D. Rafael Rodríguez AguileraSanta Polonia, 0-2 °

e -MNiego de Córdoba, 3 Mayo 1964

De pósito Legal. CO. - 15 1958

- 4

igAtscibn die rítairaturki. ay, Latas dIrtos d2d Czcir4 die Strino

XIII SE PU81.703 DOIWNSOS

Número 6o5

Un tal \d ctor Kretsinger, muyconocido los círculos científi-cos, cunq e desconocido paralos que no frecuentan estos altosmedios, ha construido un sismó-grafo que permitirá a un oradorcualquiera asegurarse de cuandodisminuye el interés de sus oyen-tes.

Magnífico invento, me digo, ¡siseñor! ¡Maravilloso! Maravillosoresulta aprender que algo tanpersonal, tan abstrato como laatención aplicada sobre una ma-teria, en este caso las palabrasde un orador, sea él bueno o ma-lo, puede ser medida y pesadani más ni menos que un pedazode pan o un pedazo de hierro.

Se ha medido el pensamiento,se ha definido el amor como elresultado de una reacción de na-turaleza bioquímica... ¡Magnífi-co! Todos los productos de nues-tras facultades inteligentes, aní-micas y sentimentales se van con-virtiendo en materia, puesto queson capaces de mover la agujade un aparato, de hacer oscilarios platillos d e una balanza.iPAagníficc! Nuestro mundo inte-rior, ante nuestro pasmo, antenuestra sorpresa sin límites, vacolocándose en un determinadopeldaño de esa larga escala delUniverso en que, ascendiendo ydescendiendo por ella las subsLtancias múltiples o únicas (¿seránhijos de la diversidad o de aque-

Ila prima materia que con tantaansiedad buscaron los alquimis-tas?), siguiendo ciclos reguladospor leyes, se transforman, gene-ran y anonadan a sí mismas pa-sando de una en otra fase.

¿Qué es el alma si sus reaccio-nes, sus movimientos pueden sermedidos, controlados por el ojono humano de una máquina?:¿una masa de vulgar materia nimás ni menos que es esta plumaque en estos momentos estoy uti-lizando como vehiculo transm-i-sor de mi pensamiento?... ¿O se-rá un punto, un atomo, una chis-pa mínima de substancía por ex-celencia energética, capaz degenerar energía que muy luegoentra a trazar sus círculos den-tro de los otros ciclos de la ener>gía transformable y transforma-dora? ¿Qué es el alma, esa parte

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de mí misma que yo me com-plazco en considerar como cen-tro y punto de apoyo de mi ser,de mi vida y de mi existenciapresente y futura, para que unsabio humano, engreido de susaber, se permita con solapadosmedios insinuarme que no es enrealidad ese eje que yo creo, sino un producto extraño,algo quesólo existe corno una función de-rivada del cuerpo concretísimoy organicamente estructurado? Ysi no es eso lo que pretende de-cirme, ¿por qué pone sobre ba-lanza mis pensamientos, mis sen-timientos y hasta mi voluntad deprestar o no atención a las pala-bras de un orador cualquiera?

Confieso que soy incapaz detolerar intrusiones en mi mundointerior. Confieso que me subte.vo al solo pensamiento de quecualquiera, hombre o máquina,pueda juzgarse con derecho aentremeterse en él.

Pero aún cabe otro aspecto enel sismógrafo construido por eldoctor Kretsinger, y ese es direc-ta y eminentemente próctico.¿Qué sucederá el día en que elinvento se divulgue y toda salade conferencias esté provista desu aparatito puesto a la vista delorador de turno? ¡Cuántas ilusio-nes rotas! ¿Cuántos oradores ha-brá capaces de seguir por el ca-mino de la oratoria después dehaber constado la contradicciónque se sigue de la verdad reve-lada por un aparato desapasio-nado que se reduce a registrar yde la mentira sofocada por unasalva de aplausos calurosos quesólo celebran el fin de una• char-la insulsa, o quizá no compren-dida, y que ha pasado sin dejarhuella en los corazones?

¿Cómo será el mundo el díaen que esté lleno de aparatos quenos enfrenten con nuestra ver-dad, con esa verdad que se en-cenaga con el pequeño mentirde cada día?

o&tetia 43aaaaa

CVCVCICIdes SOSLICCIOSCIS

Con este interesante articulo inicia hoy su Importante cola-boración en ADARVE la escritora Liberta Bassas.

No se trata de una novata, sino de la autora de tres bellasnovelas: «Tierra parda», «El último hijo del sol» y «Bosquejos»,la ganadora de prestigiosos premios literarios, como el PremioValera correspondiente al año 1962; la que en ese mismo añoquedó entre las finalistas del Elisenda de Moncada, la que se leotorgó, en fin, con categoria nacional, el San Martín. .

Si a esto se une toda una serie de trabajos literarios y artí-culos diversos en distintas publicaciones, llenos siempre de unfondo interesante, trazados en prosa amena y elegante, tenemosla seguridad que cuanto escriba en ADARVE Liberta Bassas se-rá buscado con interés por nuestros lectores.

Sean también estas líneas de saludo cordial- y de fervorosabienvenida a nuestro periódico para la escritora catalana.

ITAAM4a,C111DaD7'í

Byer comenzaron las Fiestas en honor de

Ntro. P. Jesús en la Columna

Con gran afluencia de fieles comen-zó, ayer, el tradicional novenario enhonor de Jesús en la Columna.

A las 8-30 de la tarde, tiene lugar elejercicio de la Novena y la FunciónReligiosa, todos los días, excepto el do-mingo 3, que será a las 8.

A partir del jueves ocupará la sagra-da Cátedra el Rvdo. Padre EugenioRuiz Andreu, de la Compañia de JesúsPrefecto de estudios del Colegio de SanEstaníslao del Palo (Málaga).

Para la procesión de Ntro. Padre Je-sús, el domingo, 10, está invitada laBanda Municipal de Música de Lucena.

Nota de la Alcaldía

Siguiendo instrucciones del ServicioProvincial de Ganadería, queda prohi-bído a partir de esta fecha la celebra-ción del mercado de ganado porcinoque semanalmente se viene celebrcn-do en esta localidad y su término mu-nicipal.

Así mismo continúa vigente la prohi-bición hecha por la Dirección Generalde Ganadería, de la venta ambulantedel ganado porcino, —principalmentedel murciano.

La que se hace público para conoci-miento y más exacto cumplimiento.

Priego, 27 de Abril de 1.964.El Alcalde-Presidente,

MCOUGOt 741/42 7494th2Cta

para Consejeras Nacionales

-del Movimiento para la representación

de Provincias

Manuel Alférez Aguilera, Jefe Localce Falange EspañolaTradicionalis-ta y de las J. O. N. S. en Priego deCórdoba,

HAGO SABER: Que en las of cinesde esta Jefetura sitas en el Palacio Mu-nicipal, se encuentran a disposición delos Militantes les listas provisionalesde votantes para la elección de Con-sejero Nacional por la provincia deCórdoba.

Hasta el día NUEVE DE MAYO, pue-den examinarse las mismas. admitién-dose las reclamaciones p _r inclusioneso exclusiones, según lo ordenado porla Secretaría General del Movimiento,cuya normativa se encuentra tambiéna disposición de quienes deseen exa-minarla,

Lo que hago público para generalconocimiento.

Por Dios. España y su Revoluciónte a cional-Sindica lista.

Priego. 30 de Abril de 1964.

La Sociedad al hablaViajeros

Hemos saludado a nuestro queridoamigo D. Manuel González Gisbert,Académico y sub Jefe provincial delMovimiento de Córdoba.

NatalicioEl pasado día 29 de Abril y con toda

felicidad ha dado a luz un niño doñaMaria Teresa Bergillos Arjona, esposade nuestro querido amigo D FermínSamaniego Caballero.

Hoy será bautizado con el nombrede Jesús Fermín y apadrinado por sustíos D. Félix Pa rreño y D.° Estrella Sa-maniego

Enhorabuena a todos.

OperadoEn la noche del 29 de Abril se sintió

repentinamente enfermo y fué opera-do de apendicitis nuestro querido co-laborador y Delegado Sindical comar-cal D. Pablo Gámiz Luque. La interven-ción quirúrgica fué llevada a cabo contodo acierto en el sanatorio de Nues-tra Sra. de las Nieves, de Granada,por el eminente cirujano Dr. Tamayo.

A la hora de cerrar nuestra edición,nos dicen telefónica mente del sanato-rio que el paciente se encuentra enclara convalecencia, deseéndole quemuy pronto se reintegre a su vidanormal.

Don Rafael Castejón, CronistaOficial de Córdoba

Con motivo del nombramiento deCronista que el Exmo. Ayuntamientode Córdoba ha otorgado a D. RafaelCastejón, los académicos de la RealAcademia de Ciencias, Bellas Letras yNobles Artes, le ofrecieron un agasajodel que nos ocuparemos ampliamenteen el próximo número.

CINE GRAN CAPITÁNA las 64-5, 9 15 y 11-30

S. E. el EmbajadorMarion Brando

Mayores—Color

A las 4 45 Infantil

Véanse cartleerasMenores

CINE VICTORIA6-45-9-15-11-30

La Batalla de SiracusaMayores— Color

Rossano Brazi—Silva Koscina

5 Infantil

II Festival de PopeyeMenores

la mulla conceutracien de ex

CombatientesComo uno de los actos conmemorati-

vos de los 25 años de paz españolaque ha organizado el Consejo local delMovimiento, ha tenido lugar una mag-na concentración comarcal de excom-batientes de nuestra ciudad y sus al-deas, Carcabuey, Almedínilla y Fuen-te Tójar, en la Fuente del Rey.

Desde muy temprano la poblaciónpresentaba un aspecto extraordinario,sus calles estaban engalanadas conbanderas y colgaduras.

El alegre recinto de la Fuente delRey, mostraba su impresionante belle-za. Al lado de la Cruz, dos grupos debanderas y una corona de laurel conlas cinco rosas simbólicas.

En la presidencia, además de nues-tras primeras autoridades, se hallabael Sub Jefe Provincial del Movimiento,D. Manuel González Gisbert, como re-presentante del Gobernador.

A las 12 se inició la Misa de Campa-ña que ofició el Rvdo. Sr. D José Quin-tana, antiguo combatiente y ayudadopor D. Manuel Mendoza, como ex com-batiente y D. Benjamín Julian, repre-sentante de las nuevas generaciones.

Concluido el Santo Sacrificio el:Al=-calde D. Manuel Alférez Aguilera sedirigió a los congregados diciendo, en-tre otras cosas:

«Al cumplirse el XXV aniversario deesta Paz, que es la que ha hecho posi-ble el milagroso resurgir de nuestrapatria, no podemos por menos, demostrar nuestra inquebrantable adhehesión, a ese hombre que la Providen-cia nos deparó el insigne Caudillo,Fran-cisco Franco, el que desde la iniciacióndel Glorioso Alzamiento, con voluntadférrea, con sabiduría y prudencia mu-chas veces puestas a prueba, supo con-ducir el timón de la nave de España,hasta hacerla arribar a este puerto bo-nancible de la grandeza de la paz».

Y terminó con las siguientes palabras:

«Camaradas ex-combatientes de Al-medinilla, Fuente-Tójar, Carcabuey yPriego: vosotros que unidos codo acodo, en los momentos difíciles de laguerra, supisteis cumplir con vuestrodeber como españoles, que muchasveces juntos, desfilasteis bajo las mis-mas banderas victoriosas, continuaralerta en el frente de la paz, cumplien-do con vuestro deber; pidamos a Diosen este acto, su protección para todoslos españoles, muchos Cr195 de vida alCaudillo de la paz, y que en cada mo-mento, nos haga comprender, dondeestá la clave de nuestro deber, paracumpliéndolo,cominucr haciendo gran-de y libre, a esta España unida».

ARRIBA ESPAÑAA continuación el representante del

Gobernador pronunció un interesantediscurso y cantándose el Cara al Sol,dcndo asi por terminado el acto.

Las Autoridades y Jerarquías se trasly daron al Hogar-Escuela Maria Au-xiliadora, donde fueron obsequiadospor el Delegado local de Auxilio So-cial D. Manuel de la Torre.

3 de mayo di 1914

ADARVE, Pág. 3

Continuación

pudiéramos decir, como mas tarde losmé liaos diagnosticaban la Malaria sila fiebre cedía a la Quinina, y comohoy mismo muchas madres interpretaninadvertidas manifestaciones anterio-res en sus hijos, después de diagnosti-carles el infiltrado tuberculoso. Así escomo hoy, hemos podido seguir lamarcha de la tuberculosis y la expan-sión del bacilo, desde aquellas infecta-das márgenes, hacia el resto del mun-do, siguiendo la dirección de casi to-dos los vientos de la rosa. Hoy pode-mos estudiar los estragos de esta pesteblanca, desde los familisterios de lasmás popu'osas urbes mediterráneas,hasta las tribus nómadas del beduinoque acampando en sus márgenes vol-vían después portadores de sus mer-cancías. y de los bacilos. Las expedi-ciones comerciales que en momentoshistóricos rigieron el comercio con pa-trones de alimentos, en vez del patrónoro de hoy, esparciendo por el mundolos bacilos, sazonando la pimienta (yaos he dicho que el bacilo tiene esasparadojas). Las expediciones g u e -rreros en las que, estoy seguro queel bacilo producía muchos más bajasque las espadas. Los propios misione-ros, de los que quizás el ejemplo quemás puede llamar la atención fué Fran-cisco de Asís. Y todo ello, tanto más,cuanto que el mundo entero no tuvo lí-mites para estas expansiones medite-rráneas. Y un hecho que después he-mos evidenciado es precisamente lafacilidad y el furor con que la enfer-medad arraiga en aquellos pueblos ocolectividades que hasta entonces sepermitieron el lujo de ignorar al baci-le. Nosotros decimos vírgenes de sucontagio. Porque solo aquellas colecti-vidades o pueb'os cue lo padecieron,son los únicos que adquirieron la in-munidad en mayor o menor grado ysiempre a costa del tributo de muchasvidas. Eso que hoy sin embargo, seconsigue en parte con esa vacuna quese llama B. C. G. después de aplicarselo al niño. Figúrense Vdes. que de-bacles no organizaría nuestro persona-je en su primera y fecunda visita a tan-tos pueblos vírgenes.

Es curioso que el ejemplo más de-mostrativo de este hecho no se eviden-ció hasta nuestra primero GuerraMundial, del 14 al 18, al comprobarsedramáticos contagios en los contigen-tes de trapes de color de regiones cen-tro-africanas y canadienses, libres has-ta entonces de la contaminación tuber-culosa, simplemente al contacto denuestros medios normales de existen-cia.

Esta fué la causa también del fraca-so de una magnífica idea que dió ori-gen a la Obra Grancher de los fran-

del Dr. Zurita

ceses: cuando se demostró que la, tuberculosis no se hereda pero si la pre-disposición del nuevo ser, los francesespensaron que, si retiraban al reciénnacido del ambiente bacilífero de sucasa, y le proporcionaban una crianzafuerte y sana, no habría lugar a la in-fección. Eligieron entonces matrimo-nios muy seleccionados, exentos de le-siones presentes o pasadas, y general-mente aldeanos, para que la purezadel ambiente contribuyera al fortaleci-miento del niño. El fracaso de la Obraestrivó precisamente en esa virginidaddel niño ante la infección tuberculosa.En esa falta de inmunidad que haciaque fatalmente se contagiasen al vol-ver a su casa, aunque los padres estu-viesen ya «blanqueados»,curados, sim-plemente por constituir un medio infec-tivo normal, y, por muy robustos quelos niños volvieran. Hubo además otrafallo, de tipa humano, que no fué teni-da en cuenta y es que las madres en-fermas, o portadoras de los bacilos desu esposo, difícilmente se avenían a laseparación total, durante el tiempo ne-cesario a cada caso. Y aquellos con-tactos susbrepticios guiados por unamor maternal mal entendido, engen-draban fatalmente el contagio.

Pero yo partí en mis estudios y enmis investigaciones, del momento his-tórico del comienzo de nuestra EraCristiana, después de comprobar otrosmisterios de la Tuberculosis y su baci-lo, y después de apasionarme en el es-tudio de la vida y de la muerte de tan-tos tuberculosos célebres. Después deencontrar las explicaciones a tantos in-explicables hechos científicamente de-mostrados luego. Y, después de com-probar como fué precisamente la en-fermedad misma, el bacilo, la que mo-vió la pasión, en sus múltiples mani-festaciones, capaz de despertar (aun-que no de crear) el genio de tantoshombres célebres en la humanidad.Porque estamos convencidos de quesolo la certeza o la intuición de un des-tino fatal, casi siempre próximo, fuécapaz de mover los pinceles de un Wa-teau, eterno soñador de imposibles; deun Romero de Torres; de una María

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Blanchart; de Fader, aquel pintor ar-gentino, que aún exclamaba sintiéndo-se morir... «¡si aún pudiera pintarlosComo Pergolesi, cuando febrilmenteagitado pide al Señor «¡Todavía unpoco de más tiempo.. !* y da cima a suStabat Mater. De Rafael Sancio. DeJuan Gris, inventor del cubismo, y has-ta Amadeo Modigliani del que ya he-mos hablado, en cuya pintura tanto in-fluyó a mi, juicio, la sin par Nefertitis,quizás porque exista un mundo quimé-rico fraguado, como dice LeopoldoCortejoso, en el reconocimiento mú-tuo y fraterno de idénticos estados delalma. Porque no es ésta la primera yla última analogía. Es la analogía delas Polonesas de Chopin con la obrade Weber, tuberculosos ambos. De Ka-therine Mansfield con Chejov; de Leo-pardi con Shelley; de Mozart con Keatsetc. etc.

Antes advertía que la tuberculosis noes capaz de crear al genio. Pero si dedespertarlo, de exaltarlo, quizás poresa carga afectiva que supone en eltuberculoso su riqueza imaginativa, suemoción contenida, insatisfecha, quebusca en la poesía, en la música, en laarmonía de formas y colores, una vál-vula de escape. Un ansia de agotar lavida, como decía Séneca, antes de quela muerte les sorprenda. Aunque yomismo haya escrito contra la por al-gunos pretendida acción de ciertosproductos bacilares, como genéricosde esta estimula, encontrando inclusosubstancias afines a la espermina dedonde derivaría esa también preten-dida exaltación de la libido del tuber-

(Pasa a la página 5:9

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La Conferencia del Dr. Zurita

(Viene de la pag. 3)

culoso. No hay tal. Lo que ocurre esque la tuberculosis afecta al individuo,fundamentalmente entre los 15 y los 35años, como ya nos adelantó Hipócra-tes. Al enfermo se le sitúa 'en reposo,generalmente en bellos parajes. Se lealimenta bien, y se exalta aún más suimaginación, privándole del sexo con-trario. Es natural que sus reaccionessean distintas, y por supuesto más poé-ticas, más románticas y más nimbadasde un halo de fantasía. El tuberculosohasta ahora, palpaba la muerte y seaferraba a la vida; y quemaba sus eta-pas, exaltadas por ninguna otra cau-sa que su propia enfermedad. Piensoincluso que el genio vibra con másfuerza en el enfermo en los momentosálgidos de su proceso, estudiando su

vida patológica, tantas veces coinci-dentes con la aparición de lo mejor desu obra; o cuando ellos intuyen que levida se les escapa irremisiblemente; es«el canto del cisne» que confrontamosen el Oberon de Weber, en el Requiensde Mozart; en el «Embarque para Ci-terea» de Wateau; en los poemas deKeast; en los más sublimes cuentos deKatherine Mansfiel...

continuará

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La atenta lectura de los escritos in-tercambiados entre el Sr. Marín Can-

tero y quien suscribe en motivo a «la

nueva ola» —así dice aquel en contra-réplica— nos obliga a ser cautos enla expresión y también en los concep-tos. Sin embargo por propia estimaciónse han de poner los puntos sobre lasíes aceptando los golpes dialécticos dela contraparte que encajo debidamen-te al «mayusculear» palabras de miscontextos, a sabiendas de que es unacorruptela, aunque no falta gramaticalporque solo pretende el remacharapreciaciones, infleccionar si se qüie-re, , más nunca llega a involucrar apre-ciaciones sobre el método, como ocurreal Sr. Marin, al confundir la contra-réplica con la simple réplica, incidien-do en un pequeño «lapsus» que pudoevitar recordando la lógica o simple-mente leyendo cualquier elementaldiccionario. Y... vamos al toro:

¿Qué es esto que se da en llamar tanpintorescamente la nueva ola y en laque tan placenteramente tratan de su-mergirse sus creadores? Según el sen-tir de adverso que, pone en boca aje-

'na —tercer párrafo de su réplica— «esla transmisión de algo, deduciendo porello que nosotros somos los culpables—generalizo sin buscar cómodas im-punidades—al transmitir ese algo»»que, por lo visto nosotros habíamoscreado. Y ello lo relaciona el Sr. Ma-rín con el final de su primer párrafoal decir: « Y sigo creyendo que los ma-yores son los principales culpables de

los defectos que aquejan a la juventudactual. Esto, con todos los respetoses inadmisible sí no total, al menos encrecido porcentaje. El significado deola es completamente distinto al quearbitrariamente manifiéstase por miinterlocutor. Lo ola en si no es más quemovimiento amplio formado en la su-perficie de las aguas y que puede lle-gar a ser por varios accidentes, demayor o menor altura y violencia de-terminando catastróficas consecuen-cias. Con ello queda desvirtuada laapoyatura del Sr. Marin en los seña-lamientos de imputabilidad en las con-secuencias de «ese oleaje» para terce-ros que en nada intervinieron en suformación. Ciertamente no me explicocomo el General Degaulle o MendesFrance e incluso el venerable Petaínpudieron responsabilizarse con res-pecto a lo ocurrido en París hace unosmeses cuando aquella ola devastó laplaza en que se manifestara, violandoa la jovencita que incáuta se lanzó a

su prueba de agua y le resultó de san-

gre. ¿Y qué culpabilidad se le podríaconcretar a Churchill, Acton o a lareina Isabel lo producido en Clac tonpor la otita? Se puede afirmar seria-mente, y publicar, que la postura delos mayores que educaron a sus hijosen una tradición cristiana y conser-vando el entronque con sus ascendien-tes, se ensañan con la juventud; ¿es,que esos mayores, como indetermina-damente dice el Sr. Marín, no fueron

jóvenes y nunca se comportaron de

tan sorprendente manera? Lo que ha-cen esos mayores es ser demasiado be-nevolentes con tales impulsos colecti-vos de morbosa directriz, no aplicandola legislación común a los estragado-res y reconociéndole una inserción so-cial impropia como es la de gamberro,siendo asi que para otros sujetos quefaltan a esa sociedad pera fuera deesa ola se les afecta a una ley penalcomún acaso porque no son distingui-dos para pertencer a tales movimien-tos...

Comprenda el Sr. Marín que nadade mí dúplica, puede herirle en si mis•mo ya que me consta, por conocer susantecedentes —soy de nuestro queridoPriego— que sus apreciaciaciones ex-presadas en un buen decir y en irre=prochable formato, adolecen, no deconcomitancia, pero si de ese contagiovirulento a veces que surge del espe-jismo y delectación con algo impreci-samente sentido y re flexivamen:e re-pudiado si se contempla la pequeñapero trascendente historie significadapor esos mayores que fueron nuestrospadres y que nos educaron pare hom-bres y no para instintivos. ¿Cambiaríael Sr. Marín los deliciosos festivalesde música que anualmente nos delei-tan en la frondosidad de la Alhambrae incluso en la riente Fuente del Rey,con... las travesuras incoherentes deesos jovenzuelos que se descoyuntansobre miserable tablado para queotros se enfurezcan y profanen la serie-dad colectiva? Ya que habla del PapaBueno relacionándolo con la juventud,¿qué tiene que ver su actitud y suspensamientos bien conocidos y medi-dos en concisas palabras con ese -nonplus ultra» que parece me atribuyecomo nieta? No Sr. Marín, yo no esta-blezco meta alguna para la juventud,si acaso me enrolo en ese caminarcristiano—con desfallecimientos—cuyofinal si ha señalado tantas veces JuanXXIII en sus comunicaciones y comu-niones humanas, la CRUZ, permítamela mayúscula por una sola vez, y no laestridente guitarra eléctrica y los su-cios pantalones importados para en-cubrir apetitos inconfesables. ¡Ah! yno olvide que Juan XXIII y tambiénPablo VI penetraron sin temor y conamor en la prisión de Regina Coeli,sin ocurrírsele visitar Monmartreaunque si otros lugares más conve-nientes para todos, jóvenes y viejos,JERUSALEN, ¡dichosas mayúsculas!Devota y cordialmente,

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