1962-1965 Concilio Vaticano II

hoja

de

ruta

En la Jornada Mundial Misionera de este año, 2015, tiene un eco especial el 50º aniversario de la promulgación por el B. Pa-blo VI del decreto conciliar sobre las “Misiones”, la víspera de la clausura del Concilio Vaticano II: La Iglesia “salía” renovada, con nuevo vigor, de su asamblea conciliar, a todas las gentes, enviada por su Señor a ofrecer su Evangelio de salvación.

En estos 50 años, sin duda que la nueva conciencia misione-ra de la Iglesia congregada en Concilio ha ido calando en el Pueblo de Dios. Hacer memoria personal y comunitariamente de su desarrollo progresivo es una buena oportunidad que se ofrece a todos, para acrecentar la propia corresponsabilidad misionera y avalar un mayor compromiso en la evangelización de todo el mundo, los de lejos y los de cerca.

Queremos poner ante los ojos las cuatro etapas de acrecenta-miento de la nueva conciencia misionera (título común)) se-gún las han ido marcando los cinco Papas con sus enseñanzas e interpelaciones: En cuatro carteles sucesivos, con los extractos de sus mensajes que nos han parecido más significativos.

En los cuatro aparecen las fotos de los Papas respectivos jun-to a la barca, símbolo primordial de la Iglesia, navegando por los mares del mundo para llegar a todas las tierras. Por ello el trasfondo de los carteles es el mapamundi completo. Las lám-paras, con el año, indican la iluminación creciente del Pueblo de Dios en misión. La O de misión llevará dentro los pies de los mensajeros del Evangelio, o su corazón ardiente de amor por la salvación de la humanidad.

CARTEL 1ºCon la foto de S. Juan XXIII que inauguró el

Concilio, y del B. Pablo VI que lo clausura. Está dedicado entero al Decreto AD GENTES, ex-presando lo esencial de sus 6 capítulos, a partir de su afirmación primordial: La Iglesia es mi-sionera por su naturaleza. Tiene su origen en la Misión

del Dios Trinitario, obedece al mandato misionero de Jesús -1- y desa-rrolla su acción misionera, sal de la tierra y luz del mundo -2- dando origen a nuevas Iglesias locales, altavoz de la palabra. Ellas, a su vez, se sienten enviadas a la misión en su lugar y a todas partes, grano de mostaza que se hace un árbol -3-. Vocación especial de los misioneros que salen a todas partes, cruzando los mares -4 y 5-. Con ellos cooperan todos los fieles del Pueblo de Dios, dibujo de laicos, familias, religiosos/ as, sacerdotes, obis-pos -6-. Trasfondo del mapa de América.

CARTEL 2º (dedicado a la etapa del Beato Pablo VI) Primer papa que salió en misión apostólica a los 5 continentes. Guio el Concilio Vaticano II a buen término y se entregó a su aplica-ción. Previamente en su Encíclica sobre la Iglesia (Ecclesiam suam)

-1964- apostó por la renovación de la Iglesia, proponiendo para ella el espíritu de pobreza y de caridad. Convoca al diálogo y al servicio para con todos. Primer papa que visita la Organización de las Naciones Unidas. En su discurso en la ONU y en la Encíclica El desarrollo de los pueblos, se presenta como abogado de los pueblos pobres y se hace portavoz de “su grito de angustia”. En el año 1975, a los diez años del Concilio publica su gran Encíclica sobre la Evangelización. Presentamos un extracto de sus siete capítulos por su valor permanente, realzado por las alusiones de los siguientes papas. Cada vez que se relee, se valora y se goza más. Es un faro que ilumina siempre la travesía. Trasfondo del mapa de África–Europa.

CARTEL 3º (dedicado a la larga etapa de San Juan Pablo II) En sus largos años, ha sido el más viajero. Destacamos su iniciativa de la Jornada Mundial de la Juventud. Y su empeño por la nue-va evangelización de los “descristianizados”. A los 25 años del Concilio publicó su Encíclica misionera: La Misión del Redentor. Recoge las enseñanzas del Concilio y de su predecesor, Pablo VI, y las amplía con nuevas perspectivas según los nuevos tiempos. Recalca que la Misión de la Iglesia en el mundo es una, pero diver-sifica sus tareas según los destinatarios: Misión ad Gentes, la primordial. Misión pastoral. Nueva evangelización La Misión ad Gentes la extiende, no sólo a los ámbitos geográficos, como siempre se ha entendido. También a lo que él llama “areópagos modernos” y “fenómenos sociales nuevos”. Esta es su originalidad. Gran Jubileo del año 2000: Fue siempre su gran sueño. Escribió una carta para su preparación y otra para su culminación, abogando por una nueva acción misionera en el tercer milenio. Esta habrá de ser responsabilidad de todos los miembros del Pueblo de Dios.

Por eso convocó en Roma en cinco Sínodos a una represen-tación de los Obispos de los cinco continentes de la tierra, para impulsar decididamente la evangelización de todo el mundo. Como toda su vida fue tan intensamente cristocén-trica, la carta apostólica para el tercer milenio invita, como

fruto del Año Santo, a contemplar más amorosamente el rostro de Cristo, a caminar desde Él siendo valientemente testigos de su amor. En el centro del cartel, el logo del Jubileo sobre el mapa de Asia.

CARTEL 4ºDedicada a la etapa de Benedicto XVI y a los dos años de Francisco.

Benedicto XVI: Como redactor que fue del decreto conciliar Ad Gen-tes, en sus siete mensajes para el Domund ha ido desgranando y actualizando la dimensión misionera de toda la vida de la Iglesia. Destacamos el Mensaje del 2007: Todas las Iglesias para todo el

mundo.

Convocó a toda la Iglesia a celebrar el Año de la Fe, con la Carta La puerta de la fe (2012–13). Ayuda con su reconocida

clarividencia teológica a la “inteligencia” de la fe, a su interio-rización auténtica para afrontar en clave misionera la “pérdida silenciosa de la fe en gran parte de la cristiandad”. Hizo una interpelación a las Iglesias locales a impulsar una nueva acción misionera sin retraerse ante los retos del tiempo actual.

Papa Francisco: Su Exhortación Apostólica La Alegría del Evangelio, marca una nueva etapa para la Iglesia en el siglo XXI: Propone la sali-da misionera, imprescindible para evangelizar de verdad: “Y una impostergable renovación eclesial para una opción misionera capaz de transformarlo todo para la evangeli-

zación del mundo actual más que para la autopreservación.

Ofrecemos las cuatro infografías para celebrar el 50º aniver-sario Decreto sobre La actividad misionera de la Iglesia del Concilio Vaticano II, con la finalidad de que la nueva concien-cia misionera, que infundió en toda la Iglesia, se renueve hoy por todos, con la guía del actual Sucesor de Pedro, Francisco, que tan decididamente ha optado por la misión de llevar a to-dos “la Alegría del Evangelio”, urgiendo la transformación mi-sionera de toda la Iglesia para realizarla.

Muchos adultos y los jóvenes actuales no vivieron la celebra-ción del Concilio, que sigue marcando hoy la hoja de ruta de la misión de la Iglesia…

A los 50 años, no debemos desperdiciar la ocasión de hacer valer en todas nuestras parroquias y comunidades su impulso misionero, proseguido por todos los papas, que han reforzado sus inspiradas enseñanzas para movilizar a todos los miem-bros de la Iglesia a mejorar incesantemente el ejercicio de la vocación misionera, que nos imprimió el Bautismo.