México Violento

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Nota sobre los carteles y el crimen organizado en México. Publicada en Caras y Caretas, agosto 2010.

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Señor Matanza

Cada día mueren en México 16 personas en la disputa por el poder entre distintas organizaciones criminales y en los enfrentamientos con el Estado. La pulseada entre el

gobierno de Felipe Calderón y los capos de los cárteles se está inclinando peligrosamente a favor de los últimos.

Por Sol Peralta (desde México)

La paz nunca es completa y todos los países enfrentan distintos tipos de dificultades, en forma constante. La República de México está viviendo una instancia decisiva de su historia: la pulseada contra el crimen organizado, cuya principal actividad es el narcotráfico. El recrudecimiento de la violencia ha tomado últimamente un color que preocupa no sólo a los mexicanos sino al conjunto de las naciones.

La primera medida que tomó el presidente Felipe Calderón Hinojosa cuando asumió, en diciembre de 2006, fue la militarización de las calles para garantizar la seguridad pública. La presencia de los militares resultó muy efectiva, de paso, para disolver los acampes y las manifestaciones en contra de Calderón, organizados inmediatamente después de las elecciones. Los comicios fueron denunciados como fraudulentos por distintas organizaciones nacionales e internacionales, que afirmaban que el ganador no había sido el Partido de Acción Nacional (PAN) sino la Coalición por el Bien de Todos, cuyo candidato fue Andrés Manuel López Obrador.

El licenciado Octavio Campos, director de información de la Procuraduría General de la República de México, justifica el uso de las fuerzas armadas por la necesidad de purgar a las policías municipales y estatales (los estados equivalen a las provincias) de efectivos corruptos. Además, indicó que “la población no cree en su policía, en cambio, el ejército está entre las tres instituciones más creíbles, después de la iglesia y la escuela”. Sin embargo, las 23.000 personas que se estima que fueron asesinadas en la lucha contra el narcotráfico en un lapso de menos de cuatro años, son un saldo muy pesado para la gestión de Calderón, que muestra que las medidas no son efectivas.

Amnistía Internacional denunció graves violaciones a los derechos humanos “perpetradas por miembros de las fuerzas armadas en su desempeño de labores policiales para las autoridades civiles”. Entre los abusos que describen, hay casos de desaparición forzada de personas, homicidios, tortura y otros malos tratos y detenciones arbitrarias. Se basan en información publicada por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos e incluso la Secretaría de Defensa Nacional, que indican que esa tendencia va en aumento. Un extracto de un informe de Amnistía, publicado en 2009, dice que “El hecho de que ni el gobierno, ni el Parlamento, ni el poder judicial, ni la PGR ni la CNDH hayan restringido o cuestionado el excesivo alcance de la jurisdicción militar, no refuerza el papel del ejército en el ejercicio de sus actividades de ayuda en labores de seguridad pública, sino que crea un clima en el que florecen los abusos y la impunidad. Y estas medidas no ayudan a resolver la crisis de la seguridad pública, sino que más bien la agravan”.

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Incluso en detalles mucho más triviales, cabe preguntarse qué pasará con el turismo si, para entrar a un club de mar hay que pasar al lado de militares que portan armas largas, o cuando una cena bajo las estrellas cambia de clima por el paso de un camión con varios efectivos armados hasta los dientes. O qué pasará con los inversionistas extranjeros después de las declaraciones de Hillary Clinton, quien afirmó que el país azteca le recuerda a la Colombia de hace 20 años.

Mientras tanto, los cárteles no sólo crecen sino que se diversifican. En el norte, pegados a la frontera con los Estados Unidos, operan dos de los más fuertes: el cártel de Juárez y el de Sinaloa. Sobre la costa del Caribe está el cártel del Golfo y al oeste el del Pacífico. El licenciado Ocampo detalla cómo ha cambiado la situación: “Los cárteles tuvieron ramificaciones como, por ejemplo, la Familia Michoacana. Ellos son el brazo armado, los sicarios, y son más actos violentos que el cartel en sí. La clave está en que se diversificaron. Muchas bandas han dejado el narcotráfico porque ya no es tan buen negocio porque hay mucha competencia, o por la acción del gobierno, y ahora le piden dinero a los comercios para garantizarles la seguridad o se dedican al secuestro o cualquier otra actividad ilícita que les sea redituable.”

Los Zetas eran los sicarios del cártel del Golfo pero, al romper relaciones, se multiplicaron las muertes por los enfrentamientos entre los antiguos aliados. El gobierno mexicano cree que los Zetas son los responsables del asesinato de los 72 inmigrantes latinoamericanos que aparecieron en un rancho en Tamaulipas, a fines de agosto. El reclutamiento por la fuerza es una modalidad muy utilizada y se aprovechan sobre todo de aquellos que se embarcan en viajes riesgosos para entrar a los Estados Unidos. Hombres, mujeres y niños mueren en el fuego cruzado entre dos facciones o entre las organizaciones criminales y el Estado.

¿Por qué conformarse con el dinero de la droga si tienen estructuras para cometer casi cualquier tipo de delito? El tráfico de personas y de armas, el secuestro extorsivo y el cobro de “seguridad” son algunas de las formas más usuales de obtener dinero para estas organizaciones. Es costumbre en México que cuando alguien baja del auto, si el acompañante se queda, traba las puertas al instante. Esto se ve en forma permanente y lo explica la multiplicación de secuestros. Pero las calles con costumbres más cambiadas son las de los estados norteños. La bocina, un clásico para el conductor latino, quedó en el olvido. Como la violencia se siente en el aire y se observa en las armas que llevan muchos civiles a la vista, nadie emite un sonido por una mala maniobra. Es más, si el conductor de adelante frena en medio de la calle y obstruyó el paso, el resto de los autos espera, paciente, hasta que esa persona regrese. El miedo a recibir un balazo por abrir la boca es más grande que el apuro por llegar a tiempo.

Las medidas de gobierno

El licenciado Ocampo, de la PGR, comentó que el gobierno Federal auxilió a los estados y destacó otras medidas que se tomaron contra el crimen organizado. “Una de las principales es el avance en un nuevo código penal; además, se están instrumentando los juicios orales que agilizarán al sistema judicial. En cuanto a la policía, ahora tiene mayores atribuciones investigativas y puede agilizar la acusación del criminal frente al juez. Se modificó el tipo de reclutamiento, se compraron patrulleros y elementos de comunicación que permitan hacer un trabajo más científico”, dijo.

Felipe Calderón y George Bush en la presidencia de los Estados Unidos, firmaron un pacto internacional conocido como Iniciativa Mérida, que está aprobado pero no implementado. Canaliza recursos estadounidenses en la lucha contra el narcotráfico. El doctor Lorenzo Meyer, historiador y docente de

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universidades de México, los Estados Unidos y Europa, afirma que en términos de ayuda material, es ridícula porque promete 1.500 millones de dólares, mientras que las reservas del Banco de México son de 80.000 millones. Además, dijo que la Iniciativa “abre vías institucionales para que Estados Unidos tenga presencia en el ejército, las policías federales y el sistema de justicia. Nadie sabe hasta dónde está metida la ‘inteligencia’ de los norteamericanos. Está hecho a imagen y semejanza del Plan Colombia”.

¿Cómo influye la cercanía de México con los Estados Unidos?

La frontera es tan porosa que la corriente es cotidiana. Entre otras cosas, permite el ingreso de una cantidad bárbara de armas siendo que en México están prohibidas su portación y su venta. Es un misterio cómo aparecen tantas armas, si no hay armerías.

¿Por qué no se encuentra una solución para este problema?

La élite política está muy dividida y en parte por eso no se tiene éxito. La supuesta democracia que llegó en el año 2000, a esta altura introdujo una gran división, sobre todo por las sospechas de fraude en los comicios de 2006. Las encuestas de opinión pública muestran que la democracia hoy en día está muy deslegitimada en el país. De acuerdo a estos sondeos, las instituciones están pésimamente valoradas. Se esperaba mucho del cambio político tras la salida del PRI (Partido Revolucionario Institucional, principal opositor), pero el resultado fue desilusionante porque fallaron los líderes.

¿Qué relación tiene la pobreza con el crecimiento del crimen organizado?

Desde 1982 hay un estancamiento de la economía y esto da pie a la estrecha relación que existe entre la carencia social y el narcotráfico. Los jóvenes que no encuentran en qué ocuparse, son un ejército de reserva fantástico para esa actividad. De hecho, es el único sector de la economía mexicana donde pueden cumplir el llamado sueño americano las personas que no proviene de las clases medias ni tienen conexiones. Un ejemplo de esto es Joaquín “Chapo” Guzmán, el jefe del cartel de Sinaloa quien, de acuerdo a la revista Forbes, es uno de los 1000 millonarios del mundo.

Isabel Miranda de Wallace perdió su antigua vida cuando secuestraron y luego asesinaron a su hijo, Hugo. Ahora preside la asociación Alto al Secuestro y, si bien ha sido largamente amenazada, pudo presentar un proyecto de ley. Es el primer proyecto de una persona externa al Congreso. La ley Federal de Víctimas, con media sanción del Senado, establecería “que los viudos de las víctimas reciban una pensión y que los secuestrados no pierdan su trabajo, entre otros puntos”.

Tres días antes de que Calderón presentara el cuarto Informe de Gobierno, se apresó a Édgar Valdez Villarreal, uno de los capos del narcotráfico, conocido como la Barbie. La falta de disparos durante el operativo resultó al menos tan intrigante como los pormenores del rescate de Ingrid Betancourt. En cualquier caso, una pequeña pesa en una balanza tan inclinada para el otro lado, que está a punto de romperse.

(Publicada en Caras y Caretas, agosto 2010)