Octavo y noveno día – Domingo 7 y lunes 8 de...

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— 1 — 19. Croacia [Dubrovnik] E l domingo día 7, después de comer salimos para Dubrovnik, nuestra última etapa del viaje. Estuvi- mos 24 horas en la ciudad, desde el domingo a la tarde hasta el lunes a medio día. Luego salimos de la ciudad camino del aeropuerto, parando a comer en un restau- rante típico de los alrededores. Visitamos la ciudad la tarde del domingo y el lunes después de la Misa en San Blas. Volvimos a atravesar la frontera con Croacia —con no mucho tiempo de espera— salimos de nuevo a la costa y seguimos hacia el sur. Desde Medjougorje hasta Dubrovnik hay unos 150 km, de magníficas vis- tas al Adriático, con las innumerables islas cercanas a la costa. Pequeños puertos pesqueros en los entrantes de la costa. Las playas de arena no son propias de este lugar. Dubrovnik tiene —según los datos oficiales— unos 50.000 habitantes, pero la impresión que da es de al menos cuatro veces más. Al menos en parte se explica esta diferencia porque muchas viviendas y hoteles son de personas de otros países, que no viven habitual- mente en la ciudad, y que vienen a veranear. En la calle central del casco histórico, por ejemplo, hay bastantes palacetes con las ventanas cerradas, porque están vací- os muchos meses del año. Nos dijeron que muchas de esta viviendas son de personas de Estados Unidos. Antes de entrar en la espectacular ciudad, rodeada de las mejores murallas que se conservan en el mundo, Peregrinación a Santuarios de Eslovenia, Croacia y Medjougorje Octavo y noveno día – Domingo 7 y lunes 8 de mayo 19. Croacia [Dubrovnik] En la Calle Stradum.

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19. Croacia [Dubrovnik]

El domingo día 7, después de comer salimos paraDubrovnik, nuestra última etapa del viaje. Estuvi-

mos 24 horas en la ciudad, desde el domingo a la tardehasta el lunes a medio día. Luego salimos de la ciudadcamino del aeropuerto, parando a comer en un restau-rante típico de los alrededores. Visitamos la ciudad latarde del domingo y el lunes después de la Misa en SanBlas.

Volvimos a atravesar la frontera con Croacia —conno mucho tiempo de espera— salimos de nuevo a lacosta y seguimos hacia el sur. Desde Medjougorjehasta Dubrovnik hay unos 150 km, de magníficas vis-tas al Adriático, con las innumerables islas cercanas a lacosta. Pequeños puertos pesqueros en los entrantes

de la costa. Las playas de arena no son propias de estelugar.

Dubrovnik tiene —según los datos oficiales— unos50.000 habitantes, pero la impresión que da es de almenos cuatro veces más. Al menos en parte se explicaesta diferencia porque muchas viviendas y hoteles sonde personas de otros países, que no viven habitual-mente en la ciudad, y que vienen a veranear. En la callecentral del casco histórico, por ejemplo, hay bastantespalacetes con las ventanas cerradas, porque están vací-os muchos meses del año. Nos dijeron que muchas deesta viviendas son de personas de Estados Unidos.

Antes de entrar en la espectacular ciudad, rodeadade las mejores murallas que se conservan en el mundo,

Peregrinación a Santuarios de Eslovenia, Croacia y Medjougorje

Octavo y noveno día – Domingo 7 y lunes 8 de mayo

19. Croacia [Dubrovnik]

En la Calle Stradum.

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vemos la Fortaleza de San Lorenzo, fuera de la ciudad,como un avance defensivo que la protege.

Dubrovnik o Ragusa es una ciudad costera locali-zada en la región de Dalmacia, en la República deCroacia. Tiene una población de 42.615 habitantes(censo 2011). Es uno de los centros turísticos másimportantes del mar Adriático. Se la conoce como “laperla del Adriático”, “la Atenas dálmata”, ya que susantiguos habitantes la distinguían como única, dondeproliferaron grandes exponentes de la humanidad delas artes y ciencias. Capital del condado de Dubrovnik-Neretva. Dubrovnik es una ciudad rodeada de mura-llas y fortificaciones, al pie de la montaña de San Ser-gio, que cae a pico sobre las aguas del Mar Adriático.

En 1979, la ciudad antigua de Ragusa (el recintoamurallado) fue declarada Patrimonio de la Humanidadpor la Unesco; la declaración fue ampliada en 1994.

Historia

En la primera mitad del siglo VII, ante las invasionesde eslavos y ávaros que asolaban la península bal-cánica, los habitantes romanizados de la ciudad deEpidauro (actualmente conocida como Cavtat o

Avanzamos por la Calle Stradun.

Una calle perpendicular a Placa.

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Ragusavecchia) buscaron refugio en un cercano asen-tamiento que recibía el nombre de Rausium, situadoen la isla de Laus (que en griego significa “roca”),frente a la costa del Adriático. Un anónimo geógrafobizantino de Rávena, en el año 667, señala comofecha de este acontecimiento el año 614. Esta es laprimera mención escrita que se hace de la ciudad deRagusa de los Dálmatas romanizados, así de acuerdocon un famoso pasaje de Constantino Porfirogénito:

“En la lengua de los romanos, la ciudad no se llama-ba Ragusa, se hacía mención a lo que estaba situadoencima de las colinas, en el idioma romano se llamaLau, “La roca”, de modo que los habitantes se llaman“Lausaioi”, que significa “aquellos que viven sobre laroca, se corrompe dicho apelativo hasta llegar a “Rau-saioi”.

Pero el apelativo vulgar y, con el tiempo, el nombrede la ciudad se escribió de varias maneras, todas deri-vadas de esta raíz: Lausa, Labusa, Raugia, Rausia,Rachusa y finalmente Ragusa.

El nombre eslavo Dubrovnik apareció durante elMedioevo y procede de la palabra eslava Dubrava,bosque de robles, con que era llamada una aldea fuera

de la Ragusa de los Dálmatos: de hecho, estos árbolescubrían las montañas de San Sergio (en eslavo Brgat),que fue construida en las laderas del centro de la ciu-dad antigua.

Se cuenta que el mismo Roldán, el famoso caballe-ro, acudió en ayuda de la ciudad asediada y la liberó delinvasor. En el siglo IX, Ragusa era ya la ciudad másimportante de la Dalmacia meridional y formaba unapequeña Comunidad Ragusina bajo el amparo deBizancio, para luego estar bajo dominio de la Repúbli-ca de Venecia hasta 1358, cuando con el tratado deZara (Zadar) pasa a ganar su independencia y a llamar-se República de Ragusa, pagando un tributo anual alrey de Hungría y luego a los Doges de Venecia.

La ciudad y su contorno municipal ocupaban apenasuna superficie aproximada de 1 km2, pero sus navíos yadurante el inicio del Renacimiento italiano surcabantodos los mares del Levante, desde el Adriático hasta elBósforo. Algunos académicos italianos han llegado aconsiderar la República de Ragusa como la QuintaRepública marinera de Italia, junto con Venecia, Géno-va, Pisa y Amalfi, por ser originariamente de habla neo-latina. En efecto, el Idioma dalmático (muy parecido al

Blanca y Milagros seguidas de Aurora y Mari Cruz.

veneciano) era la lengua autóctona de Ragusa antes delaño 1000.

Al igual que Venecia, disponía de su propia flota deguerra para defenderse, pero no fue suficiente paraimpedir que los normandos se adueñaran de la ciu-dad en 1081.

En el siglo XII se erigieron murallas alrededor de lanueva ciudad para protegerse de las invasiones quevenían tanto de Oriente como de Occidente. A finalesde dicho siglo, Ragusa era una de las Repúblicas queescogía a su gobernante de manera democrática.

La pujante República de Venecia, cuyos barcoshacían escala en la costa dálmata, anhelaba anexionar-se este puerto estratégico para sus fines comerciales.La armada veneciana se puso en movimiento en 1205y conquistó la ciudad, conservándola hasta 1358.Ragusa era llamada oficialmente Ragusa, pero por loshabitantes eslavos que residían fuera de la ciudad erallamada con el nombre de Dubrovnik. Después de laabsorción de los suburbios eslavos, Ragusa consiguióun estatuto especial en donde los descendientes de losdálmatos romanizados constituyeron la aristocracialocal y la lengua italiana fue considerada la lengua ofi-cial. Tras aceptar el nombramiento de un obispo, losraguseos conservaron el control comercial y político de

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Puerta de Pile.

Concha, Ángela, Lelo, Pilar y Justo.

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su ciudad. Al compartir los poderes, lograron mantenersus principales prerrogativas en los asuntos ciudada-nos. Cuando Venecia se retiró de Ragusa, aparecieronlos turcos por el este.

La Atenas dálmata

En 1364, es decir, 24 años antes de la famosabatalla de Kosovo, Ragusa firmó con el sultán delImperio otomano un tratado de alianza y protección, elprimero establecido entre un país musulmán y un Esta-do cristiano. Gracias a este acuerdo, Dubrovnik fuerespetada por la invasión otomana que pasó muy cercasin reparar en ella. Conviene subrayar una cuestióninteresante. El límite histórico de la expansión turcacorresponde exactamente a la frontera actual entreCroacia y Bosnia-Herzegovina. Los turcos se detuvie-ron en la cima de la montaña que domina como unamuralla natural la ciudad, pero no descendieron. Con-cedieron una especie de privilegio a esta pequeña ciu-dad cristiana católica, activa, apaciblemente ocupadaen la industria y el comercio. A cambio de la protec-ción, Dubrovnik debía pagar un tributo al sultán. Una

delegación se dirigía cada año a Constantinopla paracumplir la formalidad. Aquélla debía permanecer unaño en el lugar, sirviendo de esta manera de rehénhasta que llegase el siguiente tributo.

Desde 1421, los armadores de la ciudad obtuvie-ron el privilegio de comerciar con Asia y África. Conel monopolio del comercio marítimo en las provinciasgrecoeslavas, Ragusa rivalizó con Pisa y Venecia enriqueza y con Florencia en cultura. Adelantada delmar, coqueteó, se sometió, pactó con muchos pode-res, sobre todo con la Venecia rival. Además, Ragusallegó a tener consulado en Sevilla y envió en lascarabelas de Colón a dos de sus marinos en el primerviaje del Almirante.

La ciudad mereció el sobrenombre de “Atenas dál-mata”. De aquí surgieron el famoso médico Baglivi, elastrónomo Roger Joseph Boscovich y el sabio bene-dictino Banduri, que fue secretario del duque deOrleans (1724). Gracias a ello, la ciudad consiguiómantener su independencia durante cerca de milaños. Incluso ocupada, la República de Ragusa con-servó una notable autonomía gracias a la habilidad desu diplomacia.

Carlota, Inés, Marga, Francisca y María Antonia.

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Una ciudad libre en el Adriático

Toda la economía de Ragusa se basaba en la nave-gación y el comercio marítimo, es decir, en los barcos.Navegar era tan importante que cada hombre debíaplantar a lo largo de su vida cien cipreses. Después decincuenta años, esa madera serviría para la construc-ción de barcos. Para ello, sumergían la madera en aguade mar y luego la ponían a secar. La sal tapaba los agu-

jeros y la endurecía. Esta costumbre explica la abun-dancia de cipreses en las colinas que rodean la ciudad.

En la época de su máximo esplendor (siglo XVI), laflota de Ragusa se componía de doscientos barcos. Laexpansión prosiguió hasta el 1 de abril de 1667,cuando un gran terremoto destruyó casi por com-pleto la ciudad causando la muerte de unas 5.000personas (o sea, el 40 % de la población). En eseterremoto pereció la mayoría de la aristocracia deRagusa, que estaba formada por descendientes de losdálmatas romanizados: la ciudad fue repoblada princi-palmente por eslavos del interior y desde entoncesperdió sus características neolatinas. En el siglo XIX,los barcos mercantes dejaron el lugar a los buques deemigrantes que partían.

En efecto, los franceses realizaron diferentes obras:construyeron una fortificación en la cima de la monta-ña que aún subsiste y una larguísima carretera, todavíaen uso que iba desde la frontera italiana cerca de Tries-te hasta la región de Ragusa. Además reorganizaronventajosamente el sistema escolar usando la lenguaitaliana y concedieron a los judíos de la ciudad unestatuto de igualdad con los demás ciudadanos. En

Esperanza, María y María.

Vista de Dubrovnik.

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1815, en el Congreso de Viena fue abolido el Imperionapoleónico.

Siglo XX

En el censo de 1910 Ragusa estaba poblada por casi10.800 habitantes en su mayoría eslavos, pero había600 ragusinos de etnia italiana que se sumaban a casi2.000 italianos emigrados del sur de Italia.

Bajo la soberanía de Yugoslavia

Entre las dos guerras mundiales (primera 1918,segunda 1941–45), Ragusa oficialmente se convirtióen Dubrovnik desde 1918 y siguió siendo una ciudademinentemente de élite y aristocrática, papel que tuvoen la nueva Yugoslavia monárquica. Durante la Segun-da Guerra Mundial fue ocupada por las tropas italianasentre 1941 y 1943, aunque oficialmente era parte de laCroacia de Ante Pavelic. En septiembre de 1943 losalemanes la ocuparon, junto con las tropas ustacias,desatándose una cruel guerrilla en toda la región alre-dedor de la ciudad.

Durante la época de Tito, Dubrovnik fue objeto desendas inmigraciones de gente proveniente de Herze-govina, para trabajar en la construcción de los nuevoshoteles y quitar el estigma aristocrático que tenía porsiglos. Muchas propiedades fueron confiscadas a losantiguos habitantes, situación que no se regularizaríaen muchos casos hasta el día de hoy, convirtiéndoseen el centro de veraneo más solicitado del país, el“escaparate” de Dalmacia. Cuando el sistema se hundióen 1991, Yugoslavia se desmembró y la guerra explotóinmediatamente después.

Bajo la soberanía de Croacia

Los habitantes de Dubrovnik votaron, casi de formaunánime, por la República de Croacia independientede Yugoslavia. Para detener ese proceso de indepen-dencia el ejército, compuesto en su mayoría por ser-bios y montenegrinos, declaró la guerra a los croatas.Lanzó un ataque de extrema virulencia (terrestre, marí-timo y aéreo al mismo tiempo) sobre Dubrovnik, el 6de diciembre de 1991. La ciudad, desarmada, fueasediada durante seis meses. La mayoría de los comba-

Junto al puerto.

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tientes de la ciudad eran soldados herzegovinos, queno tuvieron respeto con los grandes monumentos,colocando morteros al lado de estos. La gente deDubrovnik huyó o no luchó. Entre muchas personashabía mucha rabia contra Belgrado, porque Dubrovniksiempre estuvo más ligado a ella que a Zagreb.

Según lo plantea la periodista Mirjana Tomic enoctubre de 1991, estando en Dubrovnik, que la mayo-ría de los turistas que visitaban la ciudad y los estu-diantes eran provenientes de Belgrado y no de Zagreb,así es que la gente de Dubrovnik se preguntaba,¿donde están los belgradenses?, ¿por qué no protes-tan? y claro que hubo manifestaciones en Belgrado,pero la gente de Dubrovnik no se enteró (no habíalíneas telefónicas y los medios de comunicación esta-ban controlados, incluso el día de los bombardeos sepasaba por televisión un documental con la historia dela ciudad).

No están claras hasta hoy las verdaderas motivacio-nes del asedio a la ciudad, porque si las tropas yugos-lavas, muy superiores en número y fuerzas, hubiesenquerido destruirla, con la fuerza con la que contabanhabría quedado reducida a cenizas. Por otra parte,

entre mucha gente culta se revivió la idea de la antiguarestauración de la vieja República de Ragusa, indepen-diente de Croacia y de Serbia, con lo que muchosresidentes de la antigua ciudad estaban de acuerdo,como el exfiscal y prosecutor de la ciudad AleksandarApolonio que, junto a otras personalidades locales,declararon en 1991 la restauración de la misma, lo quetrajo como consecuencia que fuera sentenciado a 12años de cárcel. Ante esto, se evadió de lo resuelto porlas autoridades croatas de la ciudad y estableció ungobierno provisional que se trasladó a la localidad deCavtat/Ragusavecchia 18 km al sur. La idea era ins-taurar una ciudad libre al estilo de Mónaco o Hong-Kong. Apolonio se vio envuelto en una encrucijada, porel débil apoyo del ejército yugoslavo a su propuesta, dereinstaurar la república, y ésta se diluyó con el tiempo.

En abril de 2012 se constituyó la Asociación por laregión de Dubrovnik (Udruga Dubrovnik Regija) concientos de integrantes, presidida por Igor Zuvela, queabogó por la creación de la Región de Dubrovnik, pre-via a la entrada de Croacia en la UE, esto debido a laherencia republicana de Dubrovnik diversa de Dalma-cia, cultura, lengua y aislamiento con el resto del país.

Palacio de los Rectores.

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Descripción de algunos monumentos de la ciudad antigua

Las murallas intactas de Dubrovnik son el elementoinconfundible que la caracteriza en el mundo entero.Tienen casi 2 km de perímetro (1.940 m) y rodean todala ciudad. Alcanzan una altura máxima de 25 metros.Constituyen uno de los más bellos y fuertes sistemasde fortificación de todo el Mediterráneo. Se construye-ron en momentos de constante peligro.

Han sido considerada una de las grandes fortifica-ciones de la Edad Media, ya que nunca fue violadapor un ejército hostil durante este período de tiempo.En 1979, la ciudad vieja de Dubrovnik, que incluyeuna porción sustancial de las antiguas murallas deDubrovnik, fue declarada Patrimonio de la Humanidadpor la Unesco.

Los más antiguos sistemas de fortificaciones alrede-dor de la ciudad eran, probablemente, empalizadas demadera. Hoy en día las murallas de la ciudad conser-vadas son las construidas, principalmente, entre lossiglos XII y XVII, sobre todo una doble línea, que hasido durante mucho tiempo una fuente de orgullo paraDubrovnik.

La mayor parte de los muros existentes y fortifica-ciones fueron construidos durante los siglos XIV yXV, pero se han ampliado y fortalecido continuamentehasta el siglo XVII. Esta compleja estructura, seencuentra entre las mayores y más completas deEuropa. Protegieron a la ciudad durante cinco siglos.Los muros fueron reforzados por tres torres circula-res y catorce cuadrangulares, cinco bastiones, dosgrandes y angulares fortificaciones y la Fortaleza deSan Juan.

Las paredes fueron adicionalmente reforzadas pornueve bastiones pequeños y semicirculares y el FuerteBokar (casamata), la fortaleza más antigua conservada deeste tipo en Europa. Es un ejemplo de armoniosa y fun-cional fortificación. Es del florentino Richelozzo. Es unpunto clave para defender la Puerta de Pile, es decir laentrada fortificada hacia la zona occidental de la villa.Tiene un volumen cilíndrico casi completo. En su interiorse celebran hoy los Festivales de Verano de la ciudad.

El foso que corría alrededor de una sección exte-rior de las murallas estaba armado con más de 120cañones, que hacían magnífica la defensa de la ciudad.

El fuerte Mrtvo zvono en el tramo meridional de lasmurallas se construyó sobre unos acantilados escarpa-

Parte de las murallas.

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dos que se precipitan en el mar. Procede de comienzosdel siglo XVI, del arquitecto raguseo Paskoje Milicevic.Protege de una eventual ataque desde el mar.

Otros dos fuertes son el Fuerte Bokar y la Fortalezade San Juan, cuatro en total.

La Torre Minceta es el punto más prominente dellado continental de las murallas. El nombre procede dela familia en cuyo territorio fue construida. Es del sigloXIV, del arquitecto raguseo Nicifor Ranjina. Posterior-mente se le añadió una alta torre oval. Es el punto másalto de las murallas.

La Fortaleza de San Juan es llamada también TorreMulo (del muelle), en la zona suroriental del PuertoAntiguo de la ciudad. Controla la entrada al puerto. Esdel siglo XIV. En esta y en otros puntos de la ciudadaparece el patrón, San Blas, protegiendo su ciudad.Junto a la fortaleza está la Torre de San Lucas. Y en el s.XV se construyó el rompeolas.

Y la Fortaleza Revelín, también del siglo XV, en laparte oriental, construida por miedo a los ataques delos turcos. Es una fortaleza separada que protege elacceso por tierra al este de la ciudad, en la PuertaPloce. Posteriormente se amplió y se convirtió en elmás poderoso. Las obras duraron once años. Se une a

las murallas por el puente Revelin. La fortaleza es tanpotente que ni siquiera sufrió daños en el tremendoterremoto de 1667, que derribó gran parte de la ciu-dad. Allí se guardaron gran parte de los tesoros de laciudad durante ese terremoto.

Citamos al principio la Fortaleza Lovrijenac (o de SanLorenzo), sobre un abrupto acantilado de 37 metros dealto, está algo apartada. De gran importancia paradefender la parte occidental de la ciudad, tanto de losataques por tierra como por mar. Existía ya en el sigloXIV. Fue dañada en el terremoto del XVII y restauradadespués. Es de planta triangular y se adapta a la formadel acantilado.

La Puerta de Pile: durante siglos fue la entrada prin-cipal (en griego pile significa puerta). El acceso actuales de 1537, con una estatua de San Blas en un arcorenacentista. Se accede por un puente de piedra.Enfrente de la puerta hay un puente levadizo de made-ra que se alzaba cada noche con una ceremonia espe-cial. El puente inicial es del siglo XIV, de Giovanni deSiena. El actual, más largo, sobre un profundo foso, esdel arquitecto Paskoje Milicevic, de Ragusa.

La gran fuente de Onofrio está junto la puerta dePile, construida por el arquitecto napolitano del mismo

Fuente de Onofrio.

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nombre, que construyó el sistema de abastecimientode agua de la ciudad, trayéndola desde un manantialllamado Sumet, en Rijeka, a 12 km. Lo que hoy con-templamos es lo que quedó del terremoto, que destru-yó los espléndidos ornamentos. Está en una pequeñaplaza, frente a la iglesia del Salvador, que se construyópor encargo del Senado en agradecimiento a haberpreservado la ciudad de las destrucciones de un terre-moto. Es de 1520. Esta iglesia no se dañó en el terre-moto tremendo de 1667, por lo que se conserva en suforma original.

Cerca de ahí está el Convento de Santa Clara, haciael sur de la puerta Pile. Se inició a finales del siglo XIIIy fue uno de los más importantes conventos de laRepública de Dubrovnik. En el s. XIV se abrió en él unorfanato para niños abandonados y niños ilegítimos:fue una de las primeras instituciones de este tipo entodo el mundo. Napoleón lo cerró y convirtió en caba-llerizas.

El Monasterio de los Franciscanos, también en lamisma plaza que la fuente, y junto a la iglesia del Sal-vador. Antes del siglo XIII estaban fuera de las murallas,pero por el peligro de los ataques se trasladaron al sitioactual. Destruida en el terremoto, era una de las iglesias

más ricas de la ciudad. Del aspecto primitivo se conser-va solo el portal en el muro meridional, ya en la Calleprincipal. En la iglesia está también la farmacia de losfranciscanos, que es una de las más antiguas delmundo. Tiene también una biblioteca con más de20.000 ejemplares y 1.200 manuscritos y 137 incuna-bles. Y un precioso claustro.

La calle principal o Placa (Stradum) es el principalespacio abierto de la ciudad, el paseo favorito, dondese celebran todos los grandes festejos populares y pro-cesiones. (Placa viene de platea o calle, y stradum delveneciano que viene a significar gran callejón). Es lamás ancha y la más bella de la ciudad. 14 calles muyestrechas la cruzan perpendicularmente a uno y otrolado. A la vez es la más breve comunicación entre laspuertas de la ciudad de la zona oriental y la occidental.Se creó a finales del siglo XI, colmándose un istmomarino de poca profundidad y uniendo dos poblados,uno en tierra firma y otro en el islote Lava. El aspectoactual es posterior al terremoto de 1667. Los palaciosantiguos de esa zona fueron sustituidos por una plani-ficada y uniforme construcción de dos filas de casasbarrocas de piedra, todas de la misma altura y consemejantes fachadas. La planta baja son siempre tien-

Catedral al fondo e iglesia de San Blas en primer término.

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das, comercios. La ciudad anterior sería aún más bella,de más categoría arquitectónica, pero no se puedenegar la belleza y armonía de la actual.

Al final de la calle, en el extremo occidental (la calletiene orientación este-oeste) está la Plaza Luza, dondeestá el Campanario de la ciudad y el Cuerpo de la guar-dia municipal, que era de suma importancia para laseguridad de la villa. Y en su centro, la famosa Colum-na de Roldán. El campanario tiene 31 metros de altitud.La columna es un símbolo de la liberad de la ciudad-Estado de Dubrovik.

El Palacio del Consejo Mayor estaba entre el Palaciode los Rectores y el campanario. En el frontal del pala-cio todavía se lee esta inscripción: “obliti privatorumpublica curate” (olvidad los asuntos privados, ocupaosde los públicos). En el siglo XVIII existía también ahí unteatro, que se destruyó en un incendio en 1816 contodo el edificio, y en 1882 se construyó el actual, deestilo neogótico. En ese edificio trabajaron personajesilustres de la ciudad, como Radivoje Bogosalic y Leo-nard Petrovic.

El Palacio de los Rectores, contiguo al Ayuntamien-to (que antes fue el Palacio del Consejo Mayor), unode los más importantes monumentos civiles no solo

de la ciudad sino de toda la costa adriática. Es gótico-renacentista, por los diversos cambios a lo largo delos siglos. Varias veces fue destruido y reconstruido.Lo construyó Onofrio. Ha sufrido terremotos, incen-dios, explosiones de pólvora…, sobre todo el terre-moto de 1667. El Rector era el que gobernaba la ciu-dad, se escogían por turno entre las familias nobles yla duración era limitada: solo un mes. Durante el tiem-po del mandato, el Rector vivía en el palacio y se dedi-caba en exclusiva al gobierno de la ciudad. El palacioera la sede de la administración estatal, y además laArmería y un depósito de pólvora, los cuartos para laguardia y una cárcel. El Rector guardaba las llaves dela ciudad. En el atrio del Palacio hay una estatua enbronce de Miho Pracat, benefactor de la ciudad. Hoyes la sede de la Sección Histórica del Museo de la ciu-dad, amueblado de acuerdo con los estilos y modasde la época.

La iglesia de San Blas

El lugar donde hoy se levanta la Iglesia de San Blasestaba ocupado anteriormente por una basílica románi-ca del siglo XIV que pudo sobrevivir milagrosamente al

Interior de la iglesia de San Blas.

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devastador terremoto de 1667 pero acabó siendodestruida por un incendio en 1706.

Según la leyenda, de entre los escombros y las ceni-zas solo pudo salvarse una estatua de San Blas, quefue rescatada prácticamente sin un solo rasguño. Laimagen fue trasladada a la vecina iglesia de San Nicolásen el barrio de Prijeko, donde sería custodiada hasta suregreso triunfal a su nuevo hogar: la iglesia que iba aser construida en su honor. A la estatua se le añadiríacon posterioridad la siguiente inscripción:

“Todas las demás estatuas de oro, plata y cobreardieron, pero la de San Blas, protegida milagrosa-mente, fue sacada intacta de las llamas”

La iglesia fue diseñada y edificada por el arquitectoveneciano Marino Gropelli, que el Senado de Ragusamandó llamar solo unas semanas después del terribleterremoto. Aquí tuvimos la santa Misa el domingo a pri-mera hora, después del desayuno. Después tuvimostiempo libre hasta las 12,30, que nos dirigimos al res-taurante, ya camino del aeropuerto.

La iglesia de San Juan es una joya del barroco vene-ciano. No deja de ser llamativo el hecho de que fueraprecisamente un veneciano el elegido para levantar untemplo dedicado a San Blas (Sveti Vlaho), personajevenerado en Ragusa desde el siglo X, cuando salvó a la

ciudad de un ataque nocturno por sorpresa de los inva-sores venecianos. A San Blas se le representa siemprecon una pequeña maqueta de la ciudad en las manos.

Muchos turistas usan la escalinata de piedra parasentarse a descansar en su ruta de las maravillas por laciudad vieja de Dubrovnik. Quien hace esto comete ungrave error porque le está dando la espalda a la magní-fica fachada de la iglesia, profusamente decorada.

El edificio tiene planta de cruz griega y está remata-do por una gran cúpula. La nave central está iluminadapor la luz de colores que penetra desde el exterior através de sus ricas vidrieras. En el interior hay muchosy valiosos tesoros, empezando por el deslumbrantealtar mayor de mármol donde se alza la famosa estatuade plata de San Blas chapada en oro, obra de los maes-tros orfebres de Dubrovnik del siglo XV.

Vale la pena visitar la iglesia en cualquier época delaño, aunque hay un momento en el que este edificiocobra especial protagonismo y se convierte en el epi-centro de la ciudad: las fiestas patronales de la ciudad,que se celebran entre el 2 y el 3 de febrero.

El Palacio Sponza (en croata Palaca Sponza), tam-bién conocido en la ciudad simplemente con el nom-bre de Divona, es un señorial edificio de Dubrovnikconstruido entre 1516 y 1521 con una armoniosa

Durante la Misa, Fernando, Consuelo y Maite.

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Frente a la Iglesia de San Blas.

A la salida de Misa.

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combinación de los estilos artísticos de la época: unoque ya vivía sus últimos días de gloria, el gótico, y otroque se hallaba en pleno apogeo, el renacentista.

El constructor y diseñador del Palacio Sponza fue elarquitecto local Paskoje Milicevic Mihov, quien tambiénparticipó en la creación de las murallas de la ciudad,la Puerta de Pila s puentes que conducen a la Fortalezade Revelin. Es fácil reconocer su estilo en todos estoslugares. Por otra parte, la loggia y las esculturas talladasen mármol en ella son obra de los hermanos Andrijic,maestros procedentes de la isla de Korcula.

El nombre “Sponza” procede de la palabra italianaspongia, utilizada para designar el sitio donde se reco-ge el agua de la lluvia, el clásico compluvium de lasantiguas casas romanas. De ello se deduce que desdesus inicios este fue un emplazamiento fundamentalpara la vida de la ciudad.

La Catedral

Está consagrada a Nuestra Señora. Dubrovnik,como el resto de Croacia, es una ciudad de larga tradi-ción católica. Es por esa razón por la cual los habitan-tes de la Perla del Adriático sienten un especial cariñopor el edificio que mejor simboliza sus sentimientos ycreencias: la Catedral de la Asunción, cuyo nombre encroata es Katedrala Marijina Uznesenja y que tambiénes la sede de la diócesis de Dubrovnik. En el altarmayor, un cuadro de la Asunción de Tiziano, de 1550.

El 15 de agosto, Día de la Asunción (Velika Gospa),es festivo en Croacia. La Catedral se convierte duranteesta jornada en el centro de todas las celebracionesque tienen lugar en Dubrovnik.

La hermosa catedral que hoy vemos fue construidaa caballo de los siglos XVII y XVIII sobre las ruinas de laantigua catedral bizantina y románica, destruida en elgran terremoto de 1667. El anterior edificio, perdido

Palacio Sponza.

Catedral de Dubrovnik.

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para siempre, fue la primera basílica románica quehubo en la costa oriental del Adriático. Aunque fueronincontables los edificios destruidos por el terrible seís-mo esta pérdida fue especialmente lamentada por loshabitantes de la vieja Ragusa, motivo por el cual no seescatimaron esfuerzos para lograr su recuperación.

El principal artífice de la reconstrucción de la Catedralde Dubrovnik fue el sacerdote y diplomático StjepanGradic, quien recaudó los fondos necesarios para iniciarla reconstrucción y contratar al afamado arquitecto italia-no Andrea Buffalini de Urbino para llevar a cabo latarea. Su plan fue aceptado en 1671 por el Senado de

Dubrovnik y las obras se iniciaron de inmediato aunqueno concluyeron hasta 42 años después, ya que la faltade liquidez obligó a interrumpir de manera indefinida lostrabajos en varias ocasiones. El colaborador de Buffalini,el también italiano Paolo Andreotti, fue el encargado deiniciar la ejecución de la obra aunque quien culminó lostrabajos fue el maestro local Ilija Katicic.

La espera valió la pena porque dio como resultadoun elegante edificio barroco que fue inaugurado congran pompa en 1713. El Senado colocó una gran placade mármol en la fachada con una inscripción de agra-decimiento a Stjepan Gradic de parte de todo el pueblode Dubrovnik.

El Tesoro

El exterior de la Catedral destaca por el color azul dela cúpula, que contrasta con el rojo de los tejados delresto de la ciudad antigua, y por la elegancia genuina-mente barroca de su magnífica fachada. Pero lo real-mente interesante de la Catedral está en el interior, porlo que ningún visitante debería limitarse a fotografiarlade fuera y renunciar a conocerla por dentro.

Iglesia de San Francisco.

Iglesia de San Francisco, interior.

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El interior del templo, en forma de cruz latina, estádividido en tres naves rematadas por la antes menciona-da gran cúpula. Debajo de ella se encuentran numerososaltares profusamente decorados al estilo barroco, sofis-ticado y recargado, según los cánones estéticos de laépoca. Entre las numerosas obras de pintores renacen-tistas italianos que decoran el interior destaca el Polípti-co de Tiziano del año 1552, llamado “Asunción deMaría”, ubicado sobre el altar principal, así como la pin-tura de la Madonna della Seggiola, atribuida a Rafael.

En una de las capillas ubicadas a la izquierda del altarprincipal, se encuentra el famoso Tesoro de la Cate-dral, compuesto por numerosas reliquias que sobre-vivieron al terremoto. La principal de estas reliquias esla de los restos de San Blas (un cráneo, una pierna yun brazo), el patrón de la ciudad , que se conservan enel interior de tres valiosos relicarios de oro, uno deellos con forma de corona, decorados con incrustacio-nes de piedras preciosas y esmaltes policromados.Estos relicarios son los que se llevan en procesióndurante la celebración de la fiesta de San Blas, el 3 defebrero. La catedral contenía muchas otras reliquiasque se perdieron en el terremoto.

En su día la puerta del Tesoro sólo se podía abrirhaciendo girar tres llaves. En tiempos de la República

de Ragusa estas tres llaves estaban en poder del obis-po, el duque y el Secretario de la República, respectiva-mente. Hoy las llaves están custodiadas por el Institutode Protección del Patrimonio Histórico de Dubrovnik.

La Explanada de Gundulic, está al oeste de la cate-dral, es una plaza relativamente espaciosa rodeada demuchas casas antiguas de piedra que durante el díaalberga a un pintoresco mercado y en las tardes deverano se celebran festivales diversos. En esta plazaestá la estatua al poeta Ivan Gundulic (1892), de IvanRendic, uno de los mejores escultores croatas moder-nos, sobre un alto pedestal. Es una figura en bronce, decuerpo entero.

Es necesario mencionar también la iglesia de SanIgnacio y el Colegio Dubrovnik, en el extremo meridio-nal de la Explanada. Se accede desde una monumentalescalinata barroca, del arquitecto Pietro Passalacqua,que sube a la Explanada o plaza de Ruder Boskovic.Proyectada en 1738. Recuerda a la escalinata de la Piaz-za de Spagna, en Roma, en la iglesia de Trinità deiMonti.

Para algunos es el rincón más barroco no solo de laciudad sino de toda Dalmacia. Nos remontamos a1555, cuando el obispo de Ragusa Beccadelli pidió a larecién fundada Compañía de Jesús que abriese un

Torre del reloj e iglesia de San Blas.

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Colegio en esta ciudad. La idea se llevó a cabo el siglosiguiente, en 1647, por iniciativa del jesuita Marin Gun-dulic. El proyecto es del rector jesuita GianbattistaCanali, en 1653. El terremoto de 1667 interrumpió lasobras, que se continuaron a finales de ese siglo, acargo del arquitecto jesuita Ignazio Pozzo. Las obras seterminaron en 1725.

Tiene una monumental fachada barroca; parecida ala de la catedral de la ciudad. El interior es de caracte-rísticas semejantes. El presbiterio tiene fresco del Gae-tano Gardía, sobre la vida de San Ignacio.

La calle Prijeko es pararela a Placa, y es una de lasmuchas calles estrechas parelelas y sobre todo vertica-les (que suben hasta la muralla) con la Placa o Stradum.La calle Prijeko conserva todo su sabor original, bastan-te estrecha y recta. En el extremo oriental está la igle-sia de San Nicolás, erigida ya en el siglo XI, es un de lasmás antigua de la ciudad. En la ciudad hay hasta 17pequeñas iglesias.

Tuvimos una guía muy simpática, natural de esta ciu-dad, que hablaba con gran entusiasmo de Dubrovnik.

El Monasterio de los Dominicos no lo vimos. Está enla zona oriental de la ciudad. Es un gran conjunto arqui-tectónico. En 1225 fue fundado por la Orden de Predi-cadores, pero la iglesia y el complejo del monasterio seterminaron en el siglo XIV. Se incorporó al recinto delas murallas, formando un todo con ellas, por estar en

un lugar estratégico de la defensa de la ciudad. La igle-sia es uno de los mayores edificios góticos Lo delAdriático. En el exterior los altos muros de la iglesia notienen ningún adorno. Los pórticos del claustro son deuna gran belleza, del maestro florentino Masso di Bar-tolomeo. Tiene un campanario del siglo XVIII. Y unariquísima biblioteca con más de 230 incunables. Y unpalio representando a la Magdalena, de Tiziano, año1550. Y otro, del pintor croata Vlaho Bukovac sobre “Elmilagro de Santo Domingo”.

Paseamos también por el puerto. En realidadDubrovnik dispone de dos puertos: el puerto antiguo,

En la terraza del hotel.

Noemi, Stipe y Suzana.

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Nuestra guía.

Nuestra guía, en el centro.

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realmente encantador aunque demasiado pequeñopara soportar el tráfico de embarcaciones de gran cala-do, y el puerto de Gruz, ubicado a unos 2,5 kilómetrosal norte de la ciudad vieja. Sus instalaciones fueronseveramente dañadas en el año 1991, durante la gue-rra de Yugoslavia, pero después de una millonariainversión fue ampliado y modernizado en el año 2009con el objetivo de atender la creciente demanda turís-tica, sobre todo la de los cruceros.

En la actualidad Gruz dispone de 1.200 metros demuelles que pueden dar cabida a tres grandes buquessimultáneamente y ha sido galardonado como MejorPuerto de Cruceros del Mediterráneo por ExcellenceCruise News en 2009, 2010, 2012 y 2014, un presti-gioso premio que se otorga a partir de las votaciones yvaloraciones de turistas y agentes de viaje.

Algunos subieron a las murallas, e hicieron casitodo el recorrido de los l2 km. Las vistas de la ciudaddesde esa altura son especialmente bonitas.

El domingo dormimos en un bonito hotel a las afue-ras de Dubrovnik, cerca del mar. Algunos se hicieronfotos de recuerdo desde la terraza, con el mar defondo.

La Santa Misa

El lunes por la mañana, después de desayunar, tuvi-mos la Santa Misa en la iglesia de San Blas, comohemos dicho antes. La homilía fue un dar gracias a Diospor los días transcurridos en estos países, por los san-tuarios marianos visitados, por la historia que hemosconocido que nos lleva a rezar más por la paz, y por laagradable convivencia. Y comentando el evangelio delBuen Pastor, se recordó, como posibles propósitos deestos días: tener todos un buen pastor que nos acon-seje en la vida espiritual; a la vez todos podemos serpastores de otros, a los que ayudar humana y espiri-tualmente. Y por último, ser todos muy marianos, y laVirgen nos llevará a su Hijo fácilmente.

Al terminar la Misa se dio la bendición con la reliquiade San Blas para que nos cure “de la garganta”: esdecir, para que digamos lo que debamos decir y nodigamos lo que debemos callar.

A media tarde volábamos hacia Munich, y tras unabreve escala, el tiempo justo para recorrer el largo aero-puerto, salimos para Madrid donde llegamos a las 9,35de la tarde, según el horario previsto. Deo gratias. l

En el restaurante.