Nicaragua: Estado de sitio contra la clase trabajadora

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Nicaragua: Estado de sitio contra la clase trabajadora El caso de los 9 mineros que fueron arrestado en Bonanza el 7 de mayo de 2015 es uno más de secuestro ejecutado por el Estado con su fuerza armada bajo un estado de sitio — encubierto con democracia— que no necesita ser declarado. La razón es el Estado y, por lo tanto, su fin —que es la preservación de la burguesía, el clero y el capitalismo— justifica sus medios. El fin hoy es el mismo que cuando la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional —después que Los 9 Comandantes sandinistas la instalaron en el poder en 1979— declaró la segunda guerra de liberación nacional contra el proletariado insurrecto para capturarlo, desarmarlo y acorralarlo en las reducciones o campos de concentración — fábricas, zonas francas, haciendas e iglesias— donde los burgueses, terratenientes y curas necesitaban tenerlo para continuar explotándolo y robándose la riqueza que produce en “paz”. Hoy los cabecillas de la misma guerra son los mismos: el Frente Orteguista de Corrupción Nacional —representado por José Daniel Ortega Saavedra, el tal Danielito— y el Consejo Superior de la Empresa Privada, representado por José Adán Aguerri Chamorro. Cuando la clase trabajadora se rebelaba Tachito también la castigaba. Riqueza para la burguesía y los usureros imperialistas y garrote y bozal para la clase trabajadora es la política del gobierno cristiano. ¡Libertad incondicional para los mineros! ¡Abajo el estado de sitio! —Humberto Gómez Sequeira-HuGóS

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Nicaragua: Estado de sitio contra la clase trabajadoraEl caso de los 9 mineros que fueron arrestado en Bonanza el 7

de mayo de 2015 es uno más de secuestro ejecutado por el

Estado con su fuerza armada bajo un estado de sitio —

encubierto con democracia— que no necesita ser declarado.

La razón es el Estado y, por lo tanto, su fin —que

es la preservación de la burguesía, el clero y el

capitalismo— justifica sus medios. El fin hoy es el

mismo que cuando la Junta de Gobierno de

Reconstrucción Nacional —después que Los 9

Comandantes sandinistas la instalaron en el poder

en 1979— declaró la segunda guerra de liberación

nacional contra el proletariado insurrecto para

capturarlo, desarmarlo y acorralarlo en las

reducciones o campos de concentración —

fábricas, zonas francas, haciendas e iglesias—

donde los burgueses, terratenientes y curas

necesitaban tenerlo para continuar explotándolo y

robándose la riqueza que produce en “paz”.

Hoy los cabecillas de la misma guerra son los

mismos: el Frente Orteguista de Corrupción

Nacional —representado por José Daniel Ortega

Saavedra, el tal Danielito— y el Consejo Superior

de la Empresa Privada, representado por José

Adán Aguerri Chamorro. Cuando la clase

trabajadora se rebelaba Tachito también la

castigaba.

Riqueza para la burguesía y los usureros

imperialistas y garrote y bozal para la clase

trabajadora es la política del gobierno cristiano.

¡Libertad incondicional para los mineros!

¡Abajo el estado de sitio!

—Humberto Gómez Sequeira-HuGóS