No Somos Poetas

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Carolina Escobar Sartí No somos poetas Somos apenas amantes suicidas con la cuerda en la mano caminantes de antes usurpadores de abecedarios. No somos poetas somos adivinadores de oscuras cavernas transeúntes por azar locos por vocación. Somos talladores de nubes lluvia sostenida cuerpo que recuerda hambre insatisfecha confesión última dueños de medio corazón límite de penumbra sangre que camina el mundo puerto de anclaje y despedida sólo somos tiempo una carta interminable que continúa escribiéndose sin fecha de entrega. Somos una arruga en el mediterráneo. Y esto no es un poema sino credo levantado, el caos, el misterio, el asombro y el verbo. La santísima palabra en el universo de la salamandra. El fuego robado.

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Poesía de Carolina Escobar SartíPoesía de la negación de la rubrica del poeta. Biografía de Carolina Escobar Sarti (Nació en Guatemala el 11 de diciembre de 1960). Licenciada en letras, escritora guatemalteca, obtiene una maestría en Literatura Hispanoamericana, y actualmente es candidata al Doctorado en Sociología de la Universidad de Salamanca. Su trabajo como profesional incluye más de 25 años dedicados a la docencia, a proyectos de desarrollo, a la comunicación, a la cultura guatemalteca y a la investigación social en varios lugares regionales. Escobar recientemente desempeña el cargo como catedrática en tres universidades guatemaltecas, y también como columnista de prensa y consultora de proyectos. Actualmente la escritora guatemalteca lleva más de setecientos artículos de opinión publicados en las páginas editoriales del país de Guatemala y cuenta con el premio INICEF a la Comunicación 2000, otorgado por el escritor mexicano Carlos Fuentes. Sarti ha sido invitada a leer su poesía en la ciudad de México, Argentina y Guatemala. Antes de No somos poetas, publicó los libros de poesía: La penúltima luz (1999), Palabras sonámbulas (2001) y Rasgar el silencio (2003). Fue una de las participantes en varios congresos y seminarios de literatura a nivel Nacional e Internacional. También ha sido jurado de certámenes de poesías y cuentos en Guatemala.

Transcript of No Somos Poetas

Carolina Escobar Sartí

No somos poetas

Somos apenas amantes

suicidas con la cuerda

en la mano

caminantes de antes

usurpadores de abecedarios.

No somos poetas

somos adivinadores

de oscuras cavernas

transeúntes por azar

locos por vocación.

Somos talladores de nubes

lluvia sostenida

cuerpo que recuerda

hambre insatisfecha

confesión última

dueños de medio corazón

límite de penumbra

sangre que camina el mundo

puerto de anclaje y despedida

sólo somos tiempo

una carta interminable

que continúa escribiéndose

sin fecha de entrega.

Somos una arruga en el mediterráneo.

Y esto no es un poema

sino credo levantado,

el caos, el misterio,

el asombro y el verbo.

La santísima palabra

en el universo

de la salamandra.

El fuego robado.

Para siempre.

Fundamos la memoria

de la luz y el perfil de la montaña

probamos primero la sal

en el océano de nuestros ojos

y nos supimos robustos árboles

no ramas quebradizas.

Aullamos a la luna

reclamando al sol su eclipse

e hicimos el amor

en los siete mares.

Sea la luz

y fue la luz.

Todo somos

menos poetas.

Somos apenas amantes

que levantan templos

sin altares en otro cuerpo,

oblicuas caricias

en línea de agua.

Somos atrio sin bordes.

Amantes condenados

por los siglos de los siglos

a renegar del miedo,

la muerte y

la soledad.

(Antes de ti

yo era animal

ahora soy lenguaje).

Somos apenas amantes.

Distancias agotadas

en el mínimo territorio

de la redención (por mi culpa

por mi culpa

por mi gran culpa).

Escritores de epitafios

en las paredes de la historia.

Despertamos al pez, al mono

y al dinosaurio

y tatuamos sus nombres

en nuestro cuerpo epistolar.

Somos exilios justos

de planas cartografías

que encuentran agua

en sus montañas.

No poetas

apenas amantes.

Caminantes de antes

Transeúntes que recuerdan

el rastro de carreta

el rumor de letanía

el bostezo de las horas.

Rodamos palabra

sobre palabra

por la orilla del tiempo

y de tanto empalabrar

hasta canas tienen ya

los espíritus de los muertos.

El camino tiene ojeras.

Lo recorren

los caminantes

desvelados

que amarran las letras.

Usurpadores de abecedarios

Ladrones de epitafios

escaladores de la Torre de Babel

todo ha sido dicho

y nos creemos poetas.

Simples usurpadores

de abecedarios

lo hemos prestado todo.

(En el principio fue el Verbo.)

Soberbios dueños

de segundas verdades

recolectores de

antiguas cosechas

descifradores de veladuras

sentados a la

derecha del Padre.

Traperos de alfabetos

robamos

escalamos

usurpamos

prestamos

poseemos

recolectamos

desciframos

y nos decimos

poetas.

Locos por vocación

Los poetas

asistimos al momento

de la creación. Seguimos

siendo testigos.

Por decirlo nos llaman locos

por creerlo lo somos.

Lluvia sostenida

Que te recuerdo, es un tema del universo,

que te amo, es mío.

Pablo

Me lluevo en tu ausencia.

Soy agua derramada

sobre sed insatisfecha

en la memoria de nuestro cuerpo.

Signo vertical

que luego fue cauce de río

(y nunca será el mismo)

entre nuestros huesos.

Lluvia sostenida soy sin ti.

Extraño que te me llovás

en las entrañas

con sed de cosecha

(y creés que nunca llorás).

Agua soy

que lame el vacío

en su madrugada

lluvia que cae, se repliega

se empoza, inunda,

se evapora

y termina siempre

siendo mar.

Cuerpo que recuerda

Mi cuerpo recuerda

que estuviste allí

para siempre.

De la cabeza a los pies

sobre mí, sobre ti

entre manos memoriosas

dos pieles desnudas

y un ombligo tragando sudor.

Mi cuerpo recuerda

que nunca te has ido

y que el olor de dos

permanece quién sabe dónde

pero nunca se va.

Mi cuerpo recuerda

algo más que sexo

y diría que no hubo culpa

a no ser por una breve lágrima

en mi ojo izquierdo.

Cuatro manos húmedas

y mi cuerpo recuerda

dos bocas hambrientas

y mi cuerpo recuerda

dos biografías prohibidas

y mi cuerpo recuerda

tú en mi cuerpo

y en cualquier otro lugar

soy infiel.

Hambre insatisfecha

Dios tenía hambre

creó la imagen

de sí mismo.

Hambrear

todas las hambres.

Siempre buscando

con apetito errante

ayunando mundos perdidos

frente a escaparates de

presencias vacías.

Buscando la luz

con ojos de ciego

ir por lo transparente

nacer en lo otro

en busca de instantes vivos.

Hambre insatisfecha

del cuerpo que somos

los cuerpos.

Confesión última

Yo Confieso

que maté al padre. Freud

que le copié todo a Freud. Lacan

haber quemado vuestra memoria. Obispo de Landa

que todos los fuegos son fatuos. Juana de Arco

que no tuve nada que ver con la guerra. Elena de Troya

que amo a Elena. Paris

no sentir ninguna culpa. Simone de Beauvoir

que soy la peor de todas. Sor Juana Inés de la Cruz

haber descubierto que el hombre viene del mono. Darwin

haber descubierto que Dios no existe. Nietzsche

que hice al hombre a mi imagen y semejanza. Dios

Sangre que camina el mundo

Pero la sangre es roja

dulce

vengativa

caliente

escandalosa

y feroz.

No transparente.

CES

Animales de sangre caliente

habitando las arterias del mundo

buscando luz en las cavernas transparentes

de nuestros leves cuerpos feroces

aullando profecías al oído

de dioses menores

robándonos el aire en lechos clandestinos

descubriendo el rostro de

quienes se creyeron nuestros amos

ayunando deseos

temblando

adelantando el juicio final

poblando el territorio de los sueños

coagulando instantes

sólo por si de verdad somos eternos.

Sólo somos tiempo

Distancia inventada para

contar arrugas

amantes

y ausencias.

No poetas

sino duración de lo que cambia

y se mueve.

Bomba de tiempo

unidad de tiempo

ecuación de tiempo

temporal

presente

pretérito indefinido

futuro

y para no creernos eternos

futuro muerto.

Y esto no es un poema

Es sólo lodo luminoso

que no quiere ser piedra

masa húmeda y brillante

que se levanta sobre

planicies y desiertos.

No es poema

apenas barro

que emerge de

manos rituales

para incendiar

atardeceres circulares

y tiempos solitarios.

Intención

de inundar la vida

a chorros,

palabra necia

de manos soleadas

en noche de octubre.

Por eso continuamos buscando,

por eso intentamos

delinear los bordes profundos

por eso la poesía, dice el poeta

no sirve para nada

pero es indispensable.

sino credo levantado

Levanto la vista

hacia el edificio más alto

y cae sobre mí.

Creo en vos.

Todo se mueve

en la calle angosta

y desaparece.

Creo en vos.

Lo extraño es conocido

y lo conocido es extraño.

Creo en vos.

No se desciende al infierno

abajo está el cielo.

Creo en vos.

Soy apenas testigo

tú sos creación.

Creo en vos.

Entro al torbellino

soy criatura

canto el misterio.

Creo en vos.

La santísima palabra

libre de culpa

recorre el poema

atraviesa su silencio

lo desgarra, lo sana

en busca de raíces

de lechos luminosos

de paraísos derrotados

de sombras que se extienden

sobre lienzos vacíos

(quitate el velo de los ojos)

(ponete el traje de tu bautizo)

(tratá de recordar de dónde venís)

(hacé hoy el mañana)

(colgá el teléfono)

(apartá lo que nos separa).

Hicimos el amor en los siete mares

Los amantes escriben poemas

en el agua

para que nadie

nunca los lea.

Le cuentan

al horizonte

cómo se enredan

sus cuerpos

salados

ligeros

mansos

calientes.

Cuentan que el azul profundo

ablanda la corteza de sus cuerpos iluminados

que el agua con olor a mar hincha sus narices

que las olas empujan en la espalda y el vientre su placer

que el océano invade

que el viento penetra

que hay gaviotas volando sobre sus cabezas

y sexos desnudos escondidos bajo la espuma

atlántica

pacífica

boreal

índica

austral

mediterránea

báltica.

Los amantes escriben poemas

en el agua

para que nunca

nadie los lea

y se convierten en largos

e interminables

pergaminos transparentes

que se enrollan sobre

el suelo de arena.

Y los amantes cuentan

que la piel del mar se quema

que las lenguas buscan

y recuerdan

que las manos saben

que los pies se enredan

que la creación completa

se detiene por segundos

para dejarlos amarse

en paz.

Por eso escriben en agua

para que sea poema.

y fue la luz

criatura en el centro del universo

palabra en ciudad desconocida

sueño postergado

perfil de niña dormida en útero materno

estación llena

signo deambulante

puta redimida

amante esencial

agonía

rescoldo sentimental

silencio

creyente inmolada

balanza

peso

insoportable levedad

leve cuerpo

palabra primera

vida rota

camino hacia la muerte

resurrección

Poema.