MODELOS DE ORIENTACIÓN: CURSO 2007-2008 … · Así, la Pedagogía aporta a la Orientación dos...
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MODELOS DE ORIENTACIÓN: CURSO 2007-2008
PROFESOR DR. ELÍAS RODRÍGUEZ
Mª FERNANDA MARTÍNEZ CARRANZA
MARIA TERESA PÉREZ MORENO
PATRICIA RODRÍGUEZ GALLEGO
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ÍNDICE
ÍNDICE……………………………………………………………………………….……………….2
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………..…………………..3
FUNDAMENTOS TEÓRICOS DE LA ACTIVIDAD ORIENTADORA………..………………..4
FUNDAMENTOS PEDAGÓGICOS……………………………………………..………..4
FUNDAMENTACIÓN CONCEPTUAL……………………………………………………9
PRINCIPIOS Y NOTAS DE LA ACTIVIDAD ORIENTADORA………………..………………14
PRINCIPIOS DE LA ORIENTACIÓN………………………………..………………….14
COORDENADAS Y FUNCIONES DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA……………………18
COORDENADAS……………………………………………………………………...…..23
PREGUNTAS………………………………………………………………………..…….28
ANÁLISIS DE LOS ENFOQUES DE LA ACCIÓN ORIENTADORA……………..…………..31
COORDENADAS Y FUNCIONES DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA………..….32
ANÁLISIS Y NUEVOS ENFOQUES SOBRE LA ORIENTACIÓN………………...…33
CONCLUSIONES………………………………………………………………………………….42
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………….…………43
ANEXO: PREGUNTAS DE EXAMEN……………………………………………….…………..46
3
INTRODUCCIÓN
Realizar el estudio fenomenológico del hecho orientador resulta una tarea
prácticamente inabordable desde una perspectiva global dada la complejidad de la
actividad orientadora y la amplitud de sus contenidos.
Sin embargo, en nuestro empeño por recoger aquello que más relevante nos
parecía para ofrecer una visión general de la orientación, hemos elaborado este trabajo
que creemos responde a nuestros objetivos y esperamos que resulte útil.
En él se detallan ciertos aspectos teóricos que de alguna manera fundamentan la
orientación educativa. En este sentido se destacan las corrientes pedagógicas y sus
aportaciones, así como las distintas concepciones desde las que se aborda la orientación
asumiendo ésta diferentes objetivos y funciones de acuerdo con las mismas.
A continuación, se exponen en el texto aquellos principios en los que ha de
basarse toda actividad orientadora y las implicaciones prácticas que de ellos se derivan.
Por otro lado, pero también adoptando una postura eminentemente práctica, se
abordan las distintas coordenadas en las que se enmarca el trabajo del orientador, a través
de las que se definen cuáles son las condiciones básicas que el profesional ha de tener en
cuenta al realizar su labor.
Para finalizar la exposición proponemos un análisis descriptivo e interpretativo de la
mayor parte de los aspectos abordados con anterioridad.
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FUNDAMENTOS TEÓRICOS DE LA ACTIVIDAD
ORIENTADORA
Comenzaremos nuestra exposición fundamentando la actividad orientadora a
través de los supuestos teóricos en los que se ha de basar. Para ello, consideramos
indispensable señalar cuál es el marco pedagógico en el que se desenvuelve la
Orientación, así como su evolución conceptual a lo largo de su desarrollo.
1. FUNDAMENTOS PEDAGÓGICOS
Siguiendo los planteamientos de Vital y Casado (1998), la acción orientadora que
se despliega en las instituciones escolares, dirigida hacia los alumnos, estudiantes,
docentes, padres y representantes, personal directivo, y aquel que se desarrolla en las
organizaciones productivas o de servicios, distintos a los de la educación formal, tiene
implicaciones que la vinculan directamente con la formación, la capacitación, el
adiestramiento o el entrenamiento. Por lo tanto, toda acción orientadora supone unos
fundamentos pedagógicos que van a condicionar dicha acción.
En efecto, la Pedagogía se ocupa de estudiar las condiciones ideales por las
cuales deben transcurrir los procesos de formación con el fin de alcanzar las metas
previstas. Así, la Pedagogía aporta a la Orientación dos órdenes de fundamentos que se
consideran esenciales:
• Primero: los diferentes enfoques pedagógicos ofrecen principios y
patrones que guían la acción orientadora entendida como proceso de enseñanza y
de aprendizaje para que las personas involucradas en su acción adquieran
actitudes, habilidades y estilos de vida que fomenten su desarrollo personal,
contribuyendo así al desarrollo social y cultural. En este sentido, el orientador es
un Educador, la relación de ayuda puede ser concebida como proceso de
enseñanza-aprendizaje, la persona foco de atención puede ser concebida como
aprendiz y las metas de la Orientación entendidas como educativas–formativas.
• Segundo: la Pedagogía aporta fundamentos importantes a la
Orientación, en la medida en que los orientadores son vistos como asesores y
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consultores de los docentes. Este rol se concibe como inmerso en la práctica
educativa del aula. No hay que olvidar que actualmente existe una fuerte
tendencia hacia la práctica orientadora en el contexto educativo integrada en el
currículo escolar, en la que el docente cumple, en su actividad cotidiana, el rol de
orientador. Esto quiere decir que el docente y el orientador comparten metas y
coinciden en los valores referidos al desarrollo integral del hombre.
Vital y Casado señalan, asimismo, que los orientadores deben reflexionar sobre
ciertas cuestiones antes de iniciar su acción, las cuales deben ser consideradas en
función de los posicionamientos filosóficos y teóricos por ellos asumidos al momento de
estructurar las bases pedagógicas del plan de intervención.
Según los autores, estas cuestiones son las siguientes: a) las finalidades
educativas del proceso orientador; b) los objetivos buscados con la intervención; c) los
contenidos por seleccionar; d) las estrategias metodológicas; e) las relaciones sociales
entre el orientador y los beneficiarios del programa; f) los criterios de evaluación de los
aprendizajes derivados de la intervención propuesta.
Estas reflexiones están presentes en algunas de las tendencias pedagógicas
contemporáneas. Los autores (basándose en Palacios, 1978), retoman las siguientes: la
pedagogía tradicional; la Nueva Escuela; el enfoque pedagógico antiautoritario; y la
tendencia pedagógica basada en la mirada socio–política. A continuación se presentarán,
brevemente (siguiendo de cerca a los autores citados) estas tendencias en sus
vinculaciones con la Orientación.
1. La Orientación vista con el prisma de la pedagogía tradicional:
Propondría a sus beneficiarios (alumnos) aprendizajes que favorezcan la
consolidación de una cultura general homogénea, con los correspondientes valores
universales que la acompañan, con el fin de facilitar la adecuada adaptación de la
persona al medio ambiente social en el que está inmersa. El orientador asume un rol muy
activo y se atribuye (unidireccionalmente) la responsabilidad del proceso del aprendizaje.
Se propone dirigir, de forma coherente y organizada, las diferentes etapas de desarrollo
evolutivo por las que el sujeto transita y cuya programación parte, exclusivamente, de él
mismo. Se vale de la clase magistral, de la transmisión de información, como estrategia
metodológica básica, donde el orientado es un receptor (en apariencia pasiva) del
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proceso orientador. Los objetivos y contenidos (en tanto que homogéneos) deben ser
logrados y asimilados por todos los participantes, independientemente de sus diferencias
individuales, en cuanto a necesidades y características personales. En fin, la evaluación
del programa se hace en función del logro de los objetivos previamente establecidos.
2. La Orientación vista a través del enfoque de la Escuela Nueva:
Debe estructurar sus programas de intervención centrándose en el desarrollo del
potencial humano, más que plantearse el corregir las desviaciones, y tomará los
diferentes episodios de la vida cotidiana del sujeto como materia básica de la interacción
orientadora.
Se piensa que el cambio y el aprendizaje significativo ocurren mediante la
actividad creadora y constructiva del que aprende y no de la transmisión de información
elegida y seleccionada por el orientador. Por lo tanto, los contenidos y la intervención se
centrarán en lo afectivo y partirá de las experiencias de las personas que participan en el
proceso y buscará las soluciones y alcance de las metas a través de la acción cooperativa
y comprometida de todos. Esto significa darle mayor importancia a la intervención grupal
que a la individual. La intención de los programas ha de ser la de contribuir con el
desarrollo de las potencialidades naturales del orientado, en un clima de cooperación,
aceptación, cordialidad y empatía. Así, la evaluación es de largo alcance, luego de
intensos programas de intervención.
3. La Orientación vista con el prisma de la pedagogía antiautoritaria:
Estructurará la relación de ayuda alrededor de las necesidades del sujeto,
facilitando en todo momento un clima de libertad, donde él pueda compartir sin coacción
las cuestiones que considere relevantes y significativas, estimulando siempre la
clarificación y toma de sus posiciones, sobre la base de la correspondiente auto-
evaluación. El Orientador no es sino un facilitador de aprendizajes y podrá compartir sus
vivencias personales en la relación de ayuda. En otras palabras: los objetivos y los
contenidos de la intervención son elaborados por los sujetos y el orientador sólo lo
estimulará para que se plantee sus propias alternativas y tome sus decisiones en función
de lo que le resulte más significativo. La evaluación de la intervención se realiza sobre la
base de la satisfacción o no del sujeto con su propio proceso personal.
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4. La Orientación, vista a través del enfoque de la pedagogía socio–política:
Asume la crítica a la escuela y, por lo tanto, deberá revelar y proponer una toma
de conciencia sobre el conjunto de situaciones que atentan contra la prosecución escolar.
Debe pues identificar, como tarea primordial, los factores sociales, institucionales,
familiares y personales que obstaculizan el éxito escolar así como la permanencia en el
sistema escolar. Mediante los programas de intervención, el orientador tenderá a
favorecer el desarrollo de actitudes, habilidades y acciones que faciliten la participación
consciente y crítica para promover el cambio no sólo personal sino también colectivo.
Según Vital y Casado, el orientador que sustente este enfoque asumirá más bien un rol de
investigador y sobre la base de sus hallazgos podrá realizar la función consultora-asesora
de los adultos significantes (docentes, padres y representantes, personal directivo...).
No obstante, a pesar de la mediación, quizás un tanto lineal, de los enfoques
pedagógicos en la Orientación, es posible pensar en algunos fundamentos pedagógicos
más adecuadamente situados dentro del espíritu de los tiempos o de las obstinadas
realidades. Nos vamos a referir a aquellos que se vislumbran como relevantes para los
programas de Orientación, a saber: "magistrocentrismo" (actividad pedagógica centrada
en el docente) versus "paidocentrismo" (centrada en el niño); centros de intereses
propuestos por los alumnos por oposición a aquellos que parten de los docentes o de los
programas escolares; autoritarismo versus antiautoritarismo; cambio individual frente al
cambio social.
En efecto, es necesario superar lo que se ha dado por llamar el
"magistrocentrismo" en contraposición al "paidocentrismo". Esta dicotomía no es tributaria
de la realidad pues, tanto el docente, o en este caso el orientador, como el beneficiario de
los programas tienen algo que aportar, mucho que decir y son objeto, ambos, del proceso
de influencia social: un orientador con motivación para la ayuda y con conocimientos que
sustenten esa práctica y un beneficiario con amplias expectativas para recibir ayuda y con
grandes deseos de "crecimiento personal", conocerse a sí mismo, conocer a los otros y al
mundo y de hallar los espacios de encuentro entre ambos.
Igualmente, se necesita restablecer el equilibrio entre esa antinomia que consiste
en considerar como contrapuestos los métodos pedagógicos que, por una parte, se basan
en los intereses de los beneficiarios individuales, y aquellos que parten de los intereses de
los orientadores o los docentes, por otra parte. La realidad de las cosas es que ambos
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intereses están presentes, y el trabajo del orientador, o del docente, es negociar, llegar a
acuerdos donde siempre puedan objetivarse los intereses en cuestión. Los métodos
pedagógicos deben fundamentarse en las motivaciones e intereses de ambos grupos, y si
estos se presentan, eventualmente, de forma asimétrica, es tarea de ambos buscar las
rendijas de coincidencias, de acuerdos.
Del mismo modo, es perentorio deslindar lo que se entiende por autoritarismo o,
su contraparte, el antiautoritarismo con la autoridad. Si bien es cierto que el autoritarismo
debe ser erradicado de todo espacio de formación, también es cierto que el
antiautoritarismo puede confundirse con el laissez–faire, es decir, con el dejar hacer y
dejar pasar. Una relación de Orientación no puede estar basada en ninguno de esos
comportamientos porque es simplemente contraproducente para la relación de ayuda,
pues en un caso supone una relación de "dominante-dominado" y en el otro caso de
negligencia o de ausencia de respeto mutuo. Por el contrario, la autoridad de la relación
de ayuda se sitúa en el orientador en la medida en que considere la autonomía del
orientado, en la medida en que respete sus sentimientos y sus ideas (siempre y cuando
éstas no vayan en contra del sujeto mismo o sus semejantes), en la medida en que
estimule su creatividad y su participación. Este comportamiento ético por parte del
orientador, en considerar al otro en su justa dimensión como ser humano con grandes
potencialidades, es lo que puede darle autoridad a la relación de orientación.
Por último, otro aspecto importante a superar es aquel que contrapone el cambio
personal con el colectivo como fin o meta de la Orientación. Es casi imposible que en la
realidad esto se resuelva de tal manera antitética. Por lo general, un cambio a nivel
personal tiene una influencia en lo social, porque ese cambio tiende a irradiarse hacia los
otros de su entorno y un cambio a nivel colectivo trae consigo, necesariamente, cambios
en los sujetos que se encuentran donde se realiza esa transformación. Por otra parte,
éstos no se decretan, ellos son el producto de largos períodos de influencia social, a
través de la acción de las diversas instancias de socialización o de programas de
intervención, donde tanto los individuos como el colectivo van sufriendo las
transformaciones hasta que puedan cristalizarse: ellos se instauran en los niveles
individual y social.
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2. FUNDAMENTACIÓN CONCEPTUAL
Del mismo modo que los fundamentos teóricos de la Pedagogía que ilustran la
actividad orientadora son diversos y podrían complementarse u ofrecer visiones dispares
de la misma, no existe una definición única que nos permita delimitar la Orientación
Educativa.
Procederemos a realizar la organización de los conceptos de acuerdo a su
ubicación histórica, los objetivos que se persiguen, las áreas que se indagan y las
funciones que se comparten tal y como expone Molina (2004).
Los antecedentes históricos sobre la orientación constituyen una de las principales
razones para quienes se interesaban por ella y ponen de manifiesto la significación
parcializada, sesgada y limitada a un área de atención del sujeto que le atribuyeron al
principio. De hecho, los primeros enfoques consideraban a la orientación como un hecho
puntual enfocado a la orientación profesional.
Jones (1964: 50-57) fue uno de los primeros en centrar la orientación como una
ayuda y asesoría para la toma de decisiones. En su obra afirma que en la vida se dan
muchas situaciones críticas en las cuales deben adoptarse decisiones importantes y de
largo alcance. En tales circunstancias, es verdaderamente necesario que se nos
proporcione, en cierta medida, ayuda adecuada para decidir atinadamente.
Desde similar perspectiva, Martínez Beltrán (1980:43) concibe la orientación como
un proceso de asistencia al individuo para que se oriente en sus estudios y progrese en la
elección de los mismos.
Así mismo, Álvarez (1995:36) señala que:
La orientación profesional es un proceso sistemático de ayuda, dirigida a todas las
personas en período formativo, de desempeño profesional y de tiempo libre, con la
finalidad de desarrollar en ellas aquellas conductas vocacionales que les preparen para la
vida adulta, mediante una intervención continuada y técnica, basada en los principios de
prevención, desarrollo e intervención social, con la implicación de los agentes educativos
y socioprofesionales.
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En las definiciones anteriores se recrea la práctica de la orientación, en lo
vocacional, donde el orientador, que bien puede ser el docente, ha recibido un
entrenamiento y preparación que le permite ofrecer asesoría y asistencia a los alumnos y
les ayuda a tomar decisiones para progresar con éxito en su vida estudiantil y profesional.
Así como los autores anteriores se refieren a la orientación como un proceso de
ayuda para la toma de decisiones vocacionales encontramos otros expertos que la
definen como el proceso de asesoría y guía al sujeto para su desarrollo personal, a fin de
favorecer la adaptación y conocimiento de sí mismo, la socialización y comunicación en el
ámbito de las buenas relaciones humanas.
En este sentido se manifiestan Authiery et al. (1977:227), para quienes la
orientación pretende la enseñanza de las técnicas y las aptitudes interpersonales con las
que el individuo puede resolver sus problemas psicológicos presentes y futuros...”
El conocimiento de sí mismo y del mundo que rodea al individuo constituye
elementos esenciales en la conceptualización de Rodríguez (1991:11), quien señala:
Orientar es, fundamentalmente, guiar, conducir, indicar de manera procesual para
ayudar a las personas a conocerse a sí mismo y al mundo que los rodea; es auxiliar a un
individuo a clarificar la esencia de su vida, a comprender que él es una unidad con
significado capaz de y con derecho a usar de su libertad, de su dignidad personal dentro
de un clima de igualdad de oportunidades y actuando en calidad de ciudadano
responsable tanto en su actividad laboral como en su tiempo libre.
Para Bisquerra (1998:9), la orientación es “un proceso de ayuda continua a todas
las personas, en todos sus aspectos, con el objeto de potenciar el desarrollo humano a lo
largo de toda la vida”.
El concepto de orientación de los autores reseñados se enmarca en el desarrollo
personal-social, dirigida a promover la autoestima, relaciones humanas, socialización y
atención a las necesidades e intereses del individuo, de acuerdo a sus potencialidades,
habilidades y destrezas.
Para estos autores el estudio de su dimensión individual tiene como objetivo
facilitar al sujeto el conocimiento de si mismo para que pueda establecer una línea de
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actuación personal que procure la felicidad interna y el equilibrio personal. En cambio en
su dimensión social, está enmarcada en una serie de circunstancias espacio-temporales,
humanas, sociológicas y antropológicas. Es significativo que el sujeto conozca la sociedad
en lo que va actuar, pues de su integración, socialización e interrelación va a depender su
autorrealización.
Por otra parte, cuando el centro de atención se dirige a la dimensión escolar, la
orientación es considerada un proceso educativo que tiene como finalidad ayudar al
educando a confrontar las dificultades que surgen al encarar las exigencias del medio
escolar y a encontrar solución satisfactoria a los problemas de aprendizaje.
La orientación académica es definida por Nerici (1990:21) como “un proceso
educativo a través del cual se asiste al educando con el fin de que éste pueda obtener
pleno rendimiento en sus actividades escolares, formular y realizar planes según sus
aptitudes e intereses para que alcance armónicamente los fines últimos de una educación
integral”.
La orientación escolar y/o académica implica, según Ayala (1998), “un proceso de
asesoramiento continuo donde el docente promueve actividades de tipo preventivo
dirigidas a la formación de hábitos de estudio, atención y concentración en clase,
aprovechamiento del tiempo y desarrollo de habilidades cognitivas”. Como asesoría y guía
al alumno en el ámbito académico, Mora de Monroy (2000:9) considera la orientación
escolar como “proceso dirigido a ofrecer ayuda y atención al alumno para que alcance un
alto rendimiento académico y progrese en sus estudios”.
Las definiciones de la Orientación vista como un proceso de asesoría al alumno
en el área escolar denotan como eje clave en el desarrollo académico la formación de
hábitos de estudio, el dominio de métodos y técnicas para el aprendizaje, y la promoción
del trabajo cooperativo dentro y fuera del aula.
Las diversas concepciones presentadas con visión parcializada acerca de la
orientación han sido superadas por un enfoque más amplio, integral y holístico que incide
en una orientación que tome en consideración los distintos contextos educativos, que
atienda al sujeto como un todo integrado, pero sobre todo, que asuma funciones de
prevención y desarrollo, que trascienda el recinto escolar.
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Esta nueva propuesta, centrada en la atención, guía y asesoría del sujeto en lo
personal, escolar y vocacional, tiene su asidero en los años sesenta donde la orientación
empieza a considerarse como un conjunto de áreas y/o dimensiones.
En esta época, con una visión integrada de la orientación, García Hoz (1960),
expresa que la Orientación se diversifica en función de las necesidades de atención del
individuo en:
• orientación profesional, como una ayuda para atender a los alumnos,
• orientación escolar, como ayuda en los problemas relacionados con la
escuela orientación escolar y
• orientación personal, a través de la cual se promueve el conocimiento de sí
mismo para que sea capaz de resolver los problemas de la vida.
Álvarez y Bisquerra (1996) consideran la orientación como un enfoque vital que
ayuda a todas las personas, a lo largo de toda la vida, en todos sus aspectos.
A la luz de los conceptos que sobre la orientación hemos manejado, creemos
poder afirmar que a lo largo del presente siglo, pero sobre todo durante las tres últimas
décadas, la orientación ha evolucionado desde un modelo clínico, centrado en el sujeto y
menos atento a las circunstancias, hacia un modelo psicopedagógico, en el cual se
implica toda la comunidad educativa (padres, profesores, alumnos) hasta llegar a un
modelo socio-psicopedagógico en el que también ha de estar presente la sociedad, unas
veces como “sujeto-objeto” de orientación, y otras como facilitadora de la misma,
aportando los medios para que los agentes puedan asumir su rol con mayor garantía.
Así pues, la orientación ha evolucionado desde una actividad básicamente
diagnóstica y de carácter puntual a un enfoque más amplio, rico y comprensivo, procesual
y diferencial, tomando en consideración las distintas etapas de desarrollo del individuo. De
una orientación de tipo remedial como respuesta a las demandas sociales de la época, a
una de tipo preventivo, destinada a influir sobre contextos sociales más amplios y a
facilitar el desarrollo integral de la persona. De unos orígenes extraescolares y de carácter
no educativo, a identificarse con la educación misma al considerarla como un proceso
integrado al currículo.
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Del rastreo realizado en diferentes obras y a partir del análisis detenido sobre el
significado de la orientación se desprenden las siguientes consideraciones:
- La concepción actual de orientación integral viene a sustituir el esquema
tradicional y reduccionista que limita la orientación a un servicio exclusivo para los sujetos
con problemas, basado en la relación interpersonal clínica, o en un mero servicio de
información profesional.
- Hoy el contexto del alumno es tomado en consideración y transciende el ámbito
escolar. La orientación se concibe como un conjunto de actividades preventivas, de
desarrollo y atención a los sujetos en formación que integra a los agentes educativos
(padres, familia y comunidad).
- La orientación exige la definición permanente de estrategias y programas de
intervención dirigidos a atender la diversidad de alumnos.
- La orientación no es sólo competencia del especialista sino de todos los agentes
educativos, jugando un rol protagónico el profesor tutor, como agente promotor de
cambios.
- La orientación tiene que ser vista como un proceso integrado al currículo, de
carácter permanente, a lo largo de toda la vida, en el contexto tanto formal como informal,
donde actúe el individuo e intervengan activamente los agentes educativos.
Como síntesis del recorrido conceptual y, en base al análisis exhaustivo realizado,
Molina (2004), considera la orientación educativa como un proceso interdisciplinario y
transdisciplinario sustentado en los principios de intervención preventiva, desarrollo y
atención a la diversidad del alumno, cuyos agentes educativos (orientadores, padres,
docentes-tutores, familia y comunidad) asumen la función de facilitar y promover su
desarrollo integral para que se constituyan en seres transformadores de sí mismos y de
su entorno.
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PRINCIPIOS Y NOTAS DE LA ACTIVIDAD ORIENTADORA
La fundamentación teórica realizada permite dar paso a la concreción de ciertos
principios y notas más prácticas que ilustran la práctica de la Orientación.
1. PRINCIPIOS DE LA ORIENTACIÓN
A continuación, vamos a exponer los principios de los que se nutren los modelos
de Orientación y dan valor a lo que Rodríguez Espinar (1986) denomina una nueva imagen
del orientador; dicha imagen, según él, tiene que irrumpir en el contexto educativo. Una
imagen proactiva que tome en consideración el contexto, que atienda a la prevención y al
desarrollo y cuyo radio de acción traspase las paredes del recinto escolar.
Con estas apreciaciones revisaremos los tres principios básicos en los que
fundamentar esta nueva imagen de la orientación, siempre haciendo referencia al autor ya
mencionado Rodríguez Espinar, que en 1993 señala los siguientes:
A) Principio de prevención:
Un acercamiento a la historia de la educación pone de manifiesto que durante
mucho tiempo el enfoque educativo se ha centrado fundamentalmente en la dimensión
terapéutica (corregir los problemas de aprendizaje). El modelo de actuación educativo se
ha basado en la relación individual y en la corrección de los problemas, dando lugar a una
intervención pasiva que actúa sobre el problema y no sobre los contextos que lo generan.
Este excesivo énfasis en la atención a los “casos problemáticos” focaliza la
atención en el propio alumno culpabilizándole de sus fracasos y limita la acción
orientadora a los alumnos que presentan dificultades esperando a actuar cuando se
demanda la acción por parte de profesores, padres, o el propio alumno, e impidiendo que
la acción orientadora llegue a todos.
Frente a este posicionamiento educativo se presenta como alternativa un cambio
radical que dé prioridad al principio de prevención, dirigido a la totalidad de los alumnos,
que ponga el énfasis en la anticipación a la demanda. No hay que esperar a que se
produzca ésta para iniciar la intervención, es necesario adelantarse a la aparición del
problema.
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La orientación debe ser proactiva y es necesario conocer cuanto antes las
características del alumno para detectar las posibilidades de aparición de dificultades y
actuar en contra de las circunstancias negativas antes de que tengan oportunidad de
producir efectos. En el campo educativo la prevención toma sentido al anticiparse a la
aparición de circunstancias o situaciones que puedan ser un obstáculo al desarrollo de
una personalidad sana e integrada, propiciando que pueda desarrollar al máximo sus
potencialidades.
Llevar a la práctica educativa el principio de prevención supone:
• Poner especial atención a los momentos de transición del alumno en sus
diferentes etapas educativas:
o Familia-escuela.
o Enseñanza obligatoria-posobligatoria.
o Escuela-trabajo. etc.
Desde esta perspectiva los programas de acogida a los nuevos alumnos cobran
una especial relevancia, en el sentido más amplio de preparar los ambientes a los que
acceden.
• Conocimiento inicial del alumno, que permita conocer lo antes posible las
características y circunstancias de los alumnos a fin de detectar las posibilidades de
riesgo de la aparición de dificultades. Para ello se hace necesario realizar un diagnóstico
exhaustivo y precoz del alumno utilizando los recursos científicos y técnicos adecuados.
• Apertura al entorno social, lo que supone traspasar el marco meramente escolar
prestando especial importancia en los siguientes aspectos:
o La relación familia-escuela.
o La intervención sobre el marco escolar.
o Realizar esfuerzos educativos antes de los tres años.
Sin embargo, a pesar de la importancia de la prevención, este principio todavía
tiene poca vigencia en las escuelas, debido por un lado a un enfoque clínico o reactivo y,
por otro, a la falta de recursos para ponerlo en práctica.
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B) Principio de desarrollo de capacidades:
Si la educación tiene como máximo objetivo el desarrollo de las capacidades,
habilidades y potencialidades de la persona, la orientación puede ser un agente
activador y facilitador de ese desarrollo.
Para lograrlo se debe dotar al alumno de las capacidades necesarias para
afrontar las demandas de cada etapa evolutiva y proporcionarle las situaciones de
aprendizaje que faciliten su progreso. Este planteamiento supone tener en cuenta las
siguientes cuestiones:
• Si consideramos al individuo en un continuo crecimiento personal, la orientación
que le acompaña debe ser también un proceso continuo, ligado al proceso de enseñanza-
aprendizaje y no basado en actuaciones puntuales.
• Los programas de Orientación deben ser proactivos y encaminados al desarrollo
de las potencialidades, por lo que la orientación debe facilitar situaciones de aprendizaje
de forma intencionada para que la persona se desarrolle.
C) Principio de intervención social:
La orientación debe tener en cuenta tanto al sujeto como al contexto en el que se
desenvuelve. El orientador no sólo ha de conocer las variables del contexto que influyen
en el sujeto, sino que debe intervenir para su transformación cuando supongan un
obstáculo para su desarrollo. Por todo ello, podríamos considerar al orientador como un
agente de cambio social.
De hecho, diversas investigaciones advierten la ineficacia de una intervención
educativa que no tenga en cuenta los elementos o factores ajenos al marco escolar, ya
que éstos, fuera de la escuela, inciden de forma importante en el desarrollo personal de
los alumnos, de manera que pueden bloquear su desarrollo (constituyen obstáculos
ambientales).
Si la educación es un proceso de aprendizaje continuo que no acontece sólo en
el marco escolar, lógico es pensar que debemos prestar atención a los otros marcos
sociales donde también se produce aprendizaje.
Tener en cuenta este principio supone tener en cuenta diversas consideraciones
en la práctica de la orientación:
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• La actividad orientadora debe dirigirse a modificar aspectos concretos tanto del
marco educativo (dirección, organización, metodologías de trabajo, etc.), como del
contexto social (empleo juvenil, formación postobligatoria, asistencia social, becas, etc.).
• Es necesario concienciar al orientado de la existencia de factores ambientales
(en su caso) que obstaculizan el logro de sus objetivos personales, con el fin de generar
una actitud activa que consiga el cambio de tales factores.
• Si partimos de la existencia de una divergencia entre los valores del alumno y de
la institución educativa, así como de la persona y la sociedad, el conflicto que se produce
no se debe resolver con un simple ajuste o adaptación del orientado, sino a través de un
serio esfuerzo por cambiar determinadas características ambientales.
Con el concepto de orientación para la prevención y el desarrollo que venimos
barajando, de acuerdo con los principios que acabamos de exponer, el orientador no ha
de esperar a que se produzca la demanda para intervenir, sino que se adelanta incluso a
la aparición del problema.
Este enfoque no supone negar la importancia de la relación individualizada, ni los
programas de orientación centrados exclusivamente en la atención a los problemas
individuales, lo que implicaría un reduccionismo que conviene evitar.
Tampoco quiere decir que se deban olvidar otros aspectos como diagnóstico,
tratamiento, asesoramiento etc. En este sentido Bisquerra (1991) sugiere la implantación
de programas equilibrados, que incluyan prevención, desarrollo y tratamiento.
Todo lo expuesto hasta ahora, establece un marco teórico en el que basar la
intervención del orientador. Entre teoría y práctica se utilizan los modelos, que funcionan
como marco de referencia para guiar la acción, sugieren procedimientos de actuación. En
palabras de Lázaro (1993) “algunos de los denominados “modelos” tal vez sean
discutiblemente tales, desde la perspectiva de la sistematización de la ciencia, pues son
más próximos a planteamientos de aplicación, según enfoques del análisis de la realidad.
Pero son concreciones que perfilan la operatividad de la actividad cotidiana de la
Orientación, enriqueciendo y fundamentándola”.
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COORDENADAS Y FUNCIONES DE LA ORIENTACIÓN
EDUCATIVA
El profesional de la orientación a la comunidad educativa puede plantear su trabajo
para conseguir sacar el mejor partido, como por ejemplo proceder en la práctica a la hora
de afrontar los problemas a que debe dar respuesta como evaluar y como intervenir...
como mejorar día a día la efectividad de los servicios que presta estas cuestiones o
interrogantes de un modo u otro, están presentes en la mente de los orientadores. La
función del orientador es pensar que no se trata de separar a los alumnos buenos (los que
no dan problemas) de aquellos que dan problemas y que el orientador atienda a estos
últimos. Se trata de que la comunidad educativa, actuando de forma flexible y acorde con
las necesidades de cada alumno, les facilite las ayudas necesarias para que puedan
progresar hacia la consecución e los objetivos educativos. El trabajo del orientador debe
cumplir una doble función. Por un lado, asesorar a la propia comunidad sobre las formas
en que debe ajustar su actividad para contribuir a que todos los alumnos progresen en la
dirección esperada. Y, por otro lado, promover conjuntamente con los miembros de dicha
comunidad y como miembro integrante de la misma las actuaciones necesarias para que
ésta pueda cumplir con sus objetivos.
Para que esta doble función se cumpla se debe asesorar a la comunidad educativa
y promover las actuaciones necesarias en cada momento requiere conocimientos de
distintos tipos.
Es preciso que orientadores y orientadoras tengan claro que significa “ayudar a
alumnos diversos” a alcanzar los objetivos educativos. Es preciso igualmente que
conozcan qué implicaciones se derivan de los mismos para orientarla actividad de toda la
comunidad educativa, principal responsable de facilitar su logro por parte de los alumnos.
También es preciso que conozcan las implicaciones para la actividad orientadora que se
derivan tanto de la forma en que los alumnos requieren distintos tipos de conocimientos y
habilidades como de las características del propio currículo. También debe conocer las
implicaciones que se derivan para la organización, el desarrollo de su actividad del propio
contexto social dentro del que han de desarrollarla (la dinámica interna de los centros; las
ideas de los profesores sobre la función del orientador... y del contexto legal que establece
el marco mínimo dentro del que los orientadores han de trabajar. Todos estos factores
constituyen las “coordenadas de la actividad orientadora”.
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El desarrollo de la actividad orientadora requiere conocimientos teóricos y
metodológicos que permitan asesorar a los miembros de la comunidad sobre como facilitar
la adquisición de los distintos objetivos educativos y promover acciones encaminadas a
que los educadores tengan la capacidad de actuar del modo más adecuado.
En primer lugar, la comunidad educativa debe conseguir que los alumnos aprendan
a pensar cómo debe actuar el orientador cuando los profesores señalen como prioritaria la
necesidad de buscar medios para enseñar a pensar o cuando le permitan alumnos que no
progresan y cuyas dificultades puedan atribuirse a que no sabe pensar, esto es, a que no
sabe que hacer para comprender la 1, para resolver problemas de distintos tipos, para
estudiar de forma provechosa para comunicarse...
Cuando un alumno no progresa lo primero es saber respecto a qué criterio no
progresa para poder determinar qué capacidades necesita poner en juego y qué ayudas
proporcionarle para que las desarrolle, y claro que el criterio lo constituyen las distintas
tareas a través de la evaluación del conocimiento y de la orientación educativa que expone
por un lado, como “evaluar la evaluación del conocimiento” para mostrar las implicaciones
que los modos y el contexto de la evaluación tienen sobre el aprendizaje, la motivación y
las relaciones entre los alumnos. También por otro lado se presentan modelos alternativos
de evaluación de modo que el orientador pueda indicar a los profesores como mejorar sus
prácticas evaluadoras para que constituyan realmente no un juicio del alumno, sino una
ayuda para su aprendizaje, su motivación y su desarrollo personal y social... en los
problemas de aprendizaje: se describen los supuestos, estrategias y técnicas de
evaluación e intervienen en relación con procesos básicos del pensamiento, implicarnos en
la mayoría de las tareas escolares como por ejemplo la comprensión lectora, la solución de
problemas, las estrategias de aprendizaje y el estudio con todo ello el orientador hace una
clasificación mostrando a los profesores que ayudas proporcionar en cada caso.
La comunidad educativa por otro lado debe conseguir también que los alumnos
afronten las actividades escolares interesándose por aprender y usar los conocimientos de
distintos tipos que adquieran sin tensiones, angustias y experiencias de fracaso que
puedan afectar al equilibrio emocional.
Los profesores nos preguntamos en ocasiones y cada vez más frecuentemente
que se puede hacer para que unos alumnos presten más atención.
20
Por qué algunos se angustian tanto, cuando han de mostrar sus conocimientos por
ejemplo ante un examen.
Los profesores remiten este tipo de casos al orientador, que hace frente a estos
problemas de aprendizaje, mediante una evaluación y mejora de la motivación hacia el
aprendizaje con procedimientos concretos de intervención. Otro de los objetivos centrales
que se debe alcanzar a través de la actividad educativa y que por supuesto participa la
actividad orientadora es que los alumnos aprendan a relacionarse constructivamente con
otras personas adoptando actitudes de flexibilidad, cooperación, participación, interés,
respeto y ayuda.
Para afrontar este problema es necesario partir de supuestos técnicos sólidos y
contar con métodos de evaluación e intervención adecuados.
Es importante ayudar a alumnos agresivos y retraídos a superar sus problemas de
relación, regulando su propia conducta.
Los profesores pueden contribuir a facilitar a los alumnos la adquisición de los
conocimientos y capacidades implicándose en la toma de decisiones relacionadas con sus
estudios, capacidades que condicionan en parte la adecuada inserción social y profesional,
cuyo desarrollo constituye un objetivo educativo siempre; este ha sido un ámbito reservado
a los orientadores, pero actualmente esto ya no es así y la intervención ha de estar
centrada en el contexto inmediato, centro de la intervención está siempre en el alumno.
Los orientadores pueden afrontar la tarea de ayudar al profesorado a modificar sus
pautas cotidianas de actuación de modo que contribuyan a facilitar la adquisición de los
objetivos educativos para facilitar el que los orientadores puedan trabajar en la dirección
adecuada. No se presentan sólo supuestos teóricos, sino que se ofrecen además
instrumentos de avaluación y autoevaluación inéditos que usados adecuadamente pueden
contribuir a concienciar a los profesores de la necesidad de cambiar, de la dirección en que
puedan hacerlo y de los beneficios que ello puede apuntarles a ellos mismos y a sus
alumnos.
En los programas de orientación educativa, se describen los supuestos y
procedimientos que pueden facilitar la consecución de un doble objetivo. En primer lugar,
que la actividad orientadora se articule en torno a programas elaborados para dar
respuesta a necesidades cuya atención se haya considerado prioritaria, en lugar de
21
responder a demandas puntuales de diferentes tipos. La razón es que actuar mediante
programas fundamentalmente de carácter preventivo puede permitir el uso óptimo de los
recursos de tiempo y personal de que disponen los servicios de orientación y en segundo
lugar, que la valoración sistemática de los programas y sus efectos permite una mejora
constante de la efectividad de la actividad orientadora.
Aquí se recogen un conjunto de ideas sobre la actividad orientadora y con ello
ofrecer a los alumnos diversos las ayudas necesarias para progresar, como centro de
actuación directa del orientador, la mejora de las pautas de actuación de los profesores y
eventualmente de los padres.
Todo esto nos puede ayudar para la reflexión, la crítica y la mejora del servicio que
todos los implicados en la educación hemos de prestar a quienes con miradas inocentes
esperan de nosotros cariño, estímulo, ayuda e ilusión, con independencia de que necesiten
más o menos ayuda para ello.
La orientación en el entramado del proceso educativo el complejo, la mayoría de
los profesores no saben que hacer con una serie de problemas que se les plantean más
frecuentemente en el aula. Por ejemplo niños que no prestan atención, inquietos y que no
progresan, niños inteligentes que se aburren en el aula, alumnos que no saben que les
pasa, que se sienten agresivos con ellos mismos y con el resto del mundo, alumnos
indecisos que necesitan 1 para ayudarse a decidir porque no saben que les gustaría
estudiar...
La problemática que muchos profesores se encuentran en 3º de secundaria desde
que se ha ampliado hasta los 16 y con ello implica la no en base que algunos tienen por el
mero hecho de que pasan y no saben (no tienen base). No pueden aprender.
Los profesores solicitan la atención de una persona experta en problemas de
comportamiento y aprendizaje. Puede ocurrir que no los orientadores actúen de la misma
forma o modo debido a los supuestos desde los que se concibe lo que debe ser la función
de la orientación y a las características del contexto educativo en el que se realiza el propio
trabajo del orientador.
Cuando se presenta un problema, no el lo mismo examinar al alumno pensando en
un proceso de intervención extraescolar o llevado a cabo en el aula por los profesores.
22
En el primer caso los profesores se plantean qué hacer para que poco a poco se
ponga a la altura de sus compañeros y en el segundo caso qué ayudas particulares deben
darle los profesores mientras trabajan en clase para que progrese adecuadamente.
Por ello es importante que el orientador tenga en cuenta las coordenadas dentro de
las que se enmarca la acción educativa, que define el contexto en el que el alumno ha de
aprender, ya que delimitan el horizonte en relación donde debe plantearse la propia
actividad orientadora.
COORDENADAS Y FUNCIONES DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA
DIVERSIDAD DE ALUMNOS
OBJETIVOS DE LA ACCIÓN
EDUCATIVA
EXISTENCIA DE UN
MARCO LEGAL
ORIENTACIÓN
EDUCATIVA
PAPEL ACTIVO DEL QUE
APRENDE
CARACTERÍSTICAS DE LA
COMUNIDAD EDUCATIVA
CARACTERÍSITCAS DEL
CURRÍCULO
Cada una de las coordenadas tiene implicaciones concretas que afectan a la
concepción, organización y desarrollo de la propia actividad orientadora, si no se tienen en
cuenta, pueden dar lugar a que los alumnos no reciban los apoyos necesarios.
1 2
3
4 5
6
23
Lo importante no es tanto conseguir que todos los alumnos lleguen a unos niveles
de conocimiento predeterminados cuanto “facilitar el progreso hacia los objetivos
señalados”.
La comunidad educativa deberá articular las ayudas necesarias para que alumnos
con características y posibilidades diversas puedan avanzar la necesidad de articular las
ayudas, aunque deba hacerse en el contexto de la clase, supera en muchos casos las
posibilidades del profesor, lo que hace necesaria la intervención del orientador, teniendo
en cuenta dos características importantes:
1. Los problemas no deberían afrontarse como problemas exclusivos del alumno
sino como problemas del sistema, o lo que es igual, del conjunto de alumnos, profesores (y
eventualmente padres) trabajando para que los primeros consigan ciertos objetivos
marcados por un currículo.
2. Que debe tener la actividad del orientador, deriva de la finalidad de la actividad
educativa (ayudar a progresar a alumnos diversos en relación con las capacidades que se
pretende que adquieran. El orientador debe tratar fundamentalmente de analizar las
condiciones bajo las cuales los alumnos pueden progresar, análisis que debe considerar
tanto en los recursos con los que cuenta el alumno como las ayudas específicas que debe
recibir y que los profesores deben facilitar bien en forma de adaptaciones de la actividad
docente, de adaptaciones del currículo de más o menos envergadura o de cualquier otro
tipo. Traducir a la práctica dichas implicaciones.
Primero será necesario analizar las implicaciones de las restantes coordenadas en
las que debe enmarcarse la actividad orientadora, ya que es necesario tener en cuenta
cada una de ellas para poder intervenir.
COORDENADAS:
Coordenada 1. NECESIDAD DE AYUDAR A PROGRESAR A ALUMNOS DIVERSOS.
Articular ayudas necesarias para que los alumnos desarrollen capacidades
personales que les permitan, comprender el mundo. Reflexionar de forma crítica sobre
los acontecimientos, actuar de forma eficaz frente a los problemas y vivir de forma
personalmente, satisfactoriamente y socialmente, solidariamente…
24
Por supuesto, es necesario partir de una delimitación que los objetivos educativos
en términos de las capacidades que los alumnos deben desarrollar. Si la finalidad de la
educación es contribuir al desarrollo de las capacidades del alumno, la delimitación de las
mismas debe estar en el horizonte de todo planteamiento curricular.
Los objetivos definen fundamentalmente las capacidades a adquirir, capacidades
que marcan direcciones dentro de las cuales los alumnos deberían aproximarse a
aquellos dentro de sus posibilidades.
Lo importante no es conseguir que todos los alumnos lleguen a unos niveles de
conocimiento predeterminados cuanto “facilitar el progreso hacia los objetivos señalados”
Coordenada 2. OBJETIVOS GENERALES DE LA ACTIVIDAD EDUCATIVA.
A. Desarrollo de las capacidades motrices.
B. Aprender a pensar.
C. Conseguir un equilibrio emocional estable.
D. Aprender a relacionarse socialmente.
E. Adquirir las capacidades necesarias para la inserción y la actuación
social.
A. DESARROLLO DE LAS CAPACIDADES PSICOMOTRICES
Es uno de los objetivos básicos de la educación por la importancia que tienen para
el equilibrio personal y social de la persona, para su desarrollo cognitivo y para su
actuación eficiente sobre el medio.
B. APRENDER A PENSAR
Los orientadores deben tener presente que evaluar la competencia y las
dificultades de un sujeto para determinar los recursos que puedan ayudarle supone en
primer lugar prestar especial atención a los procesos mediante lo que el alumno afronta la
actividad escolar: la comprensión de lo que lee u oye, la solución de problemas, el estudio,
etc. En segundo lugar que el orientador valore la eficacia de los procesos. En tercer lugar
25
tener en cuenta que los contenidos sobre lo que el sujeto trabaja condicionan el grado en
el que el sujeto es capaz de poner de manifiesto sus capacidades cognitivas. Y por último
qué tipo de ayudas específicas facilitan el progreso del alumno.
C. CONSEGUIR UN EQUILIBRIO EMOCIONAL ESTABLE
Uno de los objetivos básicos de la actividad educativa que tiene lugar en la escuela
es facilitar la consecución de un equilibrio emocional estable basado en la valoración
positiva de sí mismo y en la adquisición de estrategias adecuadas para afrontar las
dificultades y tensiones generadas por la experiencia diaria.
D. APRENDER A RELACIONARSE SOCIALMENTE.
El papel del orientador frente a los problemas de relaciones interpersonales no es
el de evaluar al alumno para ver si es retraído, o asertivo, agresivo, egocéntrico,
insolidario, indisciplinado o no cooperativo, sino el de analizar los procesos de interacción
para determinar que ayudas pueden darse al alumno, bien desde la propia clase en forma
de selección de situaciones a las que se le expone, de modelos que se le ofrecen, de
indicaciones que faciliten la comprensión de las situaciones sociales.
D. ADQUIRIR LAS CAPACIDADES NECESARIAS PARA LA INESERCIÓN Y LA
ACTUACIÓN SOCIAL.
A lo largo de la educación secundaria obligatoria los alumnos deben elegir entre
distintas materias, elección que pueden afectar en grado variable a su posible orientación
futura en relación con la oferta educativa y con su inserción en el mundo laboral. Y lo
mismo ocurre con la posibilidad de elegir entre las distintas alternativas que ofrece el
bachillerato y con la elección de carrera al término del mismo.
La necesidad de elegir entre distintas alternativas que tienen implicaciones para el
futuro educativo y laboral determina que antes de terminar los estudios muchos alumnos
se enfrenten con problemas derivados de la incertidumbre respecto a que camino tomar;
este ha sido un problema cuya solución se ha dejado en manos de orientadores.
26
Coordenada 3. PAPEL ACTIVO DEL ALUMNO EN EL APRENDIZAJE.
La primera implicación para el orientador es que debe intentar determinar los
supuestos desde los que el alumno afronta activamente sus tareas.
Toda evaluación orientada a determinar cuál es el mejor modo de ayudar a los
sujetos con problemas debería tener en cuenta que para el sujeto, su forma de actuar
responde a la necesidad de adaptarse al significado que para él tiene la situación. Por ello
es importante no tanto determinar qué sabe y no sabe, sino desde que presupuestos está
afrontando la actividad escolar que le impiden progresar y hacen necesaria la intervención
del orientador. Esto implica que más que tratar de ver si un alumno no progresa porque no
sabe, porque es agresivo, porque es lo que sea, implica una visión estática del sujeto, lo
que el orientador debe intentar es examinar las condiciones de partida desde las que
puede progresar, lo que implica examinar cuáles son las metas que de modo más o menos
permanente están en juego para el sujeto, qué significado atribuye a la actividad
académica, con qué estrategias afronta la actividad escolar y por qué usa tales estrategias,
desde qué conocimientos previos interpreta la información en las situaciones en las que
parece tener dificultad para progresar, etc.
Cuando los alumnos no progresan en relación con los objetivos a alcanzar, es
preciso que orientadores y orientadoras examine si los factores contextuales están
facilitando que el sujeto, al afrontar activamente la construcción del significado de la
actividad escolar y de los nuevos conocimientos a adquirir lo haga de la forma más
adecuada posible. En caso negativo, ayudar a los alumnos implicaría que los profesores
deberían modificar sus pautas de actuación.
Los orientadores y orientadoras han de evaluar con frecuencia individualmente a
los alumnos que no progresan.
Coordenada 4. CARACTERÍSTICAS DEL CURRÍCULO.
Un hecho con el que los profesores se encuentran frecuentemente y del que se
quejan es que hay alumno que carecen de la base de conocimientos suficiente para poder
comprender y asimilar los nuevos conceptos y para aprender nuevos procedimientos,
estrategias y formas de trabajo. Esto nos da a entender que una de las fuentes de las que
27
derivan los problemas que muchos alumnos encuentran radica en el propio currículo, lo
que tiene implicaciones importantes para el planteamiento de la actividad orientadora. La
actividad educativa se organiza en torno a un currículo, esto es, en torno a un conjunto de
objetivos, contenidos y actividades que, organizados secuenciados y temporalizados de
modos concretos, se plantean a los alumnos siguiendo una metodología didáctica para
ayudarles a desarrollar sus capacidades y, de este modo, conseguir los objetivos. Sin
embargo, para que el currículo, con todo lo que implica su organización y desarrollo, pueda
ser útil debe estar adaptado a las características de los alumnos: A los conocimientos de
los que parten y que les permiten comprender la nueva información; a sus posibilidades de
razonar a partir de la información que se les proporciona; a la posibilidad que tienen de
interesarse por unos contenidos determinados. No es infrecuente, dicen los profesores que
el currículo no se adapte a las características de los alumnos, lo que puede deberse a
distintos factores: temporalización, prioridad y secuencialización metodológica, contenidos
y objetivos; pueden ser los responsables de algunas de las dificultades por las que
determinados alumnos no puedan progresar.
En consecuencia, cuando para determinar que ayudas necesita un alumno, debe
considerarse la posible falta de adaptación del currículo y la necesidad de su modificación,
en los aspectos, como medio de garantizar que los alumnos puedan progresar.
Los orientadores deberían dar prioridades al análisis y modificación de los aspectos
del currículo que impliquen una menor desviación del planteamiento general (metodología,
temporalización, priorización) y sólo en el caso que sean insuficientes habría que modificar
contenidos y objetivos.
Coordenada 5. CARACTERÍSTICAS DE LA COMUNIDAD EDUCATIVA.
El hecho de que cada comunidad educativa tenga sus características propias
define una coordenada básica que los orientadores deben tener en cuenta al plantear su
actividad, ya que tales características condicionan el éxito o el fracaso. Los miembros de la
comunidad educativa pueden tener diferente expectativas sobre la función y ayuda que
pueden prestar los orientadores. El hecho de que tales expectativas puedan corresponder
a lo que debería ser su función, y la posibilidad de que esta falta de correspondencia
pueda generar resistencias y falta de cooperación tienen al menos dos implicaciones
importantes para la actividad de los orientadores.
28
1. La más importante es la necesidad de conseguir que las creencias y actitudes de
loa profesores respecto a las distintas situaciones a las que asocian la actividad de los
orientadores se ajusten realmente a lo que estos pueden y deben hacer. Cómo conseguir
esto. Tanto si el orientador pertenece al propio centro, como si no pertenece y acude de
fuera para atender un problema puntual. No se trata de que el orientador tome sobre sí lo
que es el trabajo de la comunidad educativa, sino de que ayude a ésta a hacer su trabajo.
2. Es preciso tener en cuanta que las ideas de los profesores tampoco cambian
aunque consideren inadecuadas, si no conocen una forma mejor de afrontar el problema.
Coordenada 6. EXISTENCIA DE UN MARCO LEGAL.
Conjunto de normas de distinto nivel legal pero todas ellas con carácter prescriptito
que definen objetivos, competencias y pautas de actuación que los orientadores deben
tener como referencia para organizar su actividad y que responden a la conciencia social
que existe en un momento dado respecto a las funciones que debe cumplir la actividad
orientadora.
El marco normativo regulador de la actividad orientadora puede variar de unos
lugares a otros.
PREGUNTAS
Puede no existir si se considera que la actividad orientadora es un tipo de ayuda
extraescolar a la que se accede voluntariamente.
Puede existir pero variar de un lugar (país, comunidad…) a otro.
Puede evolucionar con el tiempo y puede diferir según el nivel educativo.
Puede que se considere, por ejemplo que lo primero en educación sea la
adquisición de contenidos y que en función de este supuesto se definan objetivos y
actividades, lo que implicaría que las orientaciones tendrían como referente de su
actividad, objetivos educativos diferentes a los señalados y que se encontrarían con
limitaciones a la hora de sugerir ajustes curriculares de mayor o menor envergadura.
Todo esto exige del profesional de la orientación no sólo conocer las normas
particulares que regulan su actividad, sino también su contenido para determinar en qué
29
medida constituyen una ayuda para el desarrollo de su actividad (teniendo presentes las
implicaciones derivadas del resto de las coordenadas ya mencionadas).
El importante considerar que las distintas normativas definen ciertas “condiciones”
para la solución de un problema, el de organizar la propia actividad orientadora.
1ª. Los ámbitos de actuación del DO son 3:
- El apoyo al proceso de enseñanza y aprendizaje.
- La orientación académica y profesional.
- Acción tutorial.
2ª Necesidad de elaborar un plan de actividades:
Toda actividad debe obedecer a un programa, para ello es indispensable afrontar
la propia actividad en el contexto educativo, con una actitud crítica.
3ª El DO debe prestar atención a la diversidad de alumnos (de todos los alumnos).
El DO debe elaborar propuestas que se incorporen al proyecto curricular de centro
con una función preventiva para contribuir al ajuste de objetivos, contenidos y actividades
concretas a las características de una zona y evitar en la medida de lo posible que
contribuyan a generar la aparición de problemas en los alumnos.
Hay que tener en cuenta el concepto de orientación: ayuda a la institución para
cumplir sus objetivos.
En cuanto al plan de orientación académica y profesional, hay varios aspectos que
pueden ayudar de modo esencial a los orientadores:
1ª Dicho plan debe ser elaborado por el DO en su conjunto e incorporarlo tras su
aprobación, a la propuesta de proyecto curricular.
Es importante destacar la participación y colaboración entre los distintos
profesionales que integran DO ya que ninguno de ellos por separado tiene toda la
importancia necesaria para realizar las tareas necesarias para dar una respuesta
30
educativa flexible en el contexto de un currículo en el que hay que trabajar desde distintas
áreas.
Con ello reafirmamos la necesidad de que los orientadores tengan presentes las
implicaciones derivadas de la 5ª coordenada.
Toda esta normativa constituye una ayuda especial e importante para que los
orientadores puedan plantear su actividad a los profesores de una comunidad educativa.
31
ANÁLISIS DE LOS ENFOQUES DE LA ACCIÓN
ORIENTADORA
Una vez trabajados y desarrollados los apartados teóricos y prácticos de este
estudio, procedemos a reanalizar de forma DESCRIPTIVA e INTERPRETATIVA dicho
estudio de los mismos con el fin de fija y retener los conceptos más importantes ya vistos
y trabajarlos.
Descriptivamente veíamos como la pedagogía aporta a la Orientación dos
órdenes fundamentales, ya vistas:
• Los orientadores deben reflexionar antes de desarrollar su acción.
• El orientador asume un rol activo y forma unidireccional: El proceso de
aprendizaje.
• Se enfoca el Desarrollo Potencial Humano por Aprendizaje significativo.
• Partiendo de un marco legal teórico, toda acción orientadora supone unos
Fundamentos pedagógicos que condicionan la acción.
• La defensa del alumno lleva al Desarrollo de una Pedagogía orientada.
• Los objetivos y contenidos: Elaborados por los sujetos, el orientador les
estimula para que se planteen sus alternativas y toma de decisiones.
Mas tarde, la tarea principal serán factores sociales, institucionales, familiares y
personales, que no permiten el éxito escolar (El orientador favorecerá el desarrollo de
actitudes, habilidades y acciones que faciliten el cambio personal y colectivo)
(Vidal y Casado)
Los antecedentes Históricos, ponen de manifiesto la significación parcializada,
sesgada y limitada a un área de atención al sujeto; dando lugar a La Orientación
Profesional o guía asistencial al individuo, conocer la Sociedad en la que va a actuar
hasta llega a la autorrealización.
La dimensión escolar en Orientación pasa a ser PROCESO EDUCATIVO; tiene
como finalidad ayudar al educando, respecto a los problemas de aprendizaje.
32
La orientación Escolar, “PROCESO”, que asiste al educando para que obtenga
pleno rendimiento y asesoramiento, promoviendo actividades de tipo PREVENTIVO.
Este proceso interdisciplinario y transdisciplinario, sustentado en los principios de
intervención preventiva-desarrollo y Atención a la Diversidad del alumno, basándose en
los principios de Modelos de Orientación y dando valor a “Una nueva imagen del
Orientador” que se incluye dentro del contexto educativo, que atiende a la prevención y
desarrollo dentro y fuera del recinto escolar.(Rodriguez Espinar-1986)
Dichos principios se revisan siguiendo los aspectos de:
• Prevención: No esperar a la demanda del alumnado ante cualquier
problema.
• Desarrollo de Capacidades: Como agente activador y facilitador de su
desarrollo.
• Intervención Social: Tendrán en cuenta al sujeto y el contexto donde se
desenvuelve.
El mundo de la Orientación hoy en día se plantea como un reto para la obtención
del desarrollo más óptimo del discente, con el fin de poder desenvolverse en su futuro
sociocultural y ambiental que le rodea; esto nos lleva a que nos planteemos el trabajo de
LA ORIENTACÓN desde la perspectiva de unas coordinas y haciéndonos preguntas
como:
¿Cómo evaluar? ¿Cómo intervenir? ¿Cómo mejorar? ¿Cómo asesorar? ¿Cómo
ayudar a alumnos diversos?, más concretamente
COORDENADAS y FUNCIONES DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA:
• DIVERSIDAD DE ALUMNOS.
• OBJETIVOS DE LA ACCION EDUCATIVA
• PAPEL ACTIVO DEL QUE APRENDE
• CARACTERISTICCAS DEL CURRICULO
33
• CARACTERÍSTICAS DE LA COMUNIDAD EDUCATIVA
• EXISTENCIA DE UN MARCO LEGAL.
Todo lo desarrollado dentro del marco de LA EDUCACIÓN, debe ser estudiado
y analizado, conocer los nuevos enfoques sobre LA ORIENTACIÓN en dicho marco
y conocer las inquietudes e innovaciones y cambios surgidos hasta el día de hoy.
ANALISIS Y NUEVOS ENFOQUES SOBRE LA ORIENTACION
Partiendo de las necesidades de conseguir la optimación del Desarrollo de la
acción Orientadora, existen innumerables estamentos, y en ellos el buen hacer del
profesorado, queriendo obtener esa optimación. Para ellos es necesario llegar a ideas
concretas conjuntas y realizarlas a través del estudio de:
Variables influyentes en el desarrollo de la acción Orientadora.
Según manifiesta un grupo de orientadores en su último encuentro (Mérida) llegan
a conclusiones como:
• Se pretende reflexionar la complejidad de las variables influyentes en el
proceso de desarrollo de la acción orientadora y analizar las mismas.
• Se pretende recorrer dos diferentes aspectos: Sociales, Políticos, culturales,
profesionales e incluso emocionales que convierten la ACTIVIDAD
ORIENTADORA en una ardua tarea.
• Dichas variables son percibidas por el orientador, aunque a veces la propia
dinámica de la praxis, llega a imposibilidad la deseable reflexión y propuesta
de decisiones.
• Los Orientadores parten de que la Orientación surge como disciplina.
• La complejidad de la práctica Orientadora se encuentra mediatizada desde
el propio concento de orientación.
En sus debates y comunicaciones, llegan a destacar y definir que:
34
Se pueden distinguir tres tipos de variables:
• POLITICA: Las Leyes, Decretos y Normativas, en su día, se
plantearon y parecieron proyectos ambiciosos, y generaron
expectativas, pero que no llegaron a materializarse. Si eran y siguen
siendo válidos “los objetivos” planteados.
• El profesorado en general: Se plantean y preguntan a la hora de
analizar los contenidos a trabajar:
• ¿Se es consciente de los objetivos y estrategias a usar?
• ¿Es suficiente la programación didáctica del Profesorado de E.
Secundaria?
• ¿Considera el profesorado que la educación que debe impartir es
INTEGRAL a lo largo de la escolaridad del alumnado?
• ¿Se realiza adecuadamente el plan de ACCION TUTORIAL para
obtener los fines educativos planteados ajenos al rendimiento
estrictamente académico?
De la misma forma, se plantean ciertas dudas y preguntas los:
Equipos del Sector de Infantil y Primaria y razonan:
• ¿Es sensible el profesorado de estas etapas a las necesidades
mostradas por alumnos, y cómo pueden influir en su proceso
educativo?
• ¿Son suficientes los RRHH y materiales de equipos de Sector para
desarrollo de sus funciones?. ¿Se derivan todos los casos
susceptibles de ser derivados?
Otros Departamentos también se plantean ciertas cuestiones, entre ellos:
Dpto. de Orientación en Educación Secundaria:
• ¿Cómo pueden repercutir las carencias en el Desarrollo del proceso
de Orientación en etapas anteriores.
35
• La necesidad de acometer funciones de orientación académica y
profesional destinada a un alumnado que llega a Educación
secundaria sin conseguir los objetivos de E. Integral ni académicos
deseados.
Ante este tipo de preguntas debemos plantearnos ¿Cómo se permite el Desarrollo
de la Acción Orientadora en el ámito social? ¿De qué forma la perciben en la sociedad?
SOCIALES:
• La orientación Psicopedagógica tiene como destinatarios a toda la población,
debería darse a lo largo de toda la vida, mediatizada por v/factores sociales.
• La falta de tradición cultural y legislativa produce dificultades en la Ley
vigente, da como consecuencia, el desconocimiento social de las funciones
de Orientar.
• ¿En qué medida los docentes y/o profesionales de la Orientación son
responsables de éste desconocimiento social?
• ¿Se están transmitiendo a la sociedad los objetivos y funciones de la
Orientación Psicopedagógica en el proceso de logro de objetivos educativos?
El proceso de Orientación desarrollado en la Enseñanza Reglada y Funciones
de Orientación son competencia de todo el profesorado, y tutores de manera general y
específicamente del profesorado del Dpto. de Orientación.
Sin valorar la formación inicial deseable para estos profesionales, hay algo
fundamental y decisivo en el desarrollo de la acción orientadora, la formación inicial del
ORIENTADOR.
Manifiestan su disconformidad hacia profesionales de Psicopedagogía, con
diferentes planes de estudio, pero piensan que no realizaron la especialidad de
Orientador, y piensan que se debería focalizar ese punto.
Una vez observadas todas estas variables, y a su vez trabajadas, pasamos a
expresar las siguientes conclusiones:
36
• La complejidad del concepto “orientación psicopedagógica”.
• Escaso nivel de desarrollo de la ley vigente por condiciones económicas
• Complejidad de las realidades individuales de los discentes.
• Complejidad de las realidades sociales determinadas por factores
geográficos, culturales, económicos . . .
• Diferentes enfoques personales y profesionales derivados de la formación
inicial de los orientadores.
ANALISIS Y ENFOQUES DE LA COORDENADA 1: LA DIVERSIDAD EN LA
ORIENTACION
• El tema de la diversidad, muy estudiado, sobre todo en la intervención
en el aula, no lo ha sido tanto su vertiente formativa.
• El maestro/a como profesional, deberá recibir formación adecuada
para desarrollar adecuadamente su labor de docente, como mediador
de los procesos de Enseñanza-Aprendizaje.
• Mediador/a, aspectos básicos del perfil de un buen profesional de la
educación que aspira a la formación global de todo el alumnado: Un
perfil mediador, tiene un enfoque paidocéntrico y no epistemocéntrico
en Educ.
• El perfil orientador del profesorado, parte de una visión autónoma del
alumnado, esto es coherente con el planteamiento de atención a la
diversidad.
• El profesorado es la pieza clave en el desarrollo de los programas
sobre atención a la diversidad en formación inicial. Cabe destacar
otros dos elementos adicionales: Recursos funcionales y Recursos
adicionales
ANALISIS Y ENFOQUES DE LA COORDENADA 2: OBJETIVOS ACCION EDUCATIVA
• Debemos de entender la acción tutorial como una labor pedagógica
encaminada a la tutela, acompañamiento y seguimiento del alumnado.
37
• Debemos reconocer e intentar que el proceso educativo de cada
alumno se desarrolle en condiciones lo más favorables posible.
• La acción tutorial forma parte de la acción educativa e inseparable del
proceso de enseñanza aprendizaje.
• El desarrollo de enseñanza-aprendizaje, se desarrolla en base a unos
objetivos generales a desarrollar mediante la Acción Tutorial de ESO:
A. Contribuir a la individualización de la educación, facilitando una
respuesta educativa en ajustada a las necesidades particulares del
alumnado, articulando las oportunas medidas de apoyo al proceso
de enseñanza-aprendizaje.
B. Contribuir al carácter integral de la educación favoreciendo el
desarrollo de todos los aspectos de la persona: cognitivos,
afectivos y sociales.
C. Resaltar los aspectos orientadores de la educación, favoreciendo
para ello la adquisición de aprendizajes funcionales conectados
con el entorno, de modo que la “educación sea educación para
la vida”.
D. Favorecer los procesos de madurez personal, de desarrollo de la
propia identidad y sistema de valores y de toma de decisiones
respecto al futuro académico y profesional.
E. Prevenir las dificultades en el aprendizaje, anticipándose a ellas y
evitando, en lo posible, fenómenos indeseables como los del
abandono, el fracaso o la inadaptación escolar.
F. Contribuir a la adecuada relación e interacción entre los distintos
integrantes de la comunidad educativa: profesorado, alumnado y
familias, así como entre la comunidad educativa y el entorno
social, facilitando el diálogo y negociación ante los conflictos o
problemas que puedan plantearse.
38
ANALISIS Y ENFOQUES DE LA COORDENADA 3: PAPEL ACTIVO DEL QUE
APRENDE
El sujeto que aprende: Aprendiz
El análisis y comprensión de las características internas del “aprendiz” decisivas
del Proceso de aprendizaje: peronalidad, edad, motivación,etc
Desde una perspectiva psicológica, “el aprendiz” es elemento central del
proceso. Según el constructivismo: todo aprendizaje es fruto de una actividad directa
y personal del aprendiz, constituye su conocimiento y elabora significados.
La formación docente ha sido analizada y discutida desde factores explícitos e
implícitos para la determinación del perfil profesional.
Cualquier perspectiva de análisis lleva a la optimización de lo existente, y poco
orientador para la generación e implantación del currículo.
Este modelo, da a lugar a pocas habilidades y destrezas pedagógicas.
Modelo pedagógico generado por fragmentación de contenidos del currículo;
enseñanza en base a comunicación oral y bajo trabajo práctico y poca vinculación del
proceso de formación.
El desafío actual, es el mejoramiento de la formación docente a través de la
transformación del currículo y proceso de formación y una nueva lógica de construcción.
Un nuevo enfoque con dos etapas: Formación inicial de docentes y formación
continua, desarrollo y perfeccionamiento profesional.
El curriculo deformación inicial debe ser capaz de:
o Integrar los contenidos o grupos de saberes de la formación.
o Incentivar el desarrollo de nuevas formas de enseñanza
o Desarrollar una formación teórico_ práctica
39
o Definición y actualización permanente de los contenidos de la formación.
o Desarrollo de la capacidad de enseñar activamente los conocimiento
adquiridos.
o Desarrollo de la capacidad de diseñar y elegir estrategias docentes
o Desarrollo de la capacidad de diseñar y estimular procesos de elaboración
colectiva e individuales.
o Potenciar los procesos de práctica docente.
La calidad de Formación docente: aumenta su complejidad cuando se refiere a
un “cambio cualitativo” en el caso de calidad del proceso de formación docente, donde
se destacan cuatro grandes campos de componentes del Curriculo de Formación.
Los académicos que participan en esta formación, manifiestan que hay resultados
parciales obtenidos de forma gradual y resultados finales.
En el presente análisis sólo se comentan los componentes de calidad que
corresponden al curriculo de formación docente, y se clasifican en:
o Competencias didácticas
o Dominio y transferencia de conocimientos
o Comunicación interpersonal colectiva e individual
o Comunicación interpersonal
ANALISIS Y ENFOQUES DE LA COORDENADA 4: CARACTERISTICAS DEL
CURRICULO
El CURRICULO deberá ser :
o Potenciador del desarrollo de capacidades y funcionalidad de los
aprendizajes.
o Común, abierto y Flexible
o Integral
o Coherente
o El CURRICULO deberá buscar :
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o Forma de cubrir los ámbitos de vida.
o Globalidad, transversalidad
o Universalidad, Igualdad y Diversidad e Interculturalidad
o Potenciación y enriquecimiento de la persona
o Educación básica en todas las etapas
o Actualización científica
o Orientación crítica
o Autonomía, aprendizaje a lo largo de toda la vida y aprendizaje
colaborativo
o Ser compartido
o Metodologías participativas.
ANALISIS Y ENFOQUES DE LA COORDENADA 5: CARACTERISTICAS DE LA
COMUNIDAD EDUCATIVA
Consideraciones pedagógicas sobre la comunidad educativa: El paradigma de la
“escuela-educadora”
o Los centros educativos, ante todo, son lugares de aprendizaje y diálogo.
o El concepto “Comunidad” nos lleva a la idea de unidad, realidad común
o La primera comunidad educativa es : La familia…escuela de Humanidad
o Se identifica la auténtica comunidad educativa con “SINERGIA” que enfatiza
el concurso dinámico de las personas que la conforman.
o La pretensión de construir una comunidad educativa exclusivamente a partir
de la operación aditiva y esfuerzos individuales será infructuosa.
o En una verdadera Comunidad Educativa se pasa rápido del “YO” al
“NOSOTROS”
o La organización dentro de la Comunidad Educativa, implica a una buena
ordenación de la vida académica, sin estructuración sería caótico, se
suspendería. Su núcleo debe ser o estar en constante organización, pero
no rígida.
o Su organización como una institución escolar, muy relacíonada con su
proyecto educativo.
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En la organización hay varios paradigmas u organizaciones racionales, para
alcanzar metas.
o Paradigma hermético-simbólico: Se interesa por la construcción social de
la realidad a partir de símbolos y significados compartidos por las personas.
o Paradigma crítico ó político: Superar visiones técnica y hermenéuticas por
medio de la transformación social, cultural, política o educativa.
La Comunidad educativa, también se distingue por la ética; piensa que la persona
es estructuralmente moral e independiente de su acción.
Cada centro es único, pero se debe destacar dos modalidades paradigmáticas
de comunidad: Liberal y Comunitaria.
El enfoque de las organizaciones que aprenden, despierta actualmente gran
interés, pero sin llegar a un común acuerdo de “escuela educadora”, unos autores se
interesan por el proceso aprendizaje y otros por los resultados de la organización.
ANALISIS Y ENFOQUES DE LA COORDENADA 6: EXISTENCIA DE UN MARCO
LEGAL
Cuando se intenta desarrollar la acción Orientadora, la mayor parte de
profesionales, se basan en el aspecto legal, acogiéndose a la Jerarquía Educativa o
competencia adecuada donde existe una Orden promulgada para el desarrollo de la
ORIENTACIÓN EDUCATIVA con el fin de realizar la DINAMIZACIÓN DE LA
COMUNIDAD EDUCATIVA.
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CONCLUSIONES
Ante este trabajo extenso y detallado, sacar como conclusiones:
o Se trabaja y lucha por mejorar y modernizar la Educación
o Se analizan y verifican nuevas estructuras de desarrollo de la acción
educativa y orientadora.
o En lo observado y analizado se ve, el trabajo y el deseo de INNOVAR y
cambiar dentro de la Comunidad Educativa. Por ello:
“Es necesario, seguir luchando por llegar a obtener una realidad de mejora y
buen desarrollo del acto de “La orientación Educativa””
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BIBLIOGRAFÍA
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PREGUNTAS DE EXAMEN
1. Desde el prisma de la pedagogía tradicional:
a) El orientado adopta un papel muy activo
b) Los objetivos del proceso de orientación son previamente fijados por el orientador y se
evalúa en base al logro de los mismos.
c) Se valoran las necesidades y propuestas del orientado.
2. La corriente pedagógica en la que el orientador se sitúa al realizar su trabajo
incide en los siguientes aspectos de la actividad orientadora:
a) Las finalidades del proceso, los objetivos planteados y las estrategias metodológicas.
b) Las relaciones sociales que el orientador mantiene con el orientado y los criterios de
evaluación.
c) Las dos anteriores son verdaderas.
3. ¿Cuáles han sido las diferentes concepciones que se han adoptado sobre la
orientación a lo largo de la historia?
a) La orientación para la toma de decisiones profesionales o vocacionales, la orientación
académica y la orientación hacia el desarrollo personal.
b) Todas las recogidas en la opción “a”, además de una concepción holística que las
integra.
c) Ninguna de las anteriores.
4. La corriente pedagógica en la que el orientador se sitúa al realizar su trabajo
incide en los siguientes aspectos de la actividad orientadora:
a) Las finalidades del proceso, los objetivos planteados y las estrategias metodológicas.
b) Las relaciones sociales que el orientador mantiene con el orientado y los criterios de
evaluación.
c) Las dos anteriores son verdaderas.
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5. ¿Qué doble función debe cumplir el trabajo del orientador?
a) Asesorar a la propia comunidad y promover conjuntamente con los miembros de la
comunidad.
b) Conocer las dificultades de la actividad orientadora y realizar diagnósticos.
c) Conseguir los objetivos y evaluar.
6. ¿Qué características deben tener prioridad en el análisis y modificación de los
aspectos del currículo?
a) Metodología, temporalización y priorización.
b) Contenidos, objetivos y evaluación.
c) Objetivos, metodología y temporalización.
7. ¿Cuáles son los objetivos generales de la actividad educativa?
a)–Desarrollar capacidades motrices
-Aprender a pensar
-Conseguir equilibrio emocional
-Aprender a relacionarse socialmente
-Adquirir capacidades necesarias para la inserción y la actuación social.
b) –Aprender a leer y escribir
-Desarrollar las capacidades lógico-matemáticas
c) –Ayudar a la toma de decisiones
-Facilitar el conocimiento de uno mismo
8. Cada centro es único, pero se deben destacar dos modalidades paradigmáticas
de la Comunidad:
a) Cultural y Política.
b) Social y educativa.
c) Ninguna de las dos
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9. Es necesario seguir luchando para llegar a obtener una realidad de mejora y
buen desarrollo del acto de:
a) Enseñanza-Aprendizaje
b) La orientación Educativa.
c) Ambas.
10. Se revisan los principios de Modelos de Orientación en los aspectos de:
a) Prevención, Desarrollo de Capacidades e Intervención Social. b) Prevención, dispersión e Intercambio. c) Ambas.
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