New York, ida y vuelta-Henry Miller

download New York, ida y vuelta-Henry Miller

of 82

Transcript of New York, ida y vuelta-Henry Miller

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    1/82

    IMPRIMIR

    NUEVA YORK, IDA Y VUELTA

    HENRY MILLER

    http://print/http://print/
  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    2/82

    2

    Editado por

    elaleph.com

    2000 Copyright www.elaleph.comTodos los Derechos Reservados

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    3/82

    www.elaleph.comNew York ida y vuelta donde los libros son gratis

    3

    Querido Fred

    Tomar probablemente el "Champlain", el mismo barco con quellegu, porque es francs y porque zarpa un da antes de lo necesario.Llevar las medias para Maggy... y cualquier otra cosa que se me ocu-

    rra. Todava no me he decidido en cuanto a ir a la Villa Seurat, pero elHotel des Tarrasses me conviene hasta en sus ms mnimos detalles,porque est en el 13 "arrondissement" y no hay glogas. Fjate bien

    que est mi bicicleta. Cmo voy a usarla! Y por dnde anda mi fon-

    grafo? Llevar algunos famosos xitos de jazz, las canciones can-turreadas y desfallecientes interpretadas por los tipos que no tienentestculos. (La cancin popular de moda es: "I Believe in Miracles" (

    Creo en milagros). Milagros! Qu norteamericano! Bueno, mierda...te lo explicar detalladamente cuando nos veamos y tenga a mano una

    buena botella de vino, un vino suave y caro. Aqu no hay nada ms queproductos de vendimias californianas o tintos gringos, que son asque-rosos. No hay ms remedio que "alkalizarse" todos los das... Tambin

    esto te lo explicar ms adelante).En resumen, Joey, qu vamos a hacer para vivir, eh? Ya pueden

    darme vuelta, que no saldr la solucin. Pero de todos modos piensoque viviremos. Como quiera que sea, voy... El judo que edit mi "Gli-

    ttering Pie" en aquel revolucionario Programa de Baile se veng de mtitulndolo: "Vine, vi, escap". Los expatriados son mala palabra paralos norteamericanos, en especial para los comunistas. Me he hecho

    odiar de todo corazn en todas partes, salvo entre los estpidos gentilesque viven en los alrededores y le meten con gran entusiasmo a la bebi-

    da los fines de semana. Con estos individuos canto, bailo, silbo, medivierto la noche entera. No tengo nada en comn con ellos, aparte del

    deseo de divertirme. Saber divertirse es cosa desconocida aqu. Por logeneral todo se reduce a hacer mucho ruido. En Manhasset, una noche

    Emil y yo, bailamos el cake-walk tal enrgicamente que Emil se dislo-c un testculo. Fue una noche maravillosa en que la borrachera nos dio

    serenidad. Al finalizar la velada me sent al piano y, aporreando todas

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    4/82

    www.elaleph.comHenry Miller donde los libros son gratis

    4

    las teclas equivocadas, ejecut como slo podra hacerlo Paderewski siestuviese borracho. Destroc algunas teclas y me romp todas las uas

    de los dedos. Me llev a la cama un sombrero mejicano de casi unmetro de ancho. Por la maana me encontr en el dormitorio del chicoy a mi lado tena una mquina de escribir de goma dura en la cual nopude escribir, borracho como estaba. Hall tambin un rosario y un

    crucifijo, dados como premio por la Sociedad de la Medalla Milagrosa,de Germantown, Pensilvania. Comportaban "indulgencias para unamuerte feliz y el camino de la cruz".

    He tenido muchsimas experiencias curiosas, pero pocas alegres.

    Cuando llegue de vuelta a Pars recordar las noches pasadas sentadoen canaps de estudios donde todos halaban pomposa y despiadada-mente acerca de las condiciones econmico-sociales... con intervalos

    crueles de Proust y Cocteau. (Hablar de Proust o Joyce hoy en EstadosUnidos es estar completamente al da! Algunos preguntan meliflua-

    mente: Qu es toda esa charla insulsa sobre surrealismo? Qu viene aser?" A lo cual yo generalmente contesto que surrealismo es cuandouno mea en la cerveza de su amigo y ste la bebe equi-vocado).

    Conoc a William Carlos Williams la otra noche y pas el ratoms extraordinario con l en la casa de Hiler. Lleg Holty con doscuados, uno de los cuales toc el piano. Todos se mamaron, inclusiveLisette. Justo un momento antes de que todos perdieran el conoci-

    miento, alguno grit "todo arte es localista!", lo cual precipit unalboroto. Desde ah en adelante nada es claro. Hiler estuvo sentado encalzoncillos, con las piernas cruzadas y tocando "Believe it, Beloved"

    (Crelo, amado), otro xito de la temporada. El portero vino y rm unescndalo; haba sido aviador de las tropas de Mussolini. Llegaron

    despus las Hermanas Dockstadter, que escriben para revistuchas in-fames. Ms tarde apareci Monsieur Bruine, que ha vivido 39 aos en

    Estados Unidos y parece exactamente un francs. Est enamorado deuna rubia deslumbrante de los Vanities. Desgraciadamente, ella se

    emborrach a tal extremo que le vomit encima mientras la tena sen-tada en sus rodillas. Ahora est curado de ella.

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    5/82

    www.elaleph.comNew York ida y vuelta donde los libros son gratis

    5

    Menciono estos pequeos detalles porque sin ellos la escena nor-teamericana es incompleta. Por todas partes hay borrachera y vmitos,

    o roturas de ventanas y fracturas de cabezas. Recientemente, en dosocasiones me he salvado por poco de que me partiesen el crneo. Lagente anda por las calles de noche achispada y buscando bronca. Se teaparecen inesperadamente y te invitan a pelear... slo por el divertido

    hecho de pelear. Debe ser el clima... y la mquina. Las mquinas losestn enloqueciendo. Ya nada se hace a mano. Hasta las puertas seabren mgicamente: al acercarte, pisas un pedal y la puerta se abre para

    que pases. Es alucinante. Estn adems los especficos. Laxantes para

    el estreimiento (todo el mundo est estreido) y Alka-Seltzer paradisipar los vapores de las borracheras. Todos se despiertan con dolorde cabeza. Para el desayuno se toma un Bromo-Seltzer, con jugo de

    naranja y panecillos de maz tostado, por supuesto. Para empezar bienel da tienes que alkalizarte. Esto se lee en todos los trenes del subte.

    Conversaciones a toda presin, accin rpida, dinero al contado, vivirhipotecados hasta los ojos, la prosperidad al doblar la esquina (estsiempre al doblar la esquina!), no te preocupes, sigue sonriendo, crelo

    querido, etc., etc. Las canciones son maravillosas, sobre todo las letras.Delatan la incurable melancola y optimismo de la raza norteamerica-na. Deseara ser extranjero y recibir todos estos mensajes sin estarpreparado en absoluto. Hay una cancin excelente que dice: "The Ob-

    ject of my Affection is to change my Complexion..." (El propsito demi cario es cambiarme la complexin ...). Tampin la llevar.

    En variet escuch el domingo por la tarde a la gitana Rose Lee

    cantando "Give Me a Lay!" (Mtete conmigo en la cama). Tena un lehawaiano en las manos, y hablaba de lo que significaba una buena

    "lay" (encamada), y como hasta mam se alegrara de que le hicieraneso de cuando en cuando. Deca que no tendra inconveniente en que le

    hiciesen ese en el piano, o en el suelo. Una encamada al estilo antiguo,si viene el caso. Lo curioso del asunto es que la sala estaba casi vaca.

    Despus de la primera media hora uno se levanta como quien no quierela cosa y se pasa a los asientos buenos de las primeras filas. Las muje-

    res que trabajan en cueros hablan con sus clientes mientras hacen el

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    6/82

    www.elaleph.comHenry Miller donde los libros son gratis

    6

    nmero. El golpe de gracia llega cuando, luego de haberse despojadohasta del ltimo pedazo de trapo de su ropa, les queda tan slo una faja

    estrellada de la que cuelga delante una hoja de parra, a veces una bar-bita de mono, lo cual es divertidsimo. Al ir hacia los costados, sacanlos trastes para afuera y se descorren la faja. A veces apagan las lucesdel escenario y ofrecen una danza del vientre con pintura luminosa. Es

    lindo ver los ombligos brillando como lucirnagas o como una reful-gente moneda de medio dlar. Mejor an es verlas sostenindose lastetas, sobre todo cuando esas tetas estn llenas de leche. Luego por un

    parlante la voz de un idiota ruge: "Den una mano a las damitas, por

    favor!" O "ahora, seoras y seores, vamos a presentar a ustedes lams encantadora personalidad, recin llegada de Hollywood, la seo-rita Chlorine Duval del Casino de Pars". La tal Chlorine Duval es por

    lo general aerodinmica, con cara de ngel y una vocecita dbil y agu-da que apenas traspone las candilejas. Cuando abre la boca, ves que es

    medio imbcil; cuando baila, ves que es ninfomanaca; cuando teacuestas con ella ves que es sifiltica.

    Anoche fui al Hollywood Restaurant, una de esos colosales caba-

    rets de esparcimiento en que te cobran un dlar y medio, sans vin, sanspourboire. Sin el menor entusiasmo observas una ristra de potrancasdeslumbrantes, cincuenta o ms, las rameras ms esplndidas del pas,vacas como una cscara de man quebrada. Es una especie de saln de

    baile enorme, donde miles de personas comen al mismo tiempo, to-mando como condenados, tragando bebida como bestias. La mayorade ellos estn como petrificados, con ojos que parecen escaprseles de

    las rbitas. Generalmente son de edad algo avanzada, calvos, estpi-dos. Acuden a or sentimentaloides canciones populares cantadas por

    sirenas que ya estn envejeciendo. Sophie Tucker, la nota sensacionalde la velada, se refiere cantando a un maricn con el cual se cas por

    error. Cuando dice: "Que te rompan el traste!", l responde: "Ah melas den todas!". Sophie est muy gorda ahora y tiene venas azules,

    engalanadas con brillantes de 36 kilates. La anuncian como "La ltimamatrona juda de sangre caliente". Una variedad que Estados Unidos

    no produce ms. Las nuevas son perfectas; altas, de cintura larga, pe-

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    7/82

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    8/82

    www.elaleph.comHenry Miller donde los libros son gratis

    8

    para mordisquearlo con gran deleite. Al parecer, todos los tipos deavera la conocan: la saludaban muy familiarmente, pero respetuosa-

    mente. Podra haber sido "Miss Amrica, 1935". Te aseguro que era unsueo. La mir furtivamente mediante el espejo. No se me ocurrapensar que alguien se acostase con ella como no poseyese una varitamgica. Tampoco poda suponer que hiciese de bailarina profesional.

    Ni la imaginaba capaz de comerse un enorme bife jugoso con hongos ycebollas. Ni yendo al cuarto de bao, a menos que fuese para aclararsela garganta con unos carraspeos. Me pareca imposible que tuviese vida

    privada. Slo puedo figurrmela posando para una tapa de revista,

    erguida perpetuamente con su cutis Palmolive y sin sudar jams. Megustan ms los "gangsters". Estos chicos van a todas partes en aeropla-no y trenes platinados y aerodinmicos, ms ligeros que el aire, con

    aire acondicionado. Son los nicos que en Estados Unidos gozan de lavida, mientras se puede. Los envidio. Me gustan las camisas que usan,

    las corbatas chillonas y los cortes de pelo llamativos. Vienen fresquitosdel lavadero y matan vestidos con lo mejor.

    Lo contrario de esto es la vida suburbana. Manhasset, por ejem-

    plo. La cuestin es descubrir la manera de pasar el tiempo los fines desemana. Los que no juegan al bridge inventan otras formas de diver-sin, como ver mediante agujeros en las paredes, mujeres desnudasentregadas a sus cosas ntimas, parejas dedicadas a un fregado sexual u

    otras cosas peores. Me llevaron al subsuelo de la casa de un importantedirector de agencia de publicidad y pasaron algunas escenas cinemato-grficas obscenas. No una pelcula armada, sino pedazos de esto y de

    aquello, casi todo asuntos sucios. Ves una mujer echada en un canap yun hombre que le pasa una mano por la pierna, hacia arriba; luego

    adviertes que el vientre se le estremece y entonces descubres que detrsde ella hay otro hombre que tiene los pantalones bajos y se lo est

    empujando. Despus te pasan un primer plano de una vulva (una vulvay nada ms) y observas cmo se abre igual que una ostra para tragarse

    el largo pene de un hombre que tiene en la cabeza un sombrero hongo.Una cosa detrs de la otra, sans suite. Luego los hombres suben y ma-

    nosean a las mujeres. Les gusta desnudarse y bailar los fines de sema-

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    9/82

    www.elaleph.comNew York ida y vuelta donde los libros son gratis

    9

    na. Cambiar esposas. No saben qu hacer de sus vidas luego de una se-mana de trabajo intenso en la oficina. Por lo tanto, el auto, la botella de

    whisky, alguna vulva extraa, un artista si es posible. (Yo, por ejem-plo, la pegu en grande porque "era tan original". A veces, cuando se teconsidera tan poco respetuoso de las convenciones sociales, es unaprieto verte obligado a rechazar un traste selecto -el de la esposa del

    dueo de casa, pongamos por caso, tamao 59 y redondo como unacuba. La esposa de Larry, por ejemplo, es un hipoptamo en miniaturaque se pone celosa si bailas con cualquiera de las muchachas lindas. Se

    va y se enfurrua).

    Permite que te cuente ahora lo que un hombre inteligente de lossuburbios invent la semana pasada para hacernos un obsequio. Cuan-do todos estbamos bien bebidos sac un disco hablado por el Prncipe

    de Gales. Tuvimos que escuchar a aquel encumbrado y poderoso po-tentado (que a la sazn tena diez y nueve aos) dicindonos lo que era

    el ideal de los ingleses. No hace falta que te aclare, Joey, que se tratabade eso que conocemos tanto, el "juego limpio". Un ingls jams teatormenta. No, seor. Eran tres discos seguidos; sin duda tena que ver

    con un aniversario importante o algo as. En mitad de la grabacin mepuse histrico y ech a rer. Re, re, re. Todos echaron a rer, hasta eldueo de casa que, segn descubr despus, se senta muy ofendido.No, seor, un ingls nunca te atormenta. Se te duerme encima...

    De acuerdo con Mademoiselle Bohy, la cual estoy de acuerdo enque tiene un trasero de caballo, ya no hay aqu ms demanda de litera-tura francesa. Dice que los norteamericanos estn desplazando a los

    franceses. La verdad es que ella se siente avergonzada de su propiopas y procura convertirse en una norteamericana consumada. Me dijo:

    "Estados Unidos es pas maravilloso para una mujer". S, pens yo;para una vaca como t que ya no tiene sex-appeal... Este es el paraso

    terrenal de los derechos de la mujer. Este es un matriarcado. Un ma-triarcado de matronas gordas y viejas que tienen bigotes en las barbi-

    llas, un matriarcado de narices azules y vaquillonas lisas como tablas.Las mujeres estn mejor en pases donde se las supone mal tratadas.

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    10/82

    www.elaleph.comHenry Miller donde los libros son gratis

    10

    Anoche Jack Brent vino a Nueva York con su Packard aerodin-mico. Me llam desde su departamemo en el Albemarle Hotel. Habla

    el seor Brent! Ahem! Levantamos una fulana en el camino y fuimosa cenar en Ticino. En la parte del stano que da a la calle hay una mesade billar en que los trabajadores se disputan un cierto alocado pozocomn. Esto da atmsfera... para los artistas del Village que frecuentan

    el tugurio.De todos modos, he aqu cmo iniciamos la cena la fulana, Jack y

    yo... Comenzamos con seis ccteles Martini; Brent insisti en que los

    trajeran todos juntos. Muy bien. Ah estaban: los seis vasos mirndo-

    nos a las caras. Luego el men. Antipasto con biftec! Aceitunas ymacarrones! Mientras sorba-mos los ccteles, Brent pidi unas cuan-tas copas ms, no fuera que nos quedsemos secos. Yo me aventur a

    sugerir vino. El dijo que... ms tarde! Muy bien. Pedimos tres "side-cars" y dos "old-fashioneds". Un surtido ruin. Yo senta apetito. Eran

    ms o menos las 9.30 p.m. Hasta ese momento, slo apio. Los cctelesse nos subieron a la cabeza y dijimos un montn de idioteces de borra-cho a intervalos. (Por ejemplo, un largo discurso de Brent acerca de

    una carta que yo le escrib en 1924; una carta en que lo ofend, a l,Jack Brent, el hijo de un millonario. Ahora le gust la carta. La enseaa todos. Con orgullo a todo esto. Le gustara que volviese a insultarloun poco ms... con tal de que lo hiciese delicadamente).

    Cuando lleg la comida, ped vino. Naturalmente, ped vino tinto.A Brent no le gusta el vino tinto: dice que no sirve. Cristo! Yo mepreguntaba si vendran ms "sidecars" o alguna clase de mescolanza

    extraa. Pero no, llam al mozo muy ostentosamente, recorri la listade vinos con la vista y se decidi por un Graves... el mejor!; es decir,

    el de precio ms alto. Dio la coincidencia de que era realmente bueno.Dej los ccteles y los "sidecars" y me dediqu al vino. Al ver que me

    beba toda una botella yo solo, Brent se enoj. Dijo que quera bebervino l tambin. Le serv un vaso. La mujer slo bebi un poco y

    apart el vaso. Nunca en su vida haba bebido un vaso de vino bueno.Por ltimo, llam al mozo. Era un gringo inteligente y pareca tener

    buen gusto. Lo invit a beber un vaso con nosotros. Se sirvi un vaso

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    11/82

    www.elaleph.comNew York ida y vuelta donde los libros son gratis

    11

    bien lleno de Graves. Vi que Brent parpadeaba. Cuando peda vinopara m, no lo haca con el fin de que yo se lo metiese al mozo en el

    gaote. Pero en el gaote entr. Hurra! Esto me anim un poco. Megusta ser cordial con los mozos.

    Luego del bife y las radichas, los macarrones, los "sidecars", los"gin fizzes", los whiskies amargos y qu s yo qu otras cosas, toma-

    mos algo de coac. Brent quiso nada menos que coac Napolen. Inge-rimos el coac y fue como fuego. Estbamos parados sobre nuestraspatas traseras, reculando para irnos. Yo extraje un billete de cinco

    dlares, pretendiendo partir con l la cuenta, pero me lo apart. La

    cuenta sali 18,00 dlares. Procura imaginarte lo que es eso...! $18,00! Casi el sueldo de una semana. Estuvo fumando un cigarro du-rante toda la comida, y luego encendi otro, y cuando aquel se termi-

    nase, encendera otro con la punta del anterior. En fin, nos metimos enel Packard y emprendimos la marcha hacia Broadway. Las luces cen-

    telleaban como siempre y como siempre estaban maravillosas... y co-mo siempre causan decepcin cuando se est en medio de ellas. En elcamino paramos en un bar, para beber una copita antes de atacar los

    salones de baile. Esta vez Brent hizo el pedido en francs. El barman,un irlands gordo, lo mir con cara inexpresiva y pregunt en quidioma estaba hablando. Haz la prueba de pedir un "sidecar" en fran-cs! O cualquier bebida fuerte. Bueno, pasado esto, descendimos unos

    escalones y nos encontramos en el Silver Slipper, donde segn la pro-paganda no hay nada ms que las coristas ms hermosas del mundopara hacer los honores de la casa. S, hay mujeres medio desnudas,

    temblando a causa de la falta de clientes. Se iluminan elctricamenteen cuanto apenas uno entra. Entrar cuesta slo veinticinco centavos de

    dlar. Salir cuesta ms o menos 20.000 dlares. Anuncian "una piezade baile por cinco centavos" y es bastante cierto, pero una pieza de

    baile dura alrededor de dos minutos o menos. La msica no para nun-ca; apenas un pequeo knock knock cuando empieza una nueva melo-

    da. Dando vueltas en la pista con una mujer cautivante no te dascuenta que se te pasan las piezas de baile. Es como el click de un tax-

    metro. De pronto, sin embargo, ella dice: "No quiere comprar otra tira

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    12/82

    www.elaleph.comHenry Miller donde los libros son gratis

    12

    de boletos?" Una tira cuesta un dlar y, como digo, la consumes enunos ocho y medio minutos. A veces te pasas sentado una pieza, mien-

    tras tu compaera bebe una Coca Cola o un Jugo de Naranja, o quizscome un pastelito de banana. Como ya sabes, siempre tienen hambre ysed. Y nunca estn borrachas. La ley no permite que en estos locales sevenda ni cerveza. Est prohibido a la muchacha sentarse contigo en la

    mesa, nicamente puede estar a tu lado en el mostrador. Tiene quesentarse en la baranda metlica y agacharse para sorber su licor. Mara-villa que las dejen fumar... o fornicar. La que yo eleg me pregunt

    muy inocentemente para qu haba ido y contest: "Bueno, para

    echarme uno de sos con una buena mujer, naturalmente." Fingi ha-berse ofendido mucho y empez a alejarse. Le dije que se fuera. Peroen vez de irse, se me peg como una liendre.

    Bueno, luego de haber consumido unos ocho dlares de dinero deBrent, malgast un par propio. Despus me aburr. Todas esperan que

    alguien se acueste con ellas, pero quieren antes un poco de comida, unpaseito y supongo que despus de eso les gusta recibir algo de dinerocomo si fuese un soborno que se les paga, y entre un poco aqu y otro

    pico all, un poco aqu y otro poco all, bueno, lo ms fcil es que elda est amaneciendo en el momento en que todava ests tratando dequitarles los calzones. Cuando salimos no recordbamos dnde haba-mos dejado el auto. Siempre se lo tiene que estacionar a varias cuadras

    de Broadway, pues son tantos los coches puestos en fila. Dimos vueltasestpidamente, recorriendo en ambos sentidos calles transversales enbusca del Packard aerodinmico de Brent. Por ltimo lo encontramos y

    cuando estbamos por acomodarnos dentro, apareci un vago con airesde matn que corri en direccin a dos fminas que estaban recostadas

    contra una baranda. Sin decir agua va encaj un terrible puetazo a unade ellas en la barbilla, le arrebat la cartera de las manos y vaci el

    contenido en la calle. Luego le endilg otro golpe para restablecer elequilibrio y se alej. En este momento yo haba trepado el auto. Me

    sent nervioso e inquieto. Sin embargo, Brent, como un caballero, seagach para levantar el dinero cado en el suelo. Despus, con su m-

    xima finura, se acerc a la mujer, le entreg el dinero y dijo: -Seora,

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    13/82

    www.elaleph.comNew York ida y vuelta donde los libros son gratis

    13

    quiere que le pegue un golpe a ese tipo en su nombre? Lo har siusted lo dice.

    El individuo, a todo esto, ya casi estaba fuera de nuestro alcance.Como quiera que sea, la "seora" tom el dinero, lo cont rpidamentey se puso a gritar: -Eh! Por qu me hace esta porquera? Dnde estel dlar que falta?

    Brent se meti en el automvil, puso en marcha el motor y enton-ces, en el preciso instante en que abra ms el paso de la nafta, se aso-m por la ventanilla y dijo, con toda su finura: -Seora... vaya a

    hacerse dar por detrs! -le dijo.

    Y nos alejamos.Bueno, sa fue la tercera de las noches ms interesantes que he

    pasado aqu; ya podrs imaginar lo que fueron las dems. De las otras

    dos me he olvidado; pero s que fueron tres. Joe acababa de llevarme aalmorzar; estuvimos sentados tres horas o ms, rememorando los das

    en que recorramos a pie el Sur, juntos los dos. Me habl de una vez enque yo fui sacado de la estacin ferroviaria de Jacksonville bajo ame-naza reforzada con un cao de revlver, un incidente que tena casi

    olvidado. Pero lo que recuerdo vvidamente (y recordar toda mi vida)es el puntapi en el traste que me dieron cierto da en que yo estabadurmiendo en un banco del parque, en Jacksonville. Nunca se lo per-donar a la ciudad de Jacksonville! An me duele el culo!

    Bueno, estas reminiscencias sirven nicamente para hacerme re-cordar que debo decirte que aqu todo es igual y que llevara una vidade perro si tuviese que depender de Estados Unidos para la inspiracin.

    La razn de que te escriba esta larga carta es que hace diez das que nohe podido escribir un solo rengln. Nueva York lo aplasta a uno. No se

    puede respirar. No es el ruido ni el polvo, el trfico ni el gento; es laespantosa chatura, fealdad, monotona y uniformidad de todo. Las

    paredes te oprimen. Una es igual que otra y no hay anuncios de PernodFils, de Amer Picon, de Suze, de Marie Brizard ni de Zigzag. Estn

    peladas y, en el caso de los rascacielos, son como enormes vas deferrocarril paradas, que resplandecen metlicas, rectas como un pedes-

    tal rectangular; paredes interrumpidas por millones de ventanas, ilumi-

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    14/82

    www.elaleph.comHenry Miller donde los libros son gratis

    14

    nadas aqu y all como registros de rganos. Cuando caes bajo la in-fluencia de un rascacielos es un maelstrom el que te atrapa. El viento

    se arremolina en torno a la base del edificio y falta poco para que televante en vilo. T ests de pie contemplando boquiabierto esos edifi-cios noche tras noche, semidivertido, semidisgustado, semiamedrenta-do, y dices "nuestro esto", "nuestro aquello", luego de lo cual te metes

    en una cafetera y pides un sndwich de jmn y una taza de caf livia-no y piensas en los ratos estupendos que no has pasado.

    Te cont que pensaba escribir la parte final de un libro que se

    llamara "Yo; el ser humano". Bueno, escrib unas seis pginas y aban-

    don. Tena la sensacin de no ser ya un ser humano. Soy apenas unbpedo, un animal que come y duerme. "Comio y dormio", como dicenlos judos. "Dormio bien", oyes que uno dice en la calle. O de pronto es

    un tipo que le dice a una mujer, a la plena luz piel da, en la esquina dela 45 y Broadway: "Voy a decirte ahora lo que debes hacer; Rosa... El

    sbado te vas a casa y te limpias bien, bien." As, eso mismo! Peroqu es, entonces, el que anda por ah: amigo o enema?

    El otro da me aventur a hacer una visita al teatro del Radio City.

    Joe durmi a pierna suelta toda la funcin. Tal vez esto y a te lo hecontado; lo de los pulpos gigantescos que flotan sobre un velo de gasamientras tres mil coristas bailan el Liebestraum a una milla de distan-cia. Colosalmente colosal. El teatro propiamente dicho es magnfico, la

    ltima palabra en arquitectura moderna. Apenas toses se ventila...automticamente. Por termostato. Una temperatura media de 22C.invierno, primavera o verano. No se fuma. No se fuma en ningn sitio,

    salvo en los teatros de variet. Lo ms que puedes hacer es tirarte unpedo. Y, como dije antes, aun esto es inmediatamente evaporado por el

    aparato accionado a termostato... En el vestbulo hay un pedazo demosaico hecho por no s quin, donde aparecen las musas. Han agre-

    gado tres o cuatro nuevas a las originarias. Nueve, entre ellas una de laIngeniera, una de la Salud y otra de la Publicidad. Crase o no, queri-

    do. Todas las maanas a las nueve y media en punto, el mismo speakerde radio anuncia el mismo aparejo de pesca vendido en Newark, Nueva

    Jersey, por un hombre que hace caas de bamb y exactamente el

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    15/82

    www.elaleph.comNew York ida y vuelta donde los libros son gratis

    15

    preciso aparejo ideal con una hermosa red que se entrega gratuitamentecon slo recortar el cupn de pgina 24 del Ladies Home Journal lti-

    ma columna y no olvide que el nmero de telfono es Weehawken238745 gentileza de la Genuine Diamond Watch Company, est escu-chando el gong, marcar exactamente la media hora, son ahora lasnueve y media en punto, hora oficial de la costa del Atlntico.

    Bien, maana presentar solicitud para el pasaporte y donde dice"por qu quiere visitar Francia? contestar, como hice la vez anterior,"por placer". o tal vez ponga: "Porque quiero volver a ser un ser huma-

    no." Qu tal? Confo empezar mi prximo libro en el barco. Comen-

    zar con mi vida en Nueva York de hace ocho o nueve aos,inicindose en el Orpheum Dance Palace la noche en que tena 75dlares en el bolsillo por primera vez en mi vida y decid que eso me

    permita una oportunidad y me la tom. Lo voy a escribir con tantasencillez y honestidad que mis nietos, si llego a tenerlos, lo puedan

    apreciar. Un relato largo, largo, y mi intencin es consignar todos losdetalles. Tengo por delante el resto de mi vida.

    Llegar en el "Champlain", a menos que te avise otra cosa. No he

    ganado un solo centavo, no he tenido un pice de reconocimiento. Estees el pas ms grande que Dios ha hecho. Sobre todo el Gran Can.Uno de los dones ms fantsticos dispensados a la humanidad es elchocolate escarchado con leche de Horlick. O el hermoso retrete de

    hombres de la Estacin Pensilvania.Si estoy contento de irme? No, contento, no; deliro. De ahora en

    adelante, estar el 13 "arrondissement"!

    Este es uno de esos das neoyorquinos increbles en que te quedasen casa porque andas sin un cobre y llueve. Si la suerte te acompaa,

    como a m, tienes un amigo que se llama Joe O'Reagan y se quedacontigo y pinta a la acuarela mientras t te impacientas y echas chispas.

    Lo esencial, cuando ests en Estados Unidos, es que siempre debesobedecer a la ley. Toma, por ejemplo, la mquina Conroy para romper

    botellas. Esta mquina, que se vende a 125 dlares f.o.b. dique o dep-sitos, te permite mantenerte dentro de la ley y al mismo tiempo eludir

    el peligro de cortarte una mueca. Rompe botellas de licor con el sim-

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    16/82

    www.elaleph.comHenry Miller donde los libros son gratis

    16

    ple accionar de la palanca de la parte superior; de ese modo, si allanantu casa agentes de la polica federal, encontrarn que todas tus botellas

    estn perfectamente bien rotas de acuerdo con la ltima ley idiota y tesalvars de una multa o un ao de crcel. Al lado justo de la ConroyBottle Breaking Machine Company est el restaurante Suke-Yaki, quete ofrece comida japonesa a 65 centavos por cabeza. En la puerta pue-

    des hacerte lustrar los zapatos por un negro que aboga por la paz. Loanuncia: "Paz Mundial" en el cajoncito de sus tiles. No por eso cobrams la lustrada.

    Un poco ms all est el "Rincn de los Poetas", un lgubre local

    del Village donde se sientan poetas comunistas mascar la grasa quese forma en una taza de clarucho caf grasoso. Ah es donde se fabri-can los grandes poemas de Amrica del Norte. Un poco ms all, en la

    misma calle, los venden a diez centavos cada uno. Puedes leerlos antesde comprarlos, pues estn convenientemente clavados en el cerco, ah

    en la esquina de la Plaza Washington y la Calle Thompson. La mayoraestn escritos con lpiz y firmados por el autor, quien se rasca mientrast lees. "Compre un poema, por favor!" dice con voz alegre. Por su-

    puesto, si llueve no hay mercado. Entonces tienes que ir directamenteal Rincn de los Poetas, en el stano, a unas puertas ms ac del anti-guo hotelucho de June Mansfield, en la calle 31, donde solan congre-garse "los jvenes perversos". Debo reconocer que los pintores estn

    un poco mejor. Sacan treinta y cinco o cincuenta, y hasta setenta cen-tavos por un leo. No tienen miedo a la lluvia, pues como sabes, elaceite y el agua no se mezclan.

    As que preguntas por qu te endilgo toda esta bazofia? Quieresconocer los precios de fantasa que se pagan por "Esquire", "Vanity

    Fair'', etc. Bueno, pregunta! Ningn poeta tiene cabida jams en "Va-nity Fair" ni en "Esquire". Estos rganos estn reservados exclusiva-

    mente para hombres viriles como Hemingway y Joe Schrank. Sonrevistas de HOMBRES. Otra ventaja de estas revistas es el maravilloso

    sistema de caeras que conducen a publicaciones afiliadas como Har-per's, Vogue, Atlantic Monthly, etc., etc. Es como subir en un tranva

    abierto y pedir combinacin. O como pasar de un sueo hmedo a otro

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    17/82

    www.elaleph.comNew York ida y vuelta donde los libros son gratis

    17

    y despertarte completamente fresco. Todo esto tiene que ver con lo queahora te estoy por contar; es decir, con la forma de tratar a las serpien-

    tes. Debes saber que a Joe O'Reagan, cuando era nio, le daba fuertepor las serpientes. Viva con su padre, Moncure, en un lugar de Virgi-nia. De esto hablbamos los dos sentados en el bar de McElroy, de lacalle 31, donde, despus de la medianoche, puedes bailar con algunas

    de las ms hermosas borrachas habituales que nos mandan de Irlanda.En la acera de frente al local de McElroy est el Hebreiw NationalRestaurant, donde puedes ver la foto ampliada de una cena ofrecida por

    Lou Siegel a sus compaeros de juego Eddie Cantor, George Jessel, Al

    Jolson y los otros conocidos comediantes de extraccin judaica. Para tuinformacin, esto viene a ser justo en frente del Hotel Wolcott, actual-mente famoso gracias a mi captulo titulado "La sastrera", dedicado a

    la memoria de mi viejo y sus difuntos compinches: Corse Payton, Ju-lian L'Estrange, Tom Ogden, Chucky Morton, y otros. El efecto de

    pasar por el Wolcott y mirar en direccin al Hebrew National, dondeEddie Cantor algo ampliado contempla con ojos de loco a GeorgeJessel, no puede menos de considerarse horripilante. Esto es lo que ha

    ocurrido a la vieja y buena calle 31 en el transcurso de una generacin.Pero, como digo, Joe y yo hablbamos de conchillas. Haba unas

    cuantas de estas pechinas vacas en mi mesa escritorio cuando llega-mos anoche. Entramos bastante faltos de fondos y descorazonados; y

    tuvimos que perder tiempo mirando un baile enfrente, en el CarrollClub. Los sbados de noche los obreros de la vecindad improvisan unbaile; elegantes jvenes de la West End Avenue y del Bronx concurren

    en sus limousines acabadas de pintar y se refriegan con las chicas de-trs de las persianas que no obstruyen del todo la visin y a nosotros

    nos permiten contemplar desde el piso 23 de nuestra pequea casa dedepartamentos. En Nueva York la pobreza est en gran escala, como

    todo lo dems. Por detrs de esta horrible pobreza se yerguen la espe-ranza y el coraje de 120.000.000 de tarados e idiotas que lucen el ta-

    tuaje de la doble guila del N.R.A. (National Recovery Administration- Administracin de la Ley de Recuperacin Nacional). Detrs de esto

    se yerguen las botellas vacas que la Conroy Bottle Breaking Machine

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    18/82

    www.elaleph.comHenry Miller donde los libros son gratis

    18

    romper por tu cuenta con lo mismo o menos que se paga por sepul-tarlas en tierra comn. Por detrs de esto se yergue el piel roja que fue

    despojado y privado de todos sus derechos y que hoy est aburrido consus enormes fundos y pozos de petrleo, y que pide a gritos ser tratadocomo si fuese blanco.

    Llova, como digo, y Joe y yo estbamos parados en la cigarrera

    de Whelan mirando cano otros nos miraban. Esta es la esquina de laestacin que forman las calles 33, Avenida 6 y Broadway. Bajo elelevado se ergua una figura extraa: un joven, vestido con pantalones

    de basto pao de algodn y camisa azul de seda, con un pauelo rojo al

    cuello y un enorme sombrero en la bocha, inclinado por supuesto.Pareca esperar que parase la lluvia. Los dos, Joe y yo, tenamos entotal 75 centavos y no sabamos si trabar conversacin con el juvenil

    cowboy o no. Por ltimo le silbamos, y vino, denotndose sorprendidoy receloso. Dijo que se haba quedado dormido y, por lo tanto, lleg de

    Holyoke, Massachusetts, donde estaba el circo, y que era entrenador deperros pomeranos o algo as. Tena en un bolsillo un par de espuelas dehierro, que nos ense bastante ufano. Explic que las rodajas eran un

    poco romas, pero podan afilarse fcilmente. Agreg que deseaba lle-gar a la estacin Grand Central, a fin de dar con la Sociedad de Ayudaa los Viajeros. Cont que era aquella la ciudad ms grande en quehaba estado... tal como si pudiese haber en el mundo otra media doce-

    na de ciudades igual de grandes o aun mayores. Le preguntamos si legustaba Nueva York. Manifest que no poda decir nada porque slohacia media hora que haba llegado y lo que buscaba era salir de all.

    Lo llevamos al Mills Hotel, le dejamos pago el hospedaje por la nochey le indicamos cmo tena que hacer para llegar al ferry de maana.

    Luego que nos separamos de l se me ocurri pensar que aqullaera la experiencia ms interesante que yo haba tenido aqu. Un bello

    ejemplar de muchacho, como suele decirse, de hablar cautivante, unanimal atontado que se extravi del redil. Toda Nueva York poseda y

    regida por los impetuosos avaros judos: un fro martilleo sobre tucabeza de da y de noche; edificios horrendos, arrogantes edificios que

    te empujan de vuelta hacia el concreto; luces que parpadean locas, roja

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    19/82

    www.elaleph.comNew York ida y vuelta donde los libros son gratis

    19

    para detenerse, verde para seguir; trajes en todas las vidrieras y un parde pantalones gratis si optas por esto... sanforizados, adems, y que

    Dios me explique lo que esto quiere decir. Recuerdo que tomamos susombrero "de diez galones", lo tocamos, le calculamos el peso, lo en-rollamos, lo agregamos, nos lo probamos, miramos la etiqueta, pre-guntamos el precio, etc., etc. Aquel hombre y aquel sombrero

    representaban para m un valor mayor que toda Nueva York; es decir,que toda la maldita ciudad y lo que significa... aun envuelta en papelcelofn. Tenamos frente a nosotros otro de nuestra especie, un animal

    atontado, perdido y extraviado, que caminaba a pesar de la lluvia, que

    describa zigzags bajo el elevado, que esquivaba taxis, con su camisaazul desabrochada en el pecho, el cabello hmedo y brillante, la figuraesbelta, sus diez y nueve aos, los msculos de acero, ojos como los de

    un ciervo, manos duras, pantaln azul, los bolsillos cortados al sesgo.Que me caiga muerto si no lo envidi! Regresaba directamente a Ten-

    nessee, donde todo era campo y no habra ms circo. De maana losvagos holgazanes le quitarn con artimaas hasta el ltimo centavo yen una esquina contemplar impotente el ferry que le indicamos que

    tomase. Se llamaba Self. Will Self (1). Deseo que lo recuerdes. Es unmagnfico nombre norteamericano. Me trae un distante recuerdo del"Ego y Uno Mismo", una abultada y gruesa exposicin de anarquismoque le en Chula Vista cuando me empeaba esforzadamente por llegar

    a ser un vaquero yo tambin... slo que las chinches no me dejaron.As, pues, estando sentados en el bar de McElroy, Joe empez a

    recordar: Miami y el terrible tornado de 1927 o 28, apenas pasada la

    poca de prosperidad. Me hablaba de una individua con quien habafornicado en la playa, debajo de un bote de remos, durante el cicln.

    Justo cuando estaba a caballo encima de ella acudieron los voraces yalados insectos mordedores de Miami, llamados "de un galn" (una

    especie de mosquito muy abultado), y stos se pusieron a clavarle laspinzas en el traste. Habl luego de la salida del sol en Cayo Hueso y a

    las formas de las nubes, una detrs de otra, grandes, en forma de glo-bos, algunas como Buffalo Bill, otras como Sitting Bull, y todas de

    colores violentos. Estbamos de pie bajo una lmpara de arco voltaico

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    20/82

    www.elaleph.comHenry Miller donde los libros son gratis

    20

    en St. Petersburg, retiro de ancianos, y sbitamente se pusieron a pi-carnos los mosquitos, millones y millones de ellos. Disputamos un

    partido de golf a diez y nueve hoyos, con los mosquitos que nos perse-guan. Luego divag sobre las difanas primaveras que surgen de lanada, los peces que comen en tu mano vistos a travs de los botes confondos de cristal. (Esto te recuerda un poco a Blaise Cendrars?) Mejor

    an, cuando haces un agujero para que salga el agua, el agua desapare-ce y nadie sabe adnde va. El St. Johns es el nico ro de Estados Uni-dos que corre de sur a norte, es decir, cuesta arriba. De ah que Ponce

    de Len...

    Pero fue estando con el viejo Moncure, cuando vinieron hacia elnorte rumbo al Madison Square Garden, cuando Joe descubri lo de lasserpientes. Viajaban entonces con la feria. Y Joe dice (y yo acepto su

    afirmacin) que las serpientes han sido molestadas de tal modo desdetiempo inmemorial, que cuando se las trata con un poco de ternura

    responden muy cariosamente. Lo que Joe haca comnmente era dejarque corriese una coralina por su manga izquierda, hacerla pasar por laespalda del chaleco y bajar luego por la manga izquierda, para darle

    entonces de comer un huevo crudo. (Pregunt si no se acostumbrabadescascarar el huevo antes, pero Joe me contest que no). De todosmodos, la coralilla sabe si un huevo est bueno o no. No le puedes darun huevo en mal estado. Es limpia esa serpiente. No come basura,

    como los chinos herejes. No, seor. De cuando en cuando recurre alcanibalismo, pero slo teniendo mucha hambre. Lo que debe hacerse,cuando se pone as, es colocarle una coralilla joven, una cadet, en la

    misma celda. No pongas dentro una rata, pues la rata es capaz de matara la serpiente. Joe acostumbraba esperar a que la serpiente grande en-

    gulliese a la pequea. Cuando aqulla tena sus mandbulas clavadasfirmemente en el cuello de esta ltima, Joe sacaba su navaja de bolsi-

    llo, cortaba un aro en torno al cuello de la serpiente menor y, mientrasla grande la mantena firmemente sujeta, le arrancaba la piel. Cuando

    das un huevo crudo a uno de estos reptiles, tienes que ofrecrselo en lacuenca de tus cinco dedos, como si fuese una taza. Esto encaria a la

    serpiente contigo, o a ti con ella. Una vez que ha tragado el huevo, la

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    21/82

    www.elaleph.comNew York ida y vuelta donde los libros son gratis

    21

    serpiente escupe la cscara. Creo que esto es la parte ms maravillosade lo que pasa con el huevo. Imagnate el festn. Primero traga el huevo

    entero, luego lo aplasta, despus lo digiere y finalmente escupe la cs-cara. Se me ocurre que cualquier hombre que quiera sinceramente ha-cerse amigo de una serpiente debera tomarse el trabajo de descasca-rarle el huevo. O cocrselo a medias, por lo menos: Son pequeas

    delicadezas que hasta una serpiente aprende a reconocer. Con mayormotivo desde que la serpiente no tiene otra manera de agradecrteloque poner los ojos en blanco.

    Vas viendo que la paso fantsticamente bien en Nueva York.

    Como el otro da, por ejemplo, cuando fui a visitar el escenario de miniez, en Paradise Point. Tuvimos que ir y volver, comer, beber, dar-nos una ducha, todo en cinco y media horas. Hay un poco ms de

    ciento sesenta kilmetros hasta Paradise Point. Apenas tuve tiempopara dar un rpido vistazo a la baha, Peconic Bay, decir muy bien,

    orinar un poco, recoger algunos cangrejos muertos, y acomodarme denuevo en el asiento trasero descubierto. As se hacen las cosas en Nor-teamrica. Aun las cosas sagradas, tales como explorar El camino de

    Swann. Y ah me tenas, cien por ciento Proust, recordndolo todoanticipadamente, tembloroso de los pies a la cabeza y traspirando, y depronto estbamos all, as talmente! y pim! como un relmpago, enmarcha otra vez. Aqu es donde voy a presentar un nuevo punto de

    vista sobre el recuerdo y la niez. Lo extrao de toda la excursin esesto: que el lugar me pareci mejor an, despus de treinta y cincoaos, que entonces! Debe ser uno de esos sitios que obedecen a la ley

    de Frankel: reviven ms bellos, ms maravillosos. Se rejuvenecen conel tiempo. Siendo yo nio, para m aquello era simplemente la baha

    Peconic, y adems unas cuantas hermosas conchas de mar. Ayer oanteayer fue Capri, el Mediterrneo, Mallorca, Chipre, lo que quieras.

    El milagro es que nadie viene aqu. Los judos no lo han descubierto.No hay ms casas que hace treinta y cinco aos. Ni ms habitantes. Ni

    ms criaderos de patos, ni granjas de ninguna otra clase. Algo raro yextrao hay en esto. Sobre todo en Norteamrica, donde las cosas cre-

    cen y se agrandan tanto de la noche a la maana.

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    22/82

    www.elaleph.comHenry Miller donde los libros son gratis

    22

    (Interrupcin: Joe est tan emocionado con su acuarela, que pintaen las rodillas. Slo nos ha quedado un pedazo de papel y trabaja afa-

    nosamente en el margen. Est reproduciendo un rincn de mi cuarto,que te mandar por correo de tarifa reducida).

    Y ahora, antes de abandonar el tema de Paradise Point, quierocontestar una pregunta que formulaste acerca de mi defecacin. Si hay

    sangre, etc. De esto hablbamos esta maana Joe y yo, cuando salimospara desayunar. Joe dice que no debemos prestar mayor atencin a lamateria fecal. Tenemos que despreocuparnos de eso. Dice que los

    naturales de Formosa pasan a veces tres y cuatro das sin hacer de

    cuerpo. Cuando sienten ganas, lo hacen. Lo hacen mediante la simpleconstriccin de los intestinos, segn explica Joe. Agrega que no nece-sitan ir al bao con regularidad. Lo que no es expelido inmediatamente,

    lo absorbe el organismo. El organismo lo necesita, o, de lo contrario, lohubiese evacuado. Esto es una especie de lgica que yo respeto, que

    puedo entender. En el acto me siento mejor. No quiero decir que sufraestreimiento. No, lo que me pasa es que tengo una rajadura o aberturaen el conducto anal debida a lo delicado de las membranas. Luego de

    visitar al doctor Larsen y de que l me puntee las arterias con un apa-ratito, ya no me ocurre nada en absoluto, no sufro prdidas de sangre nisiento mareos. Pero tengo que verlo cada seis meses ms o menos paraque repita el procedimiento. Supongo que terminar teniendo por den-

    tro una especie de estuco. A prueba de sangre y a prueba de fuego.Joe acaba de terminar su acuarela del rincn de mi cuarto. Dice

    que est un poco fuera de perspectiva. Tambin es un poco fraudulenta,

    pues no ha reproducido muy bien mi cuadro de una matriz. Ha puestoen cambio un florero con acianos azules. Dice que no le gusta pintar

    matrices; se pone nervioso. Sabes que yo le hice poner marco a lamatriz? Ignoraba que hubiese pintado una matriz hasta que vino el

    doctor Larsen y me lo explic. Yo cre que estaba haciendo un auto-rretrato, o que lo haba hecho. Pero no, el doctor Larsen me seal los

    cuernos de la matriz y agreg: "tiene que haberlo copiado de mi viejolibro de anatoma". Larsen es de esos tipos que todo lo ven en trminos

    cientficos. Si vamos a un restaurante alemn, demuestra su tacto ha-

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    23/82

    www.elaleph.comNew York ida y vuelta donde los libros son gratis

    23

    blando de todo el cianuro que cabe en un bolsillo, y explicando quecon esa cantidad haba suficiente para matar a Hitler y toda su camada.

    Cosas como sta son las que hacen que el mozo nos vea con buenosojos.

    Varias horas de interrupcin mientras ejercitamos las piernas ca-minando con la intencin de "encontrar una cara amiga", alguien que

    nos preste un cuarto de dlar o medio dlar para comer. En este pas nohay botellas de vino vacas que puedas devolver y te las paguen. Cuan-do te quedas sin un cobre, vale ms que salgas y te ahorques. Y ahora,

    con el estmago un poco ms encogido, voy a contarte algunas cosas

    acerca de Norteamrica...Estoy pensando en lo bueno que es estar en la tierra y gozar jus-

    tamente de salud, tener excelente apetito y todos tus dientes. Si alguna

    vez vuelvo a este pas, me saltar tranquilamente Nueva York e ir alas afueras despobladas donde no hay ms que gente ignorante y ado-

    rable. Los intelectuales me dan cuatro patadas, igual que los artistas,los comunistas y los judos. Nueva York es un acuario (quizs esto yalo he dicho antes) donde no hay ms que salamandras acuticas, lom-

    brices, viscosos meros de dientes sobresalientes, tiburones con pecespilotos a proa y a popa. Miras por las paredes de cristal y ves losmonstruos abotagados navegando De cuando en cuando ves una carpa,un esteostoma, o quizs un fice. Alguna vez un pez-payaso. Pero casi

    siempre son las salamandras, las babosas, y las morenas viscosas yresbalosas que se enroscan por las grietas de las rocas y se lamen suspropias colas. Cuando vas a la cafetera de Stewart, los ves entrando en

    muletas, casos de parlisis infantil que comen como un remero de bote.Grandes judi-peces de bocas que parecen fases de luna y tragan repo-

    llos enteros y el vmito seco que se ofrece gratis en el mostrador de losbocadillos gratuitos. Atravesando la calle 31 ves el National Jewish

    Book Concern (Librera Nacional Juda), donde hay ttulos como "Loque hizo Danielito", cuentos para niitos judos. O "Platos kosher mo-

    dernos": comidas que cumplen las leyes judas respecto de dietas. O"El mensajero del ghetto", donde se ve a Sol Slivovitz repartiendo

    mensajes de Western Union en el lado Este de la ciudad. O "Cohen

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    24/82

    www.elaleph.comHenry Miller donde los libros son gratis

    24

    llega antes que nadie". O "Por qu soy judo", por un judo: O "Laciudad sin judos"... que me la enseen! O "Chistes judos", de Harry

    Hershfield... recopilados en "La Vieja Salamera". Esto me trae a lamemoria la Playa de Seidler... Fue as... Todo el da habamos estadoen el campo comiendo y bebiendo, en la granjita del seor Richard. Elseor Richard es un gentil con quien Boris y Cronstadt se pusieron en

    contacto previamente. Es decir, a fin de acampar en el terreno del seorRichard y hacer su picnic all debieron simular inters en comprarle lagranja, por lo cual deseaban saber si podra desocupar la propiedad en

    unos diez das, digamos. Como quiera que sea, cuando empez a oscu-

    recer comenzarnos a descender en direccin al ocano. Yo no tena lams mnima idea del sitio en que estbamos, ni me importaba saberlo.Recuerdo que pasamos por New Brunswick sumidos en un estupor

    semibeodo, admirando su fascinacin seudo medioeval. Lo que recuer-do a continuacin es la Playa de Seidler y un gran casino dentro del

    cual no haba nadie. Se vea el Ocano Atlntico, millas y millas deextensin. Era ya de noche y yo estaba caminando por el paseo enta-blado de la orilla del mar, en un sentido y otro, a fin de quitarme de la

    cabellera el intelectualismo... Viene a ser esto, Joey. Toda la tardeestuvieron dndome la lata con la "lgica racial", un tema nuevo queBoris ide despus de su regreso de Alaska. Se trata de... enloquecerse.Toda la tarde estuvo quejndose porque yo no me vuelvo loco en vida,

    sino slo en mis escritos. Le dije que no quiero enloquecerme... toda-va. El replic que tengo que aprender a vivir solo y separado. Le con-test "todava no". Despus todos nos quedamos dormidos corriendo

    por Red Bank, Skeonk y lugares del este. Paramos en seco frente a unposte de telgrafo y bajamos para mear. Haba all una encantadora

    pareja vieja que atiende una casillita donde expenden gaseosas y qu syo cuantas cosas. Sacamos las botellas de whisky y pedimos hielo y

    agua seltzer. La mujer, que a todo esto es imbcil, dijo que no tenamiedo de morir sola porque "quiero que me lleven pronto". Esto llam

    poderosamente la atencin de Boris, y por tal motivo demoramos enemprender el trayecto final hasta la playa de Seidler. Nadie sabe por

    qu se eligi la playa de Seidler; as se decidi y nada ms. La pareja

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    25/82

    www.elaleph.comNew York ida y vuelta donde los libros son gratis

    25

    de ancianos procura a nuestros nervios un gran descanso con su manerade ser idiotizada; nos trajeron aspirinas y Bromo Seltzer que mezcla-

    mos con el whisky y soda. Lo que procuro decirte, Joey, es lo espln-dido que resulta ir a ponerse bajo las estrellas, sacudirse las telaraasdel pelo, no or nada, oler agua salada y mordisquear un fice. Muytonificante y refrescante... viniendo despus de la "lgica racial".

    El casino de la playa de Seidler es limpio como diente de perro.Se advierte tambin claramente que no somos deseables... moi nonplus, parce qu'avec ces gens-l pourquoi pas. On me prend pour un sale

    juif aussi. Me entiendes? Advierto muy bien la indiferencia, pero a fin

    de no darme por enterado pongo una moneda de cinco en la ranura ymientras suena la msica, me alejo displicentemente hacia el paseoentablado de la rambla aspirando hondas bocanadas de aire del ocano.

    Dejo por cuenta de los otros pedir las cosas para el festn.A fin de demostrar que han viajado mucho piden tres botellas de

    bacon -del bueno- y cuando llega bien fro a la mesa lo devuelven paraque lo calienten un poco. Hacen preguntas acerca de la comida, si esbuena o no, porque no transigen ms que con lo mejor. Adems, nece-

    sitan conocer el nombre de la camarera. Arreglado todo esto, Cronstadtcon su manera juguetona se presenta como un poeta y Boris es uneditor. En cuanto a m, tambin se deja sentado que soy alguien, sloque no oigo o finjo no or, pues no deseo que se me confunda con

    poetas ni editores de esa calaa. La comida es una mezcla de lgicaracial y repollo rojo. Boris habla de lgica racial y contactos. Cronstadtre de tal modo que le resbalan lgrimas por la cara. No s por qu

    estn rindose en esa forma. Noto que la camarera nos mira con ojosque echan chispas: compruebo que no somos gratos. De pronto Jill se

    acuerda de que no haba hecho pis desde que estbamos en la casa delseor Richard, en vista de lo cual sale a la playa y se pone en cuclillas

    en la arena. Fuera se ven las estrellas y hay balandras y fragatas ancla-das, junto con las dragas y los cazasubmarinos. No puedo creer que

    frente a m haya tres botellas de Macon. Teniendo esas tres cordialesbotellas que me miran a la cara debera estar en Francia; en cambio,

    estoy con tres judos locos que hablan de lgica racial y repollos rojos.

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    26/82

    www.elaleph.comHenry Miller donde los libros son gratis

    26

    Supongamos ahora que yo estuviese con tres gentiles: por ejemplo,Emil Schnellock, Joe O'Reagan y Bill Dewar. Y supongamos que todos

    hubisemos aprobado satisfactoriamente los exmenes de la escuelaelemental. Piensas que con tres botellas de Macon delante nuestro ylas olas que rugan en las rompientes afuera, bajo el cielo estrellado,pasaramos la noche hablando de lgica racial y repollos rojos? Yo,

    no! Me figuro que a esta hora estaramos cantando, y tal vez un pocodespus saldramos a mirar las estrellas. Me figuro que si hubisemossido tres gentiles, habra habido una pared de almejas de un metro de

    altura todo a lo largo del frente ocenico y las almejas nos cantaran

    todas con sus corazones traspasados de dolor. Imagino lo mejor y lopeor, pero no lgica racial.

    Vas formndote una imagen bien clara de Estados Unidos? Si

    no, limpiar el objetivo. Crrete un poco atrs ahora y escucha esto...A las espaldas de la ciudad de Nueva York hay un vasto paisaje

    que se extiende hasta el Pacfico. Lo posee una cadena de tiendas quese llama Atlantic and Pacific Tea Company. Esta empresa empleamano de obra irlandesa, y como el verde es el smbolo de la nacionali-

    dad irlandesa, deben estar verdes tambin ellos. Todo a lo largo de laCarretera Lincoln hay casillas con sndwiches de chorizos Frankfurterdentro de las casillas. Carga nafta cada ciento cincuenta kilmetrosms o menos, segn sean las caractersticas de tu auto. Cuando llegas a

    Albuquerque, te encuentras con los montes de mezquite y salvia; haymesetas y planicies y espinacas frescas si las deseas. Estas provienende huertas del Valle Imperial, junto con los melones gigantes y los

    racimos de uvas silvestres. De noche oyes los coyotes; de maana soncampanas de fbricas y la cuadrilla de presidiarios encadenados entre

    s. A uno y otro lado del Misisip, que baja directamente por la mitadde Estados Unidos, estn los dominios de los bfalos, donde en el

    crepsculo cowboys con camisas de seda y sombreros "de diez galo-nes" entonan canciones serranas... para la radio. Ms al sur tropiezas

    con los Ozarks, en mitad de los cuales est el Mena, el colegio univer-sitario de trabajadores. Una vez en Utah te desvistes y flotas en el Mar

    Salado. Pegas unos cuantos saltos y luego emprendes el camino hacia

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    27/82

    www.elaleph.comNew York ida y vuelta donde los libros son gratis

    27

    el oeste, en direccin al desierto Mojave, donde no hay ms que luz deluna y cactos. De cuando en cuando te cruzas con el espectro de un

    bfalo, o el tiro de veinte mulas que trae el brax. En Needles bajas yhierves un huevo en la arena. Luego retrocedes hacia Yuma, porque esun lindo nombre, y tiritas. Por ltimo llegas a Ciudad Imperial, quefloreci en los das de Roma antigua, cuyos vestigios todava puede ver

    el turista que se aparta de la senda trillada y sigue el camino de losmuros coloreados por la hiedra, que forman el baluarte de la antiguaciudad, que segn algunos fue fundada antes de les das de Roma por

    descendientes del perdido continente Mu, que se pronuncia Mieux.

    Todava pueden hallarse restos de esta perdida raza en la ciudad deTulsa, donde se los descubri gracias a las excavaciones para pozos depetrleo y pequeas letrinas. El tulsano verdadero todava habla con

    una especie de click-clack, como en los das de antao.(An sigo esperando que alguien me llame por telfono y me in-

    vite a cenar. No es ms que la 1.30 a.m.).El tiempo vuela y el Veendam no parte hasta el viernes. Tengo un

    camarote de la parte superior, que comparte con otros tres caballeros.

    Si son norteamericanos, estar muy bien; si son holandeses, ser unapena. Pero, segn me dicen, el desayuno holands es bueno, y me le-vantar temprano todas las maanas, a esperar que llame la campana.Hay ahora en Nueva York doce hombres y una mujer que saben que yo

    soy un genio. Esto me lo ha informado Cronstadt. Los genios tienenque comer y beber: confo que estos doce hombres y una mujer lorecuerden. Y espero que tengan una mesa bien puesta esperndome

    cuando desembarque. Me gustara volver a la Villa Seurat inmediata-mente y sentarme en la mesa ahora mismo. Maana ser tarde. Maana

    ya habr comido. Ahora tengo hambre y Cristo! si ser un santo impli-ca pasar hambre, yo estoy decidido a dejar de ser un santo. Hubo un

    hombre que se muri el otro da... de inanicin. Segn parece, tena dosestmagos, y era mucho trabajo mantenerlos llenos los dos. No pudo

    con la tarea. Tambin hubo una mujer que tena el estmago bocaabajo; despus qu se le enderezaron subi a la montaa rusa para

    probarlo. Yo tengo un estmago pequeo que se est empequeeciendo

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    28/82

    www.elaleph.comHenry Miller donde los libros son gratis

    28

    ms y ms. Confo poseer genialidad bastante para mantenerlo llenocon regularidad, y nada ms. Confo estar pronto sentado frente a un

    plato de "squangeels", que es una cena costera norteamericana com-puesta por caracoles, veneras, ostras, almejas, camarones, frituras decordero, migas de pan salchicha de hgado, sauerbraten, cebollas, en-salada de lechuga romana, aceitunas negras, apio, huevos de paloma,

    mollejas, picadillo de hgado de pollo, la clara de un huevo y abun-dante mostaza.

    No se debe dejar que el genio muera de inanicin completamente.

    Debe estar medio muerto, tres cuartos. Slo necesita un poco de ali-

    mento para llenar las alforzas de su panera, pero lo necesita desespera-damente. En este preciso instante el resultado de la lucha est indeciso.Me siento igual que una vieja chalana luego de haber sido escariada y

    calafateada. Me siento tal si como an sirviese para ms de un viaje,pero me han blanqueado y me estoy secando al sol. Dicen que nos

    volvemos msticos cuando estamos murindonos de hambre; pero yome vuelvo prctico y astuto. Tan taimado y astuto me volv hace unosmomentos, que baj y le ped prestados veinticinco centavos de dlar

    al mandadero del hotel. Le ped veinticinco centavos y me dio un d-lar. Esto demuestra la clase de genio que yo soy! Pero no quiero, Joey,que te preocupes al leer esto, pues cuando lo leas, yo estar en alta mar,donde me entregar de lleno al desayuno holands y la ginebra holan-

    desa. Estar caminando por la cubierta de popa entre bocadiIlo y boca-dillo, y estoy seguro que no faltar un latero caminando a mi lado ycontndome la historia de su vida. Estaba esperanzado en empezar mi

    nuevo libro a bordo, pero tuve miedo de traer la mquina de escribir,no sea que me quieran cobrar derecho: de importacin. De todas mane-

    ras, lo he comenzado mentalmente. Lo s de pe a pa, del principio alfin. Y esta vez estoy convencido que saldr de m como el vino de la

    boca del tonel. Tengo la intencin de escribir concntricamente, lo cualme permitir la mxima libertad sin aniquilar la ilusin de movimiento

    y progreso. Viajar sin entromperios y despachar todo el equipajedelante, por American Express. Eso quiere decir que se van al cuerno

    el anlisis y la introspeccin, la lgica racial y el surrealismo, la forma

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    29/82

    www.elaleph.comNew York ida y vuelta donde los libros son gratis

    29

    y el estilo. Lo que quiero contar es tan humano que hasta un perropodra contarlo. Ya que yo estoy un grado por encima del perro en

    habilidad lingual, tardar, por supuesto, un poco ms en la narracin;pero el tema es el mismo. Es la cuestin de estar solo en la tierra y casisiempre hambriento, hambriento no tan slo de comida y sexo, sino detodo. Estoy buscando en mi vida un ojo de buey que corra paralela-

    mente a m y se hunda despacio, como una goleta de cuatro palos en unvendaval. Dejar que cada uno diga lo que desee y tarde lo que le d lagana. Espero comer y dormir en el libro, y cuando quiera mear lo har;

    en el libro mismo. Todo lo pens una noche caminando arriba y abajo

    por Broadway en medio de la multitud. Era tan grande el gento que searremolinaba a mi alrededor, que de pronto me di cuenta de que estabacompletamente solo y me agrad sentirme rozado por codos extraos,

    empujado, pisado, escupido, etc., etc. Vi con mucha serenidad el cap-tulo inicial, tal como si de pronto hubiese cesado todo el ruido y no

    hubiese ms que una enorme luz verde. Trnsito libre! Y esa luz bri-llaba en mi libro. Era la seal para avanzar; y avanc a todo vapor.Pude recordar cuanto quise recordar... y sin que le faltase ningn fila-

    mento ni soporte. Ahora no me falt ms que empezar diciendo: Hola!Aqu me tienen. Qu tal ustedes? Lo dems sigue como cosa de cajn.Es la historia de mi vida, la cual descubro que no tiene fin. El milagrosera que a uno se le ocurriese escribir acerca de cualquier otro. La

    vida propia! Una vorgine con un agujero en el centro. Justo cuandoests escribiendo la ltima pgina te sientes atrado, sorbido, haciaabajo... y ah tienes tu propia vida! Bueno, yo estoy descendiendo

    junto con mi vida propia; y no permito qu nadie intente arrojarme unsalvavidas. Que me arroje ahora unas concidas! Y que ponga un poco

    de salsa en las patatas. Hasta a los genios gusta la salsa con la carne.No digo Worcestershire Sauce ni Yorkshire Pudding; apenas un poco

    de salsa negra, ligeramente agria, y si tiene un Kartoffelklsse que lesobre, trelo junto con las patatas. (He escrito bien Kartoffelklsse

    esta vez? No hagas caso de las diresis; eso se corregir despus. Aho-ra toca el turno a los budines de pasta rellenos de fruta o carne y a la

    salsa negra).

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    30/82

    www.elaleph.comHenry Miller donde los libros son gratis

    30

    Maison Gerard es un restaurante del viejo mundo en la calle 33,justo enfrente del Correo. El interior es algo as como un manicomio,

    slo que mignon. Todo es mignon, inclusive las salivaderas. En todo seha escupido y todo ha sido lustrado con un trapo grasiento. A los fon-dos del restaurante hay un jardn estilo viejo mundo que tiene colum-pios, hamacas paraguayas, mesas de ping-pong, mecedoras, poltronas y

    todos cuantos chismes fue imposible meter a la fuerza en el saln.Todo de psimo gusto, pero adorablemente mignon. El propio Mon-sieur Grard me acompa a recorrer el establecimiento, por si yo

    buscase una pensin en mi prxima visita a Estados Unidos. Como

    digo, Maison Grard tiene un poco de esa cualidad clida, ntima, atra-yente de los manicomios. Hay platitos provenientes de un bistrot deMnilmontant, paraguas del ao pasado, una mquina de coser Singer,

    un piano Haynes modelo 1903, cojines para los gatos, etc. La comidaes loca tambin, an ms loca que el toilet, que acaba de ser renovado.

    Es justa-mente el sitio ideal para comer en l un da fro de invierno, yacomodarse para leer Voyage au Bout de la Nuit. Madam Grard, laesposa del patrn, se parece a Madame Bonat de la Maison Bonat de la

    calle 31, igual latitud e igual longitud. Es decir, que ambas son invli-das y se tambalean un poco. Las dos son mordaces y mercenarias, conesa agradable sonrisa artificial del verdulero que sabe lo que son cebo-llas. Apenas dejan de hablar aparece la sonrisa como una luz elctrica.

    Es la sonrisa del comercio francs, y me encanta.Caminando por la Octava Avenida despus de cenar volv a tener

    la misma impresin de la ciudad que tuve un da estando de pie en la

    terraza del edificio Empire State. Este sector de la ciudad est tomadode Metropolis, o sea que ya est un poco fuera de moda. Millones y

    millones de ventanas, bloques de juguete que entran uno dentro delotro, como un decorado de pelcula. Slo cuando subes a lo alto de un

    rascacielos puedes ver el humus de los cuales se ha creado este fants-tico mundo de bloques para armar. Bajando la vista hacia los techos de

    los sucios edificios de ladrillos rojos podras perfectamente imaginarque Nueva York era una isla que sobrevolaron interminables bandadas

    de aves migratorias. Toda la ciudad parece estar cubierta de liga. Todo

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    31/82

    www.elaleph.comNew York ida y vuelta donde los libros son gratis

    31

    lo viejo tiene un prtico y columnas corintias. Las iglesias catlicas,tales, por ejemplo, como la de San Antonio, parecen las heces de una

    novena estirada: todo frente y bigote, con deudos acongojados quesuben los escalones que conducen al altar. Las sinagogas parecen ba-os turcos; son por lo general iglesias luteranas abandonadas, en cuyasventanas hay vitraux. Yo he dado muchas vueltas por los mercados de

    pescado, las morgues y los asilos. Me gustan los hospitales de la ribera,todos provistos de solanas montadas sobre andamios de hierro, querecuerdan vagamente los sueos de Mantegna. Slo que stos son

    sueos a prueba de incendios.

    Ahora te voy a contar la forma en que un genio encuentra diver-sin en una ciudad como Nueva York. Uno camina hacia el norte hastaencontrar la calle 42, que ahora est convertida en una letrina pblica.

    En una misma cuadra hay cinco salas de variet, judas todas, hasta unade negros y blancos. Entre una y otra hay locales en que se expenden

    sndwiches, otros con mquinas monederas y algunos en que se venpelculas a quince centavos cada film. Son pelculas especiales paraquince centavos, con artistas de quince centavos, todos tarados de baja

    estofa que tienen limpios los corazones y te miran directamente a losojos. La funcin es continuada desde las ocho de la maana a la medianoche; se desarrolla ante tu vista como una marea de caca. Todas estassalitas de cine fueron en un tiempo cines buenos; ahora se llenan de

    chinos, italianos, polacos, lituanos, judos, croatas, finlandeses, etc.Muy de cuando en cuando un idiota norteamericano al cien por cientooriundo de Gallup o Terre Haute. En el bao le esto: "Mate a Hitler y

    salve a los judos. Entre en la marina juda y lleve cerdo a Jerusaln."Debajo hay un anuncio de Wrigley Brothers, cuyo ltimo rengln dice:

    La mejor goma desde que empez el mundo.Saliendo de uno de esos antros la otra noche me tropec con Jack

    Kweller, de Playa Brighton. Jack Kweller era en otro tiempo uno demis mejores mensajeros de la Western Union. Estaba convertido en un

    gordo ms monstruoso que antes, y llevaba un gorrito puntiagudo conla propaganda de un saln de bailes de categora infame. En otros tr-

    minos, era uno de esos individuos que, a la puerta de un local, esperan

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    32/82

    www.elaleph.comHenry Miller donde los libros son gratis

    32

    que entres y te tiran de la manga si no lo haces. Cuando le dije quetodos estos aos haba estado en Pars, me pregunt inmediatamente: -

    Viste a Henri Barbusse?Tuve que confesarle que no lo haba visto en persona y pareci

    sorprenderse. Dijo que haba conocido a Barbusse en el John ReedClub. En el acto se puso a hablar de antropologa, la cuestin femenina,

    el suicidio de la raza, la prostitucin, la dialctica marxista, etc., etc.Me dijo que cuando sali de Western Union haba aprovechado bien eltiempo. Hasta los das que sobrevino la crisis estuvo fabricando jugue-

    tes. Me acord del inocente Jack Kweller de los das en que las variets

    del Olympic florecan en Tammany Hall. Entonces era acomodador y,a cambio de una propina, daba un asiento en las primeras filas. Luego,un da, me llev a un lado y me pidi que le consiguiese un puesto de

    mensajero, lo cual hice. Y result ser un excelente mensajero. Trabaja-ba en el turno de la noche: siete das por semana, doce horas por da,

    por $ 17,50 dlares semanales. Con esto logr ahorrar un poco y po-nerse a hacer juguetes. Ms tarde se hizo experto en antropologa,etnologa, ciencia poltica, sociologa, economa, etc., todas esas mate-

    rias intiles que lo hacen prosperar en la vida... siempre que no sobre-venga una crisis. Podra agregar: materias judas todas ellas. Laambicin de todo judo industrioso y que se aprecie es ser miembro dela Escuela de Ciencias Sociales, del Club John Reed o de la Escuela

    Rand, o, mejor an, de los tres a un mismo tiempo. Esto le permiteconocer mundo y lo mantiene au courant, con agua caliente y frasiempre en la canilla... Me entiendes? Este Jack Kweller, siempre que

    va al automtico para ahorrarse diez centavos, lleva consigo un libro, ydurante el tiempo en que est de pie como un caballo en el pesebre,

    ronza su ciencia poltica junto con el pan rancio y la salsa de tomate.Un judo puede leer un grueso volumen mientras camina por la calle,

    sobre todo si es una abra erudita, y todas las obras eruditas, como sa-bes, sor abultadas.

    Bueno, la cuestin es que al despedirme de l me dio su tarjeta,para que con ella pudiese ir al Bann Box, a sentarme y beber bebida

    barata a sesenta y cinco centava el vaso y quizs encontrar una belleza

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    33/82

    www.elaleph.comNew York ida y vuelta donde los libros son gratis

    33

    de las Follies de Ziegfield con que bailar. El Bann Box es un pequeolocal situado encima de una cochera, en una de las calles oscuras de

    los costados. Una vez que entras te es difcil salir. Al penetrar, yo sabaque no llevaba dinero suficiente para sentarme y tomar una compaerade baile. Pero me gusta entrar a ver esos sitios. En resumen, penetranimado y vivaz, y adopt el aire ms alerta (!) de que soy capaz; me

    acerqu al mostrador y muy inocentemente pregunt al barman si podainformarme qu era de la vida de mi viejo amigo Jack Kweller. Elhombre me seal un tipo que tena aspecto de matn y, tal como en el

    acto supuse, deba ser el encargada de asear de malas maneras a los

    clientes que amenazaban con portarse mal. Adopt el aire de un hom-bre que dispone de dinero y con esto no me fue difcil mantener la caraseria. Pregunt a este segundo individuo por mi viejo amigo Jack

    Kweller. Agregu que haba estado ausente unos diez aos, que habavivido en Alaska, y todos esos cuentos. Dije que quera transmitir un

    mensaje que para Jack me haba dado en Alaska un viejo amigo de l,que all se dedicaba a lavar oro. La respuesta inmediata fue que a JackKweller poda encontrarlo parado a la puerta del saln. Agradec el

    dato muy cordialmente y agregu que ira a buscar a mi amigo y lollevara all en cuanto tuviese franco. El matn dijo que sera una granidea y, tomndome del brazo, me condujo al mostrador y me invit abeber una copa a cuenta de la casa. Fing buscar mi cartera en los bol-

    sillos, pero l se demostr irreductible y tuve que desistir. Pero enton-ces le pregunt si bebera una copa conmigo. Por suerte entr alguienen ese momento y, tuvo que rechazar mi ofrecimiento apresuradamen-

    te. De aceptar, me las hubiese visto negras. Quizs hubiese tenido queir al cuarto de bao y tratar de escapar por la puerta del fondo o cosa

    parecida. De todas maneras, Joey, stos son los momentos en que unpoco de arrogancia y fanfarronera viene bien. Aparentar como Dios

    manda! Mralos directamente a los ojos y hazte el inocente. Di siempreque has estado en Alaska o en Tahit. Yo dije Alaska porque no tena la

    piel tan quemada como para haber estado en Tahit diez aos. Para estotuve que pensar velozmente; es decir, lo que sera veloz para un judo.

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    34/82

    www.elaleph.comHenry Miller donde los libros son gratis

    34

    Caminando por Broadway advert lo apestada que estaba de putasla calle. No las viejas trotonas del 1908 o 1910, sino jvenes que no

    llevaban medias y eran delgadas, esmirriadas, pizpiretas, con tiras depiel de mono o de zorrino en torno a los cuellos. Salen andando a sal-titos de las calles transversales, con un cigarrillo entre los labios, y sequedan un momento mirando aturdidas la Va Apia en los dos sentidos.

    Te contemplan fijamente, no simpticamente ni invitndote con insi-nuaciones sexuales o sensuales, sino con esa mirada taladrante e im-pertinente de los faroles de acetileno que se ven en las vas de noche.

    Las mujeres norteamericanas tienen una nica manera de mirar, sean

    prostitutas o duquesas. Las europeas tienen mil. La de las norteameri-canas es siempre la misma: la luz de un proyector buscahuellas que teroca la espina dorsal y no da calor. Que habla de dinero contante,

    velocidad y condiciones sanitarias. Borracha o no borracha es igual.No es el sexo; es la luz de un potente aparato oculto en el lbulo poste-

    rior del cerebro, un poco apenas por encima de la mdula oblonga. Escomo una caja de msica que funciona metiendo una moneda, como unaparato de ranura que automticamente entrega goma de mascar, como

    un medidor de gas, londinense. Sueltas la moneda, el mecanismo sepone en marcha, se producen una pequea sacudida y algunos movi-mientos, un ronroneo y se enciende la luz; sta permanece encendida eltiempo necesario para que leas lo que all est escrito, y se apaga de

    nuevo. No pienses que se te acercan y te piden que vayas con ellas.Oh, no! Estn ah de pie en la penumbra de la salida de artistas de unteatro y de pronto, apenas te divisan, saltan hacia delante, caminan con

    tu mismo paso, se te aproximan poco a poco, siempre en sentido para-lelo y delante de ti, hasta que las tocan tus brazos y luego tus caderas, y

    cuando los dos se han frotado bien, como dos gatos en una callejaperdida, dejan que abras la boca y ofrezcas un precio, todo sin dejar de

    caminar, todo como si no pasara nada, con caras de hastiadas, indife-rentes, fras como el cemento, andando sobre sus tacos de goma con

    firme paso norteamericano como si algn da tuviesen que llegar aalgn lugar, y por qu no me invitas a tomar algo ah al doblar la es-

    quina, no?, bueno adis y que te pudras.

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    35/82

    www.elaleph.comNew York ida y vuelta donde los libros son gratis

    35

    Desde que estuve aqu por ltima vez todo se ha rejuvenecido, in-clusive las rameras. El precio es joven. Llevan las viejas al matadero y

    sacan arneses, correas y manijas de cuero. Broadway es para la juven-tud, en lo que a mujeres se refiere. Los hombres pueden ser de edad,calvos, gordos, amorfos, bizcos, torcidos, acosados por las bilis, reu-mticos, asmticos, artrticos... pero las mujeres tienen que ser jve-

    nes! Tienen que ser jvenes, frescas, resistentes, duraderas, como losedificios nuevos, los ascensores nuevos, los autos nuevos, los cuchillosy tenedores de acero inoxidable que nunca se gastan y se mantienen tan

    afilados y eficientes como las hojas de plata Gorham. Broadway est

    llena de abogados y polticos de mandbulas prominentes y ojos linces,todos vestidos elegantemente, con cuellos blancos almidonados, lacorbata precisa, el ms moderno bolsillo superpuesto. Todos lucen su

    arruga en el pantaln y zapatos muy bien lustrados. Ninguno llevasombrero del ao pasado, con crisis o sin ella. A ninguno le falta un

    pauelo limpio, bien lavado y envuelto en papel celofn timbrado.Cuando el peluquero te cepilla el pelo, tira el cepillo para que lo fumi-guen y envuelvan otra vez en celofn. El pauelo que se ponen al cue-

    llo es enviado inmediatamente al lavadero, y viaja por tubosneumticos que lo entregan la maana siguiente. Todo es servicio deveinticuatro horas, sea o no necesario. Tus cosas vuelven tan rpida-mente que no tienes tiempo de ganar el dinero requerido para pagar el

    servicio que no te hace falta. Si llueve te haces lustrar los zapatos detodos modos, porque el lustrado lo protege contra las manchas de laintemperie. Te acicalas a la ida y a la vuelta. Ests metido en la mqui-

    na de hacer salchichas y no tienes manera de salir; a menos que tomesun barco y vayas a cualquier otro lugar. Aun entonces no puedes estar

    seguro de que todo el asqueroso mundo no se norteamericanice al cienpor ciento. Es una enfermedad.

    Todo esto me lleva de vuelta a la gran novela norteamericana, OfTime and the River, que ahora se anuncia en todos los mnibus de la

    Quinta Avenida. Esta es una de esas grandes novelas norteamericanasque siempre se anuncian pomposamente como la gran novela nortea-

    mericana, pero que sea como sea queda olvidada al cabo de un mes o

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    36/82

    www.elaleph.comHenry Miller donde los libros son gratis

    36

    cosa as porque las piezas del andamiaje estn tan podridas que sedeshacen. Igual que todas las dems novelas norteamericanas, sta es

    tan slo una manera de llenar espacio. Time and the River (El tiempo yel ro) est perdida en el espacio. Hay tres dimensiones, pero falta lacuarta. Es una Comdie Humaine en que figura Hannibal, estado deMisur, como centro vital. Prolifera como prolifera el cncer. No arde,

    eructa, ruge, sisea, despide vapor, se incendia ni hace humo. Empieza,como empiezan todas las grandes novelas norteamericanas, en el dedogrueso del pie y sigue hacia arriba. Cuando est viajando por la tibia,

    quedas perdido. Te pierdes en los folculos de ese vello superfluo que

    las mujeres norteamericanas estn siempre arrancndose de las piernasy los brazos. Un libro realmente grande empieza en el diafragma yprosigue hacia fuera. Comienza en forma vital y termina en forma

    vital. Es vital de cabo a rabo. La arquitectura no resulta de un deseo dellenar espacio, sino porque el hambre y la fe exigen un edificio, un

    testimonio, un smbolo concreto y lugar de repos. Tal vez soy injustocon este gran autor norteamericano: reconozco que slo le unas cua-renta pginas. Pero en cuarenta pginas un hombre o su alma -si la

    tiene- debe haber apartado la hojarasca y entrado de lleno en el tema.Es verdad que haba protuberancias emocionales; pero eran como fres-cos abotagados que uno capta por el rabillo de un ojo mientras correuna maratn. En resumidas cuentas, demasiado maldecidamente ge-

    nealgico para mi gusto. Detesto todos los libros que exponen las cosascronolgicamente, que empiezan con la cuna y terminan con la sepul-tura. Ni aun la vida procede as, por mucho que la gente lo crea. La

    vida slo empieza en la hora del nacimiento espiritual, que puede ser alos diez y ocho o a los cuarenta y siete aos. Y la muerte jams es la

    finalidad... sino la vida! ms vida! Alguien debe tirar una horquilla eneste ro de tiempo-espacio que los norteamericanos han creado: debe

    hacerse que los ros corran hacia arriba, a contrapelo. Como el Ro St.Johns! En este pas, con la misma rapidez con que se crean ros nuevos,

    se construyen diques para contenerlos; para hacerlos trabajar, para queproduzcan. Necesitamos una inundacin, y slo entonces habr cieno

    con qu trabajar. No necesitamos novelas genealgicas ni la historia

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    37/82

    www.elaleph.comNew York ida y vuelta donde los libros son gratis

    37

    del continente norteamericano vista a travs de los ojos de la familiasuiza de los Robinson. Alguien tiene que tirar una llave inglesa en la

    maquinaria. Yo creo, Joey, que soy el tipo capaz de hacer que los roscorran cuesta arriba. Se lo debo al bfalo norteamericano, al piel roja, alas sombras de Moctezuma y Quetzalcoatl. A fin de cumplir esta tarea,ya me he cortado la cabeza. Voy a caminar calle abajo, preferiblemente

    Broadway, con la cabeza en una mano y todas las caeras principalesdel gas eructando un hedor dulce. Andar con la cabeza en las manos ymirar las cosas astrolgicamente. Ya me siento ms ligero, ms elsti-

    co, ms alegre. Tal vez deje la cabeza en la Villa Seurat y me concrete

    a caminar por Broadway con el resto de mi cuerpo. Llevar el libroconmigo, un gran libro de hierro enganchado en mi cinturn. En lregistrar cosas extraas. Ser el supremo sacerdote de la gran novela

    norteamericana que por primera vez desde los albores de la creacincorrer cuesta arriba... y mande por favor algunos lindos jamones de

    Westfalia a Jerusaln!Acabo de recibir una carta de Julieta, quien pregunta: "Por qu

    no nos buscaste antes? Por qu vives permanentemente en Pars? Por

    qu tienes que salir el 14 de julio? Por qu sigues expatriado? Tengoganas de contestar esa carta aqu mismo y ahora mismo. Y ah va,Joey...

    Querida Julieta:Si antes no te busqu fue porque te tena completamente olvidada.

    Apenas la otra noche, en momento en que, estando un poco borracho,

    ped un cigarro caro, al mirar la etiqueta del cigarro me acord de queestabas viva y coleando, y tenas un hijo. Resido permanentemente en

    Pars porque soy millonario y puedo permitirme el lujo de tener casadonde se me antoja. El hecho de que parta el 14 de julio se debe a que

    un da ms que me quedase aqu me enloquecera; de haberme escritounos das antes, me hubiese ahorrado la molestia de escribir esta carta,

    pues te habra mandado una copia de las pginas precedentes, dondetodo se explica. Dices que las cosas son tan emocionantes en Estados

    Unidos que te resulta difcil concebirte sentando tus reales en cualquier

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    38/82

    www.elaleph.comHenry Miller donde los libros son gratis

    38

    otro lugar. Me parece muy bien que lo digas, ya que eres tan slo unamadre y esposa del director de un pasqun de tercera categora. Vives

    en el plano econmico-social. Yo vivo en un plano astronmico al quet slo podras llegar si tuvieses un par de alas. Dices que lees mislibros "no sin inters", lo cual es una curiosa manera negativa de ex-presarlo; pero qu me cuentas de tu marido, el director, a quien le

    envi un ejemplar para que lo comentase a mis expensas? Por qu esecretino no ha publicado una crtica? Unos renglones por lo menos. Nohay en l suficiente sociologa para su periodicucho infame? Mi pr-

    ximo libro tratar de los hbitos funcionales de trabajo de la cucaracha

    durante la guerra de secesin, lo que presumo estar de acuerdo consus cnones. Describir el sistema endocrino con y sin alimento, de-mostrando la relacin entre los cambios de clima y los perodos de

    desocupacin. Tendr una tapa sosa, como las encuadernaciones de lostratados del gobierno, y tipo de cuerpo menor, adems de una fe de

    erratas al final. Es una pena que yo nunca haya ledo versos de tu mari-do. Todo lo que s de l proviene de Joe Gould. Joe Gould dijo que semeara en l un da, convirtindolo en un hombre. Es cierto eso? Co-

    mo quiera que sea, es lo que me dicen. Ahora permite que te hable delnene; de la manera debida de criarlo. Cuando le das su avena, viertesiempre en la masa un poco de pis de caballo tibio. Esto le dar firmezay con el tiempo, cuando sea director de una publicacin, no necesitar

    que le mee encima un escritor norteamericano olvidado para hacer del un hombre. Si quieres que se convierta en erudito, lele la traduccinque hizo Kenneth Burke de The City Man; es una excelente cancin

    para dormirse. Y por qu insistes en lavar los paales del nene? UsaKotex. No cuesta ms y es sanitario. Pide hoy una caja al Instituto

    Smithsoniano. Tal como aconseja el comisionado policial Valentine:"Mediante cuidado, cortesa y sentido comn, usted y los suyos pueden

    vivir mucho tiempo y con felicidad." Haz el favor de recordarlo. Hastala vista, Julieta... Siempre fuiste un buen cigarro... pero bastante caro.

    Firmado: Henry Valentine Miller.

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    39/82

    www.elaleph.comNew York ida y vuelta donde los libros son gratis

    39

    Te ha gustado, Joey? A lo mejor se te ocurren algunas otras in-dividuas a las cuales podamos escribir. No hace falta que ellas me

    escriban. Basta con que manden los nombres y las direcciones. Esta esla temporada adecuada para cartas. Si tuviese dinero, no escribira niun rengln ms. Entrara en un bar y pedira un sndwich y un vaso decerveza. Buscara a Stefano Fanti, quien me llama por mi primer nom-

    bre cada vez que visito su tugurio. Esto me hace bien. Dice: "Lo dejopagar todos los vasos que quiera. Cuando est listo para irse, lo invitoyo una vez." Eso nos lo dice a la cara. No hay nada solapado en ello.

    Adelante con los faroles! Eso es lo que me gusta de los europeos. No

    te dan nada por nada. Tienes que pagar y pagas tupido. Aqu todo esgratis, te lo dan por nada, pero te cuesta ms de lo que puedes pagar.Al principio parece maravilloso no dejar propina cuando vas a un bar o

    a un negocio cualquiera en que despachen gaseosas. Nada de propi-nas! Se dira que esto es jauja. Pero cuando cuentas el vuelto, descu-

    bres que has pagado por un vaso de licor tres veces lo que pagaras enEuropa, pourboire comprise. Calculo haber pagado a estos sinvergen-zas que expenden bebidas con burbujas una retahla de propinas prin-

    cipescas. Me la han hecho bien dada, tal vez no los sinvergenzas delmostrador, sino los propietarios, o sea The Great Atlantic & PacificTea Co.

    Se me ocurre que ha sido una verdadera lstima que no me haya

    mandado el Paris Soir, junto con Blaise Cendrars y Claude Farrre. Aesta altura me habra ganado el pasaje de regreso, y eso sin tomar encuenta el champaa gratis y los cigarros Coronas. Puede que mi estilo

    no sirva para el Paris Soir; pero en ese caso, sirve el de Claude Fa-rrre? Te imaginas lo que ese bicho raro va a decir acerca del Nor-

    mandie? Y cmo se arregla Cendrars para mantenerse frenado? Dictasus textos? Como ves, yo tengo todo el equipo, inclusive carbnicos.

    Sera el reportero ms barato que pudiesen encontrar. Si no les gust lacarta que escrib a Julieta, pueden hacer caso omiso. Recuerdo que, en

    los primeros das, yo sola comprar Le Journal a la hora del desayuno;era mi ejercicio matutino. Recuerdo aquellos artculos infames envia-

    dos por Maurice Dekobra; de cuando en cuando una frase inglesa (mal

  • 8/7/2019 New York, ida y vuelta-Henry Miller

    40/82

    www.elaleph.comHenry Miller donde los libros son gratis

    40

    escrita) para dar un poco de color local. Recuerdo al tipo que mandarona la India, uno que escriba en forma cautivante sobre el pavillon des

    fleurs. Recuerdo las carreras de bicicleta descritas por Paul Morand... osi no era Morand, algn otro ganso presuntuoso. Todas estas cosas laspodra hacer con la mano izquierda... y a un costo menor que el delentierro en una sepultura comn. Por supuesto, los escribira en ingls.

    Ese es el quid; estoy condenado a escribir en ingls a un pueblo que noexiste. Tanto dara que empezase a estudiar chino. Estoy seguro que loschinos quedaran ms agradecidos. (Propaganda gratuita: Lee The

    Hanging on Union Square! Escrito en ingls por un tal, Tchiang, chino.

    Ta, ta, ta, ta! El dinero se fue, no hay nadie en casa. Ta, ta, ta, ta! Estoes de las poesas. La novela est en el ingls chapurreado de los chinostal