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Módulo
Economía Política
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PROGRAMA DEL MODULO
Primera parte: aspectos filosóficos de la Teoría Marxista
Introducción
- El Materialismo Histórico
- Teoría y Método Científico
Conceptos Generales Marxistas
- La producción
- Las Relaciones de Producción
- Las Fuerzas Productivas
- Base y Superestructura
Segunda parte: aspectos económicos de la Teoría Marxista
Conceptos introductorios
- Las formaciones económicas pre capitalistas
- La acumulación originaria
- Distinción entre las definiciones neoclásicas de Economía y la Economía Política
- El método de la Economía Política
La Teoría del Valor
- Concepto de Mercancía
- Valor de Uso y Valor de Cambio
- Medida del Valor
- Trabajo Presente y Trabajo Acumulado
- Trabajo Productivo
- Valor y Capital
- El origen de la Plusvalía
- El concepto de Fuerza de Trabajo
- El secreto de la explotación capitalista
- El proceso de generación de Plusvalía
- Los componentes del Valor
- Las relaciones entre los componentes del Valor
- Los determinantes de la Plusvalía: Plusvalía Absoluta, Relativa y Extra
- Los determinantes de la Composición Orgánica del Capital
- Los determinantes de la Tasa de Ganancia
- Las formas de la ganancia
- El dinero: una mercancía particular
- Precio y valor
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La Teoría de la Acumulación del Capital
- Concepto de Capital
- Los conceptos de Reproducción Simple y Ampliada: el modelo de reproducción
simple, el modelo de reproducción ampliada.
- Relación entre cambio técnico, productividad del trabajo y desempleo
- Las fuentes y formas del Ejército Industrial de Reserva (EIR)
- Vínculo entre ejército Industrial de Reserva y Salarios
- Ley del Empobrecimiento Relativo
- La Ley de Concentración y Centralización del Capital
- La Ley de Igualación de la Tasa de Ganancia
- La ley de la Tendencia Decreciente de la Tasa de Ganancia en el largo plazo
- Las causas contrarrestantes
La Teoría de las Crisis
- Concepto de Crisis
- Los síntomas
- Las causas y los tipos de crisis
- La superación de la crisis
- El desarrollo cíclico de largo plazo
Aspectos de la etapa actual del capitalismo
- El imperialismo, fase actual del capitalismo
- El Estado en el capitalismo
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Bibliografía:
- Dean, Juan Carlos. “Ensayos sobre economía teórica”. CECEA. Facultad de
Ciencias Económicas y de Administración. UDELAR.
- Foladori, Guillermo (1990). “Metodología materialista para el análisis social”.
Apuntes. Trabajo y Capital. Ficha Temática I. Montevideo.
- Foladori, Guillermo y Melazzi, Gustavo. “La economía de la sociedad
capitalista”. Ediciones de la Banda Oriental.
- Foladori, Guillermo y Olesker, Daniel (1992). “Dinero e inflación”. Ediciones de
la Banda Oriental.
- Harnecker, Marta (1989). “Los conceptos elementales del materialismo
histórico”. Editorial Siglo XXI, México.
- Lenin, Vladimir Ilich (1916). “Imperialismo, fase superior del capitalismo”.
Obras Escogidas, Editorial Progreso.
- Lukacs, Georg (2004). “Ontología del ser social: el trabajo”. Herramienta,
Buenos Aires.
- Marx, Carlos (1996). “El Capital”. Tomo I, II y III. Editorial Fondo de Cultura
Económica. México.
- Massera, José Luis (1986). “Manual para entender quien vacía el sobre de la
quincena”. Editorial Pueblos Unidos, Montevideo.
- Rocca, José Antonio (2007). “Apuntes de Economía I: El pensamiento económico
de Carlos Marx”. Ficha 4. Facultad de Ciencias Económicas y de Administración.
UdelaR.
ACLARACION: en varios pasajes del manual se transcribieron párrafos
enteros de los materiales mencionados en esta bibliografía.
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PRIMERA PARTE
Aspectos Filosóficos
de la
Teoría Marxista
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Introducción
El Materialismo Histórico
Como veremos más adelante, la obra de Marx tiene por objeto de estudio el modo de producción
capitalista, es decir, un objeto abstracto que no se encuentra nunca en estado puro en la realidad.
Sin embargo, el autor aborda ese trabajo guiado por un estudio de carácter científico, basado en lo
que se conoce como teoría materialista de la historia.
El materialismo histórico es la teoría de la historia que surge de la aplicación del materialismo
dialéctico al estudio de la evolución de las sociedades humanas. Así como a nivel filosófico es lo
material lo que determina lo espiritual, en la sociedad es el ser social lo que determina la conciencia
social. En palabras más sencillas, podemos decir que las personas no tienen una cierta posición
social por la forma en que piensan, sino al revés: las personas piensan de acuerdo a la posición
material que tienen en la sociedad.
De la misma manera que en el proceso de producción material se pretende transformar una materia
prima determinada, en un producto determinado mediante la utilización de medios de producción
especializados; en el proceso de producción de conocimientos se pretende transformar una materia
prima determinada (una percepción superficial deformada por la realidad) en un producto
determinado (un conocimiento científico). Esta transformación se realiza utilizando instrumentos
de trabajo intelectual determinados; fundamentalmente la teoría y el método científico.
Teoría y Método Científico
Se llama teoría al cuerpo de conceptos más o menos sistemáticos de una ciencia. Se llama método a
la forma en que son utilizados. Por lo tanto, toda teoría científica tiene el carácter de instrumento de
conocimiento; ella no nos da un conocimiento de una realidad concreta, pero nos da los medios o
instrumentos de trabajo intelectual que nos permite llegar a conocerla en forma rigurosa, científica.
Por lo tanto, cuando se habla de teoría marxista de la historia (o materialismo histórico) se está
hablando de un cuerpo de conceptos abstractos que sirven a los trabajadores intelectuales como
instrumentos para analizar, en forma científica, las diferentes formaciones sociales.
Este cuerpo de conceptos del materialismo histórico es el siguiente: fuerzas productivas, relaciones
sociales de producción, infraestructura, superestructura, estructura ideológica y jurídico-política,
modo de producción, determinación en última instancia por la economía, clases sociales y lucha de
clases relacionadas a las relaciones sociales de producción, etc. Ahora bien, los conceptos generales
del materialismo histórico empleados por Marx son diferentes de los conceptos específicos que
constituyen la teoría del nivel económico del modo de producción capitalista. Estos conceptos
específicos: trabajo abstracto y trabajo concreto relacionados a valor de cambio y valor de uso,
plusvalía, capital constante y variable, etc. son conceptos que sólo sirven para estudiar
científicamente el nivel económico del modo de producción capitalista.
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Conceptos Generales Marxistas
A continuación presentaremos los conceptos marxistas que permiten estudiar en forma científica la
sociedad global y sus diferentes estructuras regionales: económica, ideológica y jurídico-política.
Nos detendremos especialmente en los elementos de la estructura económica por la importancia
que ella tiene para la teoría marxista de la historia.
La producción
¿Qué constituye la base económica de la sociedad? Un proceso de trabajo cualquiera nos da la pista
para comenzar a determinar los elementos que conforman la base económica de la sociedad. El
siguiente esquema lo ilustra:
Cuadro extraído de Foladori (1990).
Llamaremos proceso de trabajo a todo proceso de transformación de un objeto determinado,
sea éste natural o ya trabajado, en un producto determinado, transformación efectuada por una
actividad humana determinada, utilizando instrumentos de trabajo determinados.
El trabajo es la categoría fundante del ser social (Lukacs). El hombre se diferenció históricamente
de los animales por el trabajo. Las distintas formas del trabajo permiten explicar las etapas
económicas de la sociedad y diferenciarlas. En cada modo de producción conviven varias formas
de trabajo, pero siempre hay una que es la dominante.
El trabajo es tomado como la categoría fundante del ser social, en tanto es a partir de la realización
del trabajo que se desarrollan otras características y capacidades propias de los seres sociales; la
conciencia, el lenguaje y la cooperación son algunas de ellas. El trabajo es la capacidad de
transformar la naturaleza para satisfacer necesidades básicas, esta capacidad está mediada en
primera instancia por la conciencia y es ante todo la forma en que los sujetos reproducen sus
condiciones de vida.
Partiendo de que, la historia del ser social es la historia de la producción y reproducción de sus
condiciones de vida, analizar las formas en las que los sujetos sociales producen y reproducen esas
condiciones se convierte en elemento clave para la aprehensión de las relaciones sociales y así
también: la comprensión de las relaciones sociales pasa necesariamente por la comprensión de la
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forma en la que los sujetos reproducen esas condiciones. Por lo tanto el trabajo se convierte en
mediación central para la comprensión de las relaciones sociales.
Los medios de trabajo en sentido estricto (u objetos de trabajo) son las cosas o conjunto de cosas
que el trabajador interpone directamente entre él y el objeto sobre el cual trabaja (materia bruta o
prima). Sirven de intermediarios entre el trabajador y el objeto sobre el cual trabaja. Los medios de
trabajo en sentido amplio comprenden, además de los medios ya señalados, todas las condiciones
materiales, que sin intervenir directamente en el proceso de transformación, son indispensables
para la realización de éste. Llamaremos medios de producción a todos los objetos materiales que
intervienen en el proceso.
La actividad humana desarrollada en el proceso de producción de bienes materiales es llamada,
corrientemente, trabajo. Este trabajo, que se expresa en una cierta cantidad de productos, implica el
empleo de una cierta cantidad de energía humana. A esta energía humana empleada en el proceso
de trabajo se denomina fuerza de trabajo.
Por otra parte, podemos observar a lo largo de la historia que el tipo de relación que se establece
entre el trabajador individual y el medio de trabajo depende fundamentalmente del carácter que
este medio tenga. De ahí que Marx insista en el papel decisivo que desempeña el medio de trabajo
en la forma histórica concreta en que se da el proceso de trabajo. Estas relaciones se caracterizan
por el tipo de control o dominio que los agentes de la producción pueden ejercer sobre los medios
de trabajo y el proceso de trabajo. A dichas relaciones las llamaremos relaciones técnicas de
producción.
Resumiendo: todo proceso de trabajo está formado por tres elementos fundamentales: la fuerza de
trabajo, el objeto de trabajo y los medios de trabajo que establecen entre sí determinadas relaciones.
Las Relaciones de Producción
Un punto a tener en cuenta es la incidencia de la propiedad privada. Dado que los medios de
producción son, como veíamos en el punto anterior, las condiciones materiales de toda producción,
sin estos medios no se puede producir. Y debido a esto, los que han logrado acaparar y
mantener en sus manos estos medios pueden obligar a quienes no los poseen a someterse a las
condiciones de trabajo que ellos fijen, es decir, a ser explotados.
La explotación no es algo eterno, tiene un origen histórico bien determinado. Ella aparece cuando
un grupo de individuos de la sociedad logra concentrar en sus manos los medios de producción
fundamentales despojando de estos medios a la mayor parte de la población. Y ella desaparece
cuando se elimina la propiedad privada de los medios de producción y éstos pasan a ser propiedad
colectiva. En ese proceso -históricamente determinado- se establecen relaciones específicas entre
los propietarios de los medios de producción y los trabajadores o productores directos. A estas
relaciones que se establecen entre los hombres, determinadas por la relación de propiedad que éstos
tienen con los medios de producción las llamaremos relaciones sociales de producción.
En consecuencia, existe una gran diferencia entre el “trabajo realizado bajo el látigo de un capataz
de esclavos y el trabajo realizado bajo la mirada vigilante del capitalista”. A estas relaciones, Marx
las llama relaciones de producción e insiste en que todo proceso de trabajo se da bajo determinadas
relaciones de producción, es decir, que la forma en que los hombres transforman la naturaleza no
está nunca aislada, sino que, por el contrario, está determinada por el tipo de relación que ellos
establecen en el proceso de trabajo. Por tanto, las relaciones de producción están formadas por las
relaciones técnicas y las relaciones sociales de producción.
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Las Fuerzas Productivas
Cuando Marx estudia la manufactura, por ejemplo, nos muestra cómo la división técnica del trabajo
dentro de ella y las formas de trabajo colectivo que allí se establecen no sólo aumentan las fuerzas
productivas individuales, sino que producen fuerzas productivas nuevas que no se limitan a ser una
simple suma de las fuerzas que allí se combinan.
El solo hecho de que los obreros trabajen en un local común, aunque sólo sea bajo formas de
cooperación simple, aumenta la productividad de la fuerza de trabajo al desarrollar el espíritu de
competencia entre los diferentes trabajadores. La diferencia entre la suma de las fuerzas
productivas individuales y la fuerza productiva del trabajador colectivo es cada vez mayor. Nace
así una fuerza productiva nueva que, bajo las condiciones capitalistas de producción, pasa a ser
propiedad del capitalista sin que éste tenga que pagar por ella la más mínima cantidad de dinero.
Sean cuales fueren las formas sociales de la producción, sus factores son siempre los trabajadores y
los medios de producción. Pero unos y otros sólo lo son potencialmente si están separados. Para
que se produzca, en general, deben combinarse. La forma especial en que se lleva a cabo esta
combinación distingue las diferentes épocas económicas de la estructura social. Así es sencillo
entender el texto de Marx que afirma que los instrumentos de trabajo indican por una parte el grado
de desarrollo de la fuerza de trabajo del hombre y, por otra, las condiciones sociales en que se
trabaja. Indican el grado de desarrollo de la fuerza de trabajo del hombre porque la productividad
de su trabajo depende fundamentalmente del tipo de medio de trabajo que utiliza. En palabras de
Marx, “no se puede comparar el grado de productividad de un trabajo realizado con un tractor al de
un trabajo realizado con una carreta de bueyes”.
En definitiva, llamaremos fuerzas productivas propiamente tales a las fuerzas que resultan de la
combinación de los elementos del proceso de trabajo bajo relaciones de producción determinadas.
Su resultado es una determinada productividad del trabajo. Y mediremos el grado de desarrollo de
las fuerzas productivas por el grado de productividad del trabajo.
Ahora, cuando Marx se refiere al desarrollo de las fuerzas productivas está, sin duda, pensando en
el desarrollo y perfeccionamiento de los elementos que conforman el proceso de trabajo y que
permiten al hombre hacer su trabajo cada vez más productivo. Por una parte, se desarrolla la
habilidad del trabajador para manipular su instrumento de trabajo; por otra parte, el hombre va
perfeccionando estos instrumentos; por último, surgen formas de trabajo colectivo que aumentan el
rendimiento del trabajo individual. La producción se transforma de una serie de actos individuales
en una serie de actos sociales, y los productos, de productos individuales en productos sociales. A
este proceso se lo denomina socialización de las fuerzas productivas, es decir, al carácter cada
vez más socializado del proceso de trabajo en un proceso de producción determinado y a la
interdependencia cada vez mayor que existe entre los diversos sectores de la producción social.
Sin embargo, quien se apropia de la mayor parte de la producción no son los trabajadores que lo
produjeron, sino el propietario de los medios de producción: el capitalista. Los productos creados
ahora socialmente no pasan a ser propiedad de aquellos que realmente ponen en acción los medios
de producción, es decir, de los verdaderos productores, sino que pasan a manos del dueño de los
medios de producción. A medida que se desarrolla y expande el capitalismo esta contradicción
entre el carácter social de la producción y la forma privada de apropiación capitalista se va
agudizando.
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Podemos entender ahora por qué Marx afirmó que la contradicción fundamental del capitalismo es
la contradicción entre el carácter cada vez más social de las fuerzas productivas y la propiedad
privada capitalista, cada vez más concentrada, de los medios de producción. Es esta contradicción
la que explica el dinamismo con que se desarrolla el sistema. Sin embargo, de verdadero motor del
desarrollo capitalista se llega a transformar, en un momento determinado de su existencia, en un
freno para su desarrollo. La propiedad privada de los medios de producción en el capitalismo, que
en un comienzo era adecuada al grado de desarrollo de las fuerzas productivas, pasa, al crecer
éstas, a transformarse en demasiado estrecha, de la que es necesario deshacerse para poder permitir
la libertad de movimientos que requiere la planificación de la producción al servicio de la sociedad.
Al desarrollarse la contradicción fundamental del sistema capitalista se van generando a la vez las
condiciones materiales y sociales que permiten su superación, van surgiendo otras contradicciones.
Base y Superestructura
Al desarrollar el concepto marxista de estructura pretendemos llegar a explicar por qué Marx no
toma en cuenta para definir la economía los otros aspectos del ciclo económico: la distribución, el
intercambio y el consumo, cuando la mayor parte de las definiciones lo hace. El concepto de
estructura, se refiere a un "todo" en el que los elementos no se yuxtaponen sino que, por el
contrario, se encuentran distribuidos en ella según una organización de conjunto. Es esta
organización la que determina la función que desempeña cada elemento dentro de la totalidad.
En este sentido es que nos referiremos al "sistema económico" de una determinada sociedad.
Cuando hablamos de sistema económico estamos incluyendo en el concepto todas las fases del
ciclo económico. Por lo tanto, distinguiremos entre dos conceptos: estructura económica y sistema
económico. Llamaremos estructura económica al conjunto de relaciones de producción y sistema
económico al proceso económico global: producción, distribución, intercambio y consumo.
En consecuencia, Marx y Engels han denominado infraestructura o base a la estructura
económica de la sociedad y superestructura a las instituciones jurídico-políticas, Estado, derecho,
etc, y a las "formas de la conciencia social" que corresponden a una determinada infraestructura.
Uno de sus mayores aportes es haber descubierto que para estudiar la sociedad no se debe partir de
lo que los hombres dicen, imaginan o piensan, sino de la forma en que producen los bienes
materiales necesarios para su vida.
Según la teoría marxista, es en la infraestructura donde hay que buscar el "hilo conductor" para
explicar los fenómenos sociales pertenecientes a la superestructura, pero esta afirmación no implica
afirmar que todo se reduce o es un simple reflejo de lo económico. Las condiciones económicas
son "en definitiva las decisivas" o “las determinantes en última instancia” según expresiones del
propio autor. La siguiente cita es ilustrativa en este sentido: “Los hombres contraen determinadas
relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción, que
corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales (…) El
modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y
espiritual en general” (Marx y Engels).
Pero estos elementos interactúan entre sí y también vuelven a actuar sobre la base económica [...].
Hay interacción sobre la base de la necesidad económica, la que en última instancia siempre se abre
camino. “Según la concepción materialista de la historia, el elemento determinante de la historia
es en última instancia la producción y la reproducción en la vida real. Ni Marx ni yo hemos
afirmado nunca más que esto; por consiguiente, si alguien lo tergiversa transformándolo en la
afirmación de que el elemento económico es el único determinante, lo transforma en una frase sin
sentido, abstracta y absurda. La situación económica es la base, pero las diversas partes de la
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superestructura –las formas políticas de la lucha de clases y sus consecuencias, las constituciones
establecidas por la clase victoriosa después de ganar la batalla, etc– las formas jurídicas –y en
consecuencia inclusive los reflejos de todas esas luchas reales en los cerebros de los combatientes:
teorías políticas, jurídicas, ideas religiosas y su desarrollo ulterior hasta convertirse en sistemas
de dogmas– también ejercen su influencia sobre el curso de las luchas históricas y en muchos
casos preponderan en la determinación de su forma. Hay una interacción de todos esos elementos,
en el seno de la interminable multitud de accidentes (es decir, de cosas y hechos cuyo vínculo
interno es tan lejano o tan imposible de demostrar que los consideramos como inexistentes y que
podemos despreciarlos), el movimiento económico termina por hacerse valer como necesario”
(Carta de Engels a Bloch 1990).
Podemos, por lo tanto, decir que pueden existir ciertos elementos ideológicos que se trasmiten de
una formación social a otra, pero estos elementos están siempre puestos al servicio de los intereses
de las clases dominantes, a las que sirven de instrumentos de lucha. La transformación radical de la
superestructura y su reemplazo por una nueva no excluye la continuidad de algunos elementos.
Cuadro de elaboración propia
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SEGUNDA PARTE
Aspectos Económicos
de la
Teoría Marxista
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Conceptos introductorios
Las formaciones económicas precapitalistas
Marx centra su principal obra en el análisis y crítica del modo de producción capitalista. Por eso el
primer capítulo del libro “El Capital” versa sobre la mercancía, que es la unidad básica de análisis
en el sistema capitalista y que tiene en su interior la clave para entender los secretos del
funcionamiento de dicho sistema.
Previamente al estudio de las categorías económicas marxistas, fundamentales para realizar un
abordaje científico del modo de producción capitalista, analizaremos brevemente cómo se llega a
este sistema, basándonos en el materialismo histórico.
La comunidad primitiva es el modo de producción bajo el cual se organizó la humanidad durante
muchísimo tiempo. Se caracteriza por la no existencia de clases sociales, aunque sí una división de
tareas a la interna de la sociedad. No existe el Estado como tal, al no ser necesario el uso de la
violencia represiva para mantener la dominación de una clase sobre otra.
Este sistema se basa en el trabajo colectivo, no individual (el típico ejemplo es el de la organización
de todos los hombres de la tribu para lograr la caza de un gran animal, que luego se repartirá entre
toda la comunidad). Son economías de apropiación, en las cuales no se genera excedente.
La comunidad agraria excedentaria es una forma evolucionada de comunidad primitiva. Con el
descubrimiento de la agricultura y la ganadería, se amplía la división social del trabajo y con la
generación del excedente económico, surge la posibilidad de la propiedad privada. La categoría del
excedente, como se ve, es fundamental para comprender el surgimiento de la propiedad privada y
las clases sociales, bases de los modos de producción siguientes, hasta el capitalismo.
Los cambios técnicos posibilitan el tránsito a la propiedad privada de los medios de producción y
sobre los enemigos capturados en la guerra. Surge así el modo de producción esclavista. En el
mismo, existen dos grandes clases sociales: la de los amos y la de los esclavos, siendo estos
últimos, propiedad de los primeros. Los amos se dedican a filosofar pero no a pensar en cómo
mejorar la producción, puesto que para producir más les alcanza con hacerse de más esclavos. Así,
el esclavismo se constituye rápidamente en una traba para el desarrollo de las fuerzas productivas.
En el marco de la desintegración política del imperio romano, se consolida en Europa el modo de
producción feudal. En el feudalismo, los trabajadores ya no son propiedad de la clase dominante:
los siervos están “adscriptos” a la tierra del señor feudal, trabajan algunas jornadas para sí mismos
y otras para el señor a cambio de protección (pago de renta). Los siervos son “más libres” que los
esclavos, en tanto pueden utilizar parte de su tiempo para producir en su propio beneficio, pero no
pueden abandonar la tierra del señor feudal porque necesitan su protección.
La naturaleza del modo de producción feudal obliga a los campesinos a buscar aumentos de la
productividad. Crecen las proporciones del excedente y con ello el comercio entre regiones. Se
desarrollan los centros urbanos: surgen los comerciantes y artesanos.
La producción mercantil se va convirtiendo en la predominante en el campo (el siervo se va
independizando del señor feudal y pasa a ser productor, otros emigran a las ciudades y empiezan a
conformar el proletariado) y en las ciudades (artesanos contratan trabajadores y se vuelven
productores capitalistas). La evolución de las fuerzas productivas va generando las bases materiales
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para el surgimiento del capitalismo. En el siguiente apartado veremos cómo los sectores
dominantes se valieron de la violencia política para “acelerar” este proceso.
La acumulación originaria
El surgimiento y consolidación del capitalismo necesitó 2 condiciones básicas: por un lado la
existencia de productores independientes y por otro lado obreros “libres” (es decir, que disponen de
su fuerza de trabajo, pero no poseen medios de producción).
Llamamos acumulación originaria al proceso de separación del productor directo de sus medios de
producción. Este proceso sienta las bases para el capitalismo, que se basa en la existencia de
propietarios de medios de producción por un lado y obreros “libres” por el otro (libres en el doble
sentido de disponer libremente de su fuerza de trabajo pero no disponer de medios de producción
para producir en forma independiente). Y no se da naturalmente, sino que históricamente incluyó
mecanismos de todo tipo, generalmente políticos y además violentos. Marx expresa en forma muy
elocuente esta idea, al decir que el capital “llega al mundo chorreando barro y sangre”. De esta
forma intenta reflejar que el origen de la clase capitalista no se basa en el trabajo, el ahorro y la
frugalidad de personas inteligentes y con visión, como en ocasiones se nos quiere hacer creer, sino
que implicó procesos de extrema violencia.
Dice Marx: “esta acumulación originaria desempeña en economía política aproximadamente el
mismo papel que el pecado original en la teología. Adán mordió la manzana y con ello, el pecado
se posesionó del género humano. Se nos explica su origen contándolo como una anécdota del
pasado. En tiempos muy remotos había, por un lado, una elite diligente, y por el otro una pandilla
de vagos y holgazanes. Ocurrió así que los primeros acumularon riqueza y los últimos terminaron
por no tener nada que vender excepto su pellejo. Y de este pecado original arranca la pobreza de
la gran masa (que aún hoy, pese a todo su trabajo, no tiene nada que vender salvo sus propios
personas) y la riqueza de unos pocos, que crece continuamente aunque sus poseedores hayan
dejado de trabajar hace mucho tiempo” (El Capital, capítulo XXIV).
¿Cuáles son los mecanismos de la acumulación originaria? Los repasamos brevemente, según cada
uno de los “objetivos” de dicho proceso.
Mecanismos tendientes a la formación del sector capitalista en el agro:
- Evolución de las formas de renta (desde las rentas en especie a las rentas en dinero)
permitió crear al arrendatario capitalista, que surge del viejo siervo feudal.
- Cambio técnico en el agro, con el consecuente aumento de la productividad.
- Otorgamiento de tierras en forma fraudulenta.
Mecanismos tendientes a la formación del sector capitalista en las ciudades:
- Acumulación de capital-dinero a través del comercio, la usura y el saqueo de metales
preciosos de las colonias.
- Proceso de diferenciación entre los artesanos: quiebre de algunos (que pasan a formar parte
de la clase obrera), fortalecimiento y crecimiento de otros (que contratan fuerza de trabajo
para producir más y se consolidan como productores capitalistas).
Mecanismos tendientes a la separación del productor de la tierra:
- Eliminación de tierras fiscales, comunales y de la Iglesia.
- Expulsión de los campesinos siervos de las tierras en las que producían, durante parte de la
jornada para el señor feudal pero durante otra parte para sí mismos.
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- Auge de actividades con menores necesidades de mano de obra (por ejemplo, la cría de
ovejas en contraposición a la agricultura).
Mecanismos tendientes a concentrar potenciales obreros en las ciudades:
- Prohibición de emigrar al exterior.
- Leyes contra la vagancia.
En síntesis, la acumulación originaria o primitiva es el proceso de separación del productor de sus
medios de producción y constituye la “prehistoria” del capital. Es necesario comprender este
proceso para entender el funcionamiento del modo de producción capitalista.
Distinción entre las definiciones neoclásicas de Economía y la Economía Política
La teoría dominante define a la economía de la siguiente forma: “La economía es la ciencia social
que estudia el uso alternativo de los recursos escasos para satisfacer necesidades ilimitadas”.
En esta definición caracteriza correctamente a la economía como una ciencia social, pero el objeto
de estudio de la economía que se expresa está reflejando la concepción subjetiva (idealista) de las
ciencias sociales. En economía, esta concepción se expresa en la llamada teoría neoclásica.
Esta concepción es a-social, porque estudia a los agentes económicos aisladamente, sin
enmarcarlos en una sociedad en una relación de tipo dialéctico. Para los neoclásicos, alcanza con
estudiar a un “agente representativo” de cada tipo (empresas, consumidores) para derivar de allí el
comportamiento agregado de todos los agentes de la economía. No consideran relaciones de poder,
explotación ni vínculos sociales de ningún tipo.
También es a-histórica, porque no se considera que los modos de producción son históricos. Para
ellos el capitalismo es eterno. No ve los hechos económicos en una sociedad en perpetuo cambio y
transformación, sino en una sociedad eterna, justa y permeable: la sociedad capitalista.
La definición anteriormente presentada es inadecuada para describir al capitalismo, donde la
producción es decidida por los capitalistas en función de la perspectiva de ganancia, mientras que
las necesidades aparecenen un segundo plano.
En contraposición, la Economía Política se define como “la ciencia social que estudia las
relaciones sociales que se establecen en la producción, distribución, intercambio y consumo de los
bienes en cada etapa de desarrollo de la sociedad. Busca comprender las leyes del desarrollo y del
cambio social”.
Esta definición es coherente con el materialismo histórico. Expresa la concepción objetiva
(materialista) de las ciencias sociales.
A diferencia de la teoría neoclásica, el marxismo (continuando y perfeccionando el esquema de
análisis de los economistas clásicos) estudia a los agentes económicos agrupados en clases sociales.
Los individuos participan de distintas formas en la producción y por consiguiente también en los
otros procesos económicos, lo cual define su pertenencia a una u otra clase social.
Al decir de Lenin: “Las clases son grandes grupos de hombres que se diferencian entre sí por el
lugar que ocupan en un sistema de producción social históricamente determinado, por las
relaciones en que se encuentran con respecto a los medios de producción (relaciones que las leyes
refrendan y formulan en gran parte), por el papel que desempeñan en la organización social del
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trabajo, y, consiguientemente, por el modo y la proporción en que perciben la parte de la riqueza
social de que disponen. Las clases son grupos humanos, uno de los cuales puede apropiarse el
trabajo de otro por ocupar puestos diferentes en un régimen determinado de economía social”.
A su vez, la teoría marxista estudia el capitalismo como un modo de producción históricamente
determinado, como todos los otros modos de producción que han existido. Eso implica que el
capitalismo no es eterno, sino que por sus contradicciones internas será suplantado por otro
sistema, como ha pasado siempre en la historia.
En consonancia con la visión materialista, para los marxistas la actividad determinante en la
economía es la producción. Las necesidades sociales no son siempre “ilimitadas” como plantea la
concepción subjetiva, sino que son generadas en cada momento histórico.
El método de la Economía Política
Sintéticamente, el método de Marx lo podemos descomponer en tres etapas:
* Una primera, de abstracción, mediante la que se aíslan los elementos esenciales del proceso
económico.
* Una segunda, denominada de concretización progresiva, con la cual, en el curso del desarrollo, se
introducen elementos cada vez más particulares del proceso económico.
* Una tercera etapa, de verificación, consistente en confrontar los resultados obtenidos con el
proceso económico real.
Siguiendo estas etapas, “El Capital” representa una progresión que va de la abstracción inicial
hacia grados cada vez más concretos de la realidad, con el fin de conocer el mundo de los
fenómenos económicos, demasiado complejo para ser conocido directamente.
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La teoría del valor
Concepto de Mercancía
La mercancía se define como “objeto útil producido para el cambio”. En ello se sintetizan sus
rasgos básicos, es decir, posee valor de uso y valor de cambio.
No todos los bienes en cualquier momento histórico son mercancías. En los modos de producción
que preceden al capitalismo, los productores no se dedicaban primordialmente a producir
mercancías. En el modo de producción feudal, por ejemplo, los campesinos producían para el
autoconsumo y para pagar tributo al señor feudal; si vendían parte de los bienes producidos, se
trataba de una parte de relativamente escasa significación. Lo dominante no era la producción para
vender, sino la producción para el consumo directo del productor o del señor feudal.
A su vez, en el modo de producción capitalista, no todos los bienes que existen son mercancías.
Sigue habiendo producción para el autoconsumo en el sistema capitalista. Pero lo importante a
destacar es que la producción de mercancías es el tipo de producción predominante en el
capitalismo y la que lo caracteriza como modo de producción radicalmente distinto a los anteriores.
Valor de Uso y Valor de cambio
El valor de uso o utilidad implica una relación entre el individuo y el objeto. Expresa la aptitud del
bien para satisfacer necesidades. Es el resultado de las formas particulares que adopta cada tipo de
trabajo. En esta perspectiva es el trabajo concreto de cada especialización particular el que
determina la utilidad. “La utilidad de un objeto lo convierte en valor de uso. Es algo que está
condicionada por las cualidades materiales de la mercancía y que no puede existir sin ellas. Lo
que constituye un valor de uso es la materialidad de la mercancía misma”.
El estudio del capitalismo en cuanto relación entre sus clases sociales esenciales, no pasa para
Marx, por la profundización del concepto de valor de uso, pese a que indica que la utilidad
constituye un prerrequisito para la existencia del valor ya que “los valores de uso son además,
el soporte material del valor de cambio”.
El estudio de la anatomía del capitalismo exige el análisis de la división social del trabajo que se
manifiesta mediante el intercambio. En el mercado se expresa la interdependencia entre los
miembros de la sociedad. Ocultas detrás de la apariencia de vínculo entre objetos, se
encuentran las relaciones de producción entre miembros de la sociedad especializados en
diferentes tipos de trabajo.
Cada productor en apariencia “aislado” forma parte de una red en la que el trabajo social se
subdivide en tareas particulares que en el capitalismo se articulan en el mercado. En el valor de
cambio se manifiesta el carácter social de la producción. La relación cuantitativa entre objetos
encubre la existencia del trabajo como contenido común de las mercancías.
Medida del Valor
La medida del valor de cambio de las mercancías son las unidades de tiempo insumido en su
producción. Los economistas políticos clásicos (particularmente David Ricardo) fueron los que
sentaron las bases de la teoría del valor-trabajo.
18
Para los clásicos, la magnitud del valor se mide por “la cantidad de trabajo que encierra”. Las
relaciones de intercambio de las mercancías bajo el supuesto de mercado en libre competencia
tienden a reflejar su contenido en trabajo.
A diferencia de Ricardo (para quien el valor se determinaba en las condiciones menos favorables
de producción), para Marx la medida del valor resulta del trabajo socialmente necesario
incorporado en el producto. Este concepto representa un promedio configurado por un trabajador
“medio” realizado en condiciones técnicas, sociales y ambientales promedio. “Cada una de estas
fuerzas individuales de trabajo es una fuerza humana de trabajo equivalente a las demás, siempre
y cuando que presente el carácter de una fuerza media de trabajo social y de, además, el
rendimiento que a esa fuerza media de trabajo social corresponde, o lo que es lo mismo, siempre y
cuando que para producir una mercancía no consuma más que el tiempo de trabajo que representa
la media necesaria, o sea el tiempo de trabajo socialmente necesario”.
El mercado reconoce un único valor a cada unidad del mismo producto de manera independiente de
las condiciones particulares que determinan el tiempo insumido por cada empresa en particular.
Bajo el supuesto de precios = valores, el trabajo total reconocido a cada rama de producción es
idéntico al efectuado. Esto no es así para cada empresa en particular, las que utilizan menos tiempo
de trabajo por unidad que el promedio obtienen un “plus” en desmedro de las empresas que
emplean más tiempo que el socialmente necesario por unidad.
En consecuencia el trabajo socialmente reconocido puede diferenciarse del efectivamente empleado
por cada empresa en particular.
Ejemplo:
Si en la producción de cuadernos tenemos tres tipos de empresas (A, B y C) con las siguientes
condiciones:
Total
trabajoUnidades
Trabajo
por unidad
Trabajo
reconocido
Empresas tipo A 1600 800 2 2400
Empresas tipo B 900 300 3 900
Empresas tipo C 1400 200 7 600
TOTALES 3900 1300 3 3900
El trabajo socialmente necesario representa el promedio general de la rama. “Tiempo de trabajo
socialmente necesario es aquel que se requiere para producir un valor de uso cualquiera en las
condiciones normales de producción y con el grado medio de destreza e intensidad de trabajo
imperantes en la sociedad”.
En este ejemplo se aprecia que a las empresas de tipo A, el mercado les reconoce una cantidad
mayor de trabajo que la efectivamente utilizada, mientras que a las empresas de tipo C se les
reconoce una cantidad de trabajo menor. Por su parte, las empresas de tipo B producen
exactamente en las condiciones medias de la sociedad, por lo cual la cantidad de trabajo reconocido
y efectivamente aplicado coincide.
19
El cálculo del valor de cada bien puede realizarse por dos métodos alternativos:
De manera directa, como el cociente entre el total del trabajo insumido en la producción y el total
de unidades producidas. En este caso, 3900/1300=3.
El mismo resultado se obtiene del promedio ponderado según la importancia de cada tipo de
empresas en el total producido. En este caso, las empresas de tipo A representan el 62%
(800/1300), las de tipo B un 23% (300/1300) y las de tipo C un 15% (200/1300). En consecuencia,
tenemos 0,62 x 2 + 0,23 x 3 + 0,15 x 7 = 3.
El valor de cada mercancía, permanecerá invariante mientras permanezca constante el tiempo
promedio necesario para su producción, y variará cuando lo haga la capacidad productiva del
trabajo.
Con el progreso de la ciencia y sus aplicaciones, la organización del proceso de producción, la
destreza de los trabajadores se transforma y cambia la capacidad productiva del trabajo. “La
magnitud del valor de una mercancía cambia en razón directa a la cantidad y en razón inversa a la
capacidad productiva del trabajo que en ella se invierte”.
Una situación como la descrita en el ejemplo con una disparidad tan grande respecto al promedio es
inestable bajo el supuesto de libre competencia. La transparencia y simetría en el información
permite a las empresas “copiar” las innovaciones de las competidoras y por lo tanto la
productividad del trabajo tiende a igualarse al interior de cada rama.
Trabajo Presente y Trabajo Acumulado
El tiempo de trabajo socialmente necesario para producir una mercancía, además de incluir el
trabajo directo o vivo, incorpora el trabajo insumido en las materias primas y la cuota parte
correspondiente al desgaste de las maquinarias y herramientas utilizadas.
Desde la perspectiva de la teoría valor-trabajo, los medios de producción son simplemente
trabajo acumulado en los medios materiales que se emplean en la producción. Por ejemplo, la
maquinaria utilizada es concebida como resultado del trabajo previo de los obreros empleados para
producirla. En síntesis, el trabajo total incorporado en cada mercancía = trabajo pasado + trabajo
presente.
Los denominados “objetos de trabajo” (materias primas y similares) transfieren su valor en un
período productivo mientras que los medios de trabajo (maquinarias, edificios, etc.) cuya vida útil
es mayor, transfieren una cuota parte por período.
Trabajo productivo
La reproducción de un sistema económico debe contemplar reproducir los dos elementos del
proceso de trabajo: la fuerza de trabajo y los medios de producción.
El trabajo productivo en general (o trabajo socialmente útil) es aquel que se orienta a la producción
de medios de producción y a la producción de medios de vida para reproducir la fuerza de trabajo
(aquí también se incluyen los servicios que permiten la reproducción de la fuerza de trabajo, como
la salud y la educación). El trabajo improductivo es aquel que realiza actividades o produce bienes
que son consumidos en forma suntuaria.
20
En el capitalismo, se considera trabajo productivo al trabajo asalariado intercambiado por capital,
es decir, trabajo que produce o permite apropiar plusvalor. Así, es trabajo productivo el de los
obreros industriales, que producen plusvalía que se apropian los capitalistas de la industria.
También es trabajo productivo el que realizan los trabajadores de los sectores del comercio y las
finanzas, que permiten a los comerciantes y banqueros apropiarse de la ganancia comercial y el
interés bancario, repectivamente. Al decir de Marx, “dentro del capitalismo, sólo es productivo el
obrero que produce plusvalía para el capitalismo o que trabaja para hacer rentable el capital”.
Profundizando el análisis, podemos afirmar que el “obrero colectivo” comprende a distintos tipos
de trabajadores: al productor directo (típicamente, el operador de una máquina) pero también a
otros que realizan actividades igualmente relevantes para la producción (diseño de los productos,
investigación aplicada a la producción).
Al decir de Rui Mauro Marini, “restringir la clase obrera a los trabajadores asalariados que
producen la riqueza material, es decir, el valor de uso sobre el que reposa el concepto de valor,
corresponde a perder de vista el proceso global de reproducción capitalista”. La clase obrera es
“la categoría social formada por trabajadores pagados mediante la inversión de capital variable y
cuya remuneración es siempre inferior al valor del producto de su trabajo”.
Algunas conclusiones:
- No es lo exactamente lo mismo trabajo productivo en general (o socialmente útil) que
trabajo productivo desde el punto de vista capitalista (el que genera plusvalía o permite a
los capitalistas apropiar plusvalía).
- Existen en la sociedad un conjunto de trabajos que no son productivos en términos de
generación de valor y que no contribuyen a la reproducción de la fuerza de trabajo (por
ejemplo aquellos vinculados a la superestructura), pero son imprescindibles para la
reproducción del sistema capitalista en su conjunto, por ende su trabajo tiene determinada
valoración en el marco global del sistema.
- La clase obrera no se limita a los trabajadores manuales que producen en forma directa los
valores de uso, sino que abarca al conjunto de los asalariados que son remunerados por
debajo del valor que producen.
Valor y Capital y el Concepto de Capital y sus Formas de Circulación
Marx considera que para comprender la circulación del capital, es conveniente estudiar
previamente la denominada circulación simple de mercancías. En ella el proceso asume la forma
mercancía – dinero – mercancía (M – D – M’). La mercancía se cambia por dinero con la finalidad
de obtener posteriormente una mercancía diferente.
En esta forma de circulación el dinero actúa simplemente como un medio que facilita el
intercambio. El sentido último de las transacciones se satisface, aún cuando el valor de cambio de
M sea igual al de M’, debido a que el objetivo final del proceso es la obtención de un valor de uso
diferente al inicial.
En este marco, el dinero es simplemente un intermediario para facilitar las transacciones de
distintos “valores de uso”. En este caso no actúa como capital, pues la esencia del capital es su
valorización. El dinero como dinero y el dinero como capital se distinguen por su forma de
circulación.
21
La esencia de la circulación de capital es el proceso de valorización. El capitalista lanza dinero
al mercado con el objetivo de que retorne a sus manos incrementado. El dinero que circula así ya es
capital “por su destino”. En condiciones normales se supone que el capital regresa al capitalista
“preñado de plusvalía”.
El valor de uso inicial y final de la misma magnitud de “dinero” es naturalmente idéntico y el
sentido único que tiene el proceso es la obtención de un valor superior al inicial (D’ > D). Marx
ubica diversos espacios posibles de obtención de un plusvalor. En particular menciona los ámbitos
comercial, financiero y productivo.
Por ejemplo, en el comercio, la circulación implica la compra de mercancías, para su posterior
venta. El proceso adopta la forma de D – M – D’. El capital ingresa al mercado como dinero y se
transforma en mercancías que son vendidas a cambio de una masa de dinero de valor superior al
inicial.
En la actividad financiera, el dinero es prestado con el fin de recuperarlo y obtener un “interés” y
por lo tanto vuelve al capitalista con un valor incrementado. El proceso se puede sintetizar con la
forma D D + D = D’.
En la industria y en el agro el capitalista compra medios de producción y fuerza de trabajo. En el
proceso de producción se engendra una nueva mercancía que se vende para obtener nuevamente
una suma de dinero superior a la inicial.
La forma de circulación se puede sintetizar como D – M – D’.
El objetivo de la circulación es la apropiación de un valor excedente o plusvalía en forma de dinero
que se puede identificar como la diferencia entre el valor final y el inicial del capital (D’ – D) o
D.
El origen de la Plusvalía
Marx niega al comercio y a la actividad financiera como fuentes de mayor valor de la producción
global, considerando a la ganancia comercial y a los intereses del dinero como formas de
apropiación de plusvalía cuyo origen se encuentra en la producción.
Señala que en el intercambio no puede haber creación de valor. La ganancia obtenida por el
vendedor que logre un valor superior, al trabajo incorporado en su mercancía representa una
pérdida de similar magnitud para el comprador. Eventualmente el comprador que obtenga una
mercancía a menor valor que el incorporado en ella genera una pérdida similar para el vendedor. La
suma algebraica global de todas las diferencias entre los valores generados e intercambiados es
igual a 0. Es debido a esto que el supuesto utilizado por Marx de que las mercancías se venden por
su valor no contradice sus conclusiones; de hecho, lo que Marx intenta demostrar es que el valor se
genera aunque todas las mercancías se transen por su valor.
Descarta también la ganancia financiera como origen de la plusvalía. Expresa que no es natural que
el dinero engendre por si mismo más dinero.
En palabras del propio Marx, “el cambio en la magnitud de valor no puede operarse en el dinero
mismo. Tampoco en el segundo acto de circulación. Tiene que operarse por tanto en la mercancía
que se compra, pero no en su valor sino en su valor de uso, es decir, en su consumo. Tiene que
22
tratarse de una mercancía que posea el especial valor de uso de ser fuente de valor, y esa
mercancía específica es la (capacidad o) fuerza de trabajo”.
Por ende señala que el origen de la generación de la plusvalía tiene que estar ubicado al interior
del proceso productivo. Y consecuentemente enfoca hacia allí su análisis y en especial en la
industria donde se expresan en su forma más nítida las relaciones de producción capitalistas.
Dice Marx, que "el capital solo aparece allí donde el poseedor de medios de producción y de valor
encuentra en el mercado obreros libres como vendedores de su fuerza de trabajo y esta condición
histórica envuelve toda una etapa del desarrollo universal”.
El Concepto de Fuerza de Trabajo
La fuerza de trabajo es la capacidad o potencialidad de ejercer trabajo. “Son las facultades físicas y
mentales que existen en la corporeidad del ser humano". Para Marx es una mercancía que vende el
trabajador y compra el capitalista.
Uno de los rasgos que define al capitalismo es que el poseedor de la fuerza de trabajo dispone
“libremente” de ella. El trabajador es dueño de su propia fuerza de trabajo y la vende por tiempo
determinado. La fuerza de trabajo responde a los atributos de cualquier otra mercancía. Posee por
lo tanto un valor de uso, que se manifiesta “cuando el capitalista en la producción consume la
capacidad de trabajo del obrero”.
La fuerza de trabajo es el resultado de un proceso de producción (cuando el obrero consume bienes
está produciendo su capacidad de trabajo) y por lo tanto tiene valor (de cambio). El valor está
determinado por el trabajo incorporado en los productos que componen la canasta de subsistencia y
reproducción del obrero. El proceso de consumo que realizan los trabajadores (alimentación y
otros tipos de consumo), es al mismo tiempo producción de capacidad o fuerza de trabajo. Así
se transfiere el valor que cada uno de los "medios de vida" tiene incorporado hacia la corporeidad
del ser humano. "El valor de la fuerza de trabajo como el de cualquier otra mercancía se
determina por el trabajo socialmente necesario que requiere su producción (...) su conservación
y reproducción".
El concepto involucra además de la subsistencia del trabajador como individuo, la reproducción de
los obreros como clase social. Incluye los medios para la subsistencia de la familia y la formación
de los hijos (requerimientos de conocimiento mínimos para integrarse en el futuro al proceso de
producción). Este valor se expresa a través del cambio. Dice Marx que la "fuerza de trabajo” si no
se la vende "es nada". Es decir que el valor se expresa como “valor de cambio” en el mercado. El
valor de la fuerza de trabajo resulta de la suma del valor de cada uno de los elementos que
componen la canasta de subsistencia del trabajador y su familia. El trabajo socialmente necesario
incorporado en cada uno de los bienes de la canasta de subsistencia compone el valor de la
fuerza de trabajo, que "se resuelve en la suma del valor de los medios de vida".
En términos algebraicos, se puede expresar como la sumatoria de las cantidades consumidas de
cada bien por sus respectivo valor unitario.
Supongamos por ejemplo que la canasta de subsistencia diaria se compone de 1 kg. de pan que
requiere 0,5 hora de trabajo socialmente necesario para su producción, 1 prenda de vestir que
necesita para su producción 1 hora de TSN, gastos de vivienda por un equivalente a 1 hora de TSN,
y ¼ kg de carne que representa 1,5 horas de TSN. En este caso el valor de la fuerza de trabajo es
de 4 horas.
23
Marx le atribuye un contenido social e histórico. “Las necesidades (…) de los obreros varían de
acuerdo al clima y las condiciones naturales de cada país y su modo de satisfacción son de suyo un
producto histórico que depende del nivel cultural, condiciones, hábitos y exigencias en que se haya
formado la clase de los obreros libres”. Es decir, que por un lado habría un límite mínimo
estrictamente físico o biológico que lo marcan los bienes indispensables para la reproducción de la
capacidad de trabajo, que en caso contrario se reproduce en forma “raquítica” a decir del autor.
Pero el valor de la fuerza de trabajo no depende solamente de aspectos biológicos, sino también de
otros aspectos de tipo social. Hay medios de vida que no son estrictamente necesarios para la
supervivencia que forman parte de la “canasta básica de consumo” de la clase trabajadora y por
ende hacen al valor de la fuerza de trabajo. Estas necesidades sociales cambian a lo largo del
tiempo y en los distintos países, por lo cual el valor de la fuerza de trabajo es variable.
El secreto de la explotación capitalista
Para Marx la fuerza de trabajo tiene la propiedad de poder gestar con su uso un valor mayor que el
que posee dentro de sí como trabajo pasado. Es decir: el rendimiento diario de la fuerza de trabajo
es superior al gasto diario de conservación de la fuerza de trabajo. Esto quiere decir que, si por
ejemplo su valor diario equivale a cuatro horas (pues ése es el tiempo de trabajo que requiere la
producción de la canasta de subsistencia del trabajador y su familia) nada impide en principio
utilizar esa fuerza de trabajo durante un tiempo mayores (ocho horas por ejemplo).
Para la teoría dominante en economía (neoclásica), el concepto de explotación no se considera
relevante. Para ellos existe explotación solamente cuando el trabajador es retribuido con un salario
inferior al correspondiente a su productividad marginal. Pero justifican los ingresos obtenidos por
los capitalistas a través de la supuesta “productividad marginal del capital” sin tener en cuenta que
las máquinas, herramientas y demás elementos que se suelen considerar “capital” son en realidad
trabajo pasado de los obreros, trabajo acumulado.
Para Marx, la explotación es inherente al modo de producción capitalista. Aun cuando los
trabajadores cobran el salario “justo” (es decir, equivalente al valor de su mercancía fuerza de
trabajo) están siendo explotados, porque el capitalista se apropia del plusvalor.
Los capitalistas se aprovechan de esta “propiedad maravillosa” que tiene esa mercancía tan especial
que es la fuerza de trabajo, para generar valor y acrecentar su capital. A continuación explicamos
detalladamente cómo se genera la plusvalía.
El Proceso de Generación de la plusvalía
Después de descartar al comercio y las finanzas como fuentes de la generación de plusvalía, Marx
centra el estudio en las actividades productivas y en especial en la industria.
Si analizamos el proceso físico de producción en la industria vemos que este se puede exponer
como
D – Medios de producción y fuerza de trabajo – D'
El capital inicial se invierte en medios de producción y fuerza de trabajo. Se producen mercancías
que se venden a cambio de dinero.
24
Los principales supuestos (implícitos o explícitos) que utiliza en su búsqueda y explicación sobre el
origen de la plusvalía son:
Los capitalistas son dueños del capital.
Encuentran obreros "libres" en el mercado (los “no poseedores de medios de producción”
deben vender su fuerza de trabajo).
El obrero vende su fuerza de trabajo por su valor (a cambio de un salario que le permite
adquirir los medios de vida o canasta de consumo obrero).
Los medios de producción son trabajo pretérito (pasado o acumulado) y por lo tanto, solo
pueden transferir al nuevo producto su propio valor.
El capitalista es poseedor del producto final.
El producto final se vende por su valor.
La clase capitalista se considera como homogénea a su interior, sin discriminar las
diferentes formas particulares de apropiación de plusvalía.
En estas condiciones, el capitalista compra la fuerza de trabajo por su valor (por ejemplo 4 horas)
pero la utiliza durante ocho y de esa forma se reproduce el equivalente al valor de la fuerza de
trabajo y además se genera un producto excedente que una vez vendido en el mercado, permite que
el capitalista se apropie del plusvalor generado por el trabajo de los obreros.
Es decir que los obreros además de generar el valor necesario para obtener el equivalente en
bienes para reponer sus energías generan además un valor excedente que da origen a la
plusvalía o ganancia de los capitalistas.
El capital no es un factor productivo, sino una relación social (históricamente determinada) entre
los poseedores de los medios de producción y los que poseen solamente su fuerza de trabajo. Es
una relación de explotación, porque permite a unos apropiarse del trabajo de los otros. El único
factor productivo es el trabajo humano, ya sea trabajo presente (fuerza de trabajo aplicada al
proceso productivo actual) o trabajo acumulado (en máquinas, materias primas, herramientas).
Los Componentes del Valor a nivel micro y macro económico
Desde el punto de vista de su papel en la generación del valor Marx distingue en consecuencia:
El capital destinado a la compra de medios de producción permite la transferencia del valor de
estos hacia el nuevo producto, con su misma magnitud en valor. En consecuencia lo llama capital
constante (C). El capital constante se corresponde con el "trabajo pasado" o trabajo acumulado,
incorporado en los medios de producción y que se transfiere por una magnitud equivalente al nuevo
producto.
Además en el proceso de producción se agrega trabajo "vivo" o presente, que es el que permite
reponer el valor de la fuerza de trabajo y generar un valor superior a las necesidades de subsistencia
del trabajador y su familia. En consecuencia la parte del capital que se destina a la compra de
fuerza de trabajo, crea su propio equivalente y es capaz de crear un plus de valor. De allí que se le
denomina capital variable (V).
La jornada de trabajo presente se puede descomponer en dos partes. Una que se corresponde con el
tiempo necesario para reponer el gasto de fuerza de trabajo (V), por lo cual se la denomina trabajo
necesario. Pero la jornada se extiende y existe un trabajo excedente que da origen a la
plusvalía.
25
En síntesis las consideraciones previas permiten identificar 3 grandes componentes del valor:
capital constante, capital variable y plusvalía. El valor final D’ es igual a la suma del capital inicial
(D) + la plusvalía. El capital inicial es C + V, en consecuencia el valor final se puede
desagregar como la suma C +V + P = W.
Las Relaciones entre los componentes del Valor
La tasa de explotación mide la relación entre el trabajo excedente respecto a las necesidades del
trabajador (trabajo necesario). Es una relación general válida para cualquier modo de producción en
el que existen clases sociales.
En el capitalismo esta relación adopta la forma de tasa de plusvalía. Cuantifica la relación entre
el valor apropiado por los capitalistas o plusvalía y el capital variable que se transforma en salarios
del obrero y sustento del consumo necesario para la subsistencia del trabajador y su familia. La
fórmula se puede expresar como P/V.
La composición orgánica del capital vincula las dos partes en las que se puede subdividir el
capital. La constante C destinada a la compra de medios de producción y la parte variable V
utilizada como “fondo de salarios” con la que se contrata fuerza de trabajo. Se expresa
normalmente como C/V.
La tasa de ganancia relaciona la ganancia con el capital. Se registra como P/(C+V).
Los Determinantes Básicos de la Tasa de Plusvalía
Acorde a la definición, la tasa depende esencialmente de la composición física de la canasta de
subsistencia, del valor de sus componentes, que definen el valor de la fuerza de trabajo y por ende,
la magnitud del capital variable y de la extensión de la jornada de trabajo, que contribuye a
determinar la magnitud del trabajo excedente.
Como los componentes de la canasta se consideran un dato “dado” asumen especial importancia:
Los factores socio - económicos “que determinan la magnitud de la jornada laboral"
El desarrollo de las fuerzas productivas en las ramas productoras de "medios de vida" para
los asalariados (que define el valor de los bienes de consumo obrero).
26
Sobre estas consideraciones Marx identifica la plusvalía absoluta y la plusvalía relativa.
El supuesto es que el valor de la fuerza de trabajo está determinado y la posibilidad de incrementar
la tasa de plusvalía consiste en extender la jornada de trabajo. En esto consiste la plusvalía
absoluta. Esta forma de plusvalía choca sin embargo para Marx con un conjunto de límites.
Límites físicos: La resistencia física tiene límites y se requiere incluso tiempo para reponer el
desgaste de energía.
Límites políticos: Menciona el “agotamiento de las energías nacionales” y lo presenta como un
problema que puede preocupar al poder político. Raquitismo, incremento de las enfermedades y
diversos problemas eventualmente derivados de extensas jornadas de trabajo pueden tener
repercusiones en el ámbito político y requerir la intervención de los poderes públicos limitando la
jornada laboral.
Límites sociales: Surgen como consecuencia de la resistencia de los trabajadores a las jornadas
agotadoras. Las huelgas, los conflictos sindicales, actúan como factores que limitan las
posibilidades de apropiar plusvalía absoluta.
Como corolario de todo ello los propios Estados tienden a crear normas jurídicas que acotan la
magnitud de la jornada laboral. Para Marx la plusvalía absoluta se ubica esencialmente en las
etapas iniciales del capitalismo.
La plusvalía relativa es la forma típica de incremento de plusvalía en el capitalismo avanzado.
Se asume aquí el supuesto de que la extensión de la jornada permanece constante y
consecuentemente las posibilidades de incrementar la plusvalía se vinculan con la eventual
reducción del valor de la fuerza de trabajo (V).
Como se presupone “dada” la composición física de la canasta de subsistencia la reducción de su
valor requiere la disminución del valor o precio de los bienes de consumo obrero (BCO) que la
componen. Bajo los supuestos habituales en Marx (precios iguales a los valores, economía cerrada,
sin gobierno, canasta dada) la forma de reducir el valor de la fuerza de trabajo se vincula con el
cambio técnico en la producción de bienes de consumo obrero.
Una mejora en la productividad del trabajo para la producción de los bienes de consumo obrero,
permite reducir el tiempo por unidad producida. Esto lleva a una reducción del valor de la canasta
de consumo de los trabajadores y por ende, del valor de la fuerza de trabajo. Esto impacta
aumentando la plusvalía y también la tasa de plusvalía.
Con el supuesto de extensión constante de la jornada laboral, al descender V, se incrementa
automáticamente P y por ende aumenta el cociente P/V = P’. Es necesario que el cambio técnico se
procese en los bienes que componen la canasta de subsistencia. Eventualmente se produce un
efecto similar (al reducir la magnitud del trabajo pasado) cuando el cambio técnico se integra en
aquellos medios de producción usados para producir bienes de subsistencia. La mayor intensidad
del trabajo se menciona también como condición para la posible disminución del valor de V.
En diferentes alternativas, al ir levantando supuestos simplificadores se pueden incorporar nuevas
formas de incremento de la tasa de plusvalía.
27
La importación de bienes de consumo obrero más baratos. Implica levantar el supuesto de
economía cerrada al comercio exterior. El menor valor de los bienes importados reduce el valor de
la fuerza de trabajo.
Los subsidios de parte del gobierno pueden incidir reduciendo el precio de los BCO, y por
lo tanto disminuyendo el precio de la fuerza de trabajo. Implica levantar el supuesto de Estado juez
y gendarme, y de precios = valores.
Diversas circunstancias de mercado que actúen disminuyendo precios de BCO por debajo
de su valor o determinando niveles de salarios por debajo del valor de la fuerza de trabajo. Implica
levantar el supuesto de precios = valores.
Cambios en la canasta de subsistencia sustituyendo bienes y servicios por otros artículos
más baratos. Significa levantar el supuesto de canasta de subsistencia “dada”.
La plusvalía extraordinaria aparece cuando se dan condiciones de trabajo diferentes en el seno de
una rama productiva. No hay mayor generación de plusvalía sino transferencias de valor y por ende
cambia la forma en que es apropiada.
Como se vio anteriormente, el mercado le reconoce a las empresas que trabajan con condiciones
superiores al promedio un mayor valor que el trabajo insumido por los bienes producidos mientras
que las empresas que trabajan en condiciones inferiores perciben menor valor que el trabajo
empleado. El saldo de todas las transferencias es 0.
Los productores con condiciones favorables de producción van a poder vender sus bienes a un
mayor valor que el que les costó producirlos (en términos de trabajo), por lo cual van a estar
obteniendo además de la plusvalía ordinaria de la rama, una plusvalía extraordinaria por esta mejor
capacidad productiva. Podríamos decir que se apropian del trabajo de sus obreros y también del
trabajo de obreros de otras empresas, pues la plusvalía extra proviene de las empresas que producen
en condiciones inferiores al promedio de la rama. Estas últimas estarán teniendo una plusvalía extra
negativa o minusvalía.
Como se mencionó, los mecanismos de la competencia provocan que las distintas empresas de una
rama tiendan a igualar la productividad. Ya sea porque las nuevas formas de producción se
difunden entre los distintos empresarios, o bien porque los empresarios que no logran adaptarse al
cambio técnico se funden y dejan de producir.
Los Determinantes Básicos de la Composición Orgánica del Capital
La composición orgánica del capital permite analizar la proporción en que el capital se utiliza
respectivamente como constante (C) o variable (V). Resulta de la evolución técnica de la sociedad.
Los cambios en las fuerzas productivas se traducen normalmente en un aumento de la masa física
de medios de producción respecto a la fuerza de trabajo. La sustitución frecuente de
trabajadores por maquinaria implica generalmente un aumento de la parte constante del
capital y la reducción del capital variable.
En este sentido el proceso de aumento o acumulación de capital productivo significa
simultáneamente un cambio en su composición. Estas transformaciones se pueden medir a través
de la relación entre los componentes del capital. Cuantitativamente se puede representar como el
cociente entre capital constante y capital variable C/V.
Los factores determinantes de su evolución esencialmente son:
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El grado de desarrollo de las fuerzas productivas como determinante de las técnicas
utilizadas y por lo tanto, de la composición física del capital en medios de producción y fuerza de
trabajo.
Las características concretas del proceso de acumulación del capital como determinante de
las inversiones realizadas y su composición.
Los cambios en la estructura técnica devienen en un incremento de la producción por
unidad de tiempo insumido implicando incrementos en la productividad del trabajo y en
consecuencia el descenso del valor unitario de las mercancías. En ese plano, influye sobre los
valores o precios respectivos de los medios de producción utilizado y de la fuerza de trabajo
empleada.
Si atendemos a la composición material, el concepto está determinado por la estructura técnica del
proceso de producción en cuanto relación y articulación entre medios de producción y fuerza de
trabajo Sin embargo, en términos de valor esta relación se expresa a través de la proporción de
capital constante y capital variable empleados, lo cual involucra no solo los requerimientos
materiales sino también a los valores unitarios (reflejados en el precio) de las mercancías que
conforman la inversión. Por ejemplo, en una empresa textil tenemos una relación técnica entre la
cantidad de lana, y las máquinas utilizadas en promedio por cada trabajador, pero en términos de
valores la relación C/V además se ve influida por los valores por unidad de la lana, de los telares y
de la fuerza de trabajo.
Los Determinantes Básicos de la Tasa de Ganancia
La tasa de ganancia mide la rentabilidad del capital en términos de porcentaje de ganancia sobre el
capital invertido en un período determinado. En la primera aproximación teórica del análisis de
Marx, en la que rige el supuesto de clase capitalista homogénea y de precios igual valores, la
masa de ganancia se considera igual a la plusvalía. En consecuencia, la tasa de ganancia se
puede medir como la relación P/(C+V).
En términos generales, la tasa de ganancia está determinada por la tasa de plusvalía y por la
composición orgánica del capital. Ello se puede deducir matemáticamente a partir de la fórmula
anteriormente mencionada.
Esta expresión mediante una sencilla transformación que resulta de dividir numerador y
denominador entre V se puede representar como g = p’ / (1+o), donde el numerador es la tasa de
plusvalía (P/V) y el denominador es 1 más la composición orgánica del capital (C/V).
En esta fórmula se evidencia que a igualdad de los demás términos, los aumentos de la tasa de
plusvalía tienden a incrementar la tasa de ganancia, mientras que los aumentos en la composición
orgánica del capital actúan como un factor que lleva al descenso de la tasa de ganancia.
Las formas de la ganancia
En fases más concretas de la aplicación del método de Marx, la plusvalía se subdivide como fuente
de ingreso de las diversas fracciones del capital. Además del ingreso del capitalista industrial o
ganancia industrial en sentido estricto encontramos, el interés por el préstamo de dinero, la renta de
la tierra, la ganancia comercial y en consecuencia, el concepto de tasa de ganancia se relativiza en
función de cada inversión concreta.
La ganancia industrial es la ganancia que se apropian los capitalistas que invierten en el proceso
productivo propiamente dicho.
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La ganancia comercial corresponde a los capitalistas que invierten en el proceso de circulación. El
comerciante no crea valor ni plusvalor, pero el industrial le vende el producto más barato para
poder realizar el valor generado: allí se genera la ganancia comercial.
El interés se lo apropian los que prestan dinero a los capitalistas industriales o comerciales, es
decir, fundamentalmente los bancos. El capital invertido en la actividad bancaria tampoco genera
valor: su ganancia se explica por una división de funciones al interior de la clase capitalista, igual
que la ganancia comercial. El capitalista que produce, cede parte de la plusvalía que genera al
capitalista que le presta el dinero para realizar la inversión.
La llamada renta del suelo se origina en la posesión de un bien heterogéneo y monopolizable como
la tierra. Las particulares características de este bien (que no es una mercancía porque no es
producido por el trabajo humano, pero se compra y se vende como si lo fuera) dan origen a la clase
social de los terratenientes. Los capitalistas que producen bienes en el sector agropecuario, ceden
parte de la plusvalía que extraen a sus trabajadores, a los dueños de la tierra en la que producen. Es
decir que los trabajadores del agro son explotados directamente por los capitalistas e
indirectamente por los terratenientes.
Como ya se mencionó, la única actividad donde se genera nuevo valor es la producción. Pero las
otras fracciones de la clase capitalista cumplen funciones igualmente importantes en la
reproducción del capitalismo.
En muchos casos, un capitalista pertenece a más de una de las fracciones del capital: en estos casos,
obtendrá las ganancias correspondientes a cada una de ellas. Por ejemplo, un productor de zapatos
que además realiza la venta comercial minorista de sus productos, se apropiará de la ganancia
industrial y además de la ganancia comercial. De igual forma, una persona puede ser capitalista y
terrateniente al mismo tiempo, si produce en su propia tierra.
El dinero: una mercancía particular
El dinero es un producto histórico del desarrollo de las sociedades. No es algo natural a la sociedad
humana, sino que se requiere de ciertas condiciones históricas y sociales para que el dinero irrumpa
como el medio por excelencia para satisfacer necesidades sociales.
En las sociedades primitivas, no existía el dinero y los intercambios se realizaban a través del
trueque. A medida que se desarrolla la sociedad, se va haciendo evidente que el trueque es una
forma muy imperfecta de intercambio: para que se lleve a cabo, no sólo debo encontrar un
individuo que tenga el bien que estoy buscando, sino que esa persona debe querer el bien que yo
tengo para ofrecer y en la magnitud adecuada. En esas condiciones, que el cambio se lleve a cabo
puede llegar a ser una casualidad.
Poco a poco, esta dificultad fue siendo superada por la propia práctica, que comenzó a utilizar un
producto como referencia para todos los intercambios, es decir, un equivalente. Estos equivalentes
generales fueron en determinada etapa histórica productos como la sal o los granos. A su vez, la
práctica del intercambio llevó a que se seleccionara los metales preciosos como equivalentes
generales, debido a un conjunto de razones: maleabilidad, divisibilidad, homogeneidad, durabilidad
y representación de gran valor en poco peso y tamaño.
Una vez generalizado el uso del dinero-metálico el paso a la forma dinero-billete también fue un
resultado de la propia práctica del intercambio. Algunas de las razones fueron: las dificultades
30
prácticas del intercambio con oro, la inseguridad que implicaba el transporte de los metales de una
ciudad a otra, la falsificación de las monedas de oro y plata. A pesar de la amplia expansión del
papel moneda dentro de los países, para las transacciones internacionales el oro siguió siendo la
moneda por excelencia hasta avanzado el siglo XIX. En el siglo XX, luego de la segunda guerra
mundial se estableció el patrón oro-dólar y posteriormente, en 1971, Estados Unidos suspendió la
convertibilidad del dólar a oro.Actualmente ninguna moneda nacional es convertible a oro, a pesar
de que éste sigue funcionando como reserva de valor en las bóvedas de los bancos.
El dinero es una mercancía y como tal, tiene valor. Su valor es, al igual que el resto de las
mercancías, el tiempo de trabajo socialmente necesario para obtener una unidad de peso (onza o
parte de ésta) de oro. Los billetes (papel) no tienen valor, pero son aceptados porque representan
valor depositado en oro en las bóvedas de los bancos.
Benjamin Franklin, el inventor y economista norteamericano, expresa claramente esta idea ya en
1720: “Por medio del trabajo se puede medir el valor del dinero tan bien como el de cualquier
cosa. Supongamos, por ejemplo, que un hombre se ocupe en producir trigo, mientras que otro
extrae y purifica la plata. Al fin del año o de cualquier otro período de tiempo determinado, el
producto total del trigo y el de la plata son los precios naturales del uno y del otro, y si el producto
del uno es de 20 fanegas y el del otro 20 onzas, una onza de plata vale el trabajo empleado en la
producción de una fanega de trigo. Pero supongamos que por el descubrimiento de minas más
próximas, más accesibles y de mayor rendimiento pueda un hombre producir ahora 40 onzas de
plata con la misma facilidad que 20 onzas de antes y que el trabajo que era necesario para
producir las 20 fanegas de trigo permanezca invariable; en estas condiciones, dos onzas de plata
no valdrán más que el mismo trabajo empleado en la producción de una fanega de trigo, y esta
fanega que antes valía una onza valdrá ahora dos, ceteris paribus. De modo que la riqueza de un
país debe ser estimada teniendo en cuenta la cantidad de trabajo que sus habitantes pueden
comprar (citado por Marx en El Capital).
El dinero cumple funciones relevantes en el capitalismo: medio de circulación, medio de pago,
medida de valor y medio de atesoramiento. Permite separar el acto de venta del acto de compra,
facilitando los intercambios.
Precio y valor
El precio de una mercancía nos dice cual es la magnitud de la mercancía dinero por la cual ella se
intercambia. El dinero es el equivalente general en el cual se expresa el precio de todo el resto de
las mercancías que existen. Podemos decir que el precio es la apariencia, la forma que adopta el
valor en el mercado.
El precio de una mercancía tiende a igualarse al valor de la misma. El precio se fija en base al
valor, pero hay factores de mercado (presiones de oferta y demanda) que pueden hacer que el
precio se desvíe temporalmente del valor.
Quitando los casos de desajustes temporales por presiones de oferta y demanda, la única manera en
que los precios aumenten sin que haya aumentos en la productividad del trabajo del oro (esto es, en
su valor) es si el dinero que actúa como medio de circulación no representa lo que dice. Cuando la
forma principal de dinero era el dinero-metálico, el mismo cumplía adecuadamente la función de
medio de atesoramiento: el oro tiene valor de por sí. Con la generalización del dinero-billete, se
pierde en buena parte esta capacidad del dinero como medio de atesoramiento, dado que para
atesorar un papel que dice representar cierto valor, se requiere confianza en el mismo.El dinero
papel se lanza siempre a la circulación, con lo cual desaparece el mecanismo intrínseco al oro de
31
constituirse en tesoro que mantiene el volumen de circulante “en torno a lo necesario” a pesar de
los permanentes desajustes.
Esto explica que a pesar de que el valor de los bienes tienda en general a descender, por el aumento
permanente de la productividad, el precio de los bienes suba. Para comprender esta aparence
paradoja hay que tener clara la diferencia entre precio y valor, así como el papel que juega el dinero
y sus formas actuales en la sociedad capitalista.
32
La teoría de la acumulación de capital
La producción es un flujo que se consume y debe recrearse. El proceso de producción debe
reiterarse continuamente para generar los bienes y servicios necesarios para la vida. El concepto de
reproducción aborda esa característica. Implica la "reiteración regular del proceso de producción".
La viabilidad del proceso en todas las sociedades requiere elementos materiales. Esto implica la
necesidad de recrear las condiciones físicas para poder dar continuidad a la producción. En
particular reproducir los alimentos que permitan la subsistencia de los trabajadores y las materias
primas, herramientas y materiales en general para reiterar la actividad.
El Concepto de Acumulación de Capital
Acumular capital implica aumentar la magnitud de capital con respecto a un período anterior. Si
entendemos el capital como una relación social, esto implica la reproducción ampliada de esa
relación burguesía - proletariado. En este sentido podríamos decir que la acumulación de
capital es el proceso de desarrollo del capitalismo, la extensión y profundización de las
relaciones sociales capitalistas (Foladori y Melazzi).
Si suponemos que el capital invertido (C+V) se repone exactamente en su magnitud física y en
valores, el tema se relaciona con la dimensión y el uso de la plusvalía. En particular la competencia
en el mercado obliga a que cada capitalista individual intente transformar una parte de la ganancia
o plusvalía obtenida en nuevo capital. Es decir que la acumulación de capital implica el uso
productivo de una cuota de la plusvalía.
Las decisiones individuales sobre el uso de la plusvalía y las consecuencias globales sobre la
magnitud del capital invertido involucran dos niveles de análisis complementarios, el referido a
cada capitalista individual y el relativo a las condiciones necesarias para dotar de viabilidad al
proceso en el conjunto de la economía. Los obreros reciben un salario que destinan totalmente al
consumo familiar y quedan únicamente como poseedores de su fuerza de trabajo. Es decir que,
vuelven al mercado como “no poseedores de medios de producción”.
En síntesis:
Cuando analiza el proceso en la perspectiva de cada capitalista individual supone que
encuentra en el mercado todos los elementos necesarios para continuar su actividad.
Desde la perspectiva global se trata de analizar que relaciones y proporciones se requieren
para que el proceso pueda desarrollarse sin interrupciones y en forma equilibrada.
Los modelos de reproducción del capital social aún con supuestos muy simplificadores constituyen
una herramienta para intentar deducir las relaciones materiales y de valor, que permitirían
respectivamente la viabilidad de la reproducción simple y ampliada y las condiciones de equilibrio.
"es necesario considerar el proceso de reproducción desde el punto de vista de la reposición del
valor e igualmente de la materia de los componentes del capital... la interrogante es como se
repone el capital consumido en la producción según su valor y su forma natural recurriendo al
producto anual" (El Capital, Tomo II, Vol. 5).
Los Conceptos de Reproducción Simple y Reproducción Ampliada
El móvil del capitalista es la ganancia. “(...) la reproducción es simplemente un medio para
reproducir como capital, es decir, como valor que se valoriza, el valor desembolsado.” (El Capital,
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Tomo I. Capítulo XXI). Desde la perspectiva de la clase capitalista la producción es un medio para
apropiar más valor o plusvalía.
Es decir que además de las condiciones materiales es necesaria la expectativa de rentabilidad. Todo
ello implica en particular:
La existencia de excedentes en forma de dinero destinados a reiniciar el proceso. “La
producción capitalista de mercancías presupone –ya se considere en su aspecto social o en su
aspecto individual– el capital en forma de dinero como primer motor de todo negocio nuevo que
comienza. (El Capital, Tomo II. Cap. XVIII)
La existencia de medios de producción y fuerza de trabajo. ”El primer movimiento que
efectúa la cantidad de valor puesta en funciones como capital consiste en convertir una suma de
dinero en medios de producción y fuerza de trabajo (...).
La existencia de demanda para la compra de mercancías y un precio que permita valorizar
el capital. “El proceso de producción, finaliza tan pronto como los medios de producción se
convierten en mercancías cuyo valor excede del valor de sus partes integrantes, encerrando por
tanto el capital primitivamente desembolsado más una cierta plusvalía. A su vez (...)
necesariamente han de venderse, realizando su valor en dinero, para convertir este dinero en
nuevo capital”. La realización del valor generado en la producción exige la venta para permitir la
transformación de los bienes y servicios en dinero.
La reproducción capitalista implica además que se reproduzcan las condiciones sociales esenciales
del modo de producción. En términos generales la reproducción del capital social implica:
Reproducir las clases fundamentales, es decir, capitalistas y obreros.
Reproducir las condiciones materiales para poder reiniciar el proceso.
Reproducir en escala simple o ampliada, el valor social.
El dinero es solo representación de las mercancías y no necesariamente el ahorro de dinero se
destina a la producción. “No toda ampliación del capital dinero susceptible de ser prestado
significa una acumulación efectiva de capital o una ampliación del proceso de reproducción” (El
Capital, tomo 2, Capítulo XXX). Para Marx no es automático que los excedentes financieros se
utilicen como capital, ni que el capital se invierta de manera productiva desde el punto de
vista de la sociedad en su conjunto.
En lo que se refiere a escalas de reproducción Marx analiza dos formas:
Define como reproducción simple al proceso que se reitera en sus mismas condiciones y en
consecuencia implica una economía que no crece. La reproducción ampliada del capital social
exige reinversión productiva de parte de la plusvalía y la existencia de condiciones que la hagan
viable desde el punto de vista material y social. Implica una economía en expansión.
El análisis en el nivel de simplificación en que Marx elabora el modelo está vinculado al hecho de
que la plusvalía se puede utilizar potencialmente como fondo de acumulación o fondo de consumo.
En este plano el potencial de crecimiento económico Marx lo refiere al uso "productivo" o
"improductivo" de la plusvalía.
En este marco y apoyado en una concepción que considera que las contradicciones, la
transformación y los desequilibrios son rasgos inherentes al capitalismo se plantea buscar las
34
condiciones necesarias para la reproducción y para el equilibrio. La existencia de una única
condición de equilibrio dentro de infinitas probabilidades le servirá como demostración teórica de
que las posibilidades de "equilibrio total" en el capitalismo son prácticamente nulas.
El modelo de Reproducción Simple refleja las condiciones de una economía capitalista que se
reproduce sin aumentos ni disminuciones en el valor de su producto, ni en los componentes del
valor social.
En reproducción simple aunque los capitalistas pretendieran invertir productivamente parte de su
capital, no encontrarían en el mercado los medios materiales para poder implementar su inversión.
Es decir que el aumento de la demanda de medios de producción por encima del desgaste sufrido
no encontraría oferta capaz de satisfacerla pues la producción de medios de producción alcanza
solamente a reponer el desgaste-
La reproducción simple implica la simple reposición del capital empleado (constante y variable) y
en consecuencia el excedente o plusvalía se consume totalmente. Ello se refleja en el modelo
mediante el supuesto de que la plusvalía se destina exclusivamente al consumo.
Empero dicho supuesto es solo un paso en el método de aproximación a la realidad en pasos
sucesivos. El supuesto de inexistencia de acumulación de capital es considerado por Marx como
"peregrino", pues la esencia del capitalismo es la inversión de parte de la plusvalía. Surge así el
modelo de Reproducción Ampliada.
La finalidad de cada capitalista es la obtención de ganancia y para incrementarla debe ampliar la
masa de capital. La lógica de la competencia y la necesidad del capitalista de permanecer en el
mercado lo obligan a utilizar productivamente una parte de la plusvalía. En palabras de Marx, “una
parte de la plusvalía se invierte como capital para que revierta al capitalista como plusvalor. Una
parte del trabajo ajeno apropiado es utilizado como nuevo capital”.
En el modelo de reproducción ampliada se consideran dos usos fundamentales de la plusvalía
(consumo o acumulación). El capitalista se reproduce como ser humano mediante el consumo
y como capitalista a través de la inversión.
Para Marx, el crecimiento o reproducción ampliada en forma equilibrada es prácticamente
imposible. Esto se debe al funcionamiento “anárquico” del capitalismo, donde las decisiones de
acumulación de cada capitalista no se coordinan entre sí, generando cuellos de botella entre las
distintas ramas de la producción.
Relación entre cambio técnico, Productividad del Trabajo y Ejército Industrial de Reserva
Marx destaca que el cambio técnico, afecta la relación entre el capital empleado en medios de
producción y fuerza de trabajo. Provoca “reducción de la masa de trabajo vivo con respecto a la
masa de medios de producción movidos por ella”.
Esto implica un incremento de la productividad del trabajo entendida como relación entre el trabajo
utilizado y las unidades físicas producidas “el grado social de productividad del trabajo se refleja
en el volumen relativo de medios de producción que el obrero convierte en producto durante
cierto tiempo” (El Capital, Tomo I, Cap. XXIII). Es paradójico para Marx, que sean los propios
trabajadores los que producen las máquinas que sustituyen su trabajo y los convierten en
desocupados. “La población obrera produce los medios que permitirán convertirla en
relativamente supernumeraria” (El Capital, Tomo I, Cap. XXIII).
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Apoyado en las mencionadas bases teóricas elabora su concepción sobre la existencia de lo que
denomina Ejército Industrial de Reservas (EIR) o sobrepoblación excedente relativa que
constituye una verdadera ley general del desarrollo capitalista. “La acumulación capitalista
produce, de manera constante, una población obrera relativamente excedente para las
necesidades medias de valorización del capital” (El Capital, Tomo I, Cap. XXIII).
El EIR es consecuencia de los rasgos de la acumulación de capital pero al mismo tiempo se
convierte en condición de su existencia, pues la oferta de fuerza de trabajo que implica la masa de
desocupados mantiene deprimidos los niveles de salarios y eleva la tasa de ganancia de los
capitalistas, lo que incentiva la reinversión de los capitales.
El EIR está formado por los trabajadores desocupados (desplazados por la maquinaria y/o por las
crisis) y por los ocupados en actividades pre capitalistas (estas personas también constituyen una
reserva para la industria).
Los ciclos del capital con fases de crecimiento y de crisis se articulan con la evolución del EIR y
los movimientos de la acumulación de capital se reflejan superficialmente como si fueran
variaciones de la magnitud de la fuerza de trabajo. Marx niega la existencia de leyes naturales de la
población (solo posibles en el reino animal o vegetal) y en especial niega la Ley de la población de
Robert Malthus, reivindicando el carácter social de la ley de la población en el capitalismo que se
traduce en la presencia del EIR.
Las Fuentes y Formas del EIR
Las fuentes que menciona Marx como generadoras de esta sobre población excedente relativa son
esencialmente:
Los trabajadores desplazados por la maquinaria.
Los nuevos trabajadores jóvenes que se integran al mercado laboral.
Los trabajadores desplazados por las crisis.
También menciona una esfera de la población que denomina pauperismo que incluye personas
poco aptas para el trabajo por enfermedad, accidentes: lo que también denomina el “hospicio del
EIR”. Finalmente hace referencia al lumpen proletariado integrado por vagabundos, prostitutas y
delincuentes, solo muy ocasionalmente atraídos por el mercado laboral fabril.
Vínculo entre Ejército Industrial de Reserva y Salarios
El ejército industrial de reserva presiona sobre los salarios y los conduce al nivel del valor de la
fuerza de trabajo. Cuando el proceso de acumulación de capital se acelera y el aumento de la
demanda de fuerza de trabajo conduce al aumento de salarios la dinámica del sistema crea las
condiciones para revertir el proceso. “Al subir el precio de la fuerza de trabajo, si esto embota
el aguijón de la ganancia, la acumulación disminuye”. Se desactiva así la presión sobre los
salarios y el precio de la fuerza de trabajo vuelve a descender restaurando los niveles de
rentabilidad capitalista.
Por su parte y en la medida que los cambios cuantitativos en la magnitud del capital inducen
cambios en su composición esto determina una tendencia a la disminución relativa de la demanda
de trabajadores.
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Extraído de Foladori y Melazzi.
La Ley del Empobrecimiento Progresivo
El capitalismo reproduce en su dinámica las dos clases sociales esenciales. En cada período el
capitalista recobra el capital invertido o aún lo amplia y el obrero consume su ingreso con lo cual se
ve obligado a volver a vender su fuerza de trabajo. Además las leyes del proceso de acumulación
de capital determinan que su parte constante crezca en forma más acentuada que el variable lo que
significa que no solo se reproducen las desigualdades sino que se amplían en términos relativos.
La existencia del ejército industrial de reserva impide el aumento de los salarios y en consecuencia
la producción global crece más que el capital variable y por ende que el ingreso de los trabajadores
con lo cual estos pierden peso relativo en la distribución del ingreso. Sobre esta base conceptual se
habla de la existencia de una ley de empobrecimiento progresivo de los trabajadores. Esto se refleja
en:
La reproducción capitalista reproduce trabajadores “no propietarios de medios de
producción”
El cambio técnico y la sustitución de trabajadores por máquinas reducen la magnitud de
capital variable con respecto al valor total
El ejército industrial de reserva implica la posibilidad de que el salario se ubique incluso
por debajo del valor de la fuerza de trabajo.
De todas maneras el propio Marx es claro respecto al carácter relativo de esta tendencia cuando
manifiesta que “es cierto que al crecer el capital total crece también el capital variable y por
tanto, la fuerza de trabajo absorbida por él, pero en una proporción constantemente
decreciente."
37
El tema se vincula además con las crisis capitalistas. El aumento del potencial de la oferta no se ve
acompañado de un aumento similar de la capacidad de compra de los trabajadores. Este es uno de
los factores que conduce a crisis periódicas del capitalismo.
La Ley de la Concentración y Centralización del Capital
Entre otras consecuencias del proceso de acumulación del capital, de los cambios técnicos y la
tendencia al aumento de la composición orgánica del capital Marx señala las tendencias a la
concentración y centralización del capital.
La concentración de capital es una manifestación de la acumulación de capital que incrementa su
magnitud. La clase capitalista en su conjunto posee una masa mayor de capital. El tema se
refiere a la distribución del ingreso entre clases sociales.
El proceso se articula dialécticamente con el cambio técnico en la medida que la creciente masa de
capital promueve y estimula el uso de maquinarias y la mayor productividad que genera permite
ampliar aun más la masa de capital. Por otra parte el cambio técnico exige masas mayores de
capital tanto para iniciar el proceso como para reponer el desgaste de los medios de producción.
Esta tendencia para Marx suele ir acompañada de lo que denomina centralización del capital, en
el sentido que los capitales son apropiados por menos capitalistas en proporción a su magnitud.
“transformación de muchos capitalistas menores en pocos capitalistas mayores” El aumento del
volumen mínimo de capital para acceder a las tecnologías modernas, el papel del crédito, la fusión
de Bancos, las bolsas de valores, que permiten ampliar la inversión de los grupos poderosos, los
efectos de las crisis son mencionados por Marx como fuerzas que impulsan este proceso de
“abolición de capitalistas” ya sea por quiebras, fusiones, adquisiciones.
Concentración y centralización del capital facilitan la investigación y aplicación productiva de las
innovaciones y los cambios técnicos aceleran la centralización del capital. “los capitales más
grandes desalojan necesariamente a los más pequeños. Recuérdese además que al desarrollarse el
régimen capitalista de producción aumenta el volumen mínimo del capital individual necesario
para explotar su negocio en condiciones normales (...) Y termina siempre con la derrota de los
muchos capitalistas pequeños cuyos capitales son engullidos por el vencedor o desaparecen” (El
Capital, tomo 1, cap. XXIII). Es un proceso al interior de la clase capitalista, en el que los
capitalistas se “expropian el capital” unos a otros.
Obviamente estos procesos transforman la estructura de los mercados que pasan de la libre
competencia a formas oligopólicas o monopólicas. Si bien ambos procesos se potencian
mutuamente, pueden haber circunstancias de aumento de la concentración con descentralización de
capital (momentos de auge y crecimiento de capitales con mayor ampliación de la cantidad de
capitalistas) y de desconcentración de capital con centralización (crisis con destrucción de capital y
fusión y disminución de la cantidad de capitalistas).
Otra de las relaciones que analiza Marx es la que vincula los procesos de centralización y
concentración del capital con la tasa de ganancia El uso de masas mayores de capital
constante eventualmente inmovilizado impulsa al descenso de la tasa de ganancia y esto a su
vez promueve las fusiones, adquisiciones y quiebras fomentado la centralización de capital.
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La Ley de la tendencia a la igualación de la Tasa de Ganancia entre ramas
Marx establece la existencia de una tendencia a la igualación de la tasa de ganancia (g) entre las
diferentes opciones de inversión de capital. El supuesto de libre competencia y especialmente la
libre movilidad de capitales impulsan la rentabilidad de cada rama o sector hacia el promedio. En el
caso de divergencias de la tasa de ganancia de un sector con el resto de la economía, las propias
fuerzas del mercado restablecen el equilibrio.
La existencia de distintos niveles de composición orgánica del capital entre las diferentes ramas de
la economía, a priori podría hacer pensar que dada una misma tasa de plusvalía, la ganancia que
obtienen los capitalistas de los sectores con menor composición orgánica del capital será mayor y
viceversa. Si esto ocurriera, considerando el supuesto de libre movilidad de capitales entre ramas,
los capitalistas que invierten en las industrias donde la ganancia es menor, se trasladarían hacia
sectores donde la rentabilidad es superior. Con esta lógica, queda claro que toda situación donde
existen tasas de ganancia diferentes en dos o más ramas de la economía, es inestable y la tendencia
es a la convergencia hacia la tasa de ganancia promedio, a través del mecanismo de movilidad del
capital.
Para que esto se cumpla, en el mercado los precios de las mercancías no son equivalentes a su
valor, sino que las mercancías que se producen con una mayor composición orgánica del capital se
transan a un precio mayor a su valor (y viceversa) de forma que la cuota de ganancia se equilibre
entre ramas, dada una misma tasa de plusvalía en toda la economía.
En el caso que la tasa de ganancia de un determinado sector sea superior a la tasa promedio, los
capitales se desplazan hacia dicho sector buscando mayor rentabilidad y en consecuencia se
incrementa el capital invertido en dicho sector. Eso incrementa la producción y por ende la oferta,
ante lo cual se genera una reducción en el precio del bien correspondiente a ese sector. Esa caída de
precios impacta negativamente sobre la tasa de ganancia, haciéndola converger a la tasa de
ganancia promedio de la economía, donde desaparecen los incentivos de desplazarse de un sector a
otro.
Si la situación fuera la inversa, es decir que la tasa de rentabilidad de un determinado sector fuera
inferior al promedio los capitales abandonan el mismo, generando una caída en la producción,
consecuentemente un aumento en los precios de dicho bien y un aumento en la tasa de ganancia
nuevamente hasta la tasa promedio.
La aceptación de esta tendencia genera dificultades teóricas en el análisis de Marx respecto a la
medida de las relaciones de intercambio entre las mercancías.
La Ley de la Tendencia Decreciente de la Tasa de ganancia en el Largo Plazo
La evolución del capitalismo en la óptica de Marx implica una fuerte tendencia al cambio técnico,
y en particular a la introducción de nuevas máquinas que aumentan la “productividad del trabajo” y
tienden a desplazar mano de obra. La competencia opera como un aguijón que incita a los
capitalistas a introducir innovaciones a riesgo de desaparecer del mercado debido a sus mayores
costos.
En consecuencia, el trabajo pasado crece más velozmente que el trabajo presente. Este es uno de
los factores que explican, para Marx, la denominada tendencia al “descenso de la tasa de
ganancia”.
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“La baja en la tasa de ganancia y la acumulación de capital acelerada son dos caras del mismo
proceso. La acumulación acelera el descenso de la tasa de ganancia“. Esta afirmación se explica
debido a que el proceso de acumulación del capital para Marx, significa un aumento más que
proporcional de su parte constante y en consecuencia, el capital invertido aumenta más que la
plusvalía generada. “El descenso de la cuota de ganancia expresa, pues, la proporción
decreciente de la plusvalía misma con respecto al capital total invertido”
Podemos ver también como la conducta racional de cada empresa introduciendo más capital
constante y en particular más capital fijo para subsistir en el mercado tiene una consecuencia no
deseada por la clase capitalista (en su interés colectivo) como lo es el descenso de la tasa de
ganancia del conjunto de la economía. Se trata de una contradicción inherente al sistema capitalista
de producción.
“La proporción cambia, no porque disminuya la masa de trabajo viva sino porque aumenta la
masa de trabajo materializado puesta en movimiento por ella. La disminución es relativa, no
absoluta, y no tiene (...) nada que ver con la magnitud absoluta del trabajo y del trabajo sobrante
puesto en movimiento. La baja de la cuota de ganancia no obedece a un descenso absoluto, sino a
un descenso relativo de la parte variable del capital total, es decir a su descenso comparado con el
del capital constante (...) La masa absoluta de la ganancia producida por él puede, por tanto
aumentar progresivamente, a pesar del descenso relativo de la cuota de ganancia.”
La conclusión teórica que extrae Marx es que, mientras que la competencia le exige introducir
cambios técnicos a cada capitalista individual, ese comportamiento genera un aumento del capital
fijo utilizado por la clase capitalista en conjunto, que causa el descenso de la cuota media de
ganancia. “El descenso de la cuota de ganancia expresa, pues, la proporción decreciente de la
plusvalía misma con respecto al capital total invertido y es, por tanto, independiente de cualquier
eventual distribución de esta plusvalía entre diversas categorías” (...) La baja de la cuota de
ganancia no obedece a un descenso absoluto, sino a un descenso relativo de la parte variable del
capital total, (...) La masa absoluta de la ganancia producida por él puede, por tanto aumentar
progresivamente, a pesar del descenso relativo de la cuota de ganancia” (El Capital, tomo 3. Cap.
XIII).
Las Causas Contrarrestantes
Marx menciona un conjunto de factores que contrarrestan la tendencia al descenso de la tasa de
ganancia:
El incremento de la explotación de la fuerza de trabajo en las formas de plusvalía
absoluta o relativa. Este concepto es coherente con la idea de Marx respecto a la evolución de la
tasa de plusvalía en el capitalismo. En especial, uno de los efectos más notables de los cambios
técnicos es la reducción del valor de la fuerza de trabajo con el consecuente aumento de la tasa de
plusvalía.
Salarios por debajo del valor de la fuerza de trabajo. La existencia de una masa importante
de desocupados, implica posibilidades de subsistencia para empresas marginales que emplean
mano de obra por salarios inferiores al valor de la fuerza de trabajo. Esto supone vulnerar el
supuesto de precios = valores. De todas maneras al aumentar la tasa de explotación opera como un
factor que contradice la tendencia al descenso de la tasa de ganancia.
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La intensidad del cambio técnico es mayor en términos físicos que de valor, debido a que
el avance técnico disminuye el valor unitario relativo de los medios de producción. En
consecuencia, la magnitud en valor del capital constante aumenta menos que la magnitud física.
La existencia de sectores artesanales con menor composición orgánica del capital atenúa
los efectos de los aumentos de capital constante. Se vulnera el supuesto de que las relaciones
capitalistas son las únicas prevalecientes en la economía.
El comercio exterior abarata los bienes de consumo obrero y por lo tanto, disminuye el
valor de la fuerza de trabajo, aumentando la tasa de plusvalía. Además la importación de
materias primas baratas, actúa disminuyendo el ritmo de aumento del valor de los medios de
producción. Implica levantar el supuesto de economía cerrada.
Formación de sociedades por acciones, que supuestamente disminuyen el costo del dinero
para la industria. Entre otros supuestos se levantaría aquí el relativo a la existencia de una única
relación de distribución (aparece la tasa de interés del dinero como forma particular y diferente de
apropiación de plusvalía, se introducen relaciones financieras, precios diferentes a valores, etc.)
Si nos apoyamos en la fórmula p’ / (1+o), parece claro que los factores que pueden contrarrestar la
tendencia serían aquellos que tienden al incremento de p’ aumentando el numerador, o los que
atenúan el aumento de la composición orgánica del capital acotando el ascenso del denominador.
En particular la mayor explotación de la fuerza de trabajo, los salarios por debajo de su valor, la
importación de bienes de consumo se refiere al aumento de la tasa de plusvalía y por ende
aumentan el numerador de la fórmula expuesta. La importación de materias primas, la disminución
del valor unitario de cada medio de producción, la existencia de sectores rezagados en la
incorporación de cambio técnico actúan atenuando la tendencia al aumento de la composición
orgánica del capital.
Si bien no fueron mencionados directamente por Marx, se supone que podrían tener efecto
contrarrestantes sobre la tendencia al descenso de g, otros factores tales como la presencia de
monopolios y oligopolios privados que permitirían la venta de mercancías por encima del valor
(vulnerando el supuesto de libre competencia y de precios = valores), o la acción económica del
Estado, que podrían tender a sostener la tasa de ganancia mediante compras, subsidios etc.
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La teoría de las crisis
El Concepto de Crisis
El tema de las crisis capitalistas está presente en diversos capítulos de El Capital y diseminado en
la obra de Marx esbozado como una materia pendiente de desarrollo más intenso. Las concibe
como fenómenos en los que se conjugan aspectos productivos, distributivos, comerciales,
financieros e incluso, sociales y políticos y por lo tanto requieren análisis más concretos que los
correspondientes al nivel de abstracción de El Capital.
Considera que temas como los relativos a la competencia el intercambio y el sistema financiero son
pasos previos para estudiar las crisis concretas. Esto hace que difícilmente se pueda hablar de la
existencia de una teoría de las crisis aunque las menciones reiteradas permiten esbozar algunas
ideas.
Conceptualmente el tema se inscribe en el marco de los procesos de reproducción y acumulación
del capital. En tanto que además de los medios materiales (materias primas, máquinas, etc) se
requieren condiciones mercantiles, sociales y económicas que le permitan al capitalista obtener una
tasa de ganancia atractiva, cualquier elemento que afecte la rentabilidad puede alterar los procesos
de producción.
La producción adopta, para Marx, un carácter cíclico con fases de recuperación, expansión,
recesión y depresión. Las crisis pueden considerarse como la etapa del ciclo caracterizada por
recesión productiva o aún depresión. La reiteración de los ciclos pauta el carácter periódico que
tienen las crisis. Las crisis, implican deterioro de los circuitos de valorización del capital
social. De todos modos, diferencia los síntomas de las crisis respecto a las causas de fondo que las
generan.
Los síntomas
Marx entre los síntomas mediante los que se manifiesta la crisis señala:
Desequilibrios comerciales: En las crisis suele haber dificultades para vender productos.
En particular las empresas productivas y comerciales poseen stock de mercancías inmovilizadas,
“los productos terminados se amontonan como mercancías en el mercado. No hay pues nada más
falso que atribuir a estas situaciones una escasez de capital productivo”
Desequilibrios financieros: En las crisis normalmente se produce descenso del crédito,
escasez de medios de pago, desvalorización de los títulos, aumentos de las tasas de interés entre
otros síntomas. “En los períodos de crisis escasean los medios de pago ". En un sistema de
producción en el cual todas las conexiones se basan en el crédito, si el crédito cesa súbitamente y
solo vale el pago en efectivo debe producirse una crisis que aparece como búsqueda violenta de
medios de pago". Por eso todas las crisis a primera vista se presentan como si fueran de crédito y
de dinero". Parte del dinero se vuelve inactivo, se paralizan sus funciones como medio de pago y en
consecuencia se interrumpen las cadenas financieras." los pagos se atascan y el crédito cesa, el
proceso de producción se detiene y se produce exceso de capital ocioso y escasez de capital
prestable"
Estancamiento o aún descenso en la producción: “Las fábricas dejan de funcionar, las
materias primas se acumulan”
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Incremento en la capacidad ociosa, y la desocupación: En casos de crisis por
insuficiencia de demanda es posible que la reducción de la producción implique que una cuota de
las maquinarias quede paralizada, y aumente la desocupación.
Articulación de estos elementos: En las crisis estos aspectos se pueden articular entre sí.
Las crisis productivas tienen efectos comerciales y financieros, pues una parte de las mercancías y
del capital constante se desvalorizan como consecuencia de las dificultades para vender. En otros
casos, las dificultades en el ámbito comercial y financiero pueden provocar parálisis en el proceso
productivo.
Las causas y los tipos de crisis
El elemento esencial en la explicación de los ciclos económicos es la tasa de ganancia. En tanto es
el motor del proceso capitalista, su descenso o las dificultades para transformar el valor en dinero
afectan a producción. En caso que las perspectivas de ganancia sean inferiores a las aspiraciones de
los capitalistas, una cuota de los excedentes financieros se convertirá en capital potencial que no se
lanzará al mercado como capital productivo.
Aun existiendo inversión productiva y mercancías en términos físicos, si no encuentran demanda
puede generarse una crisis. En estos casos se interrumpe el proceso de valorización en la fase de
transformación del capital-mercancías en capital-dinero. Las pautas de distribución del ingreso, las
relaciones comerciales y financieras pueden ser obstáculo para la continuidad de los procesos de
circulación del capital.
La posibilidad de crisis con abundancia de producción, representa un rasgo particular del
capitalismo. En las formas de organización pre capitalistas las crisis eran el resultado de
insuficiencia en la producción.
La superación de las crisis
En la medida que una de las razones de las crisis se relaciona con la denominada plétora o exceso
de capital es coherente la idea que maneja Marx respecto a que el problema se "soluciona" a través
de la destrucción de parte del capital en las crisis. "El equilibrio se restablece siempre por
desactivación o aniquilación de capital en mayor o menor medida". Quiebras de empresas,
fusiones, reducen la magnitud del capital. La pérdida de valor de los capitales restablece el
equilibrio.
En forma paralela, los capitales se centralizan. Los capitalistas más poderosos se encuentran con
precios bajos y menor competencia. Se crean las bases para un nuevo ciclo de auge. La
desvalorización permite que entren en juego fuerzas impulsoras de resurgimiento de la
acumulación de capital.
La desocupación implica mano de obra barata, las dificultades para vender pueden significar
materias prima barata y nuevamente los capitalistas sobrevivientes se encuentras con costos
reducidos para recorrer el circuito de expansión.
No es ajeno a estos procesos el rol del crédito. Como consecuencia de la crisis hay dinero ocioso y
las tasas de interés se reducen. El crédito se recupera para las ramas en expansión. "Si el proceso de
producción vuelve a florecer el crédito se expande y la tasa de interés crece aún por debajo de su
media aunque se va acercando a ella. Volverá a su máximo recién cuando estalla la nueva crisis".
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El desarrollo cíclico de largo plazo para Marx
La evolución de largo plazo implica el carácter cíclico de la producción que puede
considerarse compuesta por momentos de recuperación, expansión, recesión y depresión.
De todas maneras hay una tendencia al crecimiento que distancia la interpretación de Marx
respecto a la concepción de los clásicos que presupone el estado estacionario como el destino final
de la dinámica económica. La tendencia a la centralización y concentración del capital por su parte
implica en los hechos la transformación del capitalismo competitivo en una fase caracterizada por
formas monopólicas en la que se acentuarían las contradicciones.
Para Marx, las contradicciones económicas, sociales y políticas conducirían a la aparición de un
nuevo sistema.
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Aspectos de la etapa actual del capitalismo
El imperialismo, fase actual del capitalismo
Lenin analiza el modo de producción capitalista medio siglo después de la aparición de El Capital,
en su libro “Imperialismo, fase superior del capitalismo”. Postula que se ha cumplido la tesis
marxista de que el capitalismo sufriría modificaciones radicales.
La etapa imperialista se caracteriza por los siguientes rasgos básicos:
- La centralización de capital (capitalismo monopólico). Los principales
- El papel decisivo de los bancos. Se ha producido la fusión entre el capital bancario y el
industria, dando lugar al llamado capital financiero y llevando al surgimiento de la
oligarquía financiera.
- La exportación de mercancías deja de ser la forma de comercio exterior primordial y deja
su lugar a la exportación de capitales, particularmente desde los países imperialistas hacia
los menos desarrollados.
- El reparto del mundo por parte de las grandes transnacionales y los países imperialistas,
dando lugar a la acentuación de las contradicciones. Se llega así a las inevitables guerras
imperialistas por el reparto colonial del mundo.
En la división internacional del trabajo, los países imperialistas concentran la producción de los
bienes con mayor valor agregado, mientras que los países periféricos o dependientes producen
aquellos productos “menos dinámicos” o con menor valor agregado. Esto genera un intercambio
desigual: en el largo plazo, los productos que producen los países dependientes valen cada vez
menos con respecto a los que producen los países imperialistas, condicionando las posibilidades de
desarrollo de los primeros.
De todas formas, a las empresas de los países imperialistas les resulta rentable instalarse en los
países de la periferia aprovechando los recursos naturales y las posibilidades de pagar menores
salarios a los trabajadores (sobreexplotación). Las ganancias obtenidas no suelen ser reinvertidas
sino que son giradas a los países de origen del capital. Estos casos son de explotación directa de los
trabajadores de los países dependientes por parte del capital imperialista.
Los trabajadores de los países del tercer mundo que trabajan para capitalistas nacionales,
igualmente sufren una doble explotación. La explotación directa, a la cual están sometidos por
parte de la clase capitalista nacional. Pero se suma una explotación indirecta, por parte de los
capitalistas de los países imperialistas. Esta explotación se produce a través de un conjunto de
mecanismos que hacen que los capitalistas nacionales se vean obligados a trasladar parte de la
plusvalía que apropian a los capitales extranjeros. Por ejemplo: los países imperialistas
monopolizan las tecnologías (el know how) y cobran a los países dependientes por su utilización.
También concentran la propiedad de los servicios de fletes y seguros internacionales.
El Estado en el capitalismo
En el libro “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado” Federico Engels explica
cómo el Estado es fruto de determinadas condiciones históricas y sociales, que no ha existido
siempre sino que surge como una necesidad ante la existencia de propiedad privada de los medios
de producción y clases sociales.
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Sobre la base de lo planteado por Marx y Engels, Lenin caracteriza al Estado como un instrumento
de la clase dominante para mantener esa dominación. Funciona como un aparato represivo, a través
de un conjunto de mecanismos de dominación.
A lo largo del siglo XX, otros marxistas han realizado desarrollos teóricos sobre el Estado. Nicos
Poulantzas argumentó que el Estado, aunque es un organismo relativamente autónomo de la clase
capitalista, consigue sin embargo asegurar el funcionamiento de la sociedad capitalista y por lo
tanto beneficia a la clase capitalista en una forma más compleja: reprimir no es la única función del
Estado. En lugar de esto el estado debe también obtener consentimiento. Esto se logra, por un lado
concretando un sistema de alianzas y por el otro promoviendo una cierta ideología. Ello es
necesario para la existencia a largo plazo del capitalismo (o cualquier gobierno de clases) pues si la
clase dominante simplemente reprime los movimientos de los oprimidos y evita hacer concesiones
de cualquier tipo, la situación podría desembocar en una revolución.
Además de las funciones políticas descritas anteriormente, el Estado tiene un conjunto de funciones
económicas que detallamos a continuación:
- Abaratamiento del capital constante. Por ejemplo, a través de la construcción de
infraestructura para uso de los capitalistas, otorgar financiamiento privilegiado para la
compra de maquinaria, asumir como Estado la producción en sectores que tengan menor
rentabilidad que el promedio de la economía.
- Abaratamiento del capital variable. Por ejemplo, a través de la provisión gratuita de la
enseñanza y la salud, que permiten a los trabajadores no tener que considerar estos gastos
en la reproducción de su fuerza de trabajo y por ende su valor. También se incluyen aquí
las políticas sociales en general.
- Otras ayudas directas. Por ejemplo, condonación de deudas, políticas de precios, créditos
baratos, subsidios directos.
- Acciones que buscan asegurar la realización del plusvalor. Por ejemplo, demanda de
insumos para los servicios que otorga el Estado, compras militares.
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ANEXO: TEXTOS SELECCIONADOS
“...toda la manera que tenía Marx de concebir las cosas no es una doctrina, sino un método. No
proporciona dogmas acabados, sino puntos de apoyo para la investigación ulterior y el método para
la investigación.” (Engels, citado por Scaron, 1979, XV).
“Mi punto de vista, con arreglo al cual concibo como proceso de historia natural el desarrollo de la
formación económico-social, menos que ningún otro podría responsabilizar al individuo por
relaciones de las cuales él sigue siendo socialmente una creatura por más que subjetivamente pueda
elevarse sobre las mismas.” (Marx, 1971, 8).
“Después de una cita de mi prólogo a la Contribución a la crítica de la Economía Política (Berlin,
1859, pp. iv-vii), en el que expongo el fundamento materialista de mi método, el escritor continúa
así: “Para Marx sólo hay una cosa importante: descubrir la ley que rige los fenómenos de cuya
investigación se ocupa. Y no le interesa sólo la ley que los rige cuando tienen una forma
determinada y una determinada relación, tal como se les puede observar en un período dado. Le
interesa, además, la ley de su mudanza, de su desarrollo, es decir, de su paso de una forma a otra,
de un orden de relaciones a otro. En cuanto ha descubierto esta ley investiga detalladamente los
efectos por las cuales se manifiesta en la vida social....Por eso, Marx se ocupa solamente de una
cosa: de demostrar, mediante una investigación científica precisa, la necesidad de determinados
órdenes de relaciones sociales, y de comprobar, con toda la exactitud posible, los hechos que le
sirven de punto de partida y de punto de apoyo. Y le basta plenamente, sí, al demostrar la necesidad
del orden actual, demuestra también la necesidad de otro orden que inevitablemente habrá de nacer
del primero, sin importar para ello el que los hombres crean o no crean, tengan o no tengan
conciencia de ello. Marx considera el movimiento social como un proceso histórico-natural sujeto a
leyes que no sólo no dependen de la voluntad, de la conciencia ni de los propósitos de los hombres,
sino que, por el contrario, son las que determinan esta voluntad, esta conciencia y estos
propósitos... Si el elemento consiente desempeña un papel tan subordinado en la historia de la
cultura, ni que decir tiene que la crítica de esta misma cultura menos que nada puede tener por base
ninguna forma de la conciencia ni ningún resultado de la conciencia. En otras palabras: el punto de
partida de ella no puede, en modo alguno, ser la idea, sino solamente el fenómeno exterior. La
crítica debe consistir en comparar, confrontar, cotejar un hecho. Para ella importa sólo que los dos
hechos estén investigados con la mayor exactitud posible y que, el uno con respecto al otro,
representen realmente diferentes fases del desarrollo, siendo, además, importante que el orden y la
sucesión de las diversas fases del desarrollo, así como sus conexiones sean estudiados (...) Algún
lector tal vez pueda decirnos... que las leyes generales que rigen la vida económica son las mismas,
tanto si se aplican al presente como al pasado. Marx niega precisamente esa idea. Para él no existen
tales leyes generales... Por el contrario, cada gran periodo histórico tiene, según él, sus leyes
propias...Pero en cuanto la vida ha superado cierto periodo de desarrollo, ha salido de una fase y ha
entrado en otra, empieza a regirse ya por otras leyes. La vida económica presenta en este caso un
cuadro análogo al que observamos en otras categorías de fenómenos biológicos...Un análisis atento
de la contextura interna y de las propiedades de los fenómenos propios de la vida económica en
actividad, había servido repetidas veces a muchos investigadores para convencerse, ya en la década
del cuarenta, del error cometido por los viejos economistas de considerar que las leyes económicas
eran de la misma naturaleza que las leyes de la Física y de la Química... Un análisis más profundo
de los fenómenos demuestra que los organismos sociales se diferencian unos de otros tan
profundamente como los organismos animales y vegetales... La diferente estructura de estos
organismos, la diversidad de sus órganos, las distintas condiciones en que éstos tienen que
funcionar, etc., hacen que un mismo fenómeno pueda regirse por leyes completamente distintas en
las diferentes fases de su desarrollo.... Marx se niega a reconocer, por ejemplo, que la ley de la
población sea siempre y en todas partes, para todas las épocas y para todos los lugares la misma; y
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afirma, por el contrario, que cada fase de desarrollo tiene su propia ley de la población...Cuanto
ocurre en la vida económica depende de la productividad de las fuerzas económicas... Los distintos
grados de productividad implican consecuencias distintas, y también, por tanto, serán distintas las
leyes que las rijan. Al plantearse, pues, la tarea de analizar y explicar la organización económica
capitalista Marx no hace sino formular de un modo rigurosamente científico el objetivo que debe
perseguir toda la investigación exacta de la vida económica...El valor científico de semejante
investigación consiste en aclarar las leyes especiales que rigen el surgimiento, la existencia, el
desarrollo y la muerte de un organismo social dado y su sustitución por otro organismo más
elevado. Y éste es el valor que efectivamente tiene la obra de Marx”.
Al decir el autor tan justamente lo que él llama mi verdadero método, y al juzgar tan
favorablemente la aplicación que yo hago de él ¿qué hace sino definir el método dialéctico?”
(Marx-Engels, 1970, 78). “No es la conciencia la que determina la vida, sino la vida la que
determina la conciencia.” (Marx-Engels, 1971, 26).
“Mi investigación desembocaba en el resultado de que, tanto, las relaciones jurídicas como las
formas de Estado no pueden comprenderse por sí mismas ni por la llamada evolución general del
espíritu humano, sino que radican, por el contrario, en las condiciones materiales de vida cuyo
conjunto resume Hegel, siguiendo el precedente de los ingleses y franceses del siglo XVIII, bajo el
nombre de “sociedad civil”, y que la anatomía de la sociedad civil hay que buscarla en la Economía
Política (…) El resultado general a que llegué y que, una vez obtenido, sirvió de hilo conductor a
mis estudios, puede resumirse así: en la producción social de su vida, los hombres contraen
determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción, que
corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El
conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base
real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden
determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el
proceso de la vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que
determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. Al llegar a
una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad chocan con
las relaciones de producción existentes, o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con
las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de
desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabaja suyas. Y se abre así
una época de revolución social. Al cambiar la base económica, se revoluciona, más o menos
rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas
revoluciones, hay que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos en las condiciones
económicas de producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia de las ciencias
naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas en que los hombres
adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo. Y del mismo modo que no podemos
juzgar a un individuo por lo que él piensa de sí, no podemos juzgar tampoco a estas épocas de
revolución por su conciencia, sino que, por el contrario hay que explicarse esta conciencia por las
contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales
y las relaciones de producción. Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen
todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más altas
relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan
madurado en el seno de la propia sociedad antigua. Por eso, la humanidad se propone siempre
únicamente los objetivos que puede alcanzar, pues, bien miradas las cosas, vemos siempre que
estos objetivos sólo brotan cuando ya se dan, o por lo menos, se están estando, las condiciones
materiales para su realización. A grandes rasgos, podemos designar como otras tantas épocas de
progreso en la formación económica de la sociedad, el modo de producción asiático, el antiguo, el
feudal y el moderno burgués. Las relaciones burguesas de producción son la última forma
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antagónica del proceso social de producción; antagónica, no en el sentido de un antagonismo
individual, sino de un antagonismo que proviene de las condiciones sociales de vida de los
individuos. Pero las fuerzas productivas que se desarrollan en el seno de la sociedad burguesa
brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para la solución de este antagonismo. Con
esta formación social se cierra, por tanto la prehistoria de la sociedad humana.” (Marx-Engels,
1970, 39-41).
“Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias
elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente,
que existen y les han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones muertas
oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando éstos aparentan dedicarse
precisamente a transformarse y a transformar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de
crisis revolucionaria es precisamente cuando conjuran temerosos en su auxilio los espíritus del
pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para, con este disfraz de
vejez venerable y en este lenguaje prestado, representar la nueva escena de la historia universal.”
(Marx, 1971b, 231).
“Las clases sociales son grandes grupos de hombres que se diferencian entre sí por el lugar que
ocupan en un sistema de producción social históricamente determinado, por las relaciones en que
se encuentran con respecto a los medios de producción (relaciones que las leyes refrendan y
formulan en gran parte), por el papel que desempeñan en la organización social del trabajo, y
consiguientemente por el modo y la proporción en que reciben la parte de la riqueza social de que
disponen. Las clases son grupos humanos, uno de los cuales puede apropiarse del trabajo de otro
por ocupar puestos diferentes en un régimen determinado de economía social.” (Lenin, 1961, 232).
“La historia de todas las sociedades hasta nuestros días, es decir, la historia escrita es la historia de
las luchas de clases.” (Marx-Engels, 1971b, 19).
"Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o, dicho en otros
términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su
poder espiritual dominante. La clase que tiene a su disposición los medios para la producción
material dispone con ello, al mismo tiempo, de los medios para la producción espiritual, lo que
hace que se le sometan, al propio tiempo, por término medio, las ideas de quienes carecen de los
medios necesarios para producir espiritualmente. Las ideas dominantes no son otra cosa que la
expresión ideal de las relaciones materiales dominantes, las mismas relaciones materiales
dominantes concebidas como ideas; por tanto, las relaciones que hacen de una determinada clase la
clase dominante son también las que confieren el papel dominante a sus ideas. Los individuos que
forman la clase dominante tienen también, entre otras cosas, la conciencia de ello y piensan a tono
con ello; por eso, en cuanto dominan como clase y en cuanto determinan todo el ámbito de una
época histórica, se comprende de suyo que lo hagan en toda su extensión y por tanto, entre otras
coses, también como pensadores, como productores de ideas, que regulen la producción y
distribución de las ideas de su tiempo; y que sus ideas sean, por ello mismo, las ideas dominantes
de la época. Por ejemplo, en una época y en un país en que se disputan el poder la corona, la
aristocracia y la burguesía, en que, por tanto se halla dividida la dominación, se impone como idea
dominante la doctrina de la división de poderes, proclamada ahora como “ley eterna”.” (Marx-
Engels, 1971, 50-51)