MUJERES€¦ · y del mundo. Mientras sigamos padeciendo la violencia contra las mujeres no...

1 www.encuentrosocialmujeres.com

MUJERES PILARES DE MÉXICO

EDICIÓN 1 AÑO 1

VIOLENCIA POLÍTICA

REVISTA BIMESTRAL DE LA COORDINACIÓN DEL MOVIMIENTO DE MUJERES DEL PARTIDO ENCUENTRO SOCIAL.

2www.encuentrosocialmujeres.com

Iniciar un nuevo número de la revista siempre conlleva un gran reto, sustentado en el trabajo, empeño y entusiasmo de todas las colaboradoras

que hacen posible este proyecto. El reto se vuelve más grande cuando la revista ha tenido una gran aceptación entre las mujeres de Encuentro Social, pero también entre todos los militantes de nuestro partido y público en general.

Es gratificante ver que nos han leído, que los contenidos han resultado de su interés y los han compartido a través de las redes sociales. Solo nos queda decirles ¡gracias! y refrendarles nuestro compromiso de seguir generando contenidos de calidad y de interés para mantenerlas informadas con temas de actualidad, además de crear comunidad y propiciar un espacio de debate y propuestas.

Este número está dedicado a todo lo relacionado con la violencia contra la mujer porque estamos convencidas que como sociedad debemos poner un reflector en esta situación, ya que se trata de un problema de carácter nacional que daña a la sociedad en su conjunto y socava

Coordinadora Nacional del

Movimiento de Mujeres del Partido

Encuentro Social

MARISOL ROVIRA CASTILLO

Coordinadora Nacional de Sectoriales

CAROLINA ANDA

Directora Editorial

ROCÍO OSORNO MARTÍNEZ

DIRECTORIO

EDITORIAL

REVISTA BIMESTRAL DIGITAL DE LACOORDINACIÓN DEL MOVIMIENTO DE MUJERESDirector Editorial DEL PARTIDO ENCUENTRO SOCIAL.Editor

MARIBEL FABILA VÁZQUEZ

Diseño editorial

y plataforma web

ÓXIDO COMUNICACIÓN

el desarrollo del país.Analizamos y cuestionamos la

trascendencia e impacto de las celebraciones del “Día Internacional de la Mujer” y del “Día Naranja” para ayudar a construir un mundo libre de violencia, discriminación y desigualdad hacia las mujeres.

Veremos cómo se llegó a la tipificación del feminicidio, pero cómo aún hay estados de la República que no castigan el asesinato por cuestiones de género, lo que pone en relieve la vulnerabilidad del Estado.

Nuestro reportaje principal está dedicado a un asunto que nos confiere e interesa a todas las que nos dedicamos a la política, se trata de la violencia política hacia las mujeres, veremos qué es y qué podemos hacer para erradicarla.

También encontrarás las visiones de nuestras colaboradoras sobre el acoso sexual callejero, otro tipo de violencia hacia la mujer; el reto de la paridad de género rumbo a 2018; así como las oportunidades para las mujeres en Querétaro.

Esperamos que estos temas sean de tu interés.

DERECHOS DE AUTOR Y DERECHOS CONEXOS, año 1, No. 1, 15 de marzo 2017 - 15 de mayo 2017, MUJERES, LOS PILARES DE MÉXICOes una publicación bimestral digital editada por El Movimiento de Mujeres del Partido Encuentro Social - Avenida Chapultepec #478Col- Roma Norte, Cuauhtémoc,Ciudad de MéxicoEditor responsable: Movimiento de Mujeres del Partido Encuentro SocialLas opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación.Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización.

COORDINACIÓN DE MUJERES DEL PARTIDO ENCUENTRO SOCIAL


18

16

8

CONTENIDO

8 DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

10 EL ACOSO SEXUAL CALLEJERO

16 CASAS ENCUENTRO PROYECTOS PRODUCTIVOS

18 GOBIERNOS PARITARIOS

20 EL RETO DE LA PARIDAD

22 ¿QUERETARO CRECE, PERO CRECE LA OPORTUNIDAD PARA LAS MUJERES?

VIOLENCIA POLÍTICA HACIA LA

MUJER.

PORTADA

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2220


EL DÍA NARANJA ES TODOS LOS DÍAS

a violencia hacia el sexo femenino es un fenómeno mundial que padecen a diario millones de niñas y mujeres. Esta violencia de género se manifiesta en distintos ámbitos y grados: desde la infancia, con el maltrato verbal y/o físico de los padres; en las relaciones de pareja, con diferentes etapas que van de los insultos y llegan hasta los golpes; en lo laboral, con la discriminación, acoso y diferenciación de salarios; hasta llegar a la trata, violaciones y asesinatos.

Ante este problema global, en 1999, Naciones Unidas decretó oficialmente el 25 de noviembre para conmemorar el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, fecha en que asesinaron a tres activistas políticas de República Dominicana, en 1960.

En 2008, el entonces secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, puso en marcha la Campaña Naranja ÚNETE, con el fin de generar consciencia para visibilizar la violencia que sufren las mujeres; sin embargo, fue hasta 2013 que se estableció celebrar en todo el mundo el “Día Naranja”, es decir, que el día 25 de cada mes –y no solamente el 25 de noviembre– se haga consciencia mundial para prevenir la violencia contra niñas y mujeres.

Es así como el día 25 de cada mes las personas utilizan un listón o una prenda naranja, como símbolo

Coordinadora Nacional del Movimiento de Mujeres del Partido Encuentro Social

L

MARISOL ROVIRA


de su rechazo a la violencia contra las mujeres. Además, algunos edificios gubernamentales, así como los de organismos de derechos humanos son iluminados con luces de ese color, y un sin fin de dependencias de gobierno y personajes de la política compartan imágenes, infografías, gráficos, videos, frases y mensajes, a través de sus redes sociales, en las que reprueban la violencia contra la mujer.

Con esa fachada, podríamos pensar que se está haciendo consciencia de la gravedad del problema, que las instituciones de gobierno o de derechos humanos, así como la clase política mexicana se ocupan del tema; sin embargo, la realidad nos dice que poco, realmente muy poco, es lo que se hace para pasar a las acciones, los hechos, que logren poner fin a la desigualdad de género y al cáncer social que resulta la violencia contra las mujeres.

Las cifras son contundentes y nos ayudan a dimensionar la gravedad del problema.

De acuerdo con datos de ONU Mujeres (2015), en el mundo, una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual, principalmente por parte de su pareja.

Dos mil 600 millones de mujeres y niñas viven en países en los que la violación conyugal no está explícitamente penalizada. Mientras que 603 millones de mujeres y niñas viven en países donde la violencia doméstica aún no es considerada un delito (ONU Mujeres).

Solamente dos terceras partes de los países han prohibido la violencia doméstica; y solo 52 países han penalizado explícitamente la violación al interior

del matrimonio. En México, de acuerdo con datos de la Encuesta

Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH, 2011), el 47% de las mujeres ha sido víctima de violencia por parte de su pareja y una de cada cinco mujeres ha sido víctima de violencia en el ámbito laboral. Otro de los datos escalofriantes de nuestro país, de acuerdo con cifras del INEGI, es que a la fecha, siete mujeres son asesinadas cada día.

El costo de la violencia contra las mujeres, aparte de ser un hecho reprobable tiene una repercusión económica. En 2013, el gasto que representó la violencia perpetrada por parte de la pareja hacia las mujeres representó una pérdida del 5.2% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.

Más allá del llamado de los días 25 de cada mes, para hacer nuestro “Día Naranja”, generar consciencia y lograr la voluntad política para erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres; lo que debemos hacer es trabajar todos los días, no por “cumplir con el día”, sino para asumir un compromiso constante, con acciones diarias, permanentes, que permitan construir un mundo libre de violencia, discriminación y desigualdad hacia las niñas y mujeres de nuestra sociedad, de México y del mundo.

Mientras sigamos padeciendo la violencia contra las mujeres no solamente se atentará contra la salud, libertad, seguridad y desarrollo del género femenino, también se estará socavando el desarrollo de nuestro país y dañando a nuestra sociedad en su conjunto.


e acuerdo con la definición de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Belém do Pará, Brasil, OEA, 1994; Beijing, China, ONU, 1995), la cual dice que debe entenderse por violencia contra la mujer “cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado y se entenderá que la violencia contra la mujer incluye la violencia física, sexual y psicológica: que tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio que la mujer, y que comprende, entre otros, violación, maltrato y abuso sexual; que tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y que comprende, entre otros, violación, abuso sexual, tortura, trata de personas, prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el lugar de trabajo, así como en instituciones educativas, establecimientos de salud o cualquier otro lugar, y que sea perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes, dondequiera que ocurra”.

A partir de ese año, los Estados asumieron la obligación de adecuar sus legislaciones a los instrumentos internacionales para prevenir, sancionar y erradicar la

D

LA VIOLENCIA HACIA LA MUJERY LOS CÓDIGOS PENALES ESTATALESCoordinadora Nacional de Evaluación y Seguimiento Sectorial

ROCÍO OSORNO


violencia contra la mujer; sin embargo, el proceso ha sido lento, mientras el número de mujeres que mueren diariamente aumenta y resulta indignante, así como la impunidad que queda alrededor de estos hechos.

En nuestro país, a pesar de que ha habido tres momentos clave en las reformas a la legislación, aún no se ha podido lograr una simetría entre el Código Penal Federal con los Códigos estatales, por múltiples factores: la excesiva burocratización de los procedimientos legales, la incomprensión de la magnitud de los hechos como consecuencia de patrones culturales patriarcales y misóginos prevalecientes en la sociedad, las dificultades para investigar las complejas y crueles modalidades de esta violencia y la imposibilidad de establecer una caracterización de los responsables, que pueden ser miembros del entorno familiar o cercano a las víctimas o pertenecer a estructuras estatales y/o criminales poderosas, principalmente.

El primer momento, se dio con el proceso de reformas legales que dieron paso a la aprobación de leyes que hoy son conocidas como de “Primera Generación”; se trataba de medidas de protección, no penales, pero si coercitivas para proteger a las mujeres frente a hechos de violencia en el ámbito familiar, doméstico e íntimo. En este periodo, en México se creó, en 1996, la Ley de asistencia y prevención de la violencia familiar para el Distrito Federal y otros 22 estados.

El segundo momento comenzó a partir del 2005, cuando se aprobaron otras reformas legales que han sido llamadas leyes de “Segunda Generación” porque en ellas se amplía la comprensión de la violencia contra la mujer, se regula la que se produce en el ámbito privado, pero también la que se produce en el ámbito público. Estas leyes ya penalizan diversos hechos de violencia. En 2007, nuestro país crea la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

El tercer momento se da hasta 2012, cuando en México se tipifica el feminicidio con la Reforma del Código Penal Federal, en su artículo 325, vigente a partir del 15 de junio de ese año, y en el cual se establece que el feminicidio es el homicidio de una mujer por cuestión de género, es decir, por el hecho de ser mujer y estar en desventaja física frente a un hombre.

A pesar de los avances en la materia en el ámbito federal, todavía existen deficiencias en la tipificación el delito en las entidades de la República. Por ejemplo, en 12 de los 32 estados, el que un hombre asesine a su novia, esposa o a una mujer –con la que tenga una relación sentimental o de amistad– no es razón para

que el crimen sea considerado como feminicidio.Lo paradójico resulta que con excepción de dos

estados –Chihuahua y Nayarit–, todas las demás entidades tienen tipificado el delito de feminicidio, y en ellos se reconoce a este delito como el homicidio de una mujer por condición de género.

Esta situación revela la vulnerabilidad del Estado por la ineficacia del sistema de justicia para contener y reprimir la violencia contra las mujeres; pero también descubre la inexistencia o debilidad del estado de derecho, pues se sigue reproduciendo la violencia sin límite y los asesinatos sin castigo.

Dentro de los pendientes de México está homologar –en las 32 entidades del país– el feminicidio tal como está tipificado en el Código Penal Federal; pero también resulta indispensable combatir la impunidad y que se juzgue con perspectiva de género la violencia feminicida, además de incidir en la contención y prevención de la violencia contra las mujeres, así como garantizar la reparación y compensación hacia las víctimas.

No olvidemos que la violencia contra las mujeres afecta a toda la sociedad, por lo tanto, la responsabilidad de su eliminación corresponde a toda la sociedad en su conjunto..


Desde hace poco más de 100 años, se conmemora el “Día Internacional de la Mujer”. La fecha no se trata de una celebración,

más bien es una conmemoración porque su origen está relacionado con cuestiones políticas y sociales, con hechos trágicos.

La lucha de las mujeres por alcanzar sus derechos sociales, políticos, laborales y civiles, es decir, la igualdad de género, data de finales del siglo XIX y principios del XX. Pero fue en Norteamérica, el 28 de febrero de 1909, cuando en un evento de Mujeres Socialistas se declaró el primer “Día Nacional de la Mujer”. Dos años más tarde, el 19 de marzo de 1911, se realizaron los primeros mítines del “Día de la mujer trabajadora” en diferentes países: Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, a los que asistieron más de un millón de mujeres y hombres; ahí, además de

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER, ¿POR QUÉ NO SE CELEBRA? PENDIENTE

exigir el derecho al voto y a ocupar cargos públicos, exigieron también derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.

Días después de ese importante acontecimiento, el 25 de marzo de ese mismo año, más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes italianas y judías que rondaban los 20 años de edad, murieron en el trágico incendio de la fábrica de camisas Triangle, en la ciudad de Nueva York. El suceso reveló las penosas condiciones en las que trabajaban las mujeres y la tragedia se volvió mayor cuando se dio a conocer que las trabajadoras textiles fallecieron debido a quemaduras, derrumbes e inhalación de humo, ya que no pudieron salir del edificio en llamas porque los dueños de la fábrica habían cerrado las puertas de las escaleras y sellado las salidas para evitar robos.

Presidenta de Encuentro de Mujeres A.C. NADIA MARTÍNEZ DUPOTEX


Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de Estados Unidos, así como para la creación del Sindicato Internacional de Mujeres Trabajadoras Textiles; pero además, se convirtió en el estandarte en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer, pues la tragedia del incendio y las condiciones laborales de aquellas trabajadoras es el tema principal que se recuerda en esta fecha. Por ello se trata de una conmemoración, no hay nada que celebrar.

A través de su historia, la efeméride fue evolucionando, cambió de fecha y perdió la palabra ‘trabajadora’ de su cabecera. Cabe destacar que fue hasta 1975, cuando se celebraba el Año Internacional de la Mujer, que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), celebró por primera vez, el 8 de marzo, el “Día Internacional de la Mujer”; a partir de entonces la fecha se conmemora cada año en esta fecha, en la mayoría de los países.

A pesar del tiempo que ha pasado desde el inicio de esta lucha, aún no podemos decir que las injusticias quedaron atrás; por el contrario, en la actualidad, todavía, las mujeres continuamos en una disputa permanente para reivindicar la igualdad de nuestros derechos.

No se trata de desconocer o minimizar los avances logrados, por el contrario, hay que reconocer los actos de valentía y decisión de aquellas mujeres que iniciaron esta lucha y consiguieron las primeras conquistas

sociales y políticas, y que hoy resultan, sin duda, un hecho loable e irreversible. Sin embargo, tenemos que asumir que aún perduran males como la discriminación, el hostigamiento y el ultraje, la violencia machista, la desigualdad salarial, la discriminación laboral, la falta de oportunidades, y un largo etcétera.

Como sociedad debemos unirnos en el combate contra esos males, que son un rezago del pasado, y convertir el 8 de marzo en un momento de confluencia para hacer patente, para recordar que, el respeto y la igualdad de derechos entre los géneros aún no se ha alcanzado.

El ideal en cualquier sociedad sería que no hubiese nada que conmemorar el 8 de marzo, nada que reivindicar, que se tratara de un día más; sin embargo, ello solo sería posible si la igualdad de derechos fuese un hecho y, desafortunadamente, todavía no lo es y todo indica que no lo será en el corto plazo.

Como sociedad, deberíamos entender y tener siempre presente que es a través de las mujeres como se disemina el amor, la educación, la salud y el trabajo a la comunidad, y ello sin duda repercute en el bienestar de la sociedad y en el desarrollo del país.

El Día Internacional de la Mujer es un recordatorio para que trabajemos y nos comprometámonos a terminar con la desigualdad entre géneros, para que las mujeres podamos desarrollar todo nuestro potencial y logremos mejor calidad de vida.


El acoso sexual callejero se convirtió en un actuar cotidiano; se incrustó en nuestra cultura, incrementó el nivel de violencia y logró

que, incluso, las propias mujeres nos culpabilizaramos por vestir de tal forma, salir a tal horario, etc.

El acoso sexual callejero es un tipo de violencia que padecemos a diario las mujeres, pero que resulta difícil de acreditar y, por lo tanto, más complicado denunciar. Por lo anterior, podríamos señalar que se trata de un tipo de violencia contra la mujer “tolerada”, pero que representa una problemática para nosotras porque afecta no solo nuestra libertad, también atenta contra nuestra integridad, seguridad y dignidad; y nos deja en una situación donde nuestra seguridad emocional se ve vulnerada.

En este contexto, cabe mencionar el caso más reciente de acoso callejero, el de la periodista Tamara De Anda, quien se atrevió a denunciar a un taxista que la hizo sentir agredida, por un piropo no pedido, cuando le dijo “guapa”. El hecho de que Tamara se

UN TIPO DE VIOLENCIA “TOLERADO”

MARIBEL FABILA VÁZQUEZ

EL ACOSO SEXUAL CALLEJERO,


atreviera a alzar la voz fue objeto de otro acoso en redes sociales, donde hubo personas que defendieron al agresor y a ella la criticaron fuertemente por su denuncia e incluso le dijeron que fue ella quién propició el piropo, y le cuestionaban que por qué la queja.

Desafortunadamente, el acoso sexual callejero es un problema de gran dimensión y una práctica social ampliamente extendida. De acuerdo con estadísticas publicadas por el INEGI, en noviembre de 2016, el 45% de las mujeres declaró que al menos una vez ha sido agredida de diferentes formas por personas distintas a su pareja, ya sea por familiares, conocidos o extraños, en diferentes espacios, incluidos la vía pública.

Un tercio del grupo de mujeres de entre 15 a 24 años, ha enfrentado situaciones de abuso, intimidación, acoso y hostigamiento sexual en el trabajo, la escuela, el transporte público, la calle o lugares públicos, siendo los agresores no solo desconocidos, sino incluso familiares.

Las políticas públicas para atender este problema no solo no lo han erradicado, ni siquiera lo han inhibido. Las autoridades deberían entender que con transporte especial, o separando en el transporte público a mujeres y hombres o regalando silbatos no se acabará el problema, pues se trata de un asunto cultural y cívico que se debe resolver a través de la educación, en todos los niveles.

En la calle y los espacios públicos las niñas y las mujeres deberíamos sentirnos seguras; sin embargo, no lo estamos porque siempre surge alguien que se siente con derecho a violentarnos con una mirada, silbido, palabra o expresión de carácter sexual, sin que obtenga un castigo por violentar nuestra dignidad e integridad física. Evadiendo el problema, minimizándolo o justificándolo desde el aspecto cultural poco o nada se hará para erradicarlo. Las mujeres queremos sentirnos seguras en la calle, ¿hasta cuándo?


COORDINACIÓN ENCUENTRO DE MUJERES

La Convención de Belém do Pará parte del reconocimiento de que la violencia contra las mujeres es una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres, constituye una violación a los derechos humanos y, por tanto, una ofensa a la dignidad humana. Además, señala que la violencia contra las mujeres, trasciende todos los sectores de la sociedad

independientemente de clase, raza o grupo étnico, nivel educativo y/o de ingresos, cultura, edad o religión y, por tanto, la eliminación de la violencia contra las mujeres es indispensable para su desarrollo y su plena e igualitaria participación en todas las esferas de la vida.

Las mujeres tienen el derecho de vivir libres de violencia, libres de discriminación y a ejercer libre y plenamente sus derechos civiles, económicos, sociales, culturales y políticos. Sin embargo, la discriminación y la violencia se han convertido en una constante hacia las mujeres que participan en la vida pública.

La participación política de las mujeres no se limita al ejercicio de ejercer su voto, por el contrario, su intervención debe ser mucho más amplia; sin embargo, la violencia política busca impedir la participación de las mujeres por el hecho de ser mujeres.

Ha sido largo el camino para garantizar la participación política de las mujeres, fruto de ese esfuerzo es que en la actualidad ya se trata de un derecho, no de una concesión, y los derechos están para ser ejercidos, no para ser mendingados.

VIOLENCIA POLÍTICA HACIA LA MUJER.¿QUÉ ES? ¿QUÉ HACER? ¿DÓNDE DENUNCIAR?


PORTADA

¿QUÉ ES LA VIOLENCIA POLÍTICA HACIA LAS MUJERES?La violencia política hacia las mujeres parte de acciones u omisiones basadas en elementos de género y tiene como objeto o resultado menoscabar o anular el ejercicio, reconocimiento y/o goce de los derechos político-electorales de las mujeres.

La violencia política hacia las mujeres no es un asunto menor. Este tipo de violencia refuerza los roles de género tradicionales y las estructuras políticas dominadas por los hombres, pero además socava la calidad de la democracia, limita el desarrollo de la sociedad y el pleno ejercicio de los derechos humanos. Cuando se ejerce violencia de género, contra personas activas en la vida pública, se pone una barrera para la participación de las mujeres en la toma de decisiones.

La violencia política afecta el derecho humano de las mujeres a ejercer el voto y a ser electas en los procesos electorales; limita su desarrollo en la escena política o pública, ya sea como militantes en los partidos políticos, aspirantes a candidatas a un cargo de elección popular, a puestos de dirigencia al interior de sus partidos políticos o en el propio ejercicio de un cargo público. De igual manera, repercute en el desempeño de aquellas mujeres que deciden integrar los consejos distritales o locales de los organismos electorales, así como las que fungen como funcionarias o representantes de partidos políticos en las mesas directivas de casilla. Es

decir, la violencia política se puede dar en cualquier lugar o situación, no es exclusiva para aquellas mujeres que buscan un cargo de representación popular.

Es así como la violencia política puede ser perpetrada por cualquier persona o grupo de personas, es decir, desde agentes del estado, colegas del trabajo, superiores jerárquicos y/o subordinados, partidos políticos o sus representantes, así como medios de comunicación y difusión.

Si bien la violencia política hacia las mujeres siempre ha existido, ésta no era denunciada y por tanto no se hacía visible. La situación dio un giro a partir de 2013, cuando como resultado de una reforma constitucional se incorporó el criterio de paridad, que obligó a las instituciones electorales y a los partidos políticos a crear mecanismos que garantizaran la participación de las mujeres en condiciones de igualdad que los hombres en los procesos electorales. Sin duda dicha reforma representó un avance significativo, aunque a la fecha todavía no se pueda alcanzar esa paridad.

Paradójicamente, con el asunto de la paridad la violencia aumentó, mientras mayor fue la participación de las mujeres en los procesos electorales mayor resultó el nivel de violencia, además de que emergieron nuevas formas de violencia contra aquellas mujeres que deciden ejercer sus derechos políticos, tanto para quienes se rigen por el sistema de partidos políticos, como quienes se rigen por sistemas normativos internos.

En este contexto, los casos más recurrentes de violencia política contra las mujeres son: cuando


los partidos, por cumplir con el mandato de paridad, registran a candidatas, pero una vez ganadas las elecciones hacen que renuncien o buscan la manera de destituirlas del cargo; cuando por cubrir la “cuota de género” mandan a las mujeres de candidatas a distritos electorales que de antemano saben que no tienen posibilidad de triunfo; o cuando les ofrecen encabezar cargos de menor importancia para que no estén en los espacios de toma de decisiones.

Es decir, lo que en la actualidad se está viviendo –ante los ojos de las autoridades–, es que los partidos políticos han encontrado la forma de simular la ley para “cumplir” con el mandato constitucional de paridad, pero en realidad siguen violentando los derechos políticos de las mujeres.

Las experiencias que han dejado los procesos electorales recientes hacen evidente que esta práctica no es exclusiva de un solo partido político, sino que se

trata de una violencia generalizada, presente también, además, en los sistemas normativos internos.

¿QUÉ HACER SI NOS ENCONTRAMOS ANTE HECHOS DE VIOLENCIA POLÍTICA CONTRA LAS MUJERES?Primero se tiene que reconocer la situación, no permitir la simulación y además tomar acciones para evitar que este tipo de violencia sea recurrente, porque desafortunadamente es un problema que se agudiza día a día y en muchos casos puede llegar a tener consecuencias irreversibles.

Si bien existe un Protocolo para Atender la Violencia Política contra las Mujeres, desafortunadamente éste no garantiza respuestas prontas ni efectivas para las mujeres, puesto que no existe un conocimiento socializado respecto de la violencia política, sus alcances y su forma de sancionarla.


No se está ante un hecho menor, la respuesta de las autoridades tiene que ir más allá de la comprensión de los hechos. Se necesita un mecanismo integral –de un marco jurídico que a la fecha no existe– que garantice la seguridad y el ejercicio pleno de los derechos político-electorales de todas las mujeres.

Desafortunadamente, existen vacíos legales para abordar el tema, por lo que resulta indispensable que en el ámbito legislativo se construya un tipo penal exclusivo para sancionar a quienes violentan a las mujeres que ejercen sus derechos político-electorales. En este contexto, es importante señalar que hasta ahora solo dos estados de la República –Campeche y Jalisco– cuentan con una definición de violencia política en sus leyes; mientras que Oaxaca, además de incluirla en su ley de violencia, aprobó tipificarla.

¿DÓNDE DENUNCIAR HECHOS DE VIOLENCIA POLÍTICA HACIA LA MUJER?La violencia política contra las mujeres puede generar diversos tipos de responsabilidades, tales como: electoral, administrativa, penal, civil e, incluso, internacional. Asimismo, puede manifestarse en distintas modalidades. El tipo de violencia ejercida definirá las medidas que deben ser tomadas y la

forma en que deberá atenderse a la víctima. Todos los casos deben resolverse con enfoque de género e interculturalidad.

Si los actos de violencia política fueron emitidos por cualquier autoridad, en cualquiera de los tres órdenes de gobierno, la afectación se puede canalizar de manera inmediata a los órganos de control interno de las dependencias.

El teléfono de la Coordinación de Igualdad de Derechos y Paridad de Género es el 5728 23 00, ext. 2320; y su correo electrónico es [email protected].

Por su parte, la FEPADE, como órgano encargado de la procuración de justicia en materia electoral, tiene la obligación constitucional de promover, garantizar y proteger el ejercicio de los derechos humanos de las personas víctimas y ofendidas en casos de violencia política de género.

A través de su línea FEPADETEL (01800 833 72 33, opción 4 para denuncias de violencia política contra las mujeres), FEPADENET ([email protected]) o a la página web de la institución (www.fepade.gob.mx), así como por medio de una denuncia directa, las personas pueden denunciar casos de la violencia política de género las 24 horas del día, los 365 días del año y ser atendidas por personal debidamente capacitado. En caso de que el asunto no sea de competencia de la FEPADE, se auxiliará a la persona denunciante en el trámite correspondiente.

Por su parte, el INE tiene atribuciones para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia política en contra de las mujeres, las cuales se sustentan en los principios de igualdad y no discriminación, así como en el respeto a la dignidad y libertad de las mujeres.

Las quejas o denuncias por violencia política contra las mujeres pueden presentarse tanto en las oficinas centrales del INE, como en cualquiera de sus órganos estatales y/o sus juntas locales distritales.

Las mujeres no pueden seguir siendo excluidas de los espacios de toma de decisión, donde se determina el rumbo de las comunidades y el desarrollo de las mismas. Las mujeres representan más del 50 % de la población del país, es indispensable que su visión esté impregnada en todos los ámbitos, y el político sólo es uno de ellos.


CASAS ENCUENTRO PROYECTOS PRODUCTIVOS

La capacitación que se lleva a cabo en las Casas Encuentro les proporciona a las mujeres elementos para poder desarrollar proyectos productivos.

Un proyecto productivo es la oportunidad para que las mujeres tengan una actividad extra que les genere ingresos, les permita tener dinero adicional y les ayude a mejorar la economía de sus familias.

Un proyecto productivo proporciona a las mujeres elementos para que pueda decidir si quiere auto emplearse, o ser parte de la creación de una micro o pequeña empresa junto con otras mujeres.

Los proyectos productivos que se originan y desarrollan en las Casas Encuentro forman parte

de una gran cadena de vínculos productivos, que interactúan y se apoyan entre ellos.

En las Casas Encuentro trabajamos para que las mujeres se empoderen social, política y económicamente; para que ejerzan su liderazgo, compartan sus conocimientos y generen comunidad.

Las Casas Encuentro son espacios creados por mujeres, para apoyar a más mujeres, donde la solidaridad es el valor fundamental para lograr el desarrollo de las mujeres, sus familias y sus comunidades.

Las Casas Encuentro son lugares donde las mujeres se capacitan, adquieren seguridad y se fortalecen en conocimientos.

PUBLIREPORTAJE


HACIA LA PARIDAD DE GÉNERO EN LA ADMINISTRACIÓN PUBLICA EN MÉXICO, EL INICIO. Y POR QUÉ PARIDAD DE GÉNERO DENTRO DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA?

El objetivo es claro y a la vez necesario, la observación de los hechos a lo largo de la historia de nuestro país tiene que ver con la subordinación de la mujer frente al hombre, la construcción social de género, creencias de tipo socio-cultural que prevalecen hoy en día son razón suficiente para abordar el tema, romper los paradigmas, roles

GOBIERNOS PARITARIOS DEYANIRA MELÉNDEZ HINOJOSA*

*La autora es Doctorante en derecho Administrativo y Genero por la U.N.A.M.

Hablemos de Paridad de género en la Administración Publica en México. Es tiempo de iniciar el camino para

lograr una verdadera representación de las mujeres en los espacios de toma de

decisiones, esto, como meta global para el año 2030, Gobiernos Paritarios en sus tres niveles de gobiernos en México, se puede.

y estereotipos.La paridad tiene como objetivo

abonar al progreso y desarrollo económico del País dando oportunidad a ese 51.2% de la población que representamos las mujeres en términos equitativos, logrando paridad de género en los espacios de toma de decisiones.

Paridad, entendamos que el concepto trata de establecer que dos cosas se igualen por algún motivo, es decir que dos cosas exactamente tienen el mismo valor y sentido, pero dos cosas desiguales dejan de serlo atreves de una medida paritaria, esto implica siempre que hay dos cosas, entidades o personas, ambas tienen

PLANETA 50 50


estableciendo y regulando un mínimo aceptable y profesionalizando de esta manera la función pública. Este debe ser también un tema en el que hay que reflexionar, debe ser motivo de estudio y de análisis por los investigadores; la problemática en la profesionalización de los funcionarios públicos reside no solo en la paridad de género si no la profesionalización de todos para ocupar un cargo público.

Es por esto que resulta inminente que los cambios deben darse en torno a un marco normativo, regulación jurídica, normatividad, leyes, reglamentos, reformas, modificaciones, políticas públicas y todo lo necesario en sentido conducente para lograr la Paridad de Género dentro de la Administración Publica en México, permeando los tres niveles de gobierno; desde espacios de primer nivel, de la toma de decisiones hasta los de subordinados, lo anterior con fundamento en el principio de discriminación positiva, que tiene como fin dar un trato especial a un grupo tradicionalmente discriminado.

La cuota de género en la reforma política electoral, así como la Paridad de Género en la Administración Publica, encuentra su fundamento en el principio de discriminación positiva donde se establece una reserva rígida para el grupo que se desea favorecer, en este caso, las mujeres:

Es el inicio, tenemos una agenda pendiente.

algo en común, pero no son idénticas, no tendría caso hacer paritario algo que ya es igual a otra cosa, para hacer algo paritario hay que introducir una variable para que los dos elementos tengan el mismo valor.

La paridad de género es un término muy utilizado en el ambiente político hoy en día pues la mujer ha tenido tradicionalmente un rol inferior con respecto al hombre, esta desigualdad se intenta corregir mediante leyes, políticas públicas, reformas a la normatividad que nos rigen actualmente, pues la legislación de la mayoría de los países expresan la idea de igualdad de las personas ante la ley, por lo tanto, si algo no es igual (igualdad de oportunidades) hay que convertirlo en igual, en eso consiste la paridad de género en la actividad política, esto abona al objetivo de garantizar mayor participación de mujeres en todos los ámbitos de la sociedad, particularmente en la toma de decisiones, debemos buscar tener mayor apertura en espacios de participación política para las mujeres, así como en la participación dentro de la Administración Publica en los tres niveles de gobierno, existe una necesidad de incrementar y acelerar el acceso de las mujeres a los puestos de toma de decisiones, esto va significar que mujeres y hombres equivalgan en los cargos dentro de la administración Publica en el porcentaje de la población que representamos.

Las mujeres debemos tener oportunidad de ser representadas por nuestro propio género. Una verdadera Democracia se logrará através de los Gobiernos Paritarios.

SUCEDE QUE LA MUJER NO ES REPRESENTADA:La insuficiente representación de las mujeres en los espacios dentro de la administración publica en los tres niveles de gobierno es un problema que debe de atenderse pues no es congruente ni proporcional con el porcentaje de mujeres entre la población en México, la administración pública no llega a tener una representación de género así como de igualdad de oportunidades de participación entre hombres y mujeres, dejando incluso a discreción de los gobernantes electos la libre designación de los espacios de toma de decisiones en la administración pública sin una regulación que de oportunidad de participación a las mujeres en términos equitativos.

Este planteamiento da oportunidad de participación equitativa a las mujeres así como de la regulación de competencias, capacidades, preparación académica y profesional de los futuros funcionarios públicos,


Con frecuencia creemos que la vida avanza de manera vertiginosa, que estamos viviendo enormes progresos; sin embargo, resulta

paradójico que haya rezagos en temas importantes que tienen que ver con el ámbito social y político.

En pleno siglo XXI, las mujeres seguimos estando subrepresentadas en diversos sectores de la sociedad. De acuerdo con estadísticas de ONU Mujeres, 50% de las mujeres en edad laboral están representadas en la po-blación activa mundial, frente a 76% de los hombres. Esta desigualdad lim-ita nuestra creatividad y talento, pero también ahoga la inclusión y el plu-ralismo, hecho que no solo nos daña como género, sino que también de-bilita el tejido social e impacta en el desarrollo del país.

CAROLINA ANDA

EL RETO DE LA PARIDADRUMBO A 2018

Y es que aunque en el discurso lo hayan trillado, si resulta impor-tante hacer hincapié en que una democracia plena requiere de par-ticipación en igualdad de condi-ciones de mujeres y hombres, así como de los diferentes grupos de población que habitan su territo-rio. Inclusión, le llaman.

Estamos a un año del periodo electoral del 2018 y existen mu-chos retos que afrontar en el cami-no de la consolidación de nuestra democracia; uno de ellos, sin duda, tiene que ver con el criterio con-stitucional de la paridad (aprobado en el 2013).

No podemos negar los avances de tal reforma, como el incremento de la representación y participación de las mujeres en el Senado y en la Cámara de Diputados. Sin duda, un caso emblemático resulta Oaxaca (por la cantidad de municipios que se rigen por usos y costumbres); de 8 mujeres que resultaron electas como presidentas municipales por el sistema de partidos políticos, en el proceso electoral de 2013, para el 2016 el número aumentó con-siderablemente, fueron electas 38 mujeres para ese cargo.

Hay avances, por lentos que nos parezcan, pero también hay mucho trabajo que hacer para contribuir a que la paridad sea una constante en nuestra realidad democrática.

Coordinadora Nacional de Sectoriales del Partido Encuentro Social


Mucho de ese trabajo estará en los partidos políticos, porque desafortunadamente siguen cayendo en viejas conductas anti-democráticas y tenemos que estar pendientes para evitarlas. Al-gunos ejemplos de éstas son: registro de candidatas en el último momento para hacerlas llegar tarde a la contienda electoral, una vez iniciadas las campañas y sin recursos; hostigamiento; cam-pañas de difamación y desprestigio con lenguaje sexista y ma-chista; agresiones físicas, verbales y hasta amenazas de muerte.

Será un año difícil de aquí a las elecciones del 2018. Durante este proceso no olvidemos que, en democracia, la paridad políti-ca requiere de un abordaje integral, pues no solo se trata del acceso igualitario de mujeres y hombres a posiciones de poder; sino que, además, se tienen que garantizar condiciones libres de discriminación y violencia, para que en verdad sean ejercidos a plenitud los derechos políticos.


NACIONAL

¿QUERETARO CRECE,

ALEJANDRÍNA OCEGUERA

Uno de los logros más importantes que ha vivido Querétaro en la última década, es que ha sido uno de los dos

estados de la República con la mayor dinámica de crecimiento económico.

En los últimos 12 años, de 2003 a 2015, Querétaro tuvo un ritmo de crecimiento que duplica el que registró el país. Sin embargo, el año pasado los números no le favorecieron a la entidad –por segunda vez en más de una década–, se registraron cifras negativas, derivadas de que el sector industrial, motor de su desarrollo, vivió una fase de decrecimiento.

De 2003 a 2008 la tasa de crecimiento económico promedio de Querétaro fue de 6.2 por ciento. En 2009 vivió, por primera vez, una cifra negativa en ese periodo de abundancia, la cual fue ocasionada por la crisis global y la caída de la economía nacional, ese año registró

-2.6 por ciento.Los años subsecuentes volvieron a

ser positivos. En 2010 se creció a una tasa del 6.9 por ciento; 2011 al 6.5 por ciento; 2012 al 5.9 por ciento; 2013 al 3.4 por ciento; en 2014 creció al 7.8 por ciento; para 2015 su crecimiento económico alcanzó el 8.8 por ciento, este máximo histórico se debió al desempeño del sector industrial, apoyado también por los servicios.

De acuerdo con algunos especialistas financieros el hecho de que empresas del ramo de la industria de la construcción y manufactureras, maquinarias, transporte, así como la industria química y alimentaria continúen estableciéndose en la entidad repercutirá de manera positiva en la generación de empleos formales en la entidad. Lo que no señalan es que la mayoría de los perfiles para esos empleos son hombres.

Hablar de oportunidades de empleo

PERO CRECE LA OPORTUNIDAD PARA LAS MUJERES?

Coordinadora en Queretaro del Movimiento de mujeres del Partido Encuentro Social


para las mujeres queretanas nos remite a que ellas tienen que emprender su propio negocio. Las micro y pequeñas empresas son las principales empleadoras del género femenino; más del 90 por ciento de las nuevas empresas establecidas pertenecen a este rubro. Sin embargo, solo 3 por ciento de las mujeres en el estado están involucradas en una actividad empresarial, frente a un 5 por ciento que lo está a nivel nacional.

Querétaro está creciendo, sí, pero ese desarrollo está atrayendo población migrante que ha desplazado a la local y empiezan a generarse indicadores negativos. De acuerdo con un estudio de México ¿cómo vamos? se señala que la población en pobreza laboral en la entidad en el cuarto trimestre de 2015 era de 37.5 por ciento, mientras que en el mismo periodo de 2016, se elevó a

38.7 por ciento. Este indicador al alza es una reacción a la presión laboral que vive el estado, motivada en gran parte por el crecimiento poblacional.

El crecimiento de Querétaro está solo en una pequeña región, en la mayoría del estado, 14 de sus 17 municipios se vive en pobreza, sobre todo en la sierra, donde se sigue padeciendo falta de acceso a la educación, alta marginación, inseguridad, desempleo, bajos salarios, servicios de salud, escasez de alimentos, etc. Y las mujeres y los niños son quienes más padecen estas condiciones de inequidad.

La generación de empleos no solo se debe dar en los polos de desarrollo; si hay empleos y servicios en todo el estado, no solo se logrará la estabilidad social, sino que además las inversiones se seguirán ampliando por toda la entidad.

MUJERES€¦ · y del mundo. Mientras sigamos padeciendo la violencia contra las mujeres no...

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