Olas de mujer
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Olas de Mujer Mario Esparza
OLAS DE MUJEREntre las hojas del otoño y las primeras lluvias del invierno tuve el
agrado de conocer al que ahora es mi amigo a la distancia, Mario Esparza. En un puñado de tierra diversa que no por casualidad lleva el nombre de una mujer, Bárbara y al parecer Santa. Simplemente, una
dualidad esencial del ser íntimo de lo femenino. Situación que mi amigo poeta capta con extrema sensibilidad, dejando presente su profunda
percepción de lo humano, de lo contradictorio de las emociones y sentimientos que la mujer en él provoca. Como las olas que fuertemente
golpean el roquerío que circunda el poderoso mar, este hombre-poeta siente la presencia femenina como un eterno devenir que inspira los más
profundos versos que se puedan escribir. Su poesía está imbuida de sutilezas, encantos líricos que provocan
sensaciones diversas en el lector: ternura, pasión, amargura, encanto y desencanto a la vez, cúmulo de vivencias íntimas que comparte como un torrente de agua viva. Así es él, hombre cándido, soñador e idealista, romántico por esencia o mejor dicho, sólo hombre que disfruta y canta a su complemento ideal, la mujer.
Mujer, suave seda que envuelve tu piel, que encanta tus sentidos y despierta tus pasiones más ocultas, que te hace soñar y a veces que te tortura en lo infinito de tu mente y te provoca anhelos de perpetuarte en ella con ternura. Al leer los versos, solo siento la bendición de ser una fémina, tal vez enigmática, pero hembra ante todo; con que sutileza y magia nos canta, con que encanto nos coquetea, con que convicción y misticismo nos seduce y conquista. Así es su trabajo, una muestra bella de que los hombres también son sensibles y profundamente dulces, como los bombones que entre lágrimas a veces deseas, mirando el horizonte de tu tierra amada.
Amigo poeta, siempre tus versos, como Olas de Mujer, serán una armónica sinfonía para mis oídos y paz para mi alma, como sé que también lo
serán para cualquier lector que guste de lo extremadamente humano.Con profundo afecto, tú amiga
Katrín Elizabet Ziehl CidProfesora de Filosofía
EN LA PLAYA DE TUS BESOS
Me sumerjoen la playa
de tus besoscon los versosde tu nombre;y todo el amor
que siento por tiquerida mía;y te acaricio
en el lenguajeque me da tu frescae irresistible arena.
¡Qué luminosas floresde tus piernas;
y qué luminosas floresde tus caderas!
estando cada vezmás sumergido
en este encanto embriagadorque me brindaamorosamente,
la playa de tus besos.
AmándoteSueños y ambrosías
contigodesde el sol de tu iris
a éste océano amoroso.¡Déjame perpetuar
estas onduladas campanasen tus cálidas
mejillas,y alcanzar el frenesíde tus almendras!
Las rocas se estremecen;somos tú y yo
en estas marejadasde amor puro
que hacen reventarolas primaverales
para que en blancurade agua rota
suban al florido cieloa decir nuestro amor.Te quiero más y más
en estas
aguas de calor de entrega,
de tu pecho y mi pechoa verdores y espuma
intensa,con el velo pasional,
que ya subió al primoroso cielo
a proclamar nuestro amory yo aquí te sigo amando.
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SINFONÍA DE UN AMOR ENSUEÑO
Tu rostro era el azulmás encantador
de aquellos fronterizos días;fascinado te veía
entre sombrasy cabalgantes líneasacariciando tenerte.
Era un juego¡un funesto juego!
en que venías tiernamentey luego te ibas
en sonrisas del querer;una bella y tormentosa
sinfonía,valles latentes
que podrían sernavegando con la ternura
de tus pupilasy los soles de tus encantos
al viento de mis manos;entonces, se impregnaba
otra tarde contigo,
y luego llegabala enamorada noche
empapando nuestros cuerposhacia una amorosa danza, una danza que nunca fue…
sino el quererde alocados lirios
abriéndose maravilladosal universo;
los mismos que ahoraparecieran relumbrar
en el arroyode estas insondables lejanías,
y donde vuelve a brillar tu rostroen la azulada sinfonía,
abrazándote por última vezen su marco viajero,desde aquel juego
que prendiósus lunas al encuentro,
y los liriosque emergieron
de mi corazón ensueñopalpitando quererte.
FULGORES
El lucerode esta maciza
nochese ha clavadoen tu frente
porque eres la más dulce.Alegre en esta luminosidad
en tu frente:míos tus hombros,
tuyos mis hombros,más no sé
como decirtelo mucho
que te quieromi hermosa princesa.
¡Lucero! lucero de amora nuestro amor.
El áureo que anhelabaflamea hasta en tuscejas y pestañas;
y me llevan a tus perlascon el encantode esta noche;
y el delicioso licorde tu piel,que bebo
en esta barcaya gozosa
por el luceroasí en tu frente;
y la sensualmarea de tu ser.
Te llamodesde la puerta
de las rosaspara besar
tu boca.Tomaré
cada una de tus lunasen las sedas
de noviembrey las pondréen mi cuarto.
Te llamo desde la puertade las rosas,para derretir
los hielosde mi ventana gris.
¡Cuánta pasiónhay en mis brazos
para darte!Te llamo
desde la puertade las rosas,para decirteque te amo.
DESDE LA PUERTA DE LAS ROSAS
Tonos de Amor
En esta nochede solemnes estrellas,
mi sensible guitarrasólo da tonos
emocionados hacia ella.Ella, la dulce mujer
de mis sueños,que si tan sólo esta noche
de barca esperanza,pudiese tocarla
con este hondo sentimiento;recorrería entonces,
en la suavidad del amor,el encanto inquietode su piel fresca,
de su mirada etérea.La noche, esta noche
con sus vehementes estrellas:va mi amor inmenso,van mis románticos
versos.¡Ven! ¡ven, amor mío
a llenar este hemisferio,con tus magistrales rosas
y tu aromático sello!Teresa Troncoso, Los Ángeles, 2000
...quizás mañanasea entero este arpegio,
y al anochecer junto a ella,besándola intensamente
un gran amor sea cumplidobajo estas mismas estrellas
NO TE VAYAS
A través de la sombría ventana,veo las hojas
que rompen silencios;y veo la nave de tus ojos,ayer, yéndose al infinito.
No te vayas,no te vayas.
Impregnadas las hojasdel eco, de mi afligido corazón.
Un grado de penosa locurasacude
hoy mi vía.Las hojas, estas hojas
no son más que el resultadode un sueño herido,
y los cánticos de los paisajes,ayer contigo.
¡Hojas! sólo hay hojasque repiten el triste canto
de ayer en tu partida:¡no te vayas! ¡no te vayas!
CONFESIONES DE UN AMOR
El reflejode los cristales amorosos
daba en su linda cara;mientras conversábamos
de cosas, que ya ni recuerdo.Me interesaba estar cerca
de ella, muy cerca.En aquellos días primaverales
escribía después de verla,lo que encontré hoy,
entre mis hojas de romances;y que aquí recito al viento
de este nuevo andar:“Ven mi niña primaverasuaves ojos del rosal,
ven mi especial alborada,sueño hermoso de abrazar.
¡Cuánta dulzurahay en tus manos!
¡cuánta belleza en tu mirar!
umbral de signosa la armonía
como el pájaroen su volar”.
Transcurrió el tiempo;y aquella hermosa niña,
nunca más la vi,después de aquella partida...
Ahora confiesoen esta nueva calle
romántica del tiempo,que fue un claro
sentimiento de amorque tuve por ella;
y que en estas hojasdonde escribí aquel sueño,
sólo un sueño fue.“Ven mi niña primavera,
ven llega prontoa mi andar,
sentir tu voz en la ternuracobijando el tiempo en el amar”.
En el palpitarde tus ardientes
gotas,temblando tus prendas;
estoy yendo por tus veredas;y alcanzando las sedosas
cameliasen nave de terciopelo.
Vuela tu aliento,estoy en tu aliento.
Mujer, mujerpor tus húmedas veredas,
susurras siluetasde algodones
que aspiran más;y así la escala sinuosa
continúa.Vuela tu aliento,
estoy en tu aliento.Tus montes se han colmado
de miel;y tras cada yema
de tu sugestivo talle,me dice tu aliento:
volver y volver.
EN TU ALIENTO
Deseola miel de tu boca
en mi boca.Hay flores en la mar
de mis sueñosque nacieron de tu nombre;y donde arrimo tus gemasy el cantar de tu silueta.El deseo permanente,el deseo que inhala
tu arrebol y me enamora.Hay cisnes
y senderos de ternuraen la mar de mis sueñosque nacieron de tu faz.
... y te veo caminar;y correr hacia mí
y yo hacia ti,en ardor amoroso
de inefable mirada.
¡Oh, recital de tus cabellosentre mis dedos;en ardor amoroso
de inefable mirada.¡Oh, recital de tus cabellos
entre mis dedos;y blando tus labios
en mis labios!¡cuánto así quiero,
cuánto así te deseo...!Deseos, deseos de amarte
con este mar de mis sueños,que es el reflejo del encanto tuyo;
y que me llevadía a día
a vivirpor siempre en tu bahía.
DESEOS
A TI AMOR MIO
Al manjar de tus labios con el frescor de tus manos,
y al pleamarde tu cuerpo;a ti amor mío,
a ti voy, tras habercaminado muchos soles
por pedregales y malezas,que amenazaron mi sentido
y tergiversaron pétalos.Respirar tu cariñoso
aliento, quiero;
entonces, cabalgando juntos,todo este amor que me
enloquece;ya aparecen tus ondulaciones
y el brillo de tus ojos.Al manjar de tu ser,
muy juntos;ya no importará
el estruendode aquellas piedras;
sólo tú y yo a vuelo melodiososobre seda eterna,
vibrando nuestro amoren luminosos besos.
ALAS DE AZULES VERSOS
Alas de azulesversos,
me acercoa sus labios
rojos,alas de azules
versos,su encendido
fuegono es más
que su piel inquieta;la deseo enormemente,
y no dejode tomar sus cabellos,
y escurrir mi óleoen sus fogosas caderas.Alas de azules versos;
ya el torbellinotoca la cúspide
en todas sus envolventessiluetas;
y yo gustoso me elevo con ella,en tus alas de azules
versos.
Pinacoteca, Biblioteca Marta BrunetVictoria.
Luis Flores.
CANCIÓN DE TU MIRADA
Lentamente tu mirada,ha ido llenando mis pasos;
y aunque te veo en la distancia,tu brisa prende en mis senderos
maravillosamente tu rostroy el versar de tu pelo.Te diría tantas cosas,
o sólo rozaríatu silueta
como lo hacen los arroyosal celeste
de sus montañas.Desde esta solitaria esquina,
no tengo más que el esplendorde tu ser,
e ilusiones de mis brazos,que van a tus mañanas
diciendo te quiero;
y pasan las horassintiéndote ya conmigo,
la tarde embellecidaen ti termina…Todo esto giraen mis pasos,
y pareciera muy cerca,todo esto, pareciera a veces volar,
y perderse en el infinito…sin embargo:en cada brisa,en cada tramo,
se alza más tu imagen,que ondula
y me envuelveen amorosa fantasía,
amoroso palpitarel que siento así estrechar
oyendo hondo el cantarque me irradia tu mirada.
En este nuevo espacio del horizonte,cuando en un alto sobre la arena,
vuelve la brisa de tu mardestellando acuarelas
de abrazadas alboradasen flor de tus pechos,
acaricio tu nombre,y el áureo calor de tus sedas.
Mar y sol,venir de amor,
venir de tu miradadesde la calle del lárico poeta
y de la plaza del momento,estrechando
el querer,el sol de lo nuestro.
Se desvanecen turbulenciasen la mar de estas horas,que traen el sol de tu velo
entre tus labios y velosen la mar dorada,la mar amorosa,la mar que viene,la mar que se va
de esta playa del recuerdocon sus olas sempiternas
en besos y adiósdel sol primaveral de tus ecos.
Mar y Sol