Nutrición de las cerdas de alto potencialrecibieron más pienso al final de la gesta-ción. Esto...

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14 n SUIS Nº 96 Abril 2013 ARTÍCULOS Nutrición de las cerdas de alto potencial Resumen Los conocimientos que tenemos sobre las necesidades nutricionales de la cerda son muy importantes, y es necesario utilizarlos de forma más eficiente, transfiriéndolos del laboratorio al campo. Como complemento a esta actividad, los ensayos llevados a cabo por el IFIP se han centrado en hallar formas para mejorar el proceso de parto y la vitalidad de los lechones recién nacidos. Este artículo se basa principalmente en estos resultados. No sólo importa el suministro de nutrientes, también desem- peña un papel fundamental la manera en que las dietas se formulan. En un contexto económico en el que el precio de los piensos está aumentando a niveles nunca vistos, determinadas materias primas que antes se ignora- ban pueden mostrar su potencial. En este contexto, los ganaderos deben tener en cuenta que las cerdas no son capaces de parir un gran número de lechones, producir mucha leche y mantener un buen rendimiento repro- ductivo sin un suministro adecuado de pienso. Palabras clave: necesidades nutricionales, parto, cerdas, lechones Summary Feeding high potential sows Available knowledge on sow’s nutritional requirement is very important and they need to be used more efficiently through a transfer from research to field. In addition to this activity, trials conducted by IFIP have focused both on finding ways to enhance the farrowing process and the vitality of newborn piglets. This article relies mainly on these results. Beside nutrient supplies, the way the diets are formulated plays also a key role. In an economic context where feed prices are rising up to levels never seen before, disregarded feedstuffs in the past can have the opportunity to reveal their potential. In such context, farmer must keep in mind that sows are not able to farrow a lot of piglets, to produce a lot of milk and have good reproductive performance without a pertinent supply of feed. Key words: nutritional requirement, farrowing, sows, piglets Nathalie Quiniou Imágenes cedidas por la autora Contacto con la autora: IFIP – Institut du Porc. La Motte au Vicomte, BP 35104, 35651 Le Rheu cedex, France Email: nathalie.quiniou@ifip.asso.fr nutrición Published in IVIS with the permission of the editor Close window to return to IVIS

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14 n SUIS Nº 96 Abril 2013

ARTÍCULOS

Nutrición de las cerdas de alto potencial

Resumen

Los conocimientos que tenemos sobre las necesidades nutricionales de la cerda son muy importantes, y es necesario utilizarlos de forma más eficiente, transfiriéndolos del laboratorio al campo. Como complemento a esta actividad, los ensayos llevados a cabo por el IFIP se han centrado en hallar formas para mejorar el proceso de parto y la vitalidad de los lechones recién nacidos. Este artículo se basa principalmente en estos resultados. No sólo importa el suministro de nutrientes, también desem-peña un papel fundamental la manera en que las dietas se formulan. En un contexto económico en el que el precio de los piensos está aumentando a niveles nunca vistos, determinadas materias primas que antes se ignora-ban pueden mostrar su potencial. En este contexto, los ganaderos deben tener en cuenta que las cerdas no son capaces de parir un gran número de lechones, producir mucha leche y mantener un buen rendimiento repro-ductivo sin un suministro adecuado de pienso.

Palabras clave: necesidades nutricionales, parto, cerdas, lechones

Summary

Feeding high potential sows

Available knowledge on sow’s nutritional requirement is very important and they need to be used more efficiently through a transfer from research to field. In addition to this activity, trials conducted by IFIP have focused both on finding ways to enhance the farrowing process and the vitality of newborn piglets. This article relies mainly on these results. Beside nutrient supplies, the way the diets are formulated plays also a key role. In an economic context where feed prices are rising up to levels never seen before, disregarded feedstuffs in the past can have the opportunity to reveal their potential. In such context, farmer must keep in mind that sows are not able to farrow a lot of piglets, to produce a lot of milk and have good reproductive performance without a pertinent supply of feed.

Key words: nutritional requirement, farrowing, sows, piglets

Nathalie Quiniou

Imágenes cedidas por la autora

Contacto con la autora: IFIP – Institut du Porc. La Motte au Vicomte, BP 35104, 35651 Le Rheu cedex, France

Email: [email protected]

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Hoy en día se espera que las cerdas den a luz muchos lechones, que nazcan vigo-rosos y enérgicos y que la

madre produzca una gran cantidad de leche. Y todo esto con una cantidad mí-nima y estandarizada de alimento. ¿No será mucho pedir?Como ya se hacía, las estrategias alimenta-rias avanzadas se fundamentan en una bue-na estimación de las necesidades nutricio-nales de la cerda. Criterios como el espesor de grasa dorsal, el número de partos al año, la prolificidad, el peso medio de los lecho-nes al nacer… han servido durante mucho tiempo como pilares para desarrollar las pautas de alimentación. Ahora ya no son suficientes. La vitalidad del recién nacido y la heterogeneidad de su peso al nacimiento también se han de tener en cuenta.Las necesidades nutricionales de la cama-dason de media muy bajas en compara-ción con el total de la gestación. Por lo tan-to, excepto cuando se trata de corregir un error en la conducta alimentaria, es muy difícil influir sobre el peso de nacimiento de los lechones por medio de la alimenta-ción de su madre. Sin embargo, mejorar el desarrollo del parto y de la lactación y au-mentar la vitalidad de los lechones recién nacidos a través de la alimentación de las cerdas son dos posibles retos de futuro.

LA CERDA HIPERPROLÍFICA, UNA CAMPEONA QUE MERECE TODAS LAS ATENCIONESEl estado actual del conocimiento de las necesidades de la cerda permite gestionar de forma individual el aporte de alimento durante la gestación. Así, se han considerado tres criterios principales: el estado de las cerdas en el momento de la inseminación (para evitar cerdas engrasadas o muy delgadas en los partos), el número de partos al año (para ajustar los aportes en función de la edad) y la etapa de la gestación.

Evitar cerdas gordas para minimizar los problemas en el partoLas cerdas muy engrasadas suelen tener menor apetito durante la lactación. Esto desencadena una movilización excesiva de las reservas corporales y problemas re-productivos después del destete.

En los lechonesSe observa una mayor mortalidad entre los lactantes nacidos de cerdas gordas debido a las dificultades durante el parto. Los inconvenientes se han verificado cuando el espesor de grasa dorsal es su-perior a 25-27 mm en el parto, pero con un espesor de grasa dorsal de 19-21 mm no puede considerarse en absoluto que la cerda esté gorda.

Ignorar el tamaño acentúa el riesgo de una cerda delgadaEntre la primera y la cuarta gestación, la cerda dobla su peso. Éste es el prin-

cipal determinante de las necesidades de mantenimiento, es decir, de la cantidad de nutrientes que se destinan a la super-vivencia y la integridad de la cerda. La subestimación de este componente expli-ca a menudo la tendencia del espesor de grasa dorsal observado en algunos gru-pos durante el parto. Cuando la alimentación se ajusta en fun-ción de la edad de la cerda, es muy po-sible alcanzar el objetivo de espesor de grasa dorsal en todos los partos. En la práctica, al formar los grupos de cerdas se debe prestar especial atención al peso y al espesor de grasa dorsal. También se deben tener en cuenta las condiciones de la explotación (frío, actividad física, etc.) para evitar un adelgazamiento masivo del grupo.

En los lechonesUna cerda muy delgada consume más cantidad de alimento que una cerda gor-da, pero no lo suficiente como para cubrir sus necesidades. Como no tiene muchas reservas, no puede expresar su potencial para la producción láctea y el peso al des-tete se ve empeorado.

¿Cuál es el espesor óptimo de grasa dorsal para el parto?El espesor óptimo de grasa dorsal para el parto depende de la genética de la cer-da, ya que ésta influye sobre su apetito. También influye el sistema de alimenta-El espesor de grasa dorsal depende de la genética de la cerda.

Es importante agrupar a las cerdas según su peso y el espesor de grasa dorsal.

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ción de la explotación. Por último, de-pende del ganadero y de su saber hacer respecto a la alimentación de las cerdas en lactación (figura 1). Para un mismo tipo de cerdas, el espesor óptimo de gra-sa dorsal puede reducirse si los animales consumen una gran cantidad de alimen-tos durante la gestación.

Individualizar la ración de gestaciónSe han realizado numerosos estudios con cerdas cruzadas Large White × Landrace. El INRA calcula las necesidades de ges-tación utilizando modelos factoriales que integran el conocimiento del número de partos al año, el peso y el espesor de grasa dorsal en la cubrición (o destete), el objeti-vo de peso y de espesor de grasa dorsal en el parto, la productividad, el alojamiento y las condiciones ambientales (tabla 1). Na-turalmente, existen diferencias de tamaño entre las líneas genéticas, que deben tener-se en cuenta.Para un peso y un espesor de grasa dorsal dados al principio de la gestación, observa-mos que la ingesta de alimentos es menor cuando el espesor de grasa dorsal del parto es de 18 mm en lugar de 21 mm. Pero en este caso se requerirá un mayor consumo de alimento en la maternidad.

También se observa que la ingesta de ali-mento es más elevada cuando la cerda debe reconstituir más reservas, por ejemplo, des-pués de una lactación complicada. Así, una cerda de 220 kg no tiene que ser necesaria-mente una cerda joven que debería ganar 30 kg durante la gestación, sino que puede tratarse de una cerda en la madurez que de-bería pesar 40 kg más y, por lo tanto, debe reponer 70 kg durante la gestación.Cuantas más cerdas deban ganar peso y espesor de grasa dorsal para alcanzar los objetivos óptimos del parto, más eleva-do tendrá que ser el aporte de alimentos. Incluso sin una gran cantidad de reservas que reponer, cuanto más pesada sea la cer-da, mayores serán las necesidades. Sería tentador utilizar hembras de peque-ño tamaño para reducir las necesidades de mantenimiento proporcionalmente. Sin embargo, en la práctica esto es difícil, dado que la cerda tiene un gran número de lechones y le exigimos que los amamante durante tres o cuatro semanas. Además, la selección de las líneas maternas incluye criterios de rendimiento de los animales de venta, y los estudios han demostrado que la selección de los cerdos sobre el potencial muscular ha tenido un efecto en el peso de sus madres en la madurez.

Modificar el plan de alimentación en la gestaciónLos fetos tienen un mayor desarrollo en el útero durante el último tercio de la ges-tación. A lo largo de ese periodo, cuantos más fetos haya, mayores serán las necesi-dades. Cuando la prolificidad no supera los 10-11 lechones nacidos en total, es sufi-ciente una ración constante para cubrir las necesidades de la cerda y sus fetos hasta el parto. Hoy en día ya no es el caso, ya que más del 50% de los partos superan los 14 lechones (casi 15 animales/parto en un ter-cio de las explotaciones francesas; fuente: GTTT-IFIP 2012).Con un plan constante de alimentación durante toda la gestación, la cerda co-mienza a utilizar sus reservas en las úl-timas semanas de preñez, lo que puede explicar algunos problemas observados en la vitalidad de los lechones, más mar-cados en los grupos delgados. Las reser-vas se mantienen hasta el final de la ges-tación con un nivel progresivo, e incluso siguen creciendo para llegar al objetivo óptimo de espesor de grasa dorsal en el momento del parto. Una ración elevada durante el primer mes de gestación per-mite reconstituir rápidamente las reser-vas después del destete.

La conducta en gestación depende de la genética, de las condiciones de alimentación, del ganadero, del alimento, etc.

Tipo genético

Reproducción + longevidad

+

Alimento consumido en lactación

Espesor de grasa dorsal parto 19 mm

Espesor de grasa dorsal parto 16 mm

Espesor de grasa dorsal parto 14 mm

+ pérdida de espesor de grasa dorsal lactación

100 kg a los 28 días

ExplotaciónGanadero

ApetitoConducta alimentaria

en gestación

6,3 kg/día

6,7 kg/día

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En un ensayo realizado en el centro de investigación IFIP de Romillé a partir de cinco grupos de 24 cerdas, se observó que la cadencia del parto fue mejor en las que recibieron más pienso al final de la gesta-ción. Esto permite que los recién nacidos consuman calostro de alta calidad inmu-nitaria. También se observó que las cerdas parían más fácilmente y sin necesidad de asistencia. En este ensayo, la administra-ción suplementaria de alimentos se realizó durante las dos últimas semanas de gesta-ción en función del tamaño de las cerdas en la inseminación. De media, las reproducto-ras sobrealimentadas al final de la gestación recibieron 800 g/día más que las hembras control, pero el consumo total de alimentos en 114 días fue idéntico en ambos grupos. En estas condiciones, el peso y el espesor de grasa dorsal al final de la gestación fueron idénticos para los dos lotes de cerdas. En cambio, si se hace un aporte de alimento al final de la gestación sin haber suministran-do una dieta baja a mitad de gestación, las cerdas estarán gordas y, por lo tanto, que haya problemas en el parto.

Actualmente se recomienda utilizar en las explotaciones un aumento de la ración asignada a las cerdas hiperprolíficas al fi-nal de la gestación. Esta conducta requie-re cierta previsión de antemano para no aumentar la adiposidad. El cambio de la dieta debe hacerse lo sufi-cientemente tarde para que el aumento de los aportes durante los últimos días de la gestación sean relativamente importantes en un momento en que las necesidades de los fetos son máximas. Es probable que si sólo incrementamos los aportes en la mitad durante cuatro semanas no obten-gamos los mismos resultados.

En los lechonesPara un mismo aporte de alimentos du-rante toda la gestación, un plan en “U” o progresivo en general no tiene ningún efecto sobre el peso medio de los lecho-nes al nacimiento (1,4 kg para 13,8 na-cidos totales, tabla 2). Tampoco afecta a su heterogeneidad, que se determina mu-cho antes, al principio de la gestación o incluso antes de la inseminación.

Además, tanto el tono muscular de la cer-da en el parto como la vitalidad de los le-chones son mejores. Sin embargo, se pue-de observar un efecto de la dieta sobre el peso al nacimiento cuando este último es anormalmente bajo. Se aprecia principal-mente en los grupos muy delgados. Para un total de 16 lechones nacidos, 1,3 kg de media es fisiológicamente normal. Cual-quier valor inferior ya no lo es.A veces es difícil hacer raciones individua-les cuando las cerdas gestantes se alojan en grupo. Debe aprovecharse la posibili-dad de bloquear a las cerdas durante el primer mes de gestación para volver a homogeneizar a los animales con aportes adecuados. En un ensayo de seis bandas de cerdas se demostró que las cerdas so-brealimentadas durante el primer mes de gestación (1,7 × mantenimiento) deposi-taban más grasa y ganaban más peso du-rante este periodo, pero no eran ni más pesadas ni más gordas en el momento del parto para un aporte idéntico de alimen-tos durante 114 días que las cerdas con-trol; tampoco difiere la prolificidad.

Tabla 1. Ejemplo de raciones medias calculadas en 114 días de gestación con un alimento de gestación formulado por un valor de energía neta de 9,0 MJ/kg.

Peso inicial (kg)

Objetivo de peso en el parto

Objetivo de espesor de grasa dorsal en el parto

21 mm 18 mm

Espesor de grasa dorsal inicial (mm)

12 14 16 18 20 10 14 16 18

120

190 (ganancia neta de gestación1 = 70 kg)

3,2 3,1 3,1 3,0 2,9 3,1 3,0 2,9 2,8

170 (+50 kg) 2,9 2,8 2,7 2,6 2,6 2,8 2,7 2,6 2,5

170

240 (+70 kg) 3,6 3,5 3,4 3,3 3,3 3,5 3,4 3,3 3,2

220 (+50 kg) 3,3 3,2 3,1 3,0 2,9 3,1 3,1 3,0 2,9

200 (+30 kg) 2,9 2,9 2,8 2,7 2,6 2,8 2,7 2,6 2,6

220

290 (+70 kg) 3,9 3,9 3,8 3,7 3,6 3,8 3,7 3,6 3,6

270 (+50 kg) 3,6 3,5 3,4 3,4 3,3 3,5 3,4 3,3 3,2

250 (+30 kg) 3,3 3,2 3,1 3,0 2,9 3,2 3,1 3,0 2,9

270300 (+30 kg) 3,6 3,5 3,5 3,4 3,3 3,5 3,4 3,3 3,2

290 (+20 kg) 3,5 3,4 3,3 3,2 3,1 3,3 3,3 3,2 3,1

1 Ganancia de peso de la cerda entre la inseminación y el parto. La ganancia total en la gestación será más elevada debido a que tiene en cuen-ta el peso de la camada, la placenta, los líquidos uterinos, etc.

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Tabla 2. Efecto del aporte suplementario de alimento durante las dos últimas semanas de gestación sobre el rendimiento de las cerdas y la vitalidad de los lechones nacidos sin necesidad de asistencia (Quiniou, 2005).

Ración1 Estable Aumentada Desviación típica residual Estadísticas

Espesor grasa dorsal en el parto (mm) 18,0 18,6 1,8 NS

Total lechones nacidos 13,8 13,9 3,2 NS

Nacidos muertos (%) 7 5 8 NS

Peso al nacimiento (kg) 1,37 1,39 0,2 NS

Partos no asistidos (%) 71 84 - P<0,01

Neonatos vigorosos (%)2 42 57 % - P=0,08

1 Mismo aporte de alimentos durante 114 días pero diferente distribución, con un aumento de 800 g/día durante los últimos 14 días en la ración aumentada.2 Más del 90% de los lechones nacidos vivos de las camadas que no han necesitado ninguna ayuda se amamantan durante la primera hora posparto.

Este plan de alimentación no permite re-ducir la heterogeneidad de los pesos de la camada al nacimiento.

¿CÓMO ALIMENTAR DURANTE LA GESTACIÓN?Dado el contexto de los precios de las materias primas, la alimentación se ha diseñado con unos niveles concretos de energía, aminoácidos, minerales, etc. Sin embargo, hay más de 300 sustancias que desempeñan un papel biológico en el de-sarrollo fetal y posnatal. La mayoría de los estudios sobre las nece-sidades nutricionales han sido realizados con criterios determinados para el peso y el espesor de grasa dorsal de la cerda, el tamaño y peso medio de los partos, el intervalo destete-estro, etc., rara vez se ha tenido en cuenta la vitalidad neonatal y la heterogeneidad de peso. Los resultados de la investigación son, sin embargo, pro-metedores.

Cambiar la fuente de energíaEn los piensos de gestación, la energía se suministra esencialmente en forma de al-midón. Durante mucho tiempo se creyó que los constituyentes de los lípidos, los ácidos grasos, no atravesaban en absolu-to la barrera placentaria. Esto ocurre al final de la gestación (después de 110 días) pero una pequeña parte consigue hacerlo previamente. Esto explica que el perfil de ácidos grasos de los recién nacidos refleje el de los ácidos grasos de los alimentos con-sumidos por la madre.

Además, los estudios llevados a cabo en el INRA o en Gran Bretaña muestran un mayor contenido lipídico en los recién na-cidos de cerdas que recibieron lípidos. El contenido de glucógeno del hígado en estos lechones es mayor al nacimiento y persiste durante más tiempo. Estos cambios en las características del recién nacido pueden me-jorar su supervivencia. Finalmente, las cer-das que reciben lípidos antes del parto pro-ducen un calostro más rico en grasa, lo cual es también potencialmente favorable para mejorar la supervivencia de los lechones.

Aporte de energía en forma de lípidos durante la gestaciónEn una prueba realizada en el centro de investigación IFIP de Romillé, se observó que un aporte del 5% de aceite de soja en la dieta de gestación (sustituyendo el almidón) permitía que el índice de anima-les muertos al nacimiento se redujese a la mitad(de un 8% a un 4%). Las pérdidas posnatales también eran más bajas, lo que hacía mejorar la tasa de supervivencia en el destete, especialmente para los lechones pequeños (Quiniou et al., 2008a).

Es importante tener en cuenta la vitalidad del recién nacido y la heterogeneidad de su peso.

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Aporte de energía en forma de lípidos durante el peripartoMejorar la supervivencia a través del aporte de lípidos durante la gestación no es sistemático. El efecto observado depende principalmente de la tasa de su-pervivencia inicial, la cantidad de grasa aportada y la fase en la que comienza la distribución. Así, cuando se realizaron aportes de aceite de colza durante los últi-mos diez días de gestación, fue demasiado tarde para influir en las características de los lechones en el útero y no se observó ningún beneficio en términos de supervi-vencia (Quiniou et al., 2008b).

Elección de la fuente lipídicaLos ácidos grasos de cadena larga desem-peñan un papel clave en el desarrollo del sistema nervioso y de la inmunidad. En otro ensayo realizado en Romillé, se con-siguió un aporte precoz de 1,4% de lípi-dos ricos en ácidos grasos poliinsaturados omega 3 por la incorporación de semilla de lino extruido en la dieta de gestación. Ha sido comparado con un aporte idénti-co de lípidos ricos en ácidos grasos satu-rados (aceite de palma) y una dieta con-trol no suplementada con grasa. Como el suministro de ácidos grasos omega 3 modifica las secreciones hormonales de la cerda de modo que se alarga la gestación, los partos no se desencadenan. El aporte de semillas de lino mejora el desarrollo de los partos y permite que disminuyan el intervalos entre el naci-miento de los lechones, especialmente en las grandes camadas (Quiniou et al., 2010). Esto, sin duda, contribuye a me-jorar las posibilidades de supervivencia de los lechones al destete que pesan entre 1,0 y 1,2-1,4 kg al nacer. Entre los efectos fisiológicos de los áci-dos grasos omega 3, su papel en la sínte-sis de prostaglandinas está bien descrito en la literatura, pero su efecto en el útero no es conocido actualmente. Además de los ácidos grasos n-3, las semillas de lino son igualmente ricas en fibra, lo que pue-de haber contribuido al confort digesti-vo de la cerda alrededor del parto y a su tono muscular.

Aporte de fibra durante la gestaciónQuesnel et al. (2009) estudiaron en con-diciones de aporte isoenergético, el efecto

de la distribución de un alimento estándar o fibroso (20% de pulpa de remolacha, casi un 10% de trigo y un 10% de cásca-ra de soja) durante la gestación, sobre la fisiología y las adaptaciones metabólicas alrededor del parto y el rendimiento en la maternidad.Estos autores observaron que los lechones de siete días de edad presentaban una tasa de crecimiento mayor en las cerdas que recibían una dieta rica en fibra, lo que in-dica una mayor vitalidad de los lechones. La tasa de supervivencia perinatal no se calculó, pero el tiempo entre el nacimien-to y la primera lactación tendió a ser más breve (Quesnel, comunicación personal).

Incidencia del perfil de la fórmulaGestionar las transiciones alimentarias entre la gestación y la lactancia depende, a menudo, de los sistemas de alimentación y del número de silos disponibles. Si sólo es posible distribuir pienso de lactación en las maternidades, es preferible reducir las cantidades asignadas antes del parto para evitar un sobrecarga de aminoácidos. Cuando las cerdas encuentran nuevas materias primas consideradas menos ape-tecibles en la dieta de lactación, se obser-va un descenso transitorio del consumo. Esto no parece afectar negativamente a la vitalidad de los lechones (tabla 3), pero la alimentación libre es más complicada de-bido a que las cerdas malgastan más ali-mento. Para una alimentación ad líbitum durante la maternidad, se recomienda

continuar con el perfil de materias primas utilizadas en las fórmulas de gestación/lactación.

Harina de colza en la alimentación de gestación/lactaciónGracias a la selección, las variedades de col-za disponibles en el mercado desde los años 90 tienen un bajo contenido de glucosino-latos (GSL). La harina de colza produce actualmente en Frnacia de las industrias de trituración, un contenido medio de gluco-sinolatos de aproximadamente 10 µmol/g, pero acompañado de una variabilidad rela-tivamente grande (entre 2 y 20 µmol/g), de-bido a la variabilidad de la semilla y sobre todo del efecto del proceso. Un estudio realizado sobre cuatro grupos de cerdas en tres ciclos reproductivos con-firmó que la incorporación de un 10% de harina de colza en las fórmulas no influía en el nivel de rendimiento de los animales re-productores si la ingestión correspondiente a glucosinolatos no excedía de 5 mmol/día durante la gestación (Quiniou et al., 2008c).

PREPARAR LA SIGUIENTE CAMADA DURANTE LA LACTACIÓNLa cerda encuentra los nutrientes que ne-cesita para la leche en el comedero o en sus reservas. Las cerdas tienen un potencial para el destete de 100 kg de peso de la camada a los 28 días de lactación (75 kg a los 21 días). Con cerca de 2,5 camadas por año

Los planes de alimentación actuales y el tipo de nutrientes aportados a las cerdas gestantes mejoran la vitalidad neonatal.

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y con una media de destete de 24 días, la lactación equivale a su propio peso cada año. Expresado en kg de pienso de lac-tación, las necesidades para asegurar esta producción de leche y su supervivencia (mantenimiento) representan aproxima-damente 7,5 kg/día. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el consumo de ali-mento durante la lactación no llega a ese nivel, bien porque las cerdas no tienen apetito, o porque están racionadas. Es entonces cuando movilizan sus reservas corporales, a veces en exceso.

En los lechonesUna movilización excesiva de las reservas generales compromete la reproducción de las cerdas. En la primera lactación de las cerdas, una disminución excesiva de las reservas castiga el tamaño de las camadas siguientes, lo que explica en parte el sín-drome de la segunda camada. La movili-zación del músculo en particular empeora la calidad de los folículos que serán fe-cundados después del destete. Éstos serán más heterogéneos y contenerán menos hormonas y factores de crecimiento que favorecen su desarrollo.

Como primer paso, se debe asegurar que el piento contiene un nivel de aminoácidos acorde con las recomendaciones y que su concentración energética es suficiente. Sin embargo, la fusión de las proteínas puede ser muy importante debido al déficit ener-gético. La producción de leche se conserva porque aprovecha la energía almacenada en la grasa y en el músculo. Entonces se deberá tener cuidado en estimular el consumo de alimentos o reducir el tamaño de camada. La “caza de cerdas gordas” a veces conduce a situaciones extremas e imperceptibles a simple vista (las cerdas parecen en buen es-tado), que quedan patentes con un espesor de grasa dorsal al parto inferior a 13 mm. Si queda poca grasa, sólo puede movilizarse el músculo. Algunos consideran que se trata de un problema de cerdas musculadas.

CONCLUSIÓNLa llegada de las líneas hiperprolíficas a las granjas ha estado acompañada por el cuestionamiento de los programas de alimentación del momento, especialmen-te durante la gestación. Esto afecta a los planes de alimentación, a las dietas indivi-dualizadas y a los tipos de nutrientes pro-

porcionados a las cerdas gestantes.En los últimos años, las propuestas de modifica-ción de los planes de alimentación y del tipo de nutrientes aportados a las cerdas gestantes han mejorado la vitalidad neo-natal. Esto permite que el ganadero pueda no estar permanentemente presente en su explotación durante los partos. La posibilidad de reducir la heterogeneidad entre los lechones de camadas numerosas a través de la nutrición sigue siendo un reto a superar. Ya están en marcha investigaciones sobre sustancias que tienen un papel en el estado metabólico u hormonal de la cerda en las etapas clave de la foliculogénesis, la embriogénesis, la placentación, etc. Debe-rían dar resultados muy pronto.

AgradecimientosLa autora desea expresar su agradeci-miento al personal del centro de investi-gación de Romillé, a los técnicos del IFIP, y a los estudiantes que han contribuido a las pruebas mencionadas en este artícu-lo, la mayoría de los cuales fueron presen-tadas durante las Jornadas de Investiga-ción Porcina y están disponibles en el sitio web del IFIP: www.ifip.asso.fr

Tabla 3. Rendimiento según el perfil de materias primas del alimento de gestación (Quiniou, 2006).

Perfil de formulas gestación/lactación1 A B Desviación típica residual Efecto del perfil

Rango de partos 3,4 3,5 - -

Tamaño de la camada

Nacimientos totales (NT) 14,1 13,6 3,4 NS

Mortalidad antes de adopciones (%) NT 10 10 10 NS

Peso medio (kg/lechón recién nacido) 1,59 1,55 0,23 NS

Rango de desviación intra-camada (kg) 0,31 0,33 0,08 NS

1 Alimentos isoenergéticos y aminoácidos digestibles en cada etapa.A Sin guisantes o harina de colza, y el 7% de pulpa de remolacha deshidratada (únicamente durante la gestación).B Con un 11% de guisantes, un 10% de harina colza y un 20% de pulpa de remolacha deshidratada durante la gestación. Y con un 7% de guisantes, 6% de harina de colza y un 5% de pulpa de remolacha deshidratada durante la lactación.

BIBLIOGRAFÍAQuesnel H., Meunier-Salaün M-C., Hamard A., Guille-

met R., Etienne M., Farmer C., Dourmad J-Y., Père M-C.

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