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ÍNDICE

Presentación.................................................................................................................................. 3

Marco teórico.................................................................................................................................4

Biografía de Leonora Carrington...........................................................................................5

Surrealismo..................................................................................................................................7

Ejes temáticos...............................................................................................................................8

Mujer en el Surrealismo.............................................................................................................9

México como lugar de inspiración surrealista.....................................................................10

Naturaleza y otros motivos constantes en su obra...........................................................11

Anexos............................................................................................................................................12

Datos biográficos......................................................................................................................13

Obra bibliográfica......................................................................................................................15

Pinturas comentadas................................................................................................................16

División curatorial......................................................................................................................19

Fuentes consultadas....................................................................................................................21

PRESENTACIÓNEl Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, en coproducción con el Museo de Arte Moderno, en colaboración con el Museo del Palacio de Bellas Artes, y con el generoso apoyo de la Fundación Leonora Carrington A.C., celebra el legado artístico de la artista de origen británico Leonora Carrington (1917-2011). A 24 años de su última retrospectiva en México y como cierre de los festejos del centenario de su nacimiento, Leonora Carrington. Cuentos mágicos es la primera exposición que, en una perspectiva transdisciplinaria, explora las diferentes facetas de la artista: pintora, escultora, escritora y lectura, así como sus incursiones en el teatro y cine.

La propuesta curatorial concilia un recorrido cronológico y un análisis temático. Tras una introducción a su juventud en Inglaterra y en Francia, donde destacó en el grupo surrealista, la seguimos en el exilio, primero en Nueva York y después en México, país al que arribó en 1942 y en el que vivió de manera casi ininterrumpida hasta su muerte en 2011. Los núcleos de la exposición distinguen ciertos temas recurrentes en la obra de Carrington: la presencia de la Diosa Blanca, símbolo de la recuperación del poder femenino; el reino animal, que refleja su respeto por la naturaleza y su convicción acerca de la igualdad entre animales y humanos; la reelaboración de motivos religiosos y míticos, en vista de explicar los misterios de la vida y el universo; y el mundo de la magia y lo oculto como herramientas para la evolución de la conciencia. En algunas secciones, una pintura realizada por artistas contemporáneos, sus amigos cercanos, ofrecen un juego de espejos con su trabajo.

Su obra literaria, así como diversas colaboraciones en el teatro, restablecen el diálogo con su plástica y ponen manifiesto la postura de Carrington ante temas tan candentes hoy como el feminismo y la ecología.

A través de más de 200 obras provenientes de colecciones de México, Estados Unidos y Europa, y que incluyen pintura de caballete, gráfica, dibujo, escultura, máscaras y diseños escenográficos, textiles, fotografías, documentos, libros y objetos personales de Leonora Carrington, muchos de ellos inéditos, se revelan las analogías iconográficas, simbólicas y literarias que nutrieron su imaginario desde la infancia y fundamentaron su energía creativa en la edad adulta.

Nombre de la exposición: Leonora Carrington. Cuentos mágicosCuraduría: Tere Arcq y Stefan van RaayMuseografía: MARCOLocalización: Salas 1 a 4 | Planta bajaDuración: Del 12 de octubre, 2018 al 3 de febrero, 2019Número de obras: 200 obrasTipo de obras: Pinturas de cabellete, gráfica, dibujo, escultura, máscaras y diseños escenográficos, textiles, fotografías, documentos, libros y objetos personales.

Leonora Carrington | Floripondio de bicicleta para serpiente, 1975 | Óleo sobre tela | 59.5 x 80 cm | Colección Pérez Simón, México © Estate of Leonora Carrington/ARS

MARCO TEÓRICO

Leonora Carrington fue una de las artistas más prominentes del movimiento surrealista. Se desarrolló en la pintura, la escultura, el grabado, el textil, la joyería; y también escribió tanto dramaturgia, como novela y cuento.

Nacida en 1917 en Lancashire, Inglaterra, La mitología celta fue una parte importante de su infancia. Su madre, Maureen Moorhead, su abuela y su nana, todas ellas irlandesas y proclives a la fabulación, le contaban estas historias. Entre otras cosas, le hablaban de las antiguas razas míticas de Irlanda, con quienes los Moorhead decían haber convivido en los campos y caminos. Este imaginario conformaría parte de su obra años más tarde.

Desde temprana edad, Carrington se rebeló contra su familia y su crianza religiosa. Fue expulsada de al menos dos escuelas-conventos antes de ser enviada a un internado en Florencia cuando tenía alrededor de 14 años. Fue ahí donde comenzaron sus estudios de pintura y también donde conoció algunos de los mejores museos de arte del mundo. A regañadientes, sus padres dejaron que se mudara a Londres para continuar su educación artística en la academia Amédée Ozenfant. Sin embargo, su padre, Harold Wilde Carrington, se oponía férreamente a la fantasía y a los intereses artísticos de su hija. Él esperaba que su hija debutara en sociedad y encontrara un marido que le permitiera tener un futuro cómodo entre las altas clases sociales.

Ya en Londres, Carrington tuvo su primer encuentro con el Surrealismo. Durante la década de los 30, la pintora se adentraría al grupo surrealista de André Bretón, estableciendo amistad con Salvador Dalí, Joan Miró, Many Ray, Pablo Picasso, Lee Miller y Luis Buñuel. Los surrealistas la recibieron como una de sus principales musas y aclamaron su talento, propiciando así el desarrollo de su obra. En 1937 tras una cena conoce a Max Ernst, uno de los artistas más destacados del movimiento, y pronto comienza una relación amorosa con él. Con tan solo 20 años, Carrington huye a París para vivir con Ernst, quien tenía 46 años; esta acción provocó que su padre la desheredara.

Carrington comenzaría con su producción surrealista el mismo año. Su reconocido cuadro Self-Portrait: The Inn of the Dawn Horse, 1937-38 fue hecho durante este año. En esta pieza se puede observar a la artista con una melena salvaje de pelo en un cuarto junto a un caballo mecedora flotando tras ella, una hiena a sus pies y un caballo blanco galopando fuera de la ventana. El caballo y la hiena son elementos que se repiten en sus pinturas y que hablan del amor que sentía por los animales.

BIOGRAFÍA DE LEONORA CARRINGTON (Lancashire, Inglaterra, 1917 – Ciudad de México, 2011)

En 1938, Carrington participó tanto en la Exposición Internacional del Surrealismo en Paris y en la Exhibición Surrealista en Ámsterdam. En este año, Ernst y ella se mudan al sur de Francia a una pequeña villa. En ese lugar Carrington también exploró la literatura, dando como resultado historias surrealistas como La casa del miedo (1938), ilustrada por Ernst y publicada originalmente como un chapbook, La debutante (publicada por primera vez en 1940 en la antología de Breton Black Humour, y La dama oval (1938).

Las rampas y muros de la casa que comparten se vieron cubiertas de criaturas fantásticas, figuras que tenían la función de protegerlos de las intromisiones de la esposa de Ernst. En esa casa, Carrington y Ernst recibieron a muchas personalidades del mundo del arte, entre las que se encontraban Fini, Lee Miller, Roland Penrose y Peggy Guggenheim. Ernst también fue un maestro para Carrington, ya que fue él quien la introdujo a algunas técnicas, como el frottage, que le sirvieron como punto de partida para su obra.

La Segunda Guerra Mundial interrumpe el romance de Carrington y Ernst, ya que éste fue arrestado en un campo Nazi. Desconsolada, Leonora escapó a España con unos amigos preocupados por el deterioro de su estado mental. Fue hospitalizada contra su voluntad en un hospital psiquiátrico en Santander, experiencia terrible sobre la cual escribió en su libro Memorias de abajo, 1944. Su familia intentó transferirla a otro hospital pero logró escapar cuando se encontraban en camino en Lisboa. En esta ciudad, Leonora se dirigió a la embajada mexicana en donde se encontraba Renato Leduc, poeta y diplomático, con quien se casó para huir de Europa.

Carrington y Leduc primero viajaron a Nueva York, donde Leonora continuó escribiendo y pintando y se reencontró con otros surrealistas. Tras un año de estadía, ambos se mudan a México y en 1942 se divorcia amistosamente de Leduc. México fue un país que acogió a gran cantidad de europeos exiliados gracias a las políticas migratorias de Lázaro Cárdenas, entre los refugiados se encontraban varios surrealistas con los que pronto encontró una amistad. Algunas de las personalidades destacables fueron Wolfgang Paalen y Alice Rahon, José y Kati Horna, Benjamin Peret y Remedios Varo. También estableció vínculos con otros artistas mexicanos como Frida Kahlo, Diego Rivera, y escritores como Carlos Fuentes y Octavio Paz. De sus amistades en México sobresale la que tuvo con Remedios Varo y Kati Horna. A Varo la conocía desde antes de la guerra, cuando todavía vivía en París.

En 1946, Carrington se casó con el fotógrafo húngaro Imre “Chiki” Weisz con quien tuvo dos hijos: Gabriel y Pablo (1946 y 1947). Los motivos relacionados a lo doméstico y la maternidad comenzaron a aparecer en sus obras, enlazados con los tintes mágicos que ya se presentaban en sus trabajos. Ejemplo de ello es La casa de enfrente de 1945.

Además de esto, Leonora mantuvo sus lazos con la escena artística de Estados Unidos, en 1947 la Galería Pierre Matisse en Nueva York presentó una exhibición individual de su obra. Su renombre en México siguió creciendo a tal grado que se le dio una comisión gubernamental para crear un mural a gran escala en el Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de México. La pieza lleva el nombre de El mundo mágico de los Mayas, 1963 y en la década de los 80 fue movido al Museo Regional de Antropología e Historia de Chiapas en Tuxtla Gutiérrez.

En 1974 publicó su novela más conocida La trompetilla acústica – una historia surrealista sobre una mujer mayor que se entera del plan de su familia de llevarlo a un asilo y descubre que se trata de un lugar mágico y extraño. Con excepción de algunos años en Nueva York y Chicago, Carrington pasó el resto de su vida en México. En los 70, Carrington se unió al movimiento feminista en México y produjo el poster Mujeres Conciencia.

Durante la segunda mitad del siglo XX y a principios del XXI, fue sujeto de muchas exhibiciones en México y en Estados Unidos, después de 1990 también tuvo reconocimiento en Inglaterra. En 1990, Carrington comenzó a crear grandes esculturas de bronces, una selección de ellas fueron mostradas en las calles de la Ciudad de México en el 2008 durante varias semanas. En el 2005 pasó a la historia cuando su pintura El juglar, 1945 se vendió en una subasta a un precio de $713,000 dólares, la que se cree es la cantidad más alta a la que se ha comprado una pieza de un artista surrealista en vida.

En sus últimos años, se dedicó principalmente a la escultura. Murió a los 94 años de edad en 2011, se cree que fue la última de los surrealistas. Carrington produjo obras que mezclan la autobiografía y la ficción, lo cotidiano y lo mágico. Sus obras están pobladas por seres fantásticos, a menudo animales intermediarios que nos refieren a la mitología celta, el hermetismo, la cábala y la literatura fantástica.

Leonora Carrington | Reflexión sobre el oráculo, 1959 | Óleo sobre tela | 90 x 60 cm | Acervo Museo de Arte Moderno INBASecretaría de Cultura | © Estate of Leonora Carrington/ARS

SURREALISMO

El Surrealismo se originó a finales de 1910 y principios de la década de los 20, fue un movimiento literario y de las artes visuales que creció en Europa durante la Primera y Segunda Guerra Mundial. Su principal antecesor fue el movimiento Dadá, que antes de la Primera Guerra Mundial producía obras de anti-arte que deliberadamente desafiaba la razón; el énfasis del Surrealismo, por el contrario estaba en la expresión positiva. Oficialmente tuvo su conformación en 1924 en París con el Manifiesto del Surrealismo del poeta y crítico André Breton. El movimiento buscaba reunir el consciente con el subconsciente de una experiencia de tal manera que la línea entre el mundo de los sueños y la fantasía no se distinguiera de aquella de la razón y se lograra una realidad absoluta. Inspirado por las teorías de Sigmund Freud, Breton vio el subconsciente como una fuente para la imaginación. El genio en este tipo de producción estaba definido por la capacidad de acceder a este terreno inexplorado y que él creía podría ser conseguido por pintores y poetas.

En el ámbito literario, se experimentó con la llamada escritura automática, o automatismo, que busca liberar la desenfrenada imaginación del subconsciente. Los poetas surrealistas al principio se mostraban reacios a afiliarse con los artistas visuales porque creían que los procesos de pintar, dibujar y esculpir chocaban con la espontaneidad de la expresión desinhibida. Algunos poetas franceses que trabajaron de la mano de Breton fueron Louis Aragon, Paul Éluard y Philippe Soupault. Su trabajo manifestó el Surrealismo en una yuxtaposición de palabras sorprendente porque estaba determinada por procesos psicológicos inconscientes.

A pesar del reto que parecía presentar el desarrollo visual del Surrealismo, Breton y sus seguidores no se alejaron de esta expresión artística. Giorgio de Chirico, Pablo Picasso, Francis Picabia, y Marcel Duchamp fueron algunos de los pintores que el grupo surrealista admiraban por las cualidades analíticas, provocativas y eróticas de su trabajo. En 1925, Breton confirmó su apoyo al arte visual al reproducir los trabajos de algunos de estos artistas en su journal La Révolution Surréaliste y organizando exhibiciones que se enfocaron principalmente en la pintura y el dibujo. La práctica del arte surrealista enfatizaba fuertemente la investigación y experimentación, remarcando la pieza artística como una manera de motivar la investigación psicológica y revelación personal.

Entre los pintores surrealista más destacados se encontraban Jean Arp, Max Ernst, André Masson, René Magritte, Yves Tanguy, Salvador Dalí, Pierre Roy, Paul Delvaux, y Joan Miró. El trabajo individual de cada uno es muy distinto entre sí como para catalogarlo como el acercamiento a las artes visuales. Cada artista buscó sus propios medios de exploración personal. Algunos se enfocaron en

la revelación espontánea del inconsciente, liberada del control de la mente consciente; otros, como Miró, usaron el Surrealismo como un punto inicial de liberación para la exploración de fantasías personales, conscientes o inconsciente, usualmente a través de medios formales de gran belleza.

El organizado movimiento surrealista en Europa se disolvió con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Breton, Dalí, Ernst, Masson, y otros, incluyendo al artista chileno Matta, dejaron el viejo continente por Nueva York. Como organización encontraron un segundo aire en Estados Unidos en la galería de Peggy Guggenheim, Art of This Century, y la Galería Julien Levy. En 1940 Breton organizó la cuarta Exhibición Internacional Surrealista en la Ciudad de México, la cual incluyó a los mexicanos Frida Kahlo y Diego Rivera (ninguno de los dos estuvo afiliado oficialmente al movimiento).

El movimiento también tuvo un impacto en la creación de diversas técnicas específicas que buscaban obtener una respuesta psicológica en el espectador. Entre ellas se encontraba el frottage (frotar con grafito sobre madera u otras superficies granuladas) y el grattage (tallar sobre el lienzo)- ambos desarrollados por Ernst para producir imágenes parciales. El dibujo automático, un registro sin censura y espontáneo de imágenes caóticas que “brincan” de la consciente del artista, también fue uno de los métodos más recurrentes, así como los objetos encontrados.

Con el énfasis en el contenido y forma libre, el Surrealismo se presentó como una alternativa al muy formalista y contemporáneo cubismo que era responsable por perpetuar el tradicional enfoque en el contenido en la pintura moderna.

Aunque fue un movimiento dominado por hombres - y muchas veces considerado sexista - muchas mujeres lograron incursionar, de manera momentánea, en el círculo cercano de Breton. Muchas de estas mujeres tuvieron relaciones cercanas, usualmente íntimas, con los artistas hombres pero lograron florecer artísticamente y exhibieron en las exposiciones del movimiento. Artistas como Dorothea Tanning, Kay Sage, Leonora Carrington, y Meret Oppenheim fueron miembros esenciales para el grupo surrealista.

EJES TEMÁTICOS

MUJER EN EL SURREALISMO

El Surrealismo fue un movimiento que se presentó en Europa como un movimiento contundente. La característica más definitiva de éste era su calidad de subversivo, postura que además formaría parte de quienes conformaban el grupo. Sin embargo, esta subversión parecía ser más una cuestión de hombres y no tanto de las mujeres a quienes principalmente se les celebraba por su belleza. A pesar de que hubo algunas mujeres que sin ser miembros oficiales trabajaron o expusieron con los artistas del grupo, ninguna formó parte de éste.

Con el paso del tiempo y la difusión del movimiento, más personas se vieron envueltas en éste. Principalmente por sus relaciones sociales fue que artistas mujeres, entre ellas Leonora Carrington, tuvieron esta inclinación surrealista. Muchos aspectos del Surrealismo resultaron atractivos para estas artistas, ya que apoyaba la creatividad sin cánones impuestos ni limitantes estéticos. Sin embargo, ellas estaban conscientes que el movimiento privilegiaba principalmente a los hombres y que el trabajo de ellos ofrecía una mirada del mundo femenino con la que tenían que romper. Entre sus primeras labores se encontró el realizar obras que dieran una imagen de la mujer como sujeto y no como objeto erótico.

Una de las convicciones de los hombres surrealistas era que las mujeres habían nacido para ser descubiertas. El hombre, quien ha nacido para descubrir y descifrar, tiene la tarea de resolver el enigma que es la mujer. Además de esto, en este círculo, la mujer es fuente de inspiración, un complemento de la creatividad masculina y, como se había mencionado ya, objeto erótico. Los temas principales en los que se hablaba de la mujer en el Surrealismo eran su papel como musa, la dicotomía mujer – niña y la mujer como objeto de placer.

A la misma Leonora Carrington, dentro del grupo surrealista se le consideraba más como una niña musa que una artista propia, siendo eclipsada por el trabajo de Max Ernst. No será sino hasta su madurez, una vez separada del pintor, que se le reconoció su trabajo como pintora. Como sus contemporáneas que se unieron al movimiento, Carrington tuvo que romper con esta imagen. Sus primeras obras fueron un ejercicio de investigación sobre su propia realidad, el autoconocimiento y la autoconciencia: tantos su relatos como pinturas reflejaron su propia existencia.

Quizá por esto, es que muchas de las obras de las surrealistas son autorretratos. Las pinturas y relatos de Carrington hablan sobre ella, cuentan su historia. En este punto es importante recalcar, que Leonora, además de su trabajo pictórico, también se desarrolló de manera muy completa en el mundo literario. Sus primeros escritos El pequeño Francis, 1937 y El enamorado, 1938 permiten conocer la

experiencia de Leonora dentro de su relación con Max Ernst, particularmente la situación triangular en la que se encontraban con la esposa de Ernst. Estos textos adquieren más importancia al recordar que, con el paso del tiempo, Carrington se negaba a hablar sobre esta etapa de su vida.

Las historias se nutren de la vida real de la pintora inglesa y se presentan con ciertos parámetros surrealistas. Las emociones de Carrington se canalizan a través de estas letras. Esto también se puede apreciar en otros de sus textos como La Dama Oval. Este texto en particular cuenta un poco sobre la relación padre – hija que había entre los Carrington. Su padre se oponía a los intereses artísticos de Leonora y a una gran parte de las decisiones que tomaba, ya que él esperaba que ella encontrara un buen hombre, se casara y tuviera una buena vida como una mujer de la alta sociedad.

En La Dama Oval uno de los temas importantes que se tocan es la relación con la comida. La protagonista se opone a comer en una situación sobre tener control sobre sí misma, muy relacionado al realidad de las surrealistas que buscan retomar el poder sobre su imagen y lo que se observa de ellas. Muchas de las primeras historias cortas de Carrington mencionan este componente excesivo de lo comestible y las relaciones psicológicas detrás de esto. Las escenas anormales saltan ante el lector por su enfrentamiento con la realidad y lo conocido. También es posible verlo en algunos de sus cuadros donde la cocina se entrelaza con lo esotérico, tal es el caso de Mujeres maduras (1947), La casa de enfrente (1945), Tres mujeres y cuervo en la mesa (1951) y Santa Teresa en la cocina (1958).

La fuente principal para Carrington, así como muchas otras surrealistas, era su propia vida. Otro episodio que tuvo un gran impacto en su producción fue su estadía en el psiquiátrico de Santander tras la aprehensión de Max Ernst por los Nazis. Memorias de abajo, 1940 fue el libro en el que capturó sus experiencias traumáticas detrás de su estadía en este lugar. Además, la pintura del mismo nombre da una idea de lo que implicó emocionales de estar ahí. Estos sucesos biográficos y sus repercusiones artísticas son destacables por la conexión que hay con la falta de libertad y la toma de decisiones en la vida de Carrington.

MÉXICO COMO LUGAR DE INSPIRACIÓN SURREALISTA

Tras una reevaluación de su salud, a Carrington se le presenta la oportunidad de escapar de Europa antes de ser reinternada en otro hospital. Su matrimonio con Renato Leduc eventualmente la lleva a México, país con el que tendrá una maravillosa y larga relación. Este cambio de escenario le hizo mucho bien, ya que logró congeniar con otros artistas europeos migrantes (algunos de ellos surrealistas) y sobrellevar un poco su nostalgia por Inglaterra. De este grupo logró entablar amistades muy estrechas con artistas mujeres como Remedios Varo y Kati Horna. Esta amistad es tan importante para ella que se dice que en la pintura Tres mujeres y cuervos en la mesa, 1951 cada una está representada por una de las figuras del cuadro.

Poco después de llegar a México se divorcia de Leduc, que aunque fue un hecho de manera amistosa, representó otra liberación en su vida. Un año después conoce a Imre Weisz y sus años antes de casarse fueron enfocados en redescubrir su femineidad. En su pintura La casa de enfrente, 1945 se puede notar algunas de estas cuestiones. Carrington muestra unas figuras aparentemente femeninas que preparan una pócima para administrarla a alguien que parece estar muerto. También se puede observar a dos mujeres que acompañadas de un gato parecen invitar a descubrir varios misterios. En esta obra no hay una figura masculina ni patriarcal.

Ya en 1946, Leonora se casa con Weisz y ese mismo año nace su primero hijo que llevara por nombre Harold. Un año más tarde nace Pablo, el segundo de sus hijos. En esos años realiza pinturas que se pueden relacionar con ellos, mientras que en Crookey Hall plasma un poco sobre su añoranza por la casa familiar y las historias que ahí habitan. Se ve un claro camino a casa y está acompañada por un hombre y ella parece ser tanto hiena como mujer. El hombre carga una rama que se divide en dos probablemente representando a sus dos hijos. En 1947 pinta Noche, cuarto de niños, todo en ella se ve a Leonora en tres tiempos: niña pequeña, mujer mayor y mujer joven.

El surrealismo en México tiene además una discusión a su alrededor respecto a qué tanto de éste es realmente aplicable al país. André Bretón no dudó en catalogarlo como “el país más surrealista” que había visitado, el choque cultural entre los artistas europeos y las tradiciones mexicanas contribuyó a la exotización de esta nación. Revalorar si este juicio realizado por Breton fue en realidad una lectura europea de la realidad mexicana es importante. Es además relevante cuando se considera que muchas de las artistas como Carrington (también cabría mencionar a Frida Kahlo) hablaba de pintar su realidad y no tanto la combinación de sus sueños y lo real. Estos dos caminos artísticos (el Surrealismo y el realismo mágico) enriquecieron mucho la propuesta individual de cada uno de los artistas que se encontraban en el país y se suscribían a los ideales surrealistas.

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NATURALEZA Y OTROS MOTIVOS CONSTANTES EN SU OBRA

México no sólo le dio a Carrington un lugar seguro donde encontró su máximo esplendor como artista, también le proveyó un contexto que enriqueció su visión como mujer surrealista. Uno de los motivos recurrentes tanto en sus pinturas como en sus relatos es la presencia de animales o de algún tipo de ser con rasgos antropomorfos. Uno de los animales favoritos de Leonora fueron los caballos. Será quizá una de las criaturas más recurrente en su trabajo. Generalmente de maner explícita, este animal se puede notar en Artes 110 (ca. 1942), Memorias de abajo (1940), Ruleta (1954) hecha en conjunto con José Horna y Cacería (1948 - 1958), uno de sus trabajos textiles.

Otro animal trascendental en las piezas de Carrington es la hiena. En sus obras tanto escritas como pictóricas se nota su presencia constante. Hay una edificación personal de Carrington con este animal que puede representar su rebeldía y la constante lucha contra las expectativas sociales en todos sus grupos cercanos. En Crookey Hall se observa una figura que parece ser mitad humano y mitad hiena. Esto parece indicar un tipo de evolución en Leonora, quien ya era madre cuando realizó esta litografía.

Además de los artistas con quienes entabló amistad, otro personaje destacable dentro del grupo de surrealistas fue Edward James, conocido principalmente por su labor como mecenas. James se interesó en la complejidad mexicana y la manera en la que el país es tan complejo que Breton ya había hecho declaraciones respecto al movimiento y éste. Uno de sus intereses particulares fue la construcción de Las Pozas, un lugar cerca de Xilitla, San Luis Potosí, así como un castillo en la misma zona. Edificar este lugar requirió de un gran trabajo colaborativo en el que Carrington se vio incluida con la creación de una esculturas relacionadas con la fauna.

James y Carrington lograron entablar esta conexión laboral y amistosa debido a su origen en común: sus raíces se encuentran en Gran Bretaña lo cual creó diversos puntos de encuentro culturales en sus vidas. Entre estos intereses estaba la novela gótica y todo el imaginario relacionado con ésta. Esta fascinación particular en Leonora se remonta a las historias que su madre y su nana le contaban para entretenerla. Ejemplo de esto es Crookey Hall, donde esta atmósfera es palpable. Entre otras influencias inglesas, la obra de Leonora se vio muy marcada por el trabajo de Lewis Carrol y La diosa blanca, 1948 de Robert Graves.

La vida en México hizo que Carrington estuviera envuelta en una constante atmósfera de magia y de lo incierto. La vegetación tropical de este país cambió el imaginario en la obra de Leonora, volviendo más ricos los colores y las formas.

Piezas como Reflexión sobre el oráculo (1959), Y entonces vimos la hija del Minotauro (1953) y Animales (1965) son muestra de este nuevo enfoque. Además, la pintora también trabajó con el medio textil una serie para Edward James en la que plasmó diversos animales entre 1948 - 1958.

La mujer como tema como figura también es una constante. Desde sus autorretratos hasta su trabajo relacionado directamente con los movimiento feministas, para Carrington abordar un tema base de su persona ha sido una parte intrínseca de su obra desde el comienzo. Alrededor de la década de los 70, su obra comienza a ser más abiertamente feminista y política. Lepidoptera, 1968 es particularmente interesante ya que esta es alusiva al movimiento estudiantil de ese año, su hijo Gabriel se encontraba estudiando teatro y Leonora no podía permanecer indiferente ante los crímenes que se habían cometido contra los estudiantes.

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ANEXOS

DATOS BIOGRÁFICOS1

1917 – Leonora Carrington nace en Clayon Green, Lancashire, Inglaterra. La Primera Guerra Mundial está a punto de terminar.

1920 – La familia Carrington se muda a Crookhey Hall; sus hermanos y ella se encuentran abajo el cuidado de una institutriz francesa y una nana irlandesa que los entretiene con cuentos de hadas de la mitología celta.

1924 – André Breton publica el primer Manifiesto surrealista; Max Ernst y Benjamin Péret se unen a su grupo.

1926 – Leonora Carrington, de nueve años, es expulsada de dos escuelas de monjas.

1935 – Al cumplir la mayoría de edad, Carrington es presentada en sociedad en un evento organizado por su familia. Esta ceremonia inspiró un cuadro con autorretrato y el cuento La débutante.

1936 – Se inscribe en la academia de arte de Amédée Ozenfant.

1937 – Leonora se enamora de Max Ernst, quien es 26 años mayor que ella. Viven juntos en París y frecuentan los círculos los círculos artísticos e intelectuales.

1938 – Vive en Saint-Martin-d’Arcèche con Ernst y publica su relato La casa del miedo. Participa en Exposition Internationale du Surréalisme.

1939 – Estalla la Segunda Guerra Mundial y termina la Guerra Civil española. Carrington publica La dama oval.

1940 – Max Ernst es tomado prisionero en Francia y Carrington sufre un colapso nervioso, huye a España, es internada en un hospital psiquiátrico en Santander.

1941 – Tras conocer a Renato Leduc, ambos se casan en Lisboa y zarpan hacia Nueva York.

1942 – Carrington y Leduc se instalan en México; aquí Leonora se acercara a otros artistas europeos exiliados.

1944 - Carrington publica su novela Memorias de abajo, en la cual narra su terrible experiencia en el hospital psiquiátrico.

1945 – Conoce a Edward James, mecenas británico que fondeó la obra de muchos artistas mexicanos.

1946 – Después de separarse de Leduc, se casa con Imre “Chiki” Weisz. En este mismo año nace su hijo Gabriel y al siguiente, Pablo. Escribe la obra “Penélope” y exhibe en su primera exposición individual gestionada por James.

1948 – Presenta su obra en la Galería Pierre Matisse de Nueva York y entra a la prestigiosa Galería de Arte Mexicano de Inés Amor.

1950 – Carrington tiene su primera exposición individual en la Ciudad de México en la Galería Clardecor.

1956 – Leonora diseña vestuarios para las obras de teatro del grupo experimental Poesía en Voz Alta promovido en la Casa del Lago de la UNAM por los escritores Juan José Arreola y Octavio Paz.

1957 – Se monta la obra Penélope bajo la dirección de Alejandro Jodorowsky. El vestuario es diseñado por Carrington.

1958 – Galerías Excélsior realiza el primer Salón de Arte de Mujeres que incluye a Carrington, Alice Rahon y Bridget Titchenor.

1964 – Se inaugura el Museo Nacional de Antropología con el mural de Carrington. La artista vuelve a incursionar en el cine como extra en la película En este pueblo no hay ladrones, dirigida por Alberto Isaac.

1965 – Aparece en la película Un alma pura en el papel de la madre bajo la dirección de Juan Ibáñez.

1968 – Carrington parte a Estados Unidos con sus dos hijos.

1969 – Regresa a México por la exposición de su obra en la Galería de Arte Moderno.

1970 – Diseña una cartel titulado Mujeres conciencia tras su encuentro en Nueva York con mujeres ecologistas y feministas. En esta década pasa largos periodos fuera de México, principalmente en Nueva York y Chicago.

1 Basado en la información provista en Leonora Carrington. Cuentos mágicos (2018) de la Secretaría de cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes.

1971 – Participa en colectivas como Au coeur du surréalisme y Surrealismo y arte fantástico.

1973 – Se encarga de la dirección artística de La mansión de la locura, película dirigida por Juan López Moctezuma. El guión de ésta fue adaptado por el director, Carlos Illescas y Gabriel Weisz a partir de un relato de terror de Edgar Allan Poe. 1975 – La obra de Leonora se expone en Nueva York y en el Museo de Arte Moderno (MAM) dentro de la exposición La mujer como creadora y tema del arte.

1976 – Se presenta la retrospectiva Obras de Leonora Carrington en el MAM y en el Center for Inter-American Relations en Nueva York. Escribe La puerta de piedra y publica su obra humorística La trompetilla acústica.

1978 – Expone en la Brewster Gallery de Nueva York y también en la Exposición homenajes a los pintores, que venidos de otras latitudes, se arraigaron en México, en el MAM.

1985 – Carrington abandona el país tras el terremoto en México, indignada por el maltrato a los perros salvavidas; se establece en Nueva York.

1988 – Se muda a Chicago donde recopila varios de sus cuentos publicados en revistas en el libro El séptimo caballo.

1989 – El mundo mágico de Leonora Carrington El Museo Nacional de la Estampa

1990 – La mujer en México en el Centro Cultural / Arte Contemporáneo de la Fundación Televis y en la National Academy of Design en Nueva York.

1991 – Primera exposición antológica (1940 – 1990) en la Serpentine Gallery de Londres.

1994 – El Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO) inaugura Leonora Carrington. Una retrospectiva, organizada en conjunto con el MAM.

1997 - Se celebra el 80 aniversario de la pintora con varias exhibiciones alrededor del mundo.

1999 – Comparte espacio expositivo con su hijo Pablo en la exposición Leonora Carrington y Pablo Weisz Carrington (1999 – 2000). También participa en la primera colectiva de esculturas que se coloca en el camellón del Paseo de la Reforma.

2004 – Estrena su obra teatral La invención del mole en el Museo Rufino Tamayo. La Reina Isabel II le otorga la condecoración Order of the British Empire.

2007 – Fallece Imre “Chiki” Weisz, esposo y padre de los hijos de Carrington.

2010 – Carrington forma parte de una colectiva de mujeres surrealistas organizada por Stefan van Raay.

2011 – Leonora Carrington fallece el 25 de mayo en la Ciudad de México, a los 94 años.

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OBRA BIBLIOGRÁFICA

1937 - El pequeño Francis

1938 - El enamorado

1938 - La casa del miedo

1939 - La Dama Oval: Historias surrealistas

1940 - En bas (autobiografía)

1941 - El séptimo caballo

1944 - Memorias de abajo

1951 - Una camisa de dormir de franela

1960 - La invención del mole

1964 - El mundo mágico de los mayas (con ilustraciones de la autora)

1976 - La trompeta acústica, La corneta acústica o La trompetilla acústica

1977 - La puerta de piedra

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Memorias de abajo, 1940

Stefan van Raay

Después de que Max Ernst fue apresado por los alemanes durante la ocupación de Francia en la primavera de 1940, Carrington huyó por los Pirineos a España. Allí sufrió un colapso nervioso y fue hospitalizada en una clínica psiquiátrica en Santander. El tratamiento que recibió con Cardiozol —un medicamento que induce ataques epilépticos— resultó una experiencia traumática. Pasó su estancia en uno de los pabellones del hospital llamado Down Below, cuyo sentido figurado alude al infierno. Esta pintura no describe el verdadero horror de la experiencia, es más bien festiva y seductora con figuras vestidas como para el Carnaval de Venecia que evocan la Commedia dell'Arte. Al fondo, parece representar los diferentes pabellones de la clínica como Casa Blanca y África con Carrington y su alter ego, el caballo, a la derecha. Su descripción literaria en Down Below [Memorias de debajo] de 1944 es la narración más honesta y lúcida de un descenso a la locura, su tratamiento y recuperación.

La casa de enfrente, 1945

Stefan van Raay

Durante su primera visita al estudio de Carrington en 1946, el coleccionista británico y mecenas de las artes Edward James compró esta pintura por $450 dólares. Fue el inicio de la más grande colección de obras de Carrington en manos privadas o públicas en la historia. El cuadro resume unos de los principales intereses de Carrington: el amor por la pintura florentina del Trecento y Quattrocento; la arquitectura semi-abierta y la forma de la presella (el pequeño panel oblongo bajo una pieza de altar más grande) y la influencia de Hieronymus Bosch, cuyas pinturas había visto en el Museo del Prado en Madrid. En el fondo, el tema de su alter ego en forma del caballo blanco cabalgando libremente, se combina con un grupo de mujeres realizando rituales mágicos en la cocina, mientras se trasforman en creaturas mitad humanas-mitad animales. La liberación y la recuperación del poder femenino y la igualdad entre humanos y animales, aunados a una recreación de fuentes de la historia del arte, son temas que aparecen representados en este cuadro, una de sus obras maestras, que se expuso en su primera exposición individual en la Galería Pierre Matisse de Nueva York en 1948.

PINTURAS COMENTADASPor Tere Arcq y Stefan van Raay

Noche, cuarto de niños, todo, 1947

Stefan van Raay

La guardería en las casas inglesas es la habitación donde los hijos de los propietarios juegan, aprenden y toman el té bajo la supervisión de su niñera o institutriz. Sólo durante ciertos momentos del día, los pequeños pueden abandonar la habitación para ser presentados a sus padres o invitado a nana irlandesa de Carrington, Mary Cavanaugh, era como su segunda madre y la fuente de conocimiento de los cuentos y mitos irlandeses y celtas. Estas historias dejaron una profunda impresión en la joven artista e influirían sus propios escritos y pinturas. Esta obra fue una de las adquisiciones tempranas de su amigo, el coleccionista y mecenas de las artes Edward James, y fue mostrada en su primera exposición individual en la Galería Pierre Matisse de Nueva York en 1948, orquestada por James.

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Stefan van Raay

Esta litografía de la casa de la infancia de Carrington está basada en una pintura anterior. La casa fue construida en el siglo XIX en un estilo que imita el de la mansión de un barón, pomposa y lúgubre, exactamente como se esperaba de un nuevo rico eduardiano propietario de una fábrica de algodón, como el padre de Carrington. De niña, siempre se sintió incómoda en esta casa; en sus escritos, más adelante, mostró una actitud crítica y despectiva del lugar donde creció. Era el tipo de lugar del cual una mujer joven, rebelde y de espíritu libre como ella, deseaba huir.

La noche del 8, 1987

Stefan van Raay

Esta pintura realizada con rapidez y con trazos muy libres data del 13 de agosto de 1968, cuando las protestas de los estudiantes en la Ciudad de México estaban en pleno apogeo. La figura sentada sobre un híbrido de jaguar y de pavo es explicada en el texto: "NO es el retrato de un político, NO tampoco de un granadero, NO ESTÁ en el ejército, NO MALTRATA NI ASESINA A NADIE es un dibujo libre, quiero guardar mi libertad.”

El regreso de Boadicea, 1969

Stefan van Raay

Después de la masacre de los estudiantes y sus simpatizantes en Tlatelolco el 2 de octubre de 1968, Carrington se llevó a sus dos hijos —estudiantes de la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM), que era el centro de la revuelta estudiantil— a Estados Unidos, donde permanecieron por tres meses. Estaba preocupada por la denuncia de un número de intelectuales que apoyaban a los estudiantes, incluyéndola a ella, que la escritora Elena Garro había realizado ante la prensa. Era muy cuidadosa con su correspondencia y en enero de 1969 escribió a Edward James que "se había ido a Nueva Orleans por razones de salud y de religión”. Esta pintura es una alegoría de una Carrington desafiante regresando a México: la reina celta Boadicea dirigió un ejército de 100 mil soldados en la revuelta contra la ocupación de los ro- manos en el año 60 A.C. Destruyeron tres ciudades romanas, incluyendo Londres, pero al final fueron derrotados. Boadicea as una heroína popular en Inglaterra y un símbolo del poder de la mujer.

Y entonces vimos a la hija del Minotauro, 1953

Tere Arcq

A partir de la lectura del libro de Graves, diversos avatares de la Diosa Blanca se hacen presentes en la obra de Carrington, incluso asumiéndose ella misma como tal. And Then We Saw the Daughter of the Minotaur, es un retrato de familia simbólico. La escena se desarrolla en una especie de ejemplo, abierto al exterior. Los dos niños de capa negra son los hijos de la artista, Gabriel y Pablo. La misteriosa Diosa Blanca con el rostro velado -Carrington misma- parece presidir un ritual de adivinación y apunta su mano hacia una de las bolas de cristal. El Minotauro -Imre "Chiki" Weisz-— está sentado a la mesa. Sólo los perros observan a la joven bailarina a la derecha, la hija del Minotauro.

El título encierra un enigma: según la mitología cretense el Minotauro no tuvo descendencia, no existe mención alguna a que el famoso monstruo tuviera descendencia. Su nombre se deriva de Tauros, el toro sagrado, y Minos, un linaje de reyes "dedicado a la luna”. Ésta podría ser una clave para del cuadro. Según Graves, el significado profundo del mito es la representación de un matrimonio ritual entre la sacerdotisa de la luna, que porta cuernos de vaca, y el rey Minos, que porta una máscara de toro.

Santa Teresa en la cocina, 1958

Tere Arcq

La producción artística y literaria de Carrington exhorta a las mujeres a retomar sus poderes, no sólo a través de la representación de las diosas de culturas ancestrales sino también de mujeres reales con cualidades visionarias. En Santa Teresa en la cocina, la santa patrona de la gastronomía porta el hábito blanco y negro de las carmelitas, y se eleva en el aire sobre un caldo que hierve al centro de la cocina. Santa Teresa de Ávila es famosa por sus éxtasis y la pintura reinterpreta uno de aquellos episodios místicos que fue narrado por una de las monjas de su convento, doña Isabel de Santo Domingo:

"Una vez, la Santa Madre Teresa se quedó arrobada, con el rostro de un ángel, y le sucedió friendo unos huevos, sin soltar la sartén de la mano, que la tenía sobre el fuego y queriéndosela quitar no pude porque la tuvo tan apretada que fue forzoso dejársela por no lastimarla, y aún ayudársela a sostener. Temiendo el que no vertiese el aceite, siendo en ocasión que estaba en la sartén todo el que había en el monasterio. Así se detuvieron ambas por mucho tiempo hasta que Santa Teresa volvió del rapto".

Para Carrington, la cocina era un espacio privilegiado de convivencia y de experimentación; la correspondencia entre la preparación de alimentos, la magia y la pintura, le otorgaba el carácter de un laboratorio alquímico.

Orplied, 1956

Tere Arcq

De nueva cuenta, el título Orplied propone un juego de palabras. Pronunciado Orplid, el nombre se remite al país de ensueño descrito por el poeta alemán Eduard Moerike en su poema “Eres Orplid, mi tierra”:

Aquí estás, Orplid, tierra que amo brillando en la distanciaDespués del mar, tu río iluminadodeja subir los vapores cargados de humedad los juegos de los Dioses.

La palabra puede aludir también a la expresión inglesa “to ply the oars”, que significa trabajar arduamente. Tal vez el acceso a este lugar fantástico sólo se puede lograr, como lo muestra la escena, después de un largo peregrinaje. Otra interpretación de la palabra puede ser una combinación de Or (oro en francés) y Ply (enchapado en inglés): un lugar mágico recubierto de oro. La riqueza de la obra de Carrington responde a una factura irreprochable, sumada a un imaginario multidimensional que permite diversas aproximaciones, sin perder jamás su misterio.

Santuario de Furias, 1974

Tere Arcq

La obra de Carrington frecuentemente abrevia de la mitología y la transforma creando sincretismos fantásticos. Pintado en 1974, este cuadro refleja también sus preocupaciones de aquella época, cuando formaba parte del grupo feminista Mujeres Conciencia. La pintura se refiere a las Erinas, en los mitos griegos las protectoras del matriarcado. Conocidas como las Furias entre los romanos, Alecto, Megera y Tisífone, se vengaban de cualquiera que, a través del asesinato, detuviera la continuidad de generaciones de linaje femenino.

La iconografía del cuadro es muy compleja e incluye detalles humorísticos como la cabeza de "burricornio" en la puerta de acceso al santuario. Sobre ésta, Carrington escribió la leyenda: "Eryns Sanctuary. Keep Out! Atropos at work" (Santuario de las Erinias. No entrar. Átropos trabajando). Átropos era una de las tres Moiras, que elegía el mecanismo de la muerte y cortaba el hilo de la vida con sus tijeras. La alusión a "Átropos trabajando" designa a la figura que remueve el caldero que contiene un pez con rostro de hombre. Está rodeada de un halo con una misteriosa inscripción de tres siglas en espejo que se repiten, PRM y que posiblemente se refieren al apodo de su infancia: 'Prim'.

Una de las venganzas más temidas de las Furias era su capacidad de engendrar en sus víctimas la locura. En un barco al centro de la composición, un grupo de personajes barbudos son atormentados por aves fantásticas.

Bocetos del mural El mundo mágico de los mayas, 1963 – 65

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En 1963, el arqueólogo Ignacio Bernal invitó a Carrington a realizar un mural para la sala etnográfica del nuevo Museo Nacional de Antropología en Chapultepec. Para ejecutar el mural transportable, titulado originalmente Mito y religión de los mayas de las tierras altas, la autora viajó a Chiapas y estudió a profundidad los códices mayas y el Popol Vuh, asesorada por la orqueñgo Laurette Séjourné.

Realizó numerosos bocetos in situ. En el zoológico de Tuxtla Gutiérrez observó la fauna local. Recorrió poblados como Amatenango del Valle, San Juan Chamula y Zinacantán para familiarizarse con los tzotziles, los indígenas mayas de las tierras altas chiapanecas. Reprodujo el paisaje y la arquitectura, prestando especial atención a iglesias como las de San Miguel Arcángel y San Juan Chamula, que delineó en sus bocetos preparatorios.

Las figuras fantásticas que pueblan esta obra, sincretismo del imaginario propio de Carrington, el mundo celta y el universo maya, surgen en ocasiones directamente de las narraciones del Popol Vuh; en otras, se inspiran en la cultura, mitos locales, ceremonias y rituales de los curanderos de la región. Ésta es la primera vez que el mural se expone acompañado de una serie de bocetos preparatorios y una versión preliminar realizada al óleo sobre caseína.

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Leonora Carrington se integró al movimiento surrealista a partir de su encuentro con Max Ernst en 1937. Juntos huyeron a Paris y Ernst integró a su nueva pareja al círculo surrealista donde conoció a André Breton y Jaqueline Lamba, Benjamin Peret y Remedios Varo, Wolfgang Paalen y Alice Rahon, May Ray y Lee Miller entre otros. Un año después se mudaron a St. Martin d´Ardeche donde se volcaron por completo en la creación artística. Al estallarla guerra, Ernst fue encarcelado por los alemanes y Carrington sufrió un colapso nervioso, terminando en un hospital psiquiátrico en Santander, España. Durante su internamiento, Ernst se casó con la mecenas norteamericana Peggy Guggenheim para escapar de los nazis y posteriormente Carrington contrajo matrimonio con el diplomático mexicano Renato Leduc, huyendo con él a Nueva York donde se integró al grupo de surrealistas en exilio. Ese mismo año participó en la exposición Primeros papeles del surrealismo, en la Galería Art of This Century y publicó, a instancias de su amigo, el médico y escritor surrealista Pierre Mabille, Down Below (Memorias de abajo) que narra la experiencia de su encierro en Santander.

Esta sección incluye pinturas, dibujos y sus primeros cuentos ilustrados por Max Ernst queda tan de su estancia en Francia, así como trabajos creados en Nueva York y sus contribuciones a la publicación surrealista VVV.

El exilio en México: Amigos y familiaEn 1943, Carrington se trasladó a México. Tras separarse amigablemente de Leduc, se casó con el fotógrafo húngaro Emerico “Chiki” Weisz. En este país se reunió con un grupo de surrealistas en el exilio con quienes estableció una cercana amistad entre ellos Remedios Varo -que se convertiría en su amiga más cercana- y Benjamin Péret, Alice Rahon y Wolfgang Paalen, Kati y José Horna, Luis Buñuel y el mexicano Gunther Gerzso.

Fue en México donde conoció al coleccionista EdwardJames, que se convirtió en su más importante mecenas. Llegó a tener más de 100 obras de Carrington en su colección y fue quien organizó su primera exposición individual en la Galería Pierre Matisse de NuevaYork en 1948. James descubrió Las Posas, en Xilitla, San Luis Potosí y lo convirtió en un paraíso surrealista. Carrington colaboró en el diseño de su jardín y con un mural en la casa del inglés.

En México Carrington desarrollo un estilo e iconografía propios, combinando elementos de su trabajo anterior con nuestras influencias a partir de su experiencia en un país nuevo, sus lecturas, su círculo de amigos. Tanto el exilio

DIVISIÓN CURATORIAL El surgimiento de la joven artista: Francia y Nueva York 1937 – 1942

como el nacimiento de sus dos hijos, Gabriel y Pablo, provocaron un despliegue de creatividad. En esta sección se incluyen pinturas que hablan del exilio, de su vida en México, su familia, su círculo de amigos, así como una sala especial con algunas de las pinturas que formaron parte de la colección de Edward James.

El misterio de la Diosa Blanca: Mujeres, hechiceras y diosasDesde su infancia Leonora Carrington mostró una actitud de rebeldía ante las normas impuestas por la sociedad, las instituciones y la religión. Su madre le leía la novela The Crock of Gold (La vasija de oro) de James Stephens, que abiertamente confronta el papel del patriarcado y de la mujer en la sociedad implantando en la artista las primeras semillas de su pensamiento feminista.

Años más tarde, en 1949 la lectura de The White Goddess (La diosa blanca) de Robert Graves, fue para Carrington toda una revelación. El texto, un estudio académico sobre religiones arcaicas previas al patriarcado, explora una espiritualidad centrada en la recuperación de las mujeres diosas. Este momento marca un parte aguas en la carrera de Carrington, que va a realizar pinturas extraordinarias donde las mujeres adquieren poderes fantásticos, la cocina se convierte en un laboratorio al químico donde se realizan rituales mágicos.

En Francia, André Breton, el padre de los surrealistas, la llamó “la mujer hechicera” un acertado término que aludía al interés de Carrington y otros surrealistas por el mundo de lo oculto: la magia, el tarot, la alquimia, la astrología, el I-ching. La iconografía copiada por el suizo Kurt Seligmann en su Historia de la Magia y de lo oculto, influyó en algunas de sus obras, así como la diversidad de textos que leía y compartía con su grupo de amigos, en particular Remedios Varo y Kati Horna.Todas estas influencia se intereses se ven reflejados en una serie de obras que dialogan con algunos de los textos que parecen haberlas inspirado.

El reino animalSi existe un tema recurrente en la producción pictórica, escultórica y literaria de Carrington, es sin duda la presencia de animales, reales o fantásticos. “Si hay dioses”, escribió, “Yo no creo que sean como humanos, prefiero pensar que son como cebras, gatos, pájaros. Un prejuicio mío. Pero si existe una verdadera divinidad dentro del animal humano, es el amor.” Aunque exploró diferentes vías en su búsqueda por comprender la existencia, fue el Budismo lo que abrazó como filosofía, como forma de vida, sin duda influida por el respeto hacia todos los seres vivos.

Develar lo sagrado: Las religiones del mundo y los mitos antiguosLeonora Carrington creció en una familia británica donde historias, cuentos de hadas y rimas, se contaban y leían. Su madre y su nana, ambas irlandesas, trajeron consigo mitos de Irlanda de su tierra y le leían historias de autores ingleses como Alicia en el país de las maravillas, o las obras de Jonathan Swift. Estos relatos detonaron su mente creativa y su imaginario fantástico por el resto de su vida. Ella misma se convirtió en escritora cuando publicó sus primeras colecciones de relatos ilustradas por Max Ernst en 1939, seguidos por varias novelas publicadas unos años después. Incursionó también en la escritura de obras de teatro, algunas inéditas, otras escritas al limón con Remedios Varo, así como en el diseño de escenografías y vestuario para sus propias creaciones o en colaboración con personajes como Alejandro Jodorowsky o como parte del grupo “Poesía en voz alta”. Aunque brevemente, también incursionó en varios momentos en el cine, participando incluso como extra en Los olvidados de Luis Buñuel.

Imaginación narrativa: Literatura, teatro y cineLas diferentes religiones y tradiciones místicas asociadas a ellas, así como los mitos de la antigüedad son temas recurrentes en la obra de Carrington. Su formación en escuelas católicas y su subsecuente rechazo a esta tradición son evidentes en sus pinturas. En París se interesó por el estudio de la Cábala, y más adelante, al casarse con Chiki Weisz, un judío emigrante de Hungría, se interesó por el judaísmo. Su insaciable curiosidad la llevó a estudiar tradiciones diversas como el Gnosticismo, los Rosacruces, las doctrinas de místicos como los rusos Gurdjieff y Ouspensky. En muchos de sus lienzos, Carrington subleva la religión y se sirve de sus creaciones pictóricas y literarias como instrumento para re-empoderar a la mujer. En sus dibujos de la infancia y más adelante en sus pinturas, cuentos y novelas, Leonora Carrington creó un universo mítico, misterioso e inefable, poblado por seres fantásticos y criaturas híbridas que

forman parte de complejos rituales. Su interés por la mitología continuó a partir de su encuentro con los surrealistas. Las historias arquetípicas de la humanidad hicieron eco con su desbordante imaginación y se adentró en el estudio de las civilizaciones ancestrales: Mesopotamia, Persia, Egipto y Grecia principalmente. Carrington investigó estos temas a lo largo de su vida, creando un complejo simbolismo que le otorga a sus obras una cualidad críptica y misteriosa, donde los mitos y leyendas se fusionan y transforman a través de sus pinceles.

Mujeres conciencia: Política y feminismoEl año de 1968 marcó una transformación en la carrera de Carrington. Las protestas estudiantiles seguidas por la masacre de Tlatelolco el 2 de octubre, inspiraron pinturas con un alto contenido político, así como la decisión de salir del país llevando con ella a sus hijos. Durante las dos décadas posteriores la artista pasó mucho tiempo fuera de México, principalmente en Nueva York y Chicago, donde continuó sus estudios de budismo, regresando a este país por breves temporadas para preparar exposiciones.

El terremoto de 1985 que afectó muchos edificios aledaños a su casa en la colonia Roma, le llevó a pintar una serie de cuadros con paisajes citadinos en ruinas, poblados por hombres y mujeres ancianos.

México, espejo de lo maravillosoA partir de su llegada a México, los surrealistas fueron recibidos con gran entusiasmo, pero posteriormente la actitud hacia ellos se transformó en sospecha e incluso rechazo, principalmente por los miembros de la llamada Escuela Mexicana. La primer comisión mural que recibió Carrington para el Pabellón de Oncología del Centro Médico Nacional, fue cancelada a instancias de Siqueiros cuando ya había sido contratada y elaborado los estudios preparatorios. Finalmente logró el reconocimiento cuando recibió la invitación para pintar el mural El mundo mágico de los mayas, para la sala maya del Museo Nacional de Antropología en 1964.

Leonora Carrington se adentró en el estudio del mundo mágico que descubrió en México con sus tradiciones ancestrales, en las que encontró una resonancia con el mundo celta. Los rituales en torno a los muertos, las transformaciones chamánicas y la creencia en animales y seres protectores, despertaron su imaginación. Su amistad con Varo, propició una cercana relación con el poeta surrealista Benjamin Peret, pareja de su colega, que se dedicó por años a compilar el volumen Anthologie des mythes, légendes et conte spopulaires d’Amerique (Antología de mitos, leyendas y cuentos populares de América), así como a estudiar y traducir al francés el código de Chilam Balam de Chumayel, textos que fueron una influencia fundamental en su trabajo.

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FUENTES CONSULTADAS

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