MUCHNIK - Pan Amor y Poesia

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Compendio poemas alimentarios

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“Pan amor y poesía:Culturas alimentarias argentinas”José Muchnik(compilación)

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“Pan amor y poesía:culturas alimentarias argentinas”

PresentaciónJosé Muchnik26 de junio 2008

Cultura y soberanía alimentarias: Porque un mate es más que un mate y un asado más que un asado; más que una forma de comer una forma de ser; y la poesía es más que poesía, más que forma de escribir es forma de vivir, por eso esta convocatoria. Y los invitados respondieron al envite, desde niños y jóvenes enamorados hasta amas de casa car-gadas de años, para empezar gracias a todos ustedes que han hecho posible este libro. No podíamos saber cuando comenzamos qué aparecería en plena tormenta, no pode-mos ahora hacernos avestruz escondiendo la cabeza. Si no puedes pronunciar algo más bello que el silencio entonces calla, dice un antiguo proverbio árabe, percibir las formas que se forman entre las formas diría nuestro gran poeta Roberto Juarroz.

Las voces aquí reunidas muestran sentidos y sonidos de las comidas argentinas, algunas, el asado, el mate o las empa-nadas, reinan desde los hielos fueguinos hasta las quebra-das jujeñas siempre vestidas de fiesta. Otras, como el cu-ranto, la mazamorra o la cabeza guateada, elevan cantos del terruño. Escuchamos también los silencios, hay uno sig-nificativo, silencio de soja, famosa soja. No nos correspon-de discurrir sobre retenciones o reintegros, pero sí resaltar que nadie dedicó una oda o una pequeña décima a esta afortunada leguminosa cuyo cultivo se expandió como po-tro desbocado. Si es necesario, el compilador puede jurar que no hubo censura alguna, jurar por lo que más les gus-te, por un vaso de malbec entre los labios, por la memoria del primer beso o por un bife de chorizo vuelta y vuelta.

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Son muchos y diversos los presentes, desde la empanada gallega hasta el dulce de leche, locros y morteros, hornos de barro, ollas renegridas a fuerza de puchero. El silencio de soja hiende el aire entre tantos alientos. Este poeta no en-tiende mucho, las tormentas dejaron sus sesos como lengua a la vinagreta, mas puedo decir algo, soja sí en los negocios no en las culturas alimentarias. La poesía no miente, nadie puede ofenderse. Habrá entonces que armonizar produc-ción de divisas y producción de sonrisas, armonizar negocios y soberanía alimentaria, armonizar bolsillos y bocas, bolsas de valores y asambleas de sabores.

No entiendo mucho, mas digo desde mi ignorancia que cualquier familia debe procurar comida a todos sus herma-nos, que eso es también solidaridad y derechos humanos. Digo desde mis utopías que tal vez un día podremos supe-rar egoísmos y falsos orgullos, que algún día terminará la danza de gallos y espolones, que algún día la tierra volverá a ser Pachamama para fertilidad de hijos y futuro. Formulo desde mis ilusiones un deseo: que lean este libro alrededor de los fogones, que circule el mate y la palabra, que se ha-gan achuras frescas de viejos rencores.

¿Una empanadita?: Los textos son diversos por su contenido y forma poética, fueron seleccionados por los sentimientos transmitidos, por la expresión del valor simbólico de las co-midas, su relación con las memorias familiares, la vida social, los paisajes rurales, mostrando la riqueza y diversidad de las culturas alimentarias argentinas.¿Por dónde empezar?. Empezaremos como corresponde, por las empanadas que doña Zulema ha preparado para esta ocasión.

“Mi mesa de madera se hace grande / Cuando voy a pre-parar las empanadas / Esas que con amor voy recordando / Con el gustito tierno de mi infancia [...] Una suerte de placer me inunda el alma / Cuando hago las comidas de mi tierra / Porque reúno a toda mi familia / Y a los amigos de las cosas buenas”.

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Ya llega el vino señores, tranquilos, como si no supiéramos que empanadas sin vino es como ... ¿cómo está el tinto Alicia? “Un líquido viviente camina por la sangre / tropieza con las vides, destella en los frutales [...] El sol me lleva en andas, madura las cosechas, embriaga a los amantes olor a cepas nuevas”.

Jorge Luis Borges le ruega “...Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia / como si ésta ya fuera ceniza en la memoria”. Que nadie se enoje si lo sorprendemos be-biendo, Mudar (seudónimo intrigante) escanció sus versos “... beber, beber es un transporte / que fluye y embriaga [...] Espero, me transformo en cometa / o princesa que sin medianoche / y calabazas / en el alcohol se eleva / convir-tiendo en recuerdo la nostalgia / cuando aflora / el olvido y la resaca”

Tranquilos les dije, habrá para todos, ahí viene Carlos con su entrañable vino de la costa, vino acuñado en sueños inmigrantes, vino que sabe a recuerdo, de años duros, de amigos desaparecidos, “alguien me dijo entonces / cuando muchas palomas se desnudaron cuervos / y los días estaban reglamentados / y la única música era la del miedo / ese vino ya no tiene futuro / murió cuando el último cuchille-ro del Swift / colgó su delantal para siempre / y el frío se adueñó de los colchones de la Nueva York / esta ciudad se oxidará lentamente en la bruma de la costa / hundida en el petróleo y el olvido / ese será el responso de la viña / y el fin del vino [...] Él no lo sabe, pero yo también confío, sin arrogancia ya, sin demasiados adjetivos, que ese vino espe-so y agrio, retinto y entrador, arrancado palmo a palmo al monte por hombres de pocas palabras, traerá a todos los ausentes, nos devolverá algo de lo perdido”. No conten-gan nudos ni emociones en los repulgues del alma, dejen las lágrimas entrar en copas, ya verán que honoran el vino brindándole cuerpo y palomas.

Ahora, ya cumplido el ritual de tinto y empanadas pueden

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pasar a la mesa, es tiempo de paladares adobados con re-cuerdos.

Memoria de comidas: decir que las culturas alimentarias existen significa que la alimentación es fundamental no sólo biológicamente sino también para la existencia de los hombres en sociedad, para relacionarnos con otros hom-bres, para integrarnos a una comunidad, sentir que a ella pertenecemos, para ubicarnos en el devenir del tiempo. Un hombre sin historia es como un árbol sin raíces, los gus-tos que impregnaron nuestra infancia continúan irrigán-donos, gustos de los gustos viajando a través de genera-ciones. Como nos recuerda Andrea “ Tras la puerta / la vida dejó un tiempo / de fideos amasados con huevos frescos / de aquel gallinero / cintas de masa, a corte de cuchillo / en salsas de tomate o baña cauda / Tiempo de sopas que burbujeaban / verduras de huertas hogareñas / de espesos caldos de gallina / de pucheros eternos / en cocina a que-rosene / que madrugaban con el trabajo / y el amor de la nona”

Los flujos migratorios y las culturas de los pueblos origina-rios nos muestran que la cultura no es un atributo inmóvil sino el resultado histórico de un proceso social, de viajes, mestizajes, transmisiones. “Comida de inmigrantes… / Que suma a la olla y todo se mezcla / El guiso a la gallega, la ga-lleta marinera. Los espaguetis del tano, con sabor a tarante-las [...] Aquellos cocidos que paladeó la abuela / Comida de inmigrantes…/ Hoy todos nosotros la llamamos “nuestra”, nos dice Nélida saboreando saudades.

Las culturas alimentarias se declinan en diversas escalas es-paciales y temporales, cada familia, cada cocina, cada co-munidad, cada pueblito, tiene sus particularidades. “Las nubes y el viento / se acercan a la ventana y rugen / la lluvia es hoy la musa / yo espero mi “torta rusa / de mi abuela, “Ribbel Kuchen” nos cuenta Susana. Comidas me-moria, comidas faro, hilo conductor para que adultos se-

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pamos volver a puertos y magia de niñez en un bocado, como vuelve Liliana Savoia “... me servirá café con leche / entre charcos de lluvia / que se escarchan / pan casero con manteca / mesa de madre / que feliz canta / dulce de leche pampero / tostadas con quesillo de cabra [...] Mi tren parte a las siete / se arremolinan recuerdos / de mi infancia / Mi tren parte a las siete / Sé que mi madre…/ me aguarda”

Tiempos de encuentro: festejos familiares, reuniones de amigos, cenas de fin de año o de navidad, las comidas organizan y dan ritmo a la vida social. Qué bien lo dice Armando Tejada Gomez en su Canto popular de las comi-das “Cuando mi argentina gente / se reúne en los asados / enseña un modo de ser / generoso y solidario / porque el que asa para él solo / suele morir de arrebato / y aunque le saquen la brasa / lo mismo queda pasmado / Son las vueltas de la vida / y a vueltas se hace el asado”.

Es “el arte en las brasas” de Héctor, Dulce Soledad, Zenón ... y otros poetas náufragos del Abasto aferrados a la Cho-ripoesía para no hundirse en la noche “... Sí, otra vez habrá choripaneada en vivo y en directo, y la consigna vuelve a ser: cada uno trae su propio poema a ser leído y su chorizo para tirar a la parrilla (con su pan correspondiente)”. El homo erectus de Jorge también queda invitado confirman-do que “el sentimiento de la ofrenda / como sacrificio al dios del fuego, a favor del otro / tiene una intensidad , una pasión, un respeto / que no se resume en: un aplauso para el asador” ... y que se sume también Juan, maestro en el manejo las brasas “...De vez en cuando / retiramos pedre-gullos cenicientos / como respetables abuelos / que engran-decieron jornadas / con su tiempo fecundo / y le agregamos vigorosos corazones candentes / como semillas que vienen a continuar la bonanza”. Ritual del asado, de carne, chori-zos y amigos jugosos, por eso a Alberto “Le cambió la cara, vino la sonrisa / Pensó en el momento, que iba a pasar / Cortar la rutina, estar con amigos / Un fin de semana, para disfrutar”.

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Qué mejor que un mate para los tiempos del encuentro señala Anita “... Sorberte en cada sorbo / Y contemplarte en la ronda / Es aceptar que sellas / Un pacto de unión...” Luis “Nos convida unos buenos tragos / Con la bombilla mirando el cielo / El mate es mi amigo / Costumbre de un argentino / Si a alguien se le ofrece / Con gusto yo le con-vido”.

Rituales de mate y asado, de ñoquis, ravioles, varenekes, pucheros, locros, paellas ... son muchas las comidas arga-masa que reúnen, que marcan nuestro andar con tiempos y claves conocidas. Fiesta del ternero en Ayacucho, concur-sos de empanadas en Simoca, omelettes gigantes en Pigüé , carneadas en La Niña ... fiestas del vino o de la cerveza ... y hasta del camote o del pomelo, Doña Olga nos recuerda los días de la carneada “en la llanura pampeana / cuando se hace la carneada / toda la familia trabaja / y tiene una tarea asignada / Yo recuerdo a mi abuelo / cuando tanto trabajaba / ¡Qué felices esos días / realizando la carnea-da!... / La abuela cebaba mate / con la cocina de leña pren-dida / y preparaba pasteles / con la grasa derretida”.

El tiempo biológico fluye continuo, pulmones, pulsos, la-tidos, respiraciones, así transcurren, no pueden detenerse ... pero el tiempo afectivo, el tiempo del amor, de fiestas, de muerte o sacrificios, viene por olas, de a golpe, aguas repentinas abriendo cauces, tiempos dulces o agrios, vidas en racimo, para vivir arrancar uvas, destellos, días, segun-dos, tiempos de memoria. Las comidas también labran sus cauces, filtran jugos, guardan semillas.

Para comerte mejor: comenzar como el vasco Urruspuru por un desayuno con churros “...Bolsita de papel madera en Invierno./ Nada es simple ni complejo / 3 churros relle-nos / un gorrión que cruza el cielo / tus ojos, exentos de miedo / La vida en un mate caliente / No hay nada más ple-no / Bolsita de papel madera / y 3 churros rellenos” Nueva geometría, punto de la plenitud, punto donde se cruzan

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amores y comidas aliviando la condición humana de su terrestre gravedad, volar, volar ... en naves especiales de churros y miradas, de pan y poesía. El maestro Oliverio Gi-rondo confiesa “...soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre , y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando”.

Formas y geografías de amores comestibles “Las sombras se abrieron otra vez / y mostraron su cuerpo: / tu pelo, otoño espeso, caída de agua solar / tu boca y la blanca dis-ciplina / de tus dientes caníbales / prisioneros en llamas / tu piel de pan apenas dorado / y tus ojos de azúcar quemada / sitios en donde el tiempo no transcurre / valles que sólo mis labios conocen ...” (Octavio Paz – Cuerpo a la vista).

Sensualidad de néctares y frutas, libaciones, transgresio-nes, manzanas prohibidas ... Amores que se comen, comi-das que se aman, Papiro se presenta “tengo los años del mundo de los sueños”, y en su Coplita Serrana degusta el fruto deseado “...Mira mi negro / que te abro el pecho / no te me burles / yo te lo ruego / es tu boca / frutita rica / piquillincito / piquillincito...” . Me recuerda a Juan Carlos Baglietto con su “tonada de un viejo amor” cuando “...se abrió tu boca en el beso como un damasco lleno de miel ...”. Cabrera (otro misterioso seudónimo) comparte su deseo “ Quiero que me traigas en besos / Todo aquello que te alimenta / También el alma, no sólo el cuerpo [...] Traeme aceite, maíz y queso / Para amasar y esperar / Tu llegada con bocados tiernos”

Amor hechizo, amor posesión, galaxias sometidas a otras leyes, José Ezequiel Feito recurre a una hechicera para curar su “Gaucho enamorado” “Esta mañana, un baquiano / de facón, poncho y manea / rumbió pa’ la culandrera / porque andaba enamorao / Taba el pobre tan delgao / que apenas podía comer / “Mal de amores hai e’ ser / le dijo al recién llegao / y sentándolo a su lao / le dio tisana con miel. / La

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vieja, que era ladina / comenzólo a aconsejar / Vos llevala sin chistar / al fogón de tu cocina / y ahí le decís:¡Ansina / voy a remediar mis males: / Cocinándote tamales / con za-pallo, maíz y grasa / puerros, ajos y carnaza / en ataditos iguales! [...]Fue la primer invitada / cuando el casorio se hizo / Se vino en un petiso / que otra bruja le alquilaba / y en el hombro, embalsamada / una lechuza de muestra / Y al rumbiarse pa’ la fiesta / la vieja pa’ sí decía: / “Siempre habrá amor y poesía / en cualquier olla modesta”. Para un amor duradero, machacar ternura y pasión, agregar sal y locura, saborear con poesías en vuelo.

Paisajes que dan gusto: Difícil expresar trigal al viento, sol reclinando viñas, cuestas mordiendo cielos. Difícil poner palabras al ombú rey y su orgullo desnudo, a la nostal-gia del quebracho solitario, al juego nupcial del sauce y el arroyo. Poesía, abrir palabras, desembarazarlas de inútiles cortezas, moeder la pulpa, exhalar fragancias, encontrar diapasones para que vibren mensajes en el alma. Acabar con clichés y fórmulas instantáneas, una cucharadita de palabras en polvo, un poco de agua tibia y surge la póci-ma mágica ideal para hacer gárgaras, filetear discursos o barajas. “... Ni carne, ni pan, ni sal, de todo / sobre todo / escribir la tierra y hasta el polvo de nuevo...” dice Guido.

El campo, el campo, el campo, parecería que en estos tiem-pos hay un conflicto con el campo, ciego habría que ser para negarlo, pregunto ¿qué campo? ¿cuánto? ¿dónde? ¿quién? ¿cómo? ... campo no es uno es muchos, hay que conjugarlo en plural, no es necesario poseer tierras para ser campo, para sentir como Nancy el “ ... paisaje agres-te / pastizales y tierras secas [...] gallaretas en la laguna / entre colas de zorro y totoras / y los ñandúes entre los cantos / que a lo lejos / sobresalían por sus plumas ...” o como Rubén allá por el Bermejo, donde “... uno se resigna / al arrullo de hojas / que aplauden ventiscas / desde los plátanos / Los carolinos / abrazan sus copas / con anchura de años / fabrican cuevas eternas / para el letargo [...] Las

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casas / abren sus bocas / pariendo poesía / de ollas / sumer-giendo a los senderos / de tierra / en placeres de empana-das / y locros ...”

Campo no es uno, es muchos, ranchos, casonas y estancias, cabras santiagueñas y vacas pampeanas, jugosos viñedos y cardones sedientos, hectáreas de a miles, minifundios a penas ... Doña Pancha también es campo “.... A la mañana tempra-no / tiene una cita obligada / el mate con peperina / y pei-nar sus trenzas...largas muy largas / la quinta es su susten-to / amasar pan, juntar ramas / cosechar algunos choclos / hacer humita de chala ...” nos cuenta Bibiana. El alazán de Anabella también es campo “... Venas ardientes / sangre inclemente / de agua ardiente / y gusto a sal / Crin suelta / soplan los vientos / los cerros lentos / del pedregal”.

Disculpe la paisanada la poética intromisión, “conflicto con el campo” nada quiere decir, habrá entonces que pa-rir palabras apropiadas para entender la payada y bajar la confusión. Como todos pueden ver, los paisajes de este libro llegan al horizonte, si se gastan en aprontes, ganarán otros la carrera, repartan bien el asado, que coman todos un poco, no para mal de naides sino para bien de todos, y si al temperar el estofado falta algún poeta, no duden en golpear la puerta, serviremos palabras frescas con versos en cazuela.

A nuestra imagen y semejanza: comidas autóctonas, co-midas inmigrantes, fértil mestizaje, arco iris de sabores que recorremos, que nos recorre. Por eso el título en plu-ral “Culturas alimentarias argentinas”, como el campo, no una, muchas. Culturas alimentarias en plural, país plural, identidad y unidad que sólo puede nacer de esa plurali-dad, del reconocimiento mutuo. Historia cimarrona carga-da de espinas, muchas quedaron incrustadas en la gargan-ta, vomitar y volver a digerir la historia, reconocer todas las culturas, todos los afluentes, comenzando por las cul-

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turas que aquí reinaban antes del retumbar de caballos y arcabuces. De los pueblos originarios heredamos tesoros culinarios mucho tiempo despreciados. A veces se olvidan los idiomas mas no el gusto y su memoria, el locro (del quechua “roghro”), trae su eco hasta nosotros. No “in-dios”, pueblos originarios, de a poco las palabras van co-brando forma y fibra, se van acercando a su sentido. Ellos nos ofrecen sinfonías de sabores, de maíz, de quinoa, de algarroba ... como recuerda Antonio “... Luna tras luna / buscas la pecana / que con maestría / te lleva a la mesa / en humita de chala / En el mote diario / la chicha fiestera / que alegra las penas / mazorca sagrada / que nos da la tierra / Santa Pacha Mama”.

Milagro, Rafaela, Sergio, Leonel y Margarita de los pagos de Alijilán y Manantiales en Catamarca, vienen con morte-ro de quebracho y horno de barro para ofrecernos delicio-sos locros caseros, chalas para hacer tamales, mazamorra con leche y miel. Buscando los orígenes, Liliana Pintos nos habla de la quínoa (keñoa), cultivo pre colonial que volve-mos a escuchar “...mujeres de Luz / y de piel almibarada / te juntan con el pimiento rojo.../ con las habas frescas / con el cilantro del monte / con una pizca de hierba [...] Hacién-dote girar en círculos / con paciente cuchara de lapacho / Y les entregas al fin, a tu manera / la sabia pura de tu fruto / a los ríos de verano / a los sublimes brazos del cardón ...”

Recuperar la riqueza y la diversidad de esta herencia. Maí-ces blancos, amarillos, rojizos, morados. Algarrobo no sólo muebles, también alimentos, patay, aloja, añapa...nutrien-do almas y cuerpos. Quínoa, olluco y papines andinos re-gresando del olvido. ¿Ya probaron el curanto mapuche?, Sheuba nos invita “A cavar un pozo de trueno en la tierra / y a calentar piedras volcánicas. Entre ellas / se cocinará el curanto para mañana [...] En esa olla donde está el alma del negro suelo / se cocinarán los frutos de la tierra y del mar: blancos pollos junto al inocente cordero / rodeados del candor del apio y del repollo / tomarán los jugos de los

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erizos y las sales / de calamares, almejas, lapas y mejillones / en un reino subterráneo de la Isla de Chiloé ...”

Herencia que se fue enriqueciendo con fertilizaciones cru-zadas. Combatir las plagas, los racismos y las falsas mura-llas, las culturas vivas son culturas en movimiento, viajan y reciben viajeros, que transportan sus técnicas, sus artes, sus conocimientos ... Dulce de leche y quesillos de cabra, vacas y reses asadas ... hasta chorizos y empanadas nacie-ron de adopciones y creativos mestizajes que fueron for-mando las culturas alimentarias argentinas. Generaciones de inmigrantes alimentadas por el solidario puchero “ ... Sancocho en América / Pot-pourri o Pot-au-feu en Francia / Bollito misto en Italia / Pote gallego, Cocido andaluz u Olla podrida en España / Mil nombres por el mundo para un mismo milagro...”, Norma nos recuerda la universali-dad del puchero, Silvina sus variaciones y emociones “...La zanahoria te alegra / el repollo te hincha el corazón / y los zapallos de tronco / le dan al cuerpo emoción...”

Los hombres deberían seguir el ejemplo del puchero, de la hermandad de las comidas que se mezclan y van tomando gusto en la misma olla. Un tufillo extraño se desprende en los comienzos de este tercer milenio, una crecida ines-perada de integrismos, separatismos, muros, expulsiones, nuevos odios germinan, como si la especie estaría conde-nada a repetir trágicamente su condición inhumana. Cul-turas alimentarias argentinas : ¿un ejemplo de integración y tolerancia? ¿ una gota de esperanza en un mar agitado por viejos demonios?

Conocimiento poético y lenguaje de comidas: Decir luna, copa, vino, decir nostalgia convocada por la luna roja en la copa, decir lágrimas de vino humedeciendo lunas, con-tarles qué me pasa en este bar lejano, en esta silla, en este momento, misión inalcanzable de la poesía, destilar perfu-me de palabras para expresar sentimientos. ¿Cómo descri-bir el pan? Harina, granulometría, porcentaje de gluten,

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agua, levadura, fermentación, análisis reológicos, tempe-raturas y tiempos de cocción, reacción de Maillard, colora-ción ... la ciencia constituye sin duda una forma de cono-cimiento, pero nuestra percepción del mundo sería muy reducida si nos limitaríamos al conocimiento científico, los conocimiento empíricos del panadero o de la ama de casa también encierran sabiduría para apreciar el punto del pan en el horno o el paladar.

La poesía no sólo es forma de decir sino también forma de conocer, una forma de acercamiento sensible a otra realidad de los seres y las cosas. Cuando Arthur Rimbaud describe esos cinco niños miserables en el París del siglo XIX , mirando pasmados bajo la bruma y la nieve trabajar al panadero “...Y mientras suena medianoche / moldeado, chispeante y dorado / sacan el pan / cuando, bajo las vigas ahumadas / cantan las cortezas perfumadas / ...” nos brin-da un conocimiento tibio del pan.

Las poesías que presentamos transmiten ese conocimiento sensible de las comidas “...El pan hay que compartirlo / no se tira, ni se deja / A nadie debe faltarle / Ni de niña, ni de vieja...” nos dice Graciela, y Delfín agrega “...Un mundo conoce que el pan de los pobres / En ranchos humildes y en otros tal vez / Se nota su ausencia por falta de cobres / Llenando de angustia la tierna niñez ...” Amelia recuerda las palomas que su abuela preparaba con masa de pan en un horno de barro calentado a jarilla “...Universo de vida: agua, aire, tierra, fuego / Solamente en sus manos las palo-mas vuelan / Sus manos y un hueco en la greda blanca del trigal / Agua y sal de su frente / El aire sopla la argamasa, sus cabellos y el fuego / Pan casero oloroso. Tan intenso / Tan intenso que despierta el desvelo del búho / Y vuelan las palomas doradas ...”. Pan en migas que acompañan la sobremesa de Liliana Souza “...el eco está / la intención de aislar y extraer / sobremesa / palabras / formas que se plie-gan / sobre fragmentos de pan ...”

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Las comidas no sólo hablan sino que tienen su propio len-guaje, en vez de combinar palabras combinan alimentos y condimentos en gramáticas culinarias con reglas y prácticas que piden ser respetadas. No se pueden combinar comidas al azar, hay un orden temporal, asociaciones complejas de símbolos y gustos.

La “Receta” de Carlos Enrique muestra bien los tiempos e ingredientes de la ceremonia “...Primero van los tomates / franco el filo en la púrpura honesta /sangrado en sal, oré-gano y oliva / que macera con ajos y cebollas [...] Llegarán convidados, pidiendo algunos mates con azúcar y cedrón / dos hogazas de pan con grasa / entraron al horno esperan-zadas / cuando el cordero coronaba oro / en su platea de rubíes y ardor / y se pondrán a tiro. Es la hora / del malbec, queso y salame / o también de empanadas ...” La “Carne al Choletto” de Susana es otra sabia muestra de lenguaje culinario “...Temprano esa mañana / dos kilos de carnaza / chaira cuchilla / delicadas finas lonjas / ajo limón laurel / sal pimienta / guarecer con blanco lienzo / Tules rosados / re-posan sus sabores / enhebran especias / deslizan sus jugos / menean picores ...”

Ya se les debe hacer agua a la boca, propongo que an-tes de comenzar brindemos por un mundo sin hambre, sin odios y solidario. Utopías de poeta dirán algunos, tal vez tengan razón, tal vez otros futuros sean posibles para los argentinos y todos los humanos, no me pidan que deje de soñar, no me pidan que deje de pensar que mate, vino y empanadas son sinónimos de hermano.

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Mis empanadas…Zulema Josefina Funes

Mi mesa de madera se hace grandeCuando voy a preparar las empanadas,Esas que con amor voy recordandoCon el gustito tierno de mi infancia.

Primero voy picando la cebolla,Que aunque me arranque lágrimasSe lavan con la risa acumuladaMientras la pongo a freír en una olla.

Y la dejo que huela a transparenteMezcla de gustos con especias y verdeosY en tanto ella me canta en la cocinaComienzo a picar la carne con cuchilla.

Así me lo enseñaron desde niñaAllá en el sur en tribus de mapuchesCon las hierbas sabrosas de la tierraY el amor de la raza en el repulgue.

La harina me llena de nostalgiaEn una corona enorme y silenciosaY con agua y con sal y grasa tibiaJuego cantando queriendo darle forma

Y ya viene el tiempo de hacer discosCon el borde filoso de un jarritoY los cuento, mientras los encimo,Para saber de cuántos necesito

La grasa se calienta lentamenteY entonces es tiempo de freírlasY un aroma a cosa rica llena el aireY ya de verlas dan ganas de comerlas.

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Algunas más dulzonas o picantesO de patas abiertas, por el jugoY me llevo el aplauso y la sonrisaDe los que llegan o se invitan solos.

Una suerte de placer me inunda el almaCuando hago las comidas de mi tierraPorque reúno a toda mi familiaY a los amigos de las cosas buenas.

La empanadaGustavo Alexis Rodríguez

La empanada es una comidaQue sale del corazón,Ya que entre pica y picaVan las historias de amor,Y mientras amasa y amasa Nos acompañan las cuentasQue hacen que salganTan ricas y sabrosasComo cuentan las viejas.

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La Vendimia(la magia del vino)Alicia Belloso

Un líquido viviente camina por la sangretropieza con las vides destella en los frutales.

Cepajes de la tierra perfuman dentro mío,me encuentro fuerte, viva, maduro éste destino.

Y tengo el arco iris, mezclado en mil sabores,es Baco quien los trae, envuelto en sensaciones.

El sol me lleva en andas, madura las cosechas,embriaga a los amantes olor a cepas nuevas.

Estoy donde tú estás, región del vino tintolas voces de tu canto mezclan el misticismo.En esta fiesta bebo, un Taanat uruguayoy me quedo a la espera, de todos mis hermanos.

¡ Festejad cepas blancas la canción de la aurora!¡ Festejad cepas tintas el canto de la alondra!

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El VinoAlicia Collazo (Mudar)

Torrente carmesí es el vino.Sangre redentora de la vidTrozo de horizonte que obnubilaY beber, beber es un transporteQue fluye y embriaga,Se cuela por mis porosY al llegar a la fuenteSe hacen uno y no sé…Espero, me transformo en cometao princesa que sin medianochey calabazasen el alcohol se elevaconvirtiendo en recuerdo la nostalgiacuando aflorael olvido y la resaca.

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El vino de la costaCarlos Aprea

I

al fin de los veranosen la quinta de Ricci, camino a Palo Blanco,llenaba una damajuanacon ese vino espeso y en brindis solitarioesperaba,cada uno de esos tristes añosa que volviesentodos

Danilo, perdido en algún lugar del Sur,un aprendiz de Baco, un hermoso animal de manos gruesasy de alegría a los gritos,(ahora sé que ahuyentaba una heridadifícil de cerrar sin un sorbo de vino)

Imar, ausente desde esa noche mala de diciembre,en que los perros destruyeron su casa,grabado en mí en ese gesto suyo,con la copa en alto y festejandola maravilla de una hija que se vuelve mujer,

Iris, riendo confundida entre hojas de otoño,en una ronda de imposible final,y sin que acabe nunca de cedera la torpeza de un aprendiz de amante,

y los remeros de ese verano en regatas,y los absurdos discutidores de conceptos bajo las balas incipientes,y los músicos reconcentrados en la afinación de sus instrumentosmientras el vino corre como contraseña de viday los días se angostan y se los lleva el viento

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como a las semillas del diente de leóny ese paracaidista cayendo siempreen tierra extraña,en los momentos más inesperados de una fiestaque parecía interminableprólogo de juventud,una fiesta que, no sabíamos,estaba por terminar,era un epílogo,un día el paracaidista cae a tierra y la tierra no está

cada fin del verano volvía por el vino,a negar que un mundo desaparezcaa brindar, en medio de la caída libre del paracaidista,por la vuelta,

II

alguien me dijoentonces,cuando muchas palomas se desnudaron cuervos,y los días estaban reglamentadosy la única música era la del miedo,“ese vino ya no tiene futuro,murió cuando el último cuchillero del Swiftcolgó su delantal para siemprey el frío se adueñó de los colchones de la Nueva York,esta ciudad se oxidará lentamente en la bruma de la costa,hundida en el petróleo y el olvido,ese será el responso de la viñay el fin del vino”

yo veía, sin embargo,florecer a los lirios y perseverar a las hortensias de la isla,veía el lento trabajo de los líquenessobre los talas de la Bellaca,

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esperá, me dije,esperá todavía...,me miraban de reojo los rostros silenciososque merodeaban por la Montevideo,los expulsados del Sportsman y del Hogar Social,caminando sin rumbo,se restregaban las manos como para no olvidara esas herramientas suyas en desuso,y sonreían de perfil como confabulados,

los antiguos amigos exhumaban visionesen habitaciones con doble cerrojo,criaban hijosy buscaban que la leche no se corte con lágrimas,cercados por el miedo y la soledad,

el antiguo paracaidista huía de los fantasmasde su propia angustia:“volver es reanudar la herida,más vale volar lejos,¿con cuántas copas más comenzará el olvido?”

III

El gimnasio municipal está rodeado, coches, paseantes, choripaneros de domingo, pero no están los trapos, no hay hinchada, no hay descontrol ni canto destemplado, es otro el cuadro. Hay un cartel prolijo: “Día del vino...”, hay una calma alegría en los más viejos, una especie de cautelosa satisfacción. Y un poco de extrañeza en los mas jóvenes, que simplemente buscan, aquí también, buscan sin certe-zas. Adentro hay explosiones repentinas de música y trajes finamente bordados que han cruzado la mar para un fes-tejo como éste y lucen, sobre los cuerpos orgullosos de los herederos. A la izquierda un laberinto donde los artesanos muestran su novedad con un orgullo limpio, a la derecha,

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banderas de inmigrantes presiden los distintos puestos donde se mezclan rasgos y sabores, en el centro y frente al escenario, se yergue solitario el gran puesto del vino. En el tumulto, alcanzo a detenerme frente al artesano de maderas, una mujer, con infinita calma, en medio de los ruidos y las voces, acerca a un ciego las distintas piezas en exhibición, él las recorre cuidadosamente con sus manos y va nombrando: tigre..., mujer...., elefante..., niño.... Frente a cada acierto confirmado, algo parecido a la felicidad lo invade, y nos invade a quienes contemplamos la escena, abstraídos del tumulto que urge por circular la feria, otra forma de ver nos recuerda la oculta lucidez de los senti-dos.

IV

Ya son quince en la cooperativa, me dice Irene, en siete años pasamos de dos a treinta hectáreas cultivadas, todo lo que se produce se vende, sin demasiado esfuerzo, van a construir una bodega común en el terreno que les do-naron, me cuenta, ahora peleamos por la reconstrucción y limpieza de los canales de desagüe y el reconocimiento del instituto. Me parece que se le nublan los ojos mientras afirma cada uno de sus comentarios, como si fuesen la len-ta decantación de un credo, o el espléndido fruto de una quimera largamente soñada.Julián pasa y nos invita a su charla, en un pequeño salón anexo, a donde arribamos atravesando el parque por don-de se ve el canal y el astillero. Julián habla de historia como si hablara de algo muy querido y cercano, habla sobre tra-bajo, solidaridad, confianza. Habla de cuando los obreros del Swift tenían su propia cooperativa.Dice: confiaban en sus propios compañeros. Dice compañe-ros con delicadeza, habla de esa confianza, quebrada poco a poco a golpes de sables y banqueros, habla de lo perdido y con mucho cuidado, modesto como es él, sin énfasis ni

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demasiados adjetivos, como quien toma entre sus manos a un recién nacido, habla de lo que aquí esta comenzando, habla de los viñateros de la costa.Él no lo sabe, pero mientras habla, me habla de Danilo, de Imar, de Iris, de esos muchachos, de esa primavera quebra-da, de ese dolor que aún duele. Él no lo sabe, pero yo tam-bién confío, sin arrogancia ya, sin demasiados adjetivos, que ese vino espeso y agrio, retinto y entrador, arrancado palmo a palmo al monte por hombres de pocas palabras, traerá a todos los ausentes, nos devolverá algo de lo per-dido.

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Tras la puertaAndrea Mariela Zapata

Tras la puerta,se encienden los recuerdos,a cada paso, a cada aliento,recobran vida los sentimientos.Postal del tiempo,al imaginar…mi niñez de rayuelas,bajo el naranjo del patio,soñando y saboreando,un “coter” recién preparado.El olivo aún se conserva,en el fondo despoblado….Pareciera verlo cargado,con sus frutos carnosos esperando,la inminente cosecha del abuelo,luego de haber madurado.Verdes y negras se impregnaban,en toneles de salmuera,gracias a la legendaria maestría,de quien las preparaba.Caminar bajo la parra enredada,que hoy añora el vino patero,uva fermento a punto,arte casero de mi abuelo.Tras la puerta,la vida dejó un tiempo,de fideos amasados con huevos frescos,de aquel gallinero;cintas de masa, a corte de cuchillo,en salsas de tomate o baña cauda.Tiempo de sopas que burbujeaban,verduras de huertas hogareñas,

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de espesos caldos de gallina,de pucheros eternos…,en cocina a querosene,que madrugaban con el trabajoy el amor de la nona,imagen de mujer.Tiempo de meriendas…leche con cascarillasy pan con manteca;de buñuelos de manzana,de membrillo y banana;de tortas fritas y rosquitas,con lluvia de azúcar…¡Qué delicias!Tras la puerta,imaginar la mesa,el infaltable mantel,el plato abundante,la alegría reconfortante.La hora del postre,en queso y dulce;melazas con zapallos y calabazas.Tras la puerta,duerme prisionera,una época de aromas y simplezas,de sabiduría con paciencia,de costumbres caseras.

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SABOREANDO SAUDADESNélida Beatriz Peralta (Ternura)

A mi abuelo José, inmigrante “gallego”,en tierras patagónicas, arquitecto de sueños.

Te honra tu semilla, nacida en esas tierras.

TERNURA.

Enhebra mi mente aquellos días…comer,es un alto al duro trabajo de arañar la tierra y la siembra.Está a la cabeza de la larga mesa,Sus doce hijos en escalera y ella…Su esposa, su niña morena.Castellana culta, castellana bella.

Comida de inmigrantes, cocina de leña.Los hijos en silencio, cena de alientoCon platos calientes y panes crujientes.Buscando las fuerzas, enfrentando al viento.Recordando el terruño y…una brasa en el pecho…Sellar las tradiciones, queriendo retornar.

Comida de inmigrantes…Que suma a la olla y todo se mezcla.El guiso a la gallega, la galleta marinera,Los spaguetis del tano, con sabor a tarantelas.Fiestas al faenar, locros, chorizos,Asados compartidos con nuevos amigos.

Y…se hizo paisano, se volvió gringo.Tomó el té galés y comió tortas fritas.Se le pegó el mate a la mano, en largos caminos.Allá, su carro rechina…Él toca la verdulera y espera las ventas:-¿Compra carne vecina?

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La familia está reunida,la casa es enorme, en barro y ladrillos.Tiene las puertas abiertas.Está inquieta. ¡Viva!Late con cada hijo, en esta cocina.Son todos familia hispano-argentina.

Te sintieron patria, Patagonia agreste.Les templó el carácter, intercambiaron sueños.Pasado, presente y futuro, vaivenes del tiempo.Regaron con lágrimas, domaron estrellas.Dejaron cimientes…

Aunque no lo conocí, rescaté su esencia en cada sabor,en cada receta que amasó mamá y puso a la mesa.Heredé historias y aprendí canciones:-Dios puso su mano en tierras gallegas yde cada dedo nacieron las Rías…Jotas y muñeiras.

Peces y mariscos hoy itinerantes,en ollas doradas surcaron los mares,al río Chubut, al Golfo San jorge,ahora son llanura y se hacen sierras…Las tardes de pesca, la empanada gallega.Aquellos cocidos que paladeó la abuela.

Comida de inmigrantes…Hoy todos nosotros la llamamos “nuestra”.El cocido es “puchero”,la empanada , “calzonis”.Las pastas con los mariscos,coloridas paellas y “guisitos carreros”.

¡Yo pisaré España! -Te lo prometo, abuelo.Allí en tu aldea, con pan al ajillo y un jarro de vino…Cantaré saudades, abrazaré a un primo.¡Seré tu sueño abuelo!Comeré con tu gente, degustaré sabores…¡Consolidaré puentes!

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DESAYUNO PAMPEROLiliana Savoia

Mi tren parte a las sietellegaré temprano en la mañanaLa quietud del pueblo enteroensordecerá la madrugada,me servirá café con lecheentre charcos de lluviaque se escarchan,pan casero con manteca,mesa de madreque feliz canta,dulce de leche pampero,tostadas con quesillo de cabra.Aromas puros del campoy su amor cálido en la ventanaMi tren parte a las sietese arremolinan recuerdosde mi infanciaMi tren parte a las sieteSé que mi madre…me aguarda

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Ingrediente SecretoSusana Beatriz Dechiara

De harina llena sus manosesta lluviosa tarde,mientras en la cocina suavemente arde,una astilla reseca.Sobre la vieja mesacada ingrediente se transformacontrola aquel fuego,agrega un huevoy la manteca pierde forma.Las nubes y el vientose acercan a la ventana y rugen la lluvia es hoy la musa,yo espero mi “torta rusa”de mi abuela, “Ribbel Kuchen”. Temprano ha dejado en reserva, para su Sauer Kummer,unas hojas de hinojoapenas un manojo:Pepinos en conserva.Agrega vinagre, un poco de agua y casi lista la mezcla,que dejará reposarhasta que amanezca

Cada tanto a la nieta un retomi color rojo, es “rott”mi pan es su “Brot”y su alemán se entrelazaingrediente secretode su amarillenta taza

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Quizás en un tiempo entenderla no supeHoy tomo sopa, “Suppe”, y pruebo su “Strudel” . . . Aprender quisiera un día a medir sin medidor “un poco de cada cosa” me dijo la abuela, mientras amasaba merienda tan sabrosa. La cocina pide otra astilla, la abuela acerca la silla y me prepara un mate. Quien la conoce sabe de su buen corazón. no hay quien, de su rancho,no se lleve una porción.

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“Choripoesía a la parrilla”(“el arte”... en las brasas...)Hector Urruspuru

Comenzada la diáspora ginebrera , cual restos de un nau-fragio, cual fragmentos de una explosión, andan los tipos desperdigados por los allíes, dando lástima por los rinco-nes, mamándose para olvidar lo “todo olvidados” que vi-ven, en estos huérfanos días de Junio...He insisten una vez más, a partir de este desarraigo, y tra-tan de reagrupar las huestes en el infierno de la noche Abastecense, o sea, vuelven a la carga con un nuevo ciclejo y esta vez: bi-menstrual, dirigido por una dama: Dulce So-ledad (y destinado al fracaso por supuesto) y co-dirigido por nada más y nada menos que: Zenón el Andino

Sí, otra vez habrá choripaneada en vivo y en directo, y la consigna vuelve a ser: “c/u trae su propio poema a ser leí-do y su chorizo para tirar a la parrilla (con su pan corres-pondiente)”. Y así entonces, Dulce te lo volverá a tantear (al chori, no al poema...) a sopesar, te lo volverá a medir para bien acomodártelo entre las ranuritas calientes de su parrillita, y te lo degustará incluso, si así lo deseases, ende mientras Zenón el bárbaro, atizará las brasas, le dará vino a la pacha y conversará íntimamente con los tetras de tur-no y los parroquianos de ocasión; fiel, a su estilo “anfi-trión-aymara” que lo hiciera tan, tan tristemente célebre... Ah!... como el indio decidió no vender birra (ya se tomó toda la que había...) c/u puede traer su propia bebida esta vez o bien comprarla en el quiosquito de al lado... no hay problema...

Nota : Habrá música de la mano de Marcelo “Churla” Ciur-lanti y John “Lelo” Ponce y la alegre tribu ginebrera por supuesto... (Se dice que entre las sombras, estarán las silue-tas del Vasco Urruspuru y Gerardo Curiá, controlándolo... des-controlándolo todo...)

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HABRÁ ASADOGustavo Green

Las viejas noticias ardendando luz a la esperanza,lo negro se vuelve blanco,la mente descansa.

El hierro marcasin prejuicioy Reina esperasu bocado.

El tintose arrima al Tandilero,pan y queso.Muerta la naturaleza.

En verde y rojola madera espera,sangrecortes y estocadas.

Huele a nostalgiasonrisa de seisderecha apretaday el viejo a mi ladoabrazados.

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Homo erectus y el dios del fuegoJorge Reynals

Después de una intensidad de carnes, sangre, fierros y leña,diría mi amor de todos los días, de toda la vida:“ese olor a vos, a humo, a vino, que me excita”.Y mi excitación, de manejar un cuchillo,descuartizando las doce piezas, de lo que era un vacuno.Y ensartadas en doce asadores, ceñidos con alambre.Enterradas de a pares, a un paso o más, según su espesorpara recibir la energía transformadora del fuego.En una mañana de esas,en Suárez , en Espartillar, en Pilca,en Bordenave, y en mas geografías.Pensando en agradecer, con mi faena,el gesto de la amistad, al compañero,a esos hermanos que se crean, que se inventan,alredededor de ese olor a nosotros, a humo, a vino.Que nos excita…Y puede que no sea una ciencia exacta,que no sea más que leña y tiempo,y más si el homo erectus lo inventó,o mejor dicho lo atrapó, de rayos y refucilos y lo hizo suyo,y quemó las bestias, y creó el arte del buen comer y el gozar.Pero el sentimiento de la ofrenda,como sacrificio al dios del fuego, a favor del otro,tiene una intensidad , una pasión, un respeto,que no se resume en:“un aplauso para el asador”.

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EL ASADOJuan de la Maza

Con la pirámide de maderase inaugura la ceremonia.-como el primer latidoen la senda de la sangre-Con la primer chispacrece la oportunidad del fuego.-como las posibilidades de cada día-Lentamente

-como la maduración de la sabiduría-

la leña ígneapreanuncia su pedregal incandescente.... el volcán de las brasasexhala permanentemente sus vahos quemantescontra el techo magro.-como los inclaudicables cantos de la vida-Entre vueltas y vueltasde la carne crepitandose medita un silencio ritual.-como una prolongada confesiónllena de recuerdosde presentede horizonte-

De vez en cuando

retiramos pedregullos cenicientos,-como respetables abuelosque engrandecieron jornadascon su tiempo fecundo-y le agregamos vigorosos corazones candentes.-como semillas que vienen a continuar la bonanza-

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.. .ya flamea el “punto justo”,-sin pausa y sin tregua,la paciencia es el ángel del triunfo-

Reunidos en la mesa comunal del encuentro-congregarse es un manifiesto de la esperanza-se reparte el alimento con los “hermanos”-el maná nuestro de cada día comámoslo hoy...-y levantando los vasos del brindis -como brazos que convergen para un mismo esfuerzo-¡ Salud, y Buen Provecho, ARGENTINA !.-¡Salud, y Buen Provecho, AMERICA!

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EL FIN DE SEMANAAlberto d’Hiriart

Viernes a la tarde, estaba en la oficina,Y llegó un mensaje, en el celular,Venite el domingo, nos juntamos todos,En lo de Pedrito, que tiene lugar.

Le cambió la cara, vino la sonrisa,Pensó en el momento, que iba a pasar,Cortar la rutina, estar con amigos,Un fin de semana, para disfrutar.

Y llegó a su casa, le dijo a la esposa,Poné a los chicos, ya a trabajar,Que hagan los deberes, dejen todo listo,Porque el domingo, vamos a pasear.

Hacen un asado, en lo de Pedrito,Y van a estar todos, no hay que faltar,Y también los chicos, van a divertirse,Tienen mucho espacio, y pueden jugar.

Y llegó el domingo, cargaron el coche,Salieron con tiempo, para no apurar,Llegaron temprano, buscaron un árbol,Una linda sombra, para estacionar.

Ya estaba el asado, puesto en la parrilla,Había de todo, no vaya a faltar,Y estaba Pedrito, el dueño de casa,Moviendo las brasas, para emparejar.

Comieron con ganas, ricas empanadas,Sacadas del horno, para comenzar,Después las achuras, la carne de vaca,

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Muchas ensaladas, para acompañar.Como corresponde, todo bien regado,Con varias botellas, de un buen varietal,Y la sobremesa, de muy largo aliento,Con fernet con coca, para completar.

Contaron historias, de todos los temas,Algunas muy lindas, para no olvidar,Todas agrandadas, y algunas mentiras,No vaya a ser cosa, de quedarse atrás.

Después vino el truco, donde la mentira,Está permitida, y allí si es legal,A ver quienes ganan, y son los mejores,Cuando se termine, y llegue el final.

Así pasó el tiempo, y llegó el momento,De pegar la vuelta, y antes de partir,Hicieron las cuentas, pusieron su parte,Y se prepararon, ya para salir.

Y mañana es lunes, vuelta a la rutina,Otra vez lo mismo, mejor no pensar,Mejor es quedarse, con el buen recuerdo,De un fin de semana, para disfrutar.

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La carneadaOlga Cecilia Palacios

¡Que hermoso es mi paíscon sus regiones variadas!Con sus costumbres distintasy sus vivencias tan raras...

En cada lugar de mi patriaexiste una peculiaridadya sea en formas de vidao en sus distintas comidas.

En la llanura pampeanacuando se hace la carneada,toda la familia trabajay tiene una tarea asignada.

Son tres días atareados,primero se faena la vacay por lo menos dos cerdoshasta tener todo preparado.

Después se hacen los chorizos,las morcillas, los jamonesy se come el asadobien jugoso y adobado.

Yo recuerdo a mi abuelocuando tanto trabajaba¡Qué felices esos díasrealizando la carneada!...

La abuela cebaba matecon la cocina de leña prendiday preparaba pastelescon la grasa derretida.

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¡Cómo añoro esos momentostan hermosos que he pasadoen la quinta de los abuelos,en mi pueblo provinciano!...

RITUAL ARGENTINOAna ARGENTO NASSER

Entregarte por completoEs darse en cada entregaComo un ritual que celebraNuestro encanto cultural.

Tomarte entre mis manosY acariciar tu madera Es cerrar los ojos y transportarmeHacia la anciana tradición.

Sorberte en cada sorboY contemplarte en la rondaEs aceptar que sellas Un pacto de unión.

Y te espero paciente, Y cuando llegas a mí.Entiendo que tomarte, sentirte y tenerteEs consolidarme argentina hasta la muerte.

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EL MATELUIS OSVALDO SIERRA

Es el hijo de la Tierra,Tierra pura es su color,Se encuentra en un ranchitoCon un reflejo de sol.

El sol lo iluminaLa noche lo oscurece,Pero sea como seaEl mate siempre aparece.

Aparece por las tardes,Aparece en las mañanas;Su aroma por el vientoSe filtra por la ventana.

Así lo queremos todos,En un honrado desveloNos convida unos buenos tragosCon la bombilla mirando el cielo.

El mate es mi amigoCostumbre de un argentino,Si a alguien se le ofreceCon gusto yo le convido.

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Para contarGuido Renato Nardi

Preciso desempañar, quitar el maquillaje:de la abundancia solo brilla el potencial.Como un viejo jugador compulsivo que habla,que recuerda las manos de pulgares arriba,memoria selectiva junto a bolsillos vacíos.

Rebelión en la granja, en el granero del mundo,¿estamos apelando al hambre para comer?Es que se acaban las ideas, no hay alternativas.No espero, no quiero hacer poesía aquítanto como gritar desde mis limitaciones.

Ni carne, ni pan, ni sal, de todo, sobre todoescribir la tierra, y hasta el polvo de nuevo.Yo preferí tomar el filo de la palabra, y no…el ruido de olla, que nació del filo de la palabra,y en su sabiduría morirá, y volverá el fuego del sabor.

Fuego de la primera sociedad que no chorrea sangrede las bocas, que no solo sirven para meter vidaen el estomago y las venas, fuego de comunidad.Encender ese fuego, comprendiendo así el juego,ardiendo las lenguas con palabras, no con cubiertas.

Miran y se apiadan de nosotros otra vezcinco continentes resumidos en el sur,agua, suelo, aire, y de nuevo el fuego.Y ríen entre dientes, viendo nuestros dientesestáticos, relucientes, dispuestos, ansiosos.

El rojo es poco, el naranja, el poli cromatismo,lo dulce o lo amargo, la saciedad y la escasez.Ni lo solitario ni lo grupal ni lo descomunal,

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lo esencial, lo superfluo, lo mediocre lo complejo.Ni estas palabras, ni todas agotan la última gota.

Animales hacen equilibrio entre barrotes, están enhuecos en la tierra caliente y seca, o emulan a Jesús.Van los vegetales del arco iris a llenar los platos,¿platos?... o bien la paleta de un pintor que propinacomenzar en su opera prima, su obra maestra.

A veces es imposible distinguir entre la piel de una mano,que vino corrida por los disparos, o atraída por promesas,y el grano que se ahoga, explota, se dora o rehoga.Volviendo a comenzar, abundancia hay en Argentina,de tierra fértil, de mano hábil y frágil, y basta de porotos…Para contar!!!

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Ha visto vecina! Qué caro está todo!Cristina Isabel Bosniak

Ha visto vecina! Qué caro está todo!

Pensar que en mi infancia se plantaba tanto!El fondo de casa era un arco irisde cielo la tierra que fuimos sembrando,y de tierra los verdes de las hojas frescas,mezclada con frutos, flores y cilantros.

Recuerdo a mi padre preparando el surco,Futuro descanso de semillas noblescon vidas latentes esperando el tiempoque marque con brotesla hora exacta de asomar a soles.

Ya nada es lo mismo tampoco en el campo,El tiempo no ayuda dicen los paisanos,todo tan cambiado -inviernos , veranos-y la incertidumbrede ignorar el rumbo de lo ya sembrado.

Ha visto vecina! ¡Qué caro está todo!

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Bolsita de Papel MaderaHéctor Urruspuru

Bolsita de papel madera.Manchas pequeñitas de grasa.3 churros rellenos de dulce de leche.No hay nada más pleno bajo esta luz;el sol de las 9,00 hs. baja en cascadapor las hojas.Dios, bendice de tibiezael despertar de la tierra.

Bolsita de papel madera en Invierno.Nada es simple ni complejo3 churros rellenosun gorrión que cruza el cielotus ojos, exentos de miedo.La vida en un mate caliente.No hay nada más pleno.

Bolsita de papel maderay 3 churros rellenos.

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Coplita SerranaElisa M.CORNEJO* (Papiro)

Aleteo de palomitassiento en el pechocuando te veoy los ojitosse me iluminancomo luceroscomo luceros

Perdiditos por el senderoentre las sierrasyo te guardo escondiditaesta coplita ymiles de besosmiles de besos

Los tumiñicosque hay en los montesy los aromosson los únicos que conocendel sentimiento,que yo atesoropor vos me mueropor vos me muero

Mira mi negroque te abro el pechono te me burles,yo te lo ruegoes tu bocafrutita ricapiquillincitopiquillincito

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Estos versoste los escriboen el desveloen el desvelosoñando tener la dichade ser tu dueñade ser tu dueña.

* Carta de presentación del autorLa formalidad exige que me presente,-¿como le va? Me llamo niña…Tengo los años del mundo de los sueñosSi esos sueños blanditos,Livianos como hojitas que se desprenden en otoño.Crecí entre las piedras de las sierras,Volando con las torcazas,Cantando con los grillos y chicharras.Tengo amigos inseparables,Viento, sol, verde helecho.Mi confidente es el senderito perdidoEn el monte.De todas las alegrías, humanas y espiritualesEstán los atardeceres en mi arrollo,mi piedra que le besaMi sauce que me abriga.Si sirve de algo, le confieso,En mi mundo casi transparenteSe esconde mi esencia,el vector de mi existencia.Lo único que la formalidad no podrá arrebatarme.Sin otro particular me despido atte.Papiro.

Glosario :Torcaza: paloma serrana, gris y pequeña.Sauce: Árbol que crece en abundancia a la vera de los ríos serranos, sus ramas se vuelcan a las aguas.

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Tumiñico/s: nombre indígena para Colibrí/picaflor/Rumdum-otra variante de tumiñico-Aromos: Arbusto espinoso que nace en las sierras, con flores muy perfumadas, que son como pequeñas pompas de algodón, amarillo.Piquillin: Fruto silvestre, de color rojo y de dulce sabor.Palo amarillo: planta medicinal serrana, perfumada con flores amarillas.Doca: enredadera, con un fruto que en su interior posee finas fibras suaves y dulces para el gusto.Menta-hierba buena: Plantas aromáticas especiales para agregar al mate.

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El gaucho enamoradoEzequiel Feito

Esta mañana, un baquianode facón, poncho y manearumbió pa’ la culandreraporque andaba enamorao.Taba el pobre tan delgaoque apenas podía comer.-“Mal de amores hai e’ serle dijo al recién llegao,y sentándolo a su laole dio tisana con miel.

La vieja, que era ladina,comenzólo a aconsejar:-Vos llevala sin chistaral fogón de tu cocina,y ahí le decís: “¡Ansinavoy a remediar mis males:Cocinándote tamalescon zapallo, maíz y grasa,puerros, ajos y carnazaen ataditos iguales!”

El gaucho, muy asustaopor eso que le decíacontestábale a porfíaque se había equivocao.-“Hacele después, asao,un matambre cimarrón:tomate, pimienta y morróncocinado a punto justoy vas a ver con que gustose le ablanda el corazón.

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“Si la cosa no funcionale hacés una carbonadaen calabaza talladareguelta como maroma.Si en ese punto no asomatodavía el interésvos le carneás media resy te mandás un asaojugoso y poco salaocon una cruz en trasvés.

“Cuando lleguen a este puntose ponen en yunta a comerno dejando para verni un pedacito de unto.Con tinto de contrapuntoo quizás un clericóterminan lo que quedó;y en haciendo sobremesacon mate y fritas empiezaa declararle su amor”

El hombre, sin entender,en tuito le obedeció.Cuando todo terminóle contestó la mujer:-“Anorésico no hai de sera quien ame con confianza.Con lo vido ya me alcanza.¡Gaucho bien alimentao:dese ya por casoriadoy lléneme bien la panza”!

Fue la primer invitadacuando el casorio se hizo.Se vino en un petiso

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que otra bruja le alquilaba,y en el hombro, embalsamada,una lechuza de muestra.Y al rumbiarse pa’ la fiestala vieja pa’ si decía:“Siempre habrá amor y poesíaen cualquier olla modesta”

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A TU REGRESO DE CHUMBICHACabrera

Quiero que me traigas en besosTodo aquello que te alimentaTambién el alma, no sólo el cuerpo.

Traeme tierra roja del cerroLa uva, el vino, el sol bajandoCuando todo queda quieto

Traeme las manos al cieloDe los hombres que terminanEn fiesta su laborioso duelo

Traeme algo de verde y negroDe lo que no abundaEntre rocas y reflejos

Traeme aceite, maíz y quesoPara amasar y esperarTu llegada con bocados tiernos

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Amor a mi tierrraSara Masseroni de Cuervo

“Soy hijo de esta tierra...donde prima el sentido de la Paz”Tierra, que se muestra generosade mujeres morenas, de andar cadencioso.Hijas de soles y lunas, hermosas como las flores.¡Soy hijo de esta tierra!!!“Promesa de futuro”Donde madura el trigo“Para hacer el pan”“Soy hijo de esta tierra”...De arroyos cristalinos y ríos caudalososcuando siembran los sauces, los mimbres,en lluvias de otoño, “se despereza”Al amanecer, despierta fecunda.Por manos laboriosas.Que siguen la huella de los que se fueron“Soy hijo de esta tierra”...Que se muestra generosaAmparo de esperanza¿Promesa de futuro!!!

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LA ESPERALiliana Espósito Agüero

Despliega la noche sus cantares sobre la pampa sedienta de rocío. Imagen mágica que reflejael abanico bendito de sabores. Uniendo la paz de Ceresque se adueña en transparencia, en bella matrizde la tierra madre.Entregando la fragancia, abrigando en comuniónlas raíces de nueva alborada. “AI tiempo que haya que apurarlo” decía el abuelomirando el horizonte peltre. y comienza diciembre su caminoentre luces navideñasy espigas que esperan la partida. Sacudiendo su modorraentre el quejido que alisa, desplegando su esencia evadiéndose como fuegola calma pedida.y así como nocheque no tuvo miedo,se acerca tranquila la cosecha. Hombre, cielo y tierra se abrazany en plena conjunciónde los silencios,va llegando el pana tu amada mesa.

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Un paseo por MonsalvoNancy Elisabet UNES

En aquel paisaje agreste, Pastizales y tierras secas Dibujaban mis recuerdosQue hoy parecen estar tan cerca. Gallaretas en la lagunaEntre colas de zorro y totorasY los ñandúes entre los cantos Que a lo lejosSobresalían por sus plumas.

Mis primos nos esperabanEn cuanto llegábamos del viajeY montábamos los caballosPara ir a recorrer el campoEn busca de nidos y huevosPero los chajá alborotadosCon tanto grito espantaban a los terosY no nos quedaba más que volver Desahuciados y sin los huevos..En la recorrida por la mangaCuando el veterinario vacunaba Nosotros le ayudábamosA tener algunas vacasY también a poner marcas

Como broche finalCuando agotados volvíamosEl tío Mariano nos esperabaCon el gran fuego prendido Calentando el asadorPara el cordero y chorizosLa noche empezaba a caerY mientras se cocinaba

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Los más chicos devorábamos Galleta de campo o pastelesTortas fritas o empanadasCon mate amargo o de lecheLos más grandesUn jamón estacionado, vizcacha o Liebre en escabecheQueso de rallar en cubitosY se brindaba en la ocasiónCon algún vinito tintoMientras se compartía la mesaCon picardía y mucha gracia Contaba la tía IsolinaCuando Roberto y MarianoSe perdieron en la estancia. Que lindos aquellos recuerdosCerquita de General MadariagaDonde mi infancia felizDisfruté despreocupadaCómo me gustaría volverAl tiempo aquelEn que el campoEra rico en producirY especial para el descanso

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ALLA POR EL BERMEJORUBÉN VIGO

Si trepas por la Mathus,columna ancestral de El Bermejo,la queja del verde comienzaa susurrar esperanza,uno se resignaal arrullo de hojasque aplauden ventiscasdesde los plátanos.Los carolinos,abrazan sus copascon anchura de años,fabrican cuevas eternaspara el letargo.Una cascada de glicinas,desvían el cursopor la Maure,hogar de notas,alfareros,madera y pájaros.Bajo el naranjo,un arpegio de lanasjuegany se entrelazan,pintando el paisajede azules,amarillos,rojos.Las casas,abren sus bocaspariendo poesíade ollas,sumergiendo a los senderosde tierraen placeres de empanadas

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y locros.Así es El Bermejo,aire preñadode tambores,violinesy herrajes,parador del arte le llaman,entren con el alma blanda,y aunque duden que existe,desemboquen en los parralesde uvas negraspara dejar dormir las miradasy los sueñosen ruedas de mate.

60 Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas

LA DOÑA PANCHABIBIANA MABEL ARENZO

El sol, las nubes, las sierras,Parecen acariciar,Al rancho de doña PanchaPerdido en el monte...lejos muy lejos.

Ella es menuda y longeva,Su fiel compañía es su perro,No se siente solitaria,Es su mundo y lo prefiere.

A la mañana tempranoTiene una cita obligada.El mate con peperina,Y peinar sus trenzas...largas muy largas.

La quinta es su sustento,Amasar pan, juntar ramas,Cosechar algunos choclos,Hacer humita de chala.

El horno de barro esperaLa vieja ollita tiznada,Que al calor de las bracitas,Parece que canta y canta.

El locro también invita,A deleitar el paladarY a chuparse bien los dedos,Cuando mojamos el pan.

El patio es amplio, tiene aljibe,Allí se encuentra su telar,Ella imitando a la araña,Teje y teje sin cesar.

Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas 61

Ser pobre fue su destino,Pero no se queja de él,Mira y mira el horizonte,Sabe que el Tata jamás abandonaEl camino de la vida ha dejado un mensaje,Las arrugas con sus huellas,Son como surcos y forman parte de esta reliquia serrana.

62 Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas

MI ALAZÁNAnabella Paraber

Caballo briosode nombre Doncorelinche roncomarcha triunfal.

Venas ardientessangre inclementede agua ardientey gusto a sal.

La crin sueltasoplan los vientoslos cerros lentosdel pedregal.

Flores silvestresen los semestresen las vertientesabren racial.

Te veo ungido¡ ser protegido !por el lamidodel vendabal.

El trueno escupea tu galopeheroico golperayo letal.

Y así mojadote vas doradocomo encarnadoen el trigal.

Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas 63

Brindis en el descanso de la bahíaPerla Flores

El silencio del atardecer dorado, se descalzaen reflejos del agua, con líneas de crepúsculoa las puertas del sol.Y en el remanso de la bahía extiende las alasuna gaviota, cuando una barcaza crujienteataviada de elegancia se llama a descanso.Se enciende el fuego. La fragancia del mar, finge soñar.Se despliega la magia del encuentrosobre un pliegue de madera, cuando invadenaromas a pan casero, y aderezos con langostinos.Se bebe del néctar de un vino tinto y en el descuidode las nubes, se recuesta un brindis, cuando una vozse hace susurro en tono de pausa con un “te quiero”y ... la luna se ha despertado a solas en la bahía.

64 Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas

Una mañana en el campoNatalia Lorena Jorge

La mañana despierta desplegando su manto anaranjado,y su aliento de rocío fresco,e ilumina con su resplandor a todo el líneas.El rostro duro y castigado del peónamanece para un nuevo día de trabajo.El malacara espera pacíficamente la llegada de su amo,que luego de un amargo con torta fritas nevadas de azúcar,al tranco largo sale pal´ lado del campo con su pingo re-cién tusado, pa´ echar una mirada a su rodeo preñado.Luego de horas de trabajo, el hambre comienza a cantar en el estómago y el calor sofocante del mediodía curte la piel del paisano; esto es índice de que ya es hora de volver pal´ rancho.Aproximándose, ya comienza a sentirse atraído por el aroma humeante del tradicional y jugoso asado que le están preparando su china y sus pequeños gurises.El asado es la excusa perfecta pa´ unir a la familia,es símbolo de humildad y amistad pa´ los de ajueray crea un clima de alegría en todos los hogares en que se celebra este banquete.El buen vino, el pan sagrado y las ensaladas no deben fal-tar en la mesa del peón pa´ acompañar a este manjar, que luego de un largo tiempo de sobremesa y satisfacción, los va a conducir a la fresca sombra del esplendoroso y fron-doso ceibo pa´ tirarse un rato a dormir una regia siesta.

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Mazorca SagradaAntonio Sangari

Sol de los cerrosGolpe en los surcosCantos de lluviaPara tu simienteVientos jugandoPara que despiertes

Crecen que crecenTus largas canillasPariendo muñecasHasta que floreces

Barbas bailandoAl sonar del vientoAcunando al crepúsculo hecho polenCorren las brisas fecundasBlancos los dientesMachados de soles

Luna tras lunaBuscas la pecana*Que con maestríaTe lleva a la mesaEn humita de chala

En el mote* diarioLa chicha* fiesteraQue alegra las penasMazorca sagradaQue nos da la tierraSanta Pacha Mama

* Pecana: piedra para machacar el choclo* Mote : granos de maíz pelados con ceniza para acompañar comidas como “el pan diario de cada día”* Chicha: bebida casera fermentada en base a granos de maíz

66 Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas

La Cocina de mi pago de AlijilánMilagro de las Mercedes Gallo Peralta

Hoy es un día muy especialporque se va a cocinaren la casa de mis abuelosuna rica comida tradicional.

Todo en la mesa listo está,la vieja olla de hierro yel brasero calientequieren empezar

La batata, el zapalloel maíz y el poroto,el puchero y la tripaen la orilla del brasero,esperan ser metidosen la negra olla de hierropara cocinar

Un delicioso locro caseroacompañado de grasa freidalos nietos y tíosvamos a preparar.

La familia grande contenta está,sentados alrededor del fogónentre mate y cuentos esperaran,porque dentro de una cuantas horasvamos a saborear,un rico locro caserohecho con la tradiciónde amor y pazde mi pueblo de Alijilán.

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Tamal ArgentinoRafaela Zamorano

Llega el domingoy todos van a prepararlas chalas para hacer tamal.¡Qué bien le salen a mi mamá!En el mortero de quebrachoella muele el maízque le prestóla vecina de Manantial.Harina fina quiere obtener,para que cuando regreseel tata de arary traiga leña para cocinarlos sabrosos tamalesempecemos a armar.¡Pucha! que vale la pena esperar,los domingos son tan lindopara comer el tamal,tan campesinoy con el inconfundible saborde las comidasdel pueblo Argentino.

68 Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas

La comida de mi pagoSergio Sebastián Ahumada

Tamal, tamalcitorico para degustar,todos los hacemos en mi puebloen donde el visitantelo encuentra siempre listopara comer.También lo espera,el amarillo locro como el oropor tanto zapalloy sabroso por el maíz,al que se cubre con salcitaque le queda muy bien.Todas las hortalizascosechadas en el cerco son,ellas aportan ese gustitotan sabrosito,orgullo de mi pagoy de su cocina tradicional,la que los domingos,fiesta patria y yerraacompañando a migente siempre está.

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Para la rica mazamorraLeonel Rodríguez

Yo hago la mazamorracon mucha dedicación,porque cuando la mezclopongo un pedazo de mi corazón.El maíz blancoen una olla de hierro hecho,y con una cuchara de palola revuelvo,para que la mazamorrame salgacomo un poetaque canta al amor.La como con azúcar,con leche o miel,a la rica mazamorraque yo la quiero,porque es el alimentode mis abuelos, mis padresy ahora míoque heredamosde este pueblo Argentino.

70 Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas

Al horno de barro ArgentinoMargarita Elena Peralta

En el blanco patio de tierrael horno de barro está,guarda en sus entrañaslos sabores de las comidas criollas,empanadas, pastelitos, pan casero,ricos lechones y recetas del abuelo gringoque pobló de norte a sur y, de este a oesteel amplio territorio argentino.

No sabe de cansancio,siempre listo estáen el fondo de la casa,humildemente rodeadode niños, jóvenes y adultos,los que sentados bajo la moracon la perrada a un costado,miran, al generoso horno de barro cuarteado.

En los días de lluviaun galpón le improvisan,en los días de solel celeste cielo lo cubre con premisa.Prefiere el mediodía para las ricas empanadas,el atardecer para el sabroso pan criolloy, a la mañana,para tomarel mate cocido con el preciado bollo.

El horno gaucho argentinopide tan solo un poco de leña,una escoba de malfato,la pala de madera,y dos laboriosas manosde la guapa patrona,que les da un buen trato

Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas 71

a estas herramientas, hermanos.

Cuando de pan se tratalo ayuda el viejo torno,estira la blanca masala que a una batea luego pasa,allí la Doña lo amasay con primor forma un bolloal que luego tratacon el palo de amasar criollo.

El pan en flor reposaen la mesa de quebracho,y desde allí es llevadoen forma de pan cachoal interior del horno de barrode Don Benacho.La pava en el braserohace sonar su turbina,indicando que quiere regar la yerbacon el agua cristalina.

La boca abierta tieneel aguerrido horno,muestra los dorados panesque esperan ser sacados paradeleitar a niños, jóvenes y abuelos,quienes,con jarro y mate en mano,ansiosos esperan para saborearel rico pan amasado.

Y así termina esta historiadel horno de barro argentino,Dios quiera que nadie olvidea este aliado y solidario amigohecho por la gaucha tradicióncon piedra, barro y ladrillo cocido.

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Mujer de LuzCarmen Liliana Pintos

Mujer de Luz…sustancia vital de mi tierra.

Desde la olla los miras,nutriente y sagrada,keñoa benditaque oradas, madraza alerta,el cansancio, el hambre y el fríode aymaras y quechuasque habitan tus tierras.

Y entre volutas de aire azulles trazas antiguas señalesen las Ceremonias vivascon que rinden cultoa la prolífera preñezde tu cintura eterna.

Luego, las mujeres de Luzy de piel almibaradate juntan con el pimiento rojo…Con las habas frescas.Con el cilantro del monte.Con una pizca de hierbas…

Entre cuchicheos de cocinasazonan tu saborpara convocarte y ponerte a punto…Haciéndote girar en círculoscon paciente cuchara de lapacho.Y les entregas al fin, a tu manera,la sabia pura de tu frutoa los ríos de verano,

Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas 73

a los sublimes brazos del cardón,al sonido quedo y lejanode algún sikusincansable pastor de cabras.

Para que vuelvan a servirteen el conjuro ancestralde la sabia humildad de sus mesas.

¿has visto?

Ya no prohíben tu consumo,keñoa de mis antiguos,claro manantial de mis venas.Ahora eres plato nutrientecuando antes te decretaroncensurada sopalos salvajes colonizadores de América.

Y vuelvespara acurrucarte en la panzade los changos y chinitasque le susurran coplasal viento norte.Tú, llamarada de sabor y vidaen el retorno de la escuela.

Humo de jumo.Carbón encendido.Olores a charque .Sabor a tocino.En ollas de barroy sonoridad de risasorlando los cobrizos rostros de la siestacon sencillas sonrisas de perlas.

La llama que habita en el cerrole devuelve la caricia a tu gente

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con angelical delirio de bromelea .Por los Nevados del Cachio por la Loma de Bársenayergue, orgullosa,tu lomo flexibleante la previsibleinvasión ajenaque la savia pura de tu insumoalumbra la sabrosa integridadde la eterna resistencia.

Con visionarios sueños de Patchacuti y ramitas de canela…te vuelves dorada habitante del barroy sacudes al vientotu vegetal melena…

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El curanto mapucheMiroslav Scheuba

A cavar un pozo de trueno en la tierra y a calentar piedras-volcánicas. Entre ellas se cocinará el curanto para mañana.Los mapuches, además de abrir el curanto,sólo esperan cie-lo sin cenizas y ríos sin lava.Esas manos, que ahora tejen el tiempo con la esperanza y el frío y que fueron araucanas y antes de ayer incendiadas en la historia, hicieron monedas que iluminaron la noche. Las cicatrices siguen doliendo en la voz de Violeta Parra que cantando nos avisa que tiene ganas de curanto con chapalele. En esa olla donde está el alma del negro suelo se cocinarán los frutos de la tierra y del mar: blancos pollos junto al inocente cordero rodeados del candor del apio y del repollo tomarán los jugos de los erizos y las sales de calamares, almejas, lapas y mejillonesen un reino subterráneo de la Isla de Chiloé. Los chapale-les -amasados con papas nocturnas- hoy vemos que fue-ron sueño y almohada para este manjar oceánico que nos despierta.

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El Señor de la MesaNorma María Scaglia.

Puchero, así se llama la olla donde se deja oír el “blop… blop…” de un hervor lento,de un humito que sube, de un olorcito que se cuela y abre el apetito.Puchero es también lo que se pone dentro de la olla,es comida del pueblo, es comida de siempre.Basta destapar la olla grande y humeante para saber don-de te encuentrasy conocer las circunstancias económicas del que está co-ciendo.Puchero o Sancocho en América.Pot-pourri o Pot-au-feu en Francia.Bollito misto en Italia.Pote gallego, Cocido andaluz u Olla podrida en España.Mil nombres por el mundo para un mismo milagro.Inolvidable puchero, ése, el de mi abuela.De carne de vaca o de gallina,ése que hacía en el campo, en esas mañanas largas y pe-rezosas,de mi Santa Fe natal.Hecho en la cocina a leña, despacito, despacito y sin prisa.Primero el agua y dejar hervir, echar la carne y espumar,Después las papas, el zapallo, las verduras y a esperar…Abundante, siempre a punto, muy sabroso.El rey de la cuantiosa hambre y de las muchas bocasque rodeaban la larga mesa después del trabajo.Quiero vivir de nuevo el tiempo lento del puchero rico.Del olor a leña, del sabor sano, del hambre generosa.Entre hombres simples, de hablar rápido y de risa fuerte,donde el puchero era el innegable señor del mediodía.

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PUCHERITO DEL ALMASILVINA MARÍA BONETTO

Cuando voy llegando a Ucachadonde tengo mil amigosaparece un sentimientocomo pocos he tenido.

Me vienen a la memoriaimágenes de la comilonade aquellos pucherosque hacía la patrona.

Con productos de la huertade mis amigos Vignettaque son pa´ quitar los males;y es alrededor de la mesaen la gran familia del INTAdonde lo saboreamos.

La zanahoria te alegra,el repollo te hincha el corazóny los zapallos de troncole dan al cuerpo emoción.

Tiene que ser de gallinay si es ajena mejory si viene un poco duraalargamos el hervor.

Guitarreada, versos, coplasno pueden faltaren esta ocasión,y el corazón galopaal sentir tanta emoción.

78 Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas

La Pizza no me comeMaría Cristina Villanueva

Con su perfume mediterráneo, aceitunas y ajos,la sonrisa derretida bordeada de rojos, como el tomate o la vidaToma mis manos, se las lleva a su redonda bocay al final no me come.Me deja una ramita de albahaca como anillosY esa incierta tristeza de no haberle gustado.

La Cabeza Guateada*Cesar Gustavo Coronel

Y a la hora de comerPorque no prepararAquella rica comidaQue todos vamos a deleitarY es la cabeza guateadaCocinada por aborígenesQue con sus manos lealesNos enseñan a prepararPara que juntos y en familiaComamos este manjar.

* Nota del editor: Literalmente cabeza rellena. Guatear: rellenar, del mapuche “huata”, barriga o vientre. Se usa una cabeza de vaca o de ternero, que se condimenta (con ajo picado, ají, orégano etc ...) y se rellena con alimentos diversos (maíz, pimientos, morrones, papa, zapa-llo...) Tradicionalmente la cocción se hacía en un hoyo en la tierra, sobre piedras bien calientes, cubriendo la cabeza con hojas grandes, una lona o arpillera, dejando la cabeza enterrada durante 8 a 10 h. Actualmente se cocina en general en un horno de barro.

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En cada rincón un hogarMarina Ibarlucea

En cada rincón un hogaren cada uno de ellos,se comparteun trozo de pan.Mi casa, la tuya es.En cada plato, un hermano veo.ilusiones y esperanzas,acompañan lo que a la boca uno se lleva.

Hermano, querido amigono te emociones tantoque aún mates nos quedanpara terminar la velada

Al pie de la sierra localse sirve lo que hay;cada comida, un encuentro.Entre hornallas, cuanto amor hay!

En el país del asado y el dulce de lecheserenos bocados se comenentre salados mares.

Pimienta, apio, nueztoques de amor, un don!Paciencia, ganastiempo, algo de dedicación.

Queda así sabroso el corazón,

80 Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas

el postre, nuestro alfajor,menús con historia;a madres, tías, abuelas.Secretos compartidosen sobremesa dominguera.

Sabores saboreadosolores recordadoshacen de los bocadoshistoria entre las manos.

Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas 81

SENTIMIENTOS COTIDIANOSElizabeth.

Acostumbro cada díaa levantarme alegre,disfrutando mi alegríade nuevos amaneceres.

Me levanto desayuno,con unos mates sabrosos,mientras mis hijos duermen,yo converso con mi esposo.

Luego, al mediodía;es la hora del almuerzococino con alegríadisfrutando todo eso.

Cuando la tarde cae,mis hijos regresaránde aquel colegio distante;que enseñándoles esta.

Mi esposo con su paciencia,a buscarlos ya saldrá;y hará las diligenciasque en el día se presentarán.

Terminando cada día,realizada me sientopara empezar de nuevocon un nuevo amanecer.

Soy feliz con mi familia,en el espacio que vivo,un trocito de Argentina;que ante Dios yo lo Bendigo.

82 Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas

Gracias por este instanteQue da oportunidad,De escribir mis sentimientosa mi bella realidad.

Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas 83

Comer pan…Graciela Edith Armendáriz

¡Como me gusta el pan fresquito,sabroso , caliente y muy doradito.Lo como con manteca y mermelada,con picadillo, jamón y con ensalada.

Pero es para mí más certero,decirles algo del panadero.Es el maestro de la “cuadra”,lugar donde se prepara la masa.

Nunca la harina es escasa,y el pan siempre llega a mi casa .Viene del trigo. Es un cereal,que es del campo el gran granero.Lo tienen que cosechar,para llevarlo al molinero.

Allí lo van a moler,y convertirlo en harina.Que es en mi casa,la reina de la cocina.

El pan hay que compartirlo,no se tira, ni se deja.A nadie debe faltarle.Ni de niña, ni de vieja.

Comer pan es muy sencillo.Para hacerlo hay que usar.Agua, levadura, harina y sal.Esperar que se fermente y hornear.

¡¡Qué rico el pan fresquito!!

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El pan de los pobresDelfín María Orellano

El pan de los pobres que adorna la mesa,Lo amasa mi vieja con mucho fervor,Y lleva por dentro la enorme riquezaDel rol nutritivo vigente sabor.

Un mundo conoce que el pan de los pobresEn ranchos humildes y en otros tal vez,Se nota su ausencia por falta de cobresLlenando de angustia la tierna niñez.

El pan de los pobres me cuesta ganarlo,Lo digo sin pena, tampoco ambición,Y doy sacrificios en pro de alcanzarlo,A costa de sangre y a mero pulmón.

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LAS PALOMAS DORADASAmelia Arellano

Alrededor de los años 50 era común que las abuelas, que amasaban el pan, hicieran para los niños palomas de masa. Se asaban en el horno de barro calentado a jarilla. (Referencia: Zona rural al Nordeste de San Luis)

Ella ya no está pero en noches como en éstaLa regreso.Oscuridad.Noche de lobizones.Cruz. Coraje. Rezo. AmparoClaro recuerdo que disuelve en humolas volutas del miedo.Universo de vida: agua, aire, tierra, fuego.Solamente en sus manos las palomas vuelan.Sus manos y un hueco en la greda blanca del trigal.Agua y sal de su frente.El aire sopla la argamasa, sus cabellos y el fuego.Pan casero oloroso. Tan intenso.Tan intenso que despierta el desvelo del búho.Y vuelan las palomas doradas……Y no hay lugar en el mundo.Ay, no hay lugar en el mundoDonde falte el pan para el hambre del niño.

86 Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas

MIGASLiliana Souza

“lo mejor permanece”Robert Louis Stevenson

el eco está

voces superpuestasque se superan a sí mismas

dominan tiempo y espacioese ángulo marginaltierra de nadie

tienen algo de librealgo de impune

el eco está

la intención de aislar y extraer

sobremesapalabrasformas que se pliegansobre fragmentos de pan

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RECETACarlos Enrique Cartolano

Primero van los tomates:Franco el filo en la púrpura honestaSangrado en sal, orégano y olivaQue macera con ajos y cebollas.Ajíes de la llama a transpirar.Las lechugas pálidas en agua(No anticipes cortes ni aliñosQue dañen pieles de nonatos).Ya habrá rondado el mateDe mano a corazón. El fuegoCrepitará la leña en círculoY el horno pedirá temperatura.Hay clamores cuando el chilludoSe prende de la cruz. El fogoneroPasará un pañuelo por su frenteVolviendo al mate con bizcochos.Y ella tenderá la mesaComo un tálamo de felicidad.Llegarán convidados, pidiendo algunosMates con azúcar y cedrón.Dos hogazas de pan con grasaEntraron al horno esperanzadasCuando el cordero coronaba oroEn su platea de rubíes y ardor.Y se pondrán a tiro. Es la horaDel malbec, queso y salame.O también de empanadasQue abracen ternera y pimentón.Nueva algazara... Las comidasSon ejercicios del amor.La hermandad de fuego, carneY vino delata la argentinidad.Si enfrentados o equivocados,

88 Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas

Si frustrados destilan amargura:Todo se arregla en la mesa-La fórmula es bien conocida-.La cifraron los abuelosPeninsulares, pampeanos.Y Dios nos la garantiza¡Si es providente argentino!

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Carne al CholettoSusana Leonor Beltrán

Para Mary Fox

Cuando en inviernotiznabas cacerolasmurmullo de leños.En la cocina se mecenaromas amorososlaureles limonessilencios de jardín.Temprano esa mañanados kilos de carnazachaira cuchilladelicadas finas lonjasajo limón laurelsal pimientaguarecer con blanco lienzo.Tules rosadosreposan sus saboresenhebran especiasdeslizan sus jugosmenean picores.El aceite en cazuelaabraza presurosoel espiral de lonjas.Baila el laurelsalta el ajopor finrodajas cristalinasdel ardiente limón.El correr de las sillasla mesala familia.

90 Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas

LA OMA ELENAGRACIELA ISTALLDECKER

Hoy contemplé tu retrato y a mi mente llegabanTodos los olores y todos los saboresQue las fiestas de tu raza volga organizabanEl offen del patio humeabaEsos días temprano en las mañanasLos panes levados y hasta un fiseel compartían el lugar para acompañar el cordero asadoQue en la kerb se preparabaA todos convidarías deutsche kuchenY el kreppel que al fin de la misaVisitas apuradas devorabanUna copita de kirsh o mate dulzónLas acompañaban

La gente del pueblo canta.Felices están esta semanaLos visitantes degustaránLos sabores apetitosos que los platos engalanan la mesa grande ya fue sacada.Strudel chucrut y las frutas secasDe la noche remojadas, harán un schnitzen soup que a todos con crema y yema saciarán

Los platos salados a degustar invitanEmbutidos caseros y sauer gur kenLos pirok calentitos llegaban después.Vendrían las danzas que alegría a todos contagiaríanEl paseo por el parque, museo e iglesia San Miguel arcán-gel que ya el día se acaba.La fiesta fue compartida,Con toda la familia alemana

La abuela entra a su casaEn el jardín: fresias, hortensias y azucenas contemplan su parsimonioso andar

Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas 91

Pero un día...El padre eterno precisó una omaQue a su volga amado pudiera cantarY allí te fuiste, para no regresar

Kerb: fiesta alemanaFiseel: budín de panDeutsche kuchen: torta alemanaPirok: empanadas de carne y chucrutSauer gurken: conserva de pepinosSchnitzensup: sopa de frutas secas.

92 Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas

Mi antropomorfosis: soy tierra y fruto a la vezJORGE FRANCISCO MANAZZA(Francisco de la Mano)

Fui sembrado en (un) Sury me soñaba fruto allía pesar de la cuesta…

arriba el viento me llevó al ríobuscando al Hombre… dejé a mi madre

y en la ciudad (plateada) me encontré a mi mismo,de niñonuevamente…con tierra en las mejillas

y yo que pensaba que tierra era solo la mía (mi madre).

Comprendíque también hay tierra en las macetasde los balcones,y no sólo de la ciudad plateada…y en los canteros aunque le duela....

Y me di cuenta que lo que añoraba en un principiolo llevaba yo mismo…encima!Era la tierra en el ojo la que no me dejaba verla tierra fértil del corazón!

Y resolví la ecuación de mi paz:

Amor = Pan

Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas 93

Tierra = PanTierra = Amor

Ahora sé que puedo ser frutodonde vaya,…amando…

Pero eso sí,nunca me quito la tierra de los zapatos (dentro)y hace años que no me lavo los pies.

Y al fin y al cabo,(por si todavía no me creen)recuerdo cada día que Soy tierray a ella un día volveré,como enseña mi Fe.

94 Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas

iHAGAMOS UN GUISITO!MICAELA PELUCCA CHAMBERS

iDIJO LA MAMA PAPA!FORMEMOS UN GUISITO,CON MIS LINDAS PAPITAS,Y MIS TIERNOS ZAPALLITOS.

TAMBIEN QUE NOS ACOMPAÑENLOS CHOCLOS y LAS BATATAS¡QUE NO SE ENOJE LA CARNE!Y QUE DIGA... ¡QUE MALA PATA!

AQUI HABIA UN PROBLEMA,NADIE QUERIA HACER NADA,PERO LA MAMA PAPA DIJO:PONGAN MUCHA VOLUNTADY LLAMEN A LOS FIDEITOSPARA QUE LA GENTE SUSPIRE,

iMM QUE RICO ESTA EL GUISITO!

Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas 95

MI HUERTITA ES HUMILDE COMO YOMICAELA PELUCCA CHAMBERS

MI HUERTOTA, MI HUERTOTADIJO UNA SEÑOROTA,YO GANO MUCHOS PESITOSCON MIS RICOS TOMATITOS.

MI HUERTITA, MI HUERTITADIJO UNA SEÑORITA,YO LO DOY A LA SOCIEDADLO QUE ELLA NECESITA.

¡YO! ¡TE GANARE CON MI HUERTOTA!DIJO LA SEÑOROTA.NO SE TRATA DE GANAR,DIJO LA SEÑORITASE TRATA DE AYUDAR AL QUE LO NECESITA

96 Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas

MI TIERRA Y SUS COMIDASAlumnos de 2° 1ª y 9° año. ESB N° 13

CUÁNDO VOLVERÉ A VERTEMI TIERRA QUERIDAEXTRAÑO TUS ASADOSY VERTE TAN DIVERTIDA. . .

CUÁNDO VOLVERÉ A MIS TIERRAS,TE QUIERO MÁS QUE A MI VIDAEXTRAÑO EL MATE Y LA CHICHA,TE AÑORO PATRIA QUERIDA...

ME GUSTA ESTAR CON AMIGOSPOR LAS CALLES O EN LAS CASASY COMO SIEMPRE NUNCA FALTAEL MATE QUE ES NUESTRO AMIGO.

MI PATRIA ES TAN BELLACOMO LAS ESTRELLAS. . .Y SI DE COMIDA HABLAMOSLOCRO, CURANTO Y HUMITAME RECUERDA QUE TE QUIEROY EXTRAÑO VERTE BONITA.

CUÁNDO VOLVERÉ A MIS TIERRAS...AÑORO ESE SENTIMIENTODE SENTARME CON AMIGOSEN RUEDA, CON EMPANADAS,MIENTRAS PASA EL VIENTOY AGITA MIS CORAZONADAS. . .

Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas 97

LAS COMIDAS QUE HACE MI MAMÁManuela L. Roccasalva

MI ABUELA EMILCE ME COMENTABALAS COMIDAS QUE LE HACÍA SUMAMÁ. ERAN LAS COMIDAS TÍPICASQUE AHORA HACE GRACIELA: MIMAMÁ. ELLA ELABORA PARA LOSTURISTAS, DONDE LE PIDEN.RIWWELCUCHEN (TORTA RUSA),BARENIKE Y LO DEMÁS.YO BAILO ALEMÁN, SIGO LASCOSTUMBRES QUE TAMBIÉN LEGUSTA A MI MAMÁ.A MÍ ME GUSTA LOS BARRENIKE,KLEIS Y RIWWELCUCHENQUE YO LE LLEVABA A MI OTRAABUELA, QUE YA NO ESTÁ.

98 Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas

MIS BISABUELOS PAL (BAHL)KEVIN BAHL

MIS BISABUELOS ERAN RUSOS,Y ESTA TIERRA PISARON,DEJARON AQUELLA PATRIA,EN LA QUE SE HABÍAN CRIADO.

LLEGARON A ESTA COLONIA, BUSCANDO HORIZONTES NUEVOS, SUS ROSTROS REFLEJAN TRISTEZA, PERO NUN-CA PIERDEN LA FÉ.

MANOS TRABAJADORAS Y CURTIDAS,DE HOMBRES TRABAJANDO LA TIERRA,Y LAS MUJERES COCINANDO MANJARES ALEMANES.

CARTÓN CLAKE, TORTA RUSA, STRUDEL SON ALGUNAS DE SUS ESPECIALIDADES,PARA CHUPARSE LOS DEDOS Y CONSERVAR SUS TRADI-CIONES.

Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas 99

¡A FESTEJAR!ANA GALVÁN

CON LA HARINA Y CON EL AGUAAMASAMOS LA EMPANADA,PREPARAMOS EL RELLENOCON LA CARNE PICADA.

ESTIRAMOS CON PALOTEY LE HACEMOS LOS RECORTES,LA APRETAMOS CON LOS DEDOSY PINTAMOS CON UN HUEVO.

EN FAMILIA LA COMEMOSTODOS JUNTOS COMPARTIENDO,FESTEJANDO LOS ENCUENTROSENTRE RISAS Y CUENTOS.

100 Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas

LOS DOMINGOS EN FAMILIAJAVIER ALEJANDRO JACINTO

TODOS JUNTOS LOS DOMINGOSNOS REUNIMOS EN FAMILIA,COMPARTIENDO EMPANADASCON ASADO Y ENSALADAS.

POR LA TARDE APARECENLOS RICOS PASTELITOS,AMASADOS POR LA ABUELACON MATES CALENTITOS.

EL POSTRE PREFERIDOZOE LETE

EL ARROZ CON LECHEES NUESTRO POSTRE PREFERIDO,LO COCINAN LAS ABUELASCASI TODOS LOS DOMINGOS,TAMBIÉN LAS TORTAS Y DULCESACOMPAÑAN A LA MESA,MIENTRAS MIRAMOS PELÍCULASCON LA TÍA TERESA.

Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas 101

LAS FIESTAS DE LA PATRIAMARCOS ALEXIS MLOT ESPÍNOLA

EL ASADO, LA CARBONADA,EL LOCRO Y LOS PASTELES,SON COMIDAS ARGENTINASQUE SIEMPRE ESTÁN PRESENTES.

EN LAS DOMAS Y CARRERASSE JUNTA LA PAISANADA,ENTRE CANTOS Y PAYADASNUNCA FALTAN LAS MATEADAS.

NO PERDAMOS LAS COSTUMBRESQUE HEREDAMOS DE ESTA TIERRA,DISFRUTANDO LOS SABORESCON AROMAS Y COLORES.

102 Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas

RECUERDOSLILIANA BEATRIZ IRIBARREN

He vuelto al rincón de mis recuerdosTodo lo sublime de su pureza provinciana,A mi alrededor todo parece revivir ahoraEn un incontenible murmullo de alegría.

El horno de barro parece humearHe sentido el aroma del pan caliente,La cocina a leña con su olla guiseraSe ha quemado por el paso del tiempo.

¡Y a cada paso y en todas partes un recuerdo!Allá el río con sus locas aguas revueltas,Las chicharras con sus emotivos cantosY en el galpón el sulky de paseos.

He vuelto a la tierra tantas veces añoradaAllá una travesura de mi infancia,Acá la mesa servida con las pastasEn el rincón, las risas, cantos y danzas.

He encontrado como antes, el mismo afectoQue apaciguó mi sed de juventud,Y he llorado en silencio por la ausenciaDe mis seres, ávidos de amor y de belleza.

Pan amor y poesía Culturas alimentarias argentinas 103

LAS COMIDAS ARGENTINASMANUELA CAÑETE

DE COMIDAS VOY A HABLAREN ESTA CORTA POESÍAYO SÉ QUE TE VA A GUSTARLO COMES TODOS LOS DÍAS.

PRIMERO LAS EMPANADASDE CARNE BIEN CRIOLLITASLLEGA PAPÁ CON LA TABLAQUE TRAE LAS PICADITAS

EL ASADO DEL DOMINGOLO ACOMPAÑA UN BUEN VINOSE COMPARTE EN FAMILIAY TAMBIEN, CON AMIGOS

A LA TARDE CON EL MATE,OTRA COMIDA BIEN RICA:TIERNAS PERO CROCANTESHACEMOS LAS TORTAS FRITAS

LAS COMIDAS ARGENTINASNO TIENEN COMPARACIÓNSOLITOS O EN COMPAÑÍA¡ SON TODA UNA TENTACIÓN!

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COSTUMBRES ARGENTINASMaría Florencia Seitz

Debajo de un árbol,Me puse a cantarGuitarras, bombos y violinesNunca han de faltar.

Entre mate y chacareraLa tarde ha llegado…Ansiosos esperamos la nochePara comer un rico asado.

Al llegar la oscuridadEntre mate y canto,El esperado manjarSe me había quemado.

Desde lo sucedido,No hice más un asadoPues amigo bien les digoQue estaba muy pero muy tostado.

No olvidemos las tradicionesQue han llegado a nuestras manosYo nunca me voy a olvidarDe aquel excepcional asado.

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EL MATEMicaela Olguín

Nuestra tierra tiene su historiaEl mate construye identidadFue parte de nuestra trayectoriaY todo el pueblo lo pudo probar.

Compañero de reuniones,Tú nos supiste acompañarEn fiestas, tristezas y emocionesY hoy juntos te queremos alabar.

Cuando estás entre nosotrosTú nos das la libertadTu sabor es nuestro preciado tesoroQue con el tiempo supimos valorar.

En mi boca es manjar y calidadFruto que preparamos con amorEl gran secreto es saberlo cebarSi lo compartimos con el corazón.

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EL ASADOMaría Clara Fittipaldi

El asado, el mate,Los pasteles y el dulce de leche,Son tradiciones argentinasQue nos acompañan.

En el día y en la nocheA veces muy quemadoAl asado lo comemosDentro de un pan dorado.

Es la comida de los domingosEs el motivo de reuniónPara todos los argentinosNos estruja el corazón.

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EL DULCE DE LECHEPamela Pereira de Matos

El dulce de lecheTanto como el mate y el asadoSon costumbres que nos identificanPor eso están a nuestro lado.

En los alfajores, lo encontramosEn los flanes tambiénAhora solo faltaQue lo hallemos en el café.

El dietético, el artesanalEl repostero y el tradicionalTodos son sabrososA la hora de merendar.

Hay que disfrutarloY no desaprovecharloAntes de que se nos acabeEn este mundo tan raro.

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GUITARRAEzequiel Sandoval

Bajo la luna llenaSiempre te acaricioA la orilla del ríoCoplas hago sonar.

Sos mi compañeraDe largas nochesEntre amigos y copasY anécdotas contar.

Ya me siente viejoPara volverte a templarHay guitarra míaNo sé si te vuelvo a acariciar.

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COSTUMBRES ARGENTINASBrian Moyano

Mi gente es sencilla,Luchadora y solidaria,Sella lazos y suma fuerzas,A través de un sabroso mate,Símbolo de unión.

Los domingos se comparteUn sabroso asadito,Guitarra y picada,Infaltable por la tarde,Boca-river se disfruta.

A la vuelta de la esquina,El café con los amigos,Sirve de excusaPara la charla y en encuentroPequeñas costumbresQue marcan a mi país.

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NUESTRA TRADICIÓN “EL MATE”Andrés Bahl

Una buena costumbre,Que nos identifica a los argentinos,A disfrutar a toda hora y todo el día,Ricos mates con amigos.

Si estás solo te acompaña,Con café o alguna hiervaSiempre está en tus charlasY no te olvides cebarloCon buenas ganas.

Es un infaltable,Los extranjeros lo pruebanY se quedan muy sorprendidosY a conocernos más nos llevan.

Si quieres a tus amigosPone el agua para el mateQue traigan las facturitasY a charlar hasta cansarte.

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Yo no sabíaMariana Villacastin

Yo no sabíaDe qué se trataba…una chacra de papabien trabajada.

Su tierra labradaLa gente dedicada,A esta laborCon amor

Yo no sabíaDe qué se trataba…una chacra de papabien trabajada.

La plantación es cuidadaDía a día es regadaHasta llegar al momentoDe ser cosechada…

Yo no sabíaDe qué se trataba…una chacra de papabien trabajada

¡Cuánto trabajo genera!La papa es juntada y llevadaDel campo a su mesaPara usted y su familia

Yo no sabíaDe qué se trataba…una chacra de papabien trabajada.

Todo empieza y se terminaComo esta poesía…Yo no sabíaDe qué se trataba…

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Convocatoria de Poesías: PAN, AMOR Y POESIA

Culturas alimentarias argentinas« …cuando mi Argentina gente se reúne en los asados /

enseña un modo de ser / generoso y solidario /porque el que asa para él sólo / suele morir de arrebato / y aunque le saquen la brasa / lo mismo queda pasmado /

son las vueltas de la vida / y a vueltas se hace el asado »…

Armando Tejada Gómez “Canto popular de las comidas”

Objetivos: “Culturas alimentarias hechas poesía”Porque un mate es más que un mate y un asado más que un asado; porque más que una forma de comer es una for-ma de ser; y la poesía es más que poesía, más que forma de escribir una forma de vivir, por eso esta convocatoria.

Tamales y humitas, chicha y aloja, locro y curanto… son muchas las comidas que heredamos de los primeros ha-bitantes de estos suelos y son muchas las traídas por los sueños inmigrantes que aquí anclaron, pan o canelones, strudel o pastrom, omelette o paella… ya forman parte de nuestro patrimonio alimentario.

Paisajes rurales, bodegones del pueblo o de la ciudad, me-morias familiares, la ambición de este llamado es sencilla: juntar en un mismo vuelo gustos de comidas y magia de poesía para hablar de la diversidad de las culturas alimen-tarias argentinas.

Tal vez ese vuelo nos ayude a vislumbrar horizontes con sabores diferentes.

ReglamentoLa presente Convocatoria se organiza en el marco del IV Congreso Internacional de la Red SYAL “Alimentación,

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Agricultura Familiar y Territorio” ALFATER 2008.

Los participantes, sin condición de edad, deben ser argen-tinos o extranjeros residentes en Argentina.

Los textos, en idioma español, deben ser enviados antes del 31 de abril 2008 por correo electrónico a: [email protected] escribiendo en el Asun-to: “Convocatoria Pan, Amor y Poesía”, ó por correo postal a: Casilla de Correo 276 (7620) Balcarce haciendo figurar en el sobre:

EEA INTA BalcarceIV Congreso Internacional de la Red SIAL: ALFATER2008“Convocatoria Pan, Amor y Poesía”.Casilla de Correo 276 (7620)Balcarce, Buenos Aires, Argentina

Los textos deben llevar nombre y apellido del participante, los mismos pueden ser autores o presentar poesías que no son de su autoría (poesías populares anónimas o de un fa-miliar desaparecido por ejemplo).

Se detallará en hoja adjunta:Datos personales del participante: N° de documento de identidad, fecha de nacimiento, dirección real, teléfono y correo electrónico. En caso de no poseer teléfono o correo electrónico, sería preferible que hiciera constar uno donde hacer llegar mensajes.

Se aceptará una poesía por participante.Las poesías deben estar en relación con las culturas alimen-tarias argentinas: las costumbres, la gastronomía, los terri-torios, los paisajes o los oficios con ellas relacionados.

Los textos que lleguen en sobre postal no serán devueltos a los participantes.

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Las poesías seleccionadas formarán parte de una antología que será difundida en oportunidad de la realización del Congreso ALFATER 2008 (Alimentación, Agricultura Fami-liar Territorio) a realizarse en Mar del Plata del 27 al 31 de Octubre 2008.

Los participantes seleccionados recibirán un ejemplar de dicha antología y no percibirán derechos de autor.

El hecho de participar significa la aceptación de las reglas de esta convocatoria.

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