MANUELA INFANTE: LA ANTIDRAMATURGA

MANUELA INFANTE

(Santiago, 1980), actriz, dramaturga y directora, egresada de la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile. Desde muy temprano participa en diversos proyectos manejando mltiples herramientas, msica, direccin y escritura. Inquieta por el saber, hizo estudios de Puesta en Escena y Anlisis de Texto en el HB Studio en Nueva York, Estados Unidos, y luego un magster en Anlisis Cultural en msterdam, Holanda.

Es fundadora del Teatro de Chile (con Mara Jos Parga, Anglica Vial, Nicole Senerman, Claudia Yoln, Cristin Carvajal, Hctor Morales y Juan Peragallo), compaa con la que ha desarrollado una interesante y slida lnea de trabajo con los montajes de piezas de su autora. Las obras Juana y Narciso obtuvieron el premio del Crculo de Crticos de Arte de Chile, y han sido seleccionadas como mejores montajes del ao en los correspondientes Festivales Internacionales Teatro A Mil.

TEATRO Prat (2002) Juana (2004)

Narciso (2005)

Rey planta (2006)

Cristo (2008)

Manuela Infante: LA ANTIDRAMATURGA Andrea Jeftanovic

Escritora y acadmica, Universidad de Santiago de ChileManuel Infante es otra de las dramaturgas que se suma a la oleada de nuevos autores que surgen a principios del siglo XXI, y ms especficamente al movimiento de autoras y directoras que lideran trabajos teatrales junto a compaas independientes integradas en su mayora por compaeros de escuela. Grupos muy jvenes, dinmicos, que conducen el proceso integral de la puesta en escena procurando un lenguaje y una esttica propia. El estreno de su primera obra, Prat, fue acompaado de una fuerte polmica por develar otras posibilidades de identidad del hroe patrio. Tras el inicial revuelo meditico, Infante ha demostrado una y otra vez estar generando una nueva lnea en la dramaturgia nacional. Manuela Infante ha inaugurado una novedosa escritura y un mtodo de trabajo con su compaa, que es lo que ponen en escena. Tal vez por eso la extensin de sus textos sean ms breves en relacin al poderoso espectculo que se ve, porque lo que se monta ms que una historia es un proceso de investigacin. La creacin colectiva tiene antecedentes en el teatro chileno a partir de fines de los sesenta, teniendo como mximo exponente el grupo Ictus, que buscaba desafiar la estructura acadmica y convencional y en especial, la figura del director como demiurgo. Una dinmica transversal entre sus integrantes que tuvo mltiples registros, entre los que destaca el tratamiento de la contingencia con ojos crticos, apelando al humor, la irona o la empata con el pblico. El trabajo de Infante se pliega a esta renuncia a la figura autoritaria del dramaturgo y el director, pero para liderar un trabajo ms conceptual y abstracto, fuera de toda lgica aristotlica. Ella, en conjunto con los actores, se sumerge en un proceso de lectura, de identificar referentes culturales, de ensayo de definiciones, de preguntas sobre la realidad con sus representaciones y limitaciones para luego ensamblar los materiales de la indagacin. Es por eso que ella a veces se ha definido a s misma como directora artstica ms que como dramaturga. En diversas entrevistas, Infante ha manifestado el carcter de trabajo en equipo en el que actores y directora dialogan en torno a un texto que no tiene punto final, que se modifica y dinamiza en una lgica de influencias mutuas que confluyen en un discurso verbal y escnico que se aprecia en la corporalidad, la escenografa, los objetos y el habla. De esta forma van conformando un lenguaje contemporneo y original. El Teatro de Chile deja a la vista la costura de sus lecturas tericas, citas culturales, atentas miradas al contexto sociopoltico. Autores como Frederic Jameson, Gilles Lipovetsky, Beatriz Sarlo, Jean Baudrillard y Jacques Derrida dan sustento conceptual a su labor en nociones como el capitalismo avanzado, el simulacro, la sociedad del espectculo, la deconstruccin, la posmodernidad. Nociones fciles de identificar en Narciso, Cristo y Juana.Este mtodo de trabajo sigue una tendencia que la terica estadounidense Diana Taylor (2006) identifica en el teatro contemporneo, en el sentido de registrar la lucha autoral para dar sentido al mundo en la palabra, y que esta lucha no solo se quede en la etapa que precede al texto sino que tambin se muestra en escena en tanto posibilidad dramatrgica e interpretativa. Lo tradicional es que el proceso de indagacin sea invisible en el resultado; aqu, por el contario, se exhibe en el escenario a modo de ensayo, de fragmento y residuo. Y para eso se requiere un actor-dramaturgo que entiende y sostiene el texto, que ms que interpretar un rol despliega un proceso de escritura y de investigacin. Ya no es la materialidad del cuerpo o un personaje sino que voces que encarnan sentidos y articulaciones. Textos que se construyen y deconstruyen creativamente, en una escritura que toma lugar en la presencia fsica y visual de la puesta en escena. Incluso en las obras en que ha seguido una historia lineal, con principio, desarrollo y final, como Juana y Narciso, siempre es posible visualizar un teatro-hacedor que toma la prctica dramatrgica como un sistema viviente en el que se cruzan fuerzas que estn el interior de texto y se proyectan al exterior, en especial a la audiencia, de un modo impredecible y fluido.

Infante ha tomado biografas de figuras histricas o literarias como pretextos para crear interrogantes sobre la teatralidad, la representacin, la sutil diferencia entre el original y la copia o sobre la realidad y su construccin a travs del lenguaje. Rey planta (2006), la obra seleccionada para esta antologa, se aparta un poco de ese trabajo colectivo puesto que la autora corresponde cien por ciento a Infante. Se sigue la lnea del personaje histrico y el desmontaje de sentidos y discursos en el escenario, pero en un texto articulado, con una progresin dramtica, una escritura cerrada.La apuesta de este texto no es menor. Cmo se sostiene una obra que es un monlogo de un rey que es mudo y tetrapljico durante ms de una hora? Inspirada en un hecho real ocurrido en Nepal el ao 2001, se construye la historia de un prncipe que luego de dar muerte a toda su familia, por un amor no aceptado, intenta suicidarse pero falla en su intento. Al convertirse en el nico sobreviviente de la familia real, es declarado rey de su pas pese a sus limitaciones fsicas y cognitivas. Rey planta plantea una reflexin en torno al poder, un poder por defecto (el error en el suicidio); un poder inmvil, mudo, en exhibicin: los ciudadanos lo visitan y lamentan las babas fruto de su parlisis. No obstante es un poder omnipresente, omnipotente que dirige el destino de una nacin y a quien le deben pleitesa.La obra fue dirigida por Juan Pablo Perigallo y protagonizada por Cristin Carvajal, cuya palabra interna era suplida por la voz en off de Mara Jos Parga. El texto es en s una reflexin en torno a ese cuerpo preso de una mente que observa, recuerda, siente dolor e impotencia a modo de corriente de conciencia y que se acompaa de tenues gestos. En el escenario vemos al rey sentado detrs de una vitrina, por lo que el espectador tiene la sensacin de estar asistiendo a un museo o a una feria de freaks. El monlogo de un da de este rey en estado vegetal con su sola presencia esttica nos invita a pensar en torno a las paradojas del poder, del ejercicio de ste como tentativa de codificar y demarcar los cuerpos, nos evidencia que entre todos los individuos, como sostiene Foucault, pasan relaciones de poder que no son la proyeccin pura y simple del gran poder del soberano sobre los individuos, sino ms bien el suelo movedizo y concreto sobre el que ese poder se incardina, aunque las condiciones de posibilidad de su funcionamiento sean tan excntricas como la de un monarca que no puede comer ni limpiarse la boca y que espera inmvil desde su cetro que los aos pasen como las moscas que lo acechan. En el transcurso de la obra est el poder porque s, porque se hereda, absurdo, divino. Se alude al poder y sus abusos, a las injustas jerarquas, el dominio total del soberano por sobre sus subalternos. Cuerpos otros que se ridiculizan, se poseen, se maltratan desde el irrevocable y magnnimo orden monrquico.Tambin Rey planta en el cuerpo enfermo del emperador alude a esa omnipresencia que intoxica el alma de los poderosos, a la insensibilidad de su cuerpo y alma (ya no siente cosquillas como no siente compasin de otros), a la soledad de la cpula. La enfermedad como metfora, de la forma que lo sostiene Sontag, es decir, la patologa fsica indicando la anormalidad de quien est en el cetro y domina y doblega a sus sbditos sin percibir ni ver ni empatizar con el otro. El poder, excesivo, absoluto, est enfermo siempre; y enferma a quienes lo ejercen y a quienes lo deben obedecer. Y el texto va ms all, porque a travs de la voz interior conocemos el tormento del rey que, consciente de su crimen, asume el castigo en vida y sabe que es un ser abominable condenado a un estado infinito y mudo que oscila entre la vida y la muerte. Es ms, esa condicin sera peor que la propia muerte, encerrado en un cuerpo que no reacciona ni siente y debe ver, observar, como si fuera el antnimo de Edipo, la debacle que ha causado por matar a sus padres y por gobernar a un pueblo que no puede librarse de l. La pieza va ms all, y tambin reflexiona en torno al poder como espectculo, esta vez un rey vegetal en un escaparate, otras veces un rey al que se le dedican ritos de abusivas pleitesas o lderes investidos de poder en ceremonias no democrticas.

Imposible no pensar dada la contemporaneidad del montaje y la historia de Chile en el general Augusto Pinochet, dictador por diecisis aos de un cruento rgimen poltico, que para ese ao figuraba residiendo en su hogar, perseguido por la justicia internacional y nacional que a su vez tena impedimentos para cursar las sentencias por su controversial calidad de enfermo senil. El tirano acusado de crmenes de lesa humanidad encerrado en la clnica privada The Clinic en la ciudad de Londres, o e luego en su casa en La Dehesa en Santiago. Una guerra librada en su propio territorio, en el cuerpo y la habitacin, como el rey nepals que tras la lmina de vidrio contempla la tragedia personal y colectiva que le antecede y le supera. Un emperador al que no se le puede juzgar pero que al mismo tiempo sigue siendo un smbolo de poder en el que los procesos de castigo, rebelin y justicia de alguna forma rebotan en el cristal, Un rey en vitrina es doloroso, porque era ms fcil protestar cuando se saba que nunca se le iba a escuchar. Pero un rey inmvil, claro, un rey inmvil hace responsables a los pobladores y ejerce un poder invisible y hermoso (Infante, 9). La grieta, fragilidad, que se asoma en sus investiduras complejizan los procesos de las instituciones y de las conciencias de los ciudadanos obligados a enfrentarse a la compasin, al menos a cierta, mnima, de su opresor. Es as como esta pieza seala esta y tantas otras contradicciones que el poder genera en s mismo.Bibliografa.

Foucault, Michel: La microfsica del poder. Madrid, La Piqueta, 1980-------------------: Vigilar y castigar. Mxico D.F. Siglo XXI editores, 1993

Infante, Ana: Rey Planta en http://www.escenachilena.uchile.cl/CDA/dr_obra_contenido/0,1501,SCID%253D18778&OBRASID=18783,00.htmlJeftanovic, Andrea Un escenario propio o el cuerpo en escena: el papel de las dramaturgas en el teatro en Mujeres chilenas. Fragmentos de una historia. Santiago, Editorial Catalonia / Ctedra UNESCO / CIEG / Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, 2008.

Taylor, Diana. Performance and/as History in The Drama Review. 50:1. 2006. New York University and the Massachusetts Institute of Technology.Turner, Cathy and Synne Behrndt. Dramaturgy and Perfomance. New York, Palgrave MacMillan, 2008.

Santiago en 100 palabrasEditorial PlagioSantiago,2010Santiago es una ciudad Narcisa que necesita mirarse a s misma, en torres vidriadas o en el ro Mapocho. La imagen del espejo es una efmera fascinacin pon la propia imagen reflejada en el cristal o en el agua. Como todo gran espejo en un momento se triza y cada habitante toma una esquirla. El concursoSantiago en 100 palabrasha permitido a una amplia gama de ciudadanos ejercer el derecho cvico a escribir la ciudad que habitan. Durante diez aos dueas de casa, ejecutivos, jubilados, estudiantes, peatones, profesores, literatos, obreros, peluqueras, han tomando un pedazo del espejo para contar desde su prisma una historia que les convoca: experiencias de violencia, aventuras de escolares, ancdotas de vecinos, desamores, soledad, aislamiento, viajes interurbanos, discapacidades. Historias condensadas en 100 palabras, en 100 golpes en el teclado, al ritmo de 100 tambores para dar cuenta de una ficcin sbita, una postal urbana, una instalacin, una naturaleza muerta. Micro cuentos que han erigido un imaginario metropolitano que luego se saborea en el vagn del Metro en viajes de ida y vuelta; o en libros de pequeo formato que caben en el bolsillo, o en gigantografas desplegadas en los andenes.

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Ana Harcha: Juegos, ritos y vocesUn siglo de dramaturgia chilena, 191-2010, tomo IVComisin BicentenarioSantiago, 2010

Ana Harcha es una de las precursoras de una nueva oleada que podramos llamar de dramaturgas del siglo XXI. A fines de los noventa emergen voces de dramaturgas jvenes que son parte de la nueva orientacin que va tomando el teatro chileno y que lo va a revitalizar, principalmente gracias a las compaas independientes. Hay varios nombres entre los que destacan, Manuela Infante, Francisca Bernardi, Manuela Oyarzn, Luca de la Maza, Andrea Moro, Daniela Lillo, Mara Jos Galleguillos, Flavia Radrign. Las ms jvenes de este grupo han formado parte de la agrupacin ADN (Asociacin de Dramaturgos Nacionales) y algunas han publicado sus textos en la Editorial Cierto Pez, dirigida por Marco Antonio Coloma, o en Cuarto Propio. Mencin aparte merece la dramaturgista Soledad Lagos, que siguiendo la definicin de Brecht, se dedica ms que a la escritura personal a ensamblar diversos materiales, entre ellos obras de autores consagrados, informes, datos, testimonios, que entregan un contenido y una perspectiva a la compaa y al director.

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Manuela Infante: La antidramaturgaUn siglo de dramaturgia chilena, 191-2010, tomo IVComisin BicentenarioSantiago, 2010Manuel Infante es otra de las dramaturgas que se suma a la oleada de nuevos autores que surgen a principios del siglo XXI, y ms especficamente al movimiento de autoras y directoras que lideran trabajos teatrales junto a compaas independientes integradas en su mayora por compaeros de escuela. Grupos muy jvenes, dinmicos, que conducen el proceso integral de la puesta en escena procurando un lenguaje y una esttica propia. El estreno de su primera obra,Prat,fue acompaado de una fuerte polmica por develar otras posibilidades de identidad del hroe patrio. Tras el inicial revuelo meditico, Infante ha demostrado una y otra vez estar generando una nueva lnea en la dramaturgia nacional.Manuela Infante ha inaugurado una novedosa escritura y un mtodo de trabajo con su compaa, que es lo que ponen en escena. Tal vez por eso la extensin de sus textos sean ms breves en relacin al poderoso espectculo que se ve, porque lo que se monta ms que una historia es un proceso de investigacin. La creacin colectiva tiene antecedentes en el teatro chileno a partir de fines de los sesenta, teniendo como mximo exponente el grupo Ictus, que buscaba desafiar la estructura acadmica y convencional y en especial, la figura del director como demiurgo.