ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v....

40
N O 1 3 0 2 0 0 6 La Agencia de la ONU para los Refugiados

Transcript of ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v....

Page 1: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

N U M B E R 1 4 2 • I S S U E I • 2 0 0 6 N O 1 3 0 • 2 0 0 6

La Agencia de la ONU para los Refugiados

Page 2: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

2 R E F U G I A D O S

EditorRupert ColvilleColaboradoresFrancis Kpatindé, Judith Kumin, Jack Redden, Roland Schoenbauery miembros del personal mundial delACNURAyudante de redacciónVirginia ZekryaDepartamento fotográficoSuzy Hopper, Anne KellnerDiseñoVincent Winter Associés, ParisProducciónFrançoise Jaccoud DistribuciónJohn O’Connor, Frédéric TissotReproducción fotográficaAloha Scan, GinebraMapasUnidad de Mapas del acnurDocumentos históricosArchivos del acnurComisión Coordinadora de Refugiadosen español: Carlos Boggio, Representan-te del ACNUR en España. Por parte de laSecretaría de Estado de Inmigración yEmigración: Estrella Rodríguez Pardo,Directora General de Integración de losInmigrantes; Miguel Ángel Aznar Nie-to, Subdirector General de IntervenciónSocial; Roberto Amurrio Íñigo, Jefe deÁrea de Gestión de Programas. Respon-sable de la versión española de Refugia-dos: Françesca Fontanini.Refugiados es una publicación de laSección de Información Pública delAlto Comisionado de las NacionesUnidas para los Refugiados. Las opinio-nes expresadas por nuestros colabora-dores no coinciden forzosamente conlas del ACNUR. Los términos emplea-dos y los mapas incluidos no suponenuna toma de posición por parte delACNUR en cuanto al estatuto jurídicode ningún territorio o las autoridadesdel mismo. Refugiados se reserva elderecho de editar todos los artículosantes de su publicación. Los textos yfotos sin copyright puedes ser reprodu-cidos sin autorización previa. Por favor,citen al ACNUR. Las fotografías,excepto las que tienen copyright, pue-den obtenerse sólo para usos profesio-nales. Edición española: 16.200 ejempla-res, financiada por el Gobierno española través de la Dirección General deIntegración de los Inmigrantes.Tirada total: 153.000 ejemplares eninglés, francés, italiano y español.ISSN 0252-791 XD.L.: M. 43.567-1984Impresión en España:GRÁFICAS ARIAS MONTANO, S.A.Portada: Familia de refugiados reciénllegada al Chad desde Darfur, juliode 2004. acnur/h. cauxContraportada: Refugiadasguatemaltecas en México, 1997.acnur/v. valtierraUNHCR - ACNURP.O. Box 25001211 Geneva 2, Switzerlandwww.unhcr.orgwww.acnur.org

Resulta escalofriante leerque un político europeo, aun siendo de un parti-dario minoritario, ha tenido que comparecerrecientemente ante un tribunal por —entre otrasgrotescas declaraciones— describir a los solicitan-tes de asilo como “cucarachas”.

Este fue también el calificativo empleado por latristemente famosa estación de radio ruandesaRadio Mille Collines para referirse a los tutsis en losmomentos previos al genocidio de 1994 en el quemurieron más de 800.000 personas, un suceso que

pondrá para siempre enduda el antiguo y recon-fortante dicho de “a pala-bras necias, oídos sordos”.

Radio Mille Collines yotros profesionales delagravio sentaron las basespara el genocidio en Ruan-da y los machetes hicieronel resto.

Aunque desconfiar del“otro” forme parte de lanaturaleza humana, la

intransigencia con respecto a otras razas, religiones,grupos étnicos y sistemas políticos no debe sertolerada más allá de cierto punto. Nos encontra-mos ante una de las paradojas básicas de los siste-mas legales democráticos y seculares. Hay límitesque no pueden traspasarse si las fricciones, la vio-lencia y, en última instancia, el desmoronamientodel orden social han de ser evitados.

Los refugiados son víctimas de la intoleranciacasi por definición: casi siempre es algún tipo deintolerancia política, social, religiosa o étnica lo queles obliga a irse de su país por miedo a represalias.Desgraciadamente, también son, cada vez más amenudo, víctimas de la intolerancia en los países deasilo, tanto en el Norte como en el Sur.

En los últimos años, varios solicitantes de asilohan sido asesinados en algunas de las sociedades

industrializadas más ricas y avanzadas. Y por cadauno de los asesinados, cientos reciben palizas ymiles son agredidos verbalmente. Algunos de losasesinatos y de los ataques más violentos causanrevuelo. Otros apenas se notan. El resto de las agre-siones físicas y verbales tienden, en general, a pasardesapercibidas entre el público. Algunas veces, laintolerancia se manifiesta en forma de simple indi-ferencia ante los problemas de los demás.

En un creciente número de países, los solicitan-tes de asilo —y, entre ellos, los refugiados— hanpasado a ser una herramienta en manos de losdemagogos políticos o han acabado convertidos endiablos sin rostro gracias a una prensa sensaciona-lista y sin escrúpulos.

Es fácil demonizar a los solicitantes de asilo.Son todos extranjeros y, por tanto, un objetivoatractivo para aquellos que desconfían o que sien-ten auténtica aversión por los extranjeros o por lasminorías de origen “extranjero”. Los solicitantes deasilo no son una “raza”, y tampoco pertenecen a unaúnica religión. El resultado es que no están protegi-dos por la mayoría de las leyes de relaciones racia-les (en los países donde éstas existen). Eso les con-vierte en presas fáciles para los políticos y losperiodistas que viven por y para criticar a losextranjeros.

En el fondo, el apoyo del público y de losgobiernos hacia los refugiados se ha visto mermadopor dos ideas: la creencia de que abusan de la hos-pitalidad de sus anfitriones y la de que son dema-siados y hay más en camino.

Los sistemas encargados de decidir quiénes deentre los solicitantes de asilo son refugiados y quié-nes no suelen ser tortuosos: demasiado complica-dos, lentos y con un personal escaso. Si los poten-ciales inmigrantes abusan realmente del sistemainternacional de asilo, hay que impedirles que losigan haciendo y enviarlos de vuelta a casa. Esto nosiempre es fácil. Pero, en esencia, no es una cues-tión ideológica, sino de gestión.

¿Abusones o por ANTÓNIO GUTERRES, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados

“La tolerancia no es lo que distingue sino que es la civilización

AC

NU

R/

S.H

OP

PE

R/

DP

/G

VA

•20

05

La Agencia de la ONU para los Refugiados

Page 3: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

3R E F U G I A D O S

abusados?En cualquier caso, es más fácil culpar a los solici-

tantes de asilo de socavar las bases del sistema queadmitir que lo que ha fallado ha sido la gestión delmismo.

El abuso del sistema de asilo es un tema can-dente en las naciones industrializadas, especial-mente en la Unión Europea. Pero el abuso de lossolicitantes de asilo no lo es. La UE, el Consejo deEuropa y la ONU acumulan entre sí un impresionan-te conjunto de organismos dedicados a investigar yemitir recomendaciones sobre las diversas cuestio-nes relacionadas con el racismo y la xenofobia.Pero, hasta la fecha, las discusiones han sido neutra-lizadas por otros debates políticos, como el controlde fronteras en la lucha contra el terrorismo, el fra-caso de la gestión de la integración en algunassociedades multiculturales, la libertad de expresiónfrente al respeto por las religiones y el discursoapocalíptico sobre el choque de civilizaciones.

Las cifras son la otra fuerza motriz. Los paísesque durante décadas albergan a un alto número derefugiados —como Irán, Pakistán y Tanzania— pue-den, comprensiblemente, llegar a cansarse. El áspe-ro debate en Alemania a principios de los años 90se produjo en un momento en que este país habíarecibido a un millón de solicitantes de asilo en sólotres años, en su mayor parte procedentes de losBalcanes. Pero en otros países donde las cifras sonbastante menos espectaculares —tanto en térmi-nos reales como per cápita— el debate ha sidoigualmente, si no más, virulento. Y, sin embargo, elnúmero actual de refugiados y de solicitantes deasilo es, en muchos países, uno de los más bajos endécadas.

La mayor parte de los países industrializadosdisponen ahora del tiempo y el espacio como paraadoptar una postura más racional en la gestión delasilo y coordinar esfuerzos a la hora de disipar lahisteria que rodea a esta cuestión.

Algunos países en desarrollo como Irán y Pakis-tán, desde donde más de 3,5 millones de refugiadosafganos han regresado a su país en los últimos cua-tro años, tienen ahora una oportunidad parecida

para revaluar su política de asilo, por un lado, y lainmigración económica por otro.

El derecho internacional y nacional distingueclaramente entre refugiados, solicitantes de asilo,inmigrantes económicos legales e ilegales, mino-rías, viajeros y otros. Se trata de distinciones vitalesque, en cuanto se relajan los vínculos morales,dejan de tener sentido para los matones de la calle.Un extranjero —especialmente el que tiene la pielde otro color— se convierte en la presa, el enemi-go, la cucaracha que hay que aplastar.

En algunos países prosigue el intento delibera-do de deshumanizar a los solicitantes de asilo: seles presenta siempre como una estadística amena-zadora, como criminales y portadores de enfer-medades o como cualquier otra forma de aberra-ción abstracta y generalizadora a la que resultafácil odiar. La historia nos enseña que fomentar elodio a los “extranjeros” es un camino peligrosopara cualquier sociedad. Al final de ese camino seencuentran, en primer lugar, los horrores que con-vierten a las personas en refugiados. Como descu-brieron en la antigua Yugoslavia en la década delos 90, a veces ese final está más cerca de lo quenos pensamos.

Nuestros esfuerzos por combatir las actitudesintolerantes que amenazan al asilo -y reconozcoque hay muchos esfuerzos actualmente en marcha,especialmente por parte de organizaciones loca-les- han sido demasiado indecisos y fragmentarios.Creo que es hora de que todos los interesadosadoptemos una firme postura en contra de la sos-pecha irracional y de las voces que claman por laexclusión y que asumamos que se trata de un asun-to de la máxima urgencia, no sólo para los refugia-dos, sino también para los estados y las personas aquienes les importa la ley y el orden.

La tolerancia no es lo que distingue a una civili-zación en particular, sino que es la civilización pro-piamente dicha. En vez de doblegarnos ante la opi-nión populista, debemos aferrarnos a los valores yprincipios universales, incluido el de proteger a losnecesitados.

N ° 1 3 0 - 2 0 0 6

6Las agresiones físicas y verbales de lasque son objeto los solicitantes de asiloy los refugiados van en aumento. Losgobiernos, la opinión pública y losmedios de comunicación han tendidoa culpar a las víctimas, en vez dedarles una mejor protección.

14 PA L A B R A S E I M Á G E N E SUn análisis del lenguaje despectivo einflamado que se utiliza en Australiay el Reino Unido para desvirtuar eldebate sobre el asilo.

18 D E S M O N TA N D O L O SM I T O S A L P I N O S D E LA S I L O

En 2003 estalló una guerra de cartelesen Suiza. A lo largo de los Alpesaustriacos, el ACNUR recurrió aimágenes provocativas paracontrarrestar los mitos sobre el asilo.

20 B É L G I C A S E R E S I S T E A L AT E N D E N C I A G E N E R A L

Un periódico invita a los solicitantesde asilo a una cena navideña con 100familias belgas y un cómicocongoleño utiliza el humor parasalvar la distancia entre razas.

22 “ C A N S A D O S D E L O S R E F U G I A D O S ”

Los refugiados parecen perder apoyoen algunos países africanos, pero aúnes posible encontrar generosidad ytolerancia en este continente.

26 V Í C T I M A S D E LG E N O C I D I O

Un repaso a los peores horrorescuando la intolerancia conduce a unasociedad al borde del abismo.

28 E L L E G A D O D E L O SC O N Q U I S TA D O R E S

Focos de esclavitud, prejuicios racialesy violencia contra los pueblosindígenas que evocan las épocas másoscuras en la historia de AméricaLatina.

31 G E N T E Y L U G A R E S

T E M A D E P O R T A D A

a una civilización en particular, propiamente dicha”.

Subvencionado por:

Page 4: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

4 R E F U G I A D O S

Page 5: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

5R E F U G I A D O S

El cadáver de unaspirante a inmigrante orefugiado en una playamediterránea; una delas 6.000 personasmuertas encircunstanciasparecidas durante losúltimos doce años.

© J

AV

IER

BA

UL

UZ

/D

P/

ES

P•2

00

2

Page 6: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

© P

A/

J.G

ILE

S/

DP

/G

BR

•20

06

6 R E F U G I A D O S

Los líderes delPartido NacionalBritánico celebranla absolución de seisdelitos y laincapacidad deljurado para llegar aun veredicto sobreotros seis; entreellos, haber llamado“cucarachas” a lossolicitantes de asilo.

El chivo expiat

Page 7: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

7R E F U G I A D O S

P O R R U P E R T C O L V I L L E

E l 18 de agosto del año pasado, a última hora de la tarde, MahmumTahirov, un refugiado turco-mano de 45 años, disfrutaba de unpaseo por el parque con su mujerTarana y su hijo Araz de diez

años en Leeds, una ciudad del norte de Inglaterra.Cuando daban la vuelta para regresar a su casa, se encon-traron frente a frente con un vecino que paseaba a sus tresperros.

Sin ninguna provocación aparente, el hombre, que su-puestamente había agredido verbalmente a Tarana Tahi-rova en otras ocasiones, soltó a los perros al tiempo que gri-taba “Vamos, vamos, vamos”.

El ataque duró varios minutos. Según los Tahirov, elhombre se quedó de pie observando, con los brazos cruza-dos, sin dar muestras de querer intervenir, hasta que llamóa los perros y se fue, dejando a los tres miembros de la fa-milia sangrando en el suelo.

Mientras que la policía hacía un llamamiento públicopara encontrar al atacante, Mahmum Tahirov describíael suplicio de su familia a un periódico local: “Ha sido unaexperiencia verdaderamente aterradora. Este hombre debede odiar a los refugiados”.

En la costa este de Inglaterra, un juez impuso unalarga condena a dos hombres que atropellaron delibera-damente a un solicitante de asilo iraquí con su coche, ca-tapultándolo por el aire “como a un muñeco de trapo”.Uno de ellos le comentó posteriormente a su novia: “Ha-bría que matarlos a todos”. Y en la costa sur, tres hombresarmados con barras de hierro irrumpieron en una casa yapalearon a un hombre iraquí que, según creían, era soli-citante de asilo y violador. No era ninguna de las dos cosas.

A los refugiados los crea la intolerancia: se les persiguepor cuestiones de raza, religión, origen étnico, opiniónpolítica o por ser miembros de un “grupo social” en parti-cular, o huyen de la guerra, la anarquía y la violencia ge-neralizada. Normalmente es algún tipo de intolerancia loque les lleva, en última instancia, a tomar la drástica deci-sión de huir de su país para buscar asilo en otra tierra.

Desgraciadamente, con demasiada frecuencia, tambiénallí son recibidos con intolerancia. En algunos países, laspalabras “solicitante de asilo” y “refugiado” han pasado desuscitar simpatía y respeto a tener connotaciones de des-confianza y desdén, mientras que el sistema de asilo se haconvertido en un cómodo objetivo para quienes deseanexponer sus opiniones racistas o xenófobas.

“Todos deberíamos reconocer elpeligro que supone para nuestrosderechos deshumanizar aalguien por el color de su piel… Ydeberíamos reconocer el enormepoder de la intolerancia parafomentar violencia y generar lascondiciones que inducen a laslimpiezas étnicas, el genocidio yel terrorismo”.

—Kofi Annan

torio perfecto

Page 8: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

8 R E F U G I A D O S

Y en vez de plantarle cara a este problema directamente (opor lo menos reconocer que existe), los gobiernos, el público ylos medios de comunicación han tendido a culpar a las víctimas.

En algunos países industrializados, el lobby anti-asilo ha re-cibido una importante ayuda externa gracias a las espectacu-lares acciones de los grupos terroristas afiliados a Al Qaeda enNueva York, Bali, Madrid y Londres, a las decapitaciones de re-henes en Irak, a los disturbios y ataques contra embajadas enOriente Medio y a los sermones de los predicadores extremis-tas en los propios países europeos.

Los extremistas de ambos bandos consideran que los ex-tremistas de la otra cultura son la norma, y utilizan este argu-mento para justificar su propia conducta.

LIBERTAD PARA DENIGRARESTABLECER LOS LÍMITES ENTRE LO QUE SE CONSIDERA ACEPTA-BLE y lo que no, en términos de libertad de expresión, es extre-madamente difícil, como se demostró en los tres juicios segui-dos que se celebraron, con un intervalo de pocos días, en febrerode este año.

En el primero, dos líderes del Partido Nacional Británico, aquienes habían filmado haciendo una serie de feroces comen-tarios sobre musulmanes y asiáticos y tachando a los solicitan-

tes de asilo de “cucarachas”, fueron absueltos de la mitad de loscargos de incitación al odio racial, mientras que el jurado no lle-gaba a un acuerdo sobre el veredicto de los restantes cargos.

Pocos días más tarde, el conocido predicador Abu Hamzaal-Masri, afincado en Londres, fue encarcelado después de sercondenado por incitación al asesinato (una sentencia de sieteaños) y al odio racial (tres sentencias de 21 meses). Un par de se-manas después, en Austria, el profesor David Irving recibía unasentencia de tres años por negar la existencia del Holocaustodurante un discurso pronunciado 17 años antes.

Durante ese mismo periodo, la publicación de unas carica-turas, que para muchos musulmanes eran un extraordinarioinsulto a su religión, desató una enorme polémica mundial entorno a la libertad de expresión y una oleada de violentas pro-testas por todo Oriente Medio.

¿Acaso la libertad de expresión incluye la libertad de dis-torsionar, difamar, mentir o denigrar? Hasta cierto punto. ¿Sepuede decir lo que se quiera sobre cualquier persona o cosa?La respuesta es claramente no.

Ningún país permite las mismas cosas. Algunos países dis-ponen de leyes para demandar a una persona por calumnias, le-yes contra la difamación y la injuria. Otros tienen leyes para pre-venir el odio racial o el odio religioso y racial a un mismo tiempo.

Muchas sociedades tienen una profunda ética un mecanismo incorporado de desconfianza

Si este último gana ascendencia sobre la primera,

El chivo expiatorioperfecto

Las tensiones a florde piel estallaron el pasado diciembreen los suburbios delos pueblos costerosde Australia, dondejóvenes de diversoorigen protagoni-zaron ataquesracistas.

© A

FP/

NE

WS

PIX

/D

P/

AU

S•2

00

5

© G

LO

BA

LA

WA

RE

.OR

G/

C.

JUN

GE

BL

OD

T/

DP

/D

EU

•19

92

Page 9: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

9R E F U G I A D O S

Otros cuentan con leyes muy específicas contra quienes nieganla existencia del Holocausto. Otros dictan leyes para quienes ata-can sus símbolos nacionales, tales como la bandera del país.

Pero se puede decir —y mucha gente lo hace— casi cual-quier cosa sobre los solicitantes de asilo, tanto en el plano ge-neral como individual. Casi ningún país dispone de leyes queprohíban expresamente denigrar a los solicitantes de asilo.Estos no pertenecen a una raza en particular ni practican unamisma religión. De hecho, los líderes del Partido NacionalBritánico utilizaron una defensa parecida a ésta cuando fueronacusados de llamarles cucarachas.

Las personas involucradas en la maquinaria de propagandanazi en la década de los 30, y en las emisiones de radio y prensaescrita en la Ruanda de los años 90, fueron juzgadas y conde-nadas por tribunales internacionales. Sin embargo, se les con-denó por incitar a cometer crímenes contra la humanidad o ge-nocidio, no por incitar al odio racial per se.

En cuanto se rebaja un grado, procesar y condenar se vuelvemucho más difícil. En el contexto ruandés, llamar a los tutsis“cucarachas” se consideraba como una clara invitación a aplas-tarlos. Pero en la conocida estación de radio ruandesa Radio Mi-lle Collines hubo otros presentadores que hicieron llamamientosmás directos al asesinato.

Los líderes del Partido Nacional Británico han podido ale-gar que nunca hicieron un llamamiento directo para asesinara nadie, al contrario que Abu Hamza al-Masri, razón por la cuala él le han impuesto siete años de cárcel y a ellos ninguno. Contodo, ¿cuál es el primer impulso que tiene casi todo el mundocuando ve o piensa en una cucaracha?

La relación entre políticos, el público y los medios de co-municación es notoriamente difícil de desentrañar, pero, cuandoel círculo que los une se vuelve vicioso, la espiral descendentehacia la anarquía y la violencia puede desencadenarse con unarapidez abrumadora.

Esto se vio claramente en Costa de Marfil en 2002, cuandoun país tradicionalmente abierto a los extranjeros explotó re-pentinamente en una orgía de violencia xenófoba. Arrojarona los refugiados y emigrantes de sus casas, para luego incen-diarlas y arrasarlas. No se sabe cuántos refugiados murieron.Sin embargo, es prácticamente seguro que algunos lo hicieron,según los responsables del ACNUR.

Y, en Yugoslavia —en muchos sentidos el país más emanci-pado del antiguo bloque del Este, con cientos de miles de ciu-dadanos en matrimonios mixtos o de origen mixto—, sólo hizofalta unos pocos años para que unos cuantos demagogos des-truyeran el entramado de mutuo respeto y tolerancia que

de la hospitalidad… Pero la mayoría tienen también o miedo al extranjero. los refugiados tienen problemas.

Unos jóvenesatacan un centro deasilo en Rostockdespués de quemiembros de laextrema derecha leprendieran fuego;un incidente más delos muchosocurridos enAlemania durantelos años 90 .Posteriormente,millones dealemanes seecharían a la callepara manifestarsecontra el racismo yla xenofobia.

Page 10: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

10 R E F U G I A D O S

hace que una sociedad no se venga abajo. En cuanto se tras-cendieron ciertos límites, la caída en la barbarie y el genocidiose produjo en picado. La gente se vio obligada a elegir bandos.

RACISMO SIN FRONTERASHay un viejo refrán en Oriente Medio que reza así: “Yo contra mi hermano; mi hermano y yo contra mi primo;mi primo y yo contra el mundo”. Desgraciadamente, este re-frán es tan cierto hoy como el día en que se acuñó.

Todas las sociedades tienen la capacidad de ser racistas. Esextremadamente fácil levantar tensiones entre grupos reli-giosos y políticos, pero sobre todo entre grupos étnicos o aque-llos que tienen algo de “extranjero”. Son los famosos “otros”. Mu-chas sociedades tienen una profunda ética de la hospitalidad,que a menudo es de gran ayuda para los refugiados. Pero la ma-yoría cuentan con un mecanismo incorporado de desconfianzao miedo al extranjero. Si este último gana ascendencia sobre laprimera, los refugiados tienen problemas.

Es asombroso que, en 2002, un 58% de los varones afganossolicitantes de asilo entrevistados en una encuesta encargadapor el ACNUR en Moscú afirmaran haber sido víctimas deatentados racistas durante los 12 meses anteriores. Un 27% dijohaber sido hospitalizado, siendo la estancia media en el hospi-tal de 22 días, lo que indica la seriedad de las heridas recibidas.En el 79% de los casos, los atacantes utilizaron “armas rudi-mentarias, especialmente cadenas de metal, bates, bombonasde gas y botellas de cerveza”. Un estudio similar llevado a caboun año antes reflejaba que un porcentaje aún mayor de hom-bres africanos en Moscú, el 77%, aseguraba haber sido atacadopor motivos raciales durante el mes anterior.

Algo parecido ocurre en Ucrania, donde mataron a golpes aun médico ruandés cuando volvía a su casa en Vinnitsa, al surde Kiev, de celebrar la creación de una ONG local para refugia-dos, de la que era presidente. En los últimos años se han denun-ciado a la policía ucraniana decenas de ataques contra refugiadosy solicitantes de asilo, pero no se ha resuelto ni un solo caso.

En Croacia, un fanzine de extremistas se ha dedicado a invi-tar a los lectores a buscar “bares y clubes gays, comunidades or-todoxas serbias, restaurantes chinos, heladerías y otras tiendascuyos dueños sean extranjeros”. Los premios para quienes envíenlas direcciones de estos lugares incluyen una capucha original delKu Klux Klan, un cóctel Molotov y un bate de béisbol. Los demáscontenidos del fanzine dejan claro que no se trata de una sátira.

En Malta un coche blanco siguió a un eritreo. Dos hombressalieron del coche y le pidieron fuego. En ese mismo mo-mento le golpearon la cara, causándole múltiples fracturas enla mandíbula. El eritreo salió corriendo hacia la comisaría. Elcoche blanco le cerró el paso. Se agachó cuando le lanzaronuna botella a la cara y luego se escondió entre dos coches apar-cados. Los hombres siguieron intentando darle caza por la ca-rretera, hasta que finalmente se dieron por vencidos.

Por todo el Mediterráneo, los emigrantes y refugiados sub-saharianos —incluidos los sudaneses en Egipto y los africanosoccidentales en otros países norteafricanos— denuncian ata-

ques, abusos, discriminación y explotación a manos de la po-blación local. Dichos factores parecen haber jugado un papelrelevante en la cadena de acontecimientos que condujo, en di-ciembre de 2005, al enfrentamiento entre policías egipcios ymanifestantes sudaneses en El Cairo, que acabó violentamentecon el resultado de varios muertos. Muchos sudaneses en Egiptoaducen el trato por parte de la población local para pedir que losreasienten en otros países, y ese era el motivo de que se estu-vieran manifestando.

En Irak, también los refugiados palestinos han tenido quepagar por el buen trato relativo que se les dio durante el régi-men de Saddam Hussein; según algunos informes, varios deellos han sido asesinados.

En Sudáfrica, en agosto de 2005, parte de una muchedumbreque se manifestaba contra las autoridades locales en Bothaville,

El chivo expiatorioperfecto

Desde las cifras (son demasiados) y las etiquetas hasta el proceso de deshumanización

© A

FP/

A.

ZIE

MIN

SK

I/D

P/

ZA

F•2

00

1

Page 11: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

11R E F U G I A D O S

provincia del Estado Libre, se fijó en una pequeña comunidadde refugiados y solicitantes de asilo somalíes, saqueando diez desus negocios y quemando dos de ellos.

También en Sudáfrica, tres marineros ucranianos fueronacusados de asesinato después de sacar a siete polizones de susescondites —unas tuberías de gran tamaño— y lanzarlos por laborda, justo antes de que el barco arribase al puerto de Dur-ban. Se cree que dos de los polizones tanzanos se ahogaron,mientras que otros cinco consiguieron salvarse a nado. La po-licía piensa que los marineros arrojaron a los polizones por laborda porque los patrones de los barcos están obligados a pa-gar la repatriación de los inmigrantes ilegales.

Y más al sur, en Australia, un refugiado sudanés reasentadoen Toowoomba, al oeste de Brisbane, le dijo a un reportero: “Losaborígenes me suelen dar palizas… No sé por qué”.

LOS “MENSAJES CONTRADICTORIOS” DE LA UESegún un organismo de la Unión Europea, el CentroEuropeo de Monitorización del Racismo y la Xenofobia, “la vio-lencia racista… desgraciadamente sigue siendo un problemacomún y constante entre la mayor parte de los estados miem-bros de la UE”. Un estudio de este organismo sobre las parti-cularidades nacionales de la violencia racista señala que lospaíses con los mejores sistemas de recogida de datos son losque tienen las cifras más altas de violencia racista, tendiendo aser considerados como los que más incidentes racistas padecen,lo cual no es necesariamente cierto.

El Reino Unido, por ejemplo, dispone de un sistema muycompleto (aunque no separa los crímenes específicos contra so-licitantes de asilo y refugiados). En 2004 se registraron ofi-cialmente en este país 35.022 incidentes racistas y xenófobos,

negativas (impostores, criminales, estafadores) y fabricación de mitos no hay más que un pequeño paso.

Parte de lacampaña‘Antorchas por laTolerancia’ en laapertura de laConferenciaMundial contra elRacismo celebradaen Durban,Sudáfrica, en 2001.

Page 12: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

12 R E F U G I A D O S

produciéndose heridos en4.840 de ellos. En 2003 (el úl-timo año completo disponi-ble), Alemania —con una basemucho menor— registró11.576 incidentes políticos oca-sionados por la extrema de-recha, de los que 2.431 fueronxenófobos (465 de ellos fueroncalificados de violentos).

Grecia aparece sistemá-ticamente en el primer o en-tre los primeros puestos en lasencuestas del citado Centrosobre actitudes negativas. En2003, por ejemplo, el 87% delos griegos se definía como“opuesto” a los inmigrantes, yel 77% “se oponía a la diversi-dad”. Y, sin embargo, este país,junto con España, Italia y Por-tugal, no recoge datos por se-

parado sobre crímenes o violencia racista.De hecho, la recogida de datos estadísticos sobre violencia

racista y xenófoba suele ser insuficiente y poco formal, y casitodos los países que lo hacen —incluso en el interior de la UE—utilizan sistemas distintos.

Incluso aquellos que disponen de la información más ex-haustiva cuentan con grandes lagunas. La mayoría de los da-tos, por ejemplo, están relacionados con extranjeros (incluyendoposiblemente a los solicitantes de asilo, aunque a estos últimosrara vez se les diferencia). La experiencia de los nacionales quepertenecen a minorías étnicas es, según el Centro, “práctica-mente inexistente en la recogida de datos del sistema criminalde casi todos los estados miembros de la UE”. Los problemas

de la investigación se compli-can por el hecho de que la ma-yor parte de los estos estadosni siquiera cuenten con unadefinición de lo que es “vio-lencia racista”.

En su Informe Anual de2005, el Centro señalaba quelos diversos estados mandanun mensaje contradictorio:“Aunque los estados miembroshan introducido leyes queofrecen una mayor proteccióna las minorías raciales [y] ét-nicas y a la población de origeninmigrante, según establecenlas directivas de la UE, otroshan decidido introducir me-didas legislativas que res-tringen de hecho los derechosy oportunidades de los inmi-grantes y las minorías”.

“En muchos sectores senecesita claramente más

mano de obra, que los inmigrantes podrían satisfacer enparte —indicaba el informe—. Sin embargo, ciertos estadosmiembros están restringiendo el acceso de los refugiados y so-licitantes de asilo al mercado laboral, o mandando el mensaje,a través de nuevas leyes, de que los inmigrantes no son bien-venidos, por razones políticas más que económicas. Otra formade mandar mensajes contradictorios es hacer que la política deinmigración y la normativa contra la discriminación vayanunidas”.

¿OBJETIVO ERRÓNEO?“¿Tranquiliza a los ciudadanos y reduce su racismo el que haya leyes más estrictas sobre asilo, o satisfacen éstasel racismo existente y lo justifican?”, se pregunta NiklausSteiner, del Centro de Estudios Internacionales de la Uni-versidad de Carolina del Norte, cuando analiza los debatessobre refugiados de los años 90 en Alemania, el Reino Unidoy Suiza.

Dado el número de leyes sobre asilo e inmigración aproba-das en los últimos años, muchos gobiernos y parlamentos eu-ropeos creen que lo primero es claramente cierto. Pero muchosestudiosos e investigadores piensan lo contrario: que si se cedea las presiones nacionalistas o populistas de tomar medidasdrásticas contra los extranjeros —y, en este sentido, los solici-tantes de asilo son probablemente el objetivo más fácil— envez de combatirlas, lo que se hace es mandar un mensaje querefuerza a esas mismas fuerzas populistas y nacionalistas (en-tre ellas, la extrema derecha).

En otras palabras, se crea un círculo vicioso, porque se de-muestra que el racismo y la xenofobia son una cuestión polí-tica que produce dividendos, lo que significa que volverán a fi-gurar una y otra vez en el orden del día. Esto, a su vez, empiezaa afectar a los solicitantes de asilo, y a los refugiados e inmi-grantes legales, incluso a los ciudadanos de ascendencia ex-tranjera. Si se va demasiado lejos, se acaba alienando a diferentessegmentos de la población, y en poco tiempo habrá problemasde orden público. Los mismos nacionalistas y populistas podránentonces utilizar dichos problemas para presionar y conseguirmás restricciones, y así sucesivamente.

Del mismo modo en que los alborotadores racistas no dife-rencian entre refugiados y extranjeros, o ni siquiera entre suspropios conciudadanos, el creciente número de medidas pu-nitivas incluidas en las nuevas y más estrictas leyes de asilotampoco diferencian entre refugiados e inmigrantes econó-micos. Su único objetivo es impedir que entre gente: reducir latensión política disminuyendo las cifras.

DEFORMANDO LAS ESTADÍSTICASLas cifras han disminuido considerablemente. En los países industrializados en general, el número de solicitantesde asilo se ha reducido a la mitad en los últimos cinco años, re-gistrando ahora sus cotas más bajas desde 1987. Esto es lógico,dado que el número mundial de refugiados es también el másbajo del último cuarto de siglo.

El juego de las cifras del asilo, sin embargo, nunca ha te-nido tanta lógica. En algunos países europeos, el número desolicitantes de asilo fue realmente alto a principios y finales delos años 90, si tenemos en cuenta que hubo importantes gue-rras en Europa. Tras los refugiados de los Balcanes, los afganos

El chivo expiatorioperfecto

Page 13: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

13R E F U G I A D O S

e iraquíes se convirtieron en los principales grupos: cada vezun mayor número de personas perdía la esperanza de un fu-turo viable en su país tras décadas de guerra y represión.

Sin embargo, en algunos de los estados donde el debate po-lítico alcanzó mayor temperatura, apenas se mencionaron es-tos datos, que, si no totalmente, sí explican en parte las eleva-das cifras.

La estadística se convirtió en una de las principales herra-mientas para distorsionar la cuestión del asilo. En la página 16se examinan con cierta profundidad algunas de las tácticashabituales de la prensa tabloide en el Reino Unido. Pero qui-zás la clave del elevado número de reportajes peyorativos rea-lizados por los medios de comunicación resida en una sola dis-torsión estadística, condensada en el estribillo machacón de losaños 90: “La gran mayoría son impostores”. Esta frase ha que-dado perfectamente grabada en el discurso, no sólo de los pe-riódicos, sino de los políticos y de una gran parte de la opiniónpública.

Esta declaración tan repetida no sólo se basa en una esta-dística falsa (la de que “sólo un 10 por ciento de los solicitantesde asilo acaba siendo aceptado como refugiado”), sino en unainterpretación absolutamente errónea de lo que realmente sig-nifica la tasa de admisión de refugiados.

La cifra del 10 por ciento era un promedio aproximadodel número de solicitantes de asilo admitidos como refugia-dos en la ronda inicial del proceso de asilo, conocida como pro-ceso de “primera instancia”, pero no reflejaba la calidad y loexhaustivo de este proceso, ni por tanto el número de solici-tantes de asilo que serían admitidos posteriormente porapelación.

Tampoco incluía a las personas que reciben el estatuto hu-manitario en lugar del de refugiado (por ejemplo, las personasque huyen de guerras o de la violencia generalizada). Es pare-cido a contabilizar criminales por el número de personas a lasque se acusa de los crímenes, en vez de por el número de per-sonas que acaban siendo condenadas (otro truco estadístico hasido el de “demostrar” que los solicitantes de asilo tienen grantendencia a ser criminales).

Si incluimos las apelaciones aprobadas y las personas quehan conseguido el estatuto humanitario (o permiso excepcio-nal de permanencia, como se solía llamar en el Reino Unido),la tasa de admisión de solicitantes de asilo en este país ha sido,de hecho, del orden del 30-50%. Aun así, ¿no quiero esto decirque la “mayoría” —ya que no la “gran mayoría”— son imposto-res?

“Impostor” es una palabra con mucha carga. En este con-texto implica que todas las personas que no son admitidas encalidad de refugiados se dedican a abusar conscientementedel sistema.

Eso, desde luego, no es así.

En términos generales, se puede dividir a los solicitantesde asilo en tres grupos: los que son refugiados, los que sabenperfectamente que no lo son (y de los que por tanto puede de-cirse que están abusando del sistema) y los que se encuentranen la zona gris.

Estos últimos son personas que vienen de países —losIraks, Afganistanes, Congos, Sudanes y Somalias de estemundo— que producen un enorme número de refugiados. Puedeque las personas en la zona gris no consigan acceder al esta-tuto de refugiado de acuerdo con la estricta definición de laConvención de la ONU de 1951 sobre los Refugiados, pero cuandosu país se ve sacudido por la guerra o por la anarquía o está go-bernado por opresores de fama mundial como Saddam Hus-sein o los talibanes, entonces uno entiende por qué se conside-ran refugiados. Puede que a esta gente se le envíe de vuelta asu país, si eso es posible o ético, pero nunca se les debería eti-quetar como “impostores”.

Y, sin embargo, “impostores” han acabado siendo, no sóloen el Reino Unido, sino también (con algunas variantes) en mu-chos otros países. Los medios de comunicación les llamaronimpostores, los políticos empezaron a llamarles impostores (oviceversa) y, lógicamente, dadas las circunstancias, el públicocreyó que realmente eran impostores.

Desde las cifras (son demasiados) y las etiquetas negativas(impostores, criminales, estafadores) hasta el proceso de des-humanización y fabricación de mitos no hay más que un pe-queño paso. Las investigaciones señalan una y otra vez que latolerancia a los solicitantes de asilo y a las personas considera-das “extranjeras” es más débil entre quienes no conocen a nin-guno.

Otros estudios han demostrado que las actitudes hostiles ylos ataques materiales contra solicitantes de asilo y refugiadostienen —por citar uno de estos estudios— “más posibilidadesde ocurrir cuando las imágenes hostiles de los medios de co-municación coinciden con experiencias locales de privación yde competencia por unos servicios escasos; por ejemplo, saludy vivienda”.

Cuando la espiral descendente y acelerada de intoleranciase encuentra presente en el sistema de asilo tanto arriba (losministros de gobiernos encargados de formular las políticas)como abajo (los funcionarios de inmigración y los policías deaduanas), los medios de comunicación no deben ser conside-rados más que como una parte de la ecuación. Al público engeneral tampoco se le puede quitar su cuota de responsabili-dad. La opinión pública puede obligar a los políticos a cambiarde sintonía, o puede animarlos a llevar su mensaje de intole-rancia aún más lejos.

Porque, a fin de cuentas, en lo que a combatir la intoleran-cia se refiere, las acciones de los gobiernos son las que más im-portan. �

“Una cosa es lamentarse de los prejuicios permanentes y otra muy distinta hacer algo al respecto.Demasiadas veces, cuando se ven enfrentados con la intolerancia y el nihilismo, los líderes políticos, los gobiernos y los ciudadanos de a pie guardan silencio o se muestran indiferentes. No debemos permitir que esta pasividad pase como tolerancia. Es más bien complicidad, puesto que da alas a los intolerantes y deja a las víctimas indefensas”. —Kofi Annan

El anuncio en blancoy negro (arriba a la izquierda)lo editó la sede localde un partidopolítico suizo. Dicetextualmente:“¡Ahora los suizoshemos pasado a serlos negros!• Millones para losturistas del asilo • Indulgencia con loscriminales • Millones para losque sueñan con la UE• Ciudadanía paratodos, sin pruebas deningún tipo. Yabasta”.

El cartel en color(abajo a la izquierda)formaba parte deuna campaña enSuiza sobre el mismotema, pero contitulares algo menoscruentos.

Page 14: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

14 R E F U G I A D O S

P O R R U P E R T C O L V I L L E

LAS “RIADAS” AUSTRALIANAS

se pregun-taba una periodista australiana en junio de 2001. Se refería al cen-tro de detención de Woomera, en los pára-mos despoblados del interior de Australia.

Esta pregunta era el inicio de un textoque es una lección magistral de cómoincluir el máximo de connotaciones des-pectivas, mitos y tergiversaciones en unacolumna de 739 palabras.

“¿Realmente es tan “inhumano” dete-ner en este tipo de centros, a un coste de100 dólares al día para el contribuyente, alos boat people y demás solicitantes de asi-lo que llegan ilegalmente a Australiamientras se decide si son auténticos refu-giados o farsantes? —proseguía—. ¿Se es“racista” por no regalar visados a los anti-guos soldados de Irak y Afganistán sospe-chosos de haber cometido atrocidades? Sí,según afirman algunos personajes ilus-tres desde su tribuna”.

Como muchos columnistas de su tipo,una de las tácticas favoritas de esta escrito-ra es erigir monigotes de paja y luego derri-barlos sin piedad. Pasa con toda naturalidadde vapulear a los solicitantes de asilo ahacerlo con sus partidarios, para volver denuevo a la carga: “No es ninguna sorpresaque, entre las 1.500 personas que la semanapasada se manifestaron ante el centro dedetención de Villawood, figurara la misma coalición de socialis-tas, anarquistas, estudiantes, sindicalistas, verdes e ingenuosbienintencionados… Incluso se ha hablado de una campaña

organizada por agitadores externos para fomentar la violenciaen los centros”.

El argumento de que los solicitantes de asilo detenidosrepresentan un peligro se amplifica rápidamente: “Las mani-festaciones que tienen lugar en el interior de los centros hanadquirido un cierto regusto militar, según algunas fuentes. Enuna redada llevada a cabo el mes pasado en Port Hedland, lapolicía encontró armas, entre ellas, supuestamente, un garrotefabricado con la cuerda de una guitarra…”

Después saca a relucir uno tras otro todos los tópicos catas-trofistas. Primero, que los solicitantes de asilo acaparan todo eldinero de los lectores: “Como resultado de los motines, en nue-ve meses se han destinado 20 millones de dólares a mejorar la

seguridad, elevando a 250 millones de dóla-res la cantidad que los contribuyentes sehan gastado en los centros de detencióndurante los últimos 18 meses”.

Continúa con que Australia corre el ries-go de ser invadida: “La realidad es que, con 22millones de refugiados en el mundo, ningúnpaís puede permitirse una política de puertasabiertas”. A comienzos de 2001, Australiaera, en realidad, el trigésimo segundo paíscon mayor población de refugiados del mun-do, y recibió a 12.400 solicitantes de asilodurante ese año, ligeramente por encima deIrlanda y la mitad que Bélgica.

Y para rematar el asunto, les acusa direc-ta e indirectamente de un sinfín de actos ile-gales y criminales: “Durante el último ejer-cicio económico, vinieron a Australia, porbarco o avión, 4.100 inmigrantes ilegales…Casi la mitad llegaron sin documentación ocon papeles falsos… Muchas de las personasque se encuentran detenidas han pagadoalrededor de 10.000 dólares a los traficantesde personas, quienes les cuentan que enAustralia tendrán un piso y seguridadsocial... Podría argumentarse que el ingeniode estos expertos en colarse les convierte eninmigrantes más útiles. Pero es mejor que

orientemos nuestra compasión hacia esas personas que esperanpacientemente su turno en los sórdidos campos de refugiadosde un país extranjero… El mejor método para acabar con la com-

Palabras e

El lenguajepolítico… estáideado para hacerque una mentiraparezca veraz yun asesinatorespetable, y paradar unaapariencia desolidez a lo que noes sino puro aire.”

—George Orwell en “La política y

la lengua inglesa”, 1946

““¿ES CORRECTO UTILIZAR EL TÉRMINO CAMPOde concentración para unos antiguos alo-jamientos mineros que ahora disponen deaire acondicionado, bibliotecas, aulas esco-lares, lavadoras Maytag, televisores y orde-nadores, y cuyos residentes están bien ali-mentados con menúes culturalmentecorrectos como halal y vegetariano?”,

Page 15: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

15R E F U G I A D O S

pasión es sentir que te están induciendo, mediante exageracio-nes y mentiras, a que sientas compasión”.

En algunos países, este artículo habría escandalizado a los lec-tores con sus disparatadas generalizaciones que demonizan acolectivos enteros de población – a los solicitantes de asilo en gene-ral, pero también a los afganos e iraquíes, reducidos locuazmentea “antiguos soldados… sospechosos de haber cometido atrocida-des”. En Australia, muy pocos pestañearon ante este artículo, engran medida porque —pese a que el lenguaje de la autora sea de lomás desaforado dentro de la prensa escrita (aunque suave en com-paración con el que usan algunos locutores de radio durante lasintervenciones telefónicas en directo)— esas ideas llevaban tiem-po arraigadas, siendo difundidas a diario por los políticos.

Antes de que transcurrieran cuatro meses, Australia seencontraría metida de lleno en una guerra para derrocar a lostalibanes, y 18 meses más tarde en otra guerra contra SaddamHussein. Los regímenes en Afganistán e Irak eran lo suficien-temente perniciosos como para querer derrocarlos, pero lospolíticos, los medios de comunicación y el público sentían muypoca simpatía por la gente que huía de ellos.

¿O ERAN MÁS BIEN UNAS GOTAS?DURANTEAÑOSELPÚBLICOAUSTRALIANOHABÍASOPORTADOUNA

lluvia constante de declaraciones políticas y comentarios me-diáticos sobre solicitantes de asilo insinuando que estaban “inun-dando” o “invadiendo” el país; que quienes venían por decisiónpropia eran “ilegales” (aunque no para el derecho internacional),y que eran “expertos en saltarse la cola” (mientras que los “ver-daderos” refugiados aguardaban pacientemente a ser reasenta-dos desde otros países).

En septiembre de 2002, el ACNUR utilizó un buscador perio-dístico para realizar un pequeño sondeo entre los principales pe-riódicos australianos, tanto de tirada nacional como regional. El es-tudio reveló que, en los dos años anteriores, un total de 631 conte-nían las palabras “Australia”, “asilo” y “riada”. Exceptuando unospocos, la mayoría eran lo que aparentaban ser: insinuaciones de queAustralia se enfrentaba a un elevado número de solicitantes de asilo.Los artículos solían ir acompañados con fotografías de barcos ates-tados de gente que, sumadas a la parecida cobertura del tema rea-lizada por la televisión, reforzaban la idea de una “invasión”.

Sin embargo, Australia jamás ha recibido nada que se parezcaa una riada de solicitantes de asilo.

En un intento por poner al descubierto este mito concreto, elACNUR hizo la siguiente declaración en julio de 2001: “Desde un

punto de vista mundial, el número de personas que llega a Austra-lia es muy bajo. Normalmente se habla de ellos como si se tratara deuna avalancha o una riada, pero en realidad, y comparado con la ma-yoría de los países europeos, la palabra más adecuada sería goteo.Comparado con la cantidad de refugiados existentes en un signifi-cativo número de países en desarrollo de gran pobreza —a menudocientos de miles e incluso millones—, la cifra de personas que vie-nen a Australia, inferior a los 10.000 por año, es de hecho bien baja”.

Con honrosas excepciones, la mayor parte de los principalesmedios de comunicación australianos despertaron lentamentea la realidad de los bulos manejados en la cuestión del asilo. Cuandofinalmente se dieron cuenta de que la riada era un espejismo, deque no había colas que saltarse y que el régimen de detenciónobligatoria era posiblemente el más estricto del mundo indus-trializado, muchos periodistas australianos cambiaron su enfo-que en el tema del asilo.

Para 2006, se habían calmado bastante los ánimos en el de-bate del asilo australiano, después de que las ONG y los estudio-sos pasaran años socavando obstinadamente los estereotipos. Apartir de finales de 2002, expresiones como “riada” y “expertosen saltarse la cola” dejaron de salir tanto en los medios austra-lianos. No obstante, durante algún tiempo, siguieron apareciendocon bastante frecuencia en las cartas a la prensa de los lectores,dando a entender que la terminología había quedado profunda-mente arraigada en el público.

Con el tiempo, el número de historias positivas que apare-cían en la prensa sobre refugiados fue en aumento, sobre todode patronos rurales satisfechos con sus duros trabajadores refu-giados, a quienes se presentaba como dignos seres humanos enlugar de como amenazas abstractas.

El centro de detención de Woomera se cerró y desmantelóen 2003, tras lo cual ha habido un número de modificacionespositivas a la ley australiana sobre asilo, entre otras la decisiónde junio de 2005 de permitir que las familias con niños vivanfuera de los centros de detención. En marzo de 2006, una comi-sión del Senado que investigaba la gestión y el funcionamientode la Ley de Inmigración recomendó una serie de mejoras delsistema, incluida la de reducir la detención obligatoria de los so-licitantes de asilo a un máximo de 90 días.

El número de solicitantes de asilo que llegan a Australia hadescendido a 3.200 por año, exactamente un 1 por ciento del to-tal mundial de 335.000 registrados en 2005 y que se encuentrandistribuidos por más de 50 países.

Si cabe, una riada aún menor.

e Imágenes

Page 16: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

16 R E F U G I A D O S

LA “LOCURA DEL ASILO” EN ELREINO UNIDO

GRAN PARTE DE LA COBERTURA MEDIÁTICA ADVERSA O INEXAC-TA en torno al asilo y la inmigración puede atribuirse a la com-plejidad del tema y la terminología, a la disposición de algu-nos políticos a desvirtuar la cuestión en la creencia de que les

reportará beneficios electorales y a que los mediosde comunicación no contrasten los hechos, cifras einterpretaciones que se les suministran. El lobbyrefugiado también tiene su parte de culpa por noactuar rápida y efectivamente para contrarrestarlos mitos en cuanto surgen.

Una cosa es un periodista o un redactor jefe malinformado o descuidado: siempre podrá informarsemejor. Un medio de comunicación que sigue un planconcreto y que lo aplica en todos sus contenidos —nosólo en los editoriales y columnas de opinión, sinotambién cuando cubre las noticias— es algo muchomás mortífero.

Cuatro de cada cinco tabloides británicos de tira-da diaria y nacional —con un número total de lecto-res estimado en más de 17 millones (casi un tercio delos habitantes del país)— publican tantas “noticias”sobre solicitantes de asilo que, a menudo, tienenmuy poco de información y mucho de visión parcial.

De los cientos de incendiarias historias de porta-da -con dramáticos titulares y artículos a una o dospáginas en el interior- publicadas por estos cuatro

periódicos durante los últimos cinco años, el número de artícu-

los que ofrecen una imagen razonable o favorable de algún soli-citante de asilo o refugiado puede contarse con los dedos de unamano.

Una búsqueda realizada entre distintos medios de comuni-cación revela que The Sun, el Daily Mail, el Daily Express, elDaily Star y sus correspondientes dominicales —el News of theWorld, el Mail on Sunday y el Express on Sunday— han publicadoen conjunto la pasmosa cifra de 8.163 artículos que mencionanla palabra “solicitante de asilo” en los cinco años que van desdeel 1 de enero de 2000 a la misma fecha de 2006. Los resultadosde la búsqueda incluyen algunas anomalías y repeticiones, noobstante lo cual proporcionan una útil imagen de cómo se abor-da en los tabloides la cuestión del asilo y la inmigración.

Un elemento clave en la estrategia de los tabloides ha sido elde mezclar la terminología. A menudo el término “solicitantesde asilo” se usa indistintamente junto con el de “inmigrantes”(1.427 artículos aparecidos en tabloides con ambas palabras du-rante ese periodo de cinco años). Lo que en un principio era un“solicitante de asilo” se convierte a renglón seguido en “inmi-grante” o en “refugiado”, habiendo 575 artículos donde los ta-bloides emplean estos tres términos. También se han utilizadofrases incorrectas o engañosas como “solicitantes de asilo ilega-les” y “refugiados ilegales”. El resultado es que han acabado to-dos metidos en el mismo saco: el de los extranjeros (al cual sehan añadido los gitanos —algunos de ellos extranjeros solicitan-tes de asilo, otros locales— por si acaso).

Durante ese mismo periodo de cinco años, el término “im-postor” ha aparecido 713 veces en estos siete tabloides del ReinoUnido, y “estafadores del asilo”, 188 veces. Las palabras “crimi-

Words andImages

Las falaciasdifundidas pormuchostabloides hanenvenenado eldiscurso delpúblico en lacuestión delasilo.”

Page 17: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

17R E F U G I A D O S

nal y “solicitantes de asilo” concurrían en un mismo artículo en538 ocasiones y “crimen” y “asilo” aparecían juntas 945 veces (en375 casos, con menos de cinco palabras entre una y otra). Cin-cuenta artículos asociaban a solicitantes de asilo con violacio-nes, con títulos como “Un refugiado que es un monstruo de lasviolaciones”, “Un inmigrante monstruoso” y “Un iraquí inte-rrogado en un caso de violación”.

La palabra “asilo” compartió artículo con “locura” en 271ocasiones, 141 de ellas en The Sun, que, a comienzos de 2003, or-ganizó una campaña denominada “Parar la locura del asilo” .

Según The Sun, 839.000 de sus lectores cortaron los cuponesque aparecieron a diario en el periódico durante varias semanasjunto con una aparentemente inacabable serie de nuevas histo-rias sobre la “locura del asilo”. Los cupones se transportaban enun montón de sacos, con fotógrafos del Sun a la zaga, y se descar-gaban en el Home Office, el Ministerio del Interior británico, en-cargado de las cuestiones de asilo e inmigración. Unas semanasmás tarde, el periódico anunció que más de un millón de perso-nas habían firmado la campaña y advertido amenazadoramen-te al Gobierno: “Cada vez queda menos tiempo”.

La cobertura del tema del asilo por parte de los medios bri-tánicos ha sido estudiada en bastante profundidad por diversosdepartamentos universitarios, ONG e institutos de investiga-ciones políticas, pero el desmesurado número de artículos, edi-toriales, columnas y viñetas —incluso los comentarios insidio-sos en las páginas de deportes— en contra del asilo no han sidocatalogados ni expuestos nunca en su totalidad.

Sin embargo, el hecho de que, en un periodo de 31 días delaño 2003, el Daily Express publicase 22 historias negativas so-

bre el asilo o los refugiados en su página de portada da una ideade la intensidad de dicha cobertura.

EL JUEGO DE LAS DIFAMACIONESCASI NADIE LEE MÁS DE UN PERIÓDICO AL DÍA, Y POR TANTO POCAS

personas son conscientes de que los tambores de guerra contra elasilo no han dejado de sonar. Gran Bretaña fue apodada la “capitalmundial del asilo”. A los solicitantes de asilo se les tachaba a dia-rio de criminales o terroristas. Tenían la costumbre de importarVIH/SIDA y tuberculosis. Violaban a las mujeres británicas yatropellaban a sus niños. Incluso se comían los cisnes y asnos bri-tánicos, y robaban casi todos los peces de los ríos.

Mientras, se decía, el “buenazo” del Estado británico losalojaba en hoteles de lujo, dándoles teléfonos móviles, pagán-doles un montón de prestaciones sociales e incluso dándoleslecciones gratis de golf y cocina. El lote completo de los artí-culos contra solicitantes de asilo, inmigrantes y gitanos —lostabloides prefieren “gitano” antes que “romaní”— llenaría unagran sala de exposiciones.

Muchas de estas historias estaban basadas en “fuentes policia-les” no identificadas y algunas (como la propia policía dejó claro) sehan revelado como invenciones. Entre ellas se encuentra la de lossolicitantes de asilo de Europa del Este comedores de cisnes deThe Sun y los somalíes comedores de asnos del Daily Star. El artí-culo del Daily Express titulado “PLAN PARA ASESINAR ABLAIR; solicitantes de asilo con equipo de alta tecnología y mapasdescubiertos a media milla del hogar del Primer Ministro” fue de-nunciado por la policía local en un comunicado: “Permítanme de-cir en el lenguaje más claro posible que esta historia es una patra-

Cientos deportadas y deartículos a doblepágina como estoshan aparecido enlos tabloides delReino Unidodurante losúltimos cincoaños. El DailyExpress publicó 22portadas anti-asiloen un periodo detan sólo 31 días.

Page 18: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

18 R E F U G I A D O S

En octubre de 2003, la FundaciónSuiza contra el Racismo y elAntisemitismo emitió una serie deanuncios. Uno de ellos, aparecido enpantallas cinematográficas y en

periódicos,preguntaba :“¿Cómo consiguenlos judíos sudinero?”. Unapausa y, tras ella,la respuesta:“Trabajando,como todosnosotros”. Otroanuncio de lamisma seriepreguntaba: “¿Dedónde sacan loskosovares lasradios para suscoches?” Larespuesta: “Lascompran, comotodos nosotros”. Yun terceropreguntaba: “¿Quéhacen los negroscon sus mujeres a

la hora de comer?”. La contestación:“Comen, como todos nosotros”.

Suiza se encontraba a punto decelebrar unas elecciones generales enlas que los solicitantes de asilo y losinmigrantes —con su supuestatendencia a cometer todo tipo decrímenes— aparecían en un lugardestacado.

Los irónicos anuncios fueronpolémicos; en cierto sentido, máspolémicos que la serie de carteles anti-extranjeros que intentabancontrarrestar (ver página 12). Algunospartidarios del asilo argumentaron quese lo estaban poniendo en bandeja allobby anti-asilo por mantener lascuestiones de la inmigración y el asiloen primera plana.

UN ENFOQUE PROVOCADORAl año siguiente, por toda Austria,donde un parecido sentimiento hostil—aunque en gran parte infundado—hacia los solicitantes de asilo habíaarraigado con fuerza, el ACNURdecidió que un mensaje demasiado“blando” no iba a calar en las ocupadasvidas del público, y que hacía falta algomás provocativo para que la gentetuviera en cuenta la posibilidad de quealgunas de las cosas que escuchabansobre los solicitantes de asilo y los

refugiados no eran ciertas, o eranbastante exageradas.

Y así fue como los ciudadanosaustriacos, cuando se preparabantranquilamente para sus labores diariasen el verano de 2004, se encontraronsúbitamente cara a cara con doshombres extraños, uno metiéndose undedo por una oreja y sacándolo por laotra, y el segundo abriéndose la cabezaen dos con una cremallera.

Ambos mostraban un cierto aire desatisfacción viéndoles pasar desde3.100 vallas publicitarias, pasando elrato en cafés y bares dentro de 60.000tarjetas publicitarias, asomando en laspáginas web, apareciendo en lostableros de información electrónicadel metro de Viena y desfilando arribay abajo en camisetas.

Los pies de foto dejaban claro queestos individuos de aspectosospechoso eran solicitantes de asilo,dedicados a su habitual juego deabusar del sistema de asilo.

“Los solicitantes de asilo nuncamuestran su verdadero rostro”, decía elanuncio de la cremallera. “Lossolicitantes de asilo siempre hacentrampas a tus espaldas”, decía el deldedo que sale por la oreja. El gancho

Desmontando los mitos

Palabras eImágenes

Lasexpresionesracistascontra lossolicitantes deasilo parecenhaberseconvertido enmonedacomún”. —Policía británica.

“ña y que eso mismo le dijimos claramente al Daily Express cuandonos preguntó por primera vez sobre dicho asunto...”.

Un estudio realizado en julio de 2003 por el Centro de Estu-dios sobre Asilo y Refugiados del Reino Unido señalaba que mu-chas personas, aun sabiendo que los tabloides se dedican a gene-rar rencores, seguían estando de acuerdo con la mayoría de susopiniones y utilizaban el mismo lenguaje. Otro estudio revelabaque “los entrevistados… al sacar sus propias conclusiones sobrelos recién llegados a su comunidad, repetían los mitos de los me-dios de comunicación sobre solicitantes de asilo, describiéndoloscomo depredadores que amenazaban a sus mujeres e hijas, y so-bre los inmigrantes económicos que llegaban a Gran Bretaña”.

Lógicamente, un estudio de la UE realizado en 2005 situabaal Reino Unido en el segundo puesto de una lista de 30 países eu-ropeos en su “oposición a los solicitantes de asilo”. Sin embargo,los ciudadanos británicos parecían en general demostrar una re-lativa tolerancia en otros temas, situándose en vigésima posiciónen su “Oposición a la Sociedad Multicultural” y decimosextos —de 19 países— en su “Oposición a la Diversidad”.

“Las falacias difundidas por muchos tabloides han envene-nado el discurso del público en la cuestión del asilo —dice el pe-

riodista Mike Jempson, Director de la organización en pro de laética periodística MediaWise—. A los refugiados se les niega la pa-labra, por lo que el público no descubre por qué la gente busca re-fugio y cómo se le puede ayudar”.

Los tabloides aúllan de indignación cuando se les acusa de ra-cismo, o de caer en técnicas propagandísticas que recuerdan a lasdel periódico nazi Der Stürmer en los años 30. Son muy diestrosen hacer que las críticas se vuelvan contra quienes las profieren:se convierten en los valerosos pero atribulados cruzados en posde la “verdad”. Sus críticos, aseguran, están movidos por el afánde ser “políticamente correctos”, y su objetivo es restringir la li-bertad de expresión.

No importa que Artículo 19 —una organización dedicada aproteger la libertad de expresión— publicase un punzante infor-

©E

XIL

E I

MA

GE

S/

H.

DA

VIE

S/

DP

/G

BR

•20

03

Page 19: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

19R E F U G I A D O S

me en agosto de 2003 describiendo “el complejo cuadro de infor-maciones inexactas y afirmaciones acompañadas de estadísticasinfundadas, el inadecuado uso de calificaciones e imágenes uni-dimensionales sobre los solicitantes de asilo y los refugiados queviven en Gran Bretaña”.

En dos ocasiones, los propios periodistas del Daily Expresshan tomado la insólita decisión de denunciar a su periódico antela Comisión de Reclamaciones de la Prensa británica (CRP). Enagosto de 2001, la sección sindical del periódico se quejó de la“prolongada campaña [del Express] contra los solicitantes de asi-lo con objeto de aumentar su tirada”. Y, en enero de 2005, se pre-sentó una segunda denuncia después de culminar una docena deartículos en contra de los gitanos con otro titulado “1,6 millonesde gitanos, dispuestos a invadir el país”. En Press Gazette se cita-ba a un periodista sin identificar diciendo que les estaban “pre-sionando para escribir artículos que ellos consideraban racistas eincendiarios”. Las denuncias fueron desestimadas.

Las presiones de alguna ONG como el Consejo de Refugia-dos y el Proyecto RAM de MediaWise acabaron forzando al CRPa publicar una advertencia sobre el uso de frases inexactas y en-gañosas dirigida a los directores de medios de comunicación.

Richard Ayre, presidente de Article 19, recuerdaque no se trataba de “quitar hierro o minimizar [el te-ma del asilo], sino de informar sobre él imparcial yfielmente. Si los medios le dan un tratamiento co-rrecto, tendremos una visión más auténtica sobre uncapítulo importante de la política pública. Si le danun mal tratamiento, en vez de visión tendremos ins-tigación”.

La policía británica parece estar de acuerdo. Enuna fecha tan temprana como 2001, la Asociaciónde Jefes de Policía publicó una guía “ética” en la quese decía que “las expresiones racistas contra los so-licitantes de asilo parecen haberse convertido enmoneda común y considerarse aceptables cuandoanteriormente no se hubieran tolerado con ninguna otra mi-noría”.

Este cambio que convierte el racismo y la xenofobia en algocomún y banal (un fenómeno que en ningún modo se circuns-cribe al Reino Unido), donde el asilo se utiliza como caballo deTroya para saltarse las leyes en contra del racismo, es quizás el as-pecto más peligroso de todo el juego de las difamaciones. �

alpinos del asilopublicitario en la parte inferiorprometía revelar “todos los prejuicios”en la página del ACNUR en Austria, enla que la agencia expuso doce de losmitos más comunes y explicaciones

cortas y claras de por qué estabanequivocados.

La campaña tuvo un éxitoapreciable. El número de visitantes a la

web del ACNUR alcanzó cifras récord.La tarjeta postal con estas imágenesfue declarada “Tarjeta Publicitaria delAño 2004” por una revista de Viena.Durante el otoño se lanzó una segunda

fase de la campaña“Imparcialidad en lugar deprejuicios”, apoyada con lostestimonios del PresidenteFederal, Heinz Fischer, elreconocido científico austriacoJosef Penninger y el famosomúsico Hubert von Goisern.

Finalmente, la revistasemanal Die Furche publicó unaserie de cinco artículosalrededor del tema de lacampaña que, posteriormente,consiguieron para su autor,Wolfgang Machreich, el premiomás prestigioso de la prensaaustriaca.

Si la campaña, que produjosin ánimo de lucro lamultinacional publicitariaPublicis, consiguió o noconvencer a mucha gente es

difícil de demostrar. Lo queciertamente hizo fue generar un buennúmero de debates sobre los mitos yprejuicios más comunes en Austria. Los

ecos de ese debate todavía puedenverse en los medios de comunicación yen las declaraciones públicas de losrepresentantes de los gobiernosfederal y locales.

Podría argumentarse que lacampaña acabó con un decimotercermito, el que dice que una campañaagresiva y provocativa en pro del asilocausará irritación y, por tanto, estarádestinada a fracasar, por muchasverdades que diga. RolandSchoenbauer, el miembro del ACNURque dirigió la campaña, estáconvencido de que era la única formade captar la atención de la audiencia.

“Teniendo en cuenta el perniciosodiscurso político del momento, y lafalta de recursos económicos pararealizar una campaña a gran escala, nosvimos obligados a hacerlo de estemodo —asegura—. Sencillamente, losmensajes positivos no habríanfuncionado en ese tipo de ambiente”.

Los irónicos anuncios fueronpolémicos; en cierto sentido, máspolémicos que la serie de cartelesanti-extranjeros que intentabancontrarrestar.

©E

XIL

E I

MA

GE

S/

H.

DA

VIE

S/

DP

/G

BR

•20

02

Page 20: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

20

P O R V A N E S S A S A E N E N

L AS VACACIONES SON SIEMPRE

los momentos de mayor so-ledad para quienes viven

lejos de su tierra. Esta sencilla verdadinspiró a Het Belang van Limburg, unperiódico local de la provincia belgade Limburgo, a tomar una iniciativainsólita las pasadas Navidades.

El periódico sugirió a los lectoresen cada uno de los 44 municipios dela provincia que hicieran realidad ellema “Limburgo, un lugar acogedor”,invitando a solicitantes de asilo a co-mer en sus casas el día de Navidad. Alfinal, más de 100 familias belgas abrie-ron sus puertas a extranjeros desco-nocidos, y hubieran sido más de ha-ber habido suficientes solicitantes deasilo como para igualar el número deaspirantes que respondieron a la lla-mada del periódico.

El proyecto Navidad lo coordinóGert Reynders, director de El perió-dico de las buenas noticias, el suple-mento de los martes del Het Belang van Lim-burg. Reynders cree firmemente que era la“obligación informativa” del periódico redu-cir el “alto nivel de ignorancia” sobre solici-tantes de asilo y refugiados. Para él, la idea dela comida navideña era un modo de contra-rrestar todos los eslóganes negativos, los es-tereotipos y las imágenes terribles existentesen torno a ellos.

Varios periodistas dedicaron su día deNavidad a cubrir la historia, cruzando la pro-vincia de un lado a otro para sacar fotos de lacomida y entrevistar a anfitriones e invitados.Los artículos aparecieron en la siguiente edi-ción de El periódico de las buenas noticias.

La iniciativa fue un rotundo éxito. Poste-riormente, afirma Reynders, algunos de losanfitriones escribieron al periódico “para ex-presar su agradecimiento por la oportunidad

de haber conocido a los solicitantes de asilo”.La provincia de Limburgo, que linda con

Alemania y Holanda, tiene mucha experien-cia con inmigrantes. Desde que en 1901 se des-cubrió carbón, y hasta la década de los 70, huboinmigrantes trabajando en sus minas. La pá-gina web de la provincia de Limburgo aún sevanagloria de poseer “oro negro” y de ser un“lugar muy pintoresco”.

“Dada nuestra experiencia en cuestionesde inmigrantes, nuestra actitud es más abiertaque la de algunas de las grandes ciudades, comoAmberes o Bruselas -señala Reynders-. Poreso estábamos bastante seguros de que nues-tra acción navideña encontraría un terrenoabonado”.

El diario belga Le Soir, editado en francés,también ha abordado el tema de la inmigra-ción desde ángulos poco habituales. La revista

dominical del periódico publicó recientementelos retratos de una serie de extranjeros que ha-bían ocupado una iglesia en un intento por re-gularizar sus papeles. Los retratos ofrecían unrostro humano de esta gente a la que llaman“ilegales”, cada uno de los cuales había sido“adoptado” por un residente local. Los retra-tos podían verse también a la entrada de la igle-sia ocupada, y en las vidrieras de algunas delas tiendas locales como muestra de solidari-dad. “Los ilegales corren un riesgo poniendosus nombres, fotos e historias en estos anun-cios —escribía Le Soir—. Pero es un acto dedignidad”.

UN ENFOQUE POSITIVOLA BÉLGICA DE HOY ES UN LABORATORIO DE

multiculturalismo: un estado federal dondediversas comunidades lingüísticas (holandesa,

R E F U G I A D O S

Bélgica a la tendencia

“El sistema de asilo belga es uno de los mejoresde Europa… destacando el sistema de recepción

y la alta tasa de admisiones.”

Una de las 100 familias belgas con los solicitantes de asilo que invitaron a pasar con ellas eldía de Navidad en 2005.

CO

NC

EN

TR

A M

ED

IA/

D.D

EM

EY

/D

P/

BE

L•2

00

5

Page 21: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

21

francesa y alemana) y regiones, incluida la ciu-dad de Bruselas, comparten el poder. Bélgicafue uno de los firmantes originales de la Con-vención de la ONU sobre los Refugiados de1951, y aunque su sistema de asilo no es per-fecto, Judith Kumin, la Representante del AC-NUR en Bruselas, lo considera “uno de los me-jores de Europa”, citando como razones “el sis-tema de recepción y la alta tasa de admisiones”.

Un momento importante en la recientehistoria del asilo belga fue el trágico caso deSemira Adamu, una nigeriana de 20 años a laque se denegó asilo y que murió asfixiada en1998 mientras se resistía a ser deportada. Esocondujo a un profundo examen de conciencia,especialmente por parte de los medios de co-municación del país.

Al contrario que en otros países europeos,los periódicos belgas se sienten poco incli-nados a lanzar virulentas campañas anti-

asilo acompañadas de una lluvia constantede historias que presentan a los solicitantesde asilo y a los refugiados como criminaleso parásitos.

Aunque el partido político de extrema de-recha Vlaamse Belang sigue una línea encontra de la inmigración, el Ministro respon-sable de integración social en el Gobierno fe-deral, Christian Dupont, insiste en la impor-tancia de la diversidad. “Todas las grandes na-ciones —aseguraba recientemente durante unaconferencia paneuropea sobre migración—han dado la bienvenida a los extranjeros quepasaban por su tierra, y han hecho lo posiblepor que se sintieran como en casa”.

En aplicación de ese mismo espíritu, unode los objetivos claves de Fedasil —la agenciagubernamental belga responsable de recibira los solicitantes de asilo— es fomentar el res-peto mutuo. La agencia tiene un programa ex-

cepcional de patrocinio de eventos culturalesy educativos cuyo fin es aumentar la com-prensión entre belgas y solicitantes de asilo.Recientemente presentó un nuevo juego edu-cativo, Chez Mo & Co., con el objetivo de quelos niños aprendan lo que significa ser un so-licitante de asilo en uno de los centros de bien-venida de Fedasil.

Sin embargo, estos proyectos de concien-ciación también levantan polémica. Cuandola organización preparó una exposición foto-gráfica itinerante sobre refugiados y solici-tantes de asilo, y eligió la nueva y prestigiosasede principal de la biblioteca de Amberes, sele denegó el permiso. El alcalde de la ciudadadujo que la exposición podría dar mala famaa la zona, que alberga a muchos refugiados einmigrantes ilegales, y que no lo considerabael mejor tema para la primera exposición dela biblioteca.

“La reacción de la ciudad de Amberes fuedesafortunada —dice el Director de Comu-nicación de Fedasil—. Sin embargo, se tratóde un caso aislado. La exposición se ha mon-tado y se montará en muchas otras ciuda-des, y está teniendo críticas unánimementepositivas”. �

R E F U G I A D O S

se resiste general

El deseo de llegar a una comprensión mutuaha sido un acicate para el famoso cómico belgaPie Tshibanda, un refugiado congoleño queahora es ciudadano del país. Durante los últi-mos seis años ha representado su espectáculoante audiencias de todo el mundo francófono,actuando en importantes salas y apareciendoregularmente en televisión y radio. A veces di-vertido, otras triste, pero siempre animado, Pieutiliza el humor para desmantelar las barreras de la desconfianza y elmalentendido.

Pie Tshibanda era un distinguido psicólogo, profesor y escritor enZaire (actualmente RDC), de donde huyó en 1995 tras producir un ví-deo y escribir artículos y cómics sobre la limpieza étnica. Al llegar aBélgica con 44 años, tuvo que empezar de cero y vérselas cara a caracon el anonimato total y el aislamiento en una tierra extranjera, mien-tras intentaba abrirse camino entre la compleja burocracia del asilo.

En su espectáculo cuenta cómo fue de puerta enpuerta, en el pueblo belga donde lo destinaron traspasar por el centro de recepción, presentándose a susvecinos. La gente miraba nerviosamente por las corti-nas mientras él aguardaba fuera, calándose en la lluvia.Se presentó en todas las casas, una tras otra, y poco apoco pasó a ser “uno más”, al tiempo que refinaba sustécnicas narrativas. Lanzó su primer espectáculo, “Unnegro loco en tierra de blancos”, en 1999, y desde en-

tonces lo ha puesto en escena cientos de veces. Actualmente lo al-terna con otra producción titulada “No soy el hechicero de la tribu”.

“La audiencia, tanto blancos como negros, se ríe de su propia ima-gen en el espejo que les presenta Pie”, escribía el diario francés LeMonde. Otro periódico francés, Le Canard Enchaîné, quedó tambiénmuy impresionado: “Normalmente te hace reír, es convincente, reve-lador: cómo nos sorprende a los occidentales ver que aún tenemoscosas que aprender sobre la hospitalidad”.

“La diferencia entre mis raíces africanas y los “valores” occidentales me desgarra pordentro. Y quiero compartir este sentimiento con otras personas” – Pie Tshibanda

Salvando las diferencias

©V

.VE

RC

HE

VA

L/

DP

/B

EL

•20

04

Page 22: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

22

P O R K I T T Y M C K I N S E Y

D ICEN QUE LOS MUERTOS NO

hablan, pero los muertos deGikongoro son muy elo-cuentes. El cuerpo de unhombre se conservará para

siempre con las manos escudándose la cara inú-tilmente. Otro hombre se retorcerá en una ago-nía feroz. Una madre tratará desesperadamentede proteger al bebé que lleva en brazos y otrohombre más mostrará su garganta cortada. Lacabeza desaparecida de un niño jamás vol-verá a encontrarse.

Teñidos de un fantasmal color calcáreo, loscuerpos momificados de algunas de las 25.000víctimas de una orgía de sangre que tuvo lu-gar en las montañas del sur de Ruanda yacenahora en estantes de madera en un espeluz-nante monumento al genocidio, ofreciendo unamuda historia de la locura que se apoderó deeste minúsculo país en 1994, cuando los extre-mistas hutus se levantaron en armas y exter-minaron a 800.000 tutsis y hutus moderados.

Los detalles de los tres días de matanza de-senfrenada con armas de fuego, granadas y ma-chetes ocurrida en Gikongoro los proporcionaun hombre que sobrevivió en contra de todalógica. Emmanuel Murangira, voluntario tutsien el monumento erigido en esta antigua es-cuela, muestra aún un profundo agujero debala en la frente, sobre el ojo izquierdo,prueba de la noche en que le dieron por muertocuando se encontraba bajo los cadáveres de susfamiliares, amigos y vecinos.

“Mataron a toda mi familia en el genocidio—le cuenta a un visitante—. Cinco hijos, mi mu-jer y 50 parientes. Yo fui uno de los cuatro veci-nos que sobrevivieron en Gikongoro”. Unas25.000 personas en distintos pueblos obede-cieron las instrucciones de las autoridades lo-cales de congregarse en la escuela, donde les pro-metieron que estarían a salvo. Sin embargo, ellugar se convirtió en un campo de exterminio.

¿Cómo se las arregla para contar su histo-ria, una y otra vez, a todas las personas que vi-

sitan el monumento? “No me gusta que me ha-gan preguntas porque me trae malos recuer-dos, pero tengo que contarlo…”. A Murangirase le apaga la voz. El final lógico de esta frase —“Para que no vuelva a suceder”— queda dichoimplícitamente.

Cuando aún no han pasado diez años desdeque África lanzara el grito de “Nunca más” araíz del genocidio ruandés, en otros lugares deeste vasto continente ha habido nuevas masa-cres de hombres y niños y violaciones de mu-jeres a causa simplemente de su origen étnico.

La rebelión que estalló en Darfur, al oestede Sudán, en febrero de 2003 ha sido descritacomo una guerra entre soldados del Gobierno,milicias y rebeldes contra civiles, o como unalucha entre pastores nómadas y agricultores

sedentarios por las escasas tierras de pasto ycultivo. Pero muchas de las víctimas de los ase-sinatos, violaciones, saqueos e incendios quetodavía siguen produciéndose dan una expli-cación más sencilla: dicen que los persiguen -sus compatriotas de piel más clara (a los quesuelen llamar coloquial pero incorrectamente“árabes”) por ser negros.

En 2004, durante una visita de esta re-vista al campo de Kalma, al sur de Darfur, undesplazado aseguraba que la razón por la quequerían destruirlos, a él y a sus vecinos, era “porel color, el negro”, mientras se pellizcaba la piela modo de ejemplo: “Nos atacaron porque so-mos fur, cien por cien fur” (Darfur quiere de-cir “patria de los fur”). Una mujer fur aseguróque los hombres que atacaron su pueblo gri-

R E F U G I A D O S

“Cansados de los refu¿Es

Costa de Marfil ha proporcionado un ejemplo perfectocomo el fuego cuando se eliminan las barreras

Un combatiente armado, supuestamente janjaweed, en una aldea de Darfur.

©A

FP/

E.

RA

SM

US

SE

N /

DP

/S

DN

•20

05

Page 23: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

23

taban: “Os vamos a matar. Vamos a usar a vues-tras mujeres y no vamos a dejar a nadie convida. Vamos a acabar con todos vosotros por-que sois negros”.

Tres años después de empezar la guerraen Darfur, casi dos millones de personas llevanuna existencia azarosa en miserables e inse-guros asentamientos alrededor de las gran-des ciudades de la región, sin poder regresar asus pueblos en ruinas.

LA MALDICIÓN DE LA INTOLERANCIAÁFRICASIGUELIDIANDOCONELLEGADODELes-clavismo y el colonialismo y de momento noescapa a la maldición de la intolerancia. La Con-ferencia Mundial de 2001 sobre Racismo,Discriminación Racial, Xenofobia e Intole-rancias Afines, celebrada en Durban, Sudá-

frica, puso de manifiesto que el continente si-gue esforzándose por resolver estos problemasque, según se dijo, constituyen una violaciónde los derechos humanos “y niegan la eviden-cia de que todos los seres humanos poseen,desde el nacimiento, la misma libertad e igual-dad en cuestión de dignidad y derechos”.

Y si la intolerancia provoca náuseas inde-pendientemente de donde ocurra, en África seha convertido demasiadas veces en un armamortífera. En la República Democrática delCongo (RDC), una guerra que pasó práctica-mente desapercibida (excepto en las regionesmás cercanas) se cobró cuatro millones de vi-das y envió a más de 400.000 congoleños al exi-lio en seis años, además de producir otros tresmillones de desplazados en el interior del país.El conflicto terminó oficialmente en 2002, perolos vecinos de algunos pueblos siguen huyendode los focos de lucha que aún surgen en laparte este del país. Las atrocidades —especial-mente la truculenta costumbre de cortar ma-nos, brazos y pies— continúan. Según fuentesmédicas, al menos 1.200 personas mueren to-dos los días en la RDC por heridas de guerra.

Aunque el África que redactó la Conven-ción de la OUA sobre Refugiados en 1969 —ge-neralmente considerada como una de las nor-mativas sobre refugiados más vanguardistasdel derecho internacional— sigue inspirandoactos de increíble generosidad hacia los refu-giados y las personas que huyen de la violencia,especialmente a nivel local, también ha habidoimportantes reveses a nivel nacional. Países conuna rica tradición en dar la bienvenida a losextranjeros —como Tanzania en África orien-tal y Costa de Marfil en la parte occidental— sehan vuelto mucho menos hospitalarios o di-rectamente hostiles hacia los refugiados.

El pasado agosto, por ejemplo, una mu-chedumbre atacó unas tiendas que pertene-cían a refugiados y solicitantes de asilo en Bot-haville, una ciudad de la provincia del EstadoLibre, en Sudáfrica. De las diez tiendas depropiedad extranjera que fueron atacadas y sa-queadas —dos de ellas también incendiadas y

arrasadas—, los dueños o encargados eran so-malíes en ocho de ellas. Tras perder todo loque tenían en los ataques, algunos se vieron re-ducidos al puesto de dependientes en los loca-les que ellos mismos habían regentado.

La investigación realizada por el ACNURconcluyó que “la xenofobia ha tenido un papeldeterminante en el ataque. Los vecinos tie-nen la sensación de que los extranjeros estáncopando los puestos de trabajo disponibles, queno contribuyen de modo relevante al bienes-tar social y socavan los negocios de las comu-nidades locales”.

En respuesta a estos y muchos otros actos deviolencia física y verbal contra los refugiados yotros extranjeros en Sudáfrica, el ACNUR haestado subvencionando una campaña denomi-nada Hacer Retroceder la Xenofobia, cuya su-pervisión corre a cargo del Consorcio Nacio-nal de Sudáfrica para Asuntos de Refugiados.

El objeto de esta campaña es aumentar laformación de los funcionarios, en un amplioabanico de sectores —la policía y los departa-mentos de salud y educación entre ellos— entorno a los refugiados y sus derechos.

Godwin Ale Willow, un refugiado sudanésde voz suave, ha participado de forma activa enHacer Retroceder la Xenofobia,hablando abier-tamente sobre cómo se hizo refugiado y sobrelo difícil que resulta ser aceptado en Sudáfrica.

Siendo al menos una cabeza más alto quela mayoría de la gente y —según sus propias pa-labras— tan “oscuro como la noche”, Willow haasistido a reuniones de la comunidad donde lehan dicho que se vuelva a su tierra. Ha sopor-tado la hostilidad de los vendedores ambu-lantes que rivalizaban por la misma clientelay le han tratado como a un “bicho raro” en lastierras situadas al sur del Limpopo, el río quesepara Sudáfrica del resto del continente.

Pese al entusiasmo con que inició su cola-boración con la campaña Hacer Retroceder laXenofobia, y su participación en las sesionespúblicas sobre xenofobia presididas por el Co-mité de Acción Parlamentaria para AsuntosExteriores del Gobierno y la Comisión de De-rechos Humanos de Sudáfrica, Willow se haresignado a la posibilidad de que su aparien-cia física siga determinando el trato que reci-birá en el futuro más inmediato.

R E F U G I A D O S

ugiados”s África cada vez menos tolerante?

de cómo la xenofobia puede extenderse culturales, políticas y legales.

Page 24: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

24

LA HOSPITALIDAD SE AGOTAA CINCO MIL KILÓMETROS DE DISTANCIA, EN

África occidental, diversos códigos de hospi-talidad hacia los extranjeros han beneficiadoa los refugiados durante años. En Mali, porejemplo, la palabra chatiguiya describe la cos-tumbre de recibir a los extranjeros con losbrazos abiertos.

Y no lejos de allí, en Costa de Marfil, un con-cepto similar, el de akwaba, ha marcado du-rante décadas la pauta en la política del país conrespecto a los inmigrantes extranjeros y refu-giados (lo mismo que en la vecina Ghana). Costade Marfil era famosa por su armonía religiosay étnica bajo el liderazgo de su primer presi-dente, Félix Houphouët-Boigny.

“La Côte d’Ivoire appartient à tout le monde”(Costa de Marfil pertenece al mundo entero) erasu lema. Y lo puso en práctica dando la bienve-nida a millones de convecinos africanos y apro-

vechando lo mejor de sus culturas. No sólo huboministros venidos de fuera, sino que los extran-jeros —más de una cuarta parte de los habitan-tes del país— contribuyeron significativamenteal “milagro marfileño”, que produjo una de laseconomías más desarrolladas del continente.

Pero a raíz de la muerte de Houphouët-Boigny en 1993, y del golpe de estado contra susucesor en 1999, todo aquello pasó. En septiembrede 2002, un levantamiento armado dividió alpaís en dos, la economía cayó en picado y la ac-titud hacia los extranjeros pasó a ser nefasta. Mi-les de extranjeros —tanto los trabajadores in-migrados de los estados vecinos como los refu-giados de Sierra Leona y Liberia— fueronexpulsados de las barriadas de chabolas dondevivían y vieron sus casas incendiadas y arrasa-das. Muchos fueron atacados y a otros les roba-ron el poco dinero que poseían. Era un ejemploperfecto de cómo la xenofobia puede llegar a ex-

tenderse como el fuego una vez que se eliminanlas barreras culturales, políticas y legales pordecisión directa de las autoridades o por tratarsede una situación próxima a la anarquía.

Al otro lado del continente, Tanzania ha-bía destacado durante décadas como un mo-delo de tolerancia y hospitalidad, siendo algoasí como el “patrón oro” en lo que respecta aaceptar oleada tras oleada de refugiados llega-dos a raíz de los disturbios de la región de losGrandes Lagos. Durante la visita que realizóen marzo a este país, el Alto Comisionado delas Naciones Unidas para los Refugiados, An-tónio Guterres, rindió un “cálido homenaje” ala “enorme generosidad y hospitalidad” desus gentes y su Gobierno.

Sin embargo, en los últimos diez años, lapaciencia de Tanzania con el hecho de ser el paísque más refugiados alberga de toda África se haagotado. “Estamos cansados de refugiados”, ma-

R E F U G I A D O S

Los gestos puntuales de hospitalidad y generosidad que siguen allanando el terreno

Durante décadas, Tanzania ha recibido oleada tras oleada de refugiados procedentes de los turbulentos países vecinos, entreellos estos ruandeses alojados en el campo de Benaco tras el genocidio de 1994.

Page 25: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

25

nifestó en diciembre del 2004el partido en el Gobierno.

A los defensores de losrefugiados les han inquietadoalgunas de las actuaciones delGobierno tanzano en los úl-timos años. En octubre de2002, Tanzania decretó quelos refugiados ruandeses queaún permanecían en el paísdebían marcharse antes de fi-nales de año. A algunos lesamenazaron con quemar suscasas, en un aparente intentopor forzar la cuestión. En sep-tiembre de 2003, Tanzaniaexpulsó a 922 refugiados quehabían vivido en el campode refugiados de Ngara desdesu huida del genocidio deRuanda, ocurrido en 1994.

En febrero de 2005, el AC-NUR protestó cuando nuevesolicitantes de asilo burun-deses fueron devueltos a supaís por la fuerza, una prác-tica conocida como refoule-ment y prohibida por la Con-vención de la ONU sobre losRefugiados de 1951, de la queTanzania es firmante.

Los refugiados en Tanza-nia se enfrentan actualmente a la posibilidad dever su libertad de movimiento y su derecho altrabajo aún más coartados. El Gobierno ha prohi-bido a los refugiados alejarse más de cuatro ki-lómetros de sus campos, una medida que les im-pide trabajar en labores agrícolas y encontrarmercados para sus productos. Las autoridadeshan cerrado también un próspero mercado enel campo “A” de Lukole que daba servicio a másde 50.000 refugiados burundeses. Y en cada unode los cinco campos de la región de Kibondo, elcierre de los mercados ha afectado a refugiadosy vecinos tanzanos por igual.

“Las restricciones al movimiento y el cie-rre de mercados (…) han provocado un deterioroen el abastecimiento de alimentos”, señalabael Programa Mundial de Alimentos en julio de2004. Afectados simultáneamente por el re-corte en las raciones de comida debido a la faltade donaciones, muchos refugiados se han vistoobligados a vender sus pertenencias, y otros, su-puestamente, a robar para poder comer.

No obstante, el Gobierno tanzano siguedando albergue a unos 348.000 refugiados en13 campos distintos, la mayor población de re-fugiados del continente (otros 200.000 bu-rundeses viven en asentamientos que no estángestionados por el ACNUR y se calcula queunos 200.000 refugiados no registrados vivenen pueblos del noroeste del país) . Tanzania man-tiene todavía uno de los programas de admi-sión más liberales de toda África, y el AC-NUR ofrece atención sanitaria, educación yotros servicios a muchas comunidades localesen un esfuerzo por mitigar los efectos de dar al-bergue a tantos refugiados durante décadas.

Y pese a haber redu-cido sus niveles de ge-nerosidad previos, siguehabiendo ciertamentemuchos aspectos positi-vos, tanto en Tanzaniacomo en otros lugares deÁfrica. En marcado con-traste con muchos paísesindustrializados, porejemplo, la mayoría de lospaíses africanos se hanabstenido de tomar me-didas legislativas para en-durecer la concesión deasilo a los refugiados.

Sobre el telón defondo de los horrores deDarfur, destaca la gene-rosidad de Chad. Pese aser uno de los países máspobres del mundo, Chadha aceptado a 220.000 re-fugiados sudaneses,200.000 de ellos distri-buidos en doce campos del ACNUR (en el sur,el Chad alberga también a 45.000 refugiadosde la República Centroafricana, una cifra queaumenta cada día).

Antes incluso de que el Gobierno delChad pidiera ayuda al ACNUR y a otrasagencias para asistir a los refugiados sudane-ses, los chadianos que vivían junto a la fronteracon Darfur, al este del país, abrieron las puer-tas de sus hogares y compartieron sus precio-sas reservas de alimentos con los refugiados,que en su mayor parte pertenecían a la mismaetnia de los zaghawa.

“Las gentes de aquí nos dieron todo lo quetenían —dice el refugiado Salim Ahmed, que

vive con una familia de Tine desde 2004—.Ahora están en la misma situación que los re-fugiados”. Al igual que en Tanzania, el AC-NUR se dedica a ayudar a las comunidades lo-cales que han compartido sus escasos recur-sos con los refugiados.

En ocasiones, sin embargo, las poblacio-nes locales pueden ser menos hospitalarias. EnMalawi, en marzo de este año, el Gobiernopublicó una dura nota de prensa tras recibir in-formes de que los refugiados que residían fuerade los campamentos oficiales estaban siendoatacados. “Asediar y atacar a los solicitantes deasilo y refugiados, o a cualquier otro ser hu-

mano, es un acto criminalcastigado por la ley”, ma-nifestaba, advirtiendo quequienes fueran atrapadoscometiendo tales delitosserían llevados a juicio.

Con todo, los gestospuntuales de hospitalidady generosidad que se pro-ducen a lo largo del conti-nente siguen allanando elterreno para las personasque lo han perdido todo. Elaño pasado, por ejemplo,un jefe de tribu, en el su-deste de Ghana, abrió supalacio a los recién llega-dos de Togo, alentando asu gente a mostrar lamisma hospitalidad con lamultitud de refugiados to-goleses de la zona.

El jefe Togbe Tu Ag-balekpor III de Hevi reu-nió a su pueblo en mayo de

2005 para pedirle que recibiera a los togolesesen sus casas. Los habitantes respondieron po-sitivamente, ofreciendo habitaciones y tierrasde cultivo. Esa misma tarde, las mujeres de laaldea empezaron a cocinar grandes ollas de man-dioca y estofado para más de 100 refugiados.

Veronica Edzodzi, de 29 años, que huyó deGhana con su hermana, su marido y su hija pe-queña, estaba abrumada. “Hasta que no expe-rimentas su amor no te lo crees —asegura en-tusiasmada—. Es increíble. La gente de Hevison ángeles en la tierra”.

Desde luego, ejemplos así deberíanverse más a menudo en África y en el restodel mundo. �

R E F U G I A D O S

se producen a lo largo del continente para las personas que lo han perdido todo.

Refugiados liberianos esperanjunto a la oficina del ACNUR enAbidján, Costa de Marfil, despuésde que una muchedumbre enloquecida quemara y arrasarasus casas en septiembre de 2002.

©S

SA

LG

AD

O/

BW

/T

ZA

•19

94

©A

P/

C.

NE

SB

ITT

/D

P/

CIV

•20

02

Page 26: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

VÍCTIMAS DELGENOCIDIO

26 R E F U G I A D O S

Mas de 2,5 millones de personas han muerto en actos de genocidio desde mediados de los años 70

Cerca de Chong Ek, en Camboya,se descubrieron los cráneosenterrados de unas 10.000personas. Se cree que un total de1,7 millones de personas fueronasesinadas durante el genocidio de1975-79. Las víctimas incluíanintelectuales, monjes budistas,políticos, funcionarios, ciudadanosde origen vietnamita y laosiano eincluso quienes usaban gafas.

Los cuerpos de algunas víctimasdel genocidio de Ruandafilmados el 1 de mayo de 1994 porun cámara del ACNUR desde ellado tanzano del río Kagera, quesirve de frontera entre ambospaíses. Las secuencias del ACNUR,que aparecieron en televisionesde todo el mundo, fueron una delas primeras pruebas visuales delgenocidio que se estabaproduciendo.

Casi 8.000 hombres y niños murieron en o cerca deSrebrenica en julio de 1995, un asesinato en masa

que fue calificado de genocidio. En total, la guerra en Bosnia y Herzegovina se cobró

cientos de miles de vidas.

©O

NA

SIA

.CO

M/

R.

NE

VE

U/

DP

/K

HM

•19

81

Page 27: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

27R E F U G I A D O S

Víctimas delgenocidio

ruandés de 1994en una escuela

rural deNyarubuye, un año

después de sumuerte. Alrededor

de 800.000personas —sobretodo tutsis, pero

también hutusmoderados—

fueronmasacrados en

100 días.

Los familiares de las víctimas de un genocidionunca olvidan. Aquí, dos mujeres lloran a los

seres queridos asesinados durante una ceremoniacelebrada en 2005 para conmemorar el décimo

aniversario de la masacre de Srebrenica.

©P

AN

OS

/P

. L

OW

E/

DP

/B

IH•1

99

2

©G

ET

TY

/M

. D

I L

AU

RO

/D

P/

BIH

•20

05

©S

. S

AL

GA

DO

/B

W/

RW

A•1

99

4

CO

RT

ES

ÍA D

E L

A U

NID

AD

DE

VÍD

EO

DE

L A

CN

UR

Page 28: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

28

P O R W I L L I A M S P I N D L E R

E L AÑO DEL “DESCUBRIMIENTO” DE

América, 1492, fue también el añoen que se expulsó de España y Por-

tugal a la populosa y bien arraigada comuni-dad judía de los sefarditas. Ese mismo año,los ejércitos de los Reyes Católicos, Fer-nando e Isabel, marcharon sobre Granada, elúltimo reino musulmán de España, poniendofin a siete siglos de dominación árabe en la pe-nínsula ibérica.

Una de las grandes protagonistas en ladecisión de forjar una sola nación a partir delas diversas tradiciones culturales, lingüísti-cas, étnicas y religiosas existentes en Españafue la intolerancia, siendo su mejor ejemplola Inquisición, la campaña lanzada en 1478para erradicar la disidencia religiosa. El con-cepto de limpieza de sangre fue utilizado parajustificar la persecución de miles de españo-les de ascendencia judía o musulmana, acu-sados de practicar sus antiguas religiones clan-destinamente.

“No se puede usar la moral actual parahablar de una sociedad que no conoció la to-lerancia, ni política ni religiosa”, sostiene elprofesor Agostino Borromeo, un historiadoritaliano que ha tenido un acceso privilegiadoa los archivos de la Inquisición.

Por otro lado, los efectos de la intoleran-cia y las persecuciones del pasado se siguensintiendo en América Latina todavía hoy, másde 500 años después de que Cristóbal Colónzarpara en busca de una nueva ruta hacia lasIndias.

Los verdaderos descubridores del NuevoMundo fueron, por supuesto, sus primeroshabitantes, que se cree llegaron procedentesde Asia, a través del Estrecho de Bering,hace 20.000 años. Cuando Colón llegó, habíaya un amplio abanico de culturas y modos devida establecidos, desde imperios multiétni-cos altamente organizados como el inca, que

gobernó sobre aproximadamente doce mi-llones de personas, hasta cazadores recolec-tores como los ona y los yamaná de Tierradel Fuego.

El gran desarrollo de aztecas, mayas e in-cas en ingeniería, ciencia, arquitectura y arte,así como el esplendor de sus civilizaciones,estimularon la imaginación —y la codicia— delos invasores europeos. Sin embargo, sería unerror idealizar las sociedades precolombinascomo una especie de paraíso perdido: la pros-peridad de muchas de ellas tuvo su origen enlas constantes guerras, la esclavitud y el bru-tal sometimiento de pueblos más débiles.

Estos conflictos internos tuvieron unfuerte peso en el dramático colapso de losimperios inca y azteca a manos de unos po-cos cientos de conquistadores bien armados.

Bartolomé de las Casas, el primer sacer-dote ordenado en las Américas, clamó contrael trato inhumano que los conquistadores da-ban a los nativos: “Por regla general los espa-ñoles eran crueles —escribió—. No simple-mente crueles, sino extraordinariamentecrueles, tratando a los indios dura e implaca-blemente para que no pudieran ni pensar queeran seres humanos… Los aplastaban con ca-ballos, los despedazaban a sablazos, se los da-ban como comida a los perros, a muchos losenterraban vivos y les aplicaban toda suertede refinadas torturas”.

EFECTOS DEVASTADORESLOSEFECTOSDELACONQUISTA, EXACERBADOS

por la falta de inmunidad de la población na-tiva a las enfermedades europeas, fueron de-vastadores. Se cree que, cuando llegó Colón,la población del continente rondaba los 30 mi-llones de personas. 50 años más tarde, esta ha-bía caído en más de un 75 por ciento.

Sin la mano de obra indígena, las planta-ciones y las minas coloniales dejaron de fun-cionar. La solución a este problema se encon-tró en una de las peores formas de persecu-

ción y explotación conocidas, el comercio deesclavos.

Aunque la esclavitud existía desde hacíasiglos en muchas partes del mundo, incluidasÁfrica y América, el comercio trasatlánticode esclavos —en el que participaron, entreotros, Inglaterra, Francia, Países Bajos, Sue-cia, Dinamarca, España, Portugal y EstadosUnidos— tuvo una magnitud y unas conse-cuencias sin precedentes.

Según el Proyecto de Archivo sobre el Co-mercio de Esclavos de la UNESCO, “las di-versas oleadas de esclavos tuvieron como re-sultado la deportación de entre 25 y 30 millo-nes de personas, sin contar con las quemurieron durante la travesía o durante lasguerras e incursiones”.

UN LEGADO DE DISCRIMINACIÓNTANTO LA CONQUISTA DE AMÉRICA LATINA

como la posterior expansión del comercio deesclavos han dejado un legado de discrimina-ción que está en el origen de la actual exclusiónsocial de los americanos nativos y afrolatinos.

En 1811, el científico y explorador alemánAlexander von Humboldt mostraba su sor-presa por la obsesión de la sociedad colonialcon la raza: “En un país gobernado por blan-cos, las familias con fama de tener menos mez-cla de sangre negra o mulata son, lógicamente,las que mayores honores reciben —observó—.El mayor o menor grado de blancura de la pieldecide el puesto que un hombre ocupa en lasociedad”.

La independencia con respecto a Españay Portugal en el siglo XIX no supuso un cam-bio significativo en los prejuicios y las es-tructuras de la era colonial. Los americanosnativos y afrolatinos siguieron ocupando elúltimo puesto de la jerarquía social. De hecho,algunas de las peores formas de abuso contraestos grupos, en ocasiones calificables de ge-nocidio, han tenido lugar después de que lospaíses latinoamericanos consiguieran su in-

R E F U G I A D O S

La herencia de los conquistadores

En Guatemala, una brutal campaña contra la insurgencia provocó actos de genocidio contra

las comunidades indígenas mayas sospechosas de apoyar a los guerrilleros de izquierdas.

Page 29: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

29

dependencia. Entre ellas se encuentran lascampañas de exterminación de indígenasen Argentina, Brasil, Chile y Paraguay.

Los descendientes de los esclavos africa-nos han tenido un destino parecido.

Haití comparte la isla de La Española conla República Dominicana. Las relacionesentre ambos vecinos no siempre han sido fá-ciles debido a diferencias históricas y étni-cas. Los haitianos, que suelen tener la piel másoscura que los dominicanos, llevan décadascruzando la frontera, bien en busca de trabajoo bien intentando escapar de la violencia y lapersecución en su país.

En octubre de 1937, en uno de los peorescasos de violencia racial en la historia recientede América Latina , el Presidente de la Re-pública, Rafael Trujillo, ordenó a su ejércitomatar a todos los haitianos residentes en elpaís. En pocos días, asesinaron a unas 30.000personas con machetes y porras.

“El Gobierno dominicano hizo creer a lagente que los haitianos estaban invadiendosu país y su cultura —explica la autora haitianaMarie Chantale S. Déclama—. Proclamaronque la mezcla de ambas naciones supondríael fin de la cultura dominicana. El generalí-simo Trujillo diseño un sencillo métodopara distinguir a los haitianos de los domini-canos basado en la manera que los primerostenían de pronunciar la palabra perejil. Se-gún Trujillo, los haitianos no hacían vibrarlas erres al hablar. Cuando dio la orden de ma-tar a todos los haitianos, sus soldados… les pe-dían simplemente que dijeran perejil”.

ÚLTIMOS TIEMPOSDESDE LOS AÑOS 60, LA POBREZA, LA DESIGUAL

distribución de la riqueza y las restriccionesde los derechos civiles y políticos han generadoconflictos en muchas partes de América La-tina. En Guatemala, por ejemplo, una brutal

campaña contra la insurgencia provocó el des-plazamiento interno de cerca de un millón depersonas y actos de genocidio contra las co-munidades indígenas mayas sospechosas deapoyar a los guerrilleros de izquierdas.

“Se han destruidos pueblos enteros y se haasesinado a todos sus habitantes —concluíala Comisión Guatemalteca de ClarificaciónHistórica patrocinada por la ONU—. Ha ha-bido una política de destrucción total, nosólo de tierra quemada,sino, en algunos casos,de acabar con las vidas de seres humanos, in-cluidos mujeres, niños, bebés y ancianos. Lasmujeres embarazadas y los bebés han sido víc-timas de una especial brutalidad… Dichas atro-cidades no pueden explicarse más que comoun intento de exterminar a un grupo étnicoen su totalidad”.

Entre 1981 y 1984, más de 200.000 guate-maltecos, muchos de ellos de etnia maya, bus-caron refugio en México.

R E F U G I A D O S

envenenada

Indígenas mayas de Guatemala, que acabaron como refugiados en México, reciben documentos que les permiten poseer tierrasen este país, un acto de generosidad cada vez menos frecuente entre los estados anfitriones.

AC

NU

R/

M.E

CH

AN

DI/

CS

/M

EX

•20

02

Page 30: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

30

Tras los Acuerdos de Paz de 1996 empezóel regreso de refugiados. En 1999 habían vueltoa su país, con la ayuda del ACNUR, unos43.000 refugiados, mientras que otros 23.000decidían quedarse en México, donde, por logeneral, han sido bien tratados. Muchas de lascausas profundas del conflicto guatemaltecosiguen, no obstante, pendientes de resolución.Los mayas continúan estando discriminadosy se les niega el acceso a tierras, recursos yderechos básicos.

LA REALIDAD ACTUALLEJOS DE VERSE RELEGADOS A UN DISTANTE

pasado, la esclavitud y el asesinato de la po-blación indígena continúan hasta la fecha enAmérica Latina. Las autoridades brasileñas,por ejemplo, practicaron el año pasado reda-das en 183 haciendas y liberaron a más de 4.000personas que vivían en condiciones de escla-vitud. Las cifras oficiales del Gobierno su-gieren que sigue habiendo más de 25.000 bra-sileños esclavizados, a pesar de que la escla-vitud se abolió formalmente en 1888.

En Colombia, los 40 años de conflicto en-tre el ejército, los paramilitares de derechas

y las guerrillas de izquierdas han tenido unefecto calamitoso sobre el millón de habitan-tes indígenas del país, y se teme que, tras for-zarlos a huir de su territorio tradicional, de-saparezcan comunidades enteras. La cul-tura indígena está estrechamente ligada a latierra, y los desplazamientos forzosos suelenprovocar el colapso total de los patrones de au-toridad y cultura tradicionales. Los afroco-lombianos sufren también en gran medidalos efectos del conflicto.

Los haitianos, tanto si huyen de la pobrezacomo de la violencia, siguen sin ser bien re-cibidos en la región. Las autoridades nortea-mericanas de inmigración, por ejemplo, tra-tan a los boat people haitianos y cubanos dedistinto modo. Mientras que la Guardia Cos-tera estadounidense pregunta automática-mente a los cubanos si temen sufrir represa-lias en caso de volver a su país de origen, a loshaitianos no les hacen esa pregunta. En sucaso, deben ser ellos mismos quienes tomenla iniciativa de expresar sus temores mien-tras se encuentran en alta mar. El ACNURha manifestado su preocupación de que, comoresultado de aplicar el denominado “test a gri-

tos”, a los haitianos no se les estén dando su-ficientes oportunidades de expresar su temora sufrir represalias.

Con la importante excepción de Colom-bia, los conflictos armados se han resuelto ohan caído en el olvido en gran parte de Amé-rica Latina. La democracia ha echado fuer-tes raíces en la región, pero los prejuicios y elracismo siguen formando parte de la vida dia-ria y llevan consigo las semillas de futurosconflictos. Pese a su elevado grado de mezclaracial, la mayor parte de los países latinoa-mericanos siguen siendo “pigmentocracias”,sociedades donde los derechos y los recursosse distribuyen según el color de la piel, comoen los tiempos de Humboldt.

En palabras de Rigoberta Menchú, unamaya guatemalteca que en 1992 recibió el Pre-mio Nobel de la Paz por su lucha en favor delos derechos de la población indígena, “Amé-rica Latina posee una cultura pluralista, y siesa pluralidad no es aceptada, si lo que pre-valece es la intolerancia, la imposición, la ex-clusión y la supuesta superioridad de una solaraza, entonces no hay duda de que habráguerras en el continente”. �

R E F U G I A D O S

Pese al elevado grado de mezcla racial,la mayor parte de los países latinoamericanos siguen

siendo“pigmentocracias”, sociedades donde los derechos y los recursos se distribuyen

según el color de la piel.

Una barca de la Guardia Costera estadounidense, a punto de abordar una embarcación de boat people haitianos.

©G

ET

TY

/U

S C

OA

ST

GU

AR

D/

DP

/H

TI•

20

04

Page 31: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

31R E F U G I A D O S

| G E N T E Y L U G A R E S |

Ray WilkinsonDespués de una larga y distinguidacarrera periodística, y de ocho años ymedio como editor de la revistaREFUGIADOS, Ray Wilkinson se ha jubilado.Aprovechando su amplia experienciacomo corresponsal extranjero, Wilkinsontransformó REFUGIADOS desde una típicapublicación institucional en una revistade contenido serio y presentaciónvistosa y elegante. Le deseamos el mayoréxito en su nueva etapa.

Judy Cheng-Hopkins, originaria de Malasia, ha sido nombradanueva Ayudante del Alto Comisionado en materia de Operacionesdel ACNUR. Llega al puesto con 27 años de experiencia en la ONU,incluida una década en África con el Programa de Desarrollo de lasNaciones Unidas en Zambia y Kenia, y varios cargos clave en elcuartel general del PNUD. También ha trabajado como Directora delPrograma Mundial de Alimentos en Asia, la CEI y los Balcanes, siendo

responsable de las principalesoperaciones de emergencia del PMAen Kosovo, Corea del Norte yAfganistán. Más recientemente,Cheng-Hopkins fue Directora de laoficina del PMA en Nueva York,donde, además de encargarse de lasrelaciones con otras agencias, pusoen marcha y gestionó la recaudaciónde fondos del PMA en el sectorprivado de Estados Unidos. “Estoyseguro de que su gran bagaje deexperiencia será de enorme ayuda

para el ACNUR —ha declarado el Alto Comisionado AntónioGuterres sobre Cheng-Hopkins—. Su experiencia sobre el terreno yen temas de gestión y su conocimiento de las operaciones de la ONUen un amplio espectro de actividades humanitarias y de desarrolloresultarán particularmente útiles”. Judy Cheng-Hopkins, que seincorporó a su puesto el 15 de febrero de 2006, será responsable desupervisar las operaciones sobre el terreno del ACNUR.

Erika Feller, australiana,ha sido destinada al reciéncreado puesto de Ayudantedel Alto Comisionado enmateria de Protección delACNUR. Feller cuenta conmás de 33 años deexperiencia en derechohumanitario internacional yderecho sobre refugiados,un campo en el que es reconocida como una autoridad. Sus trabajoshan sido extensamente publicados en revistas especializadas en lamateria. En 19 años con el ACNUR, ha cumplido diversas funciones enel Departamento de Protección Internacional, últimamente comoDirectora. Ha sido, asimismo, Representante Regional del ACNUR enMalasia, Brunei y Singapur y, anteriormente, Coordinadora Regional delPlan Global de Acción para los refugiados indochinos en el sudesteasiático. Subrayando que la protección de los refugiados no es unaopción, sino una obligación, Feller ha puesto de manifiesto los fuertescontrastes del momento actual: “Un momento de ascenso en la tasa deretornos voluntarios y de caída en las cifras del asilo, pero también desituaciones sin visos de solución para los refugiados y de una menorgenerosidad por parte de algunos estados anfitriones. Los abusosinfantiles, la violencia masculina, el refoulement de los refugiados y larestricción de derechos básicos, como la libertad de movimiento, sonendémicos en muchos de los incidentes con desplazados”.

AC

NU

R/

S.H

OP

PE

R/

DP

/G

VA

•20

06

AC

NU

R/

S.H

OP

PE

R/

DP

/G

VA

•20

06

AC

NU

R/

V.W

INT

ER

/D

P/

BIH

•20

05

Michel Paul MoussalliEl antiguo Director de Protección Internacional del ACNUR, MichelMoussalli, murió en Ginebra el 13 de enero de 2006 tras una largaenfermedad. Después de incorporarse al ACNUR en 1961, Moussallise trasladó a Túnez, donde organizó la repatriación de losrefugiados argelinos a su recién independizada patria. Destinadoluego a Etiopía, Moussalli desempeñó un papel clave en lapreparación y adopción en 1969 de la convención sobre refugiadosde la Organización para la Unidad Africana. Este fue el primer acuerdo legal deimportancia que extendió explícitamente el estatuto de refugiado a las personas quehuyen de los actos de agresión externa, ocupación o dominación extranjera. Tras unatemporada en Bélgica, Moussalli pasó a ser Director de Administración y Gestión delACNUR y, finalmente, un querido y respetado Director de Protección Internacional.Moussalli dedicó su carrera a reforzar el mandato de protección del ACNUR,visitando numerosos países con el fin de que firmaran la Convención de la ONU paralos Refugiados de 1951. Se retiró en 1992, regresando brevemente un año más tardecomo Representante en funciones en Argelia y, en 1994, como RepresentanteEspecial de la ONU para los derechos humanos tras el genocidio en Ruanda.

AC

NU

R/

A.H

OL

LM

AN

N/

BW

/G

V•1

98

2

Dos nuevas Ayudantes del Alto Comisionado se han incorporado recientemente a sus puestos, com-pletando el cuarteto que dirige la Agencia de la ONU para los Refugiados, encabezado por el Alto

Comisionado, António Guterres, y la Alta Comisionada Adjunta, Wendy Chamberlin.

Page 32: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante
Page 33: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

R E F U G I A D O S I

El ACNUR coordina y supervisa el proceso de repatriación desde Tanzania

El puerto de Mushimbakye, en la ciudadde Baraka, en la República Democráti-ca del Congo, es, una vez más, escena-rio de entusiasmo. Unos 500 nativoshan llegado desde Tanzania, como vie-

ne ocurriendo cada semana desde mediados de octu-bre de 2005.

Después de siete horas de viaje desde el campo deLugufu I en Kigoma (Tanzania), a bordo del barco depasajeros de Mwongozo, el último convoy eleva la ci-fra total de retornados a más de 16.000 personas. Ca-da regreso supone el final de entre 6 y 10 años de vi-da en el campo de refugiados, al que en 1996 huyeronde las hostilidades militares unas 150.000 personas,en su mayoría mujeres y niños.

Aunque algunas de estas personas no sufrieran lasatrocidades de la guerra, tenían miedo a los ataques.“Cuando supimos que íbamos a ser agredidos, cogi-mos la primera canoa que encontramos en la penín-sula. Más tarde nos dirigimos a Tanzania, donde elACNUR nos recibió”, recuerda Juma, de 44 años.

En este largo viaje a Tanzania, Juma perdió a seismiembros de su familia: “Una de las canoas -recuer-da- se rompió atravesando el lago Tanganika, y tuveque presenciar con mis propios ojos cómo se ahoga-ban mis parientes”.

Juma es una de las decenas de miles de personasque están impacientes por regresar y comenzar unavida normal a pesar de las condiciones no del todopropicias en las áreas de retorno. Cada semana vuel-ven a los alrededores de la ciudad de Baraka y a lasaldeas de Uvira que fueron sometidas durante laguerra.

EL VIAJE SIGUE PARA ALGUNOSAlgunos de los retornados permanecen una no-

che en el centro de tránsito en Baraka antes de seguirviaje el día siguiente. Los enfermos son remitidos alhospital de la ciudad para recibir tratamiento, mien-tras que los menores no acompañados son traslada-dos a un centro de seguimiento.

Baraka es una ciudad cuyas comunidades vivenprincipalmente de la agricultura y la pesca de subsis-tencia. Su infraestructura de servicios sociales se está

recuperando poco a poco de la destrucción desde quela guerra terminara en 2002, aunque todavía quedamucho por hacer.

“Los refugiados son conscientes de las condicionesreales de la vuelta a casa gracias a las campañas lleva-das a cabo por el ACNUR en Tanzania”, explica Da-

Regreso al Congoy a la PAZ

Por F rançesca Fontan in i

Imagen del puertode Mushimbakye,en la ciudad deBaraka, a dondellegan losrefugiadosprocedentes deTanzania.

Los refugiados son conscientes de las condiciones reales de la vuelta a casa gracias a las campañas llevadas a cabopor el ACNUR en Tanzania.

AC

NU

R/F.

FON

TAN

INI

Page 34: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

vid Nthengwe, Responsable de Información y Co-municación de la agencia.

PAQUETE DE AYUDAAntes del regreso a las aldeas, el ACNUR distri-

buye un paquete de ayuda que incluye alimentos pa-ra tres meses y otros artículos como un set de cocina,una manta, una esterilla, bidones y jabón. Tambiénproporciona materiales para el refugio, como aislan-tes de plástico, que sirven para reconstruir los hoga-res destruidos.

Los movimientos de ayuda y de retorno son con-ducidos bajo las más duras condiciones logísticas. Loscaminos son casi infranqueables, las aldeas se disper-san en extensas áreas y los retornados tienen quecruzar uno de los lagos más grandes del mundo, elTanganika.

Mientras tanto, el ACNUR asegura que, pese a loscontratiempos logísticos y financieros, continuarádos veces por semana, hasta el mes de junio, asistien-do el retorno de 1.000 congoleños aproximadamente.Los trabajadores humanitarios en las áreas de retor-no también subrayan la necesidad del acceso al aguapotable y a la plantación de semillas con las que sus-tentar a los retornados y a las comunidades que lesacogen.

En cuanto a los problemas de inseguridad, handisminuido con el despliegue de la unidad pacifica-dora de la ONU en Baraka. �

Françesca Fontanini es Responsable de Relaciones Externas de la

Delegación del ACNUR en España

R E F U G I A D O SII

Especial España

“Una de las canoas se rompió atravesando el lago Tanganika, y tuve que presenciar con mis propios ojos cómo se ahogaban mis parientes”, recuerda Juma, uno de los repatriados.

D esde que se suscribió el primerConvenio-Marco de Colabora-ción en 1992, la actual Dirección

General de Integración de los Inmigrantes(DGII) y el ACNUR han venido firmandoprotocolos anuales que concretan las accio-nes a desarrollar durante el año en curso.

Este año el protocolo fue firmado el 2de marzo por la Directora General de In-tegración de los Inmigrantes, EstrellaRodríguez Pardo, y el Representante delACNUR en España, Carlos Boggio.

El principal objetivo de esta colabora-ción es la realización de actividades desensibilización e información sobre losrefugiados entre la sociedad, buscandoasí una mayor inclusión de este colectivoen la realidad española.

En aplicación del Protocolo, se concedea la Delegación del ACNUR en España

una subvención para el desarrollo de acti-vidades de asesoría jurídica, la publicaciónde la revista “Refugiados”, la edición dematerial educativo, de sensibilización einformación pública, así como la organiza-ción de eventos para conmemorar el DíaMundial del Refugiado (20 de junio).

La traducción y edición al español de larevista “Refugiados” lleva insertada unasección titulada “Especial España”. Éstapretende acercar a los lectores de Españay América Latina temas de especial inte-rés para sus países, así como la situaciónde los refugiados y desplazados internosante los conflictos más importantes de ca-da momento. Cada revista tiene una tiradade 16.000 ejemplares, que se distribuyenentre instituciones gubernamentales,ONGs, bibliotecas, universidades, funda-ciones y otras entidades interesadas.

Particular relevancia adquieren lasactividades referidas a la asesoría jurídi-

ca del ACNUR, relacionadas con el man-dato propio de la agencia: la proteccióninternacional. En este marco, el progra-ma de asesoría jurídica persigue finan-ciar las actividades de los consultores le-gales del ACNUR que intervienen en di-ferentes fases del procedimiento de asiloen España, tanto en territorio como enfrontera.

El equipo legal del ACNUR estudia,valora y emite informes sobre solicitudesde asilo y participa en calidad de obser-vador en la Comisión Interministerial deAsilo y Refugio (CIAR), es decir, con voz,pero sin voto, ya que el conceder o dene-gar asilo corresponde a las autoridadesespañolas. Este activo papel del ACNURen España es excepcional en el contextoeuropeo. �

Viviana Olivetto es Colaboradora del ACNUR en España

Firma del protocolo anual entre la Dirección General de Integración de los Inmigrantes

y el ACNUR en EspañaPor V iv iana Ol ivet to

Page 35: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

R E F U G I A D O S III

Especial España

Las circunstancias que rodean la vida desolicitantes de asilo y refugiados en el paísde acogida difieren en muchos aspectosde las de los inmigrantes económicos,desde los motivos de salida de su país de

origen hasta la imposibilidad de retorno, según la expe-riencia de Eduardo Brik, un médico psiquiatra expertoen psicoterapia de pareja y familia y en psicoterapiatranscultural, además de Presidente de la AsociaciónTerapias Sin Fronteras en España.

Con más de 20 años a sus espaldas en atención di-recta a población inmigrante y refugiada, que comenzóen el departamento de refugiados de la Cruz Roja Es-pañola, el Dr. Brik explica que el perfil de estos colecti-vos en España ha variado considerablemente en la últi-ma década. En los años 80, los atendidos eran refugia-dos que huían de las dictaduras del Cono Sur de Amé-rica Latina, así como solicitantes de asilo iraníes e ira-quíes, con claros síntomas de estrés postraumático, mo-tivados principalmente por las experiencias de repre-sión vividas en sus países de origen: encarcelamientos,torturas, violaciones, desapariciones de hijos y familia-res, etc. También recuerda el Dr. Brik casos de conflicti-vidad en parejas procedentes de Irán e Irak, a cuyostraumas se añadía el choque cultural y el llamado fenó-meno de “occidentalización” de las mujeres en España.

Otro gran cambio ha sido el del panorama migrato-rio en España, que pasó de ser país de tránsito a país deresidencia, con mayor número de inmigrantes que derefugiados. En este sentido, son frecuentes las consultasde familias que acuden a servicios de psicoterapia plan-teando problemas relacionados con la segunda genera-ción. “Los padres están trabajando de sol a sol y sus hi-jos pasan muchas horas solos, asumiendo responsabili-dades de adultos a las que no pueden responder comoquerrían, y eso les provoca mucha ansiedad”, expone elDr. Brik, que añade: “Adolescencia + inmigración = re-belión”, refiriéndose al problema de identidad y asimi-lación de los jóvenes inmersos en la cultura española,que provoca el enfriamiento de los vínculos con su cul-tura de origen y, a veces, conflictos familiares.

En este proceso hacia la integración, la responsabili-dad es compartida con la sociedad de acogida, que, confrecuencia, manifiesta un claro desinterés, cuando norechazo, por la cultura del otro. Según el Dr. Brik, “al-gunos de los aspectos psicosomáticos que presentan losinmigrantes tienen que ver con la no aceptación de sucultura por parte de los españoles. Mucha gente juzga a

los inmigrantes según estereotipos por nacionalidades,y eso repercute negativamente, provocando problemasde ansiedad en los afectados”.

Para abordar estos aspectos del fenómeno de la in-migración en España, desde la perspectiva de la plura-lidad cultural y la heterogeneidad de problemáticas, secreó en octubre de 2004 la Asociación Terapias SinFronteras, cuyos objetivos primordiales son la forma-ción, la investigación, el intercambio de experienciasprofesionales y la asistencia psicoterapéutica integral ainmigrantes y refugiados en su entorno.

Con sede en Madrid y delegación en Baleares, Tera-pias Sin Fronteras está constituida por un equipo mul-ticultural de “veteranos” profesionales de la medicina,psiquiatras, psicólogos, psicoterapeutas, trabajadoressociales y mediadores socioculturales, con un claro in-terés por complementar los servicios existentes de asis-tencia a inmigrantes y refugiados, convencidos de queambos colectivos requieren la atención de personal es-pecializado en la materia si el objetivo es su buena inte-gración en la sociedad de acogida.

Esta Asociación pretende ser también un puntode referencia asistencial y académico para temas re-lacionados con la migración y la psicoterapia trans-cultural. Para ello, busca apoyo y colaboración finan-ciera para sus programas, así como reconocimientosy adhesiones de entidades académicas, instituciona-les y asociativas en el campo de la psicología, la psi-quiatría, la medicina, la psicoterapia, la migración, laeducación y otras. �

Mª Jesús Vega es Responsable Adjunta de RelacionesExternas de la Delegación del ACNUR en España

Por Mar ía Jesús Vega

AC

NU

R/M

.J. V

EGA

Terapias Sin Fronteras, apoyopara quienes lo dejaron TODO

El doctor EduardoBrik, Presidente de la AsociaciónTerapias Sin Fronteras.

Más informaciónsobre Terapias SinFronteras en la web www.terapia-sinfronteras.com yen el mail [email protected]

Page 36: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

R E F U G I A D O SIV

Especial España

La problemática de los menores extranjerosno acompañados comienza a alcanzar di-mensiones significativas en España en ladécada de los 90. Tras la ratificación de laConvención de las Naciones Unidas sobre

los Derechos del Niño, el país adopta una serie de medi-das legislativas a nivel interno que secundan los princi-pios y las responsabilidades contraídas. La ley de protec-ción del menor es finalmente adoptada en 1996. Recogelos derechos que España se compromete a respetar ygarantizar a todo menor de 18 años de edad que se en-cuentre sujeto a su jurisdicción; sin embargo, la falta de

un reglamento legislativo no contribuye a mejorar ladelicada situación en la que se encuentra este colectivo.

El ACNUR es consciente de que existen múltiplesmotivos que pueden impulsar a los menores a salir desus países, como la pobreza, las catástrofes naturales, ladesestructuración familiar... Pero otra de las razonespuede ser también el MIEDO: miedo a la persecución,miedo a padecer las consecuencias de un conflicto ar-mado o graves disturbios en su país de origen, miedo asufrir violencia intrafamiliar, miedo a situaciones queimpliquen violaciones de derechos humanos específica-mente dirigidas a menores, como matrimonios forzo-sos, mutilación genital, reclutamiento por grupos ar-mados... Estos menores podrían necesitar una protec-ción adicional además de la prevista en la Convención

El derecho a ser oídos

Mesa redonda sobre los menores no acompañados en España

Por Margar i ta de la Ras i l la

AC

NU

R/M

-H. V

ERN

EY

Page 37: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

R E F U G I A D O S V

Especial España

de 1989 sobre los Derechos del Niño, al ser refugiadosde acuerdo con la Convención de Ginebra de 1951 (vertambién el “Folleto sobre menores no acompañados y laprotección internacional del asilo” del ACNUR).

Una de las cuestiones más preocupantes para el AC-NUR en esta materia es el escaso número de solicitudesde asilo de menores no acompañados registradas en Es-paña en los últimos tiempos. La cifra de menores noacompañados crece año tras a año, pero la de solicitudesde asilo permanece prácticamente estática. En el año2004, de los 1.873 menores extranjeros acogidos por lasautoridades españolas, según el Informe 2005 del De-fensor del Pueblo sobre Asistencia Jurídica a Extranje-ros, apenas dos de ellos solicitaron asilo.

Al analizar la situación de la infancia a nivel mun-dial, se observa con horror las violaciones de derechoshumanos a las que los niños y las niñas, como poblaciónmás vulnerable, se enfrentan día a día. Sin embargo, ajuicio de los órganos que ostentan su tutela, los cientosde menores que llegan cada año al territorio español noson víctimas de las violaciones de derechos humanosque mencionábamos, sino meros inmigrantes económi-cos a los que, de forma prioritaria, se procede a repa-triar, sin estudiar, en la mayoría de los casos, sus posi-bles necesidades de protección internacional.

VALENTÍA Y FORTALEZACuando un menor no acompañado traspasa las fron-

teras españolas, viene con una historia bajo el brazo; engran parte de los casos, ha sufrido mucho más de lo quepodamos imaginar y ha luchado con todas sus fuerzaspara llegar aquí. El padre mercedario Pablo Pérez, unade las personas con más años de dedicación a la protec-ción de los menores extranjeros no acompañados en Es-paña, siempre dice que sólo hace falta mirar a estos chi-cos a los ojos para saber que son valientes, que son fuer-tes, que son héroes y que merecen nuestro respeto.

Por este motivo, porque creemos que su voz no estásiendo siempre escuchada y sabemos que, si lo fuera, lascosas serían diferentes, el ACNUR y Save the Childrenorganizaron el pasado 10 de marzo, en el marco de laPresentación de la Declaración de Buenas Prácticas delPrograma de Menores Extranjeros No Acompañadosen Europa de estas dos organizaciones, una mesa de tra-bajo sobre “La participación de los menores extranjerosno acompañados: el derecho a ser oído”. Esta iniciativafue financiada gracias a la colaboración del proyectoDaphne de la Unión Europea y de la Dirección Generalde Integración de los Inmigrantes del Ministerio deTrabajo y Asuntos Sociales, cuya Directora General, Es-trella Rodríguez Pardo, se encargó de la inauguración.

Los objetivos de la iniciativa eran hacer un análisisde la aplicación del derecho de estos menores a ser oí-dos, tanto en el procedimiento de asilo como en el de ex-tranjería, detectar los problemas y las dificultades exis-tentes en la actualidad y elaborar una serie de propues-tas para establecer los mecanismos necesarios con el finde alcanzar el efectivo cumplimiento de estas metas.

Participaron en el debate representantes de los acto-res relevantes que intervienen en el proceso de extran-jería y de asilo de menores no acompañados, comomiembros de los ministerios involucrados, de los servi-cios de protección de menores de algunas de comunida-des y ciudades autónomas, de la Oficina del Defensordel Pueblo y de la sociedad civil.

A lo largo del debate se hizo especial énfasis en trescuestiones esenciales: la necesidad de establecer unaasistencia letrada independiente para garantizar el de-recho de los menores a la tutela judicial efectiva; la ur-gente necesidad de llevar a cabo labores de formación ysensibilización en materia de asilo y menores para losactores implicados en la toma de decisiones, con el obje-

tivo de facilitar la detección de los casos susceptibles deprotección internacional, y una clara preocupación entorno al respeto del principio general del interés supe-rior del menor y, de forma particular, en lo referente alas repatriaciones de menores no acompañados llevadasa cabo en los últimos meses.

Como resultado del debate, se elaboró un documentoque recoge propuestas y recomendaciones que tienensu fundamento en los principales instrumentos jurídi-cos de aplicación a estos menores. En momentos decisi-vos como este, en el que se está elaborando la futura leyde asilo española para su adaptación a las nuevas exi-gencias comunitarias en la materia, el ACNUR esperaque las propuestas de este documento sean tomadas enconsideración, contribuyendo así a la plena realizacióny respeto de los menores no acompañados en necesidadde protección internacional. �

Margarita de la Rasilla es miembro de la sección legal del ACNUR en España

Un momento de lamesa de trabajo so-bre menores noacompañados. En laimagen, Margaritade la Rasilla, delACNUR, y Almude-na Escorial, de Savethe Children.

AC

NU

R

Page 38: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

R E F U G I A D O SVI

Especial España

Por Mar ie-Hélène Verney

Una noche del mes de abril del año pasado,tres hombres golpearon la puerta de la ha-bitación de Carlos en Lago Agrio, un pe-queño pueblo ecuatoriano a pocos kilóme-tros de la frontera con Colombia.

Desde que se convirtió en refugiado en Ecuador, Car-los ha hecho todo lo posible para seguir adelante con su vi-da: como miembro de un banco comunal establecido conel apoyo del ACNUR, ha estado dirigiendo un pequeñoquiosco de alimentación a la salida de la escuela principal.

Sin embargo, el hecho de cruzar una frontera no hasido suficiente. Desde su llegada a Ecuador, Carlos y suhijo han recibido amenazas constantes por los mismosgrupos armados irregulares que les obligaron a huir deColombia. En aquella noche de abril, padre e hijo logra-ron escapar justo a tiempo, minutos antes de que loshombres armados consiguieran derribar a patadas lapuerta principal de su casa. Furiosos, los intrusos ame-nazaron con volver y asesinar a las mujeres a menos queencontraran a los hombres de la familia.

“La familia estaba presa del pánico -dice Ara Yoo,asistente de protección del ACNUR en Lago Agrio-. ElACNUR les puso inmediatamente bajo protección poli-

cial, al igual que a otras familias de refugiados colombia-nos que vivían en la misma casa. Todos fueron evacua-dos a Quito y, en cuestión de días, reasentados en Brasil”.

Lo ocurrido a Carlos y a su familia demuestra, sin lu-gar a duda, la importancia del reasentamiento como ins-trumento para proporcionar protección internacional.Además, pone de manifiesto la forma en que los estadosde la región se han coordinado para ayudar a los refugia-dos colombianos. El concepto de Solidaridad Regional esuno de los pilares principales del Plan de Acción de Mé-xico, un amplio programa adoptado a finales de 2004 pa-ra ayudar a los refugiados y personas desplazadas enAmérica Latina. El reasentamiento es una de las tres so-luciones duraderas señaladas en el Plan, junto con losprogramas denominados “Ciudades Solidarias” y “Fron-teras Solidarias”.

“Desde el principio, Brasil ha desempeñado un pa-pel clave en la promoción de un programa de reasen-tamiento viable para los países de América Latina enel marco del Plan de Acción de México —explica Phi-lippe Lavanchy, Director de la oficina del ACNUR pa-ra las Américas—. Además de crear plazas de reasenta-miento para los refugiados colombianos, ha puesto enmarcha un sistema/programa de reubicación deemergencia para las personas necesitadas de un trasla-do urgente”.

A fin de alentar a otros países a seguir el ejemplo deBrasil y adoptar medidas concretas para implementar elPlan de Acción de México, el ACNUR organizó a co-mienzos de este año un encuentro en Quito, con el obje-tivo de evaluar los logros del programa de reasenta-miento. El encuentro contó con la presencia de ocho paí-ses de América Latina, además de Canadá, Noruega,Suecia y Estados Unidos, facilitando a los primeros unaplataforma desde la que poder intercambiar ideas conestados que cuentan con una mayor experiencia en el re-asentamiento de refugiados.

Todos los participantes destacaron la importancia dela integración para el éxito a largo plazo de los progra-mas de reasentamiento. En este sentido, tanto Brasil co-mo Chile y Argentina señalaron haber experimentado

algunas dificultades en un inicio, en su mayoría relacio-nadas con la escasez de recursos y con las expectativas delos refugiados. Uno de los resultados de este encuentrofue la firma de acuerdos de hermanamiento entre lospaíses emergentes y los que tienen más experiencia enreasentamiento para poder compartir los conocimientosexistentes respecto a este tema.

El proceso de reasentamiento puede estar lleno de di-ficultades, tanto para los refugiados como para los paísesde acogida. A veces, la esperanza de ser reubicados enpaíses más ricos puede desviar las expectativas de los re-fugiados y, en algunos casos, generar un “efecto llamada”difícil de manejar. No obstante, el reasentamiento siguesiendo un importante instrumento de protección inter-nacional y una oportunidad para salvar la vida a perso-nas extremamente vulnerables, entre las que se encuen-

El reasentamiento se revelaesencial en la protección a losrefugiados en América Latina

Tras muchos meses de tratamiento psicológico, era evidente que Gloria aún tenía miedo por su seguridad y no sería capaz de recuperarse mientras

continuara en Ecuador; su caso fue admitido para reasentamiento en Suecia.

Page 39: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

R E F U G I A D O S VII

Especial España

tran mujeres con un elevado riesgo deser víctimas de violencia u explotación.

Desde hace años, Gloria ha sido víc-tima de violencia física a manos de suesposo, del que sospechaba desde haciatiempo que podía pertenecer a uno delos grupos armados irregulares de Co-lombia. Gloria ha estado siempre preo-cupada por la seguridad de sus tres hi-jos y, a finales de 2003, su peor pesadi-lla se hizo realidad: su hijo mayor, quepor entonces tenía 18 años, desapareciótras haber sufrido amenazas de ungrupo armado. Temiendo por su pro-pia vida y por la de sus otros dos hijos,Gloria huyó, cruzando la frontera conEcuador.

Tras haber permanecido un año enLago Agrio, la iglesia local informó alACNUR de la situación en que vivíanGloria y sus hijos, en un barrio de cha-bolas ubicado en las afueras del pueblo.Durante su visita a la familia, la Asis-tente de Protección del ACNUR enLago Agrio se quedó impresionada por las condicionesde la vivienda, una choza bajo lonas de plástico, sin acce-so a servicios básicos como agua corriente. Gloria se en-contraba en un estado de casi total conmoción psicológi-ca y dependía prácticamente de su hijo de 13 años paramantener a la familia.

Tras muchos meses de tratamiento psicológico, eraevidente que Gloria aún tenía miedo por su seguridad yno sería capaz de recuperarse mientras continuara enEcuador; su caso fue admitido para reasentamiento enSuecia. Sin embargo, no podía soportar salir del país sinsaber qué había sido de su hijo mayor. Los equipos delACNUR en ambos lados de la frontera se empeñaron enlocalizar al joven, el cual, al cabo de seis meses, realizó

una llamada telefónica a su madre para asegurarle queno estaba en peligro. En noviembre del año pasado, Glo-ria y sus dos hijos menores fueron reasentados en Sueciay esperan que su hermano mayor pueda reunirse conellos dentro de poco.

“Estamos todos muy bien y somos muy felices -escri-bió por Navidades el niño de 13 años al ACNUR-. Vivi-mos en una ciudad muy agradable, llena de luces y deco-ración. La gente es muy amable y hemos encontradomuchas personas que hablan español. Mi madre estábien”. �

Marie-Hélène Verney es Encargada de InformaciónPública de la Oficina del ACNUR en Ginebra

AC

NU

R/B.

HEG

ER

Page 40: ONUMBER 142 • IS SUE I • 2006 130 • 2006€¦ · guatemaltecas en México, 1997. acnur/v. valtierra UNHCR - ACNUR P.O. Box 2500 1211 Geneva 2, Switzerland Resulta escalofriante

Especial España

El ACNUR da la bienvenida a lacontribución sin precedentes porparte del Gobierno español de 12,5

millones de euros destinados a los progra-mas de la agencia en todo el mundo en2006. Esta contribución, anunciada a co-mienzos de año, supone verdaderamenteuna gran ayuda para garantizar una mayorcapacidad de previsión y una adecuada pla-nificación de las operaciones.

Entre los principales programas de asis-tencia del ACNUR durante 2006 se en-cuentran proyectos en Chad, Darfur/Su-dán, Afganistán, Liberia, los Grandes La-gos, Kenia, Serbia-Montenegro y Angola.A medida que las crisis humanitarias sehan vuelto más complejas, la agencia haampliado el número y diversificado el tipode organismos con los que trabaja, entrelos que se incluyen las agencias hermanasde Naciones Unidas y unas 645 organiza-

ciones no gubernamentales, entre ellas al-gunas españolas.

Esta donación es una señal clara del au-téntico compromiso que manifiesta el Go-bierno español por la causa de los refugia-dos, tal y como fue transmitido personal-mente por el Presidente del Gobierno, Jo-sé Luis Rodríguez Zapatero, al Alto Comi-sionado António Guterres durante la pri-mera visita oficial de éste a España en di-ciembre de 2005.

A las donaciones del Gobierno centralse suman otras procedentes de distintascomunidades autónomas, ayuntamientos yadministraciones locales, que sólo en 2005contribuyeron con 4 millones de euros pa-ra los programas del ACNUR a nivelmundial.

La financiación de las actividades de laagencia de la ONU para los refugiados de-pende en más de un 95% de contribuciones

voluntarias, principalmente de gobiernos,aunque también colaboran otras institu-ciones, entidades privadas, fundaciones yciudadanos comprometidos. En 2005, Es-paña ocupó el puesto 14 en el ranking dedonantes del ACNUR, con una contribu-ción total de 12.902.056 euros, contabilizan-do la aportación del Gobierno central y lasde distintas administraciones públicas anivel regional, canalizadas a través del Co-mité Español del ACNUR.

No obstante, la escasez de financiacióndel ACNUR durante 2005 hizo que laagencia se viera obligada a recortar activi-dades y programas para refugiados. Con elapoyo de todos, confiamos en poder cubriren 2006 la mayoría de los programas pre-vistos y continuar ayudando a los más de19 millones de refugiados, desplazados in-ternos y otras personas bajo el amparo delACNUR en el mundo. �

El pasado 8 de mayo, AminattouHaidar, emblemática defensorasaharaui de los derechos huma-

nos, recogió el V Premio Juan MaríaBandrés, un galardón otorgado anual-mente por CEAR y la Fundación CEARa personas destacadas por su labor endefensa del derecho de asilo y la solida-ridad con los refugiados.

En diciembre de 2005, un jurado pre-sidido por el pintor y escultor Juan Ge-novés, del que formaba parte también elRepresentante del ACNUR en España,había fallado este premio en favor deAminattou Haidar como símbolo de lalucha pacífica por los derechos del pue-blo saharaui. En ese momento, esta acti-vista de 39 años y madre de dos hijos seencontraba presa en la tristemente fa-mosa Cárcel Negra de El Aaiún.

“Es un milagro que siga con vida,porque soy una mujer agotada física-

m e n t e d e s -pués de tantosaños de desa-parición y en-carcelamien-to, tantas tor-turas y tantasvejaciones. Pe-ro aquí estoy ys e g u i r é l u -c h a n d o c o nt o d a s m i sfuerzas, sa-biendo que es-táis allí lu-chando por nosotros”.

Así se expresaba Aminattou desde lacárcel, con ocasión del Día Internacionalcontra la Tortura. Felizmente para to-dos, esta defensora de los derechos hu-manos fue liberada de prisión el 17 deenero de 2006. �

El Gobierno español destina una contribuciónsin precedentes a los programas del ACNUR

Premio Juan María Bandrés para la saharauiAminattou Haidar

CEA

R

Aminattou recibe el premio de manos de Enrique Santiago, Secretario General de CEAR, en presencia de Ignacio Díaz de Aguilar, Presidente de CEAR.

VIII R E F U G I A D O S