Miguel León-Portilla - La filosofía náhuatl

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MIGUEL LEÓN-PORTILLA LA FILOSOFÍA NÁHUATL Pi J . t *^^? J3L UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

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  • MIGUEL LEN-PORTILLA

    LA FILOSOFA NHUATL

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    J .

    t *^^?

    J3L

    UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA DE MXICO

  • INSTITUTO DE INVESTIGACIONES HISTRICAS Serie Cultura Nhuatl Monografas / 10

  • MIGUEL LEN-PORTILLA

    NHUATL ESTUDIADA EN SUS FUENTES

    CON UN NUEVO APNDIC1-

    PRLOGO DE

    NGEL Ma. GARTBAY K.

    UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA Di: MI'XICO MXICO 1993

  • i i * f~ N '/"pi""'111 '">" Instituto Indigenista Intcramcricano, Mxico, I9.">l ^ * ^ Primera edicin en ruso. Academia de Ciencias, Mosc, 1961

    Primera edicin en ale.mn, Mexikanische Studien. Koln, 1970 l'iIIX-T:I ilicin en francs, Eduinns da Senil, Paris. 19'i

    hi

    Ediciones UNAM

    Segunda, 1959. Tercera, 1966. Cuarta.. 1974 Quinta, 1979. Sexta. 1983. Sptima, I99'.

    )R 199:i, Universidad Nacional Autnoma dr Mxico Ciudad Universitaria. 04510. Mxko. D. V.

    |NTITI.T() l>?. 1 > : V E S T ! ' : A ' - K ' N F S Mi :TA-'!'- > p

    Impreso y hecho en Mxico

    ISBN 960 :tfi-2154

  • PREFACIO A ESTA NUEVA EDICIN

    Ofrezco aqu una nueva edicin de la Filosofa Nhuatl, estudiada en sus fuentes. Como todo lo que en alguna forma es portador de vida, tambin los libros vuelven a vivir cuando su significacin se actualiza en la conciencia de quienes los leen. Adems, desde un punto de vista diferente, los libros so mantienen vivos cuando, al ser reeditados, sus autores a su vez los reactualizan enmendando posibles deficiencias y aadiendo lo que consideran necesario a la luz de la aportacin de ulteriores investigaciones, ajenas y propias.

    En la presente edicin, que por ello califico de nueva, he hecho una y otra cosa. le enmendado carencias y la he adicionado con un texto bastante extenso que intitulo: "Nos hemos acercado a la antigua palabra? Consideraciones crticas en torno a la filosofa nhuatl". En este texto, incluido a modo de apndice, me ocupo de varias cuestiones planteadas por la moderna hermenutica acerca del paso de la oralidad y la inscripcin glfica a la escritura lineal alfabtica, haciendo aplicacin de ello al caso de la visin nhuatl del mundo.

    Con esta consideracin entrego una vez ms este libro en el que se renen y comentan textos de la tradicin prehisp-nica nahua, portadores ciertamente de significacin filosfica y, por tanto, de inters universal.

    MIGUEL LEN-PORTILLA

  • PRLOGO

    Suelen ser los prlogos el medio ms eficaz para relian a los lectores del conocimiento del libro. No quisiera ineuuir en este delito y me voy a limitar a unas ligeras ohscr nariones sobre la obra que se loma en las manos.

    1

    Hay un fenmeno cultural no suficientemente estudiado en Mxico. La inmensa mayora sonre cuando lee un ttulo como el que designa este estudio. Es la pesadumbre del prejuicio sobre las mentes, por ignorancia, o por desdn irracional. Y es un prejuicio ilgico, mucho ms que en otros campos. Porque se admiran, los mismos que sonren, de los monumentos que. la arqueologa descubre, de los hechos que la historia trasmite, pero cuando se Uega al campo de las ideas, emociones y sentimientos de la vieja cidtura, se relega al pas de las leyendas y fantasas germinadores de novela, lodo lo que se ofrece como vestigio de' cultura en la etapa prehispnica.

    Ilgico, porque es natural admitir que quien piulo esculpir la llamada Piedra del Sol, gala de nwsl.ro Museo de Arqueologa, y quien pudo elevar construcciones corita las Pirmides. poda ciertamente eiazar sus j>cnsamcn(os \ dar a COIUKCI >ns -.mociones. Pero en ese campo, o se niega rapacidad a lus anti guos, o se define que no podemos suba eiisaion, i/f/r \m lieron, qu ideales rigieron sus actos \ iioimaioii su nmitlm . n el mundo durante los milenios en

  • VIH FlI.OSOrA NHUATL

    "filosofa de hs pueblos que hablaron lengua nhuatl". Este es el tema abarcado por el estudio presente. Cada trmino pide una declaracin. Hemos llegado a la etapa en que por "filosofa" se entiende una serie de consideraciones, cuant ms abstritsas, mejor. Y, aunque el nombre con que la disciplina ms humana corre est mal puesto, la filosofa no es sino el conato de explicar los sumos problemas de la existencia y la comprensin de ella. Todo hombre de necesidad filosofa, sin necesidad de ajustarse a los moldes de Platn y Aristteles, ni de Suda o Vivekananda. Tantas cabezas, otras taas sent n-cias, dijo el latino. Y cada cultura tiene su modo particular, propio e incomunicable de ver el mundo, de verse a s mismo y de ver lo que trasciende al mundo y a s mismo.

    Tiene, especial inters y atractivo ver qu pensaron sobre tales temas los hombres de hace siglos que. nos precedieron en este suelo. Esa sistematizacin de. pensamientos, emociones, enfoques y visiones ntimas ser su filosofa. Existe un modo de comprensin y de solucin de problemas humanos dado por gente que vivi bajo la luz, o la sombra, de la cultura antigua y se nos trasmite en lengua nhuatl. El Autor de este libro se propuso indagarlo. Y fue hasta el fondo para hallar las races. Nunca estn las races a la vista, si no es en. los rboles caducos. 1(1 Autor lleg a las races, corno veremos luego.

    "Pueblos que hablaron nhuatl". En, la etapa de. recogerse los documentos. Qu hablaron antes no sabemos. Y tampoco podemos fantasear. De una fuente, o de otra, en lengua nhuatl .

  • PRLOGO IX

    estas regiones tenemos documentos que nos dan el hilo para entrar al recinto ment-al de aquellos pueblos. La palabra "nhuatl" es ms amplia y genrica y con ella sealamos lo que nos lleg en la lengua de Tenochtitlan, aun cuando no fuera de origen tenochca.

    El Autor recoge, documentos de todo rumbo y de toda zona en que se hablara la lengua nhuatl y sobre ellos elabora su visin del mundo. Con esta armnica documentacin podemos sober qu pensaron los que en esa lengua hablaban, acerca del mundo, del hombre y de lo que trasciende al mundo y al hombre. En otros trminos, su filosofa.

    2

    El mtodo es lo ms imprtame en las investigaciones. De uno viciado resultan esperpentos. De un recio mtodo pueden salir obras maestras. Hay dos mtodos. Uno encerrarse en su interior y sacar de s como el gusano de seda su capullo todo lo que uno cree y quiere que sea la visin de un tmuulo ido. Es el que siguieron los hombres del XIX. Y no excluyo a nadie. Hablo de los nuestros. Que de fuera vinieron los que comenzaron a darnos la orientacin hacia el recto mtodo. Este es el de ir al documento y dar lo que da el documento, con un poco de orden. Nada ms. Vaya, entonces, el lector a las pginas finales de este libro y hallar ms de noventa textos en su lengua indiana. Son flores de un vergel, y no son todos los que pueden aducirse. Para los fines de este estudio son suficientes. Estn lomados de todos los rumlyos de la regin en que se habl la lengua nhuatl. La zona central de los lagos, al lado de la regin hoy da poblana, y la vieja cultura de los pueblos tol-tecas, trasmitida por textos que se recogieron en regiones septentrionales del Valle de Mxico. Tambin los tiempos tienen su gradacin. Hallamos algunos textos muy arcaicos, como los poemas de la Historia Toltcca-Chichimcca, o los Himnos a los Dioses, recogidos en Tepepulco, tan antiguos en su expresin, que los irulios ms sabios no pudieron explicar a Sahagn. Y t,cnem.os textos de los contemporneos de la Conquista, como son los del libro de los Coloquios de los Doce, que tanto valor tiene y que tan poco es conocido. De esta manera, tiempo v es-

  • X FILOSOFA NHUATL

    paci, las necesarias coordenadas de todo lo humano, estn perfectamente representados.

    Pero no es una pura coleccin de textos, ms o renos^ clasificados. Si tal fuera la obra, ya tendra valor sumo. Es una interpretacin de esos textos y su coordenacin, para deducir la idea que en ellos se entraaba y concordarla con otras, para dar el concepto de lo que se pensaba en las remotas pocas y qued cristalizado en poemas, o en discursos, pero es testimonio de la mente anticua que va en pos del misterio perpetuo.

    No debe olvidar el lector que este estudio es una Tesis de doctorado y debe ajustarse a las normas que imponen trabajos de esta ndole. No se trata de abrumar a los lectores con lodo lo que pudo hallarse en la zona de la investigacin. Ni en una obra de total investigacin es posible esto. El fin es hacer ver que el estudiante conoce sus minas, saca su metal precioso, lo elabora paciente y lo convierte en joya. Queda mucho oro fuera, quedan muchas posibilidades de nuevas obras de arte, queda en el mismo artfice la capacidad para dar cosas mejores. Pero se trata de poner a prueba esa capacidad exigiendo una prueba inicial. Esta comparacin explica y da la clave de lo que a muchos acaso pueda parecer deficiencia. Habr tiempo y con toda el alma deseo que se realice, en que. el Autor nos d una obra ms amplia. Aun entonces, sta quedar como la piedra inicial de la investigacin seria en esto campo. Es la primera vez en que se nos dice qu pensaron los antiguos mexicanos, no a travs de rumores, ni haciendo deducciones, sino presen-lutula sus propias palabras, en su propia lengua. El que conoce raid podr dar fallo de la reda versin, y el que la ignore, ailar la fuerza del testimonio de quien se introdujo a la oscu-i idnd de las cavernas para sacar los diamantes de su valor.

    A'i> .se hacen cotejos con filosofas de ningn otro gnero. Enca inoportuna y extemporneo. Ya pas el tiempo en que ,w cia cu una filosofa nica para la humanidad. Si las or-mtt\ son idnticas en el fondo, la libertad de pensar y la originalidad cu el re son de escala sin lmite. El valor de cada hli>.u>li,i nnlua en su propia construccin.

    Ihthni acaso lentas que el lector quisiera ver tratados > ,uc estn nusaih-s. I .a razn es obvia. O r>. se halla testimonio a i/tic n>o\iit la indagacin, o no llegaron a plantear el pro-Llana los antiguos mexicanos. Necedad fuera pedir uno teora

  • PRLOGO XI

    acerca de la relatividad, o una discusin acerca de la distincin real erare la esencia y la existencia. Ni son las cuestiones de-mayor importancia, ni era tiempo de que en una sociedad r una cultura en cierne aparecieran tales asuntos al debate.

    3

    La realizacin de estos mtodos, aplicados a la indagacin en esta materia, va a juzgarla el lector. Podr gozar la claridad y el orden del escrito, prueba de la formacin slidamente humanstica del Autor. Podr hallar hilos de indagacin, si estas materias le tientan, para ir por regiones del pensamiento n visitadas an.

    La mejor prenda de este trabajo es su originalidad. Cuando otros tienen fija la mirada en especulaciones germnicas, griegas, o de cualquiera otra regin del mundo del pensamiento, place que haya mexicanos que. se ponen a indagar sobre lo mexicano. Eso s, no con fciles panfletos, en que en un haz de pginas se tratan los ms trascendentales problemas. De necesidad lo breve es defectuoso, aun viniendo de genios.

    La prsenle obra est destinada a provocar emulaciones. No porque se. la combata por falsa o por haber inventado, que para ello pone a la vista los originales en su lengua nativa. sino porque se le contrapondr otra manera de ver y ello provocar una indagacin ms amplia y una discusin ms honda y alquitarada. Con lo cual ganar la historia de la culturo entre nosotros, tocante a ternas nuestros.

    Ihi hecho es indudable. Kste libro no cana en el olvida corno tantos otros. Hoy es uno Tesis, maana, ten;a la e.\u-tanza y el deseo de que sen un Tratado completa \ amplio acerca de la Filosofa de los Pueblos liiH\\m>\ de \lc\oam< rica. Ren a jaita est haciendo.

    W i - i MA. ( . t imm I.

  • INTRODUCCIN

    I

    CULTURA Y FILOSOFA NAHUAS

    Gente de variadas actividades en el campo de la cultura eran los nahuas (aztecas, tezcocanos, cholultccas, tlaxcaltec a s . . . ) , a principios del siglo xvi. Establecidos en diversas fechas en el gran Valle de Mxico y en sus alrededores unidos por el vnculo de la lengua nhuatl o mexicana -haban heredado no slo muchas de las ideas y Iradiciones, sirio tambin algo del extraordinario espritu creador de los antiguos toltccas.

    Mas, conviene recalcar que los aztecas o mexicas, lan afamados por su grandeza militar y econmica, no eran los nicos representantes de la cultura nhuatl durante los siglos xv y xvi. Los aztecas haban sometido a su obediencia a pueblos lejanos, de un mar a otro, llegando hasta Chiapas y Guatemala. Pero a su lado coexistan otros nahuas, independientes de ellos en distinto grado. Unos eran aliados: los de Tlacopan y Tezcocn, donde rein el celebre Nezahualcyotl. Otros, aunque tambin nahuas, eran enemigos de los aztecas: por ejemplo, los seoros tlaxcaltecas y huexotzincas.

    Todos ellos, a pesar de sus diferencias, eran partcipes de una misma cultura. Estaban en deuda con los creadores de Teo-lihuacn y de Tula. Por sus obvias semejanzas culturales y por hablar una misma lengua, conocida como nhuatl, verdadera lingua franca de Mcsoamrica, hemos optado por designarlos a todos genricamente como ios nahuas. As, se hablar aqu del pensamiento, el arte, la educacin, la historia y, en uiu palabra, la cultura nhuatl como exista en las principales ciudades del mundo nhuatl preliispnico de los siglos xv y xvi.'

  • 2 FILOSOFA N H U A T L

    Numerosas eran las manifestaciones de arte y cultura en los grandes centros del renacimiento nhuatl, principalmente en Tezcoco y Tenochtitlan. I .os mismos conquistadores, gente ruda en su mayor parte, se quedaron asombrados, como lo atestiguan los relatos de Corts y Bernal Daz, al contemplar la maravillosa arquitectura de la ciudad lacustre con su gran plaza y sus edificios de cantera, as como al caer en la cuenta de la rgida organizacin militar, social y religiosa de los aztecas.

    Pero, otros aspectos menos exteriores de la vida cultural de los nahuas, se escaparon a la vista de los conquistadores y slo fueron descubiertos por los primeros frailes misioneros. Principalmente, Olmos, Mololina, Sahagn, Duran y Mendie-ta movidos por su afn de investigar, penetraron ms hondo, basta encontrarse entre otras muchas cosas con la obra maestra del genio indgena: su cronologa. Ayudados por sus conocimientos acerca de sta, pudieron luego precisar los grandes mitos cosmolgicos, base de la religiosidad y del pensamiento nhuatl. Interrogando a los indios ms viejos, conocieron y pusieron por escrito los discursos y arengas clsicas, los cantares que decan a honra de sus dioses, las antiguas sentencias dadas por los jueces, los dichos y refranes aprendidos en las escuelas: en el Calnicac o en el Telpochcalli.

    Especialmente Fray Bernardino de Sahagn, aprovechando los datos allegados por Olmos y los doce primeros frailes venidos a la Nueva Espaa, y creando por s mismo un nuevo mtodo de investigacin histrica, logr reunir en centenares de folios, informacin abundantsima recibida de labios de los indios y en lengua nhuatl, que le sirvi de base documental para redactar su Historia Cencral de las cosas do. Nueva Espaa, genuina enciclopedia del saber nhuatl.

    Despus, algunos otros completaron an ms la imagen del mundo nhuatl lograda por Sahagn. Fray Juan de Torque-nuda, basndose en Mendicla, la enriquece, no obstante sus

    ii lu mtn.ilidul - intentar un estudio pormenorizado ilel pensamiento o ideas fili;".')fii-:i. (]

  • CULTURA Y FILOSOFA NAHUAS 3

    tediosas digresiones. Juan Bautista Pomar y don Fernando de Alva Ixtlilxchitl nos hablan ms ampliamente en sus Relaciones e historias de la grandeza de Tezcoco; Diego Muoz Camargo de la Historia de Tlaxcala y don Hernando Alvarado Tezozmoc, en sus dos crnicas, la Mexicana y la Mexicyotl, de las glorias de Mxico-Tenochtitlan, sus respectivas patrias. Ei Dr. Alonso de Zurita, oidor de la Real Audiencia, reuni ms datos sobre la extraordinaria forma de justicia y derecho reinantes entre los nahuas. D. Francisco Hernndez, mdico Mucho se ha escrito sobre la base de lo que estos cronistas e investigadores nos dejaron. Por otra parte, los modernos descubrimientos arqueolgicos han arrojado tambin nueva luz. El resultado de todo esto es que hoy nadie duda que hubo entre los pueblos nahuas una maravillosa arquitectura, un arte de la escultura y de la pintura de cdices, una exacta ciencia del tiempo expresada en sus dos calendarios, una complicada religin y un derecho justo y severo, un comercio organizado, una poderosa clase guerrera y un sistema educativo, un conocimiento de la botnica con fines curativos y, en resumen, una cultura de aquellas pocas de las que como dice Jacques Sous-telle "puede estar orgullosa la humanidad de ser creadora".3

    Hay, sin embargo, dos puntos en la cultura nhuatl que por mucho tiempo quedaron del todo olvidados, no obstante su fundamental importancia. Nos referimos a la existencia de una literatura y de un pensamiento filosfico cutre los nahuas.

    La existencia de genuinas obras literarias en lengua nhuatl es actualmente un hecho comprobado y conocido, |i acia.s principalmente a los pacientes estudios del eximio nalniallalo Dr. ngel Ma. Garibay K., quien ha dado a conocer al^ um-. de los mejores y ms representativos ejemplos de esta litera tura. Y no es necesario exponer aqu la forma como dicli.i^

    2 En h bibliografa que va al fin de este trabajo se indican los ttulo completos de las obras de cada uno de loa cronistas y primeros historiadores mencionados.

    SODSTELLE, Jacque9. La vie quotidenne des aztques la veille de la conqate espaole, Libraire Hachettc, Pars, 1955, p. 275.

  • 4 FILOSOFA NHUATL

    composiciones llegaron hasta nosotros en su idioma y forma original, ya que el mismo Dr. Garibay se ocupa detenidamente de. esto en su Historia de la Literatura Nhuatl, obra fundamental y punto de partida para toda investigacin sobre este tema.4

    Resuelta as afirmativamente la cuestin acerca de la literatura, quedaba an por dilucidarse el otro punto: hubo un saber filosfico entre los pahuas? o dicho en otras palabras hubo entre ellos, adems de su cosmovisin mtico-religiosa, ese tipo de inquietud humana, fruto de la admiracin y de la duda, que impulsa a preguntar e inquirir racionalmente sobre el origen, el ser y el destino del mundo y del hombre?

    Sabemos por los estudios que se han hecho sobre el or-gen de la filosofa griega que bien puede afirmarse que la historia de sta no es sino "el proceso de progresiva racionalizacin de la concepcin religiosa del mundo implcita en los mitos".'' Y nlese que para que exista la filosofa no es necesario que hayan desaparecido los mitos, pues como afirma el mismo .lae.ger, "autntica mitogona hallamos todava en el cen-lin de la filosofa de l'laln o en la concepcin aristotlica del jiiiiot de tas cosas por el motor inmvil del mundo".0

    (labe. pues iutei mearnos, poniendo nuestra pregunta en los temimos empleado* por Jaeger: haba comenzado entre los na-luia.i del periodo anterior a la conquista ese proceso de pro-,",ie;.i\a mal i/acin de su concepcin m tico-religiosa del mun-dny Haba hecho su aparicin entre ellos ese tipo de inquietud, que lle\a a travs de la admiracin y la duda, al inquirir estrictamente racional que llamamos filosofa?

    Quien haya ledo los himnos y cantares nahuas presentados por el Dr. Garibay en los captulos que dedica a la poesa lrica y religiosa en su Historia de la Literatura Nhuatl, tendr que aceptar que en varios de ellos aparecen atisbos e inquietudes acerca de los temas y problemas que ms hondamente pueden preocupar al hombre. Podramos decir que all, como acertadamente ha escrito a otro respecto el Dr. Trwin

    - (.'.'.SIBAY K., Anhi \i\ W.iUuia de ln f'tcr-1-'.? Mhazti, t".Jiu>.-.':i FV i.ij;i, S. A. 2 vnts. Mxico, 1953-1954.

    5 JAKCER, Wcmer, Paideia, Lns cales de la r.tdtwa griega. Fondo de Cultura Econmica, 3 vols., Mxico, 1942-1945, T. I., p. 173.

    6 Ibid., pp. 172-173.

  • U J r . T U K A Y FILOSOFA NAHUAS !>

    Edman, "el poeta es un comentador de la vida y la exislrn cia; en su manera inmediata e imaginativa es un filsofo".1

    Sucede con los nahuas lo mismo que con los griegos, donde fueron precisamente los poetas lricos los que empezaron a tomar conciencia de los grandes problemas que rodean la comprensin del mundo y del hombre. Ahora bien, si hubo entre los nahuas, quienes vieron problemas en aquello que los dems obviamente vivan y aceptaban, puede decirse que esos "descubridores de problemas" acerca del mundo y del nombre, haban encontrado el camino del saber filosfico. Lo cual no es querer atribuir anacrnicamente a los antiguos mexicanos clara conciencia de la diferencia entre los objetivos formales de la filosofa y de las otras formas del saber cientfico, religioso y de intuicin artstica. Tal delimitacin de campos es en sentido estricto obra del pensamiento occidental moderno. No la conocieron ciertamente los filsofos jonios, ni los sabios indostnicos, ni siquiera muchos de los doctores medioevales para quienes ciencia, filosofa y aun teologa se unificaban.

    Sin pretender por tanto hallar tampoco entre los nahuas una radical diversificacin en sus varias formas de saber, pero atrados por esos que hemos llamado atisbos racionales e inquietudes manifiestos en la poesa nhuatl, tanto lrica como religiosa, decidimos continuar la bsqueda en pos de ms claros vestigios de lo que hoy podemos llamar un saber filosfico, con el mismo fundamento con que Aldous Huxley design como filosofa perenne y autntica a todos esos textos en los que los ms penetrantes atisbos del pensamiento humano han encontrado su expresin:

    "En los Vedanra, en los profetas hebreos, en el Tao Tch King, en los dilogos platnicos, en el Evangelio segn S. Juan, en la teologa Mahayana, en Plolino y el Areopagita, en los Sufitas persas, en los msticos cristianos de la Edad Media y do] Renacimiento, la Filosofa perenne ha hablado casi todas las lenguas de Asia y Europa y se ha servido de la terminologa y de las tradiciones de cada una de las religiones ms elevadas. Mas por debajo de toda esta confusin de lenguas y mitos, de historias locales y doctrinas particularistas, queda un factor comn ms elevado que constituye la Filosofa perenne '>n lo que pudier llamarse su eslado qumicamente puro.""

    1 E D M A N , Irvrin, Aits arul thc Man, T h c Ncw A n i m c a n Liluaiy, New York, 1949, p . 113.

    8 H U X L L Y , Aklous, introductiva lo Thc. Sonp f (Ul, Hhapmmil-C.itu, Tlir Ncw A m e n c a n Library, 1951, pp. 11-12.

  • 6 FILOSOFA NHUATL

    Pues bien, si realmente ese tipo de filosofar profundamente humano de que habla Huxley, existi tambin entre los antiguos mexicanos, es indudable que sus ideas no podrn reconstruirse a base de hiptesis o fantasas. En una materia tan delicada como la filosofa, en la que an contando con abundancia de textos, suelen quedar no pocas obscuridades de interpretacin y sentido, sera pueril penetrar sin contar con fuentes directas de autntico valor histrico. Por fortuna, la bsqueda y la consulla nos han revelado que las fuentes para estudiar el pensamiento nhuatl existen, si no en la abundancia que todos quisiramos, s por lo menos en una proporcin suficiente para lo que aqu se pretende. A continuacin las presentamos tomando en cuenta la importancia de cada una, tanto por razn de su antigedad, como por su valor informativo.

    Slo queremos recalcar, para obviar desde luego un posible mal entendido, que estas fuentes muestras bsicamente cul fue el pensamiento de los nahuas del perodo inmediatamente anterior a la Conquista. O sea, sus varias doctrinas, tal como debieron ser enseadas en sus centros de educacin superior (Calmccac), hacia mediados del siglo xv y principios del xvi.

    En este sentido podemos afirmar que la presentacin que haremos de los problemas concebidos por lo?, sabios prchisp-uicos. as como sus ideas acerca del universo, de la divinidad y del hombre, reflejan lo que fue su pensamiento filosfico en vigencia al menos durante los 50 60 aos que precedieron a la llegada de los conquistadores espaoles. Pero, como en los mismos textos que se conservan se alude frecuentemente al origen mucho ms antiguo de determinadas doctrinas, hemos credo conveniente ocuparnos del que puede llamarse "problema lie los orgenes y la evolucin del pensamiento nhuatl prehis-pnico". J.)e. esto trataremos en el ltimo captulo de este libro, preparado para esta edicin.

    IV cualquier manera, dejaremos asentado, que, si las cronologas y monumentos arqueolgicos pueden llevarnos a pocas bastante alejadas en lo que toca a hechos histricos v an religiosos, slo parcialmente pueden hacerlo por lo que se refiere a preocupacin?* e ideas meramente ai.il/ar.tas. De aii que es menester repetir que las fuentes que a continuacin se valoran, abrirn principalmente el camino para el estudio de las formas de pensamiento que florecieron en los das de los aztecas.

  • 2

    LAS FUENTES

    Encontramos ante todo repetidas alusiones sobre. la existencia de sabios o filsofos nariuas en varias do bis IM nietas crnicas e historias. As, por ejemplo, en el Origen de los mexicanos se afirma que "escritores o letrados o como les diremos que entienden bien esto.. . son muchos. . . los ms y otros no osan mostrarse..."* Hay igualmcnle menciones en las historias y relaciones de Sahagn, Duran, Ixtlilxchitl, Mendieta, Torquemada, etc."

    Sin embargo, aun cuando estos testimonios son de gran importancia histrica, no pueden considerarse propiamente como fuente para el estudio de lo que llamamos filosofa nhuatl en sentido estricto, ya que no contienen siempre las teoras o doctrinas de quienes son presentados como sabios o filsofos. Es menester, por consiguiente, acudir a fuentes ms inmediatas an, en las que encontremos las opiniones de los indios expresadas en su propia lengua y por ellos mismos. Tales son las fuentes que a continuacin brevemente enumeramos y valoramos.

    9 Origen de los mexicanos, en Nueva Colodin le. llm-Hnii-nim pun U Historia de Mxico (publicada por Jouqun (nnii Icn/lxilrrin), III, l'in.iru Zurita. Relaciones antiguas (siglo xvi) , Mxico, 11W1, JI. 2111

    10 Ver. SAHAGN, fray Bernardina

  • 8 FILOSOFA NHUATL

    1) TESTIMONIOS EN NHUATL DE LOS INFORMANTES DE SAHACN

    Nos referimos a los textos nahuas recogidos por Sahagn (a partir de 1547), en Tepepulco (Tezcoco). Tlatelolco y Mxico, de labios de los indios viejos que repetan lo que haban aprendido de memoria en sus escuelas: el Calmcac o el Tel-pochcallL En el cmulo inmenso de datos recopilados hay secciones enteras que se refieren a la cosmovisin mtico-religiosa nhuatl, as como a los sabios o pkilosophos y a sus opiniones y teoras. La forma en que llev a cabo Sahagn la recoleccin de este material, concisamente la describe as Luis Nicolau D'Olwer:

    "Despus de madura reflexin y anlisis minucioso, Sahagn formula un cuestionario "minuta" como l dice de todos los tpicos referentes a la cultura material y espiritual del pueblo azteca, como liase Se ha objetado alguna vez el conocimiento que de sus ideas y tradiciones pudieran poseer los indgenas informantes de Sahagn, as como la veracidad de los mismos, que bien sea por temor o por resentimiento ante el vencedor, pudieron optar acaso por ocultar la verdad. Respecto de lo primero, o sea de la existencia de indgenas conocedores de sus antiguallas, conviene recordar que Sahagn dio principio a sus investigaciones a partir de 1547. Haban transcurrido entonces slo 26 aos

    11 NUOI.AU D'OLWF.H, Luis, Fray Bernardino de Sahagn (1499-15W). Coleccin Ilistormtorcs de Ami'.nca, I. P. C. II., Mxico. 1952, pp. 136-131.

  • LAS FUENTES 9

    desde la toma de Tenochtitlan. Era, pues, fcil encontrar, no slo en la capital azteca, sino en Tezcoco, Tepepulco, Tlatelol-co, etc., no pocos hombres maduros, de 50 a 70 aos, que haban vivido en sus pueblos y ciudades, desde unos 24 hasta casi 50 aos antes de la venida de los espaoles.

    Algunos de ellos aun cuando no hubiesen sido sacerdotes, sino meramente hijos de principales, fueron sin duda estudiantes en los Calmcac. Ahora bien, hay que aadir que la forma como all se enseaban las varias doctrinas y tradiciones era, a falta de una escritura como la nuestra, por medio del aprendizaje de memoria, que serva para entender las ilustraciones de los cdices. En este sentido, no puede caber duda alguna, que entre las doctrinas que se enseaban a lo ms selecto de fa juventud .nhuatl debi hallarse incluido lo ms elevado de su pensamiento, encerrado muchas veces en los cantares y discursos aprendidos de memoria.

    Estando, pues, en contacto con la tradicin viviente di: los Calmcac y habiendo aprendido de memoria sus doctrinas, no es posible negar en buena crtica que por lo menos algunos de los hombres maduros y de los viejos que informaron a Sahagn posean ciertamente un conocimiento suficiente de sus ideas y tradiciones.

    Pero, fueron veraces al informar? Tal es la segunda parte del problema. Para responder a l, es necesario recordar que Sahagn, a ms de inquirir siempre sobre la ciencia o conocimiento de sus informantes, no se fio jams de lo que uno de ellos pudiera decirle, sino que fue interrogando primero en Tepepulco, "hasta diez o doce principales ancianos"," contando siempre con el auxilio de sus "colegiales" indgenas de Ta-telolco que le merecan entera confianza. Y no par aqu la investigacin, sino que se hizo luego un cotejo de los datos obtenidos con lo proporcionado por los "nuevos escrutinios" hechos en Tlatelolco donde le

    "sealaron hasta ocho o diez principales escogidos enlrc todos muy hbiles en su lengua y en las cosas de sus antiguallas, con los cuales y con cuatro o cinco colegiales trilinges, encerrarlos en el colegio".1^

    se hizo un escrutinio o examen de los datos recogidos en Te-

    w .SAHA.I'IN, Fray HcriMnliiw de, op. cit., Vnl. I, p. 2. I M: eit.

  • 1 0 FILOSOFA NHUATL

    pepulco. Y por fin, ms tarde, como si la comprobacin hecha en Tlatelolco no fuese bastante, en San Francisco de xVlcxico, hizo Sahagn nuevo anlisis de lo que sus anteriores informantes de Tepepuko y Tlatelolco le haban dicho. El mismo Sahagn resume as este triple proceso de revisin crtica a que someti los datos obtenidos:

    "Do manera que el primer cedazo por donde mis obras se cirnie-ron fueron los de Tepepnlco, el segundo los de Tialelolco, el tercero las de Mxico. . . " u

    Abura bien, habiendo encontrado unidad y coherencia en los informes recogidos en tan diversos lugares y fechas, Sahagn queda persuadido, con razn, de la autenticidad y veracidad de lo que los varios indios le han dicho. Por esto, l mismo respondiendo "a algunos mulos" que ya en su tiempo lo atacaron dice:

    "En este libro ver muy a buena luz, que lo que algunos mulos han afirmado, que todo lo escrito en estos libros antes de ste y despus de ste, son ficciones y mentiras, hablan como apasionados y mentirosos, porque lo que en este volumen est escrito, no cabe en entendimiento de hombre humano el fingirlo, ni hombre viviente pudiera contradecir el lenguaje que en l esl; de modo que, si todos los indios entendidos fueran preguntados, afirmaran que este lenguaje es propio de su3 antepasados y obras que ellos hacan".15

    Tomando esto en cuenta, slo nos resta dar una ltima contraprueba. Tan es cierto que reflejan fielmente sus textos la cultura intelectual de los nahuas, que algunos frailes empezaron a ver en esto un nuevo peligro de revivir las viejas creencias, por lo que haciendo llegar sus quejas a Madrid, lograron una Real Cdula de Felipe II de fecha 22 de abril de 1577, en la qire textualmente se dice:

    "Por algunas cartas que se nos han escripto dcsas provincias habernos entendido que Fr. Bemardino de Sahagn de la Orden de S. Francisco ha compuesto una Historia Universal de las cosas ms sealadas desa Nueva Espaa, la cual es una computacin muy copiosa de todos los ritos, y ceremonias idolatras que los indios usaban en su infidelidad, repartida en doce libros y en lengua mexicana; y aunque se entiende que e] celo del dicho Fr. Bemardino linlia sido linceo. y con deseo que MI trabajo sea de fruto, ha parecido que no conviene

    " Ibid., p. 3. " Ibid., pp . 4-15-446.

  • J.AS KUJiNTKS 11

    que csle lilin> sir imp JJKI ni ande * infoi manir:, in

  • 12 FILOSOFA NHUATL

    veinte himnos transcritos por Sahagn en nhuatl en el Libro II de su Historia." Posteriormente su viuda public en edicin postuma la traduccin al alemn del material en nhuatl correspondiente al Libro XII de la Historia, de Sahagn, as como otros varios captulos ya anteriormente traducidos por Seler.1*

    Bastantes aos despus, un norteamericano, el Sr. John Hubert Cornyn tradujo del nhuatl al ingls ltu leyenda de Quetzalcatl, tomada del material correspondiente al Libro III de Sahagn." Su obra, de positivo mrito, iba a ser prenuncio de nuevas investigaciones. A

    En 1940, el Dr. ngel Ma. Garibay K., public en su Llave del Nhuatl, algunos textos del material coleccionado por Sahagn paleografados cuidadosamente por l, con la idea de ofrecer trozos clsicos a quienes estudiaran esa lengua,3" Continuando esta clase de trabajos, public una versin potica de h-ece de los 20 himnos copiados por Sahagn en nhuatl n el libro II de su Historia.21 Ms tarde, con el ttulo

  • LAS FUENTES 13

    Recientemente (1958), el Seminario de Cultura Nhuatl, afiliado al Instituto de Investigaciones Histricas de la Universidad Nacional de Mxico, ha iniciado la publicacin bilinge nhuatl-espaol de los textos de los informantes de Sahagn, segn los Cdices Matritenses. Hasta el presente (1965) ha editado tres volmenes con textos acerca de los Ritos, Sacerdotes y Atavos de los Dioses (preparado por M. Len-Portilla), los Veinte Himnos Sacros de los Nahuas y la Vida Econmica de Tenochtitlan (ediciones de A. M, Garibay K.)2*

    Mencionamos tambin las traducciones y estudios hechos por el Prof. Wigberto Jimnez Moreno, de las que ha publicado slo una mnima parte.*5

    Especial mrito tiene la versin paleogrfica de numerosos textos nahuas de los Cdices Matritenses hecha por Leonhard Schutze Jena con traduccin adjunta al alemn y que corresponden a parte del material que sirvi de base a Sahagn para redactar los libros II, III, IV, V y VII de su Historia. El ttulo dado a dichos textos fue Augurios, Astrologa y Calendario de los antiguos Aztecas Posteriormente public el mismo Schultze Jena algunos textos correspondientes a los libros VIII y IX de la Historia, bajo el ttulo de Organizacin Familiar, Social y Profesional del Antiguo pueblo Azteca."

    Finalmente, debe sealarse la edicin de la parte nhuatl del Cdice Florentino con traduccin al ingls, emprendida por los doctores Charles E. Dibble y Arthur J. O. Anderson de la Universidad de Utah. Hasta la fecha (1965) han publicado 10 to-

    M Informantes de Sahagn, Ritos, Sacerdotes y Atados de los dioses, Fuentes Indgenas de la Cultura Nhuatl, 1, Introduccin, paleografa, versin y notas de Miguel Len-Portilla, Seminario de Cultura Nhuatl, Instituto de Historia, UNAM, Mxico, 1958.

    Veinte Himnos Sacros de los Nahuas, Fuentes Indigena9 de la Cultura Nhuatl, 2, Introduccin, paleogara, versin y coraentirios de ngel M* Garibay K., Seminario de Cultura Nhuatl, Instituto de Historia, UNAM, Mxico, 1958.

    Vida Econmica de Tenochtitlan, Fuentes Indgenas de la Cultura Nhuatl, 3., Intioduccin, Paleografa y Versin de ngel M* Garibay K. Seminario de Cultura Nhuatl, Instituto de Iljstoria, UNAM, 1961.

    2 6 Ver, SAHAC.N, Fray Rernardino de, HistorUi General de las Cosas de IVWDU Esnmu, 5 Vols. Edit. Robredo, Mxico, L93U; 1. 1, pp. XIII. ss.

    a* SCHULTZE JENA, Leonhard, JFafmagcrei, HimmeLikmde und Kalendei der Altem Azteken, aus dura a2tck9chcn Urtcxt Benmrdino's de Sulmgn's, Ubre setzt und exlutert von l)r. Leonhard Schultze Jena, Stuttgart, 1950.

    m .. Gliederunf; des AUAziek'uchcn Volh in Familut, Sinnd und Deru.}. Stuttgart. 1952.

  • 1 4 n i .OMll iA NHUATL

    mos, con el texto nhuatl correspondiente a los libros 1-V y VII-XII, de la Historia, de Sahagn.*6

    Para nuestro estudio sobre el pensamiento filosfico nhuatl, es de especial inters el vol. VIII de la mencionada edicin facs'imilar hecha por D. Francisco del Paso y Troncoso, el libro VI del Cdice Florentino, as como lo .publicado por Schultze Jena, cuyo trabajo si bien dista de la perfeccin, es no obstante fruto de cuidadosa investigacin como lo atestigua su casi siempre correcta lectura paleogrfica de los textos.

    II) EL LIBRO DE LOS COLOQUIOS DE LOS DOCE

    Obra de mxima importancia cuyo ttulo completo es: Colloquios y Doctrina Christiana con que los Doze Frayles de San Francisco enbiados por el Papa Adriano Sesto y por el Emperador Carlos Quinto convertieron a los Indios de la Nueva Espanya, en Lengua Mexicana y Espaola.

    El valor de esta obra reside en el hecho de presentarnos la ltima actuacin pblica de los sabios nahuas, en el ao de 1524, defendiendo sus opiniones y creencias ante la impugnacin de los doce primeros frailes.

    El manuscrito original mutilado (slo 14 Captulos de los 30 primitivos) fue descubierto en el Archivo secreto del Vaticano en 1924, por el Padre Pascual Saura. Fue publicado por vez primera por el Padre Pou y Mart en el vol. III de Miscelnea Fr. Ehrle, pp. 281-333, bajo los auspicios del clebre Duque de Loubat. En 1927 la Sra. Zelia Nutall public una edicin xilogrfica de los Coloquios en la Rev. Mex. de Estudios Histricos, apndice al tomo I, pp. 101 y ss. y" En 1944 se hizo una edicin de la parte en espaol: Coloquios y Doctrina Cristiana. . . Biblioteca Aportacin Histrica, Mxico, 1944.

    En 1949, continundose la serie de publicaciones de la Biblioteca Latinoamericana de Berln, sobre fuentes bsicas para la historia antigua de Amrica, se hizo una cuidadosa edicin de los textos originales paleografiados por el doctor Willer Lehmann, a la que se acompa una versin literal

    a s La edicin ha sido hecha por The School of American Rese.irch, Mo-no^raphs of the School of American Research, Sonta Fe, New Mxico, 10 volmenes (1950-1963).

  • LAS FUENTES 15

    del nhuatl al alemn, que puso de manifiesto la riqueza de datos contenida en el texto nhuatl y ausentes del que podramos llamar "resumen" en espaol. A esta edicin dio Lehmann el significativo ttulo de Dioses que mueren y Mensaje Cristiano. plticas entre indios y misioneros espaoles en Mxico, 1!V24.""'"

    Respecto del origen, valor histrico y participacin lomada por Sahagn en la redaccin de los Coloquios, el nn-.inn n'. da a conocer los siguientes dalos en una nula pieliminnr

  • 16 FILOSOFA NHUATL

    III) LA COLECCIN DE CANTARES MEXICANOS

    Conservados en la Biblioteca Nacional de Mxico, parecen ser copia de una coleccin ms antigua. El manuscrito que se conserva es del sptimo decenio del siglo xvi.

    No pocos de estos cantares contienen profundas ideas de carcter filosfico. En muchas ocasiones nos encontramos en ellos con la inqaietud y la duda que llevan al planteo de un problema o al atisbo de una gran verdad, no ya precisamente religiosa, sino meramente racional y humana.

    Mrito fue del americanista Daniel C. Brinton fijarse por primera vez en estos Cantares. Habiendo obtenido una versin al castellano de 28 de ellos, hecha por don Faustino Galicia Chimalpopoca, los puso en ingls en una obra que public con el ttulo de Ancient Nhuatl Poctry*x No obstante sus defectos, que. se deben con frecuencia a errores de paleografa y a una mala traduccin original al castellano, deben mencionarse. aqu los trabajos de Brinton por tener el indiscutible m-lilo de .ser los de un iniciador.

    KM l(X)4 fueron dados a conocer ntegramente estos poemas por don Amonio lVafiel, que hizo una edicin fototpica de ellos. Die.lm Irabajo, que puso al alcance de todos el texto nliuall de los Cantares, es el que usaremos en este estudio.*2

    KM WM't, Rubn M. Campos, dio a la imprenta la traduccin que do la primera parte de los cantares haba hecho don Mariano Rojas."

    Por lo que al origen y autenticidad de los Cantares se refiere, citaremos la autorizada, opinin del r . Garibay que ha eidp el primero en traducir y estudiar crticamente la mayor parte de ellos:

    "No est averiguada con exactitud la procedencia de este valioso libro. Por indicios internos puede arlmitirse que es copia de una colee-

    J1 BRINTON, Daniel G.. Aiu-.it.ia Nahiuttl Poctrv. Philarlelphia, 1887. , Rig Veda Ameriamius, Plitladelpliui, 1890.

    3- PFAFIKI.. Antonio, Cantares Mi-xicunw., Ms. de la Bibliotcra Nu-onul. IJ.;:I !.-.Ui}-r.!Ci. M.'xrn. 1904. Tnuis.-iil.i: JViali.-l I'II KII prlogo la? palabra, i|K I. I SI- M" VRI, ]iiilili:.-uim MI la lirti. N.r>, M-xi

  • LAS FUENTES 17

    cin ms antigua, o quiz mejor, de varios codicilos que guardaban viejos poemas. El hecho de incluir dos y aun tres veces el mismo canto, indica que el copista, con linda y clara letra, no tuvo ninguna atencin distinta que la de recoger aquellos documentos. La copia es casi con seguridad del ltimo tercio del siglo xvi.

    Que el colector era un indio, se ve claramente por ciertos errores de gramtica castellana que aparecen en las escasas frases en esta lengua escritas. Que se destinaban u. un religioso, tambin queda claro por la indicacin que hay en una de estas anotaciones. Quin haya sido ste no puede decirse con certeza, porque aunque algunos se inclinan a creer que se reunan para el padre Sahagn, pudo tambin serlo para el padre Duran, que asimismo anduvo entretenido en menesteres semejantes, como lo demuestra su Historia ce las Indias, que no es sino una traduccin de viejos manuscritos mexicanos. Pudo, en fin, ser algn otro religioso de aquellos cuya obra pereci.

    No ha faltado quien, con ligereza a la verdad, por hallar en el mismo repertorio cantos de origen posteortesiano y de cactcr cristiano, as como por ciertas correcciones y adiciones en que so mencionan personajes de esta religin, haya credo que se trataba de obra posterior a la Conquista y que carece de valor documental para el conocimiento de' la poesa anterior. El tenor y carcter de estos poemas, como podr juzgar el lector, est en perfecta armona con las ideas de las tribus nahuatlatas y las correcciones mismas son tan aberrantes que ellas denunciar la autenticidad de estos poemas"/4

    Kesumiendo, diremos que se repite en ellos un fenmeno paralelo al del pensamiento filosfico-religioso de la India y aun de algunos griegos como I'armnides: el sabio se expresa en verso; se sirve de la metfora y de la poesa, para traducir as Jo que ha descubierto en su meditacin solitaria. Son por esto, como lo iremos comprobando en nuestro estudio, una vena riqusima para reconstruir la visin filosfica de los nahuas/5

    34 GARIRAY K., ngel M*, Poesa Indiana de la Altiplanicie, pp. X-XI. En si prrafo que hemos citado seala Cari hay como probable origen fiel Ms. de los Caiilurts, el que hubieran sido reunidos por encarno de Sahagn o do Duran. Posteriormente el mismo autor ha dilucidado en forma definitiva este punto: "es ciertamente (ti Ms.) re la documentacin que se elabor para Sahagn y bajo ju mirada y su pensamiento", las abundante pruebas aducidas por Garibay pueden verse en su Hioria de. la Liieiuiutu Sliuad. T. I, pp. 153-1:16.

    35 Kl Instituto Iberoamericano de Berln ha publicado la paleografa y versin fragmentaria al alemn f slo 57 de los 5 folio* dei manuscrito * del libro 1 los Catun-f Mr.^wns. pn- el dtsaparredo TU. ].cuntan! S.-.bullze .lena: AU-azivh-Ukt Ctsiuw. nun't cinta !n Jai HibL ,V,:>II,I

  • U> |.-II.U:.OMA .NHUATL

    Adems de la ya citada C.oUratm tic- ('autores M

  • .AN Mrl-.NTl-JS 19

    mes. I liui pequea parle de ellas ue incluida en su Arte, publicado cu Pars, 1875." El resto fue publicado por fray Juan Baptista OFM, quien los dio a la imprenta en 1600, con una versin espaola sumamente resumida.'""

    Ambas colecciones contienen, al lado de ideas cristianas claramente interpoladas al texto primitivo aprendido de memoria en el Calmcac, toda la autntica filosofa moral de los indios. Hay tambin all material abundante paja oiniar.e una idea sobre el modo nhuatl de concebir el ms all, el I i bre albedro, la persona humana, el bien y el mal, as como las obligaciones y compromisos sociales.

    V) CDICE CHIMALPOPOCA (ANALKS DE CuAurnn.N Y LEYENDA DE LOS SOI.ISS)

    El llamado por el abate Brasseur de Bourbourg Cdice Chimalpopuca, y por Boturini Una historia de los Reinos de Colhuacn y Mxico, consta en realidad de tres documentos de muy distinta procedencia: el primero es los Anales de Cuauhtitln, en lengua nhuatl y de autor desconocido; el segundo una Breve relacin de los dioses y ritos de la gentilidad, escrita en espaol por el bachiller don Pedro Ponce; y el tercero, el Manuscrito annimo de 1558, en nhuatl, llamado por del Paso y Troncoso Leyenda de los Soles.

    A nosotros nos inLeresan aqu especialmente el primero y el tercero de dichos documentos:

    Los Anales de Cuaiihlilln formados por textos nahuas recogidos antes de 1570 son uno de los ms valiosos documentos de la coleccin de Boturini quien en el apndice a su Idea de una nueva Historia (cncral de l

  • 2U FILOSOFA NHUATL

    Tlaxcala, Cuauhtitln, etc., como lo hizo ver cuidadosamente Kobei t H. liarlow.a'J Desde nuestro punto de vista, son de particular inters algunos textos relacionados con la figura de (Juelzalcatl, su bsqueda del principio supremo, etc.; la relacin de los Soles, distinta de la del Ms. de 1558, etc. Puede afirmarse, en resumen, que son los Anales, para el estudio del pensamiento nhuatl, documento de mxima importancia.

    Una primera versin al espaol de una parte de los Anales fue hecha por don Faustino Galicia Chimalpopoca y por encargo de don Jos Fernando Ramrez. Dicha versin, junto con la de los Sres. Mendoza y Snchez Sols, dirigida a mejorar la de Chimalpopoca, fue publicada en un apndice al tomo II de los Anales del Museo Nacional, Mxico, 1885.

    Posteriormente, en 1906, Walter Lehmann public a su vez otra versin del Ms. de 1558 y de otros textos que fueron incluidos despus en los Anales, en el Journal de la Societ des A mericanistes de Paris, tomo III , pp. 239-297, bajo el ttulo de Traditions des anciens Mexicains, texte indit et original en lauque Nhuatl avec traduction en Lalin.

    Kl mismo Lehmann, en 1938, ofreci a los investigadores una nueva edicin en la que inclua el texto original nhuatl iMililadiisaniciic palco^rafiado, con versin al alemn, de los Aimlrs ni su integridad, as como del Ms. de 1558.40

    I'uialniriilc, con e! ttulo de Cdice Chimalpopoca (Anales ,/< ('titiilif.itlfi y la Leyenda de los Soles), poseemos una edicin Intupini y una traduccin del licenciado Primo Felicia-iii) Vrl;i/.

  • LAS F U E N T E S 21

    Florencia, 1903. Fue tambin incluida, como ya se ha mencionado, en las ediciones de Lehmann y Velzquez.

    En este trabajo nos serviremos, cuando otra cosa no se indique, de la versin paleogrfica del texto nhuatl hecha por Lehmann, tanto respecto de los Anales, como del Ms. de 1558, ya que de hecho, a l debemos la nica paleografa existente de los Anales y ciertamente la mejor de las traducciones.

    VI) ALGUNOS TEXTOS DE LA HISTORIA TOLTECA-CHICHIMECA

    Obra annima compilada hacia 1545 y cuyo contenido como dice Heinrich Berln:

    "no deja de aportar datos valiossimos para aclarar mejor mui-linn problemas de la historia de Mxico como son: el abandono y di-Mmocin de Tula, las olas de migraciones consecutivas cu los valles do Mxico y Puebla, el origen y la naturaleza de los eliicliimccas, la situacin del famoso- Chicomztoc, la historia de los olnieca-xienlancas y su relacin con Cholula, la expansin del imperio de los mexicas, etctera"."

    Para nosotros es asimismo de suma importancia, pues encontramos en ella unos pequeos poemas, de hondo sabor arcaico, en los que se encierra toda una concepcin filosfica acerca de la divinidad y del mundo en relacin con ella. La primera noticia de tan importante obra se la debemos tambin a don Lorenzo Boturini. Ms tarde el clebre coleccionista francs M. Aubin la tuvo en su poder, hasta que al fin fue adquirida por la Biblioteca Nacional de Pars, donde hoy est (Manuscrit Mexicaia, 16-58 bis).

    En 3937 Konrad Th. Preuss y Ernst Mcngin publicaron la paleografa y versin al alemn de dicho manuscrito en el Barsslcr Archiv, Band XXI, Beiheft IX, Die Mcxikanischc BU-derhandschrift, Historia Tolteca-Chichimcca, Parte I, Introduce, paleografa y versin alemana, Parte II. Comentario?. Berln, 1937-38.

    En 1942 el mismo notable amcric;iii>ia Eru>l Mrn

  • 2 2 FILOSOFA NHUATL

    chimeca, lando principio con esLa publicacin a su valiossima serie titulada Corpus Codicum americanorum Medii Acvi, Sumptibus Einar Munksgaard Tavniae, Copenhaguen, .1942.

    Vil) OTROS ESCRITOS EN NHUATL

    Las fuentes que a continuacin enumeramos, Lodas ellas tambin en nhuall, siendo asimismo de gran antigedad e importancia general, son con relacin a nuestro estudio de la filosofa nhuatl, de menor utilidad, ya que slo obtendremos en ellas referencias y datos informativos que podramos calificar de "secundarios". Por este motivo, simplemente hace-ni05 un catlogo de las dichas fuentes:

    Unos Andes Histricos de la Nacin Mexicana (Los Ana-Ios de Tlatelolco). Edicin facsimilar en: vol. II del Corpus Codicum Americanorum Medii Aevi. Copenhagen, 1945.

    Diferentes flistorias Originales de los Reynos de Culfuia-can, y Mxico, y de otras provincias. El autor de ellas dicho don Domingo Chimalpain (Das Ms. Mexicain Nr. 78 der Bibl. Nat. de Paris) Ubersctzt und erlutert von Ernst Mengin, en MilleiJungen aus dem Museum fr Volkerkunde in Hamburg. XII. Hamburg, 1950.

    1.a Sexta y Sptima Relaciones de Chimalpain. Vase: Chi-irialpum, Cuauhllehuanitzin, Domingo Francisco de S. Antn Mun, Sixicrne et Septime Relations (1358-1612) Publics et iraduilcs par Remi Simen, Paris, Maisonneuvc et Ch. Lccrerc, J889.

    Las relaciones de Chimalpain han sido publicadas en reproduccin facsimilar por Ernst Mengin, en el Vol. III (1, 2, 5) de la Colee. Corpus Codicum Americanorum Medii Aevi, editado en Copenhagen.

    Crnica Mexicyotl de Fernando Alvarado Tezozmoc, paleografa y versin al espaol de Adrin Len, Universidad Nacional, en colaboracin con el Instituto de Antropologa c Historia, Imprenta Universitaria, Mxico, 1949.

    La versin paleogrfca del Memorial Breve acerca de la fundacin de Culhuacan, de los Anales de 1064 a 1521. dt> la Octava Relacin, del Diario de Chimalpain y de otros varios fragmentos escritos por este autor en idioma nhuatl, ha sido publicado recientemente por el Dr. Giinler Zimmermann

  • LAS FUENTES 2 3

    en Dio. Relationen Chimalpahin s zur Gcschichte Mxico s, Uni-versitat Mamburg, Abhandlungen aus dem Gebict der Auslands-kund, Vols. 38 y 39, Hamburg, 1963 y 1965.

    VIII) DOCUMENTOS EN OTRAS LENGUAS

    A estas fuentes en lengua nhuatl hay que aadir otros .s n>i siis pinturas, en Nueva Colee, de Documentos para la lli:.ton; de Mxico, III, Pomar, Zurita, Relaciones antiguas (publicada por Joaqun Carca Icazbalccta), Mxico, JM9J, pp. 2lM\ :>(>[\ (y Editorial Salvador Cha vez Ilaylioc, Mxico, 1942).

    Manuscrito annimo, Origen de. los Mexicanos, ibid., pp. 281-308.

    Manuscrito annimo, Estas son las leyes que tenan los indios de la Nueva Espaa, ibid., pp. 308-315.

    Manuscrito annimo, Hisloire. du Mechique, en traduccin al francs antiguo de A. Thevet. (Publicado por De Jonghe en Jouraal de la Societ des Americanisles de Pars, tomo II, pginas 1-41.)

    Igualmente las obras de los ya varias veces mencionados: Motolina, Duran, Pomar, Muoz Camargo, Tovar, Ixtlilxchitl, Alvarado Tezozmoc, Mendieta, Zurita, Hernndez, Acosla y Torquemada, cuyas referencias bibliogrficas aparecen al final de este libro.

    IX) CDICES

    En lo que a Cdices propiamente dichos se refiere, mencionaremos aqu tan slo aquellos que siendo ciertamente de origen nhuatl (azteca...), aportan al mismo lirmpo dalo, de inters para el estudio del pensamiento filosfi llmall.

    Desde este punto de vista, es el ms importante el fi/in-Vaticano A 3738, conocido tambin bajo c) ttulo d- i'.,l> ce Ros. Consta de tres parles principales: la primera describe los orgenes csmicos, los trece cielos, los dioses, los soles cosmognicos, etc.; la segunda es calendrica y la tercera contiene datos posteriores a la Conquista hasta 1563.

  • 2' '1 FILOSOFA NHUATL

    La paite que habremos de aprovechar especialmente es la primera, que si bien fue pintada despus de la conquista, es ciertamente copia de un cdice prehispnico. Los Comentarios dul padre Ros que la acompaan en un italiano saturado de hispanismos, aun cuando son con frecuencia fruto de su fantasa, encierran tambin alguna vez datos de importancia.

    El Cdice Vaticano fue reproducido primero en el vol. II de la monumenlal obra de Lord Kingsborough, Antiguitics oj Mxico, Londres, 1831. Posteriormente (1900), fue editado en fotocromografa a expensas del Duque de Loubaf2

    Complemento importante del anterior es el Cdice Telle-riano-Remensis, que deriva su nombre del hecho de haber pertenecido a la coleccin del Arzobispo de Reims, M. Le Tellier.

    De modo semejante al Vaticano A, contiene tambin una parte mitolgica y otra calcndrica. La primera parece ser copia del mismo original prehispnico del que son reproduccin las pinturas del Vaticano A. Aun cuando es menos completo el TrlItritirtO'Rcmrnsis, ofrece algunos dalos ausentes en el Vaticano I. I,;i rdirin del TcUeriario-Rernensis se debe asimismo al benenirilo Duque de. Loubat.4'1

    < !nserv;i laminen pinturas de sumo inters el llamado C* //// in[iti de lu MiUiuieea Vaticana. No poco se ha dicho iceie/i de MI uii^eu. As, Seler opin en diversas ocasiones que ei.i de pn.redeue.ia /apoteca, no obstante lo cual insinu al-l'.una ve/, MI pueble origen nhuatl. Por nuestra parte, segui-IIIIIN la aiilmizada opinin del doctor Alfonso Caso, quien des-|iu.V. de n estudio directo de las pinturas de Tizatln, afirma .jue:

    ' ' *'La analoga es tan extraordinaria que pojemos pensar que fue una misma la cnllura que produjo los Tezcallipocas del Borgia y las pinturas de Tizatln." **

    Siendo Tizatln un centro tlaxcalteca, puede con razn sostenerse su origen nhuatl.

    >" COU-X Vati'.-niins A (Ros). Il Manoscnto messirano Yiic.aiin 3738, cleiiu ii poiire R''-. Ri|>m.lotlo in otocrmnftgr.iia a :>.-. '' I A-.... At inan . "I.a. IIIII:K Ti/atln". .-i) Urr. Mt'X.

  • LAS FUENTES 25

    El Cdice. Borgia es uno de los ms bellos, tanto por su rico colorido, como por la artstica concepcin de sus pinturas. Al lado de su contenido, tambin calcndrico, encontramos entre otras cosas, una hermosa estilizacin de la concepcin nhuatl del universo, con su centro y sus cuatro rumbos cardinales. Igual que en los otros casos, coste el Duque de Loubat la magnfica edicin en olocromografa del Cdice Borgia.'*

    Guarda tambin no pocas pinturas valiosas para el estudio del pensamiento y cultura de los antiguos mexicanos el libro de Ilustraciones del Cdice Florentino de Sahagn, publicado en el vol. V de la edicin facsimilar de Paso y Troncoso. Si bien se descubre en la forma de dibujar y pintar las ilustraciones de los varios oficios, plantas y animales, labias calendricas, etctera, una marcada influencia espaola, se refleja tambin all, no obstante, mucho de la autntica vida cultural de los nahuas.

    Tan importantes como los anteriores en lo que se refiere al esludio del pensamiento nhuatl pero de particular inters por otras razones afines, son los cdices Borbnico y Mcndocino.

    Brevemente ditemos acerca del primero que es netamente prehispnico (fue elaborado hacia 1507), ya que entre sus ltimas pinturas est la que representa la solemnidad del fuego nuevo, que se celebr en dicho ao, segn el cmputo occidental. El cdice mismo es un tonalmatl o libro adivinatorio, y en cuanto tal, es de inapreciable valor para un esludio pormenorizado de sus ideas calendricas y astrolgicas. La edicin que de l existe la debemos a E. T. Hamy."

    El Cdice Mcndocino, as llamado por contener una serie de datos recopilados hacia 1511 por orden del virrey don Antonio de Mendoza, conserva informacin histrica sobre la fundacin de Tenochtillan, el imperio azteca, los tributos que impona. su sistema educativo, su derecho, etc. En relacin con nuestro tema es importante su ltima parte, en la que se describen muchas de las costumbres y la organizacin jurdica de los antiguos mexicanos. El Codex Mendoza, conservado en la

    45 Codex Horfiin. 11 manuscrito rorioano Imrj'iano del Museo Jtnogrfico dcl'.a ?. Congr. di l'ron. Kid;. Uinrodollo in otonoiiiiu.'.ijfk'. a spes* ri S E. i) dura di Loubat a cuta r:Cdcc Hni&u. Kili'-um facsimilar y comentarios, 3 Vols., Fondo do Cutlura Econmica. Mxico, 1063.

    *6 Codex Borboniau, l

  • 2 6 FILOSOFA NHUATL

    Biblioteca Bodleiana de Oxford, fue editado primero en Mxico, 1925 (Musco Nacional de Arqueologa, Historia y Etnografa) y despus en Londres, 1938, por James G. Clark.47

    X) OBRAS DE ARTE

    Finalmente es indispensable mencionar algunas obras de arte nhuatl, en las que investigadores tan acuciosos como Salvador Toscano, Alfonso Caso, Pal Westheim y Justino Fernndez, han encontrado un rico contenido ideolgico simblicamente expresado."48

    Son de mximo inters, desde nuestro punto de vista, la Piedra del Sol (llamada tambin Calendario Azteca) y la escultura de Coatlicue (la del faldelln de serpientes). Sobre el primero de estos monumentos son incontables los estudios a partir de los de don Antonio Len y Gama.49

    Por lo que a Coatlicue se refiere y a reserva de tratar esto ms adelante con mayor detenimiento, citamos aqu tan slo el estudio d notable crtico de arle, Dr. Justino Fernndez quien ha ledo en ella la cosmovisin nhuatl perpetuada maravillosamente en la piedra.50

    Tales son las fuentes en las que unas veces directa y otras implcitamente se conservan las ideas de carcter filosfico concebidas por los nahuas. Entre todo ese material de documentos, cdices y esculturas, conviene repetirlo, son de mxima importancia los texlos en nhuatl recogidos por Sahagu de sus informantes indgenas, la coleccin de Cantares Mexicanos y, el original en nhuatl de los Anales de Cuauhtitln.

    Mas, por una irona de la historia, a pesar de ser esta ri-

    *7 Codex Mendoza, Tlie Mexicaa manuscript known as llie Collection Mendoza preseryed in thc Bodleian Library, Oxford, Edited and translated by James (Jnojmr Clark, Londou, 1938.

    *s Para una vista general del arte anl'jjuo de Mxico, vase la magn'rn obra, no superada un, de Salvador Toscano.. Aun Precolombino de Mxico y d?. la Amanea Central, Instituto de Investigaciones Etlicas. Univ. Na!, de Mcx., Mevico, 1952. En este libro podr encontrarse adems IUII buena liibiio^rafa nbic .-.] .-irte nhuatl, pp. 57-65.

    4!l LF.N y GAMA, Antonio, Descripcin de Dos Misteriosas Piedras que

  • l.AS rUENTRS 2 7

    qusima documentacin el mejor camino para el estudio, no slo de la filosofa, sino de la cultura nhuatl en general, por contener en forma objetiva las opiniones de los indios expresadas por ellos mismos en su propia lengua, desgraciadamente este ltimo hecho el encontrarse en nhuatl fue causa de que tal acervo de informacin continuara siendo hasta ahora para la gran mayora una mina cerrada o casi ignorada.

  • 3

    LOS INVESTIGADORES DEL PENSAMIENTO NHUATL

    a) ECUIARA Y EGUREN

    Siendo tan poco conocidas las fuentes, no ser ya de extraar que sea escaso lo que sobre el pensamiento filosfico lo los nahuas se ha escrito. A modo de notas bibliogrficas, nos refMremos; a continuacin a aquellos investigadores que nijs di- reir lian tocado nuestro tema.

    I lnitK'fiy.aiuli.> en el siglo xviii, ya que durante los dos ante-iMur., tan slo bis nimios frailes y cronistas hicieron alusin .1) Irma tlr lcs librlos nahuas, creemos de justicia principiar

    ira lista r.(iu el nombre del sabio bibligrafo mexicano y 1 .iirdiiic.) ib- |,i lcal y IWif ic ia Universidad de Mxico. Di. Juan J>:e de l^iiiara y Eguren (1696-1703), a quien con ia/n llama rl I 'ID. Juan Hernndez Luna "iniciador de la liislmia de las idras en Mxico"."1

    Ks c(Mlo que antes de Eguiara y Eguren. escribieron ya Mibri las viejas culturas indgenas D. Carlos de Sigiienza y (Jngora, (1645-1700) y el clebre viajero italiano Giovanni T. Gemelli Carrcri (1651-1725). Sin embargo, por lo que al primero se refiere, las obras que escribi a este respecto, entre otras su Historia del Imperio de los Ckichimecas, se hallan desgraciadamente perdidas. Por esto, slo conocemos de Si-genza su fama de gran investigador y coleccionista de las antigedades mexicanas, as como algunos datos que comunic pnT!r.-e en modo alguno con el trabiijo do Exiliara y K.inen. merecedor con pleno derecho del Llulo de "'iniciador le la hisluria ilc las idea-; en jMxico", qin; le ha dado Iler-

    ' W-:.-.- .-I M.-i..:.i.i.- l..->!.. .!.- f lniml.?. Luna. Juan. "Kl iiir.iailor r l.i |ii-.|.., ,1,- |.,, ,,l,-.i.. 1 i. M.'-vii-..". .-i. -Insoln, y Ulrns (SI -52) . M.':x

  • INVESTIGADORES DEL PENSAMIENTO NHUATL 29

    r.ndez Luna. Fue en las varias secciones de su Prlogo o An-tcloquia, a su principal obra Biblioteca Mexicana (1755), donde cumulando pruebas refuta Eguiara al Den de Alicante, don Manuel Mart, que aLribua la ms grande barbarie c incultura a todos los pobladores antiguos y modernos del Nuevo Mundo en general y de la Nueva Espaa en parlicular.

    Explicando el Dr. Eguiara en el primero de los ArUcloquia sus motivos para responder al Den, dedica luego las seis secciones siguientes de su Prlogo a presentar, apoyado en el testimonio de los cronistas e historiadores de Indias, la que considera autntica cultura de los antiguos mexicanos. Admite que:

    "No conocieron los indios ciertamente el empleo lo las Id ras.. . mas, no por esto debe decirse que eran rudos c incultos, rarenle:; de toda ciencia, sin cdices ni libros..." v'

    Afirma luego Eguiara con igual fundamento de verdad que:

    "los mexicanos cultivaron la historia y la poesa, las arles retricas, la aritmtica, la astronoma y todas esas ciencias de las que han quedarlo pruebas tan evidentes. ..'*i;'

    Corroborando lo anteriormente dicho, menciona luego los cdices indgenas coleccionado!? por Sigenza y Gngora, en los que se contienen los anales de los indios, sus leyes, su cronologa, sus ritos y ceremonia?, sus ordenanzas sobre el pago de tributos, etc. Acumula tambin citas de quienes han mencionado o aprovechado el rico contenido de los cdices: Torque-marla, Betancourt. Gomara, Sols. Acosta, Enrico rVlartnez, Gcmelli, etc.

    Estudia pormenorizadamente su sistema educativo. Habla de Nezahualcyotl, de quien elogia su sabidura y aun cita las primeras palabras en idioma mexicano de uno de los cantares que tradicionalmente se le atribuyen. Se ocupa finalmente de los conocimientos fsicos, medicinales y aun teolgicos posedos por lo? nahuas:

  • 30 FILOSOFA. NHUATL

    "no juzgamos a los antiguos indios alejados del estudio do la fsica.. . y si nos ponemos a examinar sus cdices redactados en figuras jeroglficas, encontraremos que no pocos de ellos merecen ser llamados tratados teolgiws... Siendo todo esto as, nada falta por tanto a los indios mexicanos para que con igual razn que a los egipcios, los llamemos versados en un gnero superior de sabidura.. . " "

    Tan interesante y poco conocido estudio del Dr. Eguiara que ofrece por primera vez sistemticamente toda una exposicin de la cultura intelectual de los antiguos mexicanos, mencionando expresamente a sus sabios y telogos, creemos que con razn debe ser considerado como el primer intento de sntesis de lo ms valioso de la cultura y el pensamiento nhuatl.

    b) BOTURINI

    Contemporneo y conocido del Dr. Eguiara fue el sabia viajero italiano D. Lorenzo Boturini Benaducci. Venido a la Nueva Espaa el ao de 1736, logr reunir una rica coleccin de manuscritos y cdices, como lo atestigua el Catlogo de su Museo Histrico Indiano que acompaa a su obra fundamental: Idea de una nueva Historia General de la Amrica Septentrional

    Si bien en la Idea no trata directamente el tema de la filosofa de los nahuas, s encontramos all varias alusiones sobre el carcter del pensamiento y cultura nahuas, as como un nuevo mtodo objetivo para abordar su estudio: "con ocasin de escribir esta Idea histrica dice en su 'protesta preliminar' me ha sido forzoso meditar en los Arcanos y Relaciones cientficas de los indios y usar especialmente en la primi'i-a y segunda Edad, de sus mismos conceptos para ex-jdiemlos. . . "

    Con este criterio estudia entre otras cosas los smbolos nahuns de las cuatro estaciones, el calendario, la astronoma, las metforas implicadas e n I a lengua nhuatl "que a mi parecer excede en primores a la latina",' as como los cantares y poemas d.' los que afirma que "quien se pusiere a lelcxionajlos

    r'4 EtuiAiiA Y KCUREN, Juan Jos. Op. cit., pp. 95-96. 05 BoTT-niNr DtiVADOCCt, Lorenzo, Idea de una nueva Historia General de

    la Amrica Septentrional, Madrid. 1746. ;"''' ROTURINI, Lorenzo, op. cit., p. 162.

  • INVi;STIOltKS I)KL P E N S A M I E N T O N H U A T L 3 1

    con atencin hallar en ellos unas sutilsimas fbulas texidas con elevadas metforas y alegoras".57

    Desgracia grande fue que Boturini no pudiera aprovechar el arsenal de documentos, de que fue desposedo." Esto no obstante, su nombre quedar como un smbolo para quienes se afanan por comprender los aspectos ms humanos de la cultura nhuatl.

    c) CLAVIJERO

    Tras haber mencionado a Boturini, nos enconlranm.-; ;ili ra con una figura de mucho mayor significado an ni el ^ ludio de la cultura y antiguas tradiciones de los nahuas: el jesuila Francisco Xavier Clavijero (1731-1787). Su obra principal, Historia Antigua de Mxico, concebida e iniciada en Mxico, tuvo que ser publicada en Italia, durante su destierro en Bolonia, a raz de la expulsin de los jesutas en 1767.S0

    En lo que al pensamiento y cultura de los antiguos mexicanos se refiere, es mrito grande de Clavijero el haber resumido y ordenado, tanto en su Historia, como en sus Disertaciones, lo que los primeros cronistas e historiadores nos relatan acerca de las ideas religiosas de los indios, su concepcin de un ser supremo, su cronologa, sus mitos cosmognicos, sus fbulas y discursos, materias a las que dedica todo el libro Vi de su Historia. En el VII se ocupa adems de su sistema educativo, sus leyes, organizacin, idioma, poesa, msica, medicina, pintura, etc.

    Es asimismo de especial inters lo que escribe (avijero en su sexta disertacin al tratar de la iialurale/a de la Inicua mexicana:

    " bul., pp. 87-fi. 5 Como cssal i i - .mili ].ndii i.-dari.-ii I! im I.-. I'iinu-ui |....i. .1. I.. T "

    deba ser sn obra

  • FILOSOFA NHUATL

    "\ . ./lc/'.imi dice que no ca tan fcil encontrar una lengua ms .'i|ii:i ijn- hi iiiixic-ina para tratar las materias de la metafsica, pues cu iliii il di- riiiidnirar otra que abunde tanto como ella de nombre* aiiMlr.-iclii.'.. . . l'urs para dar alguna mut:stra de esta lengua y por com-l>J;ici-r ;i la nuiosidad de los lectores, pondr aqu a su vista algunas vocis que significan conceptos metafsicos y morales y que las entienden aun los indios ms rudos"."0

    Mas, no obstante estos acertados comentarios, hay que reconocer que la ilosofa de los nahuas, en sentido estricto, no fue estudiada por Clavijero. Sin embargo, del conjunto de los datos que presenta sobre mitos, religin, arte y cultura en general, surge una viva y sinttica imagen del mundo, tal como debi ser visto por los antiguos mexicanos. La objetividad y el no disimulado "mexicanismo" de Clavijero, hacen de su Historia y sus disertaciones el primer intento serio de aprovechar la mayor parte de las fuentes con el fin de reconstruir integralmente la vida cultural de los pueblos nahuas.

    Tal inters por conocer cientficamente la antigua cultura mexicana pronto iba a tener continuadores, algunos de ellos extranjeros, como el gran Humboldt, quien especialmente en su Vista de las Cordilleras y de los Monumentos de los pueblos indgenas de Amrica, muestra repetidas veces su afn humanista de comprender plenamente la forma azteca de vivir y de ver el inundo.*1

    Despus de Humboldt, es de justicia nombrar siquiera al infortunado I>rd Kingsborough, quien en sus Antiquitics of Mvxico (Londres: 1830-1848), puso al alcance de las principales bibliotecas del mundo muchos de los cdices indgenas reproducidos con la mejor tcnica de su tiempo.

    Sin embargo, nos es forzoso admitir que no obstante ta-'les'trabajos y publicaciones, hay que aguardar hasta casi fines del siglo xix para encontrar los primeros intentos de estudiar especficamente lo que consLiluye nuestro tema: la filosofa de los nahuas.

    ,' CLAVUEKO. Francisco Javier, Historia Antigua de Mxicv. Disa uniones, T. IV. (IJ. ."-329. Ja "muestra de \w< ii;i's(mai que significan conceptos metaisicos y morales1' prcscniailu por Uavijoio en MI Ji^ erl;n;in tiene el mrito .r >t-r )} ]. .refiere a los trminos naJnias).

    ,51 Vase Humlioldt. Alcxandie von, Vucs des Ccrdillcrcs el Monumails des l'i'tiples de l'Amcrique. Pars, 181 vi.

  • INVESTIGADORES DEL PENSAMIENTO NHUATL 3 3

    d) OROZCO Y BERRA

    Fue D. Manuel Orozco y Berra, quien por vez primera en su monumental "crnica de crnicas", como llam Icazbalccta a su Historia Antigua y de la Conquista de Mxico, consagr el primer libro de ella al estudio de sus mitos y pensamiento, incluyendo una exposicin de las ideas filosficas nahuas."

    Partiendo fundamentalmente de las ideas cosmognicas expresadas en el Cdice Vaticano A 3738, presenta el mito de los Soles, el origen de los astros y los dioses, la creencia en el Tloque Nahuaque y en la Omyotl o ambivalencia divina. Se ocupa luego de las ideas que sobre la tierra, los ciclos, la luna y el sol profesaban los nahuas. Y llega a afirmar que "los mexicanos adems de los cuerpos celestes adoraban a los cuatro elementos". En cuanto al origen de los varios pueblos comprendidos en el Imperio Mexcatl, atribuye Orozco a sus filsofos una concepcin monogenista expresada platnicamente cu forma de mitos. Narrando a este propsito las leyendas de Iztacmix-catl (culebra de nubes blancas) y de sus seis lujos, escribe luego: "es la expresin de los filsofos mexicanos reconociendo a todos los pueblos del imperio, fueran cuales fuesen sus diferencias etnogrficas, como provenidos de un solo tronco"." Comparando luego la mentalidad azteca con la pitagrica, dice que para una y otra

    "el mundo suhlunar era teatro de un combate sin fin entre la vida y la muerte... era la regin de los cuatro elementos, tierra, aire, agua y fuego, los cuales por sus uniones, divorcios y transformaciones incesantes producan lodos los fenmenos accidentales que aparecen a nuestra vista." 64

    Sin meternos aqu a discutir lo acertado o no que es comparar el pensamiento azteca con la filosofa pitagrica, o con el pensamiento de la India, como lo bace tambin Orozco y Berra, s podemos afirmar que hay al menos en estos intentos el propsito de mostrar el valor y sentido universal mente humano de las ideas nahuas. Desgraciadamente Orozco y Berrn no conoci los textos y poemas nn.hu ;v- irru-idos por Sansn .

    v- Op.f-7.co * Bmm, Manuel, Historia Amlnua >

  • 3 4 MI-OSUIA NHUATL

    del todo inditos por ese tiempo. Y es lstima que esto as fuera, porque, tomando en cuenta la competencia y preparacin histrica de Orozco, es verosmil suponer que podra habernos legado la primera sntesis del autntico filosofar nhuatl, en ve?, de los tanteos y aproximaciones que nicamente escribi.

    e) CH/VVERO

    Muy pocos aos despus de publicada la Historia de Orozco y Berra, aparece otra obra de gran importancia escrita por D. Alfredo Chavero, en la que ms expresamente an se estudia el tema de la filosofa nhuatl. La obra a que nos referimos, de ttulo muy parecido a la de Orozco y Berra, es la Historia Antigua y de la Conquista redactada por Chavero para constituir el tomo I de Mxico a travs de los siglos (1887).*'

    All, despus de dedicar Chavcru los captulos II y TU de su libro I a la exposicin de los mitos e ideas religiosas de los pueblos nahuas, consagra el captulo IV a la que l llama "filosofa nahoa". Para dar una idea de la interpretacin que hace Chavero del pensamiento nhuatl, transcribiremos algunos prrafos en los que aparecern claramente sus opiniones:

    "Bastante nos indica la teogonia nahoa a este respecto y sin embargo escritores de mucha nota, se han extraviado por querer atribuir a la raza nhuatl todas las perfecciones posibles. As no dudan en afirmar que las primeras tribus, los mismos toltccas, fueron destas. Pero su cosmogona nos dice lo contrario. Comprendieron un ser, el Omett-cuhtli; pero ese creador era el elemento material fuego y la creacin se produca por el hecho material del omeycutdizlli. El ser creador era el cierno, el Ayamidlm; pero lo imperecedero continua-

    ha siendo la materia fuego. Los dioses son los cuatro seres materiales, los cuatro astro?... Para explicarse la aparicin del hombre recurrieron a la accin material del fuego sobre la tierra, al matrimonio simblico de Tonaeatccuhtli y Tonacacliuatl. Jams se percibe siquiera la idea de un ser espiritual. Los nahoas no fueron destas, ni puede ilei-irsc (fiie. su filosofla fue el pantesmo asitico: fue tan slo un iiul-ii.iliMiiu basado en !a eternidad de la materia. Su religin, fue el -.beMiio de e.ualio agiros, v como $u filosofa, fue tambin mate

    f,:- CiiAVf.iio, Alfi

  • lMI-:.STIi;.MH.i]tl\J> ])\-X rKNSAMIIN IU NHUATL 3 5

    Y aade algo ms abajo, refirindose a la concepcin nhuatl del ms all:

    "Por ms que queramos idealizar a la raza nalioa, tenemos que convenir en que el camino de los muertos y su fenecimiento en el Mictlan revelan un claro materialismo".67

    Finalmente, como resumen de la apreciacin de Chavero, puede aducirse el siguiente prrafo de carcter ms bien pesimista y negativo:

    "Por ms que quisiramos sostener que los nahoas haban alunizado una gran filosofa, que eran destas y que profesaban la inmoila lidad del alma, lo que tambin creamos anles, tenemos sin rmli:ir,i que confesar que su civilizacin, consecuente con el medio social ni que se desarrollaba, no alcanz a tales alturas. Sus dioses eran materiales; el fuego eterno era la materia eterna; los hombres eran hijos y haban sido creados por su padre el sol y por su madre la tierra; el fatalismo era la filosofa de la vicia.. . : ' c s

    Tal es la interpretacin que da Chavero de la filosofa nhuatl. Afirma explcitamente su existencia, pero aplicando luego quiz a los nahuas algo de sus propias convicciones positivistas, los declara materialistas, sin fijarse que se est poniendo en abierta contradiccin con la te^is positivista de los tres estadios y con la historia misma que nos muestra que la concepcin del mundo propia de los pueblos de la antigedad ha tendido siempre hacia el animismo, la teologa y la metafsica. Por esto, no obstante que reconocemos los grandes mritos de la obra de Chavero, no podemos menos de ral i f car de ligera y poco fundada su interpretacin del pensamieiiln nbuall. Y es que las fuentes a que acudi son rienniplrla-i. No ivlaban al alcance de Chavero, corno ni de ()n>/.r y 11-1 I-.-I, lo-, domnenlo', en nbuall dictados por los infoi manes de S:ili:i;,in. en lo que como veremos deleimlamenle ;.e riieiei 1.1 hondo [leiranitenlo filosfico que no puede ser calificado m nimio ilc.nin. de "m.-i terialisla". Ms que ola rosa queda a Cbawi-. I im ni.. d< haber sealado un lema que debia eshnliai .r, \A que el un-d e s v i a d o p o r SU pos i t iv i smo V MI l ;mla-I I.. I.m ro lo l . - n . .lai

    7 Ibid.. p. 106. loe. t!.

  • 36 FILOSOFA NHUATL

    f) VALVF.RDE TLLEZ

    Mucho ms cauto que Chavero y cindose a los pocos datos que le eran conocidos con certeza, dedica el primer historiador de la filosofa en Mxico, D. Emetcrio Valverde Tllez, tres breves pginas de sus Apuntaciones Histricas a la que l llama "filosofa antes de la Conquista". Afirma all matizando cuidadosamente su pensamiento, la existencia de filsofos entre los antiguos mexicanos:

    "No dudamos dice de que los mexicanos anteriores a la conquista como hombrea racionales, hayan tenido sus filsofos. Era difcil que su filosofa se distinguiera perfectamente de sus ideas religiosas por una parte, y por otra, de sus i

  • INVESTIGADORES DEL PENSAMIENTO NHUATL 3 7

    Siendo pues del todo acertadas las consideraciones hechas por Valverde Tcllez, es slo de lamentar que las verdaderas fuentes del pensamiento filosfico nhuatl le fueran desconocidas. Lo cual no es un reproche, ya que como vamos a ver, fue precisamente unos cuantos aos despus de la publicacin de sus Apuntamientos cuando dichas fuentes comenzaron a ser descubiertas y publicadas,

    Habiendo mencionado los principales estudios ntimamente ligados con nuestro tema que se llevaron a cabo durante el siglo xix, es necesario pasar a ocuparnos brevemente de aquellos que han investigado y escrito en nuestro propio siglo sobre materias relacionadas con el pensamiento nhuatl.

    g) PAHUA

    Con el solo fin de no dejar suelto, en cuanto sea posible, ningn cabo relacionado con nuestro estudio, vamos a mencionar un trabajo del conocido pensador y maestro de lgica, doctor Porfirio Parra.

    Discpulo de don Gabino Barreda, e imbuido ms an que Chavero en las ideas del positivismo en boga, escribi Parra a principios de siglo la historia del que llam "reinado luminoso de la Ciencia" en Mxico.7" Dedica Parra al principio de dicho estudio escasas pginas a un rpido y, nos atrevemos a decir, apriorstico examen de la antigua cultura nhuall. Partiendo de la idea de que "el movimiento cientfico cu nuestro pas es de origen exclusivamente espaol",71 comienza por afirmar que, supuesto lo imperfecto de la escritura nhuall, no pudieron los indios: "consignar las ideas abstractas de espacio, de tiempo, de divisibilidad, bases necesarias de la matemtica, que a su vez es base de toda ciencia. . ." ~2 y como para confirmar lo que ha dicho menciona luego Parra el que juzga ser el modo nhuatl de contar:

    "igual, si no mayor ohcfcub para e! cultivo He las ciee:?.? puro?. tviooMnibnii l;s tribus nahv.as on su imperta lo >rrmr. r!- numu-ai ;;

    '' PARRA, Porfirio, "La Ciencia en Mxico", en la obra-, Mxico, su Evolucin Sua'al. Snicwis de la Historia Poltica..., bajo lu. direccin ilr.l Lie Don Juslo Sierra. Mxico, 1902, T. 1, VoJ. 2, pp. 417-466.

    ' Ibid., p. 4 . w f.ac. c.it.

  • 38 T-II.OSOKA NHUATL

    si es que a llamarlo sistema nos atrevemos... el examen directo del medio que para tal fin usaban los aborgenes, el testimonio de autoridades respetables.. . nos ensea que los indgenas slo contaban sin equivocarse hasta veinte. - . " n

    Y contina su examen de la cultura nhuatl, megando todo valor cientfico a su cronologa y astronoma, sin mencionar siquiera cules son esas "autoridades respetables" que le informaron que los indios "slo contaban sin equivocarse hasta veinte" y que le hicieron saber que los mahuas "no posean medio alguno para medir los ngulos, ni los cortos perodos de tiempo".

    Ninguna refutacin se merecen tan equivocadas apreciaciones de Parra, slo comparables a la3 del filsofo prusiano seor Paw, de quien nos habla Clavijero que sostena que la numeracin nhuatl slo llegaba a tres y a quien graciosamente respondi as en una de sus disertaciones:

    "Yo aprend la lengua mexicana y la o hablar a los mexicanos muchos aos, y sin embargo, no saba que fuera tan escasa le voces numerales y de trminos significativos de ideas universales, hasta (me no vino a ilustrarme Paw. Yo saba que los mexicanos pusieron el nombre ccrUzontli (400), o ms bien el de cerUwntlatole (el que tiene 400 voces), a aquel pjaro tan celebrado por su singular dulzura y por la incomparable variedad de su canto... Yo saba, finalmente, que los mexicanos tenan voces numerales para significar cuantos millares y millones queran".. .7*

    Despus de esta contestacin de Clavijero, causa admiracin que un mexicano, profesor de lgica y gran positivista por aadidura, venga a opinar en tal forma sobre los nahuas que a su juicio "slo contaban sin equivocarse hasta veinte". ^.. Contrastando con tan ligeras apreciaciones de Parra estn los trabajos de investigacin directa que por este tiempo llevaban a cabo D. Francisco del Paso y Troncoso, D. Antonio Pea-fiel y D. Joaqun Garca Icazbalcela, eximios en la bsqueda y publicacin de textos inditos, muchos de ellos en nhuatl, referentes a la anLigiia cultura mexicana. No vamos a detenernos de nuevo en sealar cules fueron la? obras y documentos que en relacin con nuestro asunto, publicaron estos investigadores, ya que de esto hemos tratado al hablar He las fuentes.

    I bul., pp. 424-425. T CLAVIJERO, Francisco Javier, Disertacin VT en Histoiia Araifua de M

    xico, tomo IV, p. 324.

  • INVESTIGADORES DEL PENSAMIENTO NHUATL 3 9

    Tan slo hacemos constar aqu cul es su mrito al hacer asequible por vez primera la documentacin necesaria para poder estudiar, no ya a Lase de hiptesis y conjeturas, sino directamente, el pensamiento nhuatl.

    h) SELER

    Toca ahora referirnos a Ja que podramos II;UII;H lY:.uu'l.i alemana" de investigadores de la antigua nillmn nn-xir.'ina. Su fundador eximio fue Eduardo Seler (\i.W.)-V)22), YJI lirmo:; hablado de sus trabajos como traductor y editor t\r. ;j|uuo:; de los textos en nhuatl recogidos por Snlingmi y di- olas piori--dencias, tarea en la que encontr seguidores lumhin alcmam-s como Lehmann, Schultze-Jena y Mengin.

    Brevemente vamos a exponer aqu sus opiniones relativas al pensamiento filosfico nhuatl. Aun cuando originalmente se encuentran esparcidas en varias revistas y publicaciones, fueron reunidas finalmente en esa enciclopedia de las culturas mesoamericanas que son sus Gesammelte Abhandlungen

    Del inmenso material nos fijamos tan slo en aquellos estudios que ms inters tienen desde nuestro punto de vista. Nos encontramos as en un trabajo titulado Algo sobre los fundamentos naturales de los mitos mexicanos, un magnfico ensayo dirigido a determinar cules son los elementos estrictamente tollecas en la mitologa nhuatl del siglo xvi ."

    Sus escritos sobre varios de los antiguos cdices encierran tambin ideas muy importantes para la comprensin de la cosmovisin nhuatl. Pero hay especialmente cuatro trabajos de Seler de particular inters: La imagen mexicana

  • 40 FILOSOFA NHUATL

    cosmovisin nhuatl establecida sobre la irmc base de los cronistas, los cdices y la documentacin nhuatl. Como un ejemplo de la forma en que elaboraba Seler sus trabajos, citaremos un trozo del mencionado estudio La imagen mexicana del mundo, en el que sintetiza sus ideas acerca del principio csmico. Tras hacer mencin de sus fuentes, que son aqu los cdices Vaticano A 3738 (fol. 1) y Telleriano Remensis (fol. 8 ) , habla Seler de:

    "Los dos dioses cuyo nombre es TonacatecuhtU, Tonacackuad, "Seor y Seora de nuestro sustenta", u OmeDecuhlli, Ornechuatl, "Seor y Seora de la dualidad". La diosa tambin se llama Xochiquetzul, "flores y adornos de plumas". Estos dioses que eran para los mexicanos los dioses del amor, de la generacin, del nacimiento y en forma correspondiente, de lo que mantiene la vida, del sustento, del maz, etctera, habitaban el treceavo cielo. Correspondiendo en todo a lo representado por el Cdice Vaticano est lo expresado por Sahagn (Lib. X, cap. 29), donde, dice que en este lugar est concentrado el principio de l;i vida y por razn de estos dioses es llamado Omeyocan, liif.nr dr ];i dualidad. De all, segn crean los mexicanos, eran enviados l.i:. nio'; al mundo (Snhapn, I .ib. VI, cap. 32). Por este motivo . lliiiii.tliiii l.imliini a esle ciclo supremo Tamoatbckan* lugar de donde iw |iiDI-I-III-, iir;.|,>

  • INVESTIGADORES DEL PENSAMIENTO NHUATL 41

    las culturas maya y nhuatl quedaron esbozadas en un interesante estudio que fue dado a conocer despus de su muerte y en el que seala la necesidad de no quedarse en los meros datos arqueolgicos, sino antes bien de aprovecharlos para integrar la imagen completa de las viejas culturas, hasta desembocar en lo que fue su alma: la filosofa.79

    Dentro de las tendencias humanistas de la que hemos llamado "escuela alemana" estuvo asimismo Hermann Beyer, de quien hemos encontrado dos interesantes y poco conocidos trabajos publicados en un libro de homenaje a Humboldt con motivo del descubrimiento de su estatua en el jardn de la Biblioteca Nacional de Mxico.80 De sumo inters es el estudio titulado Imagen de la religin azteca, segn Alexander von Humboldt. Afirma all Beyer que si:

    "nos adentramos ms en el lenguaje simblico de los mitos y de las representaciones figuradas de los cdices, veremos que el craso politesmo que nos sale al paso en el antiguo Mxico es la mera referencia simblica a los fenmenos naturales, ya que el pensamiento de los sacerdotes haba concebido ideas religioso-filosficas de mayore.-s alcances. Los dos mil dioses de la gran multitud de que habla Gomara, eran para los sabios e iniciados tan slo otras tantas manifestaciones de lo Uno. En la figura del dios Toiacatccuhl encontramos un sustituto del monotesmo. Es l el viejo dios creador que reina en el treceavo cielo y desde all enva su influjo y calor, y gracias al cual, los nios son concebidos en el seno materno. Para expresar la idea de que las fuerzas csmicas eran emanaciones drl principio divino (Urgoll-he) se designaba a los dioses de la naturaleza como hijos de Toma-catecuktli. .. Y el que el antiguo dios aparezca (a veces) en forma femenina conlnidicc tanto y tan poco al principio nioriotcstico como la Trinidad cristiana. Encontramos en el panten mexicano una pareja divina como fundamento nico e idntico del universo. El (pie tambin fuera para los mexicanos el sol la fuente de toda la vida terrestre. desempea la misma funcin que el viejo dios creador con el cual por este motivo estaba identificado. El fuego, el calor, es para loa primitivos filsofos la fucr/a vital que lo pervade todo. . ."8 1

    ;D Ver, Lelimann Walu-r, "Dic DcHcutung rlcr Altamciikaniu-hen Hr.rhkul-lureii fiir dic allgcnicine Grwliichte der Mcnschhdi" en bero-Amerikanhr.ht'< Are!,!:-, AprUjn. 1943. pp. 65-71.

    s" EHINEST WITTU.II, Hermann Beyr a l, Wscnscliafdhi: Fctu-hnh 7.11. Enthllung rhf vmi Sellen Sciner Majcstt Kaiser ff'helia 11. dan Mcxil.u-nischen Volhe zura JubU'ium sciner Unabhangigkrit gimtiftctcn HumlioUt Dcnli nutls, von... Mller linos. M>\iko, 1910. (Ver especialmente: "Ubcr Nimnisnii:-rogliphc des Kodcx Humboldt von H. Heyer", pp. 95-105 y "H.is AzhkiM-lii! Coi-tcrbild Alexander von Humboldt's" von II. Dcycr. pp. 109-119.)

    81 Op. cit., Das uztekischc Cttcrbild Alexander von Uumbaldc's, p. 1 \(\.

  • 4 2 r'J.OSOK/V NHUATL

    Tan interesante anlisis que apunta a expresar la opinin de Beycr de que la eosmovisin azteca era de tipo monista-pantesta, contrasta con la opinin de Ghavcro para quien el pensamiento nhuatl era de tipo materialista. Mas, sin pretender dilucidar ahora esta cuestin, ya que preferimos que los textos hablen por s mismos en nuestra parte expositiva, tan slo llamamos la atencin sobre este estudio de Beyer que concluye con las siguientes palabras:

    "Y pdanos decir que ya no est lejano el da en que al menos en sus lneas fundamentales - - pueda ser comprendido el sistema mitolgico de los pensadores de Anhuac".*2

    Tras habernos ocupado de la "escuela alemana", y ante la imposibilidad de detenernos en autores desde otros puntos de vista imprescindibles como Herbert J. Spinden, Miguel Olhn de Mendizbal, Theodor W. Danzcl, George C. Vaillanl, vSalvador Toscano, Pal Westhcim, etc., cuyas obras mencionaremos nicamente en la bibliografa final, ya que menos directamente se relacionan con nuestro tema, ? queremos referirnos ahora a algunos eminentes maestros contemporneos, cuyas aportaciones para el estudio de la filosofa nhuatl son de positivo valor."

    j) GAMIO

    Por expresar admirablemente la importancia metodolgica de los esludios sobre el pensamiento indgena, mencionaremos aqu una idea fundamental expuesta por el Dr. Manuel Ga-

    Ibid., p. 119. ' ** 83 Antes queremos sealar tan slo que el primero en ofrecer nueva sntesis del pensamiento religioso de los nahuas fue Lewis Spence, quien sin llegar a descubrir an en The Civiliziion of ancient Mcxico (Cambridge, 1912) o en The Gods o Mcxico (f-ondou, 1923) el meollo mismo de la concepcin religiosa de Anhuae, logr sin embargo presentar un bien documentado trabajo de introduccin, que aun actualmente sigue siendo de utilidad.

    Citaremos adems hi serie de estudios del notable antroplogo argentino Dr. Jos. Jmbelloni, publicados con el ttulo de 1:E1 Gnesis de los pueblos rn>-tohistrico9 de Amrica", en el Boletn de ht Academia Argentina de Ciencias saimcias. 'Jomo VIH (194?) y