Miguel Soler

5/16/2018 Miguel Soler - slidepdf.com

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Reflexiones generales sobre la educación y sus tensiones

Introducción

Intenciones de exponer su visión sobre la educación como conjunto basado en su propiaexperiencia.

La educación es multiforme y dinámica, por ser un servicio de interés público y por lasmúltiples formas que tiene de llegar a los educandos. De ahí que genera y padecetensiones.

Primera reflexión: la naturaleza del hecho educativo

Somos seres sociales por naturaleza. Cuando el entorno pretende configurarnos de unamanera determinada, impuesta o sugeridamente, estamos frente a una situacióneducativa. Esta puede ser sistemática o difusa, gobernada por principios de autonomía o deobediencia, o por infinitas conbinaciones. Estas posiciones antagónicas dan lugar aconstantes debates sobre los fundamentos, los objetivos, los contenidos y los métodos de lalabor educativa.

La educación general tiende a ser integral e integradora, a facilitar o imponer su desarrollocompleto como persona y como ciudadano, de acuerdo al modelo de persona propio decada sociedad. Esta voluntad educadora de la sociedad constituye un campo para lareflexión y el debate.

La función educadora de toda sociedad carece de autarquía. Las crisis que la afectan sondebidas a tensiones sociales que le son ajenas pero que la enmarcan.

Segunda reflexión: la educación es cosa de todos

Todos nos interesamos en la educación. También por eso, es una de la funciones socialesmás controvertidas, y la más compartida. Conviene que todo cambio o reforma resulte de undebate, o mejor aún, de un consenso. UNESCO: “Ninguna reforma de la educación hatenido nunca éxito contra el profesorado o sin su concurso”. Esto rara vez se respeta.

Los bancos, los empresarios, los medios de comunicación y los políticos, entre otros,tienden más a considerar la educación como una inversión financiera que como un derechoindividual – obligación social. Convertir la educación en mercadería lleva a transformar lasescuelas en empresas.

El principio de participación tiene una importancia fundamental en la definición y gestiónde la educación, en todas las modalidades y niveles de la misma, y en todo proceso decambio o reforma. La participación es el pilar esencial de toda democracia, significadiálogo. Diálogo como contribución de todos y de cada uno al destino común, la voluntadsincera de comprender al otro. Componente natural de todo proceso educativo.

Tercera reflexión: la educación es un derecho de todos y debe poder ser ejercido a lo largode toda la vida

“Toda persona tiene derecho a la educación”. Actualmente, gran parte de la Humanidad no

goza de este derecho. “La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a lainstrucción elemental y fundamental”. Pero, ¿que quiere decir gratuita? Este concepto seaplica con restricciones importantes, lo que lleva a muchos estudiantes a abandonar lasaulas.



Pedagógicamente, se debería garantizar la igualdad de oportunidades educativas y dedesarrollo personal; políticamente, lograr que desde la infancia todos asumamos elsignificado de que somos iguales ante la Ley. Esta temprana ignorancia nos condena a unaprivación definitiva de otros derechos ciudadanos.

En la práctica, lo de la “educación permanente” (a lo largo de toda la vida) es letra muerta.

En lo concerniente al derecho a la educación, el mundo sigue proponiendo metasambiciosas. Pero no las cumple. Si osara cumplirlas, los militares no podrían proseguir suinútil e inclemente carrera de armamentos.

Cuarta reflexión: la historicidad del hecho educativo

Todo trabajo educativo es un trabajo situado: atiende seres concretos, miembros de ungrupo humano determinado, en lugar y momento histórico preciso, con característicaspolíticas, sociales y culturales que le son propias. La educación está caracterizada por suhistoricidad. Suele suceder que desconozcamos este principio, o no nos adecuemos a lascaracterísticas locales, a los cambios sociales fuera de la escuela. Se enseña deconformidad con ciertas pautas, que pronto se revelan efímeras, siendo la rutina un granobstáculo a una educación de calidad.

Como en el aula, ocurre también en los sistemas educativos, sobre todo ahora quepredominan las corrientes globalizadoras: consignas de tectócratas del Banco Mundial,copia de leyes nacionales, monopolios lingüísticos empobrecedores, libros de texto paraenseñanza básica importados, currículos con más de veinte años o redactados por “expertos”, encerrados en su despacho, al margen de la realidad. La educación puedeperder su historicidad, si no sabemos que está ocurriendo en las aulas, que es donde seinterpreta la historia pasada, se vive la presente y se fragua la futura.

La historicidad debe permitir a todos el conocimiento del mundo local (omitido en loscurrículos), del mundo nacional y del internacional (tratado arbitrariamente). Proteger lamulticulturalidad, descubriendo en las diferencias culturales motivos de enriquecimiento y node enquistamiento.

Historicidad no significa visión a corto plazo. Los sistemas educativos deben anticiparse alas necesidades de un futuro que no conocemos. Aprender a aprender, que el educandodisponga de herramientas que le sirvan a lo largo de su vida; pero estas no se adquieren enabstracta.

La correcta interpretación de nuestra realidad y la contribución para introducir los cambiosrequeridos es el aprendizaje más importante. Una educación en la realidad, sin ruptura conel medio ni con la experiencia del educando, sin desatender su derecho al desarrollo de laimaginación, afectividad, expresión personal...

Hoy la educación tiende a alejarse de la realidad, a seguir patrones preestablecidos parasituaciones promediales, habituando al educador a la comodidad de ceñirse al reflejo de unmundo que sólo existe en los propósitos del poder, interesado en satisfacer su voracidadfinanciera y cultural globalizadora.

Los grandes avances tecnológicos y los medios de comunicación masivos tienen

consecuencias prácticas positivas, pero pueden incidir negativamente en los rasgosculturales de los pueblos. El alumno adquiere un carácter compulsivo y posee cuantoartilugio se invente. Es preciso que educadores y educandos tiendan más a interpretar ycrear su verdadera historia que a someterse a una calcada, uniforme y ajena.



Quinta reflexión: la politicidad del hecho educativo

La acción educativa tiene lugar y se nutre de la sociedad, la polis. Una sociedad que nosabe hacia donde va no es una sociedad feliz. Tal vez ni sea una sociedad. Todosnecesitamos un horizonte. Conviene que el destino común sea decidido y puesto en prácticademocráticamente. La globalización (que no persigue la mundialización de los bueno, sino

generalizar compulsivamente lo que conviene a los mercaderes) requiere el acatamiento deun pensamiento único, de modelos culturales poderosos pero ajenos. Podemos afirmar queesta generalización parte de los Estados Unidos de América.

Cada pueblo ha de definir su proyecto político de sociedad, su proyecto, filosofía y políticaeducativa -la cual ha de guardar la necesaria coherencia con la política general.

Los gobiernos suelen declarar la apoliticidad de las leyes que adoptan en materia educativa,siendo estas de carácter político. Quienes nos hemos opuesto a decisiones que hemosconsiderado contrarias al interés del pueblo y de la educación pública hemos sido acusadosde hacer política, de politizar la educación, siendo esta indespolitizable.

Sexta reflexión: la escasa autonomía del hecho educativo

Las acciones educativas disponen de muy escasa autonomía en el seno de la sociedad. Loseducadores creemos que nuestra vocación y esfuerzo cotidiano cambiarán el mundo, lo queno ha sido confirmado por los hechos. La educación no es una variable independiente en lasociedad. El poder fija las reglas del juego y espera que los educadores actúen comomultiplicadores del modelo social adoptado. La libertad de cátedra es relativa y lasinnovaciones sospechosas ante la condición conservadora de los programas.

Esto no quiere decir que no somos responsables de nada. Quienes educaron bajoregímenes dictatoriales crearon, por imperativo moral y profesional, su propia pedagogía dela resistencia de la que existen pocos testimonios escritos. La represión educativa existió ysigue existiendo, pero el educador la advierte y resiste, por ser su compromiso con elalumno y no con el sistema.

Esta indeseable tensión se resuelve cuando una palabra del educador influyedefinitivamente en el futuro de un alumno.

Ante la situación óptima -siempre breves- es importante que la educación no pretenda ser autónoma, sino que se sume a las fuerzas liberadoras manteniendo su especifidad

educadora.

Séptima reflexión: como sector social, la educación ha de constituir un sistema

Es el sector de actividad que involucra el mayor número de personas. Según las leyes,existe una mayor o menor diversidad de centros educativos de todo tipo y nivel. Lo cual noquiere decir que la educación pueda tener lugar en el desorden de principios y de gestión oen el vacío axiológico. La sociedad ha de tener, respetando la pluralidad de opiniones, unproyecto político y una política educativa, organizada como un sistema nacional en cuyaconcepción y gestión todos puedan opinar y participar pero del cual el responsableinexcusable ha de ser el Estado. Este debe garantizar el derecho a la educación, su

gratuidad, la calidad de los servicios, la coherencia entre los valores que fundamentan elproyecto de sociedad y los fomentados en los centros educativos. Todo esto adaptando laorganización educativa a los grados de descentralización y autonomía propios de cadaEstado.



El neoliberalismo y el Banco Mundial preconizan que el grado de descentralización que rijaen el sistema educativo sea el máximo posible y se traduzca en una desestatizacióneducativa, en la privatización progresiva de las instituciones, confiriendo a estas carácter deempresa con su propio proyecto educativo, ofrecido como mercadería. Esto supone ladestrucción de todo sistema educativo nacional.

Estas tendencias obedecen a principios capitalistas neoliberales y que lo peor que podemos

hacer en educar a nuestros hijos en centros reñidos con el principio de que la sociedad hade garantizar la libertad de conciencia, la igualdad de oportunidades y el derecho a unaeducación de calidad. La educación no es una mercancía que se compra y se vende sino underecho universal que se ejerce.

El responsable obligado de esta interpretación liberadora e igualitaria de la educación es elEstado. Debemos tener un proyecto nacional educativo coherente con el modelo desociedad soberanamente definido. Y esto no supone ningún totalitarismo ideológico sino elpermanente y desafiante ejercicio de definir, colectivamente, el destino nacional y deconsiderar a todos los centros educativos como tallos vigorosos del mismo.

Durante períodos de negligencia en esta función estatal, han surgido parasistemaseducativos -movimientos de educación popular - que no solo han subsanado las carenciasoficiales sino que han puesto en marcha innovaciones interesantes, que en algunos casoshan logrado permear en programas del sector público. El aporte, generalmente, esvoluntario y juvenil, resistiéndose a sistemas políticos tiránicos o injustos.

Octava reflexión: la educación se orienta conforme a valores, característica que,generalmente, crea tensiones

Las confrontaciones surgen cuando un colectivo privado ofrece un proyecto educativo

contradictorio con el del Estado. Pero en muchos países coexisten en paz la enseñanzapública y la privada.

La enseñanza privada cuenta con un abanico inmenso de manifestaciones. Sus finalidadespueden ser humanitarias, confesionales, comerciales, de experimentación e innovaciónpedagógicas... De todo hay. No estamos en contra de la enseñanza privada sino de laconfusión y de la invocación manipuladora que ella hace de la libertad de enseñanza.

En sociedades deslumbradas por los valores del mercado, la competitividad, la eficienciaeconómica, la buena relación calidad/precio, tal como lo viene recomendando el BandoMundial, la educación tiende a interesar más como parte y puntal del sistema económico

que del sistema social. La escuela privada no debiera ser considerada enemiga sinocomplementaria de la pública, pero muchos gobiernos conservadores tienden a favorecer más a la educación privada que a la pública.

No debe haber adoctrinamiento confesional en las escuelas públicas aunque sí elconocimiento del hecho religioso a lo largo de la historia como fenómeno cultural. Esto debeser atendido sin dogmatismos, con toda objetividad.

Sin embargo, la laicidad no debe ser presentada como carente de valores. Escuela laica enel sentido de convivir participativamente en la sociedad, sin distinciones y mucho menosdiscriminaciones, atendiendo la igualdad de derechos.

Consideramos inconveniente que el Estado contribuya con cualquier clase de subvencionesa la enseñanza privada. Su obligación es la de organizar y ofrecer una enseñanza públicade calidad, significando esto que los contenidos de la educación han de tender a la



integridad e incluir, además de la cultura general, elementos importantes como deportes,artes, música, informática, lenguas extranjeras. Es debido a las insuficiencias en estosaspectos que muchos padres optan por la educación privada para sus hijos.

Novena reflexión: la educación pública debe disponer de los medios necesarios

En las estadísticas de la UNESCO de todos los países del mundo para el año 2000 se

encuentran datos de 156 países, de los cuales 130 dedicaban menos del 6% del PBI para laeducación. En el caso de Uruguay el gasto público en el 2000 correspondió al 2,78%.

Miguel Soler

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