Núm. 2 · guerra popular para los países del tercer mundo. No hay dos marxismos para dos tipo s...

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¡Proletarios de todos los países, uníos! 5 documentos en defensa de la guerra popular como «la única, completa y verdadera doctrina militar proletaria y forma principal de lucha con la cual hemos de barrer al imperialismo y a la reacción de la faz de la Tierra» (PCP, 1986) Núm. 2 Apoyando el llamamiento del PCP por una Conferencia Internacional Ampliada del MRI para un balance de la aplicación del maoísmo y la experiencia del proletariado internacional, en la lucha contra el nuevo revisionismo. Por entronizar, encarnar firmemente el maoísmo, y con guerras populares dirigidas por Partidos Comunistas marchar a la guerra popular mundial. Movimiento de Apoyo A la Guerra Popular en el Perú. España. Agosto 2011.

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¡Proletarios de todos los países, uníos!

5 documentos

en defensa de la guerra popular como «la única, completa y verdadera

doctrina militar proletaria y forma principal de lucha

con la cual hemos de barrer al imperialismo y a la reacción de la faz de la Tierra» (PCP, 1986)

Núm. 2

Apoyando el llamamiento del PCP por una

Conferencia Internacional Ampliada del MRI para

un balance de la aplicación del maoísmo y la experiencia del proletariado internacional,

en la lucha contra el nuevo revisionismo.

Por entronizar, encarnar firmemente el maoísmo,

y con guerras populares dirigidas por Partidos Comunistas

marchar a la guerra popular mundial.

Movimiento de Apoyo A la Guerra Popular en el Perú.

España. Agosto 2011.

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Los 5 documentos

Nº 1

(1995) La validez universal de la guerra popular. No hay dos caminos para dos tipos de países, el llamado "camino de octubre" para los países imperialistas y capitalistas y el camino de la

guerra popular para los países del tercer mundo. No hay dos marxismos para dos tipos de países, un leninismo para los países avanzados y un maoísmo para los países atrasados.

Nº 2

(Octubre 2009) Para preparar la guerra popular, no hay un modelo o camino particular en los países

imperialistas y capitalistas. En todos los países, del primer, segundo o tercer mundo, hay que buscar un Ayacucho o un Bogside…

Nº 3

(Mayo 2010) No se puede buscar ese Ayacucho o Bogside desde un caballo al trote, hay que desmontar

para estudiar las flores. Es necesario investigar las condiciones concretas en una u otra parte de cada país.

Nº 4

(Setiembre 2010) Es necesario desmontar del caballo, pero hay que hacerlo sin la actitud de los "enviados

imperiales". Tenemos que estar dispuestos a aprender y sacar lecciones de la experiencia de la lucha de clases y lucha de dos líneas en el país.

Nº 5

(Diciembre 2010) Si un partido comunista se propone “iniciar” (la guerra popular) para cumplir esa “ley

universal para tomar el poder”, su proceso de constitución o reconstitución tiene que ser, en síntesis, un proceso de preparar la “gran ruptura”. Por tanto, es un proceso de rupturas,

progresivamente y por saltos, hasta la “gran ruptura”. Rehuir en ese proceso las rupturas, las dificultades y complicaciones, acomodarse en unas determinadas formas de trabajo de masas,

dejando «con plena tranquilidad al porvenir» los problemas concretos que va a plantear la guerra popular en el país, es una forma de cretinismo parlamentario, la forma más oculta, la

que engarza la cadena de las diversas formas al fondo, a la raíz, a una guerra popular prometida y nunca iniciada.

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¡Proletarios de todos los países, uníos!

25 de octubre de 2009

En el XVII aniversario del Magistral Discurso del Presidente Gonzalo

y en el 60º aniversario de la Revolución China.

Tal y como nos enseña el Presidente Gonzalo:

Enarbolar, defender y aplicar el marxismo-leninismo-maoísmo,

principalmente maoísmo.

En el XVII aniversario del Magistral Discurso del Presidente Gonzalo, que brilla victorioso y pujante ante el mundo como arma de combate, saludamos a la Jefatura del Partido y la Revolución Peruana, nuestro querido y respetado Presidente Gonzalo.

Saludamos al Partido Comunista del Perú, al heroico combatiente en torno al cual, con fusiles en la mano, se han construido los tres instrumentos de la revolución, y hoy prepara su II Congreso, y saludamos, especialmente, al camarada que lo dirige. Saludamos al pueblo peruano que ha nutrido esta epopeya con sangre, dolor, los más heroicos esfuerzos y saludamos al MPP, organismo generado por el PCP, que organiza esta Conferencia.

Saludamos al gran marxista-leninista-maoísta que nos enseña que “la pobreza es el más hermoso canto” y hace 29 años dio la voz de orden para comenzar “la organización científica de la pobreza” en el Perú. Con fuego y plomo, el pueblo peruano está componiendo la más hermosa epopeya, en la contienda más prolongada, la que más muros ha tenido que ir rompiendo para abrir brecha a la revolución mundial. Retumba el sol como inmenso tambor y los comunistas, el proletariado, los revolucionarios y los pueblos del mundo se ponen en pie y dirigen sus ojos hacia el centro de los Andes buscando la brecha abierta en las tinieblas y las sombras de este podrido mundo imperialista, que se cae a pedazos y que el revisionismo intenta locamente remendar. Marx dijo

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que los que no tienen nada que perder, más que sus cadenas, tienen un mundo que ganar y que, por tanto, “las clases dominantes pueden temblar ante una Revolución Comunista”. El gran Lenin y el Presidente Mao, en el crisol de tres grandes revoluciones, nos armaron para la tarea, para ganar ese nuevo mundo. En el crisol de esta epopeya que desde hace 29 años se está escribiendo en el Perú, el Presidente Gonzalo nos está armando más aún. Nos dice claramente: estamos en la Ofensiva Estratégica de la Revolución Proletaria Mundial. Las clases dominantes temblando están. En todos los países hay que desarrollar Guerra Popular para confluir en una Guerra Popular Mundial. Con militarización de los partidos comunistas se podrá iniciar y desarrollar la Guerra Popular, no importan las dificultades. La construcción concéntrica de los tres instrumentos de la revolución nos permitirá construir desde el principio el nuevo Poder, que “no lo olvidemos nunca, es lo primero que debe estar en la mente… nacerá frágil, débil… como una tierna planta, (pero) las raíces que pondremos desde el inicio que sean el futuro de un vigoroso Estado.» (Presidente Gonzalo, marzo 1980). Así y sólo así se podrá forjar «una nueva dirección conformada por los hijos de la guerra popular, forjados por el Partido a la imagen y semejanza de nuestro Jefe en las Bases de Apoyo» (Sol Rojo, 32), nueva dirección capaz de superar todos los recodos y vencer todas las embestidas del imperialismo, la reacción y el revisionismo.

Dos hechos históricos presiden y engalanan este evento. El 17º aniversario del magistral discurso del Presidente Gonzalo con el telón de fondo del 60º aniversario de la Revolución China. Dos hechos claves en la historia del Perú y de China, en la Guerra Popular en el Perú y en el proceso histórico que llevó hasta la Gran Revolución Cultural Proletaria. Perú y China. China y Perú.

El 24 de setiembre de 1992 el Presidente Gonzalo plantea: «Unos piensan que es una gran derrota, ¡sueñan!, les decimos sigan soñando. Es simplemente un recodo, nada más, ¡un recodo en el camino!». «Necesitamos que el maoísmo sea encarnado y lo está haciendo y que pase generando Partidos Comunistas, a manejar, a dirigir, esa nueva gran ola de la revolución proletaria mundial que se nos viene.»

Han pasado 17 años. Fue eso, “simplemente un recodo”, hay una “nueva gran ola” que se nos viene y necesitamos que el maoísmo pase a dirigirla. Así de claro, ha sido demostrado, no cabe que cunda “en nosotros la duda ni el temor”. Al contrario. Ese discurso ondea sobre nuestras cabezas como una bandera al viento; como lomos de caballos en los párpados del rayo; como el incesante oleaje que las rocas bate, parte, deshace; como el filo de un machete en manos de los continentes. Acerado, contundente y afilado. Poco más de mil palabras en las difíciles circunstancias en que tuvo que pronunciarlo el Presidente. Pero rotundo y claro, sin asomo de duda ni de temor. Una magistral lección para combatir el nuevo revisionismo que encabeza Avakian, la cabra harta de papeles, la cabra de las diez mil divagaciones para sembrar la duda y el temor que, según sus propias palabras, va «rompiendo más y más con el

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determinismo.» (“Un reconocimiento serio de nuestras responsabilidades”. 28 de mayo de 2006. Revolución #48).

La luz es espada contra las sombras. Por más que arrojen infamias, barro, lodo, barridos son con torrentes de luz, luz que palpita en cada una de esas acciones de una guerra popular que ha superado el recodo y emboca el II Congreso del Partido.

El Presidente Gonzalo nos plantea que la Gran Revolución Cultural Proletaria fue la «más grande obra» del Presidente Mao, «su gran creación teórica y práctica; en medio de ella el maoísmo brilló como la cumbre más alta del marxismo» (Noviembre 1991), que «resolvió un problema pendiente del socialismo: la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado en su marcha incontenible al comunismo… es cuestión fundamental del maoísmo; si no comprendemos bien el maoísmo como nueva, tercera y superior etapa no se entiende nada, así de simple es el problema.» (Agosto 1991)

Enarbolamos una bandera: el maoísmo, el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo. El Presidente Gonzalo nos enseña que hay que enarbolar para defender y hay que enarbolar y defender para aplicar, pues lo principal es aplicar.

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Índice

1. En la defensa de la bandera .................................................................................................. 7 2. En la aplicación del maoísmo ............................................................................................. 13

2.2 No hay muralla china entre la revolución socialista en unos países y la revolución democrática en otros. ........................................................................................................... 152.3 Buscar el “Ayacucho” en cada país… ......................................................................... 17

Notas finales .......................................................................................................................... 22

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1. En la defensa de la bandera

El comunismo tiene su acta de nacimiento en 1848, en el Manifiesto de Marx y Engels, pero no es hasta la Revolución Rusa y el leninismo que el comunismo se organiza a nivel mundial, en partidos de combate y entra en contienda: la revolución proletaria mundial.

De hecho, los que en 1920 se decían marxistas pero rechazaban el leninismo y la Revolución Rusa eran socialdemócratas, no comunistas.

Pero el comunismo siguió su desarrollo. En contienda generó la teoría de la guerra popular y la teoría de la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado para combatir la restauración capitalista. Los que en 1970 se decían comunistas pero rechazaban el maoísmo y la Gran Revolución Cultural Proletaria se transformaron en socialdemócratas, dejaron de ser comunistas. 40 años después no cabe ninguna duda.

Aplicando la teoría de la guerra popular, la contienda sigue. Y en una brega más dura se desarrolló la tesis de la militarización de los partidos y la construcción concéntrica de los tres instrumentos de la revolución. Los que en la actualidad se dicen comunistas pero rechazan el pensamiento gonzalo y la Guerra Popular en el Perú se están transformando en socialdemócratas, revisionistas. Si en el MRI alguna duda queda, tiempo al tiempo, dentro de pocos años, cuando la Guerra Popular en el Perú pase a la ofensiva estratégica, las dudas se disiparán. Los nuevos cañonazos del “Aurora” lo harán.

Un proceso, la revolución proletaria mundial. 3 momentos en ese proceso. Rusia, China, Perú. Un gran salto en cada momento.

En el momento histórico de la Revolución de Octubre en Rusia hubo situaciones y movimientos revolucionarios en otros países. «Es un hecho indiscutible que después del 17 de octubre de 1905 empezaron en Viena y Praga disturbios callejeros de masas y se levantaron barricadas. Después de 1905 llegó 1908 en Turquía, 1909 en Persia y 1910 en China.» (Lenin). A la lista podría añadirse: 1910 en Grecia, 1911 en México y Portugal,... Pero la revolución que estaba en el ojo del huracán, en el vórtice del remolino histórico, era la Revolución Rusa, pues «la Rusia zarista constituía el punto de convergencia de todas las contradicciones del imperialismo» (P. Mao).

También en el momento histórico de la Revolución Cultural en China hubo Vietnam, Cuba, Argelia,… y hasta un “mayo del 68”. Pero «las vastas zonas de Asia, África y América Latina son las zonas donde convergen las contradicciones en el mundo contemporáneo;… constituyen los centros de la tempestad de la revolución mundial» (25 puntos de Pekín. 1963), en Asia se habían librado las mayores batallas contra el imperialismo (China, Corea, Vietnam,…) y China era el “centro de gravedad de Asia” (P. Mao, 1949).

Es revisionismo hablar de Vietnam, Cuba,… o Albania sin resaltar que era China la que, en aquel momento, ocupaba el centro de la revolución

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mundial, pues es intento de difuminar o emborronar el lugar histórico de China en aquellos años, el papel histórico de la Gran Revolución Cultural Proletaria y el maoísmo como “nueva, tercera y superior” del marxismo.

Veamos en perspectiva. Hoy los revisionistas combaten el maoísmo, como les corresponde históricamente y no pueden dejar de hacerlo, pero ¿qué revisionistas pueden mantenerse en esta batalla de ahora enarbolando el pensamiento de Ho Chi Minh, Enver Hoxha o Fidel Castro?

Hoy para cumplir con su papel histórico, revisionistas como Avakian y Prachanda necesitan agitar la bandera roja para combatir la bandera roja, necesitan presentarse maoístas para combatir el marxismo. Es decir, es el pensamiento del Presidente Mao el que está en el centro de la contienda, no el pensamiento de Ho Chi Minh, Enver Hoxha o Fidel Castro, como tampoco lo está el pensamiento de Jruschov ó Teng siaoping.

Si hoy, a 30 años del fallecimiento del Presidente Mao, el maoísmo está en el centro de la contienda es porque la Gran Revolución Cultural Proletaria estaba en el centro de la contienda en los años 60. Si el pensamiento sigue vivo es porque el hecho histórico fue decisivo. Si el hecho histórico fue decisivo es porque el pensamiento fue correcto, es decir, todopoderoso por ser verdadero.

«En el plano de la historia de las revoluciones, el centro revolucionario se desplaza del Oeste hacia el Este. A fines del siglo XVIII, ese centro se situaba en Francia. En esa época, Francia era el centro de la vida política mundial. A mediados del siglo XIX, el centro revolucionario se desplazó hacia Alemania. El proletariado entraba en la escena política; nacía el marxismo. A comienzos del siglo XX, el centro de la revolución se desplazó hacia Rusia y nacía el leninismo, desarrollo del marxismo. Sin el leninismo, no habría habido victoria de la revolución rusa. A mediados del siglo XX, el centro de la revolución mundial se sitúa en China. Por supuesto que en el porvenir se desplazará.» (P. Mao. Notas de lecturas del Manual de economía política de la Unión Soviética. 1960)

En 1892, en el prólogo a la edición inglesa «Del socialismo utópico al

socialismo científico», Engels sintetizaba el proceso de la revolución burguesa en Europa planteando que tres fueron las «grandes batallas decisivas» de ese proceso: 1. «La primera fue la que llamamos la Reforma protestante alemana. Al

grito de rebelión de Lutero contra la Iglesia, respondieron dos insurrecciones políticas... Ambas fueron aplastadas... la lucha degeneró en una reyerta entre los príncipes locales y el poder central del emperador…»

2. «La segunda gran insurrección de la burguesía... se produjo en Inglaterra». «Donde Lutero falló, triunfó Calvino. El dogma calvinista cuadraba a los más intrépidos burgueses de la época… En el calvinismo encontró acabada su teoría de lucha la segunda gran insurrección de la burguesía.» Gracias a la intervención de los campesinos medios y el elemento plebeyo de las ciudades, la burguesía condujo la lucha hasta su

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final victorioso y llevó al cadalso a Carlos I. «Después de este exceso de actividad revolucionaria, siguió la inevitable reacción».

3. «La Gran Revolución francesa fue la tercera insurrección de la burguesía». «El materialismo pasó de Inglaterra a Francia donde se encontró con una segunda escuela materialista de filósofos, que habían surgido del cartesianismo, y con la que se refundió…. Los materialistas franceses no limitaban su crítica simplemente a las materias religiosas, sino que la hacían extensiva a todas las tradiciones científicas y a todas las instituciones políticas de su tiempo;… el materialismo, bajo una u otra forma… se convirtió en el credo de toda la juventud culta de Francia; hasta tal punto, que durante la Gran Revolución la teoría creada por los realistas ingleses sirvió de bandera teórica a los republicanos y terroristas franceses,…» Por tanto, la Gran Revolución francesa fue «la primera que se despojó totalmente del manto religioso, dando la batalla en el campo político abierto. Y fue también la primera que llevó realmente la batalla hasta la destrucción de uno de los dos combatientes, la aristocracia, y el triunfo completo del otro, la burguesía.»

Engels señala las tres «grandes batallas decisivas», los tres momentos en

el proceso de desarrollo de la «teoría de lucha» de la burguesía (luteranismo, calvinismo y materialismo francés), los tres países que estuvieron del centro de la revolución en cada uno de los tres momentos del proceso revolucionario. Y si tomamos los escritos militares de Engels también podremos comprender el desarrollo de la teoría militar a través de esos tres momentos.

Entre 1920 y 1950, la historiografía soviética, aplicando el marxismo-leninismo, imprimió un gran salto en el conocimiento de los procesos revolucionarios en la historia. Pero fue en los años 70 cuando se genera un nuevo salto para la comprensión del conocimiento acumulado: fue en la Gran Revolución Cultural Proletaria, en la campaña contra Lin Piao y Confucio, aplicando el marxismo en el estudio de la experiencia histórica de las revoluciones y en «el resumen de la ley general de la lucha de clases y de la lucha entre dos líneas en la historia», en particular en la historia de la revolución feudal en China.

En 1988, en el I Congreso del Partido Comunista del Perú, «el Presidente Gonzalo nos plantea que en el proceso de la revolución mundial de barrimiento del imperialismo y la reacción de la faz de la tierra hay tres momentos: 1º Defensiva estratégica; 2º Equilibrio estratégico; y 3º Ofensiva estratégica de la revolución mundial. Esto lo hace aplicando la ley de la contradicción a la revolución pues la contradicción rige en todo y toda contradicción tiene dos aspectos en lucha, en este caso revolución y contrarrevolución. […] no es extraño que apliquemos los tres momentos a la revolución mundial, pues, el Presidente Mao los aplicó al proceso de la guerra popular prolongada.» (1988)

Además el Presidente Gonzalo nos enseña que, en el Perú, «para analizar el proceso social contemporáneo hay que partir de tres cuestiones íntimamente ligadas: los momentos que atraviesa el capitalismo burocrático; el proceso del

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proletariado plasmado en su más alta expresión: el Partido Comunista, y, el camino que ha de seguir la revolución.» (I Congreso PCP. 1988).

Tomando estas tesis del Presidente Gonzalo podemos estudiar el proceso del imperialismo y la revolución proletaria mundial en “tres cuestiones íntimamente ligadas”:

1.- Los momentos del imperialismo (desarrollo, profundización y crisis general)

2.- el proceso del proletariado plasmado en las revoluciones que en cada momento estuvieron en el centro de la revolución mundial.

3.- el proceso del marxismo en el conocimiento de las leyes generales de la revolución mundial, del camino general de la revolución.

En el momento o etapa de defensiva estratégica de la revolución mundial,

«Rusia era el punto de convergencia de todas estas contradicciones del imperialismo», por tanto, Rusia fue «el hogar del leninismo, la cuna de la teoría y de la táctica de la revolución proletaria», «Rusia se convirtió en el hogar del leninismo, y el jefe de los comunistas rusos, Lenin, en su creador». (Stalin).

En el momento o etapa de equilibrio estratégico de la revolución mundial: «a mediados del siglo XX, el centro de la revolución mundial se sitúa en China» (P. Mao); la China de 1967 «es el crisol de las contradicciones en el mundo y el centro de la tempestad de la revolución mundial» (PCCh, 196711); la China que intentan aislar el imperialismo norteamericano y el revisionismo soviético, temiendo la «influencia de China y la Revolución Cultural», pero «mientras más se oponen a China, más estimulan las revoluciones populares: los pueblos de estos países comprenden que la vía china es el camino de la liberación. China no sólo debe ser el centro político de la revolución mundial. También debe convertirse en el centro militar y técnico» (P. Mao. Julio 1967).

En esa China, «como centro de la revolución mundial se concretó el maoísmo, dentro de la más compleja convergencia de contradicciones, intensa y cruenta lucha de clases signada por las pretensiones de las potencias imperialistas de despedazar y repartirse China, el derrumbe del imperio manchú (1911), el movimiento antiimperialista del 19, las rebeliones del inmenso campesinado, los veintidós años de lucha armada de la revolución democrática, la gran contienda por la construcción y desarrollo del socialismo y los diez años de tormenta revolucionaria por llevar adelante la revolución cultural, en medio de la más aguda lucha de dos líneas en el P.C.Ch especialmente contra el revisionismo» (P. Gonzalo).

En la etapa de ofensiva estratégica de la revolución mundial, el centro de la revolución mundial se desplaza a Perú, en la América Latina que tiene al norte a la superpotencia hegemónica (EEUU), contra la que ha acumulado muchas experiencias de luchas armadas; en el centro de la América Andina, con un campesinado que con sus luchas ha remecido «la base misma del Estado», pero hasta ahora «no pudieron enrumbarse correctamente hacia el Poder y su sangre derramada fue usada para aherrojarlas y amoldarlas al viejo orden; baños de sangre inolvidables que dejan extraordinarias lecciones» (P. Gonzalo),...

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En el desenvolvimiento de la Revolución Cultural, el 1º de agosto de 1967,

la revista "Hongqi" y los diarios "Renmin Ribao” y "Jiefangjun Bao” publicaron “Citas del Presidente Mao Tsetung sobre la guerra popular”. En la “Nota de presentación” se plantea que la teoría del Presidente Mao sobre la guerra popular es «arma ideológica extremadamente afilada».

20 años después el Presidente Gonzalo plantea la validez universal de la guerra popular y nos da otra «arma ideológica extremadamente afilada»: la militarización de los partidos comunistas y la construcción concéntrica de los tres instrumentos de la revolución.

En 1871, el proletariado de París nos dio a conocer la Comuna como «la forma política al fin descubierta» de la dictadura del proletariado. La revolución rusa nos dio a conocer los Soviets o Consejos como forma de lucha y de organización22 de los obreros armados que se transforma en un Estado tipo Comuna, «órganos de la insurrección armada y, al mismo tiempo, el germen del nuevo Poder, del Poder revolucionario»3

Como una de las tres formas fundamentales de la materia en movimiento, la historia se rige por leyes. Lo que corresponde es conocerlas, conocimiento que sólo se puede alcanzar a través de la práctica, pues intentar

3. La revolución china nos dio a conocer la guerra popular como forma principal de lucha que crea esos soviets o consejos como bases de apoyo, formando con el partido y el ejército los tres instrumentos de la revolución. La revolución peruana nos está dando a conocer la militarización del partido y la construcción concéntrica de los tres instrumentos de la revolución para iniciar y desarrollar la guerra popular.

Un largo proceso de lucha y conocimiento acrisolado en el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo. En ese proceso la Gran Revolución Cultural Proletaria fue la cumbre más alta alcanzada, desde esa atalaya podemos comprender el siglo que ha pasado y el siglo que comienza su andadura, podemos comprender que ya estamos inmersos en “los próximos 50 a 100 años” y que la revolución peruana es el nuevo centro de la revolución proletaria mundial.

Negar el centro que, en cada momento, genera la revolución proletaria mundial es revisionismo, como es revisionismo negar el pensamiento guía y la jefatura como «núcleo y eje de toda la construcción partidaria», pues si hasta «las formas más elementales de la material se organizan así, el átomo y la célula tienen un núcleo o centro» (MPP. Sol Rojo, 32), ¿cómo no van a hacerlo las formas más desarrolladas de la materia (la historia y el pensamiento revolucionario que, dominado por las masas, se transforma en fuerza material)?

Recordemos lo que plantea Engels sobre el carácter esencial de los animales vertebrados: «el agrupamiento de todo el cuerpo en torno del sistema nervioso. De esa manera se hace posible el desarrollo de la conciencia, etc. En todos los demás animales el sistema nervioso es un aspecto secundario, aquí es la base de toda la organización; cuando se desarrolla hasta cierto punto… el sistema nervioso se apodera de todo el cuerpo y lo organiza según sus necesidades.»

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negarlas es rechazar el materialismo dialéctico para terminar abrazando el idealismo y la metafísica. Es ir «rompiendo más y más con el determinismo» para decir que «no hay ninguna garantía de que,… necesariamente surgirán comunistas… Y debemos reconocer,... que objetivamente, mirando la situación desde la pérdida de China en 1976 (…), aunque ha habido y hay importantes luchas en el mundo… en realidad el comunismo pende de un hilo en el mundo en este momento.» (Avakian. “Un reconocimiento serio de nuestras responsabilidades”. 28 de mayo de 2006. Revolución #48).

Si hay «importantes luchas en el mundo» hay masas que claman porque los comunistas organicen la rebelión. Si hay maoísmo, y además pensamiento gonzalo, los comunistas tenemos el arma, todopoderosa, para organizarlas. Con sus luchas las masas van al encuentro del maoísmo, los comunistas, enarbolando, defendiendo y aplicando el maoísmo, tenemos que ir al encuentro de las masas. Y si, en un momento determinado, no hay comunistas que vayan al encuentro de las masas, las propias masas los generarán con sus luchas, pues

«El comunismo "brota" de todos los aspectos de la vida social sin excepción alguna, sus gérmenes existen absolutamente en todas partes,… La vida acabará por imponerse.» (Lenin) «¡basta de necedades! ¡basta de oscuridades! ¡entendamos eso! ¿qué se desenvuelve en el mundo? ¿qué necesitamos? necesitamos que el maoísmo sea encarnado y lo está haciendo y que pase generando Partidos Comunistas, a manejar, a dirigir, esa nueva gran ola de la revolución proletaria mundial que se nos viene.» (Presidente Gonzalo).

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2. En la aplicación del maoísmo

«Si no comprendemos bien el maoísmo como nueva, tercera y superior etapa no se entiende nada, así de simple es el problema.»

(Presidente Gonzalo. Agosto, 1991)

En 1962 el Presidente Gonzalo llegó a Ayacucho. Así lo cuenta en la entrevista de 1988: «mi viaje a Ayacucho por razones de trabajo y por un tiempo corto a mi entender, un tiempo corto que duró años, pensaba que iba a ser un año, porque así estaban las circunstancias, pero uno se propone y la clase dispone, la masa y el pueblo hace de uno muchas cosas. Ayacucho me sirvió para descubrir al campesinado;… Ahí también empecé a entender al Presidente Mao Tsetung, avancé en comprender el marxismo; la contienda entre marxismo y revisionismo ha tenido mucha importancia en mi formación. […] Ayacucho ha tenido para mí trascendental importancia, tiene que ver con el camino de la revolución y lo que el Presidente Mao enseña. Así me fui haciendo marxista y el Partido me fue modelando con temple, con paciencia creo.»

En la misma entrevista de 1988, el Presidente Gonzalo dice: «Hay una cosa que parece irónica, he comenzado a apreciar y valorar a Mariátegui al entender al Presidente Mao Tsetung; como él nos exige aplicar con creatividad, volví a estudiar a Mariátegui y comprendí que teníamos un marxista-leninista de primera línea, había analizado a fondo nuestra sociedad. Parece irónico, pero es verdad.»

Destaquemos lo siguiente: la experiencia en Ayacucho para empezar «a entender al Presidente Mao Tsetung» y «avanzar en comprender el marxismo». Y la luz del maoísmo para «apreciar y valorar a Mariátegui». El proceso de conocimiento de la práctica a la teoría y de la teoría a la práctica.

«Nuestro pueblo fue iluminado por una luz más intensa, el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung; fuimos primero deslumbrados, al comienzo rompimiento de luz inacabable, luz y nada más; poco a poco nuestras retinas comenzaron a comprender esa luz, bajamos los ojos y comenzamos a ver nuestro país, a Mariátegui y nuestra realidad y encontramos nuestra perspectiva: La Reconstitución del Partido.»

«Sin esa luz nuestros ojos no verían nada, pero con esa luz nuestros ojos pueden ver y nuestras manos actuar.»

Necesitamos la luz más intensa para comenzar a ver nuestro país en

medio de las más oscuras sombras del imperialismo, el revisionismo y la reacción. La revolución avanza generando una contrarrevolución cerrada, cada vez más decrépita, ciega, tenebrosa, luchando contra la cual se forja y templa. A más tinieblas, más intensa la luz que necesitamos. En cada país, por muy

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diversas circunstancias, desde diferentes zonas del país, unos y otros buscan la luz. Pero ¿dónde surgen las búsquedas más abnegadas, los impulsos más profundos, la mayor decisión para tomar la luz, agarrarla y buscar el camino, la mayor energía para “enarbolar, defender y aplicar”, la mayor resistencia ante las dificultades,…?

Donde las contradicciones se concentran en forma más aguda y, por tanto, es mayor la pobreza que nos corresponde ir organizando científicamente en el proceso de desenvolvimiento de la guerra popular. Mayor el problema y mejores las condiciones para resolverlo.

Así como en el mundo la revolución tiene un centro geográfico en cada momento; en cada país, la revolución necesita un centro geográfico, un centro que puede desplazarse en el proceso de desenvolvimiento de la revolución. Recordemos que en la revolución china, al pasar de la Segunda Guerra Revolucionaria (1927-1937) a la Guerra de Resistencia contra el Japón (1937-1945), el centro pasó del sur (en las montañas Chingkang) al norte (en Yenán).

«La vasta extensión liberada de China comprende 19 grandes regiones,… Yenán es el centro de dirección de todas estas regiones liberadas.» (P. Mao. Sobre el gobierno de coalición. 1945)

En general, en los países del Tercer Mundo, países en que se desenvuelve

un capitalismo burocrático, ese centro hay que buscarlo en las zonas rurales y en los países imperialistas, países en que se desenvuelve un capitalismo imperialista, en los barrios pobres de las grandes ciudades. Pero tanto en unos países como en otros las particularidades son muy diversas.

El Presidente Mao Tsetung definió el camino de cercar las ciudades desde el campo: «los destacamentos revolucionarios, si se niegan a transigir con el imperialismo y sus lacayos y quieren perseverar en la lucha, si quieren acumular fuerzas, templarse y evitar, mientras no dispongan de suficiente poderío, una batalla decisiva con el poderoso enemigo, tienen que convertir las atrasadas zonas rurales en avanzadas y sólidas bases de apoyo, en grandes baluartes militares, políticos, económicos y culturales de la revolución desde donde luchar contra el fiero enemigo, que ataca las zonas rurales utilizando las ciudades, y llevar paso a paso la revolución a la victoria completa a través de una lucha prolongada.» (La revolución china y el Partido Comunista de China. 1939).

«El camino de cercar las ciudades desde el campo» es, en general, el camino de la revolución democrática en los países del Tercer Mundo, mientras en los países imperialistas «el primer paso será ocupar las ciudades y después avanzar sobre el campo, y no al revés.» (P. Mao).

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2.2 No hay muralla china entre la revolución socialista en unos países y la revolución democrática

en otros.

Resuenan las palabras del gran Lenin en noviembre de 1922, en el IV Congreso de la Internacional Comunista: «Es posible que los fascistas de Italia, por ejemplo, nos presten un gran servicio si hacen ver a los italianos que no son aún suficientemente cultos, y que su país no tiene aún ninguna garantía contra las centurias negras. Quizá sea muy útil.»

En 1920, en el II Congreso de la Internacional Comunista, respondiendo a un dirigente oportunista alemán, Lenin plantea:

«…la aristocracia obrera surgió al ayudar a "su" propia burguesía a conquistar y estrangular a todo el mundo con métodos imperialistas, para asegurarse con eso un salario mejor. Y si ahora los obreros alemanes quieren hacer la revolución, deben hacer sacrificios y no asustarse por ello.

En un sentido general e histórico mundial, es verdad que en los países atrasados, un coolie chino no puede producir una revolución proletaria, pero en los pocos países más ricos, donde gracias al saqueo imperialista se vive más desahogadamente, decir a los obreros que deben temer un empobrecimiento "demasiado grande" es contrarrevolucionario. Es preciso decirles lo contrario. La aristocracia obrera, que teme los sacrificios, que siente recelos de un empobrecimiento "demasiado grande" durante la lucha revolucionaria, no puede pertenecer al partido. De otro modo, la dictadura es imposible, sobre todo en los países de Europa occidental.»

90 años después sabemos que el “coolie chino” fue capaz de producir no

sólo una revolución proletaria sino una Gran Revolución Cultural Proletaria; el mismo Lenin lo atisbó poco antes de fallecer:

«Esa mayoría [de la población mundial] ha despertado e iniciado un movimiento que hasta las potencias más fuertes y "poderosas" no pueden detener. ¡No tienen salida! Los actuales "vencedores" de la primera matanza imperialista no tienen fuerza para vencer a la pequeña -minúscula, diría- Irlanda,… Mientras tanto, India y China están en ebullición. […] Allí se aproxima inconteniblemente y con impulso creciente su 1905,… las revoluciones que maduran en India y China son arrastradas ahora -ya han sido arrastradas-… a la revolución mundial.» (En el décimo aniversario de Pravda. 2 de mayo de 1922.)

«…los más antiguos [estados] de occidente están en condiciones

de hacer algunas concesiones insignificantes a sus clases oprimidas,

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concesiones que retardan el movimiento revolucionario en esos países y crean una apariencia de "paz social".

Al mismo tiempo, muchos otros países de Oriente: India, China, etc., también a causa de la última guerra imperialista,… ha comenzado la efervescencia que es general en Europa. (....) El desenlace de la lucha depende, en definitiva, de que Rusia, India, China, etc., constituyen la inmensa mayoría de la población del globo.» (Más vale poco y bueno. 2 de marzo 1923.)

Los revisionistas de la II Internacional habían visto "un camino

determinado de desarrollo del capitalismo y de la democracia burguesa en Europa Occidental": "el modelo alemán". Y no concebían "la menor desviación del modelo alemán".

«Salta a la vista sobre todo (su) pedantería... su imitación servil del pasado.

Todos ellos se llaman a sí mismos marxistas, pero su concepción del marxismo es insoportablemente pedante. No han comprendido lo decisivo en el marxismo: su dialéctica revolucionaria. Incluso las claras indicaciones de Marx de que durante la revolución es necesario ser flexibles al máximo no las han comprendido en absoluto, e incluso les han pasado inadvertidas, por ejemplo, las manifestaciones de Marx en su correspondencia -creo que fue en 1856- cuando expresa la esperanza de que una guerra campesina en Alemania, capaz de crear una situación revolucionaria, se combine con el movimiento obrero. Llegan a eludir esta clara indicación y dan vueltas alrededor de ella como un gato en torno de un tazón de leche caliente.

Su conducta es la de cobardes reformistas que temen apartarse de la burguesía; más aun, romper con ella; y al mismo tiempo cubren su cobardía con la más desenfrenada fraseología y jactancia. (...)

[…] Por ejemplo, no se les ocurre siquiera que Rusia,… debía manifestar ciertos rasgos distintivos, aunque acordes, claro está, con la línea general del desarrollo mundial, pero que diferencian su revolución de todas las que se produjeron en los países de Europa occidental e introducen algunas innovaciones parciales al desplazarse la revolución a los países de Oriente.

Nuestros filisteos europeos nunca soñaron siquiera que las futuras revoluciones en los países orientales, que poseen una población mucho más vasta y una diversidad mucho más vasta de condiciones sociales, presentarán sin duda rasgos aun más particulares que la revolución rusa.

No es necesario decir que el manual escrito siguiendo a Kautsky fue muy útil en su época. Pero ya es tiempo de renunciar a la idea de que en él se habían previsto todas las formas del desarrollo de la subsiguiente historia mundial. Y sería oportuno decir que quienes piensan de tal modo son simplemente tontos.» [Nuestra Revolución. (A propósito de las notas de N. Sujánov). 16 y 17 de enero de 1923.]

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Tras la Revolución de Octubre, desaparecieron las murallas chinas entre los “cultos” occidentales y los pueblos oprimidos. El revisionismo se ha empeñado una y otra vez en levantar una muralla china, en agarrarse a su “modelo alemán”, a su modelo “culto”, “moderno”, de abordar la revolución.

Cuando el Presidente Gonzalo estableció la validez universal de la guerra popular, por tanto, aplicable a todos los países, oprimidos e imperialistas, el revisionismo en el MRI intentó levantar muralla china: para los países del Tercer Mundo, sí, guerra popular; para los otros, no, “camino de octubre”. En el intento, en España, de levantar esa muralla china a UL se la tragó la locura y cuando, con camisa de fuerza se la engullía, no hacía más que repetir: “Camino de Octubre”, “camino de octubre”,…

El revisionista Avakian intentó maniobrar: para los países del Tercer Mundo guerra popular como en China; para los otros, “guerra popular” por el “camino de octubre”, es decir, tras la insurrección que conquista el poder y no antes.

Pasado un tiempo han aparecido otras posiciones que plantean: guerra popular en países imperialistas, sí; pero para prepararla un modelo diferente al de los países del Tercer Mundo, un modelo en que “la vanguardia” tiene que forjarse en “la lucha contra el culto a la espontaneidad”. En los 80, en España, fue UL la que, aplicando el “quehacerismo” de Avakian, cerró las ventanas a las luchas de masas, se embutió en su escritorio, declaró al mundo loco de “culto a la espontaneidad” y se dispuso a desencadenar “un flujo de lo consciente”, para terminar arremetiendo contra el maoísmo y el pensamiento gonzalo calificándolo de “limpiaoísmo-gonzalismo”.

20 años después han sido reeditadas las posiciones de UL planteando que, para preparar la guerra popular, la vanguardia tiene que desarrollarse “en sí” y “para sí”, sin contaminarse con las espontáneas pulsiones del movimiento de masas, hasta formar “una nueva élite cultural de líderes”: “los hombres de Bildung” (Die Männer von Bildung = Los ilustrados). El “modelo alemán” y dicho hasta en alemán: el modelo bildung.

Con ese modelo de preparar la guerra popular, ¿se podrá preparar la guerra popular? En esencia, ¿no es lo mismo que decir no a la guerra popular?

2.3 Buscar el “Ayacucho” en cada país…

En 1962, el Presidente Gonzalo llegó a Ayacucho. En 1963-1980, estableció la línea política general y reconstituyó el Partido «en una intensa brega de más de quince años y a través de tres políticas estratégicas», en medio de la lucha de clases y a través de la lucha de dos líneas.

Los que en cada país pretendan establecer la línea política general y reconstituir el partido lejos del “Ayacucho” particular de cada sociedad, se están negando, en la práctica, a establecerla y a reconstituirlo, es decir, a preparar la guerra popular.

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Podemos comprenderlo en la experiencia particular de diversos países. Brevemente, veamos:

En 1930, en “Una sola chispa puede incendiar la pradera”, el Presidente Mao plantea: «Esta teoría sobre la necesidad de ganarse primero a las masas a escala nacional y en todas partes, y establecer después el Poder, no corresponde a las condiciones reales de la revolución china.»

En 1972, en Turquía, Ibrahim Kaypakkaya, en dura polémica contra el revisionismo Shafak, dirigió el inicio de la lucha armada en la provincia montañosa de Dersim (Tunceli), que en 2000 albergaba un 1,5 % de la población total del país. Los revisionistas planteaban: «una rebelión campesina en la región oriental no puede conservar su poder político rojo si no es apoyada por las luchas de los campesinos del Egeo y Churukova y por el movimiento de nuestra clase obrera en las principales ciudades industriales…». «Para lanzar la lucha armada, los revisionistas Shafak establecen como prerrequisito el estar organizado a nivel de todo el país y estar en condiciones de dirigir a todas las masas». Kaypakkaya proponía «una actividad guerrillera prolongada que se desarrolle de lo pequeño a lo grande, de lo débil a lo fuerte y de lo simple a lo complejo…». Los revisionistas proponían grupos de estudio, Kaypakkaya replicó: «Si cientos de miles de campesinos, que no saben leer ni escribir y están humillados por el feudalismo, quieren tomar las armas contra los terratenientes y la autoridad central, será necesario desarmarlos, abofetearlos varias veces por su audacia (!!) y luego agarrarlos del cuello y arrastrarlos a los grupos de estudio. […] ¿Qué es esto sino hacer imposible la lucha armada? Si esto no es obstaculizar a los campesinos que quieren tomar las armas, aplacando su ira, mitigando su odio y pacificándolos, ¿qué es entonces? […] Además en los grupos de estudio, por lo general, los que saben leer y escribir, campesinos ricos, elementos educados, maestros, etc., avanzan; los campesinos pobres tienden a fracasar.»

Es decir, también, en 1970, en la atrasada Turquía, revisionistas que de palabra aceptaban la guerra popular proponían el modelo “bildung” como paso preparatorio de la lucha armada, se proponían “bildunguear” el movimiento campesino para contenerlo y evitar el inicio de la lucha armada.

¿Cuál fue el punto de partida de los Tupamaros en Uruguay, país conocido como la “Suiza de América” en los años 60? La marcha de Raúl Sendic al extremo noroeste del país, al departamento de Artigas, que hacia 1980 albergaba un 1,9% de la población del país, la lucha y organización de los trabajadores de la caña de azúcar, “las marchas de los cañeros” a través de todo el país hasta Montevideo,…

Por “modernizado” que estuviese el capitalismo en Uruguay, se puede ver que entre esa experiencia y la de Turquía no hubo una muralla china: en uno y otro caso bastó un pequeño porcentaje de la población, la más pobre y oprimida, para ser la chispa de esos movimientos armados, para dejar huella indeleble en la historia de cada país.

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En la historia contemporánea argentina el Cordobazo del 29 de mayo de

1969 figura como un hito. Los revisionistas seguidores de Teng buscaron el camino de la revolución en la pueblada, en el levantamiento de masas, y en diciembre de 2001 creyeron que el argentinazo era la confirmación de su línea. Han pasado cerca de 40 años desde el Cordobazo, cerca de 7 desde el Argentinazo,… Con puebladas ¿se pudo enfrentar la dictadura militar de 1976? ¿se pudo desarrollar el movimiento popular desde 2001? No. Es necesaria la guerra popular.

Por tanto, hay que bajar los ojos. Si estudiamos la serie de hechos anteriores al cordobazo vemos luchas en Tucumán y en Corrientes. 7 días antes del Cordobazo, el 13 de mayo, en Tucumán, los trabajadores del ingenio azucarero Amalia tomaron las instalaciones en protesta por el impago de sus salarios. El 14 de mayo, en la ciudad de Córdoba, manifestaciones obreras contra la supresión del descanso sabático (el sábado inglés, vigente desde la década del '20) [11 heridos y 26 detenidos]…

Años después el PTR-ERP intentó desarrollar la guerra de guerrillas en Tucumán… En 1975, el gobierno peronista tuvo que emplear al ejército contra la guerrilla, acelerando, con ello, su final en 1976. ¿Qué falló? La ideología y la línea política general de los que lo intentaron. Pero la experiencia quedó, la huella está ahí.

Hoy Argentina, en su interior, muestra las más profundas llagas de pobreza que están clamando por la rebelión.

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Es necesario comprender el maoísmo. Vencer dudas y temores para buscar los Ayacuchos que en cada país hay que encontrar para encender la chispa de la guerra popular. La pradera está seca, pues estamos en la ofensiva estratégica de la revolución mundial, basta la chispa para prender la hoguera. Lo decisivo es el comienzo, el arranque, pues una vez comenzada la guerra popular creará las condiciones para su propio desarrollo y superar todas las dificultades y todos los recodos. Teniendo fusiles se podrá conquistar el nuevo poder y con nuevo poder se irán creando las condiciones para extender la hoguera de la guerra popular. No importa lo atrasado o “modernizado” que sea un país, basta la chispa para prender la hoguera, pues el propio fuego creará las condiciones para extenderse. «A más guerra popular mayor incorporación de las masas, pues, la guerra popular es un hecho político que va machando con acciones contundentes las ideas en la mente de los hombres, quienes poco a poco van entendiendo su único y verdadero camino, desarrollando su conciencia política; la guerra popular convoca a todos los revolucionarios y al desarrollarse se abre camino a sí misma.» [Subrayado nuestro] (I Congreso del PCP. 1988).

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Dar vueltas al problema de “condiciones” es terminar pensando en “acumulación de fuerzas”. Si queremos condiciones para la guerra popular, busquemos el “Ayacucho” para la chispa, que ya el propio fuego creará las condiciones. Así podremos vencer dudas y temores ante el problema de las condiciones y, como nos enseña el Presidente Gonzalo, enarbolando y defendiendo más y más la ideología podremos aplicarla con más y más flexibilidad en una guerra popular prolongada en que:

«…una actividad guerrillera prolongada se desarrolle de lo pequeño a lo grande, de lo débil a lo fuerte y de lo simple a lo complejo…» (Kaypakkaya)

«¿Qué nos falta? ¡Que broten y florezcan los grupos armados sin

armas!, de esas humildes florecillas y semillas han de salir monumentos de la clase que derribarán los muros. Así la aurora aposentará en nuestra patria.»

«...en nuestra mente, en nuestro corazón, en nuestra voluntad va invívito el Poder popular, lo llevamos nosotros... No lo olvidemos nunca, es lo primero que debe estar en la mente. Camaradas, nacerá frágil, débil porque será nuevo pero su destino será desarrollarse a través del cambio, de la variación, de la fragilidad, como una tierna planta. Las raíces que pondremos desde el inicio que sean el futuro de un vigoroso Estado. Todo eso camaradas, comienza a nacer de las más modestas y simples acciones que mañana hemos de iniciar". (Presidente Gonzalo, marzo 1980)

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Camaradas, compañeros, la pobreza es el más hermoso canto y con

maoísmo, guerra popular, militarización del partido y construcción concéntrica de los 3 instrumentos de la revolución, podremos, en cada país, organizar científicamente la pobreza para que un canto coral recorra el planeta barriendo al imperialismo, la reacción y el revisionismo de la faz de la tierra.

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¡DEFENDER LA VIDA DEL PRESIDENTE GONZALO,

JEFATURA DEL PARTIDO Y LA REVOLUCION PERUANA!

¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA DEL PERU, MARXISTA-LENINISTA-MAOISTA,

PENSAMIENTO GONZALO! ¡QUE EL MAOISMO PASE A COMANDAR

LA NUEVA GRAN OLA DE LA REVOLUCION MUNDIAL!

¡GUERRA POPULAR HASTA EL COMUNISMO!

Movimiento de Apoyo

A la Guerra Popular del Perú. España.

25 octubre de 2009.

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Notas finales 11 “¿Vía socialista o vía capitalista?”, 15 de agosto de 1967, por las redacciones del Hongqi y del Renmin Ribao 22 “…nueva forma de lucha de masas y de organización masiva de las clases oprimidas por el capitalismo: los Soviets”; “menos de dos años después [de 1917] se manifestaron el carácter internacional de los Soviets, la extensión de esta forma de lucha y de organización al movimiento obrero mundial” (Lenin. La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el comunismo. 1920) 33 «La revolución de 1905 había revelado que los Soviets son los órganos de la insurrección armada y, al mismo tiempo, el germen del nuevo Poder, del Poder revolucionario». (Stalin. Historia del Partido Bolchevique de la URSS. OC. 14, p. 225-226)