P100418 Kaczynski descansa en la historia

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32 INTERNACIONAL LUNES 19š4š2010 ABC L ech Kaczynski fue un polí- tico trágicamente perse- guido por la historia. Su muer- te ocurrió cuando se dirigía a Katyn, tumba de 22.000 mili- tares polacos asesinados por orden de Stalin, un lugar hoy doblemente maldito para Po- lonia. Pero la primera cita con la historia de Lech Kaczynski y su hermano Jaroslaw fue su peculiar Ley de Memoria His- tórica que tanta división pro- vocó entre los polacos y que, a la postre, les costó perder las elecciones. Una ley con la que se quiso obligar a perio- distas, profesores y funciona- rios a declarar si habían cola- borado con el antiguo régi- men comunista. Puede que sobrasen los mo- tivos emocionales para esa ley. Muchos viejos comunis- tas se habían valido de su red de relaciones para enriquecer- se en el capitalismo. Muchos antiguos verdugos se hacían pasar por humildes corderos. Pero la historia es terreno mo- vedizo en el que no caben sim- plificaciones políticas o ideo- lógicas. ¿Hasta qué punto un puñado de políticos pueden interrogar, procesar o purgar a sectores enteros de la socie- dad, a millones de personas, que creían de buena o mala fe o se limitaban a sobrevivir? ¿Hasta qué punto un político o un juez tienen competencia para emitir el inapelable «Jui- cio de la Historia»? Una socie- dad madura, como la norte- americana, jamás se metería en la pelotera de organizar un macrojuicio político sobre su guerra civil por muy legíti- mas que sean las vindicacio- nes de los descendientes de los esclavos. Aunque les en- cante aventar ese bochinche tan colorista y tercermundis- ta en casa ajena. Cuidémonos de la obsesión con los muer- tos de nuestra historia. Quien conozca Sarajevo o Jerusalén sabe lo peligroso que es hacer política abriendo tumbas y pa- seando las vindicaciones de nuestros muertos. Eso sí, los Kaczynski nunca llamaron fascistas a quienes no compartían su entusiasmo por los agravios de sus difun- tos. Eso queda para los ul- trakaczynskis de aquí. RAMIRO VILLAPADIERNA ENVIADO ESPECIAL CRACOVIA. La monumental campana de Segismundo, ta- ñida por 20 monjes, anunció a Polonia que su fallecido pre- sidente y esposa descansan ya en la milenaria cripta de la catedral de Cracovia, en un sencillo sarcófago de alabas- tro claro, que recuerda tam- bién a los 96 fallecidos días antes en el siniestro aéreo de Smolensk. Cerca de 150.000 perso- nas despidieron los féretros de la pareja en las calles rena- centistas de la antigua capi- tal, pero entre ellos no se en- contraban finalmente gran- des figuras como Barack Oba- ma, Nicolas Sarkozy, Angela Merkel o los Reyes de España, por el cierre del espacio aéreo europeo. Pero sí en cambio, destacadamente, el presiden- te de Rusia y los representan- tes de la región centroeuro- pea, Báltico y Balcán, varios de los cuales hicieron muchas horas en tren y en automóvil. La familia, que inicialmen- te prefirió intimidad, se había opuesto a cualquier retraso en el entierro y Lech Kaczyns- ki ha tenido finalmente el lu- gar que ansió en la historia, pero menos acompañado de lo que hacían pensar las 96 de- legaciones anunciadas, inclu- yendo a los estadistas de las grandes potencias y socios eu- ropeos. Un claro signo La decidida presencia de Dmi- tri Medvédev, que voló desde Moscú desafiando la inseguri- dad aérea, es comentada por los observadores como un cla- ro signo de Moscú de querer renovar su relación e influen- cia con Polonia, después de años de ninguneo hacia el an- tiguo satélite y negación de los crímenes de la II Guerra Mundial. La tragedia nacional y per- sonal, dijo en el funeral el car- denal-metropolita de Craco- via, ha «añadido muchas ca- pas de bondad entre las gen- tes y los pueblos» y hasta des- tacó «simpatía y ayuda recibi- das de nuestros hermanos ru- sos», que han «insuflado nue- va vida en la esperanza de una reconciliación entre nues- tros dos pueblos eslavos». Miles de polacos habían viajado toda la noche hasta Cracovia, y acompañaron por las adoquinadas calles el ar- món de artillería funerario. Querían dar las gracias a un presidente que ha protegido el «modo de vida polaco» y ha dado su lugar a la nación, en la historia y en el mundo. Ejemplo extremo habría sido la conmemoración del 70 ani- vesario de Katyn, que le ha costado la vida, rescatando al tiempo para el mundo la me- moria de la matanza. Aquí están enterrados 17 reyes y reinas, del tenor del primer monarca Ladislao I el Breve, y seguido por Casimi- ro III el Grande, Jadwiga de Polonia, Ladislao II, Casimiro IV, Juan I Alberto, Segismun- do I el Viejo, Segismundo II Augusto, Esteban Bathóry, Anna Jaguellona, Segismun- do III Vasa, Ladislao IV Vasa, Juan II Casimiro Vasa, Miguel Korybut Wisniowiecki, Juan III Sobieski, Augusto II el Fuerte y Ladislao de Varna. También dos santos, santa y también reina Jadwiga, y san Estanislao mártir, mien- tras la muestra de patriotas in- cluye a Sapieha, Kosciuszko, Pilsudski, Sikorski, Ponia- towski, y los idolatrados poe- tas: Mickiewicz, Slowacki y Norwid. El lugar de Wawel es un bastión sobre el río Vístula, so- bre el que una fortaleza es lu- gar de coronaciones. Protege una catedral gótica, llamada de san Estanislao y san Wen- ceslao. En su cripta, una am- pliación de capillas, están mu- chos «grandes» de Polonia. Alberto Sotillo Entierro en el castillo de Wawel Los restos de Kaczynski descansan desde ayer rodeados de reyes y héroes El presidente ruso acudió a Cracovia en una clara apuesta por mejorar las «sensibles» relaciones entre su país y Polonia LA MEMORIA DE KACZYNSKI El cardenal de Cracovia destacó la «simpatía y ayuda recibidas de nuestros hermanos rusos» REUTERS El presidente ruso, Dmitri Medvédev, y su esposa, Svetlana, depositaron flores ayer en Cracovia en homenaje al matrimonio Kaczynski

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El cardenal de Cracovia destacó la «simpatía yayuda recibidas de nuestros hermanos rusos» LUNES 19š4š2010 ABC Un claro signo RAMIRO VILLAPADIERNA ENVIADO ESPECIAL Alberto Sotillo El presidente ruso,Dmitri Medvédev, ysuesposa, Svetlana, depositaron flores ayer en Cracovia en homenaje al matrimonio Kaczynski REUTERS

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32 INTERNACIONAL LUNES 19š4š2010 ABC

Lech Kaczynski fue un polí-tico trágicamente perse-

guidopor la historia. Su muer-te ocurrió cuando se dirigía aKatyn, tumba de 22.000 mili-tares polacos asesinados pororden de Stalin, un lugar hoydoblemente maldito para Po-lonia. Pero la primera cita conla historia de Lech Kaczynskiy su hermano Jaroslaw fue supeculiar Ley de Memoria His-tórica que tanta división pro-vocó entre los polacos y que,a la postre, les costó perderlas elecciones. Una ley con laque se quiso obligar a perio-distas, profesores y funciona-rios a declarar si habían cola-borado con el antiguo régi-men comunista.

Puedequesobrasen los mo-tivos emocionales para esaley. Muchos viejos comunis-tas se habían valido de su redde relaciones para enriquecer-se en el capitalismo. Muchosantiguos verdugos se hacíanpasar por humildes corderos.Pero la historia es terreno mo-vedizoen el que no caben sim-plificaciones políticas o ideo-lógicas. ¿Hasta qué punto unpuñado de políticos puedeninterrogar, procesar o purgara sectores enteros de la socie-dad, a millones de personas,que creían de buena o mala feo se limitaban a sobrevivir?¿Hasta qué punto un políticoo un juez tienen competenciapara emitir el inapelable «Jui-cio de la Historia»? Una socie-dad madura, como la norte-americana, jamás se meteríaen la pelotera de organizar unmacrojuicio político sobre suguerra civil por muy legíti-mas que sean las vindicacio-nes de los descendientes delos esclavos. Aunque les en-cante aventar ese bochinchetan colorista y tercermundis-ta en casa ajena. Cuidémonosde la obsesión con los muer-tos de nuestra historia. Quienconozca Sarajevo o Jerusalénsabe lo peligroso que es hacerpolítica abriendo tumbas y pa-seando las vindicaciones denuestros muertos.

Eso sí, los Kaczynski nuncallamaron fascistas a quienesno compartían su entusiasmopor los agravios de sus difun-tos. Eso queda para los ul-trakaczynskis de aquí.

RAMIRO VILLAPADIERNAENVIADO ESPECIALCRACOVIA. La monumentalcampana de Segismundo, ta-ñida por 20 monjes, anuncióa Polonia que su fallecido pre-sidente y esposa descansanya en la milenaria cripta de lacatedral de Cracovia, en unsencillo sarcófago de alabas-tro claro, que recuerda tam-bién a los 96 fallecidos díasantes en el siniestro aéreo deSmolensk.

Cerca de 150.000 perso-nas despidieron los féretrosde la pareja en las calles rena-centistas de la antigua capi-tal, pero entre ellos no se en-contraban finalmente gran-des figuras como Barack Oba-ma, Nicolas Sarkozy, AngelaMerkel o los Reyes de España,por el cierre del espacio aéreoeuropeo. Pero sí en cambio,destacadamente, el presiden-te de Rusia y los representan-tes de la región centroeuro-pea, Báltico y Balcán, variosde los cuales hicieron muchashoras en tren y en automóvil.

La familia, que inicialmen-te prefirió intimidad, se habíaopuesto a cualquier retrasoen el entierro y Lech Kaczyns-ki ha tenido finalmente el lu-gar que ansió en la historia,pero menos acompañado deloque hacían pensar las 96de-legaciones anunciadas, inclu-yendo a los estadistas de lasgrandes potencias y socios eu-ropeos.

Un claro signoLa decidida presencia de Dmi-tri Medvédev, que voló desdeMoscú desafiando la inseguri-dad aérea, es comentada porlos observadores como un cla-ro signo de Moscú de quererrenovar su relación e influen-cia con Polonia, después deaños de ninguneo hacia el an-tiguo satélite y negación delos crímenes de la II GuerraMundial.

La tragedia nacional y per-sonal, dijo en el funeral el car-denal-metropolita de Craco-via, ha «añadido muchas ca-pas de bondad entre las gen-

tes y los pueblos» y hasta des-tacó «simpatía y ayuda recibi-das de nuestros hermanos ru-sos», que han «insuflado nue-va vida en la esperanza deunareconciliación entre nues-tros dos pueblos eslavos».

Miles de polacos habíanviajado toda la noche hastaCracovia, y acompañaron porlas adoquinadas calles el ar-món de artillería funerario.Querían dar las gracias a unpresidente que ha protegidoel «modo de vida polaco» y hadado su lugar a la nación, enla historia y en el mundo.Ejemplo extremo habría sidola conmemoración del 70 ani-vesario de Katyn, que le ha

costado la vida, rescatando altiempo para el mundo la me-moria de la matanza.

Aquí están enterrados 17reyes y reinas, del tenor delprimer monarca Ladislao I elBreve, y seguido por Casimi-ro III el Grande, Jadwiga dePolonia, Ladislao II, CasimiroIV, Juan I Alberto, Segismun-do I el Viejo, Segismundo IIAugusto, Esteban Bathóry,Anna Jaguellona, Segismun-do III Vasa, Ladislao IV Vasa,Juan II Casimiro Vasa, MiguelKorybut Wisniowiecki, JuanIII Sobieski, Augusto II elFuerte y Ladislao de Varna.

También dos santos, santay también reina Jadwiga, ysan Estanislao mártir, mien-tras la muestra de patriotas in-cluye a Sapieha, Kosciuszko,Pilsudski, Sikorski, Ponia-towski, y los idolatrados poe-tas: Mickiewicz, Slowacki yNorwid.

El lugar de Wawel es unbastión sobreel río Vístula, so-bre el que una fortaleza es lu-gar de coronaciones. Protegeuna catedral gótica, llamadade san Estanislao y san Wen-ceslao. En su cripta, una am-pliación de capillas, están mu-chos «grandes» de Polonia.

AlbertoSotillo

Entierro en el castillo de Wawel

Los restos de Kaczynski descansandesde ayer rodeados de reyes y héroesEl presidente ruso acudió a Cracovia en una clara apuesta pormejorar las «sensibles» relaciones entre su país y Polonia

LAMEMORIA

DE KACZYNSKI

El cardenal deCracovia destacó la«simpatía y ayudarecibidas de nuestroshermanos rusos»

REUTERSEl presidente ruso, Dmitri Medvédev, y su esposa, Svetlana, depositaron flores ayer en Cracovia en homenaje al matrimonio Kaczynski