Noción de Creación en La Suma.

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Nocin de creacin en la Suma

Creacin

Creacin

Nocin de creacin en la Suma

I. Ubicacin sistemtica de la cuestin 44La exposicin que SANTO TOMAS, en la Suma, desarrolla respecto a la creacin se ubica inmediatamente terminado el tratado de la Trinidad. En efecto

"Puesto que el principal intento de la doctrina sagrada es el de dar a conocer a Dios, y no slo como es en s mismo, sino tambin en cuanto es principio y fin de todas las cosas [...] en la empresa de exponer esta doctrina trataremos primero de Dios [...] en tres partes: ... en la primera de lo que atae a la esencia divina; en la segunda, de lo que se refiere a la distincin de personas, y en la tercera, de lo relativo a cmo proceden de Dios las criaturas".

Esta ltima parte comienza en la cuestin 44 y termina en la 119, donde tambin finaliza la I pars.

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Para tratar de entender razonablemente el concepto de creacin totalmente ajeno a nuestras experiencias intramundanas lo hacemos antes de elucidar ms precisa y metafsicamente su concepto- describindolo bajo la forma analgica de una accin, de un relato.

El anlisis estructural nos muestra que todo relato consiste bsicamente en una "transformacin de un estado inicial, carencial, en un nuevo estado anulacin y superacin del primero". Superacin de la carencia que se realiza mediante tres 'modalidades de competencia': la del querer, la del poder y la del saber hacer.

podercarencia ---- saber ----> superacin quererEste es precisamente el esquema ternario que utilizar Santo Toms para analizar, con distincin de razn 'cum fundamento in re', el simplicsimo acto, mediante el cual Dios, concebido analgicamente como causa, crea.

Se ver as el acto creacional desde el punto de vista de la causalidad eficiente correspondiente al poder-, de la ejemplar correspondiente al saber- y de la final correspondiente al querer-, las tres causalidades extrnsecas que reune la escolstica desde fuentes aristotlicas.

As el art. 1 corresponde a la competencia del poder, la causalidad eficiente -aclarada porel art. 2, que habla de la causalidad material para negarla, dando as la medida del poder divino-;el art. 3 se refiere a la causalidad ejemplar, la competencia del saber yel art. 4 a la causalidad final, la competencia del querer.

Cada una de estas causalidades se estudiarn explicitndolas en su origen, pero sobre todo en sus efectos, en cuestiones sucesivas. La eficiencia se desarrollara en el tratado 'De productione rerum' que abarcar las cuestiones 45 y 46; la ejemplaridad en el 'De distinctione', que comprender las cuestiones 47 a 102 y la finalidad en el 'De conservatione et gubernatione', de la 103 a la 119.

II. El artculo primero

Pero el art. primero alcanza en su desarrollo una amplitud que lo hace exceder la formalidad de la pura eficiencia. Ms bien, a pesar del enunciado del ttulo en la divisin de la cuestin -"utrum Deus sit causa efficiens omnium entium"-, se tratara de la causalidad en general, sin especificacin alguna, de Dios con respecto a la creatura: "omne quod quocumque modo est, a Deo est". Vendra a ser un artculo de orden prolocutorio, que establece la dependencia universal de lo creado con respecto a Dios.

Porque, en realidad, de lo que se trata es simplemente de diferenciar, tajantemente, la realidad creada del Ser absoluto; de reafirmar la trascendencia de este ltimo con respecto a la primera; de negar carcter de absoluto al ser contingente, aadiendo a esta distincin, al mismo tiempo, la nota de la dependencia total en el ser del segundo con respecto al primero. Esta es en esencia la nocin de "creacin".

El artculo no es inteligible en si mismo, sino que parte de una serie de supuestos previamente probados en las cuestiones anteriores referentes a Dios uno. Depende esencialmente de la q 2, a 3, y, precisamente, de la cuarta via.En realidad la nica diferencia con aquel artculo consiste en que, si en l se parta de algunos seres participados y contingentes para concluir en la existencia de un ser necesario e imparticipado del cual aquellos dependan en su ser, ahora afirma que, dado que ese ser solo puede ser uno -segn I q 3 a 4; q 7 a 1 ad 3m y a 2- todo el resto de los seres es participado y contingente y, por lo tanto, dependiente de ste en su ser -e.d. creado-.

La andadura del artculo es la siguiente:

I Se establece un principio: "quod est in aliquo per participationem causatur ab eo cui convenit per essentiam". (Es el principio de causalidad: "Quod est tale non a seipso, est ab alio, quod est tale per essentiam".) Se repite esencialmente la cuarta via del a 3 q 2.

II Luego se demuestra 1- que existe el ser que lo es por esencia; 2- que todo el resto de los seres lo son por participacin. Del siguiente modo:

1- Se hace referencia a lo ya demostrado en otros artculos anteriores. En dos partes:

a) que "Deus est ipsum esse per se subsistens" (q 3 a 4 ) y

b) que "non potest esse nisi unum" (q 7 a 1 ad 3m, a 2 ).2- Porque 1 b, entonces: "omnia alia a Deo non sunt suum esse, sed participant esse".

III Se termina recordando otra vez el principio general "quod est in aliquo per participationem causatur ab eo cui convenit per essentiam" algo ms desarrolladamente y cercano a q 2 a 3 4ta via: "omnia quae diversificantur secundum diversam participationem essendi, ut sint perfectius vel minus perfecte, causantur ab uno primo ente, quod perfectissime est"

Es decir que, al a 3 q 2, la q 44 a 1 lo nico que aade es: "atqui Deus et Deus solus est ens per essentiam. Ergo Deus est causa omnium entium". Los dos artculos se complementan y solicitan mutuamente.

III. Elucidacin de la prueba de la existencia de Dios y, por lo tanto, de la creacin.

De hecho tanto en este artculo como en el 3 de la q 2 se trata de algo muy simple.

El absoluto tiene o ha de tener ciertamente a grandes rasgos las caractersticas que le atribuye Parmnides. Ahora bien: el universo que conocemos no las tiene: es evidentemente contingente, mvil, relativo y participado.Ergo: no es el absoluto.Ergo, no se explica a si mismo.Ergo: depende del absoluto, del imparticipado.

En I q 2 a 3 c se ha visto y demostrado precisamente que existen seres contingentes y que, no explicndose a si mismos, exigen la existencia del necesario. Basta partir de cualquier creatura o conjunto de seres contingentes. Ahora en q 44 a 1, como hemos dicho, simplemente se demuestra que Dios es causa de todas las creaturas.

En el fondo, se trata de aceptar tanto la existencia de la realidad creada, como las posibilidades de mi inteligencia de entenderla en el respeto a los primeros principios:

A: Si mi inteligencia anda bien y admito los primeros principios el ser ha de tener fundamentalmente las caractersticas del ser de Parmnides o, ms desarrolladamente, lo que en la primera parte de la Suma Santo Toms metafsicamente afirma de Dios Uno, prescindiendo del dato revelado.

B: Si mi percepcin es correcta, el mundo no corresponde a esa descripcin, pero ES REAL.

Si no admitimos A: hemos de afirmar la "coincidentia oppositorum", que el ser es igual a la nada; hemos de negar el principio de contradiccin, que es el fundamento mismo de la razonabilidad. El nico ser existente es el que perciben nuestros sentidos. Nos acordamos con Herclito, con Marx.Si no admitimos B: el mundo es una ilusin de nuestros sentidos. O al menos cada, degradacin, alienacin, el absoluto fuera de si mismo, petrificado, exiliado, desgarrado, dividido, creacin de un principio malvado, etc. y, finalmente, tambin hemos de negar el principio de no contradiccin. Nos acordamos con el hindusmo, con el budismo, con Parmnides, con Hegel.

C: Por lo tanto

a) el Ser es distinto del mundo.

b) el mundo depende del Ser.

El concepto de creacin supera, pues, la anttesis: ciertamente el Ser responde a las caractersticas parmendeas, de acuerdo a los postulados de nuestra razn, a los primeros principios del conocer; pero de ninguna manera entonces el universo es el no-ser, la ilusin, la cada, el exilio, sino que es una realidad buena, aunque no absoluta ni divina, sino limitada y dependiente. Existe no un solo tipo de ser, sino dos; una doble metafsica: la del "Ipsum esse subsistens" y la de los seres participados.

An as el universo se muestra como algo puesto en si mismo por la voluntad de Dios, que lo quiere no como un pseudopodio necesario a su manifestacin, como una proyeccin de su substancia, como una generacin de su existir, sino como algo libremente querido por si mismo, con su entidad o valor propios y, de alguna manera, aunque suene contradictorio, "independiente" -al menos porque Dios no es relativo a l-. De esta manera el mundo se desdiviniza, se desmitologiza, se desantropomorfiza. El concepto lleva a una desdivinizacin y desdemonizacin radical del mundo y, por lo tanto, a su mundanizacin. De la afirmacin de la ndole creada del universo se desprenden, pues, estas afirmaciones:

"El Universo no es el absoluto"."El Universo no es divino"."El Universo es profano"."La creacin no es teogona, sino cosmogona.""El que dice que Dios no existe, automticamente afirma: el universo es Dios."

IV. Concepto de creacin

Pero volvamos al concepto de creacin entendido en el sentido de un relato; del paso de un estado carencial -la nada- al de superacin de ste -el ser-. Ya sabemos que estamos en el plano no de lo unvoco sino de lo anlogo. Pero es a partir de nuestras representaciones sensibles como podemos elevarnos analgica, simblicamente, a afirmar algo de Dios.La base de nuestra analoga, pues, ser el anlisis o descripcin de los elementos que integran una actuacin causal creada.Pero, luego, habremos de abstraer de ella todo aquello que no pudiera ser atribuible a Dios en la via negationis; despus, potenciarlo en la via eminentiae. As hemos hecho, de modo particular, en el tratado de Trinidad, para poder atribuir a Dios los conceptos anlogos de procesin, relacin y persona.

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El punto de partida, pues, de nuestra reflexin, ser la accin productiva de las creaturas. Tal puede ser doble: la generacin (metaphysice sumpta), mutacin de formas substanciales, y la alteracin, mutacin de formas accidentales. Ambas acciones suponen un sujeto de actuacin que, en el primer caso, es la materia prima y en el segundo la cosa constituida en su ser.En estos casos la causa eficiente no da el esse simpliciter sino el esse secundum quid; es decir que la causa segunda nunca produce toda la substancia del ser, sino que determina al ente ya preexistente a tal o cual razn substancial o accidental.

Solo Dios causa "a non esse ad esse"; la causalidad creada: "ab hoc esse ad aliud esse".

De tal modo que solo hasta aqu la generacin o la alteracin llega el poder activo del agente natural, cuya operacin est normada por las siguientes condiciones:

a- la potencia pasiva del sujeto del cual se educe o actualiza la forma,b una mutacin o un hacerse mvil (fieri in motu), de potencia a acto, en aquel sujeto,c un alcanzar al ser, no en cuanto tal, sino bajo alguna determinacin particular,d presupuestas dos cosas:

1) el sujeto en el orden de la causalidad material;

2) la accin del agente primero en el orden de la eficiencia.

Es obvio que ninguno de aquellos condicionantes (a-, b-, c-) pueden limitar el actuar creador divino, por lo cual hemos de excluirlos desde el vamos de todo intento de descripcin, an analgica, del acto creador.

___Volvamos a partir, pues, de una descripcin ms exhaustiva de aquello en lo cual consiste una causacin creada.Vemosla tanto desde el punto de vista del agente como del paciente:

I. Si se la considera activamente o desde el punto del vista del agente, se tratar siempre de una accin, es decir de una actuacin que inhiere a la substancia del agente como accidente.La causalidad divina eficiente, en cambio, si se considera activamente, no es sino "Dei actionem, quae est eius essentia cum relatione (rationis) ad creaturam". En efecto Dios es inmediatamente operativo por su misma substancia. Contrariamente a las creaturas que no lo son sino mediante sus potencias operativas. Por lo cual en la causa eficiente creada hay que distinguir realmente:

a- el que acta, o supsito (la causa agente como un todo subsistente);b- aquello por lo cual se constituye en principio de la accin; que es doble: 1. radical o remoto: la forma substancial (la forma substancial es no solo aquello por lo cual el agente existe, sino tambin aquello mediante lo cual acta); 2. prximo: la virtud agente o la potencia agente;c- aquello mediante lo cual acta en acto: la accin.

Ahora bien, todas estas cosas que (excepto la primera -a-) en la creatura son accidentes, en Dios se identifican con su simplicsimo Acto puro, con su substancia.

II. Si se considera desde el punto de vista del paciente, 'passive', comprende tres nociones:- la de mutacin, movimiento o hacerse del efecto;- la de pasin, por parte del trmino que padece el influjo agente;- la de relacin entre el efecto y la causa.

Pero en la creacin no hay ni mutacin ni pasin, ya que previo a ella no existe sujeto -"ex nihilo sui (p. ej. 'statua ex non-statua') et subjecti"-. Por lo cual de las nociones que integran la de causalidad creada pasivamente considerada no queda sino la de relacin de efecto a causa.

Esta relacin real -predicamental- es el fundamento de una relacin trascendental de dependencia: "esse ab alio", existir creatural.Esta relacin trascendental no es la creacin, sino la creatura misma. Y se funda en el nexo contingente entre la esencia y la existencia de los seres participados. En esa otra relacin trascendental que, como de la potencia al acto, hay de la esencia a la existencia.As pues, si se la considera desde el punto de vista del paciente, por parte del trmino, la creacin no es sino "relatio quaedam ad Deum" y, si se la quiere distinguir de la conservacin: "cum novitate essendi".De tal manera que la creacin consiste en dos relaciones:

a- una relacin real a Dios como causa;

b- una relacin de razn al no-ser precedente.De otra manera, podra decirse:

I- desde el punto de vista activo, la creacin es una accin "formaliter immanens, virtualiter transiens" el acto divino que se identifica con su potencia y que es eterno 'entitative' y temporal 'terminative'- y,

II- desde el pasivo, una relacin de dependencia o la misma dependencia de la creatura al Creador, como la del efecto a la causa.

___Desde esta descripcin podemos entender mejor las frases que tradicionalmente se han utilizado para definir la creacin:

1- Productio rei ex nihilo sui et subjecti.2- Productio rei secundum totam suam substantiam. DS 3025

3- Productio rei secundum suam totam substantiam, nullo preasupposito. I 65 3 c

4- Emanatio totius entis a causa universali, quae est Deus. I 45 1

5- Transitus de non ente simpliciter ad ens simpliciter. 1 45 2 ad 2m; 2 CG 21.

6- Prima actio quae circa rem exercetur. 2 CG 21

Pero todas estas frmulas descriptivas, segn el anlisis ms arriba realizado, han de subsumirse en la nocin ms desnuda y precisa de

"Relatio totalis dependentiae entis participati a Deo, creatio est""La creacin es la relacin de dependencia total del ser participado con respecto a Dios."

"Non enim est creatio mutatio, sed ipsa dependentia esse creati ad principium a quo statuitur. Et sic est de genere relationis", II CG 18

"...creatio in creatura non sit nisi relatio quaedam ad Creatorem, ut ad principium sui esse", I 45 3

"Ad hoc quod quaeritur, Quid sit creatio? Dicendum quod relatio est.", SAN ALBERTO MAGNO, Sum. de creat. I, tract, I, q 1 a 2.

"Creatio autem dicit relationem.....quoniam ipsa creatura essentialiter et totaliter a Creatore dependet" SAN BUENAVENTURA, II S d 1 p 1 a 3 q 2

"Creatio est habitudo dependentiae essentialis" JUAN DUNS ESCOTO, Cuestin quodlibetal 12 (BAC p. 424ss)

"Creatio est dependentia creaturae a Deo" FRANCISCO SUAREZ, Disputaciones metafsicas, disp. XX, Seccin IV. Cf. edicin Gredos, Madrid, Volumen III, pp. 511-535.

I 2 introd.

EQUIPO "CAHIERS EVANGILE", Iniciacin en el anlisis estructural, Estella, Verbo Divino, 1978, pp. 19, 29, 31 y 43.

- he tou ti esti aitia, morf, to eidos, - he ulik aita, ten ulen, - to hozen he knesis, to hozen he arj tes kinseos, to kinsan, - to hou neka. Fsica, II, 3. Cf. Metafsica, l. 1, c. 3.

Post considerationem divinarum Personarum, considerandum restat de processione creaturarum a Deo. Erit autem haec consideratio tripartita: ut primo consideretur de productione creaturarum; secundo, de earum distinctione, tertio, de conservatione et gubernatione." I 44 prol.

San Buenaventura que, en su comentario a las Sentencias, siguiendo a Pedro Lombardo, no distingue los tratados de Dios Uno y Dios Trino, descubre en el poder, la sabidura y la voluntad divinas las propiedades que mejor testimonian las caractersticas de las personas -apropiaciones, por cierto- y hace terminar todo el tratado de Dios con su exposicin que, al mismo tiempo, le servir de nexo tripartito para introducirse en el segundo libro de las Sentencias, referido a la creacin:

"Sublimitas enim divini esse consistit in duobus, scilicet in nobilissimis emanationibus, quae sunt generatio et processio, et in nobilissimis conditionibus, quae sunt summa sapientia, omnipotentia et perfecta voluntas, de quibus est primus liber. Nam in prima parte agit de sacratissima Unitate et Trinitate, in secunda vero speciali tractatu agit de supradicta eius triplici conditione sive proprietate." in S Proemium.

Cuando precisamente se introduce al estudio de estas "condiciones" o "propiedades", afirma:

"Supra egit Magister de sacramento Trinitatis et Unitatis; in hac parte agit de conditionibus, secundum quas est in Deo ratio causalitatis, quae sunt scilicet potentia, sapientia et voluntas. Habet autem haec pars tres partes. In quarum prima agit de scientia; in secunda de potentia,...; in tertia de voluntate..." I S d 35 divisio textus.

La trascendencia divina se afirma mediante categoras anlogas de origen espacial: el Altsimo, el Santo separado, el que est por encima de los "cielos y de la tierra", etc. pero en su significacin metafsica dice otra cosa: hablamos de trascendencia o causalidad trascendente en el sentido de que lo creado no es consubstancial, por naturaleza, a Dios. Trascendencia significa distincin ontolgica entre el orden de lo creado y el orden de lo increado. No es, pues, una cuestin de espacio, sino una cuestin de substancia. No obstante, segn la misma metafsica cristiana, la accin creadora de Dios y por lo tanto su substancia con la cual realmente se identifica es inmanente a sus efectos, en el sentido de que acta en el mundo, en la naturaleza y en el hombre, desde 'dentro'. Para operar ella est siempre presente en la creacin, pero siempre sigue siendo distinta, sin posibilidad de confusin, como distinto es lo creado de lo increado.

Si hubiera querido insistir en este artculo sobre la linea eficiente de la causalidad hubiera recurrido a la segunda va.

Es decir: Si "algo" existe tiene que existir el absoluto, ya sea ese mismo "algo" u otra cosa. El Ser tiene que tener caractersticas parmendeas, a menos de negar los primeros principios del conocer. Si mis sentidos no me engaan el "algo" que soy yo y lo que se encuentra al alcance de mis sentidos -es decir el universo- no tiene esas caractersticas. Al contrario una de ellas es la "contingencia": es, pudiendo no haber sido. Por lo tanto no es el absoluto y depende del absoluto. Pero, claro, o puedo decir que mi percepcin de la realidad como contingente es engaosa; o que los primeros principios no son tales. Uno u otro camino de negacin es el que ha elegido siempre el pensamiento humano fuera del mbito de la revelacin judeo cristiana.

"Nada puede ser y no ser al mismo tiempo." "El ser es; el no-ser no es." "Nuestras facultades cognitivas no nos engaan." "Lo que comienza a ser, es por otro." El principio de no contradiccin ('no puedo afirmar y negar simultneamente y bajo el mismo aspecto el mismo predicado del mismo sujeto') no es sino la cara lgica, vuelta hacia lo intra-mental, del principio de identidad ('todo ser es lo que es'), vuelto hacia lo extra-mental.

Parmnides: el Ser es uno, eterno, imperecedero, entero e inmovil, continuo, homogneo, indivisible, lleno, compacto, finito (no apeiron), limitado, esfrico, ser = pensar, distinto de la ta pros doxan.

"Relatio quae est inter Deum et creturam, non est in Deo secundum rem; est tamen in Deo secundum intellectum suum" De Ver., q 3 a 2 ad 8m. Cf. De Pot., q 3 a 3 c.

Es relacin predicamental interpretan Juan de Santo Toms, Cayetano, Silvestre de Ferrara, A.D. Sertillanges, leyendo a De Pot. q 7 a 9 y 2 CG 18. Es relacin trascendental sostienen Escoto, Suarez y P. Parente.

"creatio importat habitudinem creaturae ad creatorem cum quandam novitate seu incoeptione" I, 45, 3 ad 3m; "creatio importat relationem praedictam cum novitate essendi; unde non oportet quod res, quandocumque est, creetur, licet semper referatur ad Deum: quamvis non esset inconveniens dicere quod sicut ar quamdiu lucet, illuminetur a sole, ita creatura, quamdiu habet esse, fiat a Deo... Sed in hoc non est diversitas nisi secundum nomen, prout nomen creationis potest accipi cum novitate, vel sine." De Pot. q 3 a 3 ad 6m.

Hay que tener en cuenta que el concepto estrictamente metafsico es el que no habla de novedad o comienzo. Es lo que en su polmica 'De aeternitate mundi' Santo Toms ha definitivamente elucidado (I 46). Pero hay que tener en cuenta que Santo Toms a veces utiliza el trmino de creacin en su significado ms restringido y antropomorfo, aadindole la nota de "novedad". Es all cuando distingue creacin de conservacin.

Tendramos pues dos conceptos de creacin, uno ms metafsico y genrico, otro ms antropomorfo y especfico, incluyendo una relacin de razn, contradistinto al concepto de conservacin:

creacin2

creacin1

conservacin

Tambin el trmino conservacin es equvoco, ya que puede entenderse como el acto propio e inmediato con el cual Dios sigue concediendo el "esse" a las creaturas, o el que, mediante las causas segundas, hace que se proteja la estabilidad de sus existencias: "...dicendum quod Deus immediate omnia creavit: sed in ipsa rerum creatione ordinem in rebus instituit, ut quaedam ab aliis dependerent, per quas secundario conservarentur in esse; praesupposita tamen principali conservatione, quae est ab ipso." I 104 2 ad 1m.

GEP7