Matías Rivas

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Matías Rivas “Perdona hijo, mis gritos insufribles/ los portazos/ la cruel injusticia mis palabras/ y el tono infame de mis arrebatos/ S !ue no hay consuelo ni piedad posible/ante mi neurosis desatada" Mi gusto por el orden/ y mi fe en la voluntad son inverosímiles"/ #arezco de la soltura de la !ue t$ gozas/ de esa elasticidad con la !ue te estiras por el suelo"/ Soy a la l de cual!uier vela un manojo de nervios retorcidos/ %e ruego !ue no me escuches ni me observes/ Mi paciencia es breve/ y me duele la cabeza y el cuello de tanto manejar/ en las noches aprieto las mandíbulas hasta triturar mis muelas"/ &isculpa mis malos modos"/ &etesto mi esca entusiasmo, mi cansancio cr'nico/ y ese pesimismo jocoso con !ue amanezco"/ Mi mente parece un panal de abejas con humo/ y resisto gracias a las maromas/ de tu madre y la piedad de mi familia"/ (an tenido entereza y e)cesiva templanza, lo s"/ S !ue no soy un pe'n de porcelana"/ * tu edad, mis padres me daban correazos en las piernas si eran necesarios+/ en cambio, lo !ue a me toca es aprender escucharte/ como si fueras un uda-

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Matas Rivas

Perdona hijo, mis gritos insufribles/ los portazos/ la cruel injusticia de mis palabras/ y el tono infame de mis arrebatos/ S que no hay consuelo ni piedad posible/ante mi neurosis desatada. Mi gusto por el orden/ y mi fe en la voluntad son inverosmiles./ Carezco de la soltura de la que t gozas/ de esa elasticidad con la que te estiras por el suelo./ Soy a la luz de cualquier vela un manojo de nervios retorcidos/ Te ruego que no me escuches ni me observes/ Mi paciencia es breve/ y me duele la cabeza y el cuello de tanto manejar/ en las noches aprieto las mandbulas hasta triturar mis muelas./ Disculpa mis malos modos./ Detesto mi escaso entusiasmo, mi cansancio crnico/ y ese pesimismo jocoso con que amanezco./ Mi mente parece un panal de abejas con humo/ y resisto gracias a las maromas/ de tu madre y la piedad de mi familia./ Han tenido entereza y excesiva templanza, lo s./ S que no soy un pen de porcelana./ A tu edad, mis padres me daban correazos en las piernas si eran necesarios;/ en cambio, lo que a m me toca es aprender a escucharte/ como si fueras un Buda