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Índice
Resumen Ejecutivo ........................................................................................................................ 2
Introducción .................................................................................................................................. 3
1. Maíz y desarrollo ....................................................................................................................... 4
2. Panorama y perspectivas mundiales ......................................................................................... 8
3. Situación nacional ................................................................................................................... 11
3.1 Panorama ......................................................................................................................... 11
3.2 Participación del Estado en la renta del cultivo de maíz .................................................. 13
3.3 Trabas a la comercialización y costos de intervención .................................................... 14
3.4 Destinos del maíz ............................................................................................................. 15
3.5 Contribución de la cadena de valor al empleo, PIB y recaudación .................................. 15
4. Medidas para el maíz y sus cadenas ....................................................................................... 18
4.1 Eliminación inmediata de los DEX .................................................................................... 18
4.2 Eliminación inmediata de los ROE .................................................................................... 18
4.3 Reintegros automáticos de retenciones de IVA ............................................................... 19
4.4 Promoción al agregado de valor vía amortizaciones aceleradas ..................................... 20
4.5 Aumento del corte con bioetanol y estabilidad jurídica para la industria ....................... 20
4.6 Marco regulatorio para la generación de energía a partir de biomasa agropecuaria ..... 21
4.7 Otras medidas para las cadenas derivadas: carne y leche ............................................... 21
4.7.1 Ganadería bovina ...................................................................................................... 21
4.7.2 Lechería ..................................................................................................................... 22
4.8 Política comercial agresiva, recuperación y apertura de mercados ................................ 23
Conclusiones ............................................................................................................................... 24
Bibliografía .................................................................................................................................. 25
2
Resumen Ejecutivo
El presente informe presenta a la cadena de valor del maíz como un modelo de desarrollo para
Argentina, exponiendo sus contribuciones y potencialidades, y las medidas necesarias para
desplegar ese potencial. Esto se realiza luego de un análisis de los contextos nacionales e
internacionales que permiten identificar el potencial, así como los límites y desafíos, que
presenta el desarrollo del cultivo de maíz y su cadena de valor.
La producción mundial correspondiente a la campaña 2013/14 fue de 966,6 millones de
toneladas, récord histórico. Las estimaciones del USDA para la siguiente década suponen
una proyección de crecimiento anual menor al 2%, llevando la producción para la
campaña 2022/23 a 1.083,4 millones de toneladas, alcanzando los 1.000 millones por
primera vez en la campaña 2018/19.
Con una superficie de 4,3 millones de hectáreas cultivadas, el maíz es el segundo cultivo
de Argentina; y con una producción estimada de 25 millones de toneladas para la
campaña 2013/14, el país es el 6° productor y el 4° exportador mundial, con el 2,85% y
el 14% del total mundial, respectivamente.
En promedio, durante 2013 el Estado participó del 80,7% de la renta total del cultivo de
maíz, contra 74,7% para el cultivo de soja. El resultado después de impuestos por
hectárea de maíz fue, en promedio, durante 2013 de U$D 22,80, contra U$D 72,10 en el
caso de la soja, mientras que la inversión necesaria por hectárea es un 65% superior.
La aplicación de los ROE (2008) generó desde el año 2009 una reducción promedio
constante en los precios del 10%.
La cadena de valor del maíz es una de las cadenas agropecuarias con mejor índice
empleo/superficie; genera 11 puestos de trabajo cada 100 hectáreas cultivadas. La
cadena completa del maíz es responsable del 2,8% del empleo nacional, equivalente a
450.000 personas empleadas.
La cadena total del maíz representa un 1,6% del PIB argentino, un 2,4% de la
recaudación nacional y alcanza un peso del 6,1% en las exportaciones totales.
Las propuestas para incrementar la superficie, la producción, el valor agregado, las
exportaciones y el empleo derivados del cultivo de maíz son:
1. Eliminación inmediata de los DEX
2. Eliminación inmediata de los ROE
3. Reintegros automáticos de retenciones de IVA
4. Promoción al agregado de valor vía amortizaciones aceleradas
5. Aumento de corte en bioetanol y estabilidad jurídica
6. Marco regulatorio para la generación de energía a partir de biomasa
agropecuaria
7. Medidas para la carne y la leche: intervenciones, comercio exterior e inversiones
8. Política comercial agresiva, recuperación y apertura de mercados
9. Previsibilidad y estabilidad de las reglas de juego
3
Introducción
El desarrollo sustentable es una parte central del trabajo de la Fundación Agropecuaria para el
Desarrollo de Argentina (FADA) y una preocupación central de la sociedad en general. Es por
ello que, en la búsqueda de formas de potenciar el desarrollo del país, el presente trabajo se
centra en el maíz y su cadena de valor, concebida como un modelo de desarrollo por su
capacidad para colaborar con la sustentabilidad del sistema productivo, elevar la producción
primaria, y crear empleo genuino, fundamentalmente mediante el agregado de valor en el
proceso de conversión de este cultivo en alimentos y energía.
Con este objetivo, el presente documento se divide en cuatro partes. La primera realiza un
recorrido sobre el desarrollo, sus factores determinantes y la interacción del maíz y su cadena
sobre éstos, para identificar las formas en que el maíz contribuye y puede contribuir con el
desarrollo y la generación de empleo genuino en Argentina.
En el segundo capítulo, brevemente, se sitúa al maíz en un panorama tiempo-espacio más
amplio, analizando la situación a nivel mundial, así como la evolución durante los últimos 50
años y las perspectivas para la próxima década.
Logradas estas contextualizaciones teóricas y tempo-espaciales se presenta una aproximación
a la situación del maíz en Argentina con análisis relacionados a la superficie, producción,
rindes, exportaciones, empleo, participación en el PIB y la recaudación, rentabilidad, presión
fiscal e impactos de medidas.
Por último, a la luz de las ideas y desafíos planteados por los tres primeros capítulos, se
desarrollan de forma resumida las principales medidas a implementar para ampliar y desplegar
el potencial desarrollador del maíz y su cadena de valor.
4
1. Maíz y desarrollo
El desarrollo es una preocupación central de la civilización humana, desde sus primeros
conceptos relacionados al desarrollo económico hasta sus concepciones más recientes como el
desarrollo sustentable. Existe cierto consenso de que el desarrollo económico es la capacidad
de crear riqueza para incrementar el bienestar económico y social de la población de una
determinada zona geográfica. Mientras que el desarrollo sustentable, o sostenible1, es aquel
desarrollo que permite “satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin
comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades” (ONU,
1987). Para FADA el desarrollo es la base fundamental de su labor, al punto de estar contenido
en su nombre.
En este sentido, si se analiza a la agricultura argentina desde las ópticas del desarrollo
económico y el desarrollo sustentable, el maíz y su cadena de valor pueden ser considerados
los de mayor potencial en este sentido, por su capacidad para colaborar con la sustentabilidad
del sistema productivo, en la producción primaria, y crear empleo genuino, fundamentalmente
agregando valor en el proceso de conversión de este cultivo en alimentos y energía.
Con esta perspectiva, es posible analizar la contribución de la cadena del maíz al desarrollo
considerando los cuatro determinantes básicos del crecimiento y el desarrollo (Fanelli, 2012):
1. Recursos naturales
La Argentina se ubica en el puesto N°20 a nivel mundial en las mediciones de riqueza natural
per cápita. Con una población equivalente al 0,6% del total mundial, posee el 0,91% de la
1 En este trabajo ambos conceptos son considerados como una misma cosa, a pesar de que no exista un
acuerdo en términos académicos.
Suste
ntab
ilidad
Desarrollo
económico
Recursos naturales
Capital físico
Capital humano
Progreso tecnológico
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riqueza natural, y si se considera sólo la dotación de tierras cultivables y de pastoreo, se ubica
en el tercer puesto, con un 1,53% del total mundial. La tierra cultivable explica prácticamente
la mitad del valor de toda la riqueza natural del país (Banco Mundial, 2011). Los desafíos de
adaptación que plantean los recursos naturales no son menos importantes, tanto si escasean
como si abundan. Nuestra economía no está libre de los desafíos asociados con la abundancia,
tales así como la primarización de la estructura productiva o los conflictos sobre la apropiación
de las rentas que pueden convertir la abundancia en una maldición (Fanelli, 2012).
Estas estimaciones nos presentan un país rico en recursos, con una cierta diversificación, pero
donde predomina claramente la dotación de tierras cultivables y de pasturas. Esta composición
de la dotación de recursos naturales tiene consecuencias muy importantes en lo que hace a la
conformación de la estructura productiva. La primera consecuencia a destacar es que la
dotación es un determinante clave de las ventajas comparativas que el país muestra en el
comercio internacional. Argentina se encuentra entre los mayores exportadores de alimentos
del mundo y, a su vez, los productos agrícolas tienen un gran peso dentro de las exportaciones
totales.
Con una superficie de 4,3 millones de hectáreas cultivadas, el maíz es el segundo cultivo de
Argentina; y con una producción estimada de 25 millones de toneladas2 para la campaña
2013/14, el país es el 6° productor y el 4° exportador mundial, con el 2,85% y el 14% del total
mundial respectivamente. Estos datos demuestran la importancia del maíz en el mapa de
recursos naturales de Argentina.
2. Capital físico
La acumulación de maquinaria y equipo aporta al progreso técnico debido a que la tecnología
viene incorporada frecuentemente en éstos y a que la incorporación de ellos al proceso
productivo promueve el learning by doing (aprender haciendo) y el incremento de la
calificación del personal.
La construcción no residencial, a su turno, incentiva fuertes economías de escala pues incluye
las redes de caminos, puertos, generación de energía, etc. Este tipo de infraestructuras
producen externalidades al permitir el desarrollo de actividades nuevas que las utilizan. Su
construcción puede actuar como catalizador del aprovechamiento de complementariedades
productivas si ayuda a coordinar decisiones de inversión privadas, como en los casos en que la
disponibilidad de nueva facilidades incentiva la localización de empresas en determinadas
zonas, dando lugar a economías de aglomeración.
Este es el mismo caso que los efectos que producen las inversiones en las cadenas de valor del
maíz. Por ejemplo, una planta productora de etanol a base de maíz genera distintos
subproductos, uno de los cuales, la burlanda, puede ser utilizada para alimentar ganado en
feedlots o tambos. Los desechos de dichos criaderos (estiércol) pueden ser utilizados,
mezclados con silaje de maíz o sorgo, para producir biogás, y a partir de éste generar energía
eléctrica y térmica que, al mismo tiempo, puede ser empleada para el proceso productivo del
etanol.
2 Sin considerar autoconsumo.
6
En todos los casos se requieren inversiones en construcción no residencial, en maquinarias y
en tecnología (muchas veces de origen extranjero dado que algunas de ellas son industrias
nacientes en el país), aumentando el stock de capital físico, la calificación del personal y el
conocimiento disponible, y colaborando simultáneamente al proceso de desarrollo del país.
3. Capital humano
El capital humano admite diferentes interpretaciones, pero hay dos fundamentales. Por un
lado, es un input de la producción de la misma manera que lo es el capital físico (Lucas, 1988;
Mankiw et al., 1992)3 ; por otro, es un catalizador del progreso técnico en la medida que una
mano de obra más calificada facilita la adopción de tecnologías y la innovación.
Al igual que en el capital físico, el encadenamiento productivo y las inversiones en las cadenas
derivadas del maíz produce incrementos en el stock de capital humano, al aumentar la
calificación y el conocimiento de los operadores y científicos involucrados en estas actividades
que, en general, desde la siembra del maíz hasta el procesamiento en forma de alimentos o
energía, se encuentran trabajando con tecnología de punta a nivel mundial.
Según cálculos de FADA (2011), con la estructura productiva actual, cada 100 hectáreas de
maíz se generan 11 puestos de trabajo en toda su cadena, siendo la cadena agroalimentaria
con mejor relación superficie/creación de empleo, con un importante potencial para
incrementarla vía la industrialización del 60% de la producción total que se exporta sin
agregado de valor.
4. Progreso técnico – Conocimiento
La acumulación de conocimiento y el progreso técnico son los principales catalizadores de la
innovación y las ganancias de eficiencia por mejoras organizacionales, siendo elementos
esenciales en los incrementos de la productividad de los demás factores (recursos naturales,
capital físico y capital humano).
El análisis previo de cómo las inversiones en capital físico en la cadena del maíz incentivan
procesos de learning by doing, la importación de tecnología importada de punta produce
procesos de catching-up (convergencia al nivel tecnológico de países más desarrollados) y
cómo las industrias favorecen la creación de capital humano por una mayor calificación del
personal, son muestras de cómo las inversiones en el agregado de valor, en este caso del maíz,
producen incrementos del stock de conocimiento y favorecen el progreso técnico en las áreas
en que se desarrolla.
Sustentabilidad
La sustentabilidad es el concepto que se debe agregar a los cuatro determinantes analizados
para ampliar el concepto de desarrollo a desarrollo sustentable. En el caso del sistema
productivo agrícola, la sustentabilidad se centra en la rotación de cultivos, la fertilización, la
siembra directa y el manejo del agua. En este sentido, los cultivos como el sorgo, el trigo y el
3 Citados en (Fanelli, 2012)
7
maíz cumplen un rol fundamental al reponer materia orgánica al suelo, siendo la base de la
fertilización natural provista por la rotación de cultivos.
En la campaña 2012/13 Argentina tenía una relación de 4,75 hectáreas sembradas de soja por
cada una de maíz, mientras que el ratio era de 1,75 en Brasil y 0,90 en Estados Unidos. Estos
datos marcan una profunda necesidad de incrementar la superficie de maíz con el objetivo de
elevar la sustentabilidad del sistema productivo agrícola argentino, fundamentando así la
contribución de este cultivo al desarrollo en lo que a sustentabilidad se refiere. Este aporte
alcanza mayor relevancia si se consideran las bioenergías (energía eléctrica, térmica y
biocombustibles) producidas a partir de maíz (fuente renovable), que genera menores
emisiones que las energías de origen fósil en su proceso de conversión.
Si bien estos cinco puntos son los factores determinantes del desarrollo sustentable, requieren
de un marco jurídico-institucional acorde para que la combinación del stock de cada uno de
ellos se transforme en desarrollo.
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2. Panorama y perspectivas mundiales
La producción mundial correspondiente a la campaña 2013/14 fue de 966,6 millones de
toneladas, récord histórico, un 12% mayor a la campaña anterior y equivalente a 4,8 veces la
producción de la campaña 1960/61, producto de una tasa anual de variación media de 3,3%
para el periodo comprendido entre estas campañas. Las estimaciones del USDA para la
siguiente década suponen una proyección de crecimiento anual menor al 2%, llevando la
producción para la campaña 2022/23 a 1.083,4 millones de toneladas, alcanzando los 1.000
millones por primera vez en la campaña 2018/19.
En este contexto, Argentina es el 6º productor mundial de maíz, lista que encabeza Estados
Unidos con el 37% de la producción mundial, con una clara tendencia bajista en términos
relativos ya que inició el periodo con una participación del 43%. En segundo lugar se encuentra
China, con una participación del 22% y con un proceso de crecimiento relativo que llevó su
participación del 18% al 22%, incremento que representa más que la producción argentina de
una campaña. Brasil sigue en la lista con una participación del 7%, con un peso relativo estable.
EEUU37%
China22%
Brasil7%
UE7%
Ucrania3%
Argentina3%
India2%
México2%
Canada2%
Sudáfrica1%
Rusia1%
Otros13%
Producción
Figura
N° 1
0
200.000
400.000
600.000
800.000
1.000.000
1.200.000
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00
/20
01
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23
Maíz: producción, superficie y rendimientosMundo. 1960/91-2022/23. En MTon, Has y T/Ha
Producción (1000 MTon)
Superficie (1000 Has)
Estimación
1,95 T/Ha
5,47 T/Ha
EEUU36%
Brasil17%Ucrania
16%
Argentina14%
India3%
Rusia3%
UE2%
Otros9%
Exportación
9
El conjunto de la Unión Europea (27 países) mantiene una participación relativamente estable
en torno al 7%. En el 5° puesto, lugar ocupado en varias campañas anteriores por Argentina, se
encuentra Ucrania con una participación del 3%. Luego, Argentina cuya participación en la
producción se ha ubicado en torno al 2,6% para el promedio de la última década y una
estimación de 2,85% para la campaña 2013/14. Le siguen India, México, Canadá, Sudáfrica y
Rusia con participaciones menores. Los 11 países mencionados concentran el 87% de la
producción mundial de maíz.
En cuanto a las exportaciones mundiales de maíz, Estados Unidos es el principal exportador
con 36% del total, sin embargo, presenta una clara tendencia a la baja en el peso relativo,
cayendo desde el 64% al principio de la década de 2000. La influencia sobre las exportaciones
se debe a la alta demanda de maíz de la industria del etanol que, en la campaña 2011/12,
consumió 127 millones de toneladas en Estados Unidos. Brasil es el segundo exportador
mundial con una participación del 17%, con una clara tendencia incremental, partiendo de un
8% al comienzo del periodo. Ucrania aparece en la escena mundial a mediados de la década de
2000 y en el último periodo representa el 16% de las exportaciones, superando a Argentina
que mantiene una participación en torno al 14%. Le siguen India, Rusia y la Unión Europea,
que junto a los anteriores concentran el 91% de las exportaciones mundiales.
En cuanto a las estimaciones para la próxima década, el informe sobre perspectivas agrícolas
elaborado de manera conjunta por la OCDE y la FAO (OCDE/FAO, 2013) proyecta que los
precios del maíz aumenten ligeramente en términos nominales y que el diferencial de precios
entre el trigo y el maíz converja aún más hasta llegar a un rango de 1,1-1,2. El principal factor
detrás de esto sería un equilibrio proyectado más cerrado entre la demanda y la oferta de maíz
en relación con el trigo. Esto está directamente relacionado con el aumento en las fuentes de
demanda del maíz, principalmente la producción de etanol en los países desarrollados y el uso
de forraje en los países en desarrollo.
Asimismo, el mencionado informe estima que el rendimiento de trigo, maíz y cereales
secundarios4 se incremente un 12% en promedio entre el año 2013 y 2022, lo cual está por
encima del aumento en el rendimiento previsto para otros cultivos, como la caña de azúcar y
el algodón, y por debajo de los estimados para las semillas oleaginosas. En cuanto a la
ampliación de la superficie cultivada durante el período considerado, se prevé que los cereales
secundarios y el maíz experimenten un crecimiento más rápido que el de trigo o arroz.
En consecuencia, prevé que la producción mundial de maíz y cereales secundarios alcance
1.407 Mt en 2022, 22% más que el periodo base 2010-2012, con aumentos significativos
proyectados para Argentina, Brasil, China, Federación de Rusia, Ucrania y Estados Unidos de
América. Al igual que en el caso del trigo, se prevé que los rendimientos aumenten a un ritmo
más lento que en el pasado, limitando así el alcance del crecimiento de la producción.
Por otro lado, los aumentos en el uso para forraje, en la estimación para la década 2012-2022,
se deben en su mayoría a un intenso crecimiento en China (54 Mt en comparación con 2010-
2012), Estados Unidos de América (28 Mt) y Brasil (20 Mt). En cuanto a los usos industriales, se
proyecta que la producción de etanol basada en maíz en Estados Unidos continúe
4 Comprenden la cebada, el maíz, la avena, el sorgo, el triticale, el centeno y otros granos mixtos.
10
expandiéndose después de alcanzar el objetivo de la Ley de Seguridad e Independencia
Energética de 20075, con un aumento considerable en las exportaciones de etanol. Se prevé
que el uso mundial de maíz y cereales secundarios para la producción de biocombustibles
alcance 173 Mt en 2022, lo cual representa 12% de la producción mundial de maíz y cereales
secundarios. Al interior de Estados Unidos, la porción de maíz utilizada para la producción de
etanol se elevaría a 48% de la producción nacional total.
En el mediano plazo surgen algunas señales de precaución como las políticas de
biocombustibles que tienen efectos importantes en los mercados (por ejemplo, las políticas de
biocombustibles de la Unión Europea, EEUU y Brasil). Últimamente, los países pioneros, como
la Unión Europea y Estados Unidos, están revisando las políticas de biocombustibles. Todavía
no está claro cómo se desarrollarán esas políticas en el mediano plazo y qué papel jugarán los
criterios de sostenibilidad para la producción de biocombustibles en el futuro. Estas decisiones
políticas tienen grandes efectos en los mercados de maíz en las economías desarrolladas, que
se abastecen de los países en desarrollo y que pueden convertirse en problemas para la
seguridad alimentaria.
Los patrones de consumo son inciertos y pueden alejarse de las tendencias a largo plazo. La
tendencia hacia una alimentación más saludable en los países desarrollados, en algunos casos
reforzada por nuevas políticas (como los impuestos sobre el contenido de grasa), puede
implicar cambios importantes en el consumo de grasas saturadas que, a su vez, afectan el
mercado de las semillas para forraje. Por el contrario, el rápido crecimiento del consumo per
cápita de carne en los países en desarrollo puede hacer que la demanda aumente rápidamente
a partir de niveles muy bajos.
5 (U. S. Goverment, 2007) http://goo.gl/Z3kcEB
11
3. Situación nacional
3.1 Panorama
El maíz históricamente ha sido uno de los principales cultivos de Argentina, con un estimado
de 4,3 millones de hectáreas sembradas para la campaña 2013/14. En términos de superficie,
durante los últimos 50 años se ha evidenciado una leve disminución, con un promedio de 3,9
millones de hectáreas para la década de 1960, contra 4,3 millones para la última década. Sin
embargo, la producción total ha crecido de 4,9 millones de toneladas en la campaña 1960/61 a
un estimado de 24 millones para la campaña en curso. Este incremento del 395% ha sido
producto del notable crecimiento de los rindes por hectárea que pasaron de un promedio
nacional de 1.767 kilogramos por hectárea a 7.000 en 50 años.
Durante la campaña 2012/13, el maíz representó el 13% de la superficie cultivada argentina
con los principales cultivos, lo que representa un desafío para la sustentabilidad del sistema
productivo agropecuario si se adiciona la importante caída en la participación del trigo y el
aumento de la soja. Como se planteó en el primer apartado, cultivos como el maíz, el trigo, el
sorgo y la cebada (gramíneas) aportan materia orgánica al suelo, mientras que otros como el
girasol y la soja (oleaginosas) generan un aporte negativo de la misma. Por ello, es importante
que se mantenga un equilibro entre estos cultivos, pero durante las últimas décadas el peso de
las oleaginosas ha pasado del 47% en 1992/93 al 67% en 2012/13. Esto también se puede
observar en el ratio de hectáreas de soja por hectáreas de maíz que, como se mencionó, para
2012/13 fue de 4,75 hectáreas de soja por cada una de maíz. Este ratio es de 1,75 para Brasil y
de 0,90 para Estados Unidos. Así, uno de los desafíos del sistema agropecuario para la próxima
década es incrementar el peso de cultivos como el maíz para contribuir a la sustentabilidad del
mismo.
Por otro lado, la importancia de la producción de maíz se evidencia también en la participación
de las exportaciones del complejo maicero6 sobre las exportaciones totales, las que tras varios
años de crecimiento representaron el 6,1% de las exportaciones en 2012. A pesar de la
relevancia en la canasta exportadora nacional, queda un largo camino por recorrer en cuanto a
agregado de valor de la oferta exportable, ya que la mayor parte de las exportaciones son
granos sin agregado de valor (98% en el año 2012), mientras que los productos de molinería y
aceites derivados del maíz tienen participaciones menores.
Estas exportaciones se dirigen principalmente a cuatro regiones del mundo: América del Sur
(Colombia y Perú); Sudeste Asiático (Corea, Malasia, Japón y Taiwán), Norte de África (Argelia,
Egipto y Marruecos) y Medio Oriente (Arabia Saudita). A estos diez países se dirige el 73% de
las exportaciones de maíz.
6 De acuerdo a la metodología de complejos exportadores del INDEC - http://goo.gl/myvsm
12
0
1.000
2.000
3.000
4.000
5.000
6.000
7.000
8.000
9.000
0
5.000
10.000
15.000
20.000
25.000
30.000
Maíz: Producción, Rendimiento y SuperficieArgentina. 1960/61-2013/14. En miles de Tn (Izq), miles de Has (Izq), Kg./Ha (Der)
Producción (Tn) - Trend (Izq)
Superficie (Has) -Trend (Izq)
Rendimiento (Kg/Ha) (Der)
Granos, 97,8%
Molinería, 1,8%Aceites, 0,4%
Exportación de maíz y subproductosAño 2012. En porcentaje del complejo maicero en U$D
Fuente: FADA en base a INDEC, SIIA, DiMeAgro, MinAgri, BCR y OJF
Colombia14%
Argelia14%
Corea Republicana
8%Perú7%
Malasia7%
Egipto5%
Arabia Saudita5%
Marruecos5%
Japón4%
Taiwán4%
Otros27%
10 Principales destinos exportación maízCampaña 2012/13. En porcentaje del total en toneladas
4,1%5,1%
3,0%4,7%
5,6% 6,1%
2007 2008 2009 2010 2011 2012
Exportaciones complejo maiceroArgentina. 2007-2012. En porcentaje de exportaciones totales
Figura
N° 2
Girasol14%
Soja33%
Maiz18%
Sorgo5%
Trigo28%
Cebada2% 1992 /93
Girasol10%
Soja50%
Maiz12%
Sorgo2%
Trigo25%
Cebada1%
2002 /03
Girasol5%
Soja62%
Maiz13%
Sorgo4%
Trigo11%
Cebada5%
2012 /13
Evolución del área sembrada - principales cultivosArgentina. 1992/93 - 2012/13. En % del total del área
13
3.2 Participación del Estado en la renta del cultivo de maíz
La presión tributaria, la rentabilidad y la inversión por hectárea de cada cultivo tienen un peso
relevante al momento en que el productor decide cual cultivo sembrará. En el caso del maíz y
la soja, todos estos indicadores desincentivan la siembra del primero a favor del segundo.
En promedio, durante 2013 el Estado participó del 80,7% de la renta7 total del cultivo de maíz8,
mientras que este indicador fue de 74,7% para el cultivo de soja en el promedio del país.
Asimismo, el resultado después de impuestos en dólares por hectárea de maíz fue en
promedio durante 2013 de U$D 22,80, contra U$D 72,10 en el caso de la soja. Mientras que
con respecto a la inversión por hectárea, el cultivo de maíz requiere una inversión por hectárea
aproximadamente 65% superior a la del cultivo de soja.
En general, se observa una caída crónica del resultado del cultivo de maíz en los últimos 5
años, que junto al peso del Estado en la renta del maíz y la soja, el resultado por hectárea y la
inversión necesaria para cada cultivo, dan como resultado indicadores como 5,13 hectáreas de
soja por cada una de maíz y el consecuente deterioro que esto significa para la sustentabilidad
del sistema productivo.
7 Renta = VBP – Costos de producción, comercialización y administración. Se reparte entre el Estado, la
actividad agrícola y la renta de la tierra. 8Para más información ver publicaciones de distribución de la renta agrícola en www.fundacionfada.org.
30,0%
40,0%
50,0%
60,0%
70,0%
80,0%
90,0%
100,0%
110,0%
120,0%
mar
-07
jun
-07
sep-
07
dic-
07
mar
-08
jun
-08
sep-
08
dic
-08
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-09
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-09
sep-
09
dic
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-10
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-10
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10
dic-
10
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-11
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11
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11
mar
-12
jun
-12
sep-
12
dic-
12
mar
-13
jun
-13
sep-
13
dic
-13
mar
-14
Maíz: Participación del Estado en la renta agrícolaArgentina. Marzo 2007 - Diciembre 2013. En % de la renta agrícola por Ha
-150
-100
-50
0
50
100
150
200
250
300
ma
r-0
7
jun
-07
sep
-07
dic
-07
ma
r-0
8
jun
-08
sep
-08
dic
-08
ma
r-0
9
jun
-09
sep
-09
dic
-09
ma
r-1
0
jun
-10
sep
-10
dic
-10
ma
r-1
1
jun
-11
sep
-11
dic
-11
ma
r-1
2
jun
-12
sep
-12
dic
-12
ma
r-1
3
jun
-13
sep
-13
dic
-13
ma
r-1
4
Maíz: Resultado por hectáreaArgentina. Marzo 2007 - Diciembre 2013. En U$D / ha
Fuente: FADA
Figura
N° 3
14
3.3 Trabas a la comercialización y costos de intervención
Una parte del problema de rentabilidad y del peso relativo del Estado en la renta del cultivo de
maíz es la existencia de trabas a la comercialización que generan problemas de previsibilidad e
interferencias en el mercado con consecuencias negativas en el precio interno del maíz.
La principal traba que existe son los Registros de Operaciones de Exportación (ROE) que se
aplican desde 2008 para el maíz y el trigo (ROE verde)9. Mediante este sistema se otorgan
permisos o cupos para exportar, de acuerdo a la estimación del Remanente Exportable
(diferencia entre el Stock Físico y la Estimación de Abastecimiento Interno, ex Encaje
Exportado), el cual en la práctica representa una cuota, administrada y distribuida en forma
intermitente, sin ningún patrón de regularidad, mediante el otorgamiento discrecional de los
ROE a distintas empresas, cámaras y cooperativas.
En la figura N° 4 se muestra el precio del disponible de maíz como porcentaje del precio FOB. Si
la barra alcanza el 100% significa que el precio del disponible es igual al precio FOB. Así, la
franja coloreada con rojo muestra las desviaciones normales del precio del maíz disponible con
respecto al FOB, cuya variación es explicada por los gastos relacionados a la exportación y la
variación de precios propia del ciclo productivo, correspondiendo los valores mínimos de cada
ciclo con el periodo de cosecha. Esta franja es, en promedio para el periodo analizado, cercana
al 15%. En azul se presenta la disminución de precios generada por los DEX, que desde 2002
tienen una alícuota del 20%, a excepción del período de tiempo que va desde Noviembre de
2007 a Diciembre de 2008 en el que fue establecida en el 25%. Por último, en verde se
presenta la distorsión generada en los precios desde la aplicación de los ROE, mecanismo que
desde el año 2009 tiene como consecuencia una reducción promedio constante en los precios
del 10%.
9 Carne (ROE rojo) y leche (ROE blanco),
0,0%
10,0%
20,0%
30,0%
40,0%
50,0%
60,0%
70,0%
80,0%
90,0%
100,0%
110,0%
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
En
e
Jul
Ene
Jul
Ene
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 20122013
Precio Disponible de Maíz como % del FOBArgentina. 1996-2003
DEX
ROEVar %normal
Fuente: FADA en base a MinAgri y MatBA
Figura
N° 4
15
3.4 Destinos del maíz
El destino principal de la producción de maíz es el mercado externo, alcanzando el 59% en el
promedio de los últimos 6 años, con un 70% en 2012 y un 69% en 2013. En este sentido, se
destaca que la aplicación de los permisos de exportación (ROE) no modificó las cantidades
exportadas con respecto a los años previos a su puesta en funcionamiento, sólo tiene como
consecuencia mayor imprevisibilidad y necesidades burocráticas.
El conjunto de las cadenas ganaderas han absorbido en los últimos 6 años, en promedio, el
35% de la producción de maíz, siendo la producción lechera y la de carne bovina las principales
demandantes. El volumen de maíz que demandan estas dos cadenas, incluyen aquel utilizado
como alimento de ganado directamente en el campo, es decir, aquel que se siembra, se
cosecha o pica, y se consume en el campo, ya sea en grano o como silaje, respectivamente. Por
este motivo, la producción total de maíz exhibida en esta sección difiere de las estimaciones
oficiales mencionadas ya que estas últimas no contemplan el volumen de autoconsumo que,
además, viene creciendo año tras año (FADA, 2013).
La molienda, por su parte, demandó, en el promedio del periodo, el 5,6% de la producción
nacional, siendo notable la predominancia de la molienda húmeda por sobre la seca. Con
respecto a la industria del etanol en base a maíz, en el año 2012 se comenzaron a producir los
primeros litros, mientras que en el año 2013 la demanda de maíz requerida para esta nueva
industria se estimó superior a la correspondiente a la industria de la molienda seca, con un
1,5% de la producción total de maíz.
3.5 Contribución de la cadena de valor al empleo, PIB y recaudación
Como se adelantó más arriba, la cadena del maíz es una de las cadenas de valor agropecuarias
con mejor índice empleo/superficie, con 11 puestos de trabajo creados cada 100 hectáreas
Cuadro
N° 1
16
cultivadas10. De esta manera, si se toman el empleo directo e indirecto generado en la cadena
propia del maíz (semilla, cultivo, molienda, transporte, etc.) y el de la cadena derivada11 (cría
de ganado, producción de leche, matanza, lácteos, etc.), la cadena completa del maíz genera el
2,8% del empleo nacional, equivalente a 450.000 personas.
Debido al relativo estancamiento de la cadena del maíz, producto de la estabilidad de la
superficie cultivada y de los problemas en las cadenas de carne vacuna y lechera, el empleo ha
crecido entre 2009 y 2012 un 1%, menor al crecimiento de la población y del empleo total, lo
que generó una caída en la participación sobre el empleo nacional de 0,2%.
La cadena propia del maíz representa el 0,6% del PIB argentino, mientras que su cadena
completa representa un 1,6%. Además, suma el 2,4% de la recaudación nacional con un peso
del 6,1% en las exportaciones totales.
10
Promedio 2009-2012 considerando el empleo directo e indirecto 1 y 2 según definición de (Llach, Harriague, & O´Connor, 2004). 11
Ponderada por la participación del maíz en la alimentación del ganado que origina la cadena.
Cadena 2009 2010 2011 2012
Total Cadena propia del maíz 112.516 112.612 114.238 113.840
Empleo directo 58.674 58.724 59.572 59.364
Empleo indirecto 53.842 53.888 54.666 54.476
Total Cadenas derivadas del maíz 332.961 333.245 338.055 336.877
Empleo directo 231.324 231.521 234.863 234.045
Empleo indirecto 101.637 101.724 103.192 102.833
Total Cadenas del maíz 445.478 445.857 452.293 450.717
Empleo directo 289.998 290.245 294.435 293.409
Empleo indirecto 155.480 155.612 157.858 157.308
Total empleo nacional 14.977.798 15.343.618 15.844.425 16.007.480
Cadena propia del maíz / total empleo nac , % 0,8% 0,7% 0,7% 0,7%
Cadenas derivadas del maíz / total emp. nac, % 2,2% 2,2% 2,1% 2,1%
Cadena total del maíz / total empleo nac , % 3,0% 2,9% 2,9% 2,8%
Fuente: FADA en base a Llach, Harriague, O'Connor (2004)
* Se mide empleo directo e indirecto 1 y 2 según la definición del trabajo de Llach et al (2004).
Nota: se trata de puestos de trabajo equivalentes, o sea, puestos de jornada completa.
Cadena del maíz: Estimación del empleo directo e indirecto* (2009-2012)Cuadro
N° 2
17
Aunque se evidencia una importante participación del maíz y su cadena en la generación de
empleo, el PIB, la recaudación y las exportaciones, tanto el cultivo como el país tienen
potencial para incrementar significativamente estos aportes.
2009 2010 2011 2012
Contribución al PIB *
Maíz, en % PIB 0,4% 0,6% 0,6% 0,6%
Cadena total del maíz, en % del PIB 1,4% 1,6% 1,6% 1,6%
Contribución en la exportaciones
Maíz y cadena, en % de las exportaciones 3,0% 4,7% 5,6% 6,1%
Contribución impositiva (AFIP)
Maíz y cadena, en % de la recaudación 2,7% 3,0% 2,6% 2,4%
Contribución al empleo
Cadena propia del maíz / total empleo nac , % 0,8% 0,7% 0,7% 0,7%
Cadena derivada del maíz / total empleo nac % 2,2% 2,2% 2,1% 2,1%
Cadena total del maíz / total empleo nac , % 3,0% 2,9% 2,9% 2,8%
Fuente: FADA en base a MECON, INDEC, MinAGri, MAIZAR , OJF, Elypsis, IPC Congreso, Bolsa de Cereales y BCR, AFIP,
Presupuesto 2010-2012, MIP 1997, Llach, Harriague, O'Connor (2004), EPH, Dir. Nac. de Prog. Macroeconómica, S.P.E. s/ SIPA.
* a precios constantes de 1993.
Cadena del maíz: Contribución al PIB, a la recaudación tributaria y al empleo (2009-2012)Cuadro
N° 3
18
4. Medidas para el maíz y sus cadenas
El presente documento muestra el poder desarrollador del maíz y su cadena, y la importancia
de la misma para el empleo, el PIB, la recaudación y las exportaciones del país. Sin embargo,
para poder alcanzar el potencial que plantea, por ejemplo, el PEA2 (2 millones de hectáreas
sembradas, más de 20 millones de toneladas de maíz, aumentos de más de 1 millón de
toneladas de producción de carne bovina, más de 2 millones de carne de aves y 7 millones de
litros de leche), son necesarias una serie de medidas concretas.
En forma breve se exponen a continuación las principales propuestas de FADA para alcanzar
ese potencial y aumentar efectivamente la superficie cultivada, agregar valor, incrementar las
exportaciones y, principalmente, crear empleo genuino en todo el país.
4.1 Eliminación inmediata de los DEX
Como se expuso previamente, la implementación de los DEX al maíz ha demostrado ser
contraproducente en términos macroeconómicos y de sustentabilidad agrícola, y carece de
argumentos para su continuidad. En la actualidad, los principales impactos de eliminar los
derechos de exportación sobre el maíz son:
Incrementos de costos de producción, entre el 3,28% y el 8,83%, para la carne vacuna,
la producción de leche y de huevos, y la carne de pollo y cerdo; con el menor aumento
en carne vacuna y el mayor en huevos. En un contexto en que la inflación oscila entre
el 40-45% anual, dichos aumentos de precios producirían bajos impactos en términos
relativos;
Mayor recaudación por otros impuestos, con un efecto negativo automático de $1.500
millones (0,15% del Presupuesto 2014), que se recupera con creces con una
recaudación de $2.000 millones adicionales, suponiendo un incremento del 30% de la
superficie cultivada. Así, el efecto positivo neto estimado en la recaudación es de $500
millones, además de la generación de nuevas exportaciones por U$D 1.600 millones y
la creación de 132.000 nuevos puestos de trabajo.
Por lo anterior, se propone:
Fijar en forma definitiva e inmediata en el 0% la alícuota del Derecho de Exportación
aplicable a las distintas variedades de maíz y a sus productos derivados, para las
posiciones arancelarias de la Nomenclatura Común del MERCOSUR correspondientes
al maíz y todos sus derivados directos e indirectos.
4.2 Eliminación inmediata de los ROE
Como también se demostró, los ROE en el mercado de maíz constituyen instrumentos
distorsivos que generan resultados contrarios a los declarados en su diseño e implementación,
restringiendo la oferta y la exportación.
19
Por estas razones, se propone12:
1. Derogar todas las normas dictadas por el Poder Ejecutivo Nacional, los reglamentos y
actos administrativos, que actualmente distorsionan los precios en el comercio de las
distintas variedades de maíz y sus productos derivados, y aquellos que impongan algún
tipo de restricción o límite de precios en el intercambio de estos bienes;
2. Limitar el accionar del Poder Ejecutivo Nacional en cuanto a la imposición de
restricciones cualitativas o cuantitativas, cupos o límites de precios, o cualquier forma
de distorsión del comercio de las distintas variedades de maíz y de sus productos
derivados, a menos que expresamente lo disponga una ley del Congreso de la Nación a
causa de catástrofe natural o climática.
4.3 Reintegros automáticos de retenciones de IVA
De acuerdo a la Resolución General (AFIP) 230013, la AFIP realiza retenciones como pago a
cuenta del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en el momento en que se efectivizan las
operaciones de compraventa de granos. Estas retenciones son del 10,5% (total del IVA) para
quienes no se encuentren inscriptos en el “Registro Fiscal de Operadores en la Compraventa
de Granos y Legumbres Secas” y del 8% para quienes sí lo están. En la misma resolución, se
plantea un plazo máximo de 60 días para su reintegro.
El plazo de 60 días está siendo incumplido sistemáticamente por la AFIP, organismo que
demora hasta 18 meses para realizar los reintegros. Esto significa, por ejemplo, para un
productor que se encuentra inscripto en el Registro y que cultiva 1.000 hectáreas de maíz, una
retención de $1.000.000 por parte de la AFIP, en base a promedios nacionales. El problema es
que, al mismo tiempo, por esta actividad se genera un saldo técnico a favor del productor
cercano a los $200.000, que no puede utilizar para pagar IVA porque de hecho tiene un saldo a
favor. Paralelamente, estos saldos de libre disponibilidad presentan restricciones para
utilizarlos como forma de pago de otros impuestos y cargas sociales, limitando así las
posibilidades de recuperarlos por otro medio que no sean los reintegros.
En consecuencia, se propone:
1. En primer lugar, dado el claro incumplimiento de la automaticidad del reintegro por
parte de la AFIP, se plantea como alternativa que el contribuyente pueda generar un
certificado online con los saldos de libre disponibilidad a favor que disponga, lo pueda
imprimir y cobrar en ventanilla del Banco Nación o depositar en su cuenta corriente. El
certificado debe tener como fecha de pago máximo 60 días desde su emisión. Así, se
garantiza la correcta devolución de los saldos y se evita el costo financiero e impuesto
que recae sobre el productor agropecuario.
2. En segundo lugar, con el objetivo facilitar el pago de impuestos y la formalización de la
economía, permitir el uso de los saldos de libre disponibilidad para cualquier tipo de
tributo, contribución o carga recaudada por el Estado Nacional.
12
Si bien estas consecuencias negativas y las propuestas para revertirlas se realizan específicamente para el mercado de maíz, son extrapolables a otros mercados de productos agropecuarios como el trigo, la leche o la carne vacuna. 13
Texto completo de la Resolución: http://goo.gl/SGFYJo
20
4.4 Promoción al agregado de valor vía amortizaciones aceleradas
Una parte de la brecha entre la producción actual y la potencial puede ser solucionada
propiciando la inversión y el agregado de valor en el sector agropecuario y agroindustrial. En
este sentido, una forma de incentivar inversiones sería aplicar un régimen de amortización
acelerada para inversiones agropecuarias y agroindustriales.
De esta forma, con base en la Ley N° 26.36014, se propone el siguiente Régimen de
amortización acelerada para la cadena de valor de maíz (semillas, cultivo, exportación,
comercialización, molienda, biocombustibles y bioenergías) y sus cadenas derivadas (ganadería
y lechería).
Las inversiones en bienes de capital nuevos —excepto automóviles —, que revistan la calidad
de bienes muebles amortizables en el Impuesto a las Ganancias, destinados a la actividad
industrial, así como también las obras de infraestructura —excluidas las obras civiles— que
estén destinadas a actividades de cultivo de maíz, relacionadas al procesamiento industrial de
sus derivados y relacionadas a las cadenas ganadera y lechera; podrán optar por practicar las
amortizaciones de acuerdo a lo que se plantea a continuación:
a) Para inversiones realizadas durante los primeros VEINTICUATRO (24) meses
calendario inmediatos posteriores a la promulgación de esta Ley:
I. En bienes muebles amortizables adquiridos, elaborados, fabricados o
importados en dicho período, y en obras de infraestructura iniciadas en dicho período:
en dos (2) cuotas anuales, iguales y consecutivas.
b) Para inversiones realizadas durante los segundos VEINTICUATRO (24) meses
calendario inmediatos posteriores a la promulgación de esta Ley:
I. En bienes muebles amortizables adquiridos, elaborados, fabricados o
importados en dicho período, y en obras de infraestructura iniciadas en dicho período:
en tres (3) cuotas anuales, iguales y consecutivas.
4.5 Aumento del corte con bioetanol y estabilidad jurídica para la industria El desarrollo del bioetanol es estratégico para Argentina:
El país es exportador neto, con bajo o nulo valor agregado, de las materias primas
necesarias para producirlo.
Argentina es importadora neta de nafta15.
Es una fuente renovable de energía con menores niveles de emisiones de gases
contaminantes.
Los combustibles importados requieren de pagos en divisas y no generan puestos de
trabajo. El bioetanol producido localmente genera empleo, valor agregado y actividad
económica en distintas regiones del interior del país.
El diferencial de precios de ambos combustibles sin impuestos resulta favorable para el
bioetanol.
14
Texto completo de la Ley: http://goo.gl/71XBJN 15
Importaciones de naftas (2013) = U$D 314 millones.
21
Además de las medidas generales propuestas, como la estabilidad de las reglas de juego y las
amortizaciones aceleradas, la industria del bioetanol, como muchas de las industrias nacientes,
requiere de dos inputs para su crecimiento: demanda y rentabilidad. Luego, se propone:
1. Aumentar el corte obligatorio con bioetanol en naftas hasta el 20%;
2. Mantener de forma duradera y transparente un precio competitivo para el bioetanol,
relacionado al precio no sólo de la caña de azúcar, sino también del maíz, y vinculado a
los principales combustibles que sustituye, concretamente los importados.
4.6 Marco regulatorio para la generación de energía a partir de biomasa
agropecuaria
Argentina posee una matriz energética poco diversificada y altamente dependiente de
recursos no renovables, tales como el gas natural y el petróleo, siendo el 90% del suministro
energético proveniente de estos combustibles fósiles. Esto ubica al país en una situación de
vulnerabilidad por el posible agotamiento, el impacto ambiental y la dependencia de las
importaciones.
Nuestro país posee potencial para la generación de diversos tipos de energía renovable. En
este sentido, cabe destacar que la importación de gas para la generación de energía resulta el
31% más costoso que la elaboración local de biogás con biomasa agropecuaria. Este último
combustible, además, tiene un alto potencial de desarrollo regional, a través de la
dinamización de la actividad económica, la industrialización, la creación de capital físico
productivo, la investigación y el desarrollo tecnológico, y fundamentalmente la generación de
puestos de trabajo en las zonas rurales y pueblos del interior.
En base a datos del año 2012, el reemplazo del gas natural importado por biogás elaborado
internamente representaría un ahorro de 1.112 millones de dólares.
Por esto, se propone el impulso de una Ley que fomente las energías renovables mediante el
establecimiento de tarifas escalonadas, garantizadas a 20 años, actualizadas anualmente en
función de la eficiencia energética, los insumos utilizados y principalmente el potencial de
desarrollo regional (creación de puestos de trabajo, valor agregado) de los proyectos, junto a
un sistema de financiamiento acorde a las características de las inversiones.
4.7 Otras medidas para las cadenas derivadas: carne y leche
Si bien buena parte de las medidas propuestas en esta sección son aplicables a todas las
cadenas derivadas del maíz, se plantean propuestas específicas para los casos de la ganadería
bovina y la lechería por su importancia relativa en el esquema de usos del maíz y por la
situación crítica que viven en la actualidad.
4.7.1 Ganadería bovina16
La ganadería bovina en la Argentina no está pasando por su mejor momento, por el contrario,
se ha registrado una fuerte caída del stock nacional en un contexto de disminución de las
exportaciones. En cuanto al estado del negocio, cada vez se agranda más la brecha entre el
16
En base a Mariano Bosch.
22
precio al productor y al consumidor. La disminución del peso medio de faena ha generado una
caída de la producción en los últimos 6 años.
Las causas son conocidas:
Falta de políticas de largo plazo que permitan planificar e invertir;
Existencia de derechos de exportación que disminuyen la rentabilidad y reorientan la
oferta al mercado interno;
Incentivos a la producción de animales livianos para el mercado interno;
Aplicación discrecional de trabas y prohibiciones a la comercialización externa como
los ROE;
Asignaciones discrecionales de cuotas de exportación;
Falta de fuentes públicas de información.
En este marco, se propone:
• Eliminación de los ROE rojos;
• Eliminación inmediata de los Derechos de Exportación;
• Asignación transparente de los cupos de cuota Hilton y su cumplimiento;
• Negociar cupos de exportación con Unión Europea, Estados Unidos, Corea, Rusia y
continuar las negociaciones con China;
• Régimen de amortización acelerada de inversiones;
• Recrear una comisión asesora en SENASA con representación de toda la cadena
productiva.
4.7.2 Lechería17
En los principales informes internacionales se menciona a Argentina como competidor
emergente, con costos de producción competitivos y estructuras productivas e industriales
maduras, con una expansión que va más allá de sus mercados tradicionales. Se considera a
nuestro país como uno de los pocos en el mundo con condiciones genuinas para crecer y
aprovechar el contexto de creciente demanda de lácteos.
Sin embargo, la intervención en el mercado lechero en los últimos años ha abierto fuertes
interrogantes acerca de las posibilidades reales de Argentina para capitalizar dichas
condiciones. Las limitaciones al crecimiento sostenido de la lechería argentina reconocen, por
un lado, factores de índole macroeconómico y, por el otro, problemas propios de la cadena,
estando ambos planos fuertemente relacionados.
Se propone:
Retornar a un sistema de exportaciones automáticas, eliminación inmediata de los
ROE blancos;
Desarticular las distorsiones que generan las autorizaciones de precios mayoristas de
productos lácteos;
Elevar los reintegros a las exportaciones a los niveles máximos permitidos por los
acuerdos internacionales;
Devolución automática del IVA de exportación;
17
En base a Juan José Linari – FunPEL.
23
Prefinanciación de exportaciones; financiación de stocks; créditos a la producción y a
la industria para ampliación de la capacidad instalada;
Garantizar un comercio fluido de lácteos en el MERCOSUR.
4.8 Política comercial agresiva, recuperación y apertura de mercados Las políticas aplicadas a la cadena de valor del maíz han generado pérdida de mercados
internacionales y menores precios por imprevisibilidad e inestabilidad de la demanda. Por esta
razón, junto con el impulso a la producción y la industrialización, se propone:
1. Iniciar de manera coordinada con Cancillería, las Embajadas, Fundación Exportar,
MAIZAR, las empresas exportadoras y las cámaras que nuclean a las distintas etapas de
la cadena de valor del maíz y sus cadenas derivadas, un plan integral de
comercialización exterior del maíz argentino y sus derivados.
2. Impulsar procesos de certificación de calidad de los productos derivados del maíz e
instrumentos de denominación de origen.
24
Conclusiones
El maíz (y su cadena) es uno de los principales cultivos de Argentina, y el mayor generador de
empleo por hectárea, con 11 puestos de trabajo cada 100 hectáreas y 450.000 empleos totales
en el país. Al mismo tiempo genera el 1,6% del PIB, el 2,4% de la recaudación fiscal, el 6,1% de
las exportaciones, y representa una parte esencial de la sustentabilidad del sistema productivo
agrícola.
Más allá de estos indicadores, el cultivo cuenta con un gran potencial para incrementar sus
aportes y, de esta manera, impulsar el desarrollo de Argentina.
El presente trabajo demuestra que un stock relativamente alto de recursos naturales no
garantiza crecimiento y desarrollo. Para éstos, se requiere un conjunto de reglas de juego, es
decir, políticas de Estado que transformen dichos recursos en inversiones, empleo, valor
agregado y exportaciones.
Las políticas de Estado brindan un marco económico y legal de estabilidad y previsibilidad. En
consecuencia, su existencia aparece como una condición necesaria para que se ejecuten
inversiones, se creen empleos y la dotación de recursos de un país se transforme en
crecimiento y desarrollo para dicha nación.
25
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http://goo.gl/Z3kcEB
26
Acerca de FADA
La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) nace en el seno del sector
agropecuario con el objetivo de elaborar y contribuir a implementar propuestas de política
pública que propicien el desarrollo del potencial del sector agropecuario y agroindustrial, y que
permitan mejorar la calidad de vida de los argentinos.
Equipo de investigación
Carolina Bondolich. Directora de Investigaciones. Licenciada en Economía en la Universidad
Nacional de Río Cuarto. Master en Agronegocios y Alimentos de la Universidad Católica de
Córdoba y Posgrado en Gestión Administrativa de Empresas Agropecuarias. Asesora de
empresas agropecuarias en materia de proyectos de inversión.
David Miazzo. Economista de FADA. Licenciado en Economía de la Universidad Nacional de Río
Cuarto. Analista de políticas agropecuarias y política fiscal.
Si desea citar este documento: Bondolich, C.; Miazzo, D. “La cadena de valor del maíz. Un
modelo para el desarrollo”. FADA. Abril de 2014. Río Cuarto.
Las publicaciones de FADA son de distribución gratuita y se encuentran disponibles en el
código QR que se encuentra abajo y en www.fundacionfada.org.
Contacto: Email: [email protected] – Teléfono: (0358) 421.0341
Dirección: San Martín 2593 (5800) – Río Cuarto, Córdoba, Argentina.
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