Misioneros Nº132

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Tras vivir una nueva guerra civil,la paz ha regresado a la RepúblicaCentroafricana. La situación,sin embargo, sigue siendo deuna calma extremadamente frágil.

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en este número...

y además...

EDITA OBRAS MISIONALES PONTIFICIASC/ Fray Juan Gil, 5 28002 - Madrid Tfno: 91 590 27 80 Fax: 91 563 98 33 E-Mail: [email protected]://www.omp.eshttp://www.domund.org

Nº 132 . FEBRERO, 2013

AGUSTINOS RECOLETOSPaseo de La Habana, 167. 28036 Madrid.Tel. 91 345 34 60 COMPAÑÍA DE JESÚSAvda. de la Moncloa, 6. 28003 Madrid. Tel. 91 534 48 10 COMPAÑÍA MISIONERA DEL SAGRADO CORAZÓNEstocolmo, 9. 28022 Madrid. Tel. 91 313 56 40 FRANCISCANAS MISIONERAS DE MARÍACardenal Marcelo Spínola, 38. 28016 Madrid.Tel. 91 302 61 99 MISIONERAS DE NUESTRA SEÑORA DE ÁFRICA(HERMANAS BLANCAS)Asensio Cabanillas, 39. 28003 Madrid. Tel. 91 553 82 60 MISIONEROS CLARETIANOSClara del Rey, 6. 28002 Madrid. Tels. 91 415 23 61 y 91 415 21 99 INSTITUTO ESPAÑOL DE MISIONES EXTRANJERASFerrer del Río, 17. 28028 Madrid. Tel. 91 355 23 42 MERCEDARIAS MISIONERAS DE BÉRRIZFereluz, 2. 1ª A 28039 Madrid. Tel. 91 571 63 03MISIONERAS CRUZADAS DE LA IGLESIAMadre Nazaria, 7. 28044 Madrid. Tel. 91 525 32 04 MISIONERAS DE CRISTO JESÚSPeñuelas, 18. 5º A. 28005 Madrid. Tel. 91 517 41 78 MISIONERAS DOMINICAS DEL ROSARIOGeneral Kirkpatrick, 44. 28027 Madrid. Tel. 91 367 36 71 MISIONEROS ESPIRITANOSSanta Engracia, 149. 1º B. 28003 Madrid. Tel. 91 554 21 57 Olivos, 12. 28003 Madrid. Tel. 91 553 36 16 MISIONEROS DE MARIANNHILL Arturo Soria, 249. 28033 Madrid. Tel. 91 359 07 40 MISIONEROS DEL VERBO DIVINO Corazón de María, 19. 5º B. 28002 Madrid. Tel. 91 415 43 55 MISIONEROS OBLATOS DE MARÍA INMACULADA Diego de León, 36. 28006 Madrid. Tel. 91 411 12 12 Pozuelo de Alarcón, Madrid. Tel. 91 352 34 16 PADRES BLANCOSMenorca, 3. 28009 Madrid. Tel. 91 574 04 00SOCIEDAD DE MARÍA - MONFORTIANOSGarabay, 7. 2º. 28850 Torrejón de Ardoz(Madrid). Tel. 91 677 69 11 SOCIEDAD DE MISIONES AFRICANAS Asura, 34. 28043 Madrid. Tel. 91 300 00 41

coeditores

T E R C E R M I L E N I O

IGLESIA A FONDO

PRIMER PLANO

El domingo 3 de marzo la Iglesia espa-ñola celebra el Día de Hispanoamérica.Una jornada para renovar los vínculos desolidaridad y colaboración evangelizadoracon las Iglesias hermanas de América.

INFORMEEn pleno siglo XXI, miles de mujeres vivencomo verdaderas esclavas, víctimas deincontables tipos de abusos. Y todo eso,

sin que nadie dé la cara por ellas,condenadas al más absoluto olvido.

7 TRIBUNA Los niños,nuestros maestros

10 EL OBSERVADORCUBA - VIETNAM

20 ASÍ VA EL MUNDOSIRIA - HAITÍEGIPTO - SUDÁN

36 ENTREVISTAJJuuaann MM.. PPéérreezz CChhaarrllíínn, misionero en Burkina Faso

40 ANIMACIÓN MISIONERA

43 CARISMASInstituto de la BienaventuradaVirgen María

48 CULTURA"Un trozo invisible de este mundo"

54 MISIÓN VIVACCaarrmmeenn MMoolliinnaa,,misionera en la Amazonía

56 MISIÓN VIVABBeenneeddiiccttoo SSáánncchheezz,,misionero en Angola

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América, puerta abier-ta a la misión”. Coneste lema, que es ala vez una declara-

ción de intenciones y la constata-ción de una realidad, se presentala celebración, el próximo 3 demarzo, del Día de Hispanoamérica;una jornada que, como señala elcardenal Marc Ouellet, presidentede la Pontificia Comisión paraAmérica Latina, en el mensaje queha hecho público para la ocasión,“ayuda a mantener vivos losvínculos entre España y América”.

La realidad que se pone demanifiesto es que los misionerosespañoles siguen encontrandoabiertas las puertas para la mi-sión en América Latina. “De lasIglesias locales de España –se se-ñala en el mensaje– cada año sa-len nuevas vocaciones misioneraspara colaborar con aquellas queaún están en proceso de forma-ción” en el continente americano.De hecho, en los últimos 50 años,más de 2.000 sacerdotes de dis-tintas diócesis españolas hantraspasado el umbral de la puertaoceánica que les ha llevado a tie-rras americanas, con la clara vo-luntad de atender las necesidadesmisioneras que aún se dan en es-ta parte del mundo. Lo han hechocomo miembros de la Obra de Co-operación Sacerdotal Hispanoame-ricana (OCSHA). Y a este grito de“¡A la misión!”, también se sumanlos religiosos y religiosas españo-

les que realizan su labor pastoralen el continente hermano.

Y es que, aunque sea significa-tivo el hecho de que, en la actua-lidad, más del 80% de la pobla-ción de América esté bautizadaen la Iglesia católica, la necesidadde evangelización nos sigue de-safiando. Quedan, advierte el car-denal Ouellet, “muchos sectoresmarginados, excluidos, y los ros-tros de la pobreza y del sufri-miento se encuentran en las peri-

ferias miserables de las grandesciudades, en los ancianos solos,en las mujeres abandonadas, enlos inmigrantes sometidos a todaclase de violencia, en las cada vezmás numerosas víctimas del alco-hol y las drogas, en los atentadospor las redes de delincuencia yviolencia”. “La cultura global delrelativismo y del hedonismo–añade– penetra también la reali-dad latinoamericana por doquier,erosiona la religiosidad popular,atenta contra la institución fami-liar y la cultura de la vida, y dejaa los jóvenes desconcertados”. Sinduda, todo un inmenso campo deactuación, toda una gran “puertaabierta a la misión”.

Y si esta es la realidad palpa-ble, la declaración de intencionesviene a mostrar que, desde esteámbito de necesidad, las Iglesiashermanas de Hispanoamérica es-tán dispuestas a seguir, con todosu empeño, el ejemplo de la gale-ría de hombres y mujeres de tallaexcepcional que, como misione-ros y misioneras, llegaron a lolargo de los siglos a estas tierras,para transmitirles el don preciosode la fe en Jesucristo, con su

mensaje de justicia, paz y libera-ción, y ser ahora ellas las queabran la puerta de salida a la mi-sión ad gentes. Esta es la razónpor la que el Plan de Pastoral delConsejo Episcopal Latinoamerica-no (CELAM) para el quinquenio2011-2015 anima a todas lasConferencias Episcopales del con-tinente a que “asuman responsa-ble y solidariamente el compro-miso de la misión ad gentes, co-mo fruto maduro de la MisiónContinental y concreción de laNueva Evangelización”.

El Día de Hispanoamérica es,sin lugar a dudas, la llave queabre todo un “continente de laesperanza”.

E D I T O R I A L

DIRECTOR Alfonso Blas REDACCIÓN Rosa Lanoix, Rubén Azuara DISEÑO Antonio Aunés COLABORADORES Anastasio Gil, Rafael Santos, DoraRivas, Montserrat Vilaseca, Antonio José Molina, José Beltrán, José Carlos Ro-dríguez, José Ignacio Rivarés, Volusiano Calzada, José Ramón Carvallada, María

Jesús Sahagún, Carmina Sofía Fernández, Juana Gómez, Joaquín Martínez, Julio César Vidal, Vicente Marqués Ruiz,Lourdes Gabilondo DOCUMENTACIÓN Ana Fernández ARCHIVO FOTOGRÁFICO Antonio Aunés, Rafael SantosFOTOGRAFÍAS Efe, Missio SUSCRIPCIONES Roberto Murga DEPÓSITO LEGAL M-48558-1999 ISSN 1695-1034 IMPRESIÓN Gráficas Dehon. PP. Reparadores. C/ La Morera, 23-25. Torrejón de Ardoz, Madrid. Tfno: 91 675 15 36

T E R C E R M I L E N I O

Aunque más del 80% de la población de Américaesté bautizada en la Iglesia católica, la

necesidad de evangelización nos sigue desafiando.

¡A la misión!

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I G L E S I A A F O N D O

Un misionero laico y unosniños nos interpelancon la mirada desde elotro lado de una puerta

entreabierta. Esta es la imagen queaparece en el cartel del Día de His-panoamérica, que la Iglesia espa-ñola celebra el 3 de marzo bajo el

lema “América, puerta abierta a lamisión”. Esa cancela es el símboloy verdadero leitmotiv de la jornada.Es la puerta de entrada para los sa-cerdotes españoles que cada añocruzan el océano para evangelizaren el llamado “continente de la es-peranza”. Y es, al mismo tiempo, la

de salida para los evangelizadoresde aquellas Iglesias locales que, pe-se a su pequeñez y pobreza, mar-chan también a cooperar con otrasIglesias aún más necesitadas. Esapuerta evoca, por último, el Año dela Fe, convocado por Benedicto XVImediante la carta apostólica PortaFidei, que fue inaugurado por elPontífice el pasado 14 de octubre.

Más de 2.000 sacerdotes denuestro país han cruzado ya esasimbólica puerta de compromiso yservicio desde que en 1959 las dió-cesis españolas comenzaran a cele-brar el Día de Hispanoamérica. Y lohan hecho de la mano de la Obrade Cooperación Sacerdotal Hispa-

Una puerta abierta. Este es el motivo principal del cartel de esteaño del Día de Hispanoamérica, la jornada con la que cada añola Iglesia española renueva sus "vínculos de solidaridad, comu-nión y colaboración evangelizadora" con las Iglesias hermanas deAmérica. La cita es el domingo 3 de marzo. El objetivo: sensibili-zar a la comunidad cristiana sobre ese ya plurisecular compromi-so y recordar, una vez más, que la misión es cosa de todos.

puerta abierta a la misiónAMÉRICA,3 de marzo, Día de Hispanoamérica

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noamericana (OCSHA), un organis-mo, integrado en la ConferenciaEpiscopal, que se instituyó en 1958precisamente para canalizar esteenvío misionero. En 2012, segúndatos de la Comisión de Misionesde la CEE, solo cinco presbíterosespañoles (el año anterior fuerononce) cruzaron el charco para unir-se a los 329 que, a día de hoy, si-guen al pie del cañón en los dis-tintos países latinoamericanos.Leopoldo Rivero Moreno, de la dió-cesis de Córdoba, puso rumbo a laprelatura de Moyobamba, en Perú;Carlos Alfonso Vara García, de lade Cuenca, encaminó sus pasos a ladiócesis de Abaetetuba (Brasil); Joa-quín Ignacio Fernández González,de Granada, partió a Hermosillo(México), y Pablo Fernández-Mar-tos Montero, de Getafe, y José Mi-guel Espinosa Sarmiento, de Sego-via, lo hicieron a las chilenas de Vi-llarrica y San Bernardo, respectiva-mente. Todos ellos se sintieron lla-

mados a vivir el ministerio sacerdo-tal en esos territorios de misión, ha-ciendo así visible, con su testimo-nio, la universalidad de la Iglesia.

Más allá de problemáticas par-ticulares, los retos que tendránque afrontar en adelante estos cin-co nuevos “evangelios vivientes”,como a Benedicto XVI le gusta lla-mar a los misioneros, son simila-res: son los retos que plantea “unmundo roto y desorientado” en elque “las gentes están abandonan-do la fe”, según señala el cardenalMarc Ouellet, presidente de laPontificia Comisión para AméricaLatina (PCAL), en el mensaje quesu institución ha elaborado para lajornada. “América Latina –escribeel purpurado canadiense– necesitauna nueva evangelización ante larealidad del cambio tan profundoque se está operando en el interiorde la sociedad americana”.

¿Tan profundo es ese cambio?¿Tanto están cambiando las cosas

para que se tenga que convocar,también allí y de manera urgente,a una nueva evangelización? “Lacultura global del relativismo ydel hedonismo –insiste monseñorOuellet– penetra también la reali-dad latinoamericana por doquier,erosiona la religiosidad popular,atenta contra la institución fami-liar y la cultura de la vida y dejaa los jóvenes desconcertados, mu-chas veces huérfanos de padres,maestros, educadores”.

El documento conclusivo de laV Conferencia General del Episco-pado Latinoamericano, celebradaen el santuario brasileño de Nues-tra Señora de Aparecida en mayode 2007, ya alertó sobre los gran-des desafíos que plantean a la Igle-sia los nuevos y convulsos tiemposque corren, marcados por la globa-lización, el individualismo y el he-donismo. “Vivimos un cambio deépoca cuyo nivel más profundo esel cultural. Se desvanece la concep-ción integral del ser humano, su re-lación con el mundo y con Dios (...).Se deja de lado la preocupación porel bien común para dar paso a larealización inmediata de los de-seos de los individuos (...)”, se

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A día de hoy 334 sacerdotes españolesdesarrollan su labor misionera

en distintos países de América Latina.

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afirma en el punto 44 de ese do-cumento. Y el punto 46 habla de

una “ colonización cultural” en laque prima el individualismo y que“conduce a la indiferencia por elotro, a quien no necesita ni delque tampoco se siente responsa-ble”. “Se prefiere vivir –se denun-cia– día a día, sin programas a lar-go plazo ni apegos personales, fa-miliares ni comunitarios. Las rela-ciones humanas se consideran ob-jetos de consumo, llevando a rela-ciones afectivas sin compromisoresponsable ni definitivo”.

Que esto esté ocurriendo enuna región como América Latinapreocupa, y mucho, en Roma,puesto que se trata de un conti-nente en el que la Iglesia católicatiene puestas grandes esperanzas.América Latina es algo así como el“ojito derecho” de la Santa Sede.Juan Pablo II la rebautizó en su día

como “el continente de la espe-ranza”. El apelativo no está pues-to a humo de pajas. Quinientosaños después de la llegada delEvangelio a esas tierras, sus fielesrepresentan hoy casi la mitad delos católicos que hay en el mundo.Y la Iglesia todavía goza allí de ungran prestigio y reconocimiento–hasta el punto de figurar siempreentre las instituciones con mayorcredibilidad– debido a la defensaque hace de la justicia, el bien co-mún y la dignidad de la persona,amén de su labor caritativa, edu-cativa y de promoción humana.

En estado de misiónSin embargo, y pese a ese reco-

nocimiento, en las sociedades lati-noamericanas hay hoy muchísi-mos “católicos disidentes y tibiosen su identidad católica”, aunque,eso sí, “siguen considerándose cre-

yentes”. Así lo reconoce tanto elmensaje de la PCAL, como el do-cumento conclusivo de Aparecida.Este último texto invitaba, ya ha-ce casi seis años, a poner en mar-cha la nueva evangelización, y ahacerlo partiendo de cero: de Cris-to. “A todos nos toca recomenzardesde Cristo, reconociendo que nose comienza a ser cristiano poruna decisión ética o una gran idea,sino por el encuentro con un acon-tecimiento, con una Persona, queda un nuevo horizonte a la vida y,con ello, una orientación decisiva”,se afirma en el punto 9. Y el nú-mero 11 añade: “La Iglesia está lla-mada a repensar profundamente yrelanzar con fidelidad y audacia sumisión en las nuevas circunstan-cias latinoamericanas y mundiales.(...) Se trata de confirmar, renovary revitalizar la novedad del Evan-gelio arraigada en nuestra histo-ria, desde un encuentro personal ycomunitario con Jesucristo, quesuscite discípulos y misioneros.Ello no depende tanto de grandesprogramas y estructuras, sino dehombres y mujeres nuevos (...)”.

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Los fieles latinoamericanos representan casi la mitad

de los católicos de todo el mundo.

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Hombres y mujeres nuevos.Hombres y mujeres que conozcanprimero, y transmitan después, esaBuena Noticia que es Jesucristo;que transmitan la alegría inherenteal mensaje cristiano; y que nuncaolviden que “la evangelización haido siempre unida a la promociónhumana y a la auténtica liberacióncristiana”, como recuerda tambiénAparecida. Y en esto tienen muchoque decir los misioneros.

Fue a raíz de esa V Conferen-cia General del Episcopado Lati-noamericano (V CELAM) de 2007,y del posterior Congreso America-no Misionero (CAM 3), celebradoen Quito en agosto de 2008, cuan-do las Iglesias latinoamericanaslanzaron la “Misión Continental”,un proyecto evangelizador queanima a todos los bautizados a re-doblar su compromiso misioneroy a actuar con un ardor, métodosy lenguaje renovados y audaces.Desde entonces, aquellas comuni-dades cristianas se hallan en “es-tado permanente de misión”, loque significa que están “repen-sando y reformando” muchas de

sus estructuras pastorales pararesponder a los retos que planteala Nueva Evangelización. Y esque, como escribe el cardenalOuellet en su mensaje, la misiónha sido siempre el mejor termó-metro en el que medir “la vitali-dad de la fe de la Iglesia y de suscomunidades cristianas”. “La au-tenticidad y vitalidad de la fe –in-siste– se verifica en el anhelo decomunicar a todos, más allá detodas las fronteras, el don del en-cuentro con Cristo (...)”.

Esas Iglesias hermanas tieneneste año dos citas importantísimascon las que calibrar esa vitalidad.La primera llega en julio y tienepor escenario la ciudad brasileñade Río de Janeiro, en donde, del 23al 28, se celebrará la XXVIII Jorna-da Mundial de la Juventud (JMJ). Elsegundo evento llegará unos me-ses más tarde, en noviembre. Setrata del IV Congreso AmericanoMisionero (CAM4-COMLA 9).

La JMJ, en efecto, ya se perfilacomo otro magno encuentro paracelebrar y vivir la fe. Se espera queparticipen en ella dos millones depersonas y estará precedida por lacelebración, del 15 al 19, de la que

se ha dado en llamar “La semanamisionera”, el equivalente a los Dí-as en las Diócesis en el encuentrode Madrid. Se sabe ya también queBenedicto XVI sobrevolará en heli-cóptero el Cristo de Corvocado quepreside esta hermosa ciudad, yque la acogida de los jóvenes al Pa-pa y el vía crucis posterior tendránlugar en la playa de Copacabana.El encuentro cuenta ya con himno,logotipo y web oficiales, y su lemaes “Id y haced discípulos a todoslos pueblos” (Mt. 28, 19).

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La ciudad venezolana de Ma-racaibo acogerá asimismo en no-

viembre el CAM4-COMLA 9, al quese espera asistan unos 5.000 mi-sioneros de todo el continente. Se-rá, como sus siglas indican, el no-veno Congreso Misionero Latinoa-mericano, y el cuarto desde que, en1999, participan en él delegadosde Estados Unidos y Canadá. Su le-ma es “América misionera, com-parte tu fe”; y su objetivo primero,“acrecentar en las Iglesias particu-lares el compromiso misionero pa-

ra responder a los desafíos de lamisión ad gentes, en un mundopluricultural y secularizado”.

Injusticia socialy desigualdades

El diagnóstico que harán en eseencuentro continental los misione-ros no diferirá mucho del realizadopor los obispos en Aparecida, o delmás reciente de la Pontificia Comi-sión para América Latina, que re-cuerda los enormes retos que la mi-sión tiene aún por delante en aque-

llos países. “Quedan –afirma el car-denal Ouellet– muchos sectoresmarginados, excluidos, y los rostrosde la pobreza y del sufrimiento seencuentran en las periferias mise-rables de las grandes ciudades, enlos ancianos solos, en las mujeresabandonadas, en los inmigrantessometidos a toda clase de violencia,en las cada vez más numerosas víc-timas del alcohol y las drogas, enlos atentados por las redes de de-lincuencia y violencia”.

La CLAR (Conferencia Latinoa-mericana de Religiosos) hizo tam-bién en su último encuentro con-tinental, el decimoctavo, celebra-do en junio pasado, una “radio-grafía” muy parecida. El mensajefinal de ese evento hablaba de“una nueva realidad geopolíticalatinoamericana y caribeña” y de“un crecimiento económico queno puede esconder la terrible ex-clusión social que viven las gran-des mayorías, la depredación des-piadada de la naturaleza, la tratahumana, los gestos despóticosdictatoriales de muchos gobier-nos, la migración forzada, la co-

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LA MISIÓN,TAREA DE TODOS

a misión atañe a todos loscristianos, a todas las dióce-sis y parroquias, a las insti-

tuciones y asociaciones eclesiales".El mensaje para la Jornada del Díade Hispanoamérica recuerda, unaño más, que la misión es tareade todos los bautizados, y no solode sacerdotes y religiosos. Los lai-cos también tienen una responsa-bilidad, si bien hasta hoy solo un"puñado" de valientes –actualmen-te lo hacen unos 700, según datosde las Obras Misionales Pontificiasde España– han dado hasta ahorael paso y se han comprometido adedicar unos años de su vida a lamisión. Desde 1984 existe una Co-ordinadora de Laicos Misioneros(CALM) que agrupa a una docenade organizaciones que trabajan enla misión de los laicos. La Obra deCooperación Apostólica Seglar His-panoamericana-Cristianos con elSur (OCASHA-CCS), una de ellas,fue erigida por la ConferenciaEpiscopal Española en 1958.

Los sacerdotes diocesanos quemarchan a América Latina lo hacennormalmente a través de la ya cita-da Obra de Cooperación SacerdotalHispanoamericana (OCSHA). Aun-que, para hablar con propiedad,el envío misionero no lo hace laOCSHA sino el obispo de la dióce-sis de origen. El sacerdote que cru-za el charco sigue, por tanto, incar-dinado en su diócesis de partida ymarcha para un periodo concreto ylimitado, que posteriormente sepuede prorrogar, como de hechoocurre muchas veces. Al llegar alnuevo país, se le integra en elpresbiterio de destino. Los dosobispos, el de origen y el de desti-no, se comprometen, mediante lafirma de un contrato, a atenderle yacompañarle mientras esté en lamisión, tanto en lo concerniente asu formación permanente como asus necesidades materiales.

L

rrupción, la impunidad y el círcu-lo vicioso del narcotráfico”.

El párrafo anterior da de llenoen la diana. América Latina crece,sí –así lo reflejan al menos los da-tos macroeconómicos–, pero laterca realidad nos dice que la in-mensa mayoría de sus gentes vivetodavía en la más vergonzosa po-breza, una pobreza hiriente, son-rojante, interpeladora y excluyen-te que roza lo insoportable en elcaso de las comunidades indíge-nas. América Latina es un conti-nente rico que sufre de grandesdesigualdades sociales y enormesinjusticias; un continente que tie-ne que soportar a no pocos políti-cos corruptos y sin escrúpulos queanteponen su propio beneficio ysus intereses personales o de gru-po al bien de toda la sociedad; uncontinente que sufre la lacra delnarcotráfico, que se infiltra en to-dos los estratos de la sociedad y lopervierte y lo corrompe todo; y uncontinente en el que se ha instala-do una violencia terrible y cotidia-na que hace que, muchas veces, lavida apenas tenga valor...

A “dar testimonio” en estas tie-rras y a “alimentar la fe” de estoshermanos es a lo que llama preci-samente el Día de Hispanoamérica,porque la misión –se nos recuerda–es algo que atañe a todos los cris-tianos. Los misioneros que ya es-tán sobre el terreno saben perfec-tamente que, además de lo ya di-cho, aquel continente acoge a uncrisol de pueblos de una riqueza ydiversidad enormes; que allí con-vergen las culturas indígenas, mes-tizas, campesinas, urbanas, subur-banas y afrodescendientes; y, sobretodo, que en los corazones de susgentes pervive la semilla que de-positaron hace más de 500 años“una legión de misioneros que de-fendieron la dignidad de los indí-genas y les transmitieron el donmás precioso: la fe en Jesucristo”.“Fue tan honda la inculturación dela fe en la gestación de los pueblosamericanos –dice el cardenal Oue-llet– que, aún hoy día, más del 80%de sus gentes están bautizadas enla Iglesia católica”. Por algo es elcontinente de la esperanza.

JOSÉ IGNACIO RIVARÉS

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La República Centroafrica-na acaba de pasar por

una guerra civil que haconcluido con un acuerdo

de paz. Pero la calma esfrágil y el país –ejemplo

de Estado fallido– afrontanumerosos conflictos que

se arrastran desde hacemuchos años y que

permanecen al acecho.

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CALMA FRÁGILRepública CentroafricanaRepública Centroafricana

P R I M E R P L A N O

Imagine un país tan grandecomo España y Portugal jun-tas, habitado por solo cuatromillones y medio de habitan-

tes, que produce diamantes, oro yuranio, donde llueve diez meses alaño y cubierto de enormes bos-ques y tierras fértiles. Si piensaque en una nación así sus ciuda-danos tendrán un nivel de vida en-vidiable, espere a escuchar la se-gunda parte: se trata del segundopaís más pobre del mundo, su es-peranza de vida no supera los 39años, la mitad de los niños no es-tán escolarizados y muchos deellos tienen problemas serios de

desnutrición. Este lugar se llamaRepública Centroafricana y acabade sufrir, por enésima vez, unaguerra que ha sumido a su pobla-ción en el pánico total. Un acuer-do de paz, firmado el pasado 11 deenero, ha devuelto la esperanza alos centroafricanos, pero la calmaes frágil y muchas de las causasque han originado el conflicto es-tán lejos de ser resueltas.

Si hubiera que poner una fechade comienzo a esta última crisis,bien podríamos hablar del 10 dediciembre de 2012. Ese día gruposde hombres bien armados ocupa-ron las localidades norteñas de

Ndele, Ouddara y Sam Ouandja.Hacía varias semanas que se oíahablar de ataques en distintas par-tes del país, pero el Gobierno deFrançois Bozizé o bien no hacíacomentarios o, a lo sumo, achaca-ba los incidentes a simples gruposde “bandidos”. Pero esta vez laamenaza no era para tomársela ala ligera. Se trataba de una coali-ción formada por cuatro gruposrebeldes que pocos años atrás ha-bían firmado acuerdos de paz conel Gobierno y que decían protestarpor el incumplimiento de prome-sas de beneficios para sus comba-tientes. Se hacían llamar “Seleka”,

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que en lengua sango quiere decir“alianza”, y durante el resto de di-ciembre su avance fue imparable:tras hacerse con el importantecentro diamantífero de Bría, ocu-paron Batangafo, Kabo, Bambari,Kaga Bandoro, Alindao... hastauna docena de localidades. Solo eloeste del país y su extremo sures-te (este último con presencia detropas ugandesas y asesores mili-tares estadounidenses que comba-ten el LRA de Joseph Kony) que-daron libres de la ofensiva de Se-leka. El ejército regular casi siem-pre se dio a la fuga. Cuando llega-ron a Sibut, a solo 160 kilómetrosde la capital, Bangui, sus habitan-tes fueron presa del pánico y Bo-zizé reaccionó como siempre sue-le hacerlo: tarde. “En el ejército lellamábamos ‘el motor diesel’ por-que, cuando hay problemas, siem-

pre tarda en entrar en acción”, medijo una vez un coronel centroa-fricano de la gendarmería. Susmedidas tardías consistieron endestituir al ministro de Defensa–casualidades de la vida, su pro-pio hijo, Jean Francis Bozizé– yen suplicar a países amigos queenviaran tropas para salvarle.

Desde que en 2003 se hicieracon el poder por la fuerza, conayuda de tropas chadianas, Bozizé–a pesar de ser un general delejército– no ha conseguido queCentroáfrica tenga unas fuerzasarmadas profesionales y bien equi-padas. Su logística y sus servicios

de inteligencia militar son desas-trosos. Hacía varios años que laComunidad Económica de Estadosde África Central (CEEAC) mante-nía varios cientos de soldados enel país para garantizar un mínimode estabilidad. En noviembre de2012 habían empezado a retirarse,pero, de repente, tuvieron que darmarcha atrás. Cientos de soldadosde Chad, Camerún, Gabón y Con-go-Brazzaville llegaron al país y sesituaron a las afueras de la locali-dad de Damara, a mitad de cami-no de Sibut y Bangui, para detenerel avance rebelde. Los Gobiernosde la región temían que, si Sele-

Pese al acuerdo de paz, muchas delas causas que desencadenaron

el conflicto permanecen si resolver.

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ka llegaba a hacerse con el po-der, el país se sumiría en un caos

que podría extenderse a países ve-cinos. Bozizé pidió también ayudaa Sudáfrica, que envió tropas paraasegurar la seguridad de la capital.Francia –que bastante tenía ya conMalí– no quiso enviar soldados ysu embajada fue objeto de ataquespor parte de turbas enfurecidas.Estados Unidos, que también senegó a enviar tropas, decidió ce-

rrar su misión diplomática y Na-ciones Unidas evacuó a todo supersonal no esencial.

Un acuerdo de paz inesperado

Los rebeldes de Seleka negocia-ron desde una posición de fuerzamilitar, pero de debilidad internaa causa de sus múltiples divisio-nes. Los medios de comunicaciónse acostumbraron a ver cómo suportavoz en París anunciaba unadecisión crucial y a las pocas ho-ras era desautorizado por sus co-mandantes militares en el terreno.Comenzaron exigiendo la marchainmediata de Bozizé, pero, final-mente, aceptaron acudir a Librevi-lle (Gabón) para participar en con-versaciones de paz facilitadas porla CEEAC y la misión de la ONU enCentroáfrica (BINUCA). Para sor-presa de todos, las negociacionesno duraron ni una semana. El 11de enero se producía el milagro yrebeldes, Gobierno, oposición ysociedad civil firmaron un acuerdode paz de dos partes: la primera,

militar, sobre un alto el fuego to-tal; y la segunda, política, en laque se prevé que Bozizé permane-cerá en su cargo hasta que termi-ne su mandato en 2016 y que ten-drá que aceptar un primer minis-tro propuesto por la oposición ylos rebeldes.

Finalmente el hombre elegidofue Nicolas Tiangaye, un abogadoque hace años fundó la Liga Cen-troafricana de Derechos Humanos yfue ministro con el anterior presi-dente Félix Patassé. “Cuando él y elresto de la oposición estaban en elpoder, a nosotros (las organizacio-nes de la sociedad civil) nos perse-guían”, ironiza la conocida activistay abogada Edith Douzima, presi-denta de la Liga de Mujeres Juris-tas, “y ahora acuden a nosotros pa-ra pedirnos que les ayudemos”. El15 de enero Tiangaye fue nombra-do jefe del Ejecutivo por Bozizé ensu palacio presidencial de Bangui,en presencia de representantes deSeleka, la oposición política y la so-ciedad civil. Según el acuerdo de Li-breville, el presidente no podrá des-

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tituir al nuevo Gobierno. Tiangayey Bozizé, aunque vienen de campospolíticos opuestos, tienen un víncu-lo muy fuerte en común: ambospertenecen a la misma logia masó-nica, de la que también son miem-bros los presidentes de Gabón, AliBongo, y de Congo-Brazzaville, De-nis Sessou Nguesso.

Diálogo y convivenciaEl domingo 20 de enero acudo

a misa a la parroquia de Fátima,en el corazón de la popular ba-rriada “Kilómetro Cinco”. Pocodespués de las Navidades el barriohervía debido a tensiones entrecristianos y musulmanes, estos úl-timos asociados con Seleka y con-siderados por muchos como suquinta columna en la capital. Uncomerciante musulmán fue dete-nido allí y tiroteado por la policíacuando trató de escapar y, al díasiguiente, sus amigos se vengaronmatando a golpes al primer poli-cía al que encontraron en la calle.Podía haber sido mucho peor si nohubiera sido por personas como elpadre comboniano Jonas Béka,que preside la celebración. Duran-te la misma subraya que el acuer-do de paz de Libreville ha sido elregalo de año nuevo que Dios hadado a los centroafricanos y quehay que esforzarse por cuidarlo.“Cuando hay conflictos, diálogo¡siempre!, diálogo ¡siempre!, diá-logo ¡siempre”, concluye su homi-lía, que es recibida por un caluro-so aplauso de sus feligreses.

Diálogo y convivencia pacíficason dos bienes preciados que loscentroafricanos no han tenido pre-

cisamente en abundancia. Desdesu independencia de Francia en1960 el país ha conocido una suce-sión interminable de golpes de Es-tado, motines militares y rebelio-nes provocadas desde dentro y fue-ra de su territorio. Bozizé ha gana-do las elecciones presidenciales de2005 y 2011, pero los recientes

acontecimientos han devuelto alpaís a la inestabilidad de siempre.Considerado como uno de los prin-cipales Estados fallidos del mundo,sus habitantes sobreviven comopueden con ayuda de varias agen-cias humanitarias internacionales,pero los proyectos de emergenciararamente dan paso a planes dedesarrollo y estabilización, y en elpaís falta de todo: carreteras, in-fraestructuras, centros de saludque funcionen, un sistema educati-vo decente y –sobre todo– un Go-bierno competente que garanticela seguridad de sus ciudadanos. Unlugar así se convirtió hace muchosaños en un terreno propicio que ha

atraído a toda clase de bandas dedelincuentes, rebeldes, cazadoresfurtivos y mercenarios.

Territorio desconocido“Mercenarios y terroristas veni-

dos del extranjero”. Así definió elpresidente Bozizé a los rebeldes deSeleka el 27 de diciembre en un mi-

tin multitudinario en el “KilómetroCero” del centro de Bangui. La po-blación de la capital, a pesar de susmuchos años de descontento conel Gobierno, de repente se unió co-mo una piña en torno a las autori-dades. “¿Estáis dispuestos a de-fender vuestra patria frente a laagresión extranjera?”, preguntó elgeneral a los jóvenes. La respuestafue un clamoroso “sí”. Al día si-guiente se formó la milicia juvenilconocida como “Kokora” (“flechas”,en sango). Las autoridades distri-buyeron varios miles de machetes(regalo de China pocos meses an-tes, supuestamente para ayudara campesinos del interior en sus

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El Padre Jonas Béka se dirige a sus feligreses en la misa dominical.

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tareas agrícolas) y otras armasblancas a sus miembros, que te-

nían como objeto localizar a posi-bles infiltrados de la rebelión. Lamedida, y los arrestos arbitrariosque se produjeron como conse-cuencia, merecieron las críticas dela Comisión Justicia y Paz de laIglesia Católica. La comunidad mu-sulmana, y los numerosos estu-diantes chadianos que estudian enla Universidad, se quejaron delacoso que empezaron a sufrir. Hu-bo casos de venganzas personalesy ajustes de cuentas por parte deestos jóvenes. Otros habitantes deBangui vieron con buenos ojos a

esta milicia. “En nuestro barrio deMiskinlos Kokora descubrieron 20fusiles kaláshnikov en casa de uncomerciante musulmán; han hechoun buen trabajo”, me dice un hom-bre de ese barrio, donde hace dosaños hubo enfrentamientos seriosentre musulmanes y cristianos quese saldaron con tres muertos.

Pero, si en la capital los inci-dentes de seguridad y abusos sa-lieron a la luz gracias a los mediosde comunicación internacionales,la situación en los territorios con-trolados por Seleka es una granincógnita, porque allí apenas han

entrado periodistas y lo primeroque han hecho los rebeldes al con-quistar una nueva ciudad es des-habilitar los sistemas de telefoníamóvil. Diversas informaciones quehan llegado a retazos hablan dedestrucción de oficinas del Go-bierno y saqueos masivos de tien-das y vehículos de los que pareceque los comercios de los musul-manes se han salvado, un detalleque ha incrementado los malossentimientos hacia esta comuni-dad en Bangui. Se dice que cercade Bambari los rebeldes intenta-ron destruir una fábrica de azúcar,

pero sus trabajadores lucharoncon unos pocos fusiles para de-fender su único medio de vida. En-tre sus milicianos parece que hayun buen número de extranjeros,sobre todo chadianos y sudaneses(muchos hablan con horror de losJanjaweed de Darfur), e incluso li-bios, y al menos dos de sus líde-res militares son radicales salafis-tas formados en Arabia Saudí. Bo-zizé llegó a acusar a Francia de es-tar detrás de la rebelión, avanzan-do la teoría de que el comienzo dela ofensiva rebelde está ligado aldescubrimiento de petróleo en laprovincia norteña de Vakaga, cu-yos derechos de prospección sehan dado a compañías chinas, endetrimento de las francesas.

De ser cierta esta teoría cons-piratoria, tal vez esta podría seruna causa inmediata de este con-flicto reciente. Pero otras raícesson más profundas y vienen demuy lejos. Para Alexis Mbolinani,presidente de la ONG centroafri-cana JUPEDEC, mientras no se re-suelvan cuestiones como “la co-

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P R I M E R P L A N O

François Bozizé

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rrupción, la cultura de la violen-cia unida a la política, la falta deseguimiento de acuerdos de pazen el pasado, desempleo juvenilmasivo, la ausencia de un sistemajudicial independiente en el país,la poca cultura de unidad nacio-nal, las agresiones de grupos re-beldes del exterior...”, el proble-ma puede volver a surgir en cual-quier momento. Su lista pareceno tener fin. “La República Cen-troafricana es un tren que hayque volver a colocar con cuidadoen sus raíles”, dijo en su presen-tación al Consejo de Seguridad larepresentante especial para Cen-troáfrica, la nigeriana MargaretVogt, que se deshizo en esfuerzospara que los rebeldes aceptaranun alto el fuego que hiciera posi-ble una vuelta a la normalidad dela población civil. Los próximosmeses dirán si la frágil paz queparece haber alcanzado la Repú-blica Centroafricana colocará alpaís en sus raíles o si solo se tra-tará de un sueño efímero.

JOSÉ CARLOS RODRÍGUEZ

Una Iglesia que sale de unperiodo de turbulencias

Una Iglesia que sale de unperiodo de turbulencias

unque los pri-meros misio-neros (espiri-

tanos franceses) lle-garon al país en1894, en el mo-mento de su inde-pendencia, en 1960,la República Centro-africana solo teníatres sacerdotes lo-cales, y su primerseminario se abrióen 1983. Esta faltade clero nativo estáen el origen de unagran tensión que seha vivido durantelas últimas décadasentre sacerdotescentroafricanos ymisioneros europe-os. El conflicto esta-lló en 2009, al obli-gar Roma a dimitira los dos principa-les prelados delpaís: el obispo deBossangoa, FrançoisXavier Yombanje,presidente de laConferencia Episco-pal en aquellosaños, y el arzobispode Bangui, PaulinPomodino. En am-bos casos se adujocomo razón "faltagrave" de compor-tamiento. La Iglesiaentró entonces enun periodo de tur-bulencias: la mayorparte del clero localamenazó con con-vocar una huelga yconvirtieron al nun-cio, el nigeriano Ju-des Thaddeus Oko-

lo, en blanco desus iras. El Vaticanodecidió cerrar el se-minario nacional yenviar a los semina-ristas a concluir susestudios en Duala(Camerún), parapreservarlos de lafuerte tensión queinvadía el ambienteeclesial en el país.

El año pasado Ro-ma quiso dar carpe-tazo a la crisis conel nombramientode cuatro nuevosobispos, lo que re-presenta práctica-mente la mitad delEpiscopado (el paístiene nueve diócesiscatólicas). Todosellos son africanos,bastante jóvenes,puesto que apenas

pasan de los 40años, y tres de ellosson religiosos: setrata del espiritanocentroafricano Dieu-donné Nzapalainga,hasta aquellas fe-chas administradorapostólico de Ban-gui y que en juliose convirtió en su

arzobispo; el dioce-sano centroafricanoCyr Nestor Yapau-pa, nuevo obispode Alindao; y dossacerdotes de la So-ciedad de MisionesAfricanas (SMA):Nestor DesiréAziagbia, que pasóa ser obispo deBossangoa, y elghaneano DennisKofi Agbenyadzi,nombrado obispode Berberati.

Pese a estas cir-cunstancias, y a queel número de católi-cos no pasa del 35%,la Iglesia católica enla República Centroa-fricana cuenta conun gran prestigio y,además de sus acti-vidades pastorales,

ofrece a la pobla-ción recursos de sa-lud y educación. Elactual arzobispo deBangui, Mons. Nza-palainga, fue una fi-gura destacada queparticipó como me-diador en las con-versaciones de pazde Libreville.

A

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El olvido. Quizá sea este el peorde los castigos para las miles de

mujeres que sufren la explota-ción, que viven como esclavasen pleno siglo XXI, que son víc-

timas de la trata o de la abla-ción, que encuentran la muerte a

manos de sus maridos o son viola-das, y todo ello sin que los que pa-

san a su lado ejerzan de voz de de-nuncia. Un desprecio que también

duele a aquellas mujeres que luchanpor los derechos humanos, las que fueron

impulso para la primavera árabe y ahoraven mermadas las esperanzas puestas en esas

revoluciones ciudadanas de Túnez o Egipto des-pués de que los políticos islamistas hayan hecho

de la sharia su cuaderno de bitácora.

I N F O R M E

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s domingo. Vuelve a casa dela mano de su prometido.Se han dejado sorprenderen el cine por La vida de Pi.

Suben al autobús en Delhi. De re-pente, seis hombres, incluido elconductor, se abalanzan sobre ella.La violan y la torturan hasta dejar-la inconsciente. Como consecuenciade la agresión, dos semanas des-pués esta estudiante de fisioterapiade 23 años fallecía. Su nombre semantiene en el anonimato por res-peto a la familia, pero en la Indiatodos la conocen como Amanat, olo que es lo mismo, “Tesoro”.

Nadie ha permanecido indife-rente ante este vil asesinato. Se hi-zo público. Y con ello, se removie-ron algo más que las concienciasen un país que está acostumbradoa mirar para otro lado ante estossucesos. Quizá porque los ha inte-grado tanto en la vida cotidianaque, lamentablemente, ya no sonnoticia. Una violación cada 20 mi-nutos. En los últimos años se hanmultiplicado por 30. Solo en unode cada cuatro casos el violador escondenado. La estadística resumeel drama. Ese que muchas familiasocultan por considerarlo un estig-ma. La prueba es que solo se de-nuncia el 10% de las violacionesque tienen lugar en la India.

Un momento decisivoSobre la mesa de las autorida-

des hindúes ya se encuentra la pe-tición de rebajar la mayoría de

edad para los delitos sexuales, asícomo aumentar la protección de lasmujeres en lugares y transportespúblicos. Del mismo modo se bus-ca pisar el acelerador para una re-forma del Código Penal que data de1860. Se busca así endurecer las pe-nas por acoso sexual. “Se trata deun momento definitorio de nuestrademocracia. Durante décadas, lacuestión de la mujer ha sido defen-dida por grupos feministas y de de-rechos humanos. Por primera vez,los ciudadanos han hecho suyos es-tos problemas”, afirma Ranjana Ku-mari, directora del Centro de In-vestigación Social de la India.

No obstante, hay líderes religio-sos, como el gurú Asaram Bapu,que tratan de presentar a la mujer,no como víctima, sino como res-ponsable de la agresión, y llegan ajustificar esta violencia: “En lospueblos y bosques no hay ni habráviolaciones. Esto solo pasa en la In-dia, que se ha occidentalizado”.Frente a esto, la Iglesia católica haalzado firme su voz de denuncia.Así, el padre Anand Muttungal,portavoz de la Conferencia Episco-pal de los estados pertenecientes ala zona central de la India, ha exi-gido “leyes más estrictas para ha-

cer frente a casos de violencia se-xual y violaciones de los derechosde las mujeres”, así como “justiciapara las víctimas de los casos deagresión sexual”, además de pedirun papel más activo de padres y fa-milias a la hora de educar en laigualdad, cultivando “una relaciónsana entre niños y niñas”.

Tampoco fue gratuita su peti-ción de reclamar que aquellos “quea sabiendas encubren o justifican alos autores del delito, también de-ben responder ante la ley”. El casode Amanat ha puesto la mirada dela opinión pública internacional, nosolo ante algunas otras violacionesque han tenido lugar posterior-mente, sino que ha desenterradodel olvido otras lacras que arras-tran las mujeres indias y que lasperpetúan en una situación de de-sigualdad, como el millar de muer-tes por crímenes de honor, los de-sagravios a las viudas, la prostitu-ción de menores, los feticidios fe-meninos o las dificultades para quelas mujeres tengan posibilidades deelegir su propio destino debido a latradición de las castas.

Nacer mujer en la India es unacarga para toda la familia. Tan-to es así que se han prohibido

La Iglesia católica ha exigido en Indiaunas leyes más estrictas para

hacer frente a casos de violencia sexual.EE

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las ecografías a las embarazadaspara que no conozcan el sexo

del bebé antes de nacer, e impedirasí que aborten en caso de ser ni-ña. De hecho, según el censo másreciente, que data de 2011, porcada 1.000 varones de hasta seisaños, hay solo 914 niñas. Y es quela preferencia por el varón, a lamanera china, ha desembocado enmillones de infanticidios.

Otro dato revelador de estamarginación de la mujer india esque el 40% de los matrimonios in-fantiles del planeta tienen lugarallí. Si la familia del esposo se en-cuentra en apuros, puede reclamara los padres de la joven una canti-dad económica para que contribu-yan con el hogar. No cumplir conello lleva a la mujer a ser víctimadel desprecio de su familia, maltra-

to del marido... Así tiene lugar loque se conoce como fallecimientorelacionado con la dote, una situa-ción que se repite a diario en luga-res como Pakistán, Bangladesh oAfganistán, país este último donde,justo ahora hace un año, se dio elvisto bueno al llamado “código delcomportamiento”. Esta ley permiteal marido golpear a la mujer, y aellas las prohíbe viajar sin seracompañadas de un hombre o ha-

blar con desconocidos en lugarespúblicos, delitos estos castigadosincluso con la pena capital. Este esel caso de una joven de 15 años de-capitada el pasado mes de noviem-bre por no querer casarse con suprimo. Una realidad que sitúa alpaís dominado por los talibanes ala cabeza de los más peligrosos delmundo para las mujeres.

Y si las menores viven indefen-sas, en India quedarse viuda supo-

ne otro golpe más en su maltrechadignidad. “Es una muerte social”,sentencia el sociólogo de la Unver-sidad de Delhi, Uma Chakravarty.Y es que, una vez fallecido el mari-do, sea a la edad que sea, la mujerpasa a manos de su familia política,para la que, evidentemente, suponeuna carga de la que buscan desha-cerse. Si a esto se une que la fe hin-dú prohíbe a las viudas volver a ca-sarse, el desahucio es total. Conde-nadas a vestir un sari blanco, a lle-var el pelo corto y a borrar cual-quier rastro de feminidad.

Dentro de todo el entramadosocial que desemboca en la margi-nación, las mujeres ven al menosuna luz de esperanza en el augede los microcréditos, los progra-mas de promoción de la Iglesia, yla cultura política de cuotas paraminorías que les facilita el accesoa algunos puestos públicos que,

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todavía hoy, les resultan en lapráctica casi vetados. “Hay mu-chas leyes indias que protegen losderechos de la mujer. Sin embargo,el machismo y la discriminaciónestán muy arraigados”, declaraAnna Ferrer, presidenta de la Fun-dación Vicente Ferrer, sobre unarealidad, la de la India, al descu-bierto durante unas semanas, queno deja ser espejo de lo que ocu-rre en otros lugares del mundo.

Explotación sexualEn la República Democrática

del Congo, donde la guerra pareceperpetuarse –cinco millones demuertos en 20 años–, las agresio-nes sexuales por parte de gruposarmados como la milicia tutsi M23se han disparado, especialmenteen la provincia oriental de Kivu. Yeso que, lamentablemente, el Con-go ya lidera la clasificación de

países con más violaciones delmundo. Más de 400.000 al año.“Esto se explica por una cierta ba-nalización de la violencia en la co-munidad”, relata Wassy Kambale,portavoz de la fundación HealAfrica. “Se ha convertido en algohabitual. Muy pocas víctimas pre-sentan cargos, porque temen re-presalias. Lo cierto es que los res-ponsables actúan con impunidad yrara vez son castigados”, detalla elresponsable de Médicos Sin Fron-teras en Goma, Thierry Goffeau.

Tampoco son muy halagüeñaslas cifras de la prostitución en lacercana isla de Madagascar. Solo

en Toamasina, la principal ciudadportuaria, las mujeres que se venobligadas a prostituirse han pasa-do de 17.000, en 1993, a 29.000,en 2012. Se calcula que una de ca-da siete mujeres malgache es ex-plotada sexualmente, una situa-ción que reduce a la mujer a sertratada como un objeto. Las niñas,simple mercancía.

Esta misma lacra es la que bus-ca erradicar, en otro punto del pla-neta, la misionera salesiana Justi-na Zanato. Desde hace 30 añosJustina trabaja en la Amazoníabrasileña, en labores educativas yde integración. En la actualidadesta labor pasa también por de-

fender, a través del programa Me-nina Feliz, a las menores indígenasde entre 10 y 16 años, para que novendan su integridad por una bol-sa de caramelos o una camisa. “Lared de pedofilia se está extendien-do. Los hombres antes venían apor chicas de 16, ahora las prefie-ren más pequeñas”, asegura Zana-to. La hermana Maggi Kennedy,de las misioneras de Nuestra Se-ñora de África, se muestra aúnmás enérgica al analizar el fenó-meno global de la trata. “Solo enlos años 80, los traficantes asiáti-cos han esclavizado a más mujeresy niños que en los cuatro siglos de

comercio y explotación que sufrie-ron los esclavos africanos”.

¿Dónde están hoy?Un drama que se desarrolla en

silencio. Solo cuando hay un suce-so que logra saltar a las agenciasde información, llega la alertamundial sobre la triste realidad ala que están condenadas millonesde mujeres. Eso sí, siempre con fe-cha de caducidad. Así ocurrió conla niña paquistaní Malala, la me-nor de 14 años que recibió en oc-tubre un balazo de los talibanespor defender la educación para lasmujeres y de la que hoy poco sesabe más allá de su lenta recu-

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peración. Tampoco de las niñasque siguen privadas de ir a la es-

cuela en Kabul.Son realidades que “desapare-

cen” cuando el foco mediático mirahacia otro lado. Incluso ante un fe-nómeno de trascendencia política ehistórica como la primavera árabe.La imagen de mujeres al frente delas protestas a comienzos de 2011sorprendió al mundo. No se conta-ba con ellas. Tampoco se la espera-ba en las revueltas, las huelgas... Ymenos aún al frente de foros deopinión, movilizando redes socia-

les. ¿Dónde están hoy aquellas que,a través de Internet, las radios o lasprotestas callejeras, mostraban quealgo estaba cambiando desde laplaza Tahir de El Cairo a la plaza delos Mártires de Trípoli?

“A las blogueras que participa-ron en los movimientos revolucio-narios se las ha dejado de lado a lahora de elaborar las nuevas leyes.La igualdad entre hombre y mujerha pasado a un segundo plano, yeso es muy frustrante”, denunciala directora de ONU-Mujeres enBruselas, Dagmar Schumacher.Tanto en Túnez como en Egipto lasmujeres corren peligro de retroce-der aún más pasos de los andadoshasta ese momento. En el primerpaís, una masiva protesta impuso

el uso del velo, y la sharia ha to-mado posiciones, mientras que enEgipto las reformas legislativas entorno a la familia vuelven a situar-las en un segundo plano. Si enabril de 2011 se promulgó una leyde paridad electoral, esta se hasustituido por otra que obliga a lospartidos políticos a incluir al me-nos una mujer en su listado decandidatos, lo que hace que hayanquedado relegadas a los últimospuestos. ¿El resultado? Solo nuevemujeres están hoy por hoy en elParlamento egipcio.

En las calles de El Cairo los ata-ques sexuales contra mujeres co-metidos por bandas juveniles vana más. De hecho, en la fiesta mu-sulmana del sacrificio del pasado

mes de octubre, hasta 735 mujeresfueron agredidas en apenas cuatrodías. Y en la televisión –que, aun-que con sus interferencias, ayudaa tomar el pulso a un país–, laspresentadoras han vuelto a utili-zar el velo. Si Hosni Mubarak pro-hibió llevarlo para dar unas pince-ladas estéticas de modernidad a ladictadura, el ascenso democráticode los Hermanos Musulmanes le-vantó tal prohibición. El debate si-gue entre quienes consideran queel regreso del velo es reflejo de lavoluntad de una mayoría de lasmujeres egipcias, y quienes ven eneste hecho una manera de perpe-tuar la discriminación femenina..

Primaveraárabe, un retroceso

“La primavera árabe ha sido ca-paz de producir cambios políticosen la sociedad árabe, como es el ca-so de Túnez, Egipto, Libia o Yemen,pero, en cuanto a las transforma-ciones sociales relativas a la situa-ción de la mujer, no creo que elcambio haya sido para mejor, sinotodo lo contrario, ha supuesto un

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retroceso”, mantiene la investiga-dora iraquí, Alia Baizid Ismail. ¿Elmotivo? En la mayoría de los casoslas corrientes religiosas islamistasque han llegado al poder a travésde las urnas han aplicado su pro-grama electoral, que normalmentepasa por reducir el papel de la mu-jer en la vida pública y limitar susderechos en el ámbito privado –re-bajando, por ejemplo, la edad dematrimonio; o abriendo la puerta ala poligamia, como en Libia, algoimpensable en la era Gadafi–.

“No hay ninguna garantía deque las defensoras de los derechosde la mujer vean recompensada suparticipación con avances econó-micos, sociales y políticos de aquía mucho tiempo”, comenta IsobelColeman, miembro del Consejo deRelaciones Exteriores de EstadosUnidos. Coleman va más allá alanalizar el retroceso en los dere-chos de las mujeres en estos dosaños: “Está en juego nada menosque valorar si la democracia puederealmente tener peso en el mundoárabe”, advierte. Se comparan in-cluso estos episodios con lo que ya

ocurrió en los movimientos nacio-nalistas de los años 50, como el ca-so de la revolución argelina, quepermitió su independencia deFrancia. Entonces, la mujer fue cla-ve para conseguir el objetivo mar-cado, pero después quedaron almargen cuando se pusieron sobrela mesa sus derechos.

Otros indicadores, sin embargo,dejan lugar a la esperanza: la ma-yoría de los graduados universita-rios en Egipto, Túnez y Libia yason mujeres. Y aunque solo una decada tres mujeres participa en laeconomía formal del mundo árabe,la tasa de participación como fuer-za laboral aumenta. En Bangladeshse ha logrado que el acceso a lasaulas sea igualitario para niños yniñas –ellas ya representan el 63%de las alumnos de Secundaria– yen Madagascar las redes de micro-créditos han pasado de un 15 a un45% en solo diez años. Una y otravez, en los pensamientos de la her-mana Kennedy, en las demandasde Baizid Ismail o en el trabajo delpadre Muttungal, una palabra esconstante cuando se busca una sa-lida a largo plazo para la maltre-cha situación de la mujer: educa-ción. Un reto permanente con lavista puesta en el próximo ocho demarzo, Día Internacional de la Mu-jer; un desafío asumido por la Igle-sia misionera y que sigue siendohoy la mejor arma para arrojar luzen medio de las tinieblas de losabusos, de la prostitución, de ladiscriminación... “Estamos salien-do de la oscuridad a la luz”, sen-tencia confiada la periodista y pre-mio Nobel de la Paz, Tawakul Kar-man, icono de las mujeres que pro-movieron la primavera árabe enYemen, que asegura que “la verda-dera batalla que se juega ahora noes la lucha contra el terrorismo, esla de la tolerancia”.

JOSÉ BELTRÁN

rotagonistas yagentes del desarro-llo humano. Pilares

de la familia. La esperanzapara que continentes comoÁfrica salgan adelante. Sonideas que subyacen de lacampaña de Manos Unidaspara 2013, que busca pro-mover la autonomía de lamujer, siempre desde sudesarrollo integral, bajo ellema "No hay justicia sinigualdad". Y todo, para darun empujón al tercer obje-tivo de Desarrollo del Mile-nio que persigue, entreotros retos, eliminar lasdesigualdades entre los gé-neros en la enseñanza pri-maria y secundaria, preferi-blemente para el año2005, y en todos los nive-les de la enseñanza antesde finales de 2015, ademásde promover un accesoequitativo al trabajo y fa-vorecer el papel de las mu-jeres en la representacióncomunitaria y política.

"Garantizar la igualdad deoportunidades no solo esuna medida justa, tambiénes una estrategia rentable",apunta la directora ejecuti-va de ONU Mujeres y expresidenta de Chile, MichelBachelet. De ahí que entrelos países preferentes deManos Unidas para esteaño se encuentren Hondu-ras, India –la zona de Ban-galore– y Sudán del Sur,donde primarán los traba-jos en materia agrícola, sa-nitaria, educativa, social y depromoción de la mujer.

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