Mas de Trastonro y Sintoma

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Febrero 2008 nº 8 Trastornos y síntomas

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    Febrero 2008

    n8

    PER A LA SALUT MENTAL

    Pg. Valldaura, 214, 1a. plta. 08042 BarcelonaTel. 93 276 16 [email protected]

    [email protected] Trastornos y sntomas

  • LINTERROGANT

  • LINTERROGANT

    Sumari07 Editorial

    Trastorn Mental Greu

    Algunes consideracions teriques08 Las enfermedadesmentales, hoy.Algunospuntosparael debate. Hebe Tizio

    11 Del sntomay susparadojas JorgeSosa

    18 Qu tratamientoparael sujetodesamparado? SusanaBrignoni

    22 Reflexiones sobre el trastornohipercintico (*) Patricia Lombardi

    La clnica26 El cuerpodel nioentre la familia y la escuela(*) RosaGodnez

    31 TDAH: atentos!!almovimiento.Un tratamiento connombredemujer Francisco JosBurgosBonel.

    DiagnostiquesActuals37 Variaciones escolares. De noprestaratencinal sndromededesatencina

    las atencionespedaggicas. PerlaZemanovich

    Connexions

    Altres institucions42 ProgramaSentinela:de vctimaaunaposible subjetividad.El tratamientode la

    palabra. MariaCristinaMaiadeOliveira Fernndez

    Altresdiscursos46 Lacompanyamentacadmico-professionalambadolescents: un espaidintersecci

    on construir unaproposta educativa. XavierOrteu, PilarVerdeguer,MartaVenceslao

    50 Unaexperienciade trabajo enel campo social RosaGodnez,Alicia TorresGuilln.

    Polmiques Contempornies

    57 Elpsicoanlisisdebe formarpartede la sanidadpblica EntrevistaaEric Laurent

    President Dr. Ramon Morera i CastellsGerncia de lInstitut Catal de la Salut Territorial Camp Tarragona

    Secretari Sr. Alfredo LandmanDirector General de lEditorial Gedisa

    VocalsSra. Mai FelipDirectora de relacions externes i protocol del MNACVicepresidenta de Design for the worldDra. Nria Torres EsparzaDirectora de Servei Sanitat Respon, Sistema dEmergncies Mdiques, SA

    Consell de Direcci de la FNBSra. Susana BrignoniSra. Roser CasalprimSra. Carmen Grifoll

    Responsable de Publicaci: Graciela EsebbagComit de Redacci: Susana Brignoni, Graciela Esebbag, Rosa Godinez, Patricia Lombardi, Claudia Romero

    Secretria: Ma. Reyes NogusDisseny i Maquetaci: Ariel Rehinhardt, Montse CodinaImpressi: Limpergraf, S.L.

    ISSN: 1698- 5354Depsit legal: B-38605-2003

    Adrea FNB: Pg. Valldaura, 214, 1a. plta. 08042 BarcelonaTel. 93 276 16 [email protected]@f9b.org

    n8

  • LINTERROGANT

    EditorialEn este nuevonmero LInterrogant, en consonanciaconlalgicaqueorientanuestrapublicacin,quere-mosdarcabidaalacontroversiasobreelabordajedelasllamadasenfermedadesmentales.Delosdiferentespuntos devistaen la interpretacinde losmalestareshumanosnosinteresa,especialmente,mantenerabiertoel debate entre la clnica de los trastornos (trastornosdel comportamiento, del desarrollo, TDAH, etc. ) y laclnicadel sntoma.

    Estedebateentredostiposdeclnicasepresentapara nosotros como una oposicin. A la clnica deltrastornooponemoslaclnicadelsntoma,entendiendoel sntomaarticuladoaunaestructurapsquica.

    Oposicin conceptual y por ende, oposicinclnica. Trastorno y sntoma hacen referencia a dosformas de entender el abordaje de los sufrimientospsquicos.

    La clnica de los trastornos parte de los fenme-nosobservables(porejemplo,problemasdeconducta,dificultades de atencin, hiperactividad) y plantea untratamientogeneralizableparaesosfenmenosobserv-ables.Esunaformadeintervencinquenosueletenermuy en cuenta lo que el nioo el adolescente puedadecirsobresumalestarolascircunstanciasenlasqueeste malestar emerge. Trastorno alude, mas bien, aaquello que, pudiendo hacer sufrir al sujeto que lopadece, trastornaa losque lo rodean.

    Elsntoma,yaensuconcepcinmsamplia,nosremiteaunprocesoquenoesdeltodoevidente.Revelauna verdad y una satisfaccin rechazada y, aunquees vivido como algo doloroso, es una respuesta, unintentode resolucin.

    Cada sujeto tiene una peculiar forma de situarsusntomayderelacionarseconl.Nuestroabordajecontemplaestapeculiaridadycomoconsecuenciaplan-tea una clnica del uno por uno, formalizable en susprincipiosperonoaplicablede formaestandarizada.

    Sibien,lamayoradelosartculoshacenreferen-

    ciaaestadistincinentresntomaytrastornoincluimostambin-comoesnuestroestilo-artculosdeotrasdis-ciplinas,deotrosdiscursosqueabordanlaintervencinenlosdistintoscamposdelaactividadhumanadesdeuna perspectiva que tiene puntos de contacto con lanuestra: establecimiento de lugares para la palabray espacios para la subjetividad en un mundo dondelo neuronal y lo gentico contribuyen a enmudecerloparticularde cadauno.

    Estbamosconstruyendoestevolumencuandonosgolpe la noticia de lamuerte de nuestra compaeray amiga Claudia Romero, psicloga de la FundacinNouBarrisymiembrodelcomitderedaccindeestarevista.

    Queremos evocar su recuerdo en este espacio,manteniendo el compromiso con nuestro trabajo. Esunaformaquetenemosdemantenervivasupresenciay dehacerms soportable suausencia

    Comit de redaccin

    La clnica de los trastornos parte de los fenmenos observables (por ejemplo, problemas de conducta, dificultades de atencin, hiperactividad) y plantea un tratamiento generalizable para esos fenmenos observables. Es una forma de intervencin que no suele tener muy en cuenta lo que el nio o el adolescente pueda decir sobre su malestar o las circunstancias en las que este malestar emerge. Trastorno alude, mas bien, a aquello que, pudiendo hacer sufrir al sujeto que lo padece, trastorna a los que lo rodean.

  • LINTERROGANT8 Algunes consideracions teriques

    1. El campo de la Salud Mental se funda sobre una exclusin.

    Hay una imposibilidad paraconstruirel campode la saludmen-tal ms all de su enunciado comoderecho amparado por las legisla-ciones vigentes. El Comit de saludmentaldelaOMSpuedeintentarunadefinicin:

    La salud mental es el gocedel grado mximo de salud que se

    puede lograr, es uno de los dere-chos fundamentales e inalienablesdel ser humano, sin distincin deraza, religin, ideologa polticao condicin econmica y social.Sin embargo, al no tener cuerpoconceptual propio la llamada saludmental senutredecontenidosdiver-sos,ideolgicosenmuchoscasos,quela transforman en una categora deordenpblico.Esto sehaceparticu-larmentevisibleenel tratamientodela infancia y laadolescencia.

    Estecamposeorganizaalrede-dordeunaexclusin.Enrealidadeltrmino salud mental viene al lugarqueocupabanlasenfermedadesmen-tales,merefieromsclaramentealalocura, y a la prdida de la clnicapsiquitricaclsica.Ladiferenciacinentreneurosisypsicosishaquedadoreducida ameros adjetivos. En esteproceso de exclusin es el propiosujetoelquehaquedado fuera.Nopodemos desconocer la importanciadelareddesaludmental,deallque

    Hebe TizioPsicoanalista. Miembro de la ELP. Profesora de la UAB

    Las enfermedades mentales, hoyAlgunos puntos para el debate (*)

  • LINTERROGANT Algunes consideracions teriques

    sehacenecesarioverqudiscursosehace resonar enese vaco.

    2. Un sistema clasificatorio vela el vaco.

    Lo que orienta la accin en el

    campo de la salud mental son losDSM.BastaleerconatencinelDSMparaversobrequbasesseasientaese sistemaclasificatorioquehaco-lonizado todo.

    Las clasificaciones no son ino-centes. Efectivamente, si en 1840est en primer plano la necesidadde clasificar para obtener informa-cinestadsticaparatenerregistrodefrecuenciaen las categoras idiocia-locura, en 1880 se establecen sietecategoras:mana,melancola,pare-sias, demencia, dipsomana, epilep-sia.En1917,pensemosenlaPrimeraGuerra,lasclasificacionessecentranen la distincin entre enfermedadespsiquitricas y neurolgicas graves.Posteriormente,elejrcitodelosEEUUintroduceunanomenclaturamsam-pliaparaenglobaralosenfermosdelaSegundaGuerra.

    Hoy se trabaja sobre trastor-nos. Sin embargo, y esto muestrael vaco sobre el que se asienta elsistema,sesealaquenoexisteunadefinicin que especifique adecua-damente los lmitesdelconceptoSe habla de manera difusa de unsndrome o patrn comportamentalopsicolgicodesignificacinclnicaqueapareceasociadoaunmalestar,etc.Y se sealaquecualquieraseasu causa ha de considerarse comounadisfuncin.

    CuandoseafirmaquelaSaludMental es cada vezms una herra-mientadecontrolsocialquieredecirquesinoseincluyeladimensindelsujetoeselOtroelquedeterminaloscursosdeaccinaseguirpor lavade protocolos homogenizadores. Setrata as de un usuario que tieneuna disfuncin para la que se le

    administrauntratamientoprt--por-terdiseadoenotro lugar.

    3. La diferencia trastorno-sntoma

    Adiferenciadeltrastornoelsn-toma incluye la suposicin de unacausa,laintroduccindelsujetoyladimensindelOtroaquiensedirige,esdecir, la transferencia.

    Tener en cuenta la subjetividadpermite otros mrgenes de eficaciaporque pone en primer plano laresponsabilidad, loquequieredecirquealmalestarenjuegoselepuededar un tratamiento y ser trabajadocon una ganancia de saber para elsujeto. No se trata de un Otro queaplicaun tratamientopreestablecidosino de un Otro que puede soste-ner la transferencia para extraer laparticularidaddel sntomaoayudara construirlo. Este ltimo aspecto escentralycaracterizalaclnicaactualdonde son frecuentes los pasajes alacto.Ayudara construir un sntomaes muy importante en casos dondeparecenohaberdemandaysiestonosehacesepierdealpacientequenoencuentraunpuntodefijacinpara

    poder trabajar loque le sucede.Sindudaque lamedicacines

    til en muchos casos, pero es biensabido que no va sola, se inscribeen una relacin con el Otro. Y esesarelacinlaquesuelefallaryporelloescadavezmayorelnmerodepsicticosquevisitanlasconsultaspri-vadasbuscandohablar,porquesobrelamedicacinyasabenbastantebiencomoycuandoutilizarlayaquienre-currirparaobtenerla.Elfamosotemade la adherencia al tratamiento y ala medicacin no puede entendersesin la transferencia, dado que aun-quenoselaregistreconceptualmenteigualmenteopera.

    4. La prdida de la clnica y la judicializacin.

    Hoyasistimosalfracasodemu-chos tratamientosorientadospor laspremisas de las polticas neolibera-les.Eficiencia,eficacia,rentabilidad,evaluacinson los significantes demoda.Losprotocolossonlasnuevasformasdecontrolsocial,controladosbandaspuescontrolanalsujetoyalprofesional que si no respondea lahomogenizacin puede ser acusado

    Hoy se trabaja sobre trastornos. Sin embargo, y esto muestra el vaco sobre el que se asienta el sistema, se seala que no existe una definicin que especifique adecuadamente los lmites del concepto Se habla de manera difusa de un sndrome o patrn comportamental o psicolgico de significacin clnica que aparece asociado a un malestar, etc. Y se seala que cualquiera sea su causa ha de considerarse como una disfuncin.

  • LINTERROGANT0 Algunes consideracions teriques

    demalaprctica.Esdecir,hayunaprdidade laprcticaprofesional,lo que implica una prdida de latransferencia. Hay que decir queeste problema se plantea en todaslasredesdeatencin,salud,educa-cin,etc.Unadelasrazonesdelaviolenciaquepareceinvadirelvn-culosocialestenrelacinconestacuestin. La prdida de la funcindelosprofesionalesyelborramien-to de la dimensin del sujeto trasel llamado usuario genera transfe-rencia negativa. Por qu? Porquelossntomasnopuedenatacarsedemaneradirectaconrecursosmora-lizadoresonormativos ynopuedenmedicarse automticamente. La res-puesta subjetiva es el rechazo y loshay de todo tipo, de este modo elpaciente se transforma en la piedraque crea elmismo servicio y con laque tropieza cada da. Y hay quesaber que lo que cae de la red deSaludMental tendr,engeneral,undestinorepresivo,esdecir,lajudicia-lizacinpor laubicacinde laviejacategorade peligrosidad social.

    5. Lo particular del campo de la infancia y la adolescencia

    Este sector siempre ha estadodesprotegidopuesciertoslmitesqueoperaneneltratamientoconlosadul-tosnosehanrespetadoconniosyadolescentes. Para citaralgunos:

    -Cuando se hacen categori-zaciones tales comopre-delictivo ennombredeuna supuestaprevencinsevulneralapresuncindeinocenciaconstitucional.

    Lautilizacindepseudodiagns-ticos al estilo de trastorno disocial-que se estipula como iniciado enla infancia-, comprometen el futurodel sujeto dado que los comporta-mientos disociales de los adultos seubican como teniendo origen en lainfancia.

    -Laobligatoriedaddeltratamien-toenrespuestaalademandadelospadresomaestros sinescucharculeslademandadelnio,muchasvecesabsolutamentediferente, etc.

    -La utilizacin de categorascolectivizantes.Acasohayuncues-tionamientode laepidemiade lostrastornosdehiperactividad?

    -Muchos de los trastornos seorientan sobre el horizonte norma-tivosinmaticesparalasdiferencias,esdecir,sehacenestandarizacionesnormativasen lugardediagnsticosclnicos.

    Dadoqueseconsideraque losniosyadolescentessehallanenunaetapaformativa,enlaactualidad,elejesevaponiendocadavezmseneltratamientocorrector.Frentealasdificultadesexistentesprogresivamen-te se vuelven a plantear tratamien-tosautoritarios. EnFrancia,Sarkosypostula que El castigo es la mejorherramientaparalaprevencin,enInglaterra Blair pondr supernanysobligatorias en los hogares dondevivan nios y adolescentes proble-mticos. Los culpables de absen-tismoescolarsernfichadosalmismotiempoqueseutilizarnlasinforma-ciones confidencialesdeeducadoresyasistentessociales.Setratadeunaincidencia directa del Estado en lafamilia y un retorno a formas queFoucault haba trabajado en Vigilary castigar.(1)

    Asmuchasdelascuestionesqueeranderivadasalareddesaludmen-talsernabordadasdirectamentecontratamientos correctores y estanciasen instituciones cerradas.

    6. Breve final

    SImehepermitidoesbozarunaperspectiva crticanoesporque seapesimistasinoporquecreo,comodijealinicio,quesegneldiscursoquesehagaresonarsernlasposibilidadesqueseabren.Unejemplomuydife-rentea lo sealadoesel trabajodepsicoanlisisaplicadoqueserealizaenlaFundacinNouBarrisyqueseponealalcancedetodosenlaRevistaLinterrogant. All semuestra que sepuede ser verdaderamente eficienteaplicando el discurso analtico quepermitereintroducirladimensindelsujeto,mostrandodistintasformasdeabordajedelostrastornosmsseve-ros,dandoasesoramientoaprofesio-nales y sosteniendo una produccinconcreta.

    Notas(*) IntervencinrealizadaenlaJornadade

    presentacinde la revista LInterrogantN 7, celebrada en el AyuntamientodeNou Barris el 24 de noviembre de2006.

    (1) Foucault, M., Vigilar y castigar, Ed.SigloXXI,Madrid,1990

  • LINTERROGANT Algunes consideracions teriques

    El sntoma como lo que no marcha

    Tomadoensusentidomsamplioeltrminosn-tomaremiteaindiciodeunprocesoencursonodeltodo evidente. Por ejemplo en poltica se puede decir:haysntomasdedistensincuandodeterminadoshe-chosindicanquehayundescensodelatensinsocial.Enelcampodelasaludelconceptoseusanormalmenteenunsentidomsrestringido,indicandounaalteracindelorganismoque revelaunaenfermedadyque sirvepara determinar su naturaleza. Si entendemos que lasalud es el silencio de los rganos, como ocurre enmedicina,unsntomaescomounruido,ocomodiceLacan:unpaloque impideque la ruedagire segn loesperado, es decir, segn el ideal que define lo queesnormal.

    Estaconcepcindelsntomaeslaqueexistetambinen el campo de la salud mental, donde los sntomaspsicopatolgicos se le presentan al sujeto y al cuerpo

    Del sntoma y sus paradojas

    Jorge SosaPsiclogo clnico. Psicoanalista.CSMIJ de la Fundaci Nou Barris per a la Salut Mental

  • LINTERROGANT Algunes consideracions teriques

    socialcomounfracasorespectoalidealoundesajusterespecto a la norma de funcionamiento. En el campode la infancia, por ejemplo, se parte habitualmentedeunaconcepcindeterminadade loquedebesereldesarrollonormaldeunnioyenbaseaeste idealtomadocomonormaseesperaqueelniopasenatu-ralmentepordeterminadasetapasevolutivasycumplacon ciertonmerodeexpectativas en cadaedad.Esohace que cualquier desviacin respecto a lo que seesperadeladquierafcilmentelasignificacindeuntrastornodeldesarrolloentendidocomounsntomacuyacausa puede ser situada - si se descarta la hiptesisdel inconsciente- :a)comoundesarreglomadurativoo un disfuncionamiento cerebral, b) como un error oundficiten losprocesoscognitivos,c)comoelefectode unas condiciones sociales desfavorables para undesarrollonormal,d) comounacombinacindeestostres factores.

    Sindudaestosfactoresexistenydebensertenidosencuentaenelcampodelasaludmental,noobstante,la clnica psicoanaltica nos ensea cada da que unsntomapsicopatolgiconoes slountrastornoqueel enfermo padece de forma completamente inocentesinolaemergenciadeunaverdaddesconocidaporsuconsciencia, la verdaddeuna satisfaccinparadjicapuestoque,ensurepeticinenigmticaeinevitable,elsntomaesalavezunsufrimiento.Estedescubrimientodelpsicoanlisisimplicaalgomuydistintoqueund-ficit al nivel que sea, pues el sntoma pasa a ser elrepresentantedeunapartedelavidapsquicaquehasidorechazadayqueporestamismaraznseimponedeformasintomtica.Portanto,comoprimeraconclu-sin,podemosdecirqueenelprocesosintomticoalgose dice y tambin algo se satisfacems all de lavivenciadolorosaquepuedatenerelyoconsciente.Deellosesigueadems,quesielsntomapsicopatolgicoesundecirqueproduceunasatisfaccin,aunquestanoseavividacomotalporlaconsciencia,entoncesesthechode lenguaje, esel retorno repetitivoe insistentede un decir que no ha sido asumido como tal por elsujeto. Esto puede ser afirmado incluso en relacinalautismo,uncampoenelquenosencontramosconpa-cientesqueavecesnohanaccedidoalafuncindelapalabraysinembargosussntomas,susestereotipias,sus comportamientos de evitacin o sus crisis tienenunalgicaqueslopuedeserconstruidainscribindolaen el campo del lenguaje. En cierta forma podemoscompararcomohicieronFreudyLacan-al sntomacon los jeroglficos egipcios, que fueron capaces depermanecer cerrados sobre s mismos e indiferentesal tiempo hasta que alguien fue capaz de hacerse sudestinatario ydescifrar loquequerandecir.

    El sntoma no es reductible a un trastorno.

    Decamosque,investigadoconlosmediosdelpsi-coanlisislocualnosiempreesposible-unsntomarevelasufuncinderepresentarunaverdadsubjetivayunasatisfaccin rechazadas.Existendiferentes formasde rechazoyestas soncorrelativasenelpsicoanlisisalasestructurasclnicasdescubiertas:neurosis,psicosisyperversin.Hagamosunpocodehistoria.Desdesusprimerosdescubrimientos,Freudtratdeconceptualizaralgo que se le presentaba como una realidad clnicaevidente: el modo de retorno de lo rechazado en laspsicosis y en las neurosis no es el mismo. Podemosapreciarsusesfuerzosporestablecerestadiferenciayaensusprimerosartculos,porejemplolosdedicadosalas Neuropsicosis dedefensa(1).Aosms tarde, ensus Observaciones psicoanalticas sobre un caso deparanoia(elfamosocasoSchreber)Freudintentardefinirlaparticularidaddelmecanismoparanoicoalavezqueesbozaunateorasobrelaformacindesnto-masen laesquizofreniayen laparanoiaapoyndoseenlosconceptosdefijacinyregresin(2).Tambinconstatamosesteesfuerzoporconceptualizarladiferen-ciaestructuralentreneurosisypsicosiscuandodistinguelas neurosis narcisistas - lo que hoy entenderamoscomo el campo de las psicosis de las neurosis detransferencia - lo que hoy entendemos como neuro-sis. Esta diferenciacin tena un sentido prctico fun-damental puesto que Freud haba inventado unmodode tratamiento del sufrimiento psquico basado en lainterpretacindel sentido inconscientede los sntomasenelmarcodeunarelacindetransferencia,esdecir,unarelacinenlacualelanalistaeracaptadocomounobjetoal cual el paciente transfera inconscientementeciertas relaciones infantiles que formabanpartede suhistoria reprimida y que estaban en el origen de sussntomas. Pero Freud haba constatado que el fen-menode la transferencia eradistinto segn se trataradeunaestructurauotra.Enelcasode lasneurosis latransferenciaaparecacomounobstculoperotambinera el principal instrumento de la cura, la condicinpara que la interpretacin de los sntomas resultaraeficaz.Porelcontrario,enlaspsicosis,latransferenciaresultaba inmanejable y se converta en un obstculoinsalvable, as que haba llegado a la conclusin dequelaspsicosisnoerananalizables,almenosconlosmedios tcnicos de que dispona la ciencia psicoana-ltica en aquel momento. De ah la importancia deldiagnstico diferencial, porque permita decidir si unpacientepodabeneficiarseonodeunacuraanaltica.Esevidentequehoyestamosenotromomento,yaque

  • LINTERROGANT Algunes consideracions teriques

    el psicoanlisis ha ampliado su campo de aplicacininventandonuevosmodosdeintervencinytratamientoadecuadosa la estructurade laspsicosis.

    Otro tantopodemosdecirde lasparticularidadesdelaestructuraperversa.En1905,ensusTresensayosparaunateorasexual(3),encontramosaFreudintentan-doestablecerladiferenciaentreelmododesatisfaccinsintomticadelaneurosisyeldelaperversinporque,aunqueunodelosgrandesdescubrimientosdelpsicoa-nlisisesquelasfantasasperversasestnpresentesentodaslasestructurasclnicas,yaentoncesveanecesariodiferenciarestasfantasasdeloqueseralaperversincomo posicin subjetiva. As vemos que muchos aosdespus, cuandoyahaelaboradosu teorade la faseflica y del complejo de castracin en el nio y en lania,retomarelproblemadelaestructuraperversaensuartculoFetichismo,paraencontrarenelmecanismode la renegacin elmodo de rechazo que define laposicinperversa(4).

    Encuantoalmecanismodelapsicosis,Freuddejindicadoque se tratabadeunmodode rechazoyderetornodistintoalde laneurosisyalde laperversin,pero no acab de definir ese mecanismo. Dos de susltimos trabajosdedicadosaesteproblemasonNeu-rosis y psicosis(5) y La prdidade la realidad en lasneurosisyenlapsicosis(6).SerJacquesLacanelque,rescatando el concepto de forclusin utilizado porFreudapropsitodelcasodelHombredelosLobos,yponindoloenrelacinconelcomplejodecastracin,hardelaforclusindelNombredelPadrelacausade la psicosis. Volveremosms tarde sobre este puntoyaqueantesdebemosretomarelproblemadelsntomaentendido comoun trastorno.

    Si el sntoma fuera slo un trastorno, entonces lapoltica consistiraen sueliminaciny si estono fueraposible,por lomenos se tratarade lograramortiguarelsufrimientoqueproduce,adormecerlo,locualsuponeuna luchapermanente e infinita y no una solucin es-table.Es loquepasacuandose intervienenicamentedesdelasugestinolamedicacin.Lointeresantedelaperspectivapsicoanaltica, segn lacualel sntomanosloperturbasinoquetambinimplicaunasatisfaccin

    pulsional, es que aunque sea vivido como algo dolo-roso y disruptivo ya es en cierta forma un intento desolucinen lamedidaqueesuna respuestadel sujetoa las exigencias de la vida pulsional. Puede que nosea lanicaposible,o lamsplacentera, y estoabreel campo al tratamiento, pero ya es una solucin enlamedida en que es unmodode satisfaccin para elsujeto.Entonces,vistaslascosasdesdeestaperspectiva,yanosetrataradeencontrarunmododeintervencinqueapuntenicamentea ladesaparicindel sntoma,al contrario, se trataramsbiende tomaral sntomacomo una palanca para operar una modificacin delsujeto, condicin indispensable para conseguir unosefectos teraputicosduraderos.

    Sin embargo, la opcinde consideraral sntomacomo un trastorno que debe ser borrado rpidamentenoesminoritariaennuestracivilizacinsinounavastaoperacincondicionadapordiferentesfactores,quevandesdeladifusindeunaideologaquetiendecadavezmsareduciralsujetoaunpuroobjetodeintercambioen el mercado capitalista hasta la existencia de unosintereses econmicos muy poderosos - especialmentedelaindustriafarmacutica-queintentanimponersuspolticasdeventaacualquierprecio.Evidentementeestaconcepcin rechaza la posibilidad de que un sntomaquiera decir algo, es decir que est vinculado a unsaberparticular,unsaberinconsciente.Alcontrario,loqueafirma,ennombredeunaconcepcinsimplistade loquedeberaserunaciencia,es laobjetivacindelossntomasmedianteunsaberquevaleigualparatodos los casos.De estamanera segeneraun tipodeprctica en que loms particular de cada sujeto - susaber inconscienteysuresponsabilidadsubjetiva-quedanexcluidosalmismotiempoquesediluyetambinla responsabilidaddel terapeuta puesto que su accinse reduce prcticamente a la correcta aplicacin delprotocolo.

    Sin la suposicin de un sujeto del inconsciente,que permita poner en relacin los distintos sntomasdeuncuadroclnicoconunahistoriaparticularyunaestructura subjetiva, lo que vemos surgir es unaproli-feracindetrastornosquesontomadoscomounidades

    ya no se tratara de encontrar un modo de intervencin que apunte nicamente a la desaparicin del sntoma, al contrario, se tratara ms bien de tomar al sntoma como una palanca para operar una modificacin del sujeto, condicin indispensable para conseguir unos efectos teraputicos duraderos.

  • LINTERROGANT Algunes consideracions teriques

    separadaseindependientesyquerequierencadaunoun frmaco y un tipo de psicoterapia especficos. Poreso un sujeto puede ser medicado con un ansiolticoparasutrastornoansioso,conunantidepresivoparasutristeza,conunhipnticoparasuinsomnio,etc.Todoalmismo tiempoy sinque se ledninguna importanciaalacoyunturavitalenquesurgilaenfermedad,alossentimientos de culpa o de vergenza que indican suresponsabilidad inconsciente o a los signos discretos,casi inapreciables a veces, de un desencadenamientopsictico. Con esta manera de entender la clnica sepierdelomsimportantequeeselsentidodelaen-fermedad,esdecir,loqueestencausa.Tomemosporejemploelcasodeunaadolescentequeacabadehacerunintentodesuicidiodespusdehabersidocuradaalgunos aos antes de un cuadrodeanorexia.Desdela perspectiva del trastorno, podra parecer que estosdosepisodiosrespondenadosproblemticasdiferentesy nada impide afirmar que el primer tratamiento fueun xito. Todo cambia si introducimos la hiptesis delsujetodelinconscienteyaqueentoncespodremoshacersurgireneldiscursodeesapacienteunaposiblerelacinentre laresolucindelprimersntomayelsurgimiento- aosms tarde - del segundo. Si admitimosque unsntomanoesslountrastornosinotambinunmododesatisfaccindelapulsinpodremossostenerentoncesque loqueno fue tenido en cuenta en el tiempon1retorndemaneramsvirulentaymenossubjetivadaenel tiempon2.Por tanto laestadsticaquecontabilizael primer tratamiento como eficaz desde el punto devista teraputico, resulta falsa desde el momento enque introducimos la hiptesis del inconsciente. Comoven, este tipo de cuestiones son bsicas para poderplantearse de unamanera realista los problemas quenos plantea la salud mental en nuestra poca. Unaobjetivacindelsujetobasadaenunsaberquenoleotorganingunaresponsabilidadrespectoalsufrimientoquepadecenilesuponeningnsabersobreelsentidode sus sntomas lo empuja irremediablemente a iden-tificarse como enfermo y a sentirse completamenteirresponsablede loque lepasa. Loautorizaapensarque el destino, lamala suerte o los otros son los ver-daderos responsables de su dolor y por tanto los quetienen que hacerse cargo del problema. La depresingeneralizada,lacronificacindelossujetosfijadosalosbeneficiossecundariosquelesprocurasuenfermedad,sonsntomasdenuestrapoca,engranpartederivadosde una ideologa que proclama el derecho a gozarsin tener que pagar ningn precio, sin querer asumirninguna falta. Los servicios de salud mental - tantolos que atienden a nios y jvenes como que tratana losadultos - son testigosprivilegiadosdelhechode

    quesoncadavezmslaspersonasqueseencuentrandesamparadasensucondicindesujetosyatrapadasen esta trampamortal.

    Nuestra posicin es contraria a esta ideologa.Aunqueelsntomapuedaservividocomountrastornolaexperienciaanalticanosenseaqueelsujeto-niooadulto-estatadoasusntomamsdeloquecree,hasta el punto de que una cura pasa necesariamentepormomentos en que aunque no sea consciente delosverdaderosmotivosdesuactitudelpacientehacetodo lo posible por no desprenderse de ese modo desatisfaccinqueessuenfermedad.Las fasesderesis-tencia,lasinterrupciones,losperodosdedesconfianzaen el tratamiento, las curaciones milagrosas o por elcontrario, el agravamiento temporal de los sntomas,tienenengeneralestesentido,aunqueevidentementelarelacindel sujeto con esaparte rechazadade su serno es la misma en cada estructura. Incluso se podradecirqueesenesepuntodondepodemosverificarunadiferencia entre estructuras clnicas. Detengmonos unmomento enestasdiferencias.

  • LINTERROGANT Algunes consideracions teriques

    Neurosis y psicosis

    El sntoma neurtico es el retorno de un saberreprimido, es decir de un saber inconsciente. En efec-to, lo reprimido es algoque el sujeto sabe sobre sudeseoperoquenoquieresaberporquecontradicelaideaquequiere tenerde smismo.Enotraspalabras,porque entra en contradiccin con la satisfaccin queleaportansusidentificacionesideales.Elpreciodeesterechazoeselsntoma,algoinexplicableydoloroso,uncuerpoextraodelqueelenfermoquisieradespren-derseyque sinembargose le imponeconenigmticapersistencia. Las fobias, lasconversioneshistricas, lasobsesiones,lasimpulsiones,testimonianconsurepeticinysuirreductibilidadquenobastaunactodevoluntad,un ejercicio de autodominio o un trabajo reeducativopara eliminarlas, porque su fuerza proviene de otrolugar que no es el yo. No son simples imaginacionesnitampococognicioneserrneas,sinorepresentantesdealgoquesesatisfaceenelinconsciente.Deahprovienesu enigmtica fuerza.Un sntoma neurtico implica la

    satisfaccinsimblicadeunafantasainconscienteyesporestaraznquelacurapsicoanalticadelasneurosisno consiste en una batalla centrada en la eliminacindel sntoma sin interrogarlo, sino en hacer el rodeoque va del sufrimiento consciente del sntoma al goceinconscientedeunafantasa,estoes,undesciframientodel saber inconsciente implicadoenel sntoma.

    En las psicosis nos encontramos con algo com-pletamente distinto, pues resulta que esa satisfaccinrechazada no se ha inscrito ni siquiera bajo la formadeunafantasareprimida.Comoconsecuenciadeello,esaparteamputadade lasimbolizacinretornarenloreal-segnlafrmuladeJacquesLacan-,esdecircomo una experiencia en la que el sujeto no tiene lamsmnimasospechadequeesoconloqueseenfrentasea unaparte rechazadade su ser. Laalucinacin, lacerteza delirante, el exceso manaco, la falta de vidaen la depresin o el pnico del autista cuando en suvida repetitiva y estereotipada emerge el abismo deldeseo del otro, son experiencias en las que podemosreconocer el retorno en lo real de algoque ha sidorechazadode la simbolizacin; algoa lo que sin em-bargoel sujetoseencuentraencadenadoycon loquedeberencontrarlamaneradearreglrselas.Esporesoquetampocoestavezdeberamospensarnicamenteenlaeliminacindelsntoma,considerndolountrastornocompletamenteajenoalsujeto.Nodeberamoshacerloporque, visto desde la perspectiva de un retorno delgoce rechazado, el sntoma ya se plantea como unasolucinalproblemaquelavidapulsionalleplanteaalaparatopsquico;entodocasolanicasolucinqueelsujeto ha encontrado como respuesta a las exigenciasde la vidapulsional.

    Se comprende entonces que la clnica psicoanaltica no apunte a lograr la desaparicin de los sntomas a cualquier precio, en nombre de un ideal de normalidad, sino a lograr que el sujeto construya un sntoma, es decir un modo de satisfaccin, que le permita soportar la vida.

  • LINTERROGANT Algunes consideracions teriques

    El sntoma es una solucin

    La afirmacin de que el sntoma no es verdade-ramente el problema sino un intento de solucin esacorde con la afirmacin freudiana de que el deliriono es la enfermedad sino el intento de curacin. Enefecto,enelcasodeldeliriovemosquese tratadeuntrabajo de elaboracin para dar sentido a una seriede fenmenos de intrusin. Clerembault los llam fe-nmenoselementalesyconsider-deacuerdoconsuspostuladosbiologistas -que tenanunacausacerebralyqueeldelirio era secundarioa losmismos, constitu-yendo un esfuerzo del enfermo por darles un sentido.El psicoanlisis - que no comparte esta hiptesis etio-lgica y consideraque existe una causalidadpsquicao significante de la psicosis - rescata no obstante laideadeconsiderareldeliriocomountrabajosubjetivopara dar sentido a unos fenmenos que el sujeto vivecomoalgocompletamenteajeno.EnsuestudiosobreelPresidente Schreber, Freud plantea que en los mismosfenmenos alucinatorios de la psicosis podemos reco-nocer no slo el retorno de lo que fue rechazado dela vida sexual sino tambin la defensa del sujeto, porejemploen losdesdoblamientosde lafiguradelperse-guidor(7). Aos ms tarde, Lacan, en su tesis doctoraltitulada La paranoia en sus relaciones con la perso-nalidad,afirmarquede lamismamaneraqueen laestructurade lahojaestprefigurada laestructuradelrbol,tambinenlaestructuradelfenmenoelementalyaestnprefiguradaslaslneasdefuerzadeldelirio(8).Nose trataentonces,niparaFreudniparaLacan,deconsiderar al delirio como un esfuerzo del sujeto pordar sentido a un fenmeno cuya causa es orgnica,sino que de entrada elmismo sntoma surge como unmododeinscribirungocerechazado.Esloquevemosenel casodel PresidenteSchreberdondeeldeliriodetrasformacin en lamujer deDios ser sumanera deinscribir en lo real lo no simbolizado del complejo decastracin.Omsexactamente,deinscribirunaprdidaqueesinherentealaconstitucindelsujetoenelordensimblicoalavezquedaunnombreyunalocalizacincorporalalempujede lapulsinsexualqueestenelorigendesuenfermedad.Comprobamosportantoqueel sntoma viene a suplir con su artificio una falta desimbolizacin,algoquesinembargonodebehacernoscreer que sera posible la existencia de un sujeto sinsntomas,esdecirtotalmenteordenadoporlosimblico.Esesujetonoexisteenverdadmsqueenelmundodelos ideales, un sujeto completamente normal y due-o de smismo.No existe porque el desfallecimientode lo simblico es estructural, es la realidad con laque todos lossujetosestnconfrontados.Dehecho las

    diferentes estructuras clnicas son diferentes modos derespuesta a este dficit estructural y por lo tanto sonestructuras sintomticas.

    Para avanzar un poco ms en este camino delsntoma entendido como una solucin y no slo comountrastornovamosareferirnosbrevementeaotrocasodeFreud,aunqueahorasetratadeuncasodeneurosis.EnelAnlisisde la fobiadeunniodecincoaos,conocidocomoelcasoJuanito(9),podemoscomprobarque el sntoma, la fobia al caballo, viene a suplir lafuncinsimblicadelpadre,cuyaposicinenrelacinaldeseodelamadreytambinenrelacinasupropiodeseonolesirveaJuanitodeapoyoparasimbolizarlaseparacinrespectoalamadre,esdecir,lacastracinsimblica(10). Por eso est angustiado. La fobia a loscaballossurgeentoncescomounarespuestaaesacaren-ciapaternaprecisamenteenelmomentoenqueJuanitose encuentra traumatizado por el surgimiento de laexcitacindelpene,unaexcitacinqueenciertaformahace existir su pene como algo separado o separabledel cuerpo, destruyendo as el universo imaginario enel que se haba sostenido hasta ese momento, o sea,la fantasa de que l, como un todo, era el objetoque colmaba el deseo materno. Qu hacer entoncescon su pene, ese pequeo apndice con vida propia?Suereccinintroducelasexualidadensuvertientemstraumtica, pero Juanito no est en las mejores con-diciones para arreglrselas con eso, en primer lugarporque su madre lo coloca a l y no al padre comopartenairesexual,yensegundolugarporqueelpadrenohacedeellalacausadesudeseo.Deestemodosecierraelcaminoquelollevaraatemerasupadreyrenunciarasumadre.Enverdadocurrelocontrario:no teme a su padre y no renuncia a sumadre, oseaquelaverdaddelacastracinpermanecereprimiday el sntoma fbico se hace necesario para suplir lafuncinsimblicadelpadreyreintroducirunadistanciarespectoa loque loangustia.Esasqueencuentraunobjeto,el caballo,quepuedecumplir ladoble funcindehacerseelrepresentantedeltraumadelasexualidadypermitira lavez laconstruccindeunordensimb-lico ah donde antes reinaba la angustia. El caballo,enefecto, reintroduceel lmitequenopudosostenerseen el Padre ypermiteal nio construir ununiverso enelquehaylugaresqueleestnprohibidosdebidoalapresencia del caballo y otros que le estn permitidos.Asnosencontramosconquelafobiaaloscaballosesunprincipiodesolucinalaangustiaqueleproduceelencuentroconlapulsinsexualenunmarcoincestuosoy tambinun llamadoalpadrecomorepresentantedela ley, como aquel que debera ayudarlo a separarsede lamadre y a situarse como ser sexuado. Podemos

  • LINTERROGANT Algunes consideracions teriques

    ver entoncesque la funcindelpadreenelpsiquismoconstituye una solucin al traumade la pulsin. En lamedidaenqueessituadocomoelqueprohbeelgocede lamadre a la vez que puede gozar legtimamentede ella, el padre es el sntoma neurtico por exce-lencia, el modo neurtico de inscribir por un lado laprdida constitutiva del sujeto y por otro la versindel goce sexual que operar desde su inconsciente ydeterminar sus elecciones de objeto. Por eso al finaldesuenseanzaLacanhablabadelNombredelPadrecomodeunaperversin,jugandoconelequvocoenfrancsentreperversinypere-versin,laversindel padre sobre lo que es el goce. Algo que nos dauna ideamuy clara de la funcin de nominacin queLacan leotorgaba.

    Sepodrapensar entonces - comode hecho llega pensar Freud despus de escuchar a sus pacientesneurticos - que el padre es la verdadera causa de lacastracin, es decir de esa falta de goce que lastra alsujeto,porqueaparececomoaquelqueprohbealhijogozardelamadreyprohbealamadregozardelhijo.Sinembargo,comoLacanhapodidodemostrar,estonoesmsqueunaformaneurticadeseguirsoandoqueesacompletudesposible,cuandoenverdad laprdidadelparasoprimordialnoesobradelpadresinoefectode la constitucin misma del sujeto en el campo dellenguaje.Elpadrenoes lacausade lacastracin sinola manera que tiene el sujeto neurtico de rechazar ydar sentido a esa imposibilidad, es una creacin delneurticoypor lo tantounsntoma.Ahorabien,queelNombredelPadre,como llamLacanaesta funcin,seaunsntoma,noquieredecirquelacastracinlosea.Tenemos que ver entonces qu pasa cuando la funcinsimblicadelpadreno seha inscritoparael sujeto.

    Laclnicadelaspsicosisnosenseaqueenefectohaysujetosenque la funcindelpadrecomovehculodelacastracinyaccesoalcampodeldeseonosehaproducido,hasidorechazadadelasimbolizacin.Estotienecomoconsecuenciaunamodificacinde lasrela-cionesdelsujetoconellenguajeyconelgocepulsionalyaqueelpsicticoseverobligadoainventarotrotipode solucin para articular la prdida que introduce ellenguajeconlasatisfaccindelapulsinenraizadaenel cuerpo.Enestecamponosencontramoscon sujetosacosadosporfenmenosquepuedenserordenadosendosvertientes:porunlado,losfenmenosquepresenti-ficanlanegatividadmortferadellenguaje,lapresenciaabsolutadelafaltasinningunacompensacin.Porotro,losfenmenosderetornodeslocalizadodelgocepulsio-nal,comounexcesoquenovieneacolmarningunafalta(11). Tanto si este exceso est situado en el otro(ej. Paranoia), en el cuerpo (ej. Esquizofrenia), o en

    unaculpabilidaddelirante (ej.Melancola), siempre setrata de algo de lo que el sujeto se quiere separar,al puntodequepodramosdecir que si hayundeseoen las psicosis es el de producir esa separacin, esanegativizacin del goce(12). Basta con dirigirse a losfenmenosclnicosarmadoconestasherramientasparareconocer esto en los diferentes tipos de psicosis, esdecir en losdiferentesmodosde retornoen lo realdeloqueha sido rechazadode lo simblico.

    Por tantoelsntomaenlaspsicosis tambinesunesfuerzoporarticularlaprdidaqueimplicaellenguajecon la satisfaccin que exige la pulsin, de la mismamaneraqueelpadreen tantosntomapermitehacerloen las neurosis. Se comprende entonces que la clnicapsicoanaltica no apunte a lograr la desaparicin delossntomasacualquierprecio,ennombredeunidealde normalidad, sino a lograr que el sujeto construyaun sntoma, es decir un modo de satisfaccin, que lepermita soportar la vida.

    Notas(1) Freud, S. Las neuropsicosis de defensa (1894) y Nuevas

    Observaciones sobre las neuropsicosis de defensa (1896).Obras completas, BibliotecaNueva,Madrid,1981

    (2) Freud, S. Observaciones psicoanalticas sobre un caso deparanoia (demencia paranoide) autobiogrficamente de-scrito (1910 1911). Obras completas, BibliotecaNueva,Madrid,1981

    (3) Freud,S.Tresensayosparaunateorasexual(1905).Obrascompletas, BibliotecaNueva,Madrid,1981

    (4) Freud, S. Fetichismo (1927). Obras completas, BibliotecaNueva,Madrid,1981

    (5) Freud,S.Neurosisypsicosis(1923-1924).Obrascompletas,BibliotecaNueva,Madrid,1981

    (6) Freud,S.Laprdidadelarealidadenlasneurosisyenlaspsicosis(1924)Obrascompletas,BibliotecaNueva,Madrid,1981

    (7) Freud, S. Observaciones psicoanalticas sobre un caso deparanoia (demencia paranoides) autobiogrficamente de-scrito(1919-1911),pag.1511.Obrascompletas,BibliotecaNueva,Madrid,1981

    (8) Lacan,J.Delapsicosisparanoicaensusrelacionesconlapersonalidad.SigloXXI, BuenosAires.

    (9) Freud,S.Anlisisdelafobiadeunniodecincoaos(casoJuanito)(1909).Obrascompletas,BibliotecaNueva,Madrid,1981.

    (10) Ver la lectura que hace J. Lacan del caso, especialmente enLas relaciones de objeto (libro IV de su Seminario) yLasformacionesdelinconsciente(libroVdesuSeminario).Ed. Paidos, BuenosAires.

    (11) Ver Colette Soler, Prdida y culpa en la melancola, enEstudios sobre laspsicosis, Ed.Manantial.

    (12)VerJacquesAlainMiller,Producirelsujeto?,enMatemasI, Ed.Manantial, BuenosAires,1987.

  • LINTERROGANT8 Algunes consideracions teriques

    El trabajoconeducadoressocialesconvocaalospsicoanalistasapre-guntarseporaquelloquetransmiten.Cuestionescomoququeremosdecircuandoafirmamosqueelsntomaesunainvencindelsujeto,unmododefuncionamiento,yquehayquesaberque funcin cumple para tocarlo esunadeellas.Siel trabajoeducativo

    estorientadoparaabrircanalesqueconectenalsujetoconlosocialcmohaceeleducadorparasoportaraunsujeto que presenta una fobia esco-lar y que no quiere salir de casa?O cmo trata a un sujeto con untrastorno oposicionista-desafianteque tiene en vilo a la escuela a laqueasiste,produciendo,hoydade

    manerafrecuente,quelacomunidadde padres se organice pidiendo suexpulsindeclase?Ocmorespetaque un nio cante o emita sonidosen momentos inesperados sin inten-tar ordenar su tiempo situando cules el momento para callar o paraexpresarse? Es decir cmo haceparaprivarsede intentareducarlo

    Qu tratamiento para el sujeto desamparado?

    Susana BrignoniPsicloga Clnica. PsicoanalistaCoordinadora del Servicio de Asesoramiento a Residencias de la DGAIA de la Fundaci Nou Barris per a la Salut Mental

  • LINTERROGANT Algunes consideracions teriques

    realpulsional en juego?Elpsicoanalistaenconexincon

    losocialestpermanentemente inte-rrogadoensusdeciresyaqueestosadquierenvalidezenlamedidadesusefectos.Yparaquehayaefectoshacesuoferta.Ennuestrocasolaofertaseorganizaalrededordedos ejes:

    1. producir un lugar de enun-ciacin

    2. introducir, donde hace suaparicin un trastorno, un compor-tamientodesordenado,unapreguntaqueapuntealasignificacinsintom-ticaoqueapunteahaceremergerloqueest en causaenel trastorno.

    A este dispositivo lo llamamossoporte tcnico. En lo efectivo quofrece el ST?El ST es undispositivoqueseofrececomounespacioyuntiempo de lectura: intenta rastrearqu operadores vuelven legibles lassituacionesactualessinquedarseen-ganchadoconlaslecturasqueseefec-tandesdeelsentidocomnodesdelgicas homogeneizadoras. Ponederelieveelefectodelaproteccinalainfancia: en el momento en que unnioesconsideradocomodesampa-rado se convierte en un herederodirectodeaquellopor loquees se-parado de su hogar: queda bajosospecha.Sifuemaltratadoserunmaltratador o un nio traumatiza-do; si viva en un entorno adictivotendr adicciones ; si su familia esdesestructurada estar en contra-diccin con las normas y as hastael infinito.

    Intentamos en la conversacinque mantenemos con los educado-

    resdejarensuspensoesascertezas,abriendo all un espacio en el quepueda emerger una pregunta sobreel sujeto en cuestin. Esta preguntaes, a veces, el primer hueco que seproduceparaque el nio encuentreallalgodelordendelamparo.Yesenlaaperturadeeseespaciodondedecidimossiesnecesarioderivaraunnio a tratamiento. Con esto quierosealar que tratamos de poner unfrenoa lasderivacionesquesepre-cipitancuandounniohacesntomaa la institucin en la que vive ge-nerandounmalestarqueintentamosreintroducir en las reuniones que seefectan.

    Loejemplificarapartirdedosproblemticas actuales y frecuentes:los TCy lapsicosis.

    Los trastornos del comportamiento

    A veces seriamos casos a par-tirdelostrastornosquepresentan.Loseducadoresmuchasvecesesperandenosotrosunafrmula-solucinquesea, adems, aplicable a todos loscasosquepresentandichostrastornos.Por eso es interesante seriar: en laseriacin de lo que aparece comorepetidoensumanifestacinpuedenobservarse los puntos de falla en loquehacea la causa.

    Dosniosde12aospresentanigualestrastornosdecomportamiento:explosionesquepareceninmotivadasoexageradas,algunafugadelaes-cuela, dificultades paramantener la

    atencin, algunas agresiones a loscompaerosoa smismos.

    Uno de ellos, S. revela en lasentrevistas con la psicoanalista queloqueloinquietaeslamuerte.Peronosetratadeunpensarenlamuer-te sino de algo que aparece en sucuerpobajolaformadeldespedaza-miento.Habladeunatripapodrida,una tripaquepuedeatacarlo. En elmomentoenqueestaidealoinvadenecesitamoverse:avecesdicesientoun nervio que empieza en las pier-nas.Hayunnopuedenomoverseque lo empuja en el sentido de unintentode vivificacin.

    ElotronioR.,tutelado,estra-do a la consulta por sus constantesexpresionesdeagresividad:sepeleacon otros nios, falta el respeto alos adultos, explota a la mnima,es inteligenteperonoavanzaen losaprendizajes.Enlaescuelaalaqueasiste,consideradaporelcentroenelquevive,comoexcelente,noparande expulsarlo, aunque no lo hacendefinitivamenteporcaridad.R.nosemuestraparanadainteresadoportodoelescndaloqueprovoca.Hijodeinmigrante,desorientadorespectoasusorgenes,lepropongoquetrai-gaa lasesinunplanisferio.Empe-zamos,juntos,arecorrerlosdistintoscaminosquesusfamiliaresrealizaronhastallegaraBarcelona.Trabajaenlasesindemaneradecidida,aunquelos conflictos con su entorno conti-nanintactos.Soyconvocadaaunareuninpor laescuelaen laquees-tnpresentes la tutoradelcentro, lamaestrayelpsiclogoescolar.Quie-

    El soporte tcnico ofrece el tiempo necesario para comprender acerca de las distintas variables en juego. Permite que una decisin sea tomada a partir de un cierto clculo y que pueda sostenerse, en la medida en que hay un soporte, un acto que reintroduce en el campo de las convicciones la incertidumbre, como algo estructural.

  • LINTERROGANT0 Algunes consideracions teriques

    ren entender a R., pobrecito nio,con todo lo que debe haber visto.Enellamerevelanlaconviccinqueimpera y que orienta las interven-ciones en la escuela respecto a R.:se trata segn informa el psiclogoescolar,sinlugaradudasdeuncasodepre-delincuencia,conclusinalaque llega debido a la combinacindeconductasagresivasehistoriadedesamparo.Sepreguntanporqunoest medicado y esperan en ciertamedida que confirme su pronstico.Veo la imposibilidad de cuestionarcualquieradeestas significaciones.

    Retomamos la charla con elequipodeeducadoresdel centroenuna sesin de soporte tcnico y seconstruye una hiptesis: tal vez lasconductasdeR.nosonmsqueunarespuestaalasignificacinpre-delin-cuentequelevienedelaescuela.Estahiptesis permite poner en juego loqueEricLaurentnombracomodes-ajustedelasidentificaciones,esdecirnopermitirqueR.quedefijadoa lasignificacinpre-delincuenteyapos-tar por armar un circuito que no loempujealaprisin.Lapreguntaporel qu hacer? produce un agujero:porun ladocaeel idealenrelacinalaescuelayporotroladoapareceen el horizonte de las decisiones laincertidumbre. Se plantean cambiaraR.deescuelapero ladificultadesquevanatenerquesostenereseactosin tener garantas sobre las conse-cuencias.Elsoportetcnicoofreceeltiempo necesario para comprenderacerca de las distintas variables enjuego.Permitequeunadecisinseatomadaapartirdeunciertoclculoyquepuedasostenerse,en lamedi-da en que hay un soporte, un actoque reintroduce en el campo de lasconvicciones la incertidumbre, comoalgoestructural.

    Vemos como en uno y en elotro ejemplo a igual manifestacinno corresponde lamisma causa, nocorresponde el mismo empuje. Deestosederivaquenoserelmismo

    tratamiento ni en lo clnico ni en loeducativo.Cuando se introduce queen un caso en el lugar de la causahayunaalucinacinolavivenciadelcuerpofragmentadomientrasqueenel otro caso el TC es una respuestaa lo que viene del otro bajo la sig-nificacin pre-delincuente, se pro-duce una orientacin acerca de laposicin que conviene al intervenir.Sin embargo s hay algo comn: elTCes loquecadaniohaconstrui-do, es la forma que ha encontradoparafuncionarrespectoaaquelloporlo que se siente invadido. En estesentido no es lo mismo tratar el TCqueaquelloque invade.Onoes lomismohablardeTCquepreguntarsedequ trastornoprovieneel com-portamiento?.

    Un cantar sin sentido

    Loseducadorestestimonianquehay un antes y un despus a partirdelencuentroconlapsicosis.Cmomanejarse conundiscursoque sub-vierte la lgicahabitual yqueponeen cuestin la tarea educativa? Loseducadoreshandeproducirunfran-queamiento,handeconsentiraelloy

    esahdondeelsoportequeofreceelpsicoanlisispuede tener un lugar.

    C.canturreacuandoestsolo,loqueleocurremuyamenudoyaquetieneunatendenciaalaislamiento.Estecanturreoysupresentacinablica,comosilefaltaratonomuscularhacequeloseducadoresquieranhablardel.Esunpedidoqueaparecedespusdequemediantedistintasestrategiashan intentado despertarlo y hanfracasado, por suerte, en el intento.Respectoalosantecedentestenemosunpadrediagnosticadodetrastornode lapersonalidad,diagnsticoqueencontramosdemanerafrecuenteensujetospsicticosadultosrelativamen-te estabilizados. La madre tiene undiagnstico de psicosis y ha estadovariasvecesingresada.RespectoaC.el primer diagnstico hecho a los 2aoseseldetrastornogeneralizadodeldesarrollo.Losfenmenosqueallaparecenson:balanceo,desatencin,fijacin por objetos como ventilado-resointerruptores.Tambinlentitudyestreimiento.Habladesmismoentercerapersona.Pococontactoocularcon los adultos y con los semejan-tes o los molesta o los ignora. Alsituarseeldiagnsticoeneldesarrolloel tratamiento que se deriva intenta

  • LINTERROGANT Algunes consideracions teriques

    producir una aceleracin en el mis-mo. Lo que obtiene como resultadoesunadesaceleracinqueretornaenla lentituddelcuerpodeC.Despusde los frustrados intentos educativosseproduceuntiempodeesperayladerivacin a tratamiento. Es posiblesostener el tiempo de espera (a ve-ces), dejar de intentar educar a C,en lamedidade laexistenciadeunespacio de conversacin... C. tiene7 aos cuando inicia el tratamientoy si bien mantiene su presentacinablica, muestra que tiene bien or-denado el cuadro familiar, un vagorecuerdodelostratamientosanterio-res y traea sesin jugueteso juegacon los que hay. Habla de miedosraros:enalgnmomento lepareceque los juguetessemuevenmientrasduermeyesreticenteabaarse.Es-cucha ruidos en su cuerpo aunquetal vez sean picores, aclara. Hay

    una indeterminacin en el relato delos fenmenos y no permite que selepreguntedemasiado.

    Me convierto en la depositariade sus molestias y por lo que meinformanhay unamejora en el ex-terior: estmenosaislado.

    Setratadeunapsicosisysevecmolasesinanalticaestableceuneslabnensufuncionamientoquelepermitesustentardeunamaneramsadecuadasulugarenelmundo.Sinembargoeneseprimertiemposevealgo propio de la psicosis en la in-fancia: los fenmenosaunestnporconstruirse,pororganizarse.Duranteel primer tiempo de entrevistas, de4 aos, sale con el padre los finesde semana, mientras la madre estingresada.Alcabodeesetiempolamadrepareceestarmscompensadaycmosuelesucederlosequiposdeatencin a la infancia deciden darvisitas conC.

    En esemomento tiene11aosy se precipita la construccin de undelirio que explica lo que est pre-sente desde los 2 aos. Despus deun llamado de urgencia me cuentaque est invadido demanas, tics ypensamientos.Cadafrasequedicelaconcluyecon lapalabrabiencualsifueraunsignodepuntuacin.Tie-ne pensamientos impuestos: malasmandaciones que le envan desdeel cerebro. No puede decir qu niquien lo enva pero me pregunta sies posible quitarlos. Las manas seconcentran en el acto de defecar:teme que le sucedan cosas terriblesenelcuerpo.Cuandovaahacercacatemequeselerompaelcuerpo,para

    evitarloretiene.Estemomentodedes-encadenamiento invade su vida enel centro: habla con los educadoresinsistentementedesusproblemasparacagar.Loseducadoresseangustianypiensanenllevarloalmdico,hacerlepruebas. Lo comentan en una inter-consultayhaytiempoparaponerunfreno: evitar convertir loque sucedeenobjetodelamedicina.Slodeci-denestablecerunadieta, lacuelganen la nevera yC.puede consultarlacada vez que se inquieta por si laalimentacinesadecuadaono.

    Hastaaquelcaso.Meinteresaremarcar en lo que hace a nuestrotemaqueelabrirun lugardeenun-ciacin para el sujeto hace posibleresituar el malestar por el que estaquejado no slo l sino su entor-no. ParaC. poder hablar en sesinde aquello que lo habita le permitefuncionar en el exterior de maneranormalizada.Porotroladotransmitira los educadores la estructura queestenjuegolesayudaaorganizarlasestrategiaseducativas:engeneralencasosdepsicosissetratadepodercernir lo quenohayquehacer...

    Paraconcluirquieroapuntarqueeltrabajoconjuntoentrepsicoanalis-tasyeducadoresrestituyeuntiempofundamentalenlaexperienciadeunsujeto:setratadeprovocar,sostenery soportar el tiempopara compren-der,tiempoquehabitualmentequedaelidido en las actuaciones. El ST lomantienevivoparapotenciarlacons-truccin de hiptesis que hagan demediadoras,enlocotidiano,entrelossujetosqueintervienenenlosdistintosescenarios sociales.

    Para concluir quiero apuntar que el trabajo conjunto entre psicoanalistas y educadores restituye un tiempo fundamental en la experiencia de un sujeto: se trata de provocar, sostener y soportar el tiempo para comprender, tiempo que habitualmente queda elidido en las actuaciones.

  • LINTERROGANT Diagnsticos Actuales

    Padecimientos de poca y resonancias escolares

    Unafiladeniosesperarecibirsu pastilla, todos son compaerosdel mismo curso. Ellos lo asumencomoalgonaturalqueformapartede sus experiencias escolares. Es-tis muy tranquilos hoy, comenta el

    profesor.EsquetomamoslaRitalina(*),responden los nios a coro. SenombranasmismosconunyosoyADD,rasgoconpretensindeiden-tidad que espera capturar algo delserynoasdeunmododeestarde losnios en la escuela.

    Setratadeunepisodiodelase-rieanimadaSouthPark3queapela

    alaironaparapresentarunamiradacrticasobrelaprcticadifundidadediagnosticar por ADD a jvenes ynios cada vezmspequeos.

    Importa advertir que el trata-miento irnico de una situacin co-tidianaquesedesarrollaenelesce-narioescolar,enunaserietelevisiva,refleja la necesidad de reconocerlo

    Variaciones escolaresDe no prestar atencin al sndrome de desatencin a las atenciones pedaggicas (1)

    Perla Zemanovich2

    psicoanalista y docente

  • LINTERROGANT8 Diagnsticos Actuales

    como un problema y el riesgo desunaturalizacin,al tiempoquepu-ede ser una seal de su expansin,agrego,alarmante.Estudiosrealiza-dos ya en el ao 2002 alertan so-bre el hecho de que 4 de cada 20niossonmedicadosconRitalinaenescuelas de Buenos Aires, SantiagodeChile, San Pablo, Rode Janeiroy PortoAlegre.4

    Laescuelarequiereinterpelarseensuposicinticacuandoprcticasque no son inocuas para la saludfsica y la afectacin subjetiva denios y jvenes se expanden en elcotidiano escolar. El nombrarloscon una sigla como ADD conllevael riesgo de devenir en un estigmadel cual es difcil desprenderse, afi-anzando al sujeto en una posicinque podra haber sido pasajera yque lejos de ayudar compromete surelacinconelaprendizaje.Asimismo,son dudosos los efectos que podraproducir la administracin frecuentede medicacin a edades cada vezms tempranas5.

    Resulta necesario desentraarculessonlasoperacionesquehacenflorecer y expandir prcticas que sibien no son exclusivas del mbitoescolar, son acogidas muchas vecesdemaneraacrticaporpartededo-centes, psiclogos o funcionarios.Analizar los resortes que las hacenposibles permitir encontrar otrosmodos de afrontar los problemas alosqueestasprcticasvendranadarrespuesta.

    De padecimientos individuales a responsabilidades escolares

    Estaramos ante una operacinque a travs de la apelacin a unacategorasegregatoriaqueclasificaanios, nias y jvenes (losque sonADD, los que toman la pastilla)seconstituyecomounadolenciasloindividualalldondehayunproblema

    queesdeordensocialeinstitucional.Dacuentadeelloelhechodequeenla conformacin del problema con-fluyenfactoresqueexpresanlosmo-dosdeproduccindesubjetividadesen esta poca, tarea de la cual laescuelatambinparticipa.Lasrespu-estasquedandiferentes sectoresdela sociedad y el mercado tambinaportana su construccin.

    Unodeesosfactoresintervinien-teseselmododeafrontarelimpo-sible6que todaeducacinconlleva,que es estructural en tanto siemprehayalgoque se sustrae en la tareadeencauzar,atravsdelacultura,lopulsionalquehabitaencadasujeto.Lasdesatencionesodistracciones,fu-gashaciaotrosmundosimaginarios,deseados o padecidos, son una delasformasenquesiempreseexpreseseimposible.Esunamodalidadqueencuentra el sujeto para no dejarseatrapartotalmenteporlaescenaalacualelagentedelaeducacinlocon-voca.Suexpresinescolarfuehistri-camente el no prestar atencin, oelpopularmentellamadoestarenlalunadeValencia7.

    Cada poca busc sus modosde lidiar con ese imposible. Cabeentonces interrogar las razones quehacen difcil afrontar hoy esa tareaen las escuelas, convirtindolas enun terreno frtil para el desplieguedeprcticasque,amientender,soncontrariasal cuidadoeducativo.

    Estas prcticas son intentosfallidos de dar respuesta a las difi-cultadesactualesparaconstituirunaescenaescolarenlaqueseproduzcantransmisioneslogradas,querequierennecesariamente de un intercambiodeatenciones.

    Identificar los factores que es-taranabonandoelterrenoenelquese asientan tales respuestas fallidas,nospuedeayudarabalizarelcaminoalahoradepensarmodosalternati-vosparaafrontar estasdificultades.

    Losadultosalhallarsemuyocu-padosyatentosasuspropias fragi-

    lidades devenidas muchas veces delas circunstancias socioculturales enlas que desarrollan su labor, correnel riesgo de anteponerlas a las delos nios o jvenes que tienen a sucargo, contribuyendo de este modoadiluir esaasimetra necesariaquetoda relacinpedaggica requiere.8

    Los modos en que se tramitanlos avatares por los que transcurrenhoylasinfanciasylasadolescenciasen contextos diversos,muchas vecesadversosycontrastantesconlasrep-resentacionesdeloqueesodebieraserunnioounjovenescolarizado,puedenllevaraposicionesnostlgicasqueatentancontralaposibilidaddeatender,aceptaryreconoceralniooal jovenaquien se est educando.

    La labilidad en las relaciones

  • LINTERROGANT Diagnsticos Actuales

    quemantienenlossujetos,tantoadul-toscomonios,consussemejantesycon los objetos, tiene sus efectos enlos vnculos intergeneracionales. Losmismosseexpresanenlasdificultadespara establecer montajes filiatoriosqueasegurenalasnuevasgeneracio-nessuinscripcinenunagenealogasingular, as comoen una trama ju-rdica, cultural y social.

    Los cambios en los modos depercibiryasumirlaleyylapalabra,eldebilitamientodelasinvestidurasquesostienenlasautoridadessociales,eldesarrollodelastecnologasdeinfor-macinycomunicacin,lafragmen-tacinylasdesigualdadessocialesyeducativasimpactanenlaeficaciadealgunosdispositivosescolaresclsicospara atender a la educacin de las

    nuevas generaciones. Figuran entreelloslagraduacinsegnedades,lostiemposfijos,lossaberesfosilizados,losdesacoplesconlosdiversosmodosenque lasfamiliasregulansusrela-cionesntimasyellugarquetienelaescuelaparalasmismasensusexpec-tativasvitales,ascomolasmanerasdeestablecer lmites y sanciones.

    Podemos pensar entonces quelaprofusindediagnsticosylaad-ministracin de medicamentos pre-tenderanrepararlosdesamarresqueacabamosdedescribir.

    Se trata de una estrategia quepuedeestaralserviciodeenmascararlasdificultadesquetienelasociedadencarnadaenlosadultosquehacenlaescuela,parabrindaratencionesped-aggicasadecuadasaestostiempos.

    Cuandoeldiscursode lapocaquetomasuformaeneste territoriopre-tende ser desmentido, retorna sobrelosniosdiagnosticadosylosadultosdesesperadospor encontrar una so-lucinpor fueradesuspropiasher-ramientas,que sonpedaggicas.

    La escena escolar desbordada

    Entender que se trata de unode los indicios que dan cuenta deldesbordede laescenaescolarenelcontextoactual,nos interpelaapro-ducir otra operacin que va de laexclusivaatribucindelproblemaalsujetoquelopadece,haciaeldiscursoqueloconstituye,reorientandolasre-sponsabilidades y las posibilidadestambinhacia las instituciones.

    Laescuelamoderna,ensucon-stitucinhistricatuvoentresuscuali-dadesfundamentalesdelimitarclara-mentesusbordes.LafuncinotorgadaporelEstadoy suproyectopoltico,losedificios,lasdisciplinas,lasalian-zasconlasfamilias,lapreocupacinporcapturarlaseguraatencindelosalumnos,sonalgunosdelosindiciosqueas loatestiguan.

    Herbart9, all por el siglo XIX,enBosquejoparauncursodePeda-goga advierte que la atencin espara laeducacinunobjeto tan im-portante que se le debe dedicar unestudio ms detenido (p.60). Delmismo modo y an antes que l,Comenio afirmaba que los docentesdeben empezar por hacer dciles yatentosalosalumnos.Lapedagogamoderna cre dispositivos como elpupitre y el guardapolvo para quela atencin de los alumnos no sedispersase. En esta direccin, AnneQuerrien (1979) describe cmo lasmiradassoncaptadasporlamaqui-nariadelpoderdisciplinarioyorga-nizadaspara servirla.10

    Hoy estos dispositivos discipli-narios se encuentran debilitados en

  • LINTERROGANT0 Diagnsticos Actuales

    su capacidad de captar atencionesy miradas. En ese marco es que sediluyen y a veces quiebran aquel-las referencias que hacan posiblela tarea de ensear y el desafo deeducara lasnuevasgeneraciones.

    Cuandosedesdibujanlosbordesque permiten a los sujetos moverseenun territoriodonde las reglases-tn claras, se torna difcil constituirunaescenaeducativa.Lamismacedeentonces su lugar a aquello que ir-rumpe constituyndose en un fueradeescenahaciadondesuelenmigrarlasatenciones.

    Es en esa zona en la que seinstala el problema que nos ocupa,como respuesta a aquello que porfaltadereferenciasparasignificarloqueocurrenosdejaperplejos:Porqunossentimossiempretandesam-parados y los acontecimientos paralos que siempre deberamos estarpreparados nos dejan sin habla, aveces casi completamente aniquila-dos? (Meirieu,2004,12)11

    Ante las perplejidades no setrata de reponer nostlgicamenteaquella escena que fue posible enotrostiempos,tampocoapelandoilu-soriamente a la mediacin qumicadelosmedicamentos,sinodepensarlosmodosdeconformarunaescenaposibleen lascoordenadasdeestostiempos.

    Meirieu12sealatrescondicionesparaqueundispositivopedaggicocumpla su funcin:afirmaquedebepermitirlaconformacindeunespa-ciosinamenazas,poderconstituirseenunlugarendondeelniopuedaaliarseconunadultocontratodaslasformasdeadversidadydefatalidad,y que debe ser rico en ocasiones,estimulaciones y recursosdiversos.

    Laapelacinalsndromedede-satencinescontrariaaestascondi-cionesentantoquelosniosADDseconviertenenunaamenazaparalos adultos y sus compaeros, porcuanto la atencin es supuesta msallde lapresenciadeunadultoal

    cualpuedaaliarseunnioounjovenyacambiopuedeserqumicamenteproducida,y las ocasiones, estimula-ciones y recursos a los que puedeapelar la pedagoga se neutralizanenpronsticosquesuelenconvertirseenunasuertededestinosanticipadosque los convierten de antemano en

    herramientasestriles.Lassentenciassetornanperformativasentantosuel-en determinar el rendimiento de losnios y de los jvenes, por el pesoquetieneenelloselmodoenquesonmiradosporpartedesusmaestrosyprofesores.

    Desatencin, hiperactividad y recursos simblicos

    Frentealdesbordeque lasmu-tuasdesatencionesproducen,eldiag-nstico,lamedicacinyladerivacinestaranocupandoellugardelefectode sentido, de la funcin del amor,del velo simblicopromovidopor lapalabra, el juego, y los contenidosdelacultura,cuyasfuncionesestruc-turantes vale lapena recordar.

    Siguiendo el recorrido de lasrazones ya sealadas en las quela desatencin se asienta, y habidacuenta del carcter fallido de la re-spuestaqueelADDofrece,propongointervenir:

    La escuela requiere interpelarse en su posicin tica cuando prcticas que no son inocuas para la salud fsica y la afectacin subjetiva de nios y jvenes se expanden en el cotidiano escolar.

    El nio desbordado que se crea el jefe del ejrcito irlands,pudo jugar su personaje lidiando contra quienes intentaron estigma-tizarloconlacategoradehiperkintico,tanusualenlapocaenquetranscurriel tratamientoalcualcorrespondeesterelato,comoeshoyelADD.Eldesplieguedeljuegoadiferenciadeloquepuedeproducirlamedicacin, construyenelniounafiliacinconunahistoriaquehasta entonces estaba silenciada. El juego durante las sesiones, ascomo la literatura y los libros de historia en el aula, se constituyeroneninestimablesaliados.Allnoseatendiaunaidentidadapresurada:elterrible,elagresivo,elloco,elhiperkintico,loquepermitihacerderivarlaatencinhaciasusidentificacionesprimariasmediadaspor el analista y hacia los contenidos de la cultura mediados por eldocente que los puso a su disposicin. El que podra haber sido hoyun potencial ADD, transcurri por el jefe del ejrcito irlands, pasoobligadoparaproducir unafiliacin, ypor laobstinacinde lamae-straquenodejdebrindarunaofertaestimulanteque construyunanueva filiacin cultural. Ambas intervenciones se aliaron para que ladesatencin cedieraante lasatencionespedaggicas.

    Experienciaanaltica y escolar recreadaal serviciode resguar-dar la identidadde losprotagonistas

  • LINTERROGANT Diagnsticos Actuales

    sobre la alteracin de lasasimetras desde una perspec-tiva que no es autoritaria sinodemocrtica y necesaria paralograr que nios y jvenes pu-edanhacer yaprender;

    enlasrepresentacionesnostlgi-casquesuponenquetodotiempopasado fuemejor;

    buscando alternativas diversaspara producir filiaciones en elpropio territorio escolar;

    modificandolosdispositivosqueconformanlagramticaylacul-tura escolar.Esterelatodacuentadeunain-

    tervencinquerequiritambindeunms all de la escena pedaggica,peroquenopretendidisputarlepro-tagonismo sino que se ali a ella.Muchas otras pueden tramitarse alinterior del dispositivo pedaggico,apelandoaesaobstinacindelaqueda cuenta el caso.

    Entenderquesetratadelosefec-tos en la subjetividadde undevenirhistricopoltico,consusincidenciasenlainstitucinescolar,contribuyeala promocin de una apuesta con-traria al desplazamiento del podereducativohaciaundiscursoestigma-tizante que mercantiliza el padeci-mientodemuchosniosyjvenes.Encadamovimiento de derivacin quedejaafuerael campode lapalabraydelasresponsabilidadespedaggi-cas, seproduceeldebilitamientodelaautoridadeducativa.

    Notas1 Artculo publicado en DDA ADD,

    ADHD, como ustedes quieran. El malreal y la construccin social GustavoStiglitz(compilador).EdicionesGrama.2006

    2 PerlaZelmanovichespsicoanalistaydo-cente.Desarrollasu laborenelcampode la clnica individual con jvenes yadultos y en el campo de las prcti-cas socio-educativas es investigadoraprincipal en el rea de educacin deFLACSO.Enlaactualidadtrabajasobre

    laproblemticade la funcinadultaydelaautoridadpedaggicaenelvnculoentregeneraciones.

    3 SouthParkesunaseriecmicaanimadacreadaporMattStoneyTreyParkerydistribuidaporWarnerBros.TelevisionytransmitidaporComedyCentraldesde1997 en Estados Unidos de Amricay el desaparecido canal Locomotion yporMTVLatinoamricadesdeel2005.TratasobrelasaventurasdecuatroniosquevivenenelpequeopueblollamadoSouthPark,Colorado.SouthParkhacestira y crtica demuchos aspectos dela cultura americana y tambin sobreeventosrecientes,retalasfirmescreen-ciasylostabesyconfrecuenciaapelaal humornegro.

    4 Referenciatomadadelartculopublicadoen la revistaPsicoanlisisyelHospitalN25:LainfanciaAmenazada,2004,EdicionesdelSeminario,BuenosAires:ADDH: un diagnstico controversial(p,87)cuyasautorassonGabrielaAnlloyMelinaCaniggia

    5 ()enlosEstadosUnidos,enelsegui-miento prospectivo de aquellos niostratadosen la infanciaconRitalina,alcomprobarquemuchosdelosactualesadolescentesnosloson inconsistentesensurelacinalsaber,sinoquetienenconductasimpulsivasvirulentas,sesug-iereunacuidadosacautelaeneldiag-nsticoyenlaindicacindefrmaco.FragmentoextradodeLadesatencindel Otro, Elena Lacombe, en RevistaPsicoanlisisyelHospital,N17(p.47).EdicionesdelSeminario.BuenosAires.2000

    2 Ideaque retoma laafirmacindeSig-mundFreudsobrelastresprofesionesimposibles:educar,curar,gobernar.Freud S., Obras Completas, Prefaciopara un libro de August Aichhorn, T.III, Pg.309.

    7 ComomuchasciudadesdelaEdadMe-dia,Valencia estaba rodeadapor unamuralla en cuya parte exterior habaemplazadaunafortificacinensemicr-culo, conocida como luna en trminosmilitares.Alcaerelsol, laspuertasdela ciudad quedaban cerradas y quienllegaba despus deba pasar la nochefuera de ella. No le quedaba otrorefugio que el de ese bastin. Que-darse(oestar)enlalunadeValenciaconvirti as en equivalente dequedarchasqueado, sin poder cumplir un de-terminadopropsito,conlaconsiguientedesorientacin que ello supone. Existe

    otraversindeldicho,relacionadaconelpuertovalenciano.Porlaprecariedaddesumuelle,losbarcosdebanesperaraquelamarealesresultarafavorable,lo que suceda de acuerdo con el r-gimen lunar. Quien se hallaba en esasituacinflotabasinrumbohastaquelascondicionesfueranapropiadas.EstabapuessujetoalalunadeValencia.Unaviejacoplapopularrecogelafrase,sinaclarasuorigen:Medistecitey,cui-dado!/ teaguardconimpaciencia/lanocheenterahepasado/enlalunade Valencia. (http://www.sermaestro.com.ar/paraelmaestro2.htm).

    8 Estetemafuedesplegadoporlaautoraen el texto Contra el desamparo, enEnsear hoy. Una introduccin a laeducacin en tiempos de crisis. Fondode Cultura Econmica. Buenos Ai-res.2003

    9 JuanFedericoHerbart(1776-1841)fuefilsofoynotablepsiclogoquerealizimportantesaportesalapedagoga.LareferenciaaltextoEnBosquejoparauncurso de Pedagoga. Ediciones de lalectura(s/f)estomadodeltextodeAnaLauraAbramowskiPodransertanam-ablesdedejardemirarporlaventanayprestarmeatencin?(p.97),incluidoenellibroElrenegardelaescuela.Desin-ters,apata,aburrimiento,violenciaeindisciplina (2000, Ediciones HomoSapiens, Rosario, Argentina) cuya au-toracomparteconelpedagogoEstan-islaoAntelo.Elartculopermiteampliarreferencias histricas y actuales sobrela problemtica del prestar atencindesdeunaperspectiva crtica.

    10 Abramowski (op.cit.)11 MEIRIEU, Philippe (2004) Referencias

    para un mundo sin referencias. Ed.Grao.Barcelona.

    12 La referencia fue tomada de DanielKorinfeld (2005) Introduccin, en Au-toridad,violencia,tradicinyalteridad.La pedagoga y los imperativos de lapoca.Silvia Serra (comp.). EdicionesNovedades educativas. BuenosAires.

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    Programa Sentinela: de vctima a una posible subjetividadEl tratamiento de la palabra(*)

    Maria Cristina Maia de Oliveira FernandesPsicloga, psicoanalista, Miembro de la AMP, Miembro de la EBP - Delegacin Paraba

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    Un poco de historia

    El Programa SENTINELA (Programa de Luchacontra el Abuso y la Explotacin Sexual de Nios yAdolescentes) realizaunconjuntodeaccionesdeasis-tenciasocialdenaturalezaespecializada,estdestinadoa la atencin de nios y adolescentes abusados y/oexplotadossexualmenteydesus familias.Surgienelcontextopblicocomounarespuestaan tmidaaesademanda, comopuntodepartidapara laarticulacincondiversos sectoresde la sociedad.

    La propuesta de un espacio en l que funcioneel psicoanlisis bajo la forma de Ncleo en paraleloconelProgramaSentinelafuemuybienrecibida,puesadems de disponerse a la escucha de los casos allasistidos, tenacomoobjetivodiscutirorientaciones ,apartir de las referenciaspsicoanalticas.

    Deestemodo,hubounbuenencuentroentreelProgramaSentinelayelPsicoanlisis,loqueabriunavadetrabajointerdisciplinarioyhalogradolaextensindeldiscursoanaltico,comoinstrumentodeinterlocucinentre los varios campos de saber que abordan a losnios y adolescentes all asistidos: asistentes sociales,psiclogos,pedagogos,abogados y educadores.

    Nuestro desafo

    Al principio, comenzamos en el Programa, conuntrabajoquetenacomonorteelEstatutodelNioydelAdolescenteECA1-permanentementevioladoensusartculos,comosealabanlosmiembrosdelEquipo.Ese Estatuto reza que el derecho al respeto que tieneel nio y el adolescente consiste en la inviolabilidaddesu integridad fsica,psquicaymoraly seradeberde todos,velarpor ladignidaddeestos,ponindolosa salvo de cualquier tratamiento inhumano, violento,aterrorizante,vejatoriouobligatorio.ElEstatutocomoideal regulador pareca ser el partenaire imaginariodel equipo que mediatizaba el trabajo. Renovar esemodusoperandinossirvicomocausa,comoejeparael trabajodelNcleo.

    ElNcleosesirvideunsignificanteunnimementepresente en los relatos de los casos que el Programaasiste:vctima.Apartirdel,orientamosnuestrasdis-cusiones.Deestemodo,asumimoseldesafodetrabajarcon nios y adolescentes que, de vctimas, pudiesenllegararesponsabilizarse,sevolviesensujetosdelpropiodeseo,aldesplazarse el focode insercin.

    Paraeso,sehacanecesarioungiroeneldiscursomilitante del equipo especializado, basado en el ECA no perdiendo de vista la multiplicidad de discursos

    alloperantes-paradarlugaraesesujeto,aniquiladopor la historia del abuso y por el significante que dealladviene.ParafraseandoaFreud,podemosdecirqueel desafo se basaba en all donde era la vctima, elsujetopudieraadvenir, en una torsinde laposicindevctimaaunaposiblesubjetividad.MuchomsquehaceruntrabajodeadaptacinaunEstatutoqueforcluaal sujeto en cuestin, se apuntaba a permitir el surgi-mientodeunademandaqueloincluyeseenuntrabajode tratamientode lo real en juegoen cada caso.

    Inmediatamente de recibida la denuncia, testimo-nibamos de una invasin brutal de lo pblico en loprivado o incluso una irrupcin de lo privado en lopblico. Lo que antes de la denuncia precisaba sercallado,en tantoqueprohibidoprohibicin,muchasveces, impuestapor elabusadoropor la complejidaddelapropiatemticaderepentepasaaserconocidoen todos los sectoresdelProgramayen lacomunidaddondeest inserto el nioy/oeladolescente.

    Somosconstantementetestigostambindelainva-sindeprofesionalesdelaprensaque,enlabsquedadesensacionalismo,nomidenlasconsecuenciasdeesaexposicin en la vida de esos sujetos. Al publicar lacuestin en los diarios y la TV, ellos utilizan artificiostenues que, al revs de omitir su identidad, revelandetallessobrelavctima-inicialesdesunombre,edad,barrio,escuela,etc.provocandoefectosdesastrosos,pues el significante vctima tiende a cristalizarse, unavez que el nio o el adolescente pierde el derecho alanonimatoypasaasermiradocomotalenlacomuni-dadenquevive.EseOtrosocial,apartirdeentonces,tiendea congelaral sujeto enesaposicin.

    Otraconstatacinhechaapriorifuequeladenuncia,muchas veces confiere un cierto status a las familias yotorgaaese sujeto,un lugarenelmundo,aunque seaporlavadelabusosexual.Son,porlotanto,habladas.MuchasfamiliasquesonasistidasenelPrograma,algunasensituacindemiseria,lousanparaobtenerbeneficios2yelequipo,paracumplirconeldeberdesalvara lavctima,noseinterrogabasobreeseotroabuso,eldelas familiasparaconelPrograma.

    Parafraseando a Freud, podemos decir que el desafo se basaba en all donde era la vctima, el sujeto pudiera advenir, en una torsin de la posicin de vctima a una posible subjetividad.

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    Pudimos,as,evaluaralgunascuestionesquecon-feran al significante vctima, una cierta consistencia,dificultandounaorientacinmsadecuadaalcasoporcaso.

    El Trabajo del Ncleo

    DesdeFreud, sabemosquees condicin sinequanon para que un anlisis se d, que haya una impli-cacindelsujeto.RecordemoselcasoDora,cuandollepreguntacualessuparticipacineneldesordendelcualsequeja.Esdeestelugarqueelanalistapromueveuna implicacindel sujetoensusntoma,alldondeelsntoma deber perder satisfaccin para entrar en elplano del deseo. El analista, al mismo tiempo en queacogelademandadelsujetoquerecurrealanlisis,atravsdelmanejodelatransferencia,esdeciratravsdesuacto,muevealsujetodelaposicininconscienteinfantil confortable,de lacual sequeja.Eneste tipodeatencin, noesdiferente, si hayunaqueja

    A partir de los casos discutidos, percibimos lafundamental importancia de un trabajo primordial: untratamiento de la denuncia que favoreca gananciassecundarias visibles, para que viniese a transformarseen queja, condicin para que una escucha analticapudiese operar, dado que la denuncia apunta muchomsauna intervencin/escucha jurdica.

    Al mismo tiempo, otro tratamiento urga: en eldiscurso dominante en el trabajo del equipo, el delAmo.Conunperceptible furorsanandis,conunapre-ocupacin por alcanzar un ideal de normalidad,frentealno-saber,cadacomponentedelequipotendaa proponer soluciones compatibles con su campo desaber. El tratamiento de lo real en juego, que, segnLacan, debera darse por lo simblico, a travs de lapalabra,noeraprioridad,loespecficodecadasujetono tena relevancia.

    En la posicin de objeto gozado por el otro,amedrentado,aterrorizadopor laviolenciade tenerelcuerpousadoyabusadosinsuconsentimientoentiernaedad,presionadopor la familia,por laprensa,por lacomunidad, por la Justicia que le pide detalles sobreloocurrido, lavctima,muchasveces,calla.FrentealapreguntaChevuoi?,constatarsoyobjetodegoce,dejaalnio/adolescentecomopresadelainsensatezdelOtro, loque impidequepuedadirigirsealparahacerlapreguntasobresudeseo,pueslarespuestanose inserta en lo simblico, sinoen lo realdel cuerpo.

    DeestemodoeltrabajodelNcleotambinincluyatencinqueproporcionanalsujeto,atravsdelhabla,unaconfrontacincon lorealdelgoce,hacerpasarel

    saberenesperaalsaberallarticuladoalossignificantesquerepresentanalsujeto,apesarymsalldelabuso,aunque se trate de una eleccin forzada, pues en elProgramaes el analistaque sedirigeal sujeto.

    Convocarloahablarsincensura,hacer llegar lapalabraalldondenohabalugar,esofrecerlaposibi-lidadde,a travsde loquedice,el sujetoabandonarla posicin de goce que se evidencia en el discursopreponderante:soyvctima.Esintroducirunahianciaquesealelavaqueconducedelaquejaalapregun-ta, situando al sujeto en una disyuncin con el sabernecesaria para un trabajo posible y proveer recursospara la formalizacindeun sntoma.

    denuncia queja demanda sntoma deseo

    La tica del Psicoanlisis es la del bien decir. Elanalista,soportandoellugarvacodeldeseo,desaberno saber, destituido de cualquier poder, proporcionaun encuentro con el inconsciente, provoca preguntassobre el deseo, sobre lo que el sujeto pretende decircuandohabla.Soloas,a travsde loquees simboli-zado,podemosaproximarnosaloreal,operando,porla imposibilidaddesignificantizarlo,pueses imposiblede ser dicho. Es en ese sentido que nos orientamosporunanuevadireccin,alapalabradelniooado-lescente para, a travs de ella, promover un freno ala posicinmortfera de goce en que se encuentran apartir delabuso.

    Vieta de Caso clnico

    UncasoquetrabajamosenelNcleoeseldedoshermanasde4y6aosabusadasporlaparejadelamadre,acusadode ser el asesinodelpadredeellas.

    Alprincipio,fueinstauradaunabatallademedidasjurdicasysocialesenelintentodedarlaguardadelasniasalaabuelapaterna,ademsdeimpedirqueellaspasasen losfinesdesemanacon lamadre luegode lasustraccindelasniasdelaconvivenciadaosadeesencleo familiar - ocasiones en que haba reincidenciadel abuso como atencin individual y promocin deactividades socio-educativas enel propioPrograma.

    Laabuela, en laentrevista con laanalista, se re-fera a C, la nia de 4 aos, como vejadita paraexplicar las repetidas y diarias referencias de ella alsexo.Pero,era lapropiaabuelaquiennovacilabaennarrarcondetallesenpresenciadelanieta,suhistoriadeabuso.

    En las consultas, C. se preocupa continuamente,durante los juegos con muecas su preferido en

  • LINTERROGANT Connexions

    mantenerlasfaldasdelasmismasbajaspuesdicequees feomostrar.

    Ella relata con detalles y una cierta angustia, lasembestidassexualesdesusupuestopadrastro,diciendoqueenlacasadelamadrehayunbandidoquemata supadre.

    LassolucionesdadasporC.alainvasindegocedel Otro han servido en el momento de brjulas deltratamiento de esta nia. El trabajo analtico de losmltiples profesionales, tiene como orientacin, hacerque C pueda subjetivar la queja por la va de la in-vencin sintomtica, posibilitada por el encuentro conelanalista.Delaposicindevctimaaladevejadita-otraarmaduradelOtro-comohacercomparecerunsujetodedeseo, esnuestrodesafo.

    Para concluir

    Para concluir, podemos decir que lo que vemosdelinearse en el trabajo an reciente del Ncleo, esunequipomsatentoalsujetoquebuscaelPrograma.Apesarde lospasosmuchas veces tmidos, losprofe-sionales no vacilan endiscutir los casos y susorienta-ciones bajo el prisma de las discusiones en torno delPsicoanlisis.

    ElECAtienehoyunpapelsecundarioeneltrabajo,coadyuvante,entantoqueelsujetovolvialaescena.Msquedeelaboracindecasos,talvezpodamosha-blardeuntratamientodelapalabra,deuntratamientodel goce que bordea los casos y de un tratamientoclnico en la prctica del Programa, en la medida enqueespreciso,conelPsicoanlisis,inventarrespuestasa cada vezquenos es requeridaunaposicin.

    Poder pensar el lugar del analista no solo en elconsultorio, en lo privado, sino afuera, en lo pblico,all donde no se lo espera, all donde no hay comoresponder al malestar, es poder hablar de la palabradepuradapor sudeseo.

    Finalmente,podemoshablardeunespacioqueseabredondeesposiblemarcarunaorientacindiferente.Devctimaa seradaptadaaunEstatuto, esosniosy

    adolescentespuedenservistos,antetodo,msalldelasnormaspreestablecidas,comopartenairedeuntrabajodondepuedanadvenir como sujetosdeseantes.

    Responsable por el ncleo de psicoanlisis con nios:MCristinaMaiadeO. Fernndez.

    INTEGRANTES:Roseana Cavalcanti da Cunha, psicloga, Correspon-dente da Delegao Pb. da EBP, ex-Coordinadora dePrograma (de01/01a02/05)AnaM Vasconcelos asistente social, actual Coordi-nadora.deProgramaAdrianaB.Agra, psicloga, educadoraFrancinete FreireBatista, ex-psiclogaGlaucileneC. Soares, asistente social, ex-educadoraJanileneM.daSilva, asistente socialKelli F.doNascimento, psiclogaMCristianeR.deAlmeida, psicloga, educadoraPatrciaR.daSilva, asistente social, educadoraRossanaS. Leal, ex-asistente socialSilvanaMAOliveira, pedagoga, ex-educadoraSoniaMdeArajo, assistente social, ex-educadoraTerezinhade JesusO.Barbosa, advogada

    Notas(*) Artculo publicado en el n 14 de Virtualia, revista digital

    delaEscueladeOrientacin Lacaniana. Traduccin:SilviaBaudini1 Enel original: EstatutodaCrianaedoAdolescente2 Las famlias de los nios y adolescentes inscritos en el pro-

    gramatienenprioridadenotrosprogramassociales,ademsde recibir diero para mantenerlos all insertados, y tenerbenefcios como paseos, comida, billetes de autobus paraacudira los tratamientos, etc.

    La tica del Psicoanlisis es la del bien decir. El analista, soportando el lugar vaco del deseo, de saber no saber, destituido de cualquier poder, proporciona un encuentro con el inconsciente, provoca preguntas sobre el deseo, sobre lo que el sujeto pretende decir cuando habla.

  • LINTERROGANT Altres discursos

    Lacompanyament acadmico-professional amb adolescents:un espai dintersecci on construir una proposta educativa1

    Xavier OrteuPilar VerdeguerMarta Venceslao

    Educadors socials dInsercoop2

  • LINTERROGANT Altres discursos

    Enaquestes lniespresentemunapropostaeducativaquesorgeixdelainterseccientrelespaiprpiamentescolar i lespaiprelaboral.Unaproposta,queparteixdaquestpuntdeconnexideduesrealitatsdiferents,perferpossiblelaconstitucidenousvinclesdelsadolescentsamb el social. Es una oferta adreada a alumnes delESOambelque sanomena fracs escolar.

    Es tracta duna oferta que permet generar novesmodalitatsenlarticulacidelessignificacionspersonalsdaquests jovesamblesdemandesiexignciessocials.s una proposta educativa que ha buscat un escenarisocial -eldelmndel treball-enelque lexistnciadelalumne pugui cobrar un nou valor. Una oportunitatdiferentdeferllaambelmn.Lapropostadacompa-nyamentacadmico-professionalpertant,nopersegueixqueelsadolescentstrobinfeina.Noplantejatreballarcom a alternativa a estudiar. No busca conduir alsnoisinoiesarecorregutsdecarcterprofessionalitzadordescsvalor.Alcontrari,buscahabilitaroportunitatsdesdelcontextdelIESquefacinpossiblenovesinscripcionsenel social i de retruc, en laprpia instituci.

    El valor del treball

    Per una banda sabem que els valors que tradi-cionalment socialitzava el treball han patit profundestransformacions al ritme dels canvis socials. Aquestscanvis,produtsdurantlesltimesdcades,hanacabatafectantalmateixconceptedetreballidelquesentnpertreballar;hanafectatalvalorqueselidnasocialmentipertantalseupaperentantqueinclusorsocial.Aixs especialment important pel que fa a com els jovesincorporen i sincorporenaaquests canvis.

    Peraaquestsjoveseltreballadquireixunvalornou.Les modalitats emergents de vinculaci amb el mercatlaboraldonencomptesdunarelaciflexible,fragmen-tada i suprflua. En aquest escenari molts adolescentstrobeneneltreballuninstrumentperalarealitzacidecertesaspiracionsvinculadesambelconsum.Aaquestaactitudselihadonatunnomquesinteressantconixer:instrumentalitzaci del treball3. De fet , el terme, ve amarcarunadifernciaambaltresusoshistricsdonatsal treball.Sifaunesdcadesel treballeraunmitjderealitzacipersonal,lainstrumentalitzaciapuntaaunamaneradeprendreseltreballenlaquebsicamentser-veixperdisposardediners.Lapromesaderealitzacipersonal, en tot cas, es trobaria en un altre lloc. Totplegat, fa que els recorreguts de certes adolescnciessiguinseqnciesquealternen treball,consum iocienfunci de situacions impossibles de preveure i danti-cipar. s en aquestes seqncies de canvi permanent4

    -i no en la construcci dun projecte professional- onalguns jovesbusquenrespostespera laconstruccidela seva identitat social.

    Aix,per,potserproblemtic.Sabemqueaquestsrecorregutsquedesdunpuntdevistapuramentlaboralespresentencomafragmentats,produeixenefectesdedesqualificaciprofessionaldemaneramoltaccelerada.Snrecorregutspelmercat laboralonelvalordelsub-jectecadacopesbasamenysenlessevescompetnciesprofessionals i ms en la seva actitud. A mig terminisn trajectries que poden adrear a alguns joves aunaprecaritzaci laboral.

    Aaquestfet,calsumar-hilatendnciadeprecipitarla inclusi al mercat de treball daquells adolescentsquefracassenanivellacadmic.Estractadadolescentsqueimmersosenunmomentenelqueelsseusdesitjoscanvienamb facilitat i on la inestabilitat sembla ser lacarta de presentaci, no poden fer cap nuament amblofertaacadmica.Coma resultat semblaque tinguinunaactituddedeambularper linstitut.Adolescents enelsqueeldesigdaprendrehacaigut. Joves situatsenel lmit dallquedinstitut pot encabir.

    s enaquestmarcquedarreramenthemvist ni-xer diferents iniciatives que busquen apropar el mnlaboral a aquests nois. Per cal saber que lamajoriade les vegades aquest apropament es fa en clau dedisciplinament. En elles elmercat de treball esdev unnouAmoqueveaocuparelllocdautoritatperdutperladult.sfcilllegiraquestespropostescomunarevisiiactualitzacidelestesidePestalozzi:educaralpobrea ser pobre remetent-lo al seu valor en el mercat detreball. El natural, per aquest autor, s que el treballposiacadascenelllocquehadocuparenelsocial.En elles sembla que la funci educativa noms puguisostenir-se en lamesura que vincula la socialitzaci ales exigncies del mercat de treball. Per els efectes

    s en aquest context en el que hem desenvolupat una experincia dacompanyament acadmico-professional que ofereix un espai amb valor social, un espai que no expulsa als alumnes de lentorn del institut, sin que busca estratgies per re-inscriurels.

  • LINTERROGANT8 Altres discursos

    daquestesprctiquesmostrenels lmitsde lapropostajaquegenerennous espaisperals restos socials5.

    Calestaradvertitsdoncs:ofertarunnou llocambvalor social no s una empresa fcil. s en aquestcontext en el que hem desenvolupat una experinciadacompanyament acadmico-professional que ofereixun espai amb valor social, un espai que no expulsaalsalumnesde lentorndel institut, sinquebuscaes-tratgies per re-inscriurels. Per tant, amb valor socialds. Es una proposta dacompanyament acadmico-professional,per lapreguntaqueprimerenshauremdefers:quentenemperacompanyament?iperqucalacompanyar-lo?

    Perentendreelsfonamentsdelapropostacalquetinguemencomptedosaspectes.Perunabandaquanparlem dacompanyament fem referncia a una certaposici de leducador. Podem sintetitzar-ho dient quees tracta duna posici en que leducador es deixarorientar pel subjecte. Una posici que li permet es-tar atent aquines sn les dificultats en larticulacidelalumne amb lIES no confonent els efectes amb lescauses.Sibpodemdirqueelsefectesdelesdificultatsdarticulacidelalumnesnlainhibiciacadmica,elconflicte,laviolnciaolerrncia6.sadir,lescauses,hemdebuscar-lesenlaparticularitatdecadallaamblinstituci IESiamblofertadaprenentatgequefa.Enaquestsentit,entenemquelanaturalesadelesdificultatss acadmica. Es tracta de dificultats denlla amb elscontingutsescolarsinodificultatsnicamentdedisciplina.Com a conseqncia la nova oferta educativa no hadempobrirlapossibilitatdefervinclesocialdaquestjoveexpulsant-lodelalgicaacadmica.Alcontrari,hadeferpossiblequecadaalumneconstrueixinous llaosatravsde lampliacide lespossibilitatsde fer vincles.

    Perunaaltrabanda,entenemquelacompanyamentalalumnepretnuncanvidecertesconductesquelhanubicat en un determinat lloc. Per a fer-ho possible calferunapropostadespaisonhihagidisponiblesnovessignificacions per al subjecte. Daqu el nostre intersperlescenarilaboraljaquepotpermetrenovesarticu-lacionsentrelessignificacionspersonalsilesdemandesi exigncies de la vida social i acadmica. Daquestamanera,eltreballdacompanyamentacadmico-professi-onalcomenaperlaconstruccidunsentitenlaparentsense sentit de ladolescncia.

    Lexperincia realitzada

    Lexperinciaquepresentemsha implementatdu-ranteldarrercursacadmicenvarisInstitutsdEducaciSecundria (IES) de la ciutat de Badalona. Es tracta

    dunapropostaadreadaaalumnesqueestanenelquesanomenaaulesobertes,grupsonelcurrculumshaadaptat. Habitualment, en aquests espais, shi podentrobaralumnesambconductesquedistorsionenlambienti el ritme de treball dins laula. Es parla de j