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Revista de Indias, 2000, vol. LX, núm. 220 R. I., 2000, n.º 220 EL DELGADO HILO DE LA VIDA: LOS NIÑOS EXPÓSITOS DE BUENOS AIRES, 1779-1823 POR JOSÉ LUIS MORENO Universidad Nacional de Luján Universidad de Buenos Aires, CONICET Este artículo describe los primeros casi cincuenta años de vida de la Casa de Niños Expósitos de Buenos Aires, creada en 1779, y señala con detenimiento los conflictos administrativos y eco- nómicos entre el orden temporal y el religioso por su administración. Las tensiones entre las dis- tintas instancias del Estado español y la Iglesia fueron crecientes hasta la total secularización de la Casa. También son analizadas las condiciones de vida y la mortalidad de los infantes a través de la organización interna de la institución, y de la relación con las amas de leche que criaban a los niños abandonados en sus propios hogares. PALABRAS CLAVE: Instituciones, huérfanos, Buenos Aires, hospicio. INTRODUCCIÓN El presente trabajo se refiere a los primeros años de vida de la Casa de Niños Expósitos desde su creación, en 1779, hasta la fundación de la Sociedad de Bene- ficencia, en 1823, de la que habría de depender durante casi todo el resto de su existencia. Recordemos que esta última tuvo a su cargo muchas de las institucio- nes de caridad de la Ciudad de Buenos Aires, hasta que el primer gobierno pero- nista la disolvió en 1946. La Casa de Niños Expósitos fue la única institución de su género que funcionó en esta ciudad, esto es, se dedicó a recoger niños abando- nados; cambió su nombre a fines del siglo pasado, pasando a denominarse Casa Cuna, luego de una serie de modificaciones introducidas al sistema de admisión y crianza de los infantes abandonados. Con el tiempo fueron creándose distintos asilos de huérfanos para diferentes edades y para uno u otro sexo, en su mayoría dependientes de la Sociedad de Beneficencia; incluso los infantes sobrevivientes de la Casa de Niños Expósitos, cuando arribaban a cierta edad, se incorporaban a

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Infancia abandonada

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    EL DELGADO HILO DE LA VIDA: LOS NIOS EXPSITOS DE BUENOS AIRES, 1779-1823

    POR

    JOS LUIS MORENO Universidad Nacional de Lujn

    Universidad de Buenos Aires, CONICET

    Este artculo describe los primeros casi cincuenta aos de vida de la Casa de Nios Expsitos de Buenos Aires, creada en 1779, y seala con detenimiento los conflictos administrativos y eco-nmicos entre el orden temporal y el religioso por su administracin. Las tensiones entre las dis-tintas instancias del Estado espaol y la Iglesia fueron crecientes hasta la total secularizacin de la Casa. Tambin son analizadas las condiciones de vida y la mortalidad de los infantes a travs de la organizacin interna de la institucin, y de la relacin con las amas de leche que criaban a los nios abandonados en sus propios hogares.

    PALABRAS CLAVE: Instituciones, hurfanos, Buenos Aires, hospicio.

    INTRODUCCIN

    El presente trabajo se refiere a los primeros aos de vida de la Casa de Nios Expsitos desde su creacin, en 1779, hasta la fundacin de la Sociedad de Bene-ficencia, en 1823, de la que habra de depender durante casi todo el resto de su existencia. Recordemos que esta ltima tuvo a su cargo muchas de las institucio-nes de caridad de la Ciudad de Buenos Aires, hasta que el primer gobierno pero-nista la disolvi en 1946. La Casa de Nios Expsitos fue la nica institucin de su gnero que funcion en esta ciudad, esto es, se dedic a recoger nios abando-nados; cambi su nombre a fines del siglo pasado, pasando a denominarse Casa Cuna, luego de una serie de modificaciones introducidas al sistema de admisin y crianza de los infantes abandonados. Con el tiempo fueron crendose distintos asilos de hurfanos para diferentes edades y para uno u otro sexo, en su mayora dependientes de la Sociedad de Beneficencia; incluso los infantes sobrevivientes de la Casa de Nios Expsitos, cuando arribaban a cierta edad, se incorporaban a

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    alguno de ellos. Aquellas transformaciones se haban generado despus de un breve cierre del torno1, entre 1891 y 1897, debido a una fuerte campaa contra la existencia de esta institucin que, segn cierta opinin de la poca, estimulaba a padres y madres desaprensivos al abandono de sus hijos. Cambi varias veces de domicilio hasta que, a comienzos de siglo, se mud al que tuviera hasta hace pocos aos, cuando fuera cerrada durante el primer gobierno de Carlos Menem. A comienzos del siglo XX la Casa Cuna atenda alrededor de 5.000 nios aban-donados2.

    HURFANOS Y EXPSITOS

    El abandono de los nios ha constituido un hecho social sistemtico en la his-toria de Oriente y Occidente. A travs de modos cambiantes, segn valores socia-les, culturales y religiosos, el abandono adquiri una relevancia imposible de ignorar3. Instituciones de resguardo, de carcter filantrpico, fueron apareciendo en distintos lugares y momentos histricos con el objeto de dar amparo a esas infelices criaturas. Buenos Aires no constituy una excepcin.

    Hacia fines del siglo XVIII la ciudad de Buenos Aires, con una poblacin que superaba los 35.000 habitantes aproximadamente4, ya no poda ocultar sin ver-genza de las autoridades virreinales y de la elite un hecho por dems comn: el abandono sistemtico de nios recin nacidos en la va pblica. Si a ello se aa-da una cantidad importante de hurfanos, todo configuraba un problema social indisimulable. Sin embargo, una diferencia sustancial separaba a ambas categor-as de hurfanos y expsitos: la ilegitimidad en el nacimiento. La bastarda y la ilegitimidad, en general, constituyeron en las sociedades cristianas minusvalas

    1 Vase la descripcin del mecanismo del torno en nota 12.

    2 Distintos aspectos de la historia de la Casa de Nios Expsitos pueden consultarse en Nor-

    berto LARROCA y otros. Historia de los establecimientos asistenciales de la Repblica Argentina, Buenos Aires, Ed. Gama 1988. Vicente G. QUESADA (ed.), La Casa de Expsitos. Documentos Oficiales, La Revista de Buenos Aires, Ao VIII, N 91, Buenos Aires, 1870, pp. 56-71. Tiburcio PADILLA (h), Casa de Expsitos. Coleccin tesis de Medicina Candiotti, Buenos Aires, Peuser, 1892. Alberto MEYER ARANA, La Caridad en Buenos Aires, Buenos Aires, Ed. Sopena, 1911, 2 vols. Carlos CORREA LUNA, La Sociedad de Beneficencia de la Capital. Su origen y desenvolvi-miento 1823-1923, Buenos Aires, Talleres Grficos del Asilo de Hurfanos, 1923. Csar A. GAR-CA BELSUNCE (dir.), Buenos Aires 1800-1830. Educacin y Asistencia Social, Buenos Aires, Banco Internacional y Banco Unido de Inversin, 1976.

    3 John BOSWELL, The Kindness of Strangers, Clays Ltd., London, 1988. Marvin HARRIS y

    Eric B. ROSS, Muerte, Sexo y Fecundidad. La regulacin demogrfica en las sociedades preindus-triales y en desarrollo, Madrid, Alianza Universidad, 1987.

    4 En 1778 la poblacin alcanzaba, segn el padrn del mismo ao, 24.363 habitantes y en

    1810, 45.000 habitantes, lo que muestra un fuerte crecimiento. Ver Zulma RECCHINI DE LATTES, La Poblacin de Buenos Aires. Componentes demogrficos del crecimiento entre 1855 y 1960, Buenos Aires, Editorial del Instituto, 1971.

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    que acompaaban al individuo toda su vida y en las elites influa de modo deter-minante en la herencia5. La orfandad, en cambio, en las sociedades preindustria-les era considerada un hecho normal, signada por la alta natalidad y mortalidad del antiguo rgimen, era un fenmeno aceptado con resignacin: constitua una suerte de designio divino6.

    Recoger y criar a estos nios muchas veces fue una funcin asumida por la Iglesia. La caridad y la limosna7 constituyeron firmes pilares de su accionar en la sociedad europea desde la Baja Edad Media hasta los tiempos actuales. No obs-tante, los estados empezaron a tener competencia en las tareas filantrpicas como parte de una poltica destinada al control social de los pobres y a su disciplina-miento laboral. En el caso espaol, la poltica del Iluminismo, favorable al po-blamiento y a la modernizacin de la economa del Imperio, impuls al Estado a ocuparse de la proteccin de los nios hurfanos y abandonados y a crear institu-ciones para su cuidado, denominadas Resguardos de Expsitos o Casa de Nios Expsitos8.

    En Buenos Aires la Casa de Nios Expsitos se fund durante la administra-cin del Virrey Vrtiz en 1779 y fue aprobada por el Rey segn Real Cdula, fechada en San Idelfonso el 13 de septiembre de 17829. La creacin se debi a la iniciativa del Sndico Procurador General Marcos Jos de Riglos, quien apelando a testimonios dramticos de individuos que aseguraron haber sido testigos del hallazgo de cadveres de nios abandonados, y a imgenes cruentas de restos de

    5 Lawrence STONE, Familia, sexo y matrimonio en Inglaterra, 1500-1800, Mxico, Fondo de

    Cultura Econmica, 1989.

    6 HARRIS y ROSS [3].

    7 Para un panorama de estos temas en el Ro de la Plata consltese: Jos P. BARRN, La espi-

    ritualizacin de la riqueza: catolicismo y economa en Uruguay, 1730-1900, Montevideo, Edicio-nes de la Banda Oriental, 1998.

    8 Buenaventura DELGADO, Historia de la Infancia, Barcelona, Ariel Educacin, 1998. Jos

    Jess GARCA HOURCADE Hospicios, Poblaciones y Familias, Robert ROWLAND e Isabel MOLL BLANES (Eds.), La Demografa y la Historia de la Familia, Murcia, Universidad de Murcia, 1997, pp. 155-160.

    9 AGN, Reales Cdulas, IX-24-8-6. En Mxico se haba fundado en 1767 una institucin con

    una denominacin similar, ver Pilar GONZALBO, La Casa de Nios Expsitos de la ciudad de Mxico. Una fundacin del siglo XVIII, Historia Mexicana, N 123, Mxico, 1992, pp. 409-430. Tambin en Felipe Arturo AVILA ESPINOSA, Los Nios Abandonados de la Casa de Nios Expsi-tos de la ciudad de Mxico: 1767-1821, Pilar GONZALBO AIZPURU y Cecilia RABELL (comps.), La familia en el mundo iberoamericano, Instituto de Investigaciones Sociales, Mxico, UNAM, 1994, pp. 265-310. Para Brasil vase de Maria Luisa MARCILIO, A Etnodemografa da criana abando-nada na Historia do Brasil: sculos 18 e 19, Latin American Population History Bulletin, N 28, Minnesota, University of Minnesota, fall, 1998, pp. 22-26. En Santiago de Chile se haba creado una Casa de las mismas caractersticas en 1758, vase Ren SALINAS MEZA, Orphans and Family Disentegration in Chile: The Mortality of Abandoned Children, 1750-1930, Journal of Family History, vol.16, N 3, 1991, pp. 316-329. El ltimo tercio del siglo XVIII fue muy fecundo en la creacin de instituciones de resguardo para los expsitos en Espaa y en el resto del Imperio, vase B. DELGADO [8].

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    neonatos en las fauces de perros, cerdos y alimaas, pona en manos del Virrey una iniciativa a medida del funcionario progresista para que... se recogieran los espantos que la piedad christiana determinasen semejantes peligros espirituales y temporales...10.

    Fue destinado, para ese fin, un solar que haba pertenecido a los jesuitas y que haba tenido como funcin la de Casa de Ejercicios de Mujeres. El manteni-miento de la Casa de Nios Expsitos dependa de una serie de arbitrios11 apli-cados para el caso: el alquiler de varios cuartos que tambin haban pertenecido a los misioneros jesuitas, la renta producida por una imprenta que se trajo del Co-legio Montserrat de Crdoba, otrora perteneciente a la misma orden religiosa, lo producido por espectculos de la Comedia creada con fines benficos, lo recaudado por algunas corridas de toros y la suscripcin de limosnas.

    La Casa de Nios Expsitos se inaugur en agosto del ao mencionado con el dispositivo del torno12 que garantizaba el anonimato de los padres.

    LA CASA DE NIOS EXPSITOS EN LA INDEFINICIN INSTITUCIONAL

    La Casa de Nios Expsitos siempre cont con recursos materiales muy esca-sos. Para sus comienzos manifestaba tener, entre otros objetos: quatro colcho-nes de listados con sus bastas, quatro almoadas de dicho listado, ocho vanquillos de cama, seis cunas de pino, seis colchoncitos de lienzo de algodn de vara y media, quarenta fajas para los mismos, diez vendas de sangrar, diez ombligueros para dichos nios...13.

    Tal como veremos ms adelante, el ingreso de nios fue numeroso desde los inicios. Cada uno de ellos era entregado a un ama de cra para su cuidado y ali-mentacin; el nio permaneca de este modo en el hogar del ama. All estaba el tiempo mnimo necesario para conseguir un hogar sustituto definitivo. Los nios eran divididos, a los fines de la administracin, en nios de pecho o despecha-dos. Se los amamantaba hasta los dos aos de vida aunque despus, en el Ro de la Plata durante el perodo del virrey Arredondo, se trat de acortar ese pero-do y luego seguan siendo alimentados por amas de despecho y colocados al cumplir cierta edad, en un hogar en el que se les habra de ensear un oficio. Las

    10 AGN, Interior, IX-30-4-2. Acta de la Junta de Temporalidades del 12-7-79.

    11 Recursos econmicos, en el lenguaje de la poca.

    12 El torno consista en una cubeta metlica cilndrica giratoria, disimulado en una mampara

    en la que del lado externo se colocaba el nio abandonado por sus padres y que era recibido en el interior por un ama de cra, mediando un toque de campana que anunciaba al recin llegado. El anonimato filial quedaba as asegurado. Este instrumento era conocido desde tiempo inmemorial en los conventos de monjas de clausura para recibir los regalos que se les haca, sin tener contacto con el exterior. Ms tarde fue aplicado a la exposicin (abandono de nios).

    13 Inventario realizado por Francisco COLBET el 15 de septiembre de 1779, en AGN IX-7-9-7.

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    nias que no eran ubicadas en casas particulares pasaban al Colegio de Nias Hur-fanas.

    Las amas cobraban un salario por amamantarlos y alimentarlos y la Casa les proporcionaba una mnima vestimenta. Los nios eran bautizados, tenan un nombre y un nmero de identificacin en lugar del apellido. La adopcin consis-ta en un trmite complejo que deba contar, entre otros, con el visto bueno del prroco del barrio donde viva la familia sustituta.... Antonia Lozano cri dos nios de la Casa de Nios Expsitos y deseosa de quedarse con ellos sin pensin de la Cuna me entreg el informe de su Prroco que acompao. Ms en este reconocer V.E. la seal del margen que es la contrasea establecida con dicho cura para que no malquistndose con sus feligreses se tomen por esta direccin las providencias de no permitir la subsistencia de los nios en poder de los que as binieran sealadas...14. De modo excepcional podan depositarse en la Casa nios mayores que posteriormente se trataban de ubicar en hogares de familias decentes. Es el caso de Mara Rosa, sustrada de manos de su madre, Mara Mena, por el Alcalde de la Caada de la Cruz para liverarla de la perversin que con su mal ejemplo la hava expuesto...15 quien la envi a la Casa. (Mara haba sido encontrada en la cama con un amante, ambos fueron puestos presos por el Alcalde de Barrio y liberados con la promesa, no cumplida, de casarse).

    En un informe del primer administrador, Manuel de Sarratea, se puede detec-tar un hecho que sera sistemtico durante los primeros veinte o treinta aos de existencia de la Casa de Nis Expsitos: las serias dificultades para su mante-nimiento econmico, situacin que llev al Virrey a entregar la administracin a la Hermandad de la Santa Caridad desde 178416. Institucin que ya, con anterio-ridad, administraba el colegio de Nias Hurfanas y el Hospital Bethlemita17. Dicha administracin deba realizarse separadamente para estas instituciones y con aplicacin de los arbitrios asignados para su mantenimiento.

    Durante los primeros diez aos de existencia la Casa recibi a 685 nios, a un promedio de 65-70 ingresantes anuales18, aunque las cifras son reveladoras de un ingreso anual fluctuante. En agosto de 1789 en la Casa haba 50 nios de pecho

    14 AGN, IX-7-9-5 Informe del Administrador a la Hermandad de la Santa Caridad, 23 de di-

    ciembre de 1780. 15

    AGN, IX,-7-9-5 Informe del Alcalde de Caada de la Cruz al administrador de la CNE, 20 de diciembre de 1792.

    16 AGN, IX-7-9-5 Informe a la Junta de Temporalidades, 8 de julio de 1783 y AGN, A. La-

    mas, legajo 2613, informe de la Junta de Temporalidades al Virrey. 17

    El Rey haba autorizado la creacin de la Hermandad por Real Cdula del 16 de octubre de 1754. (En realidad vena funcionando desde la epidemia padecida por la ciudad de Buenos Aires en 1727), AGN IX-30-4-2.

    18 AGN, A. Lamas, Legajo 2613 Estado que presenta el actual Administrador..., 31 de

    agosto de 1789.

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    criados por amas de leche, 56 despechados, es decir alimentados por las amas a costa de la Casa, y 119 nios en poder de particulares sin pensin19.

    El presupuesto presentado en el mismo ao reflejaba que el gasto mayor era utilizado en el pago a las amas para el amamantamiento y alimentacin de los infantes cada ama cobraba $6 por mes , que ascenda a $419,2 reales men-suales. Los otros rubros asignaban $73 para la subsistencia de cada mes y $17 para la ropa. El total anual de gastos ascenda a $6.111 y los ingresos alrededor de $4.400, lo que configuraba un desbalance anual de $1.600/1.800 aproximada-mente, y que como deuda total alcanzaba hasta la fecha mencionada a $20.516, 2 reales. Dicha deuda haba sido financiada por el primer administrador Manuel de Sarratea, hasta 1784, y desde entonces por Manuel Rodrguez de la Vega, quien lo sucedi y que con el tiempo se habra de transformar en el pblico benefac-tor de la Casa de Expsitos.

    Estas dificultades de ndole financiera reflejaban una serie de conflictos crea-dos en el seno de la elite que, fueron arrastrndose hasta fines del siglo XVIII y comienzos del siguiente. En realidad, desde el comienzo de la fundacin de la Casa se tuvo conciencia de que los recursos aplicados eran insuficientes, pero ninguna de las instancias participantes, en particular la administracin colonial, fueron capaces de resolverlo, a sabiendas de que el dficit era sufragado por los administradores20. Por ejemplo, ya en 1780 cuando se fijaron 10 corridas de toros a beneficio de la Casa, el Obispo de Buenos Aires se opuso con tenacidad a que las corridas se realizaran los domingos y festividades religiosas para no pertur-bar el cumplimiento de los preceptos de la fe21. La Imprenta tampoco produca la renta que se haba calculado en su arrendamiento. Un informe de su adminis-trador afirmaba que ...disfrutando del privilegio de dirigir la Imprenta para imprimir y vender en el distrito del Virreinato el Catn, Catecismo y Cartilla con el piadoso fin de dar un buen ingreso para la manutencin de la Casa de Nios Expsitos, (afirma) que dicho privilegio no ha tenido xito debido a que los bu-ques espaoles traen muchas cajas de las obras citadas y que los comerciantes (del Virreinato) tratan directamente con los de Espaa...22.

    El 7 de abril de 1788 se denunciaba la situacin deplorable de la Casa de Nios Expsitos por la falta de medios. En el mismo escrito se adverta ...el mucho abuso que an practicado barias esclavas asi negras como mulatas en llebar a sus hijos recien nacidos al Torno de la Cuna exponiendolos a ella con el objeto de libertar a su modo de la Esclabitud privando a sus legitimos Dueos del Dominio que ellos tiene cometiendo en esto un manifiesto delito de hurto y al mismo tiempo grabando a la obra que con unos dispendios iguales a los que se

    19 Idem.

    20 AGN, A. Lamas, Legajo 2613 [18] y AGN IX-9-3-9 Informe del Administrador del 2 de

    febrero de 1789. 21

    AGN IX-33-1-4, legajo 18, expte. 414. 22

    AGN IX-30-4-2, informe del 12 de febrero de 1788.

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    hacen para los Espaoles y libres que tienen Derecho a ser admitidos mediante el Espiritu a que se dirigi a la fundacion qual que evitar el deshonor que causa la fragilidad y el precaber la mina espiritual de semejantes criaturas expuestas a peligro manifiesto a causa de ser forzosa la ocultacion de la madre; cuia prerro-gatiba no debe ser transendental a las Esclabas ni menos a cierto genero de castas aunque libres que abundan en semejantes excesos sin que les resulte mo-tibo de pudor ni defensa por eso de tener hijos de hallar quien case con ellas de su igual......se acord que en lo sucesivo qualesquiera criaturas que se expusiese de la Clase, haya de quedar con la pension de perpetua servidumbre a veneficio de la Casa, con la calidad de que esto se haga efectivo mereciendo la aproba-cin de S.M.23. (subrayado mo).

    Se presume que en los primeros aos de vida de la Casa ingresaron ms ni-os de color que blancos24, cuando en realidad en el espritu de los fundadores debemos dar fe a las expresiones antedichas, aquella habra estado destinada a los blancos pobres o a aquellas madres y padres (de la gente decente) que queran ocultar la vergenza de haber dado a luz a un hijo al margen del matrimonio leg-timo25. Si ello hubiese sido as, esas quejas estaban legtimamente fundamentadas en el sistema de castas que tena plena vigencia a pesar de la movilidad que en la sociedad rioplatense se verificaba; el escrito haca de fresco recordatorio de lo primero.

    Los arbitrios asignados iban cayendo uno a uno en lo que respecta a su ex-pectativa de recaudacin: ...tambien los impresarios de la casa de Comedias padece sus quiebras...deben $2.000 y se esta siguiendo un dilatado pleito sobre su recaudacion...26. Y las limosnas tampoco alcanzaban a los $500 que se haban planificado.

    Mientras tanto el tiempo pasaba y el tesorero haca frente al dficit apelando a su peculio personal. Ese dficit aumentaba ao a ao en la medida en que tam-bin aumentaba la entrada de expsitos a la Casa. Ya en el ao de 1783 el admi-nistrador y tesorero elevaron una peticin al Virrey para que se gravase el comer-cio exterior, aplicando un impuesto al ingreso y egreso de mercaderas a razn de medio real por cada pieza. En 1788 dicho impuesto no se haba aprobado y el expediente iba y volva sin que las autoridades se atrevieran a dar el paso que

    23 Informe de Agustn DE LA CUESTA, Secretario de la Hermandad a la Junta de Temporalida-

    des. En AGN, A. Lamas [16]. 24

    MEYER ARANA [18].. 25

    Ver nota de Manuel de SARRATEA al Fiscal en lo Civil del 5 de noviembre de 1790, en AGN IX-30-4-2. Tambin, sobre este punto, consltese en GARCA BELSUNCE (dir.) [3],. El tema del honor de la mujer puede analizarse en varios de los trabajos publicados en Lyman L. JOHN-SON and Sonya LIPSETT-RIVERA (ed.), The Faces of Honor. Sex, Shame, and Violence in Colonial Latin America, Albuquerque, University of New Mexico Press, 1998.

    26 Informe del Administrador y Tesorero de la Casa de Nios Expsitos del 2 de noviembre de

    1989, en AGN IX-30-4-2.

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    pondra a los comerciantes en vilo y en estado de beligerancia. Manuel de Sarra-tea ya no estaba tan convencido de la necesidad del mantenimiento de la Casa de Nios Expsitos cuando afirm que ...en un pueblo cristiano y civilizado es casi indispensable que haya una casa donde hallen caritativo abrigo los nios de ilegtima contraccin... (subrayado mo).27 El administrador de la Aduana de Buenos Aires calculaba que si se aplicara el impuesto propuesto se recaudara alrededor de $4.776. Al ao siguiente, tal como mencionamos, la deuda de la Casa ascenda a $20.516, 2rs. y fue en esas circunstancias que Agustn de la Cuesta, expres que en esas condiciones ... no puede subsistir este estableci-miento que interesa tanto a la religin y al Estado... 28. En esa oportunidad y tres aos ms tarde se reiterara la idea del cierre de la Casa de Nios Expsi-tos29. No se obtenan los fondos para su subsistencia, pero tampoco se quera cerrarla. Dos diputados de la Aduana haban propuesto que los arbitrios se obtu-vieran del abasto de la ciudad, idea que fue rechazada de inmediato. Tambin surgi la idea de aplicar un impuesto a las bulas o dispensas para comer carne los das de la cuaresma. El clculo de lo que se poda recaudar no se acercaba en absoluto a las necesidades financieras de la Casa.

    En otras ocasiones tambin se haba apelado a la idea de ayudar a las esculi-das finanzas de la Casa de Nios Expsitos vendiendo como esclavos a los nios de las castas sospechadas de haberlos dejado all para que fueran liberados, ini-ciativa que mereci una respuesta del Rey el 14 de agosto de 1793 en los siguien-tes trminos: ...he resuelto no siendo adaptable al medio de que se declare la esclavitud a favor de dicha Casa de Nios Expsitos de los negros y mulatos que se arrojasen en ella...30. En el mismo bando el monarca tambin rechazaba el impuesto al comercio dada la presin que ejercieron los comerciantes espao-les en la pennsula y en el Ro de La Plata31 y ordenaba se buscasen nuevos arbitrios nombrando una junta compuesta por el virrey, el obispo, un oidor de la Real Audiencia, el Fiscal en lo Civil, dos prebendados del Cabildo Eclesistico, dos del secular, el Procurador Sndico General y dos diputados del Comercio. Al ao siguiente volvi a rechazar el proyecto de imposicin de un tributo a los vi-nos y los aguardientes espaoles ingresados al Ro de la Plata: ...S.M. mira y mirar con desagrado este, y todo proyecto ruinoso del comercio Nacional...32.

    27 AGN, IX-30-4-2, Nota al Fiscal [25].

    28 AGN, A. Lamas [18]

    29 En un informe, el Administrador de la Casa de Nios Expsitos, Pedro DAZ DE VIVAR, di-

    rigido al Virrey el 27 de abril de 1792, le mostraba con las cifras el estado penoso de las finanzas porque ninguno de los rubros alcanza, AGN, A. Lamas [18].

    30 AGN, IX-30-4-2 y AGN, Reales Cdulas, IX-24-8-6.

    31 En realidad tambin hubo un rechazo de un grupo de comerciantes que no haban asistido a

    la Junta que se haba reunido en Buenos Aires el 20 de noviembre de 1792, y que pretendi anular la decisin de aceptar y elevar un proyecto de impuesto a consideracin del monarca. En la misma reunin se dirigieron al Cabildo para que hallase alguna solucin. AGN, A. Lamas [31].

    32 AGN, IX-30-4-2.

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    La decisin del Rey haba involucrado al Cabildo de la ciudad de Buenos Ai-res al nombrar en la Junta dos de sus integrantes. En la prctica esto significaba comprometer el mbito municipal, hasta ahora prcticamente ausente (salvo en algunas situaciones de menor importancia en que haba intervenido). Y todos los ojos se dirigieron a sus finanzas. All se encontr que el rubro Guerra tena un supervit que probablemente cubrira una parte sustancial del dficit anual de la Casa de Nios Expsitos. En definitiva, la Junta aprob la aplicacin de la bulas que permitan comer carne los das de la Cuaresma y que ascenderan a alrededor de los $500/1.000, y la aplicacin de los sobrantes del ramo Guerra ($5.000). Sin embargo, los integrantes del Cabildo desde ese momento en adelante habran de exigir que la Casa de Nios Expsitos rindiera cuentas all: ...que la ciudad deba tener interbenzion en el Manejo y Administracion de la Casa de Nios Expsitos, ... y por lo tanto ...acordaron que el Seor Procurador Sndico Ge-neral agite sin perdida de tiempo la interbencion de esta ciudad en el manejo y administracion de la Casa de Nios Expsitos e imbersion de sus fondos...33. El salvataje del Cabildo llegaba en el momento ms oportuno y dejaba contentos a todos claro, menos a los habitantes de la campaa que recibiran menos ayuda para la lnea de fortines de su frontera, en tanto la deuda acumulada con sus benefactores alcanzaba la cifra de $40.463, 7rs y para colmo el principal acree-dor, Rodrguez de la Vega viejo y enfermo, se haba retirado y ...desprendido de todas sus comisiones...34. Un poco antes de su fallecimiento, ocurrido a poco de su retiro, el Cabildo quiso reducir la deuda con l en 5.000 pesos aunque de todos modos llegara tarde35. A su vez, Rodrguez de la Vega haba testado a favor de la Hermandad de la Santa Caridad un monto conformado por las deudas del Estado con l36.

    De ahora en adelante, bastante ms de la mitad de los gastos de la Casa al menos en teora seran sufragados por el Cabildo, por lo que su intervencin habra de ser cada vez mayor en su vida econmica hasta la total secularizacin decidida por Rivadavia en 1823.En el ao 1797 el Cabildo debi utilizar remanen-tes del presupuesto del Hospital Bethlemita para cubrir el dficit de la Casa de Nios Expsitos que ya era crnico37, y era evidente que las cuentas, difciles de controlar, no estaban disponibles para las autoridades que queran verificarlas38.

    33 AGN, Acuerdos del Extinguido Cabildo de Buenos Aires, sesin del 7 de diciembre de

    1795, tomo X, pp.611 y ss. 34

    AGN, IX-30-4-2, Informe del Administrador de la Casa de Nios Expsitos al Virrey, 30 de abril de 1795.

    35 AGN, Acuerdos del Extinguido Cabildo, Tomo XI, aos 1796 1800, sesin del 16 de sep-

    tiembre de 1797, p. 222. 36

    El legado ascendi a $30.900, que estaban colocados a inters. AGN, IX-6-8-6, documento notarial del 5/8/1801 con las costas por su intervencin.

    37 AGN, IX-20-1-15, Junta Municipal de Propios, 17/7/1997.

    38 El Sndico Procurador peda que se reclamara a travs del Virrey un estado de las cuentas

    de la Casa de Nios Expsitos en tanto ...su ingreso sale del Pblico y por lo mismo este Cabildo

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    En las cuentas de las Cajas Reales el rubro expsitos figura con salidas (pa-gos) de $51.379,5 entre 1791-180539, con un promedio anual de $3.670, que no alcanzaban porque como veremos el incremento anual de los nios en el torno fue sistemtico y con ellos aumentaban los gastos en las amas de leche, la ropa, medicamentos, etc. Como un calco volvi a repetirse otra vez lo ocurrido con el antiguo administrador, su reemplazante Jos Martnez de Hoz, debi auxiliar sistemticamente las arcas de la Casa y tambin las del Cabildo40.

    El nuevo siglo no fue para la Casa de Nios Expsitos ms generoso que el anterior. Al contrario, las dos oportunidades en que los ingleses desembarcaron en el Ro de la Plata e intentaron dominar la capital del Virreinato, fueron una razn importante para que los gastos de la guarnicin militar aumentaran al ritmo en que crecan los efectivos regulares y extraordinarios41. Los sucesos de mayo de 1810 y las guerras de la Independencia habran de agregar nuevos motivos para aumentar los gastos militares, que habran de absorber todos los recursos normales y extraordinarios. Los primeros gobiernos patrios tuvieron muchas dificultades econmicas y financieras, y las instituciones que, como la Casa de Nios Expsitos, finalmente dependan casi en forma exclusiva del presupuesto del Estado, entraron en una fuerte crisis.

    LAS CONDICIONES DE VIDA DE LOS EXPSITOS

    La vida de los nios expsitos fue difcil en Buenos Aires y en todos los lu-gares del mundo donde fueron recogidos y su mortalidad ms alta que la mortali-dad de los dems nios en la sociedad42. Ello fue as debido a las condiciones de

    y su Procurador General en los arbitrios que propuso para sus fondos consider parte para esta propia Casa..., AGN, Acuerdos del Extinguido Cabildo de Buenos Aires, Tomo XI, Aos 1796-1800, sesin del 16 de septiembre de 1796, p. 132.

    39 Tulio HALPERN DONGHI.Guerra y Finanzas en los Orgenes del Estado Argenino (1791-

    1850). Buenos Aires, Editorial de Belgrano, 1982. 40

    El 28 de febrero de 1815 MARTNEZ DE HOZ reclam por ensima vez la cancelacin de la deuda que el gobierno le deba y que ascenda a ms de $10.000; el Cabildo reconoci que no se la poda pagar, AGN, Acuerdos del Extinguido Cabildo de Buenos Aires, Tomo II, aos 1805-1807, p. 303. De todos modos, es sugerente que este mismo personaje apareciera una y otra vez como un prestamista del Estado y que el Cabildo le reconociera los intereses por ello, AGN, Acuerdos del Extinguido Cabildo de Buenos Aires, tomo II, Sesin del 16 de junio de 1807, p. 563 y Tomo III, aos 1808-1809, sesin del 24 de octubre de 1809, p. 597.

    41 HALPERN DONGHI [39].

    42 Vase de Mara FERNNDEZ UGARTE, La mortalidad entre los nios expsitos de Sala-

    manca (1700-1725), pp. 591-608; Giovanna DA MOLIN, Modalit dellabbandono e caratteristi-che degli esposti a Napoli nel seicento, pp. 457-502. Alain BIDEAU et Guy BRUNET, La mortalit des enfants trouvs dans le Dpartement de LAin aux XVIIIe. Sicles, Enfance Abandone et Societ en Europe, XIVe.-XXe. Sicle. Roma, cole Franaise de Rome, 1991, pp. 219-248. Ren SALINAS MEZA [9].

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    vida que les toc vivir. Las amas de cra que aceptaban alimentarlos pertenecan a las capas ms pobres de la sociedad y el salario para mantener el nio era muy escaso. Debido al contrato que establecan con la Casa deban dejar de amaman-tar a sus propios hijos, pero en la realidad en muchos casos su leche se divida por dos, con lo cual contribuan a la desnutricin de los neonatos. Si a ello su-mamos, en el caso de los expsitos, el hecho de haber sido despojados del abrigo y cario de sus padres, podremos tener una idea aproximada de su realidad con-creta. A ello debemos agregar enfermedades y epidemias que, si bien golpeaban por igual a todos los nios, seguramente aumentaban su riesgo de muerte en esta subpoblacin.

    Por otro lado, hasta que no fue creado el asilo de nios hurfanos, los varones tenan un futuro bastante incierto una vez cumplida cierta edad. Aun cuando es-tuvieran en manos de un hogar sustituto, hasta la mayora de edad sus destinos estaban sujetos a la decisin de las autoridades: ...hace presente que Jos Mar-celo uno de los individuos de dicha casa que corre bajo el n 576 y cri una criada de Da. Sabina Barrientos cuya seora qued con l y mantiene hasta el presente, se hace indispensable separararlo de su poder...pero como este nio lo hubiesen criado con excesivo mimo, y regalo hasta la edad de once aos que tiene, el mucho consentimiento con que lo manifestaban ha hecho l imprecisio-nes no las ms laudables; de modo que su altibez, inovediencia y poco respeto circunstancias que acompaan a su mucha viveza...solicito se haga cargo de l el comandante de Marina para servir como paje...pues la mucha subordina-cin del servicio del Rey abatir su orgullo y le har mudar de sentimiento...43.

    El nmero de nios expsitos ingresados a la Casa aumentaron durante los primeros aos del siglo XIX. Si en los primeros cinco aos de ese siglo el pro-medio de expsitos incorporados fue de 108, en los cinco ltimos anteriores a la creacin de la Sociedad de Beneficencia, en 1823, haban aumentado a 150, esto es cerca del 40% y durante los primeros 23 aos del siglo XIX la media anual fue de 123 incorporaciones, casi el doble respecto al perodo anterior44. La poblacin, segn los padrones correspondientes, haba trepado entre 1810 a 1822 de los 44.788 habitantes a los 55.416. El promedio de bautismos (nacimientos) era hacia esta ltima fecha de 2834 por aos, constituyendo el ingreso a la Casa de Nios Expsitos alrededor de un 5% anual del total de nacimientos, una cifra para nada despreciable.

    A pesar del significativo aumento, la tasa en relacin a los nacimientos de la ciudad de Buenos Aires no aument: en los primeros aos de vida de la Casa de Nios Expsitos fue de 43 por mil y en los cercanos a la creacin de la Sociedad de Beneficencia baj a 35 por mil. Es decir, en trminos relativos la tasa tendi a

    43 Carta del Administrador Andrs DEL RINCN a la Hermandad de la Santa Caridad, 4 de ene-

    ro de 1798. AGN, IX-7-9-5 44

    AGN, A Lamas, legajo 2613; AGN IX-30-4-2; AGN IX 7-9-5

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    bajar un poco respecto al crecimiento de la poblacin de la ciudad (y eventual-mente de la campaa) que en ese perodo fue importante.

    En cuanto a la mortalidad institucional era verdaderamente alta45; durante to-do el perodo signific casi el 56% de los nios ingresados y hubo algunos aos que super el 60% de los mismos46. Esos niveles de mortalidad, de todos modos, no fueron mayores que en otros lugares del mundo en el mismo perodo. Es ms en Francia o Espaa u otros pases ese porcentaje poda alcanzar el 75 u 80% de los ingresos47. No debemos olvidarnos tampoco que las sociedades preindustria-les eran muy golpeadas peridicamente por todo tipo de enfermedades, muchas epidmicas, que castigaban los sectores ms desprotegidos de la sociedad, entre ellos los nios. Tambin se debe sealar que durante el perodo en estudio la mortalidad infantil era alta en el conjunto de la sociedad, en particular durante los dos primeros aos de vida, y los niveles de mortalidad sealados para los expsi-tos justamente corresponden a ese tramo de edad.

    Por estos altos ndices de mortalidad, era evidente que la situacin de los ni-os expsitos, manifestada en todo el Imperio espaol, tropezaba con la idea iluminista de poblar y formar a los jvenes para apoyar la economa ms que para darles educacin en un sentido clsico en oficios que impulsaran el pro-greso de la sociedad en su conjunto. Ello motiv que el monarca promulgara el Bando del 19 de febrero de 1794 y la Real Cdula del 11 de diciembre de 1796, que reglamentaron por primera vez y en forma sistemtica la vida de las casas de nios expsitos en el imperio. En el primero legitimaba la condicin civil de los expsitos: (los nios expsitos) ... que no tengan padres conocidos, sean teni-dos por legitimados por mi Real Autoridad, y por legtimos para todos los efectos civiles generalmente y sin excepcin......y han de quedar...en la clase de hom-bres buenos del estado llano general, gozando de los propios honores, y llevando las cargas sin diferencia de los dems vasallos honrados de la misma clase...48.

    La Real Cdula del ao 1796 reiteraba algunas de las lneas progresistas del anterior bando, pero deseaba legislar sobre muchos ms aspectos de los exp-sitos: pretenda que se extendieran las casas de resguardo de los nios abandona-dos y que hubiera una cada 12/14 leguas; que se procurarse dar de lactar al aban-donado en el pueblo en el que fuera encontrado; que el tiempo de lactancia no se redujera a un ao sino al tiempo requerido segn juicio del mdico; una reduc-cin al mnimo del tiempo que el nio permaneciera en la Casa; el mantenimien-to de los nios con las amas hasta los 6 aos cumplidos y si no se hubieran halla-do hogares que los adoptasen, que pasaran al Hospicio o Casa de Misericordia donde permaneceran hasta que aprendiesen un oficio; que los padres que aban-

    45 Vanse las mismas fuentes que la nota inmediata anterior.

    46 La relacin entre defunciones e ingresos es slo una medida relativa, que no supone necesa-

    riamente que las defunciones de un ao provinieran de los ingresos de ese ao. 47

    Vanse nuevamente los autores citados en nota N 40. 48

    AGN, Bandos, IX-8-10-7

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    donasen a sus hijos perderan la patria potestad; que se procurase dar a las amas compensaciones justas y en fin, toda una serie de reglas para proteger a los nios... cuya acertada educacin puede producir tan grandes bienes al Estado... 49.

    No creemos que esta legislacin haya tenido alguna influencia positiva en el funcionamiento de todas las casas de expsitos, porque sabemos que el problema de la alta mortalidad continu bien avanzado el siglo XIX en todo el mundo y tambin en Buenos Aires, y que fueron variando las concepciones y las regla-mentaciones acerca de cmo organizar la Casa; pero fue muy difcil erradicar las causas de esos altos niveles de mortalidad ya que eran (y son) muy complejas porque respondan a cuestiones biolgicas, psicoambientales y sociales.

    Los aos revolucionarios habran de llevar a la Casa de Nios Expsitos a una crisis que en ciertos momentos pareci definitiva, con el riesgo del cierre del torno, y que se pudo resolver gracias a que el tema fue agitndose y llam la atencin de un nuevo poder urbano que comenzaba a gestarse: la prensa escrita que se diriga a la opinin pblica.

    MS TIEMPOS DIFCILES: LOS EXPSITOS A MERCED DE LOS GOBIERNOS REVO-LUCIONARIOS Y DE LA OPININ PBLICA.

    Las finanzas de la Casa de Nios Expsitos no slo se haban deteriorado de-bido al esfuerzo blico del gobierno desde las invasiones inglesas sino que, con-comitantemente, se agreg un relajamiento en el sistema de autoridad. Las rentas de los arriendos de las propiedades que se aplicaban a la administracin de la Casa fueron dejando de pagarse o se pagaban con mucho atraso. La Imprenta segua sin producir una renta aceptable. Por otra parte, el Cabildo no haba reci-bido las rendiciones en tiempo, y los libros y expedientes a veces dorman largas siestas en distintos despachos, a pesar del esfuerzo de las autoridades por hacerse de ellos50.

    En 1815 estall la crisis, con algunos visos de escndalo. El Alcalde de se-gundo voto expresaba con dramaticidad el doloroso abandono en que se halla la Casa de Nios Expsitos y tambin de las quejas del pueblo por lo mis-mo51. El mismo Alcalde sealaba que ni siquiera los jueces eran capaces de obli-gar a los inquilinos de los inmuebles de la Casa a hacer efectivos los pagos. En la misma sesin propona que se nombrase una comisin para que inspeccionen y

    49 AGN, Reales Cdulas, 24-8-8

    50 AGN, Acuerdos del Extinguido Cabildo de Buenos Aires, Tomo V, aos 1812-1813, sesin

    del 24 de abril de 1812, p. 181; sesin del 9 de abril de 1813, p. 551 y sesin del 24 de abril de 1813, p. 559.

    51 AGN, Acuerdos del Extinguido Cabildo de Buenos Aires, Tomo VI, aos 1814-1816, se-

    sin del 5 de enero de 1815, p. 343.

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    zelen para el buen orden y la administracin52. Al mes siguiente, se lea en el Cabildo un informe del Procurador sobre la grave situacin, en tanto Martnez de Hoz haba solicitado su relevo del cargo por haber cesado todos los recursos con que contaba... ya por el quebranto de sus intereses y ya porque no se paga el arrendamiento de la imprenta. Al mismo tiempo solicitaba un auxilio de $300 mensuales para atender los gastos ms urgentes53. La idea del cierre del torno vol-vi a cernirse sobre los pobres abandonados de la Casa en ocasin de una mudanza temporal a una de las dependencias del Hospital. La cuestin tom estado pblico y en un suplemento de la publicacin Los amigos de la patria y de la juventud apareci un artculo firmado por un hijo de la patria en el que quedaban refle-jada las opiniones de un sector de la elite sobre la cuestin. En primer lugar, fusti-gaba las madres que abandonaban a sus hijos rehusando parecerlo y los encargan la piedad de la Patria54. Abrogaba porque el torno volviese a una casa propia, a la cual deban destinarse los fondos necesarios, y sostena que la patria no deba ser menos benfica de lo que haba sido el soberano de Espaa. Continuaba afirmando que sera conveniente, que este establecimiento se pusiese bajo la proteccin de una sociedad filantrpica, bien sea de la que se intenta formar, y cuyo proyecto est algo adelantado, bien de otra particular formada de Seoras amigas de la humanidad, y zelosas en reparar los males que padece esta preciosa parte de la especie ...55. ...Y semejante la junta de damas de honor y mrito de Madrid la sociedad maternal que existe en Pars.... En Francia la Emperatriz Mara Luisa de Austria estaba la cabeza de esta sociedad maternal...56.

    Si durante el perodo colonial las apelaciones ms comunes en los discursos referidos al tratamiento que deban tener los expsitos invocaban el inters de la religin y el estado, en la dcada revolucionaria, sin dejar de mencionar la cari-dad cristiana, las invocaciones fueron por la patria57. Las damas de la caridad venan a representar los intereses de la patria.

    Dentro del clima de la poca, estas apelaciones sin ser demasiado llamativas, estaban preparando el ambiente, a mi juicio, para la toma de una decisin tras-cendente, cual era la que el nuevo Estado revolucionario asumiera la responsabili-dad de una institucin de bien pblico, completamente separada de la religin o de las instituciones inspiradas en ella, como era la Hermandad de la Santa Caridad.

    52 AGN Acuerdos[51]

    53 AGN Acuerdos[51], sesin del 14 de febrero de 1815, p. 382.

    54 Suplemento N 1 de Los Amigos de la Patria y de la Juventud, 18 de noviembre de 1815.

    55 Suplemento, [54].

    56 Suplemento, [54]

    57 Por ejemplo, una de las tantas: para promover estos son necesarios fondos: baxo la admi-

    nistracin real se pasaban esta casa, 5.000 ps. del Erario: La Patria no debe ser menos benfica, que lo era el Soberano de Espaa..., Suplemento [54], Vanse tambin los nmeros de El Censor 96 y 113 del 17 de julio y 13 de noviembre, respectivamente.

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    Las denuncias sobre la situacin interna eran dramticas: el mdico reciente-mente contratado relataba de este modo un incidente: Se me present un nio como de edad de ao y dos meses para su curacin y este infeliz vino mi pre-sencia de modo siguiente: los dientes caidos, y sobre las encias envueltos en grumos de sangre, hinchado todo su cuerpo, la boca toda llena de llagas y en el estado de una muerte inminente, que se verific poco rato58. El relato agrega-ba ...no pude rastrear otra causa, que la falta de alimentos, y que probablemen-te moran de necesidad: con estos dos ltimos sucedi lo que con el primero, murieron poco tiempo59. La denuncia agregaba lea al fuego en tiempos difci-les para el gobierno revolucionario, que tena puesta su mirada en otras cuestio-nes urgentes, como la de alimentar las guerras de liberacin y el financiamiento de los ejrcitos patriotas. Una verdadera campaa en la prensa para que el patrio-ta y cannigo Saturnino Segurola se hiciera cargo de la Casa de Nios Expsitos termin con el antiguo administrador, y el Cabildo elev la propuesta de su nom-bramiento al Supremo Director del Estado, en 1815, pero por problemas burocr-ticos, recin un ao y medio despus, se extendi el decreto correspondiente60. A su vez, la misma campaa haba movilizado la sensibilidad pblica porque se pudo reunir una considerable suma de dinero proveniente de limosnas a favor de la Casa.

    El informe que haba solicitado el Cabildo y que fuera confeccionado por una comisin fue ordenado y ledo por Segurola quien denunci: ...el desorden y abuso de mucha consideracin en que se hallaba la Casa de Nios Expsitos cuando se hizo cargo de su administracin...61. ...puedo asegurar sin exagera-cin, que todo el sistema de la cuna, contra su instituto, estaba reducido a aho-gar todos los nios en la cuna, y corromper las costumbres de los que casual-mente sobreviven. ...no es extrao que un establecimiento, encargado a la arbitrariedad de mujeres y hombres sin principios, estuviese sujeto a desrdenes de tanto bulto...62.

    Segurola propona, simultneamente, un nuevo reglamento. All agregaba po-cas cosas, pero muy concretas, sobre el anterior, decretado por el Rey de Espaa. En particular, algunas cuestiones relacionadas con su oficio de mdico, y gracias a su papel muy activo en la difusin de la vacunacin contra la viruela, tales co-mo el aislamiento social profilctico, el examen de las amas y el control continuo de la salud de los nios. El reglamento confirmaba la prdida de la patria potes-tad de los padres y todos sus derechos sobre los hijos que abandonaren, sin dere-

    58 El Censor, N 96, [57].

    59 El Censor N 96, [57].

    60 Ludovico GARCIA DE LOYDI, Cannigo Doctor Saturnino Segurola (1776-1854), Un verda-

    dero patriota, Buenos Aires, Edic. Braga, 1994. 61

    AGN, Acuerdos del Extinguido Cabildo de Buenos Aires, Tomo VII, Aos 1816-1817, se-sin del 30 de diciembre de 1917.

    62 El Censor N 121, citado por GARCA DE LOYDI [60].

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    cho a reclamo, tal como lo haba promulgado el anterior. Si con la aplicacin del nuevo reglamento se pretendi mejorar la situacin de los nios expsitos, ello no se vio reflejado en las tasas de mortalidad, que continuaron con sus altos niveles, aunque en los dos aos siguientes a las reformas fueron algo ms bajos. De todas formas, es muy probable que hubiera cambiado y mejorado la organizacin general y se hiciera ms transparente el grado de responsabilidad de los que participaban en la Casa y, en particular, que fuera ms clara la administracin.

    No fue mi intencin seguir en profundidad el hilo de algunos conflictos vivi-dos con cada uno de los administradores anteriores. Surge, de todos modos, con alguna claridad, que si bien fueron individuos pertenecientes a la elite y que dis-ponan de importantes recursos, en parte puestos en la Casa, tambin es claro que no se distingue, a travs de la documentacin, que los patrimonios personales e institucionales estuvieran ntidamente separados. Es ms, ambos financiaron dficits presupuestarios del Ayuntamiento de Buenos Aires en ms de una opor-tunidad, financiamiento premiado con generosos intereses63. Esto no significa, necesariamente, que los administradores desviaran fondos para sus negocios per-sonales, sino ms bien parece ser otra la cuestin: ellos con su propio dinero ayu-daban a los gastos de la institucin, pero como hombres de fortuna (y benefacto-res) que eran, aprovechaban la circunstancia de estar en puestos de poder para realizar sus propias operaciones personales. En particular, en perodos en que las cajas reales no alcanzaban a cubrir los gastos de la administracin, o simplemen-te realizando operaciones inmobiliarias. Resulta muy difcil seguir en las fuentes los detalles de las operaciones econmicas personales e institucionales. El estado de corrupcin encontrado por Segurola no alude solamente a la situacin patri-monial y administrativa de la Casa, pero sta fue, quizs, una de las cuestiones centrales que deseaba cambiar.

    Segurola recibi dos respaldos consecutivos, un lugar permanente en el Ca-bildo y el decreto de Pueyrredn apartando a la Hermandad de la Santa Caridad de la administracin de la Casa64. Con ello se pretenda remover toda situacin

    63 AGN, IX-20-1-15, Junta Municipal de Propios, 1793-99 expedientes de Manuel Rodrguez

    de la Vega, aos 1796 y 1797 y AGN, IX-19-10-4, Junta Municipal de Propios, aos 1810-1811, Expedientes sobre Jos MARTNEZ DE HOZ, Tambin Acuerdos..., Tomo IX [35], Sobre el mismo tema vase CORREA LUNA [3].

    64 El Cabildo acord que en el tratamiento de todo negocio de beneficencia pblica Satur-

    nino Segurola tuviera asiento en la corporacin con voz y voto, AGN, Acuerdos del Extinguido Cabildo de Buenos Aires, Tomo VII, 1816-1817, sesin del 21 de noviembre de 1817, p. 641 El Director de las Provincias Unidas de Sudamrica por qto El piadoso importante establecimiento de los nios expsitos en la miseria y abatimiento qe ha venido pr Falta de sistema en su Direc-cin, y pr la misma calamidad de los tiempos exige la contraccin de los ms laboriosos, y eficaces esmeros en cuya virtud representacin del Exmo. Cabildo...ha venido a nombrar al Dr. D. Satur-nino Segurola...(para) que arbitre, promuebay reforme con amplia facultad, y sin otra dependencia que la inmediata del Exmo. Ayuntamiento...(y) separada de toda intervencin de la Hermandad de

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    anterior que pudiera afectar el desempeo del nuevo administrador bajo el cielo de un independiente y nuevo pas.

    El ao en que por decreto directorial Segurola fue confirmado en el cargo que vena ejerciendo, fue muy activo en iniciativas, producto del nuevo reglamento o de reformas que se requeran en la prctica. Una de las cuestiones era la del sa-neamiento financiero, por lo que se aprob un plan para llevar a cabo las refor-mas65. Otra, la de la instruccin de los nios varones, para lo cual hubo consenso en la necesidad de que hubiera una ordenanza para que los nios en edad escolar pertenecientes a la Casa de Nios Expsitos fueran admitidos en las escuelas pblicas66. Se decidi asignar los fondos obtenidos de los alquileres de las pro-piedades de la Recova y se acord en que se volvieran a otorgar los $5.000 anua-les que el Cabildo le haba asignado de la partida de Guerra, en 1795, pero que fueran en adelante, del ramo de Carne y Pan67.

    Si los primeros tiempos de la administracin de Segurola haban sido promi-sorios, tal optimismo se habra de desvanecer rpidamente. En el ao de 1818 la Casa de Nios Expsitos se vio envuelta en un conflicto entre el mdico Juan Madera y Segurola, porque el primero habra afirmado en privado que su trabajo no le interesaba, aseveracin que no quiso confirmar pblicamente, pero que moviliz al administrador para hacerlo renunciar y para proponer al mdico Cosme Argerich en su lugar68.

    Otro hecho que seguramente habra de molestar a Segurola fue la revocacin de los cargos concejiles perpetuos en el Cabildo, cuestin que lo afectaba pues se invocaba el fin de los privilegios polticos69. Lo cierto es que Segurola present su renuncia en junio de 1819, y si bien el Cabildo trat de disuadirlo, finalmente mantuvo su decisin.

    La primavera de la Casa de Nios Expsitos haba durado muy poco, nin-guna de las reformas propuestas quedaba en firme, en tanto eran la presencia y autoridad de Segurola la que habra asegurado llevarlas a la prctica. En los aos siguientes la discontinuidad de los administradores de la Casa nos muestra el poco inters en hacer frente a esta brasa ardiente en tiempos de crisis poltica. El Den Diego de Zavaleta, elegido para el cargo, no acept; fue nombrado el Al-calde de la provincia Ignacio Correas, el 30 de junio de 1819, pero al ao si-guiente renunci. En su lugar fue nombrado el Dr. Justo Albarracn, el 21 de

    la Caridad. Firmado: Juan Martn de Pueyrredn, el 16 de septiembre de 1817, AGN, Tomas de Razn (Despachos, Titulos y Cdulas), IX-8-9-6, Tomo 80, ao 1817.

    65 AGN, Acuerdos [61], sesin del 22 de septiembre de 1817, p. 601.

    66 AGN, Acuerdos [61], sesin del 22 de septiembre, p. 603.

    67 AGN, Acuerdos [61], sesin del 6 de diciembre de 1817, p. 657.

    68 AGN, Acuerdos del Extinguido Cabildo de Buenos Aires, Tomo VIII, Aos 1818-1819,

    Sesiones del 27 de enero de 1818, p. 20; sesin del 22 de enero de 1819, p. 179; sesin del 5 de marzo de 1819, pp. 220, 223 y 231.

    69 AGN, Acuerdos [68], sesin del 10 de abril de 1818, p. 44.

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    enero de 1820, con un sueldo de $600 mensuales, pero al ao siguiente el Cabil-do, apurado de fondos municipales decidi deshacerse del cargo de Director de la Casa de Nios Expsitos, se ocupara en forma honoraria un capitular como ya haba ocurrido en algunos interregnos posteriores a la crisis provocada por la renuncia de Segurola recayendo esta vez en el regidor Dn. Jos Toms de Isa-si70. Este ltimo resign el cargo al poco tiempo y se propuso a Juan Alsina, pero, mientras decida hacerse cargo, se nombr al regidor Jorge Terrada para que hubiera un responsable de la Casa. Mientras tanto, Segurola, quien no se haba desvinculado totalmente de los destinos de los expsitos, propuso que el cargo de mdico lo ejerciera gratuitamente Sebastin Saborido, a cambio de desvincularlo de la atencin de los soldados enfermos del Regimiento de Cazadores71. En los hechos y durante los aos de la crisis poltica de los aos 20, con la desaparicin del Cabildo de Buenos Aires, ni siquiera Segurola pudo ejercer una suerte de supervisin o tutora de la Casa, como lo habra de hacer en aos posteriores72 en medio de serias dificultades econmicas y de falta de autoridad. Esto ltimo que-d demostrado con los intentos y presiones que haba ejercido el Cabildo antes de su supresin, incluso con sus propios integrantes, para que alguien se hicie-ra responsable del manejo de la Casa73.

    LOS EXPSITOS EN MANOS DE LAS DAMAS DE LA SOCIEDAD DE BENEFICENCIA.

    A esta altura de la reconstruccin de la historia de la Casa de Nios Expsi-tos, ella nos devuelve una imagen de la institucin que se asemeja a una frgil embarcacin en medio de tempestades que siempre se mantiene a flote, aun mal-trecha. Con el gobierno reformista de Martn Rodrguez y su ministro Bernardino Rivadavia, se habra de hallar una solucin para sta y otras instituciones de cari-dad: la creacin de la Sociedad de Beneficencia , administrada en adelante por notables matronas de la sociedad portea. De ese modo, la idea que rondaba en las cabezas de las autoridades desde 1815 haba hallado la mente lcida y prcti-ca que gestara la arquitectura del nuevo edificio social y poltico. Adems, la creacin de la Sociedad de Beneficencia serva al propsito de modernizar el

    70 AGN, Acuerdos [68], sesiones del 22 y 30 de junio de 1819, pp. 305 y 309. AGN, Acuerdos

    del Extinguido Cabildo de Buenos Aires, Tomo IX, Aos 1820-1821. Sesiones del 21 de enero de 1820, del 17 de abril y del 9 de junio, pp. 25, 113 y 169, respectivamente.

    71 AGN, Acuerdos [70], sesin del 28 de noviembre de 1820, p. 339.

    72 GARCA DE LOYDI [60] .

    73 Para el anlisis de ese perodo puede consultarse: Ricardo PICIRILLI, Rivadavia y su Tiempo,

    Buenos Aires, Peuser, 1943. Luis Alberto ROMERO, La Feliz Experiencia, 1820-1824, Buenos Aires, La Bastilla, 1976. Tulio HALPERN DONGHI, Revolucin y Guerra. Formacin de una lite dirigente en la Argentina criolla, Mxico, Siglo XXI, 1979. Jos Carlos CHIARAMONTE, Ciudades, provincias, Estados. Orgenes de la Nacin Argentina, Buenos Aires, Ariel, 1997.

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    discurso sobre la mujer, que hallaba el eco adecuado en representantes fuera de lo comn para aquella poca que, como Mariquita Snchez, tendran un lugar desta-cado en la nueva institucin74. De esta manera, se pensaba que el Estado daba forma adecuada al tratamiento de la caridad: depositaba en las mujeres virtuosas de la elite la responsabilidad por la vida de los nios abandonados, financiaba la institucin pero no la administraba directamente. Alejaba definitivamente a la Iglesia de las responsabilidades administrativas75, aunque las motivaciones de las instituciones asistenciales bajo la supervisin de la Sociedad de Beneficencia estaban inspiradas en la caridad cristiana.

    Si la idea no era original, calzaba perfectamente en el espritu de la poca. En el nuevo Estado ciertas funciones de contralor que antiguamente cumplan los clrigos pasaron a depender de la polica y de los alcaldes de barrios76. De este modo se secularizaban no slo los procedimientos inherentes al funcionamiento interno de la institucin, sino tambin el contralor externo de los expsitos que, por una razn u otra, estaban en poder de distintas familias.

    Al inicio, las damas de la Sociedad de Beneficencia no quisieron asumir la responsabilidad de gobernar una institucin como la Casa de Nios Expsitos en la que haba varones, aduciendo que no estaban preparadas para su educacin77. Sin embargo, la presin del gobierno fue intensa y aceptaron hacerlo al ao si-guiente. A pesar de algunos cambios, la Casa de Nios Expsitos continu bajo la administracin de un varn y no de una mujer.

    En ese ao de 1823, el gobierno incluy en el presupuesto anual los gastos de las instituciones de la Sociedad de Beneficencia, entre ellos los de la Casa de Nios Expsitos. Los gastos haban ascendido a $16.477 con ingresos de $15.596 y un remanente del ejercicio anterior de $881, con lo cual su presupuesto estaba en equilibrio y atenda a todas las necesidades de los expsitos78. El presupuesto no slo era alto en relacin con lo que haba recibido en el pasado inmediato, sino tambin comparndolo con la dotacin econmica para las nias hurfanas y el hospital de mujeres79.

    74 Vase CORREA LUNA [3] y Cynthia Jeffres LITTLE, The Society of Beneficence in Buenos

    Aires, 1823-1900, PH.D Thesis, Temple University, 1980. 75

    Una de las primeras medidas fue inventariar los bienes de cada una de las instituciones bajo la tutela de la Sociedad de Beneficencia pues el desorden patrimonial y administrativo de la Her-mandad de la Santa Caridad era maysculo, CORREA LUNA [3].

    76 AGN, X-13-2-3, Instrucciones del administrador de la Casa de Nios Expsitos para hacer

    comparecer a los responsables de la tenencia de nias al Jefe de Polica, 19 de agosto de 1823. 77

    GARCA BELSUNCE [3]. 78

    AGN, X-13-2-3, Rendicin de cuentas, informe del 27 de abril de 1824. 79

    AGN, X-13-2-1, Seccin gobierno, Los gastos que demandaba para las arcas del Estado la Casa de Nios Expsitos era de $16.260, mientras el Hospital de Mujeres $7440 y el Asilo de Nias Hurfanas $4.200, En sueldos (civiles y eclesisticos) las erogaciones estatales ascendan a $884.704, entre 1822 y 1824, Vase HALPERN DONGHI [39].

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    En 1823 el gasto mayor estaba dedicado a las amas; haba entonces 99 amas de leche, un ama servidora (que estaba en el torno), 12 amas de quebrados (en-fermos), 36 amas de media leche y 54 de despecho (destete). Dentro de la casa haba 21 nias y 19 nios que ya haban pasado la poca del pecho y despecho y no encontraban un hogar sustituto. Es decir, tenan ms de tres aos, en general, y haban terminado su ciclo con el ama que los haba criado. Adems, la Casa ser-va de refugio a nios hurfanos o aun de la elite, cuyos padres se haban ausen-tado80.

    El celo y la racionalidad con los que se comenz a trabajar en el nuevo pro-yecto eran inslitos: el gobierno solicitaba al administrador de la Casa, Narciso de Martnez, que preparara el presupuesto para el ao siguiente, es decir para 182481. En el informe que l dise para el gobierno tambin se vislumbraban algunos aires de cambio. Se hace evidente la preocupacin permanente y actuali-zada del funcionario por la alta mortalidad de los expsitos que, crea, era res-ponsabilidad de las amas, y por el destino de los nios sobrevivientes82. Trat de que la crianza por parte de las amas fuera controlada por el mdico permanente de la Casa. Al mismo tiempo se propona que la institucin les facilitara a los nios los primeros rudimentos de moral y educacin, hasta que estuvieran en edad de aprender un oficio mecnico83.

    La mayor preocupacin de las nuevas autoridades recaa en el destino de los varones. Como se recordar, las nias podan pasar al Colegio de Nias Hurfa-nas para su educacin hasta ser ubicadas en un hogar o continuar sirviendo a esta institucin. En cambio, a pesar de distintas expresiones de deseos, nunca se les haba dado un destino educativo a los varones.

    En cuanto a las nias, las propuestas no eran nada innovadoras: se postulaba el mtodo de entregarlas a ...casas honradas para su educacin y servicio, por-que de este modo sern menos gravosas a la Casa..., ...aunque podrn recibir educacin en el Colegio de San Miguel (de nias hurfanas) que mejor que la reciben por lo general en las casas particulares, tratndolas como criadas...84. Es clara la preocupacin por la educacin, en particular de los varones, aunque tambin es evidente que tanto uno como otro sexo difcilmente se liberaran del destino de ser criadas las nias y aprendices de qualesquiera oficio los varo-nes85.

    80 Es el caso de un hijo varn de Juan Mansilla, que cuando su padre fue nombrado goberna-

    dor de la provincia de Entre Ros se le dio una habitacin y pensin, AGN, X-13-2-3. 81

    AGN, X-13-2-3, informe del 8 de enero de 1823 del administrador al ministro de Gobierno. 82

    Los sobrevivientes quienes seguramente vivan de un modo extremadamente humilde, go-zaban de una dieta en la que figuraban la carne y el pescado, la leche y el mate, azcar, arroz, pan y verdura y porotos, AGN, Sala X-13-2-3, Facturas por compras mensuales del 10 de marzo de 1823.

    83 AGN, informe [81].

    84 AGN, informe [81].

    85 AGN, informe [81].

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    Continu entonces la prctica de colocar a los nios y nias en hogares para que los criaran y los adoptaran, pero en la nueva propuesta ello deba hacerse bajo contrato y con una asignacin mensual de 5 pesos a partir de la edad de 16 aos. De esta asignacin se separara un peso mensual, que el jefe de Polica deba depositar en una caja de ahorros, para formar una dote de la que, las jve-nes ya adultas dispondran y que facilitara su matrimonio. La polica deba velar, adems, para que las nias hurfanas se colocaran en casas de buena moralidad, en las que habran de recibir una buena educacin86.

    En sntesis, las preocupaciones de las nuevas autoridades pasaban ms por administrar mejor los recursos de que disponan, que por ser muy innovadores en el plano institucional. Estaban convencidas de que mejorando su desempeo me-jorara la situacin de los nios.

    CONCLUSIONES

    En este trabajo hemos recorrido casi medio siglo de vida de la Casa de Nios Expsitos, desde su creacin hasta su insercin en la Sociedad de Beneficencia. Fue una vida azarosa y plagada de dificultades. Si su nacimiento estuvo inspirado en la caridad cristiana y en razones de estado, ni ste ni los hombres de la Iglesia fueron eficientes en defender ambas motivaciones. El desarrollo de la institucin fue dificultoso y conflictivo, lo que conllevaba a situaciones no debidamente resueltas porque la administracin no cont con los fondos que el Estado haba comprometido y porque la permanente crisis financiera a que fue sometida la Casa de Nios Expsitos permita que los directores confundieran sus patrimo-nios personales con los institucionales. Ello mostraba adems una contradiccin entre las motivaciones originales y las dudas que los mismos objetivos fundacio-nales creaban: en el fondo, si de lo que se trataba era de salvar el honor de las mujeres (blancas) que haban cado en la tentacin y de preservar la vida de los nios abandonados, en los hechos, tal como fue denunciado por las primeras autoridades, muchos de esos infantes eran de color, es decir, mulatos, negros, mestizos e indios. En una sociedad fuertemente estratificada como lo era la rio-platense, se necesitaba mucha conviccin para llevar adelante una obra como la de los expsitos. Conviccin que flaque ms de una vez, en particular en un estado con crecientes dificultades econmicas. Los gastos que al erario significa-ba la Casa no eran pequeos para un Estado como el revolucionario cuyas arcas estaban siempre semivacas debido a la situacin de guerra permanente. Como hemos visto, superaba ampliamente el presupuesto de uno de los hospita-

    86 AGN, X-13-2-3, Reglamentacin de contratas del 22 de agosto de 1823, Hubo casos en

    que el gobierno tuvo que disponer acciones judiciales debido a que nias hurfanas haban quedado embarazadas y dieron a luz, AGN, X-13-2-3, Nota del 20 de febrero de 1823.

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    les, ms importantes de la ciudad y del Colegio de Nias Hurfanas. Por otro lado, los nios abandonados no constituan un sector de la sociedad que pudiera presionar a las autoridades; los nios en general tampoco ocupaban un lugar im-portante en ella. Salvar el honor de las damas y salvar el producto de sus deva-neos los nios no deseados, constitua un escenario tambin contradictorio: compona un campo de tensin entre la severidad de los que pretendan salvar los valores a toda costa y la realidad, que era mucho ms flexible y tolerante87.

    Otro escenario tambin se superpona: el de los conflictos y tensiones entre el Estado espaol y la Iglesia Catlica, conflictos que se agudizaran con los go-biernos posteriores a Mayo y que habran de crear una fuerte crisis en la institu-cin religiosa. Si en el plano ideolgico esos conflictos se habran de resolver antes, el Estado tard algunos aos en cristalizar el modo de darle vida a variadas formas de asistencia social, entre ellas las dirigidas a los nios abandonados, con la creacin de la Sociedad de Beneficencia. El Estado se separaba totalmente de la Iglesia y concomitantemente abra una puerta a la elite y en particular a las damas que a ella pertenecan. El gobierno, y en particular su ministro de Gobier-no, Rivadavia, fueron capaces de mostrar un plano distinto y a la vez moderno: el proyecto se encuadraba dentro de una visin reformista respecto de la mujer, en el que la sociedad esperaba nuevos beneficios de su educacin y participacin en los destinos de la nueva nacin88. En otras palabras, se abra por primera vez un curso distinto a la asistencia social: en adelante formara parte de la poltica del Estado que asumira su control a travs de la elite, o sea que la beneficencia y el control social quedaban en una sola mano.

    En este contexto de fondo se jugaba todos los das la vida de los expsitos. Desde una perspectiva moderna, es decir desde los conocimientos que se tienen sobre el tema hoy en da, la crianza por una madre sustituta tal vez fuera lo me-nos cuestionable. Sin embargo, la madre el ama deba velar por dos criaturas simultneamente: la suya y el expsito, lo cual colocaba a este ltimo en una situacin de mayor vulnerabilidad. Las amas no tenan ninguna preparacin adi-cional y lo hacan como un oficio. Es cierto que deban velar por la vida del ex-psito por inters propio, aunque no sabemos hasta que punto ello fue as: si un nio mora igualmente se aseguraban la llegada de otro infante abandonado. De todos modos, la vida de ste se ataba a la de un hogar efectivamente pobre: las amas, por los datos que surgen de las fuentes, estaban reclutadas en el ltimo escaln social, y su remuneracin tambin era una de las ms bajas en el conjun-

    87 Vase Jos Luis MORENO, Sexo, Matrimonio y Familia: La Ilegitimidad En La Frontera

    Pampeana Del Ro De La Plata, 1780-1850, Boletn del Instituto de Historia Argentina y Ameri-cana Dr. Emilio Ravignani, Tercera serie, N 16/17, Buenos Aires, 1998, pp. 61-84. Del mismo autor La Infancia En El Ro De La Plata: Ciudad y Campaa De Buenos Aires, 1780-1860, Cuadernos de Historia Regional n 20, Lujn, 1998, pp. 125-141.

    88 Ver las consideracin que precedieron la creacin de la Sociedad de Beneficencia elabora-

    das por la misma mano de Rivadavia, AGN, X-13-2-3.

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    to social89. Por lo que los nios expsitos estaban expuestos a las enfermedades y plagas que azotaban a la sociedad, pero en una situacin mucho ms vulnerable debido a su doble condicin de pobres y abandonados90. Esta situacin no habra de cambiar mucho en lo sucesivo, a juzgar por los datos disponibles91. La Casa de Nios Expsitos bajo la administracin de la Sociedad de Beneficencia no alcanzara a modificar la alta mortalidad de tiempos pasados; era evidentemente una variable que escapaba a su control. Aun debi sortear mayores dificultades en 1838: con el justificativo del bloqueo francs, Rosas cerr la Casa de Nios Expsitos, que habra de reabrirse un tiempo despus de su cada, en 185292. De este modo, entre consideraciones de tipo tico, humanitario, poltico y religioso, la suerte de la Casa de Nios Expsitos fue mucho ms vulnerable a otro tipo de consideracin: la de carcter econmico. El verdadero teln de fondo que pona a prueba las dems cuestiones.

    This article describes the first half century life of the Casa de Nios Expsitos (The Found-lings House of Buenos Aires) established in 1779 and remarks the economic and administrative conflicts between secular and religious orders. Tensions between different levels of the Spanish State and Catholic Church for its administration were increased up to the total secularization of the House. Children life conditions and mortality are also analized in the institutional context where wetnurses bred foundlings in each singular home.

    KEY WORDS: Institutions, foundlings, Buenos Aires, foundlings house.

    Fecha de recepcin: Agosto 1999. Fecha de aceptacin: Febrero 2000.

    89 Recin en 1830, hallndose Felipe Arana como administrador de la Casa de Nios Expsi-

    tos, se dio autorizacin para aumentar el salario de las amas que se acerc entonces, a los de los particulares, GARCA BELSUNCE [3].

    90 En enero de 1823 el gobierno dirigi un oficio al administrador, manifestndole que comu-

    nicara a las amas que sufriran dos meses de prisin aquellas que, teniendo un nio de la cuna enfermo, no lo presentaran al mdico de la misma, Citado por GARCA BELSUNCE [3].

    91 La mortalidad institucional continu arriba del 50%, muchos aos despus de la cada de

    Rosas. 92

    El decreto del 17 de abril de 1838 dispuso el cierre de la Casa de Nios Expsitos as como, sucesivamente, la suspensin de los sueldos de los maestros, de los profesores de la Universidad, del Hospital de Mujeres, del Hospital de Hombres y de la Administracin de la Vacuna, AGN, Recopilacin de las leyes y decretos promulgados en Buenos Aires, Buenos Aires, Imprenta del Estado, 1836.