (plato) debe permanecer siempre libre de arvenses. La desyerba en el plato puede hacerse manual o con el selector de coberturas diseñado por Rivera (1994, 2000). Cuando se hace manual se puede cubrir con el mulch de las mismas


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arvenses arrancadas, para retardar el crecimiento de las nuevas generaciones de arvenses y para aportar materia orgánica al suelo y a la vez conservar la humedad de éste y evita el impacto directo de las lluvias al suelo. Cuando la desyerba se hace con un herbicida sistémico (Glifosato), las arvenses mueren lentamente conservando una cobertura de protección, sin competencia. El uso de los herbicidas debe hacerse con mucho cuidado, en dosis bajas, en parcheos no en forma general. Con el tiempo hay que buscar sustancias naturales inocuas al ambiente y a los seres vivos y que permitan selectividad de arvenses. La desyerba en la zona de raíces no debe hacerse con herramientas ya que se corre el riego de herir o dañar el sistema radical de las plantas y propiciar problemas sanitarios. También, debe hacerse el manejo de arvenses en los platos desde el punto de vista sanitario de la plantación, ya que de no hacerse oportuno y convenientemente se pueden propiciar insectos plagas dañinas para el cultivo tales como piojos, pulguillas, palomillas, hormigas, escamas, áfidos, y también problemas de enfermedades causadas por hongos al haber mayor humedad, ejemplo llagas. El área del plato depende del porte de la planta perenne, debe hacerse inicialmente de 0,3 m de diámetro y debe crecer entre 0,5 y 1,0 m a medida que se va desarrollando el árbol, lo que depende del porte de la planta. El cafeto requiere de 0,3 a 0,5 m de diámetro, los cítricos 0,5 a 1,00 m, los árboles forestales de 0,5 a 1,00 m, el cacao de 0,5 a 0,8 m, el plátano de 0,3 a 0,5 m. Durante los dos o tres primeros años de la plantación de cultivos como cítricos y frutales, se pueden establecer entre las calles cultivos intercalados por un tiempo, mientras ocurre la plantación, tales como piña, maracuyá, papaya, fríjol, hortalizas (pimentón, tomate chonto, ajíes, habichuela). Los cultivos intercalados deben manejarse bien conservando una distancia de 1,0 a 2,0 m entre los perennes y los cultivos intercalados para evitar una interferencia económicamente negativa entre especies. 4.4 Manejo mecánico de arvenses Es el manejo de arvenses que se realiza utilizando herramientas manuales. Las herramientas más comunes en zona cafetera son el machete, azadón, pala, gambia y guadañadora. Generalmente, el agricultor desnuda y remueve el suelo con estas herramientas propiciando su erosión, con la consiguiente pérdida de espesor de suelo bueno para el desarrollo radical de las plantas. Cuando haya necesidad de utilizar herramientas mecánicas para desyerbar se debe seleccionar la más apropiada para no desnudar ni causar erosión, no usarla en forma generalizada, debe hacerse localizada, por parches. 4.5 Manejo químico de las arvenses


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Debe darse una orientación técnica sobre aplicación de herbicidas en cantidad baja para no causar impacto al medio como ocurre con la tecnología mala y la generalización de su uso. Aunque el ideal es no aplicar herbicidas para no afectar el medio, éstos se requieren para hacer un manejo integrado de arvenses en las laderas, especialmente cuando se presenta predomino de arvenses gramíneas. Lo importante es usar los menos dañinos, en dosis y en cantidades bajas, no masalmente sino por sectores localizados. Por eso es importante el manejo integrado de arvenses (no sólo el uso de herbicidas). Se debe propiciar la investigación de las plantas de producción con acciones alelopáticas, y el uso de sustancias herbicidas de origen vegetal, como componentes importantes del manejo integrado de las arvenses en los cultivos. Los herbicidas son productos químicos que matan las arvenses por contacto o por su absorción. La aplicación de un herbicida debe ser dirigida sólo a las arvenses de interferencia alta a media. La persona que aplica el herbicida debe estar entrenada en seguridad para la preparación del producto, la operación del equipo y el mantenimiento del mismo, al igual que debe manejar las dosis y el equipo de aplicación el cual debe ser el más apropiado con la presión y boquillas convenientes o usar el selector de coberturas de Rivera, 1994, 2000. Es necesario investigar la tecnología y equipos para aplicar apropiada y convenientemente los herbicidas en dosis y cantidades bajas, como lo que ha realizado y viene realizando Cenicafé y no en forma generalizada, como lo hace el agricultor. Cuando se hace una selección correcta de un herbicida y la aplicación se efectúa de acuerdo con las recomendaciones de la investigación, este manejo ha mostrado ser muy eficiente y rentable como complemento de los otros métodos de manejo de arvenses y se convierte en un manejo integrado sin impacto alto sobre el ambiente, ni el cultivo, ni el operario. La decisión de usar o no un herbicida depende de la diversidad de arvenses presentes, entre ellas las coberturas "nobles" de protección. También de factores económicos y de la efectividad y disponibilidad de otros medios de manejo. Se busca el herbicida, la dosis, la frecuencia, el equipo que presente mayor seguridad de no causar daño al ambiente. Los herbicidas son un medio de manejo de arvenses, no el único y de ninguna manera el más efectivo en todos los casos. Se pueden recomendar como complemento del manejo de las arvenses manual y mecánico, combinándolos de acuerdo con la situación que se presente con ellas. Es difícil eliminar los herbicidas totalmente por ahora, hasta no desarrollar métodos eficientes y económicos sin daño al medio. El ideal es llegar algún día a no usar biocidas químicos en la agricultura o desarrollar biocidas provenientes de plantas, que sean inocuas al ambiente y a los seres vivos.


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El uso de herbicidas solos y/o en mezclas en forma continuada, durante mucho tiempo, en una misma zona y cultivo, favorece la población de arvenses que se manifiestan como resistentes o tolerantes a dichos productos o pueden surgir nuevas especies o variedades de arvenses en el cultivo con la agresividad que antes no presentaban. Las mezclas pueden impactar en mayor grado al ambiente. El término herbicidas o "matamalezas", por lo tanto, se refiere a todo compuesto o producto químico que se utiliza para controlar las arvenses indeseables al cultivo, afectan los procesos biológicos de aquellas sin afectar el desarrollo de los cultivos si se aplican bien. 4.6 Aplicación segura de los herbicidas en el manejo integrado de arvenses Los herbicidas cuando se amerite su uso, deben aplicarse con precaución en el manejo integrado de arvenses en cultivos de plantas perennes. Se prefieren aquellos más inocuos. Los herbicidas usados se clasifican según sea la época de aplicación en: Herbicidas preemergentes: Son los que se aplican después de la siembra del cultivo pero antes que germine o broten las arvenses, caso de: diurón y oxyfluorfen, éstos se aplican con suelo desnudo y tienen poder residual alto. Estos productos actúan sobre las arvenses en estado de germinación, requieren lluvia o riego antes y luego de su aplicación para que se distribuyan en la zona de germinación de las arvenses. Se recomienda usar los preemergentes en la etapa de vivero y no para aplicaciones generales en el campo ya que pueden dejar desnudo totalmente el suelo con peligro de erosión. Pueden ser útiles para el plateo de plantas perennes, algunas pueden ser susceptibles al herbicida preemergente (caso café, cítricos, cacao son susceptibles al diurón cuando se platea con este producto). Herbicidas posemergentes: Son los que se aplican después de la emergencia de las arvenses. Pueden utilizarse en cualquier tipo de suelos y no dependen de las condiciones de humedad de éste. Los herbicidas posemergentes pueden ser de contacto como el paraquat (de alta peligrosidad y contaminación ambiental) y sistémicos como el glifosato (ha mostrado versatilidad y bajo impacto ambiental cuando se usa para selectividad de arvenses por parcheos y no en forma generalizada), el 2,4-D sal amina (el cual debe manejarse con cuidado y con aplicaciones localizadas, no generalizadas). Herbicidas de contacto: aquellos cuyo efecto nocivo ocurre casi inmediatamente el producto llega a las primeras células de las hojas o a los puntos meristemáticos, así sean de tallo o de la raíz y solamente actúan en este sitio: Paraguat que a la vez es un desecante de plantas (es un herbicida muy tóxico).


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Herbicidas sistémicos: aquellos que son absorbidos y translocados dentro de la planta para ejercer su efecto en un lugar generalmente distinto al de penetración. Su movilidad se hace a través del sistema vascular de la planta vía simplasto y/o apoplasto. Tienen la ventaja de que en cantidades pequeñas y en dosis bajas permiten la selectividad de arvenses “nobles”lo que se aprovecha para que éstas dominen poblacionalmente y no se requieren aplicaciones masales generalizadas. 4.7 Precauciones que hay que tener en cuenta al usar los herbicidas El agricultor debe estar conciente de los peligros que tienen los biocidas de ahí el que deba conocer bien como es su uso seguro y eficiente. Los herbicidas preemergentes, posemergentes usados en el manejo integrado de arvenses en zona cafetera, no son selectivos a las plantas perennes y presentan toxicidad alta, por esto es necesario aplicarlos con ciertas precauciones tales como:

- Usar aspersora de presión previa retenida (Triunfo 40-100-10, 40-100-16, Calimax 10) o el selector de coberturas desarrollado por Rivera, 1994 (para el caso de los posemergentes sistémicos, no para herbicidas preemergentes).

- Realizar calibraciones previas con agua con los equipos de presión y con las

boquillas que se van a utilizar, para obtener las concentraciones y volúmenes adecuados por aplicar por hectárea con eficiencia alta.

- Usar pantalla protectora para evitar fitotoxicidad por deriva en presencia de vientos

- Utilizar siempre agua limpia, transparente y previamente filtrada. Debe estar libre de

coloides orgánicos y arcillas.

- La presión de descarga debe ser entre 15 a 20 libras por pulgada cuadrada (15-20 PSI), para evitar la deriva de los herbicidas hacia las plantas.

- Usar boquillas de descarga baja Tee Jet 800050 para herbicidas sistémicos y Tee Jet

8001 para herbicidas de contacto. Para plateos con herbicidas preemergentes utilizar boquilla de cono hueco HC-3. Usar filtro de 100 mallas por pulgada cuadrada para herbicidas solubles en agua y para herbicidas polvos mojables filtros de 50 mallas por pulgada cuadrada.

- Hacer aplicaciones dirigidas a las arvenses, en forma conveniente y oportuna,

preferiblemente por parcheos y no en forma general.

- No golpear las boquillas, evitar su obstrucción con basuras, suelo y agua sucia con sedimentos.


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- Cuando se tape la boquilla, se puede destapar con una tuna de naranjo o limón; nunca usar chuzos metálicos ya que dañan la boquilla; no soplar con la boca para destaparla ya que se corre el riesgo de intoxicación del operario.

- Se deben comprobar las descargas de las boquillas de bronce cada semana y las de

acero cada 3 semanas. Cuando la descarga de la boquilla aumenta aproximadamente entre 5 y 10%, se debe cambiar ésta por una nueva ya que se están incrementado los costos por las mayores descargas de herbicidas. Para herbicidas costosos, el porcentaje de incremento de la descarga de la boquilla debe ser menor.

Por lo anterior se recomienda:

- No hacer aplicaciones generales de herbicidas continuas o reiteradas, ya que se desnuda el suelo corriendo riesgo alto de causar erosión; por lo tanto es mejor propiciar las coberturas "nobles" mediante manejo integrado, haciendo parcheos frecuentes sobre las arvenses de interferencia alta y media, cada 20 a 30 días.

La frecuencia de la desyerba asegura la disminución de áreas por tratar, baja los costos de desyerba y habrá menor presencia de arvenses de agresividad alta y/o media, esto favorece significativamente a las arvenses "nobles" las cuales entran a dominar. También, en esta forma se protege la biodiversidad.

- No remover el suelo con las desyerbas utilizando herramientas, cuando no sea

necesario usarlas, ya que se causa erosión. Hacer desmatona localizada. - Realizar el plateo manual o con el Selector de coberturas "nobles" desarrollado por

Rivera de Cenicafé (1994).

- Evitar las aplicaciones de herbicidas con aspersora en los platos de plantas perennes menores de 6 meses si no se dispone de un obrero experimentado, de una pantalla protectora o del selector de coberturas "nobles".

- Evitar el contacto de las hojas y las partes verdes o tiernas del tallo del cultivo con

los herbicidas durante su aplicación.

- Colocar la boquilla en la lanza en forma tal que la cortina de aspersión de la solución salga paralela a los surcos del cultivo; con este patrón de aplicación hay menor posibilidad de daños por deriva.

- Es preferible realizar los parcheos de las arvenses con el selector diseñado por

Rivera (1994), con él se ahorra tiempo, es liviano, práctico de usar, la desyerba es más económica y no causa fototoxicidad a las plantas ya que no hay deriva del herbicida y se puede dirigir a las arvenses por controlar, el impacto al medio ambiente es mínimo.


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- Cuando las arvenses estén muy desarrolladas, habrá que cortarlas y esperar que rebroten para aplicar los herbicidas, ya que se activa el crecimiento favoreciendo la acción de éstos en los rebrotes jóvenes, utilizando dosis y cantidades menores.

- No deben usarse los herbicidas como la alternativa única de control en forma

generalizada y reiterada, debe hacerse bajo el criterio del manejo integrado de arvenses, en parcheos y con la combinación conveniente con otros métodos de manejo de éstas si fuere necesario (manejo integrado).

4.8 Seguridad para los operarios al preparar y aplicar herbicidas Una vez seleccionados los herbicidas menos contaminantes, más inocuos, de menor riesgo para el medio ambiente y los seres vivos, deben manejarse con mucha precaución por parte de los operarios para su propia seguridad, al igual que los demás plaguicidas, por tanto se deben tomar las siguiente precauciones:

- Leer las instrucciones de manejo del producto que trae la etiqueta antes de usarlo para evitar riesgos de toxicidad humana y de la planta, como de contaminación de fuentes de agua o del ambiente.

- Tener en cuenta las dosis, cantidades, frecuencias, las tecnologías y equipos de

aplicación que un centro de investigación serio haya determinado, buscando el riesgo menor de impacto para el medio, los cultivos, los operarios y los seres vivos.

- Utilizar guantes para manejar el herbicida y careta protectora durante la aplicación.

No fumar ni ingerir alimentos durante su preparación o aplicación.

- Evitar la aplicación de los herbicidas con aspersión en días con viento, para no causar fitotoxicidad por deriva del producto y para seguridad del operario. Si el viento no es fuerte, se puede evitar con la pantalla protectora instalada en la lanza.

- Tener en cuenta si conviene o no aplicar el herbicida en presencia de abundante sol

(sistémicos) o de baja luminosidad (contacto). Aplicar los herbicidas preemergentes en épocas de lluvia, para que asegure buena humedad en el suelo y el producto trabaje.

- El operario debe bañarse con agua y jabón abundante, inmediatamente termine la

labor. Debe cambiarse la ropa usada para lavarla con agua y jabón.

- Como los productos concentrados son tóxicos, deben mantenerse bajo llave y lejos de los niños, de las personas irresponsables, de los animales y de los alimentos.

- Los herbicidas deben almacenarse en lugares frescos y de luminosidad baja.


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- Los herbicidas pueden ser tóxicos para los humanos, para los peces y los demás animales; no se deben aplicar cerca de estanques o ríos.

- No contaminar las aguas al lavar los equipos. No botar los sobrantes a las aguas,

éstos deben ser reembasados para luego ser reutilizados. Los envases deben ser quemados cuando se puede hacerlo sin peligro para el medio o guardados en tanques de cemento con tapa lejos de las fuentes de agua y de las personas, hasta llevarlos a la industria para reciclarlos, previa utilización de hornos especiales a temperaturas altas, para producir envases nuevos u otros materiales.

5. MANEJO INTEGRADO DE ARVENSES

El manejo integrado de arvenses es el resultado de la combinación conveniente y oportuna de los diferentes métodos de manejo de las mismas (prácticas de cultivo, manual, mecánico, químico y biológico), para aprovechar la ventajas de cada uno, lo que permite seleccionar "coberturas nobles" que protegen el suelo de la erosión, sin competencia económica significativa para el cultivo, si se hace un manejo técnico de ellas y no se permite su crecimiento en la zona de raíces. También, buscando el impacto menor para el ambiente, para el hombre y los seres vivos. El agricultor puede establecer cultivos intercalados entre las calles de las plantaciones perennes en los primeros años, de ser posible técnica y económicamente; de lo contrario debe propiciar el cubrimiento de las calles con coberturas "nobles", mediante el manejo integrado de arvenses. Es muy importante establecer también coberturas como el maní forrajero (Arachis pintoi), el kudzú (Pueraria phaseoloides). Estas coberturas protegen el suelo de la erosión, suministran nitrógeno al cultivo, facilitan las labores agrícolas, favorecen en ocasiones los insectos benéficos. El kudzú puede producir mulch para cubrir el suelo y proteger la humedad y el suelo de la erosión. Estas coberturas pueden establecerse en plantaciones perennes de porte alto. El manejo de plantaciones perennes con coberturas "nobles" no es un costo adicional al manejo de las arvenses, por el contrario se han encontrado reducciones en los costos de las desyerbas en forma significativa (80 a 85%) ya que la dominancia poblacional de estas coberturas limitan el desarrollo de arvenses de interferencia alta y media, de ahí que se pueda considerar esta práctica como un control biológico de arvenses. Cuando se propician los cultivos intercalados y/o coberturas "nobles" entre las calles del cultivo perenne, se pueden presentar ocasionalmente insectos plagas y/o enfermedades, de ahí la importancia de hacer inspecciones periódicas de las plantaciones y contar con asesoría técnica especializada para no correr el riesgo de tomar la decisión de hacer controles generales de arvenses.


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Si ocasionalmente se presenta el caso que una cobertura “noble” sea hospedera de un insecto plaga o de una enfermedad, no indica que necesariamente se requiera la eliminación total y permanente de esta especie de arvense, el especialista orientará su manejo o eliminación controlándola oportuna y convenientemente cuando sea necesario. Si se observan las arvenses que crecen en los cultivos en las diferentes regiones del país, es posible encontrar otras plantas parecidas a las descritas como coberturas "nobles" las cuales se pueden utilizar como coberturas de protección contra la erosión, en cultivos variados y climas diferentes. Algunas de las arvenses "nobles" son resistentes a los herbicidas empleados en las dosis normales, lo que facilita su selección en los programas de manejo integrado de arvenses. 5.1. Pérdidas de suelo por erosión y producción de cafetales al sol, desyerbados con azadón, machete y herbicidas en manejo integrado de arvenses. Gómez y Rivera citados por Gómez et al.,1987 midieron la erosión durante 11 años en parcelas de escorrentía, en suelos derivados de cenizas volcánicas (Melanudands) de textura media, como efecto de la desyerba de cafetales con azadón, machete y herbicidas bajo la modalidad de manejo integrado de arvenses. En cafetales sembrados con progenie F 4 resistente a la roya, en Naranjal, a 1 x 2 m (5.000 plantas ha-1), se establecieron los siguientes tratamientos como componente principal del manejo integrado de arvenses en predios de escorrentía de 600 m2:

- Azadón - Machete - Glifosato 2 L* - Glifosato 1,2 L + 1% úrea - Diurón 1,5 Kg + Paraquat 1,5 L - Diurón 1,0 Kg + Paraquat 1,5 L ó MSMA 3L - Oxyfluorfen 2,5 L + Paraquat 1,5 L - Napropamida 8 Kg + Paraquat 1,5 L

* Las dosis son por hectárea tratada de producto comercial, indicadas por las mismas

casas comerciales del respectivo producto. En la Figura 1 se presentan las pérdidas anuales de suelo para cada uno de los tratamientos de herbicidas con manejo integrado de arvenses. Las pérdidas mayores de suelos por erosión se presentaron en el tratamiento con azadón y las menores donde hubo manejo integrado de arvenses con selección de coberturas nobles, donde se usó Glifosato 1,2 L + 1% urea, solo en parcheos. A partir del tercer año el cafetal prácticamente se cerró. Después de esta época se requirieron solamente parcheos esporádicos para controlar algunas arvenses, lo que se hizo con machete por la dificultad de utilizar los equipos de aspersión por lo cerrado del cafetal.


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Las producciones de cada tratamiento se presentan en la Figura 2. Se recolectaron diez cosechas, cuatro a libre crecimiento y seis con descope.

- Con manejo integrado de arvenses se observaron producciones altas y pérdidas bajas de suelo por erosión, por debajo del nivel de tolerancia (1.000 Kg ha año-1), que equivale a 0,1% del establecido internacionalmente para los suelos derivados de cenizas volcánicas (melanudands), andisoles, caso de los suelos estudiados. Este tipo de resultados, garantiza la sostenibilidad de los recurso suelo y agua.

- La producción de los tratamientos se mantuvo en niveles altos a través del tiempo

(Figura 2), no presentándose diferencias significativas entre suelo desyerbado con azadón y Manejo Integrado de Arvenses con selección de coberturas “nobles”.

FIGURA 1. Curvas de regresión ajustadas para las pérdidas acumuladas de suelos por erosión en cafetales variedad Colombia al sol (1 x 2 m), con manejo integrado de arvenses. Pendiente 60%, suelos Unidad Chinchiná (Melanudands) (1982 - 1992) (Gómez y Rivera, 1992).

y = 2667,1Ln(x ) + 1402R2 = 0,9814

y = 1087,8Ln(x ) + 797,29R2 = 0,9659

y = 880,58Ln(x ) + 274,26R2 = 0,9885

01000200030004000

50006000700080009000

l982 l983 l984 l985 l986 l987 l988 l989 l990 l991 l992

a ño

kg s

uelo

/ha

Log. (Azadón) Log. (Machete) Log. (Glifosato + 1% Urea)


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- El uso de los herbicidas como componente del manejo integrado, es mejor y menos

drástico para el medio por las cantidades menores aplicadas del producto ya que se hace por parcheo y no en forma generalizada, esto permitió una dinámica positiva de plantas de coberturas “nobles”, bajando los costos en las desyerbas hasta en un 40 % usando aspersoras de espalda para las aplicaciones de los herbicidas (Tabla 1).

FIGURA 2. Líneas de regresión ajustadas para la producción acumulada de café pergamino seco, en cafetales variedad Colombia al sol (1 x 2 m), con manejo integrado de arvenses. Pendiente 60%, suelos Unidad Chinchiná (Melanudands) 1982 - 1992) (Gómez y Rivera, 1992).

y = 384,4x + 26 ,6R2 = 0,9927

y = 382,1x - 5,0667R2 = 0,9953

y = 377,53x + 65 ,267R2 = 0,9909

0

1000

2000

3000

4000

5000

l983 l984 l985 l986 l987 l988 l989 l990 l991 l992

año

kg c

.p.s

/ha

Linear (Glifos ato + 1% Urea) Linear (Azadón) Linear (Machete)


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6. MANEJO DE ARVENSES EN CULTIVOS PERENNES Y SEMESTRALES

CON EL EQUIPO SELECTOR DE COBERTURAS "NOBLES"). Con el manejo apropiado de arvenses en los cultivos de ladera se logra la sostenibilidad de los recursos suelo y agua al prevenir los riesgos de erosión superficial y escorrentía alta, que conllevan a un deterioro permanente de los recursos suelo y agua de la zona cafetera colombiana, considerada como un ecosistema frágil. Los suelos de ladera en ninguna época del año deben estar desprovistos de coberturas vegetales. Las arvenses "nobles" se encuentran en mezcla con las arvenses agresivas a los cultivos y por lo general, haciendo parte del estrato más bajo de dicha mezcla. Ha sido difícil para el agricultor hacer la selectividad de las coberturas "nobles" mediante desyerbas tradicionales, lo cual se puede lograr con un manejo integrado de arvenses como lo han demostrado en sus investigaciones Gómez y Rivera (1983) y Gómez et al (1987) en CENICAFÉ . El método químico para el manejo integrado de arvenses por parcheos ha requerido de equipos de aspersión de presión previa retenida, los cuales son costosos y de un uso cuidadoso y técnico, lo que trae limitaciones de uso en suelos de ladera. Muchos agricultores frente a éstas dificultades vuelven a los métodos mecánicos y químicos generalizados e indiscriminados, eliminando las coberturas "nobles". Por lo anterior y con el fin de obviar todas estas dificultades y bajar los costos del manejo integrado de arvenses en plantaciones perennes en establecimiento o establecidas en las plantaciones de cítricos, café, cacao, frutales, ornamentales, forestales entre otros, Rivera

Método

--

--

43,51

26,52

CostoTotal

relativo(%)

Costo total (%)Distribución mano de obra (%)

100,00

106.06

81,92

60,09

100,00

100.06

56,49

73,48

Azadón

Machete

Glifosato

Glifosato+ urea

27,27 14,14 58,59 00,00

26,67 54,29 19,05 00,00

39,29 41,48 00,00 19,23

32,03 43,46 00,00 24,51

Plateomanual Machete Azadón Aplicación

herbicida InsumosMano deobra

TABLA 1. Distribución de costos del Manejo Integrado de Arvenses en cafetales al sol. Var. Colombia F4, a 1m x 2m. suelos Unidad Chinchiná (Melanudands) 1982 - 1985.

Fuente: Gómez et al.., 1987


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(1994) desarrolló el equipo selector de coberturas "nobles" para aplicar herbicidas en forma racional. Con el equipo selector se ofrece al agricultor un sistema de manejo integrado de arvenses permitiendo una selectividad de las coberturas "nobles" en forma sencilla, económica (15 al 20% del costo tradicional del control de arvenses), con cantidades bajas de herbicidas aplicadas localmente, no en forma general lo que trae impacto ambiental bajo y protección del operario, facilitando el establecimiento permanente de coberturas protectoras del suelo contra la erosión, lo que contribuye a la conservación sostenible de los suelos y del ambiente. El equipo selector de coberturas "nobles" tiene un costo relativo bajo, un 8 a 10% del costo de un equipo de aspersión de presión previa retenida incluido el inyector, vale casi o un poco más que el costo de una boquilla de acero. Es sencillo, práctico, liviano, eficiente, de fácil manejo y fácil construcción por el mismo agricultor. El equipo selector permite seleccionar las coberturas de protección en forma oportuna y conveniente, ya que basta con sólo deslizar suavemente el aplicador sobre las arvenses agresivas o de interferencia alta a media y que se encuentran por encima de las coberturas "nobles", es decir, arvenses superiores a 10 cm de altura generalmente, favoreciendo el escape y dominio poblacional de las arvenses “nobles” o coberturas “nobles”. En el manejo de arvenses, se busca afectar aquellas arvenses de interferencia alta a media al cultivo por su sistema radical agresivo, por su porte alto o por su persistencia debido a su estructura fibrosa, suculenta, leñosa, alta semillación y dominancia, entre otras. En un trabajo de investigación realizado en Cenicafé (Moreno y Rivera, 2003), se pudo observar las ventajas que presenta el Manejo Integrado de Arvenses en un sistema de rotación de cultivos semestrales intercalados en las calles del cultivo de café renovado por zoca. En dicho trabajo, el sistema de manejo de arvenses, no afectó la producción media de las dos primeras cosechas de café; (Tabla 2), esto indica que es indiferente el sistema de manejo de arvenses que se decida usar, pero permite optar por el sistema selectivo de arvenses al considerar los beneficios económicos en la reducción de los costos por concepto de ahorro en los jornales que implican el manejo no selectivo de arvenses; la oportunidad de poder mantener una cobertura que reduzca el riesgo de la erosión y por ende un sistema de producción de café sostenible. En consecuencia, estos resultados son un soporte experimental que permite producir café con manejo selectivo de arvenses, sin que se afecte su producción. Además, al recomendar el manejo selectivo de arvenses en los cultivos de café y en la medida de su adopción, se irá formando una actitud positiva de los caficultores frente a esta opción tecnológica, que con el paso del tiempo se espera que haga parte de la cultura agrícola de la zona cafetera colombiana.


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TABLA 2. Promedio de las dos primeras cosechas de café con y sin manejo selectivo de arvenses, en kg/ha de café pergamino seco. Estación Central Naranjal, Chinchiná, Caldas Colombia, 2000. (Moreno y Rivera 2003)

Manejo selectivo de arvenses Distancia de

Siembra del café (m) Secuencia de la rotación

De los cultivos intercalados Con manejo Sin manejo 1.42x1.42 CAFÉ SOLO 3980 3758 1.42x1.42 MAIZ-FRIJOL-FRIJOL 4726 4290 1.42x1.42 MAIZ-FRIJOL-TOMATE 4079 3624 1.42x1.42 MAIZ-TOMATE-FRIJOL 3872 3834 1.15x1.15 CAFÉ SOLO 6184 5259 1.15x1.15 MAIZ-FRIJOL-FRIJOL 5398 5063 1.15x1.15 MAIZ-FRIJOL-TOMATE 4664 4747 1.15x1.15 MAIZ-TOMATE-FRIJOL 5294 5122 1.00x1.00 CAFÉ SOLO 6509 5294 1.00x1.00 MAIZ-FRIJOL-FRIJOL 6222 5117 1.00x1.00 MAIZ-FRIJOL-TOMATE 4579 4273 1.00x1.00 MAIZ-TOMATE-FRIJOL 5448 6043

Media general 5079 4702 Diferencia mínima significativa (Tukey al 5%) 700

Coeficiente de variación (%) 12.93 El manejo selectivo de arvenses no afectó la producción de fríjol, maíz ni del tomate de mesa y la producción de café tampoco se afectó por la presencia de ninguno de estos cultivos en ninguna de las secuencias de rotación. Medias de sus producciones se observan en la Tabla 3. Esto permite la factibilidad técnica de intercalar maíz, fríjol o tomate de mesa en cualquiera de las secuencias de rotación estudiadas con manejo integrado de arvenses haciendo selección de arvenses nobles, sin que se afecte la producción de los cultivos en mención. De esta forma, se puede diversificar la producción de alimentos, bajar los costos de producción de café por el concepto de ahorro en desyerbas, generar empleo rural, obtener ingresos adicionales y garantizar la sostenibilidad de estas opciones de uso de la tierra. Al considerar que tanto las producciones de maíz como las de fríjol, fueron significativamente más altas con manejo selectivo de arvenses, se corrobora el efecto positivo que tienen las coberturas vivas en los cultivos, al favorecer la infiltración y mantener por más tiempo la humedad en el suelo y evitar la pérdida del mismo. Para el caso del tomate, durante gran parte del período de este experimento, las precipitaciones no fueron normales a causa del fenómeno del Pacífico que ocurrió durante su ciclo. El no efecto del sistema de manejo de arvenses en las producciones del tomate en ninguna de sus dos secuencias de rotación, es muy probable que haya sido a causa del riego que se hizo, ante la inminente muerte de las plantas al no regarlas.


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TABLA 3. Media de las producciones de maíz, tomate de mesa y fríjol intercalados con café renovado por zoqueo en tres secuencias de rotación con y sin Manejo Integrado de Arvenses (MIA). Estación Central Naranjal, Chinchiná, Caldas Colombia, 2000 (Moreno y Rivera 2003).

Producción De tomate (t/ha)

Manejo De arvenses

Densidad Del café

Kg/ha de maíz Grano seco

14% De humedad

MTF MFT

Kg/ha grano seco de Fríjol al

14 % de humedad (*)

5000 2991 36.92 27.05 998 Con MIA 7500 2975 46.51 36.04 1377

10000 2405 52.37 31.57 1292 2790 a 45.27a 31.55a 1222a 5000 1757 38.11 27.02 483

Sin MIA 7500 2045 41.81 33.02 761 10000 1821 45.95 36.49 958 1874 b 41.96 a 32.18a 734b Coeficiente de variación (%)

26.3 8.53 9.62 24.32

(*) Media de las secuencias Maíz-Fríjol-Tomate (MFT); Maíz-Tomate-Fríjol (MTF); Maíz-Fríjol-Fríjol (MFF)

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