MISIONEROS DE DIOS - Fundación Montecarmelo · rezo del Santo Rosario y nuestra propia...

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Cuando entréis a una Iglesia lo primero que debéis hacer: ir a adorar a Nuestro Señor.(Peñablanca 22-3-1986)

INFORMATIVO DE LAS APARICIONES DE LASANTISIMA VIRGEN EN EL MONTE CARMELO,PEÑABLANCA - CHILE Nº 215 – Enero 2004

MISIONEROSDE DIOS

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ORACION DE LA REVISTA MISIONEROS DE DIOSSantísima Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, Dama Blanca de la Paz,

mira benignamente a nosotros tus hijos que humildemente suplicamos tu mediación anteJesucristo Nuestro Señor para que nos permita dar a conocer la Gloria de Dios, Unoy Trino y aumenta nuestra fe y la de nuestros hermanos, a través de la revista Misio-neros de Dios, para la que pedimos Tu especial Bendición.

Acompáñanos Madre querida para que como grupos Marianos demos a conocertus mensajes de salvación expresados en tus Apariciones, como son: salvar almas quevan por el camino de la perdición, aumentar cada vez el número de los que recurren alrezo del Santo Rosario y nuestra propia santificación.

Que nuestro Padre que está en los Cielos escuche por medio tuyo, Madre, laspeticiones de gracias espirituales y materiales de los lectores de tu revista.

Haz que se cumpla siempre en todos nosotros la Santa Voluntad de Dios y aceptenuestra diaria consagración a los Inmaculados Corazones de Jesús y María.

Amén

La revista Misioneros de Dios es una publicación Católica y Mariana, cuyo objetoes dar a conocer las Apariciones de la Santísima Virgen que a lo largo de la historia hanocurrido en numerosos lugares.

Particularmente es el órgano oficial de las Apariciones de la Dama Blanca de la Pazen el Monte Carmelo, Peñablanca, Chile.

La Santa Misa se celebra en el Santuario de la cumbre del cerro, todos los primerossábados de mes, con autorización y sacerdotes exclusivamente nombrados por el señorObispo de Valparaíso.

Los otros días hay rezo diario del Santo Rosario y celebración de las fiestas Marianas,así como confesiones por los sacerdotes visitantes, incluso de otros países.

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Propietario:Fundación Monte Carmelo

Dirección y Redacción:Cecilia Hurtado Goycoolea

Representante Legal:Jorge Aravena Toledo

Colaboradores:Carmen Acuña Santa MaríaAdela Frias LarraínAlvaro Barros ValenzuelaAlberto Avendaño Carrasco

Reparto Informativo:Diagonal Cervantes 683, Of. 106Fono 6322674

Donaciones:Banco Crédito e InversionesCuenta 10194002 - Oficina Central

Diagramación e Impresión:Arancibia Hnos. y Cía. Ltda.

S U M A R I O

Editorial 3Gracias Señor 4Aparición de la Virgen Santísima en Peñablanca el 16 de enero de 1985 5El milagro de Damasco 71 de Enero: Solemnidad de Santa María, Madre de Dios 9La familia humana 11La Samaritana Fotinai 12Historia del cristianismo: Dos mil años de Fe 16El Purgatorio 18Apariciones de María Santísima en Heede (Alemania) 19¿Qué son los Iconos? 23Las apariciones de Medjugorge 24Mensaje del 25 de noviembre de 2003, de María Reina de la Paz 27El poder de la Eucaristía 27Tiempos difíciles avisados por María Santísima en PeñablancaNoticias de Peñablanca 30Testimonios 35Mensajes 36

NUESTRA PORTADA

MISIONEROSDE DIOS

Editorial

Comenzamos el año celebrando la solemnidad litúrgica de la divina maternidad de MaríaSantísima. Madre de Dios y Madre nuestra.

El Verbo Eterno, consubstancial al Padre, asume la naturaleza humana en el seno virginal deMaría.

Es el Don de Amor del Padre: “Dios ha amado tanto al mundo que le ha dado a su HijoUnigénito”.

Es la manifestación de su Divina Misericordia. Por lo tanto María es la Madre de laMisericordia.

Su misión materna ha sido la de dar a Jesús, que es la revelación del Amor Misericordiosodel Padre.

Así la Divina Misericordia, para llegar a nosotros, ha pasado a través de la vía de la divinae inmaculada maternidad.

Pero también es Madre nuestra.

Bajo la cruz, por voluntad de su hijo Jesús, ha llegado a ser verdadera Madre de toda lahumanidad redimida y salvada por Él.

Por lo tanto la Divina Misericordia de Jesús, para llegar a nosotros, debe pasar a través dela vía materna de su Corazón Inmaculado. Por eso el triunfo de su Corazón Inmaculado coincidecon el triunfo de la Divina Misericordia en el mundo.

La santísima Virgen nos pide que multipliquemos y difundamos por todas partes los Cená-culos de oración.

La purificación del mundo se realizará por obra del Espíritu Santo que derramará desde elcielo su fuego abrasador para renovar la faz de la tierra.

Satanás será derrotado; el poder del mal será destruido: Jesús instaurará su reino gloriosoentre nosotros y se formarán así los nuevos cielos y la nueva tierra.

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Gracias Señor

♥ ♥♥

Editorial

María Santísima asiste como Madre de la Iglesia en estos tiempos de tanto sufrimiento, comoun Calvario de dolor.

Junto a la Madre de Dios, a nuestra Madre no tendremos miedo porque Ella está con nosotros.

Por eso al inicio de este nuevo año 2004 debemos vivir todos unidos en la confianza y enla Oración. María está con nosotros.

p.C.

Quisiera, Señor, cantarteO algún poema brindarte,Pero no encuentro las notasNi rimas para alabarte.

Quisiera gritarle al mundo¡cómo sanas con Tu Amor!,cómo esperas cada día...y nos brindas Tu perdón.

¡Gracias Señor! Por amarme,gracias por despertarme,gracias por rescatarme,para luego perdonarme.

¡Cuánto tiempo buscando!...sin poder encontrarte,me llevaron por caminosque no lograron sanarme.

No eras Tú, el que allí estaba,Era el hombre y su intelecto,Como si él, solo, pudieseLograr la paz y el contento.

Eres Tú Señor... ¡Solo Tú!No hay otro camino recto;Doy testimonio de ello¡Mi Dios!... ¡Mi Amigo Perfecto!

¡Padre Bueno!... ¡Abba Amado!No permitas que me aleje¡nunca más!...Yo de Tu lado.

Disy

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Aparición de la Virgen Santísimaen Peñablanca el 16 de enero

de 1985(Alvaro Barros V.)

El vidente, Miguel AngelPoblete entra al Jardín, “unpedazo de Cielo”, cae de gol-pe de rodillas y habla con laSantísima Virgen María. Sonlas 10:30 de la noche. Sepersigna. Nuestra Señora ha-bla de inmediato: OS DIJEANTES DE IROS: NOHABÉIS QUERIDO HACERCASO A NADA. HAN PASA-DO LA MAYOR PRUEBA YAÚN SE APEGAN A LOMATERIAL.

“Por intermedio de la San-tísima Virgen, el Angel SanMiguel Ha dicho”: DESAR-MAR EL OTRO SANTUA-RIO, Y NO SE HA HECHOAÚN. PUES, PARA QUEVEAN QUE DIOS ES MISE-RICORDIOSO Y ES PERDO-NABLE A TODO, NUESTRASEÑORA PIDE QUE DE-SARMEN EL OTRO JARDÍN(el de las primeras aparicio-nes), PORQUE HOY HABRÁUN GRAN MILAGRO PARATODOS USTEDES.

Pasan unos segundos:“¡Hola!”, dice el muchacho, ycomenta, “Nuestra Señora estámuy triste y dice”:

ACORDAOS, HIJOSMÍOS, ANTES QUE YO ME

Nuestras cosas (Crónica de apariciones de Peñablanca)

FUERA, DIJE ESTAS PALA-BRAS: SI NO SE OBEDECEBIEN A LO QUE YO PIDOY NO HAY CONCORDIA,YO VENDRÉ EN AUXILIODE MIS HIJOS QUE HE ELE-GIDO. MÁS, YA NO SERESPETA. MÁS, YA SE HALLEGADO AL COLMO.

Un momento de silencio yluego continúa:

EL MENSAJE SE DA ASÍ:Y NO SE QUIEREN ATE-NER Y NO SE QUIERE OBE-DECER. Y NO CREEN Y NOQUIEREN CREER.

NO QUIERO DIVISIO-NES Y NO QUIERO QUENADIE SEA EL JEFE DEAQUÍ. TODOS LOS MISIO-NEROS Y TODOS AQUE-LLOS QUE VENGANSERÁN EL JEFE PORQUEESTARÁN EN SU CASA.

NO QUIERO OFICINAS,SOLAMENTE LA CASA DELCUIDADOR QUE HA DECUIDAR EL SANTUARIODEL “CORAZÓN INMACU-LADO DE LA ENCARNA-CIÓN DEL HIJO DE DIOS”

Tras un momento de silen-cio del muchacho vidente, Ellacontinúa:

LAS APARICIONES A

JAVIERA HABRAN DE CO-MENZAR EN FEBRERO.

“Nuestra Señora pide queapaguen todas las luces paraque no se turben”. QUIEN NOPROCLAME: ALABADO SEAEL SEÑOR JESUCRISTO YQUIEN NO PROCLAME, ELVERBO DE DIOS SE HIZOHOMBRE Y HABITÓ ENTRENOSOTROS, AQUELLOS NOSERÁN DE CRISTO.

HAY MENSAJES QUE DIAL PRINCIPIO. HAN DECUMPLIRSE.

HAY OTROS QUE DIJEEN EL PRIMER SANTUA-RIO. ESTE SERÁ UN PEDA-ZO DE CIELO. PERO NO SEDIO A RESPETAR.

TODO ESTE SANTUA-RIO ES UN PEDAZO DEPARAISO, ¡TODO! NO SO-LAMENTE EL JARDIN.

Miguel Angel gira y caminahasta la gruta y frente a ellasucede el portentoso milagro. Elmuchacho dice: “Alabado seaNuestro Señor!” Se arrodilla ydice “¿Para quién es? No tengoni una lucesita roja para poner-te. ¡Oscar! ¡Trae una vela pe-queña!... ¡Alabado sea el Se-ñor!”.

La gente no sabe de qué se

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trata lo que está viendo o ex-perimentando el muchacho vi-dente. Habla muy emocionadoel Padre Miguel Contardo queestá junto al muchacho en éx-tasis: ¡“Han caído diez hostiasdel cielo que han quedado sus-pendidas en el aire!”. Todavíamás emocionado advierte:“¡Ah! están apareciendo más.No han tocado la tierra!”.

Todo el mundo está muyemocionado.

El sacerdote toma las hos-tias y las levanta a los fielespara que las vean y enseguidadice: “He aquí el Cordero deDios que quita los pecados delmundo. Dichosos los llamadoa esta Cena”.

El vidente exclama: “Hayque repartirlas”, sin duda es-cuchando lo que se le dicedesde el Cielo. El PadreContardo le pregunta. ¿“Pue-do comulgar yo?” y el videnteresponde de inmediato: “Sí.Repartirlas en la Capilla”. Ycontinúa: “La Señora ha di-cho”:

OS DOY ESTA SEÑALPARA QUE ME OBEDEZ-CAN ALGUNA VEZ ENTODO. PORQUE NO MEQUIEREN OBEDECER ENNADA.

MÁS, MUCHOS ENGA-ÑAN A OTRAS PERSONAS.¿ACASO NO VEIS QUETAMBIÉN LLEGA UN MO-MENTO EN QUE UNA PER-SONA SE ENTRISTEZCA, OLE DE MOMENTÁNEA-MENTE UN ENOJO, PARAQUE COMPRENDAN? NOSOLO POR ENOJARSE VANA SER SOBERBIOS.

(En estos días había muchasdiscusiones entre diversos cre-

yentes, unos más a favor delvidente o de lo que decía; otrosquerían imponer sus puntos devista sobre lo que debía hacer-se o no en el Cerro...).

OS PEDI QUE SACARANTODO LO MALO DE RAÍZY SERÁ ASÍ PORQUE SI NOES ASÍ, ESA COPA QUE YOHE DICHO EN GARABAN-DAL, SIGUE REBALSADAY SERÁ PEOR. Y ELCOPÓN SE LLENARÁ DESANGRE.

OS DOY ESTE MILA-GRO Y OS PIDO QUE TO-DOS SE HINQUEN.

“Nuestra Señora dice”: OSPIDO TAMBIÉN QUEATENDÁIS A MIS SÚPLI-CAS.

HE MANDADO UNAGRAN MISIÓN.

NO VINE POR UN TIEM-PO, PERO ESO NO QUITAQUE MIS HIJOS NO VAN ASEGUIR VIENDOME. SEHA DICHO MUCHO Y SEHA AGITADO MUCHO.

OS PIDO QUE OBEDEZ-CÁIS: DESARMAR EL PRI-MER JARDÍN Y SACARTODO LO MALO DE RAÍZ(había algunas personas y gru-pos que decían que el cambiodel Jardín no era cosa de Ma-ría Santísima sino sólo del vi-dente...) SI ES NECESARIO.HACEDLO LO ANTES PO-SIBLE, ANTES QUE MU-CHOS SE LLENEN DE IN-MUNDICIA.

NO LE HAGÁIS CASO ARUMORES, PORQUE MIHIJO, COMO ECHÓ A LOSMERCADERES DEL TEM-PLO, ECHARÁ LO MALODE AQUÍ, TAL CUAL, CONLA VARA.

MUCHOS, POR QUERERSACAR EXCUSA, DICEN,¡ESTA SOBERBIO! ¡NOQUIERE ENTENDER! PEROELLOS SON LOS QUE NOENTIENDEN LOS MENSA-JES Y NO CREEN ENELLOS.

EL QUE TENGA OÍDOS,ESCUCHE, PORQUE NOQUIERO LA PERDICIÓN DENINGUNO DE USTEDES.

OS PIDO PAZ EN VUES-TROS CORAZONES.

OS PIDO QUE SAQUEISTODAS LAS OFICINAS. NOQUIERO OFICINAS EN ELSANTUARIO (Esta peticiónsigue siendo válida hasta hoy;que nadie lo olvide).

OS REGALO TODO ESTESITIO PARA TODOS Y TO-DOS SERÁN DUEÑOS DEEL. MÁS HABÉIS DE RES-PETAR A MI CUIDADORQUE OS DEJARÉ. OS DOYEL NOMBRE PARA QUECOMIENCEN A RESPE-TARLO. EL TENDRÁ QUEELEGIR A UNO DE LOSSUYOS PARA QUE SE QUE-DE A CUIDAR EL SANTUA-RIO: MI HIJO PREDILECTOLORENZO (Céspedes), ELMÁS HUMILDE DE ESTEREBAÑO. PIDO, DE CORA-ZÓN, QUE ACEPTÉIS. OSPIDO DE CORAZÓN QUELO HAGÁIS, PORQUE SONDOSCIENTAS CINCUENTAY SEIS REGLAS QUE HE DEDARTE.

EL PRIMERO: NADIESERÁ DUEÑO NI JEFE DEESTE SANTUARIO.

SEGUNDO: NO HA-BRÁN BARRERAS MIEN-TRAS NO SE HAGA TODOEL SANTUARIO.

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LAS DEMÁS OS LAS DARÉ MÁS ADE-LANTE. PERO OS PIDO QUE SEÁIS BUE-NOS Y NO LLEVÉIS A LAS PERSONASAL ODIO.

NO DIGÁIS ESTAS PALABRAS: YO SOYDE PEDRO, O DE JUAN, O DE PABLO.

DECID TODOS, ¡YO SOY DE CRISTO!OS VUELVO A REPETIR: QUIERO QUE

EL SANTUARIO ANTIGUO SEA DESAR-MADO.

OS DIJE: OS DARÉ UN PEDAZO DE CIE-LO, PERO NO OBEDECÍSTEIS EL MANDA-TO QUE OS DEJÉ ESTABLECIDO. PUES,APRONTARSE A LAS CONSECUENCIASDE DESARMARLO, PORQUE YO NO HEDICHO QUE LO VUELVAN A REEDIFICAR.MÁS, HE DICHO QUE LO SAQUEN.

QUIEN NO PROCLAME, EL VERBO DEDIOS SE HIZO CARNE Y HABITÓ ENTRENOSOTROS, NO ESTÁ CON DIOS.


DIGO, HIJITOS MÍOS, SACAD TODO DERAÍZ. SACAD TODO LO MALO PARA QUENO SE ECHE A PERDER LO BUENO QUEQUEDA. SI ES NECESARIO, SACADLOCON RAÍZ. SACAD TODO LO MALO.

Tras un momento:PARA LA PRÓXIMA APARICIÓN TEN-

DRÁ QUE VENIR JAVIERA Y OSCAR,PORQUE EL ÁNGEL LES DARÁ LA CO-MUNIÓN.

“¿Podrán verlo? Pregunta el vidente en éx-tasis. ¿Solamente la luz? Bueno, algo es algo...

(Continuará en el próximo Número,si Dios quiere).

Alvaro Barros

Nuestras cosas (Apariciones de la Stma. Virgen a través del mundo)

El Milagro de Damasco(Por Richard Sabato)

(Continuación)

(Mirna, una joven Siria, católica, reciéncasada con un ortodoxo, recibe una manifesta-ción de la Santísima Virgen quien hace brotarde sus manos un aceite con el cual se producenmuchos milagros. También en Sus Aparicionesla Santísima Virgen le da mensajes especialespara la unidad de todos los cristianos).

UNIDAD, O SI NO...

El sábado, 18 de abril de 1987 (SábadoSanto), Nicolás llamó al padre Malouli y alPadre Elías Zahlaoui tarde en la noche. Eran

las 9:45 a.m. El aceite estaba fluyendo abun-dantemente de la Imagen de cuatro pulgadas.Cinco minutos más tarde él estaba allí. El re-cipiente de mármol estaba ya lleno de aceite.La casa estaba llena de gente. Cada cual estabarezando. El gentío venía de todas partes. Alre-dedor de las 11:00 p.m. Mirna estaba paradajunto con la gente con ambas manos sobre sucara. Sus manos estaban chorreando aceite yella estaba muy temblorosa. El padre Zahlaouillamó al Dr. Antoine Makdisi, a Abid Mousleh,y al Dr. Ani Resk del centro Nacional de Inves-tigaciones.

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Nicolás había llevado a Mirna a la cama yle pidió al Padre Zahlaoui que estuviera conella. Tomó nota de todos los gestos y palabras.Sus notas:

Ella tenía ambas manos sobre su frente yestaba gritando:

–“Ahh, Oh, mi Madre.Se presionaba los ojos con ambos dedos.–“Oh, mi Madre.El aceite fluía de su rostro. Se presionaba

los ojos.El Padre le pidió a todos que rezaran en su

corazón y que no estuvieran mirándola fija-mente.

–“Oh, mi Madre, mis ojos”.Ella continuó presionando sus ojos...–“Oh, mi Dios”.Nicolás y el padre de ella querían sostener-

le las manos, pero el padre Elías Zahlaoui losdetuvo. “No se preocupen. Déjenla”. “Presio-nando sus ojos ella continuaba con su dolor.

–“Oh, mi Dios, Oh, mi Señor, Oh, mi Ma-dre, Oh, Virgen María... Oh, Jesús, ten piedadde mí, Tu sirvienta pecadora. Oh, Oh, Virgen...

Akh, mi Dios... Dios, no puedo resistir más.No puedo resistir más.

“Ella se frotaba los ojos y los presionabacon fuerza, gimiendo y llorando.

–“Señor, no puedo resistir más.“Comenzó a llorar.–“No lo puedo resistir... Que se haga Tu

voluntad”.“Presionó sus manos sobre su frente. Se

cubrió el rostro con sus manos y movía lacabeza.

–“Oh, mi Madre”.“Entonces dijo la primera parte del Padre

Nuestro en voz alta. La gente presente dijo lasegunda parte, y cuando terminaron, cayó enéxtasis. Eran las 11:16 p.m.

“Mirna colocó su mano izquierda sobre supecho y su mano derecha sobre la almohadadetrás de su cabeza. Sus dedos estaban en laforma usada por un sacerdote bizantino queestá dando la bendición.

“El Padre Elías Zahlaouí se molestó por laconversación de la gente presente y les dijoque rezaran. El Padre de Mirna estaba ya re-zando el Rosario.


Nicolás estaba desconcertado y repetía yrepetía “Oh, mi Dios. Oh, mi Dios”. Cuando élescuchaba que alguien le pedía a la gente quesaliera del cuarto para hacer sitio para otrosque venían, Nicolás decía, “¿Quién puede de-jar tal espectáculo? ¿Quién puede dejar elcuarto?”.

“El Dr. Jamil Marji la examinó y trató deabrirle los dedos, pero éstos regresaban a laposición de bendecir. Entonces a las 11:32p.m. ella movió la mano derecha y la cabeza.Trató de levantar la mano derecha.

Cuando lo logró hizo una bendición sobresu cabeza en forma de Cruz. Hizo la señal dela Cruz con su mano tres veces.

Su padre dijo:–“Que se haga Tu voluntad.“Ella bajó la mano y dijo:–“Cristo ha ascendido”.“Todo el mundo respondió de acuerdo con

el rito Oriental: “En realidad, El ha ascendido.“Esto fue repetido tres veces.

“Sus ojos estaban siempre cerrados, peroahora los habría y los cerraba. Hizo la señal dela Cruz sobre sí misma, se limpió sus ojos y losabrió.

“¿Viste algo?” preguntó el Padre Zahlaoui.–“Sí, a Jesús”.“¿Te dijo El algo?”.“Nada más dos cosas”.“Está bien. ¿Qué te dijo El?“Vi una fuerte luz. Después de un momento

vi a Cristo en una bata blanca como si Elestuviera en el cielo. ¿Quizás es el espectáculode la Resurrección? El me dijo:

Les he dado un signo de Mi glorificación.Continúen su camino, Yo estoy con uste-

des.O sí no...“Sí, eso es todo.“Cuando El dijo ‘O si no...’, –¿hizo El

algo?”“El dio la bendición”.

OREN CON FE

En la festividad de la Ascención, el 28 demayo de 1987, el aceite comenzó a fluir denuevo de la Imagen de María y el Niño Cristo.

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Para las 10:30 p.m. el recipiente de mármolestaba mitad lleno. El aceite estaba viniendo arazón de una gota por segundo. La casa estaballena de gente. Todos los sacerdotes de cos-tumbre estaban allí. Ellos cantaban y rezabanel Rosario juntos. Mirna estaba en la parte deatrás de la habitación. De pronto el aceite fluyóde sus manos. Ella lo vio pero no quería quenadie más lo viera. Ella quería que continuaranrezando. Trató de ir a su habitación pero secayó. Los sacerdotes la llevaron y la pusieronsobre la cama. El aceite estaba fluyendo de surostro y de sus manos. Tenía dolor en los ojos.Entró en éxtasis.

Colocó su mano derecha sobre su manoizquierda. Sus ojos se abrían y se cerraban,pero no veía a nadie. Sus labios se movían sinsonido como si estuviera rezando. Hizo la se-ñal de la Cruz.

Cuando el éxtasis pasó, uno de los huéspe-des dijo:

–“Mirna, viste algo?”.


–“Sí”.–“¿Cómo está vestido?”.–“Un vestido blanco, y tiene Su mano le-

vantada hacia adelante”.–“¿Te dijo algo? ¿Una orden?”.–“Hay algo”.–“¿Es eso algo particular?”.–No. Es relacionado con la caridad”.–“¿Qué dijo El exactamente?”.Amense los unos a los otros y oren con fe.–“¿Dijo El algo más?”.–“Una bendición”.–“¿Para tí o para todos?:”.–“Para todos”.–“¿Qué dijo El después de la bendición?”.–“Fue para mí. Es algo personal. El revisó

mis heridas”.–“¿Le pediste algo?”.–“No tuve tiempo”.–“¿Oraste por nosotros?”.–“El está con nosotros, y yo voy a rezar por

ustedes”.

Nuestras cosas (Fiestas del mes)

1 de Enero: Solemnidad deSanta María, Madre de Dios

La Solemnidad de Santa María Madre deDios es la primera Fiesta Mariana que aparecióen la Iglesia Occidental, su celebración se co-menzó a dar en Roma hacia el siglo VI, proba-blemente junto con la dedicación –el 1º deenero– del templo “Santa María Antigua” en elForo Romano, una de las primeras iglesiasmarianas de Roma.

La antigüedad de la celebración mariana seconstata en las pinturas con el nombre de“María, Madre de Dios” (Theotókos) que hansido encontradas en las Catacumbas o antiquí-

simos subterráneos que están cavados debajode la ciudad de Roma, donde se reunían losprimeros cristianos para celebrar la Misa entiempos de las persecuciones.

Más adelante, el rito romano celebraba el 1ºde enero la octava de Navidad, conmemorandola circuncisión del Niño Jesús. Tras desapare-cer la antigua fiesta mariana, en 1931, el PapaPío XI, con ocasión del XV centenario delconcilio de Efeso (431), instituyó la FiestaMariana para el 11 de octubre, en recuerdo deeste Concilio, en el que se proclamó solemne-

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mente a Santa Maríacomo verdadera Madrede Cristo, que es verda-dero Hijo de Dios, peroen la última reforma delcalendario –luego delConcilio Vaticano II– setrasladó la fiesta al 1 deenero con la máxima ca-tegoría litúrgica, de so-lemnidad, y con título deSanta María, Madre deDios.

De esta manera, estaFiesta Mariana encuen-tra un marco litúrgicomás adecuado en eltiempo de la Navidaddel Señor; y al mismotiempo, todos los católi-cos empezamos el añopidiendo la protecciónde la Santísima VirgenMaría.

AÑO NUEVO

Cuando llega un nuevo año, todo el mundohace proyectos y suele reflexionar en los acon-tecimientos pasados y los que vendrán.

Piensa en las cosas que quiere cambiar, enlos asuntos que es mejor olvidar y en muchosnuevos propósitos que desea realizar.

Nuestro Señor en el inspirado librito “Pen-samientos y Reflexiones” nos da una pauta,que si la seguimos podemos realmente tenerun AÑO NUEVO MAS FELIZ.

Proyecto para un reglamento de vida

Hijo mío, invoca constantemente la ayudade Dios, si quieres vencer y superar todas lasdificultades que se te presenten y que se inter-ponen entre tú y El.

Dirige siempre a El tus acciones, tus pensa-mientos, tus palabras, para que todo sea con-forme a Su Santa Voluntad.

Vigílate a ti mismo: tu mente, tu corazón, tulengua, para que nada suceda en ti que no seaagradable a Dios.

Santifica tu vida, de-dicándola totalmente a lagloria de Dios y al biendel prójimo, sin desper-diciar ni siquiera un ins-tante esa preciosa mone-da que es el tiempo, des-tinada a comprarte lavida eterna.

Respeta a todo el mun-do. A nadie juzgues, por-que ninguno de ustedesestá autorizado para juz-gar a los demás, si quieresque Aquel que te deberájuzgar en el último día seaindulgente contigo.

Se justo con todo elmundo, dándole a cadauno lo que le corresponde.Yo amo la rectitud y lajusticia, dones que los ha-cen a ustedes queridos porDios y por los hombres.

Se generoso en el sacrificio, ya sea en esesacrificio cotidiano que acompaña a cada exis-tencia, ya sean en las grandes ocasiones de lavida, cuando el Señor golpea a la puerta de tucasa para pedirte que colabores con El por tucruz y tu pasión.

Confía en el Señor, tu Dios, pues El vela porti, te ama y quiere tu felicidad y tú no tienes quehacer más que abandonarte entre sus brazoscomo un niño y dejarte conducir por El.

Cumple tu deber cotidiano con alegría, confidelidad, con precisión y con amor, uniéndotea Mí que vivo continuamente en ti.

He aquí, pues, brevemente, lo que debe sertu programa de vida y el objeto de tus exáme-nes de conciencia.

Si haces como te digo, simplificarás tusproblemas, tu vida será simple y serás un buenejemplo para todos y alcanzarás la santidad tandeseada y recomendada por Dios.

Recuerda el mandamiento que dirigí a to-dos Mis discípulos y en ellos a todos los queMe habrían de amar y seguir:

“Sean santos como es Santo su Padre queestá en los Cielos”.

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La Familia Humana(La Iglesia celebra después de Epifanía, la fiesta de la familia)


La familia humana está dispersa por la tie-rra, la cual ha sido dada al hombre como he-rencia.

La tierra debiera haber sido un inmensojardín en donde los hombres, criaturas raciona-les, compuestas de alma y cuerpo, habríantranscurrido su vida serenamente comunicán-dose con Dios, que les hablaba directamente.

Después de una pequeña prueba de humil-dad, de obediencia y de fidelidad, habrían sidoconfirmados en gracia, por lo cual, transcurri-da su existencia terrena, habrían pasado a lagloria eterna en la visión beatífica de Dios enel goce, en El, de todo bien.

El pecado grave de desobediencia y de so-berbia provocó el trastorno de la familia huma-na, sembró el odio, la discordia, la venganza,la fatiga, la enfermedad, la concupiscencia y lamuerte con todas sus consecuencias.

Dios no bajó más a hablar cara a cara conel hombre, que tanto se atemorizaba y se aver-gonzaba ante El; pero, habló desde la zarzaardiendo, en las montañas y por intermedio desus profetas.

Dios amaba al hombre que había sido crea-do por amor, y quería su felicidad también enesta vida; pero, la ruina había sido irreparabledespués del pecado. Demasiado grave la ofen-sa, demasiado indigno el ofensor de poder re-pararla. Un abismo separaba al hombre deDios, y además no podía ser franqueado.

Sólo un hombre-Dios podía estar en condi-ciones de reparar la ofensa hecha a Dios poruna criatura. Y vine Yo, Hijo de Dios. Merevestí de la naturaleza humana para poderexpiar sufrir y morir. Vine al mundo y Me elegíuna familia.

¿Cómo puedo hablarte de Mi familia? Lafamilia de Nazaret, esa que todos decían dehumildes obreros. Nada más armonioso y divi-

no, nada más sereno y atrayente ha habido nihabrá jamás en la tierra que Mi familia huma-na.

Una Mamá Virgen con un Esposo Casto.Cuando niñito y después más grande observa-ba a esas dos santas criaturas que vivían a milado, Mi Corazón se llenaba de ternura y dealegría.

Veía en sus rostros el esplendor y la alegríade los ángeles. Sentía que sus corazones palpi-taban al unísono con el amor por Dios, por Mí,al que conocían como verdadero Hijo de Dios,encarnado por todo el género humano.

Era un Paraíso de bondad y de amor esahumilde casita desnuda y limpia, donde habi-taba el Señor.

¡Oh, si bien en todas las familias pudiesehabitar el Señor!

Había otra familia en Betania, esa de Ma-ría, Marta y Lázaro, donde Yo iba muchasveces para descansar y poder encontrarme en-tre amigos.

Cuanta delicadeza y sinceridad de afectotenían esos Mis huéspedes, que suspiraban porMi llegada y que Me recibían en su casa con laalegría y con el deseo que se acoge a unapersona largamente esperada y fuertementeamada.

Mi presencia santificaba sus almas, que enla práctica de la fe y del amor se preparabanpara aceptar los sacrificios, para cumplir susdeberes cotidianos.

LAS FAMILIAS MODERNAS

Hijos Míos, esto es lo que falta a las fami-lias modernas: la fe que hace vivir a Dios enmedio de ellas y el amor que, purificando lasalmas de sus componentes, las vuelve capacesde sacrificarse los unos por los otros.

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Entre las cosas maravi-llosas creadas por Dios,una de las más bellas fueprecisamente la familia.Yo la consagré, y ya que desimple contrato humanoelevé el matrimonio a ladignidad de Sacramento,les di a los cónyuges ladignidad de Ministros delmismo, con la capacidadde aumentar la gracia porcada acción buena quecada uno de ellos realizapor el bien del otro y detoda la familia.

¡Cuán pocas son lasfamlias que viven en MiGracia!

Y sin embargo, toda laruina espiritual y tambiénmaterial que se da enellas se debe precisamen-te a la existencia del pecado, a la negativa quese Me hace de vivir una vida humana penetra-da de lo divino.

La observación de las leyes divinas y hu-manas daría esa serenidad y seguridad, por lasque los cónyuges y sus hijos serían capaces deafrontar cualquier sacrificio. Se formarían en


las familias esos caracte-res diamantinos capacesde remover el mundo, porasí decir, y de sembrar elbien mediante su trabajo yde llevar ayuda a todos losnecesitados. El trabajo,que en las familias malsa-nas es considerado condesprecio y al que se so-meten con repugnanciaes, al contrario, bendito yaceptado como don deDios en las buenas fami-lias.

Aun cuando la fatigaes una pena debida al pe-cado, el trabajo al cualtambién Yo, María y MiPadre Adoptivo nos qui-simos someter, ha sidosantificado y ha llegadoa ser un medio precioso

de bienestar y alegría, como asimismo de san-tificación.

Benditas sean las familias que en la fe, enel amor y en la laboriosidad, transcurren labreve jornada de la vida, la que fructificará enfelicidad y en paz en la vida terrena y en gloriaeterna en el Cielo.

Nuestras cosas (Revelaciones)

La Samaritana Fotinai(Escrito el 22 de abril de 1945, por María Valtorta)

“Yo me detengo aquí. Id a la ciudad y com-parad lo que sea necesario para la comida.Aquí comeremos”. dice Jesús a sus discípulos.

“¿Vamos todos?”.“Sí, Juan. Está bien que vayáis en grupo”.

“¿Y Tú? Te quedas solo... Son samarita-nos...”.

“No serán los peores de entre los enemigosdel Mesías. Id, id. Oraré por vosotros y porellos mientras os espero”.

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Los discípulos se van de mala gana, y treso cuatro veces se voltean a mirar a Jesús que seha sentado sobre un muro pequeño asoleadoque está cerca del brocal ni alto ni ancho de unpozo, que en realidad es un señor pozo, puesparece una cisterna por lo profundo. Jesúsmedita en su usual posición, con los codosapoyados sobre las rodillas y las manos juntashacia adelante, el cuerpo levemente doblado yla cabeza inclinada hacia la tierra. Siente queel sol le calienta y deja caer por tierra el mantode la cabeza y de la espalda, pero lo recogesobre sus rodillas.

Levanta la cabeza y se ríe de una bandadade pájaros que se pelean por un pedazo de panque alguien habrá perdido cerca del pozo. Lospájaros levantan el vuelo al acercarse unamujer que viene al pozo con un cántaro vacíoque trae del asa con la mano izquierda, y conla derecha, como sorprendida, aparta el velopara ver quién es el hombre que está sentado.Jesús envía una sonrisa a la mujer que frisaentre los treinta y cinco y cuarenta años. Alta,de rasgos muy bien marcados, hermosos. Unaclase de tipo que solemos llamar “español” porel color de olivo. Los labios muy rojos y bas-tante grandes. Los negros ojos desmesurada-mente grandes escondidos bajo espesas cejas.Trenzas negras que se transparentan bajo elvelo ligero. También las formas corporales quepueden llamarse hasta cierto punto hermosas,tienen un marcado tipo oriental muelle comoel de las mujeres árabes. Su vestido es de telacon rayas de varios colores. Lo lleva bien ce-ñido a la cintura. Le cae perpendicular sobrelas caderas y sobre el pecho abultado, paracaer en forma de ondas, hasta el suelo. En susmanos y en sus muñecas ya un poco regordetasy morenas que se dejan ver bajo mangas delino hay muchos anillos y brazaletes. En elcuello trae un collar pesado del que pendenmedallas, mejor dicho, amuletos porque son detodas clases. Pesados aretes le llegan hasta elcuello y brillan bajo el velo.

“La paz sea contigo, mujer. ¿No me dasagua para beber? He caminado mucho y tengosed”.

“¿Pero no eres Tú judío? Me pides a mí,samaritana que te de a beber. ¿Qué ha pasado


pues? ¿Nos hemos rehabilitado o acaso habéissido derrotados? Ciertamente algo grande ha-brá sucedido si un judío habla de esta maneratan cortés a una samaritana. Pero debería de-cirte: “No te doy nada para vengar en Ti todaslas injurias que los judíos durante tantos siglosnos han hecho”.

“Has dicho bien. Algo grande ha sucedido,y por esto muchas cosas han cambiado y cam-biarán otras. Dios ha hecho un gran regalo almundo y por eso muchas cosas han sido cam-biadas. Si tú conocieses el don de Dios y quiénes el que te dice: “Dame de beber”, probable-mente tú misma se lo habrías pedido, y El tehabría dado agua fresca”.

“El agua fresca está en las venas de la tie-rra. En este pozo hay, pero es nuestro”. Lamujer es burlona y altiva.

“El agua es de Dios. Como la bondad es deDios. Como la vida es de Dios mujer, todo esde un Dios único. Todos los hombres vienen deDios: los samaritanos como los judíos. Estepozo ¿no es el de Jacob? ¿Y no es Jacob lacabeza de nuestra raza? Si luego un error nosdividió esto no cambia el origen”.

“¿Error nuestro, verdad?” pregunta agresi-va la mujer.

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“No es ni nuestro ni vuestro. Error de al-guien que perdió de vista la Caridad y la Jus-ticia. No te ofendo ni a tí ni a tu raza. ¿Por quéeres tan ofensiva?”.

“Eres el primer judío que oigo que hableasí. Los otros... Pero, respecto al pozo, sí, es elde Jacob y tiene un agua tan abundante y claraque nosotros los de Sicar la preferimos a la deotras fuentes. Pero es muy profundo. No tienesni cántaro ni odre. ¿Cómo podrías tener aguafresca para mí? ¿Eres más que Jacob, nuestrosanto Patriarca, que encontró esta abundantevena para sí, para sus hijos y ganados y la dejóen recuerdo suyo y como un regalo?”.

“Es así como tú has dicho pero quien bebede esta agua tendrá otra vez sed. Yo por elcontrario dispongo de un agua que quien labebiere, no sentirá más sed. Pero es sólo mía,y la daré a quien me la pida. En verdad te digoque quien posea el agua que Yo le dé, parasiempre estará fresco y no tendrá más sed,porque el agua mía se convertirá en él cualmanantial seguro y eterno”,

“¿Cómo? No entiendo. ¿Eres un mago?¿Cómo puede el hombre convertirse en pozo?El camello bebe y hace provisión de agua en suvientre grande, más después se le termina y nole dura para toda la vida. ¿Y Tú dices que tuagua es para siempre?”.

“Aún más: brotará hasta la vida eterna. Enquien la beba será cual un surtidor que lleguehasta la vida eterna y de vida eterna producirábrotes porque es una fuente de salvación”.

“Dame de esta agua si es verdad que latienes. Yo me canso en venir hasta aquí. Me ladarás y no tendré más sed, y no me enfermarénunca ni envejeceré”.

“¿Tan sólo de esto te cansas? ¿De otra cosa,no? ¿No sientes más necesidad que de beberagua para tu miserable cuerpo? Piénsalo bien.Hay algo más que el cuerpo. Existe el alma.Jacob no dio sólo agua del suelo para beber ély los suyos, sino que se preocupó de darse y dedar la santidad, que es el agua de Dios”.

“Nos llamáis paganos...”. La mujer ha deja-do su tono petulante e irónico y aparenta estarsumisa y un poco confundida.

“También un pagano puede ser virtuoso. YDios que es justo lo premiará por el bien que


hizo. No será un premio completo, pero, Yo telo digo, entre un fiel en culpa grave y un paga-no sin culpa, Dios mira con menos rigor alpagano. Y si sabéis lo que sois, ¿por qué novenís al verdadero Dios? ¿Cómo te llamas?”.

“Fotinai”.“Pues bien, Fotinai, respóndeme. ¿Te pro-

duce dolor no poder aspirar a la santidad por-que eres pagana, como tú dices, porque estásen las tinieblas de un antiguo error, como digoYo?”

“Sí, me duele”.“Y entonces ¿por qué no vives al menos

como una pagana virtuosa?”.“¡Señor!...”.“Sí. ¿Puedes negarlo? Ve a llamar a tu

marido y regresa con él”.“No tengo marido...” El turbamiento de la

mujer aumenta.“Dijiste bien que no tienes marido. Has te-

nido cinco y el que ahora está contigo no es tumarido. ¿Era necesario esto? Tu religión tam-poco aconseja la deshonestidad. También te-néis el Decálogo. ¿Por qué entonces, Fotinai,vives así? No te sientes cansada de esta fatigade ser carne para otros, y no la mujer honestade uno solo? ¿No te causa temor alguno cuan-do llegue tu atardecer y te encuentres sola conrecuerdos, con amarguras, con temores? Sí.Temor de Dios y de los espectros. ¿Dóndeestán tus creaturas?”.

La mujer baja la cabeza. No habla.“No las tienes en la tierra, pero sus peque-

ñitas almas, a las que prohibiste ver la luz deldía, te acusan siempre. Joyeles... hermososvestidos... casa rica... mesa bien colmada... Sí.Pero vacío, lágrimas y miseria interior. Eresuna abandonada, Fotinai. Y sólo con un since-ro arrepentimiento, por medio del perdón deDios, y por consiguiente del perdón de tuscreaturas, puedes volver a ser rica”.

“Señor, veo que eres un profeta, y tengovergüenza...”.

“Y del Padre que está en los Cielos, ¿notenías vergüenza cuando hacías el mal? Nollores de abatimiento ante el Hombre... Venacá, Fotinai, cerca de Mí. Te hablaré de Dios.Tal vez no lo conocías bien, y por esto, cierta-mente por eso, te has equivocado tanto. Si

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hubieses conocido bien al verdadero Dios, note habrías rebajado hasta tal punto. Te habríahablado y ayudado a levantarte...”.

“Señor, nuestros padres adoraron sobre estemonte. Vosotros decís que sólo en Jerusalén sedebe adorar. Tú dices que Dios es uno solo.Ayúdame a comprender dónde y cómo deboobrar...”.

“Mujer créeme. Dentro de poco llegará lahora en que ni sobre este monte de Samaria, nien Jerusalén el Padre será adorado. Vosotrosadoráis al que no conocéis. Nosotros adoramosal que conocemos, porque la salvación vienede los judíos. Te recuerdo los profetas. Perovendrá la hora, mejor dicho, ha empezado enque los verdaderos adoradores adorarán al Pa-dre en espíritu y verdad, no con el rito antiguo,sino con el nuevo en que no habrá sacrificiosni hostias de animales consumados en el fue-go, sino el sacrificio eterno de la Hostiainmaculada consumida en el fuego de la cari-dad. Culto espiritual en el reino espiritual. Ylos que sepan adorarlo en espíritu y verdad locomprenderán. Dios es Espíritu. Quienes loadoren deberán adorarlo espiritualmente”.

“Tienes palabras santas. Yo sé, pues tam-bién nosotros sabemos alguna cosa, que estápor venir el Mesías, el que también es llamado“el Cristo”. Cuando venga nos enseñará todo.Acá cerca está el que dicen que es su Precur-sor. Muchos van a oírlo, pero es muy severo”...Tú eres bueno, y las pobres almas no tienenmiedo de Ti. Me imagino que el Cristo serábueno. Lo llaman Rey de la Paz. ¿Faltarámucho para que venga?”.

“Te dije que su tiempo es ya presente”.“¿Cómo lo sabes? ¿Eres un discípulo suyo?

El Precursor tiene muchos. También el Mesíaslos tendrá”.

“Soy el que te hablo, Jesucristo”.“¡Tú!... ¡Oh!...” La mujer, que se había sen-

tado cerca de Jesús, se levanta y está por huir.“¿Por qué huyes, mujer?”.“Porque tengo horror de estar cerca de Ti.

Eres Santo...”.“Soy el Salvador. He venido aquí –no era

necesario– porque sabía que tu alma estabacansada de andar errante, que estás nauseadade tu comida... Vine a darte una comida nueva


que te quitará las náuseas y el cansancio... Veahí a mis discípulos que regresan con mi pan.Pero Yo ya me he alimentado al darte las mi-gajas iniciales de tu redención”.

Los discípulos miran de reojo, más o menosprudentemente, a la mujer, pero nadie dicenada. Se va ella sin pensar más ni en el agua nien el cántaro.

“Henos aquí, Maestro” dice Pedro. “Nostrataron bien. Aquí hay queso, pan fresco, acei-tunas y miel. Toma lo que quieras. Esa mujerhizo bien en haber dejado su cántaro. Termina-remos más pronto con él que con nuestras pe-queñas bejigas. Beberemos y las llenaremos,sin tener que pedir otra cosa a los samaritanos.Ni siquiera acercarnos a sus fuentes. ¿No co-mes? Quería buscarte algo de pescado pero nohubo. Tal vez te habría gustado más. Estáscansado y pálido.”

“Tengo un alimento que no conocéis. Co-meré de él. Me dará muchas fuerzas”.

Los discípulos se miran con ojos interroga-tivos.

Jesús responde a su muda pregunta. “Mialimento es hacer la voluntad del que me haenviado para que realice la obra que es sudeseo que Yo haga. Cuando un sembradorarroja la semilla, ¿puede acaso decir que yahizo todo de modo que ya ha cosechado? No.No es así. Cuánto le falta todavía para decir:“Mi obra está ya terminada”. Y hasta que nollegue ese momento, no puede descansar. Mi-rad estos pequeños campos bajo el alegre solde la hora de siesta. Hace un mes, menos si sequiere, la tierra estaba desnuda, negra por laslluvias. Vedla ahora. Tallos y tallos de trigo,apenas despuntado, de un verde color tenuí-simo, que bajo la luz fuerte, parece más claro,cubren la tierra de un ligero color blanquecino.Esta es la mies futura y al verla decís: “Dentrode cuatro meses viene la cosecha. Los sembra-dores tomarán segadores, porque si uno essuficiente para sembrar su campo, se necesitanmuchos para segarlo. Y todos están contentos.Tanto el que sembró un pequeño costal de trigoy que ahora debe preparar graneros donde loponga, como los que en pocos días ganan paravivir por algunos meses”. También en el cam-po del espíritu los que segarán lo que Yo he

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sembrado, se alegrarán conmigo y como Yo,porque les daré mi salario y el fruto debido.Daré de qué vivir en mi Reino eterno. Vosotrosno tenéis más que segar. El trabajo más duro lohe hecho. Y sin embargo os digo: “Venid. Se-gad en mi campo. Estoy contento de que oscarguéis de haces de mi trigo. Cuando incansa-


ble por todas partes hubiese sembrado todo mitrigo y lo hubieseis cosechado, entonces serácumplida la voluntad de Dios y me sentaré albanquete de la Jerusalén celestial”. Ved que lossamaritanos vienen con Fotinai. Tened caridadcon ellos. Son almas que vienen a Dios”.

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Nuestras cosas (Catequesis)

Historia del Cristianismo:Dos mil Años de Fe

(De Michael Collins y Matthew A. Price)

(Continuación)

EL ANTIGUO TESTAMENTO:Historia de Israel

LOS PRIMEROS PASOS DE LA IGLESIA

La primera tarea de los discípulos, tal comoles había enseñado Jesús, consistía en limitarsea esperar.

Jesús había prometido que en Jerusalén re-cibirían al Espíritu Santo, que les daría nuevasfuerzas. Durante el primer Pentecostés des-pués de la resurrección de Jesús, aproximada-mente ciento veinte creyentes se reunieron enJerusalén para rezar y buscar la guía de Dios.A primera hora de la mañana, los apóstoles, lamadre de Jesús y sus hermanos se reunieron enuna casa de la ciudad, cuando de repente fue-ron consumidos por el poder del Espíritu San-to. Cada uno de ellos escuchó el sonido de unviento huracanado, vio lenguas de fuego yhabló los idiomas de todas las personas quehabían acudido a Jerusalén para celebrar elPentecostés. Poco después, Pedro pronunció elprimer sermón cristiano, cuya estructura seconvirtió en la habitual durante los primerosaños de la Iglesia: Jesucristo era el Mesías

prometido; los líderes religiosos eran culpa-bles de su ejecución injusta: la tumba no habíapodido con Jesús, ya que éste se había levan-tado de entre los muertos, y la salvación estabaal alcance de todo aquel que creyese en él. Esedía. Pedro consiguió persuadir a unas tres milpersonas para que se bautizasen según la nue-va fe.

No resulta sorprendente que las palabras ylos actos de los discípulos desatasen la ira delsumo sacerdote. Sin embargo, los nuevos cre-yentes se sentían fuertes y declararon que obe-decían a Dios y sólo a Dios. Nunca más volvie-ron a negar a Cristo.

A medida que la Iglesia crecía, se hizo evi-dente que los apóstoles necesitaban ayudantescapacitados para satisfacer las necesidades yaportar bienestar a los conversos asediados.Estos ayudantes recibieron el nombre de“diáconos”. El primer diácono fue un jovenllamado Esteban. Tras un brillante sermón endefensa de la fe ante el Sanedrín, Esteban fuecondenado a muerte por lapidación: fue el pri-mer mártir cristiano. La muerte de Estebanprovocó la dispersión de los creyentes, que apartir de ese momento se convirtieron en víc-

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timas potenciales de persecu-ciones. En lugar de terminar conla fe cristiana, sin embargo, loslíderes religiosos contribuyerona expandirla a medida que laIglesia dispersa ganaba nuevosconversos en todos los lugares alos que llegaban los discípulos.

LA CONVERSION DESAULO

Mientras Esteban yacíamuerto, un joven llamado Saulosujetaba las capas de losejecutores. Saulo, un judío deTarso (Asia Menor), había estu-diado con el gran maestroGamaliel. Era un ciudadano ro-mano que disfrutaba de muchosprivilegios y parecía destinado ala grandeza en la comunidadfarisaica. Tras la muerte de Es-teban, siguió a otros creyentescristianos (o seguidores “delCamino”, como eran conocidoshasta que se utilizó el término“cristiano” por primera vez en Antioquía) conánimos de venganza. Sin embargo, mientrasrecorrían el camino hacia Damasco, una luzcegadora lo iluminó y escuchó la voz del Se-ñor, que le preguntó: “Saulo, Saulo, ¿por quéme persigues?” (Hechos 9:46). Tembloroso.Saulo preguntó quién le hablaba. La voz repli-có: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Perolevántate y entra en la ciudad, y allí se te diráqué has de hacer”. (Hechos 9:5-6).

El cegado Saulo, más tarde conocido comoPablo, se convirtió en creyente y siguió hastaDamasco tal como le había sido encomenda-do. Allí fue bautizado por un hombre que sellamaba Ananías, recuperó inmediatamente lavista y siguió hasta Arabia para rezar y prepa-rar su ministerio. Cuando volvió a Jerusalénfue tratado con sospechas por aquellos a quie-nes había perseguido anteriormente. Final-mente, fue aceptado por todos y acogido porBernabé, con quien vivió durante una granparte de su primer recorrido misionero.

Nuestras cosas (Catequesis)

Pablo volvió a Tarso, donde permanecióalgunos años. Más tarde. Bernabé le pidió quese uniese a él en Antioquía, Siria, que pronto seconvirtió en centro de la misión cristiana. Jun-to al primo de Bernabé, Juan Marcos (que mástarde escribiría el Evangelio de san Marcos),los tres hombres emprendieron juntos su pri-mer viaje apostólico. Juan Marcos regresómuy pronto a Jerusalén sin terminar el viajeuna situación que más tarde provocó rocesentre Pablo y Bernabé y que provocó su sepa-ración durante el segundo viaje apostólico.

El primer viaje llevó a los dos hombres através de la isla de Chipre y la costa de AsiaMenor. Salieron de Antioquía por Pisidia, sedirigieron en dirección este hacia Liconia, a laciudad de Listra (donde Pablo fue lapidado porlos judíos y dado por muerto), y viajaron 80kilómetros hasta Derbe antes de volver sobresus pasos por mar hasta el puerto de Antioquía,en Siria.

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Nuestras cosas (Para meditar)

El Purgatorio(Una revelación personal)

(El presente tratado sobre el Purgatoriotiene la aprobación eclesiástica de MonseñorHenri Brincard, Obispo de Puy. No se ha que-rido dar a conocer el nombre del vidente nidatos sobre su vida para protegerlo de falsasvanidades).

Las almas del Purgatorio nos quieren

Durante el día dediqué unos momentos arezar por las almas del Purgatorio, y recibíreconfortantes consuelos. Cuando terminabade rezar el Vía Crucis, se me apareció mi An-gel de la guarda, avanzó hacia mí y me dijo:

Está bien, hijo mío, hay que rezar por estasbenditas almas, buscar hasta el menor mo-mento del día para ofrecer sacrificios a Diosen su favor.

Rezar por ella es un deber de caridad queglorifica al Altísimo, y también es para voso-tros una deuda de reconocimiento.

Esta última palabra me asombró, y pedí ami Angel que me la explicase. El prosiguió congravedad:

Sí, es una deuda de reconocimiento. Lasbenditas almas del Purgatorio ruegan por vo-sotros, interceden por vosotros ante la Majes-tad Divina, en los límites que Dios les asigna.

Sus oraciones y su protección son muy po-derosas para la Iglesia Militante.

Esto me alegró mucho y seguí escuchandoel Angel, que me dijo:

Sabes que estas almas del Purgatorio no semiran a sí mismas.

No tienen más que una sed, que es glorifi-car a Dios. A veces la Misericordia divina lesmuestra las almas de la tierra, sus aspiracio-nes, sus pruebas y trabajos; pero, sobre todo,el designio divino sobre ellas.

Entonces las almas ruegan para que secumpla este designio y el Altísimo sea glorifi-cado. ¡Oh, sí!, estas almas os quieren. Osaman en Dios, perfectamente, ya que no estánabsorbidas en su dolor, ni inhbidas por susufrimiento; no se fijan en ellas mismas: y osmiran en Dios y por Dios, rogando en la luzdivina por vosotros.

No son sensibles a vuestras cualidades,únicamente humanas, que no tienen ningúnvalor en el Purgatorio, ni tampoco lo tendránen el Cielo.

Vuestro único tesoro es el ejercicio de lavirtud, la oración fiel y los tesoros de gracia,que la Santa Madre Iglesia pone a vuestradisposición.

Todo lo demás no es más que vanidad des-tinada a quemarse en el fuego de la caridadque debe abrasaros.

Mi alma saboreaba esta lección que el An-gel me había dispensado con gravedad y ciertatristeza en la voz. Le pregunté la razón:

Es porque no amas bastante a Dios, ¡por-que no trabajas bastante por Su Gloria! Y estolo ven las almas del Purgatorio, cuando Diosse lo muestra, para ellas es una causa más desufrimiento. Y por eso multiplican sus peticio-nes por las personas más cercanas que aúnestán en la tierra, por sus bienhechores y portodas las almas que el Señor les designa.

Ruegan también por todas las intencionesque descuidaron cuando estaban en la tierra.

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Pero, como te he explicado, nunca piden parasí mismas.

En los límites que me asigna la obedien-cia a mi Padre espiritual, puedo preguntar ami Angel de qué forma estas almas nos cono-cen.

Nuestras cosas (Para meditar)

Ya te lo he dicho, hijo mío: en la luz de laMisericordia divina.

Su modo de conocimiento es más elevadoque el vuestro en la tierra, es comparable alnuestro. Estas almas tienen un conocimientointuitivo de la Iglesia militante y de sus nece-sidades, según el Señor lo permite.

Nuestras cosas (Apariciones a través del mundo)

Apariciones de María Santísimaen Heede (Alemania)

Heede es una pequeña ciudad de Alemania,cerca de la frontera de Osnabruc. El 1º deNoviembre de 1937, María se manifiesta porprimera vez a cuatro niñas de esa localidad. Enese tiempo Alemania estaba bajo el régimennazi.

En esa fecha se celebra la fiesta de Todoslos Santos y al día siguiente se conmemora lafiesta de los difuntos y por lo tanto se realizabauna velada de oración.

María Ganseferth de 13 años y su hermanaCrete de 11 estaba descansando al lado delcampanario y mirando hacia el Cementerioque se hallaba en ese lugar.

Repentinamente, Crete divisa una luz muyclara entre dos cipreces a un metro del suelo.De pronto esta luz se transforma en una siluetamuy luminosa. A pesar de sentir algo de miedoCrete permanece en calma mirando la luz has-ta que desaparece. Va donde su hermana y ledice:

–Creo que la Santísima Virgen está ahí.–No seas estúpida, le contesta María, tu no

puedes ver a la Santísima Virgen. Y regresan ala Iglesia.

Una amiga de ellas Ana Schulte que habíaescuchado el diálogo sale de la Iglesia y mira

hacia el lugar mencionado. Ella ve entonces auna Dama con un niño en los brazos. Vuelve aentrar a la Iglesia. Termina la ceremonia que seestaba celebrando, y María regresa a la ciudadmientras las otras dos niñas conversan entreellas lo que han visto. Luego se lo cuentan auna tía de Crete y le piden que vuelvan alcementerio.

La tía se niega pensando que son imagina-ciones de las niñas y continúan su camino deregreso.

Las chicas deciden volver. Luego se en-cuentran con otra conocida, Adele Bruns de 15años y Susi Schulte de 13, que venía conMaría.

Adele no cree que sea cierto, pero Susi locree porque conoce a María y sabe que ellanunca miente. Adele se va y las otras cuatroniñas vuelven al cementerio. Al llegar ven unafigura muy bella que las mira con mucho cari-ño. Luego de observarla un rato vuelven a suscasas y Crete y María le cuentan a su madre loque han visto la que de inmediato va a conversarcon la madre de Ana y Susi. En un primer mo-mento se rehusan a creer pero viendo la insisten-cia de las niñas van a conversar con el señor cura,quien no le da importancia al hecho.

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Durante los próximos quince días las niñasvuelven al cementerio y ven varias veces a laSantísima Virgen algunas veces con el Niño enlos brazos y otras sin El.

Pasados unos días el señor cura comienza acreer que puede ser cierto y las interroga una auna. Ellas describen a la “Señora” de la mismamanera. Está un metro del suelo, sobre unanube azul y blanca. En la cabeza tiene unacorona cincelada en oro, pero sin piedras pre-ciosas. Viste un traje largo y blanco con cintu-rón y un velo sobre su cabeza que no deja versu cabello. Sobre sus brazos lleva al Niño Je-sús que también viste de blanco. Sus cabellosson rubios y rizados y caen hasta las orejas. Ensus manos lleva un globo rematado en unacruz. El Niño representa unos dos años y la“Señora” unos 19. Ella está rodeada por unaluz brillante que la circunda y derrama su bri-llo en todo alrededor.

La noticia se ha esparcido rápidamente y eldía 7 de Noviembre se ha juntado una multitud


de cinco mil personas. El señor cura tambiénestá presente.

Después de la Aparición que dura unosveinte minutos el señor cura pide a todos queagradezcan a Dios este favor. Cada día lleganmás personas al lugar lo que enoja al partidonazi que creía haber sofocado el espíritu reli-gioso y ahora observa un gran renacer. Notarda la policía secreta en tomar cartas en elasunto y comienza a interrogar al cura y lasniñas. Ana y Susi vuelven al hogar con suspadres mientras las otras niñas vuelven a ver ala Santísima Virgen a quien le preguntan siquiere que le construyan una capilla. Ella noresponde sino las mira con infinita tristeza.

El día 8 de noviembre las niñas son arres-tadas por la policía que las encierra duranteseis semanas en una casa de enfermos menta-les. Después de numerosos exámenes los mé-dicos declaran que están perfectamente sanasde cuerpo y espíritu.

Luego que la Gestapo les prohibió a lasniñas ir al sitio de las primeras apariciones, laVirgen se les manifestó en secreto. De algunamanera, la Virgen también se convirtió enmaestra de las niñas.

Durante un centenar de manifestacionespidió con urgencia la Santísima Virgen “peni-tencia y oración”. El día 5 de abril de 1938indicó que deseaba la invocaran en las letaníascon los títulos de “Reina del Universo” y“Reina de las Almas del Purgatorio”. Final-mente, confió a cada uno de los niños un secre-to que no debían confiar más que al Papa.

Este es el mensaje que les inspiró la Santí-sima Virgen:

“Donde la gente demuestre la mayor con-fianza en mi y se le enseñe que yo puedo hacertodo, allí prepararé la paz. Cuando todos re-conozcan mi poder, vendrá la paz.

Yo soy la señal del Dios vivo. Pongo laseñal en la frente de mis hijos. La estrella delinfierno perseguirá mi señal, más mi señalprevalecerá sobre el infierno. Yo soy la pode-rosa mediadora de la gracia. Puesto que elmundo sólo encontrará misericordia del PadreEterno por medio de la inmolación del Hijo,asimismo encontraréis la benevolencia delHijo por mi mediación.

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Se desconoce a Jesu-cristo porque se me desco-noce a mí. El Padre Eternoderramó el cáliz de su cóle-ra sobre las naciones porhaber rechazado a su Hijo.El mundo se consagró a micorazón inmaculado; perola consagración mismaaporta una responsabili-dad terrible. Exijo al mun-do respetar su consagra-ción. Tened confianza sinlímites en mi corazón in-maculado, reconoced queposeo influjo absoluto so-bre mi Hijo. Sustituid vues-tros corazones pecamino-sos por mi corazón inma-culado, entonces yo seréquien atraerá el poder deDios y el amor del PadreEterno renovará la pleni-tud de Jesucristo en voso-tros. Cumplid mi voluntadpara que Cristo reine como rey de la paz.

El mundo tendrá que agotar hasta las he-ces el cáliz de la cólera divina por sus pecadosinnumerables, que ha herido al Sagrado Cora-zón de Jesús. El furor de la estrella del infiernosobrepasará en violencia y causará devasta-ción terrible, porque ya sabe que su tiempo escorto y porque ya ha visto los muchos que sereúnen alrededor de mi señal. Sobre éstos notiene poder, aunque matará los cuerpos demuchos, por estas inmolaciones hechas pormí, aumentará mi poder para conducir el restode la hueste a la victoria. Algunos han acepta-do ya la impresión de mi señal. Su númerocrecerá continuamente.

Pero quiero avisar a mis hijos para que nopierdan de vista que la cruz misma de estosdías sangrientos es una gracia y deben dar alPadre Eterno gracias por esta cruz.

¡Rogad y sacrificaos por los pecadores!¡Ofreceos vosotros mismos y vuestras obras alPadre Eterno por mi medición y entregaos ami sin reservas! ¡Rezad el Rosario! ¡No pidáistanto por las cosas exteriores! Se trata de co-


sas más importantes en es-tos tiempos.

No esperéis milagros yprodigios. Trabajaré en se-creto como poderosamedianera. Procuraré paravosotros la paz de corazón,sin vosotros cumplís mi vo-luntad. Entonces Jesucristoreinará como rey de la pazsobre las naciones, hacedde vuestra parte por dar aconocer esta, mi voluntad,por todo el mundo. Yo soy lapoderosa medianera de lagracia. Es la voluntad delPadre Eterno que el mundoreconozca este encargo,dado a su esclava. La gentetiene que reconocermecomo la esposa eterna delEspíritu Santo, la mediado-ra fiel de todas las gracias.Mi señal ya aparece, Dioslo quiere así.

Solamente mis hijos conocen esta señal,pues se revela en secreto y, por lo mismo, dangloria al Eterno. Todavía no puedo manifestarmi poder al mundo en general. Aún tengo quemantenerme apartada con mis hijos. En secre-to haré maravillas en las almas hasta llenar elnúmero requerido de víctimas. De vosotrosdepende acortar el período de las tinieblas.Vuestras sangres y vuestros sacrificios destro-zarán la imagen de la bestia. Entonces podrémanifestarme a todo el mundo por la gloriadel Todopoderoso. Elegid mi señal para quepronto pueda ser adorado y honrado Dios tri-no y uno Rogad y ofreced sacrificios por me-dio de mí. Orad siempre. Rezad el Rosario.Haced vuestras peticiones al Padre por mediode mi corazón inmaculado; si son conducentesa su honor, él las concederá. En vuestras ple-garias no pidáis cosas pasajeras, sino las gra-cias para las almas particulares, para vuestracomunidad, para las naciones, para que todoslleguen a amar y honrar al Divino Corazón.Guardad los sábados que se me han consagra-do según mi deseo. Los apóstoles y los sacer-

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dotes deben consagrarse a mí especialmentepara que los grandes sacrificios demandadosde ellos por Dios puedan, puestos en mis ma-nos, aumentar en santidad y en valor. Traedmemuchos sacrificios como ofrendas.

Ofreced vuestras preces a mí, como sacri-ficios. No seáis interesados con vosotros mis-mos. Estos tiempos requieren la demostraciónde honor al Eterno y la expiación. Si vosotrosos aplicáis sin reserva, yo cuidaré del resto.Cruces pesadas como la mar pondré sobre mishijos, porque los amo en mi Hijo inmolado. Osruego estéis, prontos a llevar la cruz para quese alcance la paz.

Encomiendo a la gente con ahínco el cum-plimiento de mis deseos prontamente, pues hoyy siempre el cumplimiento de mi voluntad esmenester para la mayor honra y gloria deDios.

El Padre Eterno amenaza con una desgra-cia terrible a todos los que rechazan su volun-tad.

El anuncio de estas revelaciones debe ha-cerse, en primer lugar, al público en general.Sin embargo, la muchedumbre no les tomaráen serio. Se les reservará para un grupo pe-queño y dentro de este grupo solamente paralos que disciernen cosas secretas. Obraré ma-ravillas como nunca se han hecho, en las al-mas de aquel grupo pequeño, que empiece ahacer mi voluntad”.

Estas manifestaciones sobrenaturales fue-ron rechazadas y negadas al principio hastapor los mismo padres de los niños y los sacer-dotes de la comarca. Pero el estudio de lossucesos sin pasión, los efectos maravillosos demejora y santificación espiritual de las jóvenesque intervinieron en ellos, obligaron a todos amantenerse a la expectativa y no oponersesistemáticamente a su posible sobrenaturali-dad.

Mientras tanto sobrevino la guerra del 39-45 y la policía hitleriana, ante la excepción queproducían estos sucesos y la afluencia del pú-blico, intervino prohibiendo aquellas reunio-nes e internando a las cuatro niñas en la CasaSalud de Goetingen, de donde pronto salieronpara sus casas, al demostrarse que se encontra-ban en perfecto estado de salud.


Las cuatro muchachas, ya unas mujercitas,tuvieron que incorporarse al ejército alemánpara servicios sociales, como enfermeras ytodo presagiaba que aquel incidente había ter-minado. Cuando de pronto en 1945 vuelve ahablarse otra vez de nuevas apariciones con ladiferencia de que ahora era el mismo Jesucris-to el que se presentaba. Entonces tuvo queintervenir el obispo de Osnabruk para conocerla verdad y evitar cualquier superchería. Nom-bró una comisión, formada por dos sacerdotesde su diócesis, más opuestos a los hechos conla orden de que hicieran un informe e investi-gación veraz y exhaustiva.

He aquí algunos extremos de esta indaga-ción: “Poseemos pruebas inequívocas e irrefu-tables acerca de la verdad de estas aparicionesde Jesucristo. El párroco y el capellán quehicieron esta indagación están plenamenteconvencidos de la verdad de las apariciones, apesar de su notoria oposición sistemática a lasrevelaciones y de su incredulidad y descon-fianza referentes a los hechos”.

Una vez aprobados por la jerarquía dioce-sana han sido enviados a Roma para su estudiopor la Congregación de Defensa de la Fe.

He aquí el mensaje de Jesucristo:“La humanidad no ha escuchado a mi san-

ta Madre, aparecida en Fátima para exhortara hacer penitencia. Ahora vengo Yo mismo enesta última hora para amonestar al mundo.

Los tiempos son graves. Hagan, por fin,penitencia los hombres por sus pecados. Alé-jense de todo corazón del mal y oren, orenmucho para que se aplaque la ira de Dios.Recen con frecuencia el Rosario, esa plegariaque tanto puede ante Dios. Menos diversionesy pasatiempos.

Estoy muy próximo. La tierra temblará...Será terrible. ¡Un juicio en pequeño! Pero vo-sotros no temáis. Yo estoy con vosotros. Osalegraréis y me lo agradeceréis. Los que espe-ran tienen mi ayuda, mi gracia y mi amor. Máspara los que no están en estado de gracia, seráespantoso. Los ángeles de la justicia están yadiseminados por los cuatro puntos cardinales.Yo me daré a conocer al género humano. To-das las almas me reconocerán por su Dios.Fallan cinco minutos para las doce. ¡Yo ven-

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go! ¡Estoy a las puertas! La humanidad selamentará.

La obra del Espíritu Santo ha terminado.Mi amor ideó esta obra desde la creación delmundo. Los hombres no escuchan mi voz, en-durecen su corazón, resisten a mi gracia, rehu-san mi misericordia, mi amor y mis méritos.La humanidad es peor que antes del diluvio.Agoniza en la ciénaga del pecado. El odio y lacodicia guían sus corazones. Todo esto es obrade Satanás.

El mundo yace en densas tinieblas. Estageneración merecía ser aniquilada, pero sola-mente mirando a los justos dejaré que triunfemi misericordia.

Las copas de la ira de Dios están ya derra-madas sobre las naciones. Pero los ángeles dela paz no tardarán en descender sobre la tie-rra. Quiero curar y salvar. Por las heridas queahora sangran, la misericordia vencerá a lajusticia. Pero no duerman mis fieles, como losdiscípulos en el Huerto de los Olivos. Anteslleguen constantemente al tesoro de mis méri-tos y satisfacciones para sí y para los demás.Se preparan cosas grandiosas.

Lo que ocurrirá será terrible como jamásse vio desde los principios del mundo. VengoYo mismo y manifestaré mi voluntad.

Todos los que han sufrido tanto en estosúltimos tiempos son mártires y forman la semi-lla de la nueva Iglesia. Ellos tuvieron el privi-legio de participar en mi prisión, en mis azo-


tes, en mi corona de espinas y en el camino dela cruz. ¡Hija mía, vengo pronto, muy pronto!Lo que sucederá dentro de poco superará engran manera a cuanto hasta aquí ha sucedido.

La Santísima Virgen María, y los coros delos ángeles intervendrán en todas estos acon-tecimientos. El infierno se cree ahora segurode su victoria, pero Yo se la arrebataré de lasmanos.

Muchos me blasfeman ahora, pero Yo per-mitiré que lluevan sobre el mundo desventu-ras, pues de este modo se salvarán muchos.Bienaventurados aquellos que lo sufren todopor aquellos que me ofenden. Yo vengo y con-migo vendrá la paz. Con un pequeño númerode elegidos edificaré mi reino. Este vendrácomo el relámpago, repentinamente... máspronto de lo que se piensa.

Haré resplandecer mi luz, luz que paraunos será bendición y para otros tinieblas. Luzque será como la estrella que guió a los Ma-gos.

La humanidad reconocerá mi poder y Yoles mostraré mi justicia y mi misericordia.

Mis queridos hijitos; la hora se aproximamás y más. Rogad incansablemente y no seréisconfundidos. Yo reúno a mis elegidos. Conver-gerán al mismo tiempo desde todas las partesdel mundo y me glorificarán.

¡Yo vengo! Bienaventurados los que estánpreparados. Bienaventurados los que me escu-chan”.

Nuestras cosas (Cultura religiosa)

¿Qué son los Iconos?

En la tradición bizantina se halla presenteel Descenso de Cristo a los Infiernos. ¿Cuál esel motivo por el que en el ámbito bizantino hasido privilegiada la figuración del Descenso alos Infiernos respecto a la del Cristo triunfante

que emerge del sepulcro ante los guardias de-rribados?

La elección seguramente ha sido dictadapor la evidencia misteriosa de la victoria sobrela muerte y el rescate del pecado: Cristo, nue-

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vo Adán, desciende a los Infiernos para liberarlas almas de los justos y con ellos al génerohumano. Las representaciones no difierensustancialmente entre ellas. Se pueden contaralgunas variantes tales como por ejemplo: elCristo, con el rollo en las manos sin la cruz, ocon la cruz a hombros sostenida o no por losángeles, toma la mano sólo de Adán o de am-bos progenitores, colocados ambos lateral-mente o simétricamente a su derecha y a suizquierda; o la representación del mundo infer-nal bajo sus pies, más o menos poblado y

Nuestras cosas (Cultura religiosa)

El descenso a los infiernos.

escenográficamente más pintoresco.Todo ello no cambia el planteamientocompositivo de la imagen ni comportaañadidos significativos al valor sim-bólico y teológico de la escena princi-pal.

En el ámbito bizantino-eslavo te-nemos representaciones episódicas:Cristo que sale fuera del sepulcro;baja a los Infiernos y conduce a losjustos hacia el Paraíso precedidos porel buen ladrón.

“De hecho, según la promesa –ha escritoJuan Damasceno (†749)–, el Rey de la Gloria,revestido de la púrpura de la carne, ha visitadoa los prisioneros y ha proclamado la liberaciónde aquéllos que yacían en las tinieblas”.

“Ha entrado en las fauces de la muerte ycomo Jonás en el vientre del cetáceo ha estadoentre los muertos no por estar vencido, sinopara recuperar la dracma perdida, la oveja per-dida”.

“Llama portadora de luz, la carne de Dios,bajo tierra disipa las tinieblas del infierno”.

Nuestras cosas (Apariciones actuales de la Santísima Virgen)

Las Apariciones de Medjugorge

(El sacerdote Franciscano Janko Bubalo,interrogó numerosas veces, a la vidente VickaIvankovic sobre detalles de las Apariciones dela Santísima Virgen en Medjugorge. Presenta-mos extractos de estas conversaciones).

DESARROLLO DE LAS APARICIONES

Janko: –Vicka, ahora te diré una cosa que

quizá te sorprenda, pero no debes dejarte im-presionar.

Vicka: –Hable pues. No hay nada que mepueda impresionar.

Janko: –¿Cómo que nada?Vicka: –Es muy sencillo: he oído de todo.

Tantas historias respecto a mí, a la Virgen... Yde todos los colores. Dígame pues lo que quie-ra.

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Janko: –Pudo suceder que también yo al-guna vez te haya molestado de algún modo.

Vicka: –Pero, ¡vamos!, diga lo que quiera.Janko: –Está bien; pero comenzaré desde

mucho antes.Vicka: –Está bien, comience.Janko: –Ahí voy. Yo deseaba mucho po-

der, al menos por una vez, participar en uno desus encuentros con la Virgen. Lo logré porprimera vez, el 3 de diciembre de 1981. En esedía, tú escribiste esto en tu cuaderno: “He te-nido una conversación con un fraile deLiubuski; hablamos mucho. Después fuimos ala casa del pequeño Jakov para esperar a laVirgen. Mientras rezábamos, la Virgen apare-ció poco a poco. Cuando apareció por comple-to, nos hincamos y hablamos con Ella. El frailenos miraba continuamente, para ver cómo noscomportábamos en aquel momento.

Vicka: –Bien. ¿Y esto qué tiene que ver?Janko: –Si que tiene que ver. Antes que

nada, ¿cómo supiste que aquel fraile te mirabafijamente?

Vicka: –Me lo dijeron después: y él tam-bién me lo dijo.

Janko: –Esto es verdad. Me interesa sabersi tú sabes ahora quién era aquel fraile.

Vicka: –¡Pero quién se acuerda! Había tan-tos así.

Janko: –Está bien. Puede que para ti seainteresante saberlo, si te digo que aquel frailede entonces es el mismo que ahora está hablan-do contigo.

Vicka: –¿De veras?Janko: –Sí, sí. Y lo anotaste muy bien. Me

acuerdo como si sucediera ahora: yo estaba atu izquierda mientras entrábamos en la peque-ña estancia de Jakov, donde se esperaba laaparición. La habitación estaba llena; pero yologré estar cerca de ti.

Vicka: –¿Y qué fue lo que viste?Janko: –Vicka, fue una experiencia pro-

funda e irrepetible. Nunca lo olvidaré; era laprimera vez que vivía tan intensamente la ve-nida de la Virgen y el murmullo que hacíascuando hablabas con Ella.

Vicka: –Bien. Esto lo sé y estoy contentade que usted se haya sentido así. Pero, ¿quéquiere decir?


Janko: –Esta experiencia me ha sido útilpara lo que quiero ahora discutir contigo.

Vicka: –Entonces, pregunte.Janko: –Está bien. Tú sabes que también

otras veces después he asistido a las aparicio-nes de la Virgen. Si fuera posible, lo haríatodos los días, pero debo dedicarme a confe-sar.

Vicka: –Todavía no entiendo qué quieredecirme.

Janko: –En sustancia, esto: que sus en-cuentros con la Virgen para mí, personalmente,han sido siempre misteriosos y al mismo tiem-po como una fuente de inspiración, que mealegran y me iluminan.

Vicka: –Esto me da mucha alegría. La Vir-gen lo premia por algo.

Janko: –Quisiera continuar.Vicka: –Bien, prosiga.Janko: –Bien, esto es: Noté una cierta di-

ferencia en estos encuentros. En un cierto sen-tido, esta diferencia se refiere, ya sea a la du-ración, ya al modo en que se desarrollan. Pero

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ahora no quisiera hablar de esto; lo comentare-mos en otra ocasión. Mejor, si es posible, ex-plícame tú la experiencia de ustedes.

Vicka: –No podría. Pero, ¡ánimo! Ustedpregúnteme y yo le diré lo que sé y puedadecir.

Janko: –Está bien. Dime, por ejemplo, sicuando viene la Virgen, la ven de lejos o siaparece de repente delante de ustedes.

Vicka: –Sucede así: cuando comenzamos arezar, antes que nada vemos como una luz.Parecería un cuerpo humano, pero no lo es. Yesta luz se acerca a nosotros.

Janko: –Algunas veces más de prisa y otrasmás despacio, si es que he observado bien.

Vicka: –Así es. Nosotros a veces vemos laluz y en un segundo aparece la Virgen delantede nosotros. Alguna vez, en cambio, llega len-tamente.

Janko: –¿Con claridad?Vicka: –¡Clara como el sol!Janko: –¿Cómo pasa a través del muro que

está delante de ustedes?Vicka: –Me admiro que me lo pregunte

precisamente usted, padre. Apenas comenza-mos a rezar, desaparece ese muro y todo lodemás.

Janko: –Está bien. Vicka. También yo pen-saba que era así. Dime además si los que esta-mos alrededor los distraemos. En particular,me acuerdo de una tarde, a finales de enero deeste año. Esta tarde, no sé por qué, no podíanentrar en la salita donde normalmente tienenlos encuentros con la Virgen. Y el encuentro sedesarrolló en la sacristía de la iglesia que estállena de personas y de cosas.

Vicka: –¿Y, entonces?Janko: –Permíteme continuar. Me acuerdo

como si fuera ahora: delante de ti estaba aque-lla gran cruz de encina, como de dos metros.Faltaba poco para que tú la tocases con tunariz. Y la cruz estaba apoyada en el muro. Yoestaba precisamente junto a ti, a la izquierda.Pensé: Dios mío, ¿por dónde se le aparecerá laVirgen a Vicka? Estaba un poco a disgusto.

Vicka: –¿Y después?Janko: –Ustedes empezaron a rezar y des-

pués de un segundo se arrodillaron. Los demás


no teníamos espacio para hacerlo. Y estabaclaro, al menos para mí, que la Virgen habíavenido. Yo te observaba especialmente a ti. Túmirabas hacia arriba, como de costumbre y tusemblante y tus ojos resplandecían con un fer-vor extraordinario. Hablaste con la Virgen pormucho tiempo. Parecía que toda aquella confu-sión no te causara el más mínimo fastidio, enaquella salita. Mirando el reloj, noté que tam-poco la Virgen tenía prisa.

Vicka: –Padre Janko, me parece que ya lehe hablado de esto y se lo repito de nuevo.Todo este alboroto no me distrae para nada. Deveras. Quizás un poco al principio de la ora-ción; pero después, nada.

Janko: –En verdad, ¿nada?Vicka: –Se lo he dicho, ¡nada!Janko: –¿Y cómo es eso?Vicka: –No lo sé. Pero cuando llega la

Virgen yo no veo nada más y no oigo nada másque a Ella.

Vicka: –Vicka, te digo la verdad. No meexplico cómo es posible–.

Vicka: –¿Y qué puedo hacer yo? Ni yomisma sé cómo sucede, pero así es y ya.

Janko: –Yo te creo porque yo también al-guna vez he tenido la experiencia de que asísucede. ¿Me permites que lo aclare a mi mane-ra?

Vicka: –Bien, prefiero que usted sea el quemás hable.

Janko: –He visto muchas veces, cómo lestoman fotografías durante las apariciones, conlos flash que se disparan delante de sus ojos. Amí, los flash, aunque me encuentre lejos, mesobresaltan. En cambio, he visto tantas vecesque ninguno de ustedes ni siquiera parpadea:sólo al pequeño Jakov no lo he observado.

Vicka: –Este hecho en verdad no me con-cierne. Cuando la Virgen está conmigo, enton-ces es como si a mi alrededor no existieranada.

Janko: –¿Cómo es posible esto?Vicka: –No lo sé. Es la Virgen quien arre-

gla así las cosas.Janko: –Los demás videntes, ¿cómo viven

estos momentos?

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Vicka: –Por lo que sé, igual que yo. Perono lo puedo asegurar. Cada quien tiene su ca-rácter. No hablamos entre nosotros de estascosas.

Janko: –¿Y por qué?Vicka: –No sé decirle tampoco esto.Janko: –Esta bien. Pero dime si cada en-

cuentro con la Virgen lo vives del mismomodo.

Vicka: –Por lo general, sí. Pero ha habidoencuentros especiales. Algunas veces me heemocionado mucho; me siento como suspendi-

da en el aire, como si no estuviera en la tierra.Sé que una vez tuve que agarrarme a la camapara no caerme. Sentía como si volara. No losé expresar, pero he tenido momentos así.

Janko: –¿Tenías miedo de lo que sentías?Vicka: –No, mientras veo a la Virgen no

tengo miedo de nada.Janko: –Bien, Vicka, pero no te he pregun-

tado si siempre ha sido tan hermoso.Vicka: –En sustancia, sí. Al principio la

gente nos apremiaba y empujaba. Pero estarcon la Virgen es siempre hermoso.


Nuestras cosas (Noticias desde Medjugorge)

Mensaje del 25 de Noviembre de2003, de María Reina de la Paz

Dice la Reina de la Paz: “¡Queridos hijos!Los invito a que este tiempo para ustedes seaun estímulo aún más fuerte a la oración. Eneste tiempo, hijitos, oren para que Jesús nazcaen todos los corazones, especialmente en aque-

llos que no lo conocen. Sean amor, alegría ypaz en este mundo sin paz. Yo estoy con uste-des e intercedo ante Dios por cada uno deustedes. ¡Gracias por haber respondido a millamado!”.

Nuestras cosas (Reflexiones)

El Poder de la Eucaristía(Extractado del libro “El Poder de la Eucaristía” de Monseñor Ramírez,

Vicario de Manilla, Filipinas)

Estoy escribiendo desde el Santuario deGuadalupe, en México. Es magnífico. Durantemi hora santa estuve pensando, ¿qué es mejor,la visita que Nuestra Señora le hizo a Juan

Diego o una hora santa en la presencia de Jesúsen el Santísimo Sacramento?

Las rosas florecieron en invierno. La ima-gen de Nuestra Madre se imprime en un pobre

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poncho que se ha conservado por siglos. Loscientíficos no se explican cómo se imprimióesa imagen en esa tela. Ella es la mujer vestidadel sol. El sol es el símbolo de su HijoEucarístico. Dos corazones que laten al uníso-no.

¿Qué pide al obispo? “Construir una capi-lla”. ¿Quién está en la capilla? ¡Su HijoEucarístico! María lleva a todos sus hijos a laEucaristía.

La belleza de Guadalupe está siempre du-rante nuestra hora santa de oración. No impor-ta cuán frío esté nuestro corazón, las rosas desantidad florecen. La fragancia de santidadperdurará por toda la eternidad. Cada momen-to que pasamos en su presencia, brotamos, cre-cemos y florecemos como las rosas en el fríoinvierno.

Y con cada hora santa, una imagen nueva yespecial se imprime misteriosamente en nuestraalma. Esta imagen es mucho más linda que aque-lla del Santuario, a la que gente de todo el mundoacude y admira su belleza con asombro.

Después de cada hora santa que haces en

Nuestras cosas (Reflexiones)

presencia de Jesús en el Santísimo Sacramen-to, todos los ángeles del cielo miran extasiadosla imagen impresa en tu alma.

Como Juan Diego tuvo que esperar hastaestar ante el obispo para ver la maravillosaimagen, así también nosotros tendremos queesperar. Así como él se sorpendió al verla, delmismo modo nosotros quedaremos pasmadospor toda la eternidad al ver el efecto de unasola hora santa de oración.

Esta es la razón por la cual Pablo VI señalaque una sola hora santa de oración ante JesúsSacramentado nos otorga “una dignidad in-comparable” (en “Misterium Fidei”). La gentebusca la dignidad en: la posición social, respal-do económico, fama o títulos académicos.Pero la dignidad se encuentra en la presenciade Dios que nos eleva más y más hacia Él. Laaltura y el prestigio de nuestra verdadera digni-dad se encuentran en el grado de unión que tene-mos con Cristo en el Santísimo Sacramento.

Por eso tengo en mi despacho una imagende Nuestra Señora de Guadalupe para que merecuerde dónde reside mi verdadera dignidad.

Nuestras cosas (Comentarios sobre los mensajes de Peñablanca)

Tiempos Difíciles Avisados porMaría Santísima en Peñablanca

Al igual que en La Salette, en Fátima,Garabandal o en Medjugorge y en muchos lu-gares de apariciones de María Santísima en elmundo, tal como Jesús también le habla aVassula Ryden, se avisan tiempos difícilespara nuestros días, y se nos dan las indicacio-nes para afrontarlos: ORAR, ORAR, ORAR,rezar el Santo Rosario, visitar el Santísimo, laSanta EUCARISTÍA, penitencia y sacrificio...obedecer a Nuestro Santo Padre JUAN PA-

BLO II, y a todos los obispos y sacerdotesunidos a él, leer la Santa Biblia, ayudar a nues-tros hermanos, tener paciencia y amor...

El 16 de enero de 1985, la Dama Blanca dela Paz nos avisa que LLOVERÁ EN PARTESDONDE JAMÁS HABÍA LLOVIDO. NEVA-RÁ EN PARTES DONDE JAMÁS HA NE-VADO... SE VE COMO UNA ENORMELUZ, CON UNA CABELLERA, PASANDOMUY CERCA DE LA TIERRA, produciendo

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conmoción. Muchos SE MARAVILLAN,PERO AL INSTANTE, HAY UNA GRANEXPLOSIÓN. EL OCÉANO SE AGITA Y SETRAGA UNA NACIÓN... EN CHILE, PARE-CE UN ÁRBOL AGITÁNDOSE Y LOMALO CAE Y QUEDA LO BUENO...

UNA ENORME LUZ HA DE VENIR.UNA GRAN LLUVIA HA DE VENIR Y UNGRAN TERREMOTO HA DE VENIR...MUCHOS DIRÁN: AÚN NO SE CUMPLE.PERO DE CIERTO OS DIGO QUE TODOSE CUMPLIRÁ (16-1-86) TODO LO QUEESTÁ DICHO HA DE CUMPLIRSE E IN-CLUSO LA TRAICIÓN SE ESTÁ CUM-PLIENDO...

GRITOS Y LLANTOS SE OIRÁN SO-BRE LA FAZ DE LA TIERRA. UN GRANHUMO NEGRO HABRÁ EN EL CIELO.TODO SER VIVIENTE MORIRÁ, OTROSQUEDARÁN VIVOS... NIÑOS LLORARÁNA SUS FAMILIARES. OBJETOS EN ELCIELO SE VERÁN CAER SOBRE LA TIE-RRA COMO LLUVIA DE FUEGO. LUEGOSE OIRÁN GRITOS DE PEQUEÑOS INO-CENTES QUE NO TENDRÁN EL APOYODE SUS SEMEJANTES. MI CORAZÓN SEENTRISTECE POR AQUELLOS ÁNGELESQUE NO TENDRÁN EL AMPARO DE NA-DIE.

LA POBREZA REINARÁ POR LA TIE-RRA. NI UN SER HUMANO SERÁ RICOENTONCES (15-VI-83).

HIJITO MÍO, MI CORAZÓN SE EN-TRISTECE, PORQUE SI EL HOMBRE NOCAMBIA, DIOS CASTIGARÁ A LA HU-MANIDAD COMO NO HAY EJEMPLO.HACED MUCHA PENITENCIA. PEDIDLEA MI HIJO, PORQUE EL LES DARÁ (15-VI-83).

ESPANTO SE VE SOBRE LA FAZ DE LATIERRA. UN GAS LUMINOSO DESTRU-YE MUCHAS COSAS. EL HOMBRE TIRABLASFEMIAS CONTRA DIOS. VENDRÁUNA FALSA PAZ Y LUEGO SERÁ SUELTONUEVAMENTE SATANÁS... (16-X-84).

¡CUÁNTAS COSAS OS DIGO Y NOATENDÉIS A NUESTRA SEÑORA! PUES,HA LLEGADO EL TIEMPO DE LOS TIEM-POS, EL FIN DE LOS FINES. OS QUIERO


MUCHO. SI PASÁIS LA PRUEBA, DIOS OSPREMIARÁ MUY PRONTO (28-X-84).

E INCLUSO LOS ECHARÁN PRESOSPOR MI CAUSA (8-IX-84).

HERMANOS CONTRA HERMANOS.PADRES CONTRA PADRES. CARDENA-LES CONTRA CARDENALES. OBISPOSCONTRA OBISPOS, Y ASÍ SUCESIVA-MENTE. LLAMAD A LA PAZ. Y ALZA TUVOZ CLAMANDO: PAZ Y AMOR... (22-X-87).

LA HORA DE SATANÁS ESTÁ LLE-GANDO. HARÁ QUE LAS ALMAS... PORESO HAY QUE REZAR MUCHO, PORQUESATANÁS TRATA DE INDUCIR A TODOSAL PECADO... (7-X-84).

LA IGLESIA PASARÁ POR UNA GRA-VE CRISIS. MÁS, MUCHOS SACERDO-TES SE IRÁN EN CONTRA DEL SANTOPADRE. OBISPOS Y CARDENALES SE-RÁN FUSILADOS. OTROS SERÁN MUER-TOS Y SE VERÁ EN ROMA FUEGO HUMOY LLANTO MUY PRONTO...

EL SANTO PADRE DEBERÁ DE SU-FRIR MUCHO POR LA CONSECUENCIADE MUCHOS DE VOSOTROS... (12-VI-86).

SOBREVENDRÁ A LA HUMANIDADUNA HORROROSA CRISIS. EN LA IGLE-SIA YA NO HAY ORDEN Y LOS DESÓR-DENES VAN POR TODOS LADOS YABUNDAN.

HIJOS MÍOS, AYUDAD A SALVAR AL-MAS QUE VAN A LA PERDICIÓN.

PUES OS DIGO: NO PUEDO MÁS YASOSTENER EL BRAZO DE MI HIJO... ELRESPETO ENTRE HUMANOS YA NOEXISTE. HAY UN RELAJAMIENTO TO-TAL A LOS QUEHACERES DE DIOS.

LA SANTA FE SE ESTÁ PERDIENDOEN MUCHOS PUEBLOS.

MUCHAS PESTES HAN DE VENIR. YVOSOTROS NO QUERÉIS OÍR... (29-IX-87).

MIGUEL, LOS SACERDOTES MINIS-TROS DE MI HIJO POR SU IMPIEDAD ENCELEBRAR LOS SANTOS MISTERIOS,POR SU AMOR AL DINERO, AL HONOR YAL PLACER, SE HAN CONVERTIDO ENCLOACAS DE IMPUREZA. SÍ, CLAMAN

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VENGANZA. LA VENGANZA ESTÁ SUJE-TA SOBRE SUS CABEZAS. MALDICIÓN ALOS SACERDOTES Y A LAS PERSONASCONSAGRADAS A DIOS QUE CON SUSINFIDELIDADES CRUCIFICAN NUEVA-MENTE A MI HIJO, NUESTRO SEÑOR. ELMUNDO YA NO IMPLORA MISERICOR-DIA NI PERDÓN. YA NO HAY PERSONASDIGNAS DE OFRECER LA VÍCTIMAINMACULADA AL ETERNO EN FAVORDEL MUNDO. MUCHAS ALMAS SE PIER-DEN Y SON POCOS LOS QUE SE SAL-VAN... (6-V-84).

HOY ANTE TI OS DIGO QUE MUCHOSMINISTROS DE MI HIJO LLEVAN AL RE-BAÑO A LA PERDICIÓN POR LAS FAL-SAS DOCTRINAS. HACEN GRUPOS YORGANIZAN MUCHAS COSAS A NOM-BRE DE MI HIJO. PERO DE CIERTO OSDIGO QUE TODO ESO OFENDE MUCHOA MI HIJO...

...PERO TAMBIÉN MUCHOS SACER-DOTES, RELIGIOSOS Y OBISPOS VANPOR EL CAMINO CORRECTO (2-IV-87).

Son muchas las palabras dichas por María


Santísima en Peñablanca que nos hablan detiempos difíciles, no de ayer sino de hoy y unpronto mañana.

Estamos viviendo un tiempo de tribulacióny relajamiento moral en las costumbres. Bastaleer la prensa, basta ver las noticias de radio ytelevisión. Basta con ver la sexualidad desata-da en los avisos publicitarios, en el lenguaje demuchos, incluyendo más de un consagrado...Realidad fuerte de hoy donde se ha metido lacola del demonio. Apostasía que se nos avisóen Peñablanca. Falta de fe; demonización, vio-lencia, impudor, y María repitiendo enPeñablanca, QUE EL HOMBRE SEA HOM-BRE, QUE LA MUJER SEA MUJER.

Oremos, unámonos en oración alrededordel Santo Rosario, acerquémonos a la SantaEucaristía, obedezcamos a Juan Pablo II yunámonos en oración con él. Dios y MaríaSantísima nos ayudan si ponemos nuestra bue-na voluntad al servicio de la pureza, el amor yla paz, la unidad y el sacrificio y penitencia.Animo. Dios y María están con nosotros.

Alvaro Barros

Nuestras cosas (Noticias de Peñablanca)

El Sábado 1 de noviembre, la Santa Misaen el Monte Carmelo fue celebrada por el Pa-dre Miguel Contardo, ya que por recordarseese día la fiesta de Todos los Santos, era impo-sible para el padre Alvaro Bernal acudir alCerro.

Asistieron como siempre numerosas perso-nas y hemos querido publicar un resumen delas palabras de su prédica que fue muy conmo-vedora.

La lectura de ese día fue el Evangelio de laBienaventuranzas.

El Padre Contardo, primeramente recordóel lugar de Israel en que Jesús las dio a conocery donde actualmente se levanta una hermosacapilla octagonal, donde se pueden leer lasocho bienaventuranzas.

A continuación fue explicándolas una auna.

“Las Bienaventuranzas nos las dio Nuestro

Señor como consejo Evangélico, una vez yaimplantados en nuestro corazón los Diez Man-damientos que el Señor dio a los hombres.Cada hombre tiene impreso en su alma la leynatural que nos enseña “Haced el Bien y evitarel Mal” independientemente que sea católico ono lo sea.

Los Diez Mandamientos los entregó en lasTablas de la Ley y es la base de todas lasConstituciones. Pero sobre esta Ley, el Señornos dio unos consejos Evangélicos, lasBienaventuranzas que son un código de la fe-licidad.

Nuestro Señor dice: Bienaventurados ahoray mañana el que los sigue. No dice: seránfelices mañana en el Cielo, sino también aquíen la tierra y además en el Cielo.

Ojalá pudiéramos leerlas y releerlas (Mateo5:1-12) y preguntarnos si somos realmentefelices. Felices es la palabra traducida directa-

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mente del Hebreo y las Bienaventuranzas sonun código de felicidad.

La primera de ellas dice: “Bienaventuradolos pobres de Espíritu”. ¿Quienes son esos? Latraducción común llama pobres a los que tie-nen que trabajar para vivir. Pero lo que nosquiere decir Nuestro Señor es que los pobresde espíritu son los que no están apegados a lariqueza material, el que no tiene como fin de suvida el ganar dinero. La riqueza puede ser undon de Dios, si es ocupada en hacer el bien yayudar a los demás. Pero la felicidad no está enposeer bienes.

Uno de los hombres más felices de la EdadMedia fue San Francisco de Asís quien se des-pojó de todo su dinero para quedar sin nada.Lo importante es no aferrarse al dinero sinoque sea un medio para acercarnos a Dios.

La segunda Bienaventuranza nos dice:“Bienaventurados los mansos porque ellosposeerán la tierra”. Es la persona equilibrada,que tiene dominio de si misma, que no se dejallevar por su mal carácter.

Toda persona aunque tenga un carácterarrebatado, colérico, sanguíneo, si tiene domi-nio de si mismo, si es educado, si es afable ydulce para con los demás como era Jesús,como fueron tantos santos, se puede considerarmanso y poseerá la tierra porque vivirá en pazy tranquilo.

La tercera Bienaventuranza nos dice:“Bienaventurados los que lloran porque ellosserán consolados”. Se refiere especialmente alos que lloran sus pecados. Al que está profun-damente arrepentido de haber ofendido a Diosy le pide perdón. Ellos serán consolados. Paraesto tenemos el sacramento del perdón, de lapaz, de la confesión y penitencia. Serán perdo-nados y consolados por Dios.

La cuarta Bienaventuranza nos dice: “Bien-aventurados los limpios de corazón porqueellos verán a Dios”.

Los que tienen su mirada limpia y transpa-rente que ven lo bueno es incluso lo malo losven con ojos buenos.

Una persona limpia no es una persona quevive en una burbuja, está en el mundo pero entodo ve la mano de Dios. En los mismos horro-res que se ven a diario, los homicidios, las


guerras, los atentados, se compadece de losautores pensando que se han apartado del Se-ñor, que no siguen sus mandamientos. En todolos acontecimientos miran hacia Dios rogandopor aquellos que se han apartado de El. Encada hecho sea bueno o malo, tratan de mirarcon la mirada compasiva y misericordia deDios.

Y sigue Nuestro Señor: “Bienaventuradoslos misericordiosos porque ellos alcanzarán lamisericordia”.

¿Quién es el misericordioso? El corazónque se compadece del otro, que siente con elotro, que vibra con su pena o alegría. Lo quellamamos hoy día “empatía”. Ve con el Cora-zón de Cristo y es compasivo con todos.

Los mirará con la mirada misericordiosa deCristo y a la vez, Cristo será misericordiosocon él porque ha sido compasivo con los de-más.

“Bienaventurados los pacíficos, los que tra-bajan por la paz, porque ellos serán llamadoshijos de Dios”.

El primer canto que se oyó en la tierra fueun llamado de paz a la tierra a los hombres debuena voluntad”.

La Santísima Virgen se llama a si mismaReina de la Paz, Dama Blanca de la Paz.

Nadie puede dar paz a los demás si no tienepaz consigo mismo porque nadie puede dar loque no tiene.

Si yo quiero dar paz a los demás, tengo queestar bien con Dios, bien con mis hermanos yasí poner mi granito de arena para pacificar.

Que distintas son aquellas personas quenunca tienen paz ni consigo mismas ni con losdemás. Muchas veces de las lenguas que salenalabanzas a Dios, salen también tantas desca-lificaciones. Lo que llamamos vulgarmente“pelambre”. Hablar mal por hablar mal. El quedesparrama no solamente maldiciones sinosediciones. El que va siempre exagerando lascosas. El que va contando lo que no se debecontar. El que no tiene freno en a lengua y estásiempre fomentando enemistades. “Lenguagrande” o lengua de víbora.

La lengua, un órgano tan pequeño puedehacer mucho bien o mucho mal. Esas personasque no la usan para el bien no son hijos de Dios

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porque no son pacíficos porque andan despa-rramando discordia y recelo.

Hay que tener mucho cuidado con lo que sehabla. Mucho, mucho cuidado. Debemos imi-tar a Jesús y a María que nunca difamaron ysiempre disculpaban y sembraban paz.

También dicen las Bienaventuranzas:“Bienaventurados los que tienen hambre y sedde justicia y los que padecen persecución porhacer la voluntad de Dios porque de ellos es elReino de los Cielos”.

Son tantos que sufren incomprensiones aveces dentro de sus mismos círculos. Los que


son mal interpretados o difamados por cumplircon la ley de Dios. Los perseguidos por hacerlo que Dios manda. Ellos ganarán el Reino delos Cielos.

Practiquemos de todo corazón estás bien-aventuranzas, con amor y con cariño pidiéndo-le a Nuestro Señor que las grabe en nuestroscorazones como grabó los diez mandamientos.Para esto debemos leer y releer estos consejosevangélicos, meditadlos y así cumplir la vo-luntad de Dios.

En el nombre del Padre, del Hijo y delEspíritu Santo. Amén.

Queridos (as) hermanos (as):La gracia, paz y amor que brotan del Divi-

no Corazón de Jesús, bendiga copiosamente acada uno de ustedes.

Desde hace varios años, les vengo acompa-ñando con la celebración de la Santa Misa delos primeros sábados de cada mes. Hoy, a po-cas horas de concurrir a celebrar la Santa Misadel mes de diciembre, quisiera expresarles losiguiente:

1. Nuestro Obispo ha nombrado a un nuevosacerdote para que los siga atendiendo con lascelebraciones mensuales; les pido de corazónque le reciban con mucho cariño y aprecio. Esun sacerdote joven y se llama Pbro. Rodolfo dela Cruz.

2. Mantengan viva la fe en el Señor yvívanla alegremente en la Iglesia Católica a lacual pertenecemos desde el día de nuestro bau-tismo. La fe es don de Dios que debemos cui-dar y acrecentar por medio, especialmente, delos sacramentos. La Iglesia es nuestra Madre yMaestra y, debemos participar con fuerza yentrega en nuestras Parroquias y Capillas.

3. Hago memoria del día en que les acompa-ñé por vez primera y de ahí surgen los recuerdosde tantas Eucaristías vividas con piedad y fer-vor... Gracias, gracias por el cariño que me handispensado y, pido humildemente, me tenganpresente en sus oraciones.

4. Trabajen y hagan todo lo posible poracrecentar la unidad (Jn. 17), con humildadaporten cada uno los dones y gracias que Diosles ha concedido.

5. Que la Virgen Santísima, les permita acada uno de ustedes enamorarse cada día másde su Hijo y les ayude a caminar por sus sen-das. “Solo Él es adorable, solo Él merece nues-tra entrega absoluta...” (Juan Pablo II, en suvisita a Chile).

6. Que nuestra Santísima Madre les protejay aliente en la fe.

7. Les voy a recordar siempre y me com-prometo a seguir rezando por cada uno de us-tedes, familiares y sus intenciones.

Les bendice con afecto, su servidor en Cris-to y María Santísima.

Pbro. Alvaro Bernal Correa

EL PADRE BERNAL SE DESPIDE

Sorpresivamente fue cambiado nuestro ca-pellán, el sacerdote Alvaro Bernal. Durante va-rios años nos acompañó celebrando la SantaMisa los primeros sábados de mes. Todos losfieles le estamos muy agradecidos por el sacrifi-cio que le significó en medio de sus laboressacerdotales, el subir al Cerro muchas veces bajola lluvia y el frío y otras bajo un ardiente sol.

Le agradecemos su paciencia y consejos yqueremos decirle que contará con nuestras ora-ciones para que Dios y María Santísima loacompañen en sus nuevos trabajos.

Publicamos las palabras de despedida quenos dirigió el Sábado 6 de Diciembre:

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El día 12 de Diciembre recién pasado, fies-ta de la Virgen de Guadalupe, ha fallecido elsacerdote Guido Bertolino, misionero de laobra de la Transfiguración.

El fue siempre un sacerdote ejemplar, cre-yente de Peñablanca, a pesar de que nuncaconoció el Santuario, y fue escogido por laSantísima Virgen, como el primer sacerdoteque recibió y escuchó al vidente Miguel AngelPoblete.

El mismo nos cuenta esta experiencia en ellibro de Alvaro Barros: “Por qué creo enPeñablanca”.

El parte de su testimonio nos relata lo si-guiente:

“En las últimas páginas del Tercer Tomo delos libros de Alvaro Barros sobre Peñablanca,en el “Listado de Apariciones...”, en Julio delaño 1993, sale escrito: “R.P. Guido Bertolino(Transfiguración). Primer sacerdote que escu-cha y cree lo que dice Miguel Angel Poblete”.Y esto, que me haya tocado a mí ser el primersacerdote... parece ser cierto y me alegra mu-cho, mientras por otro lado me da pena que lossacerdotes anteriores no hayan atinado a es-cucharle siquiera.

¿Y cómo pude yo ser luego tan llano paraescucharle y, además, llegar a creerle? La ex-plicación está en el hecho de que yo en añosanteriores, en Los Andes, había estado sieteaños al lado de la Madre Enriqueta Corvalán,(Fundadora de la Obra de la Transfigura-ción); había sido, durante seis años, Capellándel Monasterio de las Carmelitas de Los An-des, allí donde estaban esperando su exalta-ción los restos de Sor Teresa (JuanitaFernández), conociendo, además, desde mu-chos años antes, sus preciosos escritos; y fi-nalmente, me estaba alimentando desde variosaños de las claras páginas del libro del “Movi-miento Sacerdotal Mariano”. Con toda esa“preparación remota” ¿cómo no lo iba a escu-char?; y, al escucharle, le fui creyendo porquelo que me narraba eran cosas creíbles.

Conocí a Miguel Angel Poblete cerca delas 15 horas, si no me equivoco, del últimoDomingo de Julio de 1983. Me lo trajeronalgunas Catequistas de nuestra Capilla“Transfiguración del Señor”, situada en

Peyronet, Población Araya, de Quilpué. Algoya había escuchado acerca de él, y otras cosasme las contaron allí las señoras que lo traían.Mientras lo observaba y las escuchaba, atra-vesamos el pequeño espacio de patio que unela oficina con la puerta de la capilla, y, antesde entrar en ella le tendí la mano y saludándo-lo le dije: “¿Así que te llamas Miguel? ¿Eresdevoto de San Miguel? Ven, te voy a mostraruna estatua de San Miguel muy hermosa”, yen eso entramos a la capilla; adoramos elSantísimo, y nos acercamos a la estatua. Medio la impresión de que muy pocas veces habíavisto estampitas o estatuas de San Miguel.

Pasamos luego a la oficina, y empezó acontar..., dejándome en su narración, motivosde credibilidad. En eso golpearon a la puertaunos parientes de un enfermo grave que esta-ba en el hospital y me rogaron que fuera pron-to a confesarlo. El hospital está a una cuadrade la capilla. Evidentemente le expliqué aMiguel Angel y a sus acompañantes que teníanque esperarme una media horita, y me fui conesos parientes afligidos. Cuando volví supe quelas señoras habían llevado a Miguel Angel atomar onces allí cerca y que llegarían pronto.

Mi última Misa de cada Domingo era a las19 horas, en la capilla de María, Rosa Místi-ca, en la Población Las Rosas, y, en vista deque mi medio de locomoción eran las patitas,ya a las 18:30 salí a la calle, justo cuandoestaba llegando la comitiva. Les expliqué misituación, les pedí disculpas y seguí caminan-do. “No importa, –me contestaron las cate-quistas, –aprovechamos para llevarlo al P.Luis del Sol”.

Ese fue mi primer encuentro con MiguelAngel. Después de ese, incontables otros en-cuentros, porque, cuando más tarde llegó el P.Contardo a hospedarse en nuestra casa muy amenudo Miguel Angel estaba con nosotros;Mons. Francisco Valenzuela Ríos, que ya teníaatragantada la Obra de la Transfiguracióndesde Los Andes, con esto de Peñablanca quese cobijaba en la Capilla de la Transfigura-ción, empezó a hostigarnos mucho más queantes, y yo tenía que ir con mucha prudenciay pedirle al Señor y a la Santísima Virgen queme guiaran y me protegieran.

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Con prudencia, pero sin cobardías, porqueera demasiado bonito eso de constatar comola Virgen Santísima se servía de la Transfigu-ración para apoyar a Miguel Angel, al P. Luisdel Sol y al P. Contardo.

Era además una linda manera de tranquili-zar mi corazón frente a mi imposibilidad absolu-ta de acudir al Cerro. “Imposibilidad absoluta”.

Creo en Peñablanca por los signos inequí-vocos de la presencia de María Santísima allí;por los Mensajes, por los éxtasis de MiguelAngel, por los estigmas de Miguel Angel, porlas comuniones milagrosas, por las fotografíasmilagrosas, por los rayos maravillosos, por lamisma persecución de la Iglesia, por la pre-sencia poderosa de Satanás...

Creo en Peñablanca por la actitud sacrifi-cada de los peregrinos, por la actitud valientedel Padre Luis del Sol, por la actitud heroicadel Padre Contardo, por el ardor del PadreManuel Salinas, por el aumento de la fe y delfervor de los fieles de nuestras capillas, espe-cialmente de nuestras Catequistas por lassanaciones y conversiones también entre loshabitantes de nuestros sectores..., por la fatui-dad de los argumentos de las “Comisiones”.

Creo en Peñablanca por la ternura de laVirgen de las Estrellas, la Dama Blanca de laPaz.

Entre las muchas dificultades que sufrió ensu larga vida, pensamos que uno de los mayo-res sacrificios que ofreció al Señor y a su


Madre, fue el de no subir a conocer el benditolugar donde María posó sus pies.

Pero ahora desde el Cielo lo habrá conoci-do y estará muy feliz junto a Jesús y María, ycomo decía en su carta de despedida: “Desdeel regazo del Padre Celestial, los voy a ayudara todos, muchos más eficazmente de cuantopuedo hacer ahora aquí”.

A TODOS LOS CREYENTES DEPEÑABLANCA

Como Fundación Monte Carmelo, encarga-da de todo lo concerniente a la parte “material”del Cerro, tenemos un nuevo proyecto quecreemos es de gran importancia. Colocar unportón digno en la entrada del Santuario.

Después de varios estudios se ha aprobadoun diseño como el que se acompaña en el pre-sente artículo.

Es un portón de fierro con dos columnas aambos lados y sobre éstas unas capillitas condos imágenes.

Pueden ser San Miguel Arcángel y el Angelde Chile, como custodios del Santuario.

Sobre el portón unas letras también en fie-rro que señalan el lugar: “SANTUARIO DELMONTE CARMELO”.

Para hacer posible esta idea se necesitará laayuda de todos los peregrinos y creyentes ypor lo tanto se iniciará una campaña de reco-

lección de dinero des-tinada especialmente aeste fin. Esperamoscontar con la colabora-ción de todos por míni-ma que sea, pues pesoa peso se puede juntaruna suma que hagarealidad este proyectoque es una verdaderanecesidad pues la en-trada actual no es dig-na de un Santuario dela Santísima Virgen.

Fundación MonteCarmelo

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Nuestras cosas (Testimonios)

Testimonio de Sanación

Mi nombre es César Celestino Berardi,quien por la gracia de Dios y la mediación deMaría Santísima, está en este valle de lágrimaspara contarles mi testimonio, rogando a nues-tra Madre del cielo, que sirva para incrementarla fe de todos los que lo lean, para volver alcamino a los alejados y para encontrar la luz alos pecadores.

...A principio del año 2002, me dieron undiagnóstico de “Hiperplasia fibroadenomatosade próstata y proceso inflamatorio agudo ycrónico inespecífico, sufría de intensos dolo-res y debía soportar el suplicio de una sondapermanente. Los médicos decidieron operar-me, pero los dolores siguieron y la sonda nome la podían sacar. Sufría también desde ha-cían 10 años de Diabetes. Dado las circunstan-cias de mis dolencias y la partida de mi únicahija a Dallas, EE.UU., la que se fue con muchopesar pero la falta de trabajo de este país laobligó a hacerlo, me tomó una terrible Depre-sión, no me alimentaba, por lo que perdí elhierro y los glóbulos rojos. Con todo este pa-norama, llegó a mi casa una Misionera delGrupo Corazón Inmaculado de María, la Sra.Gladys, quien trajo la imagen de LA DAMA

BLANCA DE LA PAZ, organizaron un rosario yllegó también de manos de otra misionera unCojín bendecido por la Virgen, quien nos rela-tó las gracias que la Madre del Cielo habíadejado en ese Cojín, nos dijo además que sinuestro corazón era humilde y abierto, a pedi-do de María, Dios podría obrar en las perso-nas, pero que debíamos recordar que la Virgennos pedía, rezar el Rosario y cumplir los pre-ceptos y los mandamientos de la Santa MadreIglesia. Como yo casi no caminaba, me colo-qué el Cojín sobre mis piernas y oré interior-mente, mientras seguía el Rosario, sentí unasensación muy especial, que no se puede ex-presar con palabras. Creo que en ese momentocomenzó mi curación, comencé a caminarsolo (hago 60 cuadras diarias), mejoré de miproblema prostático, recuperé el peso perdidoy algo más. –Pero como si todo esto fuera

poco, una noche vi reflejado en la pared de midormitorio a Nuestro Señor Jesucristo de me-dio cuerpo e inmerso en una luz y escuché unavoz que me dijo “TU DIABETES ESTÁ CONTROLA-DA”, y... ¿qué les parece que pasó?, mi diabetesestá dentro de los límites normales, dejé todamedicación, volví a sonreír, a sentirme feliz, aquerer hacer cosas (voy a comenzar nueva-mente mi actividad de rotisero, para ayudar alos asilos y más necesitados). También experi-menté la presencia de nuestra Madre Santísi-ma, con el perfume a rosas en mi casa, cuandodesde hace años he perdido el olfato.

...¿qué les parece?, mi salud es perfecta,doy gracias a Dios y a la Santísima Virgen porsu mediación. En mis caminatas voy y vengorezando por todos los enfermos que conozco yque no conozco, por la paz de mi patria y delmundo entero y muy especialmente por todoslos pecadores.

Ruego que éste mi testimonio, sirva a to-dos, en especial a los que se encierran en unestado depresivo, yo lo experimenté, y lesdigo que confíen en nuestra eterna abogada enel cielo “La Santísima Virgen, Ella intercedesiempre por nosotros y en cada lugar donde sehace presente nos pide... ¡ORACIÓN, CONVER-SIÓN Y PENITENCIA, ¿qué poquito, verdad, paratodo lo que por su mediación recibimos?

Enero de 2003

CÉSAR C. BERARDI

San Antonio (Mza. D-casa 13)San Martín-Mza. Argentina

ORACION A LA VIRGEN SANTISIMA

Dulce Madre, no te alejes,Tu rostro de mí no apartes,ven conmigo a todas partesy nunca sólo me dejes.Y ya que me proteges tanto,como verdadera Madre,haz que me bendiga el Padre, elHijo y el Espíritu Santo.

Amén.

36(Peñablanca - Chile)

La caridad comience en casa. No os alejéis de vuestra familia. Aún acercaos más.No seáis hipócritas. Primero está el deber y luego lo demás.Si no se atiende a las súplicas, Dios va a herir al mundo como no hay ejemplo. Nohe venido al mundo a amenazaros, sino a daros una oportunidad.Mensaje de Paz para la Humanidad: El mundo tiene que orar mucho, hacer muchosacrificio y enmendarse por la conversión de los pecadores. El mensaje de paz queos traigo es el siguiente: Muchas oraciones han llevado al cielo los ángeles por vosotros.Muy pronto Rusia se va a convertir al cristianismo. Y al fin el Corazón Inmaculadotriunfará. Habrá Paz en el mundo si vosotros hacéis lo que os digo: Frecuentementedebéis debéis visitar al Santísimo Sacramento. Confesaos más seguidamente. Co-mulgad, id a misa. Meditad un cuarto de hora el Rosario, y haced sacrificios paraexpiar por los pecadores. Si esto se hace habrá paz.Asimismo a tener paz en vuestros corazones. Y estar en paz con el alma, consigomismo.El 1983 había un secreto condicional que iba a suceder muy pronto. Lasoraciones alcanzaron al cielo y Dios se ha compadecido de vosotros con suinfinita misericordia y no va a haber el terremoto que se había dicho. Esteterremoto si no hubiese sido por la oración iba a ser el 12 de diciembre de esteaño, pero como las oraciones alcanzan al cielo, solamente va a haber unpequeño temblorcito, dice Nuestra Señora, para que os deis cuenta que era enrealidad esa fecha. (Lo que fue efectivo)....El Santo Padre va a venir a Chile antes de lo dicho.A veces no comprenden la venida de Nuestra Señora a la tierra. Muchos sepreguntan por qué aquí o por qué allá. Dios ha enviado a Chile a NuestraSeñora para salvar almas que van a la perdición. Para constituir un Dogmadel Corazón Inmaculado de la Encarnación del Hijo de Dios o MaríaCorredentora.También a llevar almas al camino correcto, a los sacerdotes y religiosas, y a darpaz en los corazones.A los afligidos darle amor.A los que lloran secarles las lágrimas.A los que no entienden mostrar el camino.A los que no escuchan volver a creer.A los que no quieren ver por su vida espiritual iluminarles el camino para quevean.Al que no camina ayudarlo a caminar.Y todo lo que necesita el mundo de hoy.

M E N S A J E S

MISIONEROS DE DIOS - Fundación Montecarmelo · rezo del Santo Rosario y nuestra propia...

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