Misionero niños

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Religioso

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  • Divisin Sudamericana1er trimestre 2016

  • Estimado dirEctor dE la EscuEla sabtica:Este trimestre nos centraremos en la Di-

    visin Sudamericana, uno de los territorios de ms rpido crecimiento del mundo. In-cluye los pases de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Per y Uruguay, adems de las Islas Malvinas e islas adyacen-tes en los Ocanos Atlntico y Pacfico.

    La poblacin total de este territorio es de 315 millones de habitantes, de los cuales ms de 2 millones son adventistas. Esto hace una proporcin de alrededor de un adventis-ta por cada 160 habitantes.

    Brasil es el pas con ms miembros de la Divisin Sudamericana, y tiene tambin el mayor nmero de adventistas por pas del mundo. Este trimestre escucharemos fasci-nantes relatos de la selva brasilea del Ama-zonas, de nios predicadores del Paraguay y de dos mujeres que marcan la diferencia en la vida de decenas de nios de Uruguay.

    La Divisin Sudamericana cuenta con trece colegios superiores y universidades, cinco de los cuales estn en Brasil y otros tres en la Argentina.

    En total, la Divisin Sudamericana tiene 10.600 templos donde los hermanos pue-den reunirse. Gracias a las ofrendas del deci-motercer sbado de este trimestre, al menos dos congregaciones recibirn ayuda para adquirir un nuevo templo ms grande don-de poder alabar a Jess.

    BRASILComo sucede con los pases que son

    muy grandes, en Brasil existe una gran diver-sidad. Cuenta con ciudades muy modernas en las que viven millones de habitantes, como So Paulo, que es la tercera ciudad ms grande del mundo, o Ro de Janeiro.

    contEnidoBRASIL

    5 ngeles en el Amazonas ................................................... 2 de enero

    7 El poder de la influencia .................................................... 9 de enero

    9 No solo creer, tambin actuar ........................................... 16 de enero

    11 La pequea maestra ....................................................... 23 de enero

    13 Conquistadores conquistando para Jess........................... 30 de enero

    15 La invitacin ................................................................ 6 de febrero

    17 Los nios del ro ......................................................... 13 de febrero

    PARAGUAY

    19 La oracin de Pedrito .................................................. 20 de febrero

    21 Pablo, el predicador ...................................................... 27 de febrero

    URUGUAY

    23 El ciego que puede ver................................................... 5 de marzo

    25 La casa de la seorita Sonia............................................. 12 de marzo

    27 El libro de la zapatera ................................................... 19 de marzo

    RECURSOS

    29 Programa del decimotercer sbado ................................ 26 de marzo

    2 MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA 3

  • Estimado dirEctor dE la EscuEla sabtica:Este trimestre nos centraremos en la Di-

    visin Sudamericana, uno de los territorios de ms rpido crecimiento del mundo. In-cluye los pases de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Per y Uruguay, adems de las Islas Malvinas e islas adyacen-tes en los Ocanos Atlntico y Pacfico.

    La poblacin total de este territorio es de 315 millones de habitantes, de los cuales ms de 2 millones son adventistas. Esto hace una proporcin de alrededor de un adventis-ta por cada 160 habitantes.

    Brasil es el pas con ms miembros de la Divisin Sudamericana, y tiene tambin el mayor nmero de adventistas por pas del mundo. Este trimestre escucharemos fasci-nantes relatos de la selva brasilea del Ama-zonas, de nios predicadores del Paraguay y de dos mujeres que marcan la diferencia en la vida de decenas de nios de Uruguay.

    La Divisin Sudamericana cuenta con trece colegios superiores y universidades, cinco de los cuales estn en Brasil y otros tres en la Argentina.

    En total, la Divisin Sudamericana tiene 10.600 templos donde los hermanos pue-den reunirse. Gracias a las ofrendas del deci-motercer sbado de este trimestre, al menos dos congregaciones recibirn ayuda para adquirir un nuevo templo ms grande don-de poder alabar a Jess.

    BRASILComo sucede con los pases que son

    muy grandes, en Brasil existe una gran diver-sidad. Cuenta con ciudades muy modernas en las que viven millones de habitantes, como So Paulo, que es la tercera ciudad ms grande del mundo, o Ro de Janeiro.

    Sin embargo, la mayor parte de Brasil no est tan desarrollada ni tan poblada, espe-cialmente los territorios que bordean el ro Amazonas, en el norte del pas. Todava que-dan en esos lugares pueblos indgenas a los que no ha llegado an la presencia adventista.

    Los primeros misioneros que llegaron al Brasil fueron los esposos Halliwell, en 1930, que recorrieron el Amazonas en su lancha Luzeiro llevando atencin mdica y un mensaje de esperanza a miles de personas. Parte de las ofrendas del decimotercer sba-do de este trimestre irn destinadas a cons-

    contEnidoBRASIL

    5 ngeles en el Amazonas ................................................... 2 de enero

    7 El poder de la influencia .................................................... 9 de enero

    9 No solo creer, tambin actuar ........................................... 16 de enero

    11 La pequea maestra ....................................................... 23 de enero

    13 Conquistadores conquistando para Jess........................... 30 de enero

    15 La invitacin ................................................................ 6 de febrero

    17 Los nios del ro ......................................................... 13 de febrero

    PARAGUAY

    19 La oracin de Pedrito .................................................. 20 de febrero

    21 Pablo, el predicador ...................................................... 27 de febrero

    URUGUAY

    23 El ciego que puede ver................................................... 5 de marzo

    25 La casa de la seorita Sonia............................................. 12 de marzo

    27 El libro de la zapatera ................................................... 19 de marzo

    RECURSOS

    29 Programa del decimotercer sbado ................................ 26 de marzo

    Consejero: Carlyle Bayne. Director: Pablo Marcelo Claverie. Redactor de la edicin castellana: Ekel Collins. MISIN ADVENTISTA. NIOS es una publicacin trimestral editada por su propietaria, la Asociacin Casa Editora Sudamericana, para el Depto. de Escuela Sabtica de las divisiones Suda-mericana e Interamericana de la Iglesia Adventista del Sptimo Da. Impresa mediante el sistema offset, en talleres propios de Av. San Martn 4555, B1604CDG Florida Oeste, Buenos Aires, Repblica Argentina. Domicilio legal: Uriarte 2429, C1425FNI, Ciudad Autnoma de Buenos Aires. Primer trimes-tre del ao 2016 (enero-marzo de 2016). Ao 107, n 1 108299

    REGISTRO NACIONAL DE LA PROPIEDAD

    INTELECTUALN 5189013

    CORREO ARGENTINOSuc. Florida (B) y

    Central (B)

    IMPRESO EN LA ARGENTINA

    FRANQUEO A PAGARCuenta N 10272

    2 MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA 3

  • Brasil 2 de enero

    ngElEs En El amazonas[Indicacin para el narrador: Encontrar fotografas

    de la familia Halliwell en la pgina web en ingls www.AdventistMission.com]

    El ro Amazonas es el ms largo y caudaloso del mundo. Nace en la Cordillera de los Andes al sur de la Repblica del Per, a tan solo 140 kilmetros (85 mi-llas) del Ocano Pacfico, y recorre unos 6.800 kilmetros (4.250 millas) hasta desembocar en el Ocano Atlntico [seale el lugar en un mapa].

    PROYECTO LUZEIRO: LANCHAS MDICO-MISIONERASLa gran ciudad de Manaos es la capital del Estado de Amazonas, en Brasil. A las afueras

    de esta ciudad, y sobre el ro Amazonas, descansa una lancha llamada Luzeiro, que en portu-gus significa portador de luz. Esta lancha, y otras como esta, navegan por el Amazonas llevando atencin mdica y esperanza a la gente que vive en sus riberas.

    En las lanchas van mdicos, dentistas, enfermeros y misioneros para visitar a la gente que vive en la Selva Amaznica. Tambin van en estas embarcaciones maestros y pastores. El pionero de las lanchas misioneras Luzeiro se llamaba Leo Halliwell.

    Se cuentan muchos relatos acerca de Leo Halliwell y su familia; relatos sobre los grandes milagros que ocurrieron cuando ellos trabajaron en el ro Amazonas. Uno de esos relatos es el que queremos contarles hoy, titulado ngeles en el Amazonas.

    LOS TRES AUTOESTOPISTASEl pastor Halliwell y su hijo navegaban en el Luzeiro ro abajo. Los rboles de la Selva

    Amaznica formaban como un techo verde sobre sus cabezas. Jack, de quince aos, miraba atentamente a los mrgenes del ro, con la ilusin de ver un jaguar. Volando rpidamente sobre sus cabezas pas graznando un guacamayo de intensos colores: rojo, azul, verde y amarillo. A la distancia, se oan los chillidos de los monos. Entonces, el pastor apag el motor de la lancha, para que la embarcacin continuara lentamente ro abajo sin hacer ruido. Jack gir de pronto y se dio cuenta de que, desde una canoa, tres hombres bien vestidos estaban hacindoles gestos con los brazos para llamar la atencin de ellos.

    Hola!!! grit uno de los hombres. Podran remolcarnos ro arriba?El pastor Halliwell saba que acercarse a tres desconocidos en plena selva poda ser peli-

    groso. Pero algo dentro de l le indic que deba hacerlo.Trales una cuerda, Jack orden.Jack tir una cuerda a los tres desconocidos, que la amarraron a su canoa.

    truir dos iglesias-clnicas flotantes que reco-rran las aldeas del Amazonas enseando a la gente acerca de Jess.

    PARAGUAY Y URUGUAYDurante aos, la Iglesia Adventista cre-

    ca muy lentamente en estos dos pases, pero gracias a Dios ahora ya no es as. Actualmen-te cuenta con 12.807 miembros en el Para-guay, que es un pas de casi 7 millones de habitantes; y con 8.016 miembros en Uru-guay, que es un pas de 3,5 millones de habi-tantes. Con parte de nuestras ofrendas se construirn una nueva iglesia y un centro de influencia en este pas.

    El DVD sobre las misiones de este tri-mestre presenta varios relatos de la Di-visin Sudamericana. Pdale al director de la Escuela Sabtica de adultos que permita a los nios ver el DVD. O us-ted puede tambin bajar gratuitamente los programas Mission Spotlight de: www.missionspotlight.org [en ingls].

    Decore el saln con fotos de personas y de paisajes de este territorio sacados de revistas o de publicaciones de turis-mo. Imprima copias de las banderas de los pases de la Divisin Sudamericana (disponibles en la red), Y luego invite a los nios a colorearlas. Utilcelas como parte de la decoracin de este trimestre.

    Actividades adicionales. Para obtener recetas, juegos y rompecabezas adicio-nales, visite nuestro portal en ingls: www.AdventistMission.org. Haga clic en Resources y luego en Childrens Magazine, Activities. Seleccione el trimestre actual.

    Gracias a todos por su ayuda para co-nectar mediante Misin a los nios y los j-

    venes de su Escuela Sabtica con sus herma-nos y hermanas alrededor del mundo.

    Gina Wahlen

    OPORTUNIDADESLa ofrenda del decimotercer sbado de este primer trimestre del ao ayudar a: Construir dos iglesias-clnicas flotantes para

    el Amazonas. Edificar una capilla para una escuela secun-

    daria de Brasil. Establecer una nueva iglesia en Asuncin,

    Rep. del Paraguay, donde ya hay un grupo. Construir un centro de influencia en La Teja,

    Montevideo, Rep. Oriental del Uruguay. Establecer una nueva iglesia en Goes, Mon-

    tevideo.

    4 MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA 5

  • Brasil 2 de enero

    ngElEs En El amazonas[Indicacin para el narrador: Encontrar fotografas

    de la familia Halliwell en la pgina web en ingls www.AdventistMission.com]

    El ro Amazonas es el ms largo y caudaloso del mundo. Nace en la Cordillera de los Andes al sur de la Repblica del Per, a tan solo 140 kilmetros (85 mi-llas) del Ocano Pacfico, y recorre unos 6.800 kilmetros (4.250 millas) hasta desembocar en el Ocano Atlntico [seale el lugar en un mapa].

    PROYECTO LUZEIRO: LANCHAS MDICO-MISIONERASLa gran ciudad de Manaos es la capital del Estado de Amazonas, en Brasil. A las afueras

    de esta ciudad, y sobre el ro Amazonas, descansa una lancha llamada Luzeiro, que en portu-gus significa portador de luz. Esta lancha, y otras como esta, navegan por el Amazonas llevando atencin mdica y esperanza a la gente que vive en sus riberas.

    En las lanchas van mdicos, dentistas, enfermeros y misioneros para visitar a la gente que vive en la Selva Amaznica. Tambin van en estas embarcaciones maestros y pastores. El pionero de las lanchas misioneras Luzeiro se llamaba Leo Halliwell.

    Se cuentan muchos relatos acerca de Leo Halliwell y su familia; relatos sobre los grandes milagros que ocurrieron cuando ellos trabajaron en el ro Amazonas. Uno de esos relatos es el que queremos contarles hoy, titulado ngeles en el Amazonas.

    LOS TRES AUTOESTOPISTASEl pastor Halliwell y su hijo navegaban en el Luzeiro ro abajo. Los rboles de la Selva

    Amaznica formaban como un techo verde sobre sus cabezas. Jack, de quince aos, miraba atentamente a los mrgenes del ro, con la ilusin de ver un jaguar. Volando rpidamente sobre sus cabezas pas graznando un guacamayo de intensos colores: rojo, azul, verde y amarillo. A la distancia, se oan los chillidos de los monos. Entonces, el pastor apag el motor de la lancha, para que la embarcacin continuara lentamente ro abajo sin hacer ruido. Jack gir de pronto y se dio cuenta de que, desde una canoa, tres hombres bien vestidos estaban hacindoles gestos con los brazos para llamar la atencin de ellos.

    Hola!!! grit uno de los hombres. Podran remolcarnos ro arriba?El pastor Halliwell saba que acercarse a tres desconocidos en plena selva poda ser peli-

    groso. Pero algo dentro de l le indic que deba hacerlo.Trales una cuerda, Jack orden.Jack tir una cuerda a los tres desconocidos, que la amarraron a su canoa.

    venes de su Escuela Sabtica con sus herma-nos y hermanas alrededor del mundo.

    Gina Wahlen

    4 MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA 5

  • ROCAS INVISIBLESDos de los hombres subieron al Luzei-

    ro y saludaron al pastor Halliwell, que iba al timn dirigiendo la lancha ro arriba. De pronto, uno de ellos agarr el timn y gir la lancha bruscamente. Sacudindose de un lado a otro, la lancha se dirigi hacia el medio del ro, pero el brusco movimien-to estuvo a punto de lanzar a Jack al agua.

    El pastor Halliwell se qued mirando fi-jamente al ro, sin poder creer lo que vea: a apenas unos metros de donde haba estado la

    embarcacin haba unas rocas bajo la superfi-cie del agua. Si hubieran seguido en la direc-cin que llevaban, habran chocado contra ellas y la lancha se hubiera hecho aicos. Es posible incluso que hubieran perdido la vida.

    Uffff!!! exclam Halliwell. Gra-cias por habernos salvado.

    El desconocido hombre del timn son-ri, pero no dijo ni una palabra. Sigui ma-nejando la embarcacin por aquellas peli-grosas aguas del Amazonas. Hasta que, finalmente, dej de nuevo el timn en ma-nos del pastor Halliwell y se despidi:

    Gracias por habernos remolcado hasta aqu dijo. Ya podemos continuar el viaje en nuestra canoa.

    Qu extrao, pens el pastor Halliwe-ll, no parece que haya ninguna aldea por aqu cerca. A pesar de que todo era un tanto ex-trao, el pastor detuvo la lancha y los dos hombres descendieron a su canoa.

    Fjate adnde van indic Leo a su hijo Jack.

    Pap, han desaparecido dijo Jack inmediatamente.

    El pastor Halliwell gir y, efectivamente, no haba nadie ms en el ro. Ni tan siquiera haba oleaje sobre el agua, ni rastro alguno de que una canoa se hubiera movido sobre ella. Los tres hombres simplemente haban desaparecido.

    Quizs eran ngeles, pens el pastor. Y entonces dijo:

    Gracias, Jess, por haber enviado a tus ngeles a protegernos. Eres maravilloso con nosotros.

    Parte de nuestras ofrendas de decimoter-cer sbado de este trimestre ir destinada al trabajo misionero que an se sigue haciendo en las aldeas lejanas del Amazonas, en Brasil.

    Brasil 9 de enero

    El podEr dE la influEnciaSamara vive en el norte de Brasil [seale el norte

    de Brasil en un mapa]. Cuando tena apenas cuatro ai-tos, Samara descubri que los nios tambin pueden hacer cosas importantes para Jess.

    LA PEQUEA MAESTRAUn da muy caluroso, Samara vio a un hombre mayor vendiendo helados en la calle,

    cerca de la casa de ella. Samara le pidi a su mam permiso para comprarse un helado, y su mam le dio dinero para que lo hiciera. As que, Samara sali corriendo para comprarse su helado, pero cuando se acerc al anciano vio que estaba fumando un cigarrillo.

    Usted fuma? le pregunt la pequea, sorprendida al ver a un hombre tan mayor con un cigarrillo en la boca. Fumar es malo para la salud, y adems a Jess no le gusta que fumemos.

    El anciano inmediatamente arroj el cigarrillo al suelo, le dio a Samara su helado y la acompa hasta donde estaba la mam de la nia. Entonces, le dijo a la mam:

    Yo debera ser quien le enseara cosas a su pequea, pero es ella quien me ha enseado algo a m. A partir de hoy, dejar de fumar.

    Desde aquel da en adelante, cada vez que el anciano de los helados pasaba junto a la casa de Samara, se detena para preguntar: Dnde est mi pequea maestra?

    A Samara le encantaba hablar con aquel hombre, al que llamaba To. Un da, el pap de Samara conoci a To y le habl de Jess. Tambin lo invit a la iglesia con su familia, y el anciano acept la invitacin. El nico problema era que viva demasiado lejos, as que el padre de Samara le dio la direccin de una iglesia adventista ms cercana a su casa. To fue a la iglesia aquel sbado, y le entreg su corazn y su vida a Jess.

    Un da, To fue a la casa de Samara para anunciar que iba a bautizarse. La familia de Samara viva demasiado lejos como para estar presentes durante el bautismo, pero qu felices se pusieron al saber que To haba entregado su vida a Jess

    UN NUEVO AMIGO DE JESSUn sbado por la tarde, Samara estaba sentada en el portal de su casa cuando vio a un

    nuevo vecino, un muchacho adolescente llamado Eduardo, sentado a apenas unos metros de distancia de ella. Los dos comenzaron a hablar, y Samara le pregunt si crea en Dios. El jo-ven le dijo que sola asistir a la iglesia con sus padres cuando era nio, pero que desde que su pap haba muerto toda la familia haba dejado de ir a la iglesia.

    Samara invit a su nuevo amiguito a su iglesia, para que asistiera a un programa especial que iba a tener lugar aquel domingo por la tarde. Sin embargo, l no pudo asistir en aquella ocasin, pero le dijo que en otra oportunidad ira con ella. Y as fue. Y lo ms interesante es

    CPSULA INFORMATIVA Leo Halliwell comenz en 1931 la obra

    mdica misionera a favor de los nativos del Amazonas a travs de las lanchas Luzeiro. Desde entonces ha habido ms de veinticin-co Luzeiros, as como otras embarcaciones ms pequeas que han llevado atencin mdica por el Amazonas a personas que la necesitan mucho.

    Hace algunos aos, parte de la ofrenda del decimotercer sbado se destin a construir dormitorios y salones de clases en una nue-va universidad adventista al norte de Brasil. Ahora muchos jvenes pueden estudiar en esa universidad, sin tener que trasladarse lejos de sus casas, a otras ciudades del pas, para poder hacer una carrera.

    Durante este trimestre, parte de las ofren-das ir destinada a la construccin de dos iglesias flotantes. Gracias por su genero-sidad y porque, gracias a las ofrendas de ustedes, muchos nios y nias de todo el mundo pueden conocer a Jess y ser sus amiguitos.

    6 MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA 7

  • embarcacin haba unas rocas bajo la superfi-cie del agua. Si hubieran seguido en la direc-cin que llevaban, habran chocado contra ellas y la lancha se hubiera hecho aicos. Es posible incluso que hubieran perdido la vida.

    Uffff!!! exclam Halliwell. Gra-cias por habernos salvado.

    El desconocido hombre del timn son-ri, pero no dijo ni una palabra. Sigui ma-nejando la embarcacin por aquellas peli-grosas aguas del Amazonas. Hasta que, finalmente, dej de nuevo el timn en ma-nos del pastor Halliwell y se despidi:

    Gracias por habernos remolcado hasta aqu dijo. Ya podemos continuar el viaje en nuestra canoa.

    Qu extrao, pens el pastor Halliwe-ll, no parece que haya ninguna aldea por aqu cerca. A pesar de que todo era un tanto ex-trao, el pastor detuvo la lancha y los dos hombres descendieron a su canoa.

    Fjate adnde van indic Leo a su hijo Jack.

    Pap, han desaparecido dijo Jack inmediatamente.

    El pastor Halliwell gir y, efectivamente, no haba nadie ms en el ro. Ni tan siquiera haba oleaje sobre el agua, ni rastro alguno de que una canoa se hubiera movido sobre ella. Los tres hombres simplemente haban desaparecido.

    Quizs eran ngeles, pens el pastor. Y entonces dijo:

    Gracias, Jess, por haber enviado a tus ngeles a protegernos. Eres maravilloso con nosotros.

    Parte de nuestras ofrendas de decimoter-cer sbado de este trimestre ir destinada al trabajo misionero que an se sigue haciendo en las aldeas lejanas del Amazonas, en Brasil.

    Brasil 9 de enero

    El podEr dE la influEnciaSamara vive en el norte de Brasil [seale el norte

    de Brasil en un mapa]. Cuando tena apenas cuatro ai-tos, Samara descubri que los nios tambin pueden hacer cosas importantes para Jess.

    LA PEQUEA MAESTRAUn da muy caluroso, Samara vio a un hombre mayor vendiendo helados en la calle,

    cerca de la casa de ella. Samara le pidi a su mam permiso para comprarse un helado, y su mam le dio dinero para que lo hiciera. As que, Samara sali corriendo para comprarse su helado, pero cuando se acerc al anciano vio que estaba fumando un cigarrillo.

    Usted fuma? le pregunt la pequea, sorprendida al ver a un hombre tan mayor con un cigarrillo en la boca. Fumar es malo para la salud, y adems a Jess no le gusta que fumemos.

    El anciano inmediatamente arroj el cigarrillo al suelo, le dio a Samara su helado y la acompa hasta donde estaba la mam de la nia. Entonces, le dijo a la mam:

    Yo debera ser quien le enseara cosas a su pequea, pero es ella quien me ha enseado algo a m. A partir de hoy, dejar de fumar.

    Desde aquel da en adelante, cada vez que el anciano de los helados pasaba junto a la casa de Samara, se detena para preguntar: Dnde est mi pequea maestra?

    A Samara le encantaba hablar con aquel hombre, al que llamaba To. Un da, el pap de Samara conoci a To y le habl de Jess. Tambin lo invit a la iglesia con su familia, y el anciano acept la invitacin. El nico problema era que viva demasiado lejos, as que el padre de Samara le dio la direccin de una iglesia adventista ms cercana a su casa. To fue a la iglesia aquel sbado, y le entreg su corazn y su vida a Jess.

    Un da, To fue a la casa de Samara para anunciar que iba a bautizarse. La familia de Samara viva demasiado lejos como para estar presentes durante el bautismo, pero qu felices se pusieron al saber que To haba entregado su vida a Jess

    UN NUEVO AMIGO DE JESSUn sbado por la tarde, Samara estaba sentada en el portal de su casa cuando vio a un

    nuevo vecino, un muchacho adolescente llamado Eduardo, sentado a apenas unos metros de distancia de ella. Los dos comenzaron a hablar, y Samara le pregunt si crea en Dios. El jo-ven le dijo que sola asistir a la iglesia con sus padres cuando era nio, pero que desde que su pap haba muerto toda la familia haba dejado de ir a la iglesia.

    Samara invit a su nuevo amiguito a su iglesia, para que asistiera a un programa especial que iba a tener lugar aquel domingo por la tarde. Sin embargo, l no pudo asistir en aquella ocasin, pero le dijo que en otra oportunidad ira con ella. Y as fue. Y lo ms interesante es

    6 MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA 7

  • que no fue solo, sino que llev a su hermani-to Marco con l. Samara les habl del amor de Jess y les pregunt si les gustara estudiar la Biblia con su pap. Los dos hermanos di-jeron que s, as que el sbado por la tarde Samara y su pap comenzaron a estudiar la Biblia con Eduardo y Marco.

    Cuando Eduardo termin los estudios bblicos, acept a Jess y pidi ser bautiza-do. Samara todava no haba sido bautizada, as que le pidi a su pap si poda bautizarse con Eduardo. Los paps de Samara y el pas-tor estuvieron de acuerdo, as que Eduardo y Samara se bautizaron juntos. Qu da tan maravilloso fue para todos ellos!

    Eduardo y su familia se mudaron del vecindario de Samara, pero siempre le escri-

    be a su amiga para decirle que l tambin le habla a todo el mundo sobre el amor de Je-ss, que da estudios bblicos a varias perso-nas y que se ha unido a un Grupo pequeo en la ciudad donde vive ahora. Incluso su mam est contenta porque sus hijos son adventistas, pues ha visto el cambio tan grande que se ha producido en ellos. Su fa-milia es ahora mucho ms feliz.

    MUCHAS OPORTUNIDADES PARA SERVIRUn tiempo ms tarde, la iglesia de Sama-

    ra estaba celebrando una Semana de Oracin para nios, cuando el pastor le pidi a ella que predicara uno de los sermones. l mis-mo le dio a Samara el sermn escrito, y ella se lo aprendi. No fue nada fcil, y estaba real-mente nerviosa, especialmente cuando sali a la plataforma y vio que la iglesia estaba lle-na. Pero le pidi a Jess que le quitara los nervios, y cuando le toc hablar ya no estaba nada nerviosa. Jess la ayud a predicar muy bien. Ella saba que era el Espritu Santo quien la estaba guiando.

    Al final del sermn, Samara invit a quie-nes desearan hacerlo para que se acercaran a la plataforma y entregaran sus vidas a Jess. Quince personas se levantaron y avanzaron hacia el frente. Samara or por todos ellos.

    Samara ha descubierto que existen mu-chas formas de influir en los dems para lo-grar que se hagan amigos de Jess. Est segu-ra de que Dios le ensear formas nuevas de compartir el amor divino con todo el mun-do. Sabe que no importa la edad, que todos podemos habar de Jess, seamos nios, jve-nes o mayores. As que, no tengan miedo de decirles a sus amiguitos y conocidos que Je-ss los ama. Y recuerden que sus ofrendas de este trimestre ayudarn para que muchas personas de la Divisin Sudamericana co-nozcan a Jess.

    Brasil 16 de enero

    no solo crEEr, tambin actuar

    Heitor vive en Beln, Repblica del Brasil [seale esa ciudad en un mapa].

    Los paps de Heitor solan discutir todo el tiempo, por esa razn su mam siempre estaba triste. Hasta que un da la mam les pregunt a sus vecinos por qu ellos siempre estaban tan contentos y se les vea tan felices. Ellos le contestaron:

    Porque somos adventistas, y nuestra fe es la que nos hace ser as.Los vecinos le preguntaron entonces a la mam de Heitor si quera estudiar la Biblia con

    ellos, y ella dijo que s. La mam quera que Heitor la acompaara al estudio bblico, pero l quera jugar con

    sus amiguitos al ftbol, as que le dijo que no. Sin embargo, cuando lleg el momento del estudio bblico y l estaba jugando con sus amiguitos, Heitor oy una voz que le deca:

    Ve con tu mam a estudiar la Biblia.Heitor mir a su alrededor, pero no haba nadie. Y entonces oy la voz de nuevo:Heitor, ve a estudiar la Biblia.Heitor dej de jugar y les dijo a sus amiguitos que se tena que ir. Y se fue junto a su

    madre, que ya estaba estudiando la Biblia con los vecinos.Heitor prestaba muchsima atencin a todo lo que decan de la Biblia, especialmente

    cuando comentaron que es el Espritu Santo el que habla al corazn de cada persona, con-vencindola de lo que debe hacer. Eso es exactamente lo que me pas a m pens Hei-tor. As que era el Espritu Santo el que me estaba hablando. Despus de ese da, Heitor nunca se perdi un estudio bblico. Unos meses ms tarde, su mam y l se bautizaron.

    PROBLEMAS EN CASAEl pap de Heitor no estaba contento con la decisin de su esposa y de su hijo de hacerse

    adventistas.No me gusta esa religin! les deca siempre.Pero cuando la mam se neg a dejar de asistir a la iglesia, el pap de Heitor le dijo que

    tenan que irse de la casa.Heitor y su mam se fueron a vivir con su abuelita durante un tiempo, hasta que final-

    mente regresaron de nuevo a su casa. Y cuando el pap intent una vez ms obligarlos a abandonar su nueva fe, ellos se negaron. Entonces el pap de Heitor se fue de la casa.

    CPSULA INFORMATIVA Brasil es un pas muy grande. Solo existen

    en el mundo cuatro pases ms grandes que Brasil: Rusia, Canad, China y los Estados Unidos.

    En Brasil se encuentra la selva ms grande del mundo. Est rodeada por el ro Amazo-nas y sus afluentes desde la frontera con Per hasta el Ocano Atlntico. [Seale en un mapa la ruta que sigue el ro Amazonas desde Per hasta el mar.] Casi todos los ros del norte de Brasil desembocan en el Amazonas.

    En la selva hay miles de especies diferentes de plantas, pjaros, reptiles y peces. Algunas solo existen en la selva, no se pueden en-contrar en ningn otro lugar del mundo. En la selva del Amazonas habitan unas setenta mil variedades de insectos, y eso que los cientficos an no las han descubierto todas.

    8 MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA 9

  • be a su amiga para decirle que l tambin le habla a todo el mundo sobre el amor de Je-ss, que da estudios bblicos a varias perso-nas y que se ha unido a un Grupo pequeo en la ciudad donde vive ahora. Incluso su mam est contenta porque sus hijos son adventistas, pues ha visto el cambio tan grande que se ha producido en ellos. Su fa-milia es ahora mucho ms feliz.

    MUCHAS OPORTUNIDADES PARA SERVIRUn tiempo ms tarde, la iglesia de Sama-

    ra estaba celebrando una Semana de Oracin para nios, cuando el pastor le pidi a ella que predicara uno de los sermones. l mis-mo le dio a Samara el sermn escrito, y ella se lo aprendi. No fue nada fcil, y estaba real-mente nerviosa, especialmente cuando sali a la plataforma y vio que la iglesia estaba lle-na. Pero le pidi a Jess que le quitara los nervios, y cuando le toc hablar ya no estaba nada nerviosa. Jess la ayud a predicar muy bien. Ella saba que era el Espritu Santo quien la estaba guiando.

    Al final del sermn, Samara invit a quie-nes desearan hacerlo para que se acercaran a la plataforma y entregaran sus vidas a Jess. Quince personas se levantaron y avanzaron hacia el frente. Samara or por todos ellos.

    Samara ha descubierto que existen mu-chas formas de influir en los dems para lo-grar que se hagan amigos de Jess. Est segu-ra de que Dios le ensear formas nuevas de compartir el amor divino con todo el mun-do. Sabe que no importa la edad, que todos podemos habar de Jess, seamos nios, jve-nes o mayores. As que, no tengan miedo de decirles a sus amiguitos y conocidos que Je-ss los ama. Y recuerden que sus ofrendas de este trimestre ayudarn para que muchas personas de la Divisin Sudamericana co-nozcan a Jess.

    Brasil 16 de enero

    no solo crEEr, tambin actuar

    Heitor vive en Beln, Repblica del Brasil [seale esa ciudad en un mapa].

    Los paps de Heitor solan discutir todo el tiempo, por esa razn su mam siempre estaba triste. Hasta que un da la mam les pregunt a sus vecinos por qu ellos siempre estaban tan contentos y se les vea tan felices. Ellos le contestaron:

    Porque somos adventistas, y nuestra fe es la que nos hace ser as.Los vecinos le preguntaron entonces a la mam de Heitor si quera estudiar la Biblia con

    ellos, y ella dijo que s. La mam quera que Heitor la acompaara al estudio bblico, pero l quera jugar con

    sus amiguitos al ftbol, as que le dijo que no. Sin embargo, cuando lleg el momento del estudio bblico y l estaba jugando con sus amiguitos, Heitor oy una voz que le deca:

    Ve con tu mam a estudiar la Biblia.Heitor mir a su alrededor, pero no haba nadie. Y entonces oy la voz de nuevo:Heitor, ve a estudiar la Biblia.Heitor dej de jugar y les dijo a sus amiguitos que se tena que ir. Y se fue junto a su

    madre, que ya estaba estudiando la Biblia con los vecinos.Heitor prestaba muchsima atencin a todo lo que decan de la Biblia, especialmente

    cuando comentaron que es el Espritu Santo el que habla al corazn de cada persona, con-vencindola de lo que debe hacer. Eso es exactamente lo que me pas a m pens Hei-tor. As que era el Espritu Santo el que me estaba hablando. Despus de ese da, Heitor nunca se perdi un estudio bblico. Unos meses ms tarde, su mam y l se bautizaron.

    PROBLEMAS EN CASAEl pap de Heitor no estaba contento con la decisin de su esposa y de su hijo de hacerse

    adventistas.No me gusta esa religin! les deca siempre.Pero cuando la mam se neg a dejar de asistir a la iglesia, el pap de Heitor le dijo que

    tenan que irse de la casa.Heitor y su mam se fueron a vivir con su abuelita durante un tiempo, hasta que final-

    mente regresaron de nuevo a su casa. Y cuando el pap intent una vez ms obligarlos a abandonar su nueva fe, ellos se negaron. Entonces el pap de Heitor se fue de la casa.

    8 MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA 9

  • EL SUEO DE HEITORHeitor tuvo un sueo que cambi su

    vida para siempre. Vio una escalera hacia el cielo y un ngel que iba llamando a la gente por su nombre, invitndolos a subir la esca-lera para llegar al cielo. Heitor mir a su al-rededor para ver dnde estaba su pap, y lo vio sentado en un bar, tomando. Heitor co-rri hacia su pap y le dijo: Vamos, pap!, pero su pap le dijo que ya ira ms tarde. Entonces, Heitor se despert y se dio cuenta de que no poda esperar a que otra persona le hablara a su pap de Jess, sino que deba hacerlo l mismo, e inmediatamente.

    UNA NUEVA MISINHeitor va muy poquitas veces a ver a su

    pap, pero todos los das oran por l durante el culto familiar. Heitor tambin les habla a sus compaeritos de la escuela acerca de su

    fe, y les dice que deben orar. l dirige un Grupo pequeo de nios, en su mayora no adventistas, y estudian juntos la Biblia. Por lo general, 17 nios asisten a esas reuniones, y 4 de ellos se han bautizado ya.

    Heitor tambin ayuda a otros nios ad-ventistas a iniciar sus propios Grupos peque-os. Y le gusta echar una mano a los nios que lo estn pasando mal. Los animo a que se hagan amigos de Jess dice Heitor. No basta con orar por alguien, hay que estar dis-puesto a dejar que Dios nos use a nosotros para cambiar el corazn de esa persona.

    Estn ustedes orando por alguien? Les ha pedido Jess que ayuden a algn nio que an no lo conoce?

    Cuando traemos nuestras ofrendas a la Escuela Sabtica, estamos ayudando a mu-chos nios de todo el mundo a conocer a Jess.

    Brasil 23 de enero

    la pEquEa maEstraValeria vive en la ciudad donde el Amazonas

    desemboca en el Ocano Atlntico [deje que un nio localice la desembocadura del Amazonas en el Atlnti-co]. A Valeria le encanta compartir su fe con los de-ms; es algo que ha aprendido de sus paps.

    FE EN LA SALA DE EMERGENCIASCuando Valeria tena siete aos, se cay y se rompi un brazo. Sus paps la llevaron in-

    mediatamente al hospital, y los mdicos le dijeron que tenan que ponerle anestesia para intentar arreglarle el hueso mediante una operacin. Valeria les pidi a los mdicos que espe-raran un momento antes de dormirla, pues quera orar por ellos, para que Jess los dirigiera durante la operacin. Los cirujanos se sorprendieron mucho de la peticin de la pequea, pero la mam insisti en que le permitieran hacerlo, y ellos se lo permitieron. Esperaron pacientemente mientras Valeria oraba por ellos.

    Cuando Valeria se despert de la operacin, tena el brazo escayolado. Tuvo que quedarse aquella noche en el hospital, y cuando el cirujano pas a visitarla al da siguiente Valeria lo invit a que le entregara su corazn a Jess. El cirujano sonri y le dijo que intentara ir a la iglesia.

    QUIERO IRMEAl da siguiente, Valeria le suplic al doctor que la dejara irse a casa, porque haba un

    programa especial en la iglesia y ella era la predicadora principal. El mdico la dej irse, pero le dijo a la mam que tendra que llevar a Valeria al hospital el lunes, pues deba someterse a una nueva intervencin quirrgica en el brazo.

    El lunes, Valeria fue enviada a otro hospital para someterse a la nueva ciruga. Otros mdicos se encargaron de ella, y cuando Valeria les pidi que la dejaran orar antes de entrar al quirfano le dijeron que no. As que, Valeria or en bajito, para s misma. Mam y pap me ensearon a orar antes de hacer algo, as que yo no iba a dejarme operar sin orar, dice Valeria.

    LA PEQUEA MAESTRAA la mam de Valeria le gustaba visitar los hogares de sus vecinos para hablarles de Jess,

    especialmente a los nios. As que, un da quiso iniciar un Grupo pequeo de nios y le pidi a Valeria que lo dirigiera ella misma, a pesar de que solo tena siete aos. Ella deba ensearles la Biblia, coritos y, por supuesto, a orar. Valeria acept, y cuarenta nios asistieron a la reu-nin. Qu Grupo pequeo tan grande, no les parece?

    Actividad Hablemos en portugus

    As se pronuncian los das de la semana en portugus:Domingo DomingoLunes Segunda feiraMartes Tersa feiraMircoles Cuarta feiraJueves Quinta feiraViernes Sesta feiraSbado Sbado

    CPSULA INFORMATIVA Mucha gente que vive en aldeas del Ama-

    zonas no ha odo nunca hablar de Jess ni del mensaje adventista.

    Parte de las ofrendas del decimotercer sba-do de este trimestre ayudar a construir dos iglesias-clnicas flotantes. Se trata de dos lanchas que irn recorriendo las pequeas aldeas de ambos mrgenes del Amazonas para adorar con sus habitantes y ensearles acerca de Jess.

    El DVD de las misiones de este trimestre pre-senta algunas de las historias de este territo-rio. Pida al director de la Escuela Sabtica de adultos que le presten el DVD para mostrarlo a los nios. Tambin puede descargarlo en www.Adventistmission.org/DVD

    10 MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA 11

  • fe, y les dice que deben orar. l dirige un Grupo pequeo de nios, en su mayora no adventistas, y estudian juntos la Biblia. Por lo general, 17 nios asisten a esas reuniones, y 4 de ellos se han bautizado ya.

    Heitor tambin ayuda a otros nios ad-ventistas a iniciar sus propios Grupos peque-os. Y le gusta echar una mano a los nios que lo estn pasando mal. Los animo a que se hagan amigos de Jess dice Heitor. No basta con orar por alguien, hay que estar dis-puesto a dejar que Dios nos use a nosotros para cambiar el corazn de esa persona.

    Estn ustedes orando por alguien? Les ha pedido Jess que ayuden a algn nio que an no lo conoce?

    Cuando traemos nuestras ofrendas a la Escuela Sabtica, estamos ayudando a mu-chos nios de todo el mundo a conocer a Jess.

    Brasil 23 de enero

    la pEquEa maEstraValeria vive en la ciudad donde el Amazonas

    desemboca en el Ocano Atlntico [deje que un nio localice la desembocadura del Amazonas en el Atlnti-co]. A Valeria le encanta compartir su fe con los de-ms; es algo que ha aprendido de sus paps.

    FE EN LA SALA DE EMERGENCIASCuando Valeria tena siete aos, se cay y se rompi un brazo. Sus paps la llevaron in-

    mediatamente al hospital, y los mdicos le dijeron que tenan que ponerle anestesia para intentar arreglarle el hueso mediante una operacin. Valeria les pidi a los mdicos que espe-raran un momento antes de dormirla, pues quera orar por ellos, para que Jess los dirigiera durante la operacin. Los cirujanos se sorprendieron mucho de la peticin de la pequea, pero la mam insisti en que le permitieran hacerlo, y ellos se lo permitieron. Esperaron pacientemente mientras Valeria oraba por ellos.

    Cuando Valeria se despert de la operacin, tena el brazo escayolado. Tuvo que quedarse aquella noche en el hospital, y cuando el cirujano pas a visitarla al da siguiente Valeria lo invit a que le entregara su corazn a Jess. El cirujano sonri y le dijo que intentara ir a la iglesia.

    QUIERO IRMEAl da siguiente, Valeria le suplic al doctor que la dejara irse a casa, porque haba un

    programa especial en la iglesia y ella era la predicadora principal. El mdico la dej irse, pero le dijo a la mam que tendra que llevar a Valeria al hospital el lunes, pues deba someterse a una nueva intervencin quirrgica en el brazo.

    El lunes, Valeria fue enviada a otro hospital para someterse a la nueva ciruga. Otros mdicos se encargaron de ella, y cuando Valeria les pidi que la dejaran orar antes de entrar al quirfano le dijeron que no. As que, Valeria or en bajito, para s misma. Mam y pap me ensearon a orar antes de hacer algo, as que yo no iba a dejarme operar sin orar, dice Valeria.

    LA PEQUEA MAESTRAA la mam de Valeria le gustaba visitar los hogares de sus vecinos para hablarles de Jess,

    especialmente a los nios. As que, un da quiso iniciar un Grupo pequeo de nios y le pidi a Valeria que lo dirigiera ella misma, a pesar de que solo tena siete aos. Ella deba ensearles la Biblia, coritos y, por supuesto, a orar. Valeria acept, y cuarenta nios asistieron a la reu-nin. Qu Grupo pequeo tan grande, no les parece?

    10 MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA 11

  • El Grupo pequeo fue creciendo, y el pap de Valeria compr un terreno para que los nios construyeran en l un refugio tem-poral de barro y paja. A los nios les encant la experiencia de construir su propio refu-gio, que se convertira despus en su iglesita. A raz de eso, algunos padres comenzaron a asistir a aquellas reuniones.

    EL GRUPO SIGUE CRECIENDOLa mam de Valeria decidi llevar a cabo

    una campaa de evangelizacin para nios. Valeria y sus amigos fueron los encargados de predicar, y diez nios y cuatro adultos se bautizaron como resultado de la campaa. As que, la iglesita de barro y paja les qued demasiado pequea, por lo que haba llega-do la hora de construir una iglesia grande y permanente.

    Hoy, ms de ochenta personas se renen en esa nueva iglesia; 55 son nios. Valeria sigue siendo la maestra de los nios y su

    mam es la maestra de los adultos. Su her-manita, Vanesa, es la directora de canto.

    Los miembros de esta iglesia han forma-do cinco Grupos pequeos que se renen du-rante la semana. Valeria y Vanesa dirigen dos de esos grupos y esperan que uno de ellos pronto se convierta en una nueva iglesia.

    Valeria nos pide que demos lo mejor de nosotros para la obra de Dios, porque las recompensas son enormes, mucho mayores de lo que se puede comprar con dinero. Las ofrendas de este trimestre ayudarn a perso-nas como Valeria y su familia a llevar a cabo la obra de Dios en Brasil y alrededor del mundo.

    Brasil 30 de enero

    conquistadorEs conquistando para JEss

    Eduardo vive en una ciudad de Brasil. Su familia no asista a la Iglesia Adventista, pero su hermana se uni al Club de Conquistadores cuando era adolescen-te. Le encantaba el Club; tanto le gustaba que, cuando Eduardo tena ocho aos, su madre lo anim a l tambin a que se uniera a los Conquista-dores. Eduardo recuerda escuchar a su hermana, Christiane, hablando sobre todo lo que hacan en el Club, como ir de acampada, aprender muchas cosas sobre la naturaleza, hacer trabajos manuales y otras actividades muy divertidas. As que, decidi unirse al Club.

    Christiane tena razn: el Club de Conquistadores era superdivertido. All Eduardo hizo nuevos amigos, lo pas de maravilla en campamentos y competiciones deportivas, aprendi a marchar y le dieron varios honores. Y, cuando se les pidi a los miembros del Club que se encargaran del programa un sbado por la maana, Eduardo particip tambin, aunque no era miembro de la iglesia. Todos los miembros del Club llevaban sus uniformes y marcharon muy bien formados por el pasillo central del templo llevando la bandera de Brasil. Algunos hicieron las funciones de diconos, otros recogieron las ofrendas, y otros cantaron y oraron. Dos jvenes del Club predicaron. Qu orgulloso se senta Eduardo de formar parte de los Conquistadores!

    EN LA IGLESIA ME LO PASO GENIALAunque la hermana de Eduardo ya se haba graduado de los Conquistadores, segua

    asistiendo a la iglesia. A menudo invitaba a Eduardo para que fuera con ella algunos sbados en que los Conquistadores no tenan ninguna actividad ni parte en el programa. La mam de Eduardo estaba contenta porque sus hijos iban a la iglesia juntos, ya que su trabajo como enfermera le impeda acompaarlos por falta de tiempo.

    A Eduardo le gustaba mucho la Escuela Sabtica. Decidi unirse a un grupo de mucha-chos que estudiaban la Biblia y finalmente pidi ser bautizado. Quera que sus paps estu-vieran presentes en su bautismo, as que se lo pidi. Los dos, que eran enfermeros, decidieron pedir el da libre en el hospital para asistir al bautismo de su hijo. Aquel fue un da sumamen-te feliz para Eduardo.

    Cuando Christiane termin la secundaria se fue a vivir a otra ciudad, y Eduardo sigui asistiendo a la iglesia, pero solo. Su mam lo animaba a seguir yendo los sbados a la iglesia y a seguir siendo adventista, y se senta mal por no poder acompaarlo. As que, decidi pedir varios sbados libres para ir con su hijo a la iglesia.

    pois se fez meu Salvador;hoje ainda tem prazerde crianas receber.

    Pra gozar seu rico amor,dei de amar meu Salvador,e desejo anunciarseu amor to singular.

    Meu Senhor Jesus estao meu lado e levar,afinal, ao cu de luz,os que resgatou na cruz.

    CPSULA INFORMATIVA Valeria y su hermana Vanesa no podan

    iniciar una iglesia por s mismas, pero s po-dan ayudar a sus padres enseando a los nios coritos, relatos de la Biblia y a orar. Los paps de los dems nios comenzaron a asistir tambin al Grupo pequeo, y de ah surgi una nueva iglesia.

    Oren para que Dios bendiga a Valeria y a su familia en la nueva iglesia, y en los Grupos pequeos. Por qu creen ustedes que debemos orar nosotros? [Para que de-diquemos ms tiempo a estudiar la Biblia, para que oremos ms, para que visitemos a la gente y le hablemos de Jess, para que ayudemos a los que tienen problemas.]

    12 MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA 13

  • mam es la maestra de los adultos. Su her-manita, Vanesa, es la directora de canto.

    Los miembros de esta iglesia han forma-do cinco Grupos pequeos que se renen du-rante la semana. Valeria y Vanesa dirigen dos de esos grupos y esperan que uno de ellos pronto se convierta en una nueva iglesia.

    Valeria nos pide que demos lo mejor de nosotros para la obra de Dios, porque las recompensas son enormes, mucho mayores de lo que se puede comprar con dinero. Las ofrendas de este trimestre ayudarn a perso-nas como Valeria y su familia a llevar a cabo la obra de Dios en Brasil y alrededor del mundo.

    Brasil 30 de enero

    conquistadorEs conquistando para JEss

    Eduardo vive en una ciudad de Brasil. Su familia no asista a la Iglesia Adventista, pero su hermana se uni al Club de Conquistadores cuando era adolescen-te. Le encantaba el Club; tanto le gustaba que, cuando Eduardo tena ocho aos, su madre lo anim a l tambin a que se uniera a los Conquista-dores. Eduardo recuerda escuchar a su hermana, Christiane, hablando sobre todo lo que hacan en el Club, como ir de acampada, aprender muchas cosas sobre la naturaleza, hacer trabajos manuales y otras actividades muy divertidas. As que, decidi unirse al Club.

    Christiane tena razn: el Club de Conquistadores era superdivertido. All Eduardo hizo nuevos amigos, lo pas de maravilla en campamentos y competiciones deportivas, aprendi a marchar y le dieron varios honores. Y, cuando se les pidi a los miembros del Club que se encargaran del programa un sbado por la maana, Eduardo particip tambin, aunque no era miembro de la iglesia. Todos los miembros del Club llevaban sus uniformes y marcharon muy bien formados por el pasillo central del templo llevando la bandera de Brasil. Algunos hicieron las funciones de diconos, otros recogieron las ofrendas, y otros cantaron y oraron. Dos jvenes del Club predicaron. Qu orgulloso se senta Eduardo de formar parte de los Conquistadores!

    EN LA IGLESIA ME LO PASO GENIALAunque la hermana de Eduardo ya se haba graduado de los Conquistadores, segua

    asistiendo a la iglesia. A menudo invitaba a Eduardo para que fuera con ella algunos sbados en que los Conquistadores no tenan ninguna actividad ni parte en el programa. La mam de Eduardo estaba contenta porque sus hijos iban a la iglesia juntos, ya que su trabajo como enfermera le impeda acompaarlos por falta de tiempo.

    A Eduardo le gustaba mucho la Escuela Sabtica. Decidi unirse a un grupo de mucha-chos que estudiaban la Biblia y finalmente pidi ser bautizado. Quera que sus paps estu-vieran presentes en su bautismo, as que se lo pidi. Los dos, que eran enfermeros, decidieron pedir el da libre en el hospital para asistir al bautismo de su hijo. Aquel fue un da sumamen-te feliz para Eduardo.

    Cuando Christiane termin la secundaria se fue a vivir a otra ciudad, y Eduardo sigui asistiendo a la iglesia, pero solo. Su mam lo animaba a seguir yendo los sbados a la iglesia y a seguir siendo adventista, y se senta mal por no poder acompaarlo. As que, decidi pedir varios sbados libres para ir con su hijo a la iglesia.

    12 MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA 13

  • Brasil 6 de febrero

    la invitacinAmanda vive cerca del ro Amazonas, al norte de

    Brasil. Quin puede localizar el ro Amazonas en el mapa? [Permita que un nio lo intente.]

    Un da, Amanda lleg a casa de la escuela y vio que haba un papel en la puerta. Era una invitacin para una campaa de evangelizacin en la Iglesia Adventis-ta. Segn el papel, habra charlas sobre salud, cantos, pelculas sobre Jess y estudios bblicos. La verdad es que a Amanda aquello le pareci muy interesante, as que le pidi a su mam que la dejara ir. Y su mam le dijo que s, ya que las reuniones se celebraban muy cerquita de la casa. Cuando el programa empez, Amanda asisti.

    HACIENDO NUEVOS AMIGOSAmanda era una nia bastante tmida; por eso, cuando lleg a la iglesia la primera tarde

    de las reuniones no habl con nadie. Pero, cuando vio que haba otros nios de su edad, se sinti como en casa. De hecho, los nios eran los que dirigan el servicio de canto, y tambin participaban en otros aspectos del programa. A Amanda le encant la experiencia y decidi regresar al da siguiente.

    El segundo da, Amanda se qued hablando un rato con otros nios una vez que finaliz el programa, y as hizo nuevos amigos. De hecho, algunos de ellos iban a su misma escuela, y all se los encontr. Amanda le dijo a su mam que asistiera con ella al da siguiente, pero la mam le dijo que no tena tiempo, que estaba demasiado ocupada.

    EL DESEO DE AMANDAAmanda deseaba que su mam asistiera con ella a las reuniones. Todos los das la invita-

    ba, hasta que finalmente, en la segunda semana, la mam acept ir con ella. A la mam le encant el programa y pidi recibir estudios bblicos.

    Una tarde, cuando ya estaba a punto de finalizar la campaa de evangelizacin, Amanda y su madre caminaban de vuelta a casa cuando Amanda dijo:

    Quiero ser adventista. Si t no quieres serlo, yo puedo ir sola los sbados a la iglesia.La mam se sorprendi muchsimo de la decisin tan firme y madura de su hija, y deci-

    di seguir el ejemplo de Amanda. Desde entonces, comenz a asistir todos los sbados a la iglesia. Poco despus comenzaron a prepararse para el bautismo.

    Despus de estudiar la Biblia con el pastor durante varias semanas, Amanda y su madre estuvieron listas para ser bautizadas. La mam le dijo al pastor que Amanda era la persona que haba influido sobre ella para que aceptara a Jess como su Salvador. Amanda y su mam se bautizaron juntas.

    ADORANDO EN FAMILIAPoco despus de que la mam de Eduar-

    do comenzara a ir a la iglesia con l, el pap hizo lo mismo siempre que tena el sbado libre. Finalmente la mam de Eduardo deci-di pedirle a su jefe que le diera siempre el sbado libre a cambio de trabajar turnos do-bles. Su jefe le concedi lo que peda, y la mam de Eduardo ha asistido a la iglesia cada sbado desde entonces.

    Un ao despus de que la mam de Eduardo tomara esa decisin, el pap y la mam pidieron ser bautizados. Nuestro hijo y nuestra hija han sido grandes ejem-plos para nosotros dicen los padres de Eduardo. Queremos que nuestra familia sea cristiana.

    Eduardo dice: Estoy muy contento de que Jess nos haya ayudado a mi hermana y a m a llevar a toda nuestra familia a la igle-sia. Ahora, cuando mis amiguitos del vecin-dario me ven caminando por la calle los s-bados y me preguntan adnde voy, los invito a venir conmigo. Y cuando hay algn pro-grama especial en la iglesia tambin los invi-to. Les digo que se hagan miembros del Club de Conquistadores. Dos de mis ami-gos ya lo han hecho, y les encanta. Incluso han invitado a su padres a actividades espe-

    ciales del Club en la iglesia. Cuando un pa-dre tiene alguna pregunta sobre la actividad, yo se la respondo lo mejor que s, y les digo lo importante que es que vengan a apoyar a sus hijos. Espero que mis amigos y sus pa-dres conozcan a Jess a travs del Club, como lo hemos conocido mi hermana y yo. Es lo mejor que nos ha pasado en la vida.

    UNA FAMILIA FELIZLa mam de Eduardo dice: Estoy muy

    contenta porque ahora todos adoramos jun-tos como familia, porque mis hijos no deja-ron nunca de invitarnos a ir a la iglesia con ellos y porque hoy en da todos estamos en los caminos de Dios. Nos encanta compartir el amor de Jess con nuestros vecinos e ir a la iglesia los sbados. Estamos empezando un Grupo pequeo en nuestra casa.

    El versculo favorito de Eduardo es Josu 24:15: Elijan hoy a quin van a servir: si a los dioses a los que sus antepasados servan a orillas del ufrates, o a los dioses de los amo-rreos que viven en esta tierra. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Seor.

    CPSULA INFORMATIVA En Brasil hay una gran diversidad de anima-

    les, como el armadillo, el jaguar, el puma o el tapir. No sabes qu es un tapir? Bscalo en Internet, vers cmo te sorprende este extico animal.

    La capital de Brasil es Brasilia, pero la ciu-dad ms grande del pas es So Paulo.

    En Brasil hay tres franjas horarias.

    14 MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA 15

  • Brasil 6 de febrero

    la invitacinAmanda vive cerca del ro Amazonas, al norte de

    Brasil. Quin puede localizar el ro Amazonas en el mapa? [Permita que un nio lo intente.]

    Un da, Amanda lleg a casa de la escuela y vio que haba un papel en la puerta. Era una invitacin para una campaa de evangelizacin en la Iglesia Adventis-ta. Segn el papel, habra charlas sobre salud, cantos, pelculas sobre Jess y estudios bblicos. La verdad es que a Amanda aquello le pareci muy interesante, as que le pidi a su mam que la dejara ir. Y su mam le dijo que s, ya que las reuniones se celebraban muy cerquita de la casa. Cuando el programa empez, Amanda asisti.

    HACIENDO NUEVOS AMIGOSAmanda era una nia bastante tmida; por eso, cuando lleg a la iglesia la primera tarde

    de las reuniones no habl con nadie. Pero, cuando vio que haba otros nios de su edad, se sinti como en casa. De hecho, los nios eran los que dirigan el servicio de canto, y tambin participaban en otros aspectos del programa. A Amanda le encant la experiencia y decidi regresar al da siguiente.

    El segundo da, Amanda se qued hablando un rato con otros nios una vez que finaliz el programa, y as hizo nuevos amigos. De hecho, algunos de ellos iban a su misma escuela, y all se los encontr. Amanda le dijo a su mam que asistiera con ella al da siguiente, pero la mam le dijo que no tena tiempo, que estaba demasiado ocupada.

    EL DESEO DE AMANDAAmanda deseaba que su mam asistiera con ella a las reuniones. Todos los das la invita-

    ba, hasta que finalmente, en la segunda semana, la mam acept ir con ella. A la mam le encant el programa y pidi recibir estudios bblicos.

    Una tarde, cuando ya estaba a punto de finalizar la campaa de evangelizacin, Amanda y su madre caminaban de vuelta a casa cuando Amanda dijo:

    Quiero ser adventista. Si t no quieres serlo, yo puedo ir sola los sbados a la iglesia.La mam se sorprendi muchsimo de la decisin tan firme y madura de su hija, y deci-

    di seguir el ejemplo de Amanda. Desde entonces, comenz a asistir todos los sbados a la iglesia. Poco despus comenzaron a prepararse para el bautismo.

    Despus de estudiar la Biblia con el pastor durante varias semanas, Amanda y su madre estuvieron listas para ser bautizadas. La mam le dijo al pastor que Amanda era la persona que haba influido sobre ella para que aceptara a Jess como su Salvador. Amanda y su mam se bautizaron juntas.

    ciales del Club en la iglesia. Cuando un pa-dre tiene alguna pregunta sobre la actividad, yo se la respondo lo mejor que s, y les digo lo importante que es que vengan a apoyar a sus hijos. Espero que mis amigos y sus pa-dres conozcan a Jess a travs del Club, como lo hemos conocido mi hermana y yo. Es lo mejor que nos ha pasado en la vida.

    UNA FAMILIA FELIZLa mam de Eduardo dice: Estoy muy

    contenta porque ahora todos adoramos jun-tos como familia, porque mis hijos no deja-ron nunca de invitarnos a ir a la iglesia con ellos y porque hoy en da todos estamos en los caminos de Dios. Nos encanta compartir el amor de Jess con nuestros vecinos e ir a la iglesia los sbados. Estamos empezando un Grupo pequeo en nuestra casa.

    El versculo favorito de Eduardo es Josu 24:15: Elijan hoy a quin van a servir: si a los dioses a los que sus antepasados servan a orillas del ufrates, o a los dioses de los amo-rreos que viven en esta tierra. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Seor.

    14 MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA 15

  • AMANDA ES MUY FELIZAmanda se uni al Club de Conquista-

    dores, y especialmente le gustaba ir de cam-pamento. Tambin tena un compaero con el que hacan obra misionera, sobre todo repartir literatura cristiana a la gente. Aman-da le habla a todo el mundo de Jess: a sus compaeritos de la escuela, a sus amiguitos, a sus conocidos, vecinos y familiares. Se ha unido a un Grupo pequeo al que asisten otros nios de su edad, y ha invitado a algu-nos de sus vecinos tambin.

    Lo mejor que me ha pasado en la vida ha sido conocer a Jess y entregarle mi cora-zn dice Amanda. Lo amo muchsimo y s que l me ama a m.

    Nosotros tambin podemos hacer lo mismo que Amanda. Podemos invitar a otras personas a las campaas de evangeliza-cin de la iglesia, al Club de Conquistado-res, a la Escuela Sabtica o a otras activida-des. Podemos compartir el amor de Jess con nuestros compaeritos de la escuela y con nuestros vecinos. Hay muchas cosas que podemos hacer para llevar el amor de Jess a los dems. Una de ellas es traer nuestras ofrendas a la iglesia cada sbado. Gracias a ellas, miles de nios en todo el mundo po-drn conocer el amor de Jess.

    Brasil 13 de febrero

    los nios dEl roMatheus y Adaias nacieron en una aldea llamada

    Rosa de Sarn, cerca del ro Amazonas. La vida en su aldea era muy feliz para ellos: nadaban juntos en el ro, observaban a los cocodrilos, pescaban, y jugaban al ftbol con sus primos y primas. Casi todos los habitan-tes de la aldea eran familiares. Y, aunque no tenan electricidad, a los nios no les importaba no poder ver la televisin ni jugar videojuegos o navegar por Internet, porque lo pasaban muy bien jugando juntos al aire libre.

    La escuela de la aldea solo tena un aula, y en ella se juntaban todos los alumnos, desde el primer grado hasta el ltimo. Los nios se sentaban en tablas de madera que hacan las veces de pupitres, y no tenan libros. Durante las cuatro horas diarias que pasaban en la escuela, escuchaban al maestro y respondan sus preguntas. Se turnaban para escribir en la pizarra, y as aprendan a leer, a escribir y un poco de matemticas. Al terminar el quinto ao, se acababa la escuela para ellos, pues no haba ms grados, a no ser que alguien les diera dinero para que pudieran ir a la ciudad a seguir estudiando. Pero eso casi nunca suceda.

    Otra de las dificultades de vivir en el Amazonas era que, si te enfermabas, o si algo malo te suceda como que te picara una serpiente o tuvieras un accidente, no haba mdicos, en-fermeros ni hospitales.

    Un da, en el ao 2010, pas algo maravilloso: una lancha lleg a la aldea de Matheus y Adaias. La lancha se llamaba Luzeiro XXVI, y en ella haba un mdico, una enfermera, un dentista y un pastor. Haban llegado a la aldea para ayudar a la gente. Ni Matheus ni Adaias haban visto nunca una lancha como aquella lancha de ADRA, y estaban encantados de que hubiera llegado a su aldea.

    Cada da los dos nios se acercaban hasta la lancha y se hicieron amiguitos del equipo de ADRA. Ellos dos tambin queran ayudar, as que se hicieron voluntarios de ADRA. Trans-portaban madera y bolsas de arena para construir un nuevo saln de clases para la escuela. Todo el mundo se dio cuenta de lo duro que trabajaban a pesar de que eran unos nios.

    Cuando ya estaban terminando la ampliacin de la escuela, la enfermera del Luzeiro les pregunt si queran seguir estudiando.

    Claro que s dijeron los dos al unsono.Y entonces la enfermera les habl de una escuela adventista llamada Instituto Adventista

    Agro-Industrial (IAAI). Si los nios pudieran ir all, aprenderan muchas cosas, viviran en un edificio muy grande y conoceran mejor a Jess. Pero ni Matheus ni Adaias, ni sus paps, tenan dinero para enviarlos al internado. Qu podan hacer?

    S que ustedes no tienen dinero les dijo la enfermera. Pero podemos pedirle al pastor que nos ayude a conseguirles una beca.

    CPSULA INFORMATIVA Hay cientos de maneras creativas en las

    que podemos hablar de Jess a los dems. Pueden decir algunas?

    Hemos odo relatos de varios nios que comparten su fe en Jess de modos diferen-tes. De qu maneras comparten ustedes con los dems su fe en Jess?

    16 MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA 17

  • Brasil 13 de febrero

    los nios dEl roMatheus y Adaias nacieron en una aldea llamada

    Rosa de Sarn, cerca del ro Amazonas. La vida en su aldea era muy feliz para ellos: nadaban juntos en el ro, observaban a los cocodrilos, pescaban, y jugaban al ftbol con sus primos y primas. Casi todos los habitan-tes de la aldea eran familiares. Y, aunque no tenan electricidad, a los nios no les importaba no poder ver la televisin ni jugar videojuegos o navegar por Internet, porque lo pasaban muy bien jugando juntos al aire libre.

    La escuela de la aldea solo tena un aula, y en ella se juntaban todos los alumnos, desde el primer grado hasta el ltimo. Los nios se sentaban en tablas de madera que hacan las veces de pupitres, y no tenan libros. Durante las cuatro horas diarias que pasaban en la escuela, escuchaban al maestro y respondan sus preguntas. Se turnaban para escribir en la pizarra, y as aprendan a leer, a escribir y un poco de matemticas. Al terminar el quinto ao, se acababa la escuela para ellos, pues no haba ms grados, a no ser que alguien les diera dinero para que pudieran ir a la ciudad a seguir estudiando. Pero eso casi nunca suceda.

    Otra de las dificultades de vivir en el Amazonas era que, si te enfermabas, o si algo malo te suceda como que te picara una serpiente o tuvieras un accidente, no haba mdicos, en-fermeros ni hospitales.

    Un da, en el ao 2010, pas algo maravilloso: una lancha lleg a la aldea de Matheus y Adaias. La lancha se llamaba Luzeiro XXVI, y en ella haba un mdico, una enfermera, un dentista y un pastor. Haban llegado a la aldea para ayudar a la gente. Ni Matheus ni Adaias haban visto nunca una lancha como aquella lancha de ADRA, y estaban encantados de que hubiera llegado a su aldea.

    Cada da los dos nios se acercaban hasta la lancha y se hicieron amiguitos del equipo de ADRA. Ellos dos tambin queran ayudar, as que se hicieron voluntarios de ADRA. Trans-portaban madera y bolsas de arena para construir un nuevo saln de clases para la escuela. Todo el mundo se dio cuenta de lo duro que trabajaban a pesar de que eran unos nios.

    Cuando ya estaban terminando la ampliacin de la escuela, la enfermera del Luzeiro les pregunt si queran seguir estudiando.

    Claro que s dijeron los dos al unsono.Y entonces la enfermera les habl de una escuela adventista llamada Instituto Adventista

    Agro-Industrial (IAAI). Si los nios pudieran ir all, aprenderan muchas cosas, viviran en un edificio muy grande y conoceran mejor a Jess. Pero ni Matheus ni Adaias, ni sus paps, tenan dinero para enviarlos al internado. Qu podan hacer?

    S que ustedes no tienen dinero les dijo la enfermera. Pero podemos pedirle al pastor que nos ayude a conseguirles una beca.

    16 MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA 17

  • Paraguay 20 de febrero

    la oracin dE pEdritoPedrito viva con su mam y su pap en una casita

    de una aldea al norte de Paraguay [ayude a los nios a que localicen Paraguay en un mapa de Sudamrica]. To-dos los habitantes de la aldea de Pedrito son nativos guaranes, y su abuelo es el cacique.

    Cuando Pedrito cumpli siete aos, su abuelo, el cacique de la aldea, quiso que el nio fuera a una escuela para que recibiera una buena edu-cacin. Y, como haba odo hablar de la Escuela Adventista de Caaguaz, pens que aquella podra ser una buena opcin. Adems, varias personas le dijeron que all su nieto recibira muy buena educacin.

    PEDRITO VA A LA ESCUELAPedrito y su abuelo viajaron durante muchas horas para llegar a la escuela. Una vez all,

    alguien les mostr el lugar, incluido el dormitorio de varones, y, contento con lo que haba visto, el abuelo se fue, dejando a Pedrito solo en aquel lugar desconocido para l.

    Al principio, Pedrito se senta solo y con nostalgia de su aldea, pero aquella tristeza no le dur mucho tiempo, porque enseguida hizo nuevos amigos. Pedrito aprendi a leer y a es-cribir, y tambin matemticas. Pero, lo ms importante es que comenz a or hablar de Jess, y a comprender que Jess lo amaba. Tambin le ensearon que Dios nos da todo lo bueno que tenemos, como la comida; por eso, antes de comer, hemos de orar para darle las gracias por todo lo que nos da.

    DE VUELTA A CASALas primeras semanas pasaron rpidamente y pronto lleg el momento de volver a casa

    por vacaciones. Cuando se acercaba a su aldea, Pedrito estaba entusiasmado porque iba a ver a su familia por fin. No poda esperar para contarles todo lo que haba aprendido en la nueva escuela, especialmente sobre Jess.

    A la hora de comer, Pedrito se sent a la mesa junto con sus familiares y, como estaba acostumbrado a orar antes de cada comida en la escuela, se sorprendi de que su familia comenzara a comer sin ms. Sintindose incmodo por eso, Pedrito inclin la cabeza e hizo una oracin silenciosa antes de tocar la comida de su plato.

    Qu haces? le pregunt su pap. Nosotros no oramos antes de comer. Si t quieres orar, entonces agarra tu plato, vete afuera y come solo.

    Obedientemente, Pedrito tom su plato, sali afuera, se sent en el piso y comenz a comer solo. Entonces, lleg su abuelo y le pregunt:

    Por qu ests comiendo afuera t solito?

    Actividad: Hablemos en portugus

    As se pronuncian en portugus los nmeros del uno al diez. Como vers, es muy pare-cido al espaol, ya que tanto el portugus como el espaol provienen de la misma lengua: el latn.

    Uno UmDos DoisTres TresCuatro CuatroCinco SincoSeis Seis

    Siete SeteOcho OitoNueve NoveDiez Des

    El pastor se comprometi a hacer todo lo que estuviera en su mano. Y, unos meses despus, los dos muchachos recibieron bue-nas noticias: haban sido aceptados en el IAAI con una beca completa. Estaban tan contentos y tan nerviosos que no saban qu hacer ni qu decir.

    Matheus y Adaias agarraron sus pocas pertenencias y se despidieron de sus familia-res. Primero viajaron ocho horas ro arriba en canoa hasta la ciudad ms cercana. Des-pus tomaron un autobs abarrotado de gente y varias horas ms tarde llegaron a la escuela. Una vez all, los llevaron al dormito-rio que compartiran los dos.

    Al principio los dos muchachos se sen-tan muy cohibidos, pero pronto hicieron nuevos amigos. Los maestros se preocupa-ban por ellos, y eso los anim mucho. Ahora

    los dos intentan ser amables con los nuevos estudiantes, porque recuerdan lo duro que fue para ellos habituarse al nuevo lugar. Gra-cias a ser amable con un nuevo alumno, Ma-theus tiene ahora un gran amigo.

    Matheus y Adaias se integraron en el coro de la escuela y han grabado un CD. Actualmente han terminado ya sus estudios en el IAAI y Matheus quiere estudiar para ser pastor. Adaias quiere ser ingeniero. Tie-nen grandes sueos sobre qu quieren ser en el futuro; cosas que, cuando vivan en su al-dea, ni se imaginaban que estaran a su al-cance. Todo, gracias al Luzeiro XXVI.

    CPSULA INFORMATIVA El Amazonas pasa por Guayana, Ecuador,

    Venezuela, Bolivia, Brasil, Colombia y Per. Durante la temporada de lluvias, puede me-

    dir 190 kilmetros (120 millas) de ancho. No hay puentes sobre el Amazonas.

    18 MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA 19

  • Paraguay 20 de febrero

    la oracin dE pEdritoPedrito viva con su mam y su pap en una casita

    de una aldea al norte de Paraguay [ayude a los nios a que localicen Paraguay en un mapa de Sudamrica]. To-dos los habitantes de la aldea de Pedrito son nativos guaranes, y su abuelo es el cacique.

    Cuando Pedrito cumpli siete aos, su abuelo, el cacique de la aldea, quiso que el nio fuera a una escuela para que recibiera una buena edu-cacin. Y, como haba odo hablar de la Escuela Adventista de Caaguaz, pens que aquella podra ser una buena opcin. Adems, varias personas le dijeron que all su nieto recibira muy buena educacin.

    PEDRITO VA A LA ESCUELAPedrito y su abuelo viajaron durante muchas horas para llegar a la escuela. Una vez all,

    alguien les mostr el lugar, incluido el dormitorio de varones, y, contento con lo que haba visto, el abuelo se fue, dejando a Pedrito solo en aquel lugar desconocido para l.

    Al principio, Pedrito se senta solo y con nostalgia de su aldea, pero aquella tristeza no le dur mucho tiempo, porque enseguida hizo nuevos amigos. Pedrito aprendi a leer y a es-cribir, y tambin matemticas. Pero, lo ms importante es que comenz a or hablar de Jess, y a comprender que Jess lo amaba. Tambin le ensearon que Dios nos da todo lo bueno que tenemos, como la comida; por eso, antes de comer, hemos de orar para darle las gracias por todo lo que nos da.

    DE VUELTA A CASALas primeras semanas pasaron rpidamente y pronto lleg el momento de volver a casa

    por vacaciones. Cuando se acercaba a su aldea, Pedrito estaba entusiasmado porque iba a ver a su familia por fin. No poda esperar para contarles todo lo que haba aprendido en la nueva escuela, especialmente sobre Jess.

    A la hora de comer, Pedrito se sent a la mesa junto con sus familiares y, como estaba acostumbrado a orar antes de cada comida en la escuela, se sorprendi de que su familia comenzara a comer sin ms. Sintindose incmodo por eso, Pedrito inclin la cabeza e hizo una oracin silenciosa antes de tocar la comida de su plato.

    Qu haces? le pregunt su pap. Nosotros no oramos antes de comer. Si t quieres orar, entonces agarra tu plato, vete afuera y come solo.

    Obedientemente, Pedrito tom su plato, sali afuera, se sent en el piso y comenz a comer solo. Entonces, lleg su abuelo y le pregunt:

    Por qu ests comiendo afuera t solito?

    Actividad: Hablemos en portugus

    As se pronuncian en portugus los nmeros del uno al diez. Como vers, es muy pare-cido al espaol, ya que tanto el portugus como el espaol provienen de la misma lengua: el latn.

    Siete SeteOcho OitoNueve NoveDiez Des

    los dos intentan ser amables con los nuevos estudiantes, porque recuerdan lo duro que fue para ellos habituarse al nuevo lugar. Gra-cias a ser amable con un nuevo alumno, Ma-theus tiene ahora un gran amigo.

    Matheus y Adaias se integraron en el coro de la escuela y han grabado un CD. Actualmente han terminado ya sus estudios en el IAAI y Matheus quiere estudiar para ser pastor. Adaias quiere ser ingeniero. Tie-nen grandes sueos sobre qu quieren ser en el futuro; cosas que, cuando vivan en su al-dea, ni se imaginaban que estaran a su al-cance. Todo, gracias al Luzeiro XXVI.

    18 MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA 19

  • Pap no me deja orar antes de comer, as que mejor como afuera le contest Pedrito.

    SER AGRADECIDOSEl abuelo de Pedrito entr a la casa y ha-

    bl con su hijo, el pap de Pedrito.Por qu le ests haciendo esto a tu

    hijo? Deberas estar contento de que quiera orar. Pedrito ha cambiado, y t debes estar agradecido por ello. Voy a visitar su escuela y pedirles que vengan a nuestra aldea a ense-arnos las mismas cosas que Pedrito ha aprendido all.

    Y as fue. El abuelo de Pedrito fue a la escuela de su nieto y les hizo saber lo conten-to que estaba por los cambios que haba ob-servado en el nio.

    Podran enviar a alguien a nuestra al-dea para que nos hable de Dios? les pidi.

    EL PODER DE UN TESTIMONIOLa escuela envi a un pastor a la aldea de

    Pedrito, y all hizo amistad con todo el mun-do. Les habl de la Biblia durante tres meses, y como resultado el abuelo de Pedrito, su mam y otros 17 habitantes de la aldea fue-ron bautizados.

    A medida que pasaba el tiempo, se fue-ron bautizando ms personas. Hoy, hay ms de cuarenta adventistas en la aldea de Pedri-

    to y han formado ya una iglesia. Todo, como resultado de la fe de un muchachito que quera darle las gracias a Dios antes de comer.

    Aunque Pedrito no est bautizado toda-va porque es muy pequeo, su padre va a la iglesia con toda la familia. Gracias al testi-monio de este valiente nio paraguayo, siete nios ms, incluida su hermana, asisten a la Escuela Adventista de Caaguaz.

    Gracias, queridos nios y nias, por sus generosas ofrendas de cada sbado. Gracias a ellas, nios de todo el mundo como Pedrito pueden conocer a Jess.

    Paraguay 27 de febrero

    pablo, El prEdicadorPablo vive en Asuncin, la capital de Paraguay [ayude

    a los nios a localizar Asuncin en un mapa de Sudamri-ca]. Desde que era bien pequeito, a Pablo ya le encanta-ba asistir a la Escuela Sabtica cada semana. Y, durante el culto, se sentaba siempre en el primer banco, haciendo dibujos de la persona que estuviera predicando.

    Pablo era, ya entonces, un gran artista. Sus dibujos captaban perfectamente bien las expre-siones de la cara del pastor cuando predicaba. Mientras dibujaba, Pablo escuchaba atentamen-te el sermn, y cuando tena seis aos su maestra de Escuela Sabtica lo invit a que predicara en la iglesia. Ella misma le dio a Pablo la parte del sermn que le corresponda para que se la estudiara. Tres das despus, Pablo estaba listo para predicar.

    Tan bien predic Pablo que su maestra de Escuela Sabtica le dijo que era un gran predi-cador, y que ella crea que ese era el don que Dios le haba dado. Pablo se puso muy contento cuando su maestra le dijo aquellas palabras.

    NUEVAS INVITACIONES PARA PREDICARVarios meses despus, Pablo recibi otra invitacin para predicar, aunque esta vez no en

    su propia iglesia. Desde esa segunda experiencia como predicador, Pablo ha seguido recibien-do invitaciones para predicar en lugares diferentes, tanto en iglesias pequeas como en iglesias grandes. A veces tambin lo invitan a campaas de evangelizacin en todo el pas para que hable a la gente, especialmente a los nios, acerca de Jess.

    Para Pablo y su familia, la Biblia es muy importante porque contiene el mensaje de Dios para todos nosotros. Cada maana y cada tarde se unen para alabar al Dios del cielo por me-dio de cantos, oraciones, y de la lectura de su Palabra. Estos cultos familiares han ayudado a Pablo a aprender muchas cosas importantes de la Biblia que ahora l comparte con los dems.

    Me gusta predicar especialmente sobre Jos y sobre Daniel dice Pablo. Y tambin me gusta contar historias de nios que no quieren obedecer a sus padres, y entonces los comparo con relatos de la Biblia.

    A Pablo le encanta compartir la Biblia con los dems. Su texto bblico favorito es Salmo 91: 15 y 16, que dice as: Cuando me llame, le contestar; yo mismo estar con l! Lo librar de la angustia y lo colmar de honores; lo har disfrutar de una larga vida: lo har gozar de mi salva-cin! A Pablo le encanta este texto porque, como l mismo dice, me asegura que cuando yo necesite a Jess l estar conmigo.

    Pablo quiere animar a todos los nios y nias adventistas del mundo a que compartan la Palabra de Dios con sus amiguitos, pequeos y grandes. Tenemos que estudiar bien nuestras

    CPSULA INFORMATIVA En Paraguay hay 62 iglesias adventistas

    con ms de diez mil miembros en total. Cuentan en todo el pas con tres escuelas y una universidad adventistas.

    En Paraguay hay cuatro centros de salud adventistas: dos hospitales, una clnica y un centro de educacin sanitaria.

    20 MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA 21

  • to y han formado ya una iglesia. Todo, como resultado de la fe de un muchachito que quera darle las gracias a Dios antes de comer.

    Aunque Pedrito no est bautizado toda-va porque es muy pequeo, su padre va a la iglesia con toda la familia. Gracias al testi-monio de este valiente nio paraguayo, siete nios ms, incluida su hermana, asisten a la Escuela Adventista de Caaguaz.

    Gracias, queridos nios y nias, por sus generosas ofrendas de cada sbado. Gracias a ellas, nios de todo el mundo como Pedrito pueden conocer a Jess.

    Paraguay 27 de febrero

    pablo, El prEdicadorPablo vive en Asuncin, la capital de Paraguay [ayude

    a los nios a localizar Asuncin en un mapa de Sudamri-ca]. Desde que era bien pequeito, a Pablo ya le encanta-ba asistir a la Escuela Sabtica cada semana. Y, durante el culto, se sentaba siempre en el primer banco, haciendo dibujos de la persona que estuviera predicando.

    Pablo era, ya entonces, un gran artista. Sus dibujos captaban perfectamente bien las expre-siones de la cara del pastor cuando predicaba. Mientras dibujaba, Pablo escuchaba atentamen-te el sermn, y cuando tena seis aos su maestra de Escuela Sabtica lo invit a que predicara en la iglesia. Ella misma le dio a Pablo la parte del sermn que le corresponda para que se la estudiara. Tres das despus, Pablo estaba listo para predicar.

    Tan bien predic Pablo que su maestra de Escuela Sabtica le dijo que era un gran predi-cador, y que ella crea que ese era el don que Dios le haba dado. Pablo se puso muy contento cuando su maestra le dijo aquellas palabras.

    NUEVAS INVITACIONES PARA PREDICARVarios meses despus, Pablo recibi otra invitacin para predicar, aunque esta vez no en

    su propia iglesia. Desde esa segunda experiencia como predicador, Pablo ha seguido recibien-do invitaciones para predicar en lugares diferentes, tanto en iglesias pequeas como en iglesias grandes. A veces tambin lo invitan a campaas de evangelizacin en todo el pas para que hable a la gente, especialmente a los nios, acerca de Jess.

    Para Pablo y su familia, la Biblia es muy importante porque contiene el mensaje de Dios para todos nosotros. Cada maana y cada tarde se unen para alabar al Dios del cielo por me-dio de cantos, oraciones, y de la lectura de su Palabra. Estos cultos familiares han ayudado a Pablo a aprender muchas cosas importantes de la Biblia que ahora l comparte con los dems.

    Me gusta predicar especialmente sobre Jos y sobre Daniel dice Pablo. Y tambin me gusta contar historias de nios que no quieren obedecer a sus padres, y entonces los comparo con relatos de la Biblia.

    A Pablo le encanta compartir la Biblia con los dems. Su texto bblico favorito es Salmo 91: 15 y 16, que dice as: Cuando me llame, le contestar; yo mismo estar con l! Lo librar de la angustia y lo colmar de honores; lo har disfrutar de una larga vida: lo har gozar de mi salva-cin! A Pablo le encanta este texto porque, como l mismo dice, me asegura que cuando yo necesite a Jess l estar conmigo.

    Pablo quiere animar a todos los nios y nias adventistas del mundo a que compartan la Palabra de Dios con sus amiguitos, pequeos y grandes. Tenemos que estudiar bien nuestras

    20 MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA 21

  • Biblias, para poder hablar a la gente acerca de Jess, dice.

    Nadie es demasiado joven como para no poder hablar a otros sobre Jess. No importa la edad que uno tenga, siempre hay algo que pueda hacer para que todo el mundo conoz-ca a nuestro Salvador. Aqu van algunas ideas de cosas que ustedes pueden hacer para com-partir a Jess con los dems:

    Primero, ustedes tienen que conocer bien a Jess. Si Jess no es su mejor amigo, es difcil que ustedes tengan ga-nas de hablar de l a todo el mundo. As que, cada da, tomen tiempo para orar y para leer sus Biblias, o pdanle a un adulto que se la lea. El primer libro de la Biblia, el Gnesis o Libro de los comienzos, es un buen lugar para em-pezar. En l hay muchos relatos muy interesantes de los que podemos apren-der grandes lecciones. Despus, pue-den pasar a los cuatro evangelios, Ma-teo, Marcos, Lucas y Juan, porque ah es donde se habla de Jess. No hay mejor lugar para conocer bien a nues-tro Salvador.

    Si en su familia no tienen la costumbre

    de dedicar un tiempo diario a la devo-cin, pidan a mam o a pap, o a su abuelita si vive con ustedes, que haga el devocional con ustedes cada da. En tan solo quince minutos pueden can-tar, orar y leer algo de la Biblia o de un libro para nios que hable sobre Jess.

    Cuando oren, pdanle a Jess que los ayude a encontrar a alguien que necesi-te or hablar de l. Pdanle tambin que los ayude a saber qu decirle. Tal vez haya algn nio en su vecindario o en su escuela que se encuentra solo o triste y que necesita unas palabras de aliento. Tal vez tienen algn amiguito que ne-cesita que lo ayuden en algo. Cuando vayan a la tienda con mam o pap, pueden sonrerles a todas las personas con las que se crucen, o decirle algo agradable al cajero.

    Hablen con el pastor o con la maestra de Escuela Sabtica para que tengan algn programa especial para los nios, donde ustedes mismos sean quienes dirigen todo. Claro, necesitarn la ayu-da de algn adulto para escribir el ser-mn y encargarse de ciertos detalles para que todo salga bien.

    Se les ocurren otras ideas para compartir a Jess con los dems hoy?

    Uruguay 5 de marzo

    El ciEgo quE puEdE vErEl seor Francisco naci en la Argentina [ayude a

    los nios a que localicen la Argentina en un mapa de Sudamrica], pero lleva ya muchos aos viviendo en Uruguay [ayude a los nios a localizar Uruguay en el mapa].

    Cuando era apenas un beb, Francisco perdi a su mam y a su pap, as que tuvo que irse a vivir a un orfanato. All la vida era muy difcil para l, y cuando tena nueve aos comenz a buscar alguna manera de ganarse su propio dinero. Encontr trabajo en un cementerio; su responsabilidad era mantener bien limpiecitas las sepulturas. Le pagaban muy poquito por hacer aquel trabajo, pero al menos era algo.

    A los doce aos, Francisco encontr un trabajo mejor en una tienda de caramelos. All se senta ms contento y le pagaban ms, por lo que dispona de ms dinero para comprarse comida y algunas cosas que quera tener. A medida que se fue haciendo mayor, fue encon-trando nuevos trabajos como vendedor en diversas tiendas, hasta que pudo disponer de su-ficiente dinero para irse del orfanato.

    EN LAS MANOS DE DIOSUnos aos despus, Francisco conoci a una joven cristiana que le gust inmediatamen-

    te. Era una mujer muy linda y buena. Se cas con ella, y los dos fueron muy felices. Sin embargo, l tena el hbito de fumar; fumaba muchos cigarrillos al da. Por esta razn, al poco tiempo de casarse comenz a sentirse mal y tuvieron que llevarlo al hospital. Los mdi-cos le dijeron que no le quedaba mucho tiempo de vida, pero la esposa de l comenz a orar, confiando en que Dios obrara un milagro para salvar la vida de su esposo.

    Mientras estaba an en el hospital, el seor Francisco recibi una visita del capelln, que le dijo que Dios lo amaba y que su vida estaba en las manos de Dios. Aquello impresion mucho a Francisco, que decidi dejar de fumar. Su esposa continu orando mucho por l, y despus de que le dieron el alta del hospital l comenz a mejorar da tras da hasta que se recuper del todo.

    Unos aos despus de ese susto por causa de su salud, dos cosas muy tristes le sucedieron al seor Francisco. La primera fue que su esposa muri, y la segunda fue que l mismo co-menz a tener problemas de visin. Sus ojos empezaron a fallarle hasta que se qued completamente ciego. No saba qu hacer, as que simplemente se quedaba en casa todo el da, sentado y con una profunda tristeza.

    UN NUEVO AMIGOUn da, el seor Francisco recibi la visita de un amigo. Este amigo le dijo que haba una

    CPSULA INFORMATIVA El fundador de Asuncin fue el conquistador

    espaol Juan de Salazar. La ciudad, hoy capital de Paraguay, fue fundada el 15 de agosto, Da de la Asuncin segn el calen-dario catlico, en 1537.

    Los pases que hacen frontera con Paraguay son Brasil, Bolivia y Argentina. Paraguay no tiene costa.

    El noventa por ciento de la poblacin de Paraguay es catlica.

    22 MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA MISIN ADVENTISTA: NIOS DIVISIN SUDAMERICANA 23

  • de dedicar un tiempo diario a la devo-cin, pidan a mam o a pap, o a su abuelita si vive con ustedes, que haga el devocional con ustedes cada da. En tan solo quince minutos pueden can-tar, orar y leer algo de la Biblia o de un libro para nios que hable sobre Jess.

    Cuando oren, pdanle a Jess que los ayude a encontrar a alguien que necesi-te or hablar de l. Pdanle tambin que los ayude a saber qu decirle. Tal vez haya algn nio en su vecindario o en su escuela que se encuentra solo o triste y que necesita unas palabras de aliento. Tal vez tienen algn amiguito que ne-cesita que lo ayuden en algo. Cuando vayan a la tienda con mam o pap, pueden sonrerles a todas las personas con las que se crucen, o decirle algo agradable al cajero.

    Hablen con el pastor o con la maestra de Escuela Sabtica para que tengan algn programa especial para los nios, donde ustedes mismos sean quienes dirigen todo. Claro, necesitarn la ayu-da de algn adulto para escribir el ser-mn y encargarse de ciertos detalles para que todo salga bien.

    Se les ocurren otras ideas para compartir a Jess con los dems hoy?

    Uruguay 5 de marzo

    El ciEgo quE puEdE vErEl seor Francisco naci en la Argentina [ayude a

    los nios a que localicen la Argentina en un mapa de Sudamrica], pero lleva ya muchos aos viviendo en Uruguay [ayude a los nios a localizar Uruguay en el mapa].

    Cuando era apenas un beb, Francisco perdi a su mam y a su pap, as que tuvo que irse a vivir a un orfanato. All la vida era muy difcil para l, y cuando tena nueve aos comenz a buscar alguna manera de ganarse su propio dinero. Encontr trabajo en un cementerio; su responsabilidad era mantener bien limpiecitas las sepulturas. Le pagaban muy poquito por hacer aquel trabajo, pero al menos era algo.

    A los doce aos, Francisco encontr un trabajo mejor en una tienda de caramelos. All se senta ms contento y le pagaban ms, por lo que dispona de ms dinero para comprarse comida y algunas cosas que quera tener. A medida que se fue haciendo mayor, fue encon-trando nuevos trabajos como vendedor en diversas tiendas, hasta que pudo disponer de su-ficiente dinero para irse del orfanato.

    EN LAS MANOS DE DIOSUnos aos despus, Francisco conoci a una joven cristiana que le gust inmediatamen-

    te. Era una mujer muy linda y buena. Se cas con ella, y los dos fueron muy felices. Sin embargo, l tena el hbito de fumar; fumaba muchos cigarrillos al da. Por esta razn, al poco tiempo de casarse comenz a sentirse mal y tuvieron que llevarlo al hospital. Los mdi-cos le dijeron que no le quedaba mucho tiempo de vida, pero la esposa de l comenz a orar, confiando en que Dios obrara un milagro para salvar la vida de su esposo.

    Mientras estaba an en el hospital, el seor Francisco recibi una visita del capelln, que le dijo que Dios lo amaba y que su vida estaba en las manos de Dios. Aquello impresion mucho a Francisco, que decidi dejar de fumar. Su esposa continu orando mucho