Michael Brown El Proceso de La Presencia --Practica

4
Es nuestra atención intima y amorosa lo que se nos está pidiendo cuando nuestra experiencia nos envía las señales de desequilibrio que nosotros llamamos dolor y malestar. Si nos mantenemos presentes a través de la conexión consciente de nuestra respiración, y si situamos nuestra propia atención amorosa en el mismo centro de nuestro dolor y malestar, estaremos llevando a cabo nuestra parte del proceso de reequilibrio de nuestra experiencia. Nuestra presencia interior se ocupará de todo lo demás. Se nos pide que iniciemos el procedimiento y que, luego, confiemos en el proceso. Así es como ponemos en marcha esta tarea: 1.- Comenzamos sentándonos en una posición cómoda, con la espalda recta y los ojos cerrados. Nos podemos sentar sobre un cojín, con las piernas cruzadas, o en una silla. Lo que se busca con estar en estar en una postura que favorezca el estado de alerta. 2.- Nos cercioramos que no vamos a pasar frío. 3.- Conectamos conscientemente nuestra respiración. 4.- Ponemos toda nuestra atención en cualquier dolor o malestar que estemos

description

Michael Brown El Proceso de La Presencia --Practica

Transcript of Michael Brown El Proceso de La Presencia --Practica

Es nuestra atencin intima y amorosa lo que se nos est pidiendo cuando nuestra experiencia nos enva las seales de desequilibrio que nosotros llamamos dolor y malestar. Si nos mantenemos presentes a travs de la conexin consciente de nuestra respiracin, y si situamos nuestra propia atencin amorosa en el mismo centro de nuestro dolor y malestar, estaremos llevando a cabo nuestra parte del proceso de reequilibrio de nuestra experiencia. Nuestra presencia interior se ocupar de todo lo dems. Se nos pide que iniciemos el procedimiento y que, luego, confiemos en el proceso. As es como ponemos en marcha esta tarea:1.- Comenzamos sentndonos en una posicin cmoda, con la espalda recta y los ojos cerrados. Nos podemos sentar sobre un cojn, con las piernas cruzadas, o en una silla. Lo que se busca con estar en estar en una postura que favorezca el estado de alerta.2.- Nos cercioramos que no vamos a pasar fro.3.- Conectamos conscientemente nuestra respiracin.4.- Ponemos toda nuestra atencin en cualquier dolor o malestar que estemos experimentando, sea fsico, mental o emocional. No lo juzgamos; lo contemplamos compasivamente con nuestra atencin.5.- Nuestra intencin consiste en vivenciar plenamente nuestro dolor y malestar. Si es de naturaleza fsica, podemos buscar el centro de esa sensacin y estar con l. Si es confusin mental lo que estamos experimentando, nos sentaremos y contemplaremos la naturaleza de nuestros procesos de pensamiento. Si es una perturbacin emocional lo que estamos sintiendo, nos sentaremos y sentiremos las emociones, dejndolas fluir como les venga en gana. Todo esto lo hacemos sin enjuiciar nada, sin preocuparnos y sin marcarnos un tiempo.6.- Al principio puede dar la impresin de que la afeccin empeora o se exacerba de algn modo. Se trata de una consecuencia automtica del hecho de situar la atencin en ella. Es un indicio positivo. No significa que la afeccin est empeorando; significa que nuestra conciencia de la afeccin est creciendo. Hemos de tener en cuenta que, sea lo que sea lo que estamos sintiendo mientras realizamos este trabajo, est entrando en nuestra conciencia para que nuestra presencia interior pueda transformarlo. Tenemos que hacer todo lo posible para dejar que el dolor o el malestar sigan su propio camino.7.- A lo largo de toda la experiencia, es importante mantener la respiracin conectada.Ocurra lo que ocurra como consecuencia de este ejercicio, ser lo que se supone que tiene que suceder. Ser diferente para cada persona, y diferente tambin en cada ocasin en que lo apliquemos. Se nos insta a permanecer con la experiencia hasta que remitan las sensaciones que percibimos como dolor y malestar. Para afecciones agudas o crnicas puede hacer falta repetir las sesiones para conseguir cierta sensacin de finalizacin. La paciencia es la clave. Cuanto ms utilicemos esta herramienta, ms eficiente se har.Es sumamente saludable y beneficioso dedicar unos momentos cada da a situar nuestra atencin sobre aquellos aspectos de nuestra experiencia que percibimos como dolorosos o desagradables. Cada vez que nos nutrimos de esta manera, se incrementa el poder de nuestra atencin y nuestra intencin. Cada vez que experimentamos las consecuencias beneficiosas de cuidar de nosotros mismos de esta manera, se incrementar el poder de nuestra fe en la presencia interior. Esta herramienta activa automticamente nuestra capacidad para alimentarnos a nosotros mismos.Michael Brown, El Proceso de la Presencia