Nikolas Rose En la época de la biopolítica molecular ya no tiene sentido considerar que la...

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Nikolas Rose En la época de la biopolítica molecular ya no tiene sentido considerar que la biología es un destino, que nuestra naturaleza es una fatalidad: podemos intervenir sobre ella y manipularla" Nikolas Rose (1947) es uno de los más destacados sociólogos y teóricos sociales británicos contemporáneos. Desde comienzos de 2012 se encuentra a cargo del flamante Departamento de Ciencias Sociales, Salud y Medicina del King's College de Londres. Previamente se desempeñó al frente de la cátedra de Sociología en el Goldsmiths College y luego lo hizo en la London School of Economics, donde fundó y dirigió el centro BIOS, dedicado al estudio de las relaciones entre ciencias de la vida, biotecnologías, medicina y sociedad. Es editor de la prestigiosa revista "Bio Societies" y fue, en 1989, uno de los fundadores de la red internacional de investigadores History of the Present Research Network, que llevó a un plano de trabajo fuertemente empírico la influencia de los trabajos de Michel Foucault (1926-1984) sobre las políticas de la vida y la gobernabilidad. Ha publicado numerosos ensayos científicos sobre la historia política de las disciplinas psicológicas, las políticas de salud mental, la genealogía de la subjetividad y las transformaciones de las racionalidades y tecnologías del poder político. Es autor, entre otros, de los libros "Ideology and consciousness" (Ideología y conocimiento), "The psychological complex. Psychology, politics and society in England 1869-1939" (El complejo psicológico. Psicología, política y sociedad en Inglaterra 1869-1939), "Governing the Soul. The shaping of the private self" (El gobierno del Alma. La formación del yo privado), "Inventing ourselves. Psychology, power and personhood" (La invención de nosotros mismos. Psicología, poder y personalidad), "Powers of freedom. Reframing political thought" (Los poderes de la libertad. Replanteo del pensamiento político), "The politics of life itself. Biomedicine, power and subjectivity in the Twenty-First 1

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Nikolas Rose En la poca de la biopoltica molecular ya no tiene sentido considerar que la biologa es un destino, que nuestra naturaleza es una fatalidad: podemos intervenir sobre ella y manipularla"

Nikolas Rose En la poca de la biopoltica molecular ya no tiene sentido considerar que la biologa es un destino, que nuestra naturaleza es una fatalidad: podemos intervenir sobre ella y manipularla" Nikolas Rose (1947) es uno de los ms destacados socilogos y tericos sociales britnicos contemporneos. Desde comienzos de 2012 se encuentra a cargo del flamante Departamento de Ciencias Sociales, Salud y Medicina del King's College de Londres. Previamente se desempe al frente de la ctedra de Sociologa en el Goldsmiths College y luego lo hizo en la London School of Economics, donde fund y dirigi el centro BIOS, dedicado al estudio de las relaciones entre ciencias de la vida, biotecnologas, medicina y sociedad.Es editor de la prestigiosa revista "Bio Societies" y fue, en 1989, uno de los fundadores de la red internacional de investigadores History of the Present Research Network, que llev a un plano de trabajo fuertemente emprico la influencia de los trabajos de Michel Foucault(1926-1984)sobre las polticas de la vida y la gobernabilidad. Ha publicado numerosos ensayos cientficos sobre la historia poltica de las disciplinas psicolgicas, las polticas de salud mental, la genealoga de la subjetividad y las transformaciones de las racionalidades y tecnologas del poder poltico.Es autor, entre otros, de los libros"Ideology and consciousness" (Ideologa y conocimiento), "The psychological complex. Psychology, politics and society in England 1869-1939" (El complejo psicolgico. Psicologa, poltica y sociedad en Inglaterra 1869-1939),"Governing the Soul. The shaping of the private self" (El gobierno delAlma. Laformacindel yo privado), "Inventing ourselves. Psychology, power and personhood" (La invencin de nosotros mismos. Psicologa, poder y personalidad), "Powers of freedom. Reframing political thought" (Los poderes de la libertad. Replanteo del pensamiento poltico), "The politics of life itself. Biomedicine, power and subjectivity in the Twenty-First Century" (Polticas de la vida. Biomedicina, poder y subjetividad en el siglo XXI) y "Governing the present. Administering economic, social and personal life" (Manejar el presente. Administracin de la vida econmica, social y personal).A partir de la publicacin de los cursos dictados en el Collge de France a fines de la dcada de 1970, la recepcin de los trabajos de Foucault sobre el poder vir el foco de atencin desde el estudio de las sociedades disciplinarias hacia la biopoltica, es decir, hacia la tesis ms general segn la cual la poltica moderna ha sido, y sigue siendo, una poltica de y sobre la vida. Una poltica no tanto de la represin o supresin de lo viviente, sino de su potenciacin selectiva. La disciplina aparece as, como un aspecto de ese bio-poder que toma a su cargo la vida biolgica de las poblaciones y las interpela desde el punto de vista, tanto psiquitrico y mdico como penitenciario e industrial-capitalista, al considerarlas "cuerpos dciles" a los que es necesario vigilar, corregir y normalizar. Es en ese sentido que se orientanlas investigaciones del socilogo britnico, para quien elpoder ahora ya no vigila los cuerpos sino que los optimiza y detecta "riesgos futuros" gracias a los avancesde la biomedicina, la gentica y las biotecnologas. En la siguiente entrevista a cargo de Flavia Costa para el n414 de la revista"" del 3 de septiembre de 2011,Nikolas Rose habla delos peligros de un modelo para el cual todas las personas son "enfermos presintomticos" aunquedescarta el rechazo puro y simple de las nuevas tecnologas biomdicas, ya que muchas de esas estrategias "estn orientadas a que las personas hagan de sus vidas lo mejor posible". Afirma, adems,que las biopolticas contemporneas se han convertido en "polticas moleculares". Esto significa, en sus palabras, que "el modo de relacionarnos con el cuerpo ya no es primordialmente el entrenamiento, la correccin, la disciplina, la exclusin, sino que se lo interviene para cambiarlo y maximizarlo".

Qu consecuencias tiene que las biopolticas sean hoy "polticas moleculares"?

La biopoltica de los siglos XIX y XX se ocupaba del cuerpo como un todo, diferenciando razas, clasificando a los individuos segn sus capacidades intelectuales o fsicas, enfocndolos como una totalidad. El individuo era visto como un ensamble de rganos, y los colectivos como ensambles de individuos. Y en cierto nivel, las personas siguen visualizando su cuerpo como constituido por partes: los miembros, los rganos, las hormonas. Muchas prcticas trabajan con el cuerpo como un todo, incluso desde la superficie, como las de belleza o de la aptitud fsica. Pero algo diferente est ocurriendo. Las personas ya no son vistas como un agregado de piezas sino como un ensamble de procesos moleculares, que pueden ser entendidos en trminos de precisos mecanismos que ocurren dentro del cuerpo. Y una vez que los cuerpos empiezan a entenderse as -como empiezan a entenderlo las ciencias de la vida- es verosmil pensar en que es posible intervenir, transformar, modelar los cuerpos. En trminos generales, esto implica una transformacin en las tcnicas del poder. El poder ahora se focaliza en optimizar los cuerpos, antes que en vigilarlos o modelarlos ortopdicamente. Desde luego, hay muchas ocasiones en las que los cuerpos siguen todava siendo disciplinados, excluidos, incluso eliminados. Pero sin minimizar la gravedad de estas acciones negativas, entiendo que ellas suelen estar hoy en parte justificadas por el intento de optimizar y maximizar la vida y las capacidades corporales.

Implica esto que la biologa ya no es un destino?

En la poca de la biopoltica molecular ya no tiene sentido considerar que la biologa es un destino, que nuestra naturaleza es una fatalidad: podemos intervenir sobre ella y manipularla. Eso nos convierte en personas responsables, atentas a lo que nos puede ocurrir. Ya no se trata de "cuerpos dciles". Estas tecnologas interpelan a cuerpos muy activos: los individuos deben actuar sobre s mismos, deben entenderse, tomar decisiones y transformarse.

Cuando seala que las personas somos empujadas a ser racionales y responsables respecto de la "dotacin biolgica", no cree que estas respuestas estn asociadas a cierta modalidad cultural, ms o menos afn a lo que Weber describi como el tipo protestante: el individuo racional, previsor, seguro de s mismo? No existen tambin otras reacciones como el orgullo por el exceso de las culturas juveniles o el rock?

En algn sentido, esta es una pregunta weberiana sobre la relacin entre los mecanismos de autocomprensin tica y la organizacin poltica, econmica y social de la sociedad. Y como digo en "Las polticas de la vida", por cierto hay cierta afinidad electiva entre el crecimiento de ese intenso inters en los cuerpos para maximizar sus capacidades y el hecho de que las biotecnologas se vuelvan tan rentables en trminos capitalistas. Pero cuando sealo que las personas son impulsadas a convertirse en tomadores de decisiones responsables y prudentes no me refiero a una racionalidad puritana calvinista. Se trata tambin de presiones para maximizar los placeres y el disfrute de la existencia. Tenemos que controlar los impulsos, s, pero no reprimirlos, sino orientarlos para gozar mejor de la vida, incluso para poder comprar ciertos productos, sin los cuales ese disfrute se hace imposible.

Existen resistencias a este nuevo "homo prudens"?

Sin duda. Las nuevas prcticas ascticas en Estados Unidos pueden ser vistas como modos de rechazar ciertos regmenes del cuerpo y abrazar otros. Sin embargo, no me gusta mucho el trmino resistencia, porque supone una oposicin binaria entre el Poder con maysculas y algo as como las fuerzas eminentes del propio cuerpo y de las personas en busca de su libertad. No me gusta tampoco el trmino Poder, con maysculas, porque muchas de las prcticas que nos dan forma lo hacen intentando responder a nuestros intereses. Por otro lado, muchas de las resistencias a las prcticas del poder tienen sus propias racionalidades, su organizacin, y una vez que llegan a posiciones de autoridad actan de maneras muy poderosas. Por ejemplo, el liberalismo naci como una resistencia al poder del Estado, con la idea de devolverles iniciativa a los individuos. Pero hoy el neoliberalismo es un enorme poder.

Usted critica las retricas, tanto de celebracin como de condena, del supuesto gran cambio que acompaara al "siglo de la biotecnologa". Pero eso no le impide decir que estamos frente a una "forma de vida emergente". Cules seran sus rasgos?

Sospecho de esas posiciones que condenan o celebran siempre el hecho de que estamos al final de una poca y en el comienzo de otra: se trata de una sobreexcitacin respecto del presente. Pero no quiere decir que no haya diferencias. Una de ellas es el cambio de escala en relacin con las intervenciones sobre y dentro del cuerpo. El foco hoy es cmo operar sobre el cuerpo ms que sobre las almas o las conciencias, conectando nuestros conocimientos, nuestras formas de verdad y las tcnicas asociadas con esas formas de verdad. Maximizar las capacidades del cuerpo y minimizar aquello que lo amenaza. Esto abre dos aspectos de intervencin: la potenciacin y las susceptibilidades. Y este ltimo creo que es el ms poderoso. La idea de que las personas tienen predisposiciones no es nueva. Lo nuevo es la idea de que si se identifican esas predisposiciones tempranamente, es posible intervenir para evitar que se manifiesten. De all que en una serie de reas se intentan identificar los riesgos futuros de enfermedades fsicas, de enfermedades psiquitricas o de conducta antisocial, lo cual est llevando al desarrollo de programas de cribado o tamizaje que se orientan por la creencia generalizada de que "cuanto antes, mejor". De que si uno identifica algo antes de que ocurra, siempre es mejor, porque permite intervenir.

Cmo analiza esa prctica?

Es complejo, porque hace aos nosotros criticbamos que el servicio de salud no era un servicio de salud sino de enfermedad, que llegaba demasiado tarde. Pero una vez que tenemos estos programas que buscan identificar los signos de la enfermedad antes de que ella se evidencie, vemos la emergencia de redes deadministracin lucrativa de los cuerpos y las mentes. Y la creencia de que podemos identificar esos signos para intervenir conlleva varios problemas. Primero, como sabemos, los programas decribado tienen grandes nmeros de falsos positivos y falsos negativos; segundo, las intervenciones se realizan muchas veces en situaciones en las cuales la enfermedad nunca se desarrollara; y en tercer lugar, como tambin sabemos, una vez que un individuo ha sido identificado como un enfermo "presintomtico", esto transforma el modo en que las personas actan en torno a l, y afecta su propia autocomprensin. Hay muchos ejemplos, sobre todo en el campo de mi actual investigacin, que es en neurociencias y en psiquiatra. Se est generalizando una forma de vida que consiste en vivir la propia vida bajo la sombra del futuro, de lo que puede ocurrir, y hacer todo lo que se pueda en el presente para aliviar ese futuro, rodeado de expertos que, con las mejores intenciones, le ayudan a uno a entender qu podra ser y cmo evitarlo: qu beber, qu comer, no fumar, hacer ejercicio, etctera.

Otra de las figuras que destaca es la del "individuo somtico", la interpelacin de los vivientes como seres cuya "verdad ltima" est en sus cuerpos. Qu efecto tiene esto en las personas?

De un lado, sin duda la mayora de las gobiernos ven las principales amenazas del futuro en trminos somticos: cules van a ser las consecuencias del aumento de la depresin, la epidemia de la obesidad, cmo resolver la brecha entre la cantidad de nacimientos y la cantidad de personas ancianas, etctera. Esto es lo que podra llamarse una aproximacin "desde arriba". Y desde el punto de los individuos, el declive de las creencias religiosas, de la creencia en la vida futura del alma como el elemento clave sobre el cual se despliega el trabajo tico, marca el declive consecuente de la idea de que uno debe trabajar moralmente sobre s. Y lo que empieza a estar en el centro del debate es el cuerpo, la salud, mantener las capacidades fsicas, la apariencia exterior pero tambin las capacidades interiores, incluso cuidar el legado biolgico que dejaremos a los nios. La sustancia tica es poderosamente somtica. Y estamos observando que ese inters se est desplazando del cuerpo al cerebro: empiezan a aparecer discursos y prcticas que alientan a cuidar el cerebro, estimularlo desde la concepcin, gimnasia del cerebro, ejercicios de entrenamiento cerebral, escuchar msica, etctera. Se estimula un tipo de responsabilidad personal e incluso familiar en relacin con estos tpicos.

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