A\'0 II. ELCHE 3 DE AMARZO DE 1906 NÚM. 65

PER=Ón2C0 SRMAN~.2~

R.n~AacróN ~ PRECIOS DE SUSCRIPCION ~ ADMINISTRACtO►v En Elche, número suelto, 5 céntimos.—Mes, 25 ídem.—Fuera,

Puerta Chica del Salvador, 6, principal trimestre, 1,25 pesetas.—Extranjero, trimestre, Y,75 ídem. ~~ Puerta Chica del Salvador, 5, principal

~~~~~~~~~ ~~~ Es inútil continuar por más tiem-

po esta polémica, puse la educa-ción y la deoencia nos obligan á retirarnos.

<La Seroana• en 'su número 24 publica una Última hora' insultán' doraos descaradamente y como no queremos descender hasta el ex- tramo que lo ha hecho el autor del suelto, damos por terminada esta controversia, pues cortando el mal por la raíz desaparece el peligro.

Ese periédico nos dice matZacos maeesas y maniquís y tesl¢ferros del hombre más ruin, canalla y misera-ble que hay en la tierra illicitana.

Nosotros somos demasiado hon-rados para manchar nuestros la- broa con una mentira, y por lo tan• to, juramos que es falso de toda

falsedad, todo cuanto dice ese in- dividuo sinvergüenza. Sin ver-güenza, aí, puesto que para deni-grarnos ae vale de -medios ruines, presentando á la opinión un per`-

eonaje ficticio lleno de baldón y de oprobio, con una historia horripi-lante y canallesca, que si no fué-ramos nosotros tan deténles, ya diríamos á quién le Gorreapond'e esa historia.

Conste, que nosotros no somos autómatas de nadie: que detrás del telón de LA INDUSTRIA Y EL PUE-BLO, no se esconden más que cinóo jó-✓enes probos, "á los cuales no so les puede taéhar ni de incevadiarioa ni de ladrones.

Al reptil venenoso se le aplasta, al hombre ruin se le desprecia.

La opinió❑ imparcial, justa y recta, nos ha juagado y el aura popular ha sido para nosotros.

Lo agradecemos inftnito, máxime cuando nos ha açonaejado que no

prestemos atencibII á loa que de un

modo bajo nos insultan.

Grande sorpresa nos causó leer

en <La Semana. parte de nuestro art[culo de fondo, siendo aei que

hasta la misma ñora que salió pa-

ra la venta ase semanario, no ea-

lió dele. ' Creyendo que el sábado ae ha•

bria repartido algú❑ número; nos reunimos eD la Redacci¢II, raso!•

tarado do nuestra eutreviatai quo

solamente so habían entrogadolos loa gieriódióos al Ayuntamlentoy ft rmados, según dispone el articu-

lo 11 de la Ley de Imprenta. ¿Irían, pues lós redactores de

<La Semaua., á la alçaldía á co-piar el párrafo2..

Homos terminado. Coºisummk-tum esta '

LA REDACCl(SN.

CO~UNIC1~iD0

Señor Director de LA INnuaTRIA Y

' EL PUEBLO. ~ '

Muy señor mío: Con esta. fecha dirijo á <La Semanas el siguiente Comunicado que le ruego merezca amparo en las columnas del sema-nario que tan dignamente usted representa..

Dándole gracias anticipadás, sg ofroce de usted afectísimo y asgo- ro servidor que I, b. 1. m.,

ALFREDO LLOPIa.

:'< Señor Director de La Semana.

Señor mío: Espero que, como prueba de imparcialidad, dará us-ted cabidaeII <La Semana= á estas cuantas 1[neas, que Cambié❑ man-do á LA INDUSTLSIA Y F~L PUEBLO.

Ya soy el médico á quien carita-tivamente alude usted en su hebdo-madariodel gltimo domingo, en un-sueldo titulado <Juague el pueblos; y al darle. mi nombre pro®bo y significo que no me asusta poco ni mucho el juicio que de mi conduc ta el pueblo haga. Siempre me hi-co justicia, y estoy seguro que ahora me la eaguirá haciendo. Eso me resarce con creces de la que usted me, niega, y yo quedo con ello satisfecho; quo eú este mundo está todo compensado,. y yo me doy por contento y agradecido con esa aompenoacibu.

Sin duda usted nó sabe que la caridad es tal virtud cuando ae hace expontáueamente, no cuando so la quiere hacer •obligatoria, por-que entonces degenera en vicio ó en tontería; y una ú otra cosa se- ría la caridad que usted practiça-ra, por ejemplo, remitiendo peili-doe de•alpargatas á gentes -que después le protestaran letras. Creo que usted me comprenderá.

Porque si ,la caridad Fuese :lo que á uetedy -señor Director, ae le figura, yo tend{ía dado y reparti-do, en Elche solamente, más de dos mil ,duros de çaridad; y, por ello, conquistado un amplio sillón en el Paraíso. Y, claro está, sería yo más caritativo que <La Semana.; por lc oreaos tacto corno ea® qeq•

domadsrio, en el caso que «La Se-mana=•hubiera repartido, como yo, más de diez mil pesetas en cali-dad obligatoria. Y fíjese «La Se-mana•, señor Director, que yo no hablo ahora para nada de la ver-dadera caridad, de la caridad ea- pontánea y voluntaria, porque esa la practico yo cuando quiero, y á nadie' le importa..... ¡CuAttto se habrán reído los verdaderos po-bres de Elche, señor Director, del súel~o do =La Semana=, á que con- testol... De esas caridades óbligatorias,

por no llamarlas de otro modo, todos los médicos nos quejamos. Yo les he oída lamentarse conmi-go, y seguramente que ninguno de mis compañeros me dejará por mentiróso. Más de una vez hemos tratado de poner coto y raya á tanta caridad, y de nuestra reao-lucíón, que tomaremos pronto, da-remos conócimiento al público, en la debida forma.

Dicho todo-.esto á guisa de pro-lógómeno, detio decir ahora que CüaIIdO 90 80heltarOn mía BerVln109 médicos, én el caso y hora que «La Semana. cuenta, no se me buscó'á mi particularmente como médico de la casa, sino. como e] primer módico que se encontrara, fuera él quien fuese. Y,. una de dos: ó él enfermo era potire, ó no ló era. Si era pobre, debió acudir al titular del distrajo,—y asilo hizo después llamando al. titular del Arrabal, D. Santiago Pomares, no por fo tense, sino por titujar,-Si no era pobre;. debjá reclamar los ayxiliós de au médico de siempre, de su módico de cabecera,. y no los míos, los de ua facultativo casual como era yo, que, en diez y seis aüos

.que hace ejerzo en Elche mi pro-fesión, jamás he visitado. como mé- dicó en la casa número 33 de la calle Rector.

Además, si en la calle $actor, ❑úm. 33, yo no quiero visitar, á nadie le importa; ui siquiera á .La Semana'•, señor llirector. Yo, en mi profesibn, hagó'lo que mejor me paroco, así como usted, soñar Director y au «Semana= hacen de su capa un sayo cuando les viene en gana. Y hacer eso no es fálta de caridad, ni Cristo que lo valga. Es, pura y sencillamentg, repetir. lo que hace un abogado cualquie-ra, pongo por caso, cuando al-guien vá á encargarle un negocio. Entonces el abogado lo admite ó nó, según le conviene.

Y, al nó, pregúnteselo usted, se-ñor Director, á su amigo D. An drés Tári, y verá usted que él hace en sus` asuntos profesionales lo mismo que yo hice en la ocasión y momento quo usted tione á bietl referir en al suelto de .La Sewa•

na. á que contesto; es decir, que cuando se le ofrece un asunto k en-foca el telescopio, y se encarga de él, 6 n6, segun kparece conveniente.

Nada más, señor Director, sino ea darle las gracias y ofrecerme do usted, como manda la cortesía, seguro servidor que 1. b. 1, m.,

ALFREDO LLOPIa. Elche 28-2-906.

Prisión preYenfiva Han terminado ]as obras del

nuevo local destinado para cárcel preventiva y en'breve serán tras-Indadoe loa presos á esa mansión que ha de:cóbijarlós en au penosa vida presidiario.

(Irándemente nos congratula-mós de lá efectuación de la nueva cárcel, por reunir ésta todas las condiciones que marcan los Esta-tutos de prisiónes y pór hallarse el antiguo edificio «El Palacio. derrumbándose, siendo un peligro para los señores dependientes qúa allí residían.

<El Palacio=, en concepto nuca• tró, no era propio para prisión por carecer de necesarios departamen-tos, existir mucha humedad, haber poca ventilación, y esto, natural-mente, - perjudica notablemente la salúd. Las cárceles deben ser ,estable-

cimientos regeneradores de la mal-dad..La nüsióu más altruista de los alcàidés y subordinadse, estu-diar fisiológicamente al criminal para proceder al desenvolvimiento de su inteligencia, Ilevándble al raciocinio.

Si á esto teudierán las cárceles yacs dependientes, la humanidad adelantaría mucho en su perfec-cionamjento y la sociedad iría ar-modizándoae.

No terminaremos este trabajo, sin enviar un cariñoso aplauso al Jefe y 'dependientes de esta t ri-eión, ponla laudatoria labor peda-gógica que están realizando con loa presos.

Asi demuestran el amor al bien.

JF.NARO CRISOL.

El anónimo CUENTO VALENCIANO

—Pues hombre, está esto bueno, Ni aun.en lo suyo guede ya mah-dar uno. l,Qon que mil pesetas al lado del pozo? Ya lea dará yó pe-setas. ¡Como que voy á soltar el sudor do cuarenta años, aat ea

Í,A iNDü~THIA Y EL PUEBLU ,~ ~~

cinco minutos, para que venga uno con sus manos lavadas y se lo lle-ve! Aunque soy viejo, verás al to-davía valgo Puea hombre, esóá es. to bueno.

Asi pensaba el tío Pau leyendo el anòsimo que justo al pozo se habla encostrado. Y el anónimo na mentís, bien claro estaba: •Está noche á lee doce. habrá junto al pozo bajo pena de la vida, mil pe-setas. Estas, deberán estar en una caja con objeto de que se vean bien.

EL tío Pau arruglS el entrecejo después de leerlo por duodécima vez y siguib pensando:

—Pues, no, señor; no las solta-rá. Yo los dará á ustedes pesarse. Pues, hómbre ¿de quó me sirve te -ner todavía estos pugne tau fuer-tes capaces de derribar un tabi-que de un puñetazo y esa.eacope-ta de dosca$ones que tengo ahí dentro? Yo les dará pesetas. Por supuesto, de sato no daré cuenta á la familia. Lo haré yo solo.

Y procurando calmar au eacita-ción, ae paseaba de arriba abajo por delante do la puerta de au ca-sa de campo repitiendo febrilmen-te: No, uo será. Su calenturienta ímaginacidn

reoróduc[a toda la escasa. Se colocaría detrás de la puerta

de la caracha que habla enfrenta A su casa, pondría una caja vacía para engañarlos y cuando fueran silenciosos á recogería ¡pum! los das cagones A la voz.

II No era Chimo de lo peor de la

huerta y así, nada de extraño te-Dls que hubiese cogido curro sus rodea á Tona, la moza más gallar-da que ha pisado el reino de Va-lencia.

Precisamente aquel día, Chimo habla ido á la ciudad y ya de vúel-ts, al pasar por delante de la casa de Tona, silbó para darla cuenta de un pensamiento que trata entre ceja y ceja hacia mucho tiempo.

Oir el silbido y asomarse Tona á la veutanu, fuá cona do un mo-mento.

—Creí que salla el sol —dijo Chi-mo al verla,

—Calla, tonto ¿quó quieres? con-testó ella.

—Pues verte. —¿lZada más? —Nada más. —Pons entonces no haberte mo-

lestado. —yTe estorbo? —Nada de sao. —Entonces ¿á quó me contestas

así! Si sabes que yo por verte un momento onda más darla toda mi vida; si su4ea quo yo sólo soy di- choco cuando estoy A tu lado.

—Calla, calla, loco. —¿A que uo sobos lo que he pen-

sado? —Cualquier tontería. —No es tontería ¡refallea! no es

tontería... que todo lo tomas á broma.

—Puea dilo, hombre, dilo. —Ya sabes que mox pare se opo•

- rae á nuestras relaciones. 17ua sombra de tristeza cruzó

por la cara de Tona. —ñle dA rabia—siguió Chímo—

que por estas cosas se opongan. ¿Quo tú crea pobre y mi padre ri-co? ¿Y quó? ¿Qué importa eso? ¿Verdad que tú me querrías rico ó pobre ó como fuese? ¡Ay, dime que si, Tonical Dime que e! con esa boquinina que un día voy A comer-me á banca.

—SI, hombre, ai. —Puea mira, be pensado una

cosa para que rabies mí paètre y el tuyo.

—Vamos á ver. —Pues mira.., que n3 tú quie-

res... esta noche... vengo por tI y nos vamos A recorrer el mundo

•juntos.. —¿Pero estás loco2 —No estoy loco, no, ee que yo

tengo que casarme contigo aunque no quieran losabaeha.

—Pero¿y adónde vamos A ir? —Mientras hay brazos, nunca

falta un pedazo de pan. Y mira, lo del otro: Con ligo pan y cebglla.

—E~o no uo puede ser, Chimo —Puea si panda ser, porque yo

tengo que casarme contigo aun-quo se oponga ul mundo encero.

Y para dar más fuerza á sus ar-gumentos daba con la cabeza cos-tra la pared.

—Pero habla bajo que uo te. oigan.

Yo no sé lo que hablarían en voz baja. Lo que al sá, es quo al seguir Chimo el temían de eu casa

i después de aepararsede ella, asn-taba, cantaba con una alegría inu-sitada como quien ha recibida una basas noticia. miestrasln copla se perdía leºtatnenta ara la oscuri dad do la noche que poco á poco iba envolviendo al campo.

III —Bona ett, pare. —Bona ait.

¿Has hablado ya cpn; el señor Pablo?

=Si que hablé. —¿Y qué te dijo? —Pues... me dijo... que esta no-

che. . á las doce... digo no... que uno de estos días vendrá á hablar coa tta[et.

El tío Pau sintió un estromeci-miento. Deapttéa añadió en vos baja: Está bien.

La noche habla cerrado potcom-pleto. La luna que ya habla salí• do, iluminaba campos y senderos con au estrago fulgor.

Chimo aentóse al`lsdo del pozo á áscar un cigarro.

Lo lió, lo encendió con calma y después dijo: -

-Pare, qué hermosa está is no-che ¿verdad?

—Si está hormona—contestó el tío Pau mirando intranquilo al si-tio dónde se había sentado au hijo.

Sonaban A lo lejos cantos perdi-dna de los labradores, loe grillos dejaban oIr au monótono grigri, Chimo seguía fumando, la luna bri-llaba serena y el tío Pau paseaba intranquilo.

—Pare ¿cuándo v(eoe el s~ua para regar? volvió á decir Chimo.

-~-Ahí, ahí al lado del pozo, con-testó maquinalmente el tía Pau. Y luego desdiciéndose: ¿Eh`1¿Qué di-ces? Mañana, mañana.

Una vez cbillona se dejó o[r, —A ~•enar. Erra la sit2ri Bosario, la mujer del

tío i'áu. IV

Todo estaba en silencio Fuera, ni un ruido, ni un rumor. Sólo de cuándo en cuándo turbaba aquél silencio el ladrido lejano de algún perro dalas huertas vecinas.

El tío Pau, en au puesto, habla ya cargado su escopeta. La luna daba entonces sobre

el pozo. Ya tardaban aquellos malditos.

Conque pesetas ¿oh? Ya os dará yo pesetas. La que tenia entre las ma-nos se lo diría. Ah[ que ee gana el dinero para dárselo al primer pi-ho que ae encuentre.

Ei tío Pau sentía latir con fuerza el corazón. Ya ee iba acercando la hora.

De pronto, dió un paso atrás en eu escondrijo. Lo veis y no lo creía

¿Con que estaba escondido en su casa? ¿Quién era aquél que salta-ba por la ventana hacia fuera mi-rando átodos loa lados?

La sombra del cobertizo que detuute dala casa habla, lmped[a verle con claridad,

—Ya ae aceras, ya viene. Aquí de los hombres. Ahora. Cerró loe ojos y disparó, El truèno conmovió toda la

huerta. Vióse á un hombre echarse las

manos al pecho y caer redondo sl suelo.

La luna le daba en la caray el tío Pau scercóse á verle.

— ¡Dios m[o! Un grito se escapó de su garganta. La escopeta eaca-pósele de las manca y cayó sin sentido sobre el cadáver.

Eru Chimo. ANTONIO ANDIÓN

En un baile de máscaras

—Aguarda, máscara, escucha. —¿Quá quieres, vamos A ver? —Q ríen eres quiero saber. —¿Piensa curiosidad?

—Mucha. —Pues te voy á complacer, aunque después de explicado e8 que uo sabrás quien soy. —Lo dudo.

—Nunca he dudado que dudaras.

—Bien: ya estoy esperando impacientado. —Puse óiett: yo soy muy deseada, muy querida y adorada portodos los poderosos. Mas por loe menesterosos soy, en cambio, renegada. Loe màslnclitos se$ores, buscan en mi las dulzuras: sin saber que mis favores, anee veces son ternuras y otras vocea sinsabores. Cuanto más gozan de mi, más faerzae lea voy restando, Aaí ea que siguiendo. asf, ese loso frenesí de mi los vA separando. En todas parten estoy: jamás me pesan los años. Hice ayer lo qua óago hoy, y para saber quien soy ea preciso desengaños. ¿Me conoces ya?

—No á fé: cada vez menos comprenda —Eso yo también lo aé. —.¿Quieres deeírme el por qué? —Por ser muy joven.

—Nn entiendo. ¿Ser joven tiene que ver, para saber enseguida al eres detnonío 6 mujer't —Ya lo vea. Mas A saber mi nombre vas: Soy la Vida, —¿La Vida tú7

—¡Qué te extrs$s! —¿Y qué en el baile pretendes'1 —No cesar, pites la potra$$. Hoy la vida á tf te enga$a y mañana á otro. ¿Me entiendes? —SI te entiendo á mi pesar y puse la vida es así, . reniego de ella ¡ay de mil porque esperaba gozar desde que bella la vi. ¡Ob, vida triste y falaz: cuán feliz es quiettiguora, que eat8 cubierta tu faz hechicera y seductora, por un espeso antifaz.

Josá MeníN MexTí

A ORÁNSabemos por buen conducto, que

el Bolo anunalo de qua la banda de

música de esta ciudad titulada .Blanco y Negro. concurrirá al .Oran Conourao Internacional de Músicas. que se celebrará en la in-dicada capital los días B, 4 y 6 del próximo Junio, 6a puesto en mo-vimiento átoda la colonia~Illicita-na que allí reside, beata el punto que se reunen por lee noches á to-mar acuerdos referentes á todo lo que se relacione con tnl viaje.

Al efecto, han escrito ya al Di- rector de la Banda, nuestro pnrti• colar amigo D. Camilo Blanco, !n-dicAttdole algunos de los acuerdos tomados, que son: que se les anule el retrato del Director vestido del uniforma que usa la Banda para publicarlo en loa periódlcon iluatra-doa de Argelia:. que se lea remita tambión en erupo y con uniformo et retrato da los iudividuoe que componen la música para hacer una gran tirada de 'Tarjetas posta-les yque dichos iudividuoe cuando lleguen A Orán serán alojados en las reepectivae casas de nueatroe compatriotas.

Mucho una complace áscar pú• blico el entusiasmo que reina en• tre loa Illicitanoe para recibir y hgasajar á la banda .Blanco y Ne-gro~ y sabemos tambión que han tomado otrora acuerdos que ae re-servan para no desvirtuar las sor-presas que preparan.

Que no decaïga el entusiasmo y patriotismo de aquellos Illicitanoe y de la Banda •Blanco y Negro•, y á Orán.

Notas de actualidad Después de pasar unos días de

continuo holgorio, de locuras car-navaleeeae, recibiendo sorpresas y escuchando secretos: deapuóa de estar fatigados,rendidoa, jadean• tes, reflejándose en nuestros ros-tros lee muchas bares de insomnio; al igual que el castigo, llega ]s pe-nitencia. Penitencia horrible, ex-piacidn asguatiosa, que nos hace sumirnos es un piélago de roelan-eoltae y de trietezsa y que nos es-panta más, á medida que más en-tramos en ella.

E+tamos en plena Cuareeroa. Ya no vemos á Momo empu$an-

do en su diestra la varita llena de Cintas. Ya no vemos esos millares de papelitos multicolores, espnr-cirse por el aire para caer como el del cielo fuesen desprendidos, so-bre loe delicados cuerpos de esa curte celestial que.Dioe en un rap-to de felicidad envió Ala borra, destinándola .á la ciudad de las palmas, moderna Jerusalén, don-de ls poesía formó au nido. Ya no vemos A Momo diefrezndn, esto- pando báquicas canciones A la lo-cura, salteado y gritando: no, aho-ra solo vemos A asá momia eapati-toas, rígida y severa, mayestáti-camente sentada sobre un montón de aerpentiuse, de antit'aces y de confellia, únicas reminiacenciae de las flestae que celebramos en ho-nor dei grotesco y juguetón Momo.

No vemos ante el espectro que hoy reina, alegrías, manjares si colorines, vemos un cúmulo de cae-tígoe, vemos el emblema de cilicio,

IEepantoso castigo, horrible ex-piación, angustiosa pernitencisl ¿Quién puede sufrirte en silencio? ¿Quién puede, deapuóa de haber sido transportado Aun mundo de pistarse, descender á tina vida de agostas?

i0h, Momo alegre! ICuAn eflme- ro ee tu reinado! IQué de delicias envueltas con tristezas deja tu es-tela al paso por la cierra!

LA INDUSTRIA Y EL PUEBLO

Adios; marcha y descenso. La hora te llegó. Duerma tus locuras en el pitido tálamo de la felicidad

+"a ,

Fantástica alfombra cubre ]a tierra. El tiempo borrará tanto color y hará desaparecer tonto pa-pel.

¡Cuántos poemas de amor, cuán-tas historlys eróticas encierran saos diminutos papélee, pródiga-mente despedidos por la juventud! ¡Cuáotaeilueioneetrocadus en rea• lidadee y cuántas realidades tro-cadse en ilusiones!

TR1aTEZA6.

Ceofro I~dustria plpargatera Por la negligencia y falta de

unión que entre loa fabricantes de alpargatasexiete,esla causa prin-cipaliaima de quo seta industria esté atravesundó una crisis aguda.

Considerando éstos que por sale camino no se v9 aleó á la muerto do la industria, han pensado va-riar loe viejáe costumbres, propo-niéndose colocarla en situación próspera y ventajosa para sus in-tereses, al igual que lo han hecho Igualada y Elda y al efecto han acordado efectuar uua reunión ge-neral, para tratar sobre la manera de verificar las ventas,

Con el fin de que se cumpla es-trictamente lo que se acuerde, de• poaitarán en caja cierta cantidad, según la categoría del fabricante para responder del incumplimien-to de cualquier base.

Mucho nos alegramos de que loe induetríales váyan conociendo el error que sufriuu y lleven á efecto estas disposiciones, pues ~reemos que es el údico modo de poder dar vida á la agonizante in-dustria.

Noserágravosoel depositar la cantídud en metálico, ni se haca con disgusto; puesto que para una lucha fratricida ya ao hizo.

Veugaa, pues, medidas. Sáquen-se'laa energías y couslgasé entre todos el mejoramiento dalaiudus-tria, conaiguiéudose también el mejoramiento de los obreros illici-tsnos.

PET$oa IN CUNCTIa.

Tribuna popular cuArz~r cHuf —¿E,tá niel t[o Pau? Parea. que

coipechen la porta. ¿Será algún dimóni emplomat`t —Siga qui vullga. Prepara bé

]a habitseió, y en parextremoa, á principiar. . ,

—T(o Pau, una pregunta sollo que vullc que me conteste al mo-meut,á vote si ixc ya de este error. Al pasar el arre día per la pexca-terla, pulen plantats sobre cuatro ó eiac tipos de exoe que ea relloix proa la oepala, disçutint en tono smietós lo que yo vach á dirli. La dichosa rounió me hn fet pensar hasta que he viet á vostá. —Viuga, ¡cuántos retoliques!

acaba en tánt y diguea. --Pues ahí vá: ¿Es aert tío Pau,

que ele homens deeendim dé mo aoe?

—Roma, yo eatic del parextre que ai.

—Pos entonses, ¿es monos de 8 on desendixeu?

—Mal Cholin, mol apuren tu la cuarteta, Ela monos desendiaen.,. tiasendixen,,. si ebtAq en sis te•

trate, á ras de torra y el están en ola 8Ui'ea ala banL'a16.

—➢los á eaquilat. Axó combé ú sabia yo. ka oxe viache uo ne. agi-te yo aiforches.

No se ealente mol el cráneo del cap, tío Yau.

—Escolta, carrucha, dexém axó ú un watad; dtme, si napa. ¿Aqulu. flora pasa per aq~f el treuvla de les setl'

—¿Y vote cap ostó, en tan poc tema quo mos couexem, quo á ml me apoden caºrttc/ea?

—iUn....l Yoa, per qüe hue adï- vinat.

—Yoa entonses al tan adivinaor ea... Adivine á quin hora posa el tranvía dales set.

—Bueno sá cabal la broma. Ix, y diguea t'ora lo de coswm.

—SeIIures, el chal v`a á comeh, ear. Yaae nl que 11 [oque el turna.

—Bunuaa tío Yau. —Muy buenas aetlora. ¿Qué se

oferix'I ghay aiguuu nuvetau7 —No ea grao cona, pero ya veis

es aauut dé óomuuiearo usted y á uiugú, mea. Se trata de que y u vilo eu el Bario uou, en et correr Aifun-ao $IIl, que digtlen dota dlauraors, propet del depoait de tenla del tío

~Tomaaét,y, com aoc una pobre' viuda y eltuc tan solea eu la casa,

..pos clac pernostum, anameu toles les alta uu .rgtet á caso del mea , fillaatre, á pasar la velé, y, casal regrese, ea n[os volea, troyese de pasos en algún novio dele mole, que en oxe correr hay. AI o~"~rrir Io matex, tau á diari, yo á pesar de estar tau obscuros, pos me" sofo-que, y, cinc que toar per davand un la casa que vio un aperaor, per sert que oxe Barrer combé está en ele matexea eoudiaáóna, pero no mes hay un novio, y cuant sembá de la casa en cara se ontretin par-lant eu el selaor, y en eses entre- i michos yo pase y me tanque en ma CA~a&.

—Bien: pos axó es cuestió no mes de parlar yo en Tomaset, en el amo del depoait oxe que tu dios yen eta novios. A Tomaset, que es proa pareutde postre bon alcalde ln diré que li diga al tío Q~iesada que pose allí dos sofocos, ó das lám-pures de 40 bajíos, pá que cuan se enseuguen al menos que £asen la llum de un misto groc. Als no-vios uo ea puc.dir rea, per que cuan son bon de featechar, ixen molí calents..., y no pose de ninguna manera evitar ef emburusaae has-ta la coroneta el oap.

—Tío Yau mollea grasies; al ú conaeguim avant, si no tornará pronto.

—Sectores, el Tio Yau, dio que diga, que pa hu[ ae ha conciúid el chal.

DE NVÉSTRO PUEBLO El martes de esta semana nos

despedimos de nuestro querido amigo D Juan Micó que salió en dirección á Valladolid á continuar sus interrumpidos estudios por la afectarte muerte de su querido pa-dre.

Salud y un brillante éxito en los osémonos )e deseamos.

•~ Dfuy grato roa es establecer el

cambio con la notable revista •El Observador Mercantil. y los lías-tradoe periódicos .EI Siglo Nue-vo., .Le Chispa., .Nueva Gente. y .I,a Opinión•.

Loe crea bailes celebrados el pa-sado domingo, lapsa y martes en el Teatro Llorente, viéronse con• curridleimos por multitud de más-caras, guardándose la cortesía y moderaçión propias de una ciu-dad culta.

Mariana noche, domingo de pi-llara, último baile de la lempo- rada.

Mucho nos complace la costum-bre qua se va introduciendo en El-che con respecto 'de Momo y Terp-alcore,"aplaudiendo á la empresa arrondntaria del Teatro y á la bánda de música .Blanco y Ne-gro..

II La Eléotrica Illicitana Por acuerdo del Couaejo da Ad-

minietración, se convoca á Junta general extraordinaria para el dta ~~9 del actual á las dos de la tarde en el local despacho del edificio fá-bricaque fuá de esta Saciedad, pa-sa tratar: 1.° acordar la venta del resto de loa materiales que posee la Sociedad y 2.° propoúer y llevar á efecto la liquidación de la cóm- " paIl(a.

Se .súplica la áeietencia de loe aeíiores accionistas provistos de sus respectivos títulos. Elche 1_° Marzo 1906 —El Gerente, Manuel Galán.—Fíjese. El alcalde, Tomás Alonso.

~~ La Naturaleza complaciG á los

illicitanoe en los d[as de carnésto-lendae, prodigándoles tres hermo-sos días estivales.

La Glorieta parecía un cuadro fantástico, sobresaliendo millares de papelitos de diferentes colorea que elevándose al cielo, iban á mo-rir sobre la fina grava del paseo, dando á todo un tinté'eumamehte poétiço, encagtador.

De los disfraces no podemos de-cir lo mismo. El guaco aun no se ha enaeIloreado de la mayoría de los hijos de la ciudad de las pal-mas.

Se vende un magnifico Violonce-I lío en buenas condiciones. '

Darán razóden In Redacción de este periódico, Puerta Chica del Salvador, 6, principal,

Hemos recibido varios números de Is preciosa publicación litera-ria La Novela Usioeraal, que ve la luz en Valencia.

Cuatro novelas, 32 páginas, de compacta lectura, clara impresión y excelente papel, 6 cEa[imos en to-da Esparta. Los ee(Sorea córreaponsales pus•

den dirigir los pedidos al Admi-nistrador, ll Criotobal Monzó, Vuelta del Ruiseilor, 32, Valeocie.

~~ , Los dos bailésde máscaras cele-

brados el domingo y martes últi-mos en el Nuevo casino, resulta-ron portodoa conceptos encanta-dores. Máscaras elegantes, jóve• pee hechiceras, profusión de lu-ces, todo, haca agradable la es-tancia en los espaciosos salones de esta Sociedad.

Maflana noche, magnifico baile de trajes.

Ahora veremos éi hay ó nd gas-to en disfraces. Animo pues.

^T El próximo domingo 10 de loa

corrientes hará au debut, la or-questa de bandurrias y guitarras, titulada .La Constancia..

Esta entidad musical ha sido in-vitada por la sociedad .Círculo Obrero Illicitano. para un benefi-cio que se celebrará en el Teatro Llorente.

Plasta lt► £soba, tenernos untan• I

dido que se están ensayando loe difíciles obras, fantas[a ~Tanahu-sern, .Pavona. del maestro Luce-ra y .El Constante• paso-dable de corte Lapor[a, original de J. Vae-llo (padre).

Esperamos 'ansiosos el pronto debut.

•-ate El lunes de la'presente semana,

salió para Málaga, con motivo de la grave dolencia que padece uno de sus queridos hijos, nuestro día-cinguidb amigo D. Juan Diez Po-mares.

Celebratemoe haya entrado en el periodo de la convalescencia, pues hacemos aueatros los eufri-miontos de la familia de tan eati-mable amigo.

^.~~ En breve quedará conetitulda

una sociedad anónima en esta Ciu-dad, la cual proyecta el extraer agua de'uno de loe azarbea que_

I desagua en el río Segura, término de Guardamar, la cual ha de ser-vir para el riego de las tierras de las partidse Marina, y Molar.

~-a--~ La Juntà, Directiva del •Circulo

Católica de Sosorroa mútuos. de Bata Ciudad, ha quedado constitui-da en la forma siguiente: Presidente: D. Heliodoro Vidal

Amar. ' Vicee-Presidentes: D. Lamberlo

Rodríguez Amorós y D. Vicente Torres Serrano,

Tesoreros: D. José Merla Parre-flo Ferrándiz y D. Josó Botella Rosado.

.Secretarios: D. José Pascual Ur-ban y D. 3aime Pomares Javalo• yes.

Vocales: D. Vicente ria9ta$0 Martínez, D. Rafael Bafión Dlez, don Antonio Alcaide Burillo, don Diego Macla Diez, D. Juan Martí- pez Segarra y D. Joaquín Guila-bert Alonso.

r~

Cinematógrafo •$aaohis. Continúa siendo visitado cate pa•

bollón por selecto público que ad-mira !as notables condiciones que reune por su gran variedad en !ae cintas' y desaparición de lá oscila-ción.

Tenemos entendido que para mañana noche presentará pelicu-las.de lo más esnogido de su copec-torio.

^•{~~ Cinematógrafo •Sspafía•

Grandes resultados están dando loa variados cuadros que en este cinematógrafo ae representan.

Loe bailes nacionales que ejecu-tan las hermaúas Gadea son en-comiados por el numeroso audlto-ríoque asiste.

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