Universidad San Sebastián16 de agosto de 2011

Análisis películaMetrópolis

Victoria Muñoz VergaraMetrópolis es una película de ciencia ficción alemana realizada en el año 1926, es muda y carece de grandes efectos especiales sin embargo cada escena ha sido realizada con un cuidado especial, poniendo atención en cada detalle, lo que dio como resultado una película visualmente muy poderosa a pesar de la falta de técnicas de la época.La trama se centra en una distopía futurista, en el año 2026, es decir 100 años en el futuro.

Ha sobrevivido el paso de los años y es considerada como uno de los más grandes exponentes del expresionismo alemán. El Expresionismo, habla de una deformación de la realidad lo que permite entender la naturaleza del hombre de manera más simbólica, con el uso de atmósferas oníricas, la exageración de las cosas o el uso del claro/oscuro, este movimiento hacia referencia a un estado melancólico que era producto de lo provocado por el ambiente de Guerra, una etapa “Entre Guerras” (1918-1939).

Lo que plantea esta película es la búsqueda de mejora y cambio, en un contexto en que se consolidaban regimenes autoritarios y ocurrían grandes avances tecnológicos, una época de incertidumbre en la que se pensaba que podría ser del futuro de la humanidad.

En vista de esto podemos darnos cuenta de cómo el protagonista representaba a esta sociedad oprimida, con grandes brechas sociales, manejada por un ente superior y en donde ellos representaban solo una pequeña parte de un mecanismo.

Al comienzo el protagonista, desconoce lo que ocurre en el exterior y solo es testigo de las atrocidades cuando estas le llegan de golpe, esto podría ser una muestra de cómo una sociedad que desconoce las consecuencias de sus actos puede ser parte de un camino autodestructivo, siendo un ente tanto activo como pasivo, como lo seria el protagonista que preocupado de su propia realidad no se intereso nunca por ser parte del proceso y no se dio cuenta de cómo su vida en “las alturas” dependía de otra persona que vivía “bajo tierra” y que para que el mecanismo funcionara consumía su energía “el hombre alimenta la maquina”.

La preocupación por la vida y la muerte, el existencialismo, lleva al limite esta preocupación por el posible futuro de una sociedad consumista, en que se muestran grandes ciudades y rascacielos, pero con un costo humano igual de poderoso. El final de la película da a entender que la maquina es necesaria para el hombre, sin embargo debe haber una mediación, estos beneficios no deben ser a costa del hombre, si no que trabajar a su favor.