MATERIAL PARA REFLEXIONAR Departamento de Catequesis ... · Confío a la Virgen María, primera...

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MATERIAL PARA REFLEXIONAREN EL AÑO DE LA MISERICORDIA

Departamento de CatequesisVicaría de Pastoral

Arzobispado de Santiago

Mayo 2016

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MATERIAL PARA REFLEXIONAR EN EL AÑO DE LA MISERICORDIAL

Coordinador del Departamento Arquidiocesano de Catequesis P. Jorge Barros Bascuñán

Colaboración: • Giselle García Hjarles (Vicaría de la Esperanza Joven)• Juan José Richter (Vicaría de Pastoral Social Cáritas)• Ana María Ponce Marchant (Vicaría de la Educación)• Victor Villa (Departamento de Comunicaciones)• Patricia Pontiggia García (Zona Oriente)• Diácono José Manuel Borgoño y Mónica Undurraga (Delegación para la Pastoral

Familiar)• Hna. Maggie Loayza ODN

Edición:Hna. Martha Trinidad Juárez Villeda HCJCHna. Gladys De la cruz Castañón HCJC

Corrección de estilo:Mariana Galaz V.

Diseño y Diagramación Mariana Galaz V.

Mayo 2016

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PRESENTACIÓN

Muy queridos hermanos y hermanas catequistas:

En muchas diócesis del mundo la solemnidad de la Ascensión del Señor está tradicionalmente dedicada a celebrar el servicio que la catequesis realiza en la misión de la Iglesia. Como en años anteriores, la Arquidiócesis de Santiago dedicará la semana —que va desde el lunes 2 al domingo 8 de mayo— a un tiempo de oración, reflexión y celebración de este aspecto tan relevante en la acción evangelizadora del Pueblo de Dios.

Hasta el próximo mes de noviembre, solemnidad de Cristo Rey, el querido Papa Francisco nos ha convocado a celebrar juntos el Año Jubilar de la Misericordia.

Quisiera invitarlos para que, durante esta Semana de la Catequesis 2016, unidos a nuestro Pastor y a todas las demás dimensiones de la pastoral de nuestra Arquidiócesis, aportemos desde nuestra propia especialidad en un año relevante que la Iglesia nos regala para anunciar a la sociedad el don de la misericordia.

En el encuentro del equipo coordinador de las zonas pastorales con nuestro Cardenal en agosto del año 2015, él nos recordó una idea importante que enseña el Directorio General para la Catequesis: que existen ocasiones en la vida para realizar catequesis específicas según las circunstancias por las cuales atraviesa la sociedad o la misma vida de la Iglesia. Es lo que se conoce como catequesis circunstanciales.

Los animo durante esta Semana de la Catequesis del Año de la Misericordia a reflexionar y responder a las siguientes preguntas: ¿Cómo la catequesis es una expresión de la misericordia del Señor para nuestros catequizandos? ¿Por qué nosotros catequistas podemos llegar a ser testigos de la misericordia para nuestros hermanos ante los cuales se nos ha concedido el don y privilegio de poder catequizar? ¿Cómo, durante este año pastoral, podemos enseñar este concepto tan importante y distintivo de nuestra fe cristiana e ignorado por la gran mayoría de nuestro pueblo creyente?

En la presentación del Jubileo, Monseñor Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la promoción de la nueva evangelización donde se aloja la coordinación de la catequesis mundial, dijo después de anunciar que el Papa Francisco realizaría algunos signos para llegar a las periferias existenciales: «Pedimos a los obispos y

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sacerdotes que realicen en sus diócesis el mismo signo en comunión con el Papa, saliendo al encuentro de una realidad necesitada en el mundo, para expresar la misericordia con una ayuda concreta y eficaz»1.

He aquí una tarea que va más allá de la catequesis, que implica a toda la comunidad diocesana donde la enseñanza de la fe no puede marginarse, sino que debe contribuir desde su especificidad con sus mejores recursos.

En la programación catequística del año 2016 tiene que estar muy presente este acontecimiento. Se trata de acoger y vivir la Misericordia hasta volvernos misericordiosos en obras visibles. Queda a cada comunidad eclesial la misión de concretar este gran anhelo del Santo Padre en acciones específicas con los catequistas y catequizandos.

Me despido, comprometiendo mi oración por ustedes y por las diferentes iniciativas y actividades que realizaran en este año tan significativo, pidiéndoles que recen también por todos los que tenemos la responsabilidad de conducir este particular servicio de la Iglesia, para que podamos responder a sus deseos y necesidades. Esperamos durante este año tener nuevos y hermosos encuentros con las diferentes catequesis, tanto en sus zonas pastorales como en los ambientes catequísticos que poco a poco se van integrando a nuestro servicio pastoral.

Confío a la Virgen María, primera catequista, y al apóstol que vela por nuestra ciudad, la vocación y misión de cada uno de ustedes al servicio de la catequesis en nuestra querida Arquidiócesis de Santiago.

Con particular afecto los saluda y bendice,

Jorge Barros Bascuñán Pbro.Director Arquidiocesano del Departamento de Catequesis

Arquidiócesis de Santiago

1 L’ Osservatore Romano, año XLVI, n. 19 (2.414), 8 de mayo de 2.015, p. 3.

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SEMANA DE LA CATEQUESIS 2016

Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes SábadoGesto:

Saludo – Abrazo

Gesto:Salir – Visitar

Gesto:Compartir –

Dar

Gesto: Propiciar – Provocar

Gesto:Difundir – Comunicar

Gesto: Todos

Color del día: Amarillo

Color del día: Rojo

Color del día: Celeste

Color del día:

Verde

Color del día:Azul

Color del día:

RosadoEncuentro 1EL SALUDO, BENDICIÓN DE DIOS Y

EXPRESIÓN CONCRETA

EN EL AÑO DE LA MISERI-

CORDIA.

Encuentro 2VISITAR A LOS

LEJANOS Y ENFERMOS

ES UN GESTO CREÍBLE DE MISERICOR-

DIA.

Encuentro 3AL COMPAR-TIR MOSTRA-

MOSLA MISERI-

CORDIA DEL PADRE.

Encuentro 4DEJARNOS

ENCONTRAR POR LA MISE-RICORDIA DEL

PADREPARA PRO-

VOCAR EL EN-CUENTRO CON

NUESTROS HERMANOS.

Encuentro 5CATEQUISTAS COMUNICA-

DORES DE MI-SERICORDIA.

RETIRO EL TERRENO DONDE GER-

MINA LA MISE-RICORDIA.

Texto bíblico

Porque en cuanto oí tu

saludo, el niño saltó de alegría en mi

seno. ¡Dichosa tú

que has creí-do! Porque lo que te ha di-cho el Señor lo cumplirá.

(Lc 1,45)

Texto bíblico

Entonces se acercó y vendó sus heridas,

cubriéndolas con aceite y

vino; después lo puso sobre

su propia montura, lo

condujo a un albergue y se encargó de

cuidarlo.(Lc 10,34)

Texto bíblico

Entonces Je-sús tomó los panes, y ha-biendo dado gracias, los

repartió a los que estaban

sentados; y lo mismo hizo con los pescados, dándoles

todo lo que querían. (Jn 6, 11)

Texto bíblico

El Padre pro-fundamente conmovido

salió a su encuentro.

(Lc 15,20)

Texto bíblico

Que no salgan de su boca pala-bras grose-ras: si algo dicen, que sea bueno, edificante, oportuno y provechoso

para quienes los escuchan.

(Ef 4,29)

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Nota: El color asignado a cada día quiere resaltar la diversidad de formas de hacer experiencia el amor misericordioso del Padre. Este detalle convendría tenerlo en cuenta y resaltarlo.

• Podemos usar poleras del color asignado para asistir a la misa de ese día.• Hacer algún afiche con algún mensaje para poner en la sala del encuentro con el

fondo del color sugerido del día.

Presentar cada día en el diario mural de la capilla o parroquia el gesto dibujado, y con el fondo del color del día.

Dibujos de cada día:

Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes

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ENCUENTRO 1El SALUDO, bendición de Dios y expresión concreta

en el Año de la Misericordia

Porque en cuanto oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. ¡Dichosa tú que has creído! Porque lo que te ha dicho el Señor lo cumplirá.

(Lc 1,45)

Objetivo:Impulsar en la familia y comunidad, gestos de cercanía, interés y diálogo, para propiciar una relación cordial entre sus miembros, buscando y ofreciendo el perdón–reconciliación, como signo creíble

del Año Santo de la Misericordia.

Gesto: Saludo incluyendo el abrazo.Oración inicial

El Señor es bondadoso y compasivo,lento para enojarse y de gran misericordia;

no acusa de manera inapelableni guarda rencor eternamente;

no nos trata según nuestros pecadosni nos paga conforme a nuestras culpas.

Así es cariñoso el Señor con sus fieles;Él conoce de qué estamos hechos,

sabe muy bien que no somos más que polvo.Pero el amor del Señor permanece para siempre,

y su justicia llega hasta los hijos y los nietosde los que lo temen y observan su alianza,

de los que recuerdan sus preceptosy los cumplen.

Salmo 103, 8-18

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1. COMPARTIMOS LA VIDAIniciamos este primer encuentro, compartiendo preguntas de la vida diaria: (Se podría realizar teniendo las preguntas previamente impresas dentro de una cajita o un recipiente, y espontáneamente tomar una y responder. Al concluir las preguntas, se puede hacer un resumen o conclusión de este diálogo).

• ¿Es importante para mí el saludar? ¿Por qué?• ¿Manifiesto satisfacción por llegar a casa después de mis actividades fuera de ella?

¿De qué manera?• ¿Qué otro gesto podría agregar al “hola” que doy cuando llego a casa?• ¿Estaría dispuesto a saludar constantemente a los vecinos que no conozco, al

dueño del almacén, al chofer del bus?

¿Por qué es importante saludar? Porque el saludo es la puerta de entrada al diálogo entre dos o más personas. Dice una frase: “El saludo no se le niega a nadie”.

Desde pequeños en nuestras familias nos enseñaron a saludar: “buen día”, “buenas tardes”, “buenas noches”. El saludo ha de ser más que un simple gesto de cortesía. El saludo es comunicar al otro algo de nuestra persona, porque dirigimos nuestra palabra, nuestra mirada, y desde ahí, nos estamos compartiendo. Por ello, en ocasiones, al “buen día” lo acompaña un “¿cómo estás?”. Son saludos que manifiestan interés, expresan cercanía y motivan al diálogo. El saludo es el primer escalón para conversar, para entablar una conversación amena, para dar una noticia, para ofrecer unos buenos deseos, y también es señal de que los demás nos importan.

El saludo revela muchos detalles sobre la forma de ser y la buena formación de una persona. Resulta vacío el saludo cuando no va acompañado de una mirada, de una sonrisa, y decimos “es un saludo de compromiso”, un saludo frío que no da fruto. Es valioso rescatar el saludo, lleno de calidez y calidad personal. Este gesto será capaz de transformar el entorno.

2. DIOS NOS HABLA POR MEDIO DE SU PALABRA ¿Les gustaría saber qué personaje de la Sagrada Escritura utilizó el saludo cordial para luego dar una buena noticia? Escuchemos con atención el Evangelio que se nos va a proclamar.

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Evangelio según San Lucas 1, 39-45

Por aquellos días María se puso en camino y fue deprisa a la montaña, a una ciudad de Judá. Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y cuando Isabel oyó el saludo de María, el niño saltó en su vientre.

Entonces Isabel llena del Espíritu Santo, exclamó a grandes voces: Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. Pero ¿cómo es posible que la madre de mi Señor venga a visitarme? Porque en cuanto oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. ¡Dichosa tú que has creído! Porque lo que te ha dicho el Señor lo cumplirá.

Palabra del SeñorGloria a Ti, Señor Jesús

Para profundizar la Palabra:• ¿Qué personajes aparecen en el texto bíblico?• ¿Sobre qué dialogaron?• ¿Qué sentimientos, emociones se manifestaron?• ¿Cuál era la gran noticia?• ¿Qué te dice a ti esta noticia?

Complementa y profundiza sus respuestas con lo siguiente:

• En el Evangelio que acabamos de escuchar, es María la que SALUDA a Isabel, saludo que lleva consigo una BENDICIÓN. Éste le impulsa a Isabel a exclamar desde lo profundo de su ser “Bendito el fruto de tu vientre, María”. Isabel reconoce que María es bendita por su obediencia al proyecto de Dios, de ser la Madre de Dios.

• Cuando María saluda a su prima Isabel, el niño da saltos de alegría en su seno, es el Hijo de Dios en ella. Y su prima con su hijo lo perciben y lo gozan.

• La fe y la obediencia de María le traen bendición. “Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación (saludo) a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre”, le dice Isabel.

LA IGLESIA NOS ENSEÑA

Quizás el Señor toma nuestra entrega para derramar bendiciones

en otro lugar del mundo donde nosotros

nunca iremos.

El Espíritu Santo obra como quiere,

cuando quiere y donde quiere; nosotros nos

entregamos pero sin pretender ver

resultados llamativos.

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• Así nosotros catequistas estamos llamados a reconocer y a compartir a ese Jesús que llevamos dentro, que crece en nuestro corazón. De esta manera, al expresar nuestro saludo brotará una bendición para los demás.

• María pone la iniciativa de compartir su bendición al saludar, al visitar a su prima. El saludo, el abrazo, lleva una bendición, lleva un mensaje implícito, no solo cortesía, educación, buenos modales; lleva mucho más, expresa una bendición de quien la da para el que la recibe.

• Nosotros catequistas somos portadores de bendición, porque es a Él a quien compartimos al saludar. Al expresar un saludo expresamos también una BENDICIÓN.

• “La Madre de mi Señor”, dice Isabel. Estamos llamados a hacer crecer a Jesús en el corazón de los demás. El niño Jesús es la fuente de la bendición de María. Ella será la Madre del Señor.

• De esta forma podríamos también saludarnos/bendecirnos en familia. Al incluir el abrazo manifestamos al otro, sin palabras, que le amamos.

• Ojalá utilizáramos con mayor frecuencia este gesto, entre todos en la familia, y en la medida que sea posible, también con los vecinos, con nuestros compañeros de trabajo y estudios, pues es el amor el vínculo que nos une. Y es una bendición que podemos compartir.

3. RESPONDEMOS CON NUESTRA VIDAPrepara una bolsa con papeles que contengan los nombres de los integrantes del grupo. Invita a tomar un papel a cada persona, y dar un saludo/bendición y un abrazo a la persona que le tocó. Así, hasta que todos hayan dado su abrazo. Después de esta actividad, responden a las preguntas:

• ¿Estaría dispuesto a saludar a las personas no tan cercanas con un abrazo? ¿Por qué?

• ¿Podría saludar a mi hermano o a mis padres si estoy molesto con alguno de ellos? ¿Qué me gustaría hacer al respecto?

Sólo sabemos que nuestra entrega es

necesaria.

Aprendamos a descansar en la

ternura de los brazos del Padre en medio de

la entrega creativa y generosa…

(EG 279)

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• ¿Podré hacerme el hábito de saludar a mi familia sin olvidar dar el abrazo? ¿Por qué sería fácil? ¿Por qué sería difícil?

• ¿Qué estamos dispuestos hacer para crecer en este aspecto?

4. CELEBRAMOS LA VIDA Y LA FE En torno a María, y en el marco del Jubileo de la Misericordia, agradecemos la gran bendición que nos regaló al ser dócil y obediente a la acción del Espíritu en su vida. Le agradecemos que haya llevado presurosa este saludo-bendición a su prima Isabel.

Entrelazamos nuestras manos como un signo de bendición entre nosotros.

Oramos en silencio y enseguida nos unimos con la oración:

¡Espíritu Santo, huésped amable de los corazones! Manifiéstanos el sentido profundo del gran Jubileo y dispón nuestro espíritu para celebrarlo con fe, en la esperanza que no

defrauda, en la caridad desinteresada.Espíritu de Vida, por cuya obra el Verbo se encarnó en el seno de la Virgen, mujer de

silencio y de escucha, vuélvenos dóciles a la invitación de tu amor y que estemos siempre listos a acoger los signos de los tiempos que pones en el camino de la historia.

Tú, Espíritu de Amor, con el Padre omnipotente y el Hijo Unigénito, seas alabado, honrado y glorificado por los siglos de los siglos.

Amén2.

2 Extracto de la oración oficial al Espíritu Santo para vivir en profundidad el Jubileo de la Misericordia.

ALGUNAS IDEAS PARA PONER EN PRÁCTICA

ǧ Saludar cada vez que lleguemos a casa después de nuestras actividades, tomándonos un tiempo para hacerlo con un gesto especial, que lleve más que un simple “hola”. Demos un abrazo cariñoso y alegre por volver a encontrarnos.

ǧ Saludar con frecuencia a los familiares, especialmente a los más alejados, sin olvidar dar un abrazo fraterno. Proponernos saludar con un gesto amable a quienes nos saludan y a quienes no nos saludan.

ǧ Que sea una constante saludar a las personas que no conozco con las cuales me relaciono (la persona del almacén, el chofer de la micro, en el ascensor, quien me atiende en mis trámites, etc.).

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Encuentro 2VISITAR a los lejanos y enfermos,

es obra de Misericordia.

Entonces se acercó y vendó sus heridas, cubriéndolas con aceite y vino; después lo puso sobre su propia montura, lo condujo a un albergue y se encargó de cuidarlo.

(Lc 10,34)

Objetivo:Ser conscientes de la felicidad que nos trae salir y hacernos cargo de los hermanos enfermos y lejanos, para que en el encuentro con ellos,

nuestra fe se fortalezca.

Gesto: Salir–visitar.

Oración inicialSeñor Jesús:

Quiero pedirte que me ayudes a actuar desde el amor y el servicio, que no pase de largo por el hermano y hermana que me cruzo en el camino,

con una mirada, una sonrisa, un gesto.Que tenga los ojos bien abiertos, los oídos atentos,

los sentidos dispuestos a ponerme al servicio, a tomar acción y si no puedo hacer más

a unirme en oración sincera por el dolor del mundo. Amén.

1. COMPARTIMOS LA VIDA Como catequistas, estamos invitados a tener actitudes como las de Jesús en nuestras catequesis y en la vida diaria. Él se relaciona, se involucra y sirve, especialmente con los más pobres y necesitados, con los que están enfermos y marginados. Hoy queremos iniciar nuestro encuentro preguntándonos personalmente:

• ¿Qué me impide ir al encuentro del otro?• ¿Qué me frena para hacerme cargo del que está enfermo y necesitado?• ¿Qué tengo que hacer en mí, para superar el obstáculo?

Después de un momento de reflexión personal, invita a dialogar en plenario a través de la siguiente pregunta:

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¿Qué nos hacen pensar las preguntas que nos hemos hecho personalmente?

2. DIOS NOS HABLA POR MEDIO DE SU PALABRA

El mensaje de Jesús es claro y difícilmente podemos no entenderlo. Se relaciona directamente con atender a nuestro prójimo enfermo y abandonado. Por ello, nos disponemos para escuchar la Palabra del Maestro. Que nuestro buen Dios dilate nuestro corazón para comprender este mensaje.

Evangelio Según San Lucas 10, 29-37

Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: «Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos ladrones, que lo despojaron de todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto.

Casualmente bajaba por el mismo camino un sacerdote: lo vio y siguió de largo.

También pasó por allí un levita: lo vio y siguió su camino. Pero un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio y se conmovió. Entonces se acercó y vendó sus heridas, cubriéndolas con aceite y vino; después lo puso sobre su propia montura, lo condujo a un albergue y se encargó de cuidarlo.

Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al dueño del albergue, diciéndole: “Cuídalo, y lo que gastes de más, te lo pagaré al volver” ¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado por los ladrones?».

«El que tuvo compasión de él», le respondió el doctor. Y Jesús le dijo: «Ve, y procede tú de la misma manera».

Palabra del SeñorGloria a ti, Señor Jesús

Para profundizar la Palabra:• ¿Qué dice el texto del hombre que bajaba de Jerusalén?• ¿Quiénes son los otros que se encuentran con este hombre?• ¿Qué acciones realiza el que efectivamente atendió al hombre herido y abandonado?

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Complementa y profundiza sus respuestas con lo siguiente:

• Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y fue asaltado, quedando herido en el camino. Pasaban por ahí dos personas: un sacerdote y un levita. Ambos desarrollan servicios en el templo de Jerusalén. Recordemos que este hombre está herido, está sangrando. Tocar la sangre es considerado un gesto de impureza y al entrar en contacto con el herido, perderían la pureza requerida.. En este caso, el cumplimiento en términos estrictos de la ley, priva a estos dos hombres de la posibilidad de prestar ayuda al hombre tirado en el camino.

• Pero el relato no termina así, sino que Jesús nos presenta un tercer personaje, el cual ayuda al herido, demostrando así ser su prójimo. Este es un samaritano. Para el modo de entender de los judíos, los samaritanos no cumplen las leyes, y según la mentalidad judía de la época nada bueno se podía esperar de ellos.

• A ejemplo de este forastero samaritano, que no era parte de la familia de Israel y más aún se le consideraba enemigo de los judíos. Cristo nos enseña cómo amar de una manera comprometida al prójimo. Lo hace sin mirar lo que nos distingue o diferencia, sino lo que nos une: nuestra humanidad, ser hijos de un mismo Padre.

• El buen samaritano sirve, ama y se dona sin importar a quién está ayudando. Él, simplemente con amor y misericordia, ayuda a quien más sufre. Se preocupa y ocupa de una manera comprometida y responsable, sin esperar nada a cambio. Así es Jesús con nosotros y nos invita a servir de la misma manera.

• Cada uno de nosotros puede y debe ponerse en acción para ser reflejo del Padre misericordioso frente a cada uno de nuestros hermanos. No debemos ser espectadores o imitar a quienes pasan por el lado y nada hacen por ayudar a quien lo necesita.

LA IGLESIA NOS

ENSEÑA

La predicación de Jesús nos presenta estas

obras de misericordia para que podamos

darnos cuenta si vivimos o no como

discípulos suyos.

Redescubramos las obras de misericordia

corporales: dar de comer al hambriento,

dar de beber al sediento, vestir al

desnudo, acoger al forastero, asistir los

enfermos, visitar a los presos, enterrar a los

muertos.

Y no olvidemos las obras de misericordia

espirituales: dar consejo al que lo

necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los

difuntos.(MV 15)

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• Espectadores y críticos sin acción ya hay muchos en nuestra sociedad. Buenos samaritanos de sus prójimos aún pocos.

• Para formar una sociedad renovada, se nos invita a ser agentes de cambio, y esto radica en nuestro actuar, y para nosotros como cristianos, radica en nuestro testimonio, que debe ser coherente con las enseñanzas de Jesús: “Jesús entonces preguntó: Según tu parecer, ¿cuál de estos tres se portó como prójimo del hombre que cayó en manos de los salteadores?. Él contestó: El que se mostró compasivo con él. Y Jesús le dijo: VETE Y HAZ TÚ LO MISMO”.

• Este compromiso para con nuestros hermanos se hace patente en las obras de misericordia. Una obra de misericordia espiritual es consolar a quien está triste. Una obra de misericordia corporal es visitar y cuidar a los enfermos.

3. RESPONDEMOS CON NUESTRA VIDAHoy la invitación es a ser “buenos samaritanos” con nuestro prójimo, ir en ayuda de quien está triste y quien está enfermo. Hagamos experiencia de la Palabra que Jesús nos regala y preguntémonos:

¿Cómo podemos responder de forma creativa y novedosa?

ALGUNAS IDEAS PARA PONER EN PRÁCTICA

- Otra forma de suscitar el compromiso es preguntar en la comunidad quién lleva mucho tiempo solo, enfermo o más aún, si de los integrantes de la catequesis, hay alguien que esté en esta circunstancia y organizarse para visitarlo. Para ello sugerimos preparar esta visita.• Con oraciones y cantos.• Conversar con los familiares cercanos de quien se visitará. • Compartir una ayuda fraterna.

- Si somos varios en el grupo de catequesis, nos podemos dividir para visitar a más de una persona.

Que nuestra respuesta nos lleve a salir de la comodidad de hacer siempre lo mismo.

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4. CELEBRAMOS LA VIDA Y LA FE Damos gracias a quien nos puso en movimiento para ir hacia aquellos que no siempre vemos, y digamos juntos:

Espíritu Creador, secreto constructor del Reino, con la fuerza de tus dones, dirige la Iglesia para cruzar con valor el umbral del nuevo milenio, a fin de llevar a las

generaciones que vendrán la luz de la palabra salvadora.Espíritu de Consolación, fuente inagotable de alegría y de paz, inspira a la solidaridad con los que viven en la miseria, proporciona a los enfermos el consuelo que necesitan,

infunde en los que sufren firmeza y esperanza y, en todos, reaviva el compromiso por un futuro mejor.

Tú, Espíritu de Amor, con el Padre omnipotente y el Hijo Unigénito, seas alabado, honrado y glorificado por los siglos de los siglos.

Amén3.

Cantamos: El Buen Samaritano.

Anda faltando en el mundo, algún buen samaritano que trate al hombre de hermano tenga la sangre que tenga y que venga de donde venga siempre le tienda la mano,y que venga de donde venga siempre le tienda la mano.

Por esos mundos de hoy andan pobres y andan ricos, andan grandes y andan chicos aporreados por los males y el prójimo no me lo explico dónde está, que ya no sale,y el prójimo no me lo explico dónde está, que ya no sale.

3 Ibid

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Encuentro 3Al COMPARTIR mostramos

la Misericordia del Padre

Entonces Jesús tomó los panes, y habiendo dado gracias, los repartió a los que estaban sentados; y lo mismo hizo con los pescados, dándoles todo lo que querían.

(Jn 6, 11)

Objetivo:Manifestar la misericordia de Dios a los hombres y mujeres de nuestra

sociedad, alimentando y transformando creativamente nuestras relaciones en espacios cercanos, dignos y cordiales.

Gesto: Dar – Compartir

Materiales:• Refranes impresos en pequeños papeles (recortados a la mitad).• Lo necesario para el altar.• Un pan grande.• Velas pequeñas para todos los participantes.

Oración inicial

El pan es para todos. Como es tu cielo. Como es tu sol, amigo Jesús.Pan para los niños que lloran de hambre; pan para las madres que no lo tienen para dar,

pan para los viejecitos que ya no tienen fuerzas; pan para el que trabaja, siempre pan.

Tú te has hecho Pan de vida, Jesús. Tu vida se ha hecho pan a compartir, Tu vida, pan fresco y sabroso, Tu vida el pan de cada día en la mesa del altar.

Danos tu Pan, danos tu Cuerpo, Tú has dicho que los pájaros del cielo, que ni siembran, ni recogen, ni tienen graneros, nunca les falta. Que tu Padre cuida de ellos. Y nosotros

somos, a tus ojos, más que los pajarillos; somos hijos sentados a tu mesa, donde no hay blanco, ni negro, ni rico, ni pobre, ni listos, ni torpes… todos somos iguales porque

somos hermanos y en tu mano el pan se hace para dar.

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Jesús, cuando alguien tenga hambre, que yo comparta mi pan.Jesús, cuando alguien tenga sed, que yo le dé mi vaso.

Jesús, cuando alguien esté con frío, que yo le comparta mi ropa.Jesús, cuando alguien esté enfermo, que le toque mi amistad.

Jesús, cuando alguien esté cansado, que yo le ayude a caminar.Jesús, yo quiero ser pan para todos, pan que tu Padre cada día, a su mesa nos da.

Amén4.

1. COMPARTIMOS LA VIDADinámica de los refranes: Invita a tomar a los catequistas un trozo de papel, en el que está escrito la mitad de un refrán. Indícales buscar el complemento y compartir con un compañero o compañera lo que le dice el refrán completo.

• El amor / mueve montañas• Haz el bien / y no mires a quién• No dejes para mañana / lo que puedas hacer hoy• Si quieres cruzar el río / tienes que mojarte los pies• A Dios rogando / y con el mazo dando

En plenario se comparte el refrán que les tocó y lo que comentaron por parejas.

La construcción de un mundo nuevo, fraterno, armonioso, amoroso, no nos caerá del cielo, no por arte de magia, no por soñar, no por concurso, sino por ponernos manos a la obra, compartiendo, dando cada uno, ofreciendo lo que somos y tenemos donde nos encontremos.

Y, ¿sabes a quién le corresponde construir este nuevo estilo de vida? Nos corresponde a ti y a mí, transformar el ambiente donde vivimos.

2. DIOS NOS HABLA POR MEDIO DE SU PALABRA¿Cómo iniciar la construcción de un mundo nuevo como nos venimos cuestionando? ¿Te gustaría conocer la historia de un joven que dio el paso para transformar su vida y

4 http://tratarentreamigos.blogspot.cl/2011/06/oracion-del-pan.html

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la de muchos otros? Después de muchos años, hoy lo seguimos recordando. Sigamos con atención esta lectura que se nos va a proclamar.

Lectura del Evangelio de Juan 6, 1-13.

Después de esto, Jesús se fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. Y una gran multitud lo seguía, pues veían las señales (los milagros) que realizaba en los enfermos. Entonces Jesús subió al monte y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los Judíos.Cuando Jesús alzó los ojos y vio que una gran multitud venía hacia Él, dijo a Felipe: “¿Dónde compraremos pan para que coman éstos?” Pero decía esto para probarlo, porque Él sabía lo que iba a hacer. Felipe Le respondió: “Doscientos denarios (salario de 200 días) de pan no les bastarán para que cada uno reciba un pedazo.”Uno de Sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, dijo a Jesús: “Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero ¿qué es esto para tantos?” “Hagan que la gente se siente,” dijo Jesús. Y había mucha hierba en aquel lugar; así que se sentaron. El número de los hombres era de unos cinco mil.Entonces Jesús tomó los panes, y habiendo dado gracias, los repartió a los que estaban sentados; y lo mismo hizo con los pescados, dándoles todo lo que querían. Cuando se saciaron, dijo a Sus discípulos: “Recojan los pedazos que sobran, para que no se pierda nada.” Ellos los recogieron, y llenaron doce cestas con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido.

Palabra del SeñorGloria a Ti, Señor Jesús

Para profundizar la Palabra:• ¿Qué pregunta Jesús al ver a la multitud?• ¿Qué responde Felipe? ¿Qué añade Andrés? • ¿Qué signo realiza Jesús en el texto proclamado? ¿A través de

qué gestos?

Complementa y profundiza sus respuestas con lo siguiente5:

• ¿De dónde nace la multiplicación de los panes? La respuesta se encuentra en la invitación de Jesús a los discípulos “Denles ustedes”, “dar”, compartir. ¿Qué cosa comparten los discípulos? Lo poco que tienen, lo que presenta y ofrece el joven, cinco panes y dos peces.

5 Extracto de la Homilía S.S. Francisco en la Solemnidad del Corpus Christi (30/05/2013)

LA IGLESIA NOS

ENSEÑA

“Jesús, ante la multitud de personas que lo

seguían, viendo que estaban cansadas y

extenuadas, pérdidas y sin guía, sintió desde lo profundo del corazón

una intensa compasión por ellas (cfr. Mt 9,36).

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• Pero son justamente esos panes y esos peces que en las manos del Señor sacian el hambre de toda la gente.

• Y son justamente los discípulos desorientados ante la incapacidad de sus posibilidades, ante la pobreza de lo que pueden ofrecer, los que hacen sentar a la muchedumbre y distribuyen –confiándose en la palabra de Jesús– los panes y los peces que sacian el hambre de la multitud.

• Y esto nos indica que en la Iglesia y también en la sociedad existe una palabra clave a la que no tenemos que tener miedo: “solidaridad”, o sea saber “poner a disposición de Dios aquello que tenemos, nuestras humildes capacidades, porque solo en el compartir, en el donarse, nuestra vida será fecunda, dará frutos. Solidaridad: ¡una palabra mal vista por el espíritu mundano!”.

• El Señor distribuye para nosotros el pan que es su cuerpo, se hace don. Y también nosotros experimentamos la “solidaridad de Dios” con el hombre, una solidaridad que no se acaba jamás, una solidaridad que nunca termina de sorprendernos: Dios se hace cercano a nosotros, en el sacrificio de la Cruz.

• Jesús se dona a nosotros en la Eucaristía, comparte nuestro mismo camino; es más, se hace alimento, el verdadero alimento que sostiene nuestra vida en los momentos en los que el camino se hace duro y los obstáculos frenan nuestros pasos.

• Entonces, preguntémonos: ¿Me dejo transformar por Él? ¿Dejo que el Señor que se dona a mí, me guíe para salir cada vez más de mi pequeño espacio y no tener miedo de donar, de compartir, de amarlo a Él y a los demás?

3. RESPONDEMOS CON NUESTRA VIDAExisten muchos hermanos necesitados que esperan ayuda, muchos oprimidos que esperan justicia, muchos cesantes que esperan trabajo, muchos pueblos que esperan respeto: ¿Cómo es posible que, en nuestro tiempo, haya todavía quien se muere de

A causa de este amor compasivo curó los

enfermos que le presentaban (cfr. Mt

14,14) y con pocos panes y peces calmó

el hambre de grandes muchedumbres (cfr. Mt

15,37).

Lo que movía a Jesús en todas las

circunstancias no era sino la misericordia, con

la cual leía el corazón de los interlocutores

y respondía a sus necesidades más

reales.

En Él todo habla de Misericordia. Nada

en Él es falto de compasión.

(MV 8)

22

hambre; quien está condenado al analfabetismo; quien carece de la asistencia médica más elemental; quien no tiene techo donde cobijarse?

Con este encuentro…• ¿A qué me siento llamado? • ¿Qué me gustaría cambiar, transformar de mi persona, de mi entorno, tal como

hizo este joven del Evangelio?

4. CELEBRAMOS LA VIDA Y LA FEDeja a la vista de todos el altar, y en él las velas y el pan.Dios ha estado grande con nosotros, siempre nos acompaña y nos llama a compartir junto a Él nuestra persona y nuestros dones. • En silencio pido al Señor me dé su luz para compartir siempre con mi hermano más

necesitado.• Enciendo mi vela, tomo un trozo de pan y comparto en silencio con mi hermano

catequista.

Oración final:Señor Jesús, reconozco que tengo hambre y sed de Ti,

te pido que avives en mi interior este deseo de estar en comunión contigo y mis hermanos,

para que en todo lo que haga busque siempre construir tu Reino.

Canto: Chile una mesa para todos.

Chile una mesa para todos, Chile una patria donde todos podemos estar.

1.- Cristo, Señor y Rey del universo,del cielo y de la tierra y Chile entero.Señor, de norte a sur, de la pampa y el mar. De las montañas, ríos y lagos,de los campos y valles, Tú eres, Señor.

2.- Cristo Señor y Rey del hombre nuevo,queremos ser testigos de tu presencia.El huaso, el militar, el siervo regidor.El campesino, el industrial:todos hermanos en una mesa de amor.

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3.- Cristo, Señor y Rey de las montañas,que en el Monte Tabor nos diste gloria;Bendice nuestra tierra y al minero en ella.Con su riqueza y su bellezatransfigura esta tierra en gloria y bondad.

4.- Cristo Señor y Rey de pescadores;que sobre el agua inquieta Tú caminaste.Protege al pescador, bendice nuestro mar.Produzca siempre pesca abundante,produzca vida en abundancia, Señor.

5.- Cristo, Señor y Rey en el trabajo, Hijo de hombre, Hijo de carpintero.Bendice nuestras manos, también nuestras familias.Danos el pan de cada día,danos el sustento de vida, Señor.

6.- Cristo, Señor y Rey de nuestra historia, los hijos de la patria en Ti confiaron.Hombres llenos de fe, mujeres de esperanza.Un pueblo unido en torno a Ti,compartiendo contigo una mesa de amor.

7.- Cristo, Señor y Rey, Sacerdote eterno;te ofreciste en un altar de cruz.Nos diste redención, en oblación y paz.Cristo Jesús, mira a tu Iglesia,asamblea reunida en la Cena Pascual.

8.- Cristo, Señor y Rey resucitado,Señor de la esperanza y de la vida.Tus hijos rescataste de toda oscuridad.Cristo Jesús, Dios de la paz,ilumina a tu pueblo que busca tu luz.

9.- Cristo, Señor y Rey de un Reino eterno,reino de la justicia y la verdad, de gracia y libertad, de paz y santidad.Reino de vida, reino de amor:venga a nosotros tu Reino, Señor.

10.- Virgen del Carmen, Madre y Reina de Chile, Dios te escogió como madre de su hijo.Del Señor Jesús que trae amor y paz.Virgen del Carmen, Reina de Chile,salva a tu pueblo que clama a ti.

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Encuentro 4Dejarnos encontrar por la Misericordia del Padre

para PROVOCAR el encuentro con nuestros hermanos

El Padre profundamente conmovido salió a su encuentro.(Lc 15,20)

Objetivo:Provocar con nuestros gestos y acciones la apertura de nuestra puerta personal, para que los que entren por ella puedan experimentar el amor de Dios que consuela, que perdona y ofrece esperanza.

Gesto: Propiciar–Provocar el encuentro con el otro.

Oración inicial

Espíritu de Santidad, soplo divino que empuja el universo, ven y renueva la faz de la tierra. Suscita en los cristianos el deseo de la unidad plena, para que sean, en el mundo,

signo e instrumento eficaz de unión con Dios y de unidad de todo el género humano.Espíritu de Consolación, fuente inagotable de alegría y de paz, inspira a la solidaridad con los que viven en la miseria, proporciona a los enfermos el consuelo que necesitan,

infunde en los que sufren firmeza y esperanza y, en todos, reaviva el compromiso por un futuro mejor.

Tú, Espíritu de Amor, con el Padre omnipotente y el Hijo Unigénito, seas alabado, honrado y glorificado por los siglos de los siglos.

Amén6.

1. COMPARTIMOS LA VIDALos primeros cariños básicos que recibimos en la inmensa mayoría de los casos, son los de nuestros padres, u otras personas que hicieron de figura paterna y materna.

Pensemos unos instantes: ¿Qué experiencia tengo de amor maternal y paternal?

La experiencia de amor recibida y comprendida en nuestros primeros años, de alguna

6 Extracto de la oración oficial al Espíritu Santo para vivir en profundidad el Jubileo de la Misericordia.

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manera es el telón de fondo de nuestra experiencia de Dios.Desde esta experiencia, ¿me resulta fácil llamar a Dios Padre/Madre?

Dialoguemos en el grupo en torno a estas preguntas.

2. DIOS NOS HABLA POR MEDIO DE SU PALABRA

En los Evangelios, Jesús nos muestra la identidad de Dios, su Padre, desde la figura de un padre/madre misericordioso, siempre dispuesto a perdonar. En este contexto, Jesús cuenta una parábola conocida como “el Hijo pródigo”, que trata de la situación de un padre con sus dos hijos, en el que el menor le pide independizarse y exige su parte de la herencia.

Escuchemos con atención esta parábola del hijo pródigo, situándonos solo en los versículos que nos hablan de la vuelta del hijo y la acogida del Padre:

Lectura del Evangelio de Lucas 15, 20-24

Entonces partió y volvió a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente, corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó.

El joven le dijo: “Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; no merezco ser llamado hijo tuyo”.

Pero el padre dijo a sus servidores: “Traigan enseguida la mejor ropa y vístanlo, pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero engordado y mátenlo. Comamos y festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado”.

Y comenzó la fiesta.

Palabra del SeñorGloria a ti, Señor Jesús

Para profundizar la Palabra:• ¿Qué imagen de Dios descubro en esta parábola? • ¿Tengo experiencia de un Dios así?

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Complementa y profundiza sus respuestas con lo siguiente:

• La respuesta del Padre sobrepasa toda expectativa humana; aunque el hijo todavía está lejos él lo ve, y profundamente conmovido sale a su encuentro. Lo abraza en su misericordia.

• El Padre traduce en gestos concretos la conmoción de su amor por el hijo: lo viste retornándole su dignidad de hijo; con el anillo (que era como un sello para transacciones), le devuelve el poder para comprar y vender; con las sandalias le recuerda que es hijo, no jornalero. Por si todo esto no fuera suficiente, desbordante de alegría, celebra la fiesta del regreso, de la que hace partícipe a toda la gente del lugar.

• En su misericordia Dios muestra su responsabilidad por nosotros. Es decir, Él se siente responsable, desea nuestro bien y quiere vernos felices, colmados de alegría y serenos (Cfr. MV 9). Sin asistir a esa «escuela» de misericordia y perdón gratuito podemos formarnos la imagen de un dios extraño, autoritario, legalista y dispuesto al castigo.

• Los católicos creemos en el Sacramento de la Reconciliación porque nos permite experimentar en carne propia la grandeza de la misericordia, fuente de verdadera paz interior (Cfr. MV 17). Sobre este Sacramento, el Papa Francisco ha insistido: “Cada confesor deberá acoger a los fieles como el padre en la parábola del hijo pródigo: un padre que corre al encuentro del hijo no obstante hubiese dilapidado sus bienes. Los confesores están llamados a abrazar ese hijo arrepentido que vuelve a casa y a manifestar la alegría por haberlo encontrado”. (Cf. MV 17)

• Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Es la vía que une a Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre.

• Es sobre esta misma amplitud de onda que se debe orientar el amor misericordioso de todos los que somos hijos. Como

LA IGLESIA NOS ENSEÑA

Así entonces, misericordiosos como el Padre es el «lema»

del Año Santo.

En la misericordia tenemos la prueba

de cómo Dios ama. Él da todo sí mismo, por

siempre, gratuitamente y sin pedir nada a cambio. Viene en

nuestra ayuda cuando lo invocamos.

Es bello que la oración cotidiana de la Iglesia inicie

con estas palabras: «Dios mío, ven en mi auxilio; Señor, date

prisa en socorrerme» (Sal 70,2). El auxilio

que invocamos es ya el primer paso de la misericordia de Dios

hacia nosotros. Él viene a salvarnos de la condición de debilidad

en la que vivimos. Y su auxilio consiste en permitirnos captar su presencia y cercanía.

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ama el Padre, así aman los hijos. Como Él es misericordioso, así estamos nosotros llamados a ser misericordiosos los unos con los otros.

• Los catequistas nos sentimos unidos a la urgencia de la Iglesia de comunicar la misericordia de Dios, QUE TODOS CONOZCAN LA MISERICORDIA DE DIOS.

• Nuestro lenguaje y gestos deben transmitir misericordia para penetrar en el corazón de las personas y motivarlas a encontrarse en el camino con Jesús, rostro de la misericordia de Dios.

• La misiericordia también hoy se traduce en propiciar y favorecer el encuentro con otras religiones y con otras culturas y tradiciones religiosas con las que también convivimos en el espacio del trabajo, del estudio, y aún del ámbito familiar; favorecer el diálogo, para conocernos y comprendernos mejor, y así alejar cualquier forma de violencia y de discriminación entre nosotros mismos, son acciones concretas a las que no podemos renunciar.

3. RESPONDEMOS CON NUESTRA VIDA Recordemos nuevamente de la Parábola, cómo aquel padre estuvo siempre dispuesto a salir al encuentro de su hijo demostrando con ello su amor. Preguntémonos ahora nosotros:

• ¿Quiénes son las personas y las situaciones que esperan hoy nuestra «salida»? • ¿Qué podemos ofrecer concretamente?

Día tras día, tocados por su compasión, también nosotros llegaremos a ser

compasivos con todos.

(MV 14)

ǧ

ALGUNAS IDEAS PARA PONER EN PRÁCTICA ǧ Asistir más asiduamente al Sacramento de la Reconciliación. No olvidemos que el

confesionario es la puerta santa del alma. ǧ Impregnar nuestro actuar de misericordia para poder ir al encuentro de cada

persona, llevando la bondad y la ternura de Dios a los cercanos y lejanos. ǧ Ser misioneros de la misericordia a la luz de la Palabra del Señor, con nuestras

actitudes, comportamientos y con lo que decimos. ǧ Impulsar las visitas a las familias más necesitadas de la comunidad. Esto será un

signo de cercanía y solidaridad. ǧ Fortalecer el compromiso de testimoniar con mayor entusiasmo y convicción la

propia fe, y así ser signo vivo del amor del Padre, acompañando a otros a contemplar el rostro de la misericordia, en todas las celebraciones del año litúrgico.

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4. CELEBRAMOS LA VIDA Y LA FE Al iniciar nuestra oración final seamos conscientes del deseo que Dios ha sembrado en nosotros para que seamos misericordiosos como Él es misericordioso. Dejemos un momento de silencio y gustemos de esta realidad en nuestras vidas.

Enseguida leamos y hagamos oración la letra del himno oficial para el Jubileo de la Misericordia.

MISERICORDIOSOSCOMOELPADRE(Himnooficial)

“Misericordiosos como el Padre” (coro)

Damos gracias al Padre porque es bueno,ha creado el mundo con sabiduría,conduce a su pueblo en la historia,acoge y perdona a sus hijos.

Damos gracias al Hijo, luz de las gentes,que nos ha amado con un corazón de carne,de Él recibimos, a Él nos damos,el corazón se abra a quien tiene sed y hambre.

Pedimos los siete dones del Espíritu,fuente de todo bien, dulcísimo descanso,confortados por Él, ofrecemos consolación.El amor espera y todo lo soporta.

Pedimos la paz al Dios de toda paz,la tierra espera el Evangelio del Reino.Gracia y gloria a quien ama y perdona.Habrá un cielo y una tierra nueva”.

Podemos descargar y escuchar el canto en YouTube.

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Encuentro 5Catequistas COMUNICADORES

de misericordia

Que no salgan de su boca Palabras groseras: si algo dicen, que sea bueno, edificante, oportuno y provechoso para quienes los escuchan.

(Ef 4,29)

Objetivo:Valorar el don de la comunicación, y la responsabilidad que tenemos como catequistas proclamar el mensaje de la misericordia.

Gesto: Difundir–comunicar

Oración Inicial

Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.

Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor

y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.

Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.

Amén7.

1. COMPARTIMOS LA VIDA En el Año Santo de la Misericordia, los catequistas estamos invitados a reflexionar sobre la relación entre la comunicación y la misericordia. La palabra “comunicación” deriva del latín communicare, que significa “compartir algo, poner en común”. Sin embargo, en muchos ámbitos conocidos por nosotros se pierde este sentido de comunicar.

7 Extracto de la Oración oficial en el Año de la Misericordia.

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En pequeños grupos conversemos a través de la siguiente actividad:

• Observen ambas imágenes y comenten lo que les sugieren.• Desde nuestro ámbito como catequistas cómo las interpretamos.• En plenario compartan qué rescatan de este ejercicio

2. DIOS NOS HABLA POR MEDIO DE SU PALABRASan Pablo, apóstol y extraordinario comunicador del Evangelio, se caracteriza por exhortar constantemente a las comunidades cristianas nacientes. Pongamos atención a una indicación contundente que, a nosotros catequistas en el año de la misericordia, nos hace bien escuchar.

Lectura del libro de Efesios 4,29.

Que no salgan de su boca Palabras groseras: si algo dicen, que sea bueno, edificante, oportuno y provechoso para quienes los escuchan.

Palabra de DiosTe alabamos Señor

Para profundizar la Palabra:• ¿Cuáles son los cuatro verbos con los que San Pablo describe una buena

comunicación?• ¿Qué nos dicen hoy a nosotros en nuestro servicio de catequistas?

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Complementa y profundiza sus respuestas con lo siguiente:

• Lo que decimos y cómo lo decimos, cada palabra y cada gesto debería expresar la compasión, la ternura y el perdón de Dios para con todos. El amor, por su naturaleza, es comunicación, lleva a la apertura, no al aislamiento. Y si nuestro corazón y nuestros gestos están animados por la caridad, por el amor divino, nuestra comunicación será portadora de la fuerza de Dios.

• Los catequistas, como hombres y mujeres de fe, somos hombres y mujeres de la Iglesia. Nuestra vida es sostenida y animada por el acontecimiento de la Resurrección. Nuestra función es expresarnos como si hubiéramos visto la piedra corrida y el sepulcro vacío, o recibido al Espíritu Santo estando las puertas cerradas del Cenáculo.

• Pero, ¿qué medios nos sirven concretamente hoy para anunciar estas buenas noticias? Utilizamos canales de comunicación, como las cartas, el teléfono, la radio, los periódicos, las películas, los diarios murales, las revistas, el internet, etc… tenemos una amplia gama de medios para evangelizar.

• También estamos frente a una nueva realidad: las redes sociales. Hoy la mayoría de las personas no entran directamente a los sitios web, sino que llegan a ellos por lo que se comenta o publica en las redes sociales, especialmente Facebook, Twitter e Instagram.

• Dar a conocer nuestras actividades, mensajes, historias, testimonios de cómo comunicamos la alegría del Evangelio a los demás a través de estas redes, nos permite tener la visibilidad necesaria para ser conocidos por nuestros segui-dores y los demás.

• Siempre es bueno contar hasta 10 antes de ejecutar. Ya hemos construido la ruta de la información, pero nos hemos olvidado de enseñar a conducir. Lo importante no es cuánta gente te puede llegar a seguir, sino a cuánta gente puedes llegar con el mensaje de la Buena Nueva. La comunicación no es cuestión de medios, es cues-tión de tener cosas que decir. Para conseguirlo, necesitamos buenas fuentes de

LA IGLESIA NOS ENSEÑA

No es la tecnología la que determina si la comunicación es

auténtica o no, sino el corazón del hombre y su capacidad para usar

bien los medios a su disposición.

El entorno digital es una plaza, un lugar de encuentro, donde se

puede acariciar o herir, tener una provechosa

discusión o un linchamiento moral.

Pido que el Año Jubilar vivido en la misericordia

«nos haga más abiertos al diálogo para conocernos y comprendernos mejor;

elimine toda forma de cerrazón y desprecio,

y aleje cualquier forma de violencia y de discriminación».

(Misericordiae vultus, 23)

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información, ser creíbles y auténticos.

• El Papa Francisco nos ha dicho en el Año de la Misericordia: “Nuestra primordial tarea es afirmar la verdad con amor (cf. Ef 4,15). Sólo palabras pronunciadas con amor y acompañadas de mansedumbre y misericordia tocan los corazones de quienes somos pecadores. Palabras y gestos duros y moralistas corren el riesgo de hundir más a quienes querríamos conducir a la conversión y a la libertad, reforzando su sentido de negación y de defensa”.

• El encuentro entre la comunicación y la misericordia es fecundo en la medida en que genera una proximidad que se hace cargo, consuela, cura, acompaña y celebra. En un mundo dividido, fragmentado y polarizado, comunicar con misericordia significa contribuir a la buena, libre y solidaria cercanía entre los hijos de Dios y los hermanos en humanidad.

3. RESPONDEMOS CON NUESTRA VIDA Te proponemos dejar un testimonio de lo vivido en este encuentro compartiendo un comentario en tu estado de Facebook o Twitter, creando un #hashtag.

Expresa en los siguientes reglones la frase que compartirás:

ALGUNAS IDEAS PARA PONER EN PRÁCTICA

- El día de nuestro encuentro semanal como catequistas, dejemos un espacio que nos permita compartir la experiencia de lo vivido durante la semana, sabiendo descubrir en lo cotidiano el paso de Dios en nuestras vidas.- Rescatar entre todos una frase contundente que exprese esta vivencia digna de ser comunicada a los demás.- Elaborar un PPT con las actividades que se han realizado durante la Semana de la Catequesis y difundirlo en las redes sociales.

4. CELEBRAMOS LA VIDA Y LA FE Dispongamos nuestro corazón para orar juntos:

Espíritu de Santidad, soplo divino que empuja el universo, ven y renueva la faz de la tierra. Suscita en los cristianos el deseo de la unidad plena, para que sean, en el mundo, signo e instrumento eficaz de unión con Dios y de unidad de todo el género humano.

Espíritu de Sabiduría, que sensibilizas la inteligencia y el corazón, orienta el camino de la ciencia y la tecnología para el servicio de la vida, la justicia y la paz. Vuelve fecundo el diálogo con los miembros de otras religiones, haz que las diversas culturas se abran a los valores del Evangelio.

Tú, Espíritu de Amor, con el Padre omnipotente y el Hijo Unigénito, seas alabado, honrado y glorificado por los siglos de los siglos, Amén8.

Cantamos: MISERICORDIOSOS COMO EL PADRE (Himno oficial).

Podemos descargar el video del himno del Año de la Misericordia, y escucharlo en YouTube.

8 Extracto de la oración oficial al Espíritu Santo para vivir en profundidad el Jubileo de la Misericordia.

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RETIRO:EL TERRENO DONDE GERMINA LA MISERICORDIA

Objetivo general:Suscitar y animar el encuentro personal y comunitario con Jesucristo, para renovar la alegría y el compromiso como catequistas en el año Jubilar de la Misericordia.

PROGRAMA GENERAL09:30 Bienvenida, inscripción y ubicación10:00 Oración de Inicio | Año de la Misericordia

10:15 Primerareflexión: Preparar el terreno para que podamos vivir la Misericordia

11:00 Café – Descanso

11:30 Segundareflexión:Pacientes y Misericordiosos con nuestras actitudes

12:15 Preguntas a reflexionar

12:35 Tercerareflexión:El suelo donde cultivamos la Misericordia

13:10 Almuerzo14:30 Adoración al Santísimo15:15 Trabajo grupal que suscite el compromiso15:45 Canto oración: Tu modo / Himno oficial del año de la misericordia16:00 Plenario y evaluación16:20 Despedida

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Primerareflexión:PREPARAR EL TERRENO

PARA QUE PODAMOS VIVIR LA MISERICORDIA

Texto bíblico:Hijitos míos, no amemos solamente con la lengua y de palabra,

sino con obras y de verdad.(1 Jn 3, 18)

Esto supone en nuestras comunidades:

• Un esfuerzo permanente en el autoconocimiento, que esto sea parte del proceso comunitario: ayudarnos a entrar –con la gracia de Dios– en el interior de nosotros mismos. No mirarnos al espejo para ver la distancia entre lo que soy y lo que debería ser, sino mirarme desde los ojos de una Madre-Padre que me ha dado la vida y me sostiene en su bondad.

• Una experiencia de encuentro con Dios que me conoce tal como soy, en mis luces y en mis sombras, que me ama incondicionalmente y me perdona. Gozar alegrarme y agradecer a este Dios cercano, amoroso y compasivo. Es decir una experiencia de mi humanidad, de mi fragilidad y miseria como criatura, y mi grandeza como hijo (a) de Dios.

• Descubrir mi unidad con la familia humana, mi pertenencia a ella. Reconocer y amar al niño (a) que hay en mí. Asumir sus heridas, sus sueños rotos y también su proceso de crecimiento, mi propia historia de salvación.

• Este encuentro sanador en la verdad de lo que soy, renovado continuamente en la oración, me sitúa en el lugar correcto para mirar a mis hermanas y hermanos, y a la realidad, desde la solidaridad de los límites y no desde la superioridad. El primer hijo pródigo que tengo que esperar, acoger y abrazar soy yo mismo o yo misma, con mi pecado y mis debilidades. Misericordia es solidaridad con la miseria, con el mísero, ese soy yo, y desde allí me acerco a la miseria de los demás.

• Una parábola vital de esta misericordia podemos vivirla en la sala común de un hospital público. Allí somos todos enfermos, vulnerables y necesitados. Por la noche el personal es escaso y las necesidades muchas veces apremiantes. ¿Qué sucede entonces? Uno de los pacientes se levanta llevando su carrito con el suero y le presta auxilio a otro que necesita la “chata”, alguien tiene hambre y desde

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otras camas le hacen llegar galletas, y así el débil sostiene y ayuda al débil, de forma espontánea, sin cálculos ni aires de superioridad. Después de apenas un par de días todos se conocen, se preocupan por los demás y se crean lazos, nos despedimos con cariño. ¡Cuánto hemos cambiado en esta experiencia!

• Así es la misericordia a la que estamos llamados, dejar que surja la humanidad, la bondad que habita nuestro corazón por la benevolencia de quien nos llamó a la vida, sin juicios ni condiciones.

• La amistad y cercanía con los pobres, que verdaderamente sean mis amigos, su vida y sus actitudes me tienen que mover y cuestionar. Ellos son parábolas vivientes que desmontan mi instalación y mis justificaciones.

La decisión de estar con, de hacerme parte, de estar presente, quiere decir experimentar a fondo, desde los sentidos y desde el corazón la realidad en que vivimos y en la que sufre gran parte de la humanidad. Entrar en ella, no ser simplemente espectador distraído.

Segundareflexión:PACIENTES Y MISERICORDIOSOS CON NUESTRAS ACTITUDES

Texto bíblico:¿Qué quieres que haga por ti?». «Señor, que yo vea otra vez». Y Jesús le dijo:

«Recupera la vista, tu fe te ha salvado».(Lc 18,41-42)

“Paciente y misericordioso” nos describe la naturaleza de Dios en el Antiguo Testamento: Esto supone detenerme, ver, escuchar, atender actitudes que van contra la corriente. El mundo de hoy sufre de la presión de la prisa, nadie tiene tiempo, tener tiempo no es algo propio de gente importante, la gente importante es casi inaccesible, su agenda está llena, no puede ser molestada por asuntos insignificantes, ni por personas “insignificantes”.

Detenerme tiene que ser un gesto deliberado, elegido, quiero gastar mi tiempo acá con ustedes, quiero conocerlos, quiero escucharlos, quiero establecer lazos de confianza, de hermano y de hermana.

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Si uno va a los lugares donde llega la humanidad en su situación de mayor vulnerabilidad –hospitales, asilos, hogares, iglesias–generalmente hay gente que espera, los pobres siempre esperan y esperan. Es un rasgo característico de su situación. “–Señorita tengo una hora con el doctor a las ocho y son las nueve. –Siéntese, señora, va a tener que esperar”. Y la postergan para la otra semana y así. Su tiempo no es importante. Dar tiempo hoy es parte del amor: “Dime a qué dedicas tu tiempo y te diré dónde tienes puesto el corazón”.

Por desgracia esto también se da en nuestras comunidades, pequeñas y pobres pero con límites y reglas: “Llegó fuera del horario, lo sentimos ya nos vamos, vuelva otro día”. Vamos creando una “burocracia” que nos impide dejar fluir la misericordia que Dios quiere brindar a todos.

La mirada: “Señor que vea”(Lc 18,41) dijo Bartimeo, es una petición que tenemos que hacer nuestra. Ir más allá de la apariencia, ver con el corazón, mirar con bondad, con respeto, con benevolencia, sin juicio. Hay mucha gente que sufre y no tiene palabras para expresarlo, se vuelven invisibles, parte del paisaje. Que mi mirada saque a los sufrientes del anonimato.

Esto también requiere ampliar el horizonte, que cada comunidad y cada persona tenga una mirada más allá de su metro cuadrado, que se mantenga informada y reciba con visión crítica lo que nos llega por los medios de comunicación.

El país no se divide en buenos y malos, detrás de muchas noticias hay un drama humano que se pasa por alto.

Escuchar a alguien es ponerse en su lugar mientras habla.

Escuchar es salir de mí mismo, de mis ideas, prejuicios, y hacer lugar al otro, a los otros, a sus dolores, a sus heridas, escuchar con todos mis sentidos, más allá de las palabras, también lo que no se dice, pero que intuimos.

No preparar mi respuesta mientras escucho, no pensar “a mí me ocurre lo mismo”; vaciarme de mí: estoy para ti, estoy para escucharte. Y luego no dar consejos, advertencias, justificaciones, discursos. Simplemente acoger.

Atender es otra expresión del amor. Cuando estoy plenamente atento al otro desaparezco.

Atender de verdad supone postergar mis planes, dejar que otros dispongan de mi tiempo, asumir el sufrimiento. La realidad me toca, me hace padecer y la tentación es protegerme, no ser vulnerable, en cierta forma ser un funcionario, no una hermano.

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Atender es permanecer sin huir, resistir el cansancio, la monotonía y el desgaste de acompañar el dolor. Si atendemos de verdad, sufriremos, y mucho.

Nuestra gran tentación como cristianos es terminar cumpliendo funciones, realizando tareas, en un activismo que se va vaciando de humanidad, de misericordia, del amor del Señor. La escucha pobre y la desatención están ampliamente extendidas en nuestras relaciones interpersonales, y en la vida diaria simplemente hacemos un gesto para indicar al otro que ya no estoy interesado o directamente lo dejamos hablando solo.

Estamos llenos de proclamas de atención: atención al cliente, atención a los usuarios, estamos aquí para atenderle, gracias por elegirnos... Parte de la propaganda que vende. Pero atender es una tarea ascética, de renuncia, requiere coraje y mucho amor.

En la honda y sencilla atención y escucha sucede lo que en un parto: las personas nacen de nuevo, algo distinto surge, la vida nos hace descubrir en la simplicidad el Misterio a Dios presente y actuando en el otro y en la realidad.

Pregunta para la reflexión personal:• Desde mi situación personal, ¿qué me implicaría el ser paciente y misericordioso?•

Tercerareflexión:EL SUELO DONDE CULTIVAMOS LA MISERICORDIA

Texto bíblico:

Porque allí donde tengan su tesoro, tendrán también su corazón.(Lc 12, 32-34)

Estas actitudes son el suelo sobre el que crece la misericordia: vaciarnos, dejarnos conducir por el Señor con sus tiempos y circunstancias que no son los míos, abandonar el control, entrar en lugares desconocidos y abiertos, en donde no puedo protegerme.

Despojarnos de:• La necesidad de ser superior. Necesidad de tener razón. Necesidad de ganar. • La necesidad de tener más. Necesidad de parecer (también hay maquillaje espiritual

y pastoral). Necesidad de éxito y logros, de eficacia, de mostrarme y compararme

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con otros: a veces en las evaluaciones pastorales nos sentimos superiores, hemos cumplido las metas. Perdemos el horizonte del Evangelio y asumimos conductas propias del mundo de los negocios.

• El miedo a equivocarme. • Sentirme ofendido. Aunque esté a cargo apenas de un florero de la capilla me siento

dueña y si alguien lo toma y lo arregla me ofendo, pienso en irme de la comunidad. ¿Tengo claro que estoy al servicio como Jesús?

Llamados a: • Valorar todo lo que surge. Gozar de tanto bien recibido, alegrarnos.• Dar cuanto recibimos. Tener gratitud. Amar el mundo tal como es.• Paciencia, bondad, libre de ira, resentimiento o amargura.• Ser capaz de reírse de uno mismo y mirar la realidad también con humor.

Es oportuno finalizar con extractos de un texto del P. Esteban Gumucio ss.cc, que puede iluminar mucho esta reflexión: “Penitenciario”:

“Tú no tienes nunca ni un poco de tiempo. Lo devoras atropelladamente fuera de ti. Eres inalcanzable para los tuyos. Rompe tu cronómetro y ven a recibir humildemente tu penitencia: Apagarás el celular y dejarás sin encender el televisor. Mirarás uno a uno a quienes viven contigo. Entonces, descubrirás el color de los ojos de quienes te aman, y un resplandor de ternura escondida que tenían reservada para ti antes que existiera el tiempo. El Señor de los años, los meses y las horas, quiere darte su paz, que no tiene medida.

¿Estás airado? Estás siempre exigiendo que los demás fabriquen tu felicidad. Siempre agitado, andas reclamando por lo temprano o lo tarde; por lo caliente o lo frío; por lo rápido o lo lento. La humildad de corazón es el reposo que necesitas. Mírate a ti mismo con mayor bondad. Acéptate y aceptarás a los demás.

Eres exacto, numérico, perfecto. Descuidas el corazón; olvidas cultivar la amistad; te encierras y no escuchas. Por tu penitencia te acercarás al lecho de un enfermo y lo escucharás como haría Jesús, dejándote conmover, vulnerable y quebradizo ante el dolor.

Tú tenías siempre la razón. Sabías todo lo que debería haberse hecho. Tenías una receta para cada mal y un castigo para cada falta. Nunca dijiste una grosería, pero

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tenías instalado en tu corazón un tribunal sin apelación. En el trono estabas tú; en el banquillo tu hermano, tu hermana, tu obispo, tu compañero, tu desconocido prójimo. Y sentenciabas.

Pero Dios no quiere condenarte. Míralo cómo viene Él mismo a hacer penitencia por ti. Coronado de espinas se ha sentado en el banquillo que tú tienes dispuesto para tus acusados. Baja tú de tu sede suprema y ven a ponerte a los pies del manso Rey Jesús. Escucha la penitencia que te susurra: “ponte el último a la cola de los pecadores, así podrás sentarte conmigo en la mesa del Reino”.

Preguntas para reflexionar en grupo que susciten el compromiso

• ¿Qué camino puedo hacer para “vaciarme” de mis pequeñeces (mis pocos tiempos, escuchar superficialmente a los otros)?

• En mi vida de todos los días, ¿cómo cuido y propicio en mí (autocuidado de mi ser) la paciencia, la misericordia en nuestras actitudes?

• ¿Cómo favorezco a lo largo de la vida la experiencia de la misericordia que voy haciendo?

Finalmente cantamos / oramos esta canción, que nos mueva a suscitar este MODO; el MODO de ser, de Nuestro Dios.

Canto : Tu Modo. Cristóbal Fones sj

Jesús, al contemplar en tu vida el modo que Tú tienes de tratar a los demás me dejo interpelar por tu ternura, tu forma de amar nos mueve a amar; tu trato es como el agua cristalina que limpia y acompaña el caminar.

Jesús, enséñame tu modo de hacer sentir al otro más humano, que tus pasos sean mis pasos; mi modo de proceder.

Jesús, hazme sentir con tus sentimientos, mirar con tu mirada, comprometer mi acción, donarme hasta la muerte por el reino,

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defender la vida hasta la cruz, amar a cada uno como amigo, y en la oscuridad llevar tu luz.

Jesús, yo quiero ser compasivo con quien sufre, buscando la justicia, compartiendo nuestra fe, que encuentre una auténtica armonía entre lo que creo y quiero ser, mis ojos sean fuente de alegría, que abrace tu manera de ser.

Quisiera conocerte, Jesús, tal como eres. Tu imagen sobre mí es lo que transformará mi corazón en uno como el tuyo que sale de sí mismo para dar; capaz de amar al Padre y los hermanos, que va sirviendo al reino en libertad.

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HACIA EL GRAN JUBILEO DE LOS CATEQUISTAS “Miserando atque eligendo”

(LO MIRÓ CON MISERICORDIA Y LO ELIGIÓ)

Lema del Pontificado del Papa Francisco, que será el tema que guiará el Jubileo de los catequistas en el marco del Año de la Misericordia.

23-25 DE SEPTIEMBRE, ROMA, ITALIA

Con el jubileo se pretende evidenciar que la catequesis y la educación religiosa que los catequistas, profesores de religión y educadores realizan es, en sí misma, una obra de misericordia. De hecho, se trata de la primera de las obras de misericordia consideradas espirituales, “enseñar al que no sabe”, y que el Papa ha invitado a contemplar y poner en práctica, de manera especial, durante todo el Año de la Misericordia.

De este modo, LA CATEQUESIS SE CONVIERTE EN UNA OBRA DE MISERICORDIA, porque hace que quienes no conocen a Dios lo lleguen a conocer, y por otra parte ayuda a que quienes ya lo conocen, lo conozcan y amen aún más.

El programa que se seguirá está inspirado en el lema del Pontificado del Papa Francisco “Miserando atque eligendo” (“Lo miró con misericordia y lo eligió”), que a su vez remite a una de las homilías de San Beda (Hom. 21; CCL 122 , 149-151) donde comenta la llamada de Jesús a San Mateo Apóstol. Texto que te invitamos a profundizar para fortalecer tu vocación de catequista en este gran Jubileo de la Iglesia.

De las Homilías de san Beda el Venerable, presbítero.(Homilía 21: CCL 122, 149-151)

JESÚS LO VIO Y, PORQUE LO AMÓ, LO ELIGIÓ

Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado ante la mesa de cobro de los impuestos, y le dijo: «Sígueme.» Lo vio más con la mirada interna de su amor que con los ojos corporales. Jesús vio al publicano y, porque lo amó, lo eligió, y le dijo: Sígueme. «Sígueme», que quiere decir: «imítame.» Le dijo: «Sígueme», más que con sus pasos, con su modo de obrar. Porque quien dice que está siempre en Cristo debe andar de continuo como Él anduvo.

Él –continúa el texto sagrado– se levantó y lo siguió. No hay que extrañarse del hecho de que aquel recaudador de impuestos, a la primera indicación imperativa del Señor, abandonase su preocupación por las ganancias terrenas y, dejando de lado todas sus riquezas, se adhiriese al grupo que acompañaba a Aquel que él veía carecer en

absoluto de bienes. Es que el Señor, que lo llamaba por fuera con su voz, lo iluminaba de un modo interior e invisible para que lo siguiera, infundiendo en su mente la luz de la gracia espiritual, para que comprendiese que Aquel que aquí en la tierra lo invitaba a dejar sus negocios temporales era capaz de darle en el cielo un tesoro incorruptible.

Y sucedió que, estando Jesús a la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores vinieron a colocarse junto a él y a sus discípulos. La conversión de un solo publicano fue una muestra de penitencia y de perdón para muchos otros publicanos y pecadores. Esto fue un hermoso y verdadero presagio, ya que Mateo, que estaba destinado a ser apóstol y maestro de los gentiles, en su primer trato con el Señor arrastró en pos de sí por el camino de la salvación a un considerable grupo de pecadores. De este modo, ya en los inicios de su fe, comienza su ministerio evangelizador que luego, llegado a la madurez en la virtud, habría de desempeñar. Si deseamos penetrar más profundamente el significado de estos hechos, debemos observar que Mateo no solo ofreció al Señor un banquete corporal en su casa terrena, sino que le preparó, por su fe y por su amor, otro banquete mucho más grato en la casa de su interior, según aquellas palabras del Apocalipsis: Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno escucha mi voz y me abre la puerta entraré en su casa, cenaré con él y él conmigo.

Nosotros escuchamos su voz, le abrimos la puerta y lo recibimos en nuestra casa, cuando de buen grado prestamos nuestra asentimiento a sus advertencias, ya vengan desde fuera, ya desde dentro, y ponemos por obra lo que conocemos que es voluntad Suya. Él entra para cenar con nosotros y nosotros con Él, porque por el don de su amor habita en el corazón de los elegidos para saciarlos con la luz de su continua presencia, haciendo que sus deseos tiendan cada vez más hacia las cosas celestiales y deleitándose Él mismo en estos deseos como en un manjar sabrosísimo.

OBRAS DE MISERICORDIA

OBRAS CORPORALES DE MISERICORDIA1. Dar de comer al hambriento2. Dar de beber al sediento3. Dar posada al necesitado4. Vestir al desnudo5. Visitar al enfermo6. Socorrer a los presos7. Enterrar a los muertos

OBRAS ESPIRITUALES DE MISERICORDIA1. Enseñar al que no sabe2. Dar buen consejo al que lo necesita3. Corregir al que está en error4. Perdonar las injurias5. Consolar al triste6. Sufrir con paciencia los defectosde los demás7. Rogar a Dios por vivos y difuntos