OCEP Penetración psicológica masiva y construcción de sujetos militares

7/28/2019 OCEP Penetración psicológica masiva y construcción de sujetos militares

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La psicología al servicio de la guerra y

dominación: penetración psicológica masiva

y construcción de sujetos militares1

OCEP Comisión Derechos Humanos

Frente a la memoria de los 40 años del golpe militar 1973: contrarrevoluciónburguesa cívico-militar

A los y las revolucionarios caídos Chilenos y Latinoamericanos

La Lucha Continua

La intención de la presente exposición, más que teorizar sobre la psicología y su rolen la sociedad y en el sistema es hacer una denuncia, una denuncia directa a esta disciplinaque, en sus discursos más amelcochados se plantea como aquella que busca el bien común,la sanación del sufrimiento, la promoción de la salud mental y la mejora de la calidad devida.

Lo que se pretende denunciar aquí es que la psicología forma parte de un modelo dedominación que busca normalizar, controlar y administrar las sociedades. En síntesis, al ser parte de un modelo de dominación, lo que la psicología institucional estaría permitiendo esla perpetuación de un modelo de explotación, el cual salta a la vista: el modelo neoliberalactual, el sistema capitalista mundial.

En base a lo anterior, estapresentación más que profundizar enelementos teóricos que aporten a esteplanteamiento, busca presentar dosejemplos concretos y evidentes donde seve cómo la psicología institucional operacomo un modelo de dominación ycontrol social. El primer ejemplo es unaespecie de reseña histórica de un planpsicológico que se desarrolló en Chile enlos primeros años de dictadura y cuyasconsecuencias se ven hasta el día de hoy:la “Campaña de penetración psicológicamasiva” liderada por el psicólogo HernánTuane.

1 Presentación-Ponencia en Foro Estudiantil en la Librería Proyección, 2011.



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El segundo ejemplo corresponde a un evento que se realizó hace algunas semanasatrás: el I Congreso internacional y III jornada de salud mental militar y policial, evento quese realizó en la escuela de investigaciones de la PDI. A continuación nos adentraremos encada una de ellas para develar el carácter opresivo, y vinculado al bloque dominante y sutendencia política-ideológica, de la psicología institucional.

Respecto al primer ejemplo daré primero algunos antecedentes. En términosgenerales, cuando se habla sobre la dictadura militar y los responsables de ella, la mirada vahacia los militares que ejecutaron dicho proceso. Sin embargo, poco se dice acerca de losciviles que participaron de ella, es decir, aquellos que diseñaron el modelo económico, socialy político que, por medio de la dictadura, se buscó (y se logró) imponer. Y, dentro de esosciviles, hay muchos profesionales. Hoy hablaremos de uno en particular: Hernán TuaneEscaff, psicólogo. Nacido en 1927, Tuane impartió un ramo llamado “psicología criminal” adetectives durante los años 1967 a 1970. Una vez perpetrado el Golpe de Estado, Tuane setransformó en el director de la Dirección de Relaciones Humanas del mal llamado GobiernoMilitar. Dicha Dirección dependía de la Secretaría General de Gobierno, a cargo del general

Pedro Ewing Hodar.Aquí surge un primer antecedente digno de análisis, ¿Por qué una dirección derelaciones humanas? ¿Por qué un psicólogo a cargo de ella? Al parecer, la psicología eraconsiderada como una disciplina importante para llevar a cabo el plan de la dictadura. Ellose demuestra cuando el 5 de junio del año 1974, Pinochet ordena (de manera escrita y consu firma) la elaboración de un “Plan de Acción Psicológica” para manipular “el impulsoagresivo” de los habitantes, con el fin de “continuar con la acción de minimizar y destruir laimagen del marxismo, demostrando que es intrínsecamente malo” . Dicha orden recae enTuane, quien en su cargo de director elabora un documento titulado “Campaña depenetración psicológica masiva” que buscaba generan en la población sentimientos deangustia, temor y desconfianza para lograr, citando textual al documento: “que el gobierno

militar actual vuelva a emerger ante las mentes ciudadanas como única solución a eseproblema llamado marxismo”. Dicha campaña involucró tanto el uso de la prensa comoacciones micropolíticas tales como “evitar el alza del pan”.

El mismo Tuane elaboró otros documentos de similares características. Uno de elloses el elaborado en noviembre de 1973 que se titula “Preparación psicológica de la poblaciónpara contrarrestar la acción marxista”, en donde se describe posibles acciones “marxistas”para re-articular la organización. Tras ello, comenta también las estrategias para evitar ello.Dichas estrategias consistieron en dos: (1) luchas contra el movimiento de la UP en general,produciendo en la sociedad el establecimiento de los siguientes vínculos: marxismo (UP) esigual a traición, mentira y corrupción; y (2) realizar una campaña contra el extremismo y laguerrilla que busque generar las siguientes asociaciones: guerrilla y extremismo es igual a ser anti-chileno, mercenario, inseguridad, peligro, pérdida de libertad y falta de perspectivasfuturas.

Sobre estos documentos y planes podríamos extendernos mucho rato más. Pero demanera sintética podemos hablar de cómo un Estado, utilizando a la psicología, buscabacontrolar y administrar a la población en pos de imponer un régimen y un sistema que esaquel que vivimos hasta el día de hoy. Si uno revisa cada uno de los puntos de ese



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documento se puede dar cuenta que todo lo que allí se propuso se llevó a cabo: montajescomunicacionales, discursos prefabricados, imposición del miedo, exaltación delchauvinismo, imagen mesiánica de la junta militar, entre otros.

Y, paradojalmente, son muchas de las estrategias que se siguen ocupando en el

presente. Basta ver cómo en las noticias aparece Piñera inaugurando hospitales mientras sefirma una ley para criminalizar las tomas. ¿Y de dónde salieron esas estrategias? De unapsicología al servicio de la dominación.

Este ejemplo no resulta novedoso si se analizan las relaciones que ha tenido lapsicología en los contextos de guerra, dictaduras, etc. Algunos autores como Elizabeth Liraplantean que, en casi todos los países, los estados de excepción constitucional, las leyes deseguridad interior del Estado y las leyes antiterroristas suelen ser el pretexto para permitir que, bajo circunstancias excepcionales, no solo se suspendan las garantías y derechosindividuales, sino que ello sean atropellados en nombre del “bien común”. Dentro de estecontexto se inscriben las torturas y prácticas aberrantes, donde ha salido a la luz pública la

contribución de los psicólogos en esas investigaciones y la gran cantidad de recursos propiosde la disciplina puestos a disposiciónde estas políticas. Tenemos, en esemarco, a psicólogos que hanparticipado en interrogatorios detortura y en investigaciones que hanpermitido la sofisticación de lastécnicas empleadas en estos casos. Lapsicología ha tenido, históricamente,significativa participación ensituaciones en las que, apelando al

“bien común” de la nación, sonviolados de manera sistemática losderechos de quienes son acusadoscomo “terroristas”. Y, ante esto, laAPA toma una posición confusa yvacilante. Como puede verse, se tratade un problema de carácter histórico yno está referido únicamente a ciertossujetos “carentes de moral y ética”.

El segundo ejemplo del quequería hablarles es sobre el Congresode salud mental militar y policial.Realizado el 2011. Hace exactamentedos semanas atrás se realizó uncongreso internacional sobre saludmental militar y policial, instancia cuyasede fue la Escuela de Investigacionesde la PDI y que convocó a las distintas



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ramas de las Fuerzas Armadas y a profesionales como psicólogos, psiquiatras y periodistas,entre otros. Una combinación peligrosa. El tema del encuentro (que corresponde al terceroque se realiza) era sobre calidad de vida en las instituciones e intervención en crisis. Comoorganizaciones, decidimos “asistir ” a dicho espacio para averiguar qué es lo que se dice encongresos de esas características. Con lo que nos encontramos fue con la preponderancia de

modelos cognitivo-conductuales para tratar un incuestionado Trastorno de EstrésPostraumático de DSM-IV. Las ponencias habla ban sobre cómo tratar esa “patología”. Y lasterapias propuestas hablaban de desensibilización, reprocesamiento cognitivo, uso defármacos y algunas más brutales como construir historias ficticias para superar el trauma y el

uso de la realidad virtual. En otras palabras, cómo tratar al soldado, cómo militarizar su

mente de modo que se desensibilice de aquello que lo afecta, pensemos algunos ejemplo:¿Represión al pueblo mapuche, al movimiento estudiantil y popular, a Freirina, Dichato,Aysén, al movimiento social y político que está resurgiendo en Chile?.

Si uno extrapola eso más allá de catástrofes como el terremoto (donde algunosseñalaban que era el “real sentido del congreso”), podemos darnos cuenta de cómo lapsicología opera modelando al sujeto militar. Si un terremoto afecta, también afecta la

tortura, la guerra, las crisis políticas. Y, para que la tortura y la represión sean efectivas, senecesita de sujetos que no sufran, que no cuestionen, que ejecuten, se necesita de sujetosmilitares apéndices de la maquina burguesa. En ese sentido, más allá de ver posibles buenasintenciones en la realización de encuentros de esas características hay una acción planificadade construir sujetos militares útiles para enfrentar los actuales proceso sociales y políticos nChile.

De todo lo escuchado hay dos casos que nos llamaron la atención. Uno, es el usoexperimental que hacen de un medicamento llamado “Propanolol”, al cual describen comoun medicamento que bloquea el aprendizaje aversivo y permite el re-aprendizaje. Esemedicamento se lo ocupa como profiláctico, es decir, darle esa pastilla a un soldado al

momento mismo que haya visto morir a un compañero, de modo de evitar que esa escena lo“traumatice”. Brutal, ¿no? ¿Y si damos propanolol a todos los milicos y pacos antes de q uesalgan a golpear y matar?

El otro caso que me llamó la atención es el uso que se hace de teorías conductualescomo la “reescritura por imaginería” y la terapia de “ensayo por imaginería”. Estas terapiasconsisten en que el soldado se imagine la situación que lo afecta y que la “reescriba” a partir de la invención de una historia ajena. Algo muy similar a las terapias promovidas por elSENAME en su nuevo proyecto de técnicas clínicas presentadas el 2011 para niños y niñascon posibilidad de adopción, que señalan el inventar a los/as niños/as (y a los padres deorigen y/o a los adoptivos) historias radicalmente diferentes a las de su propia realidad, parano afectarles. En otras palabras, lavar el cerebro, controlar la historia de esas personas. ¿Por

qué no hacer que un milico reescriba una historia de tortura hacia una persona como unahistoria en la que él salva a la patria asesinando a un monstruo sin alma? ¿Cómo el germenmarxista? ¿Cómo los terroristas, violentistas, lumpen, antisistema, sopaipa, flaite, antisocial?

Con este ejemplo queremos introducir una problemática de la que tenemos quehacernos cargo: la construcción de sujetos militares y el lugar de legitimación de lapsicología frente a estas políticas que se impondrán en Chile en el mediano plazo.Difícilmente nos hemos puesto a pensar en el proceso que se realiza para transformar a una



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persona que ingresa a las fuerzas armadas en un sujeto de guerra, en cómo se les lava elcerebro, en cómo se los moldea y los transforma, en cómo se los convierte en desclasados,en personas que no son personas, en robots, en máquinas. Y cómo eso es impulsado por lapsicología y la psiquiatría como disciplinas que se ponen al servicio de la militarización de lasociedad.

Los dos ejemplos que se presentaron anteriormente tienen en común a la psicologíacomo motor de la opresión y del control social, como un dispositivo puesto en uso para laperpetuación de un modelo social y su legitimación “científica”. Por una parte, para evitar elestallido social y, por otra parte, para adoctrinar sujetos desde el paradigma militar-represivo.

El pensar a estas personas, disciplinas e instituciones como monstruos o como héroesreifica un problema que es político, histórico y social. Pensar a estas personas como parte yejecutores de una disciplina, parte de una clase y, como sabemos, lacayos de las clasesdominantes al servicio de la dominación, es la manera de entender en perspectiva histórica aesta problemática, y es, al mismo tiempo, un llamado de atención a todos nosotros:

Como psicólogos y sujetos históricos debemos luchar contra la psicología opresora, afomentar y producir el poder popular, a construir procesos de memoria, a re-articular lasrelaciones destruidas por esa misma psicología y por esa misma dictadura.

El llamado es a no hacernos los desentendidos y asumir la tarea de construir unapsicología que esté al servicio de los pueblos y de su liberación.



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