Origen Del Singani
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TITULO: Expediente “SINGANI”, orígenes e historia en la Real
Audiencia de Charcas (hoy Bolivia)
Objetivo.- Declaratoria al nombre “SINGANI” como Patrimonio Cultural
de los Cintis y del Departamento de Chuquisaca
Presentado por.- La Mancomunidad de Municipios de Los Cintis
Cinti, 15 de Octubre de 2010
SINGANI
ORIGENES E HISTORIA DEL NOMBRE DE SINGANI EN LA REAL AUDIENCIA DE
CHARCAS
(Guillermo W. Cardona G.-SAGIC-SAN PEDRO)
…la denominación de singani es absolutamente de los Cintis porque proviene del
topónimo siwingani, nombre de una antigua hacienda de Cinti que fue donde se originó
la fabricación de este aguardiente típico. El topónimo es aymara y está compuesto del
sustantivo siwinga=nombre de una planta, y el sufijo ni= que es el indicativo de
abundancia, devenida con el tiempo al español como singani.
+ Dr. Gunnar Mendoza, Director A.B.N.B.
Singani, es un aguardiente obtenido por la destilación de vinos naturales de uva fresca de la
variedad moscatel de Alejandría. Su nombre proviene de lenguas nativas prehispánicas
aymara/quechua, siwingani que hacen referencia a una planta milenaria que abunda en la
región de los Cintis la siwinga (CORTADERIA SP – CYPERACEAE. RHYNCHOSPORA, COREX) y el
sufijo ni que es indicativo de abundancia, devenida con el tiempo al español como singani
asociada a una antigua hacienda familiar donde se producía uva moscatel de Alejandría y se
destilaba en Konchana, que es una tecnología apropiada artesanal de tradición secular en el
cantón Uruchini- San Lucas de la provincia de Nor Cinti-Chuquisaca, Bolivia.
LA VITIVINICULTURA EN EL VIRREYNATO DEL PERU Y CHARCAS.
La vitivinicultura en la Real Audiencia de Charcas (hoy Bolivia) existe, pero es en el pasado
donde se plantean las cuestiones geográficas más relevantes. Todos los elementos de la
vitivinicultura andina llegaron a América del Sur desde España en el siglo XVI. La Vitis vinífera
fue llevada a los Andes medio siglo después de su primera introducción en las Antillas durante el
segundo viaje de Colon realizado en 1493. Los componentes de todo este complejo proceso
implican a la vid, la uva, la viña, el vino el destilado y la tecnología relacionada con cada
uno de estos elementos.
Las primeras uvas introducidas por los españoles a Sud América al Virreinato del Perú fue la
especie europea Vitis vinífera. Según fuentes históricas especializadas, no se introdujeron las
cepas de vid, sino la “uva pasa” con pepitas viables. Como se sabe desde la antigüedad, la
semilla no es una forma conveniente de propagar una variedad de vid de calidad reconocida. La
plántula de la vid no duplica los progenitores y normalmente, el vigor y la calidad resultan bajos
en la cepa en explotación; pero durante los siglos XV y XVI se pensaba menos en la forma de
reproducción vegetal, además, la facilidad y ventaja de llevar en el equipaje “uvas pasas” que
pueden plantarse y germinar, resultan evidentes comparadas con el estorbo que representa aún
hoy el transporte de cepas.
Factores religiosos, económicos y culturales, todos ellos imbricados convergieron en los motivos
de transferencia de la vitivinicultura al “Nuevo Mundo”.
En el Virreinato del Perú, el punto de partida fue el valle del río Rimac en Lima, donde los
españoles establecieron sus primeras huertas en 1535, las órdenes religiosas asentadas tenían
frailes con antecedentes campesinos y con experiencia en el cultivo de la vid y la elaboración de
vino tan necesarios para el acto litúrgico; los dominicos de Lima fueron invitados por el
conquistador y encomendero Francisco Pizarro a instalarse en el valle de Chancay en 1539. Más
tarde cuando Pizarro cedió una parte de su repartimiento, esta orden plantó un viñedo en esta
hacienda. Los dominicos proporcionaron luego cepas para otras haciendas privadas para
posteriormente extenderse a otras regiones como Santiago de Nazca, Arequipa e Ica, de esta
manera se fue socializando el cultivo de la vid hasta llegar a Charcas (hoy Bolivia).
Los orígenes geográficos de las primeras cepas en Charcas (hoy Bolivia) se remontan a la
ciudad de La Plata (hoy Sucre) a partir de su fundación entre los años 1539 y 1540 donde se
inicia el cultivo de vid en huertas para consumo domestico, y extendiéndose su cultivo a los
valles más cercanos como Yotala, Ñucchu y haciendas a orillas de los ríos Cachimayu el
Pilcomayu y otros.
Varios cronistas de la época se dieron por satisfechos en clasificar las variedades de la vitis
vinífera estableciendo una simple distinción binaria entre uva blanca y uva negra. Entre las
variedades de uva blanca identificadas en la Real Audiencia de Charcas estaban
Torrontes, Albilla y Moscatel de Alejandría. Las variedades de uva negra mencionadas
fueron Palomino, Torteson, Herrial y Aragonés reconocidos en Charcas con los
nombres de la negra corriente, la criolla negra o simplemente “uva negra”.
DESARROLLO DE LA VITIVINICULTURA EN LA REAL AUDIENCIA DE CHARCAS.
El descubrimiento de minerales de plata en el Cerro Rico de Potosí en 1545 desarrolló un rápido
crecimiento poblacional y generó demanda de variedad de productos para el consumo entre
ellos el vino. Los misioneros agustinos, franciscanos mercedarios, jesuitas y otros, fueron
quienes masificaron el cultivo de la vid y la elaboración de vino para la celebración de actos
litúrgicos en la segunda mitad del siglo XVI en La Real Audiencia de Charcas. La Compañía de
Jesús tuvo las propiedades vitivinícolas más florecientes y mejor administradas en Charcas así
como el comercio de vinos organizado de forma más eficiente hasta su expulsión acaecida en
1767. Los colonos españoles, tanto de grandes y pequeñas haciendas también contribuyeron a la
expansión de la vid con plantaciones de viñedos en diferentes regiones de Charcas; la uva como
cultivo y el vino como producto vendible.
Las Ordenanzas de de la Corona promulgadas en 1573 relativos a los nuevos asentamientos de
españoles, establecieron la construcción de casas, el cultivo de granos y la plantación de
viñedos.
Las fuentes documentales y los cronistas coloniales indican, que en la antiguas
provincias de Chuquisaca Pilaya y Paspaya “hoy los Cintis” célebres por sus grandes y
hermosos viñedos fue donde se inicio la vitivinicultura comercial más importante de la
Real Audiencia de Charcas a partir de 1550 para proveer de vino y aguardiente al gran
mercado potosino. Otras regiones de Charcas que ofrecían condiciones favorables para la
producción vitivinícola fueron: Turuchipa, Santiago de Cotagaita, Oroncota, Esquiri, Mataca,
Tupiza y Poco-Poco en el departamento de Potosí. Mecapaca, Sapahaqui y Luribay en el
departamento de La Paz, La Villa de Salinas del Río Pisuerga del Valle de Mizque en el
departamento de Cochabamba y Entre Ríos, la Angostura y el Valle de Concepción en el
departamento de Tarija.
EL VALLE DE CINTI
El valle de Cinti se halla ubicado en la parte suroeste del Departamento de Chuquisaca, entre las
Provincias Nor y Sud Cinti. Está constituido por un valle alto conformado por varias cuencas
pequeñas y un cañón estrecho alargado que corre de norte a sur, con altitudes que varían entre
los 2.200 y 3.600msnm, permitiendo la existencia de varios microambientes como la cabecera
de valle, el valle alto y el cañón. En general estas áreas caracterizadas como semiáridas, están
cubiertas por abundante vegetación xerofítica. El valle presenta condiciones adecuadas para
tareas agrícolas ya sea en su base, donde existen suelos agrícolas buenos o en las áreas de
ladera o piedemonte donde se construyeron sistemas extensos de terrazas asociados a canales
de irrigación.
SOCIEDADES PREHISPANICAS EN CINTI
Los documentos etnohistóricos sugieren que las entidades políticas tardías del sur de Bolivia
estuvieron organizadas en confederaciones en el tiempo previo al arribo de los Incas. Dentro de
este panorama, la confederación Charcas fue una de las organizaciones más importantes y
estuvo constituida por cuatro federaciones regionales: Charcas, Qaraqara, Chuyes y Chichas.
Los antecedentes de investigación arqueológica en Cinti son muy pocos, se trata de trabajos
descriptivos muy aislados que dan cuenta de la presencia de asentamientos prehispánicos y
sitios con arte rupestre. Del mismo modo, la información etnohistórica es escasa. A partir de un
trabajo general de reconocimiento arqueológico en el valle de Cinti en 1993 y excavaciones
limitadas en 1994, se encontraron evidencias de una fuerte ocupación prehispánica que
contrastaba con la información etnohistórica e histórica conocida. La secuencia de ocupación
prehispánica en el valle comprende cinco periodos: Pre cerámico (circa 10000-2000 a.C.),
Formativo (2000 a.C.400d-C.). Desarrollos Tempranos (400-800 d.C.), Desarrollos Regionales
Tardíos (800-1430 d.C.) y Horizonte Tardío (1430-1535 d.C.). Aquí nos centraremos en los dos
últimos periodos.
DESARROLLOS REGIONALES TARDIOS (800-1430 d.C.)
En esta época existe una fuerte interacción entre valles interandinos y punas adyacentes que
consolidan identidades locales y regionales expresadas en estilos cerámicos particulares como
los estilos Huruquillas, Yura y Chicha, además de otros. En el sur de Bolivia este periodo se
caracteriza por el desarrollo de procesos de integración política regional a distintas escalas que
dieron lugar a la consolidación de confederaciones regionales. En el caso de Cinti, esta región
parecería haber formado parte de la federación Qaraqara, tal como parece sugerir la presencia
del estilo cerámico Huruquilla, asociado a patrones arquitectónicos y funerarios muy semejantes
a aquellos reconocidos en el territorio etnohistóricamente atribuido a la confederación Qaraqara.
En este periodo se da un crecimiento y nucleamiento de la población, y se desarrolla una entidad
política en el valle como parte de un proceso iniciado en el periodo previo. En cuanto a la
organización regional vemos que el incremento en la población se refleja en el crecimiento de los
sitios previamente ocupados y el establecimiento de asentamientos nuevos, generalmente
estancias. Las agrupaciones de sitios crecen en todo el valle en áreas de tierras agrícolas, los
sitios están emplazados generalmente en áreas rocosas o sinclinales que dominan las tierras
agrícolas. Hay un desarrollo y expansión de los sistemas de terrazas agrícolas que muestra un
proceso de intensificación agrícola.
HORIZONTE TARDIO (1430-1535 d.C.)
En este periodo el ultimo de la secuencia prehispánica se dio la expansión inka en el sur de
Bolivia, Los inkas emplearon diferentes estrategias de expansión de acuerdo a las regiones, el
tipo de sociedades con las que se encontraron y a intereses ligados a la economía política del
imperio. Es así que las alianzas políticas, el clientelismo y la conquista directa fueron los
métodos más comunes. En el sur de Bolivia los Inkas encontraron una resistencia fuerte por
parte de las confederaciones a quienes sometieron militarmente y después establecieron
alianzas con sus caciques o curacas más poderosos. Es así, por ejemplo, que el inka dio en
matrimonio a mujeres de las panacas o familias reales de Cuzco a los caciques principales de
los Qaraqara, para consolidar con ellos lazos de parentesco y de esta manera asegurar lealtad de
estos líderes locales al imperio.
Durante esta época en el valle de Cinti las tendencias previas continuaron: un crecimiento
continuo de centros locales y regionales, crecimiento poblacional, la expansión de pequeños
asentamientos dispersos a lo largo del valle, y la intensificación agrícola con la expansión de un
sistema de terrazas en el valle alto y el cañón. Jayun Huankarani continuó siendo el centro
dominante en el valle. Durante este periodo se formalizo y extendió un sistema de caminos
probablemente construido previamente, conectando a través de una red de caminos y senderos
a la mayoría de los asentamientos grandes y a las áreas agrícolas de terrazas.
HACIENDAS VIÑAS Y BODEGAS EN CINTI
El valle cinteño por su cercanías a las minas de plata de Potosí y sus características singulares
que se ubica entre los 2.200 y 3.600 m,s,n,m, fue cuna de las primeras cepas comerciales de
uva moscatel de Alejandría para la industria vitivinícola.
Sus temperaturas máximas se encuentran entre 5 grados centígrados bajo cero en invierno y 32
grados centígrados en febrero que le permite alcanzar su máxima madurez y con ello su máximo
grado de azúcar. La estación de lluvias se inicia a partir de noviembre y se extiende hasta
marzo, con una precipitación anual entre 350 y 660 milímetros. Su suelo, caracterizado por
poseer terrenos aluvionales, se nutre de las crecientes de ríos cuyas turbias aguas se extienden
y asientan en la estación de lluvias, a su paso dejan un limo que llega a colmatar sus orillas,
fertilizando su suelo en tierras de bajo regadío. Todas estas características organolépticas más el
trabajo laborioso de la gente cinteña en la viña y la bodega, dieron a la vid de Cinti y sus
destilados una característica e identidad propia regional en sus propiedades que la distinguen de
otras regiones para generar un vino base para destilar un aguardiente con un concepto singular
que lo diferencia de otros aguardientes producidos en otras regiones vitivinícolas.
Las primeras plantaciones de las viñas coloniales de la variedad moscatel de Alejandría fueron
las de parral de forma alternativa con la de maderos o rodrigones que conjuntamente los
abundantes arboles de molle le daban una pintoresca y llamativa belleza bucólica a los Cintis a
fines del siglo XVI como lo describen los cronistas.
El vino fue en las primeras épocas el valor agregado más importante de la vid para el consumo
sacramental y civil de españoles asentados en Charcas, el aguardiente ocupaba un lugar menor
y la chicha se imponía en la población originaria, situación y orden que cambiaria en los siglos
venideros.
El intensivo crecimiento poblacional de Potosí por la extraordinaria producción de plata alcanzo
en 1619 una población de 160.000 habitantes generando una economía de metrópoli y
demandando productos en grandes cantidades entre ellos el vino y el aguardiente de los Cintis
que eran los valles más próximos y de mayor cultivo de la vid. Las plantaciones de uva de las
variedades moscatel de Alejandría y negrita “criolla o misionera” eran las más importantes para
la elaboración de vinos y aguardientes. Pequeñas, medianas y algunas grandes bodegas en las
haciendas agrícolas florecieron en las antiguas provincias de Pilaya y Paspaya. La vitivinicultura
era la actividad productiva económica más importante de los Cintis, situación que perdura hasta
nuestros días.
En las haciendas, viñas y bodegas de los Cintis en la época colonial existía un mosaico
poblacional, étnico y socioeconómico complejo que conformaron españoles y originarios junto a
las categorías tributarias; peones, forasteros, arrenderos, conchabados y esclavos negros para
los diversos trabajos durante todo el año agrícola, podas, riego, cava, despunte, fertilización
cosecha y acarreo. Había un trabajo en la viña y otro en la bodega para cada día del año. La
viña refleja igualmente el medio ambiente y la habilidad humana.
El viticultor cinteño dedicaba los trescientos días del año a la labranza de la tierra, a vivir en su
contacto para recibir a su señalado y esperado día, que es la cosecha: el fruto de todo su
esfuerzo, desvelos y esperanzas. De ahí que la Vendimia es la fiesta más importante de la
región.
AGUARDIENTE / SINGANI EN LA REAL AUDIENCIA DE CHARCAS
Los españoles introdujeron a finales del siglo XVI la destilación de vino en Charcas y
paralelamente la destilación de aguardiente. El destilado tenía, como producto comercial, una
relación valor-peso mucho más alta que el vino, ya que podía aguantar mejor el elevado coste
de transporte en estos paisajes desérticos o accidentados de largas distancias. El vino destilado
era un vehículo de embriaguez rápida e intensa, que tenía mucha salida entre la población
indígena a causa de su alta graduación alcohólica alrededor de 50 grados.
La manufactura de vino destilado en Charcas como producto comercial importante comenzó a
fines del siglo XVI, teniendo mucha aceptación en el ámbito minero. Previamente se había
fabricado aguardiente en pequeñas cantidades para usos medicinales. Una paila sencilla
convertía, en un principio, el vino calentado en un vapor gaseoso que luego se condensaba en
alcohol.
A fines del siglo XVII la mayoría de las regiones vitivinícolas habían reemplazado el vino por el
aguardiente de uva como producto principal de sus viñedos.
Si bien la vid, la tecnología y los métodos para la destilación la trajeron los españoles como la
Alquitara, la Falca y más tarde el alambique, la gente nativa de los Cintis al no tener acceso a
estas tecnologías por los costos y dificultades para su adquisición, desarrollaron una tecnología
nativa apropiada denominada “Konchana”/(q’unchana), en idioma nativo significa=fogón;
que es el método de destilación tradicional de los Cintis a partir de la segunda mitad del siglo
XVI y que generó un concepto de aguardiente de propiedades singulares y únicas de mucha
aceptación en los tambos viñateros de Potosí,
El proceso para obtener aguardiente/singani en las bodegas familiares de Cinti implicaba uva de
la variedad moscatel de Alejandría; la cosecha de la uva/vendimia y la pisa era realizada de
forma artesanal por todos los miembros de la familia al igual que la destilación en Konchana,
atizado por leña se realizaba de manera lenta y en pocas cantidades obteniendo un
aguardiente/singani de pura uva sin adulteraciones y de gran aceptación por su calidad y
pureza. Este método fue desarrollado por pequeñas haciendas familiares diseminadas en Cinti,
paralelas a la gran producción en falcas y alambiques.
Las konchanas son una muestra de tecnología apropiada artesanal utilizada en Cinti, que
consistía en cantaros de barro donde se destilaba la uva fermentada que se le sometía al calor
con combustible de leña interconectados por tubos rudimentarios y refrigerado con agua para
transformar el vapor de la cocción en líquido, mediante este proceso se destilaba el
aguardiente/singani y que aún perdura en algunos lugares de los Cintis, como es la hacienda
llamada Singani en el cantón de Uruchini. Con el correr del tiempo entraron en desuso las
konchanas y se popularizo el uso de la falca y el alambique colonial que estaba hecho de cobre y
más tarde de estaño pero siempre manteniendo el concepto singular de calidad y las
propiedades de la destilación secular que caracteriza al singani de los Cintis, donde destilar es
una ciencia y mezclar un arte.
La tecnología de destilación de aguardiente y singani que ya se implemento a fines del siglo XVI
se extendió e intensifico en el siglo XVII. La introducción del consumo de aguardiente/singani
como bebida espirituosa se inicio de forma masiva durante el siglo XVIII incrementándose de
forma rápida y desplazando al vino y a la chicha en las minas de Potosí hasta conformar un
rasgo cultural de las poblaciones mineras como hábito cotidiano y donde beber singani es más
que un ritual.
El transporte de vino, aguardiente/ singani de Cinti requería de siete a diez días hasta llegar a
Potosí, eran envasados en tinajas de barro y arcilla mas tarde en odres, posteriormente en
barriles de madera y botellones de vidrio para ser transportados en recuas de acémilas, mulas y
carretas, desde el valle de Cinti hasta llegar al gran centro de consumo que era Potosí;
depositados en los numerosos tambos viñateros y canchas que existían para luego ser
expendidos por toda la ciudad y mas allá de sus fronteras.
ANTONIO LOPEZ DE QUIROGA
El valle de Cinti cuna del singani por tradición secular ha sido el escenario del mayor desarrollo
de la actividad vitícola en la época virreinal, grandes personajes y empresarios desarrollaron sus
actividades en Cinti como Don Antonio López de Quiroga, el empresario azoguero y
agroindustrial más rico del virreinato del Perú en el siglo XVII, Indalecio Gonzales de Socasa, el
más destacado y acaudalado comerciante de Potosí a fines del siglo XVIII, Doña Josefa de
Lizarazu Condesa de La Casa Real de Moneda de Potosí y el insigne guerrillero de la
independencia Don José Vicente Camargo.
Antonio López de Quiroga nació en Cancelo-España en 1620 y llego a Potosí a finales de 1648;
fue el más destacado y polifacético hombre de negocios, prestamista, comerciante,
terrateniente, ganadero productor de vinos aguardientes/singanis y sobre todo el más notable
en la dedicación a la minería y refinamiento del mineral de la plata; el hombre más rico del
Virreinato de Perú con que la extraordinaria ciudad Imperial de Potosí había visto en toda su
historia.
Su centro de actividades agroindustriales era la hacienda San Pedro Mártir en Cinti que había
comprado en 1658 y era propietario también de Culpina, Incahuasi, Carapari, Sacaro y Pilaya
que enviaban productos por valor de miles de pesos.
Antonio Lopez de Quiroga describía su hacienda de San Pedro Mártir en Cinti como una
propiedad que ocupaba dos valles de ríos los cuales median unas cincuenta por cuarenta millas
(dieciocho por catorce leguas), y comprendía campos de grano, y sus viñedos producían la
mayor cantidad de vino de toda la Real Audiencia de Charcas.
López de Quiroga intento conseguir honores especialmente el de Conde de Pilaya y Paspaya, el
creía que se lo merecía el rango nobiliario más por sus meritos logrados que por su dinero,
aunque persistió ante el Rey de España por mucho tiempo no lo logró quedándose con el de
Maestre de Campo (rango militar equivalente a Coronel), murió en 1699 convertido en Potosí en
una figura casi mítica y está enterrado en el convento de San Francisco de la Villa Imperial del
que fue benefactor y devoto.
La producción de singani en la época colonial es muy difícil de cuantificar, el valle de Cinti
aportaba al gran mercado potosino con más del sesenta por ciento de la producción de vinos
aguardientes/singanis, teniendo preeminencia el vino que posteriormente fue superado
ampliamente por el singani. Sin embargo destacadas investigadores económicos nos dan una
cifra estimativa de 800.000 litros de vino anuales para fines del siglo XVII en el valle de
Cinti, destacando también el valle de Mizque con una importante producción.
IMPUESTOS
A finales del siglo XVIII a los aguardientes /singanis de los Virreinatos del Perú y del Río de La
Plata, antes sujetos a la alcabala de 4% se les sujetó a una de 6% y desde 1778 se cobró un
nuevo impuesto al aguardiente/singani del 12.55 más los derechos del pontazgo y sisa que
juntos llegaban a grabar un 26% sin incluir las expensa de su flete, cosecha o merma. Las
Reformas Borbónicas no solo restringieron el movimiento social de las élites coloniales, lo que
las llevaría a respaldar la independencia sino que se convirtieron en rivales y se vieron
favorecidas las zonas coloniales que producían vinos, alcoholes, aceites o frutas secas. Los
espacios coloniales lucharon arduamente por mantenerse como proveedores del mercado
potosino de vino y aguardiente/singani, y aun en 1793 ocupaban uno de los primeros lugares en
Potosí. La producción cinteña quedó exenta del pago del nuevo impuesto del 12,5% por la
consideración de la Corona hacia una zona cuyos vecinos efectuaban constantes erogaciones
para contener las continuas arremetidas ava. guaraníes (chiriguanas). Esta exención permitió al
valle de Cinti obtener beneficios extraordinarios frente a sus competidores de la costa peruana
(Arequipa, Moquegua) y el norte argentino (San Juan, Mendoza).
Los Cintis, desde la introducción de la vid a sus suelos fértiles en todo el proceso
colonial y más allá de los primeros ciento cincuenta años cómo República de Bolivia
desarrolló la más importante actividad vitivinícola. La primera industrialización de la vid en
La Real Audiencia de Charcas y Bolivia se inicio en el valle de Cinti con la fabricación del singani,
El singani, una bebida típica de los Cintis, de gran demanda en Potosí y en el resto del país se
socializo gracias a la gran producción y calidad de las haciendas y bodegas de los Cintis.
ETIMOLOGIA DEL NOMBBRE SINGANI
El Diccionario geográfico del Departamento de Chuquisaca: contiene datos geográficos,
históricos y estadísticos, fue editado por la Sociedad Geográfica Sucre en 1903 en la Imprenta
“Bolívar” por el compilador, profesor y escritor Dr. Nicanor Mallo Orgaz (1873-1944), en la
pp.290 señala: Singani.- Viñedo ubicado en el Cantón San Lucas, de la Provincia de Cinti.
Singani.- Finca de la comprensión del Cantón y Provincia anteriores, colindante con el viñedo
del mismo nombre. Esta situado al N. del pueblo y a 45 kilómetros de distancia; estas dos
propiedades son las que han dado su nombre al licor conocido con aquel.
Enclavado entre las montañas y a orillas del rio Uruchini se encuentra aun en pleno siglo XXI la
hacienda Singani con sus viñedos, la konchana y la falca artesanal de larga historia, Fuentes
documentales y de historia oral con sus actuales y antiguos propietarios cuentan que en la época
colonial por su difícil acceso al lugar y su escasa vinculación con las rutas coloniales, la uva de la
variedad moscatel de Alejandría de la hacienda se la dedicaba al consumo y a la destilación de
aguardiente en konchana de acuerdo a la tradición secular del lugar sin ningún tipo de alteración
o contaminación de otros productos, es decir …destilaban en konchana el aguardiente de
pura uva dedicando el destilado del corazón de la uva para la venta en los tambos
viñateros coloniales de Potosí, una vez al año. Los comerciantes mayoristas de Potosí
tenían en mucho aprecio la calidad y pureza el aguardiente de la hacienda singani y de la
región de Cinti por ser los proveedores primigenios de aguardiente que a su vez eran muy
requeridos y famosos en los locales de expendio de la Villa Imperial de Potosí, sin embargo dada
la poca cantidad que producía la konchana de la hacienda singani y ante la gran demanda
existente, otras haciendas y bodegas de Cinti empezaron a utilizar el nombre de singani para
poder comercializar sus productos, convirtiéndose con el correr del tiempo a fines del siglo XVIII
y principios del siglo XIX el nombre de singani en el genérico para los destilados de uva
moscatel de Alejandría de primera calidad de la región de Cinti donde se instalaron las
bodegas más importantes de la Real Audiencia de Charcas y de la República; posteriormente
otras regiones vitivinícolas que destilaban aguardiente comenzaron a utilizar el “Buen Nombre”
de singani contribuyendo a socializar el nombre de singani en toda la República de Bolivia.
El origen etimológico de la palabra Singani es el topónimo nativo prehispánico aymara/quechua,
siwinga; ambos hacen referencia a una planta existente en la región llamada también
SEJHWINKHA, SEWINKHA, SIVINGA (CORTADERIA SP) y el sufijo ni indicativo de abundancia
que dio como resultado SIWINGANI, devenido con el tiempo al español como SINGANI
nombre que hace referencia a la hacienda y bodega artesanal ubicado en el cantón Uruchini del
municipio de San Lucas, Provincia Nor Cinti del departamento de Chuquisaca, donde se destilaba
y aun se destila el famoso aguardiente que dio origen al nombre de SINGANI, que se convirtió
con el devenir del tiempo en el nombre para designar al aguardiente destilado de uva moscatel
de Alejandría de primera calidad en los Cintis y que se socializo el nombre con el correr del
tiempo a otras regiones vitivinícolas de Bolivia y que es un legado de la región de Cinti y que se
tiene que preservar esta creación como una herencia cultural de nuestro rico pasado de
quienes trabajaron y trabajan en las viñas y las bodegas de los valles de Cinti produciendo la
afamada bebida cinteña.
Actualmente la hacienda singani perdura como arriendo de la gran “propiedad” Pampa Huasi,
la sucesión de propietarios se remonta a la segunda mitad del siglo XVI, cuando órdenes
religiosas como los agustinos y posteriormente los jesuitas se asentaron en la región y valles
aledaños; mucho tiempo después la hacienda singani es adquirida por la familia Ochoa siendo
Doña Guillermina Ochoa la propietaria, que al no tener descendencia declara heredera a su
sobrina Teófila de Tejerina que tiempo después vende a su actual propietario Primitivo
Baspineiro, la arrendataria actual de la hacienda singani es doña Victoria Ibarra viuda de Ávila.
El singani en Bolivia va asociado a varios usos como la medicina, el trabajo agrícola la minería,
rituales, celebraciones familiares y conmemorativas en todos los estratos sociales, disfrutando
de esta herencia de los Cintis. Muchas pequeñas, medianas y grandes empresas se han
desarrollado en los Cintis y Tarija a lo largo de una larga tradición de elaboración de vinos y
singanis, sin embargo los orígenes de la historia, el nombre y la tradición secular del
singani se encuentran en los Cintis, origen y cuna del singani, que consagro al singani
como la genuina bebida boliviana; un símbolo de la identidad cultural de Bolivia.
En la visita realizada el 12 de junio del 2010 a la hacienda Singani con autoridades de la
Mancomunidad de los Cintis (Edgar Llanos, “Coordinador de la Mancomunidad”, Guillermo W.
Cardona G. y Denis Ramírez, representantes de “SAGIC-San Pedro”, Félix Santalla,
representante de la “Alcaldía de Camargo”, Marco A. Catari de la “Asociación Cinteña de
Turismo” hoy CARETURC Cámara Regional de Turismo de los Cintis, Benjamín Aramayo,
propietario de viñedos y bodegas “Cruz Huaza”, Esther Almendras e invitados especiales y
prensa especializada, conjuntamente el señor Heriberto Otondo, vecino de Uruchini que se nos
unió más adelante, iniciamos el largo viaje desde Camargo para verificar “in situ” la historia y las
características de viñedos y tecnología de destilación en la hacienda singani; después de un
largo y trabajoso viaje llegamos a destino a la viña singani, situada a orillas del río Uruchini en
cuya entrada y los alrededores se puede advertir gran cantidad de siwinga; a las 13:30
ingresamos a la casa de hacienda que se encuentra en media viña donde se pudo advertir la
existencia de plantas de vid de larga data de la variedad moscatel de Alejandría y la “negrita”;
vides trepadoras encaramadas a los molles con sus sarmientos desparramados en varios lugares
y volverse rastreras con el transcurso de los años que se convirtieron en viejos y gruesos
troncos de los cuales brotaron muchos sarmientos, es el entorno que envuelve a la hacienda
singani. Cerca de la viña se encuentra la Konchana, hecha de barro/cerámica y algo de piedra
para soportar el fuego, interconectado por una cañahueca, con una canaleta rústica de madera
por debajo para refrigeración con agua continua, muy cerca leña amontonada y varios cantaros
con singani y vino. Después de un paseo y reconocimiento de los elementos que nos interesaban
identificar nos entrevistamos con varios viñateros y viejos productores de singani artesanal para
compartir experiencias y lograr testimonios y recuperación de la historia oral del lugar.
Posteriormente iniciamos el registro audiovisual para el documental aprovechando la luz que
todavía nos quedaba. Al caer la tarde y cuando el astro rey se ocultaba, empezamos a degustar
en la cuna del singani bajo la sombra de un centenario parral y muy cerquita de las viejas vides
y una cansada Konchana, el delicioso singani en la cuna del singani, dejando pasar las escasas
horas que nos quedaban en momentos inolvidables.
Muy contentos, alegres y agradecidos con toda la gente que nos acompañó y nos acogió nos
despedimos para volver en otra ocasión y compartir más tiempo con toda esa gente maravillosa,
e iniciamos el retorno a Camargo, satisfechos de esta maravillosa e histórica expedición.
Para finalizar consideramos muy importante también resaltar lo que manifiesta El DICCIONARIO
HISTORICO DE BOLIVIA, Josep M. Barandas, Sucre, 2002. Singani. Aguardiente de uva
(Moscatel de Alejandría” y otras); la norma industrial boliviana establece un grado alcohólico de
40ºGL. El origen del término hay que buscarlo en la hacienda colonial de ese nombre, ubicada
en los términos de *San Lucas de Paaqullu (Prov. Nor Cinti, Dpto. de *Chuquisaca), cerca de los
viñedos de la “Ladera de Singani” donde transitaban los aguardientes con destino a la Villa
Imperial de Potosí; la existencia del producto, de reconocido prestigio, tipicidad, personalidad,
originalidad y uniformidad, que provienen del proceso tecnológico de producción, de su historia y
del trabajo de generaciones de viticultores y bodegueros. Su denominación es exclusivamente
boliviana, originada espontáneamente en CINTI durante el segundo auge minero de la plata:
frente a la avalancha de productos peruanos y europeos, se comenzó a utilizar en la segunda
mitad del siglo XIX como sinónimo de aguardiente de uva de primera calidad; y se popularizo a
fines de aquel siglo, cuando comenzó a diferenciarse de los licores competidores de Muqiwa y
Pisku (Peru), de S.Juan (Argentina) y de Europa, conocidos como “Moscatel” (aguardiente de
segunda) y “Pisku Italia” (el peruano). Sus orígenes se pierden en los siglos coloniales, cuando
los vinos, destilados en las q’unchana y falcas a leña, eran sublimados en aguardientes; su
producción se hizo masiva a fines del siglo XVII en los valles de *Cinti, Mataka, Turuchipa y
Urunquta; además de los de La Paz y Tarija. Su consumo se expandió, primero por los centros
mineros productores de plata (Pulakayu, Wanchaqa y Guadalupe) y por las ciudades de *Tupiza,
*Villazon, *Sucre y, sobre todo, *Potosí; y entre 1920 y 1970; por los restantes centros urbanos
del país, a la par de la modernización de su producción, acelerada en Cinti por inversiones
industriales (particularmente en “Viñas y Bodegas San Pedro”, que equipo su bodega con
alambiques europeos de destilación industrial y que, lo mismo que empresa como “San Remo”,
“El Rancho”, “El Papagayo”, “Tres Estrellas”, “El Majuelo” y otras, reemplazo su trajín en botijas
por las botellas etiquetadas). En la segunda mitad del siglo XX su producción se extendió a los
valles de Tarija, que actualmente (2001) se han convertido en la mayor zona productora. Desde
tiempos coloniales, junto con el aguardiente de caña (de inferior calidad) ha sido parte
fundamental del repertorio de bebidas espirituosas y con el tiempo ha consolidado su
denominación como bebida boliviana, constituyéndose en símbolo de identidad cultural: va
asociado a los usos medicinales; al trabajo minero y agrícola, a las celebraciones rituales,
familiares y amistosas en todos los estratos sociales. El D.S. numero 21.948 (V-1988) zonificó y
reglamentó su elaboración en los valles de los Departamentos de La Paz, Potosí, Chuquisaca y
Tarija, elevado en 1992 a la Ley número 1.334, que, en el país el uso de su denominación de
origen, reservándola a los aguardientes embotellados y producidos en los Departamentos
mencionados, consolidando así su carácter boliviano.
La ley de la República Nro. 1334 de 4 de mayo de 1992 sobre denominación de origen,
relacionado al “Nombre Geográfico “de la región empleada para designar singani establece las
siguientes “Zonas de producción” en Bolivia:
Departamento de Chuquisaca
Valles vitivinícolas tradicionales o “Zonas de Producción”
Provincia Nor Cinti, cantones y comarcas.
Provincia Sur Cinti, cantones y comarcas.
Departamento de Potosí
Valles vitivinícolas tradicionales o “Zonas de Producción”
Turuchipa y comarcas aledañas.
Cotagaita y comarcas aledañas.
Vicchoca, Tumusla, Poco Poco, Tirquibucco, Oroncota, Provincia Nor y Sud Chichas.
Provincia Cornelio Saavedra y provincia Linares.
Departamento de La Paz
Valles vitivinícolas tradicionales o “Zonas de Producción”
Luribay y comarcas aledañas.
Sapahaqui y comarcas aledañas.
Provincia Loayza y comarcas aledañas.
Provincia Murillo y comarcas aledañas
Departamento de Tarija
Valles vitivinícolas tradicionales o “Zonas de Producción”
Provincia Cercado, cantones y comarcas.
Provincia Avilés, cantones y comarcas.
Provincia Méndez, cantones y comarcas.
Provincia Arce, cantones y comarcas.
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